Viajes por el mar

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Viajar en barco es rápido; pero da el tiempo necesario para conversar un poco; beber y disfrutar de los hermosos paisajes. (Si es que no llueve)

Clima​

Soleado: paseo sin complicaciones; viaje calmado y en paz

Nublado: paseo sin complicaciones; viaje calmado y en paz

Lluvia: paseo sin complicaciones; viaje calmado y en paz



Granizo: todos deberán estar dentro del tejado o enfermarán si salen; viaje agitado y molesto

Nieve: todos deberán estar dentro del tejado o enfermarán si salen; viaje agitado y molesto

Tormenta: todos deberán estar dentro del tejado o enfermarán si salen; viaje agitado y molesto​

 

[Yuzuki; Riku; Murai; Noishi; Tsubaki; Hayato]

Murai se acercó a Yuzuki al ver que comenzaba a comprarle al herborista. Hayato se interpuso pero Murai al instante lo cargó por los aires, Murai estaba interpretando a un hombre mayor, por lo que lo hizo con lentitud y delicadeza —¡Pequeño Yoichi!— dijo con un cariño que desprendió sonrisas de aquellos que pudieron verlo, Murai tenía una gran naturalidad sosteniendo a pequeños niños, se notaba en su delicadeza y movimientos. Con Hayato en brazos volvió hacia Yuzuki; ella pudo notar que Hayato se había quedado muy confundido, aun así abrazó a Murai para no levantar sospechas.

—¿Eres Kiyomori? ¡Te ves muy bien! En cambio yo... un anciano...—La voz de Murai sonaba distinta. Tanto que hizo reír al herborista en lugar de salir corriendo si este lo hubiera reconocido.

—No, Kiyomori es mi padre. Yo soy su hijo Seiryo — se justificó mientras buscaba todo lo que Yuzuki le había pedido —¿De dónde conoce a mi padre, viejecito?

Murai soltó una risa áspera — De Toyama —dijo con mayor seriedad pero en esa misma voz de anciano — Fue alumno mío.

—¿Echizen- dono?— preguntó Seiryo asombrado.

Murai sonrió; obtuvo el nombre que necesitaba y sonrió — Por lo que debes entender que mi nieta no necesita comprar esa receta; seré yo quién le enseñe. Pero podrías venderle muchos más ingredientes.

—Su abuelo es una eminencia de la medicina moderna — dijo Seiryo —Será un honor hacerles un descuento.

Contenido oculto

Zireael (aun no te descuento tus monedas)
Monpoke

Tiraré un d99 para saber el porcentaje de descuento que les va a plicar. Los decimales se cierran al número inferior.
Fichas actualizadas

 

Toidaji
[Yuzuki; Riku; Murai; Noishi; Tsubaki; Hayato]

Murai devolvió a Hayato con Yuzuki y este se prensó a ella rápidamente, ocultando su rostro en su hombro.

—Es un honor —contestó Seiryo a Yuzuki mientras observaba a Murai.

Murai sonreía, parecía amable; pero lo hacía con burla ante el herborista recordando cómo la última vez salió corriendo al verlo. Aquello hubiera sido mejor, en lugar de un descuento el producto hubiera sido gratuito; aun así se sintió victorioso.

—Los ingredientes que seleccionaste son muy buenos —dijo hacia Yuzuki para después ver a Seiryo —Si algo es difícil de conseguir son esas agujas de globo; yo sé prepararlo así que no se preocupe de dárselo a ella en lugar de la receta.

—Últimamente han sido más difíciles de conseguir — dijo mostrando dos agujas en un frasco de vidrio.

Tsubaki también se acercó a revisar el inventario —Oye padre —dijo hacia Murai quien pareció petrificarse en su lugar al escuchar aquellas palabras —¿Aprendiste esto de la abuela? —Un golpe bajo, uno sutil pero potente como un corte fino con una daga.

