Vida Al Extremo

Capitulo 8.

“Algunas personas nunca llegaran a ser humanos”.

1 mes después.

El sonido de las zapatillas de Efi sonaban por todo el centro comercial. Toda su ropa era de marcas de diseñadores profesionales. Ella iba pensando que había pasado con Dirch. Hacía ya un mes de su desaparición. No sabían nada de él. Ella no recordaba la última vez que lo había visto. Se decía que su familia estaba un poca loca. Alexandra su hermana no sabía cómo seguir la vida sin su pequeño hermano. Pero realmente ese no era el problema de Efi. Mientras ella seguía caminando se unió a su paso Ada y Eva.

–Chicas, realmente me siento mal por Alex. Se la lleva en su casa y ni al centro comercial quiere venir.

Las tres se voltearon a ver y pensaron que podían ir a su casa.

Marcus iba en un taxi de regreso a su nuevo hogar. Su padre le había comprado un departamento en la ciudad, pues ellos se irían a seguir su vida en otra parte. A él seguía sin importarle lo que le había hecho a su único mejor amigo Andrés. Ahora tenía a Sad, bueno a Blaine. Se dispuso a sacar su celular para llamarle a una persona tan especial, el decía que la amaba. El aire de la ciudad era un poco apestoso y eso jodia en la mente de Marcus.

– ¿Bueno? –dijo una voz por dentro del celular.

–Hola amor. ¿Cómo estás?

–Bien. ¿Y tú?

–Muy bien mi cielo. Te espero en mi casa a las 5.
Y Marcus colgó.

Cuando llegaron a la casa de Alexandra, el ambiente se sentía tan pesado que a Efi molestaba. Empezaron a platicar ¿Por qué? ¿Dónde? ¿Cómo? Le pudo haber pasado eso a Dirch. Nadie sabía en los asuntos que él estaba metido. Lagrimas corrían en el recibidor. Alexandra no podía soporta la idea de que su pequeño hermano este herido. O tal vez muerto. Efi se paró del sillón porque realmente no le interesaba nada de ese tema. Ella se sentía sola y nunca se había sentido más defraudada desde que murió Sad. Ella todavía lo seguía recordando como el magnífico novio. Sin embargo ella sabía que él era una rata que se acostaba con cualquiera. Pero el nunca se acostó con Efi. Ella nunca se lo permitió.

Cuando estaba en la cocina se dio que cuenta que alguien estaba teniendo una conversación privada en el despacho del papá de Alexandra. Efi conocía la casa de ella como la palma de su mano. Se fue acercando hasta que empezó escuchar claramente la conversación.

–Creo que tenemos tres sospechosos pero uno de ellos se me dificulta saber porque las prueban que lo inculpan estaban ahí. –dijo un hombre maduro. Parecía que era el investigador.

– ¿Quién es? Dígame. –exigió el padre de Alexandra.

–No le puedo decir, pues solamente es sospechoso. No sabemos cómo llegamos a esa conclusión.

–Yo soy el que le está pagando así que dígame.

Efi se intereso demasiado por esa conversación.

–Tenemos dos personas que confesaron que ellos subieron a Dirch en una camioneta. La camioneta la encontramos en un barranco. Y las placas estaban a los nombres de ellos dos. Después de dos días nos confesaron que hay otro cómplice y ya se mandaron policías a la casa del sospechoso. Pero, ellos tienen un jefe y no me queda claro.

– ¿Quién es el jefe?

–Los dos culpables dijeron que Sad Fobert.

El alma de Efi se le fue del corazón y como un instinto entro al despacho.

– ¡Sad no puede ser el jefe de esas personas! ¡El no está vivo! ¡¿O sí?! –dijo Efi, mientras la cabeza le daba vueltas. Su vista se ponía borrosa mientras sentía como se iba despedazando.

 

Capitulo 9.

Timebomb.

Cada paso que daba era un nuevo comienzo. Al salir de la clínica se dio cuenta que realmente su vida estaba dando un giro de trescientos sesenta grados. Nunca un cambio tan grande había cambiado su vida. La decisión estaba en la mesa. Él podía seguir siendo un “idiota” o continuar su vida al otro lado del mundo. Su operación facial y el mes de ejercita miento, el cambio de look. Todo eso junto era un gran cambio. Sad estaba muerto y ahora era oportunidad de salir a la vida a Blaine Cardich.

La puerta sonaba y cuando Marcus abrió una sonrisa se puso en toda su cara. Era Eva.

