Vida carmesí

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Silver Fair, 31 Marzo 2015.

  1.  
    Silver Fair

    Silver Fair Aquel que le sonrie a su triste reflejo.

    Sagitario
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    31 Marzo 2015
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    Título:
    Vida carmesí
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    8
     
    Palabras:
    617
    Vida Carmesí
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    Géneros: Fantasía, Comedia, Romance, Recuentos de la vida.
    Sin mas espero esta historia sea de su agrado

    Prologo

    El agujero del techo dejaba ver la oscura noche, libre de rastros de alguna luz de luna, la oscuridad se tragaba tanto las lágrimas de las personas a mí alrededor, como los gritos llenos de odio y amargura de la bestia.

    El calor escapaba de mi cuerpo rápidamente, a través de todas mis heridas

    -… Este es tu fin… aun si obtuviste la inmortalidad, en tu estado no podrás hacerle daño a más nadie.

    Le dijo uno de mis compañeros quien ahora carecía de una de sus tan hábiles manos, a lo que quedaba del hombre, no, de la bestia más horrible de este mundo.

    Esta carecía de brazos, piernas y ojos, todas nuestras espadas atravesaban su pecho pero aun así permanecía vivo, no él ya estaba muerto en vida desde un principio.

    Sarah trataba de curarme con todas sus fuerzas, tratando de suprimir sus lágrimas pero tanto ella como yo sabíamos que no tenía caso.

    -Maldición, ¡¿por que tenias que meterte en mi camino?!

    Dijo Wolfan, sus ojos amarillos brillaban aun más que las bolas de luz que nos rodeaban.

    -… No te atrevas a morirte, prometiste que vivirías.

    Sarah finalmente cayo inconsciente, tras perder toda su energía tratando de curarme, siendo la mejor maga entre nosotros todos sabían que era lo que me preparaba el destino, solo un alma se perdería este día, bueno un alma y media.

    -No puedes hacerme esto – Murmuraba de rodillas Wolfan a mi lado

    Solo sonreír me dolía enormemente, aun así le dije a la bestia.

    -… Hey Regios me llevare tu alma conmigo.

    -¡No, te maldigo!, toda tu familia sufrirán mi ira, algún día uno de tus vástagos me liberara

    -Hahaha eso díselo al Huérfano que esta apunto de morir.

    Al darse cuenta de que su alma se perdería para siempre sus gritos se volvieron suplicas por su vida, pero ya era muy tarde, el aire comenzaba a faltarme.

    En ese momento Wolfan abrió mi ojo derecho y pude ver como sus lágrimas, tan grandes como la luna, corrían por sus mejillas.

    -En el momento en que tu corazón deje de latir así lo hará el mio.

    -No… Vive, por favor… cumple con mi egoísta deseo… vive, se feliz

    -No… tú

    Colocando mi mano sobre su rostro, el cual ella, Wolfan Levi, la heroína más fuerte, quien me rescato de mi miseria, de quien me enamore incontrolablemente, oculto por tanto tiempo.

    -Si vuelvo a nacer desearía volver estar a tu lado… por eso… por favor vive y se feliz mi hermosa reina.

    Mis lagrimas se mezclaron con las suyas y mi sangre.

    Sentí como finalmente mi corazón dejo de latir, mire su hermoso rostro por última vez antes de caer en el sueño eterno junto a su peor enemigo, mi amo.

    El miedo me sobrecogió y nuevamente mi corazón comenzó a latir más rápido que nunca, sentándome en la cama dejo caer las lágrimas mientras espero a que pase el temor.

    “Se supone que debía morir… ¿Estoy realmente vivo?”

    Repentinamente la habitación se ilumino y una mujer corre hacia mía abrazándome fuertemente.

    -Tranquilo mi amor fue una pesadilla…

    Me susurro al oído, Su calidez me calmaba, tal cual como el abrazo de una madre, algo que a duras penas conocía.

    Entonces ella me miro y su rostro se palideció, tratando de secar mis lágrimas pude ver como su mano derecha estaba llena de sangre.

    “Un momento… “

    Fue entonces que me percate

    “¿Eh?... Soy un niño.”
     
  2.  
    Silver Fair

    Silver Fair Aquel que le sonrie a su triste reflejo.

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    Vida carmesí
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    Capitulo I Nostalgia


    Repentinamente fui levantado de la cama por un hombre, el cual inmediatamente comenzó a correr.


    -¡Cuida a la niña! – Le dijo a la mujer sin mirar atrás, de alguna manera pude reconocerlo.


    -Papi… ¿adonde vamos?- Pregunte luego de que me sentase en el asiento del copiloto y abrochase el cinturón de seguridad.


    -Al medico, toma no te quites el trapo de la cara.


    Mi mente era un caos pero en el recorrido “al medico” mis recuerdos comenzaban a regresar, o mejor dicho los de este niño, mi nuevo nombre desde hacia ya seis años era Raúl, había sido bendecido con unos padres amorosos dispuestos a todo por mi, no pude evitar llorar.


    -… Tranquilo ya llegamos.- Dijo el hombre mientras conducía, el auto, con una sonrisa de las que se usan para calmar a un bebe.


    -…Papi estas temblando


    -Solo es frio, vamos agárrate y no te sueltes.


    Entramos en un edificio blanco lleno de gente, ya empezaba a amanecer, las mujeres vestidas de blanco nos llevaron a una habitación donde un hombre de bata blanca y lentes esperaba.


    “¿Me van a Vender?”- Pensé.


    El hombre tomo una pieza de algodón y comenzó a limpiarme la sangre del ojo, la cual ya se había detenido, luego de unas pruebas coloco una mano en el ojo derecho y me pregunto.


    -Dime que vez


    -Nada


    Luego de muchas pruebas, el doctor le dijo a papa que no había ningún problema conmigo, y que la ceguera se debía a algún trauma o shock fuerte que habría ocurrido pero que desconocía sus causas.

    Mi ojo izquierdo que hasta ayer poseía el mismo tono gris verdoso que el derecho ahora tenía una tonalidad carmesí, mientras miraba en el espejo el estigma de mi vida pasada ellos seguían discutiendo.


    La maldición de la bestia, mi amo Regios no cayó sobre mi nueva familia, pero me acompaño aun después de renacer… junto a la llegada de mis recuerdos también vino el ojo que pague para detener a la bestia.


    -Solo podemos esperar- Dijo mi padre al llegar a la puerta, al borde de las lagrimas y con manos levemente temblorosas.


    -Esta bien papi… no tienes por qué llorar… yo estoy bien


    Mi voz infantil no me sonaba para nada convincente, aun así trate de hacerlo sentir mejor cuando llegamos a casa, este me miro y sonrió para luego decir.


