Long-fic VIDA POR VIDA [NeTen]

Bueno aquie les raigo la conti, no se si tarde mucho o no, pero adivinen que ? pase mi extra que tenia pendiente, ahora debo preocupareme por no reprobar el sig parcial y el final =D, hojala sea de su agrado

Capitulo 18​

Los autos estaban volteados con las llantas hacia el cielo. Neji soltó a Hinata que callo de pie, desesperadamente corrió hasta el auto donde se encontraba su mamá. La mujer de tersa piel colgaba del asiento siendo sostenida por el cinturón de seguridad, por su mejilla se deslizaba un poco de sangre y sus mejillas eran adornadas por un ligero polvo negro producto de la reacción.

En cuanto la vio sujeto su cara entre sus pequeñas manos dándole palmaditas mientras la llamaba insistentemente, su madre abrió lentamente sus ojos.

—Neji… estas bien—susurro con alegría la mujer.

—Si mami, estoy bien y ¿Tú? Vámonos de aquí—respondió el pequeño buscando la manera de quitarle el cinturón de seguridad. Su madre sonrió ante el gesto de su hijo.

—Gracias Neji, pero ya es demasiado tarde—interrumpió parando las temblorosas manos de su hijo—. Ya no podre estar contigo, perdón—pequeñas lágrimas se deslizaron de sus orbes.

—¿De qué hablas mamá? —pregunto con una sonrisa, a pesar de sus ojos lloraban, sin saber realmente porque—. Papá vendrá a buscarnos debes salir de aquí—insistió tallando sus sucias mejillas.

—lo que un día inicio tiene que terminar. Es algo normal, un ciclo sin final.

Midori sujeto el rostro del pequeño, limpio con ternura sus cachetes, mugrosos por la tierra y las lagrimas, sonrió y lo atrajo hacia si misma abrazándolo fuertemente, como si quisiera fundirse junto a él, convertirse en un mismo ser.

—No podre darte la hermanita que tanto quería, me la tendré que llevar conmigo al cielo, perdón…—le susurro en sollozos sin soltarlo—. No podre verte más. Tocarte, abrazarte, ni estar contigo, perdón.

—No digas eso mami, yo te quiero. No me dejes—suplico aferrándose al cálido cuerpo de su progenitora. Tenía miedo, y no quería soltarla, estaba indispuesto a soltarla.

—Quiero que seas feliz hijo, te amo como a nada en el mundo.

Fue un ligero instante. Midori se separo de su hijo, percatándose de las presencia de llamas en el auto vecino, aviso de que pronto explotaría, cuestión de segundos.

Sin dudar empujo con sus últimas fuerzas a su hijo alejándolo del carro, el niño cayo perturbado por la reacción de la femenina, cuando se intento poner de pie una lluvia de fierros retorcidos se hizo presente, de nuevo un ensordecedor ruido llego a sus oídos; a sus ojos la visión del fuego, humo más negro y denso, chispas; por ultimo un maldito olor a sangre.

Volteo desconcertado a su alrededor en busca de algo, tal vez una señal. Fundiéndose con el paisaje se encontraba Hinata, en el mismo lugar en que Neji la había dejado momentos atrás, sólo que ahora cargaba entre sus pequeños brazos a su pequeña hermana Hanabi de escasos meses, al tiempo en que sus ojos se desbordaban en finas gotas de agua salina en completo silencio. Dando la imagen de una muñeca de porcelana sucia, quizás una escultura o una roca del lugar.

El carro en que se encontraba Midori voló varios metros, Neji corrió otra vez en busca de su amada madre. Al igual que la primera vez tenia sus orbes cerrados, aunque sus labios formaban una sutil, pero hermosa sonrisa. Con evidente temor sujeto su rostro zarandeándolo un poco, esperando que reaccionara como la ocasión pasada, mas no fue así. Nada la hizo volver a despertar, sus ojos se habían cerrado para no volver a abrirse, dormiría por siempre.

Desesperado saco a su madre de ese ataúd metálico arrastrando su inerte cuerpo sobre el asfalto, donde ya alejado de ahí volvió a llamarla. Podría dar efecto, podría estar cerrando sus preciosos ojos por tenerle miedo al fuego, o a los autos.

—Mamá, mamá, mami, mamita—llamaba con todas sus fuerzas—. Respóndeme por favor, mamá no me dejes, mamita no te vayas ¡mamá! ¡Mamá! ¡Quiero a mi mamá! —exigió al cielo desconsolado, consiente en lo más profundo de su ser que jamás volvería.

Lo único que fue capaz de hacer fue tumbarse sobre el pecho de quien alguna vez le dio la vida, y la había dado por él. Lloraba como lo que era un niño desprotegido, abandonado por el cielo, por su mami. En esos momentos los paramédicos ya habían llegado, la zona estaba acordonada, pero nadie, absolutamente nadie se atrevía a interrumpir la escena del pequeño Hyuga o a mover a la diminuta escultura humana en que se había convertido Hinata.

Cuando Hiashi y Hizashi llegaron había todo un operativo desviando a los carros. Varias patrullas y ambulancias rodeaban el espacio del incidente. Ambos presintieron lo peor, una ligera punzada en el corazón los estremeció.

—¿Qué sucedió oficial? —interrogo Hizashi a un policía.

El oficial apenas le iba a responder con el ceño fruncido que se retirara, cuando un grito llamo su atención.

—Hizashi son ellos ¡Los niños! —anuncio su hermano gemelo saltándose las cintas de plástico amarillo que las autoridades habían puesto.

Ignorando todo corrió desesperadamente, incrédulo, con el corazón vuelto loco. Hiashi le llevaba la delantera por unos metros, por lo que vio como arrebato del suelo a la inmóvil criatura que era su hija del suelo, como la tomo en brazos y apretó fuertemente contra él.

Perdiendo la paciencia busco rastro de su hijo y esposa. Al localizarlos su corazón se estremeció, corrió ante ellos y llamo por sus nombres. Inmediatamente se percato de lo que sucedía, supo que lo que estaba en el suelo era sólo un frio cuerpo ya sin vida, y su retoño mojaba sus ropas con gruesas gotas saladas como loco.

Neji levanto la cabeza mostrando su rostro bañado en lágrimas, sus pequeños ojos brillaron al reconocer la difusa silueta de su padre. Hiashi observo el rastro de sangre que dejo el cadáver de Midori tras ser arrastrada por el infante.

—Mamá, mira papá vino por nosotros, despierta ya—pronuncio con esperanza.

El rostro de su padre se descompuso al escuchar las inocentes palabras que salían de los pálidos y resecos labios de su primogénito. Se inclino, dio un fugaz vistazo a la mujer que tanto amo mientras vivía y guardo sus lágrimas para después, aunque no pudo deshacerse del cruel nudo que se le formo en la garganta. Tomo de la cintura al pequeño castaño y lo alzo envolviéndolo entre sus fraternales brazos.

—¿Qué sucede papá? —Pregunto con inocencia—. ¿Por qué no despierta?

—Neji escucha esto—hizo una pausa y trago grueso, el molesto nudo no desaparecía y debía ser fuerte, al menos frente a su hijo—. Tu mamá se ha convertido en una estrella que nos cuidara desde el cielo.

—Pero yo no quiero que sea una estrella, yo quiero a mi mamá—protesto separándose de su padre.

—Yo tampoco, pero no podemos hacer nada.

—¡No! ¡No quiero! ¡Mamá, mamá, mamá! —Gritaba y pataleaba intentando alcanzar el cuerpo de su madre—. ¡Suéltame! No quiero que se vaya, ni que sea una estrella ¡Quiero que sea mi mamá!

Hizashi lo sujeto con fuerza obligándolo a hundir su pequeño rostro en el duro pecho de su padre. Con el corazón destrozado dio media vuelta y camino hasta las ambulancias para que lo revisaran. Neji en cuanto noto que lo alejaban de su madre intento zafarse en vano, incluso mordió a su padre quien sólo ahogo su grito e hizo una mueca de dolor. Para tranquilizarlo tuvieron que inyectarle un ligero sedante, que por lo debilitado que estaba surtió efecto con rapidez. La lluvia que había estado aguardando en el cielo se desato cubriendo silenciosamente aquella trágica escena.

La próxima vez que sus ojos se abrieron se encontraba en el cuarto de un hospital con suero en la mano. Su padre que lo había cuidado sin separase de él sonrió al verlo despierto, pero su mirada tenia un tinte lúgubre, impregnado de tristeza.

Asistió al funeral de su madre días después, ahí fue la ultima vez que vio a Hinata. Las autoridades habían seguido investigando el caso, dieron con los culpables y el cabecilla que los había estado extorsionando, pero la relación de los hermanos se había deteriorado; Hiashi se culpaba, Si hubiera firmado no hubieran muerto su esposa y cuñada, aunque estarían casi en quiebra, pero ellas estarían vivas y sus hijos sanos y salvos, no con el trauma que ahora cargaban. Y su hermano de algún modo le guardaba un resentimiento. Hizashi por su parte, también cargaba con algo de culpa, pues fue él quien presento formalmente a ese sujeto con su hermano, si tan sólo nunca lo hubiera conocido: todo seguiría igual.

Al final del funeral ambos tuvieron una fuerte discusión. Hinata y Neji permanecían sentados uno junto al otro en un pulcro silencio sumidos en un profundo dolor. De la nada aparecieron sus padres con miradas iracundas.