– ¡Amor! Me alegra que estés aquí. –dijo Marcus.

–Me encantas. –dijo Eva.

Ella se le acercó y fluyo un beso tan profundo. Las manos de Marcus ya no pertenecían en sus bolsillos. El estaba acariciando los pechos de Eva. Ella con las manos desabrocho el pantalón y se agacho para quitárselo con los dientes. El puso una mano en su cabeza y la levanto hasta sus labios. Él le quito la blusa y le empezó a besar los pechos y con un movimiento quito el brasier, mientras que el ya estaba acariciando los pezones de Eva. Ella le quito la camiseta y el bóxer y se echaron al sillón de las ganas que traían. El tenía una erección.

Después de todo lo que había escuchado Efi, lo único que creía pasable era ir al centro comercial a comprar vestidos y zapatos. Entró a una tienda donde todo era muy caro. Las zapatillas de tacón alto eran las que más le gustaban. Se midió los zapatos durante una hora y media. Se compro tres pares. Un par de ella fue el que más le gusto, las zapatillas eran rojas y tenían un adorno en el tacón. Parecía como un dragón negro. Después fue a la tienda de ropa. El centro comercial era uno de los más grandes. Estaba en el vestidor y se veía en ropa interior. “Estoy demasiado sexy” pensaba para ella misa. En esa tienda compro un vestido largo color negro con un poco de flores rojas en el área de los pechos. Y dos blusas coloridas y cuatro pantalones. Era el día que más había gente. Su celular sonaba pero ella no podía con todas las bolsa y sintió como hubiera tropezado con el hombro de alguien. Y ella cayó. Y sus bolsas y ropas también.

– ¡Perdón! Que despistado soy. Lo siento. –dijo el muchacho de cabellera güera.

–No hay problema. Solo ayúdame a juntar y poner todo en las bolsas.

El la miraba con ojos inexpresivos. Cuando ella lo volteaba a ver, el se volteaba a otro lado.

–Me preguntaba que si quieres ir por un helado. Digo, es lo menos que puedo hacer al haberte pasado por encima.

Efi la pensó. Pero ella decidió que realmente necesitaba un cambio de vida y de planes.

–Claro. ¿Por qué no?

Ellos ya habían terminado y tenido las dos horas más apasionadas de sus vidas. Eva se levanto de la cama y se empezó a poner la ropa.

– ¿A dónde vas? –le preguntó Marcus.

–Me tengo que ir bebe. Lo siento. Te traeré desayuno, no te preocupes.

Marcus asintió y la agarro de la cintura para volverla a besar y tocar sus pechos. Ella se levantó y se fue.

El estaba solo y se estaba bañando cuando tocaron la puerta. Decidió solamente ponerse los bóxers. A Eva tal vez se le olvido algo y segarían teniendo sexo. Pasó por la cocina y por la sala. Y cuando llego a la puerta y la abrió, lo que vio le sorprendió.

–Traemos una orden de arresto para Marcus Flitter.

Cuando Marcus escuchó eso, él ya sabía de lo que se trataba. Salió corriendo hasta su cuarto pero uno de los policías lo alcanzó y le esposo las dos manos.

La noche ya mostraba su esplendor y Efi y el chico desconocido seguían ahí. Estaba en la puerta de la casa de ella.

–Gracias por la nieve y la caminata del parque.

Él le dio las bolsas a Efi. Eran realmente pesadas.

–No hay de qué.

El se fue acercando hasta llegar a los labios de Efi. La besó y ella no protesto hasta que lo hiso a un lado.

–Esto lo hago solamente con alguien especial. –dijo ella.

El simplemente se rio y le dijo.

–Yo soy alguien especial.

Y sus labios se volvieron a juntar. Y Efi los separo.

– ¿Cómo puedo saber que eres alguien especial? Ni siquiera se tu nombre.

–Soy Blaine Cardich.

Y con un beso profundizaron la noche entera.

 

Capitulo 10.

“A shot of tequila”

La luz del sol se iba formando alrededor de la pared. Las rejas eran demasiado heladas para el gusto de Marcus. Los ayudantes habían confesado que él era quién daba las órdenes. Y también dijeron que Marcus fue quien realmente secuestro a Dirch. Él solamente dijo que el capitán de la operación era Sad. Pero para los policías él estaba muerto. Escuchó cómo se abrían las rejas de su celda y el olor a perfume y a recién bañado salía del policía que interrumpía su siesta.

