Una nueva aventura y un nuevo amor [sessho&kago]

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por AngieArantxa, 4 Mayo 2012.

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    AngieArantxa

    AngieArantxa Iniciado

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    9 Abril 2012
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    Escritora
    Título:
    Una nueva aventura y un nuevo amor [sessho&kago]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    12
     
    Palabras:
    14522
    Hola! Me vuelvo a reportar… disculpa sé que tarde un poco pero se los recompensare con lo largo del capitulo, espero lo disfruten! A leer!!!
    ACLARACIONES: los pensamientos en comillas (´´´´)
    Las conversaciones entre guion ( - )
    Cambio de escena: puntos y asteriscos (......****.....)
    DECLAIMER: pues como saben ni Inuyasha ni ninguno de los personajes me pertenecen de ser así ya fuera unido a esta pareja en la serie un tiempo.... son creaciones de Rumiko Takahashi. si hiciera milagros haría a Sesshoumaru de carne y hueso y lo clonaría para todas.... Hahahaha[​IMG] disfruten
    UNA NUEVA AVENTURA Y UN NUEVO AMOR
    CAPITULO X: EL CORAZON DE SESSHOUMARU.
    -es tu decisión joven miko- corrigió al notar, como esta se había distraído por la mención de su nombre.-lo salvaras?- pregunto, haciendo que la miko cayera de nuevo en la realidad , y fijara su mirada en el Inugami inconsciente en la turbia agua, recordando la gravedad del asunto.
    -si-contesto asintiendo, este vez decidida- hare todo lo que pueda para ayudarlo.-decía segura de su decisión, ella no se rendiría, no podía dejar que alguien muriera por su culpa, si podía ayudar lo haría, no tenia mucho que pensar o no quería pensar en nada en ese momento. La anciana dio una ligera sonrisa, al oír la respuesta de la miko, ella se la esperaba sin duda.
    -de acuerdo joven miko, entra al lago.- la azabache rápidamente se desprendió de su traje de sacerdotisa, para quedar solamente con la fina yukata que tenia debajo. Lentamente introdujo un pie en el agua, sintiéndola endemoniadamente helada y enviándole una leve descarga a través del todo el cuerpo que hizo que sacara su pie rápidamente.
    -que fue eso?-pregunto la joven mas para si misma que para el resto.
    -tranquila…es solo energía, este lago ha sellado los poderes demoniacos de Sesshoumaru por un momento, así no te hará daño al sentir tus poderes espirituales…- dijo tranquilamente la anciana.
    la miko introdujo su pie nuevamente sintiendo la misma descarga de la vez pasada, pero debía ser fuerte si quería salvarlo, así que rápidamente introdujo el resto de su cuerpo al agua, sintiendo una fuerte descarga que le causo un gran dolor, dolor que desapareció a los pocos segundos.
    -el lago te acepto.- aclara la anciana, la miko solo asiente y se acerca al peli plata inconsciente, comenzando a sentir como su cuerpo temblaba debido a la fría agua y el viento que soplaba no la favorecía en nada.-solo pon tus manos sobre el agujero, olvídate del resto, es ahí donde inicia el conjuro.-
    Esta bien…-la miko se acerca mas, detallando deliberadamente el bien formado torso del Taiyoukai, haciéndola pensar que tal vez no había visto tantas cosas en sus vidas o tal vez no había vivido los suficiente para verlas… un orificio en el blanco pecho del peli plata la había hecho volver a la realidad del asunto, regañando a su mente por ponerse a imaginar esas cosas en momentos tan críticos, dio una nueva mirada todo parecía extremamente grave, alrededor de la herida se veía una gran mancha color violeta con tonos negros que poco a poco se iba expandiendo, tenia varios cortes en los brazos y en el resto de su torso, pero sin duda esa herida le quitaba importancia al resto.
    -no tenemos mucho tiempo.- recordó la bruja al notar como la joven detallaba las heridas del Taiyoukai. Sacándola de su trance.
    -si- dijo para finalmente acortar la distancia, poniendo sus manos sobre el orificio, del cual comenzaba a brotar sangre de nuevo, el resplandor rosa en sus manos no se hizo esperar, posteriormente cerro los ojos para concentrarse lo mejor posible, sin que lo controlara una enorme Kekkai se formo alrededor del lago dejándolos a ellos tres a salvo dentro del campo de energía y al resto inconscientemente afuera. Sintió como el agua comenzada a tapar su cabeza, abrió de nuevo los ojos para ver como ambos descendía al fondo, no supo en que momento se habían resbalado de la roca, intento moverse para salir por oxigeno el cual ya le estaba faltando, pero sus manos no pudieron separarse del pecho del peli plata, así como su cuerpo tampoco respondía a sus ordenes, simplemente no podía moverse.