Murai soltó una risa de anciano —Oh no muchacho, no todos nacen con el privilegio de ser queridos —dijo colocando su mano en la nuca de Tsubaki — Seguramente a ti te surtió de ingredientes como estos incontables veces ¿No es así?

Tsubaki afirmó —Siempre fui su preferido. Pero esto no es mi especialidad.

Murai lo soltó — ¿Cómo no serlo? Te pareces demasiado a él... — se alejó de ambos.

—Entonces entiendo que ustedes han de ser pareja, y este su hijo — mencionó Seiryo buscando entre sus cosas, y de allí sacó un dulce de manzanilla que extendió a Tsubaki —Para su hijo.

Tsubaki tomó el dulce y agradeció a Seiryo con una leve reverencia. Después se acercó a Yuzuki —Perdona a mi padre; debo recordarle que si vuelve a cargarlo su espalda sufrirá las consecuencias. Ya está muy viejo, no debería provocarse accidentes —miró a Seiryo —Yo llevaré algunos remedios.

Contenido oculto

Zireael

(2) Hongo rojo: 256 monedas
(3) Ranas: 39 monedas
(2) Aguja de globo: 640
Total: 935

 

Fujiwara no Riku

"Espero también puedas ayudarme en mis compras, Seiryo". Me acerque lentamente, en una amabilidad no del todo finjida. "Yo he fijado mí oficio en botica en vez de los venenos".

Ingredientes. Al final. En este viaje estoy consiguiendo lo que necesitaba a parte del conocimiento.

"Espero no sea molestia si puedo contar con tu conocimiento". Después de pedir los ingredientes, lo dude unos segundos, pero decidí mostrarle con cuidado un frasco del veneno de Genbu. "Es el veneno de una serpiente... particular. ¿Puedes averiguar sus efectos sin probarlos en alguien? ¿O un consejo para utilizarlo?".

Y, si daba la casualidad que lo que portamos caiga en manos equivocadas... Una manera de tratarlo.

Contenido oculto: Compra

(5) Hierbas de manzanilla: 30
(5)Semillas de girasol: 30
(5)Corteza de árboles de cerezo: 30
(5)Corteza de sauce: 30
(5)Campanillas de invierno:30
(1) Sanguijuela x10: 12
(3) Seta brillante: 384
(3) Jengibre: 384

Total: 900

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Todo x1

Hierbas de manzanilla: 6
Semillas de girasol: 6
Corteza de árboles de cerezo: 6
Corteza de sauce; 6
Sanguijuelas: 12
Campanillas de invierno: 6
Carbón: 128
Seta brillante: 128
Jengibre: 128
Escama misteriosa: 320

Total: 740
A la cuenta Yuzuki

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Y no se si se puede preparar las cosas en el barco? Jaja. También le pedíamos las herramientas

 

Toidaji
[Yuzuki; Riku; Murai; Noishi; Tsubaki; Hayato]

Tsubaki imitó el gesto de Yuzuki; luego le entregó el dulce a Hayato quien ya sujetaba la mano de Yuzuki con la naturalidad de siempre. Hayato agradeció a Seiryo y después a Tsubaki antes de comerse el dulce; le sentaría bien para el viaje en barco.

Después Riku se acercó a Seiryo y "el anciano" sonrió ante tal oportunidad. Se colgó del hombro de Riku y miró nuevamente a Seiryo —Estos jóvenes... tan groseros ¿No crees, Seiryo?

Seiryo lo miró con vergüenza —¿Señor? —preguntó para que diera más detalles mientras tomaba el frasco de Riku para examinarlo.

—No creo que quieran aprender de un viejo como yo; creo que prefieren ser sus alumnos. Los viejos ya somos obsoletos — dijo con dramatismo. Si pudiera llorar lo hubiera hecho; pero estaba incapacitado a hacerlo gracias a la persona junto a él. Murai recargó más su peso en Riku.

—No diga eso señor; seguramente no conocen su reputación como sus contemporáneos— dijo Seiryo conciliador.