    -Yo no estoy llorando, solo tengo sueño.


    Era obvio que necesitaba practicar sus mentiras, pero supongo que ningún padre quiere preocupar a sus hijos aun si tiene que mentir.


    Tras abrir la puerta de la casa ambos entramos y me detuve justo delante de la mujer que había entrado a mi cuarto cuando desperté.


    -…Mami…


    Esta se arrodillo para estar frente a frente conmigo, mis piernas temblaban al igual que mis manos, el miedo al rechazo que había sufrido en mi vida pasada había aflorado nuevamente en mi.


    -Dime corazón


    -… ¿Te puedo abrazar?


    Esta simplemente me abrazo y me levanto, pasando sus manos tiernamente sobre mi espalda, por lo que no pude evitar derramar todo el llanto que nunca pude sobre los hombros de una madre. “Atesorare esta familia, la protegeré sin importar lo que pase”


    ¿Por qué se tuvo que activar este estigma ahora y no desde mi nacimiento?, el alma de Regios tenia que estar dentro de mi pero no podía sentirla… eso significaba que alguien me la había arrebatado.


    -Roció estaba muy preocupada por ti.


    Fue entonces que lo entendí, como no se me había ocurrido antes… mi hermana gemela Roció había heredado el alma de mi amo, la bestia inmortal.


    Ella se asomo por la puerta del cuarto y cargando con un equipo medico de juguete se acercó a mi.


    -Baja Raúl… te voy a curar.


    Con toda la inocencia de una niña de su edad, bueno nuestra edad… justo al tocarme el ojo las lágrimascomenzaron a rodar por sus mejillas y abrazándome fuertemente, casi ahogándome, llora.


    -Perdón, perdón, perdón… fue por mi culpa…


    Su llanto era verdadero al igual que su inocencia, aunque no tuviese sus recuerdos aun teníamos algún vinculo entre nosotros el cual le dijo la verdad con tan solo tocarme.


    -…Emmm Rosi esta bien…


    Le sonreí y tal cual niño con su hermana terminamos jugando normalmente.


    Tras muchos tras pies, peleas, bromas y juegos pasaron los años para cuando me di cuenta ya había cumplido dieciséis años y por nada del mundo planeaba levantarme un domingo temprano a las diez de la madrugada.


    -Hey levántate que tienes que limpiar la casa.


    -Hazlo tú si tanto te incomoda.


    -Tú lo pediste


    Derramando un vaso de agua congelada con todo y hielo sobre mi, sin piedad.


    -AH, ¿estas loca…Que le paso a la niña dulce y tierna que crie?


    -¡Para empezar tu no me criaste! ahora limpia.


    -Abusas de tu posición de hermana mayor…


    -Menos quejas y más trabajo


    -Esclavista.


    Desde que rompió con su novio la ha agarrado conmigo, supongo que sin importar si renacimos o no sigo siendo su esclavo, me pregunto que tanto recordara.


    Oh, si mis compañeros vieran en lo que me he convertido, se morirían de la risa.


    “Que habrá pasado con ellos… cuanto deseo verlos de nuevo.”


    Desde el incidente hace tres años ya no me llevo bien con Rocío, supongo que son cosas de crecer, por ahora mi mundo el cual se tiño de carmesí sigue paralizado desde el día que fallecí.


    Resignado a que no volvería a mí antigua vida, entre a mi cuarto a prepararme para salir cuando repentinamente mi mundo se volvió completamente negro.
     
  3.  
    Silver Fair

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    Capitulo II Rencuentro

    Magia, el arte de crear fenómenos sobrenaturales como curar o maldecir a partir de la voluntad y la energía espiritual del mago.

    Para obtener ciertos tipos de magia se necesitaban ritos, sacrificios y palabras.

    La magia negra fue prohibida desde hace mucho tiempo pero sin embargo eso no significa que no hubiesen magos negros, solo eran más reservados, entre ellos el más famoso fue el hereje, asesino de masas la bestia Regios, quien lanzo una maldición sobre mi aldea solo por diversión, tornando a sus vasallos en demonios caníbales, así fue que yo Rouge único sobreviviente de dicha masacre perdí a mi familia y conocí a mi amo.

    Este al ver que no podía controlarme sin importar lo que intentase, convirtió mis ojos en los suyos, marcándome como su títere y dejándome para ser devorado por los cuervos.

    Los caballeros que llegaron a la aldea a rescatar a los sobrevivientes fueron atacados por los cadáveres, tras capturarme me vendieron como esclavo, pero nadie quería algo que ver con una marioneta de ojos rojos, desechada incluso por su creador, llevado al punto en el que ya no distinguía si era humano o un simple saco de arena, me dejaron tirado al lado del camino cuando pensaron que había muerto.

    Y en cierta forma lo había hecho, desperté en un establo, mis heridas habían sido tendidas y mis prendas lavadas.

    Fue entonces cuando la conocí, sus hermosos ojos dorados al igual que los míos eran de un color que normalmente no encontrarías en la calle pero los suyos solo simbolizaban a alguien que había sido bañado de la luz más pura del creador, alguien que al posar su mirada sobre mi podría poner fin a mi vida.

    Su cabello negro acentuaba más su mirada, en sus manos traía comida y agua.

    -Oh despertaste… toma come.

    Sus ojos no mostraron desprecio, odio o burla simplemente reflejaron la imagen de un joven que hacia mucho tiempo no podía encontrarse siquiera en un espejo.

    Tras probar la comida, por primera vez en mucho tiempo sentí que volvía a vivir, mis lagrimas rodaban solas, sentía que me faltaba el aliento y pronto me di cuenta de que había vuelto a ser un humano… no, solo una persona me veía de esa manera ella.

    -hahaha llorar por las sobras, de verdad eres interesante, cual es tu nombre.

    -Los esclavos no necesitamos nombres… pero recuerdo que antes me decían Rouge.

    -Interesante nombre, hahaha le diré a mi hermana que su comida te hiso llorar.

    -¿C-como podría pagárselo?

    -… ¿Y piensas que no te iba a cobrar?, tu vida me pertenece Rouge

    Mis lagrimas rodaron nuevamente, al ver que en su sonrisa no había maldad, pero esta al darse cuenta entro en pánico y tras escucharnos una joven, de más o menos mi edad entro.

    -Lo siento, era una broma

    -Por dios hermana no lo hagas llorar.

    Girando mi cabeza sinceramente digo de corazón.

    -Estoy enamorado de la idea

    Ambas me miraron por un instante y la hermana menor le dijo en voz baja a la mayor

    -“¿No dijiste que era un simple esclavo?... parece actor”

    -“¿Tenia ropa de esclavo que esperabas?”