–Tu Marcus. Despierta, tienes visita.

Él se levantó pensando en quien de sus amistades se dignaría a ir a verlo. Al pasar por el pasillo se dio cuenta que realmente estaba en prisión. Realmente él lo estaba. La única forma de probar su inocencia era ir por los papeles que estaban en Canadá, donde Sad se hizo la cirugía plástica. Pero él no sabía cómo ir por esos papeles. Cuando entro a la sala de estar y observó quien estaba ahí, se sorprendió.

Los abrazos se hacían cada vez más fuertes, Ada estaba conmocionada. Los flashes no se ausentaban a la gran noticia que recibía la familia de Ada. Su padre fue ascendido al mayor puesto de la empresa donde trabaja y su madre acaba de sacar una línea de ropa y relojes que han sido toda una sensación. A la semana del lanzamiento ya se había vendido más de 893 mil millones entre ropa y relojes, en tan solo Estados Unidos. Parece que la vida está pegando al máximo a la familia de Ada. O por lo menos eso parece.

Tocaron la puerta y Alexandra fue a abrir. Y al ver quien era sus ojos se pusieron cuadrados. Era Andrés. Hace un poco más del mes que ella no sabía nada de él.
–Hola Alexandra. Vieja amiga. –dijo Andrés.
Él se acerco un poco a ella y de pronto estaban unidos como el gran corazón que tienen. Un beso de amor y delicado que a ella le recordaba muchas cosas. Una lágrima corría por la mejilla de ella.



Efi se encontró esa noche con Blaine. El llevaba en sus manos un ramo de rosas rojas. Cuando llego lo bastante cerca le dio las flores y un gran beso. Olvidaron su cita y el amor que surgía entre ellos los llevo a algo. Llegaron a la casa de Efi y el la agarro por la espalda para quitarle el vestido que traía. Con un movimiento cariñoso él le quita el cabello que ocultaba su cara. Ella con gran actitud deja de besarlo y le dice “Te amo” y el solo asiente con la cabeza la besa con más fuerza. “Yo también, siempre te amé”. Y con una mano arranca el brasier del cuerpo de Efi.

 

Capitulo 11.

Y si llego a morir ¿Me dirás te amo?

Cuando se el sol salió de su eterno descanso, Efi y Blaine se dieron cuenta que durmieron juntos. Ella le había comentado que quería ir a visitar a Marcus. Blaine solamente soltó una sonrisa burlona. Ella se levanto y le hiso desayuno a Blaine. No sabía muy bien cocinar pero hizo el intento. Él cuando se acabo el desayuno se levanto, se desnudo y se metió en la ducha. El agua estaba algo caliente, cosa que disfrutaba Blaine. En ese mismo instante el vio el reflejo de Efi quitándose la bata de dormir lista para tomar una ducho junto con él.

Ada estaba acostada en su habitación de la nueva casa. Cuando se levantó vio una nota en su buro que decía: “Hija, tu papá y yo iremos a desayunar y después a una conferencia y una junta que él tiene programada. Ya tienes dinero en tu tarjeta para que puedas hacer lo que quieras. Te amo hija.” Ada simplemente arrugó esa hoja y la tiro al cesto de basura. Sus padres nunca estaban después de que su papá se haya hecho millonario. Ella bajo al primer piso y no se sentía agusto con tantas personas que había ahí. Ordeno que se fueran todos y la dejaran sola. Al fin y al cabo nada le pasaría.

Blaine iba en su mustang 2011 color rojo, directo al trabajo. No hiso ninguna parada al típico café que llevaba en la mañana. Ese era su desayuno. Pero ahora realmente el amor de su vida le había dado desayuno. Al llegar a la oficina su celular sonó. El simplemente contestó: “Si, espérame en mi despacho.” Cuando él llego ahí una persona se encontraba sentada en una de las sillas.

–Hola. –Dijo Blaine sin siquiera voltear.

En ese momento alguien entró a fuerzas al despacho de Blaine. Era Marcus.

– ¡Eres un hijo de puta! –grito Marcus.

–Señor necesito que me acompañe afuera…–dijo la secretaria de Blaine mientras él la interrumpió.

–Está bien. Te puedes ir. –dijo Blaine.

Cuando la secretaria salió Marcus se iba a echar contra Blaine, pero se detuvo cuando el saco una pistola de unos de los cajones del escritorio. La misma la puso enseguida de la persona que estaba ahí. Esa persona estaba volteada y ella no quería saber que estaba pasando.

