Unn Cambioo,, Una Nuevaa Vidaa

Re: Unn Cambioo,, Unaa Nuevaa Vidaa

Capitulo 3



–Señorita Kagome, ya esta el desayudo. –la sacudía una bella mujer, esta vez no era Kagura, esta era una mujer de ojos castaños y pelo de igual color con una hermosa y amigable sonrisa.

–¿uh? –entre sueños la joven se quejo, tantas cosas nuevas la habían agotado, sentia que por un cambio, un solo cambio, en ese momento tenia una nueva vida y solo quería volver a la anterior.

–Por favor levántese, se le hace tarde señorita. –insistió la mujer con firmeza.

–Bueno, ya va. –resignada, Kagome se levanto aunque seguía dormida.

–Aquí esta el desayuno, señorita. –señalo la muchacha, portaba una bandeja con una taza de te y con algunas otras cosas que Kagome veía muy apetitosas, tenia mucha hambre ya que la noche anterior no habia comido.

–Basta de llamarme señorita. –ordena Kagome molesta, todos la trataban de usted y eso no le gustaba a ella.

–Como desee... Kagome. –dudo en decir su nombre ya que nadie le habia pedido que la tratara como igual ya que era una criada.

–Bien, muchas gracias por el desayuno. –Kagome empezó a comer, luego, cuando ya estaba mas despierta, noto que la muchacha no era Kagura sino una de las que habia visto ayer a la tarde–. ¿Quién eres?

–Soy Sango, una de las criadas.

–Ahh bueno, yo soy Kagome y no se que hago acá. –la muchacha lo dijo con tanta tranquilidad que parecía un chiste, aunque solo decía la verdad.

–No te preocupes, ya lo entenderás. –Sango la aconsejo, esa muchacha le caía realmente bien y se habia dado cuenta de que se sentia perdida allí aunque no entendía por que; claro, Sango no sabia que Kagome era del futuro.

–Eso espero. –Kagome suspiro y finalmente se levanto, se vistió con un kimono que Sango le llevo para que su ropa se lavara. El kimono era blanco y rojo, le sentaba bien. Era un kimono de sacerdotisa ya que Naraku quería que Kagome se entrenara.

Cuando ya estaba lista, arreglada y preparada, sango la guió hacia un patio donde la esperaba una hermosa mujer de pelo negro, un muchacho de tez blanca y pelo plateado, un muchacho de tez morena y de ojos celestes, uno de pelo negro y ojos negros, Kagura, Inuyasha, Bankotsu y Naraku.

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P. o. V Kagome

–¡que triste! –pienso, aun tengo algo de sueño y mi mente es una total confusión.

–Estoy exhausta, no puedo hacerlo. –le dije a la mujer de tez blanca y ojos negros, Kikyo.

–Si que puedes, tienes que hacerlo. –Kikyo me dijo con severidad, ¡Dios si que era una mujer seria!

–¿por qué? Estoy cansada, quiero dormir. –me estaba comportando como una niña malcriada pero no me interesa, yo no fui la que eligió esto.

–¿cómo piensas defenderte luego?

–¿Eh? ¿Defenderme? ¿De que? –inquirí sin entender de lo que hablaba aquella mujer que no me agradaba.

–¡De los youkais! De los asesinos, bandidos... ¡Del mundo! ¿qué no sabes nada? –me grito la mujer, me asusto su reacción pero luego me enfurecí.

–¡NO QUIERO! ¡QUIERO IRME A MI CASA! ¡NO ME INTERESAN USTEDES! ¡NADA DE ACA ME INTERESA! –respondí furiosa, estaba toda roja y me aleje corriendo de allí, temblorosa.

No entendía nada, ¿por qué estaba allí? Deseaba con todo mi corazón volver a mi casa, estar con mi familia, con mis amigos, estudiar, volver a mi vida normal. Solo quería eso, tener una vida tranquila y normal, no me interesaba nada de eso solo quería volver a casa.

–¿Kagome? –me llamo una voz familiar, Bankotsu; no respondí y tampoco lo mire ya que mi cara estaba cubierta de lagrimas por la frustración.

–Kagome por favor no llores. –me suplico el con un tono de voz preocupado. Se acerco hasta donde estaba, se agacho y me abrazo. Interiormente le agradecía muchísimo, Bankotsu me caía mas que bien, me ayudaba y me confortaba; ya lo consideraba un amigo.