—Neji ven acá—ordeno su padre furioso.

El pequeño volteo a verlo con la mirada perdida.

—Hinata tu también ven aquí, y despídete—pronuncio Hiashi.

—Pero yo quiero estar más con Neji—pronuncio suavemente la pelinegra sujetando el brazo de su primo.
—Neji, te estoy hablando—volvió a decir su padre.

—Yo también quiero estar más tiempo con Hinata—respondió tranquilamente.

—¡He dicho que vengas ¿Por qué eres tan necio?! —estallo su padre jalándolo del brazo.

El pequeño castaño de inmediato se resistió, Hinata se aferro fuertemente a él. Su tío hizo lo mismo con Hinata, ambos se sujetaron uno del otro tomando una fuerza sorprendente para su edad, no querían ser separados. Sin embargo, sus padres tenían una mayor arrastrándolos en direcciones contrarias.

—Neji-nii—grito asustada Hinata con los ojos llenos de lágrimas. Estiraba su manita con mucho esfuerzo, quería alcanzar la de su primo.

—¡Suéltame, papá! —pidió Neji aun resistiéndose.

Ambos rozaron ligeramente la punta de sus dedos antes de ser apartados, esa seria la última vez que se verían. A partir de ese momento les fue prohibido el contacto uno con el otro, no cartas, no llamadas.

—Partir de este momento te referirás a tu prima como Hinata-sama, nada de familiarísimo—ordeno gélidamente su padre—. Y no podrás volver a verla.

Ambos fueron separados por alrededor de veinte largos años, en los que día tras día se extrañaban mutuamente.

Cada noche él se levantaba con el corazón desbocado, atormentado por las pesadillas, esos sueños en que veía morir a su madre una y otra vez sin fin. Su padre lo llevo con varios psicólogos, a terapias y demás, nada logro recuperarlo, así que solamente aprendió a vivir con ese letargo. Hasta que poco a poco dejo de sentir, olvido que alguna vez tuvo una madre, que alguna vez sonrió y que fue feliz.

Su padre se la pasaba todo el día trabajando, muchas veces no se veían en semanas, y él siempre se la pasaba metido entre libros, por lo que a su corta edad era considerado un genio, dominaba temas muy avanzados y complicados. En cuanto cumplió los quince años su padre también lo abandono, solo sabia que aun estaba vivo porque le dejaba instrucciones con una empleada. Desde entonces comenzó a hacerse cargo de algunos asuntos de la empresa de su padre, algunos años después él solo la manejaba y la hizo crecer. Convirtió lo que su padre le dejo en un gran imperio que sobresalió.

A pesar de sus éxitos, su interior albergaba un enorme vacío. Nada podía llenarlo, estaba rodeado de mujeres hermosas y que le daban placer, pero no eran más que cuento de una sola noche. Amigos, encontró a uno en la obscuridad: Lee. Aun el vacío seguía.

Un día se despertó con la ilusión de un hijo, alguien a quien pudiera darle todo el amor, cariño y atención que él no había recibido durante años. Deseaba un ser con el que llenar ese maldito hueco.

—Cuando te conocí…—pronuncio con la voz cortada. La Amma le coloco su dedo sobre los labios callándolo.

—Ya me lo has dicho muchas veces—le respondió dulcemente—. Viste en mí tu salvación, una luz.

El joven asintió. Se llevo la mano a sus ojos limpiando los restos de las lágrimas que sin querer había derramado durante su relato.

—Ahora sé, que definitivamente quiero darte este hijo que espero—pronuncio con una dulce sonrisa.

—Gracias—respondió con la sonrisa de un niño—. Ahora es tu turno—señalo.

La joven se sorprendió un poco, respiro profundo y exhalo.

—Estoy lista, pregunta lo que quieras.

—¿Qué sucedió con tus padres? ¿Por qué estas a cargo de Yuki? ¿Por qué sabes tantos idiomas? ¿Dónde los aprendiste? ¿Por qué eres tan caótica?

La castaña lo observo unos segundos arqueando al ceja.

—Mi vida ha sido menos tormentosa que la tuya. Yo disfrute de mis padres hasta los quince años—hizo una pausa bajando ligeramente la cabeza—. Mis padres murieron en un accidente, ese día me había enojado fuertemente con ambos porque no me habían dejado ir al cine por estar cuidando a Yuki. Ellos tenían asuntos que atender fuera de la ciudad.

Esa noche eran las doce de la noche y aun no habían llegado, me tenían preocupada nunca regresaban tan tarde y si o hacían llamaban. Me quede despierta en la sala con el televisor encendido aunque no dejaba de ver el teléfono, de pronto sonó sacándome un susto. Intuí que eran ellos, nadie llamaba a esa hora así que sin esperar que contestaran les reclame hasta que la otra voz me interrumpió, no eran ellos, era un paramédico avisándome que mis padres estaban siendo trasladaos al hospital.

Esa noche logre verlos a pesar de su gravedad, fue la ultima vez que los vi con vida. Me hicieron prometer que cuidaría de Yuki y la protegería en su lugar. Desde entonces lo he hecho—sus orbes se inundaron n lagrimas silenciosas—. Ellos me dejaron una cuenta con dinero, básicamente con eso tenían planeado pagar mi universidad, pero tuve que emplearlos para su entierro, y sobrevivir los primeros meses en lo que conseguía un empleo de medio tiempo, después me la vivía en trabajos parciales. Kiba e Ino principalmente me ayudaban a cuidar a Yuki al no poder pagar una guardería donde meterla, también una de mis vecinas, una señora ya grande.

—¿No tenían familiares que te ayudaran?

—Familiares los tengo ¿Dónde? No sé. Ninguno quiso ayudarnos, no he vuelto a verlos desde el sepelio de mis padres.

—¿Y lo de los idiomas?

—Mi madre era maestra en idiomas, dominaba muchos a su edad. Esa era su pasión, ella y mi padre tendían a hablar en otro idioma cuando no querían que yo les entendiera o me enterase que hablaban. Incluso discutían en árabe—rememoro con nostalgia, era cómico verlos gritarse y hacer sus melodramas, todos en idiomas distintos—. Nunca supe que se decían. La casa estaba llena de libros sobre lenguas, me molestaba no entender que decían así que los tomaba y practicaba por mi cuenta, después mi madre se dio cuenta; me ayudo y enseño. Pude dominar algunos idiomas desde chica. También me ayudaron mis trabajos temporales. Por ejemplo trabaje como mesera en un restaurante de comida italiana donde sólo se hablaba italiano, se pedía y servía en italiano, yo no sabia hablarlo, apenas unas frases, para conseguir el empleo mentí diciendo que lo dominaba, pero no entendía nada de lo que me decían, me limitaba a repetir lo que pronunciaban, cuando llegaba a casa investigaba las líneas que memorizaba y así fui aprendiendo. Luego trabaje en uno francés y la historia se repitió.

—¿Y tu padre?

—Mi padre era piloto de aviones—constantemente viajaba a distintos países, por eso también sabia muchas leguas. Nos llego a llevar con él algunas ocasiones, pero yo era muy pequeña o muy joven. Conservo fotografías. Mi papá era muy apuesto.

—¿Por qué eres tan caótica? Mas bien un desastre andante, tan necia.

—Así me educaron. Veía peleas de artes marciales junto a mi padre los domingos acompañados de golosinas, la sala quedaba echa un desastre y mi madre nos regañaba. Mamá siempre me dijo que no me dejara de ningún niño y si me molestaban los golpeara con todo. Me encantaba ir a jugar al parque, me trepaba a los arboles y competía con los demás niños por quien llegaba mas alto, saltaba charcos y demás. Terminaba bañada en lodo y aun así mi padre me cargaba entre sus brazos y cubría de besos mis mejillas.

Neji observo el rostro lleno de luz de la Amma al hablar de esos tiempos. Se notaba que ella no estaba ahí, se encontraba inmersa en sus memorias.

—Amaba hacerle travesuras a los niños. Así conocía Kiba. Con el tiempo nos volvimos secuaces, Ino era la única niña que nos regañaba y enfrentaba de manera muy madura para su edad.

—Me cuesta imaginarla así—pronuncio evocando la pavorosa y arrolladora imagen de la rubia.

—Pues créelo, pero su debilidad siempre han sido la moda y los chicos lindos.

Ambos comenzaron a reír. En otro lado Ino estornudaba entre sueños.

—¿Algo más?

—Creo que eso es todo—negó satisfecho.

Ahora cada uno sabía más del otro, la distancia que los separaba se había roto, ya no estaban esos muros que los dividían e impedían comprender mejor al otro. Era un matrimonio real, si se podía llamar así.

Ambos se levantaron del suelo estirando su cuerpo con pereza, el cansancio los estaba matando, sus pies ardían y los parpados se cerraban como si pesaran toneladas.

El Hyuga avanzo hasta la cama, volteo al darse cuenta que su esposa aun seguía de pie e el mismo lugar.

—¿Qué sucede? ¿Te sientes mal?
—No, no es eso—respondió juguetonamente con los dedos índice y su pijama.

—¿Entonces?

—pues… —hizo un pausa observándolo de reojo y bajando la cabeza.

Neji se quedo de pie analizándola de pies a cabeza, le resultaba encantador verla si, tan tierna y juguetona la vez.

