Verano e Invierno

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Borealis Spiral, 20 Marzo 2013.

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    Andrea T

    Andrea T Iniciado

    Sagitario
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    Simplemente hermoso, jake es tan bueno por dentro, ya imaginaba yo que era si, pero quien iba a pensar que en verdad se preocupaba, Jake es uno de mis personajes favoritos, es que sus ojos son tan VERDES!, yo esperaba que jake siguiera negando sus sentimientos, pero asi esta bien, algun momento debe decirlos.
    Ese Brian como lo odio, es tan necio pero tambien me cae bien en parte, sabe como divertirse haviendo bullying jaja, por otro lado si yo hubiera sido Sam seguro me hubiera matado, hubiera necesitado que me repitieran la pregunta mas de dos veces, es que yo soy tan asi en esos casos :(.
    Sigo soñando como sería el día que sam vuelva a u verdadero hogar y a la ciudad, ¿que haría con jake? ¿Lo llevaría al bosque? ¿Con sus hermanos? ¿Con Matt?
    Mejor sigo esperando, todo llega a su tiempo. Amo tu historia, creo que es la mejor que he leído.
    Bueno, ya soy libre, sin clases, a ver si me animo a escribir algo por aqui avisame cuando subas el siguiente cap.
    Saludos :3
     
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  2.  
    Milmel

    Milmel Con un sueño en el pecho que pronto florecerá

    Capricornio
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    De tiempo vuelvo aqui, y me encuentro con un monton de cosas por leer. Pero valio la pena. Que buenos caps :')
    Me encanta Jake, al fin aceptó lo que siente, que la quiere, y que ella es algo bueno para él. Solo espero que cuando llegue el momento de saber el pasado de Sam, el golpe no le caiga tan duro. DX
    Y no se porque, pero me temo que Brian se las pondrá dificil a la pareja en crecimiento...
     
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  3.  
    Borealis Spiral

    Borealis Spiral Fanático Comentarista destacado

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    Título:
    Verano e Invierno
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
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    Drama
    Total de capítulos:
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    @Marina ¡Master, gracias por tu comentario y tu apoyo incondicional! Sabes que lo valoro mucho. Sí, a mí me encantan esos noviazgos respetuosos y sanos, creo que soy chapada a la antigua xD Espero que siga gustándote esto y sigue de cerca a Jake que en serio ya empieza a flaquear, jojojo. Ay, cómo disfruto escribir de él n.n ¡Gracias por todo!
    @Sheccid ¡Gracias por leer y por tus palabras! Son valiosas para mí y muy animadoras. Llegaste más rápido que otras veces y ahora fui yo la que tardó en publicar D: Lo siento, pero gracias por seguir pendiente de esto y que la consideres de las mejores. Y me alegra mucho que Jake te guste, yo lo amo *u* Ah, tampoco me desvivo por los rubios xD ¡Chóclas! Gracias por todo :3
    @Andrea T ¡Tocaya, qué gusto tenerte por aquí! Tus palabras y constancias es un tesoro para mí, ¡gracias por seguir conmigo! Perdona la tardanza, pero como dije, así tarde años en publicar, esta historia no la abandono por nada del mundo. En cuanto a las preguntas que me haces, bueno, sí que ya se responderán, pero tenme paciencia que esto va lentito, jejeje. ¡Gracias por tu apoyo!
    @Milmel ¿Cuánto tiempo? Qué gusto verte por acá, aprecio mucho que te hagas un tiempo de leer, Mel, lo sabes, siempre serás bienvenida aquí y bueno, eso de que el golpe de enterarse del pasado de Sam puede ser duro sí, pero ya veremos cómo se desarrolla esto. ¡Gracias por pasarte, lo valoro un montón!

    A los demás que se pasan a leer, también muchas gracias por hacerlo, ¡valen oro! Al fin, después de un laaargo tiempo de letargo, traigo nuevo capítulo y, ups, me salió más extenso de lo que esperaba xD Igual, espero que les guste. ¡Disfruten!

    31

    Un nuevo amanecer surgía para todos en el teatro, por lo que las actividades matutinas de cada quien se efectuaron, siendo éstas principalmente de tipo personales en lo que esperaban que la tarde arribara e iniciaran su trabajo. Sin embargo, el chismorreo o amablemente dicho la efectiva capacidad comunicativa dentro del teatro tomó un papel importante aquella mañana nublada y fría de otoño. ¿El tema del momento? Lo que había pasado ayer con Jake y Brian; sí, los medios informativos eran tan eficientes y rápidos que ya había llegado a oídos de la mayoría que ese par tuvo una pequeña rencilla en el autobús. Cosa que ciertamente extrañaba y confundía a muchos, pues ni el moderador de baile ni el joven marionetista se habían dirigido la palabra anteriormente. Así pues, ¿cómo habían tenido un momento tan tenso? ¿Por qué o qué los había llevado a actuar así?

    Otra vez, las bocas de las que estuvieron presente en dicha ocasión hablaron y conjeturaron tanto que se llegó a la conclusión de que había sido a causa de Sam, pues parecía que tanto Brian como Jake andaban detrás de ella en plan de conquista. Suposiciones que asombraron a un gran número de personas a tal grado de llegar a la mismísima incredulidad, especialmente al sacar a la luz las personalidades de ambos; uno al ser un mujeriego empedernido no podía estar tomándoselo en serio, y el otro al ser desinteresado y frío como él solo no podía siquiera fijarse en alguien con esa intención, ¿cierto? Resultó que fue tanta la curiosidad de muchas mujeres, sobre todo de algunas compañeras bailarinas de la pelirroja, que en el instante en que divisaron a Sam, la abordaron como buitres hambrientos en espera de saciar su voraz apetito con el suculento plato de la información.

    La pobre chica se vio rodeada de sus homólogas en un santiamén, siendo bombardeada por cantidad innumerable de interrogantes y teorías sobre lo sucedido el día anterior y la relación que tenía con los varones en cuestión. Se sintió tan abrumada que hasta se mareó y deseó que alguien la sacara de aquel aprieto, pero entonces pensó que no debía depender siempre de alguien para cualquier cosa, por lo que trató de tranquilizarlas y establecer un poco de orden. Después de todo, ahora comprendía que debía aclarar algunas cosas, pues las hipótesis de sus colegas eran dignas fantasías de una adolescente de quince años, lo que las convertía en ridiculeces completas. No quería que hubiera malentendidos de ningún tipo referente a ella y su convivencia con el resto del grupo.

    Con todo, de pronto se sintió insegura de hablar acerca de su lazo con Jake, ese que empezaba a constituirse cada vez más sólido y estable entre ambos. ¿Qué pasaba si Jake se molestaba por contarles a sus amigas de él y la floreciente relación que tenían? ¿Acaso todo lo que compartían juntos debía permanecer en secreto? Al fin y al cabo, Jake no era alguien que gustara de exteriorizarse demasiado, por el contrario, era bastante reservado. Tal vez él en realidad deseara que lo que ocurría entre ellos fuera guardado para los dos, como algo confidencial, algo únicamente especial y conocido por ellos. La idea no le agradaba del todo si era sincera. Lo que ella más deseaba era hacerle conocer al mundo que por fin podía estar con el pelinegro, hablarle sin miramientos y gozar de su compañía cómodamente. ¡Por Dios que quería gritar a los cuatro vientos que se habían tomado de las manos haciéndola sentir el ser humano más dichoso sobre la faz de la tierra! Añoraba que otros vieran por ellos mismos lo que Jake significaba para ella y lo mucho que la hacía sentirse viva; eso quería.

