Una segunda oportunidad (Romance)(Drama) [Naruhina y otros]

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por vcprincess, 21 Junio 2008.

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  1.  
    vcprincess

    vcprincess Guest

    Título:
    Una segunda oportunidad (Romance)(Drama) [Naruhina y otros]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    10
     
    Palabras:
    1594
    Re: Una segunda oportunidad (Romance)(Drama) [Naruhina y otros]

    Gracias por la crítica constructiva, tratara de escribir como me dices. (Este comentario solo es valido en cemzoo)

    Me inspiran su comentario gracias a todos (Dirigido a mis lectores en forosdz, y cemzoo)

    7- No te conozco.

    Trato de recordar que fue exactamente lo que paso hace unos momentos, que paso hace horas, hace unas semanas. Ni un mísero recuerdo tenia, solo un vació eterno eso es lo único que encontraba.
    – Hinata-sama, la busca Uzumaki Naruto… Baje enseguida – Le dijo su primo desde el otro lado de la puerta.
    – “¿Naruto?... ¿Quien es Naruto?” – Se preguntaba la peliazul muy confundida.

    La chica estaba completamente intrigada por aquel nombre, y luego de analizar un poco, supuso que no tenía importancia. Seguramente se traba de algún socio que su padre le había mencionado, pero como siempre ella no la había dado mucho interés, pues ya estaba mas que harta de esos tipos, que solo la veían de manera inapropiada.
    – “¿Naruto?...Creo que lo olvide” – Pensó con una sonrisita despreocupada – Será mejor bajar antes que Neji, y mi padre se molesten – Dijo soltando un suspiro de resignación, y dirigiéndose a aquella puerta color marrón. Pero justo cuando estaba apunto de salir, desvió inconcientemente la mirada hacia aquel enorme espejo que tenia desde niña.

    La peliazul se percato que ella era todo un desastre, así que se acerco un poco más al espejo, para así poder arreglarse un poco antes de salir.
    Noto que su rostro estaba más pálido de lo normal, sus ojos estaban hinchados y tenidos de rojo como si hubiese estado llorando; Además de que su cabello largo, estaba ligeramente revuelto, y en sus blancas mejillas, se notaba el inconfundible y saldo camino que solo las lagrimas puedan dejar.
    – “¿Qué habrá pasado?” – Se preguntaba sin entender nada.
    Según ella acababa de despertar de la cama y eso era todo, pero ¿Porque tenia ese estado tan lamentable? ¿Había llorado? ¿Por qué?
    – Bueno, sea lo que sea…No importa – La chica tomo un cepillo plateado de un pequeño cajón, y empezó a cepillar aquellos mechones negros con luces azules.

    La chica miraba atenta su reflejo en el espejo con ese aire soñador. Ella estaba completamente perdida en sus pensamientos, fácilmente se podía notar a través de aquellos ojos perlados. Aunque no lo quería admitir, y por más que tratara de ignorar aquellas preguntas que asechan, no podía ignorar que lo que le pasaba era extraño.

    Después de cepillar por completo su cabello hasta dejarlo completamente liso y sedoso. Tomo una toallita húmeda de una cajita metálica, decorada, y empezó a frotarla suavemente, por de bajo de su ojos enrojecidos, para así disminuir la hinchazón.

    Duro varios segundos ahí, frente al espejo, frotando suavemente sus ojos, y limpiando sus mejillas, cuando inexplicablemente se percato que su reflejo, ya no era su reflejo, era el de alguien más. No lo había notado antes, pues realmente nunca observo con detenimiento su reflejo, estaba demasiado distraída en sus pensamientos, que apenas se había tomado la molestia de mirar de reojo sus movimientos.

    Hinata quedo completamente impactada con lo que veía, frente a ella, en el espejo estaba la imagen de una hermosa joven de cabellos negro igual a ella, labios pálidos, y ojos perlados idénticos a los de ella. De hecho, era ella misma, pero no lo era al mismo tiempo. Su ropa no coincidía con la que traía puesta, su rostro, estaba maltratado y marchito. Además de que de sus labios, ligeramente tenidos de azul, bajaba un pequeño hilo de sangre color rojo intenso.

    Por un momento la peliazul pensó que imaginaba todo aquello, tal vez era una jugarreta cruel de su mente.
    – “Si, solo es una jugarreta” – Se negaba tontamente la chica. – “Debo de estar imaginado la ropa y el rostro…Si eso debe ser” – Se decía un poco mas tranquila.
    La chica recorría disimuladamente, cada vez más rápido la toallita húmeda. Quizás lo hacia por nerviosismo o para comprobar si realmente era su reflejo. Pero para su mala suerte tuvo la respuesta a lo segundo.

