[Versión "beta"] Nuestros destinos se re-enlazan (Advanceshipping y otros)

Tema en 'Fanfics Abandonados Pokémon' iniciado por Steve Yops, 3 Agosto 2010.

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  1.  
    Izuna

    Izuna otouto de Uchiha Madara (¿?)

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    adoro este fic *w*, espero el siguiente cap pronto ;)
    1_ seguro gana may ella es la prota de esta historia y si gana dawn me meto en tu historia y la mato asi gana may ^^
    2- no tengo ni la mas remota idea (orita son los tarugos del equipo rocket ¬¬)
    3-no lo se tal vez unos extraños o talvez una pareja conocida
    espero el siguiente capitulo es muy buena historia :)
     
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  2. Threadmarks: Capítulo 8: ¡La Conferencia De Batallas Dúo empieza!
     
    Steve Yops

    Steve Yops Usuario popular

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    Título:
    [Versión "beta"] Nuestros destinos se re-enlazan (Advanceshipping y otros)
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    25
     
    Palabras:
    10214
    Bueno, bueno. Ha pasado muuuuucho tiempo, y el fic había quedado sin una continuación. Y la verdad hace raato que quería continuarlo, y cuando recordé la idea que tenía del cap. decidí continuarlo. Espero que les guste y disculpen el periodo de inactividad del fic ¡Los comentarios son más que bienvenidos! jaja. Ahora les dejo el capítulo:

    Capítulo 8: ¡La Conferencia De Batallas Dúo empieza!
    En el capítulo anterior, Solidad le pidió a nuestros tres coordinadores conocidos realizar una presentación doble respectivamente para la sesión del día, y en eso, May y Dawn hicieron una apuesta para ver cuál presentación era la preferida por el público, ¿quién será la ganadora?

    —Bueno, espero que hayan prestado mucha atención a las presentaciones de hoy, pues es precisamente el enfoque que se dará en la sesión de hoy —dijo Solidad.
    —Robert, Solidad — dijo la coordinadora de Sinnoh—, May y yo necesitamos hacer una pequeña pregunta.

    Solidad y Robert detuvieron a mirarse un momento, se hicieron un par de señas, y volvieron la mirada hacia ambas coordinadoras mientras Drew tenía un gesto de desentendimiento en su rostro.

    —De acuerdo, mientras sea breve no hay problema —respondió el rubio coordinador de Hoenn.

    Dawn estuvo a punto de sacar al aire la pregunta, pero fue rápidamente interrumpida por un grito que se escuchó a lo lejos…

    —¡ESPEREEEN!

    Todos impresionados voltearon a ver la entrada del salón, que era de dónde provino el grito. Por la misma, acababa de entrar una muchacha de cabello marrón rojizo vestida de amarillo. No era nada más ni nada menos que Brianna.

    —¡Lamento la tardanza! —exclamó, mientras hacía numerosas reverencias—, me desperté un poco tarde y ni siquiera pude desayunar.
    —Por esta vez no hay problema, por favor toma asiento —dijo Solidad.

    Brianna se dirigió a los asientos y halló uno desocupado, en seguida de otro que tenía la mochila de Dawn encima, y dedujo que la coordinadora de cabellos azules le reservó el puesto.

    —Bueno, May y yo quisiéramos saber cuál de nuestras presentaciones fue su favorita —prosiguió la coordinadora de pueblo Hojas Gemelas.
    —La presentación de Drew debió de haber sido asombrosa… —susurró Brianna.
    —¡La chica que llegó atrasada tiene razón! —exclamó uno de los coordinadores espectadores — ¡La presentación de Drew sin duda fue la mejor!
    —¡Sí, es cierto! —dijo otro— ¡Drew siempre ha arrasado!

    May y Dawn se cayeron de la vergüenza cuando escucharon aquellas respuestas, mientras el resto aplaudía con inagotable energía a Drew, a lo que él hizo leves reverencias agradeciendo, seguido del típico movimiento de su flequillo, y Brianna no entendía lo que estaba ocurriendo.

    —No —intervino May al fin—, al hacer la pregunta nos referíamos a las presentaciones de las dos.
    —Ambas presentaciones debieron haber estado grandiosas… —murmuró una vez más la coordinadora de Isla Crisantemo.
    —¡Increíble! —exclamó de nuevo el mismo coordinador que la escuchó la vez anterior—, esa chica llegó tarde y aun así tiene razón. ¡Las dos están muy parejas!
    —¡Sí, es un empate! —dijo el segundo coordinador que también intervino anteriormente.

    Y así el resto de los coordinadores empezaron a decir cosas similares, mientras que Dawn puso la palma de su mano sobre su rostro exasperada. May estaba un tanto confundida pero al mismo tiempo le causó gracia lo ocurrido, y Brianna se tapó la boca avergonzada al darse cuenta de su involuntaria influencia en las respuestas de los espectadores.

    —Bueno, ya es suficiente. Por favor tomen asiento —les dijo Solidad a los tres coordinadores.

    El coordinador de ojos verdes fue el primero en retirarse del escenario sin decir palabra alguna, siendo seguido por las dos coordinadoras

    —Oye Dawn —dijo May mientras caminaban—, si ninguna ganó la apuesta entonces…
    —No hay que reconocer nada—la interrumpió—, sino que nos quedaremos con la verdad.
    —¿La verdad?
    —Es muy simple —prosiguió la coordinadora de cabellos azules—. Si yo gané el Gran Festival con mi primer intento, y tú ya lo has intentado tres veces y aún no consigues nada… bueno, creo que los hechos hablan por sí solos, ¿no? -concluyó con tono burlesco y posteriormente se fue a su puesto.

    La castaña se sintió muy irritada con tal comentario, pero no dijo palabra alguna y decidió ir a su lugar también.

    —¡Dawn, lo siento! —se disculpó Brianna al ver llegar a su compañera—. No sabía que…
    —Shht —la interrumpió la coordinadora de Sinnoh con una forzada sonrisa—. Creo que es mejor que no sigas hablando por un ratito, ¿ok?

    La coordinadora de isla Cristanemo se resignó a guardar silencio para no llegar a discutir con su compañera.

    —Bueno, el día de hoy nos centraremos en las presentaciones dobles, así que iremos al patio para que puedan practicar—dijo Solidad—, y al final volveremos acá para que cada uno muestre la presentación que logró preparar.

    Y así, todos los coordinadores entusiasmados se dirigieron al patio de la Poké-academia, ocupando cada uno un pequeño espacio de éste para planificar su presentación.
    Mientras tanto, en el exterior de la Poké-academia, estaban llegando tres individuos en una camioneta anaranjada con un logotipo de color rojo que decía KanTV! Eran una mujer de pelo muy largo de color fucsia que vestía de un conjunto rosado con un cinturón blanco, botas blancas y unos lentes. El segundo era un muchacho de pelo semi-corto y azul, vistiendo de un jean, una camiseta verde, corbata amarilla, una chaqueta anaranjada y unas gafas de sol sobre su cabeza. Y por último, un aparente hombrecillo, que tenía un bigote, vestido con un terno. Éste tenía unas curiosas orejas puntiagudas y una especie de moneda ovalada sobre su cabeza.

    —¡Buenos días, usted debe ser la directora Juliana! —saludó la mujer.

    La directora los miró con sospecha mientras que la profesora Juniper sólo guardaba silencio.

    —Helen es mi nombre, señorita —la corrigió.
    —¡Te dije que ese no era su nombre! —le susurró el chico de cabello azul.
    —¡No es cierto! —replicó la mujer—, ¡tú me dijiste que se llamaba Jacinta y también estabas equivocado amiguito!
    —¿Todo en orden, señores? —preguntó la directora.
    —¡Sí, señora Juana María… He-Helen quise decir! —respondió nervioso el chico
    —Ajá…—dijo la señora Helen—. ¿Y, quiénes son ustedes y qué se les ofrece?
    —¡Los presentadores del Gran Espectáculo Pokémon! —respondió el hombrecillo—. Venimos en reemplazo de los otros periodistas, que por situaciones de último momento no pudieron venir.
    —¡Ese programa de TV es muy bueno! —exclamó la directora—. Aunque no entiendo por qué…
    —¡No se preocupe, estamos para servirle, dama! —la interrumpió la mujer de cabello rosado—. ¡Mi nombre es Jessilinda!
    —¡Yo soy Jaimico! — añadió el chico de cabello azul.
    —¡Y yo soy el hombrecillo con botas! —concluyó la presentación.
    —¡Ah claro, es aquel director de aquella novela! —dijo la directora.
    —Meowth, así es —afirmó el hombrecillo.

    Al escuchar aquello los otros dos individuos se lanzaron sobre él.

    —¡Idiota! —murmuró la mujer— ¿¡Acaso quieres que nos descubran!?
    —¡Mejor cierra la boca chimuelo, o la tal Josefina nos va a descubrir! —añadió su compañero.
    La profesora Juniper y la directora Helen compartieron una mirada de confusión, ¿qué era lo que estaba ocurriendo?
    —Discúlpenme un momento, me está entrando una llamada. —Tomó su celular y contestó la llamada—. Buenos días, ¿quién habla?
    —¡Buenos días, señora Helen! Soy Gabby, la reportera de KanTV —respondió una voz desde el teléfono—. La llamo para informarle que tuvimos un inconveniente que nos provocó un ligero retraso, ¡pero ya vamos en camino!
    — Entiendo, señorita Gabby —le dijo—. No se preocupe, no hay problema alguno —Finalizó entonces la llamada y miró con desconfianza a los tres individuos.
    —¿Quién llamaba, directora? —preguntó la profesora Juniper.
    —Gabriela y Tyler —contestó—. Los periodistas que trabajaron en las emisiones de Hoenn y actualmente trabajan para KanTV; y además, los periodistas que iban a venir —concluyó mirando con acusación a los supuestos reporteros.

    En un principio, los presentadores se miraron un poco nerviosos, pero luego empezaron a reírse y a mirar maliciosamente a la señora Helen y a la investigadora Pokémon.

    —¡Prepárense para los problemas, pues volvimos a nuestra región! —exclamó la mujer.
    —¡Y más vale que teman, mientras decimos nuestro lema anterior! —siguió el muchacho.
    —¡Una maldad tan vieja como el espacio!
    —¡Que cumpliremos y no será despacio!
    —¡Con ayuda del lacio! —se agregó el hombrecillo.
    —¡Para denunciar los males de la verdad y el amor! —prosiguió la mujer.
    —¡Y extender nuestro reino hasta esta escuelita! —continuó el muchacho.
    —¡Jessie! —exclamó quitándose su disfráz rápidamente.
    —¡Jamememes! —dijo cambiándose también a su uniforme.
    —¡Y el guapo Meowth! —dijo quitándose su traje.
    —¡En donde sea que haya paz en el universo…! —recitó Jessie.
    —¡El equipo Rocket…! —continuó James.
    —¡Ahí estará..! —prosiguió Meowth.
    —¡Para empeorarlo todo! —gritaron los tres al unísono, concluyendo su lema.
    —¿El Equipo Rocket? —preguntó la profesora Juniper—. ¿Quiénes son ellos?
    —Evidentemente, eran unos farsantes —dijo la directora molesta—. ¡Que conveniente que nuestra prestigiosa academia cuente con servicio de seguridad!

    Después de haber dicho aquellas palabras, la directora sacó un pequeño control remoto con un botón, el cual apretó rápidamente y al instante empezó a sonar una alarma de emergencia al exterior de la academia, mientras el equipo Rocket quedó inmovilizado. Pasó un muy corto lapso de tiempo para que llegara en una moto, una mujer de cabello corto y de color verde, vestida de traje de policía: la oficial Jenny de ese lugar, acompañada de un Arcanine.

    —¿Algún problema? —Volteó a ver a Jessie, James y Meowth—. ¡El Equipo Rocket!
    —Oficial, estos tres bandidos quisieron pasarse de listos e infiltrarse en el establecimiento —respondió la directora.
    —¡Y así lo haremos! ¡Seviper, sal ahora! —Lanzó Jessie la Pokébola.
    —¡Tú también, Carnivalín! —Hizo James la misma acción.

    Ambos Pokémon salieron de sus Pokébolas con una mirada amenazante a las tres mujeres que tenían en frente.

    —¡Prepárate, Arcanine! —dijo la oficial Jenny, mientras el Pokémon se puso en posición de batalla.
    —¡Seviper, ataque de Niebla! —ordenó Jessie.

    El Pokémon Serpiente lanzó un humo negro que rápidamente se esparció por todo el campo, reduciendo considerablemente la visibilidad.

    —¡Drifblim, sal y usa Despejar! —dijo la directora lanzando una pokébola.

    De inmediato salió el Pokémon Dirigible y empezó a girar de forma veloz, creando así ráfagas de viento y logrando desaparecer la niebla ocasionada por Seviper.

    —¡Carnivine, Bala Semilla! —ordenó James.
    —¡Arcanine, Lanzallamas! —exclamó la agente de policía.

    Justo cuando el Pokémon Caza Bichos lanzó la ráfaga de semillas, Arcanine las deshizo con su Lanzallamas, golpeando directamente a Carnivine, quien salió precipitado luego de recibir el ataque. Éste cayó encima de Seviper, y luego, ambos cayeron a toda velocidad sobre el Equipo Rocket, generando una especie de explosión. Cuando el humo se disipó, ellos ya no estaban allí. Las tres mujeres entonces, miraron al cielo cuando vieron como el trío del Equipo Rocket volaba por los aires.

    —¿Así es como nos dan la bienvenida? —protestó Jessie molesta
    —Querían vernos en el infinito y más allá —dijo James con decepción
    —¡Tan cerca que estuvimos de agarrar a ese Pikachu! —añadió Meowth
    —¡NOS MANDARON A VOLAR OTRA VEEZ! —concluyeron los tres al unísono, y posteriormente desaparecieron en los cielos.
    —Bueno, no los logré atrapar pero deben estar bastante lejos ahora —dijo la oficial Jenny—. Le avisaré a mis reclutas de las otras zonas para ver si logran encontrarlos.
    —Muchas gracias, oficial —dijo la directora Helen, y luego la oficial Jenny se fue del lugar.
    —¡Que gente más extraña eran esos tres! —exclamó la investigadora Pokémon—. A todo esto, ¿no se habrán preocupado allá adentro con la alarma?
    —No lo creo, esta alarma es de prevención, que está instalada para que se escuche en el exterior, y así sea escuchada en el retén de la ruta—le respondió—. Lo más probable es que se haya escuchado levemente en el patio, pero los tutores saben que no deben de preocuparse cuando se activa este tipo de alarma.

    Dichas esas palabras, ambas voltearon a ver a dos personas que estaban llegando a la Poké-academia.
    Se veía a una joven mujer de cabello corto con un flequillo y de color azul, ojos del mismo color, piel blanca, delgada y de estatura alta. Vestía de una blusa sin mangas color celeste, en la cual se le asomaba un cuello de camisa blanca, un pantalón de color gris y unas botas cortas de color negro. Usaba unos aretes color rojo, y además llevaba un micrófono con una insignia que decía “KANTV!”
    Su acompañante era un muchacho alto, de piel levemente morena, ojos marrones y cabello del mismo color. Estaba vestido con una camiseta blanca, pantalones deportivos grises y un par de zapatillas anaranjadas. Usaba una gorra con la visera volteada hacia atrás y un canguro, ambos del mismo color de sus zapatillas. Además, llevaba en su mano una gran cámara de video, con la misma insignia del micrófono de su compañera.

    —¡Gabriela y Tyler, sean bienvenidos! —exclamó la directora cuando los reconoció.
    —¡Gracias señora Helen! —contestó Gabby saludando a la directora y a la profesora Juniper—. Disculpe el retraso, es que hubo un inconveniente en el camino…
    —¡Nos robaron la camioneta! —dijo Ty saludando también a amabas mujeres—. Estábamos grabando un pequeño avance del programa en medio de la ruta 22, y cuando nos dimos vuelta, la camioneta había desaparecido.
    —¿De casualidad no es esa que está por allá? —preguntó la investigadora Pokémon señalando la camioneta en la que había llegado el equipo Rocket.
    —¡Es esa misma! —respondió Ty— ¡Mira Gabby, ahí está!
    —Unos farsantes del equipo Rocket haciéndose pasar por presentadores llegaron en ella… —dijo la directora Helen—. Deberían llevarla al estacionamiento.
    —Me parece bien —respondió Gabby—. La llevaremos de inmediato para poder conversar tranquilamente de este nuevo programa. —Fueron entonces a estacionar la camioneta para posteriormente reunirse con la directora y la investigadora Pokémon.

    En esos momentos, la sesión de actividades de los entrenadores ya estaba iniciando. Todos estaban tomando asiento, mientras en el campo de batalla estaban Misty y Norman, listos para dar las instrucciones.

    —¡Buenos días! —saludó Misty—. Espero que hayan pasado todos una buena noche, y que hayan entrenado bastante.
    —¡Porque hoy se da comienzo a la Conferencia de Batallas Dúo! —añadió Norman.

    Todos empezaron a aplaudir emocionados y a comentar cuánto querían comenzar con las batallas.

    —¡Atentos todos a la pantalla para ver que dúos se enfrentarán hoy! —anunció Misty.

    Obedeciendo, los entrenadores voltearon a mirar al monitor para ver cómo quedarían los combates.
    Pasaron unos minutos y quedaron asignados los enfrentamientos. Justamente, en el primer combate estaban Ash y Paul, y pudieron notar que les tocó enfrentarse a Vincent y a su compañero. Jimmy y Lyra por su parte, eran de los últimos dúos.

    —‘¡Ash y Paul!’ —pensó Vincent—. ‘Ayer perdí contra Paul en el entrenamiento, ¡tengo que esforzarme en esto!’
    —‘Interesante…’ —pensó Paul con una sonrisa.
    —¡Vincent! —exclamó Ash —. Ya me enfrenté a él en la liga Johto, ¡esta será una gran batalla!
    —¡Pi, Pikachu! —gritó el Pokémon con energía.
    —Bien —dijo Misty—, ¡Por favor pasen los dúos respectivos de la primera ronda!

    Así, Ash y Paul se pararon de sus asientos y se dirigieron al campo de batalla, haciendo lo mismo Vincent y su acompañante.

    —¡Tú debes ser Pepe! —dijo Vincent.
    —¡No, mentí! —respondió con tono burlesco y risa maliciosa— En realidad me llamo Joey y no soy un entrenador principiante, ya tengo experiencia en las batallas. ¡JA! Caíste en mi broma.
    —¿Qué? —preguntó el castaño— Pero…
    —Di lo que quieras, caíste igual. —Se adelantó entonces, dejando a su compañero unos pasos atrás en estado perplejo.

    Joey era un niño de estatura media, piel blanca y ojos café oscuro. Estaba vestido con una camiseta amarilla, pantaloneta, zapatillas y una gorra con la visera hacia el lado de color azul.
    Finalmente, ambos dúos estaban listos para comenzar la batalla. El resto de los entrenadores estaban dando gritos de ánimo y deseándoles buena suerte.

    —Yo seré el árbitro —dijo Misty—. Y los jueces los pueden ver al otro lado —dijo esto último señalando al frente.

    Los cuatro entrenadores miraron a los jueces que eran Norman, Lucy y Lance. Estaban sentados detrás de un panel, similar a los que se ven en los concursos Pokémon.

    —El sistema funciona así: Con el hecho de ganar, obtienen puntos, pero también observaremos estrategias en el transcurso de la batalla, así que den lo mejor de ustedes pues en caso de que ambos equipos caigan debilitados, el puntaje es el que decidirá quiénes serán los ganadores —explicó Norman.
    —Buena suerte a los cuatro —dijo Lucy—. Tienen un tiempo máximo de 5 minutos que serán marcados en el reloj mostrado en pantalla, así que aprovéchenlos bien.
    —Y que gane el mejor —añadió Lance con una sonrisa.

    Dichas esas palabras ambos equipos se miraron con tensión. Iba a ser su primera batalla oficial dentro de la Poké-academia, y sólo un dúo es el que pasaría a la siguiente ronda.
    Sin embargo, Ash se sintió decidido. Quería que la batalla empezara de una vez, para poder mostrar sus habilidades y de paso ver que tan fuertes eran sus rivales.

    —¡Que comience la batalla! —dijo Misty señalizando con una bandera verde, mientras el reloj se puso en marcha.
    —Te elijo a ti, Pikachu —dijo el entrenador azabache a su Pokémon, y él obedeciendo al instante, saltó al campo de batalla.
    —¡Torterra, sal ahora! —gritó Paul lanzado la pokébola.
    —¡Bien Scizor, adelante! —exclamó Vincent realizando la misma acción.
    —¡Raticate, es hora de la batalla! —exclamó Joey.

    Y así salieron los tres Pokémon mencionados, todos en posición de batalla con una mirada desafiante y seria.

    —¡Pikachu usa Rayo contra Raticate! —empezó Ash.
    —¡Rápido, Raticate esquívalo usando excavar! —exclamó el joven bromista.

    Pikachu lanzó su descarga eléctrica, sin embargo Raticate a una velocidad increíble, logró esquivarla sin problema alguno al cavar un foso.
    Entonces el ratón amarillo llegó al suelo después de haber terminado su fallido ataque, cuando por detrás es golpeado por su contrincante al pillarlo desprevenido.

    —¡Scizor usa Tijera X contra Torterra! —ordenó Vincent.
    —No lo creo —dijo Paul—. ¡¡Usa Roca afilada!!

    Scizor cruzó sus brazos y empezó a salir un resplandor con forma de “X”, y se dirigió a toda velocidad hacia Torterra, pero entonces lo ojos del Pokémon Continente empezaron a brillar, y rápidamente empezó a lanzar piedras puntiagudas logrando golpear al Pokémon Tenaza, impidiendo así que éste efectuara su ataque.

    —Oye, Ketchum —dijo Paul con seriedad—. Necesito que te encargues de Scizor, porque Torterra tiene desventaja frente a él y en cualquier momento puede llegarle uno de sus ataques.

    El azabache asintió, pues sabía que su compañero estaba en lo correcto, además que Raticate podía serle peligroso a su Pokémon con aquel ataque tipo tierra.

    —¡Bien Pikachu, Tacleada de Voltios contra Scizor!
    —¡Scizor, defiéndete con Tajo Umbrío! —exclamó el castaño.

    Pikachu empezó a correr hacia su oponente, mientras iba siendo rodeado de electricidad color dorado.
    Al mismo tiempo, Scizor permanecía en su lugar, pero sus tenazas empezaron a brillar y tomaron un color morado. Fue entonces cuando Pikachu colisionó con las tenazas de Scizor, aunque éste último no pudo aguantar y retrocedió con fuerza.

    —¡Raticate usa Alboroto contra Torterra! —ordenó Joey.

    El Pokémon Ratón café empezó a gritar y a dar pisotones contra el suelo de forma seguida. Las irritantes ondas de sonido llegaron a Torterra, quien se encontraba inmovilizado en medio del Alboroto.

    —¡Pikachu usa Ataque Rápido contra Raticate!

    El pequeño Pokémon Ratón eléctrico fue corriendo a una gran velocidad hacia Raticate, embistiéndolo en cuestión de segundos y logrando sacar a Torterra de apuros.

    —¡Scizor usa Foco Resplandor contra Pikachu! —ordenó Vincent.
    —¡Raticate, Superdiente contra Torterra! —dijo Joey.

    Scizcor empezó a recargar energía, y lentamente empezó a salir un pequeño resplandor de donde saldría el cañón al ataque.
    A Raticate le empezó a brillar el diente con mucha intensidad y le creció de manera considerable, y se dirigió a Torterra.

    —Ash, dile a Pikachu que salte y use Rayo contra ambos —susurró Paul—. Tengo un plan.

    El azabache simplemente le siguió la corriente, aunque no sabía que se traía Paul entre manos, supuso que era algo inteligente.

    —¡Bien Pikachu salta y usa Rayo!

    Pikachu saltó y empezaron a salir pequeñas chispas de sus rojas mejillas.

    —¡Torterra usa Terremoto!

    Entonces, Pikachu liberó su descarga eléctrica contra ambos oponentes mientras estaba por los aires, y Torterra dio una gran pisada contra el suelo provocando un gran remesón, sufriendo así doble daño Scizor y Raticate, hasta que cayeron debilitados.

    —Raticate y Scizor no pueden continuar, ¡La victoria es para Ash y Pikachu con Paul y Torterra! —anunció Misty—. ‘¡Ash definitivamente no se queda atrás!’ —pensó.
    —¡¡No puede ser, no puede ser!! —gritó Vincent mientras corría a toda velocidad hacia su Scizor—. ¡No, no, no!

    Joey guardó su Raticate en su Pokébola, agradeciéndole su buen trabajo y se acercó a su compañero.

    —Oye Vincent…
    —¡Tú! —dijo con graciosa ira—. Si me hubieras dicho tu verdadero nombre, ayer te hubiera encontrado en la tarde para haber entrenado, pero todos me decían “¿Quién es Pepe? ¡No sé de quién me hablas!”, y sólo me quedó entrenar con Paul…
    —Pero era sólo una broma, además…
    —¡Calladito te ves más bonito, señor nombres falsos! —exclamó con orgullo mientras se alejó de su compañero, luego de regresar a Scizor a su Pokébola.
    —¡Oye Paul, buen trabajo! —dijo el azabache.
    —Sé que no es algo que solía decir, pero… ¡Nada mala, Ketchum! —dijo pegándole un codazo amistoso.
    —Bueno —dijo Lucy—, me gustaría destacar la gran capacidad de hacer estrategias de Paul, y el trabajo en equipo que poseen él y Ash.
    —De Vincent y Joey puedo rescatar su perseverancia, pues como buenos entrenadores, se quedaron hasta el final de la batalla —dijo Norman.
    —Ambos dúos dieron lo mejor de sí, aunque uno supo trabajar mejor en equipo—dijo Lance refiriéndose al azabache y al entrenador de cabello morado.
    —¡Felicitaciones a Ash y Paul, y sigan practicando Vincent y Joey! —exclamó Misty.

    Así, los cuatro entrenadores les agradecieron a sus tutores y supervisores y se dirigieron a sus asientos, finalizando así la primera batalla de la Conferencia.
    Mientras tanto, los Rangers se encontraban en su salón de clases, donde Solana y Jack les iban a decir una noticia importante a los Rangers.

    —¡Bueno, el día de hoy les daremos su capturador escolar! —anunció Solana.
    —Y, saldremos a la ruta 22 para hacer una actividad práctica —añadió Jack.
    —¡Wow, eso suena increíble! —exclamó Nicolette fascinada.
    —‘Aww, mi prima está animada para ser una Ranger’ —pensó Keith con subestimación.

    Y así, ambos Rangers junto a sus estudiantes, emprendieron rumbo a la salida de la Poké-academia hasta encontrarse en la ruta 22.

    —Bueno, por favor siéntense un instante para llamarlos a recibir su capturador —dijo Solana.

    Los estudiantes obedecieron, con cara de felicidad en sus rostros al pensar que estaban dando un nuevo paso en sus vidas como Rangers.

    —¡Caty Brunnenger! —llamó Solana leyendo la lista de alumnos.

    Se levantó entonces del lugar una chica de cabello castaño claro recogido en dos coletas, de piel clara y misma estatura de Nicolette. Se veía un tanto calmada, recibiendo el capturador con una tranquila sonrisa y un suave “gracias”.

    —¡Nicolette Campbell!
    —¡Sí! —exclamó Nicolette con energía.

    La chica entonces, se levantó con rapidez y aceptando el capturador emocionada, abrazó a Solana y a Jack y saltaba de la felicidad, mientras ellos se conmovieron con la alegría de la futura Ranger.

    —¡Me alegra ver que haya gente que le guste este oficio tan bonito! —exclamó Caty sonriendo grandemente mientras veía el entusiasmo de Nicolette.
    —Tiene la energía, pero yo creo que le falta mucho para poder ser una Ranger… —dijo Keith, que se encontraba al lado de Caty.
    —¿Y por qué dices eso? —preguntó Caty.
    —Porque es mi prima y la conozco —le respondió—. Hace mucho tiempo quería ser coordinadora, pero ella misma sabía que no tenía lo necesario ¿Qué le hace pensar que puede convertirse en una Ranger?
    —Pues al menos valora este hermoso trabajo y se atreve a cumplir sus sueños —dijo Caty molesta—. Tú solo tienes envidia de las habilidades de tu prima.
    —¡Por favor! —exclamó Keith sarcásticamente.
    —¡Keith Campbell! —exclamó Solana.

    El primo de Nicolette entonces se levantó con orgullo para recibir su capturador, mientras Caty lo miraba con decepción, y al mismo tiempo vio que Nicolette regresaba.

    —¡Hola, me llamo Caty! —se presentó—. ¡Me encanta esa energía que tienes, se nota que te gusta este oficio que es lindísimo!
    —¡Hola, mucho gusto! —saludó Nicolette—. Muchísimas gracias por tu cumplido, la verdad me gusta mucho, y quiero proteger a todo Pokémon que lo necesite. ¡De seguro tú también serás una gran Ranger!
    —¡Gracias, qué linda!