    Pero tenía miedo; estaba asustada de que si daba rienda suelta a ese deseo suyo sin el consentimiento de Jake, él fuera a enojarse con ella y la apartara de su vida; no podía arriesgarse por nada del mundo a que eso ocurriera. Había luchado tanto por tener la atención del dueño de hermosos orbes verdes que no pensaba perderla por una mala acción suya, así que definitivamente no se arriesgaría. Fue a causa de esta nueva resolución que intentó explicarle a las ansiosas mujeres cómo era que imaginaban cosas y que el asunto con Jake y Brian había sido un simple roce debido a sus diferentes temperamentos. Por supuesto, ellas no se tragaron el cuento tan fácilmente, ya que empezaron a decirle que estaban bien seguras de que el rubio sí andaba detrás de ella porque habían sido testigos de sus coqueteos. Ante tal evidencia, la pelirroja no pudo negarse, pero afirmó que ella no estaba interesada en él ni que iba a dejarse seducir.

    Con eso claro, ahora ellas se enfocaron en el marionetista, declarando que desde hacía algunas semanas la relación entre ellos parecía sumamente sospechosa, principalmente en los últimas días con eso de su resfriado pasajero y el hecho de que Jake decidiera ir al ensayo general aún cuando nunca antes había mostrado intenciones de ir, y que curiosa y casualmente se hubiera sentado con ella daba mucho en qué pensar. Al oírlas, Sam no quiso delatarse, en definitiva no quería ser tan obvia en cuanto a aquello, mas al final resultó imposible siquiera ocultarlo, pues sus intentos de desviar el tema o restarle importancia fueron un total fracaso. Además, se puso extremadamente nerviosa y su rostro enrojeció a niveles preocupantes; incluso pensó que se desmayaría otra vez. Al final, al menos para calmarlas tuvo que decirles que ella y Jake eran buenos amigos.

    Sin embargo, al ver las reacciones de la pelirroja, sus compañeras no necesitaron una explicación detallada para concluir con satisfacción que algo más que esa supuesta amistad pasaba entre Jake y Sam, o al menos para saber que ella se sentía muy atraída por él. De allí que ahora fuera le turno de las incautas de tranquilizar a la pobre víctima para que no le diera un ataque de ansiedad o hiperventilara de nervios; luego le exclamaron su sorpresa por atreverse a fijarse en alguien tan estoico y amargado como Jake, pero al mismo tiempo la felicitaron porque aparentemente sus esfuerzos por abrirse paso por entre los muros de hielo del rey del invierno estaban produciendo resultados favorables, puesto que todos en el teatro habían empezado a notar un cambio de actitud en el pelinegro, uno que sin duda podía ser para bien.

    Y Sam se sintió más que realizada con cada una de las palabras de aliento y apoyo que le dieron sus amigas, dado que siempre resultaba bonito que otros felicitaran de corazón a alguien por su ardua labor y ella no era la excepción. Se sentía feliz y lo que era más, se sentía motivada en un cien por ciento a continuar dándolo todo en cualquier aspecto, pues ahora sabía que su lucha no era en vano y que sus anhelos además de ambiciones estaban llegando a su meta. Sin mencionar que el provocar un efecto positivo en Jake conseguía que otros también empezaran a percibirlo como la poco conocida, amable y gentil persona que era por dentro, cosa que le gustaba infinitamente y la hacía feliz inmensurablemente.

    A pesar de todo lo que hablaron y de las aclaraciones que dio Sam, la féminas dijeron que todavía querían saber con algo más de detalle todo lo que pasaba entre ella y Jake, por lo que la invitaron a almorzar juntas para pasar un buen rato hablando de temas de “chicas”. Sam accedió encantada porque siempre le gustaba pasar tiempo con ellas, así que en cuanto les dieron informe de que los alimentos estaban listos, el grupito se dirigió a la cocina tomando su respectivo lugar en la fila. Cuando llegó su turno, Sam pidió los dos platos correspondientes, encargándole el suyo a una de sus compañeras en lo que ella iba a darle el propio a Jake. En el camino hacia los aposentos de su amado marionetista, el corazón le saltó dentro del tórax como si deseara abandonar su lugar con tal de no sentir la inquietud que en ese instante nadaba por cada una de sus venas y células.

    Al final mantener en secreto lo de su vínculo con Jake no había tenido éxito y no sólo eso, sino que hasta había quedado en contar mucho más. Aunque tratara de ocultarle a Jake lo que había pasado, estaba convencida de que sería inútil; después de todo, el cotilleo siempre estaría a la orden del día en la vida de cualquiera y tarde o temprano todos caían en él, ya fuera como partícipes o como objetivos. Eso significaba que Jake se enteraría sí o sí, lo que a su vez quería decir que era mejor que ella le explicaba todo, ¿cierto? Su bomba sanguínea volvió a correr veloz y desbocada ante la posibilidad de que él se molestara. ¿Pero qué más habría podido hacer ella? ¿Negar del todo sus sentimientos? ¿Cómo esconderlos cuando eran tan grandes y visibles? No se tapaba el sol con un dedo y ella no podía mentir en cuanto a sus emociones. Además, aún si ella no hubiese dicho nada en ese momento, ¿no habría llegado un punto en el que fuera más que evidente que ella y Jake empezaban a llevarse bien? ¿Acaso también habría de ocultar eso?

    Sacudió la cabeza en forma negativa; era simplemente imposible. Ahora lo que tenía que hacer era informarle todo a Jake, pues era algo en lo que estaba implicado y por ende le concernía. Llegó a la habitación que le pertenecería durante aquella semana; respiró hondo varias veces para calmarse, concentrándose en el hecho de que ya habían avanzado lo suficiente en su relación como para hablar el uno con el otro de una forma más abierta, o eso esperaba ella. Tocó la puerta con un par de golpes que no pudieron se más irregulares ante su tembloroso pulso; sí que estaba nerviosa. Como era habitual en Jake, atendió casi al instante, mirándola con esos ojos suyos que la hipnotizaban atrayéndola y que a la vez conseguían repelerla, como esta vez en la que fue incapaz sostenerle la mirada, así que bajó la cabeza enfocándose en el plato en sus manos.

    Jake alzó una ceja, perplejo, llegando a la conclusión de que algo le pasaba a Sam, estaba seguro de que era así porque siempre lograba ver a través de ella; normalmente lo que veía le resultaba incomprensible, por lo que esa ocasión no fue la excepción. Algo la perturbaba y cuestión era ¿qué? Su mente trabajadora, recelosa y desconfiada viajó enseguida a Brian, recordando lo del día anterior y apretó la quijada en clara muestra de fastidio. ¿Acaso el sujeto ese había osado acosarla de nuevo? ¿Es que no se cansaba?

    —¿Brian te molestó de nuevo? —le preguntó con aspereza y antes de que ella dijera nada.

    Necesitaba saber si el rubio había vuelto a hacer de las suyas antes de que esa ebullición extraña de emociones lo consumieran en totalidad; debía sacarlas de alguna forma, con algo o alguien y Brian podría ser un voluntario. Sin embargo, la respuesta de ella apaciguó sus humos.