    -Desde hoy le perteneces a la casa Wolfan hasta que pagues tu deuda con nosotras, Yo Wolfan Levi te doy la bienvenida, mi hermana Roxibell es la segunda al mando.

    -… Juro mi lealtad ante ustedes, hasta el día en que de mi último aliento yo, les serviré solo a ustedes, sin importar lo que pase, mi vida les pertenece.

    Solo cuando la hermana mayor se marcho fue que me percate de lo linda que era la menor, quien también poseía los mismos ojos amarillos y cabello largo recogido, de un color castaño cenizo.

    -Ah si, comenzaras a trabajar hoy mismo.

    -Ah un segundo.

    Tras recordar uno de los recuerdos más dolorosos y preciados de mi vida pasada despierto boca arriba en mi cama, sentí como mi corazón volvió a latir y como la necesidad de aire inflaba mis pulmones, esto solo me había ocurrido luego de tratar de probar que mis recuerdos eran reales y no solo delirios.

    La sangre nuevamente rodaba de mi ojo izquierdo, más esta vez no estaban ni mi madre ni mi padre para mi, ya que estos estaban trabajando. - “¿Pero entonces quien me subió a la cama?”

    -¿Como se te ocurre asustarme de esa manera?

    Grito Roció mientras me lanzaba un paño en la cara

    -Lo hiciste de nuevo, ¿no es así?

    -Cálmate, nunca he roto ninguna de mis promesas contigo

    -¿Que pasaría si te mueres de verdad esta vez?

    -… ¿Te quedarías con mis cosas?

    -ARRG… ¡Idiota!

    -…Roci

    -¡¿Que?!

    -Gracias

    Le ofrecí la misma sonrisa que a Levi, supongo que a pesar de todo no puedo molestarme con mi adorable hermana mayor.

    -… De nada

    Cerrando la puerta de un golpe se marcha.

    El ruido de la gente en la sala me despierta, por lo que decido asomarme un momento, en la sala se encontraban tres de las amigas de mi hermana, la cual aparentemente es muy sociable por que estas son caras nuevas, tras atacar rápidamente la nevera hago una retirada estratégica a mi guarida, digo cuarto tratando de no encontrarme con el enemigo pero mis esfuerzos fueron en vano al encontrarme de frente justo en la entrada al cuarto de Rocío, con ella.

    Solo con ver sus ojos la reconocí, a ella a quien pensé que jamás volvería a ver, no pude evitar dejar escapar su nombre de mis temblorosos labios.
     
  4.  
    Silver Fair

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    1093
    Notas de autor: Este capitulo es contado desde el punto de vista de Roció, por eso aparece su nombre a un lado del titulo.

    Capitulo III Amigos ~ Roció

    -Roxibell

    -…Rouge…

    Mi corazón se estremeció como nunca tras escuchar esos nombres, sabia que esta aceleración no era mía, esta emoción tan intensa no me pertenecía a mi si no a él, mi hermano gemelo Raúl.

    -…et vert ou gris?

    Tan rápido como se emociono sentí como casi inmediatamente su corazón dejo de latir, mostrando una sonrisa le responde a mi amiga

    -Gris verdâtre

    Nunca antes en mi vida había oído a mi hermano hablar francés o cualquier otro idioma y menos de una forma tan fluida. ”… ¿De donde saca tiempo para practicar?”

    Fue entonces que decidí tomar acción y tocando la espalda de mi hermano digo

    -Veo que ya se conocieron.

    Este me miro como si lo hubiese despertado de un sueño para finalmente volver a posar su mirada en mi amiga, Karen.

    -Discúlpeme por confundirla con alguien más, mi nombre es Raúl…

    -Encantada, soy Karen, no te preocupes.

    Esta le dedico una sonrisa y luego me miro a mí.

    -Así que en verdad tienes un hermano gemelo, bueno vamos las muchachas nos esperan.

    Tomándome del brazo nos fuimos hacia la sala dejando a mi hermano parado justo en la puerta de mi habitación, la soledad y la nostalgia crecían rápidamente en su pecho, tal cual en el mio mas no podía preocuparme de eso en estos instantes ya que en los ojos de Karen brillaba la picardía.

    “…Con que otro de esos recuerdos que no comparto.”

    Finalmente nos fuimos a acostar, siendo las tres de la mañana, mañana seria un largo día de escuela, pero finalmente después de muchos contratiempos estábamos listas.

    -Hey Roci

    Dice Karen, sacándome del tren de pensamientos en el que me encontraba.

    -¿Te puedo quitar a tu hermano? Prometo que de vez en cuando lo compartiré contigo

    -… d-de… No tengo idea de que me hablas.

    -Vamos, eres un libro abierto para mí, no seas tan posesiva.

    -…No lo soy, quédatelo si quieres pero no te quejes cuando desaparezca repentinamente de tu vida sin decirte nada.

    -Vamos, no eres muy convincente cuando te sonrojas así.

    -¿Cómo puedes ver si apague las luces?

    -haha Entonces si estas sonrojada.

    -hnnng… No lo estoy, además yo-

    Acurrucándose a mi lado como si fuese un gato.

    -Descuida solo bromeaba, después de todo dormir contigo sigue siendo lo mejor.

    -¿Qué tiene que ver esto con lo otro?

    -Yo que se, solo perdónalo y ya, no puedes guardarle rencor después de todo…

    Luego de un largo bostezo termino durmiéndose justo sobre mí.

    Dormir esta noche era imposible para mi, aun cuando estaba cansada, una vez que mi somnolienta mente comenzó a recordar no pude detenerme, ese día cuando todo cambio volvía a acecharme nuevamente.

    Luego de que mi hermano “perdió” su ojo, sentí que algo había cambiado en el, no solo su apariencia, se volvió más amoroso conmigo y con mama pero a veces miraba más allá del horizonte, como si buscase algo.

    Desde entonces nuestro laso se volvió más fuerte, era capaz de saber como se sentía sin tocarlo, y cuando lo hacia podía escuchar parte de sus pensamientos.

    Gratitud, amor y cariño nunca nos falto, envuelta por tanta calidez crecí creyendo que mi hermano siempre estaría ahí para mi.

    A los ocho años adoptamos a un pájaro que había caído de un nido, fue entonces cuando me conto parte de nuestro pasado, y de como nuestro laso, trascendía más allá de nuestras vidas, aunque yo no compartía recuerdos con el, este parecía feliz de tener a alguien con quien hablar, muchas veces jugamos pero poco a poco me di cuenta de que la soledad en su corazón crecía más con cada día.

    A los diez años encontré a Kya, a quien siempre le permitimos volar libremente, mal herida con un ala rota, ni mama o papa creían que fuese a sobrevivir la noche.