–Bankotsu, ¿por qué?

–¿qué cosa por que?

–Por que estoy aquí, yo solo quiero una vida normal. –lloriqueaba, la verdad es que estaba tan triste que ni siquiera podía sentir vergüenza por comportarme así.

–No lo se Kagome, la verdad solo se un poco mas que tu. –reconoció Bankotsu–. No te preocupes, juntos lo descubriremos.

–¿juntos?

–Si, yo te voy a ayudar en todo, te lo prometo.

–Gracias. –ya estaba mas tranquila, alguna que otra lagrima seguía corriendo por mi mejilla pero estaba mejor.

–No es nada Kagome. –sonrió y dejo de abrazarme, sinceramente yo quería que me siguiera abrazando pero me daba vergüenza decírselo. Cuando ya estaba parado ofreció su mano y dijo–. Vamos.

–¿a donde? ¿a entrenar? –pregunte aterrorizada, no quería ver ni a Kikyo ni a Naraku ya que me daban miedo los dos.

–No te preocupes, solo seguida ¿de acuerdo?

–Bu... bueno. –dudando acepte su mano, me pare y lo seguí con media sonrisa y media sonrojada por el hecho de estar caminando tomados de la mano.

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–¡Inútiles! –vociferaba insultando en general un muchacho de cabello color azabache y ojos escarlatas–. ¿por qué no la siguieron?

–No tuvimos tiempo. –replico un joven de ojos dorados y de cabello plateado.

–Cállate Inuyasha. –lo silencio Naraku sin inmutarse y sin mirarlo. Inuyasha bajo la mirada en señal de sumisión y no pronuncio ni una palabra. Naraku miraba a cada uno de sus sirvientes, pensando en que hacer–. Kouga, ve a buscarla. –

Kouga era un chico de tez morocha, cabello negro atado en una colita y ojos celestes; el asintió y espero mas ordenes

–No quiero que Kagome este sola con Bankotsu, es peligroso. –siguió Naraku con tranquilidad, le dio algunas indicaciones a Kouga y este marcho hacia donde habia estado Kagome minutos atrás llorando.

–Naraku, ¿por qué es tan importante aquella jovencita? –le pregunto una mujer hermosa de ojos y cabello negro.

–Ya lo veras Kikyo. –se limito a decir Naraku y se marcho dejando a Kikyo junto a sus sirvientes inquietos.

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–Estoy harto de todo esto. –pensaba Inuyasha mientras planeaba algún plan con el que escapar de Naraku.

Inuyasha habia sido sirviente de Naraku por mas de cien años, los primeros cincuenta años habia intentado miles de maneras para poder escaparse de su control pero Naraku siempre habia sido mas inteligente y sus planes siempre habían fallado.

Desde hace unos meses Inuyasha habia adoptado una actitud mas sumisa aunque guardaba gran resentimiento.

Inuyasha y su medio hermano, Sesshomaru, habían estado sirviendo a Naraku ya que el padre de ambos, Inu No Taisho, habia perdido una guerra.

Inu No Taisho habia sido el mas poderoso youkai, poseía las tierras del oeste y tenia muchísimo poder.

Seiscientos años atrás, un youkai envidioso fue convencido por Naraku de declararle la guerra a Inu No Taisho. Muchos se aliaron, sin embargo Naraku no lo hizo. El fue un “espía” ya que aparentaba estar en el bando de Inu No Taisho cuando todo lo que quería eran sus tierras.

Esta guerra duro quinientos años, Inu No, a pesar de tener menos gente de su lado, peleaba muy fuertemente y hubiera ganado de no ser por un trampa de Naraku.

Inu No, un poderoso youkai, se enamoro de una humana, Izayoi, madre de Inuyasha. Ella habia sido una hermosa mujer, amable, de gran corazón, simpática y generosa. Ella era de una familia noble, hija de un señor feudal.

A pesar de tener todo, ella siempre estaba triste y melancólica, no conocía la razón hasta que se encontró con Inu No, ella se sentia sola por que no conocía el amor. Ambos se enamoraron perdidamente pero tuvieron que superar muchas dificultades.

Primero el hecho de que Inu No Taisho no era humano, luego de que ellas se tenia que casar con un príncipe del norte, tercero la guerra y por ultimo, lo mas difícil de superar, las trampas de Naraku.