    -tranquila estarán bien…- dijo una ronca voz, que Kagome creyó alguna vez escuchado pero que ahora en este instante era imposible de recordar.
    lo inevitable paso, no soporto mas y abrió la boca para buscar instintivamente oxigeno, sabia que no lo conseguiría y moriría ahogada, para su sorpresa eso no sucedió, estaba respirando tranquilamente, abrió los ojos viendo donde se encontraba, notando como habían llegado al fondo del lago, mirando hacia arriba, detallo la borrosa figura de la bruja, todo a su alrededor estaba completamente oscuro, el lago era tan negro como se veía desde afuera, dio un vistazo a su compañero el cual pareciera no haber sentido ningún tipo de cambio. Cerro sus ojos nuevamente concentrando su energía, viendo como su mente y cuerpo entraban en una especie de trance, estaba viendo recuerdos que no le pertenecían a su memoria, estaba compartiendo pensamientos con el Taiyoukai, trato de abrir los ojos y no lo logro, solo pudo observar las imágenes que comenzaban a filtrarse a su mente.
    ***************
    Se encontraba en un bosque, este le era muy familiar pues, si no se equivocaba su mente era el que había recorrido hace algunas horas, en estas tierras... Escucho dos voces conocidas una que imposiblemente olvidaría y la otra era muy similar a la que le acaba de hablar. Se acerco para ver si podía escuchar mejor y mirar a los dueños de esas voces, alejo algunos arbustos y los vio. En esa escena estaba Sesshoumaru tal y como lo imaginaba pero este era un poco diferente al que recordaba, aquí estaba mas joven, su pelo estaba recogido con una trenza que le llegaba a la cintura pero sus facciones y su voz lo delataban, era el sin duda alguna, aun se veía adulto pero un poco mas joven del Sesshoumaru que conocía, estaba discutiendo con la otra figura, que reconoció inmediatamente como el padre del Taiyoukai y el hanyou, era Inu Taisho el que estaba frente a el aunque de este solo viera la espalda, pero recordó de quien era esa voz. Se movió un poco mas. Buscando una mejor vista ante la escena que miraban sus ojos, encontrándola rápidamente pero tropezando y cayendo sin poder evitarlo. Su identidad había quedado expuesta de alguna forma, sabia que ahora que no estaba en sus escondite debía responder muchas preguntas por parte de ambos peli platas, pero ellos parecían no haberse inmutado ante el estruendo que causo la sacerdotisa, a Kagome le pareció extraño puesto que ellos la habrían detectado, mucho antes gracias a su agudo olfato pero era como si no estuviera ahí, entonces lo recordó, esto no era real, al menos alguna vez lo fue pero para ella no, ella estaba viendo recuerdos ajenos, llego a la conclusión que no importara lo que hiciera solo seria una espectadora, ya que era imposible que cambiara algo, que ya había sucedido en esos recuerdos. Se acerco mas, esta vez, se puso al lado de ambos youkai, lo suficientemente cerca para poder oír el motivo de su discusión.
    -¿Ahora traes, sucios humanos al castillo, padre?- interroga sarcásticamente el joven dejando ver su enojo en sus palabras, el peli plata mayor lo ignoro.
    -es una sola Humana Sesshoumaru… no tengo porqué pedirte permiso para hacerlo.- dijo tranquilamente, mirando una flor creciendo en unos de los arboles.
    -Hn… solo manchas el honor de nuestra especie con tus actos… nadie le respetara a un Taiyoukai que tiene a humanos bajo su tutela…- decía tajante, era obvio que no estaba de acuerdo con ninguna de las decisiones de su padre.
    -te equivocas Sesshoumaru… Mancharía nuestro honor si no la fuera ayudado, di mi palabra a sus padres de que la protegería y la cumplo, como todo lo que digo.-seguía impasible el youkai mayor, exasperando más a su hijo.
    -solo usted padre, es capaz de dar su palabra a unos humanos que apenas llego ver, solo usted cometería una tontería como tal….-contesto el Inugami menor, ganándose ahora una mirada de su padre.