–Eres una mierda Sad. Me prometiste sacarme de la cárcel y solo me diste un convenio de un mes para poder defenderme. Si no al mes estaré dentro otra vez. No puedo salir de la ciudad ni nada. Estoy vigilado.

–El día que fui a la cárcel, yo te dije que te iba a sacar. Más no te dije por cuánto tiempo. Estas fuera de la cárcel. Ahora lárgate de mi vista.

– ¡Esto es una mierda! –dijo Marcus y salió corriendo tras Blaine cuando él le apunto a la frente con la pistola. –No creo que me mates.

–Estas en lo cierto. –dijo Blaine, y una sonrisa que nunca podría sacarse de la mente Marcus, esa sonrisa lo perturbó para siempre. –Yo no lo haré. Lo hará ella. Levántate Eva.

Cuando la persona que se levanto y volteo la cara era Eva. La expresión de Marcus lo dijo todo. Ella era la persona más especial que él había tenido alguna vez. Eva la persona que amaba, era la persona que lo mataría.

Ella agarró la pistola y la puso de frente a la cabeza de Marcus.

–Yo sé que no lo puedes hacer Eva. –dijo Marcus con la voz quebrada.

Las lágrimas de Eva caían por toda la mejilla.

–No me hagas hacer esto. Por favor Blaine, hare cualquier cosa para ti. –suplicó Eva.

–Es lo único que quiero. ¡Mátalo! –grito Blaine.

Y una lágrima salió de Marcus y rodo por toda su mejilla hasta llegar al piso.

Ada estaba desayunando cereal a las 11:30 de la mañana. A ella le encantaba el cereal con plátano. De repente escuchó el timbre. Cuando llego a la puerta vio que no era nadie. Fue a la cocina y checo la puerta de cristal de la cocina. Nada, todo estaba despejado. Volvió a sonar el timbre. Ella volvió a abrir la puerta y nada. Cuando regresó a la cocina una silueta estaba situada por detrás de la ventana. Ella no se dio cuenta y se recargo en una silla. Tocaron el timbre una y otra y otra vez seguidas y cuando iba a la puerta, la silueta rompe el cristal de la puerta, y cuando Ada voltea un hombre le tira un manotazo en la cara y ella cae al suelo. Salió corriendo mientras el hombre la perseguía y cuando iba a la mitad de las escaleras el saltó sobre ella e iso que ella cayera al piso. Los dos rodaron por las escaleras hasta caer al piso. Cuando ella quiso correr se dio cuenta que la puerta de la entrada estaba abierta, y en ese mismo instante sintió un golpe en la cabeza que hiso que cayera al suelo. Los hombres le pusieron una bolsa en la cabeza y a ella la sacaron de la casa y la echaron al fondo de una camioneta, y esta salió “quemando llantas” de la escena del crimen.

Lara estaba comiendo en el momento que tocaron su puerta. Ella era una pequeña persona pero a la vez grande. Siempre se sentía muy chica de estatura pero realmente era de estatura normal. Tenía el pelo castaño y lo ojos muy claros de color verdes. Era delgada y tenía un caminar muy especial. Cuando abrió la puerta sus ojos se pusieron de par en par.

– ¿Dirch? –preguntó ella. Se sentía muy confundida.

 

Capitulo 12.

Y la vida sigue aunque haya sangre en tus manos.

– ¿Realmente pensabas que podías escapar de mi? –preguntó Blaine.

Las lagrimas de Marcus caían por sus mejillas mientras Eva sostenía la pistola en la sobre la frente de él.

–Vamos Blaine, no lo hagas por favor. Marcus no dirá nada pero no hagas que lo mate. –suplicaba Eva.

–Mátalo.

Cuando dijo eso Eva se puso muy nerviosa, y le empezó a temblar las manos. Marcus sabia que Eva no lo mataría y se sentía aliviado.

– ¡Hazlo! –gritó Blaine.

Y Eva movió la pistola y le disparó al hombro de Marcus y este cayo con un grito al piso.

– ¡Eres una pendeja! –gritó Blaine y con un golpe izo que Eva se desplomara y cuando cayó al piso Blaine le quito la pistola.

Levantó a Eva y a Marcus y a los dos los sentó en una silla. Eva estaba suplicando y llorando cada vez más. Marcus tenía el brazo lleno de sangre.

–Lo tenías que matar Eva. Pero bueno, luego me las voy a cobrar contigo. Ahora le toca a Marcus. –Dijo Blaine apuntándole a la cabeza a Marcus. –Hasta luego, fiel amigo.