Naraku aprovecho esa ocasión, Inu No estaba mas débil, Izayoi también ya que estaba por dar a luz a Inuyasha y Sesshomaru estaba con su madre, Irasue resentidos por que Inu No se haya enamorado de una humana.

Naraku se valió del amor de un guardia para hacer mas difícil aun la relación de ambos; el, a enterarse de que su amada iba a tener un hijo híbrido, decidió que no merecía vivir y la mato pero en el ultimo suspiro Izayoi dio a luz a Inuyasha.

Luego apareció Inu No quien la revivió con su espada colmillo sagrado, los ayudo a escapar y el se quedo peleando con los demás humanos para facilitarles la huida.

Inu No y Izayoi se reunieron en las tierras del poderoso youkai. Naraku, al ver que no habían funcionado las cosas, incendia el castillo de Inu No. ninguno muere pero quedan muy debilidades.

Finalmente, el asesino del mas poderoso youkai fue veneno, Naraku lo enveneno y luego de una larga agonía.

Izayoi, sumida en una profunda depresión, casi se suicido. Sin saberlo, Inuyasha, quien era solamente un inocente niño, llego donde ella, un lago cristalino donde no habia nadie.

Izayoi planeaba ahogarse en el pero encontró una razón para seguir viviendo: su amado hijo, Inuyasha. Por el continuo luchando por la vida, aunque nunca pudo superar su depresión completamente.

Vivo hasta que Inuyasha cumplió los quince, contrajo una enfermedad con una fiebre muy alta y finalmente murió. Su ultimo suspiro fue dedicado a Inu No Taisho, “ahora nos reuniremos finalmente, y en la muerte seremos felices”.

Inuyasha estuvo al lado de su madre durante toda su enfermedad, izayoi sufrió mucho pero le aliviaba estar junto a su hijo pero una cuestión le inquietaba: ¿qué pasaría con Inuyasha? Entre los humanos no era aceptado por ser mitad demonio y los youkais lo despreciaban por ser parte humano.

Izayoi era la única que sabia donde estaba el verdadero testamente de Inu No, antes de morir, en uno de sus delirios, le contó a Inuyasha sobre este, le encargo buscarlo y establecerse allí; le hizo prometer que no se iba a pelear mas con Sesshomaru, que iba a ser feliz, que iba a casarse y formar una familia.

Inuyasha recuerda claramente las palabras de su madre pero Naraku llego un día cuando el tenia veinte años humanos (el parecía tener doce) y le muestra un documento donde dice que el era su “tutor” y que era el dueño de las tierras del oeste. Era un documento falso pero Inuyasha no tenia los recursos como para demostrarlo, ni siquiera tenia el testamento de su padre.

Inuyasha intento escapar, en realidad lo hizo, estuvo diez años yendo de un lado a otro, escapando de Naraku.

Finalmente Naraku lo acorralo, una mujer muy bella llamada Yura le siguió la pista durante mucho tiempo, cuando lo encontró le informo a Naraku donde estaba Inuyasha. Luego Yura sedujo a Inuyasha, todo para que estuviera allí cuando Naraku llegara. Cuando este llego Yura entrego a Inuyasha.

Desde entonces Inuyasha desconfía de todas las mujeres, ya que Yura lo traiciono luego de estar juntos dos meses. Inuyasha se juro a si mismo no enamorarse de una mujer nunca ya que si lo hacia esta se aprovecharía y lo traicionaría; el se volvería débil y Naraku lo controlaría mas fácilmente.

Eso es lo que el pensaba y hasta que apareció una hermosa mujer de ojos color chocolate y pelo negro azabache lo encanto con su ternura...



Fin del cap 3



Chicas perdon por la tardanza,, es qe empeze el cole ii no tengo tiempo para nada :S


La proxima prometo qe va a ser mas larga,, ahora no la sigo xq me tengo qe ir al destista


Cuando vuelva aviso de la conti...


Espero qe les guste!!


Chauu ii Nos Hablamos!!


InuuxLulii

 

Re: Unn Cambioo,, Unaa Nuevaa Vidaa

Holaa,, bueno chicas finalmente les traigo la conti, es qe he estado mui ocupada cn el colegio ii todo eso pero aqui esta!! :D
Mas tarde les aviso a todas que la esta la conti,, ahora me tengo qe ir pero qeria subir la conti primero.
Estoii haciendo un album sobre este fic,, espero poder subirlo pronto.. yo les aviso ;)
Espero que les guste ii muchas gracias por leerlo!!