    -ya esta decidido Sesshoumaru…ella se quedara… tus palabras no harán que cambie mi decisión…velare por la seguridad de esa joven y tu también lo harás…- culmino, comenzando a caminar hacia otra dirección, dando por terminada esa conversación, era una orden y su hijo la tendría que acatar quisiera o no, tal vez no le fuera dado esa responsabilidad sino fuera reprochado sus actos, poco a poco haría entender a su hijo que su forma de pensar hacia la vida humana era muy errada….
    La azabache, solo se quedo observando como el peli plata mayor se alejaba de su hijo y como este quedaba con una evidente molestia por la decisión de su padre, ella no sabia que no era la única espectadora de esa escena, unas orbes doradas miraban a lo lejos la misma escena, preguntándose que hacia la azabache en ese lugar, que hacia ella en sus recuerdos o peor aun porque no había sentido su presencia, tenia pensado acercarse para confrontarla, pues el sabia que ella lo debería ver, sabia que nadie mas se percataría de ellos, pues lo que estaba delante suyo eran puras ilusiones, recuerdos muy antiguos de su vida, en un solo instante todo el panorama se oscureció, para posteriormente comenzar a mostrarles un nuevo recuerdo, uno que Sesshoumaru sabia bien no era suyo y tampoco pertenecía a la miko, que solo observaba como todo cambiaba a su alrededor.
    *****************
    Era de noche, había fuego por todos lados, el castillo como el resto de las cabañas de esa aldea, eran consumidos por el fuego, habían niños llorando, personas corriendo asustados tratando de escapar de las ardientes llamas, el olor a muerte estaba en todo el lugar. Sesshoumaru, solo observaba como todo se destruía pues el sabia que no podía cambiar nada siendo solo recuerdo ajeno a ellos lo que estaban viendo en ese momento, la miko a unos metros delante de el capto su atención, esta se encontraba sumamente nerviosa, gritando y tratando en vano de ayudar a varios aldeanos heridos y a punto de morir, se podía ver la desesperación en achocolatados ojos , ella quería ayudar pero bien sabia el, ella no podría hacer nada, se acerco lentamente hasta colocarse a sus espaldas.
    -Miko…- trato de captar su atención, lográndolo, haciendo que la joven sacerdotisa saltara del asombro al escuchar su voz.
    -Sesshoumaru…- tartamudeó un poco al mencionar su nombre, pues le sorprendía encontrar al actual Sesshoumaru, en ese lugar, el mencionado solo desvió su vista de ella mirando nuevamente como toda la madera crujía al quemarse con el fuego.
    -no pierdas tu tiempo, no podrás ayudarlos…- le dijo fríamente pero tratando de sonar lo menos cruel posible fallando, gracias a que su tono de voz era el mismo. La sacerdotisa volteo de nuevo a ver a los aldeanos, corriendo y algunos muriendo en sus narices pero ella no podía hacer nada, ella no pertenecía a este tiempo igual que la escena que vio hace pocos segundos, no la podían ver porque ella no existía en ese momento, no pertenecía a ese recuerdo, lo mismo ocurría ahora, solo podía ver como las personas morían lentamente y como esa gran aldea era consumida.
    -lo se… yo solo…- no pudo continuar, escondió sus ojos bajo su fleco, sus lagrimas querían salir ante la impotencia, pero ella evitaba que estas se escaparan, le daba dolor lo que presenciaba pero tenia que aceptar que no podría cambiar nada y no quería parecer mas patética ante el Inugami a su lado. Sesshoumaru, pudo sentir el aroma salino acercándose, sabia que la miko solo retenía las lagrimas que causaban aquellas imágenes pero el no le diría nada… a el no le afectaba en nada ese tipo de imágenes a la cual estaba acostumbrado pero algo en su interior estaba evitando que se sintiera completamente tranquilo en ese momento.
    - ese maldito se escapo…-escucharon una ronca y familiar voz detrás de ellos, era Inu No Taisho quien llegaba a la aldea.- Hatsoriu… lleva a estos humanos a otro lugar, yo me encargo de los youkai que quedan.- ordeno a un mas joven Hatsoriu, el cual no dudo en acatar su orden, guiando a varios humanos ocultos y rescatando a las pocas personas que quedaban en las cabañas vivas. El gran general se acerco rápidamente a donde sentía el aroma de un par de ogros que aun no se había marchado de ahí, estaban en lo que era un castillo de la época que pertenecía a esa aldea, este no era muy grande pero de el no quedaba mucho, ya que el fuego se había consumido gran parte, el grito de una mujer se escucho, el peli plata no dudo en ir hasta el lugar, encontrándose con uno de los youkais ogros, asesinando salvajemente a un hombre, miro a su alrededor y vio a una mujer temblorosa a unos metros, se imagino que ella era la dueña del grito, pero se equivocaba otro grito de dolor resonó en el lugar.