    —¿Brian? No, no me lo he encontrado en toda la mañana —Sam se extrañó—. ¿Por qué preguntas?

    —Porque actúas raro —contestó el con simpleza, tomando la bandeja que le ofrecía—. ¿Qué pasa?

    Sam juntó las manos al verlas libres y empezó a jugar con ellas. El momento de la verdad había llegado y no podía echarse para atrás. Lo miró con una mezcla de bochorno e inseguridad al tiempo que tragaba duro para aclararse la garganta.

    —Lo que pasa, Ja... ¡Matt! —Se apresuró a corregir, incomodándose más, demostrando ser un completo manojo de nervios.

    Naturalmente, a Jake su actitud lo desesperó mucho, aunque más que nada lo asaltó una terrible decepción al ver que ella todavía no podía hablar con él como lo hacía con otros. ¿Tanto miedo daba? Y a pesar de que una parte de él sabía que se merecía tanta desconfianza de parte de ella por todo lo que la había hecho padecer, la otra parte quería que olvidara eso y confiara más en su persona. Pero claro, el pasado no podía borrarse de la memoria con tanta facilidad y mucho menos si ese pasado había causado heridas dolorosas; él lo sabía mejor que nadie. Así que no le quedaba de otra que tenerle paciencia a esta lenta mujer. ¿Qué tan complicado podía ser? Observó que ella aún intentaba recuperar algo de compostura y de milagro se retuvo de rodar los ojos con escepticismo y soltar una exclamación sarcástica. Paciencia, necesitaba mucha paciencia y tuvo la ligera sospecha de que obtenerla se tornaría en la más grande de sus odiseas. Le prestó atención a ella cuando vio que ya estaba lista para hablar.

    —Verás, Matt, por el grupo han estado rondando algunos rumores acerca de lo que pasó ayer en el autobús con Brian —le informó con quizás la mayor elocuencia que Jake pudo oírle alguna vez.

    —¿Y? —cuestionó a su vez, escueto. ¿Eso era todo? ¿Tanto rollo para esto?

    —¿Eh? —Sam parpadeó, confundida—. Pues que eran rumores muy falsos y...

    —No me importan —la interrumpió él, seco—. Lo que los demás murmuren sobre mí me da igual. La gente inventa lo que le viene en gana, pero a mí no me afecta.

    —Oh, ya veo.

    Sam se sintió como una tonta por preocuparse tanto, al mismo tiempo que se sentía lastimada porque eso quería decir que aunque él se enterara de la verdad que les había contado a sus compañeras, tal vez tampoco le interesara; tal vez lo tomaría como otro falso rumor.

    —¿Algo más? —la apremió él al notar que ella no terminaba todavía.

    —Es sólo que cunado los escuché quise desmentirlo y terminé contando qué había pasado en realidad.

    —No debiste —la reprendió, tajante—. No tienes por qué darle explicaciones a nadie de nada, no se las debes. Que se metan en sus propios asuntos en lugar de indagar los de los demás. Sus comentarios no tendrían por qué significar nada para ti.

    Sam se encogió ligeramente de hombros y frunció el ceño, triste y en desacuerdo. No compartía el mismo punto de vista de él, al menos no del todo. Aceptaba que hacerle caso a las malas habladurías era inconveniente, pero tampoco se debía rechazar de plano la opinión de los demás. Las buenas críticas y los consejos servían mucho para mejorar e incluso las suposiciones y adivinanzas le daban un toque pintoresco a la vida. Además, Jake no estaba tomando en consideración los sentimientos de ella, pues aunque él no necesitaba decir ni aclarar nada, ella precisaba de que todo ese tema estuviera nítido como el cristal; no quería que se manchara el récord que llevaba con Jake por equivocaciones y mucho menos quería que la gente siguiera teniendo una mala impresión de él.

    —Yo sólo quería que no hubiera malentendidos —se defendió ella, apesadumbrada, pero firme en su postura.

    Y al escuchar su voz ligeramente temblorosa, Jake casi cometió suicidio mental de las ganas de matarse que le entraron, pues tarde comprendió que había metido la pata hasta al fondo y que estaba siendo desconsiderado con Sam al técnicamente imponerle una de sus muchas ideologías que suponía diferían a las de ella. ¿En serio se podía ser tan inadecuado manteniendo una sana y respetable conversación? ¿Había límites para su ineptitud en las relaciones sociales? Ganas desconocidas de remediar lo que había hecho lo invadieron, pero no sabiendo qué más hacer, le preguntó directo y al grano:

    —¿Qué les dijiste?

    Para su sorpresa, en lugar de que Sam se avivara por sus deseos de saber cómo había clarificado los chismes, la chica palideció como la cera y el pánico adornó sus facciones de tal forma que Jake no pudo estar más seguro de que no la comprendía lo que venía siendo nada.

    —L-les dije que Brian se burlaba de mí y que tú me defendiste porque estamos haciéndonos muy buenos amigos —respondió ella sin dejar su expresión de horror—. ¿Estás molesto?

    —¿Molesto? —escupió la palabra, incrédulo.

    ¿Parecía molesto acaso? Bien sí, quizás en ese instante sí que lo embargaba una pequeña irritación, pero eso se debía a la absurda pregunta de ella, ¿pues por qué diantres habría de estar molesto en primer lugar? Al ver que su pequeño arrebato era percibido por ella como una notoria impaciencia, tuvo que relajarse un poco para luego inquirir en el más calmado de los tonos, que resultó más bien rasposo ante el esfuerzo ejercido:

    —¿Por qué, según tú, tendría que estar molesto?

    —Porque sé que no te gusta hablar mucho de ti y... bueno, siento que acabo de dejar al descubierto algo que probablemente preferías callar.

    Así que era eso”, pensó Jake con resignación. ¿Cómo podía olvidársele con quién hablaba? Era Sam, alguien que prefería poner los intereses de los demás en primer lugar antes que en el suyo; una actitud que los sacaba de quicio e irritaba, pero que al mismo tiempo le atraía. Era verdad que él prefería no divulgar nada de su vida, sus acciones o sus razones, mas también era consciente de que había cosas que simplemente no podían pasar desapercibidas para la gente y mucho menos si cometía locuras lideradas por los impulsos como la del día anterior. Por eso agradecía que le afectaran poco los pensamientos y hablares ajenos; esa gente no significaba nada para él y no necesitaba tomarlos en cuenta.

    No obstante, no podía decir lo mismo de Sam. Los demás podían irse al demonio si querían, pero ella no, porque saber lo que opinaba acerca de él sí le interesaba, por mucho que le resultara contradictorio e ilógico salirse de su propio reglamento. De allí que una parte de él se sintiera, si no decepcionado, sí insatisfecho de oír que lo consideraba un amigo. No, no le gustaba el término porque salido de los labios de Sam, mentada para describir la relación entre ellos le parecía tremendamente pobre. Tampoco estaba indignado de ser clasificado así de un día a otro, o fastidiado de tener que cumplir con el papel designado. ¡Ni siquiera estaba contento de formar parte del círculo de camaradería de Sam! No, sino que lo invadían las agudas ansias que procuraba confinar en lo más hondo de su corazón de ser más importante para ella que un simple amigo, ser alguien que no estuviera en la misma línea de pensamiento que cualquier otro, fuese quien fuese, sino que se hallara muy por encima, como alguien único, especial, algo quizás hasta sagrado.