    Con el corazón roto llore hasta que el llego, al enterarse de lo que le había pasado me sonrió y seco mis lagrimas, aun cuando luchaba por contener las suyas y me dijo.

    -No temas, yo la sanare pero prométeme que pase lo que pase no te molestaras.

    No tenia idea de lo que hacia, al asentir con la cabeza le prometí algo imposible, juntando sus manos las coloco sobre Kya, de estas comenzó a salir una luz blanca, con tonos rojizos muy hermosa, entonces Kya simplemente se levanto y voló hacia mi.

    “Gracias”- Sentí como desde el fondo de su corazón nos agradecía, pero esta era la primera vez que esto sucedía.

    -Use la magia de cambio con ella, a cambio de formar un vínculo con ella y sanar sus heridas yo tome parte de las mismas.

    -¿Eh?

    Mostrándome su mano un enorme raspón lo cubría, parecía muy doloroso pero aun así no parecía importarle mucho.

    -¿¡Cómo se te-

    Colocando su dedo sobre mis labios me dijo.

    -Lo prometiste… la escuchas, ¿no es así?... a través de mi tu puedes oírla, así de fuerte es nuestro lazo

    Rodando sus dedos por mi mejilla me ofrece una sonrisa antes de salir en busca del culpable.

    Nunca pensé que tres años después estaría apunto de perderlo por culpa de esa magia.

    La luz del sol me despertó

    “¿hmm Y la alarma?”

    Abriendo los ojos finalmente la encuentro en manos de Karen, quien sin remordimiento alguno la apago para seguir durmiendo.

    -KAREN

    Escuche como alguien se detuvo en la puerta y tras tocarla dijo.

    -Chicas es hora de levantarse.

    Raúl se había tomado la molestia de despertarnos, a pesar de que había puesto la alarma para despertarnos una hora atrás.

    “Solo porque es hombre piensa que nosotras estaremos listas si nos levantamos a esta hora…ahhh a veces lo odio”

    Tras arreglarnos a toda velocidad simplemente prepare las cosas para irnos a clases.

    -Nos vemos ahora

    Dijo despidiéndose con una sonrisa llena de picardía, a veces siento que lo hace apropósito, y me provoca arrancarle el parche y lanzarlo a Pekín.

    Karen quien es la ultima en salir pues ella estuvo lista antes que nosotras, y se dio el lujo de desayunar se despidió con calma de él, este sin embargo le dijo

    -Espera… estuve pensando toda la noche, la verdad es que me gustaría que…

    “¿Que estas haciendo, No ves que estamos apuradas?”

    -… Fueses mi amiga.

    Su rostro nunca antes había estado tan rojo.

    Karen sonriéndole simplemente le responde.

    -Seguro.
     
  5.  
    Silver Fair

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    1023
    Capitulo IVConfusión


    La mañana transcurrió como de costumbre, luego de limpiar la casa, preparar el desayuno y despedirme deRoció prepare las cosas para mi primer día de clases en tres años.


    Desde el incidente hace tres años, no había pisado un aula de clases, aunque eso no quiere decir que anduviese de vago, simplemente tuve una educación diferente.


    A los seis años recobre los recuerdos de mi vida pasada y debido a eso este nuevo mundo y como funcionaba picaron mi interés, en mi tiempo libre o en clases estudiaba sobre su historia, culturas y lenguas, este mundo ofrecía muchas oportunidades y nuevos objetivos que en mi vida anterior nunca soñé.


    Pero al mismo tiempo era más cruel, la inocencia era solo cosas de niños, y muchas veces los adultos se las arrebataban por simple diversión, en este mundo decidí crecer como Raúl y no como Rouge.


    A mis doce años solo me faltaba un año para graduarme de bachillerato, realmente hacer amigos de mi edad era difícil cuando tenia que pasar la mayor parte de mi día con adolescentes llenos de hormonas e ideas ridículas como “humilla al más débil para sobresalir”


    Aunque no negare que algunas de mis compañeras de clases me trataban mejor de lo que debían, a veces llegando a buscar cualquier manera de que me sonrojase, pero eso es historia pasada pues después del incidente perdí el contacto con todos y decidí tomarme un par de años para ser más contemporáneo con mis compañeros de clase y evitar la incomodidad.


    Kya se poso sobre mi hombro y decide salir de la casa.


    Estaba indeciso entre colocarme el lente de contacto o solo usar el parche, pero ambos me molestaban así que termine dejándolos en casa.


    “…Supongo que debí traerlos por si acaso.”


    Tras llegar decido pasar a saludar al director, y pasear un rato las instalaciones ya que el colegio había sido remodelado recientemente y no tenía que ver la primera clase.


    -Hola viejo, ¿aun peinando esos tres pelos?


    -¿¡Cómo se t-?!… que más Raúl que haces por aquí, ¿no tienes que ir a clases?


    -haha no que va, me tocaba comenzar el miércoles pero estar en casa es aburrido así que estoy paseando antes de conocer mi salón.


    -No me causes problemas este año.


    Tras intercambiar sonrisas le respondo


    -Hare lo posible pero no prometo nada.


    El director Norman, es estricto pero luego de salvarle el cuello un par de veces desarrollamos una especie de pseudo-amistad, aunque ahora supongo que le debo un poco de respeto pero eso puede esperar.


    -hey ahora que me doy cuenta estas más calvo.


    -Ya vete antes de que te expulse sin que comiences las clases.


    Luego de que suene la campana de receso veo como poco a poco el patio se va llenando de alumnos, aunque no reconocía ningún rostro, tampoco iba a dejar de comer para buscar gente.


    Repentinamente una chica se sienta a mi lado.


    -Nuevo en el colegio, ¿eh?


    -Hola Roxibell


    -Soy Karen… ¿Como puedes hacerme esto justo después de haber dormido bajo el mismo techo?


    Dijo casi al borde de las lágrimas.


    -Lo siento, pero dormiste con mi hermana y no conmigo… wow eres buena deberías de estudiar actuación.


    -haha no pude engañarte.


    -¿Y Roci?


    -Esta comprando la comida, hoy le toca.


    -Ummm bueno, supongo entonces me iré al salón de clases.


    -¿No vas a esperarla?


    -…Ya termineademásle daré su espacio… ¿por qué todos los chicos me miran?


    -¿Eres hermoso?


    -Haha lo dudo, entre nosotros tú serias la bella y yo la bestia… en fin cuida de mi hermana no vaya a ser que muerda a alguien… otra vez


    -Claro, pero por si acaso al salir vamos a vacunarla.


    -Entonces es una cita


    Le guiño el ojo y me retiro, al llegar al salón aun tenia una sonrisa en el rostro, pues sabia que había encontrado a Roxibell, aunque ahora se llamase Karen seguía siendo la misma Roxi que cuido de mi por tanto tiempo.