    Esa chica, su reflejo, de pronto detuvo sus movimientos, aun cuando Hinata no había dejado de moverse. La peliazul quedo completamente sorprendida y aterrada frente a lo que veía. Quería, ¡quería gritar! Pero las palabras no salían de su garganta, aun cuando abrió su boca para soltar ese chillido, nada salía, se quedo completamente muda y paralizada.

    En cambio la chica del espejo, dibujo una pequeña sonrisa burlona en esos labios amoratados. Al parecer le perecía muy divertida la actitud de Hinata, quien en ese momento estaba apunto de sufrir un desmayo.
    Se acerco mas a esa barrera de cristal que había entre ellas, hasta disminuir su distancia al mínimo, y alzó su brazo, extendiendo la palma de su mano en dirección al cristal.
    Hinata por otro lado había retrocedido torpemente, pues su cuerpo no reaccionaba, temiendo a que esa chica pudiera pasar la barrera. Cuando se escucho el llamado de alguien por el otro lado de la puerta.
    – ¡Hermana!… ¡Apúrate!, No puedes dejar a Naruto, ¡esperándote! – Grito una voz chillona, que le hizo voltear hacia la puerta.

    La ojiblanco mayor, solo se distrajo por un segundo, y rápidamente voltio hacia el espejo maldiciendo su distracción, pero cuando fijo su mirada perlada en el espejo, estaba su reflejo, el normal, como si nunca hubiera pasado nada.

    Continuara…

    Tratare de subir mis capis diario, es que voy muy atrasada, y me estoy tardando mucho.



     
  2.  
    Celas

    Celas Usuario común

    Aries
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    Re: Una segunda oportunidad (Romance)(Drama) [Naruhina y otros]

    olaaaaaa amiga!!!
    q buenaaa continuacion !!!!!
    me encanto realmente muy bueno !
    se pone cada vez mas interesante y todo esto es muy siniestro e inquietante !
    primero se olvida de naruto y ahora lo del espejo pero COMO PUEDE SER?????
    ya decia yo q los espejos dan mal rollo xDxD
    bueno tu fic me tiene al rojo vivo!!!!
    bueno hasta otra amiga!!

    PD:acepteme como amiga! please ToT
     
  3.  
    vcprincess

    vcprincess Guest

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    Una segunda oportunidad (Romance)(Drama) [Naruhina y otros]
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    Re: Una segunda oportunidad (Romance)(Drama) [Naruhina y otros]

    celas claro que te acepto como amiga jeje

    Tratare de subir mis capis diario, es que voy muy atrasada, y me estoy tardando mucho.


    La ojiblanco mayor, solo se distrajo por un segundo, y rápidamente voltio hacia el espejo maldiciendo su distracción, pero cuando fijo su mirada perlada en el espejo, estaba su reflejo, el normal, como si nunca hubiera pasado nada.
    Hinata, temiendo que algo raro le pasara de nuevo, prácticamente corrió hacia la puerta, y salio de su habitación precipitadamente.
    Ella realmente estaba asustada, no regresaría de ninguna manera a ese lugar, por lo menos no hoy. Seguramente no dormiría en su habitación esta noche, se inventaría algún pretexto bueno, y haría que alguno de los sirvientes, le preparara una habitación de huésped.

    Camino apresuradamente por el extenso pasillo que la llevaría a la sala de estar, estaba alterada, pero luego de unos segundos huyendo, respiro profundo, tratando de tranquilizarse y disminuyo el paso.

    – ¡¿Qué… fue eso?! – Pensó la ojiblanco, un poco mas tranquila.
    La chica había acertado en pensar que cosas extrañas le pasaban. Primero despertar con su rostro lleno de lagrimas y no recordar el por que, y luego ¡esto!
    Hubiera preferido cualquier cosa excepto esto.
    – “Será mejor que olvide de todo“– Concluyo harta de pensar en el tema.

    La chica siguió caminando por unos segundos más por aquel extenso pasillo, hasta que dio con unas escaleras color marrón con acabados color plata. Bajo los escalones con delicadeza mientras una pequeña brisa, jugueteaba con sus cabellos azulados.

    Hinata dibujo una pequeña sonrisa juguetona, siempre que bajaba por esos escalones, una brisa recorría sus cabellos y le brindaba un poco de aire a su vida. Le encantaba sentir el viento sobre su cara, de alguna manera, era lo único que le brindaba felicidad; era lo único por que se levantaba cada mañana, después de la muerte de su madre.