—¿No se te antoja un pay de limón? —interrogo poniendo ojos de cachorro.

El joven giro los ojos, esperaba otra cosa tal vez mas importante como un ”te quiero”. Frunció el ceño, no podía negarse ante la mirada que ella le daba. Suspiro y salió de la habitación rumbo ala cocina. Tenten sonrió y se metió en la cama.

—sabes creo que ya no quiero el pay, mejor una gaseosa.

No dijo nada y volvió a bajar en medio de la obscuridad.

—No te vayas a enojar, pero ¿hay algo de fruta? —interrogo temerosa, como respuesta recibió una mirada fulmínate, mas aun así salió de la recamara.

El chico se estaba cansado, tenia que decidirse de una vez que quería, porque esa seria la ultima que iba, era cansado subir y bajar las escaleras.
Tom la perilla de la puerta introduciéndose en su alcoba, entonces se percato de que esposa estaba profundamente dormida. Soltó un suspiro dejando lo que llevaba por ahí, se acomodo aun lado de ella y la cobijo no sin antes darle un tierno beso en la frente.

—Malditos antojos—mascullo entre dientes al darle la espalda para dormir.


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¿Les gusto el cap?
¿Hubo una parte favorita?
¿Qué les pareció la historia de ambos (Neji y Tenten)? Ahora si saben de donde sabe tantos idiomas =D
A Tenten le llego l hora de los antojos ¿Qué opinan de ello?

Quejas, dudas sugerencias, déjenlas en su cometario y las atenderé con gusto sólo no se desesperen xD

Att:Himeko-chan♥

 

Hola a todos! bueno una gran disculpa por no haber traído la conti antes, pero surgió un gran problema. Mi mami tuvo un accidente que puso en riesgo su vida, ahorita ya esta bien, pero fue algo realmente duro porque el accidente no solo le afecto físicamente, sino mentalmente, tuvo perdida de memoria, pero como les dije antes, ya esta mejor. Por eso hasta ahorita vengo a traerles la conti, hasta creí que fue un castigo por haberle puesto una historia tan triste a Neji, algo así como karma, pero bueno les dejo la conti:

Capitulo 19​

Se levanto de golpe alzando las cobijas, su respiración era agitada, tenia los ojos desorbitados, sudaba frio ¡¿Qué diablos había sido eso?¡

—¿Sucede algo, Neji? —interrogo su compañera que acababa de levantarse.

—No es nada, solo tuve un mal sueño—respondió tranquilizándose. Se levanto y dirigio al baño—. Hoy tenemos cita para tu revisión médica.

La castaña suspiro y se coloco boca bajo unos segundos, pues de inmediato se giro, su panza ya era bastante apreciable. Paso su mano sobre su vientre cariñosamente y sonrió complacida, al igual que su esposo se incorporo, abrió el closet y saco la ropa de maternidad, ya era tiempo de usarla.

Neji salió del baño y Tenten entro. Ambos bajaron a desayunar sumamente felices sujetos del brazo. Como la joven estaba embarazada él le ayudaba a bajar las escaleras o a desplazarse de un lugar a otro cuando implicara un esfuerzo que según él era mucho o muy riesgoso.

En el comedor encontraron a su querida hija Yuki con sus queridas amigas, entre ellas Carlota. Al verla el Hyuga se estremeció al punto de casi paralizarse.

—Buenos días—Saludaron todas educadamente, cada una con su propio toque personal.

—Buenos días niñas. Espero que hayan dormido muy bien.

Las infantes asintieron felices.

—Buenos días.

El resto del desayuno transcurrió de manera normal para la mayoría, menos el castaño que apenas podía comer y respirar a causa de la intensa mirada que le dedicaba aquella chiquilla rubia.

—Te ves muy cansado ¿Te pasa algo Neji-kun? —pregunto melosamente carlota.

Los presentes voltearon a verlo.

—No es nada.

—No has tocado tu plato—señalo educadamente, haciendo alarde de su magnifica educación.

—Aun estoy lleno por la cena de la fiesta de ayer—se excuso.

El desayuno acabo y todos se retiraron, las niñas esperaban que fueran por ellas a recogerlas. El empresario leía tranquilamente el periódico en la comodidad de su sala, estaba impaciente porque esas niñas se fueran, no las detestaba, era sólo que Carlota… si tan sólo esa niña…

Bajo el periódico y se topo con la intensa mirada de la mocosa, llevaba toda la mañana ahí, observándolo atentamente sin despegar la mirada. Se sentía acosado, anteriormente le hubiera divertido que una mujer lo observara con tanta seriedad, pero se trataba de ¡Una niña! ¡¿Cómo demonios la habían educado?! A ese paso no podría volver a dormir nunca más.

Elevo el periódico y suspiro.

—¿Estas triste? —susurro una dulce voz a su oído.

Su piel se enchino ¿En que momento había llegado hasta ahí? ¿Volaba? ¿Era bruja? Porque si era así podía entender la razón de la pesadilla que había tenido, razón que hizo se despertara tan bruscamente.

En su sueño se veía como un ser diminuto, así como pulgarcita la del cuento mágico. Y carlota aparecía ahí, enorme como un gigante, y él como un pequeño insecto perseguido por una desquiciada niña, así era, en su pesadilla huía y huía y sin importar cuanto lo intentara siempre lo encontraba. Recorrió tantos paisajes bizarros que nunca supo donde estaba, cuando finalmente despertó fue cuando la niña lo había atrapado, lo metió en un frasco de vidrio e hizo hoyos en la tapa para que pudiera respirar. Luego comenzó a girar con el frasco dejándolo mareado.

Cuando volvió a ver a Carlota esta traía hermosos vestidos que amenazaba con ponerle para jugar a las muñecas.

Sacudió la cabeza volviendo a la realidad, observo nuevamente la niña que acababa de abrir su pequeña boca para hablar.

—Carlota ya llegaron por ti—anuncio Yuki que acababa de entrar a la sala.

Salvado por Yuki.

La pequeña se retiro, antes de salir hizo una reverencia y le dedico una sonrisa.

Unas risas traviesas se escucharon a su espalda. Al voltear se encontró con su querida esposa recargada en el ventanal feliz.

—No lo puedo creer, el gran y temido Neji Hyuga intimidado por una niña de ocho años—se burlo.

Dejo el periódico a un lado, camino hasta ella con una mirada seria, poco a poco sus labios dibujaron una sonrisa, cuando llego a ella la tomo entre sus brazos con un ágil movimiento inclinándola de modo que quedara a su merced.

—¿Podría volver a repetirlo? —reto arrogantemente acercando su rostro temerariamente al de la chica que no era capaz de alejarse de esa enigmática mirada.

—¡Mamá, papá! El auto ya esta listo—interrumpió Yuki que al igual que momentos atrás acababa de entrar en la sala.

Ambos se separaron de inmediato.

—Gracias Yuki, ya vamos.

Los tres abordaron el auto y salieron de la mansión.

***​

—Hinata, es enserio mi propuesta—reitero la rubia atrás de ella.

—Lo siento mucho Ino-san, pero mi decisión ya fue tomada y la verdad no quiero cambiarla—respondió deteniéndose. Ella también deseaba tanto aquello que la chica le suplicaba cediera.

La Yamanaka la alcanzo y se coloco de frente a ella. Su mirada era triste, desesperada.

—Pero podrías intentarlo, ella ha sido como mi hija, y por eso quería ser la madrina de su primer hijo. Es el deseo de toda madre, y yo creí… que tu podrías entenderlo—argumento con los ojos crispados.

Esa escena enterneció a la Hyuga que entendía ese sentimiento.

—Lo, entiendo, sé como te sientes—respondió dulcemente intentando animarla, ante sus palabras Ino sonrió para sus adentros—. Pero yo gane, y no pienso dejarlo.

La pelinegra dio media vuelta y se alejo dejando a una Yamanaka petrificada.

A lo lejos Kiba reía carcajadas, la chica había intentado prácticamente de todo; Ropa, comida, accesorios, dinero, pero nada le había resultado, incluso su “perfecta actuación” fracaso. La chica de orbes celestes al escuchar su estruendosa voz se dirigió a él con la intensión de asesinarlo.

La Hyuga por su parte se dirigio a las puertas de la universidad, donde alguien la esperaba. Esa persona que la había salvado, que le dio fuerza y esperanza para seguir adelante.

—Perdón por hacerte esperar, Naruto-kun—se disculpo con una dulce sonrisa.

***​

​

Llegaron al centro comercial, tal como lo habían planeado ese día irían de comparas. No tenían nada listo para recibir al pequeño que venia en camino, y querían recibirlo con todo lo necesario.

Recorrieron varias tiendas, en algunas sólo entraron y salieron, en otras se quedaron buen rato escogiendo.

—Este traje es lindo—comento sujetando entre sus manos un pequeño mameluco rosa.

—Si, pero eso no servirá, pues será un niño—respondió la femenina abrazando un trajecito azul cielo.

—¿Y como estas tan segura? aun ni siquiera sabemos que será—contesto frunciendo el ceño el Hyuga.

—Por que si. Esta naciendo dentro de mi, es lógico que sepa que es— respondió orgullosamente.

—¿No crees que esa respuesta es muy infantil? — el joven la observaba con incredulidad, se comportaba como una niña.