    Y así, pasaron el resto de los estudiantes por su capturador escolar, hasta que ya todos tenían uno.

    —¡Perfecto! —exclamó Solana— Ahora realizaremos una actividad práctica, donde cada uno pondrá su capturador en acción.
    —‘¿Tan pronto? Espero poder hacer esto…’ —pensó Nicolette preocupada.
    —¿Pasa algo, Nicolette? —preguntó Caty.
    —Estoy un poco nerviosa…
    —¡No te preocupes, estoy segura que lo harás de maravilla! —respondió guiñándole un ojo.

    Nicolette sonrió y le dio las gracias.

    —Bueno, presten mucha atención para que sepan usar el capturador —dijo Solana.

    Cerca de ahí estaban pasando un par de Ratatta. Solana los señaló con su dispositivo y de inmediatio salió disparado algo parecido a un trompo, el disco capturador. Éste comenzó a girar alrededor de los Ratatta, mientras ellos dejaron de moverse viendo lo que ocurría. Entonces la antena del capturador se extendió, y ahí Solana después de trazar un par de líneas en el aire, empezó a formar un círculo con la antena. Pasaron unos segundos y un breve resplandor rodeó a ambos Pokémon.

    —¡Captura completada! —exclamó Solana.

    Los estudiantes estaban asombrados y le dieron un aplauso a Solana.

    —Solana, las cajas están por allá —le dijo Jack Walker.
    Solana asintió, y miró un grupo amplio de cajas de madera que estaba a su izquierda.
    —De acuerdo, haré que los Ratatta rompan las cajas de madera. ¡Ratatta usen Golpe De Cabeza!

    Los Ratatta se dirigieron a las cajas de madera y golpearon dos de ellas con sus cabezas. Logrando romperlas, se fueron del lugar.

    —Como pueden ver, después que los Ratatta realizaron las acción que les pedí, se fueron. Así es como funciona la Poké-ayuda —dijo Solana.

    Todos comentaban entre sí como les había llamado la atención el funcionamiento del capturador. Estaban muy animados para hacer el intento.

    —Bueno, les pediré a los primeros tres de la lista que pasen a intentarlo —continuó la Ranger— Por favor pasen adelante Caty, Nicolette y Keith.
    —‘De acuerdo, puedo hacerlo. ¡No se ve tan complicado!’ —pensó Nicolette mientras tomaba aire.
    —Veamos que tal te va, primita —dijo Keith levantándose para participar.
    —¡Buena suerte, Nicolette! —dijo Caty haciendo lo mismo que Keith.

    Nicolette sonrió. Se levantó y pasó al frente junto a los otros dos estudiantes mencionados. En ese momento estaban pasando cerca de ellos tres Pokémon: Un Mankey, una Nidoran hembra y un Nidoran macho.

    —¡Yo voy por la Nidoran hembra! —exclamó la Ranger castaña.

    Caty expulsó el disco capturador de su dispositivo, y éste empezó a rodar alrededor de la Nidoran hembra. Cuando la antena se extendió, Caty imitó a Solana, y después de trazar las líneas formó el círculo. Al cabo de unos segundos, el resplandor envolvió a la Nidoran.

    —¡Captura completada! —exclamó Caty—. ¡Nidoran, usa Embestida contra la caja de madera!

    La Nidoran hembra corrió contra las cajas de madera y tacleó una de ellas con mucha fuerza, y logró destruirla. Posteriormente el Pokémon se retiró, y los demás aplaudieron a Caty.

    —¡Bien hecho Caty! —la felicitó Solana.
    —¿Habías practicado alguna vez? —preguntó Jack.
    —No, la verdad no. Pero tengo un amigo Ranger llamado Kellyn, y pude ver un par de veces como realizaba las capturas, así que ya tenía una idea de cómo funcionaba —contestó.
    —Pues en ese caso, tienes una buena memoria —le dijo el rubio Ranger—. Sigue practicando mientras puedas y te irá bastante bien como Ranger.

    Caty agradeció y fue a sentarse. De los Pokémon que estaban alrededor quedaban el Nidoran Macho y el Mankey.

    —Oye Nicolette —le habló su primo—, ¿te importa si lo intento yo primero?
    —Adelante señor Ranger, escoja cualquier Pokémon que desee, no se preocupe por nada —le respondió burlándose.

    Keith se molestó un poco con tal respuesta pero prosiguió con lo que iba a hacer. Lanzó su disco capturador hacia el Nidoran Macho e hizo la misma acción que Caty y Solana. Al cabo de un rato, el proceso de captura estaba listo.

    —¡Captura completada! —exclamó Keith—. ¡Bien Nidoran, usa Cornada con la caja!

    El cuerno del Nidoran empezó a brillar, y corrió hacia las cajas, logrando desbaratarla con su cuerno fulgurante. El Nidoran entonces escapó, y los estudiantes, Solana y Jack felicitaron a Keith.

    —‘Veamos qué tal le va a mi primita…’ —pensó con arrogancia mientras iba a sentarse.
    —‘¡No puede ser, me dejaron al Mankey!’ —pensó aterrada—. ‘Bien Nicolette, respira, cálmate, tú puedes hacer esto.’

    Para mala suerte de Nicolette, el Mankey se alborotó y empezó a correr de un lado a otro furioso.

    —Nicolette, será mejor que realices la captura con otro Pokémon porque el Mankey está muy alterado y puede ser peligroso —dijo Solana un tanto preocupada.

    En ese momento Nicolette espabiló. Ella sabía que en algún momento de su oficio le iba a tocar enfrentar alguna situación similar, así que empezó a sentir fuerzas y puso la cabeza en alto mientras sonreía con mucha confianza.

    —Gracias, pero quiero hacer intentarlo de todos modos —dijo.

    Los estudiantes miraron con admiración a Nicolette. Solana y Jack sintieron satisfacción al ver la valentía de Nicolette. Caty estaba con una muy buena impresión, y a Keith se le dibujó una sincera sonrisa en su rostro mientras veía como su prima se había vuelto bastante segura de sí misma.
    Nicolette empezó a apuntar a Mankey con su capturador, pero éste al no quedarse quieto hacía las cosas más difíciles. Entonces la chica de mejillas coloradas empezó a observar al Pokémon, e hizo una especie de cálculo visual para ver a qué rango lanzar el disco capturador. Cuándo el Pokémon Mono Cerdo empezó a correr de un extremo hacia el otro lado, Nicolette lanzó el disco capturador hacia el centro, y logró rodear al Mankey que por ahí estaba pasando y entonces, se quedó quieto. Feliz por haber hecho el primer paso, la futura Ranger trazó las líneas y formó el círculo, hasta que vio aparecer el breve resplandor que cubrió al Mankey. Eso significaba que la captura había sido un éxito, lo cual le dio un gran alivio y satisfacción.

    —¡CAPTURA COMPLETADA! —anunció con felicidad.

    Los estudiantes aplaudieron y felicitaron a Nicolette contentos, hasta el mismo Keith aplaudía con alegría.

    —¡Así se hace, Nicolette! —gritó Caty.
    —¡Mankey, usa Golpe De Karate contra una de las cajas!
    El Pokémon Mono Cerdo pegó un gran salto, extendió su mano que empezó a brillar, y golpeó la caja con una notable fuerza y la rompió en mil pedazos.
    Finalmente, el Mankey se marchó un poco más tranquilo y los demás aplaudieron de nuevo a la estudiante Ranger.
    —Nicolette, en verdad muchas felicitaciones —dijo Solana—. Realmente tu valor es admirable.
    —Tu valentía y seguridad son más que destacables. Felicidades Nicolette, sigue así y serás una Ranger de primera —la felicitó Jack.
    Nicolette sonrió muy animada y fue a sentarse.
    —¡Nicolette estuviste increíble! —dijo Caty al verla llegar, y su compañera le agradeció.
    —‘Bien hecho, prima, bien hecho’ —dijo Keith en sus pensamientos mientras la miraba con mucha felicidad.
    —De acuerdo, ahora pasen los tres siguentes… —prosiguió Solana.
    Entretanto, los estudiantes menores se encontraban en su sala de clase escrbiéndo es sus cuadernos, mientras Tracey y Brock les estaban hablando sobre los tipos de batalla.
    —Muchos conocen la batalla invidividual, donde un solo Pokémon se enfrenta a otro, y la batalla doble donde se enfrentan dos Pokémon de un entrenador contra otros dos de su oponente—dijo Tracey.
    —También están las batallas dúo, donde se enfrentan dos parejas de entrenadores, con un Pokémon cada uno respectivamente —añadió Brock.
    —¡Lo que están haciendo los entrenadores en su sesión del día! —intervino Max.
    —Exacto.
    —También existen factores que afectan los campos de batalla que posee muchas variantes, y esa es… —dijo Tracey.
    —Ummm… ¿Los problemas de estado? —exclamó el pequeño niño de anteojos.
    —Puede ser, pero eso está en su generalidad relacionado a los movimientos, yo me refería a algo más externo… ¿Alguien sabe?

    Un niño de piel clara, con unas pocas pecas en la cara, de pelo verde oscuro, estatura baja, vestido camiseta blanca, pantalón azul, chaqueta azul claro y zapatos negros levantó su mano para pedir la palabra.

    —El clima —dijo él.
    —¡Correcto! —exclamó Tracey—. ¿Cuál era tu nombre?
    —Landis Tech.
    —¡Pues muy bien hecho, Landis!
    —¡Pero el clima también puede estar relacionado a los movimientos! —protestó Max— ¿Qué hay de Danza Lluvia, Día Soleado y todo eso?
    —Sí, pero lo efectos de esos movimientos sólo duran un par de minutos—explicó Brock.
    —Tú puedes llegar a un lugar en el que está lloviendo, y no significa que un Blastoise ocupó Danza lluvia —añadió Landis con arrogancia.

    Los otros niños se echaron a reír después de escuchar las palabras de Landis, a excepción de Vivi. Max lanzó una mirada furiosa y desafiante a su compañero, mientras él le devolvió una burlona y de superioridad.

    —Hay un Pokémon que puede cambiar a tres formas diferentes según el clima, y ese es… —dijo Brock.
    —¡Castform! —respondieron ambos niños al unísono, e inmediatamente se miraron con rivalidad.
    —¡Parece que hay dos niños muy estudiosos! ¿verdad? —dijo Tracey.
    —Max siempre ha sido un genio del entrenamiento Pokémon—afirmó Brock—. Y Landis, viene de la Escuela de entrenadores de ciudad Jubilo.
    —Entonces, ¿él es el hijo del presidente de Poké-reloj S.A? —preguntó Vivi.
    —En efecto —respondió Landis con aire de superioridad.
    —¡WOOOW! —exclamaron varios de sus compañeros.
    —¿Cómo sabes quién es? —preguntó Max murmurando.
    —Porque el otro día escuché que el hijo del creador de los Poke-relojes estudiaba con nosotros, pero ayer estuvo tan callado que no se me pensé que de él se trataba —contestó Vivi.
    —¿Y cómo llegaste a la Poké-academia si ya estudiabas en una escuela de entrenadores? —preguntó uno de sus compañeros.
    —Porque en una de las clases nos visitó la directora Helen, y ella quedó muy feliz con mi desempeño así que habló con mi papá y me ofreció venir aquí —respondió el infante de ciudad Jubilo con orgullo.
    —Es un presumido… —susurró Max.
    —Oye Max —dijo Vivi—, ¿estás celoso de Landis porque supo responder la pregunta del clima?
    —No, no es por eso —respondió—. Pero no me gustó la bromita de Blastoise que se mandó.
    —Ah, no te preocupes —le dijo la pequeña pelirroja—. ¡Tú sigues siendo el más inteligente para mi! —añadió dándole un abrazo, mientras el hermano de la castaña sonreía sonrojado.
    —Bueno, ahora que ya les dimos toda la información, haremos un pequeño concurso de preguntas —anunció el jóven tutor de Ciudad Pewter.
    —Los primeros grupos serán… Max y Landis competiendo contra Thomas y Lulú.
    —¡Ah no, eso sí que no! —protestó Max—. No voy a ser con el niñito ricachón presumido.
    —¡Yo no tengo problema mientras ese cuatro-ojos se quede callado y yo pueda responderlo todo! —dijo Landis desafiante.
    —¡Ya es suficiente! —gritó Brock regañando—. Si quieren ser buenos entrenadores, tienen que partir por aprender a trabajar en equipo.

    Entonces Max y Landis, haciendo pucheros, pasaron al frente callados a responder las preguntas junto a sus otros dos compañeros, y los primeros fueron los que llevaron la ventaja.
    Volviendo con los entrenadores, ya estaban en las últimas batallas de la primera ronda. Era el turno de Jimmy y Lyra, enfrentándose a dos entrenadores llamados Alice y Brian.
    Alice es una muchacha de ojos café claro, cabello largo castaño oscuro y piel blanca. Vestía de una blusa blanca, falda celeste, calcetas blancas y zapatos rojos. Además usaba una flor en el cabello del mismo color de su falda. Era, además, la hermana de Joey.
    Brian por su parte, es un chico alto, de piel morena, cabello afro recogido en trenzas. Vestía de una camiseta sin mangas color verde, pantalón deportivo blanco con líneas verdes a los lados, y zapatos verdes. Tenía amarrada una chaqueta amarilla a su cintura.

    —Buena suerte Jimmy, sé que lo harás increíble —dijo Lyra guiñándole el ojo.

    El entrenador de Pueblo Primavera, un tanto incómodo, lanzó una risita nerviosa, mientras su compañera lo miraba fijamente maravillada.

    —Para esta batalla se usará el campo de agua —dijo Misty.

    Dichas estas palabras, Misty apretó un botón azul de un control remoto, y el canal que había alrededor del campo de batalla se expandió hacia el centro, y al mismo tiempo la porción de tierra se sumergió al fondo del agua.

    —¡Qué comience el combate!
    —¡Slowking, yo te elijo! —gritó Jimmy lanzando Pokébola.
    —¡Azumarill, sal ya! —gritó Lyra realizando la misma acción.

    De las Pokébolas salió un Slowking, una de las posibles evoluciones de Slowpoke, y Azumarill, uno de los primeros Pokémon de Lyra, y se sumergieron a la alberca.

    —¡Vaya, ya evolucionó a su Marill! —exclamó Ash.
    —¡Adelante, Poliwhirl! —exclamó Alice lanzando la Pokébola.
    —¡Octillery, es hora de la acción! —exclamó Brian haciendo lo mismo que su compañera.

    Y salieron entonces el Pokémon renacuajo y el Pokémon Reactor listos para la batalla, entrando a la alberca.

    —¡Azumarill, Rayo Burbuja! —ordenó Lyra.

    El Conejo Acuático lanzó una ráfaga de burbujas contra los adversarios a gran velocidad.

    —¡Octillery, Bala Semilla! —ordenó Brian.

    Muy cerca de llegarles el Rayo Burbuja, Octillery lanzó las fulgurantes semillas que lograron romper las burbujas y rápidamente golpearon a Azumarill.

    —¡No! —se lamentó Lyra.
    —¡Poliwhirl, Disparo De Lodo! —ordenó Alice.
    —¡Slowking usa Psíquico! —exclamó Jimmy.

    Cuando Poliwhirl lanzó las bolas de fango hacia sus oponentes, de los ojos Slowking emanaron un brillo de color azul, y esta aura rodeó también a las bolas de fango. Entonces Slowking señaló a Octillery y a Poliwhirl, y las bolas de fango golpearon a ambos Pokémon.

    —Ahora estamos a mano —susurró Jimmy.
    —¡Muchas gracias, Jimmy! —le dijo la entrenadora de Johto fascinada.
    —¡Poliwhirl, Doblebofetón! —exclamó Alice.
    —¡Azumarill esquívalo y usa Doble Filo! —ordenó Lyra.

    El Pokémon renacuajo alistó sus puños e intentó golpear a Azumarill, pero éste los esquivaba todos mientras un aura amarilla lo empezó a rodear, y luego golpeó a Poliwhirl con todas sus fuerzas. Logro dar en el blanco, aunque también recibió daño al parecer.

    —Resiste Azumarill, lo hiciste muy bien —dijo Lyra animándolo.
    —¡Octillery, Rayo Aurora! —exclamó Brian.

    Octillery lanzó un potente rayo multicolor, que en cuestión de segundos golpeó a Slowking.

    —¡Slowking! —exclamó Jimmy
    —¡Ahora usa Pedrada! —ordenó el moreno entrenador nuevamente.
    Octillery fue rodeado por una especie de esferas brillantes, que posteriormente se convirtieron en rocas. Éstas fueran lanzadas continuamente a toda velocidad a Slowking y Azumarill.

    —¡Poliwhirl, usa Tambor! —ordenó Alice.
    —¿Tambor? —preguntó Ash.
    —Tambor reduce la energía del Pokémon a la mitad para maximizar su ataque —le explicó Paul—. Si el Pokémon tiene más de la mitad de energía disponible, funcionará.

    En efecto, el cuerpo de Poliwhirl fue rodeado por una energía roja, y empezó a sufrir daños. Una vez que el resplandor desaparecio, Poliwhirl se vio decidido. En eso, Alice y Brian intercambiaron miradas y asintieron.

    —¡Octillery usa Protección! —ordenó Brian.
    —¡Poliwhirl, usa Surf! —exclamó Alice con entusiasmo.

    Poliwhirl creó una gran ola y montó en ella. De paso, Octillery fue rodeado por un campo de fuerza color verde, que lo protegió de la gran ola. Ahora ésta iba por Azumarill y Slowking.
    Jimmy y Lyra quedaron impactados. Era una estrategia más que sorprendente. Surf se caracteriza por ser un ataque de gran potencia que afecta a todos los Pokémon del campo, y con el efecto del Tambor, su poder estaba duplicado, mientras que Octillery estaba a salvo gracias a Protección.
    Jimmy se quedó pensando unos segundos preocupado…

    —¡Eso es! —exclamó—. Lyra, ¿tienes alguna manera de proteger a Azumarill del ataque?
    —¡Claro! —contestó— ¡Azumarill Protección!
    —Bueno, creo que todo el daño se lo llevará Slowking… —dijo Alice.
    —No lo creo —respondió Jimmy con seguridad— ¡Slowking usa Manto Espejo!

    El cuerpo de Slowking fue rodeado por un color blanco reflectante, y en seguida interceptó la ola, logrando devolverla a sus contrincantes, mientras Poliwhirl se cayó de la ola, sufirendo el gran daño cayendo debilitado, y lamentablemente para Octillery, la protección había cesado justo cuando fue golpeado por la ola creada por su compañero de vuelta.

    —¡Poliwhirl y Octillery no pueden continuar, la victoria es para Jimmy y Slowking junto a Lyra y Azumarill!
    Alice y Brian regresaron sus Pokémon a las Pokébolas respectivamente con una sonrisa consoladora.
    —¡Tú pegas, tú ganas! —exclamó Jimmy con alegría levantando el pulgar, mientras Slowking celebraba con él.
    —¡Sí ganamos! —celebró Lyra dando brincos.
    —¡Azumarill, Azu! —gritó el Pokémon feliz.
    —Muy buena batalla —dijo Lucy—. La estrategia de Alice y Brian fue muy interesante, y la perseverancia de Jimmy y Lyra me gustó mucho.
    —Lo importante es que no se dieron por vencidos y se quedaron hasta el final, felicitaciones —dijo Lance a Jimmy y Lyra.
    —¡Sigan dando lo mejor de ustedes y llegarán muy lejos! —concluyó Norman.

    Y así, otra de las tantas batallas de la Conferencia de Batallas Dúo había finalizado, quedando pocas para concluí la primera ronda.
    Por otra parte, el tiempo de preparar las presentaciones dobles para los coordinadores había finalizado, por lo que estaban regresando al salón, cuando encontraron ahí a Wallace.

    —Lamento la ausencia de ayer y parte de hoy —se disculpó el supervisor—. Espero que hasta ahora hayan tenido una buena experiencia en la Poké-academia.

    Todos le agradecieron a Wallace, emocionados por tener tal celebridad al frente de ellos.

    —De acuerdo vamos a empezar con las presentaciones… —anunció Solidad.

    Después de varios nombres, fue turno de Timmy Grimm, quién, decidido, pasó al escenario.

    —¡Tropius y Castform salgan ahora!

    De ambas cápsulas salieron el Pokémon Fruto y el Pokémon Clima, ambos volando por los aires

    —Bien Castform, usa Día Soleado.

    De los ojos de Castform salió un rayo blanco disparado hacia el cielo, y el Sol empezó a brillar con mucha intensidad. Entonces, el cuerpo de Castform brilló y cuando el brilló se desvaneció, el Pokémon adoptó un color anaranjado con pequeños círculos del mismo color alrededor de su cabeza, era su Forma Sol. En contraste, Tropius empezó a volar de un lado a otro con mucha
    rapidez, ya que el Día Soleado le activó su habilidad: Clorofila.

    —Bien pensado —comentó Drew.

    —¡Ahora usa Meteorobola, Castform! —ordenó el coordinador de Pueblo Verdanturf.

    Castform entonces, disparó una bola de energía roja con arroyos de fuego a su alrededor hacia los aires.

    —¡Tropius, usa Dulce Aroma!

    El Pokémon fruto agitó sus alas a gran velocidad gracias a su habilidad, y creó ráfagas de un polvo rosado con luces brillantes, que llegaron a Castform en inmediatamente se acercó a su compañero y se subió a su lomo.

    —¡Ala de Acero!

    Una de las alas de Tropius comenzó a brillas y adoptó un color metálico, y gracias a su gran agilidad, llegó a la meteorobola en cuestión de segundos y la golpeó con el Ala De Acero, por lo que la esfera estalló y cómo resultado salieron diversos fuegos pirotécnicos, mientras los Pokémon volaban de un lado a otro sin parar.
    Una vez finalizada la exhibición de movimientos, los demás aplaudieron la notable presentación de Timmy.

    —¡Felicitaciones, es una de las mejores que hemos visto hasta ahora! —afirmó Solidad.
    —Sigue practicando y verás cómo continúas mejorando —añadió Robert.

    Luego siguieron otro par de presentaciones, hasta que Marina escuchó su nombre. Miró a su amiga, quién le deseó buena suerte y pasó adelante después de respirar lentamente.

    —¿Están listos? ¡Pink y Leafy, que comience la función! —gritó lanzando dos Pokébolas.

    Salieron entonces, Leafeon después de dar un giro en el aire y Wigglytuff, que flotó por los aires por un rato y luego aterrizó con elegancia.

    —¡Pink, a volar!

    El Pokémon Globo aspiró aire e hinchó todo su cuerpo, y empezó a flotar por los aires y se quedó al medio, encima de Leafeon.

    —¡Leafy usa Hoja Mágica!

    El Pokémon Verdor levantó sus orejas y lanzó las brillantes hojas de color verde claro hacia Wigglytuff.

    —¡Giro Bola, Pink!

    En el aire, las manos de Wigglytuff emanaron una luminosidad esférica, y su cuerpo se volvió rodeado de chispas de color azul claro. Entonces, empezó a girar a una gran rapidez, desviando así las hojas brillantes que le llegaba hacia los lados.

    —Leafy, ¡salta y usa Doble Equipo!

    Leafeon saltó, hasta quedar a la altura de Wigglytuff y se multiplicó.

    —¡Energibola!

    Leafeon y sus clones liberaron una verde bola de energía contra Wigglyftuff.

    —¡Gira y usa Doblebofetón, Pink!

    El Pokémon Globo entonces, giró nuevamente sobre su eje golpeando todas las bolas de energía con sus orejas, logrando desviarlas a las hojas mágicas, que, al colisionar, curiosamente quedaron una dentro de la otra.

    —¡Ahora Leafy, Hoja Aguda!

    El Pokémon Verdor y sus clones se dirigieron a las esferas de energía y la golpearon con la Hoja Aguda logrando estallarlas, dando como resultado un polvo brillante con aura verde esparcido por todo el escenario, mientras Leafeon y Wigglytuff volvían a tocar suelo.

    Tanto Marina como sus Pokémon, hicieron una reverencia, recibiendo varios aplausos y halagos.

    —¡Bien hecho, me gustó como se complementaron ambos Pokémon en la presentación! —exclamó la coordinadora de ciudad Pewter.
    —Nada mal, Marina. Haz avanzado bastante para ser tu debut como coordinadora —dijo el rubio coordinador de Hoenn.

    Luego siguieron avanzado, unas presentaciones salían exitosas, y otras… no tanto. Finalmente llegaron a la última coordinadora en la lista, Brianna.
    Brianna intercambió una mirada con Dawn y chocaron las palmas, mientras su compañera le deseaba buena suerte.

    —¡Surskit y Flaffy, es hora del espectáculo!

    El Pokémon zapatero salió de su Pokébola dando veloces saltos flotando por el escenario y el Pokémon lana lanzó un par de chispas al aire antes de aterrizar.

    —¡Flaffy usa Esporas De Algodón!

    Flaffy dio un gran saltó en medio del escenario y se puso a girar liberando una gran cantidad de bolas de algodón.

    —¡Surskit, Rayo Burbujas!

    Surskit imitando a su compañero, dio un gran salto quedando a una altura superior del Pokémon lana, y girando lanzó numerosas burbujas que atraparon a las esferas de algodón.

    —¡Sigan girando los dos! ¡Flaffy usa Chispazo!

    Flaffy liberó la descarga eléctrica contra las bolas de algodón envueltas en las burbujas, que rápidamente fueron pulverizadas, dejando un polvo brillante mutlicolor esparcido en todo el escenario, mientras ambos Pokémon seguían girando elegantemente, cada vez reduciendo más la velocidad.
    Finalizada su presentación, Surskit y Flaffy se acercaron a su entrenadora mientras los demás le dieron una fuerte aplauso.

    —¡Buen trabajo Brianna! —la felicitó Solidad— Tuviste una notable mejora si comparamos esta presentación con la de ayer.
    —¡Sí, me faltaba un poco de entrenamiento! —exclamó Brianna riendo nerviosamente.
    —Pues si sigues entrenando, tal vez llegues a estar en el Grupo avanzado en poco tiempo —afirmó Robert.

    La coordinadora de Isla Crisantemo se emocionó al escuchar aquellas palabras y se retiró agradecida del escenario.

    —¡Bueno, así concluye la sesión de hoy! —anunció Solidad—. Por cierto, me informaron que en el centro Pokémon habilitaron una máquina de transferencias, por si alguno de ustedes quiere hacer cambios en su equipo.
    —¡Hmm! Tal vez pase por ahí hoy —dijo May.
    —Quiero decir que todos tienen un gran potencial por lo que pude ver —afirmó Wallace—. Lástima que no pude ver las primeras presentaciones de demostración, pero más adelante podré observar su desempeño –añadió refiriéndose a May, Dawn y Drew.
    —Es todo por hoy, que tengan un buen día —concluyó Robert.

    Y así, los coordinadores se levantaron de sus asientos y se dirigieron al comedor después de haber finalizado la sesión del día.

    —¡Wow, May! ¡Me salió como yo quería, estoy muy feliz! —exclamó Marina.
    —¡Tú serás una gran coordinadora, ya verás! —afirmó la castaña coordinadora.
    —¡Pichu, Pi! —exclamó el pequeño Pokémon.

    Dichas estas palabras, Dawn y Brianna pasaron cerca de ambas coordinadores.

    —Oye Brianna, ¿Alcanzaste a escuchar la alarma cuando salimos al patio? —preguntó la coordinadora de Sinnoh.
    —Sí, creo que fue en la entrada de la Poké-academia —contestó—. Me pregunto que habrá sido.
    —¡Tal vez detectaron una Quita-novios por aquí cerca!

    Aquellas palabras las dijo en voz alta con el fin de irritar a la castaña, para luego alejarse de ambas coordinadoras con expresión de triunfo, mientras su compañera no dijo alguna otra palabra.

    —¿Qué es lo que le pasa? —preguntó May un tanto molesta.
    —No le prestes atención —le dijo su amiga— ¡Mejor celebremos nuestras grandes presentaciones del día de hoy!

    Y así ambas amigas continuaron hablando sobre sus presentaciones realizadas en la sesión del día, felices por sus notables avances, y cuando se dieron cuenta, ya habían llegado al restaurante.

    —¡Maay, Marinaaa! —gritó una voz a lo lejos.

    Era Nicolette, que llegó corriendo a donde las dos chicas con mucha felicidad y entusiasmo, dando varios brincos en el lugar.

    —¡Hola Nicolette! —la saludó la coordinadora de Ciudad Petalburgo—. ¿Qué tal tu día?
    —¡Hice mi primera captura! Observen mi capturador escolar —respondió mostrándoles dicho objeto, el cual las coordinadoras lo contemplaron admiradas—. ¿Y cómo estuvieron sus presentaciones!
    —¡Fenomenal, la presentación salió con éxito! —exclamó May.
    —Y a mí me dijeron que he avanzado bastante para ser mi debut —dijo Marina.
    — Chicas —dijo la futura Ranger abrazando a sus compañeras—. Nos irá excelente en la Poké-academia, ya lo verán.
    —¡Así será! —afirmó May—. A todo esto, ¿qué hay de almuerzo?
    —Sopa de pollo —contestó Nicolette.