    – Papi… ¿Por qué?… ¿Por qué la gente tiene que morir? – Pregunto una pequeña de cabello azul y piel pálida, mientras trataba limpiarse aquellas puras lágrimas, cristalinas, que cruelmente no dejaban de salir de sus orbes platinos.
    Aquel hombre frente a ella, se limito a guardar silencio, mientras que la recién nacida, que yacía en su brazos, empezaba a emitir fuertes chillidos, acompañados con un amargo llanto.
    – ¿Por qué?... ¿Por que papi? – Pregunto insistente la pequeña peliazul con aquella voz quebrada marcada de dolor, al tiempo que alzaba su pálido rostro en busca de alguna respuesta de su padre.
    Pero el hombre frente a el, no se inmuto aunque sea un poco ante el llanto de su hija, y siguió ahí parada con ese aire frió. En sus ojos se veía dolor, mucho dolor, aunque todo lo demás lo ocultaba… La muerte de su esposa le había afectado.

    El gran Hiashi sin mirar a su hija, siguió su camino, como si la pregunta de la pequeña, nunca hubiera surgido, dejando a la inocente atrás.

    Hinata, lo miro sin saber que decir, solo lo veía marcharse, veía como la dejaba sola.

    Unas extrañas gotas empezaron a acumularse en el fino suelo, haciendo eco entre el silencio.

    La pequeña niña de cinco años, había roto en llanto. Su corazón era prisionero de dolor, ella traba de detenerlo, trataba de detenerlo…Pero no iba.

    Las gotas siguieron cayendo, no se detuvieron esa amarga tarde, solo se acumularon… se acumularon en el silencio.


    La chica de orbes blancos, había dejado de bajar las escaleras, ahora tenía la mirada perdida, mientras sus delgados dedos rozaban levemente la barandilla de las escaleras.
    En su rostro se veía una sutil sonrisa, indescriptible; Una de las muchas que dibujaba, al mismo tiempo que su pecho, se sumía y alzaba acelerado, como si la chica hubiese dejado de respirar por un segundo.
    Después de haberse recuperado por completo de aquel recuerdo y de que su respiración hubiera regresado a la normalidad, la chica fijo su mirada al frente para continuar su camino, pero fue ahí, cuando se dio cuenta de la presencia de alguien.

    Recargado en uno de los pilares de la casa, un rubio de ojos azules miraba perdidamente un enorme jarrón, blanco, con un dragón finamente pintado en color rojo sangre.
    En su rostro se veía preocupación y tristeza acumuladas, además de que Hinata notaba algo más, bajo ese rostro único. Veía soledad, la misma que ella sentía, y conocía bien.
    – “¿Quien será es chico?” – Se preguntaba la peliazul completamente intrigada.

    Mientras tanto el rubio seguía hundido en sus pensamientos
    – ¿Que habrá pasado con Hinata-chan? ¿Por qué se habrá ido tan repentinamente cuando Sakura apareció? – Estos pensamientos cruzaban, una y otra vez la mente del rubio.
    – Ja ja ja… ¡¿Por qué lloras muchacho?! – Una voz fría, y profunda resonó en su mente.
    Era sumamente aterrador, esa voz le hizo temblar un poco, en ella encontraba sadismo, y repulsión…Esa vos no podía ser humana.

    Continuara…

    Una pregunta, creen que debe cerrar mi otra fic, y terminarlo cuando termine este.
     
  4.  
    Celas

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    Aries
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    Re: Una segunda oportunidad (Romance)(Drama) [Naruhina y otros]

    olaaaaaa amiga
    q buena contii me encanta todo esto es IMPRESIONANTE!!!!!
    el recuerdo de la madre de Hinata me dio muxa penaToTToT
    maldita sea otra vez Sakura siempre en el medio
    y esa voz???? tengo una ligera idea del 9 colas pero no tengo ni idea pq siempre acabas sorprendiendome y eso es una de las cosas por la cual tu fic me encanta :):)
    espero la continuacion con IMPACIENCIA:)
     
  5.  
    yvette..!!!

    yvette..!!! Entusiasta

    Capricornio
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    Re: Una segunda oportunidad (Romance)(Drama) [Naruhina y otros]

    tus continuaciones son geniales, nos dejas con una intriga, pra ser exactos tus fics me hacen sentir todo
    me encantan!!!! q tal suspenso en el q me dejas y estoy de acuerdo con celas SAKURA SIEMPRE SE METE ENTRE NARUTO Y HINATA!!! aaaa!!! solo me queda esperar
    espero la conti con muchas ansias
    nos vemos...bye
     
  6.  
    vcprincess

    vcprincess Guest

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    Una segunda oportunidad (Romance)(Drama) [Naruhina y otros]
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    Re: Una segunda oportunidad (Romance)(Drama) [Naruhina y otros]

    Aqui la conti....