    -Papa!- una jovencita, que se encontraba oculta detrás de el cuerpo de la mujer salió corriendo con sus ojos empapados de lagrimas hacia su padre quien había sido asesinado por uno de los youkai, fue detenida por la mujer que la protegía…-suéltame!- grito la joven niña, tratando de zafarse del agarre de la mujer. Kagome y Sesshoumaru seguían observando todo, una sin saber a donde la llevarían esos recuerdos y el otro frunciendo el ceño al reconocer a la joven, que era sostenida por la mujer, lo sabia ese era un recuerdo de su padre pero no sabia el porque el lo estaba viendo, aunque fue algo que jamás supo con certeza la llegada de ella a sus tierras.
    -no, Misaki-Hime… es peligroso, no la puedo dejar ir, su padre me pidió que cuidara de usted.- decía, mientras con un fuerte jalón, atrajo a la jovencita a su pecho quien no dudo en seguir llorando, ante lo que acababan de ver. La mujer que tenia a la joven niña en sus brazos, se percato, de como los cuerpos de los youkais caían despedazados al piso, busco rápidamente con la vista quien había hecho eso, encontrándose con el peli plata que las miraba, sin mucha expresión en su rostro. –No, Nos haga daño…-suplico la mujer.
    -no lo hare…-respondió tranquilamente.- huyan rápido de la aldea antes que el fuego se los impida- ordenó, la mujer mayor no dudo en acatar la orden llevándose a la jovencita de ahí, quien no quería dejar el cuerpo de su padre en ese lugar.
    -escucho, al hombre tosiendo, sabia que estaba vivo, pero no le dijo nada, a las humanas porque no podrían hacer mucho, a ese humano se le escapaba rápidamente la vida de las manos.
    -Gracias señor…-escucho, el peli plata quien no dudo en acercarse al hombre moribundo.
    -no es necesario que me lo agradezca- respondió, observando al humano a sus pies, acostado, con una herida de la cual no paraba de brotar sangre, sin duda este hombre no seguiría vivo por mucho tiempo, no habían mensajeros del inframundo a su alrededor, esperando que muriera para llevarse su alma. Era extraño-¿quieres vivir?- parecía una pregunta obvia, sobre todo para alguien en esas condiciones, el podía revivirlo con Tenseiga, no es que siempre la usara pues bien sabia no todas las muertes la podía evitar pero esa joven princesa se quedaría sin su padre, sola sin nada, con aquella mujer que parecía ser su nana, el podía darle una segunda oportunidad a ese humano pero la respuesta de este lo sorprendió.
    -no señor, no puedo ser revivido…- respondió sorprendiendo al Taiyoukai, quien sostenía a Tenseiga y notaba como esta no palpitaba para ser usada, corroborando la respuesta del humano…
    -¿Por qué?-pregunto con un deje de preocupación en sus palabras.
    -Protéjalas, solo eso le pido, proteja a mi hija.- dijo el hombre, mientras su respiración iba despareciendo con cada palabra.
    --la protegeré…-responde, haciendo que en el rostro del humano se forme una sonrisa y con esto se termine de ir su vida. Un nuevo grito, llamo su atención, cuando llego al lugar vio, como la mujer luchaba inútilmente con un youkai ogro que nunca capto su nariz, esta trataba de proteger a la joven niña, siendo gravemente herida por las garras del youkai.
    -Yuuna-sama! – jovencita salió corriendo, hacia donde había caído el cuerpo de la mujer, Inu No Taisho, con su espada acabo rápidamente con la vida del miserable ogro, se acerco, a donde estaba la joven, llorando sobre el ahora cuerpo inerte de la mujer…
    -señor ayúdeme a llevarla a otro lugar, para poder curarla…-pidió entre sollozos la joven, el Inugami solo pudo estrechar sus ojos ligeramente con un poco de tristeza por la escena, la mujer estaba muerta y la joven niña no lo había notado aun.