    Cuando se dieron cuenta, Marina ya no estaba con ellas. Miraron por todos lados, hasta que la encontraron unos pocos metros de distancia, dónde la chica estaba hablando con Jimmy.

    —¡Jimmy! —exclamó sonrojada—. ¿Cómo te fue en la Conferencia de Batallas Dúo?
    —Bastante bien —respondió sonriéndole—. Pasé a la siguiente ronda.
    —¡Felicitaciones! —le dijo—. ¡A mí también me fue muy bien hoy!
    —¡Cierto! ¿Qué tal tu presentación doble?
    —Increíble —afirmó con alegría—. Me dijeron que he avanzado bastante como coordinadora.
    —¡Wow! ¿En serio?
    —¿Qué te sorprende? —preguntó la coordinadora de Pueblo Primavera—. ¿Qué tenga talento como coordinadora? —añadió esto último guiñádole un ojo coquetamente.
    —¿Qué? —dijo sonrojándose— ¡No es eso, es que…!
    —¡Ahí estás Jimmy! —lo interrumpió una voz.

    Era Lyra, quién lo tomó de la mano y se lo llevó a uno de los comedores.

    —¡Quiero presentarte a mis amigas! —exclamó.
    —¿Qué? —preguntó el entrenador de Pueblo Primavera confundido.

    Marina, entonces, volvió a sus amigas con cara de decepción.

    —¿Qué ocurre? —preguntó May.
    —Estaba hablando con Jimmy y de nuevo nos interrumpió esa Lyra…
    —¡Ah, no te preocupes! En algún momento van a poder hablar sin interrupciones —dijo la castaña coordinadora—. Mejor vamos a pedir el almuerzo, ¿les parece?

    Las tres chicas, entonces, hicieron fila para poder almorzar. En el resto de la tarde no pasó nada relevante. Todos los estudiantes de la Poké-academia se dedicaron a entrenar, ya que era una tarea que les habían dejado los tutores.
    Ya, en la noche, May se dirigía al centro Pokémon con el fin de hacer algunos cambios en su equipo.
    El vestíbulo parecía desierto, ya que no había algún estudiante por ahí, todos estaban en sus habitaciones, agotados de haber entrenado toda la tarde. O bueno, al menos eso parecía, ya que la castaña entretenida en sus pensamientos, tropezó con un entrenador.

    —¡Lo siento mucho! —se disculpó preocupada.
    —Ah, no te preocupes May —le dijo el entrenador, que no era nada más ni nada menos que el azabache.
    —¡Ash! —exclamó con una gran sonrisa—. ¿Cómo te fue el día de hoy?
    —Bastante bien, pasé a la segunda ronda de la Conferencia de Batallas Dúo —respondió—. Y escuché por ahí que fuiste de los mejores coordinadores y te eligieron para hacer una presentación doble para hoy.
    —Sí, junto a Drew y Dawn.
    —Ah claro, Dawn… —dijo ríendo nerviosamente.
    —Oye Ash, disculpa la pregunta pero, ¿Por qué Dawn a veces se comporta de una manera tan extraña? —preguntó la castaña con curiosidad.
    —Bueno ella no siempre fue así, pero…

    Al decir esas palabras, Ash tropezó y cayó a pocos metros de la coordinadora, sujetándola de las caderas, mientras ella lo sujetó de los hombros para evitar que se cayera.

    —¿Qué decías? —preguntó la castaña dulcemente, mientras le brillaban los ojos.
    —No recuerdo… —respondió el azabache lentamente, perdido en los ojos color zafiro de la coordinadora.
    —Creo que no es buena idea que estemos así —reaccionó la coordinadora de ciudad Petalburgo—. Recuerda lo que ocurrió en el restaurante el otro día… —añadió riendo.
    —Creo que tienes razón —dijo quitando sus brazos de la castaña—. Bueno, yo voy a la sala telefónica.
    —Y yo voy al Centro Pokémon —dijo sonriéndole—. ¡Nos vemos!

    El entrenador se alejó de la castaña, mientras ella sonreía grandemente mientras lo miraba.

    Y así, el segundo día de actividades de la Poké-academia ya estaba finalizando. ¿Qué Pokémon cambiará May en su equipo? ¿Qué habrá pasado con el Equipo Rocket? ¿Cómo habrá estado la sopa de pollo? ¡Atentos al próximo capítulo!
     
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    Valio la pena la espera, fue un buen capitulo, tomate el tiempo que quieras para el siguiente (inner: ¿el tiempo que quiera? recuerdo muy vien lo dsesperado que estabas por este capitulo no te hagas el comprensivo) ¿quieres otra patada, inner? (inner[asustado y sonriendo muy forzadamente]: continua cuando puedas, no hay prisa, no mucha al menos) mucho mejor, nos vemos.
     
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  4.  
    Izuna

    Izuna otouto de Uchiha Madara (¿?)

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    jkhfjghfjgh aleluya!!!!! lo continuaste despues de mil años jajaja okn pero mas de seis meses D: QUE TE PASO?
    en fin me gusto mucho el capi, valio la pena
    ese equipo rocket jajaja me imagine el lema igualito que en la serie xDD
    ¿Qué Pokémon cambiará May en su equipo?
    nu se, ni siquiera se cuales tienwe ahi -no se si lo habras dicho antes perro no recuerdo- es que no se, mas de seis meses ....
    ¿Qué habrá pasado con el Equipo Rocket?
    no se, llegaron a miami ? (?)
    ¿Cómo habrá estado la sopa de pollo?
    no se, sinceramente no me gusta la sopa de pollo xDD

    en fin me gusto mucho y espero que esta vez no desaparezcas sin dejar rastro!!!
    no sigas el mismo camino que yo! (?)
    en fin, nos leemos..
    PD: fjhgjhjf Paul *-*
     
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  5.  
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    O: que lindo :3, pensar que tuve que leer el fic entero de nuevo por que se me olvido todo, pero valió la pena
    pensar que no lo habías continuado desde Octubre del 2011, la espera valió muchiiisimo la pena :D, errores, debo decir que no me interese en revisar errores, etc. solo quede leyendo el fic como si no hubiera un mañana
    Sigo sin poder incluirme en la historia ya que se me olvido todo de pokemon por que me fui mas por el lado de las tsundere y otros animes que no tienen nada que ver con el tema, por ejemplo Zero no Tsukaima, Shakugan no Shana, Toradora, etc
    Ojala lo sigas pronto y que no te demores 2 años xD y por cierto, un placer poder volver a leer el fic de un amigo que llevo conociendo de hace mucho :'D, ESTOY ESPERANDO QUE PASO CON LA SOPA DE POLLO!!! xD
    bueno, ahora si xD me voy chauuu!! (^w^)/
     
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  6. Threadmarks: Capítulo 9: ¡Grandes revelaciones!
     
    Steve Yops

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    ¡Hola a todos! Aquí les traigo el noveno capítulo de esta historia, pues pasan varios sucesos importantes para la historia jeje. Espero que sea de su agrado, y dejen sus comentarios sobre el capítulo.
    Capítulo 9: ¡Grandes revelaciones!
    May entonces, después de ver como el entrenador de Pueblo Paleta se alejaba para irse a la sala telefónica, iba a seguir su camino a la sucursal del Centro Pokémon de la Poké-academia, pero al llegar vio que no había nadie en el lugar, así que se dirigió a recepción.

    —Hola, ¿en qué puedo ayudarte? —preguntó la recepcionista.
    —Quería hacer un cambio en mi equipo pero no hay nadie en el Centro Pokémon —respondió May.
    —Debes ser coordinadora —dijo la señora, sin recordar a la castaña por todas las caras que ha visto desde ese entonces—. Verás, hubo un error de información. Para hacer cambios en tu equipo debes ir a la Sala de Transferencias, ubicada en aquella puerta. Allí te atenderá Lanette —añadió señalando una entrada a su izquierda.
    —Ahora que lo pienso, ¿Para qué se usaba esa sala anteriormente?
    —Iba a ser el centro Pokémon, pero por cuestiones de espacio se hizo en la habitación de la derecha.


    May entonces pasó por las puertas automáticas, y al entrar pudo ver la nueva Sala de Transferencias.
    Ésta tenía en el piso baldosas blancas con un gran dibujo de una Pokébola en el centro. Las paredes eran verde manzana con varios dibujos de Pokébolas blancas. A unos metros hacia el frente de la coordinadora, habían cuatro máquinas de transferencia Pokémon que se diferenciaban por el color; describiéndolas de orden de izquierda a derecha: la primera era amarilla, la segunda era celeste, la tercera era verde y la cuarta era gris. La castaña volteó a ver a su izquierda, y vio en un pequeño escritorio a una muchacha de cabello café anaranjado sujetado en un par de trenzas, piel blanca, alta y delgada. Usaba anteojos y un pequeño gorro negro. Vestía de una blusa negra, pantalón del mismo color con líneas verdes horizontales en los talones, ambos cubiertos por un delantal verde sujetado por un cinturón blanco, y zapatillas verdes, con la lengüeta color negro, con la planta de color blanco. Esta chica estaba muy concentrada frente a su PC.


    —Hola, tú debes ser Lanette ¿verdad? —saludó la Castaña.

    La muchacha de trenzas pegó un brinco del susto, ni siquiera se había dado cuenta que la coordinadora de Ciudad Petalburgo había entrado al lugar.

    —¡Ho-hola! —tartamudeó—. ¡Sí, yo soy Lanette! ¿Qué se te ofrece?
    —Quiero hacer una transferencia Pokémon.
    —Claro, si no para que vendrías aquí... —dijo irónicamente al creer que su pregunta era muy obvia—. ¿A qué región harás la transferencia?
    —Hoenn.
    —De acuerdo entonces… -Se detuvo en ese momento—. Espera, ¡ya sé quién eres! ¡Eres May Balance, la coordinadora!
    —¡Sí, esa soy yo! —dijo la castaña sonriendo.
    —¿Y ese Pichu es tuyo? —dijo Lanette viendo al Pokémon Ratoncito.
    —Sí, salió de un huevo Pokémon que me regalaron en la región Johto.
    —¡Hola pequeñito! —saludó la chica de trenzas.
    —¡Pichu! —exclamó el Pokémon mientras levantaba su mano saludando.
    —¡Ay por Dios, esto es un honor! —exclamó fascinada mientras agitaba la mano de la coordinadora para saludarla—. ¡Te vi en tus concursos de Hoenn, yo también soy de allá!
    —¡Vaya, me alegra saber eso!
    —Bueno, volviendo al tema, utiliza la máquina color verde; esa es la máquina de transferencias para la región Hoenn.
    —¡Muchas gracias!


    La castaña coordinadora se dirigió entonces a la máquina de transferencias del color mencionado. Allí había un pequeño video-teléfono, por el cual marcó el número del Centro Pokémon de Ciudad Petalburgo. Pasaron unos minutos y cuando la llamada fue recibida, Caroline apareció en pantalla.

    —¡Hola May, justo estaba llegando al Centro Pokémon!
    —¡Hola mamá! ¿Traes a los Pokémon que pedí?
    —Sí, tu padre habló conmigo en la tarde y me informó de los Pokémon que querías: Beautifly y Skitty.
    —¡Sí! —afirmó la coordinadora—. Te enviaré a Munchlax de regreso, ¡De seguro se divertirá jugando con Bulbasaur!


    Entonces, la coordinadora depositó las Pokébola de Munchlax en el espacio de teletransporte, y luego de apretar el botón de transferencia, el cañón teletransportador emitió una luminosidad, y la Pokébola fue enviada hacia Hoenn.
    Luego, otro resplandor fue emitido por el cañón y aparecieron dos Pokébolas.


    —¡Bienvenidos! Ha pasado mucho tiempo —dijo la coordinadora recibiendo a sus Pokémon—. ¡Gracias mamá!
    —¡De nada hija, cuídate! —se despidió Caroline.


    La video-llamada entonces, finalizó, y la castaña decidió sacar a sus Pokémon recién re-integrados.

    —¡Beautifly, Skitty… a escena!

    De las Pokébolas salieron entonces el Pokémon Mariposa y el Pokémon Gatito, alegres de ver a su entrenadora nuevamente.
    Pichu saludó entonces a sus compañeros de equipo, y estos empezaron a jugar con él, mientras la coordinadora los contemplaba.


    —Beautifly y Skitty fueron los primeros Pokémon que capturaste, ¿verdad? —preguntó Lanette, acercándose para ver aquel momento.
    —Así es, y con ellos participé en mis primeros concursos —respondió May mirando con dulzura a sus Pokémon.


    Y así, ambas chicas observaron por un rato cómo los tres Pokémon se divertían al compartir.
    Mientras tanto, el azabache ya había llegado a la sala telefónica, y en esos momentos se encontraba en la cabina 2, hablando con su madre.


    —¿Tienes calzoncillos limpios? ¿Dejaste secando tu toalla después de bañarte? —cuestionó Delia.
    —¡Sí mamá, no te preocupes! —respondió el azabache avergonzado.
    —Así me gusta Ash —dijo su progenitora—. Y cuéntame, ¿cómo te ha ido hasta ahora?
    —¡Excelente mamá! —exclamó el entrenador—. ¡Pasé a la segunda ronda de la Conferencia de Batallas Dúo!
    —Me lo imaginaba, te felicito mucho Ash —le dijo sonriendo grandemente—. Y, ¿las cosas con Dawn van mejorando?


    Pikachu hizo un gesto de desprecio al escuchar ese nombre.

    —Emm… siguen igual supongo —dijo el azabache un tanto incómodo.
    —Ash, si aún no entiendes estas cosas no deberías estar con ella, ¿no crees?
    —Pero así ella está mejor…
    —Pero al final terminarás haciéndole más daño de lo que ya ha sufrido… —le dijo su madre preocupada—. No sé si sea conveniente seguir así porque sí nada más. Te lo digo porque soy tu madre y te amo hijo, y de verdad no quiero que termines en un problema innecesario.
    —Eso es cierto… —dijo Ash pensativo—. Lo pensaré y te digo lo que decida ¿te parece?
    —Claro que sí hijo —dijo asintiendo y mirándolo con dulzura—. Por favor cuídate mucho, y tú también Pikachu.
    —¡Pikachu…! —exclamó el Pokémon conmovido.
    —También tu mamá, mañana te llamo, lo prometo —le dijo el entrenador— ¡Te quiero!
    —Yo también.


    Y finalizó entonces la video-llamada, y Ash, sin salir de la cabina, conversó con su Pokémon.

    —¿Qué crees que debo hacer Pikachu? —le preguntó—. ¿Debería terminar con Dawn?
    —¡Pi, Pikachu, Pika, Pikachu! —dijo el Pokémon emocionado, asintiendo continuamente y pegando un par de saltos sobre las piernas de su entrenador.


    El entrenador se rio con la reacción de su Pokémon y posteriormente echó una mirada hacia la Sala telefónica.

    —Bueno, ya deberíamos irnos. —Se marchó entonces de lugar para ir a su habitación.

    En esos momentos, en la habitación 21D había una chica caminando impacientemente de un lado a otro sin parar, mientras le hablaba a sus compañeras de cuarto.

    —¡No puedo creer cómo se volteó el día! —se quejaba—. ¡No le pude ganar la apuesta a May Balance, y en el almuerzo Ash ni siquiera me prestó atención!
    —Vamos Dane, no es la graaan cosa —le dijo Lyra haciendo énfasis en la palabra en cursiva—. En el fondo ambas saben que tú eres mejor; y ya podrás compartir con Ash en la cena.
    —‘No entiendo cómo un simple comentario pudo influir de semejante manera en la respuesta del resto’ —pensó Brianna resignada.


    Al escuchar las palabras de Lyra, la coordinadora de cabellos azules empezó a calmarse poco a poco.

    —Creo que tienes razón, Lyra… —dijo—. ¡Me calmaré, y confiaré en que las cosas saldrán súper!
    —¡Esa es mi amiga! —exclamó la entrenadora de Johto entusiasmada.


    En ese momento sonó la campana, que informaba que era hora de la cena.

    —¿Listas?, ¡vamos al restaurante! —exclamó saliendo con sus compañeras sujetándolas de los codos.

    Salieron entonces de la habitación con una sonrisa y aire de triunfo. Se detuvieron un rato en el vestíbulo y mientras que Lyra y Brianna intercambiaban un espejo y un cepillo para peinarse respectivamente, la chica de cabellos azules, dio un paso adelante y miró de un lado a otro.

    —¡Ya lo vi! —exclamó.

    Encontró lo que estaba buscando. Del pasillo A de los dormitorios de los chicos, estaban saliendo Ash Ketchum acompañado de su Pikachu y compañeros de cuarto.

    —¡Por fin llegó la hora de la cena! —exclamó el azabache —. Muero de hambre.
    —Pika… —susurró Pikachu hastiado de tal comentario.
    —¿En serio? —preguntó Jimmy con ironía.
    —No sabía… —dijo Paul con sarcasmo.
    —¡Ash, Ash, Ash! —exclamó la coordinadora de Sinnoh acercándose con sus amigas al grupo de chicos.
    —¡Dawn, Dawn, Dawn! —respondió su novio acompañado de una risa nerviosa.


    Pikachu giró sus ojos con antipatía al ver al grupo de chicas llegar hacia ellos.

    —¿Vamos? —le dijo la chica de cabellos azules señalándole el restaurante.

    El azabache asintió. Entonces su novia lo tomó de la mano, y el grupo partió el caminar. Sin embargo, en el trayecto, uno de los chicos que iba con ellos veía a ratos con incomodidad a Ash y Dawn sujetados de la mano.
    Minutos después de que aquel grupo ya se había ido del vestíbulo, aparecieron un par de chicos, que se dirigían al mismo lugar.


    —Oye Vincent, ¿no has visto a Drew? —preguntó Timmy preocupado.

    El entrenador castaño negó con la cabeza.

    —Qué extraño —dijo el coordinador de Verdanturf—. No lo he visto desde que terminó la sesión de actividades de hoy.
    —Sí… —dijo Vincent—. Oye, ¿y has visto a Marina? —añadió ansioso.
    —No, Vincent… —respondió hostigado—. Una vez más te digo que no la he visto.
    —¡Rayos…!


    El susodicho coordinador se encontraba en el patio de recreos, sentado en una de las bancas, contemplando las estrellas que indicaban la llegada del anochecer, mientras se sumía en sus pensamientos. Recordaba su llegada a la Poké-academia, recordaba los aplausos que ha recibido con sus presentaciones, pero sobretodo, se puso a pensar en la castaña, en cómo ella al parecer no se daba cuenta de lo que él sentía, de la vez en que los listones Terracota se juntaron en el aire por obra del Baltoy de Timmy, y ella con el azabache se miraban detenidamente a muy pocos metros de distancia. Y luego, recordó las veces que la coordinadora de cabellos azules le mencionó que podía ayudarlo para poder atraer la atención de la castaña.
    El coordinador de ojos verdes suspiró. ¿Qué debía hacer?, ¿sería conveniente aceptar la propuesta de Dawn?
    Y por último, se le vino a la cabeza un último recuerdo en ese momento. Recordó cuándo miraba hacia el horizonte en ese mismo patio, después de haber visto el momento mencionado anteriormente entre Ash y May, y logró captar un silencioso sollozo que provenía de Brianna, recordando además la conversación que los dos tuvieron.
    El chico miró una vez más el cielo, con una expresión de confusión en su rostro.


    —‘Bueno, me voy al restaurante antes de que se haga tarde y no pueda cenar…’ —pensó y posteriormente se dirigió al lugar mencionado.

    En aquel sitio, se encontraban en una misma mesa los seis sujetos que se habían encontrado en el vestíbulo, es decir, Ash, Dawn, y sus respectivos compañeros de habitación.
    Mientras todos sus Pokémon se encontraban comiendo su comida, sus entrenadores ya habían terminado de comer.


    —¡Ahhh, estuvo deliciosa la cena! —exclamó Ash satisfecho.
    —Dime Ash, ¿qué tal tu día? —preguntó la coordinadora de Sinnoh.
    —Bastante bien, ya gané mi primera batalla —le contestó su novio.
    —¡Ahh… súper! —exclamó Dawn.


    La chica acompañada del resto se quedó observando al azabache mientras él les devolvía la mirada sin entender lo que ocurría.

    —Y… ¿no tienes nada qué decirme? —preguntó Dawn.
    —Mmmm… no. Creo que no.


    La coordinadora de cabellos azules se irritó de gran manera al escuchar aquella respuesta.

    —¿Saben? Voy a ver si hay postre o algo… —dijo ella parándose de la mesa, y regresando a sus Pokémon a las Pokébolas.
    —Pero Dane, el postre ya nos lo dieron junto a la comida… —dijo Lyra inocentemente.
    —¡¡Pues quiero ver si sobra algo!! —gritó Dawn furiosa, alejándose del grupo, pero en vez de dirigirse a la barra de menús, se fue en dirección opuesta para irse del restaurante.
    —Ohh… creo que mejor voy con ella —dijo Lyra, yéndose también de lugar con sus Pokémon ya en sus cápsulas respectivas—. ¡Nos vemos Jimmy!


    Brianna miró entonces a los tres chicos.

    —Emmm… ¡con permiso! —dijo en voz baja la chica sonriendo tímidamente, realizando la misma acción que sus compañeras, pero dirigiéndose al mostrador.

    Paul y Jimmy, voltearon a ver a Ash con una mirada juzgadora.

    —¿Qué, acaso dije algo malo? —preguntó el azabache con inocencia.

    Sus compañeros entonces, golpearon sus rostros con su mano respectivamente, exasperados.

    —¿Sabes Ketchum? Deberías apreciar un poco más lo que tienes… —dijo Paul, marchándose del restaurante.
    —¿Qué? —dijo el azabache molesto— ¿De qué habla Paul?
    —Ash… —le dijo Jimmy calmado pero con seriedad al mismo tiempo —. No habías visto a Dawn en todo el día y ni siquiera le preguntaste cómo estaba.
    —Oh… era eso —dijo el entrenador de Pueblo Paleta—. Tienes razón, la verdad estuve muy mal…
    —Bueno, ya te queda hablar con ella más tarde amigo… —le dijo el entrenador de Pueblo Primavera.


    El entrenador azabache asintió, y luego quedó cabizbajo guardando silencio, recordando la conversación que tuvo hace rato atrás con su madre.
    La puerta de la habitación 21D se abrió, entrando una furiosa pero dolida chica de cabellos azules, sin decir palabra alguna y cerró la puerta de golpe.
    Pasó un muy corto lapso de tiempo para que sintiera que la puerta se volvía a abrir, entrando Lyra muy preocupada por su amiga.


    —Dane… —dijo la entrenadora del gorro al entrar
    —No lo entiendo… —dijo Dawn—. Trato de ser… una buena novia, una novia presente, que le pueda ayudar en lo que necesite, que siempre esté para él… ¿¡Y recibo esto a cambio!?


    Aquellas últimas palabras lo dijo con la voz quebrada mientras una lágrima le corría por su mejilla. Lyra, con mucho pesar fue a abrazar a su amiga, mientras ésta se lamentaba sollozando fuertemente… se sentía realmente destrozada. ¿Por qué su novio no valoraba nada de lo que ella hacía por él?, se preguntaba la coordinadora de Sinnoh con una sensación realmente amarga.
    Unos instantes después, ambas chicas se sentaron sobre una de las camas, mientras la coordinadora lloraba adolorida mientras se cubría con una cobija.


    —Dane, entiendo lo que me quieres decir, pero si él no es capaz de ver cuánto lo quieres, ¿no crees qué es hora de terminar esto ya?
    —No sé si quiera hacerlo Lyra… yo lo amo y de verdad no quiero perderlo —respondió la chica de cabellos azules con desconsuelo.
    —Y aunque suene feo… ¿qué tal si él ni siquiera le preocupa el hecho de perderte? Digo ya estuvo a punto de perderte con el incidente del listón que comparte con May…
    —Por favor, no me la menciones ahora —le pidió la coordinadora refiriéndose a la castaña.
    —Pero Dane, ella no tiene la culpa tampoco… el problema no es ella, el problema es tu novio que no sabe lo que quiere. Ni siquiera entiende qué es el amor…


    Dawn lanzó un suspiro, abatida por la situación.

    —No lo sé, pero las cosas no pueden seguir así por mucho tiempo… —dijo ella.
    —Y ahora es qué me lo pregunto… ¿Cómo fue que se hicieron novios?
    —Bueno básicamente yo le pedí ser mi novio. Unos días antes de mi primer concurso yo me empecé a dar cuenta que él me gustaba, y estaba pensando en cómo hablarle de mis sentimientos.
    >>Después de llegar a Ciudad Jubilo, mi primer concurso Pokémon ya había iniciado. Había logrado llegar a la ronda final, y me enfrentaría con Zoey. Pasé al escenario decidida, y miré el listón que me obsequió mi madre. Me sentía preparada y estaba dispuesta a darlo todo, pero justo antes de empezar la batalla hubo una pequeña explosión. Afortunadamente nadie salió herido, pero apareció el Equipo Rocket, para arruinarlo todo como siempre. Ahí fue cuando Ash se puso en acción y logró deshacerse de ellos.
    >>Sin embargo, esos tres rompieron el monitor del escenario y el listón del concurso con el estallido, y el concurso fue cancelado.
    >>Cuando ya sentía que las cosas iban mal, sentí que algo me faltaba, y revisé mi mano y me di cuenta que el listón de mi mamá había desaparecido. Lo busqué por todas partes pero nunca pude encontrarlo.
    >>Entonces, luego que finalizó todo, me sentía abatida, y me quedé sentada en el vestíbulo del auditorio. Ahí llegó Ash para consolarme. Fue entonces cuando decidí decirle lo que sentía. Él al principio se quedó callado, estaba impresionado, y yo, desilusionada, quise irme, pero él me detuvo y me dijo que, aunque no entendía nada del amor y esas cosas, iba a hacer el intento, a ver si funcionaba…
    —Wow… —dijo Lyra impactada—. Nunca pensé que había tanta historia detrás.
    —Sí… se puede decir que ese concurso fue el único que no pude ganar, porque en realidad nadie pudo hacerlo —dijo la coordinadora—. Pero después que perdí el listón de mi madre por culpa del Equipo Rocket, me di cuenta que no podía dejar que me quitaran lo que era mío para luego burlarse de mí.


    Lyra miraba a su amiga con mucha tristeza al ver el dolor que ella tenía dentro.

    —Y pensar… pensar que yo convencí a Ash de venir conmigo a la Poké-academia, convencida de que todo iba a estar genial y seríamos felices los dos juntos —añadió la coordinadora de Sinnoh.

    Dichas esas palabras, la puerta que se volvió a abrir una vez más. Esta vez entró Brianna, que venía con unas galletas y un pequeño frasco de leche con una tapa rosada.

    —Toma Dawn —le dijo pasándole las galletas y la leche—. Estas son Galletas Lava, la especialidad de Pueblo Lavaridge, en Hoenn. Y esta es la Leche Mu-Mu, la mejor de la región Johto. Espero que te haga sentir mejor.
    —¡Gracias que linda! —le dijo Dawn aceptándole las galletas y la leche.


    Brianna sonrió grandemente con ternura, y la coordinadora de cabellos azules empezó a beber la leche y a comer sus galletas mientras su amiga Lyra le dio un gran abrazo.
    Mientras tanto, un Beautifly se paseaba de un lado a otro en la habitación 10D volando con elegancia por los aires, mientras un Skitty se perseguía su cola girando en el mismo sitio y tres chicas sentadas en sus respectivas camas los contemplaban.


    —¡Beautifly y Skitty están muy hermosos! —exclamó Marina fascinada.
    —¡Sí, has hecho un muy buen trabajo al criarlos! —dijo Nicolette.
    —¡Muchas gracias! —exclamó May—. Fueron mis primeros Pokémon capturados, y éste de aquí es el más reciente —añadió acariciando a su Pichu, que estaba sentado en sus piernas.
    —A todo esto… ¿Hace cuánto sonó la campana de la cena? —preguntó Nicolette.
    —Hace unos… ¡Ay por Dios, hace media hora! —exclamó alarmada mirando su Poké-Gear.
    —¡¡No puede ser nos perderemos la cena!! —gritó May con pánico.


    Regresó entonces sus Pokémon a sus respectivas Pokébolas, con excepción de Pichu, que se subió encima de su hombro, y las chicas corrieron a gran velocidad hacia el restaurante.
    Llegaron casi en medio minuto al restaurante, y ya casi no quedaba gente, aunque aún estaban atendiendo.


    —¡Gracias al cielo…! —exclamó May aliviada.
    —Sabía que serías la más preocupada… —dijo Marina con una sonrisa irónica.


    Fueron entonces a la barra de menús con sus bandejas, sin necesidad de espera, pues ya no había fila alguna.
    Pudieron notar que la cena eran Espaguetis con salsa de carne, jugo de frambuesa, y de postre, gelatina de fresa.
    Las chicas estaban buscando una mesa hasta que escucharon que un niño las llamaba.


    —¡Hey, May, por aquí!
    —¡Allá vamos Max! —exclamó la castaña contenta al ver a su hermano.