    Mientras tanto el rubio seguía hundido en sus pensamientos.
    – ¿Que habrá pasado con Hinata-chan? ¿Por qué se habrá ido tan repentinamente cuando Sakura apareció? – Estos pensamientos cruzaban, una y otra vez la mente del rubio.
    – Ja ja ja… ¡¿Por qué lloras muchacho?! – Una voz fría, y profunda resonó en su mente.
    Era sumamente aterrador, esa voz le hizo temblar un poco, en ella encontraba sadismo, y repulsión…Esa vos no podía ser humana.

    El chico miro a todas direcciones en busca de aquella voz, que no provenía de ninguna parte, pero aun la escuchaba, aun le repetía esa pregunta tan extraña.
    – ¿Por que lloras muchacho? – Repetía esa misma voz en un tono burlón, que le hacia hervir la sangre – Lloras por que la perdiste ¿no es así? – Decía, al tiempo que soltaba una estruendosa risa, cargada, de lo que Naruto puedo reconocer como pura maldad – ¿Qué se siente el saber que fue tu culpa?...Que ese dulce ángel, desgrasado de mujer, salvo tu miserable vida – Reía incontenible lo que sea, que le estaba hablando.

    Por alguna extraña razón esa asquerosa voz, provocaba una increíble ira en el rubio. Cada palabra, cada frase, le destrozaban por dentro. Quería matar lo sea o quién fuera que le estaba hablando. Necesitaba hacerlo, su asquerosa voz le lastimaba demasiado sin saber el por que. Y cuando escucho aquello ultimo, sobre que una mujer había muerto por el, ni supo como reaccionar.
    Quería creer que todo lo que le habían dicho era mentira, quería creer que imaginaba todo, y que solo era producto de su imaginación, pero algo le decía que todo era cierto. Es por eso que le lastimaba esa voz, debía detenerla como fuera, debía acabar con esa riza burlona, que no dejaba de retumbar hasta en los lugares más oscuros de su mente.
    – ¡Cierra la boca maldito! – Grito con todas sus fuerzas, completamente consumido por la ira.

    Sin darse cuenta, este grito llego a oídos de una bella chica de cabello negro, que ya llevaba varios segundos observándolo, y al escucharlo gritar de esa manera, no pudo evitar sentirse, un poco asustada.

    Hinata termino de bajar las escaleras, y temerosa, pregunto desde una distancia prudente – ¿Qué?... ¿Que haces aquí?

    El chico rubio, la miro por un segundo al notar su presencia, y dibujo una enorme sonrisa, que hizo estremecer.
    – ¡Ah! Hinata-chan – Dijo sonriente – ¡Que bueno que estas bien!…Me preocupe cuando dijiste que no te sentías bien – Dijo sinceramente el ojiazul.

    Hinata lo miro extrañada, se preguntaba por que el chico parecía conocerla e incluso parecía que había salido con el, pero no lo recordaba. Ella hizo un esfuerzo excesivo tratando de recordar, pero algo nublaba su mente cada vez que pensaba en lo que había pasado antes de despertar hace unas horas.
    Se lamentaba tanto por eso, según lo que veía ese chico era muy amable y dulce, e incluso debía admitir que le gusto tanto cuando la llamo con ese “Hinata-chan”. La forma en como la llamo fue tan especial, sintió como este acariciaba su nombre cada vez la nombraba, y debía admitir, le gustaba mucho.

    La peliazul no pudo evitar sonrojarse por lo que acababa de pensar, definitivamente esa chico era especial.
    – ¿Eh?...Si…Gracias por…preocuparte – Exclamo atolondradamente, pensado que lo mejor seria fingir que lo conocía.
    – Te pasa algo Hinata-chan – Pregunto preocupado, pues le extraño que no le hablara con ese Naruto-kun que tanto le gustaba.
    – No…No… ¿Por qué lo preguntas? – Pregunto claramente nerviosa.

    Pero Naruto no contesto, simplemente la miro con esos penetrantes ojos azules, tratando de descubrir por que le mentía. Esto provoco que el nerviosismo de la pelízul aumentara.
    – Ah…Por…Por que no vamos a…a la sala de estar…Y platicamos un poco – Sugería la chica, jugueteando con dedos, y evitando la mirada del rubio.