    ¿Era egoísta? Sí. ¿Arrogante? También, ¿y qué? Su mente y corazón junto con todo lo que había en ellos estaban rebelándose contra él de una forma que no le era posible controlar o apaciguar por mucho que lo intentara, por lo que tal vez ya no valiera la pena siquiera intentarlo. Lo único que estaba sacando de esas resistencias era cansancio, malestar físico, emocional, psicológico y sospechaba que úlceras, un montón de ellas. Y de pronto no puedo evitar preguntarse con abatimiento si sería capaz de habituarse a vivir en constante conspiración con él. Soltó un pequeño suspiro antes de centrar sus ojos en Sam y tranquilizarla.

    —No estoy molesto. No pienses más en ello.

    —Menos mal, me alegra —confesó ella, sacando el aire que inconscientemente había estado reteniendo, aliviada—. Lo menos que deseo es hacer algo que te disguste, pero descuida, ya no volveré a decir nada sobre ti.

    —No —se apresuró a negar el pelinegro, sorprendiéndose tanto él como la pelirroja.

    La verdad era que Jake no deseaba que ella se mantuviera en silencio con respecto a él. Si lo pensaba bien, la idea de estar en la boca de Sam y por extensión en su mente durante gran parte del tiempo —si no es que todo—, lo hacía sentir por demás bien, alimentaba su ego, uno que estaba descubriendo era enorme. También de esa forma nutriría su reciente contrariedad en cuanto a saber el punto de vista que tenía Sam de él. Además de decir que eran amigos, ¿qué otra cosa podría hablarle a los demás? Su curiosidad era inmensa, eso era seguro, y quería aquietarla un poco, así que continuó declarando:

    —Como dije antes, me da igual lo que los demás piensan de mí, pero si crees que era necesario explicarles algo, bien por ti.

    De acuerdo, Jake no estaba coordinado bien las ideas por lo que no estaba dándose a entender, lo que resultó obvio cuando Sam frunció el ceño confundida al cien por ciento.

    —Lo que quiero decir es que puedes hablar de mí si así lo quieres.

    Jake soltó su pensar al fin y de haber sido él su interlocutor, se habría mandado a freír espárragos al deducir que las palabras habían sonado demasiado altaneras para su gusto. Si alguien le decía lo que él acaba de articular alegaría que no necesitaba el permiso de nadie para hacer lo que se le viniera en gana y que si quería hablar de mil y un verdades acerca de alguien podía hacerlo sin más. Pero insistía, era Sam de quien se trataba, el ser más dulce y honorable que conocía, quien lejos de sentirse ofendida, fue embargada por una dicha sin par que iluminó su rostro encantadoramente, obligando a Jake a razonar que sin duda esa era su expresión favorita de ella.

    —¿De verdad puedo hablar de ti? —quiso asegurarse ella, radiante, ganándose un asentimiento por parte de él—. Gracias, gracias, muchas gracias.

    Por fin su deseo de dar a conocer lo encantador que podía ser Jake sería posible; era natural que Sam estuviera tan entusiasmada y profundamente agradecida.

    —Creo que es mejor que te vayas o te perderás la repartición otra vez —la apremió Jake creyendo que si no la corría se quedaría allí todo el día; él también debía comer.

    —Pedí mi plato junto al tuyo, así que por eso no te preocupes, aunque tienes razón en que debo irme; mis amigas me esperan. Nos vemos al rato.

    Jake volvió a asentir y estuvo a punto de entrar a su habitación cuando la voz de Sam llamándolo lo detuvo; se viró a encararla nuevamente, notando que los nervios habían vuelto a hacerla su presa, pues arrugaba la falda del vestido en sus puños. Con todo, sus facciones mantenían aquel brillo de felicidad y lo miraba directamente a los ojos.

    —Matt, yo... eh... Me preguntaba si es posible que algún día pueda venir a comer contigo.

    La voz femenina fue decayendo decibeles hasta convertirse en un murmullo apenas comprensible, al tiempo que su rostro tomaba le color escarlata más intenso existente, por demás avergonzada. No supo qué bicho le picó como para atreverse a pedirle semejante cosa de un instante a otro, pero lo que tenían más claro que el agua era que anhelaba vehementemente pasar un momento así con Jake, disfrutando una buena comida juntos, como cuando estuvo enferma. Era verdad que apenas habían pasado un par de días de eso y que ni siquiera conversaron esa ocasión, pero ella había gozado inmensamente de ese tiempo con él; se había vuelto adicta a estar a su lado y ahora más que nunca añoraba no solo aprovechar las oportunidad que se le presentaran para estar cerca de él, sino que las buscaba de igual forma.

    Por otro lado, Jake se halló atónito por la repentina solicitud de la pelirroja; tanto así que de pronto creyó que se imaginó todo, pero no era un sueño porque allí estaba ella, en intranquila y angustiosa espera de una respuesta. Y él no tuvo idea de qué contestar. Lo único que sí supo fue que un calor abrazador lo recorrió de pies a cabeza asentándose en su pálida tez, por lo que el rubor lo cubrió en totalidad. Se arriesgó a hacer un tiradero cuando sostuvo la bandeja con una sola mano para llevarse la otra al rostro, en vano intento de ocultarse. No le gustaba sonrojarse; lo consideraba un signo de debilidad. Sin embargo, iba aprendiendo que él era alguien excesivamente débil cada que estaba con Sam; sí, con ella lo era todo, el más frágil, el más fuerte, el más sereno, el más impulsivo. Ningún ser humano lo había hecho sentirse así nunca y por mucho que lo negara, la realidad era que le parecía fascinante.

    Se irguió en toda su altura y se descubrió el rostro para mirar a Sam, inhaló profundamente y dijo:

    —Si quieres venir, hazlo. ¿Por qué no?

    En definitiva, Jake necesitaba mejorar sus habilidades comunicativas, pero Sam iba asimilando poco a poco algunas de sus expresiones, como esta, la que quería decir un sí, por lo que más contentamiento se sumó al anterior y agradeciéndole un montón de veces antes de que él volviera a apresurarla a irse, la chica volvió al comedor entre tarareos y saltitos jubilosos. ¡Qué bueno que no era ilegal sentirse tan maravillosamente feliz!

    Por ahora es todo. Gracias por leer.
     
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  4.  
    Andrea T

    Andrea T Iniciado

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    Esta vez comento primero, da igual.
    Que linda sam siempre con ese entusiasmo, sonriendo y bailando por todos lados; le alegra el día a cualquiera.
    Realmemte no pienso que jake sea malo, yo opinaria lo mismo que sam hacía él, solo se necesita un poco de paciencia c:
    Jake sonrojado, que lindo! Me hubíera gustado verlo, seguro sam pensó lo mismo :3
    Y no importa si tardas meses en publicar, si supieras como me emociono cada vez que me llegan notificaciones tuyas ;) así que no te preocupes, primero lo primero ya habrá tiempo después.
    Saludos!
     