—Dices eso, pero dime ¿Cómo sabes tú que será una niña? Tú ni siquiera lo llevas dentro— protesto la Amma apoyando sus manos sobre sus caderas sin soltar el trajecito.

—Pero ayude a hacerla, por supuesto que sé, después de todo soy su padre—se defendió orgulloso.

—¿Y dices que yo soy la infantil? —arqueo la ceja con un sonrisa.

Ambos siguieron discutiendo sin parar de dar argumentos, defendiendo cada uno sus posturas, Yuki que los acompañaba los veía divertida desde lejos, se alegraba de tener unos padres tan alegres y cariñosos.

Nunca se dio cuenta de cómo ocurrió, un día al despertar tenia un padre y una madre, y ahora, algunos meses después esperaba la llegada de quien seria su nuevo hermano o hermana, no podía pedir más, sólo desearle felicidad a los dos jóvenes.

Neii se rehusaba a perder o aceptar que Tenten podía tener razón en lo que decía, al igual que él, ella no daba su brazo a torcer.

—¡Esto es la guerra! —grito subiendo las mangas de su blusa.

—Lo mismo digo—respondió arriscando las mangas de su camisa perfectamente planchada.

La pareja se observo fijamente a los ojos, después de unos segundos cada uno partió en dirección opuesta, pidieron a una empleada les ayudara y comenzaron a seleccionar ropa, accesorios y demás Tenten para niño y Neji para niña.

Al acabar observaron satisfechos la montaña de cosas que iban a comprar, la cajera junto al demás personal de la tienda les sonrieron disfrazando su asombro.

—Es todo ¿verdad, señores? —interrogo la cajera sonriéndoles, después de haber registrado todos y cada uno de los artículos que habían escogido.

Ambos asintieron con la cabeza.

—Y ¿Cómo van a pagar? —cuestiono amablemente.

—Él paga— respondió la castaña señalando a su esposo.

El genio saco su tarjeta entregándola a la empleada que paso el pastico y después entrego el ticket de sus copras.

Salieron los tres de la tienda, pidieron les llevaran sus compras hasta la mansión.

—Ya es todo por hoy—dijo la pequeña esperando un si, por ese día se habían excedido en sus compras.

—¿Hn? ¿Por qué dices eso? —respondió Tenten agachándose ligeramente a ella—. Apenas acabamos de comenzar, falta escoger los muebles y visitar más tiendas de bebe.

—Tu madre tiene razón—apoyo el Hyuga seriamente—. Aun faltan los muebles.

La niña sintió que caía en un abismo, no quería estar así el resto del día, era muy agotador.

—Entonces ¿Pueden decirle al tío Lee que venga por mi y me lleve a la casa? —pidió haciendo ojitos de cachorro a lo que su padre no se pudo negar, aunque realmente nunca se podía negar a las peticiones de su pequeña hija.

Veinte minutos después Yuki iba en camino a la casa.

—¿Y que tanto estaban haciendo? ¿Por qué no te quisiste quedar con ellos? —interrogo Lee conduciendo el auto.

—Créeme, no querrás saberlo— respondió con un aura deprimente. Ni ella misma era capaz de creerlo.

***​

—La cuna será rosa —sentencio firmemente.

—A no, será azul cielo. Creí que ya te había dicho que es un niño—respondió la castaña de igual manera.

Ambos comenzaron a verse de manera severa, ninguno cedería, tenían la firme corazonada de que estaban en lo correcto.

—¿Por qué mejor no se llevan una cuna de color neutro como blanca o de madera barnizada? —sugirió la empleada tratando de relajar el ambiente.

Los dos voltearon a verla, era una muy buena idea ¿Cómo no se les había ocurrido antes? Observaron a su alrededor, debían encontrar la cuna perfecta para su pequeña criatura que venia en camino. Pasaron su vista y manos minuciosamente por todas y cada una de ellas, registrando hasta el más mínimo centímetro y descartándolas de acuerdo a lo que ellos creían conveniente: espacio, diseño, tamaño, complementos, etc.

—¡Esa! —señalaron al mismo tiempo una cuna, pero en diferentes direcciones.

La que Tenten quería era de madera y en ella venían tallados pequeños barcos sobre olas, una cuna para niño en toda la extensión; por otro lado la de Neji tenía bellas y finas flores talladas. Nuevamente una discusión inicio.

—Señorita—anuncio la pareja a la empleada que los observaba atenta—. Nos llevaremos las dos.

—Si, señor—respondió asombrada, nunca había atendido a un matrimonio así, ni en sus sueños.

Acababan de salir de la tienda, hacer compras era más agotador de lo que recordaban.

—Neji—llamo dulcemente la Amma al quedarse atrás.

El castaño se detuvo inmediatamente, giro lentamente su cuerpo observándola de pies a cabeza, no sabia porque pero le resultaba tremendamente linda y encantadora.

—¿No se te antoja un pequeño pastel como ese? —Señalo apuntando a una lujosa pastelería—. Porque al bebe y a mi sí—completo haciendo ojitos de cachorro.

El Hyuga cerró sus orbes opalinas, soltó un suspiro y una sonrisa de lado surco sus labios. A su esposa le había llegado otro de los tan últimamente comunes antojos, esos que por las noches no lo dejaban dormir tranquilamente, pero que no le molestaba cumplir. Todo por ver esa sonrisa que lo hacia temblar en ella.

***​

—¿Tu eres Matsuri verdad? ¿Estas bien? —interrogo una voz a sus espaldas.

La joven levanto el rostro inundado en llanto. A pesar de que lloraba lucia hermosa, de su cuello colgaba un fino collar de plata, que seguro seria una reliquia familiar, llevaba un vestido negro estraple adherido al cuerpo, y le llegaba hasta arriba de la rodilla, acompañado de unas zapatilla y un pequeño bolso.

—Gaara-sama—susurro incrédula. No creyó que alguien pudiera encontrarla ahí o mas bien que alguien hubiera ido en su búsqueda. Se encontraba en una banca de madera en medio de un jardín botánico que aunque abría por las noches hasta las doce, no era muy frecuentado, por ser considerado aburrido. Ya que se celebraban eventos para ricos o gente muy culta.

Él amablemente sujeto su rostro y limpio sus lágrimas con un pañuelo que traía.

—¿U-us- usted vio todo? —interrogo apenada.

—¿Quién crees que le dio una paliza? —respondió serenamente cerrando sus ojos.

La joven rompió a llorar como una niña, pidió disculpas a más no poder, el pelirrojo se limito a observarla y consolarla en su pecho hasta que todo quedo en silencio.

La movió ligeramente y se percato de que estaba dormida. La tomo en brazos y cargo hasta perderse en la obscuridad de la noche.

***

—Bienvenidos, señores Hyuga—recibió el doctor—. Son muy puntuales.

—Gracias doctor—pronuncio la Ama nerviosa.

—Tranquila, no este tan tensa—tranquilizo—. Carlota ayuda la señora—llamo a su enfermera.

Neji se paralizo al oír ese nombre, ahora solo faltaba que apareciera esa niña vestida de enfermera, Tenten comenzó a reír por lo bajo. Para beneficio mental de Neji apareció una enfermera que si bien tenia el mismo nombre era totalmente opuesta a la chiquilla; de cabello negro, seria y algo llenita.
—Todo esta listo, doctor.

La castaña fue recostada en una cama especial, el doctor le unto un gel especial sobre el vientre que causo un poco de frio y comenzó a pasar un pequeño aparato por la zona donde aplico el gel. Yuki que iba con ellos observaba atenta todo lo que sucedía.

De pronto un sonido detuvo el corazón de los tres Hyuga presentes ahí. El doctor y la enfermera sonrieron.

—Son los latidos del corazón de su bebe—anuncio con una sonrisa.

Tenten y Neji voltearon a verse y sonrieron emocionados, la castaña comenzó a llorar, de verdad algo crecía dentro de ella. Estaba alimentando una vida. Él estaba apunto de llorar, los primeros sonidos de su futuro hijo, no podía esperar a tenerlo en sus brazos.

Yuki se acerco al doctor para que le explicara, pues ella podía escuchar los latidos, pero no ver al bebe, sólo veía una pantalla negra con líneas muy tenues que no lograba interpretar, El doctor amablemente le explico todo, así como sus preguntas.

—Ven esa manchita, ese es su bebe—señalo en la pantalla—. Aun es algo pronto para saber su sexo, pero…

—¿Esta bien? —interrumpió Tenten.

—Si, en perfectas condiciones, es sólo que…

—No se preocupe, no queremos saber que es. Con que este bien nos basta.

—Si, pero, como les he dicho, deberían saber esto cuanto antes.

—Si, su vida o seguridad no esta en peligro no queremos saber. Preferimos que sea una sorpresa—intervino Neji.

—Esta bien, aun así tomare las medidas necesarias—se resigno cruzándose de brazos.

El doctor suspiro. Les imprimió una foto del ultrasonido y lo demás. Le dio medicamentos a la castaña como hierro y otros nutrientes importantes, indicaciones de cuidado, etc.

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¿Les gusto el cap?
¿Hubo una parte favorita?
Neji tiene miedo de carlota ¿Les gusto su pesadilla con ella o como les habría gustado?
¿Alguna vez han asistido a un ultrasonido?
¿Qué creen que sea lo que quería decirles el doctor?
¿Qué les pareció lo de Gaara y Matsuri? ¿Qué creen que haya sucedido?
¿Qué esperan para el próximo capitulo?