    El chico ante este acto tomo la barbilla de Hinata, y sin aplicar fuerza, la obligo a verlo a los ojos, para después dedicarle una gran sonrisa.
    – Esta bien Hinata-chan…Vamos – Dijo sonriente, tomándola delicadamente de la mano.
    La peliazul, solo atino en seguirlo atolondradamente, mientras su pálido rostro, adquiría tonalidades rosas muy peculiares.

    Ambos jóvenes recorrieron varios pasillos algunos muy extensos y rústicos, hasta quedar justo enfrente de una cómoda sala con vista a un precioso jardín.
    La peliazul se soltó de la mano del rubio y se sentó en un sillón para dos, color blanco, el que estaba más cerca de ambos, para después ser seguida por el rubio ojiazul.

    En cuanto el chico tomo asiento, un silencio bastante incomodo se produjo entre ambos.
    La ojiblanco quería hablarle a ese chico tan especial, pero no se atrevía por temor a arruinar las cosas. Después de todo, no lo conocía, no lo recordaba, pero aparentemente el si la conocía a ella y muy bien.
    La chica se preguntaba si debía mentir para siempre, fingir que lo recordaba aun cuando ni tenia la menor idea de su nombre. Ella no quería quedar mal con esa persona tan sincera, pensaba que seguramente el se molestaría mucho, por haberlo olvidado.

    Un brillo un tanto extraño apareció en los platinos ojos de la chica, mientras bajaba su cabeza entristecida. Realmente le dolía, le dolía no recordarlo, se sentía tan mal, que empezaba a experimentar un sentimiento de culpa, que no se iría. No, no se iría, no hasta que le dijera la verdad a ese rubio.

    En cambio el rubio estaba muy ocupado maldiciéndose a si mismo, por no haber aprendido ninguna de las técnicas de Jiraiya de cómo hablar con las chicas.
    Temía equivocarse, por eso no le hablaba, ella era un chica muy especial, era la persona con la que casaría, era “su muy dulce Hinata” y debía hablarle como tal.

    El chico no pudo evitar sonrojarse con lo que acababa de pensar, pero de un momento a otro el rostro del rubio cambio a uno completamente serio.
    Recordaba cuando escucho aquella siniestra, sobre humana, burlarse de el. Naruto volvió a sentirse consumido por la ira y la tristeza.
    El chico fue lentamente absorbido por aquellos pensamientos oscuros, llenos de preocupación.
    Esta no era la primera vez que le pasaba esto, algo parecido le sucedió cuando niño…


    Un pequeño de aproximadamente cinco años de edad, de cabello rubio, y orbes color azul intenso como el mar, miraba desde de un columpio a unos niños jugar alegremente.
    Su semblante era triste, en su mirada se veía desolación, y demasiada soledad. Demasiada soledad para un pequeño de su edad.
    El siempre estuvo solo, tuvo que valerse por si mismo desde pequeño, no tuvo padres, nunca los conoció.
    Un pequeño tan inocente no merece sufrir tanto, pero el destino es cruel, no le importa que, ni quien, hace lo que quiere como un niño encaprichado.
    El pequeño rubio siempre intentaba hacer amigos, pero lo tomaban como raro, nadie quería juntarse con niño de la calle.
    Lastima por el rubio, aun es demasiado pequeño para comprender que los niños muchas veces son crueles…Aun es demasiado pequeño.

    En momentos como este, el rubio, aquel pequeño, arraigado en la esquina, en la oscuridad, deseba sentirse con vida.

    Cuando la gente no te nota, cuando no hay calor, ni cariño, y tu ser se ha vuelto tan inmune al dolor, es cuando te preguntas si realmente existes.
    Como saber que existes, si no tienes nada; Cuando la soledad se ha vuelto tu única compañera y tú solo estas ahí, como una sombra en espera de la muerte, es cuando te preguntas si realmente existes. Ni la hambruna, ni la sed, pueden hacer que te sientas sentir existente, solo las personas.

    El rubio seguía ahí, sentado en esa columpio, con esa mirada tan vacía, esperando que alguien le diera un poco de calor, un poco de eso que siempre veía, pero nunca sentía.
    A veces pensaba que el no era merecedor de eso tan especial, por eso no se le daba un poco de cariño.
    Un pensamiento tristeza, para un pequeño tan inocente.
    Solo deseba algo de calor, solo eso, ¡¿Que caso era mucho pedir?! ¡Alguien por favor!