Capitulo 4



Con Sesshomaru, Naraku tuvo que hacer menos esfuerzos para controlarlo, firmaron un contrato en el que decía que cuando Inuyasha tuviera ciento cuarenta años, Sesshomaru e Inuyasha gobernarían las tierras juntos. Para eso faltaba solo cuatro años, la misma cantidad que a Bankotsu para ser libre. Claro que para ese momento Naraku pensaba aniquilarlos a ambos hermanos, no iba a ceder esas valiosas tierras por nada en el mundo y menos por un insignificante trato. Mientras tanto pensaba utilizarlos humillándolos cada vez que le sea posible.

Sesshomaru acepto el acuerdo solo por que no tenia escapatoria, no podía controlar sus tierras por el falso testamento de su padre y una guerra contra Naraku no era muy buena idea, su ejercito era reducido en comparacion al de Naraku, no tenia aliados por que no tenia amigos al ser tan frío y nadie lo ayudaría contra Naraku ya que todos le temían, hasta el emperador mismo lo hacia.

Por esa razón Sesshomaru e Inuyasha estaban al servicio de Naraku. En realidad, Inuyasha y Sesshomaru tendrían que ser tratados como iguales pero Naraku no trataba con respeto a ninguna persona y no pensaba hacerlo por nadie hasta que la conoció a una mujer que lo cambio por completo...

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P. o. V Inuyasha



– Feh, no pienso soportar cuatro años mas de esto, yo no soy sirviente de nadie y menos de ese estúpido. –mascullaba por lo bajo, yo sabia que todos, o por lo menos la mayoría, odiaban a Naraku pero también era conciente de que nadie se atrevería a atacarlo, el temor era mas grande que el odio o por lo menos así lo era en ese momento. Claro que yo no me iba a quedar tranquilo, iba a hacer algo por mi libertad, una que tanto anhelaba.

– Inuyasha. –una gélida voz me llamo, era la voz de una mujer, una fría pero muy bella mujer.

– ¿qué quieres Kikyo? –la increpe, desde lo de Yura me jure a mi mismo tratar a todas las mujer igual que lo hacían ellas conmigo, de mala manera y con indiferencia.

– Naraku te ordena que vallas a buscar a Rin. –Kikyo puso énfasis en “ordena” por que sabia que me molestaba tener que servirlo, lo hacia para hacerme enojar.

Rin era la hija de Naraku, estaba bajo el cuidado de Sesshomaru ya que Naraku no le prestaba atención, prácticamente no le importaba lo que le ocurriese a la dulce niña.

– ¿por qué? Que valla Sesshomaru, es su trabajo cuidarla no el mío. –replique, en realidad no me molestaba cuidarla, solo respondí así por costumbre y para desafiar a aquella mujer.

– Sesshomaru tiene otras prioridades en este momento. –discute Kikyo, empieza a caminar pero sin dejarme en claro la orden–. Ve a buscarla, ahora tu único trabajo es protegerla.

– Feh! –proteste pero ya no me escuchaba. Sin tener otra opción, me bañe rápidamente, cuando ya estaba preparado salí en busca de la pequeña Rin.

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P. o. V Kouga

Obedeciendo a Naraku voy en busca de a señorita Kagome y del joven Bankotsu. Por obediencia y sumisión los trato de usted.

Cambie mucho por culpa de Naraku, yo era un líder, alguien al que todos respetaban y obedecían; me avergüenza tener que servirlo pero es lo único que puedo hacer.

Hace unos años, cuando yo aun era un casi niño, era el hijo del líder de una manada de demonios lobos, éramos respetados por todos y gobernábamos unas tierras al norte. Vivíamos tranquilamente, no teníamos problema con lo humanos de la zona y tampoco los teníamos con los otros youkais lobo.

Naraku se habia propuesto controlar nuestras tierras y tramaba planes para conseguirlo. Los clanes Ōkami no estaban en guerra en aquellos momentos pero tampoco estaba muy unidos.