    Solo había un asiento libre al frente así que sin más alternativa me senté en el.


    “Supongo que los chicos malos todavía se sientan atrás”


    Poco a poco el salón se fue llenando mientras veía como más y más personas se preguntaban “¿Quién es este?”


    Con la llegada de la profesora me veo obligado a presentarme aunque sus reacciones fueron varias a la mayor parte del salón no parecía importarle.


    Mi primer día de clases transcurrió sin novedades o eso pensé hasta que tres chicos se pararon delante de mí, su apariencia muscular me decía que iban constantemente al gimnasio a inyectarse o de verdad amaban los deportes.


    -Hey chico nuevo, hay que pagar una multa mensual por estar en este colegio.


    -Si y según la lista ya te atrasaste por tres meses.


    -¿Ah si, no lo sabia, cuanto es?


    -Quince mil, mensual.


    -Ummm, a pesar de que soy nuevo ya debo tres meses…


    Saco mi cartera y al abrirla casi sale una polilla volando de esta.


    -haha supongo que tendré que pagarla mañana


    Digo riéndome, los alumnos que aun quedaban en el salón comenzaron a reírse.


    -Bueno, acompáñanos y encontraremos una forma de arreglarnos.


    -Lo siento pero prometí que me iría con una amiga y ya debe de estar esperándome, si quieres déjame decirle que se adelanten.


    -Bueno envíale un mensaje.


    -No tengo celular.


    -Toma el mio


    -Tampoco su número.


    -Este bien, ve rápido.


    Los chicos se quedaron mirándome mientras me dirigía al ultimo salón de clases del segundo piso, justo cuando me llega un mensaje diciendo


    “Apúrate o te dejamos, ya estamos afuera.


    -Roci”


    Guarde el celular y mirando hacia atrás veía como los chicos venían corriendo hacia mi, sin previo aviso me tome de la baranda y salte hacia el techo de la dirección, al caer volví a saltar hacia el jardín y sin más camine a la salida viendo la cara de perplejidad de mis compañeros de clase.


    La confusión en sus ojos era tal que nunca pensaron que algo así les pasaría.


    Encontrándome con Karen y Roció en la puerta quienes lo habían visto todo les sonrió y digo.


    -Bueno vámonos
     
  6.  
    Silver Fair

    Silver Fair Aquel que le sonrie a su triste reflejo.

    Sagitario
    Miembro desde:
    31 Marzo 2015
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    Vida carmesí
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    8
     
    Palabras:
    1167
    Capitulo VCelos


    -…De verdad es celosa y posesiva contigo.


    -Celosa es poco, bueno a veces por la noche se mete en mi cama a dormir conmigo, supongo que es que tiene miedo o frio.


    Justo en ese instante mi hermana Roció, me lanza un baso de agua fría sin piedad alguna y con el rostro completamente ruborizado me grita.


    -¡Ya yo no hago eso!


    -Cálmate Roci


    -¡No me digas que me calme!, ¿Que haces contándole eso a Karen?


    -¿De que hablas, no ves estamos hablando de Kya?


    Le muestro a nuestra amiga, Kya el pájaro que rescatamos de pequeños, ahora reposaba en mis manos, sacudiéndose el agua con la que Roci nos baño a ambos.


    -… Ah ya sé pensabas que hablábamos tuy-


    Esta vez Rocíovacío la jarra de agua sobre mi.


    -…Lo siento se me RESBALO


    Definitivamente pude sentir su sed de sangre en esa ultima palabra, a pesar de que estaba sonriendo, nunca la entenderé.


    Las carcajadas de Karen no se hicieron esperar, sentía el agua hasta en las medias así que sin más me levante y me fui a cambiar.


    -¿No crees que te pasaste un poco?


    -¿Pasarme? Pero si fue un “accidente”.


    Luego de encontrarme con las chicas en la puerta del colegio decidimos venir hasta nuestra casa, en el camino Kya simplemente se poso sobre mi cabeza y ahí se quedo.


    La conversación la lidero Karen, mientras que Roci parecía inquietantemente callada, como si planease la peor de las venganzas, no me extrañaría siendo ella quien es, al llegar a casa ella le ofreció agua a Karen y fue cuando comenzamos a hablar de Kya, ya que esta no dejaba que Karen se me acercara.


    Tras cambiarme simplemente seguimos hablando como si nada, algo que aprendí fue que era inútil molestarme con Karen, o mejor dicho me era imposible molestarme con ella sin herirla.


    -¿No están muy pegados ustedes?... ¿Seguros que no se conocen de antes?


    Tras intercambiar miradas rápidamente dijimos al unísono.


    -“Nah como crees, son ideas tuyas”


    Juraría que escuche un plato romperse en mi cabeza pero decidí ignorarlo, y junto a Karen me eche a reír.


    -Bueno ya tengo que irme.


    -¿Te acompaño?


    -No hace falta, no quiero perder una amistad.


    Dijo y se despidió de nosotros en la puerta, tras ver como su pequeño y delicado cuerpo desaparecía en la calle entre a la casa, prepare la cena y me recosté un rato.


    La melancolía me sobrecogía, si hubiese esperado un poco más habría llorado frente a Karen, Al fin la había encontrado, “esta vez no permitiré que nada le pase” me jure a mi mismo.


    Tras recordar los últimos días previos a mi muerte en aquel mundo, me levante de la cama y revise el reloj.


    Apenas eran las ocho de la noche, pero tenia ganas de un helado de chocolate, aun después de haber cenado, este antojo no me pertenecía a mi pero supongo que no me haría mal hacer las paces con ella.


    Cuando llegue a casa le entrego una taza de helado a mama quien misteriosamente me esperaba en la puerta.


    -Gracias bebe, que me haría yo sin ti.


    Me dijo con una sonrisa picara, nunca entenderé como le hace pero siempre sabe que es lo que pienso, o hago por eso siempre que me pregunta algo le digo la verdad.


    -De nada mama.


    -¿Quien?


    -¿Madre?


    -¿Quien es esa?


    -… Mami.


    Fue entonces que abrió el helado y comenzó a comérselo, no se por qué pero no le gusta que le digan “madre”.


    Toque la puerta del cuarto de Roció pero justo en ese instante alguien coloco su brazo sobre mi cuello y me pregunto.


    -¿Y para mi no hay nada?


    Revisando en la bolsa saque una barra de chocolate.


    -Aquí tienes papa.


    -Haha un placer hacer negocios contigo.


    Dijo tomando el botín para ir a comérselo a la sala, vuelvo a tocar la puerta pero entonces dijo papa.


    -Ah Roci esta en tu cuarto.


    -… Gracias.