    – Niño…No estas solo, me tienes a mi…Yo nuca te abandonare como lo han hecho todos – Una malévola voz, resonó en su mente – Déjame salir niño, así tendrás lo que tanto quieres…Venganza, para todo aquellos que te han dado la espalda.
    – Yo…yo no quiero lastimar a nadie – Dijo temeroso el rubio.
    – ¡Hey, miren, es el niño huérfano! – Grito un mocoso de cabello negro, apuntándolo con el dedo índice como se tratase de un ladrón – ¡Vamos a darle! – Grito tomando algunas rocas del suelo.
    – ¡Si!, a el – Grito otro pequeño, lanzado una piedra en el rostro del rubio.
    – ¡Tomo esto!… ¡Márchate!… ¡NADIE TE QUIERE AQUÍ! – Gritaban un grupo de niños, que le perseguían y le lanzaban piedras.
    Mientras el rubio corría despernadamente, tratando de alejarse, tratando de correr.
    –“¿Por que hacen esto?” – Se preguntaba el pequeño, dejando caer lastimeras lagrimas de dolor. Pero no le dolía en lo mas mínimo la duras rocas sobre su nuca, le lastimaba como le trataban, le dolían los gritos crueles diciéndole que se marche…Le dolía el desprecio.

    Cuando aquella persecución acabo el ojiazul, tenia varios moretes en su brazos y piernas, además de que un pequeño hilo de sangre, resaltaba en los mechones del rubio.
    – Ves mocosos…Ellos merecen su castigo – Le decía esa oscura voz, maliciosamente.
    – Yo…yo – Murmuraba el rubio cabizbajo, mientras las lagrimas no dejaban de fluir de sus ojos – Yo… ¡Yo jamás los lastimaría! – Grito alzando una mirada llena de determinación y lagrimas.


    El rubio ojiazul de 21 años de edad aun estaba sentado en aquel sillón blanco, pero en el había algo diferente. Su mirar era extraño, vació, tan vació como el de su niñez.
    La peliazul que ya llevaba tiempo observándolo, se sorprendió al ver como esos ojos azules, se volvieron tan sombríos. Y ciertamente le dolía y le preocupada mucho verlo así. Además que le angustiaba que el estuviera así, por que ya había descubierto su farsa.
    – Etto… ¿Estas bien? – Pregunto nerviosa, sacándolo del trance.
    – Si, Si…Hinata-chan – Dijo sacudiendo su cabeza, y regalándole una falsa sonrisa.
    – Yo…Yo…Necesito ser sincera contigo…Y decirte algo – Exclamo cabizbaja, tratando de no verlo a los ojos.
    – ¡Ah! ¿Qué Hinata-chan?…Puedes decirme lo que sea – Dijo sonriente el ojiazul, pensado que quizás su prometida ya le tenia mas confianza. La sola idea lo hacia sentirse raro, pero igualmente feliz.
    – Bueno…Yo... Yo se que me conoces, pero…Pero yo no te conozco, no recuerdo quien eres – Dijo la ojiblanco lazando la mirada, y viéndolo directamente a los ojos.

    Continuara…

    8- Haré que me recuerdes





     
  7.  
    yvette..!!!

    yvette..!!! Entusiasta

    Capricornio
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    Re: Una segunda oportunidad (Romance)(Drama) [Naruhina y otros]

    Y ahora q le dira naruto??!! me dejas en ese suspenso aaa!!!
    Esa vos q escucha neruto es el zorro q lo atormenta tambien quiero saber q va a pasar con eso pero sobre todo la respuesta de naruto!!!
    continualo pronto espero la conti con ansias
    nos vemos......bye
     
  8.  
    Celas

    Celas Usuario común

    Aries
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    Re: Una segunda oportunidad (Romance)(Drama) [Naruhina y otros]

    olaaaaaaaaaa!!!!
    muy buena contiii!!!
    no me lo dejes asi!!! tene muxoo suspense!!!
    q le dira naruto????
    qiero saberlo ToT
    hasta otra!!!!!!!
     
  9.  
    vcprincess

    vcprincess Guest

    Re: Una segunda oportunidad (Romance)(Drama) [Naruhina y otros]

    8- Hare que me recuerdes.

    Se produjo otro silencio después de esas palabras. Ninguno de los dos decía absolutamente nada y eso, solo los incomodaba más.

    La delicada peliazul, culpable de ese incomodó momento, jugaba desesperadamente con sus manos, mientras estaba cabizbaja, probablemente arrepintiéndose de haber sido tan sincera con el rubio. Ella pudo haber estado engallando al ojiazul, mentirle, fingir que lo conocía, y luego se encargaría averiguaría su nombre, y que relación tenia con el, pero no lo hizo. Le conmovió su sinceridad, su personalidad tan ajena, tan diferente a lo que ella estaba acostumbrada. Por eso, hizo lo que hizo, le dijo la verdad, por que pensaba, que el no se merecía que le mintiera. No, el merecía un trato especial, aunque apenas, lo conocía.