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  5.  
    Sheccid

    Sheccid Usuario común

    Géminis
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    Oh , llegué temprano ¡yei!
    Excelente, como amo éste fic (de hecho ayer mientras estaba en una aburrida clase de cálculo pensé en Verano e Invierno y me sorprendió lo avanzado que está, las miles de cosas que han pasado)
    ¿Van a comer juntos?! ¡Di que será pronto! Amo esas escenas...¡y los sonrojos de Sam son moes!
    Es más que obvio que ya todos se están dando cuenta de los sentimientos que se desatan entre Jake y Sam.
    No sé, me encanta la pareja que forman, se complementan, se apoyan, se protegen, se aman. Jake al parecer es muy fuerte, pero es sólo fachada, necesita mucho amor que sólo Sam le puede dar.
    No vi ninguna falla, te sigo felicitando por el incríble fic que continuas. Lo seguiré hasta el final <3
     
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  6.  
    Milmel

    Milmel Con un sueño en el pecho que pronto florecerá

    Capricornio
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    que linda historia....
    :')
    al fin Jake aceptará abiertamente a Sam. Y ya me imagino los menudos lios que se iran formando para ese par. En fin, un capitulo interesante. XD. Florece el amor de primavera.... waaa... creo que estoy muy romanticona estos dias.
     
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  7.  
    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

    Tauro
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    Qué inicio tan estupendo, me encantó cómo has vertido el asunto del chisme. Me encanta la manera de expresarte, y te lo digo, esta historia es hermosa, tiene una prosa poética que, aunque no lo creas, convierte esta obra en una de las mejores. También debo decirte que inmediatamente que publicaste este capítulo, lo leí y como siempre, me requetegustó. Como ya dije, el comienzo, luego la escena donde ella se invita a comer con él... porque sí, ella fue la que se invitó a compartir el tiempo de la comida juntos y me emocionó como lo tomó Jake. Qué lindo que por fin pasarán un lapso de tiempo juntos, aunque debo decir que me causó algo de desesperación esos sentimientos de Sam sobre que dijo de más a las compañeras de él, pensando que no tenía el poder de hablar sobre la relación que hay entre ellos, jaja, pobre Sam, tener que refrenar sus labios de tal manera, pero eso demuestra lo discreta que es y sí, es una cosa muy atrayente en ella. Menos mal que Jake le dio bandera verde para que pudiera decir tal como quisiera ella. Otro paso más. Así que ahora no solo ella puede decir que son amigos, sino también compartirán más tiempo juntos. Yupiiiiii, ya avanzan, jajaja, estoy feliz por ellos, emocionada también. ¿Qué sucederá a continuación? ¿Cuál será el siguiente pasa? ¿Ya van a tomarse de las manos? ¿Ampliarán su conversación? Auch, ya quiero ver eso xD

    Pero bueno, contigo debo armarme de paciencia.... ¡mucha paciencia! Nah, vale la pena, porque así el progreso entre los dos emociona más. De veras xD

    Nos vemos en el que sigue. TQM
     
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    Borealis Spiral

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    Miren quién aparece después de milenios de ausencia. Quien no crea en los milagros explíqueme qué hago aquí. Okey no xD

    @Andrea T ¡Tocaya! Mil gracias por el apoyo que siempre me das y ya ves que de veras me tardo meses, pero aquí estoy al final, constante. Gracias por ser paciente conmigo y esperar la actualización. Me anima muchísimo y me hace feliz :3 Espero que esto siga gustándote.
    @Sheccid ¡Gracias por el ánimo que me has brindado siempre! No sabes lo mucho que significa para mí que te guste tanto esta historia y que la pienses en clases aburridas xD Me halagas, en serio. Y mira, llegaste temprano a comentar, pero yo me tardé mucho en seguir, lo siento. Espero que esto siga gustándote n.n
    @Milmel Agradezco enormemente que sigas fiel a esta historia, Mel :'D Me hace muy feliz tenerte por aquí aún a pesar de mis desapariciones xD Ya verás en este capítulo que sí, los líos para estos dos apenas empiezan. De veras gracias por el apoyo, me anima a seguir ^u^
    @Marina Master hermosa, tú sabes lo mucho que significa para mí que sigas apoyándome en esta historia que tanto quiero, por mucho que me tarde en escribirla, siempre que la retomo lo gozo un montón, jejeje. Que consideres esta obra tan hermosa todavía me hace feliz y sé que parece eterna, lo sé y más aún si dejo de escribirla por meses, pero todo llegará a su fin, tú tenme paciencia y confía en mí, ¿sale? Y pues ya sabes, gracias por todo. Te recontra amo *u*

    A los demás que se pasan a leer, ¡gracias por hacerlo! Valen oro. Ahora, a todos en general les debo una disculpa por dejar tan de lado esto, pero como he dicho ya varias veces, mi idea no es abandonar ninguna de mis historias por mucho que me tarde en actualizar. Es que a veces no tengo ganas de escribir y ya está, pero cuando me vuelven, pues aquí estoy y el que ustedes sigan aquí es un aliciente para no rendirme.
    Ahora sí, sin mayores preámbulos, dejo el capítulo de hoy del que no estaba del todo convencida porque no se centra en los protagonistas, pero lo considero necesario para dejar claras algunas cuestiones que comenzaban a relucir en la historia. ¡A ustedes y disfruten!

    32

    Aquella misma tarde, el Teatro Woods se preparó una vez más para realizar su rutina de trabajo. Ya todos se habían alistado, por lo que ahora se concentraban en montarse en los autobuses y como venía siendo costumbre en Jake y Sam, los dos se sentaron uno al lado del otro. La única diferencia que pareció haber en esta ocasión fue que la mayoría de sus compañeros que viajaban en el mismo transporte prestaron más interés del normal al cuadro que ambos jóvenes presentaba y todo debido a las habladurías que desde esa mañana habían escuchado, algunas de las cuales la propia Sam había hecho referencia.

    No era algo que pudiera evitarse en el grupo; al fin y al cabo, todos allí estaban técnicamente apartados del resto del mundo. No era que no se enteraran de lo que ocurría en el exterior, pues siempre procuraban mantenerse informados en cuanto a las noticias más recientes que ocurrían cerca de las localidades a las que irían o del país en general. Sin embargo, la vida dentro del teatro se había convertido mayormente en su propio mundo, su universo, así que era natural que las cosas nuevas que pasaran dentro de esos muros les resultaran más interesantes que las demás. Después de todo, se trataban de personas con las que convivían a diario, con las que ya formaban un vínculo estrecho por todos los años trabajando hombro con hombro, a las que ya conocían mejor que nadie.

    Aunque era cierto que a Jake no lo conocían del todo y probablemente era una de las últimas personas que alguien pudiera tener en mente dada su actitud, pero la realidad era que no podían dejar de mostrarse curiosos en desmedida precisamente porque nunca habían considerado que el marionetista fuera alguien que pudiera mostrar cambios tan sutiles y drásticos a la vez; querían decir, hablaban de Jake, el conocido por todos como el rey del invierno, la persona más fría que muchos habían conocido en su vida. Por lo mismo resultó que el tema de conversación de la que creían una nueva pareja entre él y la pelirroja tomó principal importancia para todos ellos, ya que se notaba a leguas que su relación iba viento en popa y el hecho de que Sam tuviera la libertad de conversar con sus amigas de baile en el almuerzo y la comida para contarles cómo había conseguido la atención del joven indicaba que las cosas entre ellos andaban por buen camino.