Quejas, dudas sugerencias, déjenlas en su cometario y las atenderé con gusto sólo no se desesperen, ya cumplí con lo de la pesadilla de Neji con Carlota, así que no duden en pedir.

Y también tratare de traerles la conti lo mas pronto posible o que en dado caso no pase de dos semas =D

Att:Himeko-chan♥

 

hola a todas! y todos, mil disculpas por no haber traido la conti antes, pero desde que sucedio lo de mi mama las cosas se volveron un poco dificiles, pero ya va mejorando, pues el golpe que sufrio fue muy duro y le afecto bastante. Tambien paso a avisar que el ff llegara a su fin dentro de algunos capitulos más pues ya esta llegando a su climax, espero me sigan apondo hasta el final. Clary winslow sé que te prometi la conti el sabado, pero no tuve tiempo hasta hoy, perdon u.u, bueno sin más la conti:



Capitulo 20





Abrió sus obscuros orbes con pesadez, recorrió el lugar con su mirada torpe, la luz que se colaba por la lejana y grande ventana le irritaba los ojos.


Su mirada distinguió sus zapatillas en el suelo, su bolso sobre un tocador y un saco negro sobre un perchero, fue entonces que tomo conciencia de donde estaba ¡En la cama de una habitación de hotel! La cobija le cubría todo el cuerpo hasta el pecho a excepción de los hombros que lucían felizmente desnudos, su mente se paralizo ¿Cómo diablos termino así? ¿Qué hizo la noche anterior? ¿Con quien se había metido?


De inmediato levanto la cobija asustada esperando confirmar sus especulaciones, mas no fue así, aun llevaba el vestido negro de la noche anterior, mas por el corte del vestido —estraple—daba la imagen no traer ropa bajo las cobijas.


Entonces volvió a recorrer la habitación topándose con un joven de hebras rojizas saliendo del baño, llevaba su camisa blanca medio abotonada hasta el pecho sin fajar, sus pantalones, descalzo y secaba su cabellera con una toalla. Un espeso vapor salía del baño.


Ambos se miraron durante unos segundos, entonces él soltó una pequeña risa a modo de burla.


—Tranquila, no paso nada—la joven entreabrió sus labios, pero no pudo decir nada—. Espero disculpes mi atrevimiento al traerte aquí, pero no supe donde vivías y no se me ocurrió otro lugar.


*Flash back*


—¿Cómo luzco? —pregunto nerviosa.


—Hermosa—respondió la rubia levantando su dedo pulgar—. Bueno ahora debemos irnos


Las dos llegaron a una recepción en el centro de la ciudad donde se celebraba una fiesta a favor del inicio de un programa social de caridad, con el que se pretendía ayudar a muchos niños desamparados.


Temari y Matsuri iban como invitadas. Al entrar la atención recayó sobre ellas, comenzaron a saludar a sus conocidos y otros invitados con quienes pretendían asociarse en un futuro para fundar instituciones de este tipo, ya que las dos estudiaban una carrera con el fin de ayudar a lo desvalidos, lo cual iniciarían terminando la universidad, cosa que estaba cerca. Y debían comenzar a desarrollar esos lazos.


—Gaara, al fin te encuentro—pronuncio la rubia con una sonrisa.


El mencionado la observo sin gran interés, pero su semblante cambio ligeramente al ver a la castaña que siempre la acompañaba.


—Es Matsuri—señalo la Subaku contenta— ¿Verdad que se ve genial?


—Ho-Hola, Gaara-sama.

El pelirrojo no dijo ni pronuncio nada, se limito a invitarles un trago y llamo al mesero, luego se despidió de ambas para ir a saludar a alguien. Esa ocasión se encontraba ahí en representación de su querido socio Neji Hyuga, quien al no querer separarse de su esposa le dejo toda la responsabilidad a él.


Matsuri y Temari se unieron a varias conversaciones que les resultaron muy interesantes, era increíble cuantas conexiones podía tener un solo hombre, con eso ya se podían dar cuenta de a quien acosar en dado caso de que lo necesitaran.


Gaara a pesar de su desagrado por las reuniones sociales no lo demostró, al contrario, alagaba a los organizadores, después de todo estaba ahí por negocios. Aunque su cuerpo estaba presente, su mente no. Sus ojos seguían a una castaña como si fuese su próxima presa, cargada de cierta intensidad, a su vez Matsuri observaba a su querido hermano desde lejos.


Matsuri se alejo de la gente con rumbo a la mesa con comida y bebidas. Ahí soltó un suspiro, estaba cansada, las zapatillas la mataban y mantener una conversación viva por mucho tiempo era desgastante, pero valía la pena y por eso lo intentaba. Tomo una copa de la mesa cuando fue interceptada por un hombre alto, de cabellera castaña clara y orbes zafiro.


—¿Cómo has estado preciosa?


La joven volteo sorprendida, sus labios temblaron y sus ojos se sobresaltaron, instintivamente retrocedió unos pasos. Su pesadilla del pasado estaba frente a sus ojos: Hiroshi.


—¿Qué diablos haces aquí?


—¿No te da gusto verme? Pensé que me extrañarías mucho, yo lo he hecho—recorría con la vista ala chica de pies a cabeza, nunca antes la había visto o siquiera imaginado tan sexi como esa noche.


—Déjame en paz y lárgate de aquí.


—Yo también soy un invitado—respondió con una sonrisa burlona de medio lado. Tranquilamente recorrió la distancia entre ambos, Matsuri lo vio con desprecio e hizo el ademan de irse cuando él la sujeto del brazo deteniéndola.


—¿A dónde vas? Todavía no hemos terminado.


—Pues yo si, hace años. Ahora déjame en paz, sigue tu camino y lárgate de aquí.


Hiroshi la sujeto con más fuerza haciéndola girarse hacia él, la atrapo por la cintura apretándola contra su cuerpo, sus intensiones eran claras: besarla.


Ella derramo el contenido de su bebida sobre él, soltándose de inmediato.


—¿Qué diablos te pasa, Matsuri? ¿Estas loca?


—Tú no me conoces, te interesa sólo mi exterior ¿Crees que no supe todo lo que decías a mis espaldas? Siempre creíste que era muy patética y aun lo haces. Hipócrita—le escupió con asco y decepción a la vez.


Sólo pocas personas se habían percatado de lo sucedido.


—No se porque te haces la ofendida, nunca has conseguido un hombre por ti misma, deberías estar agradecida de que yo te vuelva a mirar.


—Fue divertido el momento que pase contigo pero eso acabo. Sé que clase de “hombre” eres, de haberlo sabido antes… ya no finjas—de manera involuntaria viajo a su pasado. Él era a lo que llamaban; su novio, pero nunca fue de ella, es más nunca fue real. Lo supo al verlo retorciéndose de placer y susurrando blasfemias de ella en brazos de otra mujer cuando ambos estaban prometidos en matrimonio—. Tantas veces me advirtieron, mentiste y yo caí… en tu magnifica actuación, tan buena que me hiciste llorar.


—Vamos, no seas así. Íbamos a casarnos—respondió secando de su rostro los residuos del vino con un pañuelo.


—Íbamos—cortó fríamente.


—Jaja eres una tonta—soltó apresándola de los hombros con rudeza, intentando someterla como hace años hacia con ella, quería que volviera a ser la estúpida mocosa que enamoro por diversión, aquella que hacia ciegamente todo lo que pedía.


Su mano voló dejando ver apenas los destellos de la pulsera plateada que adornaba su muñeca. Con rabia planto su mano sobre la mejilla del joven marcándola de un rojo intenso.


El castaño volteo irritado, sorprendido, furioso ¿Cómo se había atrevido esa pequeña mujer a pegarle? Debía domarla y enseñarle quien mandaba.


La volvió a sujetar con mayor fuerza devolviéndole el golpe con mayor fuerza, mandándola al piso. Ella volteo a su alrededor, la gente clavaba sus miradas sobre ella, su mejilla ardía como nunca antes y sus ojos apenas le permitían ver a través de las lágrimas.


La humillación de hace años al tratar de reclamar a su “hombre” se vino sobre ella. Los rostros se deformaron hasta transformarse en aquellos que se habían burlado de ella.


Salió corriendo con las piernas temblándole.


Gaara quién no había perdido detalle de lo sucedido camino hasta Hiroshi lo sujeto del cuello de la camisa y lo golpeo tirándolo al piso.


—Ella no viene sola. Esta conmigo—pronuncio fulminándolo con la mirada.


Hiroshi se levanto mas enojado que antes, no espero nada y se lanzo sobre el pelirrojo agresivamente. Este lo observo y cuando estuvo cerca basto que moviera apenas su cuerpo para someterlo a su antojo.


—Te dices hombre, pero no eres más que un patán—le dijo gélidamente—. A una mujer nunca se le levanta la mano—entonces lo soltó y eso basto para que la seguridad del lugar sacara al castaño del lugar.


La anfitriona se disculpo ante los invitados y Gaara por el comportamiento de Hiroshi, diciendo que tendría mayor cuidado al escoger sus invitados. Mas el Subaku No no les presto atención, en su mente sólo estaba la idea de ir a buscar a la chica y así lo hizo, salió de la recepción para ir en su búsqueda.