    La chica alzo la vista y la dirigió aquel rubio, luego de escuchar un extraño sonido proveniente de sus labios. Pensaba que quizás, el ya estaba listo para reprocharle y pedirle una explicación del por que, ella había dicho eso. Pero se extraño al ver como este movía los labios atolondradamente tratando de articular alguna palabra. Comprendió de inmediato, que esto realmente lo había tomado por sorpresa y seguramente, lo había herido tanto que el, aun no tenia palabras para expresarse.

    La sola idea hizo que ella se sintiera aun peor, y bajara rápido su cabeza, para ocultar la vergüenza que le causaba hacerle daño.

    Una exitosa empresaria debe herir a muchas personas a diario, así es la cosa, así el mundo empresarial, tan solo que esta vez era diferente.
    No se explicaba por que, pero le dañaba tanto herirlo, verlo en ese estado tan deprimente: Con la cabeza baja, con ese mirar tan opaco que volvía oscuros, sus preciosos ojos azules, cuando a leguas, se notaba que el era aun persona muy alegre.

    Lamentaba tanto, haberlo cambiado con ese comentario tan sincero, que un pequeño y extraño dolor agudo, comenzó apretujar su pecho a tal grado que le costaba respirar, mientras que su garganta radiaba un extraño sabor de boca.

    Este momento se estaba convirtiendo una dulce agonía. Se estaba torturando, el silencio de parte del rubio la torturaba. En un intento desesperado de apaciguar esa sensación que la estaba malcomiendo, alzo su mirada en busca de que el rubio dijera o hiciera algo. Una clara desesperación y un llanto apunto de desbocarse, se reflejaba en esos orbes platinos. La chica prácticamente le estaba rogando un poco de compasión, mientras el no la miraba, no decía nada, ¡no hacia nada!

    Cuando la peliazul comenzaba a sentir que las lágrimas se acumulaban por debajo de sus pupilas, y sentía que ya no podía ocultar mas su pena, fue cuando finalmente el rubio emitió un sonido con la garganta, dándole entender que por fin iba a hablar.
    – ¿Qué?... ¿Que quieres decir?– Pregunto el rubio en un tono frío y seco, aun cabizbajo, sin siquiera molestarse en mirar a la hermosa ojiblanco.

    La chica tardo unos segundos antes de poder reaccionar. Nunca creyó posible que alguien tan jovial, tan alegre, que le proporcionaba tanta seguridad y confianza, pudiera hablarle con ese tono tan frío, característico de aquellos hombres que siempre la miraban con lujuria, de todas esas personas con las que estaba acostumbrada a relacionarse.
    – Etto…Yo…Yo…Quiero decir…Que no te…te recuerdo – Dijo haciéndole entender que era eso mismo, que ella no lo recordaba.

    El rubio alzo por fin su cabeza y la miro con esos penetrantes ojos azules, intimidando por completo a la ojiblanco. Su expresión era tan seria, que ella sentía que se le iba el aire. El impacto que el provocaba en ella, era aun mas grande que el de su padre.
    – No se quien eres…No se nada de ti…No se tu nombre, ni por que me conoces – Explico la peliazul tapando su rostro con las palmas de sus manos, tratando de apaciguar la desesperación y la tristeza que le provocaba confesar eso.

    El ojiazul simplemente quedo impactado con esas palabras. ¿Cómo era posible que ella no supiera quien era? ¡El era su prometido!
    – ¡Como que no me conoces Hinata-chan! – Grito el rubio tomándola por los hombros – ¡Yo soy la persona con la que te casaras! – Dijo alterado el rubio.

    La hermosa chica levanto la cabeza y miro sorprendida al rubio frente a ella.
    – Tu…Tu eres mi prometido – Dijo suavemente sin poder creer lo que acababa de escuchar.
    – Si – Contesto mas tranquilo, mirando perdidamente el jardín que daba a la sala – ¿Por qué dices que no sabes quien soy? – Pregunto mirando de nuevo la peliazul.
    – Etto…Yo – Balbuceo nerviosa. Cada vez que el la miraba con esos penetrantes ojos azules, se sentía atrapada, desnuda, descubierta – Yo…Cuando desperté esta mañana, me sentía diferente, además de que parecía que yo hubiera estado llorando, pero…Pero no recuerdo nada de lo que paso ayer…Y no te recuerdo… Aunque quisiera – Dijo sinceramente la chica, con un deje de tristeza en sus blancos ojos.