    -niña… ella esta muerta...- respondió suavemente, ganándose la mirada de los vidriosos ojos de la joven, de los cuales no tardo mucho en seguir soltando lagrimas. El Inugami, lo sabia, ella ahora era su responsabilidad, no solo porque se lo había prometido al padre de la niña, sino porque el se había ligado a su seguridad al protegerla en dos ocasiones, no se lo podía explicar en ese momento, seguramente la joven opondría rotundamente resistencia a dejar ese lugar, donde estaban los cuerpos de dos personas muy queridas para ella. La joven, se lanzo sobre el inerte cuerpo e la mujer y comenzó a sollozar fuertemente, no podía creer como le habían arrebatado la vida a sus únicas dos personas mas queridas. Eran muchas desgracias en un solo momento y mas para una joven que parecía estar entrando en la adolescencia. Inu Taisho debía llevársela pronto de ese lugar, así que sigilosamente se acerco, a la joven niña que estaba dándole la espalda y con la menor fuerza posible para no dañarla le dio un ligero golpe en la nuca, dejándola completamente inconsciente, tomando su cuerpo antes que esta impactara con el suelo, era la única forma en que se la podía llevar, esa jovencita no quería salir e ahí, miro nuevamente con tristeza ahora reflejada en sus ojos a la chica inconsciente en sus brazos, tenia un largo cabello castaño claro, su piel pálida, pero sin opacar sus mejillas ligeramente rosa, ojos (por lo que vio) color oliva, sin duda alguna era muy diferente de las jóvenes que vivían en la aldea, sus ropas indudablemente eran de una princesa, una princesa humana…
    Sesshoumaru no podía creer lo que aun veía, el recordaba bien a esa joven, jamás supo por todo lo que paso para antes llegar a las tierras de su padre, Inu Taisho sin duda era el que le estaba mostrando ese recuerdo, el porque no lo sabia pero se imaginaba que era por las tantas veces que en el pasado reprocho sobre la estancia de ella en el castillo pero no fue siempre… un olor a sal, llego rápidamente a su nariz, le pertenecía a la miko a su lado sin duda alguna, esta no pudo retener mas sus lagrimas, una de ellas escapo de sus ojos que permanecían cerrados, tratando de tranquilizarse, no lográndolo por completo, se seco rápidamente la única lagrima sobre su mejilla, no queriendo en el fondo que el Inugami lo notara, demasiado tarde, pero el peli plata no dio nada.
    -porque estamos viendo estos recuerdos…?- preguntaba con voz baja la miko peri sin voltear a ver al Inugami.
    -se porqué me encuentro aquí…. No se porqué tu lo estas…- respondió, tranquilo evitando, la mirada de la miko, obviamente su padre quería que recordara algo que el había tratado de no recordar hace mas de un siglo, si eran sus recuerdos, pero sabia que el que acababa de ver era ajeno a el, debía ser su padre quien trataba de explicarle, algo pero esa sacerdotisa no tendría porqué estar ahí, viendo cosa tan privadas, que murieron en su mente hace ya tanto tiempo. La miko sintió un leve calor en sus manos, dio un rápido vistazo a estas, recordando el motivo que la llevo hasta ahí, un ligero resplandor rosa salía de sus palmas, ese era el motivo por el cual estaba conectada con la mente del Inugami, ella estaba intentando deshacer el conjuro, solo que por razones no lógicas, ella había quedado conectada con el, observando todo lo que estaba pasando en la inconsciente mente del peli plata, aunque ella tampoco pareciera estar consciente pues las visiones que compartía con el Taiyoukai así lo indicaba, ella también estaba en una especie de trance pero no había dejado jamás su labor de quitar la maldición, eso lo pudo notar al ver el resplandor en sus manos.
    ………………………………*****************……………………………………..

    Comenzaba a caer la tarde, la temperatura comenzaba a descender lentamente a pesar del que el sol trataba inútilmente de proporcionar calor, llevaban varias horas viajando sobre el lomo de Kirara, no habían podido dormir en lo que resto de noche, bueno al menos shippou, no había podido pegar un ojo puesto que estaba pendiente del camino y que Rin, no se cayera, ya que la joven niña no aguanto mucho mas y se quedo profundamente dormida, aunque sabia que Jaken no la dejaría caer, pues era capaz de dar su vida por Rin , no solo por el afecto que sabia sentía por la azabache y que no admitía sino porqué de igual forma perdería su vida sino la salvaba pues Sesshoumaru lo mataría. No hubo mucha conversación durante el viaje, pues la niña se había dormido rápido y Jaken no conversaba pues el youkai sapo parecía muy deprimido todavía tanto que en el largo trayecto no había refunfuñado nada, ni había armado una pelea con el kitsune. El pelirrojo por su parte estaba muy concentrado en el camino, esperando que todo saliera bien, que Kagome estuviera bien y en como le explicaría la situación al resto, ya estaban a unos pocos kilómetros de la aldea de la anciana Kaede, Kirara iba descendiendo poco a poco. Las frías brisas hicieron que la niña comenzara abrir sus ojos, parpadeando un par de veces y frotando un poco sus ojos para poder mejorar su visión.