    Las tres chicas entonces, se sentaron con el hermano menor de la castaña, que estaba acompañado por su amiga Vivi Winstrate. No habían llegado hace mucho al parecer, pues el plato de ellos aún seguía medio lleno. Al lado de ellos estaban el Ralts de Max y la Marill de Vivi comiendo su comida Pokémon.

    —¡Qué bueno verte! En el almuerzo este lugar estaba tan lleno que nunca te pude encontrar… —dijo May.
    —No te preocupes —le dijo su hermano acompañado de una leve risa—. ¿Y cómo te fue hoy?
    —¡Súper, mis combinaciones salieron muy bien! —exclamó la castaña—. Y mi amiga no se queda atrás…
    Marina echó una risa sintiéndose halagada.
    —¡Bueno, la práctica hace al maestro! —dijo la coordinadora de Johto.
    —¡Me alegra eso! —exclamó Max sonriendo— ¿Y cómo va tu camino de ser Ranger, Nicolette?
    —Increíble, observen lo que me entregaron hoy —dijo sacando su capturador.


    Max y Vivi observaron el capturador admirados, intercambiando miradas de asombro entre ellos.

    —¡Vaya, se ve genial! —exclamó Vivi.
    Pichu entonces, se sentó sobre la castaña, tirando de su brazo con desesperación.
    —¿Qué tienes, Pichu? —preguntó—. ¡Ay por Dios, no les hemos dado la comida a nuestros Pokémon!


    May y Marina reaccionaron entonces, y abrieron los frascos de comida y pusieron las porciones en los tazones, y luego sacaron a sus Pokémon de sus Pokébolas, que empezaron a comer inmediatamente.

    —Oye May, ¿Son Beautifly y Skitty? —preguntó el niño observando a las criaturas.
    May asintió con alegría.


    —Sí, fui a la Sala de Transferencias, y mi mamá me envió a ellos dos y yo le envié de vuelta a Munchlax —dijo ella.
    —Oh, entonces ahora tienes seis Pokémon en tu equipo —dijo Max.


    Su hermana asintió nuevamente.

    —A todo esto, ¿cómo estuvo tu día, hermanito? —dijo.
    —Emmm… regular…
    —¿Eh? ¿Por qué?


    Max se resignó a responder y en su lugar empezó a hacer pucheros enojado.

    —Hay un chico llamado Landis en nuestra clase, y respondió una pregunta en la que Max se equivocó —dijo Vivi mirando a Max con compasión.
    —No es sólo por eso, luego de eso empezó a burlarse de mi respuesta errada. Ese chico es un engreído —añadió Max.
    —No le prestes atención, tú sabes que eres muy inteligente hermanito… —le dijo la coordinadora de Hoenn sonriéndole grandemente, y su hermano le devolvió la sonrisa.
    —Oigan, ese Landis del qué hablan… ¿es el hijo del presidente de Poké-reloj S.A? —preguntó Marina.


    Max y Vivi asintieron.

    —¿Tú lo conoces? —le preguntó May
    —A él no, pero sí a su padre —explicó Marina—. Cuando yo era una ídolo Pokémon, salí en un anuncio publicitario de los Poké-relojes.
    —¡Interesante! —exclamó la castaña—. ¿No crees Nicolette? ¿…Nicolette?


    La futura Ranger se estaba devorando su plato de comida mientras los demás hablaban, y cuando May hizo la pregunta, Nicolette ya estaba terminando.

    —Ah, ¿qué?, ¿cómo dices? —dijo.
    —Creo que tenías más hambre que nosotras… —dijeron May y Marina al unísono.
    —Bueno, ustedes hablaban y hablaban y realmente yo no podía esperar —dijo Nicolette encogiéndose de hombros con inocencia.


    Los demás rieron y prosiguieron a comer, aunque no demoró mucho aquello, pues el hambre los dominaba y los espaguetis estaban deliciosos. Pasaron cerca de 15 minutos y ya estaban todos satisfechos.

    —¡La cena estuvo fabulosa! —afirmó May.
    —¡Definitivamente! —la apoyó su hermano.
    —Sí… Bueno, pronto se va a hacer tarde y es mejor evitar problemas. Deberíamos irnos —propuso Marina.


    Todos estuvieron de acuerdo, así que Pichu volvió al hombro de su entrenadora y regresaron a los demás Pokémon a sus Pokébolas, y se fueron de aquel sitio. Se despidieron todos en el vestíbulo para dirigirse a sus respectivos dormitorios, adelantándose los menores en partir, pero…

    —May, necesito hablar contigo un minuto.

    La castaña y sus compañeras de habitación voltearon a ver de quién se trataba, y era el coordinador de cabello y ojos verdes.
    Pichu entonces bostezó, estando a punto de quedarse dormido.


    —Drew, ¿podría ser en otro momento? Ya es un poco tarde y Pichu está quedándose dormido.
    —Realmente es algo muy importante y no puede esperar —le respondió el coordinador con mucha seriedad.


    Las chicas intercambiaron miradas.

    —No te preocupes, yo me hago cargo de Pichu hasta que llegues —le dijo Marina.

    El Pokémon Ratoncito entonces, saltó a los brazos de la coordinadora de Johto y se quedó dormido.
    May se despidió de sus compañeras de habitación y se sentó con Drew en uno de los sillones del vestíbulo.


    —¿Qué ocurre? —preguntó la castaña.
    —De casualidad, ¿no has notado que alguien te trata un poco diferente últimamente?
    —Hmmm… la verdad no me había puesto a pensar en eso —dijo la castaña pensativa.
    —¿En serio?
    —Bueno, ahora que lo dices, creo que sí he notado un cambio en alguien…
    —¿Ah sí? —preguntó el coordinador empezando a emocionarse.
    —¡Sí!
    —¿Sí?
    —¡Sí!
    —¡Sí! ¿Y quién es?
    —¡La cocinera! —exclamó la castaña.


    A Drew se le borró la sonrisa de su rostro y sintió que se le caía la cara de la vergüenza al escuchar el comentario de la coordinadora de ciudad Petalburgo.

    —¡Sí, sabes, ahora se aprendió mi nombre y siempre que me habla me da buenas energías! —exclamó May—. ¡Vaya… hay gente tan agradable!
    —Bueno, la persona que tenía en mente no era la cocinera…
    — Ah, ¿y entonces?
    —May, ¿cómo me describirías tú cuando nos conocimos?
    —Bueno, espero no ser muy dura pero te describiría como alguien un poco presumido, a veces serio, difícil de poder conocer más profundamente…
    —Bueno, ¿y cómo he sido últimamente contigo?
    —Haber… Has sido mucho más amable, de hecho me has llegado a decir cumplidos, incluso me has hecho reír y… —La castaña ruborizada, hizo una pausa.
    —¿Y…?
    —Y últimamente que me das rosas, no me dices que es para Beautifly o algún otro de mis Pokémon… —susurró May tímidamente.


    Drew se ruborizó levemente al escuchar aquellas palabras.

    —Drew… —susurró May mirando con tristeza al coordinador.
    —May, tú…. Me gustas.


    Aquellas palabras cayeron como una bomba realmente pesada hacia la coordinadora de Hoenn. No sabía qué hacer ni decir. Se sintió inmovilizada. Miraba al coordinador por ratos, y cuándo él dirigía sus ojos hacia ella, ella desviaba su mirada hacia otro lado.

    —¿Y, qué dices? —dijo Drew mirando desesperanzado a la castaña.
    —Drew… eres un chico muy lindo, por dentro y por fuera. Pero yo no puedo decirte que quiero ser tu novia o algo así… no ahora —le dijo la castaña con pesar.
    —¿Y por qué? —preguntó el chico—. ¿Es por Ash Ketchum?


    May abrió los ojos sorprendida, e intentó responderle a Drew pero no pudo emitir ni un solo sonido de su boca. Aquella pregunta en seco la dejó sin palabras.
    El coordinador de Ciudad Larousse se resignó a seguir con el cuestionario, y suspiró.


    —Bueno, en el caso de que sea por él, sólo te digo: ten mucho cuidado —dijo él.

    La castaña lo miró con incertidumbre.

    —Sabes bien que ese chico no entiende nada de estos temas, y puedes salir lastimada —continuó el coordinador—, y además su novia es bastante celosa por lo que he podido ver.

    Dichas esas palabras, el coordinador se levantó de su sillón y se fue a su dormitorio.
    La castaña quedó allí, inmovilizada. Quedó realmente impactada con todas y cada una de las palabras de Drew. Era como una gran revelación que le llegó de la noche a la mañana. Fue una noticia sin anestesia, tanto su declaración como su consejo sobre Ash.
    Miró por una ventana hacia el horizonte, guardando silencio, sintiéndose realmente confundida por todo lo que acaba de pasar, hasta que sintió que el sueño le estaba ganando, y decidió irse a dormir.
    Cuando llegó a su cuarto, sus compañeras ya estaban dormidas al igual que su Pichu, quedándose dormido junto a Marina.
    La castaña silenciosamente se puso su pijama y se acostó, aun pensando en la conversación con el coordinador de cabello verde. Lanzó un gran y largo suspiro, cerró los ojos y se quedó dormida.
    Fue una noche llena de ronquidos y sueños, estaban todos los estudiantes agotados después de un largo día de actividades.
    Pasó el anochecer y el sol iluminó a la Poké-academia, empezando a haber movimiento dentro de ella.
    Ahí, en la habitación 21D, Brianna se encontraba profundamente dormida hasta que alguien la empezó a agitar continuamente.


    —Brianna, no te puedes quedar dormida otra vez o tendrás problemas con Solidad y Robert —le dijo Dawn.

    La coordinadora de Isla Crisantemo apenas pudiendo despegar sus párpados, se levantó de su cama lentamente, pegando un gran bostezo y estirando sus brazos.

    —Oye Dane, ¿estás mejor? —le preguntó Lyra poniéndole una mano sobre su hombro.
    —Claro que sí —le respondió guiñándole un ojo.


    En esos mismos momentos, se encontraban tres chicos despertando de la habitación 5A.
    Uno se duchó en cuestión de segundos y fue el primero en irse. Mientras los otros dos fueron los últimos en salir de la habitación.


    —¿Cómo sigues? —preguntó Jimmy.
    —Bien. Creo que en el almuerzo hablaré con Dawn —le respondió—. Luego del desayuno quiero aprovechar el pequeño tiempo libre para hacer unos cambios en mi equipo.


    En la habitación 10D, se encontraba una chica con la mirada perdida, distraída, poniéndose los zapatos casi de manera mecánica.

    —Y bueno, decidí hacer una combinación nueva que de seguro… —decía Marina, hasta que hizo una pausa al darse cuenta del estado de su amiga—. May, ¿estás bien?
    —¿Eh? —dijo aterrizando—. Ehh, sí, sí claro.


    Marina y Nicolette se miraron confundidas, y volvieron la mirada hacia la coordinadora de Hoenn.

    —¿Segura? Te he visto un poco ida… —le dijo Marina.
    —Sí, no te preocupes… —dijo en voz baja.
    —¿Fue por algo que te dijo Drew anoche? —preguntó Nicolette.
    —¿Eh? ¡No claro que no!


    Marina y Nicolette intercambiaron una mirada pícara.

    —¡Claro que sí! —exclamó Marina—. ¿Qué fue lo que te dijo?

    May lanzó un suspiro.

    —Me dijo que yo le gustaba… —dijo ella.

    Nicolette y Marina lanzaron un grito de asombro, mientras May les hacía señas que bajaran la voz.

    —¡Lo sabía! —exclamó Marina—. Desde hace rato que eso se me venía pasando por la cabeza…
    —¡Vaya! —dijo Nicolette—. ¿Y tú que le dijiste?
    —Que por ahora no podía prometerle nada…
    —¿Y él sabe por qué? —preguntó Marina.
    —Lo supo sin que yo se lo dijera —respondió May con pesar—. ¡No sé qué hacer! Me siento confundida.


    Marina y Nicolette miraron a la castaña conmovida y fueron a abrazarla.

    —No te preocupes May, pronto encontrarás la respuesta… —le susurró Nicolette.
    —Tú tranquila, si él en verdad te quiere, te entenderá —le dijo Marina guiñándole un ojo—. Tú hiciste lo correcto con serle sincera, así que no te preocupes por nada, amiga.


    May se sintió realmente agradecida y volvió a abrazar a sus compañeras, hasta que se sentirse con más fuerzas.

    —¡Gracias a las dos! —les dijo—. Bueno, ahora vamos al restaurante que me muero de hambre…
    —¡May Balance ya regresó! —dijeron Marina y Nicolette al unísono.


    En dicho lugar, Dawn y sus amigas estaban llegando a una mesa, sentándose primero Lyra y Brianna, hasta que Paul se acercó a ellas y dirigió la mirada hacia la chica de cabellos azules.

    —Hola Dawn, ¿estás mejor? —le preguntó.

    La coordinadora de Sinnoh lo miró con dulzura.

    —Claro que sí, muchas gracias —le respondió, y le dio un beso en la mejilla.

    Al entrenador de ciudad Veilstone se le dibujó una gran sonrisa y se sonrojó levemente.

    —¡Ejem…! Bueno —dijo mientras trataba de contener la emoción—, yo venía a preguntarte eso. ¡Nos vemos luego!

    —Ok, ¡nos vemos! —le dijo Dawn mientras le sonreía.

    El entrenador de Sinnoh se alejó del grupo de chicas, dirigiéndose a la fila. Cuando se aseguró que no lo viera nadie conocido, susurró un “¡Sí!”, mientras empuñaba su mano en señal de victoria.
    Entonces, Dawn se sentó en la mesa con sus amigas, a tomar su desayuno: huevos revueltos, pan tostado y café con leche.


    —Dane, ¿qué has pensado con respecto a May? —preguntó Lyra.
    —Pienso que hay que estar muy alerta —respondió Dawn—. Si ella se llega enterar que Ash y yo estamos mal, de seguro tratara de acercársele todo lo que pueda, así que necesito que me ayuden para estar bien atentas.


    Lyra y Brianna asintieron.

    —¡Claro! Siempre que no me distraiga cuando esté con Jimmy… —dijo Lyra fascinada.
    —Creo que escuché por ahí que a Jimmy le gustaba Marina… —dijo Dawn.
    —¡Oh!, ¡puede ser cierto! —exclamó Lyra alarmada—. ¡Muchas veces los he visto conversando… a ellos dos, solos! No espera… A lo mejor a ella le guste Vincent… ¿o era al revés?
    —No importa, mientras no esté May incluida puedes estar tranquila —dijo Brianna con rencor.
    —Como sea. Sigamos comiendo chicas, no quiero encontrarme con Ash por aquí —dijo Dawn.


    Continuaron desayunando sin decir palabra alguna hasta que terminaron toda la comida.
    Dicho entrenador se encontraba en estos momentos en la Sala de Transferencias, ya que había comido increíblemente rápido por el hambre que lo dominaba hace un rato atrás. Lanette le había indicado que fuera a la máquina amarilla para hacer transferencias con la misma región en la que se encontraban, Kanto.
    Ash entonces, realizó una llamada hacia el laboratorio del Profesor Oak, la cual fue atendida por alguien familiar.


    —¡Gary! —exclamó el azabache sorprendido—. ¿Cuándo llegaste a Pueblo Paleta?
    —¡Hola Ash! —respondió su ex-rival—. Hace dos días…
    —Vaya, ¿y nunca te quisiste inscribir en la Poké-academia?
    —Me llamó la atención pero no alcancé a inscribirme… Dime, ¿qué necesitas?
    —Quiero hacer unos cambios en mi equipo —le respondió Ash.
    —Qué bueno que lo mencionas, porque tu Charizard llegó ayer en la noche
    —¡Qué buena noticia! —exclamó el azabache—. De acuerdo, te enviaré a Infernape, Corphish, Torterra, Gible y Gliscor…
    —¿Y cuáles quieres que te envíe? —preguntó el nieto del Investigador Pokémon.
    —Hmm… A Charizard, Snorlax, Sceptile y a Donphan.
    —¿Ningún otro?
    —No, por ahora no —negó el entrenador de Pueblo Paleta.


    Gary asintió e hicieron la transferencia, recibiendo el azabache sus Pokémon solicitados y enviando los otros al laboratorio, y posteriormente la llamada finalizó.

    —Bienvenidos amigos—susurró Ash con entusiasmo.

    Dicho esto, donó la campana indicando que las actividades de la Poké-academia iban a comenzar.

    —¡Adiós Lanette, gracias por la ayuda! —se despidió el azabache.
    —¡Adiós y suerte en la Conferencia de Batallas Dúo! —dijo Lanette, que acababa de conocer a aquel entrenador.


    Llegando al salón de coordinadores, May y Marina estaban buscando un lugar para sentarse, y los únicos asientos disponibles eran al lado de Dawn y Brianna.
    El par de amigas se miraron con disgusto pero de todas maneras fueron a sentarse. Dawn al notar que ambas chicas se sentaron cerca de ella, no pudo evitar mostrar un gesto de desprecio en su rostro.
    Llegaron entonces, los tutores acompañados de Wallace, y se pararon sobre el escenario.


    —Bueno, esperamos que todos hayan tenido una buena noche —dijo Solidad saludando—. Y pido disculpas por el error de información con respecto a la Sala de Transferencias.
    —Queremos informarles que desde hoy se empieza a aplicar la división con rigor —anunció Robert.


    Los coordinadores al escuchar aquello empezaron a hacer comentarios entre sí.

    —¿A qué se refiere? —le preguntó May a Marina.
    —Yo creo que se dieron cuenta que hay gente que no debería estar en el grupo avanzado —intervino Dawn.
    —¡Me pregunto porque habrá gente tan amargada…! —comentó May a su amiga, y las dos empezaron a reírse mientras Dawn se sintió ofendida.
    —¡No soy amargada! ¿Puedes creerlo? —le susurró Dawn a Brianna—. ¿…Brianna?


    La coordinadora de Isla Crisantemo no le respondía, pues estaba fascinada observando a Drew detenidamente, que estaba sentado en la fila de anterior a la que estaba ella ubicada.

    —¡Es taaan lindo! —exclamó Brianna sonrojada.

    Dawn, entonces se resignó a seguirle hablando y siguió escuchando a los tutores.

    —Antes queremos informarle que hay una coordinadora que decidimos cambiar de grupo, después de analizar su desempeño el día de ayer… —dijo Robert.
    —¿Ven? —les dijo Dawn a May y Marina, convencida de que iban a cambiar a dichas coordinadoras de grupo.
    —¡Denle un aplauso a Brianna, por entrar al Grupo Avanzado! —anunció el rubio coordinador de Hoenn.


    Dawn quedó estupefacta mientras May y Marina acompañaban los aplausos con una mirada burlona a la coordinadora de cabellos azules.

    —Vaya… eso fue rápido —dijo Dawn reaccionando y uniéndose al aplauso.
    —¡Sí, lo hice! —exclamó Brianna con energía.
    —Bueno, ahora los coordinadores del grupo avanzado se quedan conmigo —dijo la coordinadora de ciudad Pewter.
    —Y los coordinadores del grupo inicial se van conmigo —dijo Robert, haciéndoles un ademán que se fueran al grupo de sillas de la derecha.


    Los coordinadores de dicho grupo se fueron con Robert, siendo la mitad, quedando 16 personas pertenecientes al Grupo Avanzado en aquel sitio con Solidad y Wallace.

    —Si ustedes están acá es porque se supone que saben hacer presentaciones individuales y dobles, ¿verdad? —dijo Solidad.

    Todos asintieron, incluyendo a Marina que si bien sintió duda un momento para responder la pregunta, recordó su desempeño en las sesiones anteriores, que fueron fruto de un arduo entrenamiento.

    —Entonces procederemos con una nueva modalidad llamada Presentaciones Mixtas —anunció la coordinadora de cabello rosado.

    Los coordinadores se miraron confundidos unos a otros. Era la primera vez que escuchaban ese tipo de presentación, que evidentemente, era nueva.

    —Es un nuevo formato de presentaciones donde dos coordinadores hacen una presentación juntos —prosiguió Solidad—. Para que tengas una idea más clara, Wallace me ayudará a hacer una breve demostración.

    Al escuchar aquello, todos los coordinadores demostraron estar emocionados de ver una presentación en vivo y en directo en la que participaría Wallace, así que se dispusieron a prestar mucha atención sin decir ni una sola palabra.
    La tutora y el supervisor intercambiaron miradas decididas y lanzaron ambos sus Pokébolas, de las cuales salieron el Slowbro de Solidad y el Wishcash de Wallace.


    —¡Wishcash, Bomba de Fango! —ordenó Wallace.

    El Pokémon Bigotudo disparó numerosas bolas de lodo alrededor de los Pokémon.

    —¡Slowbro usa Fuerza Psíquica! —ordenó Solidad.

    Los ojos del Pokémon ermitaño empezaron a brillar con un color azul, y las bolas de lodo fueron rodeadas por una energía del mismo color. Entonces Slowbro dio un aplauso y todas las esferas de barro colisionaron y fueron pulverizadas emitiendo una onda multicolor que rodeó a ambos Pokémon.

    —¡Finalicen con Pistola de Agua!

    Aprovechando que el día estaba bastante caluroso, ambos Pokémon lanzaron un pequeño chorro de agua hacia arriba, y apareció un pequeño arcoíris sobre ellos y un par de agradables gotas refrescantes rodearon a los coordinadores espectadores, que sin pensarlo dos veces aplaudieron con entusiasmo.

    —¡Wow, esa presentación fue hermosa! —exclamó May.
    —¡Pichuu! —afirmó su Pokémon.
    —Si se fijan, se parece un poco a las presentaciones dobles —dijo Wallace—. La diferencia es que la estrategia la deben hacer dos personas juntas, y ahí es donde el trabajo en equipo entra en juego.
    —Así es —afirmó Solidad—. Ahora anunciaré las parejas para que empiecen a practicar.


    Todos empezaron a murmurar emocionados mientras Solidad revisaba la lista de coordinadores del Grupo Avanzado para formar los dúos.

    —Bueno, mientras no me toque con una aficionada yo creo que estará todo bien. Digo, a ti tampoco te gustaría que fuéramos juntas ¿verdad May? —dijo Dawn con tono burlesco.
    —Yo creo que mientras no me toque con alguien que alardea demasiado y se auto-denomina coordinadora de elite, puedo estar tranquila, así que sí tienes razón Dawn —respondió May con el mismo tono.


    Dawn al escuchar las palabras de la castaña estuvo a punto de abalanzársele y May iba a hacer lo mismo, pero ambas fueron detenidas por sus respectivas compañeras de habitación.

    —Bueno, el primer dúo estará compuesto por May Balance y Marina Kristalli… —anunció Solidad
    —¡Sí! —celebraron dichas coordinadoras al unísono mientras chocaban las palmas y compartían un amistoso abrazo.
    —La segunda pareja será compuesta por Timmy Grimm y Brianna Wuscovi —prosiguió la coordinadora de cabellos rosados.


    Timmy y Brianna se voltearon a ver y aprovecharon de presentarse, pues hasta ese momento no habían tenido ninguna conversación.

    —La tercera será formada por Drew De Larousse y Dawn Berlitz…

    Drew al escuchar quién sería su pareja no pudo hacer otra cosa más que mostrar una expresión de incomodidad, y por el contrario, a Dawn se le dibujó una gran sonrisa en su rostro y se le acercó por un par de segundos al coordinador de cabello verde.

    —¡Será un placer ser tu compañera, así verás todo lo que te puedo ser de ayuda…! —le susurró la coordinadora, y posteriormente regresó a su puesto.

    Luego de que la coordinadora anunciara los grupos restantes, dio la instrucción a los coordinadores de salir al patio para practicar sus respectivas presentaciones, mientras Robert les daba una pequeña clase teórica de introducción a los coordinadores del Grupo Inicial, mientras Wallace se dirigía a observar aquel grupo.
    Mientras tanto, la segunda ronda de la Conferencia de Batallas Dúo ya había dado inicio, y ya era turno de Ash y Paul de enfrentarse con un nuevo par de entrenadores, llamados Zack y Natasha.
    Zack es un chico alto, de piel levemente morena y cabello verde oscuro. Vestía con una camiseta blanca cubierta por chaqueta roja, pantalón café y zapatos del mismo color de su cabello.
    Natasha es una chica alta, de piel blanca y cabello celeste largo sujetado en dos largas coletas. Vestía de una blusa café cubierta por un chaleco sin mangas color naranja, pantalón azul y botas anaranjadas.


    —Buena suerte Paul —dijo Ash preparándose para la batalla.
    —Igualmente, Ash —le respondió Paul.
    —¿Listos? ¡Qué empiece la batalla! —declaró Misty.
    —¡Sceptile, yo te elijo! —exclamó Ash
    —¡Honchkrow, sal ahora! —exclamó su compañero.


    Lanzaron las Pokébolas, y salieron el Pokémon Monte y el Pokéomon Gran Jefe, listos para el combate.

    —¡Sal ya, Rhydon! —exclamó Zack.
    —¡Es tu turno, Yanmega! —exclamó Natasha.


    De las Pokébolas salieron entonces, el Pokémon Libélula y el Pokémon Taladro, ambos mirando de manera desafiante a sus contrincantes.

    —¡Sceptile, Tormenta De Hojas! —ordenó Ash.
    —¡Honchkrow, Pulso Umbrío! —ordenó Paul


    Las semillas de la espalda de Sceptile empezaron a emitir un resplandor, y salieron un montón de hojas de color verde claro disparadas hacia sus oponentes, y Honchkrow lanzó un oscuro rayo de círculos negros rodeados de un aura morada.

    —¡Yanmega, Poder Pasado!
    —¡Rhydon, Hiperrayo!


    El cuerpo de Yanmega empezó a brillar y creó una bola de energía plateada que fue rápidamente disparada hacia Sceptile y Honchkrow, y Rhydon abrió su hocico y disparó un gran rayo naranja contra sus adversarios.
    Los cuatro ataques entonces, colisionaron entre sí y se generó una gran explosión, la cual redujo bastante la visibilidad.
    ¿Algún Pokémon habrá sido dañado?, ¿cómo les irá a los coordinadores del grupo avanzado en las Presentaciones Mixtas?, ¿qué pensará Drew sobre tener a Dawn como compañera? ¡Atentos al próximo capítulo!
     
    Última edición: 9 Agosto 2013
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  7.  
    Izuna

    Izuna otouto de Uchiha Madara (¿?)

    Capricornio
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    YEEEIIII continuaste pronto!!!
    lamento tardar en leerlo es que siempre pasaba algo y me interrumpia -3-
    bueno aquie estoy yo con mi aporte c:

    ¿Algún Pokémon habrá sido dañado?
    supongo que si .O.

    ¿cómo les irá a los coordinadores del grupo avanzado en las Presentaciones Mixtas?
    pues, espero que les vaya muy bien. En especiala May y Marina :D
    ¿qué pensará Drew sobre tener a Dawn como compañera?
    pues no se que piense el pero yo le tengo lastima (?)

    Bueno, yo digo que me da rabia como es Dawn en este fic aunque tenga sus razones ¬¬ no tienes excusas y no tiene porque tratar a May como una cualquiera quita novios, porque ella no ha hecho ni el mas minimo esfuerzo en quitarle al tarudo de Ash!!

    Ya me desahogue c: OWWWWWW Drew y Paul son unos amores >.< me encantan ellos dos (sinceramente prefiero el Constentshipping pero bueno el Advancenshipping tambein es lindo

    Me encanto como siempre, espero la conti igual de pronto; no me fije en errores~

    Nos leemos~
     
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  8.  
    BlackAuraWolf

    BlackAuraWolf Entusiasta

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    Estoy feliz, ayer un videojuego que a estado fuera de servisio volvio tras meses de espera, y me entero que actualizaste pronto, aunque apenas lei ho, hehe, en fin esta resultando una muy buena semana, nos vemos en el proximo cap
     
  9.  
    Fernandha

    Fernandha Maestre Usuario VIP Comentarista destacado

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    Buenos días/tardes/noches/madrugadas/opúsculos/crepúsculos. Paso a comentar como bien me pediste, gracias por la invitación.
    Only~ <'3

    Bien, ha pasado un gran tiempo desde que leo (y comento) algo de pokémon (lol) pero me alegro de que lo continuaras (más que nada porque regresaste una vez más al foro, ow~). Así que, aquí me tienes. Comentando los dos nuevos capítulos que nos regalas.

    Chapter 8

    Me gustó, Only. He de ser sincera, leí toda la historia otra vez, me perdí del hilo inicial fácilmente así que sí, pongo eso como excusa por mi demora (añadiendo que no sabía cómo estructurar mi comentario, jé). De lo que pude percibir, tienes un buen manejo de los personajes, con el Ooc necesario y, hasta cierto punto, moderado. Fue un capítulo largo, ciertamente. Se me hizo cómico (shú, culpen al Team Rocket).

    Bueno, es un poco nuevo para mí tener a una Dawn tan... así, pero como te dije. Es comprensible por el hilo de la historia, siempre y cuando tengas buenas justificaciones (además de que he tardado tanto en entender, lol)

    La trama me parece buena, idea sencilla (quizá usada en otras cosas) pero con tu estilo.