Murai miró a Riku con los ojos de cristal opaco; los mantenía bien hidratados pero no podía mostrar vida a través de ellos.

—Me deberías comprar algunos remedios; mi pierna ha estado doliendo mucho desde el día que me dejaste caer de las escaleras — dijo en voz alta para que las personas a su alrededor los escucharan.

Seiryo lo miró molesto e iba a negar el servicio pero Murai volvió a intervenir —Dame eso, Seiryo —su seriedad fue absoluta y Seiryo le entregó el frasco a "el anciano". Murai se enderezó y abrió el frasco para olfatearlo; volvió a taparlo y se dirigió nuevamente a Seiryo —¿Tú que crees que sea, muchacho?

Seiryo negó —Jamás había visto u olido algo igual —mencionó bebiendo un antiveneno por prevención.

Murai sonrió —No es un veneno que entre por olfato.

—¿Usted lo reconoce? —preguntó Seiryo.

—Un germinado—soltó una risa — A veces buscando medicinas creamos toxinas.

Seiryo afirmó y miró a Riku — Deberían cuidar mejor a sus ancianos; ellos son los que llevan la sabiduría a futuras generaciones —hizo el intercambio con Riku mientras Yuzuki le ayudaba a pagar lo que le le faltaba y después se alejó.

Murai le jaló del hombro a Riku— ¿Qué filia tienes con dejar a las personas ciegas?— dijo devolviéndole el veneno.

Contenido oculto

No pueden fabricar venenos o antivenenos a bordo :3
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Estadísticas actualizadas

Monpoke
Estadísticas actualizadas

(5) Hierbas de manzanilla: 32
(5)Semillas de girasol: 32
(5)Corteza de árboles de cerezo: 32
(5)Corteza de sauce: 32
(5)Campanillas de invierno:32
(1) Sanguijuela x10: 13
(3) Seta brillante: 384
(3) Jengibre: 384

Total: 909

Todo x1

Hierbas de manzanilla: 7
Semillas de girasol: 7
Corteza de árboles de cerezo: 7
Corteza de sauce; 7
Sanguijuelas: 13
Campanillas de invierno: 7
Carbón: 128
Seta brillante: 128
Jengibre: 128
Escama misteriosa: 320

Total: 752
A la cuenta Yuzuki

 

Fujiwara no Riku

No creo que quieran aprender de un viejo como yo; creo que prefieren ser sus alumnos. Los viejos ya somos obsoletos

"Vaya, debías dejarlo en paz y yo estaba dispuesto a seguir intentando, pero tenías que iniciar una escena". Le susurré en saña ante su toque itensionado en provocarme. Debía estar seguro que aceptaría se acerque así, y algo de razón tiene. No me lo quite de encima como hubiera deseado. Pero respondí de otra manera...

No diga eso señor; seguramente no conocen su reputación como sus contemporáneos

"Lo conozco bien". Respondí firme y directo en esas palabras, insinuando que al menos veo más que él sobre este anciano. "Solo son cosas que vienen de una gran familia, no siempre se logra estar de acuerdo el uno con el otro". A un si fuera a ojos ciegos, le sonríe de manera irónica. Retando a que adivine a qué me refiero.

¿No es así Murai? Entiendo eres alguien de muchos hijos. Y uno de ellos... Se descarriló.

Me deberías comprar algunos remedios; mi pierna ha estado doliendo mucho desde el día que me dejaste caer de las escaleras

Suspiré. Y negué, como si su intento de un golpe no tendría porque afectarme. A un si fuera frente tantas personas.

¿Por qué debo finguir que me afecta?

"Dicho así lo haces ver como si lo hubiera echo porque si. Sabes te teníamos una sorpresa y debía mantenerte en el lugar, estaba nervioso, el pánico provocó que que pensará correctamente y causará eso". Explique en un poco de contexto... No del todo falso

Hablé un poco más alto para ser escuchado, copiando su acto, no dispuesto a mostrar la falsa inocencia de este anciano. "Nunca me disculpé. Y nunca lo haré. ¿O debo mencionar que envenenaste mí pareja en represalia?". ... A un si en ese entonces... Todavía... Y a un si ahora...