Temari sonrió al ver a su hermano actuar así, ella se dirigio a otro lugar, tenia asuntos pendientes con ese tal Hiroshi, tantas veces había deseado conocerlo para darle su merecido y no perdería esa maravillosa oportunidad.


En la calle el castaño de obres zafiro pateaba el auto con furia.


—Disculpa ¿tu eres Hiroshi? —llamo una voz tierna y provocadora.


Él volteo, observo la rubia de ojos verdes que se plantaba frente a él, sonrió al imaginarse en esas curvas. Ella se acerco a él hasta pegársele, jugueteo con su camisa y se alejo con una sonrisa moviendo sensualmente sus caderas.


—Si quieres divertirte un rato sígueme—propuso traviesamente levantando ligeramente su pierna derecha y pasando su otra mano de forma sugerente por su cuerpo.


Él sonrió y sin dudar la siguió hasta un callejón obscuro, de donde minutos después surgió un grito desgarrador y suplicas.


Gaara por su parte llamaba a Temari para llevar a Matsuri quien se había quedado dormida a su casa, pero esta nunca contesto. Cuando volvió a intentarlo su celular se apago, maldijo su suerte. Subió a la chica en su espalda y partió lejos de ahí, fue cuando recordó el lujoso hotel que siempre visitaba y donde se quedaba cuando tenia demasiado trabajo o varias reuniones cerca de ahí. Era cliente V.I.P.


*Fin Flash Back*



El pelirrojo termino de arreglarse. Desde ahí se iría directo a la oficina.


—Te ordene el almuerzo, lo traerán dentro de poco—Él colocaba un cinturón en las brazas de su pantalón—. También puedes ducharte, cuando salgas puedes usar la ropa que pedí que compraran un cambio de ropa en una de las tiendas cercanas. Espero no te incomode—pronuncio abotonando las mangas de su camisa.


La femenina negó rotundamente con la cabeza.


—Muchas gracias, Gaara-sama.


—Dime Gaara.


Matsuri se levanto y camino al baño.


—Me daré una ducha—anuncio, él asintió atándose las agujetas de los zapatos—. Gaara-sama… ¿Usted durmió aquí? —pregunto nerviosa.


—Si, perdón— se disculpo. La noche anterior estaba tan agotado como para volver a su casa, sin darse cuenta se había quedado dormido.


—¿A mi lado?


—Si, lo siento—volvió a disculparse realmente apenado—. Pero no hice nada, caí rendido como una roca.


Ella sonrió.


—Gracias, Gaara-sama—hizo una pausa—. Usted no tiene porque disculparse o pedir perdón. Al contrario, de verdad no sé como agradecerle todo lo que ha hecho por mí.


Al salir se vio envuelta en una esponjosa bata blanca. La habitación ya estaba vacía, no había ni rastro de su héroe.


La puerta sonó, se apresuro a abrir, un mozo con un carrito entro en la habitación dejando el almuerzo y retirándose con una reverencia. Se sentó sobre la cama y observo una bolsa, al abrirla encontró la ropa de la que Gaara le había hablado, era hermosa; sencilla y casual. Una blusa con franjas de colores, un pescador de mezclilla y unas cómodas zapatillas con franjas en colores opacos. Lucia cara, después de todo era ropa de marca.


Cuando poso su vista sobre el desayuno encontró una pequeña hoja doblada por la mitad, la abrió y sonrió dulcemente.


>> Me tuve que retirar, disfruta tu desayuno.



Gaara. <<



***


Almorzaban tranquilamente en la mesa, las nauseas de Tenten ya habían comenzado a ceder, permitiéndole comer un poco más sin tantos problemas.


—¿Me pueden servir más? —pidió amablemente.


La mujer encargada de la comida sonrió dulcemente al tiempo en que recogía el plato para servirle más.


—¿No crees que ya comiste demasiado? —argumento Neji preocupado ¿Dónde diablos se cabía tanta comida a esa mujer? ¿Era acaso un barril sin fondo?


—No, recuerda que estoy comiendo por dos— se justifico la joven al tiempo en que le colocaban su plato nuevamente lleno frente a ella.


—No se preocupe señor, la comida ha sido preparada cuidadosamente, se han reducido grasa y la mayoría de los alimentos han sido cocidos al vapor y están balanceados—pronuncio la señora tranquilamente.


—Si papa déjala, seguramente te da envidia que ella si pueda comer y tú no—intervino Yuki felizmente devorando un pequeño postre.


El Hyuga suspiro.


—Papá por cierto, pronto habrá un festival escolar y… —pronuncio nerviosamente dejando de lado su pudin ¿Qué sucedería si él se negaba? —. ¡Tienes que ir! —sentencio.


—Yuki, esa no es la manera de pedir las cosas—corrigió Tenten frunciendo el ceño.


La pequeña asintió con la cabeza.


—Pero papá me ha dicho que cuando quieres que la gente haga las cosas que quieres debes ser directo. Ordenar o no te tomaran en cuenta—susurro débilmente.


La empleada sonrió, la Amma volteo a verlo fulminante ¿Qué diablos era lo que le enseñaba a esa niña? Neji se sorprendió un poco al principio, su corazón dio un pequeño vuelco y una sutil sonrisa de lado se formo en él.


—Esta bien, iré.


Yuki sonrió alegremente.


—Me alegra que ambos estén felices, pero eso que Neji te ha enseñado esta mal, cuando quieres algo debes pedirlo amablemente, no siempre la gente estará a tu disposición—reprendió a ambos.


—Y por eso mismo debes de decirles lo que quieres como una orden—contradijo orgullosamente el castaño—. La gente no siempre te hará caso, debes dominarla.


—Neji Hyuga—pronuncio atemorizante.


—Tenten Amma de Hyuga—respondió tranquilamente—. No olvides que Yuki es mi hija después de todo, debo enseñarle lo que sé. Bien hecho Yuki.


Apenas pasaron unos segundos para que el joven terminara siendo estrangulado por las delgadas manos de su esposa mientras escuchaba que era un mal ejemplo como padre, que eso no se le enseñaba a un niño.


Yuki y la empleada reían a carcajadas, la escena era muy graciosa, pues el castaño no se movía, sólo le decía “Si, si, si, como tu digas” enfureciendo más a su agresora.


Cosas como esas ocurrían casi todas las mañanas, había diversión y risas. Nunca en su vida creyó que disfrutaría tantos momentos como aquellos.


***



El día del festival.


—¿Dónde estará Yuki? —interrogo Neji un tanto abrumado por la cantidad de gente.


No recibió respuesta alguna, volteo a los alrededores buscando a su esposa. La encontró formada en la fila de los algodones de azúcar junto a los demás niños, sus ojos brillaban al ver el dulce flotar en el aire.


—¿Qué haces aquí? —interrogo frunciendo el ceño.

—Neji, quiero uno, cómpramelo ¿Sí? —pidió con ojos de cachorro.


Lanzo un suspiro más, últimamente se le habían echo costumbre. Saco su billetera y pago cuando fue el turno de la castaña. Ambos continuaron caminando, esta vez con los brazos entrelazados, así ya no se le perdería. Sin embargo a causa de eso se vio arrastrado sin ningún consentimiento a todas las atracciones posibles: casa embrujada, puesto de crepas, pasteles, takoyaki, etc.


Cuando finalmente llegaron al salón de Yuki el Hyuga estaba exhausto, en cambio Tenten estaba fascinada, tal como lo haría una niña.


La puerta corrediza les dejo ver el interior del salón, en el centro la pequeña daba ordenes a sus compañeros de grupo y regañaba a unos niños. Camila, su mejor amiga se acerco a ella avisándole que sus padres estaban ahí, así que dejo de lado lo que estaba haciendo para caminar a ellos. Llevaba la cabeza abajo, fruncía el seño e inflaba los cachetes.


—¿Qué sucede? —Cuestiono inclinándose para verla mejor.


—Sé que te pedí que vinieras, pero…— bajo aun más la cabeza—. Ye se pueden ir—respondió empujando fuera a sus padres del salón.


—¿Por qué dices eso Yuki? —interrogo Tenten confundida.


—No es nada, sólo que ya no habrá nada. Esos niños de allá—apunto a los pequeños que minutos antes había estado regañando, ellos se encogieron al darse cuenta de que eran observados—. Destruyeron nuestra escenografía mientras jugaban.


Arrumbados contra una pared se podían apreciar varios escenarios: algunos destruidos, otros manchados, etc. Y varios pequeños llorando ante la frustración.


—Descuiden, he organizado una brigada que ira a anunciar que nuestro evento se cancelara.


—¿Y si mejor les ayudamos? —propuso Neji con una tenue sonrisa.


—¡¿Enserio?! —Sus ojitos brillaron, mas a los pocos segundos se opacaron—. No creo que lo logremos a tiempo.


—No olvides que eres una Hyuga, Yuki, para nosotros no existen imposibles.


Tenten se quedo de pie observando como ese hombre frio y gélido tomaba la iniciativa por algo tan… ¿inusual? Jamás hubiera creído que él actuaria así por voluntad propia, definitivamente había algo distinto en todo eso. Y no sólo era eso, Yuki también había cambiado: se había convertido en una pequeña versión femenina de Neji, en verdad parecían padre e hija.