    Pasando un poco a lo técnico, no haré menciones de todo el capítulo, sólo unas cuantas:

    El diálogo está bien empleado pero caes en redundancia al final. En todo caso puedes hacer lo siguiente.

    • Cambiar "[...] mucha atención a las presentaciones de hoy [...]" por "[...] presentaciones del día [...]"; logrando que lo otro no fuera cambiado.
    • Eliminar "[...] de hoy [...]" y colocar un 'ésta' después de 'en' y eliminar el 'la'; en todo caso el diálogo terminaría como "[...] el enfoque que se dará en ésta sesión [...]" entiéndase por la de hoy sin la necesidad de decirlo de tal manera y, así, evitar el cambio de la primera parte.
    No hay necesidad real en colocar un grito-
    exclamación en mayúsculas, los signos exclamativos tienen ésa función (entiéndase la de darle fuerza a algo dicho), y que la repetición de le 'e' puede ser válido si es una manía del personaje el alargar una sílaba en unas ocasiones.

    Siempre irá una coma antes de un nombre propio o adjetivo. Sin la coma estarías cambiando el sentido de la frase; "Oye, Dawn [...]"

    'Pokémon' irá sólo en mayúscula al inicio de una oración, después de un signo puntuativo-exclamativo-interrogativo ya que, en sí, no es un nombre propio.

    Del mismo modo, cuando las preguntas o exclamaciones son continuas (y tienen la misma idea) la próxima deberá iniciar con mayúscula, anteponiéndose una coma.
    "¿Qué ha ocurrido?, ¿qué pasó aquí?"
    "¡Qué bueno verte!, ¡quédate!"
    "¿¡Que el qué!?, ¿¡cuándo!?"

    Chapter 9


    Bueno, no soy muuuuucho de leer shippings en pokémon, lol. No sé porqué, pero no me gustan mucho (': así que perdona si no hago muchos comentarios sobre las relaciones amorosas que aquí se presentan.

    Me agradó la trama del capítulo, más que nada porque se resolvieron varias interrogantes aunque siga pensando que Dawn no es tan así ¿? por más fanfiction que sea se me complica un poco el imaginarla, lo siento Only. Ewh, bueno (': disfruta escribiendo, ¿vale? Las demás cuestiones me gustaron, fueron realmente entretenidas y ayudaron a que comprendiera un poco más la historia.

    ¿Algún pokémon habrá sido dañado?

    Sinceramente, sí. Eso afirmo. Sin daño no hay historia ¿?

    ¿Cómo les irá a los coordinadores del grupo avanzado en las Presentaciones Mixtas?
    Con lo que he leído puedo opinar que muy bien, de hecho tienen bases firmes y, aunque puede que las parejas sean inconformes para algunos, será entretenido de leer; más que nada porque aseguro que habrán grandes complicaciones que serán fundamentales para la historia (en cierta forma). Adoro a Marina, he dicho. Tiene un no sé qué, lol.

    ¿Qué pensará Drew sobre tener a Dawn como compañera?

    "La puta ostia, llegó la muerte más bellamente molesta ¿?" Vamos, fue interrogante libre. Imaginé que eso pensaría ¿? Okey no, lol. La verdad, la mente de Drew se me es complicada, prefiero evitar la fatiga ¿? y esperar a que me sorprendas c:

    Respecto a lo técnico, son las menciones que hice en el capítulo anterior. Hay comas que faltan, algunas redundancias, el uso de mayúsculas en palabras que no debería (':

    Espero seguir leyéndote, O-N-L-Y~ <'3
    Cuídate mucho.

    At: Fer-chan
     
    Última edición: 11 Agosto 2013
  10.  
    MayBalance

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    Sigue asi!! :)
     
  11.  
    Steve Yops

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    Vaya, ha pasado un buen rato de responder a los comentarios, así que aquí voy :D
    @Izuna : Jeje, ¡me alegra que te haya gustado el capítulo! Supongo que disfrutaste bastante el momento Ikarishipping (; Jajaja, y no te preocupes, Dawn tiene su lado bueno. Gracias por tu comentario y por ser fiel seguidora de la historia =)
    @AuraGuardian : Vaya.... me alegra que hayan re-abierto el videojuego jaja. Aunque no sé que más decir ya que no sé que opinas del capítulo, cuál fue tu parte favorita, que sentiste y cosas como esas jaja. De todas maneras espero que haya sido de tu agrado.
    @Fernandha : ¡Me alegra bastante que tú también hayas regresado! :3 Muchísimas gracias por tu comentario, también los extrañaba :') Es bueno sentir que dedican su tiempo a leer tu historia y comentan todas sus impresiones, te agradezco cada apreciación. Sobre lo técnico, muchas gracias también.... ¡Me declaro completamente culpable al escribir pokémon con P mayúscula! Jajajaja, de verdad pensaba que estaba correcto el escribirlo así, y ahora me pondré a fijar sobre las frases redundantes. Sobre Dawn, jajaja es entendible, pero no te preocupes, pues el desarrollo de este personaje ya lo tengo pensado. Jajajaja, ¡a mi también me agrada mucho Marina! Es dulce pero cursi a la vez xD. Y bueno, para el próximo capítulo se vienen varias sorpresas (;
    @MayBalance : Me alegra que te esté gustando la historia =) Aunque te recomiendo que te pases por aquí (https://fanficslandia.com/index.php?threads/fanfic-cómo-hacer-comentarios.17777/), te será de mucha ayuda ya que hay ciertas reglas sobre los comentarios jeje, pero bueno, como dije antes, me alegra que la historia haya sido de tu agrado.

    Gracias a todos por su tiempo de lectura y sus comentarios, el próximo capítulo ya está en desarrollo y lo publicaré esta semana que viene, o si no, en la semana subsiguiente ;)
    ¡Saludos!
     
  12.  
    mayyauraydawn

    mayyauraydawn Entusiasta

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    ¡Por fin leo esto!
    WOW, me quedé absolutamente impresionada, ¡es genial! Pero ahora ire a las preguntas:
    ¿Algún Pokémon habrá sido dañado?
    Si, pero espero que no sea algo grave como para ir al centro Pokémon.
    ¿cómo les irá a los coordinadores del grupo avanzado en las Presentaciones Mixtas?
    Pues espero que muy bien. ¡Go girls!
    ¿qué pensará Drew sobre tener a Dawn como compañera?
    Pues supongo que no muy bien, pues yo supongo que preferiría estar con May/Aura.
    Pues en fin, el capitulo estubo F-A-B-U-L-O-S-O!
    Esperare con impaciencia el próximo.
    Se despide May
     
  13. Threadmarks: Capítulo 10: Re-encuentro en el bosque
     
    Steve Yops

    Steve Yops Usuario popular

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    [Versión "beta"] Nuestros destinos se re-enlazan (Advanceshipping y otros)
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    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    25
     
    Palabras:
    6232
    ¡Hola a todos! Como dije antes, gracias a todos por sus comentarios. Al fin les traigo el décimo capítulo ¡Ya son diez capítulos! Espero que lo disfruten y que dejen su opinión.

    Capítulo 10: Re-encuentro en el bosque

    Érase una soleada mañana en la ruta 2, donde tres individuos se encontraban caminando con dificultad quejándose sobre un asunto que había ocurrido el día anterior.

    —¡No puedo creer que la tal Jacoba nos haya hecho eso junto a esa agentucha de policíucha! —alegaba Jessie.
    —Yo pensé que se llamaba Juliberta… —dijo James.
    —¡¡No me interesa su nombre!! —gritó Jessie con furia mientras James se escondía asustado.
    —Si no capturamos pronto a Pikachu nos echarán del Equipo Rocket… —se quejó Meowth—. ¿Qué vamos a hacer?
    —Yo les dije que me dejaran inscribir en la Poké-academia ¡Soy lo suficientemente hermosa como para que me digan que no! —dijo Jessie.
    —Si eso hubiera pasado y el jefe se hubiera enterado… Nos hubieras metido en un problemón, Jessie —aclaró James.

    Jessie suspiró resignada mientras Meowth observaba a sus compañeros de Equipo con curiosidad para ver si se les ocurría algún plan. Sin embargo, el silencio fue roto por un Delibird que se acercó al trío Rocket.
    Los tres reconocieron a aquel pokémon Reparto al instante, se trataba del Delibird del Equipo Rocket. Dicho pokémon le mostró al grupo un Walkie-Talkie. El trío se acercó al comunicador portátil con curiosidad, hasta que escucharon una voz que provenía de dicho objeto.

    —¿¡Dónde rayos están!? —dijo la voz—. ¡Los hemos estado buscando desde hace días!
    —¡Discúlpenos señorita Ariana! —dijo Jessie—. Es que estábamos intentando atrapar a…
    —¡Intentando nada! —la interrumpió Ariana con furia—. Lo primero que tenían que hacer es notificar a nuestro cuartel general que llegaron a la región Kanto.
    —Bueno, doña ejecutiva… ¡Llegamos! —intervino James.
    —Estábamos ocupados con una misión pendiente… —añadió Meowth.
    —Pues tendrán que suspenderla, porque todo el Equipo Rocket debe reunirse para planificar algo de primerísima prioridad —les dijo la ejecutiva Rocket.
    —¡Oh! ¿Está hablando de la Operación Estallido? —preguntó Jessie emocionada.
    —Sí —respondió Ariana—. Y los preparativos empezarán pronto, así que necesitamos a todos los reclutas en el cuartel general cuánto antes.
    —¡No se preocupe, llegaremos allá a la velocidad de la luz! —le respondieron los tres individuos al unísono.
    —Bien, eso espero —dijo la ejecutiva, finalizando así la conversación.

    El Delibird entonces se alejó del grupo y emprendió vuelo hacia otro lugar, dejando al emocionado trío Rocket en su celebración.

    —¡Ahora la babosa de Cassidy y su amigo Bocho se quedarán con la boca cerradita! —exclamó Jessie.
    —¡Esto es lo mejor que me ha pasado desde que conseguí la corcholata número millón trescientos cincuenta y siete para mi colección! —celebró James.
    —¡Por fin nuestro jefecito está orgulloso de nosotros! —exclamó Meowth.

    El trío Rocket compartió un abrazo de grupo, llenos de emoción por aquello que consideraban un gran logro, y se fueron corriendo a gran velocidad hacia la base central de su organización, dejando polvo como único rastro.
    Minutos después llegó la Oficial Jenny de ciudad Viridian a la ruta 2 y miró de un lado a otro.

    —No, por aquí tampoco los he visto —dijo la agente de policía a través de un comunicador.

    Volviendo a la Poké-academia, una nueva ronda de combates ya había iniciado en la Conferencia de batallas dúo, y era el turno de Ash y Paul.
    Después de cada dúo ordenar un movimiento a sus respectivos pokémon, los cuatro ataques colisionaron y generaron una explosión.
    Se esparció entonces, un humo por todo el campo de batalla, impidiendo ver lo que ocurría.

    —¡Yanmega usa Despejar!

    El pokémon Libélula batió sus alas, liberando viento con varios crecientes de energía blanca en su interior, logrando disipar todo la niebla.
    La visibilidad había sido recuperada, y los cuatro entrenadores voltearon a ver lo que había ocurrido. Ningún pokémon había sido dañado, pues el choque de los ataques evitó que alguna de las criaturas fuera golpeada.

    —Vaya, a eso le llamo un inicio explosivo… —comentó Jimmy, muy atento a la batalla.
    —Pika… —dijo el pokémon impresionado, que estaba con aquel chico mientras su entrenador estaba en la batalla.
    —¡Por favor Jimmy, que chistes tan malos! —protestó Vincent, que estaba sentado a la derecha del otro entrenador—. Ya veo porque Marina no te quiere…
    —Yo diría que es al revés —aclaró el entrenador de gorra amarilla con malicia.

    Vincent se sintió ofendido y avergonzado al mismo tiempo con el reproche que le hizo su compañero.

    —Deja de hablarme, quiero ver la batalla —dijo el castaño entrenador, tratando de mantener la compostura.

    Jimmy simplemente se rio con un sentimiento inevitable de triunfo, mientras Lyra que se encontraba a su izquierda, no pudo evitar sentirse celosa de lo que había escuchado.

    —No te preocupes Jimmy, no necesitas que Marina te quiera —dijo tomándole el brazo a dicho entrenador—. A veces es bueno mirar a tu lado, hay un montón de lindas chicas por ahí…

    Jimmy, sin embargo, hizo un esfuerzo por soltarse de Lyra, sintiéndose realmente incómodo con aquella insinuación que había entendido perfectamente, y volteó a mirar al campo de batalla sin pensarlo dos veces y su compañera se resignó a seguir insistiendo.

    —‘Rayos… y yo pensaba que Marina me ponía nervioso… aunque al menos en ella sí es agradable’ —pensó Jimmy.
    —‘Y yo que pensé que estaría feliz porque hoy tuvimos otra victoria…’ —pensó Lyra con decepción mientras volvía a ver la batalla en curso.

    Volviendo al campo de batalla, estaban los cuatro entrenadores y sus respectivos pokémon con una mirada desafiante dispuestos a seguir con el combate hasta que saliera uno de los dúos victoriosos.

    —Aquí las ventajas están muy equilibradas… —dijo Paul con seriedad—. Tu Sceptile tiene ventaja contra Rhydon pero es débil contra Yanmega, y Yanmega es débil contra mi Honchkrow, que es débil contra Rhydon…
    —Hay que estar muy atentos y cubrirnos uno al otro —dijo Ash.

    Zack y Nastaha, por su parte, intercambiaron miradas de complicidad, y asintieron con una hábil sonrisa.

    —¡Yanmega usa Tóxico!

    El pokémon Libélula lanzó un líquido púrpura, y al caer en el suelo formó cuatro charcos alrededor de Sceptile y Honchkrow.
    Los charcos entonces, liberaron una densa corriente púrpura de gas que cubrió a ambos pokémon, que aspiraron el aire tóxico y empezaron a sentir un gran malestar.

    —¡Yanmega, Poder Pasado! —mandó Natasha.

    Yanmega liberó la esfera de energía plateada, y golpeó directamente a Honchkrow, causándole gran daño.

    —‘¡No..!’ —pensó Paul apurado.
    —¡Rhydon, Puya Nociva!

    Rhydon, después de haber recargado energía al haber usado Hiperrayo, se dirigió a Sceptile, y su mano emitió una luz púrpura, pinchando a dicho oponente con él.

    —¡Sceptile! —exclamó Ash preocupado—. Tenían un as bajo la manga y no atacaron como creíamos…
    —Es cuestión de tiempo para que el veneno debilite a nuestros pokémon así que debemos pensar algo rápido —le dijo el entrenador de Sinnoh—. Cuando quieras, Ketchum…
    —¡Sceptile, Hoja Aguda contra Rhydon! —ordenó el azabache.

    Las cuatro hojas respectivas de las muñecas de Sceptile emitieron un resplandor verde y se formaron dos grandes y filosas hojas. Inmediatamente Sceptile se dirigió al pokémon Taladro para atacarlo.

    —¡Yanmega usa Tajo Aéreo! —ordenó Natasha.

    Las alas de Yanmega brillaron con un color azul, y rápidamente liberó múltiples cierras circulares brillantes que se dirigían a Sceptile mientras corría.

    —¡Honchkrow, usa Viento Afín! —mandó Paul.

    Honchkrow desató un torbellino que corría con mucha fuerza. Este viento se esparció por todo el campo y cuando llegó al pokémon Monte, pudo correr mucho más rápido que antes, logrando esquivar sin problema alguno el Tajo Aéreo, y llegando a donde Rhydon para poder golpearlo antes de que su entrenador pudiera reaccionar.

    —¡Perfecto, ahora somos más rápidos! —exclamó Ash—. Hay que aprovechar eso ahora mismo.
    —¡Honchkrow, Ataque Celestial! —ordenó Paul mientras apuntaba al Yanmega.

    El pokémon Gran Jefe empezó a ser rodeado por un aura blanca brillante.

    —No lo creo. ¡Rhydon, usa Pedrada! —mandó Zack.

    Tres anillos brillantes de rocas aparecieron y empezaron a girar alrededor del cuerpo de Rhydon. Pasaron unos segundos y los anillos se convirtieron en pequeñas rocas que salieron disparadas hacia Honchkrow.

    —¡Sceptile, Tormenta de hojas! —exclamó el entrenador de pueblo Paleta motivado.

    El pokémon monte lanzó múltiples hojas verdes brillantes, que lograron frenar la Pedrada, y golpearon directamente al pokémon Taladro, cayendo debilitado.

    —¡Rhydon! —gritó Zack con preocupación—. Hiciste un buen trabajo… —añadió después de devolver al pokémon a su pokébola.

    En esos mismos momentos, Honchkrow ya había terminado de recargar la energía necesaria.

    —Perfecto, ¡hazlo ahora! —ordenó Paul.
    —¡Yanmega, esquívalo! —exclamó Natasha apurada.
    —Uhh… mala idea —susurró el entrenador de ciudad Veilstone.

    Honchkrow voló en dirección a Yanmega, y aunque éste último intentó hacerse a un lado, no tuvo éxito, pues la velocidad de su contrincante era notablemente mayor y logró embestirlo con tenaz fuerza.
    El pokémon Libélula cayó debilitado al instante.

    —Yanmega regresa —dijo Natasha apuntando al pokémon con su cápsula—. Lo hiciste muy bien —añadió un poco melancólica.
    —Rhydon y Yanmega no pueden continuar. ¡La victoria es para Ash y Sceptile junto a Paul y Honchkrow! —anunció Misty.

    Justo después de las palabras de Misty, Sceptile y Honchkrow cayeron debilitados por el envenenamiento. Sus entrenadores entonces, los devolvieron a sus pokébolas, agradeciéndoles el buen trabajo y prometiéndoles que los llevarían al centro pokémon al finalizar la sesión de actividades.
    Mientras tanto, en el patio de recreos de la Poké-academia, estaban los coordinadores del grupo avanzado, un tanto complicados con su nueva tarea.

    —¡Vamos Marina! —dijo May—. ¿En serio no te gusta mi idea?
    —Lo siento May —contestó su amiga—, pero de verdad prefiero la mía…
    —También me gusta, pero estoy segura que mi combinación tendrá mejor resultado.
    —Pues yo creo eso, pero de mi combinación… —concluyó su amiga, y luego ambas, en silencio, se miraron fijamente con duda al no saber que hacer.

    A unos pocos metros de ambas chicas se encontraban Dawn y Drew, donde la chica estaba cepillando sus cabellos azulinos mientras el coordinador de la región Hoenn la miraba con aburrimiento.

    —Y, ¿te quedarás ahí parada sin hacer nada? —preguntó el muchacho de ojos verdes.
    —No me pondré a discutir contigo como esas dos de allá —le dijo refiriéndose a May y Marina—. Si no te gusta mi idea, no sé qué vas a hacer cuando tengamos que presentar.
    —“¿Vas a hacer?”
    —Sí, porque yo me resigno a hacer el ridículo en un intento de improvisación sólo porque nunca quieres mi ayuda…
    —Deberías separar una cosa de la otra —respondió en seco.
    —Te apuesto que en ambos casos estás igual —le dijo la chica de cabellos azules mientras soltaba el cepillo—. ¿Acaso vas bien con May?
    —No tengo por qué hablar eso contigo —respondió el muchacho con orgullo y haciendo su típico movimiento de flequillo.
    —Lo dices porque sabes que estoy en lo cierto.
    —¿Ah sí? —dijo el coordinador—. Para qué sepas, anoche hablé con ella.
    —¡Wow!, ¿en serio? —dijo Dawn irónicamente—. ¡Súper, entonces debo felicitarte porque ya es tu novia!, ¿o no?

    El coordinador, avergonzado, desvió la mirada y la coordinadora le lanzó una mirada irónica y prosiguió a verse en el espejo.

    —¿Qué es lo que tanto te ves? —le preguntó el coordinador de ciudad Larousse.
    —¡Estoy aburrida! —protestó—. Y aparte de que a ti no te gusta mi combinación, al súper coordinador ni siquiera se le ocurre una idea…
    —‘Esto va a ser imposible…’ —pensó Drew.

    En otro extremo, se encontraban Timmy Grimm y Brianna Wuscovi pensativos. De vez en cuando se veía que uno de ellos iba a hablar, pero se interrumpían a sí mismos susurrando “No…”
    Solidad, que había observado con atención como iban los coordinadores, se acercó al grupo.

    —Supongo que ya tienen algo, porque como saben, es para el final de la clase. La pareja que tenga su presentación lista levante la mano —dijo ella.

    Ningún coordinador hizo un movimiento salvo observarse unos a otros con inseguridad.

    —El que no tenga nada y está asustado levante la mano… —dijo la coordinadora de cabello rosado.

    Esta vez, todos los coordinadores presentes levantaron la mano rápidamente, y se mostraron consolados al ver que no era una sola pareja la que se encontraba en esa situación.
    Solidad, como respuesta, lanzó una silenciosa risa.

    —No se preocupen, no es para hoy.

    Los coordinadores soltaron un suspiro de alivio junto a ciertos comentarios como “Vaya, ahora puedo estar tranquilo…” y otros similares.

    —Verán, dije eso para que todos se preocuparan de trabajar —explicó Solidad—, pero no tengo planeado pedirles la presentación para el día de hoy porque son dos personas las que se tienen que poner de acuerdo, y al ser una modalidad nueva, no están acostumbrados y se requiere de buena práctica.
    —¿Y para cuándo hay que presentar? —preguntó uno de los coordinadores.
    —En tres sesiones más, así que tienen dos días más para practicar.
    —Pero Solidad, hoy es Miércoles… —dijo otro coordinador.
    —Vaya, entonces tienen cuatro días para practicar, eso es tiempo de sobra—respondió—. Bueno, sigan trabajando en los minutos que quedan.
    —Bueno, será esperar a que se te ocurra una idea… porque nunca aceptas mi ayuda ni en esto ni en nada… —le susurró Dawn a Drew.

    Esas palabras retumbaron en la cabeza de Drew, y miró a la coordinadora de Sinnoh con duda.
    Mientras tanto, en la sala de clases de los niños, se encontraban Brock y Tracey haciendo una serie de preguntas que siempre eran respondidas por dos pequeños levantados de sus asientos al unísono como si se tratara de una competencia. Esos pequeños aprendices eran Max y Landis.

    —Cómo dijimos el otro día, la baya que cura la parálisis es la…
    —¡Baya Zreza! —exclamaron los dos niños con rivalidad.
    —No era una pregunta—dijo Tracey un poco irritado.
    —¿Recuerdas cuánto tardaba en crecer un baya Aranja…? —preguntó Brock
    —¡Veinticuatro horas! —lo interrumpieron ambos chicos.
    —¿…Vivi? —terminó su oración el criador Pokémon.
    —Doce horas —respondió la chica.
    —Correcto —dijo Brock.
    —¡Por tu culpa me equivoqué! —se gritaron Max y Landis.
    —¡Ya basta niños, siéntense y guarden silencio! —los regañó Tracey cansado de la situación.

    Los dos pequeños se sentaron haciendo pucheros y mirándose de una manera desafiante.
    Brock, entonces, se dispuso a dar un anuncio mientras sujetaba a una paleta.

    —Bueno, por su participación en clase le daremos una paleta a…

    Sin haber terminado la oración, Max y Landis se pararon de sus asientos y corrieron hacia el criador Pokémon, tumbándolo mientras se peleaban por la paleta.
    Brock se levantó con molestia y detuvo la pelea de ambos niños.

    —Suficiente, los dos se quedarán después de clase escribiendo los nombres de los primeros ciento cincuenta y un Pokémon, junto a su respectivo tipo y peso —dijo el tutor.
    —¿Y el almuerzo? —preguntaron preocupados.
    —Será después del almuerzo, y uno de nosotros los acompañará para que cumplan la sanción—les respondió.

    Los infantes con arrepentimiento se sentaron sin decir palabra alguna.
    En esos momentos en la sala de los rangers, Solana inspirada, estaba dictando una larga clase teórica mientras los estudiantes al escucharla, pestañeaban y bostezaban a largos ratos.

    —¿Cuánto tiempo queda? —pregunto Nicolette en voz baja.
    —Treinta segundos—le respondió Caty.

    Nicolette pegó un gran bostezo y miró a su izquierda, y vio que Keith estaba a punto de caer dormido sobre la mesa. La futura ranger para evitar que su primo recibiera algún regaño, se apresuró en tirarle una bola de papel al susodicho, y afortunadamente Solana no alcanzó a notarlo.
    Luego de despertar a su primo con éxito, volteó la mirada a la tutora que seguía en su discurso.

    —Por eso un ranger debe estar muy pendiente de cualquier pokémon que se encuentre en problemas y…

    Para suerte de los rangers, Solana fue interrumpida por la campana que indicaba el fin de la clase.

    —¡Qué pasen una buena tarde! —se despidió la tutora ranger y posteriormente se fue del lugar.
    —Creí que nunca terminaría… —dijo Nicolette.
    —Lo sé, ¡encontré esta clase eterna! —respondió su compañera.
    —Bueno, voy a almorzar —dijo Nicolette.
    —Y yo voy a la sala telefónica —dijo Caty—. ¡Nos vemos!

    Y las chicas salieron de la sala de clases y se separaron en el vestíbulo para seguir sus respectivos caminos.
    En la sucursal del centro pokémon se encontraban Ash y Paul, curando a sus pokémon luego de la “venenosa” batalla que tuvieron en la mañana.
    Después de que sus pokémon salieron recuperados, se dirigieron al vestíbulo y allí se toparon con el profesor Oak.

    —¡Ash, qué bueno que te encuentro! —exclamó el investigador pokémon—. Necesito que vengas conmigo ahora mismo.
    —¿A dónde? —preguntó el azabache.
    —Al bosque Viridian.
    —¿¡Qué!? —exclamó el entrenador de pueblo paleta—. ¡Profesor, no puedo salir de la Poké-academia!
    —Claro que puedes, ya hablé con la directora. ¡Vamos!
    —¿…y la comida? —dijo mientras le rugía el estómago.
    —Luego comemos algo, ya vámonos.

    Y así se fueron el investigador pokémon y el entrenador junto a su Pikachu corriendo hacia la salida del instituto, donde la recepcionista les abrió la puerta.
    Paul después de observar aquella escena, se encogió de brazos y siguió su camino hacia el restaurante.
    En dicho lugar ya se encontraban May, Marina y Nicolette reunidas en una mesa almorzando junto a sus pokémon.

    —¡El arroz con camarones está delicioso! —exclamó la coordinadora de ojos color zafiro.
    —¿Qué tal les fue, chicas? —preguntó Nicolette.
    —Hmm, ahí… —respondió Marina—. Esto de las presentaciones mixtas es algo nuevo para todos… ¿Y a ti?
    —Oh… fue una larga clase teórica —afirmó la estudiante Ranger haciendo énfasis en la palabra en cursiva—. El hecho de recordarlo me da sueño, y mañana va a ser igual — añadió con un gran bostezo y pestañeando lentamente.

    Las chicas notaron que Max y Vivi se aproximaban hacia ellas para acompañarlas en el almuerzo.

    —¡Hola Max! —saludó May—. ¿Qué tal tu día?

    Max simplemente mostró una sonrisa nerviosamente forzada.

    —¿Ocurre algo? —preguntó la castaña preocupada.
    —Max está castigado… —susurró la amiga del pequeño.
    —¡Vivi! —exclamó enojado el hermano menor de la coordinadora.
    —¿¡Castigado!? —gritó May—. ¡Max!, ¿qué hiciste?
    —¡Lo siento! —respondió su hermanito—. Todo es culpa del molesto de Landis…
    —Max, si ese niño te molesta tanto deberíamos decirle a papá para que ponga la queja…
    —¿Decirme qué? —preguntó una voz.

    La castaña y su hermano menor quedaron inmovilizados al ver que su padre se acercaba a ellos con un tono de voz estricto y una expresión seria en su rostro.

    —¡Papá…! —exclamó May—. Bueno, verás… lo que pasa es que…
    —Estoy castigado —concluyó Max.

    El tutor de entrenadores volteó la mirada al pequeño con preocupación e incertidumbre, y se arrodilló para ver su rostro desde cerca.

    —Eso de verdad no me lo esperaba —dijo su padre—. ¿Qué ocurrió en clase, Max?
    —¡Nada! —respondió nervioso—. Yo respondía las preguntas pero otro niño insistía en desafiarme con las respuestas y…
    —Ah, ya veo —lo interrumpió Norman—. Max, a veces hay personas que pueden ser un poco desafiantes, pero no te preocupes por eso. Tú sólo tienes que estar seguro de lo inteligente y buen alumno que eres, y es mejor no darle importancia a ese niño.

    Max se sintió aliviado y emocionado al ver que su padre lo apoyaba en aquella situación en vez de regañarlo, y lo abrazó fuertemente sin pensarlo dos veces, junto a un muy sincero “gracias”. Norman, conmovido, le correspondió el abrazo mientras las chicas y los pokémon contemplaban aquella escena sonriendo dulcemente.
    Mientras tanto, se veía entrar un auto anaranjado en una gran área frondosa y no muy iluminada debido a la densidad de los árboles que la rodean. Esa área era el bosque Viridian.
    En dicho vehículo se encontraban el profesor Oak, Ash Ketchum y Pikachu comiendo un helado que habían comprado en ciudad Viridian.