...

Nada más no mencionó sus acciones antes de capturarlo por respecto de los presentes.

¿Qué filia tienes con dejar a las personas ciegas?

Volví a guardar en veneno rápidamente, verificando si estaba todo.

"Lo dices como si fuera culpable de esa idea". Y a un así está ceguera no estaba pensando torturarte demaciado. "A esto lo conseguí con el apoyo de tu madre".

 

Toidaji
[Yuzuki; Riku; Murai; Noishi; Tsubaki; Hayato]

"El anciano" negó al ver cómo la mayoría de las personas se comenzaban a alejar del grupo, haciéndose notar en la multitud. Incluso Seiryo quien se había alejado volvió a acercarse consternado. Murai lo notó y sonrió.

—¿Acabas de admitir que esa señorita es tu pareja? —dijo entre aplausos; haciendo que los demás a bordo lo miraran confundido.

Seiryo se acercó al "mentor de su padre" —¿En verdad envenenó a su pareja?

El anciano sonrió —La envenené de ideas negativas para que buscara un mejor prospecto —señaló a Riku— Este es muy amargado a mi criterio, no sabe bromear. Hasta para eso se debe tener clase como la mía —Las miradas negativas comenzaron a disiparse mientras Murai acomodaba su blanquecino cabello.

Murai abrazó a Riku por los hombros y de entre sus pertenencias mostró un frasco idéntico al que él tenía —Mi madre también me envió uno. Y por ello tuve que dejarla bien arropadita en casa... —después se acercó más para susurrar—... que fertilice el suelo dónde siempre perteneció.

Murai no estaba provocando nada; simplemente estaba siendo él.

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Fujiwara no Riku

Este es muy amargado a mi criterio, no sabe bromear.

Reí alto, como queriendo burlarme de que me llamara amargado. "Soy un joven de corazón dolido. Pero vez lo que sé hace cuando las cosas se explican de manera vaga".

Mi madre también me envió uno

"Entonces, ahí es donde terminó". No intente quitárselo, no cuando estaba actuando. "Estaba suponiendo sabrías del veneno, pero, como dices, aveces soy grosero y tengo interés en poner a prueba fuentes nuevas. No siempre el mundo tendra al abuelo". Aplaudí, como felicitandolo de compartir sus conocimientos con Seiryo como si esa fuera mí intención.

"Y ese es un buen truco, parece que el anciano sabe más de lo que parece, hasta donde creía se supone no llevabas nada contigo". Le sonreí en interés no del todo finguido por su conocimiento que está dispuesto a compartir.

 

[Yuzuki; Riku; Murai; Noishi; Tsubaki; Hayato]

Murai afirmó complacido —No traía nada al entrar a Todaiji. Saliendo recuperé mis cosas, no mentí —dijo relajándose en su presencia.

Y cuando Yuzuki se acercó a calmar más las aguas, Murai sintió la presión en sus costillas y mostró un genuino dolor que lo dobló ligeramente; pero se contuvo como pudo y sonrió. Yuzuki le preguntó por las enseñanzas y fue Seiryo el que contestaría.

—Ningún herborista enseñaría sin tener los materiales adecuados para procesar nada —mencionó Seiryo.

Murai afirmó y sonrió con una alegría falsa —Si quieren aprender de mí después de todo —dijo hacia Seiryo — Por favor muchacho, salúdame a tu padre cuando le veas —dijo extendiéndole un saco con monedas, demostrando que él también había comprado ingredientes.

Seiryo se despidió y se alejó definitivamente, dejándolos en la máxima privacidad que un viaje con pasajeros podía ofrecer.