    -¿ya estamos llegando?- pregunto mientras bostezaba.
    -si Rin-chan, falta poco…-contesto el pelirrojo con una sonrisa.
    -buenos días Jaken-sama…!-le dice volteando a ver al pequeño youkai a sus espaldas.
    -hola Rin…- es lo único que pudo decir, en realidad se veía bastante triste, tanto que este no le contestaba con sus regaños cotidianos, ella debería estar igual que el pero confiaba en que Kagome no la defraudaría, si la miko había dicho que salvaría a su señor pues era cierto, ella no le mentiría. Aunque sabia que Jaken no confiaba en las palabras de nadie para el Sesshoumaru no sobreviviría.
    -serán buenas tardes Rin, duermes mucho…- reclamo el kitsune, atrayendo la atención de la jovencita, no quería que su amiga se pusiera tan triste como el sapo que los acompañaba, así que mejor era entretenerla, aunque sea por un poco.
    -eh?... es tan tarde…-miro el cielo para corroborarlo, viendo como debían ser al menos las 3 de la tarde ya.-Gomen ne!- se disculpo la muchacha. El gruñido de Kirara atrajo su atención.
    -ya llegamos- dice el zorro, mientras la Mononoke desciende a la aldea.
    ***************
    Todos notaron cuando Kirara comenzaba a descender, así que rápidamente salieron a recibir a los niños, que se habían escapado.
    -Rin, Shippou-chan!- la primera en llegar fue sango, seguida de cerca por el monje quien llego con Kohaku y de ultimo Kaede quien había llegado en un caballo para alcanzar a los jóvenes.
    -creo que estamos en problemas…- dijo por lo bajo el kitsune, a la niña quien asintió con lo dicho, mientras la Mononoke terminaba de tocar tierra.
    -¿se encuentran bien…?- pregunto la castaña detallándolos, ambos chicos estaban bajando del lomo de Kirara.
    -si, estamos bien-contesto el pelirrojo quien no pudo continuar, porque la castaña exploto..
    -¿como se les ocurre irse solos a buscar a Kagome!?- ambos niños tragaron saliva, ya se esperaban ese tipo de reacción por parte de Sango.
    -es cierto fue una mala decisión, les pudo haber ocurrido algo- intervino el monje, calmando, a su esposa ero sin dejar de sonar serio… el gruñido de Kirara atrajo la atención de todos, ella mostraba al verdoso youkai quien no había bajado aun de su lomo.
    -Kirara que…-no pudo concluir cuando observaron la que la gata de dos colas le mostraba.
    -es Jaken..- dijo el monje sorprendido, Kirara se sacudió, logrando que el pequeño youkai cayera de boca al suelo y su báculo sobre el…
    -oye! Ten mas cuidado gato!-reclamaba el verdoso youkai, volviendo a su estado de siempre por unos momentos. Obteniendo un gruñido por parte de la Mononoke.
    -¿encontraron a Kagome?- pregunto, la anciana acercándose a donde estaban los recién llegados, cuando el kitsune iba a contestar, una voz, mejor dicho un grito intervino.
    -Kagome!!- una mancha roja se acercaba a ellos a toda velocidad, era el hanyou indudablemente, quien, no había encontrado a la azabache y había regresado a la aldea, para ver si ella había vuelto, si estaba bien o si al menos alguien sabia de ella, iba desistir de la idea de regresar a la aldea, cuando sintió el aroma de la miko mesclado con el de los niños, eso fue lo que lo hizo salir como loco y regresar, ella podía estar con ellos.-¿donde esta Kagome?- pregunto mirando a los chicos, obviando el hecho de que Jaken los acompañaba.
    -Inuyasha…- mencionaron los tres adultos aun sin creer que el hanyou había regresado.
    -ella… ella...-comenzó a balbucear Rin, que no sabia como contestar ante la insistente y desesperada mirada del hanyou sobre ellos.
    -ella no ha regresado…- se adelanta a aclararle, el monje, poniendo una mano en su hombro.
    - Tsk…! ellos huelen a Kagome… se que se encontraron con ella…-dice el hanyou un tanto alterado al pensar que tal vez le querían ocultar algo.