    —¿Y por qué estamos aquí? —preguntó el azabache.
    —¿Este lugar no te trae recuerdos? —dijo el investigador.
    —Bueno sí. Pasé por este lugar en mi primera aventura —respondió el azabache nostálgico.

    El profesor miró detenidamente al joven entrenador por unos minutos.

    —Ash, ¿ves a esa baya Zidra de allá? —dijo Oak señalando la pequeña fruta que se encontraba en uno de los grandes y gruesos árboles.
    —Emm, sí —contestó el entrenador un tanto confundido.
    —Quiero que la traigas —mandó el profesor seriamente.

    Ash miró a su Pikachu, ambos sin entender lo que estaba ocurriendo. Aun así, accedieron al mandato del profesor Oak y empezaron a trepar el árbol, llevando Pikachu la delantera.
    El pequeño pokémon al llegar a la meta atravesó la gruesa rama y logró alcanzar la baya Zidra.

    —¡Pika, Pikachu! —exclamó el pokémon con felicidad mostrándole el pequeño fruto a su entrenador.
    —¡Bien hecho Pikachu! —dijo el entrenador al poder llegar al fin a la rama—. ¡Profesor, ya la conseguimos!
    —¡Perfecto! —exclamó—. ¡Lánzala!

    El pokémon ratón le pasó a su entrenador la baya para que éste pudiera lanzársela al profesor Oak. Con buena precisión, la baya Zidra cayó justo en las manos de Oak.

    —Bien, ahora tírense ustedes.

    El azabache y Pikachu miraron hacia abajo y vieron que había unos buenos metros de distancia que los separaba del suelo. Compartieron una mirada de terror y luego voltearon a ver al investigador.

    —¿¡Acaso se volvió loco!? —exclamó Ash—. ¡Eso puede ser realmente peligroso!
    —¡Pika, Pika! —lo apoyó su pokémon.
    —Confíen en mí, sé por qué les digo esto, estarán bien —les dijo Oak.

    Ash y Pikachu compartieron otra mirada, esta vez de inseguridad. Sin embargo, después de unos segundos se mostraron decididos. El pokémon ratón saltó a los brazos de su entrenador, quien lo sujetó fuertemente.
    Ambos cerraron los ojos y Ash pegó el salto, sintiendo un vacío al sentir que iban en el aire. Sin embargo, hubo un momento en que dejaron de caer cuando algo se les acercó. Ash y Pikachu abrieron los ojos y se encontraron con una muy grata sorpresa. Estaban sobre el lomo de una gran ave de plumaje grande y brillante. Su espalada era de color marrón y su vientre de color crema. En su cabeza tenía tres largas plumas, siendo la del centro de color amarillo y la de los extremos de color rojo. Alrededor de sus ojos se le apreciaban unas manchas negras. También tenía cuatro plumas de color rojo en su cola y su pico y sus talones afilados eran de tono rosado.

    —¡Eres tú! —exclamó el entrenador impresionado.
    —¡Pikachu! —dijo el pokémon.
    —¡Piyoooooo! —gritó Pidgeot con alegría mientras volaba por los aires.

    Volviendo a la Poké-academia, Dawn y sus compañeras estaban terminando su almuerzo cuando un muchacho de cabello verde se acercó hacia ellas, haciendo que Brianna no pudiera evitar sonrojarse.

    —Drew… —susurró la chica fascinada.
    —Hola Brianna —la saludó—. Oye Dawn, quiero hablar contigo.

    A la coordinadora de Sinnoh se le formó una notable expresión de triunfo y volteó a mirar fijamente a sus compañeras.

    —¿Qué? —preguntaron amabas chicas con inocencia.
    —Dijeron que iban a la sala telefónica, ¿no? —dijo.
    —¡Ah cierto! —exclamó Lyra—. ¡Vamos Brianna, antes de que no hayan cabinas disponibles! —añadió esto último llevándose a la coordinadora de isla Crisantemo a toda velocidad.

    La chica de cabellos azules le hizo un ademán a Drew para que tomara asiento.

    —Súper, parece que al fin quisiste escucharme —dijo ella.

    El coordinador de ojos verdes lanzó un suspiro.

    —Debo felicitarte, haz logrado dejarme intrigado… —respondió el coordinador.
    —¡Vaya, eso es realmente cool! —exclamó la coordinadora de Sinnoh feliz.
    —¿Y cómo podrías ayudarme, supuestamente? —preguntó Drew.
    —Pues de la mejor manera posible.
    —¿Aún si a May le gusta otro chico?
    —Aun así —afirmó la chica—. Espera, ¿qué otro chico?
    —No quieres saber…
    —Sí quiero, necesito descartar a alguien…
    —¿Segura?

    La coordinadora de Sinnoh asintió.

    —Es Ash…

    Dawn sintió esas palabras como una fuerte punzada a su estómago. Sus sospechas todo este tiempo habían sido ciertas y ahora definitivamente tenía una razón para ponerle cuidado a su novio.

    —¡Lo sabía…! —susurró y lanzó un suspiro.
    —A todo esto, no lo he visto a él por aquí…
    —Ahora que lo dices, yo tampoco.

    La chica vio a Paul pasar cerca de ellos, así que, recordando que era su compañero en las batallas dúo, se dirigió a donde él para preguntarle si lo había visto.

    —Ah sí, salió de la Poké-academia hace un rato.
    —¿¡Qué!? —exclamó sobresaltada—. ¡No puede ser, Ash se escapó del instituto!

    May, Marina y Nicolette que ya habían terminado su almuerzo, escucharon las palabras de la coordinadora de Sinnoh y se alarmaron al instante.

    —¿¡Ash está perdido!? —exclamó May angustiada acercándose con sus amigas a los tres chicos.
    —¿Y a ti qué te importa? —dijo Dawn con fastidio.
    —¡Me importa mucho porque él es mi amigo! —le respondió May molesta.

    Drew se sintió incómodo con la oración de la castaña, recordando la conversación que tuvo con ella el día anterior, donde no negó sentir algo por el azabache.

    —¡Pues a mí me importa más porque es mi novio! —gritó la coordinadora de Sinnoh énfasis en la palabra en cursiva.

    May en ese momento guardó silencio, pues le dolió bastante el reproche de la muchacha de cabellos azules.

    —¡Por Dios, Dawn! —intervino Marina—. ¡Por qué no mejor dejas tu competitividad para otro momento que lo que está ocurriendo es bastante grave!
    —‘Esa chica es la histeria en carne y hueso…’ —pensó Nicolette impresionada.

    La coordinadora de Sinnoh miró a las chicas con orgullo sin decir ninguna palabra, y Paul, intentando sin éxito explicarles que Ash había salido con autorización, se resignó y se fue al patio de recreos a entrenar.
    Volviendo al Bosque Viridian, Ash, Pikachu y Pidgeot ya habían aterrizado al lado del profesor Oak.

    —El otro día pasé por aquí para recolectar un par de bayas, cuando me encontré con este Pidgeot, que al parecer me conocía de alguna parte —explicó—. Entonces una señora me dijo que él había dejado su parvada para pasarle voluntariamente el mando a otro Pidgeot recién evolucionado, pues estaba esperando a su entrenador que le había prometido regresar, y supe que se trataba de ti.
    —Vaya… —dijo el azabache nostálgico—. La verdad no había regresado por ti pensando que aún necesitabas proteger a la parvada.
    —Piyo… —susurró el Pokémon acariciando suavemente con su cabeza al entrenador.
    —Pidgeot quiere regresar a tu equipo Ash… —dijo el investigador pokémon.
    —Y yo te quiero de vuelta —le dijo el azabache al pokémon.

    El pokémon pájaro se alejó unos pocos metros del entrenador y se puso en posición de combate.

    —Así que quieres una batalla primero, ¿eh? —dijo el azabache—. ¡Ve, Pikachu!
    —¡Pikachu! —exclamó el pokémon preparado.

    El pokémon pájaro voló por los aires. Su cuerpo fue cubierto en llamas y bajó a toda velocidad. Entonces, el fuego se convirtió en energía color turquesa brillante y embistió a Pikachu con gran fuerza.

    —¡Pikachu! —exclamó el azabache—, ¿estás bien?
    —¡Pika…! —exclamó el pokémon levantándose.
    —Pidgeot aprendió a usar Pájaro Osado… —dijo Oak.

    El entrenador volteó a mirar a Pidgeot con cautela.

    —¡Pikachu, Tacleada de Voltios!

    Pikachu, entonces, empezó a correr mientras un aura dorada electrizante empezó a rodear su cuerpo. Sin embargo, Pidgeot expulsó varias cierras circulares brillantes que golpearon a Pikachu, quien no pudo seguir con el ataque.

    —Eso fue un Tajo aéreo —dijo Oak.
    —‘Tengo que pensar en algo rápido…’ —dijo Ash en sus pensamientos.

    El pokémon pájaro se dirigió de nuevo a Pikachu, ésta vez con sus alas extendidas que tomaron un color metálico, se trataba del ataque Ala De Acero.

    —‘¡Ya sé!’ —pensó—. ¡Pikachu salta! —exclamó.

    Cuando Pidgeot se encontraba cerca, Pikachu dio un gran salto y aterrizó sobre el lomo del pokémon pájaro.

    —¡Impactrueno!

    Un par de chispas emanaron de las rojas mejillas del Pokémon ratón, y liberó una potente descarga eléctrica que fue muy eficaz sobre Pidgeot, interrumpiendo bruscamente su vuelo.
    Al aterrizar, se podía apreciar que unas chispas rodeaban al pokémon salvaje, significa que estaba paralizado.

    —¡Tacleada de Voltios!

    Una vez más, Pikachu corrió hacia Pidgeot mientras la energía eléctrica rodeaba su cuerpo. Gracias a la parálisis de su contrincante, pudo dar en el blanco sin problemas.
    Pidgeot, aún paralizado, se veía que había sufrido gran daño debido a su debilidad frente a los ataques eléctricos.
    Ash sacó una reluciente pokébola. Era la misma con la que había capturado al ave la primera vez y se nota que la había cuidado mucho por su buen estado.

    —¡Pokébola, ve!

    La cápsula esférica fue lanzada hacia Pidgeot y éste entró en ella. Una luz roja intermitente iluminó por unos segundos hasta que notificó que la captura fue un éxito.
    El azabache emocionado, corrió hacia la pokébola junto a Pikachu.

    —¡Qué bien, volví a capturar a Pidgeot! —exclamó sujetando la pokébola en alto.
    —¡Pi, Pikachu!
    —Pidgeot, definitivamente está bastante fuerte… —dijo Oak observando a Pikachu.

    En efecto, el cuerpo de Pikachu tenía bastantes rasguños en su cuerpo, y era curioso debido que los ataques efectuados por Pidgeot, si bien eran potentes, eran de tipo volador, siendo un tipo débil frente a un pokémon eléctrico como Pikachu.

    —Sí… —dijo el azabache—. Me alegra que esté conmigo nuevamente.
    —Pikachu… —añadió el pokémon conmovido.
    —Bueno, ya podemos regresar a la Poké-academia.

    Ash y Pikachu, felices por el re-encuentro con Pidgeot, asintieron y subieron al auto del profesor Oak.
    En la Poké-academia, Max y Landis, vigilados por Tracey, estaban escribiendo en la pizarra los nombres de los primeros 151 pokémon, junto a su tipo y peso. Ya casi habían terminado, faltándole sólo un pokémon a cada uno.

    —¿Cuál era el peso de Mewtwo…? —susurró el hermano menor de la castaña.
    —112 kilos —le dijo Landis, que ya había terminado su tarea.

    Max volteó a ver al pequeño de ciudad Jubilo, pero éste desvió la mirada con vergüenza. Aun así, Max le dio las gracias.

    —Bueno, esto lo hicimos para que no sigan peleando niños —dijo Tracey—. Espero que no tengamos que volver a hacer esto con ustedes, porque créanme que no es agradable para nosotros darles un castigo.
    —No te preocupes Tracey —dijo Max—. Oye, ¿y Brock?
    —Está con Lucy, coqueteándole de nuevo…
    —Ah… —dijo Max, claramente entendiendo el motivo de su ausencia
    —Bueno, ya me voy —se despidió el observador pokémon—. Nos vemos mañana, niños, disfruten su tarde.

    Max y Landis se despidieron de su tutor, y posteriormente cada uno se dedicó a ordenar sus cosas en su mochila para irse. De pronto Max escuchó un ruido. Era un estómago rugiendo. Pudo ver que Landis se tocaba la panza, así que sospechó que el ruido provenía de él.

    —¿Tienes hambre? —preguntó Max.
    —No pude almorzar hoy porque le estuve explicando a mi papá porque estaba castigado cuando lo llamé… —se lamentó Landis.

    Max miró con pesar a su compañero, y de su mochila sacó una barra de chocolate.

    —Ten —dijo él.
    —Oh, gracias —dijo Landis feliz.

    Landis empezó a comer muy rápido la barra de chocolate, y cuando ya había terminado, miró a Max con arrepentimiento.

    —Oye Max, disculpa si he sido grosero contigo —dijo—. Es sólo que estaba un poco celoso de ver que había alguien más que respondía todas las preguntas y por eso estaba callado el primer día.
    —No te preocupes —dijo Max sonriendo—. Olvidemos todo eso y seamos amigos.
    —Estoy de acuerdo —afirmó Landis correspondiendo la sonrisa.


    Los niños compartieron una amistosa risa y salieron de la sala conversando como nuevos amigos.
    Mientras tanto, May, Marina, Dawn y Drew preguntaban por Ash a todo aquel que se topara con ellos, pero la respuesta siempre era la misma. Nadie había visto al entrenador de pueblo Paleta.
    La coordinadora de cabellos azules, urgida, decidió ir a la oficina de la directora.
    En dicho lugar estaba la señora Helen hablando con Gabby y Ty.

    —Entonces el programa comenzaría mañana, ¿verdad? —dijo la directora.
    —¡Directora! —gritó la coordinadora de Sinnoh abriendo la puerta de golpe—. ¡Es una emergencia!
    —¡Señorita Berlitz! —exclamó la directora asustada—. Estoy un poco ocupada ahora… —añadió señalándole a los periodistas.
    —¡Perfecto! —dijo la coordinadora—. ¡La prensa se puede encargar de difundir la noticia!

    Gabby y Ty intercambiaron miradas de confusión y la directora avergonzada les pidió disculpas.

    —¿Qué es lo qué ocurre? —preguntó la señora Helen mirando a la chica desesperada.
    —¡Ash Ketchum está perdido! —exclamó Dawn rápidamente.

    La directora golpeó su rostro con la palma de su mano exasperada.

    —El joven Ketchum, señorita, estaba autorizado para salir hoy en la tarde con el profesor Oak y volverán pronto. Así que si por favor, retírese que estoy bastante ocupada.

    La coordinadora de Sinnoh se sintió aliviada al escuchar la aclaración de la directora Helen, y dándole las gracias, volvió al vestíbulo donde estaban sus compañeros que la ayudaron en la búsqueda.

    —¿Y…? —preguntó May.
    —¿Supiste algo? —dijo Marina.
    —Parece que a Paul se le olvidó un “insignificante” detalle —respondió Dawn con sarcasmo—. Ash estaba autorizado para salir en la tarde con el profesor Oak.

    Sus compañeros lanzaron un gran suspiro de alivio.
    Entonces, Dawn le hizo una seña a Drew, y él entendiendo lo que le quería decir, se dirigió a la castaña.

    —Oye May, ¿me acompañas al patio?

    La castaña accedió con facilidad, ya que deseaba conservar la amistad con el coordinador de ojos verdes, así que se fueron a dicho lugar acompañados por Pichu.
    Marina, al ver que se había quedado sola con la coordinadora de Sinnoh, decidió irse a su cuarto para evitar algún momento incómodo.
    May y Drew caminando en el patio, conversaban mientras Pichu los escuchaba.

    —May, lamento si te hice pasar un momento incómodo anoche.
    —No te preocupes Drew…
    —Sólo quiero que sepas que puedes contar conmigo para lo que necesites —dijo mostrándole una sincera sonrisa.

    May miró a Drew con dulzura y lo abrazó, dándole las gracias por la incondicionalidad que él le estaba mostrando, y posteriormente siguieron caminando.
    Regresando al vestíbulo, la chica originaria de pueblo Hojas Gemelas volteó la mirada a la entrada cuando vio que su novio y el profesor Oak ya habían regresado.

    —¡Ash…! —exclamó mientras corría hacia él—. No, espera. Recordé que estoy molesta contigo —añadió deteniéndose y haciéndose la difícil.
    —Pikachu… —susurró el pokémon con molestia al ver a la chica.
    —Dawn, quisiera hablar contigo… —dijo el azabache.
    —¿Ah sí?

    El azabache asintió.

    —Bueno, vamos al patio —dijo Dawn.

    Ash, entonces, se despidió del profesor Oak y se dirigió junto a su novia y Pikachu al mismo lugar dónde habían ido May y Drew, y se sentaron en una banca.

    —Bien, te escucho —dijo la coordinadora de Sinnoh.

    Pikachu, demostrando aburrimiento, y para incomodar a coordinadora de gorro blanco, pegó un gran bostezo sin intenciones de disimularlo. Dawn no pudo evitar sentirse levemente molesta con la actitud del pokémon, hasta que se le ocurrió una idea.

    —Oh, Pikachu está aburrido… —dijo Dawn—. Pero tengo una amiguita que lo ayudará a entretenerse… —añadió lanzando una pokébola.

    De la pokébola, salió la Buneary de Dawn. Pikachu al ver a la pokémon conejo, salió corriendo hacia el deslizadero, siendo perseguido por Buneary. Ash observó aquella escena riendo nerviosamente, pero no se preocupó porque los pokémon no estaban muy lejos de sus entrenadores.

    —Bueno, quisiera perdirte perdón por no haberte preguntado ayer cómo estabas y todo eso… —dijo el azabache—. Aunque no creo que haya sido algo tan grave….
    —No es sólo eso —dijo la coordinadora de Sinnoh en seco—. Que no me hayas dicho que May Balance estaba aquí, lo que ocurrió con ese listón el otro día, y cuando no me esperaste para ir al restaurante cuando llegamos a la Poké-academia... ¿acaso quieres más razones?
    —Relájate Dawn, ya te dije que May era sólo una amiga.
    —Y te creí, porque no quería perderte —dijo Dawn—. Pero cuando Brock te la mencionó en el barco te emocionaste demasiado. Ash, yo te conozco, y nunca te habías mostrado tan emocionado por alguien…
    —Bueno, ni yo estoy muy seguro porque reaccioné así…

    Dawn lanzó un suspiro desconsolado.

    —Ash, yo quise que vinieras a la Poké-academia conmigo para que siguiéramos estando juntos, pero si no pones de tu parte creo que es mejor que esto se acabe… —dijo Dawn con los ojos vidriosos.

    Ash miró con pesar a la coordinadora de pueblo Hojas Gemelas. Le dolía verla triste y quería hacer lo posible para animarla.

    —Bueno, intentémoslo una vez más… —dijo Ash un poco inseguro, pero logró disimularlo.
    —¿En serio? —dijo la coordinadora de Sinnoh animada—. ¡Qué padre! ¡Sabía que no me defraudarías Ash! —añadió dándole un fuerte abrazo.

    El azabache rió nerviosamente y le correspondió el abrazo a su novia.

    —Pero primero debemos hacer algo que no hacemos hace muchísimo tiempo… —dijo Dawn.

    Ash tragó saliva con nervios. Sabía perfectamente de lo que estaba hablando y esta vez Pikachu estaba ocupado escapando de Buneary como para ayudarlo como aquella vez en la ruta 2. Resignado, entonces, cerró los ojos y estiró sus labios.
    La coordinadora de Sinnoh se emocionó al ver que su novio hizo lo que ella pidió, y realizó el mismo gesto.
    Se acercaron lentamente, y empezaron a sentir el aliento del otro. Ash sudaba de los nervios, pero sabía que tenía que hacerlo si quería que las cosas con su novia volvieran a estar bien.
    Finalmente, ocurrió. El azabache ya sentía que sus labios hicieron contacto con los de su novia.
    Desde lejos, eran observados por un muchacho de cabello verde, una chica de cabello castaño cubierto con una pañoleta verde y un pequeño pokémon ratón.
    May al ver esa escena sintió que el corazón se le hacía pedazos. No pudo disimular su tristeza y sintió como sus lágrimas se deslizaban por sus mejillas.
    ¿Habrá tomado Ash la decisión correcta? ¿Qué estará tramando el Equipo Rocket? ¿Seguirá May teniendo fuerzas para seguir en la Poké-academia? ¡Atentos al próximo capítulo!
     
    Última edición: 16 Agosto 2013
  14.  
    Hygge

    Hygge Game Master

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    Al fin comento en este gran fic. La verdad es que me esta gustando mucho tu historia y si no comente antes es porq no tenia tiempo pero aqui estoy. Faltas no he visto ninguna, así que te felicito. Ahora las preguntas:

    ¿Habrá tomado Ash la decisión correcta?

    ¡¡CLARO QUE NO!! Debería haber cortado con ella ya mismo

    ¿Qué estará tramando el Equipo Rocket?
    No se pero algo malo, que saldrá mal, y fin. XD

    ¿Seguirá May teniendo fuerzas para seguir en la Poké-academia?
    Espero que si, porq no quiero que se vaya. Ella es la mejooor.

    Bueno, eso es todo, esperare la conti con ansias. Adios.

    Pikapi
     
  15.  
    BlackAuraWolf

    BlackAuraWolf Entusiasta

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    Pidgeot volvio!, pero el veso frente a May causara problemas, conti por favor!
     
  16.  
    Izuna

    Izuna otouto de Uchiha Madara (¿?)

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    Yeei continuaste antes de que me fuera eres un amor :'D
    Bueno he dedecir que me gusto mucho (porque vi a mi Paul en accion (?))
    en fin, voy a tus preguntas :P
    ¿Habrá tomado Ash la decisión correcta?
    Si y No, si porque May estará con Drew ewe (?) y no porque mi Paul no estara con Dawn :c
    ¿Qué estará tramando el Equipo Rocket?
    Pues eso me pregunto, nada bueno supongo. Espero ver legendarios en escena muy pronto >:D
    ¿Seguirá May teniendo fuerzas para seguir en la Poké-academia?
    Espero que si u_u :c pobechita mi castaña, ella no merece eso

    Buneo nos vemos en un mes querido, espero que cuando regrese hayas actualizado :3
    Sayonara~
     
  17.  
    mayyauraydawn

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    ¡NOO!! ¿Pero es que tu buscas que te mate? ¡Como pudiste! No,no. ¡Dawn y Ash no pueden estar juntos! ¡Es una ley! Pero vamos con las preguntas:
    ¿Habrá tomado Ash la decisión correcta?
    No, no, y mil veces no. Este tontito...
    ¿Qué estará tramando el Equipo Rocket?
    Nada bueno, aunque segura acabará fracasando.
    ¿Seguirá May teniendo fuerzas para seguir en la Poké-academia?

    Espero que si, porque a mi May nadie la toca. Creo que iré a matar a Ash, porque él debe estar con May, no con la presumida de Dawn.
    Bueno, porfavor, haz algo ya mismo. Necesito a Ash y a May juntos
     
  18. Threadmarks: Capítulo 11: ¡Guerra de comida!
     
    Steve Yops

    Steve Yops Usuario popular

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    Título:
    [Versión "beta"] Nuestros destinos se re-enlazan (Advanceshipping y otros)
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    25
     
    Palabras:
    9314
    ¡Hola, hola! Por fin les traigo el capítulo 11. Espero que lo disfruten y dejen sus comentarios. Si bien este capítulo no incluye batallas como los anteriores, hay acontecimientos que darán paso a otros fundamentales para la historia.
    PD: ¡Gracias a todos por los comentarios del capítulo anterior!

    Capítulo 11: ¡Guerra de comida!

    En el capítulo anterior, Ash y Dawn se habían reconciliado, y para hacerlo oficial, compartieron algo que al parecer no pasaba desde hace cierto tiempo atrás, un beso.
    Dicho momento fue inoportunamente observado por la castaña coordinadora de ojos color zafiro acompañada de su Pichu y Drew, su compañero.
    Ella sentía que todas sus ilusiones se desvanecían en cuestión de segundos al ver al chico que a ella le gustaba besarse con otra chica. Era horrible. Sentía que la impotencia se apoderaba de ella, quitándole todas sus fuerzas que había logrado reunir con el tiempo.
    May, queriendo dejar de ver aquella destrozadora escena, dio un paso atrás, pero desafortunadamente escuchó el ruido de una lata de refresco que acababa de pisar. Dawn y Ash se separaron precipitadamente y voltearon a ver a los espectadores de su reciente beso.

    —¡May! —exclamó Ash—. ‘No puede ser, de nuevo anda con ese presumido...’
    —Vaya, vaya —dijo Dawn levantándose de la banca—. No sabía que teníamos visitas…
    —‘¡Por qué rayos no botan estas benditas latas en los basureros!’ —pensó May con apuro.

    Drew, por su parte, se dignó a mantenerse en silencio sin demostrar emoción alguna.
    El azabache y la coordinadora de Sinnoh se acercaron a May y a Drew. La chica de cabellos azules tenía una expresión acusadora en su rostro y Ash parecía estar confundido y algo incómodo al ver a su amiga con el coordinador de ciudad Larousse.
    May, al ver que la pareja cerca de ellos, secó sus lágrimas rápidamente.

    —¿Y qué estaban haciendo? —preguntó Dawn.
    —Caminando por allí —dijo Drew con su típico movimiento de flequillo.

    Ash miró al muchacho de ojos y cabellera verde con furia. Por alguna desconocida razón le empezaba a molestar su presencia cuando estaba acompañado de la castaña.

    —¡Súper! —exclamó Dawn—. ¡De seguro la estaban pasando de lo lindo!
    —Oye May —dijo Ash—. ¿Estás llorando?

    Si bien la castaña coordinadora había logrado secar sus lágrimas, sus ojos vidriosos delataban su tristeza. Tomándola de sorpresa, vacilaba continuamente para responder a aquella pregunta.

    —¡Aww! —exclamó Dawn—. ¿No es una ternurita?

    La frase de la chica de cabellos azules dejaron a los demás anonadados. Definitivamente, lo último que se les hubiera pasado por la cabeza era una clase de comentario como ese hacia la coordinadora de pañoleta verde por parte de Dawn.

    —¿No ves, Ash? —continuó—. ¡Está llorando de alegría! ¡Nuestro gran beso la conmovió muchísimo! —añadió esto último mientras le agarraba el brazo a su novio.

    Aquel comentario le cayó bien pesado a la castaña, desviando inmediatamente la mirada.

    —No te culpo, ¿eh? —prosiguió la coordinadora de Sinnoh—. Es totalmente entendible, pues somos una muy bonita pareja…
    —Me tengo que ir —la interrumpió la castaña aturdida, alejándose del grupo a toda velocidad.

    Luego de la partida de la castaña hubo un silencio. Drew con una expresión indiferente siguió su camino.
    Ash seguía con aquella extraña molestia hacia el coordinador de chaqueta morada. Esa sensación no la recuerda en su viaje por Hoenn. No. Era reciente, y desconocía su causa.
    Dawn volteó a mirar a su novio y le rodeó el cuello con sus brazos. Ash, por su parte, le respondió con una sonrisa forzada.

    —¡Ese beso estuvo increíble! —exclamó la chica haciendo énfasis en la palabra en cursiva—. ¿Nos damos otro?

    La chica de cabellos azules empezó a acercarse lentamente al entrenador, pero retrocedió con fuerza cuando un pokémon amarillo saltó en medio de ambos chicos, siendo perseguido por la conejita de color marrón.

    —‘¡No soporto a ese orejón electroestático!’ — pensó Dawn.
    —Dawn, ¿quisieras regresar a Buneary a su pokébola? —le pidió el azabache.
    —Bueno, ya… —contestó la chica de bufanda rosa con pereza.

    La chica hizo un sonido de flojera, y regresó a Buneary a su cápsula esférica. Pikachu al verse en libertad nuevamente, lanzó un suspiro de alivio y volvió al hombro de su entrenador.
    El pokémon ratón miró a la coordinadora de Sinnoh con ira y le sacó la lengua. Ella, sintiéndose desafiada, le devolvió el mismo gesto.

    ----------

    Mientras tanto, Marina Kristalli, aburrida de estar sola en su habitación, decidió buscar a Nicolette, quién le había dicho que iba a la biblioteca poco antes de que la búsqueda de Ash comenzara.
    Llegando la chica de cabello cerúleo a dicho lugar, se dispuso a observar el lugar con cautela en busca de su compañera.
    La biblioteca de la Poké-academia era considerablemente espaciosa. Frente a sus paredes de color beige, habían grandes estanterías de libros de diversos géneros como matemáticas, mitología, ciencias y hasta tiras cómicas. En el centro habían varias mesas con diversos estudiantes investigando sobre variados temas. Hacia el extremo de la derecha, había una lujosa escalera de madera que comunicaba a un segundo piso, donde habían unos cuatro grupos de tres sillones color calabaza con su respectiva mesa de centro sobre una gran alfombra de color viridián, y a sus alrededores otro grupo de estanterías de menor cantidad que el de la planta baja.
    Marina se puso a dar una pequeña caminata por el lugar hasta que a lo lejos vio a Nicolette trabajando concentradamente, acompañada de su durmiente primo Keith.