—¿Tú hermano? —preguntó Murai a Yuzuki mientras buscaba a Noishi con la mirada; era el único expuesto a la nieve mirando el horizonte desde el barandal del barco; Murai borró su sonrisa —Él es un hijo mío, por supuesto que le escucharía. Siempre lo haré— observó cómo Noishi se mantenía estoico ante el clima — Por fin pudo encontrarse con su hermano, y el abrazo que ha contenido todos estos años le fue negado —suspiró —No pido que lo entiendan; pero les pido que dejen de recriminarle su pasado —sonrió nuevamente — Para eso me tienen a mi, a su abuelo.

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[Yuzuki; Riku; Murai; Noishi; Tsubaki; Hayato]



Escuchó a Yuzuki y sonrió genuinamente —No me acercaré a Hayato, siento haberlo hecho sin prevenirte o explicarte por qué lo hacía —¿En verdad era tan sencillo era hablar con aquel hombre? — Sé que no significa nada viniendo de mí; pero debo decirlo de todas formas — hizo una pausa; pues sabía que excedía la confianza —Eres excepcional. Buena madre; buena hermana; buena hija; buena general; serás buena esposa no me queda duda de ello. Lamento haberte lastimado a ti y a los tuyos como lo hice, no me satisface lastimar personas inocentes.

Parecía que Murai no iba a responder sobre Noishi; pero sólo se tomó su tiempo —La música... —inició — ... Noishi le enseñó a Takeda, y a Noishi le enseñó Hana... —negó — Hana fue otro de mis errores, asumí que había muerto como todos en Kioto. Noishi también lo creía así, me decía que ella no se hubiera ido de Kioto sin sus hijos... —Había tanta historia que todos ahora debían saber, tantos secretos que ocultó durante años con pesar sobre su espalda. Secretos que no eran suyos a dar; pero que le afectaban profundamente — Noishi no ha vuelto a tocar un instrumento desde la masacre de los Minamoto. Ese día perdió a su familia y a grandes amigos con los que había crecido y entrenado. Noishi asesinó a muchos de los jóvenes que en algún momento consideró como amigos, y esos jóvenes marcaron su cuerpo con cicatrices que no lo dejan olvidar que nadie en esta guerra tiene las manos limpias...

Murai juntó sus manos, friccionándolas en ellas mismas para generar un poco de calor en ellas — Noishi no ha podido ver la piel de sus manos desde aquel entonces. Siempre las cubre con vendajes a ojos cerrados porque las recuerda de color rojo, a los que no le conocen les miente diciendo que aun le duelen las heridas físicas y que por ello no puede sostener instrumentos tanto tiempo —negó y volvió a pausar.

—Pero tararea de vez en cuando sin darse cuenta —soltó una risa que evocaba ternura —Lo hace mucho cuando va a aguas termales y ocasionalmente cuando come. Son esos remanentes que deja el amor de alguien ¿No es así? Haber crecido con cariño se demuestra en la simplicidad de las acciones cotidianas... — suspiró — Hoshi me dijo que Rengo lo demuestra cuidando su cabello.

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Monpoke
Zireael

 

Fujiwara no Riku

Hana fue otro de mis errores, asumí que había muerto como todos en Kioto.

"La madre de Kirara y Shinko". Susurré, traído por recuerdo. Pero lo suficiente alto para poder ser escuchado.

"Estoy dispuesto confiar, porque tenemos una alianza. Y es en esta muestra de fe que no pensaré seas una amenaza con ese veneno. Tendremos diferencias y un tiempo el cual superar, pero no te atacare a ti ni a nadie sin antes provocación". Le dije aquello que sabía que probablemente no podría ocultar, aquello que fue desconfiar y con razón.

"Espero, entonces... Puedas apoyarnos...". Tomé aire, y le dije aquello que necesitaba averiguar.