    -Ellos fueron a buscarla hace un par de días, el mismo día en que te fuiste….- contesto el monje tranquilo.
    -Y al parecer si pudieron encontrarla…- dijo Sango un tanto molesta por el comportamiento del hanyou, recordándole que un par de niños habían conseguido lo que el no…
    -Keh! –soltó, ignorando el comentario de la Taijiya, mirando de nuevo a los niños.- ¿porque no regreso con ustedes…?-pregunto un poco mas calmado el peli plata.-¿en donde esta?-
    -nos encontramos con ella al suroeste, en un bosque, fue ella quien nos salvo de un youkai que trato de atacarnos, así fue que la encontramos…-dijo el kitsune comenzando a relatar los hechos…
    -ella iba a regresar con nosotros para asegurarse que estuviéramos bien, pero…- Rin no sabia como continuar exactamente.
    -un youkai dragón muy fuerte, apareció para atacarnos y tu perro tonto, no estabas ahí para enfrentarlo, se suponías que llegarías a ella primero!- Inuyasha frunce el ceño ante esas palabras.
    -ese maldito, la pudo encontrar…-dijo para si mismo el hanyou, ero el resto pudo escuchar ese comentario claramente, iban a preguntar pero el peli plata interrumpió de nuevo.- ¿Kagome esta bien? ¿No le paso nada?- preguntaba con mucha preocupación en sus palabras, dudando de querer escuchar la respuesta, porque si algo le pasaba era por su culpa, como lo había afirmado el kitsune.
    -si, esta bien… y no gracias a ti precisamente.- respondió molesto el joven zorro, dejando un tanto sorprendido a los mayores por su comportamiento.
    -Sesshoumaru-sama llego a tiempo para salvarnos!-dijo la Rin muy animada al recordar ese instante, pues el era su héroe, siempre lo seria…
    -¿Sesshoumaru?- preguntaron todos al unísono creyeron haber escuchado mal, aunque la idea no parecía tan ilógica pues Rin estaba con ellos.
    -si, el llego en el momento en que ese tal Ratsuyuko se quería llevar a Kagome…-continuo, el kitsune, dejando a todos sorprendidos y al hanyou, molesto al saber que aquel sujeto pudo encontrar a la azabache.
    -entonces, Sesshoumaru acabo con el…-dijo el monje, Inuyasha le molesto ese comentario, pues su hermano siempre se metía en cosas que no debía, aunque en el fondo estaba agradecido de que matara a ese youkai que quería hacerle daño a la miko. Un llanto se escucho, Inuyasha por primera vez noto la presencia de Jaken, que estaba tirado en el suelo chillando.
    -por culpa de esa humana, mi amo bonito se esta muriendo!- dijo Jaken en un mar de lagrimas.
    -no diga eso, Jaken-sama, Sesshoumaru-sama lo hizo para protegernos a todos incluyéndolo a usted…- dice, la niña inocentemente.
    -solo tenia que darle a la humana… si lo fuera hecho, nada de esto fuera pasado…- dice, soltando otro ruidoso llanto, de los que solo el sabe soltar.
    -¿de que estas hablando renacuajo…?- Inuyasha, tomo del traje al pequeño youkai, quien no paraba de llorar pero ahora también estaba asustado de lo que le fuera hacer el medio hermano de su amo.
    -el youkai Dragón no murió, solo quedo muy herido y logro poner una maldición letal, sobre Sesshoumaru- el peli lata vuelve afijar su vista en el kitsune pero con Jaken en sus manos aun..- el esta muriendo…-concluyo el kitsune.
    ´´así que ni Sesshoumaru pudo acabar con ese desgraciado…´´ pensaba molesto el hanyou, soltando bruscamente a Jaken para darse media vuelta.- me sorprendes que no conozcas a testarudo de Sesshoumaru, renacuajo, sabes que si lo provocan no habrá poder que lo detenga de pelear.- aclaro el peli plata tratando un poco de calmar al chillón sirviente de su hermano.
    -la señorita Kagome, se fue con ellos…- dijo la niña continuando el relato del pelirrojo.
    -¿ellos?- repitió el hanyou mirando a la pequeña azabache.
    -si, es que Totosai y Myouga iban a buscar a una bruja que deshiciera el conjuro de Sesshoumaru.-aclaro rápidamente el niño zorro.
    -al parecer las cosas están muy complicadas…- dijo el monje interviniendo, teniendo un asentimiento de la anciana y de su esposa.
