VACACIONES ¿SasuHina?

Aqui el cap. 8. Esta cortito y ya no tendra continuacion, debido a q el cap 9 sera uno especial de Sasusaku ^_^.

Capitulo 8: Confusión…

—Hay que llamar a una ambulancia para llevarla al hospital lo más pronto posible. ¿Dónde está el teléfono?— nos pregunto el médico.
—Sasuke-kun, ¿podrías mostrarle en donde se encuentra el teléfono? Yo le informare a Naruto-kun de la situación, solo para que sepa que se quedara solo en casa— le dije a Sasuke obteniendo un si por respuesta.

Cuando Sasuke llevo al doctor al lugar en donde se encontraba el teléfono, yo me dirigí a la habitación del rubio. —Naruto-kun, ¿puedo pasar?— dije tocando la puerta en dos ocasiones, pero no obtuve respuesta alguna.
—Ya debe estar dormido— susurre y al instante me adentre en la habitación. Naruto dormía tranquilamente, me acerque y lo tome de su hombro, para moverlo un poco.
—Naruto-kun, Sasuke-kun y yo iremos al hospital, Sakura tiene apendicitis y la van a operar. No te preocupes, volveremos pronto— dije al ver que el rubio había abierto los ojos.
—Está bien Hinata, pero ¿podrías avisarme cuando llegues? Por favor— dijo con voz soñolienta.
—Sí, yo te avisare. No te preocupes, ahora descansa— le respondí, para después besar su frente y posteriormente salir de la habitación.

La noche comenzó a convertirse en una pesadilla. La ambulancia llego media hora después, tiempo en el que Sakura había empeorado considerablemente. Mikoto llegó casi al mismo tiempo, y le informamos que Sasuke y yo seguiríamos a la ambulancia al hospital, para estar con Sakura mientras Mikoto-sama permanecería en la villa para esperar a Kushina.

Tal como sucedieron las cosas el primero en llegar fue Minato y no Kushina, el primero en llegar al hospital.
Nos cavaban de comunicar a Sasuke y a mí que Sakura-chan ya había sido operada y que se le había quitado el apéndice exactamente antes de que se perforara.
—Justo a tiempo. Unos minutos más y habría reventado. Estaba en pésimas condiciones— me explico Sasuke.

Me hundí en una de las duras sillas de la sala y deje caer mi cabeza entre mis manos. Las lagrimas comenzaron a llenar mis ojos. Me sentí repentinamente molesta, luego la furia comenzó a apoderarse de mi… furia porque Kushina se había mostrado tan insensible al obligarla a ir a ese viaje sabiendo que no se sentía nada bien y luego la había traído de vuelta dejándola sola, únicamente conmigo en la villa para cuidarla. Si no hubiese sido por Sasuke…
— ¡Oh! Sasuke— dije mirándolo a través de mis lágrimas. —Es tan terrible… ¿Cómo puede hacer una cosa así? Dejar a Sakura en ese estado…— dije aun con un nudo en la garganta.

Sasuke se arrodillo y me abrazo. Apoye mi cabeza en su hombro y llore. Era consciente de la calidez y seguridad que me ofrecían sus brazos de Sasuke, consolándome y de sus y de las suaves y cariñosas palabras que labios murmuraban mientras acariciaba mi pelo. Me dejo llorar hasta la última lágrima de coraje, miedo y frustración, y siguió abrazándome.

Sentí que mi cuerpo se relajaba con su fuerte abrazo, oli la calidez de su piel, y por primera vez en mi vida supe lo que era desear que un chico me besara, pero en definitiva ese no era el momento ni el lugar adecuado. Por lo que me solté de su abrazo.

Al entrar Minato-sama hizo unas cuantas preguntas. Al parecer había llamado desde Niza para saber cómo iban las cosas y Mikoto-sama le había relatado lo sucedido. Cancelo su cena de negocios y condujo toda la noche para llegar al hospital.