"Cuando estábamos en Gifu con el crisantemo blanco, escuché que también estuviste ahí. Después de separamos de esa reunión con los tuyos alguien entrego un paquete a nuestra habitación. En el, un pasador de cristal que emula la caída de la flor de wysteria. Kirara lo identifico como de su Madre. ¿Te dice algo este mensaje?".

"¿Y del falso Kaze? Un Fujibashi lo confundió con Kaze en Nirasaki, dice protegió el huerto de incienso que dejó Moromichi de unos bandidos... ¿Que sabes de lo que dejó ahí?".

No sabía que tanto podría saber, aquello que podría considerar como información personal. No me sentía comodo haciendo las preguntas, revelandolo a él, pero si hay una manera de progresar...

Contenido oculto

Si es necesario, le cuánto a Murai lo que hayamos en el campo.
...

 

[Yuzuki; Riku; Murai; Noishi; Tsubaki; Hayato]

Las palabras de Yuzuki lo hicieron entrar en catarsis, algo que no diría allí pero lo demostraba con su laxa postura. Recordó sus conversaciones con su amigo Kaji; el señor de Shiga era con quién hablaba de paternidad y sus desafíos, del dolor que siempre como padre buscaba evitarle a los hijos, y de lo difícil que era verlos errar. Sus recuerdos evocaron el sabor del sake en su boca, el olor de los árboles de Otsu antes de que fueran erradicados, y la voz de Kaji como un viejo susurro del viento. Sonrió recordando a su amigo mientras conversaba con Yuzuki, entendiendo la madurez que tenía a la que aun veía como una jovencita.

Kato no podía dañarla; él tampoco. Uno por respeto a su ascendencia; el otro por respeto a su futura descendencia.

—A mi no me molesta el canto; a él... — separó sus manos, las palmas mirando al tacho del estrecho barco — Sus emociones las está sepultando debajo de la nieve. Le conozco bien.

Murai estaba relajado hasta que volvió a escuchar la voz de Riku; tensando el cuerpo nuevamente.

"Esa mujer" La mente de Murai fue catapultada de Otsu a Kioto; y sus recuerdos gratos con su amigo Kaji se volvieron amargos al recordar la fastidiosa voz de Satomi Tendo. Murai iba a decirle a Riku que callara pero antes de que pudiera articular palabra Riku continuó, y sus palabras por fin sonaban calmadas.

El crisantemo blanco...​

"Después de separamos de esa reunión con los tuyos alguien entrego un paquete a nuestra habitación"

Murai arrugó la nariz e hizo una mueca de desconcierto mostrando parte de su dentadura.

"En el, un pasador de cristal que emula la caída de la flor de wysteria. Kirara lo identifico como de su Madre. ¿Te dice algo este mensaje?"

Se llevó una de sus manos a la frente, rascando su cabello y dejando caer un poco de la tintura blanca dejando al descubierto una luz de cabello negro asomándose.

"¿Y del falso Kaze? Un Fujibashi lo confundió con Kaze en Nirasaki, dice protegió el huerto de incienso que dejó Moromichi de unos bandidos... ¿Que sabes de lo que dejó ahí?"

—Los míos no tuvieron contacto alguno con los tuyos después de la reunión— dijo Murai tajantemente mientras forzaba sus recuerdos. La nota en en el cadáver en Tsu... negó —¿El falso Kaze en Nirasaki? ¿Cuándo fue de esto?

—Hace apenas unos tres soles que los Fujiwara volvieron de Nirasaki, aquel evento seguramente sucedió antes— respondió Tsubaki, interesado en la incredulidad que estaba mostrando Murai.

—Tres soles, imposible. Él no podría usar su arco en ese tiempo.... y si buscaba a Yume, ella jamás pisaría la prefectura de Yamanashi—dijo con seguridad mientras aquel nombre resonó en Yuzuki.