    Pude ver como se reía pero supongo que después de un día estresante en el trabajo lo ultimo que papa quiere es ser serio en la casa, al menos pudo habérmelo dicho antes.


    Entro a mi cuarto y ahí encuentro a mi hermana recostada en mi cama, en el cabecero de la cama había una bolsa con dulces y Kya estaba haciendo desastre con una bolsa de papas fritas que Roció había dejado en mi mesa, bueno ahora era el piso.


    -Hey no te duermas en mi cama.


    Le dije tras recostarme en a su lado, pero esta mantenía su brazo sobre su cara por lo que no sabia si de verdad estaba dormida o simplemente no quería verme la cara.


    Inconscientemente comencé a jugar con sus rulos mientras le digo.


    -Te traje un presente… aunque no pude evitar ser saqueado en el camino.


    -… Ella es como nosotros, ¿no es así?... Alguien de nuestra vida pasada.


    -… Si…


    -Discúlpame por comportarmeasí contigo hoy.


    -No hay problema.


    -También por ser mala contigo desde que llegaste...


    -… Hahaha No hay problema, aunque me hirió un poco al principio, nunca seria capaz de molestarme contigo, eres demasiado importante como para perder mi tiempo con orgullos.


    -… Lo se, lo se, pero no podía evitar sentirme abandonada.


    -A mi también me costó estar lejos de ustedes por tanto tiempo.


    -Discúlpame… no lo volveré a hacer…


    Las lágrimas rodaban por sus mejillas, mientras ella quito su brazo para mirarme a los ojos, no pude evitar tomarla en mis brazos y besarle la frente.


    -Perdóname por abandonarte, no lo volveré a hacer... ahora comámonos los helados o se nos derretirán.


    Tomando la tasa de helado comenzó a comérselo como si no hubiese un mañana, entonces sin previo aviso tomo de mi taza de helado una enorme cucharada de helado y se la llevo a la boca.


    -Hey ese es mio.


    Con mi cuchara tomo un poco del suyo y lo puso delante de mi.


    -Di “ahhh”


    -Ahhh


    Y cuando estaba a punto de ponerla en mi boca se la llevo a la suya, me encontraba al borde de las lágrimas.


    -¿Que era esa Roxibel de Rouge?


    -… Su mejor amiga.


    -Buen chico.


    Con su cuchara tomo una buena porción de su helado y me la metió en la boca.


    -… Cu-cuéntame más de nuestro pasado…


    -Haha ¿porqué no?


    Ella se recostó sobre mi mientras comíamos y le contaba un poco sobre el mundo donde vivimos hace mucho tiempo, aquel con dos hermosas lunas, lleno de magia y fuertes lasos de hermandad, donde el cielo era un poco más azul.


    Los rayos del sol que entraron por la ventana me despertaron, acurrucada junto a mi Roció se encontraba profundamente dormida y en la puerta había un papel, el cual decía en letra tan grande que desde la cama podía leerlo.


    “Dulces sueños <3”


    Mirando el reloj pienso


    “Media hora más no lastimara a nadie”


    Y cierro los ojos nuevamente.
     
  7.  
    Silver Fair

    Silver Fair Aquel que le sonrie a su triste reflejo.

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    Vida carmesí
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    Fantasía
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    8
     
    Palabras:
    1375
    Capitulo V Defensa


    “No recuerdo cuando nacieron estos sentimientos pero el tiempo se ha encargado de nutrirlos, la verdad es que yo…”


    Tras abrir los ojos me di cuenta de que estaba de nuevo en mi cama, mi hermana se había acurrucado sobre mi, su cabello era un completo desastre pero eso solo acentuaba lo linda que se veía, no quería despertarla pero ya era hora de hacerlo.


    -Buen día niña linda.


    Tocando su mejilla suavemente con mi dedo la despierto, tras abrir sus ojos le sonreí y continúe.


    -… Ya salió el sol niña moza.


    Una sonrisa se escapo de mis labios al ver cuando finalmente reacciono y se levanto corriendo a su cuarto.


    Preparándome para ir a clases termino de comer y tomo mi bolso despreocupadamente para esperar a mi hermana en la puerta.


    -Dios vamos tarde, ¡¿Por qué no me despertaste antes?!


    -Yo apenas me iba despertando.


    Mentí, era la segunda vez.


    -Mentira, nadie se ve tan bien apenas se levanta


    -… ¿Gracias?


    Su rostro se ruborizo pero rápidamente retomo su típica mascara de seriedad, mientras caminábamos al colegio le dije.


    -Tenemos tiempo sin caminar juntos, ¿no crees que deberías tomártelo con calma?


    -Vamos tarde


    -Y el que te apresures no cambia nada.


    Tomándola de la mano la fuerzo a bajar el paso, y finalmente le sonrió.


    -Es injusto, ¿como puedes hacerme esto…?


    -Descuida, deja que tu hermano se encargue de todo.


    -… Raúl


    -Dime niña moza.


    -¿Me soltarías la mano?


    -Nop, tengo años que no camino de manos contigo.


    -… ah… Hey no entrelaces nuestros dedos.


    -No entiendo que te avergüenza, si desde pequeños lo hemos hecho


    -Ya tenemos dieciséis, las cosas cambian.


    -Vamos no te hará mal.


    -… Tuviste una pesadilla, ¿no es así?


    -… Si, más que una pesadilla un mal recuerdo.


    Esta mañana había recordado el día que por segunda vez vi llorar a Levi, El segundo peor día de mi vida, aquel en el que ambos perdimos a la persona que iluminaba nuestro camino, aquel que me jure con lágrimas de sangre nunca olvidar.


    -¿Te consuelo?


    -… No hace falta, en estos momentos el estar caminando agarrado de manos con una hermosa chica me mantiene feliz.


    -… No mientas sé que quieres consuelo.


    Súbitamente me detengo, mirando al suelo, en mi mano había tan poca fuerza que ella fácilmente podría soltarse, no más bien si ella no se hubiese aferrado nuestras manos se habrían separado.


    -… ¿Me abrazarías?


    -…Perdón no quise-


    Finalmente no pude contenerla más y


    -Nah era broma, ¿vez que si querías?


    Deje que se me escapara una sonrisa.


    -Tonto, jamás me volveré a preocupar por ti.


    -Vamos no te molestes.


    Al llegar al colegio, el portón se encontraba cerrado así que sin más abrí el portón del área administrativa y entre a la sala del director.


    -Buenos días director.


    -Buenos días alumn… Ah eres tu, ¿no se supone que deberías de haber llegado hace ya una hora y media?


    -Mi hermana se durmió y pues, además yo no comienzo clases sino hasta mañana así que no hay problema.


    “Raúl ya suéltame la mano”


    -Ni hablar, en fin vine a alardear de mi linda hermana gemela, ¿no es hermosa?