Naraku fue declarando la guerra y destruyendo a los clanes uno por uno, a veces por la fuerza y otras mediante a acuerdos. Mi tribu llego a un acuerdo con Naraku, no teníamos la fuerza necesaria como para vencerlo y no podíamos pedir ayuda, los demás clanes demonio lobo ya estaban aterrorizados, destruidos o en un acuerdo. Las demás razas tampoco nos ayudaron, aunque nosotros no les pedimos ayuda ya que los youkais lobos somos muy orgullosos y posesivos, algunos se ofrecían a ayudarnos a cambio de tierras, nunca cederíamos las tierra de nuestros ancestros y por eso mi padre decidió utilizarme para mantener a la tribu a salvo.

Mi padre me ofreció como sirviente para que Naraku nos dejara en paz. Claro que era exactamente lo mismo ya que Naraku prácticamente controlaba nuestras tierras, lo único “bueno” era que dejaba vivir a nuestra gente sus vidas normales y en relativa tranquilidad.

He estado aquí desde hace cinco años, nunca desobedecía a Naraku ya que eso significaría poner en riesgo a mi tribu y deshonrar a mi padre. Todo lo hago por mi clan, al que algún día tendré que guiar.

Ayame, otra youkai lobo, también estaba aquí sirviendo a Naraku. Su situación era distinta, por su gran belleza Naraku decidió al momento en que la vio que seria una magnifica sirvienta por lo que obligo a su abuelo, el líder de su clan, a entregarla a cambio de la paz de su clan.

Ayame esta aquí desde hace tres años, también sirve a Naraku con obediencia pero creo que su posición en mas difícil ya que su abuelo padece una enfermedad y ella tendría que suplantarlo guiando a su tribu en vez de estar aquí sirviendo a Naraku. Yo creo que eso le afecta muchísimo ya que se siente culpable de que su tribu no este en su mejor momento por no tener a alguien que los cuide y proteja como se es debido.

Igualmente Ayame es una muchacha muy fuerte, siempre sonríe y se muestra alegre aunque respetuosa con Naraku y las personas de mayor rango que ella.

Ambos deseamos con todo nuestro corazón ser libres pero el deber de proteger a nuestra gente es mayor, nunca nos enfrentaríamos a Naraku ya que el sin dudarlo los asesinaría sin piedad.

Busco a la señorita Kagome en su cuarto, en la cocina, en la sala de estar, en el comedor, en toda la casa pero no la encuentro.

Salgo al jardín de adelante pero tampoco se la ve. Finalmente me dirijo al jardín de atrás, no la encuentro por lo que me empiezo a preocupar. Sigo recorriendo el lugar y la encuentro... con Bankotsu.

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Una bella muchacha de ojos del color del rubí, de cabello azabache recogido, caminaba apresuradamente. Vestía un kimono rojo y blanco, llevaba un abanico rojo y blanco también y unas plumas adornaban su cabeza. A la joven se la notaba apurada por alguna razón; intentaba esconderse pero sin disminuir la velocidad para llegar a su encuentro.

Finalmente llega a un hermoso lugar, un lago medio escondido entre árboles frondosos. Ella se acerca al claro, admira la claridad del agua absorta hasta que un ruido la altera.

Un muchacho de ojos dorados y cabello plateado se le acerca majestuosamente, su cara no muestra sentimiento alguno aunque se nota que el joven es muy apuesto.

Se para en frente de la mujer y la nombra:

– Kagura.

– Sesshomaru. –dice ella con gran amor; luego se desmaya en los brazos del muchacho quien sigue sin mostrar alguna emoción.

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P. o. V Kagome

Bankotsu me guió por toda la casa, me mostró los cuartos, a algunos de los sirvientes, las entradas y las salidas. Puse especial atención en la salidas y entradas, estaban todas bien aseguradas, no habia posibilidad de que yo, una simple humana que no sabia absolutamente nada de este mundo, pudiera escapar.

Me deprimí ya que desconocía que era lo que me pasaría y no quería ni imaginarlo ya que solo pensaría lo peor. Intente ocultar mi tristeza pero era demasiado para mi. Bankotsu no tardo en notar mis emociones.

Luego me guió a un hermoso jardín, lleno de flores de todos los colores y bellos árboles frondosos de hojas verdes con algunas flores muy bonitas. Con solo ver el lugar te animabas, era difícil creer que una persona tan malvada como Naraku pudiera tener tal hermoso lugar en su casa.

– ¿qué es esto? –pregunte totalmente maravillada observando todo.

– Es el jardín secreto, esta ubicado detrás de el jardín trasero. –me explica Bankotsu observándome atentamente lo que hace que me sonroje–. Es mi lugar favorito.