    El empresario Uzumaki coloco una de sus manos en su barbilla y recapacito un momento, luego la miro con esos ojos llenos de determinación.
    – Hinata-chan si que eres rara – Murmuro risueño – Pero te prometo… ¡Que haré que me recuerdes! – Dijo con mucha determinación, provocando un pequeño sonrojo de parte de la chica.
    – Etto yo…Gracias por entender – Dijo la peliazul avergonzada, lo que provoco una risita del rubio.
    – Je je …Hinata-chan – Tomo a la chica por sorpresa, abrazándola fuertemente – Que bueno que solo me olvidaste…Y no cambio tu manera de ser – Expresó alegre el ojiazul, haciéndole una tierna caricia con su mejilla, que rozaba la de la chica, como si se tratara de gato ronroneando.

    Hinata no pudo evitar sonrojarse por este acto, se sonrojo tanto que su rostro, bien podría comprarse con un tomate.
    – Mm… Hinata-chan, eres muy suavecita – Murmuro Naruto, rozando mas su mejilla con la suya.

    La chica sintió como su corazón dio un repentino giro al escuchar esas palabras, si bien creía que no podía sonrojarse mas, después de eso, sintió como toda la sangre se le subía a sus mejillas, al mismo tiempo que experimentaba un sentimiento extraño, pero familiar que hacia latir mas fuerte su corazón.


    Una joven niña de edad no mayor a los siete años, estaba sentada en la entrada de una lujosa y enorme casa, derramando lágrimas tan puras y cristalinas, que bien podrían conmover a cualquiera.

    Ella estaba muy triste por las crueles palabras que le dijo su padre.
    ¿Como olvidar el terrible desprecio con el que se lo dijo? Pero lo que mas le dolía, era que ella comenzaba a creer esas palabras tan hirientes.
    “Hinata…Eres una vergüenza, eres demasiado débil…Hasta tu hermana de dos años podría vencerte”

    Como le dolía recordarlas, le resonaban una y otra vez sin piedad, como un martillo golpeteando su frágil cabeza.


    Hola… ¿Por que estas aquí tan sola? – Le pregunto la voz de un niño que ella no pudo identificar.
    ¿¡Ah!? Dijo levantando la cabeza para ver, aun con sus mejillas llenas de lágrimas, quien le estaba hablando.

    – Dime que te pasa… ¡Vamos! confía en mi – Le dijo un niño rubio, que le pareció muy curioso, dándole un sonrisa, que al momento, le proporciono mucha confianza.

    Bueno… etto yo…Mi padre me dice que soy débil y una inútil, que no sirvo para ser la heredera de mi clan y… – La chica no pudo continuar por que su voz se había quebrantado, por culpa del cruel llanto, que nuevamente la habían consumido.

    Es eso ¿eh? – Dijo el niño colocando las manos en su nuca – Entonces déjame decirte que yo no creo que seas una inútil y débil, mas bien creo que eres una niña muy bonita, que no debería estar llorando Dijo el rubio sonriente, provocando en la delicada chica, un matiz rojo en sus mejillas.


    En ese momento no entendía por que ese niño de extrañas marcas en las mejillas la hacia muy feliz. Y aparentemente su corazón coincida con eso, pues en este momento brincaba y revoloteaba muy alegre, palpitaba como nunca lo había hecho. Pero su voz estaba en completo desacuerdo con eso, por que se negaba a salir, por más que trataba de articular palabra alguna.
    – J eje se me olvido presentarme – Dijo el rubio interrumpiendo el encantador sueño en el que había caído la chica, luego que este le dijera que era bonita – ¡Mi nombre es Uzumaki Naruto y pronto seré Hokage! – Dijo eufórico el rubio, guiñándole el ojo y levantando su dedo pulgar.

    – Etto…Yo soy… Hyuga Hinata – Se presento tímidamente la chica, luego de que su sonrojo aumentara.

    Continuara…
    9- Encuentro con una pelirrosa y la pista de Neji.

    Disculpen tardanza jeje… Si les soy sincera no estaba inspirada para hacer la conti jeje… Disculpen faltas de ortografia.
    Notas: No voy poner Flashback
    Si dejan que organicé mi horario les pondré la conti cada semana.
    Wiii!!! Y luego de mucho tiempo esperando, por fin tengo la visón de cómo terminara el fic, aunque todavía falta mucho jeje.

    BUENO SAYO.
     
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