Una Rosa para otra Rosa

Bueno aquí vengo cumpliendo el desafío que puso Coraline, espero que sea de su agrado tanto a ella como a los lectores que se pasen a leerla; no sé muy bien si cumplí las expectativas que ella pedía pero, espero lograrlo.

Una aclaratoria, esta historia lo hice basado a mi fic de VK Oni-sama por lo que se podría decir que esta rama puede ser lo que pasaría al cabo de ocho años.
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De una Rosa para otra Rosa​

Era una noche como cualquier otra, sólo que esta era diferente; diferente en el sentido de que no solamente la luna se mostraba de una forma como lo hacía siempre hermosa y brillante, sino que por primera vez iba a volver a retomar lo que fue la confesión que haces ya siete años su dulce e inocente hermana había hecho.

Kaname con tan sólo tener once años no comprendía la razón por la cual Yuuki actuaba de esa forma o del porque siempre que dormían juntos intentaba acercarse a besar sus labios, ahora lo sabe, y muy bien… Yuuki desde siempre sintió un aprecio hacia él pero uno que era diferente al cariño que se le tiene a un hermano mayor que admiraba con anhelo; era incomprensible como fue que descubrió esto y más porque Nadesko en una oportunidad se lo había dicho sólo que siento un niño no comprendía muy bien lo que le hablaba en ese entonces.

Ahora se encontraba caminando por los jardines de lo que era la casa que la mujer le había heredado a ellos ya que hace ya tres meses que se había ido con Daiki hacia un lugar seguro ya que al protegernos a nosotros quisieron encarcelarla a ella por lo que eso la conllevo a tomar tan drástica decisión. Desde ese entonces no nos han molestado mas, en otras palabras la Asociación de Cazadores esta ahora consciente de que nosotros no venimos con malas intenciones y eso que más de una ocasión uno del Consejo de Ancianos se lo explico con mucha claridad y expectativas.

Volviendo a lo de antes, un joven hombre de cabellos castaños oscuros y ojos color vino tinto caminaba por un sendero de lo que eran rosas blancas, poniéndose a pensar nuevamente desde siempre se pregunto el porqué a su hermana menor le gustaba esta clase de colores en una rosa si para el amor verdadero lo mejor es mostrarla con una llamativa rosa roja pero no, incluso con eso tomaba diferentes métodos que para muchos era una completa rareza.

Viéndola sentada en una rosa cerca de un arbusto infectados con esas rosa pudo notar más de una diferencia en ella, lo primero fue sus cabellos castaños oscuros y sus ojos cafés no mostraban la misma inocencia que veía en ella anteriormente Por lo visto ya no tengo más razones para seguir protegiendo, Yuuki pensó con una sonrisa acercándose a donde se encontraba la joven quien lo miro al sentir su presencia cerca de ella.

— ¿Pasa algo, Kaname-oni sama? —Preguntó con una tonalidad de voz serena.

Esté negó.

—Solamente paseaba por aquí y decidí ver que hacías. —Respondió sentándose a su lado.

— ¿Tuvo noticias de Nadesko-sensei? —Preguntó nuevamente mientras que cerraba su blog. Por lo visto algo estaba haciendo para que no se le permitiera la vista de ello.

—Sólo que llegaron al lugar sanos y salvos, por ahora no tienen contacto con la asociación. —Respondió el Kuran mirando de una manera disimulada pero a la vez curiosa su cuaderno de dibujos. — ¿Qué dibujabas, Yuuki? —Preguntó con serenidad.

La chica apretó las manos para apegar ese cuaderno mas a ella y con esas mejillas levemente sonrojadas le hizo ver algo aunque estaba completamente seguro que no se lo diría con facilidad.

—No es nada importante, sólo dibujaba un rato. —Respondió de forma rápida para no despertar sospechas.

—Eso se nota pero no responder a mi pregunta. —Comento al notar la respuesta que había recibido.

— ¿Por qué lo dices, oni-sama? —Preguntó confundida.

—Porque mi pregunta original es: ¿Qué dibujaba? Más no te preguntaba lo que hacías. —Especuló el castaño.