    -Ya deja el narcisismo, los dejare pasar por hoy pero ni una llegada tarde más.


    -Gracias eres el mejor, ya casi hasta me caes bien.


    Un flash me tomo desprevenido.


    -Le mostrare esta foto a mi hija, a ver si así se le quita su obsesión contigo.


    -Por favor, no quiero tenerte de suegro


    -“¿Suegro?”


    Misteriosamente Roció y el director norman se sincronizaron, hoy de seguro seria un día agradable, o eso pensé.


    -Ya que tenemos tiempo, ¿por qué no me hablas más de la hija del director?


    Tras echarse a reír el director simplemente volvió a su trabajo y abandonamos la dirección, nunca me imagine que mi hermana tendría tanta fuerza en sus dedos pues por mucho que intentase escapar me tenía bien sujeto, ni siquiera una trampa para osos era tan efectiva.


    Justo con la llegada del receso el patio se llenaba de gente y finalmente Roció me libero de sus garras, al parecer volvió a sus cabales.


    Unas manos cubrieron mis ojos, cabe resaltar que solo hacia falta una, pero supongo que Karen aun no lo sabe.


    -¿Adivina quien?


    -¿Kari?


    -“¿Quien es esa?”


    -Es que Karen es muy largo.


    -Solo es una letra.


    Un balón de futbolito voló justo a mi rostro, si me hubiese quitado este le habría dado a Roció, mi única opción… recibirlo.


    -Perdona chico nuevo no te vi.


    Una completa y obvia mentira ya que este era el mismo joven que ayer quería estafarme, y esta vez traía más secuaces.


    -Descuida, ten más cuidado la próxima vez… ¿Mariano?


    Los jóvenes a su alrededor, quienes estaban conteniendo las risas se comenzaron a burlar aunque estoy seguro que era de ambos, este no parecía aguantar las burlas en su contra, “Si no aguanta juegos no se juegue con los barones”, pensé.


    -Chicas pase lo que pase no dejen de grabar.


    Y deje mi teléfono grabando en la banca para luego, levantarme y entregarle el balón al joven.


    -Recuerda bien esta vez mi nombre es Cristofer.


    Y toma el balón bruscamente de mis manos.


    -Ah, yo pensaba llamarte Lucifer, pero es muy largo… supongo Lucy es más corto.


    Si no fuese por mis reflejos no habría esquivado ese golpe, parecía que había practicado boxeo.


    -Cálmate, Lucy si no aguantas juegos no deberías de jugar con los barones o ¿eran balones?


    Sus secuaces simplemente estaban disfrutando del show, y sus estridentes risas atrajeron la atención.


    -Deja que te agarre presumido.


    Uno tras otro esquive sus golpes, los cuales terminaron golpeando el aire.


    -¿Que esperan? ¡Agárrenlo!


    Justo cuando vi al director me tomaron por la espalda, sin piedad Cristofer me golpeo en la cara y luego en estomago, tirándome al piso para darme una patada, y para rematar me levanto de la camisa y me miro a la cara.


    -A ver,ríete de esto.


    -No hace falta.


    Le dije mientras la sangre que salía de mi boca manchaba mi uniforme.


    El director finalmente agarro a Cristofer por el cuello del uniforme y lo lanzo hacia un maestro que estaba atrás, para luego ayudar a levantarme y llevarnos a ambos al área de dirección.


    Le guiño el ojo a Karen quien se encargo de sujetar a mi hermana y grabar al mismo tiempo.


    En dirección nos sientan a ambos frente al escritorio y el director comienza el interrogatorio, inmediatamente después de mandar al profesor de matemáticas a la enfermería.


    -A ver, no conforme con llegar tarde a tu segundo día de clases terminas peleándote hoy sin haber entrado a ver siquiera una sola clase.


    Mi boca se empezaba a inflamar, por lo que no el respondí y simplemente mire al suelo.


    -Profesor, él lo empezó todo, cuando estábamos jugando futbol se nos fue el balón y justo cuando le pedimos que nos lo pasara él lo tomo y nos lo lanzo, en serio… después comenzó a insultarnos, yo no se lo que me paso usted sabe que yo no soy violento señor, si quiere pregúntele a los alumnos que estaban ahí, si no me defiendo me mata.


    Si yo pensé que Karen era buena actriz pues este niño se merecía un óscar, su piel roja y sus lagrimas parecían verdaderas, casi me convence con su llanto de cocodrilo, pero si yo era experto en actores el director también.


    -No te pregunte a ti, conozco muy bien tu historial Cristofer esa silla debería tener tu nombre tallado en plata.


    Justo entonces llegaron los refuerzos, el profesor de matemáticas y la enfermera, aunque para mi sorpresa no era otra que la hija del director.


    -¡¿Dios mio quien te hiso esto?!


    Aplicando un poco de hielo en mi labio.


    -Pa-… director a este niño hay que llevarlo a la enfermería las preguntas pueden esperar.


    Mire al director con ojos de “Por favor no me dejes solo con ella”, pero este acepto y su hija me tomo de la mano para llevarme a la enfermería, casi arrastrándome.


    -Tu Cristofer te quedas aquí hasta que él regrese.


    Al pasar a su lado le susurro al oído.


    “Esto no ha terminado.”
     
  8.  
    Silver Fair

    Silver Fair Aquel que le sonrie a su triste reflejo.

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    Vida carmesí
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
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    8
     
    Palabras:
    1240
    Capitulo VI Sangre.

    El receso ya había terminado, los alumnos comenzaron a regresar a sus aulas para continuar estudiando y para cuando llegue a la enfermería ya no sentía dolor más allá de la boca.

    -Toma asiento.

    Como lo instruyo la encargada de la enfermería me siento en la camilla, sosteniendo el hielo sobre la herida de mi labio, con el frio rápidamente perdí la sensibilidad y poco a poco se fue desinflamando mi rostro.

    -Desabróchate la camisa.

    -¿Para que?

    -Solo hazlo.

    Sin más explicaciones me desabrocho la camisa del uniforme, mostrando mi piel en la fría habitación, ella sin más comenzó a tocar las áreas enrojecidas de mi cuerpo.

    -¿Te duele aquí?

    -No

    -¿Y aquí?

    -Tampoco.

    -Bien, respira profundo

    Tomando el estetoscopio lo coloca en mi pecho y espalda mientras respiro en varias veces, eso junto a la bata blanca la hacen ver profesional.

    -No parece haber nada malo contigo.

    Buscando una gaza y un desinfectante para limpiarme la sangre.

    -Ya puedes volver a clases.

    -Gracias…

    -Dije puedes, nunca dije que te “dejaría” ir a clases.

    -Este no es el mejor momento, Ale- profesora.