    Claro que a Sam todo esto le parecía digno del más grande regocijo, pues la oportunidad de hablar de Jake sin miramientos le producía una alegría sin par. Ante las exigencias e imprudentes preguntas de sus compañeras, había terminado contando todo, aunque no en el sentido más amplio porque siempre procuró discreción, pero sí contó desde cómo se le ocurrió cambiar lugares con Mark para entregarle la comida a Jake, pasando por las notas iniciales, por sus intentos de sentarse a su lado en las mudanzas, hasta llegar al tiempo que tenían libre entre cada presentación para estar juntos y hablar.

    A la chica le resultaba inmensamente satisfactorio poder desmentir las falsas palabras de otros cuando aseguraban que Jake era un recluido en sí mismo, egoísta y hasta pedante. Ella reconocía que el marionetista no era el ser más perfecto del mundo ni mucho menos, pero tampoco era tan desnaturalizado como lo dejaban ver. Ellos no lo conocían como ella lo hacía y eso quería decir que era especial, porque era la única que gozaba de la personalidad dulce y cuidadora de él; con ella se mostraba como lo que verdaderamente era: un ser humano con sentimientos y temores como cualquiera. Comprendiendo eso no podía pedir mucho más, simplemente había tomado la decisión de que si Jake no se veía capaz de mostrar su lado amable con los demás fuera por el motivo que fuera, al menos ella sí se los dejaría saber por medio de su testimonio, pues era testigo principal de la grata conducta que mantenía tan escondida.

    Sin embargo, como siempre que había nuevos informes sin importar si eran grandes o pequeños y que terminaban extendiéndose en tiempo récord al andar de boca en boca, fue inevitable que las noticias de la novedosa relación de Jake y Sam llegaran a los oídos de aquellos que ni siquiera sentían el más remoto deseo de enterarse de nada. Esto incluyó a Glynn, quien al principio se mostró por demás indiferente al suceso. Ella seguía desprendiendo un notorio rechazo hacia la pelirroja, por lo que se convenció de que nada de lo que pasara en la vida de ella tenía porqué interesarle. No obstante, al dejarles claro a sus amigas bailarinas que no siguieran fastidiándola con ese tema tan vano, tuvo tiempo suficiente para pensar más a fondo en lo que la primicia verdaderamente significaba para ella.

    Primeramente, los esfuerzos de Sam evidenciaban que ella en serio intentaba tener una relación estable con Jake, así se tratara de simple amistad. También mostraban lo que en incontables ocasiones la joven Glover había procurado dejarle claro a ella: no quería nada con Brian. Hasta ahora Glynn comprendía más nítidamente que Sam realmente nunca había estado interesada en el moderador de baile en lugar de simplemente fingir no estarlo para después lanzársele encima como muchas veces creyó ella que haría y que habían hecho otras tantas antes de Sam. Aceptaba que sus pensamientos al respecto habían sido prejuiciosos, sin fundamentos concretos y paranoicos, pero no pudo evitarlo; su propia experiencia con Brian y otras le habían enseñado que existían mujeres muy oportunistas y superficiales, tan sólo en busca que fama y subir escalones en la jerarquía que se ejercía en el teatro o tan sólo amadoras de cualquier otro tipo de placeres. De igual forma aceptó que no darle oportunidad a Sam de que se le acercara había sido probablemente un mal movimientos de su parte, mas tampoco podía decir que se arrepintiera de ello.

    Muy a su pesar, la misma Glynn sabía que vivía encadenada a una relación de lo más martirizante que la hacía morar en constantes dudas, inseguridades pero sobre todo celos y envidias. Prueba de eso fue que no logró ponerle un alto a sus recelosos pensamientos al subir al mismo autobús en el que iban Jake y Sam y los contempló justo como los chismes de los demás habían hecho que sus ojos los vieran: como dos personas que anhelaban conocerse y acercarse lo suficiente como para forma un lazo de afecto y unidad. Tuvo mucha envidia porque ella no tenía algo así con Brian a pesar de lo mucho que lo había intentado; porque a pesar de sus propios esmeros, aún no recibía el premio que se suponía debió habérsele otorgado lo que creía hacía mucho tiempo atrás; porque no había logrado que Brian cambiara tal como Sam hizo que Jake cambiara. Todo aquello la enfermaba de malestar, la desquiciaba y la atormentaba como nadie se daba una idea y como ella no demostraba jamás.

    Fue por lo mismo que una vez más se preguntó si en realidad valía la pena continuar con una relación sin destino. Era agotador tener que mantener algo que no daba ningún fruto; estaba cansada de ser esclavizada por las garras hirientes del amor infiel y mal correspondido. Todos tenían paciencia, resistencia y perseverancia; ella no era la excepción, pero todas aquellas virtudes y sus respectivas reservas se habían consumido totalmente a lo largo de todos esos años, en espera de algo que incluso ella sabía que no llegaría, aguardando una esperanza que no existió en primer lugar. Así que su resolución interior y una vez más fue la de olvidarse del Brian, alejarse de él; tan sólo esperaba que la firmeza que parecía mostrarse a sí misma en ese momento estando a solas, también estuviera presente en el instante en que se enfrentara a él para dejar en claro sus opiniones respecto a ellos.

    Ahora bien, así como a Glynn todo este suceso la había hecho meditar y reaccionar de acuerdo a sus necesidades y maneras, de igual modo ocurría con muchos otros que tomaban las cosas con encanto, humor e incluso con poco interés. El caso de Sasha no era ninguno de ellos, pues ni se encontraba encantada de que Jake y Sam se relacionaran más, ni le parecía divertido y mucho menos le era indiferente. La verdad era que una cantidad innumerable de sensaciones embargaron a la actriz en el minuto en que los chismes se volvieron lo suficientemente fiables gracias a las aclaraciones de Sam; emociones que contrario a lo que imaginaría la mayoría, terminaron siendo bastante negativas y parecidas a las de Glynn, las que la hicieron hervir en rabia e indignación.

    No lo entendía para nada. Se suponía que las cosas no debían haberse tornado de esa manera; se suponía que a Jake no le importaba absolutamente nadie, ni dentro del teatro ni fuera de él. Supuestamente era un inadaptado social con aires de narcisista que pensaba no necesitar a nadie más que a él para vivir a gusto y en paz. ¿Por qué había cambiado de parecer? ¿Por qué se había dejado transformar de aquella manera? ¿Por qué se dejó robar su especial encanto? ¿Por qué Sam consiguió sacarlo de su palacio de hielo en tan poco tiempo cuando ella había estado intentándolo por años y sin éxito? Sí, su molestia se derivaba de un resentimiento insano que nacía desde lo más oscuro de su corazón. ¿Por qué Jake se había fijado en Samara, pero a ella básicamente nunca la miró?

    Había allí uno de los secretos más íntimos y confidenciales de la morena: Jake siempre había llamado su atención más allá de lo que podía sentirse por un amigo o conocido. Tal vez se debía a la forma de ser tan reservada y hermética de él, o al hecho de que no se alborotara como otros hombres por la atención de alguna bella mujer, o quizás simplemente le había parecido interesante porque acercársele para conocerlo suponía un reto absoluto y a ella le encantaban los retos y todo lo que se denominara complicado. La razón no importaba ahora, el caso era que desde que ella llegó al teatro hacía cuatro años y lo había visto, se sintió atraída por él al instante. Por eso se encargó de hacerse amigo de Clark y sonsacarle toda información posible sobre él, pues era el único al que parecía querer de alguna forma. Creyó que si usaba a Clark, de uno u otro modo terminaría vinculándose con Jake, mas sus intentos resultaron en completos fracasos ya que ni Clark estuvo dispuesto a hablar de Jake, así como él no estuvo dispuesto a relacionarse con ella por mucho que presumiera ser amiga de Clark.