Al saber la forma en cómo analizo su respuesta sabía que no podía ocultarlo por lo que pensó perfectamente lo que le diría a su misma sangre ya que hace mucho que le dijo lo que sentía pero con tener once años no pudo captar muy bien cada una de sus palabras y ahora que era mayor de edad

—Era una rosa dentro de otra rosa. —Contestó finalmente lo que esté se preguntaba.

—Eso no es posible. —Negó lo que le decía.

—Lo es si sabes dibujarla bien. —Explicó abriendo el blog para mostrarle lo que hacía.

Tenía la razón, lo que hacía era todo una obra de arte y más porque en todo esto venia una rosa blanca que estaba en lo más alto de la hoja y a sus alrededores tenia capuchos blancos que aun no florecían.

— ¿Por qué te gusta tanto las rosas blancas? —Preguntó mirando el perfil de su rostro, dirigiendo una mano a sus cabellos castaños oscuros que acaricio con el dedo anular.

—La forma en cómo son ellas… tan hermosas y serenas, no hacen mucho para llamar la atención de aquel quien las veas, sino que naturalmente lo atrae con su encanto. —Respondió la Kuran.

Kaname sin decirle nada aun mantenía esas mirada en ella, tan serena y hermosa tenía que ahora confirma lo que tenía como duda desde hace mucho tiempo.

—Yuuki… —Mencionó el nombre de su misma sangre para sentir su mirada en él. — ¿Qué me quisiste decir aquellas vez cuando me dijiste lo que sentía? —Haciéndole finalmente la pregunta las mejillas de la jovencita se habían tornado a un leve sonrojo carmesí.

Se quedo callada por unos cuantos minutos pensando con cautela las palabras que iba a utilizar desvió la mirada hacia su hermano para así poder decirle todo de frente sin tener que ocultarle su rostro.

—Kaname-oni sama lo que intente decirte en ese tiempo es que el aprecio que te tengo es más que el de una simple hermandad siento que… lo amo… —Confesó sin quitarle la mirada de encima.

Al verle los ojos brillar se dio cuenta que estaba siendo muy honesta, le costaba un poco decirle la verdad ya que hace mucho tiempo que paso eso y no pensó que lo recordaría por lo que desde ese instante en que no volvieron a hablar de eso había decidido mantenerse ese secreto encerrado en lo más profundo de su corazón así tuviera que pelear contra sus sentimientos para mantener su relación de hermanos con Kaname estable pero, ahora que esa pregunta surgió se sentía un poco mejor ya que podía decirle todo lo que sentía.

El castaño la miro de reojo, tomando delicadamente una de sus enrojecidas mejillas con su mano derecha se acerco a su rostro para depositarle en sus labios un tierno beso que sorprendió a la Kuran que lo miraba con esos ojos que se abrían hasta más no poder. Impactada con ello tardo unos minutos para corresponderle el beso y al momento en que lo hacía ubicaba sus manos en el pecho del chico para que su hermano pudiera abrazarla de las caderas para apegarla un poco a él.

Durante ese periodo sus labios se movían con lentitud como si quisiera conocer muy bien la estructura de ellos, para Yuuki era la primera vez que besaba a un chico por lo que era un poco inexperta pero para Kaname no era de importancia ya que le gustaba eso por el simple hecho de que le transmitía mucha calidez, cosa que desde siempre le ha dado sólo que nunca se lo había hecho saber. Apegándose un poco más a ella dejaron que sus lenguas jugaran entre sí, permitiéndole a la chica subir sus manos a los cabellos de su hermano mayor en donde enredo lentamente sus finos dedos Se siente muy extraño este beso y mas porque es la primera vez que Kaname-oni sama me besa pensó de forma confusa al separarse lentamente de él por falta de aire.

No se dijeron una sola palabra permitiendo que ese silencio los invadiera, éstos se decían lo que pensaban de tan conmovedor momento con tan solo mirarse a los ojos.

—Sólo quería decirte que… yo también te amo, Yuuki. —Murmuró en bajo para ver de nuevo esas mejillas enrojecerse.

Era la primera vez que le escuchaba decir esas palabras “Te Amo” eran fuerte si… pero, con oírlas salir de sus labios le hacían sentir a la Kuran un inmenso alivio porque le hacía entender que si le había gustado ese… gesto.