El médico le había contado todo, asegurándole que Sakura mejoraría.
—Sakura tendrá que quedarse aquí una semana. Solo después podremos llevarla a casa— dijo Minato. Nos estudio con expresión seria: —Venga, vámonos, os llevaré a casa. Estáis agotados— continúo.

— ¿Lo sabe Kushina?— le pregunte, mientras nos dirigíamos en medio de la noche, hacia Villefranche.
—No— fue la tensa respuesta que formularon sus labios. —Pero lo sabrá cuanto antes. Junto con otras cosillas… que probablemente no le gustará oír. Si no hubiese sido por ti Hina y por ti Sasuke… Dios sabe lo que pudo haber sucedido—

Cuando finalmente llegamos, vimos a Kushina bajo la luz de una farola del sendero del acceso.
—Bueno, al menos esta en casa. Aun cuando podría haber sido muy tarde— dijo Minato tranquilamente.

Sasuke-kun y yo bajamos del auto y caminamos hacia la villa, dejando a los padres de Naruto y Sakura solos. Sin embargo, no pude dejar de pensar que dada la expresión de su rostro y la frialdad de la voz de Minato al saludar a Kushina, algunas verdades estallarían en medio de la noche. Aun así, lo que tuviera que decirle era asunto de ambos.
—Pasare esta noche en el cuarto de maman. Debe estar preocupada por nosotros. Te veré mañana Hina— dijo Sasuke. Sin embargo yo no respondí.
Estábamos de pie en el patio, en la parte trasera de la casa. En la lejanía el mar bramaba mientras rompía contra las rocas.
—Buenas noches Hina— dijo Sasuke; me ofreció sus brazos y me deslice en ellos sin decir palabra. Esta vez cuando sus labios se encontraron con los míos, no me reí ni me retiré. Simplemente permanecí en el círculo de sus brazos y supe que era mi primer beso autentico.

Luego me alejé de él sintiéndome extrañamente decaída. De pronto advertí que estaba terriblemente cansada, exhausta pero también confusa.
“Quizá esta sensación se debió a mi cansancio” o tal vez, ocurría que cuando me enfrente con la situación me di cuenta de que no estaba preparada para enamorarme. Pensé mas tarde. Todo lo que sé es que caminaba hacia el cuarto de Naruto, comprendí que el beso de Sasuke no me había dejado una huella especial. El beso de Sasuke había sido agradable y su reconfortante abrazo en el hospital me había ayudado mucho, pero eso era todo.

Toque la puerta, pero a falta de una respuesta me dispuse a entrar. Encontré al rubio profundamente dormido, o al menos eso creía. Lo moví un poco para que este se diera cuanta de mi presencia.
—Naruto-kun, ya regresamos. Sakura-chan está bien, no te preocupes— le comunique al rubio.
—Hinata, ¿puedo dormir contigo esta noche? Me siento muy solo y mis papas están peleando, como siempre. Juro que me portare bien, de veras— pregunto un poco entristecido el rubio.

—No…no creo que eso este bien Naruto-kun, ¿Qué van a decir tus papas?— le respondí un tanto ruborizada.
—Por favor, me saldré de tu habitación sin que nadie me vea. Lo prometo— me dijo el rubio convenciéndome de aceptar.
—Está bien. Vamos— le respondí.

Él solo me abrazo, parecía entusiasmado. Caminamos a la habitación, y ya ahí: —Hinata, ¿estás enamorada de Sasuke?— pregunto al instante de acostarse en mi cama.
Era extraño dormir con alguien ya que yo acostumbraba a dormir sola. Sobre todo en casa.

—No lo sé Naruto-kun. A decir verdad no sé lo que siento realmente por él. ¿Por qué lo preguntas Naruto-kun?— respondí un poco apenada mientras cubría mis hombros con las cobijas.
—Por… por esto…— respondió, interrumpiendo su respuesta por un beso… si un beso entre nosotros. Fue hermoso, el rosaba sus labios con los míos con extrema suavidad, dulzura. Era completamente diferente a la sensación que había producido en mi el beso de Sasuke, el beso con Naruto me hacía sentir en las nubes, tan especial, tan amada.