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¿Les gusto el cap?

¿Hubo una parte favorita?

¿Qué les pareció el gaamatsu?

¿Qué sucederá con el festival de yuki?

¿estan molestas por falta de continuación?

¿Qué esperan para el próximo capitulo?


Como se habran daod cuenta esta vez hubo mucho GaaMatsu en el próximo cap habrá mas NejiTen o eso espero =D


Att:Himeko-chan♥

 

HolA! pues haia querido traeles la conti desde la semana pasada, pero me quede sin internet y estuve muy ocupada por las fechas pasadas, en fin. Aqui les traigo la conti.
hime neko chan gracias por leer y bienvenida a mi ff. Y si, efectivamente estudio.

Capitulo 21​

—Ya es hora de ir al auditorio—anuncio una pequeña, de inmediato los niños voltearon y tomaron las cosas para salir corriendo.


—Muchas gracias papá—pronuncio antes de salir corriendo junto a sus compañeros.


Este sólo asintió y la vio partir.


—¡los espero en el auditorio!


—Señor, perdone que lo moleste pero ¿podría ayudarnos un poco mas? —solicito un pequeño junto a otros de sus compañeros.


—¿Hn…?


***


—Del melocotón salió la nueva idol, su fragancia encantaba a cualquiera, sus mejillas sonrosadas y tersas eran envidiadas, pero su voz y carisma eran tan dulces como la fruta de la que había salido y al mismo tiempo refrescante. Había nacido una nueva estrella…—pronunciaba la voz narradora, oculta entre las cortinas obscuras.


Los aplausos sonaron con fervor a la ultima frase, desbordaron el auditorio llenando de gozo a los pequeños actores. En ese momento Yuki hacía su primera aparición sobre el escenario, era el final, cuando hacían menciones especiales a ciertas personas, una especie de créditos.


Yuki no actuó, mas fue la directora general de la obra, además de la creadora original de esa historia. Sin ella sus compañeros no habrían sabido que hacer.


—Y también queremos agradecer a alguien que sin duda nos cayó como un ángel del cielo, el señor: Neji Hyuga.


Yuki volteo sorprendida sobre el escenario, su padre caminaba con pasos firmes y seguros hacia el centro junto a ella vestido con una playera de manga corta y un pantalón negro. Durante todo el transcurso de la obra el se encargo de levantar y bajar el telón junto a los pequeños que estaban detrás del escenario entre cortinas obscuras. Yuki que se encontraba del otro lado del escenario nunca se percato de ello, por lo que la noticia la tomo por sorpresa.


Todos se tomaron de las manos e hicieron una reverencia.


—Felicidades a los dos—pronuncio orgullosa de su familia en cuanto bajaron Yuki y Neji.


—Gracias mami—respondió la pequeña abalanzándose sobre Tenten con los brazos abiertos quien fue bien recibida—. Y gracias ti también papá.


—¿Y no merezco un abrazo yo también? —interrogo aparentemente ofendido pero con una sonrisa juguetona de medio lado.


La niña se soltó de inmediato corriendo hacia el genio que la alzo por los aires diciéndole el fantástico trabajo que había echo, lo orgulloso que se sentía de ser su padre.


—Por cierto, ese niño lleva rato observándote—señalo el Hyuga con desconfianza.


La castaña volteo enseguida ocasionando que el pequeño se ruborizada desviando la mirada de inmediato.


—Ese niño… es un compañero, pero casi no le hablo es muy latoso—sentencio con inocencia en los brazos de su padre.


—Es cierto, no necesitas hablarle a ningún niño—respondido abrazándola aun más, ella se dejo apretar, en cambio la Amma se percato de que lo hacia sobreprotectoramente, como si no quisiera que nadie la tocara o viera.


—No lo puedo creer, Neji Hyuga esta celoso por su hija—murmuro suavemente al oído de este con sorna.


—Claro, que no. Solo la protejo. Eso es todo.


—Si, como digas—hizo una pausa mientras tomaba fotos con la cámara que había llevado—. Y donde están tus amigas, no veo a CARLOTA—dijo haciendo énfasis en la ultima palabra sobresaltando al castaño.


—Están por… ahí vienen—anuncio, los dos adultos volearon a la dirección señalada.


Efectivamente se veían a las pequeñas con sus padres, incluso Carlota, mas lucia algo distinta.


Al llegar todos se saludaron y presentaron formalmente, pues aunque las niñas habían dormido varias veces en la mansión Hyuga nunca habían entablado un contacto físico sus padres, sólo por teléfono. Tenten les tomo fotos a las niñas para el recuerdo.


Tal como lo había previsto Carlota lucia distinta, no por el traje de princesa que llevaba, pues había ocupado el papel protagónico, sino que ya no le lanzaba esas apasionadas miradas de las que nunca podía escapar, apenas había notado su presencia.


—Descuida papá, viene con su padre y él es lo que mas adora en el mundo, más que a ti—puntualizo Yuki dándole ánimos.


El padre de Carlota era un hombre joven, unos años más grande que él, muy apuesto, amable y todo un caballero. De pelo castaño obscuro, orbes celestes y piel muy blanca, su pareja, la mamá de Carlota era castaña clara de orbes miel y tez blanca. Ambos tenían un carácter muy alegre.


Alicia tenía un padre rubio de ojos negros y piel blanca, aunque algo bronceado por el sol. Su esposa era de cabello negro como la noche, piel morena clara y ojos verdes. Su carácter mostraba que eran personas optimistas, alegres y muy entusiastas, algo que sin duda su hija había heredado.


Kenia, se mostraba muy seria. Sus padres eran personas serias, reservadas, pero amables. Ese cabello tan rojizo lo había heredado de su padre, un hombre de tez pálida, con ojos sabor café, su madre castaña clara era dueña de unas esmeraldas que sin duda eran preciosas, apenas y competían con los ojos de la amiga de Tenten: Sakura Haruno.


Camila sujetaba la mano de su padre y con la otra sostenía un libro. Su madre estaba junto a ellos, portaba un traje formal con tacones, tipo sastre de falda de color azul marino, su negro cabello corto lucia muy espeso, y su piel blanca resaltaba sus orbes azul celeste. Algo destacable en su rostro era un lunar sobre su labio. Su padre en cambio llevaba una playera casual y unos jeans, tenia el cabello largo sujeto en una coleta baja, de color azul marino, piel bronceada y orbes negros. Esa pareja lucia más relajada que el resto y a la vez totalmente opuesta, pero era evidente que se amaban.


Todas esas observaciones llevaron a pensar al Hyuga; Yuki no era su hija de sangre y tampoco de Tenten, pero ambos la querían y adoraban como si lo fuera. Observo a la pequeña mientras era fotografiada por Tenten, tenía una larga cabellera castaña obscura y lacia que ambos poseían, la piel blanca como él, y sus ojos… eran grises, no eran perlados, pero tampoco cafés, bien podría ser el resultado de una combinación de ambos, pero lo que mas resaltaba en ella no era eso, sino su carácter y su comportamiento. Cada día se parecía más a él en la forma de hablar y conducirse por el mundo, pero desprendía una dulzura y frescura que sólo Tenten había sido capaz de introducirle. Sin duda tenia algo de los dos, sin duda era hija de los dos.


Al mismo tiempo se preguntaba ¿Cómo sería esa nueva vida que crecía minuto a minuto en el vientre de su esposa? ¿Se parecería a él? O ¿A ella? O ¿A ambos? Eso seria algo que con el tiempo descubriría.


Todos terminaron yendo a un restaurante a comer para conversar mejor, rápidamente se hicieron amigos, y quedaron de algún día volver a reunirse todos.


***


Ya habían transcurrido varios meses, ahora Tenten contaba con seis meses de embarazo, su vientre ya estaba realmente abultado, lo que usaba eran batitas de maternidad: blusas con gran vuelo para cubrir la panza sin ejercer presión. Todas en colores alegres, vivos y lindos estampados o grabados. Así como pantalones especiales, que en la región del abdomen/panza tenían tela elástica.


—Tenemos que preparar el cuarto del bebe—anuncio Neji. Recostado en la cama aun lado de su esposa.


—Quedamos que lo haríamos en el séptimo mes—respondió Tenten batallando con una bola de estambre y unas largas agujas.


—¿Qué se supone que estas intentando hacer? ¿Un suéter para perro? Porque no tenemos uno—se burlo el genio al ver la prenda que hacia con hilos fuera de lugar y una forma tan inusual que costaba saber que diablos estaba haciendo.


La castaña cerro los ojos y apretando entre sus manos las agujas y estambre se volteo hacia el con la intensión de agredirlo y responderle, pero no pudo hacerlo.


—¿Qué sucede? —interrogo al ver que la joven se había quedado sin habla y estática.


—Me pateo—susurro quedamente.


—¿Qué? —interrogo sorprendido y emocionado.


—Me pateo ¡Se esta moviendo! —exclamo alarmada y emocionada al tiempo en que daba pequeños brincos de rodillas sobre la cama. En el quinto mes había sentido unas pequeñas punzadas, pero nunca les tomo importancia, porque eran pequeñas, pero estas eran palpables.


—¿Enserio?


—Si, toca, toca—afirmo la castaña parando de brincar, tomo la mano temblorosa del Hyuga y la coloco sobre su vientre desnudo, las lágrimas de ambos casi saltaban al sentir el pequeño tacto, tan sutil y cálido.