    —Este chico no tiene remedio… —susurró Nicolette.
    —¡Hola Nicolette! —la saludó Marina acercándose al par de chicos—. ¿Él es tu primo?
    —Sí, el bello durmiente… —dijo la futura ranger—. No sé por qué siempre ha confundido una biblioteca con la sala de la siesta.

    A Marina le causó gracia el comentario de su compañera, y se sentó con los chicos, pues Nicolette le había aclarado que no le faltaba mucho por terminar.

    —¿Por qué no te pones a leer un libro mientras tanto? —propuso la chica de cabello rojizo y revuelto.

    Marina, sin nada más que hacer, accedió. En un principio, tenía intenciones de leer algún libro sobre moda pokémon; sin embargo, se detuvo en la sección de mitología, pues hubo un libro que logró acaparar su atención. Era de color café rojizo con puntos color naranja y gris.
    Tomó entonces el libro, y volvió a donde su compañera.

    —¿Y qué decidiste leer? —preguntó Nicolette.
    —“El Pokémon Magma” —respondió Marina.

    Marina entonces empezó a leer las primeras páginas del libro, que decían:

    Heatran es un pokémon legendario tipo fuego-acero, siendo el único de las leyendas que puede ser macho o hembra. Se dice que fue creado a partir de materia almacenada en el centro del planeta después de que Groudon creara la tierra.
    Habita en los volcanes y puede hacer que entren en erupción en cualquier momento. Puede trepar paredes debido a que sus patas pueden ayudarlo a mantenerse pegado a una superficie, y sus garras en forma de cruz le permiten hacer excavaciones profundas.”


    —¡Terminé! —exclamó Nicolette despertando a su primo Keith e interrumpiendo la lectura de Marina.
    —¡Rayos, Nicolette! —protestó Keith—. ¡Estaba soñando que me convertía en un top ranger y me despertaste en el mejor momento!
    —Uhh que pena… —dijo su prima burlándose—. ¿Y qué tal tu libro, Marina?
    —Fascinante. Nunca había escuchado sobre Heatran.
    —¿Oh en serio? —preguntó Keith—. Incluso en la región Unova se ha vuelto muy conocido por haber habitado en un lugar llamado Montaña Reversia.
    —¿Unova? —preguntó Marina.
    —Mi primo estuvo de viaje por allá, en una ciudad llamada Castelia —explicó Nicolette—. Hasta hace poco, era muy difícil encontrar en Unova a algún pokémon que no fuera originario de esa región.
    —Y aunque dicen que en su zona Este si se podían encontrar a pokémon de otras regiones desde hace tiempo atrás, ya es un hecho que hay especies no originarias de Unova por toda la región —añadió Keith.
    —Vaya —dijo Marina admirada—. ¿Y allá hay concursos pokémon?
    —No —negó el primo de Nicolette.
    —Ya veo… ¿Y qué más cosas sabes sobre Unova? —preguntó la chica de cabello cerúleo curiosa.

    Keith, entonces se dispuso a dar un discurso sobre aquella región mientras Marina lo atendía, pues al encontrarse ociosa vio la necesidad de tener algún tema de conversación. Nicolette por su parte, escuchaba con aburrimiento ciertas partes en las que su primo empezaba a presumir en cuanto a sus experiencias en dicho lugar.

    ----------

    En esos momentos, May estaba sentada en el vestíbulo, llorando silenciosa pero amargamente mientras su pequeño pokémon ratón la observaba con preocupación sin encontrar algo para poder animar a su entrenadora. De pronto, May sintió que alguien le puso una mano sobre su hombro. Volteándose a ver de quién se trataba, pudo ver que era el joven coordinador de chaqueta morada.

    —Drew…
    —Tranquila —dijo sentándose junto a la castaña—, recuerda lo que te dije hace un rato.

    La coordinadora de Hoenn, entristecida, recostó su cabeza sobre el pecho de su amigo, mientras él le acariciaba suavemente su cabeza.

    —Se siente horrible… —susurró la castaña.
    —Te comprendo… —le dijo el chico—. Ya pasará, no te preocupes.
    —Asimilar que Ash tuviera novia fue difícil —dijo May—. Pero haberlos visto besarse me hizo sentir bastante mal…

    El coordinador sólo se dignó a cerrar los ojos con tranquilidad y la castaña reaccionó y se separó del chico, secándose las lágrimas.

    —Drew, no tienes por qué escuchar esto, sobre todo si te hace daño hacerlo —dijo la chica con pesar.
    —Estar contigo no me hace daño —repuso Drew.

    Tanto May como Pichu se mostraron extrañados con la respuesta del coordinador de ciudad Larousse. Definitivamente, era la primera vez que habían visto a Drew tan meloso.

    —Vaya, nunca hubiera imaginado que fueras tan… tierno —dijo May.
    —No es algo que cualquiera conoce de mí —afirmó Drew.
    —Bueno, gracias…

    Dichas estas palabras, la castaña le dio un amistoso abrazo de agradecimiento al coordinador de chaqueta morada.
    En ese mismo instante, dos chicas acababan de llegar al vestíbulo, cuando una de ellas miró fijamente a ambos muchachos y se les acercó bruscamente.

    —¡Lo sabía! —gritó Brianna con furia—. ¡Ya no tienes escusas!

    May y Drew miraron a Brianna desconcertados.

    —¿Qué? —dijo May confundida.
    —¡Eres una traidora, no creo que necesites que te haga el dibujito! —exclamó Brianna.
    —¿De qué estás hablando, Brianna? —preguntó la castaña.
    —¡Por favor! —gritó la coordinadora de Isla Crisantemo enojada—. ¿Insinúas que aquí no pasa nada?

    Logrando comprender lo que le decía, May empezó a irritarse con los reclamos de Brianna. En sí ya estaba lo bastante afligida con el beso de Ash y Dawn como para aumentarle más peso a su mochila en ese momento.

    —¡Pichu, Pichu! —gruñó el pokémon defendiendo a su dueña.
    —Ya sé de qué se trata… —dijo May levantándose de su silla y calmando a Pichu—. Para que estés tranquila, te aclaro que Drew, por ser buen amigo, vino a consolarme por un problema.
    —Ahh… claro —dijo la chica de vestido amarillo desafiante—. ¿Cuál es ese “problema”?
    —¡Ash y Dawn se besaron y me siento terrible por haber visto eso! —exclamó la castaña de golpe al no poder soportar más la situación, saliéndosele una lágrima.

    Brianna y Drew se quedaron helados al escuchar aquello. La chica que estaba con Brianna le pareció caer bien aquella aclaración.

    —¿Ash? —dijo Brianna en voz baja—. Pero creí que…
    —¡Eso es estupendo! —intervino Lyra—. Entonces Ash y Dane ya se reconciliaron, ¿no?
    —¿Dane? —preguntó May.
    —Ya sabes… la mejor coordinadora y la novia de Ash —explicó la chica de sombrero blanco con el lazo rojo.
    —Ah, sí. Espera, ¿se habían vuelto a pelear? —interrogó la castaña con duda.
    —Sí, pero a todas las parejas felices les pasa eso —dijo Lyra a propósito—. Aunque sean la mejor pareja de por aquí, es normal que tengan sus conflictos.
    —Ah sí, claro… —dijo May tratando de mantener la compostura.
    —Bueno —dijo Lyra—. Vamos Brianna, compremos Galletas Lava para celebrar la reconciliación de Ash y Dane.

    Las chicas, entonces, se alejaron de aquel grupo, mientras Pichu les sacó la lengua a aquellas muchachas a sus espaldas.
    Lyra se mostraba muy alegre por la reconciliación de Ash y Dawn, mientras que Brianna estaba estupefacta. Había quedado totalmente confundida. Al ver que May se encontraba tan afligida comenzaba a pensar que aquel sentimiento por Ash era real, recordando además el incidente del listón aquella vez en el comedor.
    La castaña lanzó un suspiró. Haber visto el beso de aquella pareja, recibir reclamos de Brianna y reproches por parte de Lyra la habían dejado sin energías.
    Drew, al notar su agotamiento, decidió irse y se despidió de la coordinadora de pañoleta verde.
    May, cabizbaja, se sentó nuevamente y su pokémon se acercó a ella.

    —No sé qué hacer, Pichu. Me siento abatida —se lamentó la castaña.
    —Pichu… —susurró el pokémon mirando a su entrenadora con pesar.

    Luego de aquellas palabras, aparecieron en el vestíbulo Marina y Nicolette, quienes ya se habían despedido de Keith al salir de la biblioteca.

    —¡Hola, May y Pichu! —los saludó Marina—. ¿Cómo va todo?
    —Uff, estoy cansada…
    —Pichu, Pi…
    —¡Dímelo a mí! —exclamó Nicolette—. Estuve todo el rato haciendo una tarea en la biblioteca.
    —Ah. Nicolette, recuerda que tenías que preguntarle algo a Solana —dijo la chica de cabello cerúleo.
    —¡Oh, cierto!, ¡nos vemos en un rato! —exclamó Nicolette alejándose de sus compañeras de habitación.

    El par de coordinadoras le volearon la mano a Nicolette para despedirse.

    —Oye, May, ¿qué tienes? —preguntó Marina con preocupación, pues rápidamente había reconocido la tristeza presente en su amiga.
    —Vi a Ash y Dawn besarse hace un rato… —dijo May con los ojos vidriosos.
    —Oh… —susurró Marina impresionada—. Lo siento mucho, May.

    Marina inmediatamente abrazó a su amiga con fuerza. A May se le salió una lágrima mientras le correspondía el abrazo a su amiga.
    Luego de soltarse, se miraron con una sincera sonrisa de amistad.

    —Mejor vámonos a la habitación —propuso Marina—. Ahí te calmas y me cuentas todo, ¿sí?

    May asintió.

    —¿Vamos, pequeñito? —le dijo la castaña a su pequeño pokémon ratón, el cual inmediatamente se subió al hombro de la susodicha para ir rumbo a la habitación.

    Justo cuando ambas chicas se marcharon del vestíbulo, estaba entrando la pareja recién reconciliada. Dawn se encontraba bastante contenta, caminando recostada en el brazo izquierdo de su novio mientras un no muy feliz Pikachu veía aquella escena desde el hombro derecho.

    —Bueno, nos vemos en un rato, Dawn —dijo Ash a punto de irse.
    —Ash, espera —dijo Dawn tomándolo del brazo—. Quiero decirte algo antes.
    —De acuerdo. Dime.
    —Quería decirte que en verdad estoy muy muy contenta de que estemos juntos otra vez, y que no quiero perderte nunca jamás, porque soy muy feliz contigo —dijo la chica de cabellos azules con una dulce sonrisa y un bonito brillo proveniente de sus ojos.

    El azabache se conmovió con las palabras de su novia. Le costaba entender ese tipo de cosas, eso es cierto. Pero tampoco era una pared de metal fría y sin sentimientos. Él, de alguna manera, pudo percibir aquel sincero sentimiento que provenía de la chica de ojos color lapislázuli.

    —A mí me alegra verte feliz, y te prometo dar lo mejor de mi esta vez para que esto pueda funcionar —dijo el chico de gorra roja mirando con ternura a la coordinadora de Sinnoh.

    La coordinadora proveniente del pueblo Hojas Gemelas se mostró muy alegre con la respuesta de su novio, y corrió a darle un beso en la mejilla y un gran abrazo que le fue correspondido.
    La chica de bufanda rosa, entonces, se despidió de su novio con otro beso en la mejilla y se fue saltando felizmente a su habitación y el azabache la contemplaba enternecido.
    Al llegar a su habitación y cerrar la puerta, la coordinadora de Sinnoh se puso a bailar de un lado a otro celebrando su gran día.
    Minutos después, llegaron sus amigas comiendo una Galleta Lava cada una y presenciaron el baile de su compañera.

    —¡Hola, chicas! —exclamó Dawn irradiando felicidad—. ¿Cómo estuvo su día?
    —Bastante bien, ¿y el tuyo? —dijo Lyra.
    —Increíble —respondió—. Me reconcilié con Ash, le pude dar un beso que ni el peludo de Pikachu pudo evitar esta vez, y la cerecita del pastel: May Balance nos vio justo en el momento del beso.
    —¡Sí! —exclamó la entrenadora de Johto—. Nosotras la vimos hace un rato en el vestíbulo, ¿verdad, Brianna?
    —Sí… —dijo Brianna un tanto insegura—. Se veía muy triste…
    —Una lástima… —dijo la chica de bufanda rosada.
    —¿Sabes, Dawn? En verdad la vi muy afligida —dijo la chica de capul—. Creo que no le gusta Drew después de todo…

    A la coordinadora de Sinnoh se le borró la sonrisa de su rostro, y empezó a negar con la cabeza.

    —No, Brianna, no —dijo la chica de cabellos azules—. Eso es lo que ella quiere que creas…
    —¿Qué?
    —Si en verdad le gustara Ash, ¿por qué disfruta tanto de la compañía de Drew?
    —No lo sé… —dudó la coordinadora de isla Cristanemo—. Pero si es así, ¿por qué te preocupa tanto que May esté cerca de Ash?
    —Bueno, ya… me enteré por ahí que a ella le gusta Ash —admitió la coordinadora de Sinnoh—. Pero eso no descarta que le pueda llegar a gustar otro chico, digo, aún no tiene novio y si es tan cercana a Drew, no me extrañaría que se hicieran novi…
    —¡No lo digas! —la interrumpió Brianna—. Primero, aclárame una cosa. ¿Qué hablaron Drew y tú en el restaurante para que nosotras nos tuviéramos que ir al instante?

    La chica de ojos color lapislázuli lanzó un suspiro.

    —Te seré sincera —dijo Dawn intercambiando miradas con Lyra—. Me dijo que le gustaba May…
    —¿Por qué Drew te diría algo como eso? —preguntó Brianna desconcertada—. Lo último que él haría sería acudir a alguien para ese tipo de cosas…
    —Porque yo le dije que podía ayudarlo.
    —¿¡Qué!? —se precipitó Brianna—. ¡Dawn cómo pudiste!
    —¡Relájate…! —dijo Dawn—. Escucha, lo tengo todo fríamente calculado…

    Brianna, recuperando la calma, se dispuso a escuchar a la coordinadora de cabellos azules.

    —Si Drew logra alejar a May de mi novio, yo me encargo de convencerlo para que se vaya contigo… —prosiguió la coordinadora de Sinnoh.
    —¿Y cómo piensas hacer eso? —cuestionó la chica de capul.
    —Brianna, convencí a Ash para que viniera conmigo a la academia y logré que Drew aceptara mi propuesta… —respondió Dawn—. ¡No tienes de qué preocuparte! Si hay algo que sé hacer bastante bien es persuadir.
    —Hmm… de acuerdo, te creo —dijo Brianna sonriendo con inseguridad.

    A la chica de ojos color lapislázuli se le formó una notable expresión de triunfo, y le susurró a la chica de capul un “Bien hecho”, mientras Lyra observaba con mucha admiración la astucia de su amiga.

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    En aquellos instantes, en la habitación 10D, se encontraba May contándole a Marina sobre lo sucedido en el patio de recreos hace unas horas atrás mientras Pichu estaba jugando con la pelota con forma de Voltorb.

    —Luego de darle las gracias a Drew, estuvimos caminando un rato hasta que decidimos entrar al vestíbulo, pero en el camino me frené al ver a Ash y Dawn…
    —Oh… de verdad lo siento —dijo Marina con pesar—, debió haber sido feo…

    La castaña lanzó un suspiro.

    —Lo fue, pero ya pasó… —afirmó la coordinadora de pañoleta verde—. El día en que llegamos aquí, que fue cuando me enteré que Ash tenía novia, dije que iba a aceptar la realidad, ¿no?
    —Wow, de verdad te felicito por tu fortaleza, May.
    —Gracias Marina —agradeció la coordinadora de Hoenn—. Al fin y al cabo, es lo mejor que puedo hacer con eso.

    Marina le mostró una tranquila sonrisa a su amiga. Pasaron unos pocos segundos para que alguien abriera la puerta. Era Nicolette, y traía compañía.

    —¡Hola chicas! —saludó Nicolette—. Ella es Caty, mi compañera de clase.
    —¡Hola, mucho gusto! —se presentó la estudiante ranger castaña.
    —¡Hola, igualmente! —exclamaron May y Marina al unísono, mencionando después sus respectivos nombres para presentarse ante la nueva conocida.
    —¡Pichu! —saludó el pokémon ratoncito voleando una de sus patas.

    Caty al ver a Pichu, se conmovió y se acercó a acariciarlo.

    —¡Qué lindo! —exclamó Caty—. ¿Es tuyo, May?

    May asintió.

    —Te felicito, veo que los has criado muy bien —dijo Caty.
    —Cuando fui a hacerle la pregunta a Solana, me encontré con Caty —explicó Nicolette—. La invité a venir un rato, ¿está bien?
    —¡Claro que sí! —respondió Marina.
    —Es tu habitación también, no hace falta que preguntes —añadió May sonriendo grandemente.

    Nicolette y Caty se acercaron a May y Marina para hablar de sobre la Poké-academia y sus expectativas acerca de ella. La conversación siguió teniendo ese rumbo hasta que Caty lanzó al aire un dato novedoso.

    —¡Mañana viene el señor Scott! —afirmó Caty—. Dará una breve charla en el auditorio.
    —¡Es cierto! —exclamó Marina con brillos estelares en sus ojos—. Desde hace rato quiero conocer el auditorio…
    —También presentarán a los reporteros que la directora Helen ha estado esperando con ansias —dijo Nicolette.
    —Interesante —dijo la ranger de cabello marrón.

    May, sin embargo, miraba a un punto fijo, perdida en sus pensamientos. Recordaba lo que había visto hace un rato, y por más que le doliera, no podía sacarlo de su cabeza.

    —¿Estás bien? —susurró Marina que estaba al lado de ella.
    —Ehh… sí, claro. Sólo estaba pensando, no te preocupes —le contestó May en voz baja.

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    En esos instantes, Max, Vivi y Landis estaban caminando por el restaurante mientras conversaban alegremente.

    —¡Me alegra que sean amigos, chicos! —exclamó Vivi.
    —Digo lo mismo —dijo Max.
    —Sí, eso de las peleas se estaba volviendo agotador… —afirmó Landis.
    —Oigan, ¿el muchacho de allá es nuestro maestro? —dijo Vivi señalando a un hombre a la distancia.

    Dicho joven estaba acercándose al mostrador, donde una mujer de larga cabellera negra con un par de mechones rojos se encontraba comprando una botella de agua. La chica, al darse vuelta, se encontró con aquel chico frente a ella y no pudo evitar sonrojarse.

    —Brock… —susurró.
    —¡Mi Lucy! —exclamó Brock arrodillándose y tomándole las manos —. ¿Te dije cuánto te he extrañado?

    Lucy se quedó muda mientras su rubor crecía y crecía. Brock, entonces, comenzó a preocuparse.

    —¿Pasa algo?
    —Lo lamento, Brock, pero debo irme —dijo tímidamente la reina del Serpie, saliendo del lugar tratando de conservar la calma.
    —‘¿Dije algo malo?’ —pensó Brock con preocupación.

    De lejos, los chicos observaban a su solitario tutor.

    —Brock nunca va a cambiar… —dijo Max.
    —¿Siempre es así? —preguntó Landis.

    Max asintió.

    —Pero a mí me parece que a Lucy también le gusta Brock… —dijo Vivi.
    —¿En serio? —preguntó Max—. Eso no ha pasado, hasta donde yo sé.
    —O tal vez no te diste cuenta… —dijo la pequeña integrante de la familia Winstrate.

    Max simplemente encogió de hombros, y junto a sus amigos, decidieron cambiar de tema de conversación.

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    En esos momentos, Jimmy entró a su habitación, y vio a Ash acostado en total silencio. Pikachu estaba a su lado, recostado boca abajo.

    —Hola, Jimmy —saludó el azabache.
    — Hola, Ash —exclamó Jimmy levantándose de su cama—. ¿Pudiste arreglar las cosas con Dawn?
    —Sí, ya está todo arreglado.

    En ese mismo instante, Paul entró a la habitación y alcanzó a escuchar las palabras del entrenador de gorra roja.

    —Creo que debo felicitarte, Ash —dijo el entrenador de cabellera morada.
    —Oh. Gracias, Paul.

    En esos momentos sonó la campana que indicaba que la hora de la cena había llegado. Ash, emocionado, llamó a su pokémon pero éste no respondía. Volteando a ver al pokémon ratón, vio que éste seguía recostado boca abajo completamente inmóvil.

    —¿Qué pasa, Pikachu? —dijo el entrenador de pueblo Paleta confundido.
    —Pikachu… —susurró Pikachu, volteando a mirar lentamente a su entrenador con una expresión de terror en su rostro.
    —Oh, creo que ya sé que ocurre…
    —¿Qué pasó? —preguntó Jimmy.
    —La Buneary de Dawn. Le gusta Pikachu y empezó a perseguirlo hace un rato —explicó Ash.
    —¡Pika, Pikachu! —aulló el pokémon.
    —Ya, amigo. No pasa nada —dijo el entrenador de pueblo paleta—. Vamos a comer, ¿te parece?

    Pikachu miró con duda a su entrenador, pero luego oyó un rugido de su propia panza que lo hizo cambiar de opinión, así que se subió al hombro del azabache.
    Estaban alistándose para ir, pero vieron que Paul no tenía intenciones de salir.

    —Vayan a comer si quieren —dijo el chico de ciudad Veilstone—. Yo todavía no tengo hambre, iré un poco más tarde.

    Ash y Jimmy compartieron una mirada de incertidumbre, se encogieron de hombros y tomaron rumbo al comedor.
    Mientras iban caminando, Jimmy pensaba en su amiga Marina y en lo poco que ha podido compartir con ella desde que llegó al instituto. Ash también iba concentrado en sus propias reflexiones. Sin embargo, cada pensamiento que se le venía a la cabeza le hacía rugir cada vez más el estómago. Definitivamente, el azabache venía pensando en la comida que recibirían en un rato más tarde.
    Luego de llegar a su destino, hacer la fila y encontrar una mesa cerca de la pared con asientos estilo booth, ambos chicos escucharon un grito a lo lejos.

    —¡Ash! —gritó Dawn con tono caprichoso—. ¡Qué bueno verte!

    Dawn iba con sus compañeras de habitación y acababan de salir de la fila, por lo que se sentaron con aquellos chicos que encontraron recientemente.
    Ash y Jimmy, que ya estaban sentados, se corrieron al rincón para darles espacio a sus compañeras recién llegadas.
    Como era de pensar, Dawn se sentó al lado de su novio y Lyra al lado de Jimmy.
    Brianna, al no saber dónde sería menos incómodo sentarse, llenó los tazones de comida pokémon y les dijo al resto que sacara a sus pokémon para alimentarlos. Finalmente, decidió sentarse al lado de Jimmy y Lyra.
    Hubo un momento en que todos estaban callados comiendo su cena, pues el hambre los dominaba. Sin embargo, hubo un momento en que Jimmy dejó de comer y no pudo evitar sonreír cuando vio a un grupo de chicas saliendo de la fila y sentándose a tres mesas de distancia de ellos.

    —Con permiso —dijo Jimmy.

    Después que Lyra y Brianna le dieran permiso para levantarse de su silla, el chico se dirigió al grupo de las jóvenes sin borrar la sonrisa de su rostro.
    Cuándo una de ellas vio al joven entrenador acercarse a ellas, se alegró de sobremanera.

    —¡Jimmy! —exclamó —, ¡qué bueno verte!

    Las amigas de la chica sonrieron y decidieron sentarse para dejarla hablando tranquilamente con el recién llegado.

    —Hola, Marina. Digo lo mismo —dijo el entrenador de gorra amarilla.
    —Y, ahora qué puedo preguntarte… ¿me extrañaste? —dijo guiñándole el ojo con una pose seductora a su amigo.
    —¿¡Ah!? —se exaltó el entrenador de pueblo Primavera mientras empezaba a ruborizarse—. Tal vez… —añadió en voz bastante baja.
    —¿¡En serio!? —se emocionó la coordinadora e ídolo pokémon—. ¡Wow, por fin respondes sin cambiar de tema!

    La chica de la emoción, le dio un gran abrazo a su amigo. Sentía una inmensa felicidad de saber que Jimmy admitió extrañarla a diferencia de veces anteriores, o al menos eso parecía.

    Lyra, desde su mesa, vio detenidamente la escena y se puso roja de los celos. Ash y Brianna comían tranquilamente, mientras que Dawn también fue testigo de la conversación de Jimmy y Marina.

    —Te lo dije… —susurró Dawn.
    —¡No, no, no! —pataleó Lyra.

    Lyra comenzaba a perder el control por lo que acababa de ver sumado al reproche de Dawn. Observó su bandeja y tomó su pie de limón. Se levantó impulsivamente de su asiento, miró con cautela a Marina y… ¡Pum! Dio en el blanco.

    —¡Ups! —exclamó Lyra—. ¡Lo siento!
    —‘Wow, no conocía ese lado de Lyra…’ —pensó la coordinadora de Sinnoh impresionada.

    Marina tenía todo el rostro cubierto de la crema del pastel. Al ver a la responsable, se sintió furiosa y un tanto avergonzada, mientras May y Nicolette dejaron de comer atónitas.

    —Deberías pedirle a tu novio Vincent que ayude a limpiarte… —añadió la entrenadora de ojos marrones acercándose a dicho grupo.
    —Tú también deberías limpiarte una manchita… —dijo Marina tomando su propio pie de limón.
    —¿Dónde?
    —¡En toda la cara! —gritó la chica de cabello cerúleo restregándole el pastel a Lyra en su rostro.
    —¡Chicas, relájense! —exclamó Jimmy apurado, tocando accidentalmente la cara de Marina y untándose de la crema del pastel.
    —¡Tú relájate! —gritaron Marina y Lyra al unísono.

    Lyra se precipitó y tomó un vaso de jugo de otro entrenador sin pedir permiso, y arrojó su contenido apuntando a Marina. La coordinadora de Johto se agachó rápidamente, logrando esquivarlo, cayendo el jugo directamente sobre May.
    La castaña lanzó un grito de impresión al ser empapada por aquel líquido.

    —¡Lyra! —exclamó May temblando del frío.

    Tres mesas más atrás, Dawn había dejado de comer porque no tenía mucha hambre aquella noche, y al ver que su novio ya había comido el plato de fondo, lo detuvo antes de que pudiera pasar al postre.

    —Estoy aburrida… —dijo la chica de cabellos azules.
    —¿Y qué quieres qué haga? —preguntó inocentemente el azabache.
    —¡Otro beso! —exclamó la chica de ojos color lapislázuli.

    Regresando a la mesa donde se encontraban May y compañía…

    —¡No te enojes! —exclamó Lyra—. Yo no fui la que se besó con Ash en la tarde…

    May sintió aquel reproche como una gran punzada a su estómago. Esta vez si no se pudo contener, e impulsivamente tomó su pie de limón y lo lanzó con fuerza. Lyra, ágilmente dio un salto hacia el suelo, evadiendo aquel pastel que seguía volando por los aires.
    Dawn estaba a pocos centímetros del azabache cuando sintió que algo le dio un golpe. Se empezó a tocar con cuidado la cabeza, hasta que sintió la crema del postre en todo su cabello. La chica asqueada, se levantó de golpe.

    —¿¡Quién fue!? —gritó la coordinadora de Sinnoh.
    —¡Ella lo hizo! —exclamó Lyra señalando de manera extremadamente evidente a la castaña coordinadora.

    Dawn estaba que lanzaba fuego como un feroz Infernape. Rápidamente tomó su postre y el de Ash.

    —¡Oye, yo me iba a comer eso! —protestó el entrenador de gorra roja.

    Sin escuchar al azabache, la chica lanzó ambos pasteles, pero para suerte de May, accidentalmente golpeó a dos chicos, ubicados entre las mesas que separaban al grupo de la castaña al del azabache, que se habían levantado de sus asientos.
    Aquellos chicos eran Vincent y Timmy. Había un tercer chico con ellos y era Drew, quien decidió quedarse sentado al ver el bombardeo de comida llegar a sus compañeros de habitación.

    —¿¡Quién hizo eso!? —exclamó Vincent con furia.

    La coordinadora de bufanda rosada rápidamente escondió sus manos detrás de su espalda mientras el castaño entrenador de Johto miraba a todos lados hasta que vio a Jimmy.

    —¡Tú! —lo señaló con mirada acusadora.
    —¿¡Yo!? —exclamó Jimmy levantando sus manos con inocencia—. Pero si yo no he hecho nada.