—Por supuesto... —dijo Murai con frustración — Sai... —recordó el nombre que Seikanji y Hoshi le dijeron — Sai... —soltó una risa burlona mientras masajeaba sus sienes — Todo este tiempo fue una Fujiwara; una que tomó el apellido al casarse con Moromichi. Satomi Tendo... por supuesto... todo este tiempo fue ella. Estuvo en Gifu, no puede ser....—dijo con rabia y frustración contenida; pues no podía gritar en aquel barco, pero deseaba hacerlo con todas sus fuerzas — Entonces ella fue quien atacó a Shinrin y Oboro... maldita sea. Esa mujer está viva...—negó — ¿Hiro me mintió? ¿Mi hermano la protegió todo este tiempo? Me dijo que había muerto a manos de...

—Shinrin fue atacada por Kanon en Gifu según las especulaciones de Takeda — intervino Tsubaki.

—¿Kanon? ¿Tú madre? —le preguntó Murai a Tsubaki.

Este desvió la mirada de los presentes y al instante Murai tensó el cuerpo.

—¿Traicionarás a Takeda?

Tsubaki miró a los presentes con seguridad.

—Estás sembrando la semilla de la desconfianza nuevamente, Murai. —dijo con tranquilidad —Después de la reunión en Tsu, hablé en privado con Takeda, le dije que Kanon era mi madre y que podía confiar en ella. Si Takeda le dio el nombre de Gendo, mi madre no descansará hasta eliminarlo.

—¿Y Takeda no cuestionó el ataque a Shinrin y Oboro? —replicó Murai.

—Mi madre no eliminaría a un aliado; Si en verdad fue ella como se especula, seguramente creyó que eran de los tuyos — formuló Tsubaki.

Murai negó —Estuvo en Gifu... después viajó a Kioto a intentar engañar a Takeda.

"Fue esta misma mujer la que usó a Sumitomo Fujiwara; a Tadashi también. Usó cada debilidad que cada una de estas personas tenía, y lo hizo para ponerlos a todos encontrados."

Las palabras de Kumiko regresaron a Riku.

—Usó a los mismos Fujiwara, a Kodoku e incluso a Ogen — Murai se notaba demasiado nervioso —Me ha estado usando a mi...

—Estás equivocado; mi madre...

—Tu madre...—interrumpió Murai —... jamás entendí cómo el veneno llegó al sistema de mi hermano, tu padre. Quién estaba oculto—mencionó hacia Tsubaki — Y por qué Kanon abandonó los últimos años a Hiro. Ogen insistía que era para criarte, una razón por la que no fuiste a Koga conmigo —negó — Noishi aprendió de ella y él... — las manos comenzaron a temblar — No...

Murai salió hacia la nieve; corrió y tropezó. No tuvieron más remedio que salir detrás de él, y cuando llegaron ya estaba Noishi ayudándolo a levantarse.

—Vuelvan al interior, van a enfermarse — les recomendó Noishi.

—Tus manos...— dijo Murai hacia Noishi, este al instante las alejó de Murai —... Muéstraselas a Yuzuki, ella me dirá si nota algo extraño en ellas.

—Oton...— Noishi negó llevando sus manos al pecho—... sabes muy bien que...

Murai trastabilló buscando las manos de Noishi, quien se alejaba al tacto — Por favor... por favor... —dijo cayendo de rodillas ante él, frustrado por no poder ver, desesperado de no encontrar sus manos —Quita las vendas...

Noishi suspiró y cerró los ojos; despojándose lentamente de las vendas se sus brazos. Estas cayeron frente a Murai quien al instante tocó las uñas para sentir la textura —Díganme... el color de las uñas...

Pudieron observar las uñas de Noishi; eran en su mayoría blancas, aunque la porción superior de las mismas permanecía rosada. Yuzuki conocía algunas dolencias físicas; problemas internos que podía analizar, y conocía que ese tipo de uñas podría ser un problema en el hígado según la medicina; era bien conocido el efecto en personas que bebían demasiado.

—¿Qué... qué sucede? — preguntó Noishi aun a ojos cerrados.

Contenido oculto

Monpoke
Zireael