– Y entiendo por que, es hermoso.

– Si, tu también. –me sonroje violentamente y baje la cara, buscando algo que mirar para que no lo note aunque fue en vano–. Ven aquí.

Lo seguí hasta un lugar donde habia una hamaca para dos, nos sentamos y se balanceo un poco la hamaca. Recordé una vez en la que estaba con mi familia, en un lugar parecido.

Flash Back

Era el cumpleaños de mis hermanito Souta, cumplía seis años. Ese día habíamos ido a un tradicional jardín japonés, era un lugar hermoso y tranquilo en donde la pasamos de maravilla.

Yo vestía un kimono solo por la ocasión, este era hermoso, de un color lila con una cinta roja en la cintura, un moño a juego de cinta larga, una hebilla dorada con una flor en el centro y un paraguas rojo a juego también.

Ese día lo pasamos de maravilla, aprendí muchísimas cosas sobre mi cultura que antes se me eran desconocidas, me acerque mas a mi familia y hablamos mucho sobre todo.

Fue uno de los días en los que mas me acerque a mi familia, en especial por que mi padre estuvo con nosotros, fue el ultimo cumpleaños que paso con nosotros. Luego de unos meses murió, una semana antes de mi cumpleaños. En ese entonces tenia trece años, ya han pasado tres años pero aun no me acostumbro a su muerte y creo que nunca lo haré.

Fin del Flash Back

Es día fue uno de los que mas disfrute junto a el, junto a toda mi familia a la cual extrañaba muchísimo. Recordarlos me hacia doler pero no podía evitarlo. Tenia permanentemente un dolor en el pecho que se intensificaba por el hecho de no poder esta con ellos. Era horrible, la incertidumbre de saber si los voy a volver a ver alguna vez, desconocer si están bien, no poder pasar tiempo con ellos y muchísimas cosas mas.

Recordar eso me hacia sufrir mas, no podía evitar que las lagrimas se escaparan de mis ojos casi permanentemente cristalinos.

– Kagome ven conmigo. –asentí y me guió por el jardín, aun con lagrimas frescas surcando mis mejillas.

Bankotsu noto las lagrimas que bajaban por mis mejillas, me guió a una esquina donde no habia nadie, allí nos sentamos y empezamos a hablar. Yo seguía llorando, no lo podía evitar, necesitaba estar con mi familia, en ese momento mas que nunca, creía.

– Kagome. –Bankotsu intenta que lo mire a los ojos pero desvió la cabeza para no tener que mirarlo–. Kagome. –repite y esta vez me obliga a mirarlo directamente, yo aun llorando.

– No llores, por favor. –me suplico preocupado Bankotsu, el era una persona excelente conmigo, recién me conocía y ya se preocupaba por mi–. Por favor, no llores mas.

– No-no puedo. –tartamudee, casi no podía hablar y hundí mi cabeza entre mis manos llorando desconsoladamente.

– ¿por qué lloras? ¿otra vez por tu familia?

– Si-si.

– No llores Kagome, todo va a estar bien. - Bankotsu levanto mi cara; me perdia en sus ojos tan hermosos e hipnotizantes mientras el seguía hablando–. Recuerda que te lo prometí, yo siempre voy a estar contigo, para todo.

– Gra... gracias. –me tranquilice un poco y me recosté en el hombro de Bankotsu, me sentia mas tranquila que nunca allí abrazada de el, descargándome y siendo confortada por una persona hermosa.

– De nada.

Estuvimos así un rato, yo me pude tranquilizar pero igualmente nos quedamos así por que estaba muy cómoda y a gusto con el. Ninguno quería separarse así que no lo hicimos, quedándonos abrazados muy fuerte, cada uno con sus problemas pero sabiendo que el otro siempre iba a estar para cualquier cosa.

– ¿Kagome?

– ¿Si?

– ¿Ya estas mejor?

– Si, muchas gracias Bankotsu. –le sonreí y nos quedamos mirándonos con mucho amor, agradecimiento y ternura.

De nada. –hablo mientras nuestras bocas se acercaban cada vez mas una de la otra, solo estaban a unos centímetros cuando una voz nos interrumpió.


Fin del cap. 5

Espero qe les haya gustado ii espero sus comentarios :D
Nos Hablamos!!


InuuxLulii