Y en ese instante presiono el gatillo y una bala salió con gran velocidad de la pistola de Blaine. Cuando esta le atravesó la cabeza a Marcus, la mayoría de la sangre cayó sobre la cara de Eva y con un ahogado grito Eva se abalanzó sobre Marcus y empezó a llorar, al mismo tiempo que Blaine la agarra de los cabellos y la tira sobre una mesa de cristal, la cual se rompe.

–Tú me tienes que hacer casó. Saque a toda tu familia de la pobreza y eso nadie lo sabe. No eres más que una prostituta. Él ya no está y no me crees ve esto.

Levanto otra vez la pistola y disparó cuatro veces. Dos sobre su cabeza y las otras dos en su estomago. Eva lo contempló y con la mano derecha se quitó las lágrimas y miro con gran admiración a Blaine.

– ¿Qué tengo que hacer? –preguntó Eva.

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– ¿Pero qué haces aquí Dirch? Todos te creíamos muerto. –preguntó Lara.

Dirch parecía que no había comido durante mucho tiempo. Su ropa estaba en un estado normal, pero su cuerpo no.

–Necesito que me ayudes. Tú y Zack. La persona qué me mató debe morir ahora. –dijo Dirch con una mirada perdida.

 

Capitulo 13.
Por fin, Navidad llegó. (Parte 1)

Efi estaba sentada esperando una respuesta que podía marcar su vida para siempre. Ella llevaba más de cinco meses de relación con Blaine. Fueron los cinco minutos más largos de su vida. Se levantó del escusado y fue a ver la prueba de embarazo. Cuando la levantó se dio cuenta que el resultado era positivo. Ella estaba embarazada de Blaine.

La desaparición de Dirch seguía sin resolverse. La próxima semana cumpliría siete meses perdido. No han sabido nada de él. Alexandra creía que él estaba muerto. Cuando volteo a un lado de la cama se acordó que tenía a su lado a Andrés. Ella sabía que él era el amor de su vida. Los dos lo sabían. Todo el mundo lo sabía. Ella quería pasar el resto de su vida con él. Cuando se imaginó su boda y su forma de vida que con Andrés. Esa era la vida que ella quería. Y todos sabían que era cierto.

Solamente habían tenido dos relaciones sexuales en toda su relación. Durante cinco meses dos veces solamente. Efi pensó en decirles a todos y tomar de sorpresa a Blaine en la cena que habría esa misma noche en el pent-house de Alexandra. Ahí se lo diría. Pero sentía como un nudo en la garganta. Sentía como algo saldría mal en esa noche.

Las horas pasaban y todos se alistaban para pasar Nochebuena en el lugar de Alexandra. Los primeros en llegar fueron Cody y Lara (amigos de Dirch), después llegó Brian y su comprometida Gissell. Al último llegaron Blaine y Efi. Alexandra, Andrés y Eva ya estaban en el lugar desde temprano.

La noche se hizo larga entre risas y risas. Lara miró la hora en su reloj. 8:45pm. Todavía no era tiempo.

Lo nuevo era el compromiso de Brian y Gissell. Eran muy felices juntos. En medio año se casarían.

Lara volvió a mirar su reloj y decía 11:48pm. Casi llegaba el tiempo.

Efi se levantó del sillón eh hizo un ademan para que le pusieran atención.

Lara miró su reloj. 11:58pm. Ella agarró su celular y mando un mensaje a un numero desconocido y puso en él: “Puedes subir, es tiempo”. Su celular puso: Mensaje enviado.

–Por favor, escúchenme. –exigió Efi.

Todos pusieron atención. Excepto Lara, ella sabía que no era el momento correcto.

–Tengo un anunció que decirles a todos. Blaine te amo y tú eres mi vida. Y estoy muy feliz pues…

–Ya son las 12am. Feliz navidad a todos–interrumpió Andrés.

Cuando todos se pararon a abrazarse entre ellos, se escucho como la puerta de entrada golpeó la pared. Cuando todos voltearon su cara cambio.

–Feliz navidad. –dijo Dirch riéndose y con una pistola apuntando a Blaine.

 

Capitulo 14.