    Digo en mi defensa mientras me abotono la camisa, es ahí cuando esta se acerca a mi casi tocando su frente con la mía y la puerta se abre, tras esta mi hermana gemela y su mejor amiga nos miraron por unos segundos hasta que.

    -…Desolé… volveremos más tarde

    Dijo Karen con una gran sonrisa picara en el rostro, mientras los ojos de Roció parecían vacíos.

    -… ¿Trajeron mi celular?

    Dije antes de que cerraran la puerta, rogando para que regresaran.

    -Vaya tu hermana si que es hermosa.

    -Te la alquilo si quieres

    -No gracias, aunque si fueses tu te compraría.

    -Lo siento, no estoy a la venta.

    -Esta bien te alquilare.

    -Tampoco soy alquilable

    -… Supongo te secuestrare entonces.

    -… Me rindo, sigues igual que siempre.

    Finalmente termine de abotonarme la camisa y me baje de la camilla para salir.

    -¿Cuándo regresaste?

    -Hace como un mes, días más días menos… Yo te hacia estudiando medicina y no atendiendo una enfermería.

    -Ah esto, solo soy una suplente mientras la enfermera se recupera del embarazo.

    Las chicas entraron nuevamente, esta vez Karen camino hacia mí y me entrego el celular.

    -Misión completa general.

    -Excelente, tendrás derecho a elegir tu recompensa… ¿Enormes riquezas o amor y cariño?

    -“Amor y cariño”

    Las tres chicas respondieron al unísono sin siquiera mirarse a los ojos, no podía reírme por que me dolía el labio pero casi se me escapa una carcajada, estiro mi mano para acariciar el rostro de Roció pero me detengo ajusto cuando estoy apunto de hacerlo “No, es probable que ella sienta mi dolor”

    En cambio le guiño el ojo y digo.

    -A ti te daré amor y cariño esta noche

    Y colocando mi mano sobre la cabeza de Karen acaricio suavemente su cabello.

    -¿Y a mi?

    -… Tú no hiciste nada…

    -Pero me lo debes.

    -Esta bien, ayúdame con esto.

    Tomando su mano le beso el dorso, las chicas, incluyendo a la profesora suplente, se sonrojaron.

    -… Cuando esto termine te daré “el” otro.

    -¿Raúl, te importaría explicarme?

    -… Soy su ex

    Juraría que sentí que la habitación se lleno de sed de sangre.

    -¡Termina la oración!, ella es mi excompañera de clase, la hija del director Alexandra Rojas.

    -Ah la hija del director.

    -Ya recuerdo, la que esta obsesionada contigo.

    -Esa misma.

    -¡¿No deberías de negar esa ultima oración?!

    Le dije a Alexandra pero esta parecía estar orgullosa, definitivamente no esta hecha para la sociedad ni esta ni en la de aquel mundo. Caminamos hasta la dirección y le entrego el celular a la enfermera suplente.

    -Ya sabes el plan, una vez todo este en mi contra le muestras esto al director.

    -Entiendo… eres realmente cruel.

    -No tanto como antes, solo quiero ver como se le borra la sonrisa del rostro.

    Tras entrar de nuevo al despacho del director Cristofer, sus secuaces y unos cuantos alumnos más se encontraban ahí, algunos tenían miedo en el rostro, aparentemente habían sido amenazados, pero algo era seguro la sonrisa de victoria de Cristofer.

    -Tras preguntarle a ellos, todos concuerdan en que tú comenzaste todo y buscaste problemas.

    -Pero señor

    -Sin peros, haberte aceptado aquí ha sido un error, no me queda más remedio que expulsarte… llamare a tus padres para que vengan por ti.

    En ese momento todos los chicos que habían comenzado esto me miraron con una retorcida y muy obvia sonrisa, sin embargo yo les devolví la sonrisa.

    -Señor director tengo algo que usted debe ver.

    Sacando mí celular de su bolsillo Ale-la enfermera suplente comienza a reproducir el video para el director, yo me había encargado de que mi voz fuese tan baja que no quedase grabada ahí, sin embargo estos al pensar que estaba asustado y ser provocados levantaron sus voces.

    “Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero un video es la sentencia de muerte para todos ellos.”

    El volumen era tan alto que todos podían escuchar sus voces, y una a una vi como sus sonrisas fueron desapareciendo, aunque me doliese el labio simplemente les mostré la sonrisa más grande que hayan visto, me aseguro de que vean muy bien mi ojo izquierdo al echarme el cabello hacia un lado del rostro y vuelvo a mirar al director quien estaba terminando de ver el video.

    -Valla, que útiles son estos aparatos… parece que no tendré que llamar a tus padres después de todo Raúl, pero en cambio voy a tener que llamar a los de estos mentirosos… puedes retirarte.

    Le entrega el celular a la enfermera suplente, mi ex cómplice y amiga desde hacia ya siete años.

    Justo entonces me levanto y me voy en silencio, justo detrás de mi ella sale y me entrega el celular.

    -¿Tienes su numero?

    -Aquí esta…

    -Gracias.

    Rápidamente escribí un mensaje y lo envié.

    -Vuelve a meterte conmigo o mi familia y amigos y te aseguro que todos ustedes harán gárgaras de dientes.

    La respuesta no se hizo esperar, marcaba el mismo minuto del que yo le había enviado.

    -¡Hare a tu perra hermana gemir como una perra en celo!

    Entonces guarde mi celular mientras dejaba escapar un largo suspiro.

    -¿Qué paso, se asusto?

    -Parece que hay que tomar medidas más extremas… por cierto.

    Volteándome repentinamente le doy un beso en la mejilla, justo al lado de sus labios.

    -Gracias.

    Sin más que hacer me dirijo a mi salón pero esta me detiene y me pregunta algo que jamás me imagine que le molestaría.

    -¿Por qué dejaste de usar el parche?

    -¿Perdón?

    -No sabes cuanto me esforcé para que me dejases ver tu ojo, para que ahora permitas que todo el mundo lo vea.

    -Perdón, desde que regrese de “aquel mundo” ya no me avergüenza.

    -Entonces lo que me dijiste en la carta es cierto.

    -Si, en el accidente de hace tres años fui capaz de regresar a “aquel mundo”.

    Ella finalmente me suelta y mira al suelo.

    -Te lo explicare todo este sábado...

    Entonces ella me miro a los ojos.

    -Por eso si no tienes compromisos ese día… ¿Puedo pasar por tu casa?

    -¡Claro, tengo todos los sábados de mi vida disponibles!

    -Eso es triste.

    -Cállate tu también los tienes libres.

    -No lo negare… En fin

    Desde las escaleras le digo.

    -Me alegro de verte de nuevo.
     

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