    Así y todo, Sasha siguió persistiendo, buscando oportunidades de por lo menos conversar y socializar con él, mas de nuevo, nada de lo que trató funcionó y su fascinación por el pelinegro creció así como su propio ego. Estaba dispuesta a ser la primera mujer que atravesara esa coraza que lo rodeaba y para ello tuvo que deshacerse de cualquier posible amenaza, lo que la obligó a despedazar los intentos de algunas nuevas reclutas que no conocían la personalidad de Jake y que mostraron un mínimo interés en él. Era verdad que no era frecuente que alguien prestara gran atención al joven, pero cuando sucedía, Sasha se encargaba de despotricar chismes sobre él, de hacerlo ver como un desalmado frío sin apego o afecto a nada; desbarató las ilusiones de alguna y desalentó a otra, siempre con la excusa actuada de que estaba preocupada por lo que ellas podrían padecer si seguían con sus inútiles intentos de acercarse a él.

    Felizmente había logrado que esas pocas chicas desistieran encontrando consuelo momentáneo en otros hombres, como Brian. Al fin y al cabo, ¿cómo negarse a las palabras y brazos cariñosos de alguien atento, afectuoso y caballeroso después de sufrir un rechazo gélido y tosco? Y seguramente todo habrían continuado como la seda de no ser por la llegada de Samara, esa chica que resultó ser una revelación total no simplemente por su espíritu luchador, sino también por el impacto que había ocasionado en el marionetista de orbes verdes. Nuevamente, Sasha se preguntó por qué. ¿Qué tenía Sam que ella no tuviera y que cautivó la curiosidad de Jake con tanta fijación? Sam era torpe al hablar, era ingenua, ilusa, tonta para defenderse, demasiado crédula y comprensiva; en general, le parecía en personalidad muy blanda y débil emocionalmente. En cambio, ella era fuerte, decidida, segura de sí misma y por mucho más interesante. ¿Cómo era posible que alguien como Jake prefiriera a una bobalicona como Sam? Había asegurado siempre que él tendría un gran sentido del gusto, pero sinceramente ya no estaba segura de ello.

    Tampoco podía decir que la pelirroja le desagradara como persona. En realidad le cayó muy bien desde el inicio y se convencía a sí misma de que si no hubiese persistido con lo de Jake, su cariño por ella habría sido mayor. En realidad desde que se enteró de las intenciones de su amiga para con el pelinegro, siempre mantuvo la esperanza de que las cosas entre ellos terminaran mal; pensaba que al igual que las otras chicas, ella optaría por renunciar a Jake y así las dos seguirían siendo buenas amigas. Hasta se visualizó a ella misma contándole a la bailarina de sus sentimientos por el joven, pero no; Sam había echado todo a perder con su molesta perseverancia, manteniendo las tijeras sobre el lazo que la unía y ahora que Jake parecía abierto a aceptarla en su vida, las tijeras se habían cerrado cortando su vínculo.

    Curiosamente, Sasha no estaba completamente afectada por la que debía considerar una pérdida, sino que su mente se mantenía activa, ideando planes infalibles para separarlos. Lo hacía por el bien de los implicados; seguía creyendo firmemente que Jake no le convenía a Sam y a él no le convenía ninguna otra que no fuera ella misma, en especial la pelirroja. Esa relación estaba defectuosa desde el principio porque con su simple personalidad, él no daba la talla para Sam y ella no lo merecía por el mero hecho de mantenerle oculto un secreto tan importante como el que encerraba esa marioneta que le había visto una vez, que representaba a su primer amor y que se parecía tanto a Jake. Allí estaba la principal brecha entre ellos, una que se mostraba escondida o ignorada por ambos, así que no le quedaba de otra que sacarla a la luz ella misma, ¿cierto?

    Desgraciadamente, en ese momento no existía forma alguna de conseguirlo. Sus intentos por sembrar cizaña con Sam no habían resultado fructuosos y ahora que Jake se mostraba mayormente atento a ella, dudaba que cualquier cosa que le dijera fuera efectiva ante tu tenacidad, no importaba si le aseguraba mil veces y con firme aplomo que era por su bien. Por otro lado, tratar de desvelarle a Jake lo de la marioneta y el parecido de él con el primer amor de la bailarina definitivamente concluiría en un desastre para Sasha. Jake no creía ni confiaba en nadie más que no fuera Clark —y quizás en Sam ahora—, así que terminaría haciendo oídos sordos a lo que fuera que intentara decirle, creyendo que no se trataban más que de invenciones suyas.

    Además, corría el riesgo de volverse una vil traidora ante todos por procurar deshacer la relación de su mejor amiga metiendo discordia entre ambos. Y quizás en verdad lo fuera, pero no podía dejarlo tan evidente. Sin duda tenía mucho que pensar e idear, pero momentáneamente continuaría desempeñando su papel de buena compañera preocupada por el bienestar de su mejor amiga todo lo que pudiera. Ya se presentaría el momento de actuar y en caso de que no lo hiciera, no quedaría de otra que formarlo ella misma a su debido tiempo.

    Lo que Sasha no sabía era que alguien más tampoco se hallaba del todo contento con las pruebas que se mostraban a ojos de todos en cuanto al tema con Jake y Sam. Aquel alguien era nada menos que Brian, quien hallándose en su asiento de un camión diferente del que se encontraban Jake y Sam, no dejaba de lamentarse porque había quedado frentea todos como un encargado sustituto al que un niño podía engañar fácilmente y cuyos súbditos no hacían más que rebelarse en su contra con tal de deshonrarlo frente a los demás. Evidentemente exageraba las cosas, pero se sentía muy herido en su amor propio dado que jamás antes habían osado ponérsele enfrente, mucho menos alguien tan poco encantador y popular como lo era el rey del invierno.

    Y no era que fuera lo tan tonto como para no deducir que el que Jake se sublevara contra él de tal forma tenía que ver con su reciente inclinación por Sam. Sin embargo, lo que más lastimaba su orgullo era que Sam siguiera rechazándolo de aquella manera tan plena y directa. ¡Nunca antes había tenido que rogar tanto y sin éxito! Bueno no, en realidad ya antes tuvo que lidiar con Sasha y su negativa a querer salir con él. También había insistido tanto o incluso más de lo que había hecho con Samara, mas la actriz había mostrado su fuerte carácter y su resolución de no dejarse seducir por él cuando una vez le propinó un fuerte y despiadado golpe bajo, realmente bajo, además de amenazarlo sin restricción. Y a partir de ese momento dejó de mirarla como una futura conquista, más a expensas de su propio bienestar físico que otra cosa; la morena era demasiado violenta para su gusto.