Por fin, Navidad llegó. (Parte 2)

Cuando Dirch entro a la sala con la pistola, todos estaban asustados. Excepto Blaine. Él sabía que no había nada que temer con Dirch. La sala estaba decorada de colores verdes y rojos y un gran árbol de navidad. Enseguida del árbol había un gran cristal (que era una pared) y después de ahí no había nada. Más que el abismo de la ciudad. Enseguida de esa pared de cristal estaba otra del mismo tipo, pero tenía balcón para poder ver la ciudad.

– ¡Baja el arma Dirch! –gritó Andrés.

Dirch iba caminando tranquilamente hacia Blaine. Él estaba preparado a cualquier cosa que pasara.

–Llegó tu hora “Blaine”. –dijo Dirch.

Al momento de apuntar la pistola en la frente de Blaine apareció Efi y se pasó enfrente de él.

– ¡Basta! ¡Blaine nunca te ha hecho nada malo! ¿Qué tienes en contra de él? ¡Para empezar tú estabas perdido y llegas con una pistola tratando de matar a alguien que no conoces! ¡¿Qué te pasa Dirch?! –gritó Efi.

Nadie sabía que estaba pasando esa misma noche. Nadie entendía porque Dirch quería matar a Blaine. Excepto Lara.

–Me doy cuenta que no le has dicho nada a nadie. ¡Escuchen bien todo! Es la última vez que diré esto. ¡Sad trató de matarme! ¡Él fue quien me secuestro! Marcus no lo hizo. Y Blaine es Sad. ¡El mismo! Vivo y coleando. –dijo Dirch.

Cuando él pronuncio esas palabras la cara de todos cambia rápidamente de forma. Estaban sorprendidos y asombrados de que todo ese tiempo, habían estado conviviendo con un fantasma. Efi se aparto y miro a los ojos a Sad y sintió asco en su estomago.

Dirch apuntó el arma en la cabeza de Sad y dijo.

–Ahora si morirás.

–Soy como un gato. Tengo siete vidas.

–No. Tienes seis, pues una ya murió. ¿Recuerdas el accidente?

–Y ahora no tendrás ninguna. – termino de decir Dirch.

Agarró la pistola y le pegó en la nuca a Sad y lo aventó junto a la pared de vidrio juntó al balcón.

–A contar tus vidas. Dos.

Y Dirch disparó en la parte superior derecha del vidrio. No se quebró.

–Tres.

Volvió a disparar en la parte superior izquierda y el vidrio seguía igual.

–Cuatro.

Disparo contra el vidrio pero esta vez muy cerca de Sad.

–Cinco.

Disparo contra una pierna de Sad el cual cayó incado sobre Dirch.

–Seis.

– ¡No! –gritó Brian mientras se abalanzaba sobre Dirch, cuando él lo vio simplemente disparo y le dio en el hombro. Después volvió a ver a
Sad y disparó otro más al vidrio, el cual se rompió por completo.

– ¿Ultimas palabras?

–Eres un hijo de puta. –dijo Sad riéndose.

–Siete.

Puso la pistola en la frente de Sad y le disparó y al momento exacto lo empujo para que cayera al suelo de una altura de quince metros.
Esos instantes se congelaron para Efi, su corazón se desbordaba no paraba de gritar mientras veía a Dirch disparando contra Sad. Cuando el último disparo fue en la frente Efi rompió a llorar y gritar. Vio como Dirch le disparaba y lo empujaba al abismo.

Todos se quedaron con una cara máxima que no podían guardar. Mientras que Gissell y Andrés ayudaban a Brian, pues él no daba señales de vida.

Final de la parte 2.

 

Capitulo 15.
Como un vicio que me duele, quiero seguir mirando tus ojos.

3 semanas después.

Efi estaba bajando de las escaleras, cuando de repente un recuerdo le vino a la mente. Recordó todo lo que había pasado esa noche. Donde todo lo malo pasó.

Cuando Dirch le disparó a Sad y lo tiro por la ventana, todos se quedaron con la boca abierta. Y Dirch salió corriendo por el portal.

–Ya estoy bien Gissell. Ve a tu casa a descansar. Mejor tengo una grata idea.

Gissell se levanto de la silla donde se encontraba sentada. Buscaba su bolso entre la pila de ropa que había enseguida de ella.

Brian se levanto de la cama y Gissell corrió hacia él.

– ¿Qué te pasa? ¡Te puedes lastimar! –le regaño Gissell.

Pero a Brian no le importó y riéndose se hinco enfrente de ella. La respiración de Gissell empezó a acelerar.

–Gissell McVeigh. ¿Te quieres casar conmigo? –le preguntó Brian.

Y solo una sonrisa salió de la cara de Gissell.