Yuki que llego atraída por el alboroto de sus padres se unió a ellos al enterarse de lo que sucedía, comenzaron a hablarle tiernamente y diciéndole cuanto lo querían y esperaban.


—Pero no podemos seguir llamándolo bebe todo el tiempo, debe tener un nombre—señalo Yuki.


—Si, es cierto y como será niña…


—No, será niño…


Yuki rodo los ojos, y silenciosamente se marcho del lugar, mejor iría a comunicarle a las empleadas que el bebe ya estaba moviéndose y pateando a su madre. Eso seguro seria un arguende entre toda al servidumbre.


***


El día acordado del mes acordado había llegado, Tenten se encontraba a mitad del séptimo mes, ambos se preparaban para arreglar el enorme cuarto que habían designado para el bebe. Tenían todos los muebles arrumbados y envueltos en plástico y mantas, así como las demás cosas en bolsas plásticas para protegerlas del polvo durante esos meses.


Colocaron todas las cosas al centro, abrieron las ventanas y sacudieron el poco polvo que había, pues periódicamente las sirvientas iban a limpiar. Ambos vestían ropa cómoda y adecuada para la ocasión, unos overoles de mezclilla con una playera de manga corta, tenían una pañoleta sobre sus cabezas. Yuki también los acompañaba muy entusiasmada e igualmente vestida.


Después de sacudir las latas de pintura comenzaron a abrirlas con un desarmador, vertieron pintura en unas charolas previamente preparadas y metieron las brochas y rodillos en ellas para untar el espeso líquido que se impregnaba sobre la pálida pared, no sin antes tapizar el suelo con papel periódico.


Cubrieron cada centímetro, delinearon cada contorno, taparon cada rincón, como si con desesperación intentaran ocultar las huellas de algún crimen


Salieron un rato de la habitación, dejando secar las paredes para tomar un poco de aire fresco y un ligero refrigerio. Pasada una hora y media de descaso regresaron con energía renovada.


Arrancaron los periódicos desperdigados en el fino suelo de madera, arrastraron las cunas que habían elegido previamente con sumo cuidado, las colocaron separadas y jalaron con ellas las cómodas y respectivos objetos que habían comprado tanto para niño como niña.


Neji se ocupo de colocar las repisas y clocar los muebles pesados en donde su esposa los pedía, Yuki ayudaba gustosa a su padre en esa ardua labor por momentos y por otros se dedicaba a grabar con una cámara esos momentos.


—creo que un poco mas a la derecha—indico moviendo su mano sutilmente al tiempo en que soltaba un leve quejido,


—¿Que sucede? —interrogo Neji al notar el gesto.


—Nada, es sólo una patadita del bebe—expuso con una sonrisa—. Hoy amaneció muy inquieto, seguro esta emocionado por su cuarto.


El genio dejo el mueble y camino lentamente hasta la joven.


—No estés de travieso, se buen niño con mamá—pronuncio suavemente acariciándole la barriga.


—¿Yo era muy latosa de bebe? —interrogo Yuki curiosa.


—No, Yuki. Eras muy tranquila, pero también llegabas a patear y cuando lo hacías pegabas con fuerza—respondió al recordar Tenten a su madre mencionarle eso.


La respuesta emociono a la pequeña de sobremanera, casi de manera inexplicable para sus padres. Sin embargo esa simple respuesta indicaba que ella recibió tato cariño como el bebe que crecía en Tenten y fue igual de traviesa.


Siguió la decoración entre risas y pequeñas pausas, pues Tenten a esa altura del embarazo le pesaba más la panza y la espalda le dolía, Gracias a que anteriormente se mantuvo haciendo constate ejercicio no sufría de tantos achaques típicos del embarazo como los pies hinchados calambres, etc.


—Debes descasar, toma asiento—sugirió el castaño colocándole una silla.


—Gracias—respondió aceptando el ofrecimiento, se apoyo en el brazo del castaño y se sentó lanzando un suspiro de alivio.



Cuando finalmente terminaron de arreglarla la familia de tres sonrió al mismo tiempo.


La habitación estaba pintada de un color amarillo pastel, muy suave; El piso era de madera en color caoba, haciendo resaltar la habitación y en e se podían apreciar varios tapetes de colores y en forma infantiles.


El cuanto no contaba con una división fisca entre las paredes o el color de estas, sin embargo era fácil darse cuenta de que una parte estaba decorada para niña y la otra para niño. Cada sección contaba con su respectiva cuna y una bella cómoda donde iría la ropa del infante, entre las paredes descansaban las repisas llenas de juguetes y adornos. Las cortinas de la habitación eran de color blanco y de varias capas permitiendo el paso de la luz solar de manera no tan directa.


Una las cosas importantes fue, que a pesar de que cada uno tenia su creencia acerca del sexo del bebe, ambos arreglaron ambas partes con la misma ilusión y juntos, en ningún momento se quejaron o hicieron las cosas a medias, porque independientemente de su genero lo amarían por igual.


—Ahora sólo falta la ropa, y las cosas que usara en cuanto llegue: jabón, champú, lociones, talco y pañales, sin olvidar los biberones y chupones.


El Hyuga asintió con la cabeza y salió de la habitación para regresar con una caja grande.


—Aquí esta todo eso.


Abrieron la caja y ambos al mismo tiempo colocaron la ropa en su lugar con suavidad y esmero, sus miradas desprendían un amor descomunal, amor que solo un padre podía dar. Metieron en sus correspondientes cajones los productos que usarían para su aseo personal.


—Hemos terminado por hoy—pronuncio suspirando la castaña.


Neji estiro su brazo atrayéndola hacia él y froto su delgado brazo con su mano. Sabia que estaba cansada, se le notaba a leguas, el peso del bebe era cada vez más grande y se reflejaba en la postura curvada que a veces tomaba. Y ella no era la única, Yuki también estaba exhausta.


—Es hora de descansar, vamos Yuki—dijo dirigiéndose la puerta con su esposa. La pequeña asintió y los alcanzo rápidamente, para que su papá apagara las luces.


***


—lamento hacerte esperar Naruto-kun.


—No te preocupes Hina-chan, vámonos—respondió el rubio caminando.


La pelinegra asintió y corrió tantito hasta alcanzarlo, ese día lucia ansioso y nervioso en su caminar. Ella no se atrevió a decirle nada, sabía mejor que nadie que sufría por su pequeña mascota que recientemente había caído enferma: un bebe zorro que había encontrado herido en el bosque, y él con su noble corazón decidió cuidarlo hasta que sanara como a otros tantos animales.


Esa ocasión le había pedido que lo acompañara a comprar alimento para su perro, y ella como siempre había accedido. Amaba estar junto a él, perder las horas de su vida en su compañía y en más de una ocasión deseo ser alguna de sus constantes mascotas para recibir sino la misma atención, al menos un poco más de ella.


Abordo el autobús con él, y viajaron en un profundo silencio.


Se perdió en el paisaje gris que contemplaban sus opalinas orbes, tan lúgubre a cada segundo que avanzaba el autobús, Naruto ni siquiera volteaba a verla o hacia el intento de conversar con ella como ocasiones anteriores, la pelinegra prefería no pensar en nada, recientemente lo había visto muy junto a Sakura, una amiga de la que él había estado enamorado hace mucho tiempo. Así como ella de él.


Lo conoció en sus años de soledad, ella no había logrado superar el traumático secuestró que sufrió junto a su primo; en el internado que su padre la metió tras ese suceso, no hablaba con ninguna de las niñas, apenas y abría la boca para dejar salir unas escuálidas palabras que se desvanecían como una suave brisa. Cuando cumplido los quince años, esa situación no había cambiado.


Fue entonces, cuando un chiquillo rubio de orbes celestes se infiltro en los alrededores de los dormitorios femeninos causando gran revuelo. Nunca lo atraparon, porque ella lo encubrió sin saber porque.


La Hyuga alumna ejemplar y de buenas notas había tomado un libro para ir a leer bajo la sombra de uno de los tantos arboles que rodeaban los dormitorios de las mujeres, y él había salido corriendo despavorido huyendo de la muchedumbre de chicas que lo perseguían encolerizadas cuando ambos se toparon cara a cara.


Duro unos instantes, apenas unos segundos en los que la luna encontró el cielo. El Uzumaki le imploro ayuda de rodillas y ella apenas coherente accedió, dando inicio a una larga amistad que a sus veintitrés años aun se mantenía.


—Hina-chan, ya llegamos—anuncio el joven rubio levantándose de su asiento.


Hinata asintió y se levanto por mera inercia.


Hasta que bajaron del autobús se entero de lo que sucedía a su alrededor.


—¿Dónde estamos Naruto-kun? —pregunto aterrada.



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Bueno aquí les dejo una pregutnas


¿Les gusto el cap?

¿Hubo una parte favorita?

¿Qué les pareció lo del festival de Yuki?

¿Cómo creen que será el futuro bebe Hyuga? ¿Ustedes también tiene dudas como Neji?

¿Sugerencias para el nombre del bebe? He pensado mucho en ello y no se me ha ocurrido algo en específico, así que… díganme ¿que nombre les gustaría para el?

¿A donde habrá llevado Naruto a Hinata?

¿Qué esperan para el próximo capitulo?



Att:Himeko-chan♥