    Nunca antes había tenido la necesidad de aventurarse más allá del cortejo y la seducción formalporque todos sus objetivos nunca habían tardado demasiado en caer a sus pies, pero Sam se lo complicaba demasiado y su propia vanidad no podía tolerar tanto repudio, por lo que tal vez venía siendo hora de cambiar sus métodos un poco. Sentía sin duda que su dignidad pendía de un hilo si no llegaba a mostrarle a la pelirroja que en realidad era un buen partido, que era capaz de darle todo aquello que ella exigiera y deseara, que era el mejor para satisfacer todas sus necesidades. Simplemente tenía que hacérselo ver y para ello requería pasar tiempo con ella, por lo que se la ingeniaría para obtener todos los momentos que quisiera con la pelirroja.

    Al fin y al cabo era cierto cuando decía que la joven le parecía de las personas más interesantes que habían visto en un largo tiempo, un contraste completo con el rey del invierno a quien consideraba un aburrido en totalidad. Esas no eran las combinaciones adecuadas; lo genial debía sentirse atraído a lo genial, por lo que Sam debía sentirse atraída a él, no a Jake. Porque sí, el hecho de que la bailarina prefiriera a ese corriente antes que a él lo indignaba sobremanera porque se salía de todo la lógica del mundo, se salía del equilibrio que mantenía a flote toda la sociedad; era llanamente absurdo. Pero adjudicaba a la ignorancia que Sam tuviera aquel proceder, mas en el momento en que le iluminara la mente con su brillante personalidad y virtudes, todo volvería a la normalidad.

    Psss, con esta historia me voy a la pura narración D:
    Por ahora es todo. ¡Gracias por leer! ^u^
     
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  9.  
    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

    Tauro
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    Jajajaja, en serio, no puedo evitarlo. Todo lo referente a Brian me ha dado una risa que... bueno. Sí que es simpático el tipo. "Lo genial debe atraerse a lo genial" ¿Sí tú? Pues mira, mi querido Brian, es precisamente por eso que Sam se ha sentido atraída por Jake, porque vamos, admítelo, Jake es ¡genial! Brian, tú me caes muy bien y aunque eres un casanova adulador, tu corazón algún día quedará conquistado por alguien. Quizás por la misma Sam, quién sabe. Y entonces sí que sabrás lo que Glynn sufre por tu culpa. Sabrás lo que significa estar enamorado y no ser correspondido y sufrirás mucho más que ella, porque espero que Glynn te desaloje de su corazón.

    Y hablando de la rubia, fue interesante saber lo que piensa de la relación que existe entre Jake y Sam, y aunque reconoció que había sido prejuiciosa con respecto a Sam, pues la envidia que siente por la felicidad de Sam no le permite sacar sus buenas cualidades, como la de por ejemplo darle una oportunidad a Sam para que sea su amiga. A pesar del resentido carácter de Glynm, yo pienso que sería una muy buena amiga, porque ella siempre se ha mostrado tal cual es. Jamás ha ocultado sus celos ni su desdén por las chicas que se acercan a su amor imposible, así que es sincera. Pero Sasha, aggg, lo sabía, que era una hipócrita de primera. Ya salió el peine aquí. Quedó bien claro que ella con toda ventaja, siempre quiso desalentar a Sam de su propósito de acercarse a Jake, pero no por proteger a la pelirroja, sino porque está bien requecelosa. Y es inteligente la muy indigna, sí, indigna porque no merece la amistad de Sam ni la de Clark. Porque utilizó la amistad de este bondadoso y agradable hombre que incluso la adoptó en su corazón como su hija para saber más de Jake, puro interés y ahora tiene un secreto de Sam qué contar. No por nada me pareció a mí que Sam hacía mal en contarle algo sobre Matt. Ahora la morena estará esperando el momento apropiado para destapar el secreto o aprovechará cualquier circunstancia para que éste sea conocido. Qué mal. Sin duda que la futura relación de Sam y Jake está en peligro. Porque si no lo arruina Sasha, será Brian.

    Ufff, qué interesante se torna el asunto. ¿Qué va a suceder? ¿Quién arrojará primero la bomba? ¿Sasha o Bian? ¿O qué tal que se unan? Waaa, eso sí que sería peor, creo. Querida Bore-chan, me pareció un capítulo muy apropiado, porque era necesario conocer todo lo que está ocurriendo entre los personajes y es lógica toda esa murmuración, porque es un hecho que el teatro Woods es una pequeña comunidad donde los residentes están interesados por lo que sucede con sus amigos, compañeros y vecinos.

    Buen capítulo, como todos, me encantó. Nos vemos en el que sigue. TAM
     
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  10.  
    Milmel

    Milmel Con un sueño en el pecho que pronto florecerá

    Capricornio
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    changos!!!!
    Sasha??!! Es en serio??!!
    Pero porque?! si parecía tan buena onda... :'(
    Que lastima que los "verdaderos amigos" en los que a veces confiamos ciegamente resultan ser las más grandes y viles arpías que solo buscan serruchearnos el piso. O simplemente usarnos de escalón. Me da penita por Sam. Cuando su "Mejor amiga"suelte la bomba... le va doler, en serio que les va doler. Me preocupa Jake... es tan lindo, sincero, y timido que... en serio, a ratos dan ganas de darles unos buenos golpes para ver si así reacciona!!! >.<

    Me encantó el cap, me metiste mas dudas de las que tenía. Pero esa es la clave de la historia, mantener al lector en el vilo.
    Esperaré con ansias lo que sigue. Gracias por avisar.
    Creo que debería seguir tu ejemplo y actualizar lo mío.... :/
     
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  11.  
    Shassel

    Shassel Usuario común

    Tauro
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    Escritora
    :) Hola mi estimada Borealis, hace tanto tiempo que no me he pasado por aquí, espero te encuentres bien.

    Oh my god!! Qué tanto me he perdido? pero es un gusto saber que tu historia continua, tan hermosa e inesperada como siempre. No sé ni por donde empezar, es que han ocurrido tantas cosas... El avance entre Jake y Sam, los sentimientos de Sasha..., es una locura, es decir, siempre pensé que era un poco raro que Sasha fuera tan seria con respecto a Jake pero, amarlo?, eso se sale de cualquier idea que hubiera tenido. No puedo creer que piense contarle a Jake sobre Matt, :/ , vaya amiga. Admiraba mucho a Sasha y luego me haces querer odiarla XD.
    Como siempre, me he quedado con ganas de leer más, espero con ansias tu actualización, Por favor, se que he desaparecido pero no dudes en avisarme cuando subas la conti.
    Saludos.
     
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  12.  
    Sheccid

    Sheccid Usuario común

    Géminis
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    Llegué :)
    Yo no pensé que Sasha tuviera esos sentimientos por Jake...yo de loquilla pensaba que eran por Sam XD
    Me gustó mucho el capítulo, aunque si como que le hicieron falta dialoguito.
    Ahora tal vez Sasha y Brian se aliaran y ¿lo lograrán?
    Simplemente Jake se fijó en Sam por su inocencia y calidez, su vitalidad que tanto lo complementa, cosa que no tiene la dura y violenta Sasha. Si ella le dice a Jake sobre Matt no me dolerá el hecho de que tal vez Jake se alejé de Sam, si no que compartirá el secreto más agridulce de la pelirroja por puros celos enfermizos.
    Acerca de Glynn, espero que al fin se aleje de esa relación destructiva, tal vez al irse Brian se dé cuenta de lo que perdió.
    Espero la actualización con ansias, como siempre la narración es increíble y la ortografía muy buena :3
     
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