    Vincent vio con ira las manos untadas de crema del pastel. Jimmy, al darse cuenta de eso, trató de explicarle, pero era demasiado tarde.
    El entrenador de camiseta verde no escuchaba ninguna de sus explicaciones, y tomó un plato de comida de uno de los estudiantes de la mesa de al lado, y la lanzó hacia Jimmy, manchándole su chaqueta roja.
    El Typhlosion de Jimmy, al ver lo que Vincent le hizo a su entrenador, dejó de comer y lanzó un poderoso Lanzallamas hacia el castaño entrenador.
    Por cuestión de suerte, Vincent pudo esquivarlo mientras lanzaba un grito de pánico.

    —¡Guerra de comida! —gritó uno de los estudiantes.

    En ese mismo instante platos de comida empezaron a volar por los aires, cayendo al suelo y en rostros diversos, mientras los pokémon se quedaron viendo como aquella batalla se había desencadenado. Las criaturas se miraron unos a otros, se encogieron de hombros y siguieron comiendo.
    Jimmy y Marina se agacharon y se escondieron debajo de una de las mesas.

    —¡Rayos, esto se salió de control! —dijo Jimmy—. No sé porque Lyra hizo eso…

    Marina suspiró.

    —¡Cuando tú y yo nos ponemos a hablar, ella siempre nos interrumpe! —exclamó la chica de cabello cerúleo.

    Jimmy sonrió. Pudo notar aquellos celos en su amiga de la infancia, y eso le agradaba de cierta forma, pues le decía que ella sentía algo por él.
    Marina se quedó inmóvil al ver como el entrenador la miraba fijamente con una sonrisa, y se ruborizó levemente devolviéndole la sonrisa.
    Estuvieron así un rato y la distancia que los separaba se fue acortando hasta que…

    —¡¡Alto!! —gritó una voz.

    Era la directora Helen. Estaba parada en medio del restaurante mirando a todos con profunda seriedad. Había logrado terminar la batalla de comida, pero lo que dejó aquella competencia fue un total desastre.
    El piso del lugar estaba lleno de restos de comida, jugo y pedazos de platos rotos.
    Los tutores habían tratado de calmar la situación pero no habían tenido éxito, y por ello fue la directora la que tuvo que intervenir.

    —¡Miren lo que han hecho! —los regañó la directora—, ¡debería darles vergüenza!

    Los estudiantes guardaban silencio mientras la directora daba un discurso. La situación siguió así hasta que la directora preguntó quién había sido el responsable.

    —¡Fue Marina Kristalli! —afirmó Lyra.
    —¡Falso! —se defendió Marina—, ¡fue Lyra la que inició todo!

    Marina intentó pararse de rapidez pero volvió bruscamente al suelo al golpear fuertemente su cabeza con la tabla de la mesa.
    Con más calma, Marina logró levantarse con ayuda de su compañero.
    Al estar de pie, se sobaba la cabeza, pues un chichón se le había formado a causa del golpe.

    —¡Uhh! —exclamó Dawn—. ¿Aprovechaste la guerra de comida para besarte con Jimmy debajo de la mesa?
    —¡Claro que no! —exclamó Marina roja como un tomate.

    Los demás estudiantes rieron salvo algunas excepciones. Vincent enrojeció de cólera y Lyra, impresionada, se tapaba la boca con su mano dramáticamente.

    —¡Deja de inventar cosas, Dawn! —intervino May.
    —¡Ya basta! —ordenó la directora—. Espero que esto no se vuelva a repetir. Es la primera y única advertencia. Ahora dile a tu novio que te acompañe a la enfermería para que te pongan hielo en la cabeza.
    —¡Él no es su novio! —alegaron Lyra y Vincent al unísono.
    —Bueno, su amigo… — intentó corregir la directora.
    —¡Directora, no pueden irse así nada más! —intervino Vincent, de quién los celos se habían apoderado—. Jimmy me arrojó un pastel y fue por eso que inició la guerra de comida…
    —¡Claro que no! —exclamó Jimmy—. Alguien dijo “¡Guerra de comida!” después de que tú me lanzaras ese plato de comida, y yo no te tiré ningún pastel.
    —Suficiente. Lyra Silverwinds y Vincent Jackson limpiarán este desastre —los interrumpió la encargada de dirección—, y mañana ustedes dos lavarán los platos del almuerzo y de la cena —añadió dirigiéndose a Jimmy y Marina.
    —¿Y por qué ellos no limpian el comedor como nosotros? –preguntó Lyra.
    —Porque la señorita Kristalli tiene que ir a la enfermería, por eso lavarán los platos dos veces el día de mañana. Ahora no quiero más reclamos —concluyó la directora.

    Marina y Jimmy voltearon a mirarse un poco confundidos. Obedeciendo a la directora, ambos chicos devolvieron a sus pokémon a sus respectivas pokébolas, con excepción de Typhlosion y Peque Miss, y se dirigieron a la enfermería.
    May, con una sincera sonrisa, vio cómo su amiga se iba del lugar junto a aquel chico.
    Volteó la mirada, y vio que Ash y Pikachu se acercaban a ella. Iban acompañados de Dawn, que venía de mala gana.

    —Oye, May, queríamos disculparnos por lo que pasó entre Lyra y Marina —dijo el entrenador de gorra roja.
    —Pika… —susurró el pokémon.
    —¿Ya terminaron? —dijo impaciente la coordinadora de ojos color lapislázuli.
    —Si quieres puedes esperarnos por allá con Brianna…
    —¡Ok! —dijo Dawn—. Vamos, Lyra —añadió esto último llevándose a dicha entrenadora.

    Luego que se fueron ambas chicas, se pudo retomar la conversación sin problemas.

    —No te preocupes, Ash —dijo la castaña—. No eres tú el que debe disculparse de todos modos…
    —Sí. Pero aun así prefería hacerlo —afirmó el azabache.

    La coordinadora de ciudad Petalburgo le sonrió dulcemente.
    Al notar una pequeña macha en el rostro de la chica de ojos color zafiro, el entrenador de pueblo Paleta tomó una servilleta y le limpió la cara con suavidad.
    May quedó sorprendida. En definitiva, ese gesto era algo completamente nuevo en su amigo.

    —Tenías una mancha y quise limpiarla —dijo el entrenador azabache sonriendo grandemente.

    May le agradeció con un leve rubor. Ash y Pikachu se despidieron y se fueron del lugar.

    —Oye, May —dijo Nicolette—. ¿Esos no son los lentes de tu hermano?

    May miró al suelo y vio los lentes de Max.
    Exaltada, empezó a buscar a su hermano por todos lados, hasta que lo vio agachado a lo lejos , buscando sus lentes con esfuerzo, acompañado de Vivi y Landis.

    —¡Max! —exclamó poniéndole los anteojos—. ¿Estás bien?
    —Sí, no te preocupes —respondió su hermano retomando la compostura.
    —¿Cómo pasó?
    —En medio de la guerra de comida mis lentes se cayeron por accidente —explicó—. Ah, por cierto, él es Landis. Ahora somos amigos.
    —¡Eso me alegra! —dijo la castaña coordinadora—. ¡Hola, mucho gusto! —añadió extendiéndole su mano.
    —¡Hola, digo lo mismo! —respondió correspondiéndole el gesto para saludarla.

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    En aquellos momentos, Marina tenía una bolsa de hielo sobre la cabeza. Había sido atendida por una enfermera llamada Julia.
    Julia es una mujer de piel blanca, alta, ojos marrones y cabello del mismo color se sus ojos. Éste era crespo y estaba sujetado en una cola de caballo. Vestía con su uniforme, que consistía en un gorro de enfermera, una blusa y una falda de color rosado; medias largas de color blanco y unos zapatos de enfermería de color café.
    La enfermería era un cuarto de paredes color celeste y un piso de baldosas blancas. Tenía varias estanterías con medicamentos, un escritorio, y la camilla en que Marina estaba sentada.

    —¡Gracias, enfermera! —agradeció Marina.
    —No hay de qué —respondió—. Sólo ten más cuidado la próxima vez para que no te golpees tan fuerte.

    Finalmente, Marina se sacó la bolsa cuando la enfermera se lo indicó y se levantó de la camilla con ayuda de Jimmy.

    —Oye, Jimmy —dijo Marina sin soltarle las manos —. Gracias.
    —Es con mucho gusto —respondió Jimmy.

    Ambos chicos se quedaron viéndose detenidamente mientras se sujetaban las manos y un rubor empezaba a aparecer en sus rostros.

    —Chicos, ¿están bien? —preguntó la enfermera.
    —Ah sí, claro. Ya nos vamos, ¡muchas gracias! —dijeron ambos al unísono reaccionando.

    Marina y Jimmy se fueron del lugar, siendo seguidos por una silenciosa Misdreavus y un burlón Typhlosion.

    —¡Deja de reírte, Typhlosion! —ordenó Jimmy avergonzado.

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    —La comida estuvo deliciosa, señor Eduardo, muchas gracias —agradeció Max mientras devolvía la bandeja.
    —Y disculpe las molestias que causó la guerra de comida… —añadió May.
    —Ah, no se preocupen. Mientras no se vuelva a repetir, como dijo la directora, todo estará bien —dijo el chef—. Ahora el trabajo se lo llevarán esos dos estudiantes…

    El señor Eduardo era un hombre mayor, con bigote y cabello canosos, e iba vestido con su uniforme de chef, y era el esposo de la cocinera que May mencionó en capítulos anteriores.
    May y Max se despidieron del chef Eduardo, y al reunirse con Nicolette, Caty, Vivi y Landis, tomaron rumbo al vestíbulo.

    —El chef Eduardo y su esposa cocinan muy bien, ¿no? —dijo May.
    —Sí, lo hacen excelente—respondió Max.
    —Bueno, Marina debe estar en la habitación —dijo Nicolette—. Nos vemos mañana.

    El grupo de despidió y se fueron a sus respectivas habitaciones.
    Una vez que el comedor ya estaba vacío, Vincent y Lyra llegaron con trapeadores, baldes y escobas. Empezaron a limpiar con mucho esfuerzo, aunque no fue tan difícil como creyeron.

    —No puede ser… —se lamentó Vincent—. En este momento Jimmy debe estar muy cerca de Marina.
    —Vincent, a la próxima controla mejor a tu novia, ¿sí? —dijo Lyra con resignación.
    —No es mi novia… aún —repuso Vincent.

    Lyra suspiró y se dedicó a limpiar la última mancha que quedaba en el suelo.

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    Al caer la noche, en un terreno bastante rocoso, estaban tres individuos escalando uno de los tantos riscos.
    Llegando a la cima, se encontraron con un enorme edificio morado con una gran R roja sobre su entrada.

    —¡Al fin!, ¡los cuarteles del equipo Rocket! —exclamó Jessie.

    El trío Rocket saludaron con emoción a los reclutas que vigilaban la entrada del edificio, y entraron a aquel edificio.
    Caminando, observaban con curiosidad y un tanto de nostalgia el interior del lugar, las baldosas azules y las paredes verdes. Había pasado un buen tiempo desde que estuvieron ahí.
    Siguieron contemplando su entorno hasta que llegaron hacia ellos una mujer de cabello largo de tonalidad rubia y un joven de cabello color verde azulado. Ambos iban vestidos con el uniforme color negro del equipo Rocket y unas botas blancas.

    —¡Mira lo que trajo el camión de basura! —se burló Cassidy.
    —¡Los tres inútiles han regresado! —añadió Butch.

    El trío del equipo Rocket volvieron la mirada hacia los recién llegados con furia.

    —¡Ay, Cassidy! —exclamó Jessie—. ¡El papel de payasa te queda mil veces mejor que el de villana!
    —¡Y Bicho podría ser tu bufón! —agregó James.
    —¡Mi nombre es Butch y no Bicho! —protestó Butch.
    —Ustedes se siguen creyendo la última limonada del desierto… —intervino Meowth—. Para que sepan, nosotros estamos aquí por la Operación Estallido, ¿cómo les queda el ojo?
    —Igual que todos, gato con botas—dijo la rubia mujer—. Si esto no fuera una actividad masiva de la organización, ustedes ni siquiera andarían por aquí.
    —¡Cierra la boca! —gritó Jessie—. ¡Nosotros fuimos llamados por la mismísima Ariana, la ejecutiva!
    —¡Woow! —exclamó Cassidy sarcásticamente—. ¿Oíste eso, Banjo?, ¡los llamó Ariana!
    —Me llamo Butch… —alegó el joven de cabello verde azulado—. En fin, a nosotros nos llamó la mano derecha del jefe, Archer.

    Jessie, James y Meowth sintieron un leve vacío con aquella revelación. Si bien Ariana era una gran ejecutiva, el único que la superaba era Archer, por lo que Cassidy y Butch estaban mejor catalogados al ser llamados por tal ejecutivo.

    —¡Bola de mentirosos!, ¡no les creemos nada! —exclamó Meowth.
    —¡Claro que es verdad! —dijo Butch—. De hecho fuimos los únicos llamados por Archer.
    —¿Saben lo que eso significa? —dijo Cassidy odiosamente—. ¡Somos los preferidos por el jefe!, ¡ni ustedes ni los babosos de Atila y Juno están a nuestros talones!
    —De todas formas fuimos llamados por la segunda mejor ejecutiva —afirmó la mujer de larga cabellera fucsia tratando de mantener la compostura—. Yo que ustedes andaría con mucho cuidado.
    —Además no se crean los mejorcitos por estar arriba de Atila y Juno —dijo James--. Esos lo único que tienen de malotes son el carácter, porque no pudieron atrapar al Raikou del que tanto alardeaban.
    —Y capturaron a Rayquaza —agregó Meowth—, pero a los tres minutos se les voló.

    Antes de que Cassidy y Butch pudieran responder, una voz se escuchó en los parlantes del cuartel.

    —Se solicita a pasar a la sala de conferencias a todos los miembros del equipo Rocket —dijo la voz.
    —Es Archer… —susurró Jessie.
    —El ejecutivo que nos llamó hace unos días —dijo Butch.
    —Adiós, inútiles —dijo Cassidy alejándose junto a su compañero de aquel grupo.

    El trío del equipo Rocket decidió formar un círculo entre ellos.

    —Tenemos que buscar la manera de vencerlos de una vez por todas… —murmuró Jessie.
    —Bueno, antes de llegar a Kanto, el jefe nos felicitó por derrotar al equipo Galáctico, ¿no? —musitó James.
    —Exacto —afirmó Meowth—.Y si fuimos llamados por Ariana, es muy probable que seamos el segundo mejor grupo de la organización, así que tenemos que seguir esforzándonos. En muy poco tiempo habremos superado a esos dos babosos.

    Mientras aquel grupo cuchicheaba, Cassidy y Butch iban hablando al mismo tiempo que tomaban rumbo a la sala de conferencias.

    —Oye, Butch —dijo Cassidy—. Por lo que tengo entendido, Ariana llamó a un solo grupo también. Así que esos tres no van tan mal como creemos.
    —Sí —respondió Butch asintiendo—. Si van tan bien como parece, a lo mejor les suban de rango o algo parecido.
    —Tal vez les den un papel importante en esta misión… —reflexionó la rubia mujer—. ¿Pero cómo?, si hasta hace poco eran un desastre…
    —A lo mejor tienen habilidades que acabaron de aprender a usar.

    Horas después, las butacas de la sala de conferencias estaban repletas de distintos miembros del equipo Rocket. Entre ellos, se podía ver a una mujer de piel clara, cabellera blanca y semi-corta, con una expresión muy seria en su rostro, vestida de su uniforme blanco junto a un hombre moreno, alto, musculoso, usando gafas de sol y su uniforme del mismo color de su compañera, sólo que no tenía mangas. Eran Juno y Atila respectivamente.

    Describiendo el espacio, aquella sala de conferencias era una amplia habitación de paredes azules, el suelo era de baldosas grises, las butacas de color borgoña y en el techo habían varios focos de embutir que iluminaban el lugar.

    En el escenario había un atril en el medio, con una R roja en el frente, y un pequeño micrófono en su superficie. A la derecha de éste había dos sillas, ocurriendo lo mismo a su izquierda.
    Los reflectores de aquella plataforma se encendieron cuando llegaron cinco individuos.

    El primero era un muchacho de piel blanca, ojos verdes azulados al igual que su cabello. Usaba una boina de color negro, que dejaba visible dos curiosos mechones de su cabellera, un abrigo negro con un pequeño círculo amarillo en el cuello, y una gran R roja en el centro. Vestía también de un pantalón del mismo color que su abrigo con sus mismos detalles, unos largos guantes blancos que le cubrían sus mangas con una respectiva raya naranja cerca de la abertura, unas grandes botas con los mismos detalles de sus guantes, y un simpático cinturón blanco formado por varios cuadrados. Se sentó en la silla del extremo de la derecha.

    —Vaya, es Proton —dijo Jessie.
    —Sí —afirmó Meowth—. Es conocido como el miembro más cruel y aterrador del Equipo Rocket.
    —¿Por qué, chimuelo? —preguntó James
    —No estoy seguro. Pero dicen por ahí que él intentó cortarle la cola a un Slowpoke…

    El segundo era un hombre alto, de piel morena, ojos grandes, cabellera y barba moradas, y un lunar cerca su patilla izquierda. Su uniforme era muy parecido al de Petrel, salvo que con unas pequeñas diferencias. En vez de tener un circulo amarillo alrededor del cuello, tenía dos líneas amarillas verticales que empezaban desde el cuello y terminaban en el extremo inferior de la camiseta; y su cinturón era liso y tenía tres pequeños bolsillos en los que traía un crayón blanco, una brocha y algo que parecía un lápiz labial. Se sentó en la silla del extremo de la izquierda.

    —Ese es Petrel, ¿no? —preguntó Jessie.
    —Así es —respondió Meowth—. Lo conocen como “el maestro del disfraz”.
    —Con razón trae ese equipo de maquillaje en su cinturón… —dijo James.

    La tercera en aparecer fue una mujer alta y delgada de cabello rojo y semi-corto, de ojos marrones y piel blanca. Usaba un largo vestido de color blanco con la insignia del equipo Rocket al costado derecho, triángulos de color negro en el cuello y la cintura, círculos negros en los bordes de las mangas, y líneas negras en los bordes inferiores del vestido. En su cintura tenía puesto un cinturón negro con la hebilla blanca. Usaba unos aretes largos de color amarillo, y unos grandes tacones blancos. Se sentó al lado derecho del atril, a la izquierda de Proton.

    —¡Es ella!, ¡Ariana! —exclamó Jessie.
    —¡Una de los ejecutivos más chéveres del equipo Rocket! —aseguró Meowth.
    —¡Un hurra por la Arianita! —agregó James.

    El cuarto, y penúltimo en aparecer fue un muchacho de cabello corto y azul, cejas y ojos del mismo color, y piel blanca. Iba vestido con una camiseta negra cubierta por un suéter blanco con cuello en forma de V, con la insignia del equipo Rocket al costado derecho y los círculos negros en los bordes de las mangas; un pantalón blanco y zapatos del mismo color. Usaba además, un cinturón parecido al de Ariana.

    —¡Ese es Archer! —exclamó Cassidy.
    —¡El mejor de los ejecutivos! — añadió Butch.

    Y por último, apareció un hombre moreno de cabello, cejas y ojos de color café. Era alto y robusto. Vestía de una camisa blanca, cubierta por una chaqueta negra con la insignia Rocket al costado derecho, y un pantalón y zapatos del mismo color.

    Los miembros del equipo Rocket estallaron en aplausos cuando vieron llegar a este último hombre.

    —¡Es el jefazo! —exclamó Meowth.
    —¡Viva, viva! —exclamaron Jessie y James al unísono.

    Giovanni se paró detrás del atril al mismo tiempo que los aplausos fueron cesando.

    —Reclutas, científicos y ejecutivos del equipo Rocket —dijo Giovanni a través del micrófono—, ¡sean bienvenidos a la planificación de la gran Operación Estallido!

    Todos los integrantes de aquella organización criminal estallaron en aplausos una vez más, mientras un par de fuentes pirotécnicas fueron encendidas alrededor del escenario.

    —Presten atención, porque esto será de largo plazo… —informó Giovanni.

    Los integrantes del equipo Rocket guardaron silencio mientras Giovanni se dispuso a dar una breve introducción de lo que sería aquel asunto.

    ----------

    Un nuevo día comenzaba. Los estudiantes de la Poké-academia se levantaron con algo de energía para el penúltimo día de actividades de la primera semana en el instituto.

    Luego de bañarse y desayunar, los estudiantes se dirigieron al auditorio, a excepción de Marina y Vincent que fueron llamados por la directora.

    Dicho lugar era una amplia habitación con paredes de color beige, piso de alfombra color ocre, butacas de color escarlata, y luminosas lámparas cilíndricas en las paredes laterales. El escenario era de piso flotante, y tenía un atril de madera con las siglas “P.A!”, siendo el logo de la Poké-academia (La P era de color blanco, la A de color rojo y el punto era una pequeña pokébola).

    Una vez que llegaron todos los estudiantes al lugar, la directora Helen se dispuso a hablar por el micrófono.

    —Damas y caballeros —dijo la directora—, es un gran honor para mí presentarles al fundador de la Batalla de la Frontera y de nuestro establecimiento… ¡el señor Scott!

    Luego de aquella presentación, la directora se fue a su butaca y llegó al atril un hombre grueso de cabello crespo y castaño. Iba vestido con una camisa azul claro con flores tropicales blancas y el símbolo de la Batalla de la frontera, una pantaloneta blanca al igual que sus zapatos. En su rostro tenía puestas unas gafas de sol. Evidentemente, era Scott.

    Los estudiantes aplaudieron al ver al dueño del instituto.

    —¡Hola a todos! —exclamó Scott—. Es un placer poder presentarme al fin. Espero que estén teniendo una buena primera semana, y quiero informarle un par de cosas…

    Los alumnos empezaron a musitar diversos comentarios hasta que la directora restauró el orden.

    —Primero, quiero contarles que a partir de la próxima semana usarán nuevos uniformes.
    —¿Y qué pasará con los uniformes de nosotros? —susurró Nicolette.
    —El cambio aplica para todos, ya que si bien los rangers tienen su propio uniforme, decidimos tener uno propio para todos —prosiguió el dueño del instituto.

    A continuación, aparecieron Vincent y Marina modelando el nuevo uniforme.

    El uniforme de los hombres era una camiseta tipo polo de color blanco con el escudo de la Poké-academia en el costado derecho, un moderno suéter a botones de color rojo-naranja con el escudo del instituto bordado en blanco ubicado en el costado derecho, pantalones azules y zapatos negros.

    El uniforme de las mujeres era muy similar. La única era diferencia era que en vez de ocupar pantalón, ocupaban una falda azul y largas calcetas blancas.

    Mientras Marina y Vincent estaban posando con el nuevo uniforme, el castaño entrenador después de volear la mano para saludar al público, disimuladamente bajo el brazo sobre Marina para abrazarla, pero ésta se apartó rápidamente.

    Los demás celebraron al ver el nuevo uniforme. En definitiva, la idea les había gustado a todos.

    —En cuánto a accesorios como gorras y ese tipo de cosas, sólo pueden ser usadas si son de color naranja o blanco —informó Scott.
    —Estuve de suerte… —murmuró Dawn.

    Con eso, las celebraciones cesaron y empezaron a escucharse unos cuántos ruidos de quejido.

    —Los uniformes serán entregados en tres días, así que necesito que llenen estas fichas con su nombre, número de habitación, ocupación, y si desean, elegir uno de los accesorios disponibles... —agregó el fundador de la academia con unos papeles en la mano.

    Ahora si los estudiantes estaban más tranquilos. Norman y el profesor Oak fueron pasando las fichas donde los alumnos llenaron los datos solicitados y marcaron su accesorio deseado. Sin embargo, para pena de May, no vio la pañoleta en ninguna de las opciones.

    —No hay pañoleta… —dijo May pensativa.

    Norman que estaba terminando de repartir las fichas, supuso que May estaba un poco preocupada por eso.

    —¡No te preocupes por la pañoleta, May! —le dijo guiñándole el ojo.

    May, sin entender bien a lo que se refería, asintió con una expresión confundida y omitió la elección del accesorio.

    —Bueno, ahora quiero presentarles a dos periodistas que estarán grabando algunas de sus clases para la televisión. Ellos son: ¡Gabby y Ty!

    Dichos periodistas pasaron al escenario y saludaron a los demás mientras eran aplaudidos. Agradecieron a través del micrófono y volvieron a sus asientos.

    —Por último, quería informarles que pasado mañana, al ser sábado, tendrán una salida al nuevo centro comercial de ciudad Viridian —dijo el señor Scott.
    —¿Nuevo centro comercial? —musitó Ash—. Vaya, eso si no lo sabía.
    —Pika…

    Los estudiantes se mostraron emocionados con la idea de una salida a la ciudad. Finalmente, Scott indicó que esa es toda la información que daría hasta el momento y se retiró del atril despidiéndose de todos.
    Entonces, la directora Helen dio la orden a los estudiantes de ir a sus respectivas sesiones del día.
    Empezaron a salir del auditorio y al llegar al vestíbulo, May decidió esperar a Marina. Detrás de la castaña, estaban pasando Ash y Dawn.

    —Bueno, nos vemos en el almuerzo, ¿sí? —dijo la coordinadora de bufanda rosada.


    El azabache asintió. La chica de cabellos azules le dio un beso en la mejilla y se dirigió al salón de coordinadores en compañía de Brianna.

    —‘¡Ya sé que hacer!’ —pensó Dawn en el camino, formándosele una expresión de triunfo en su rostro.
    —¡Oye, May! —exclamó el azabache al ver a la castaña.

    May, volteándose a ver al azabache, sonrió.

    —¡Hola, Ash! —dijo ella.
    —¡Pichu, pi! —exclamó el pokémon levantando una de sus patitas para saludar.
    —¡Pika, Pika! —respondió Pikachu realizando la misma acción.
    —Oye, ¿qué tal te parecieron los nuevos uniformes? —preguntó Ash.
    —¡Están geniales! —exclamó la castaña—. Lástima que no tenían pañoleta, pero mi papá me dijo que no me preocupara. ¿Y a ti qué te parecieron?
    —Sí, también me gustaron —afirmó el azabache—. Oye, ¿puedo hacerte una pregunta?
    —¡Claro!, dime —asintió la joven de ojos color zafiro.

    El entrenador de pueblo Paleta guardó silencio por un momento.

    —¿Te gusta Drew? —dijo Ash con incertidumbre.
    —¡No, claro que no! —negó la coordinadora de pañoleta verde.
    —Oh, qué alivio… —susurró el azabache más tranquilo.

    Pikachu, que alcanzó a escuchar a su entrenador, lo miró con confusión.

    —¿Por qué lo preguntas? —consultó May con curiosidad.
    —No lo sé. Es que ayer los vi juntos en el patio, y otro día los vi desayunando…
    —Ah…
    —Bueno, ya me voy. ¡Adiós!

    La castaña le voleó la mano al entrenador mientras éste se iba corriendo al estadio de entrenadores. La pregunta del azabache la dejó con incertidumbre, hasta que una idea se le vino la cabeza.

    —‘¿Estará celoso?’ —pensó.

    Con aquel pensamiento, no pudo evitar sonreír. No era nada seguro, pero podía ser una posibilidad. ¿Será que Ash está celoso?, ¿cómo les irá a los entrenadores en los cuartos de finales de la Conferencia de Batallas Dúo?, ¿de qué se tratará la Operación Estallido?, ¿cuál será la nueva idea de Dawn? ¡Atentos al próximo capítulo!
     
    Última edición: 5 Octubre 2014
  19.  
    BlackAuraWolf

    BlackAuraWolf Entusiasta

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    Magnifico, me gusta mucho este cap, y en verdad te esfuerzas para enmendar el tiempo de inactividad, sin duda, el Typhlosion de Jimmy es unico, mis momentos favoritos de cronicas pokemon siempre fueron los momentos en que estaba fuera de su ball, conti pronto por favor
     
  20.  
    Izuna

    Izuna otouto de Uchiha Madara (¿?)

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    Yeeiii continuacioonnn!!! jhjdfhf fui feliz <3
    Jaja me gusto mucho aunque quise ver mas a mi adorado Paul
    esa hija de playa de Dawn y de Lyra comienza a joderme la paciencia xDDD jaja okya
    Jajaja genial una pelea de comida LOL fue orginal. Me dio coshita por May ;A; y Jimmy y Marina jhjfhdjf amo esa pareja, a mi Lyra me gusta con Silver (??) Jaja y Drew <3 todo un amor ese principe cabeza de lechuga
    En fin espero la conti *o*
    sayoooo
     
  21.  
    Hygge

    Hygge Game Master

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    Bueno OnlyYops, aquí va mi comentario. Siento haber tardado tanto pero es que ando atareada con los estudios.

    Lo primero, me encantó el capítulo, lo que más la guerra de comida. Me hicistes reir. También me quedé con la intriga de la misión nueva del team rocket. Cada vez que traes conti no defraudas la verdad :3
    Faltas no vi ninguna, enhorabuena, y bueno, no creo que tenga mucho más que decir. Solo que cuando traigas el siguiente capi me avises y daré mi comentario lo más rápido posible jeje.
    Cuídate, Pika pi~
     
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