    -Si Kagome se quiso ir con ellos, es porque es algo muy grave o tal vez se sienta culpable…- dice Sango pensativa..
    -es que ella tuvo gran parte de la culpa!- vuelve a escupir el verdoso youkai, ganándose un chichón proporcionado por el hanyou.
    -Feh! De que hablas Sango, ella no tuvo la culpa de nada….- dice el hanyou ignorando a Jaken quien se seguía quejando.
    -conoces a Kagome, ella no dejaría solo a alguien que estuviera en esas condiciones.- dijo Kaede, sin querer mencionar la palabra muerte porque Rin estaba muy segura de que su señor se curaría y el fastidioso sapo Youkai, no paraba de chillar, ella no quería empeorar las cosas con esa palabra.
    -Keh! Esa tonta, no tenia que haberse involucrado en ese problema, es de Sesshoumaru de quien estamos hablando, no de un indefenso youkai o humano…-dijo el hanyou con un poco de molestia, ganándose la mirada acusatoria de todos.
    -Inuyasha…- dijo el monje seriamente.
    -¿que?- dice el hanyou, inconsciente de sus palabras, el monje señala con la vista a la joven niña, que ahora tenia una mirada triste, todos sabían que se debía a las palabras del peli plata pues para ella su señor no era malo.
    -en estos momentos, es en que desearía que estuviera Kagome aquí para que lo enviara tres metros bajo tierra…- dijo la taijiya, con molestia haciéndole un desprecio al hanyou, que aun no entendía nada.
    -¿de que están hablando? Tsk…! No importa, ¿saben como se llama bruja a donde fueron?- pregunta a los mas jóvenes, obteniendo una respuesta negativa de estos.
    -no lo recuerdo…- responde Shippou, rascando su cabeza pensando.
    -fueron a buscar a la bruja Makoto…-responde Jaken pero sin voltearlo a ver, sorprendiendo a todos por su colaboración con el hanyou.
    -¿y… en donde queda?-pregunto un poco confundido el peli plata.
    Jaken se voltea y lo ira incrédulo…- ¿no la conoces? ¿Acaso No sabes donde quedan las tierras de tu padre?- responde con cierta burla el verdoso youkai, quien al menos había dejado de chillar un momento volviendo a ser el mismo.
    -¿las Tierras de mi padre…?-pregunta al igual de sorprendido que el resto por dicha información a excepción de una persona.
    -Tierras del Oeste pertenecen al clan Inu, esas son la tierras de tu padre…- responde tranquilamente Kaede acercándose a ambos, para ella esa leyenda era antigua, también le sorprendía que el hanyou no la conociera.
    -veo que no esta enterado de todo lo referente a su difunto padre…- decía, Jaken con burla ganándose otro chichón mas proporcionado por el hanyou.
    -Totousai me menciona algo de eso hace mucho tiempo… pero nunca lo confirme, ya que según el no se odia acceder a ese lugar…-decía el hanyou con los ojos cerrados recordando y con un poco de molestia.-ese maldito de Sesshoumaru, de seguro si sabia de su existencia y ha vivido ahí todo el tiempo…-
    -te equivocas Hanyou- dijo Jaken ganándose otro golpe mas del peli plata.- señor Inuyasha…-corrigió.- mi amo Sesshoumaru desde que lo conocí nunca pudo acceder a las tierras que por ley le corresponde…- decía Jaken, recordando vagamente la ultima vez que lo vio intentar destruir el campo de energía.-como ve el señor Inu Taisho fue muy cruel con mi amo bonito pues dejo una barrera para que nadie entrara a ese lugar…-concluyo Jaken.
    -entonces… ¿Sesshoumaru morirá?- pregunta confundido.- si nadie puede acceder a ese lugar que hacen buscando a una bruja que se encuentra allá?-ante el simple hecho de recordar eso, el pequeño youkai se puso de nuevo a chillar, porque para el las palabras del hanyou eran cierta no tenia sentido que fueran a ese lugar si no odian acceder, Rin También entristeció su mirada al escuchar eso.
    -No se!- respondió Jaken mientras chorros de lagrimas salían.-mi amo bonito morirá con la misma maldición que murió su señor padre..!- decía entre el llanto, el verdoso youkai, sorprendiendo a Inuyasha con esas palabras.
    -Sesshoumaru-sama se pondrá bien Jaken-sama, ya vera!- dice la pequeña acercándose, tratando de sonar positiva pero no ayudaba en nada que el hanyou y el verdoso youkai fueran tan negativos, ella quería convencerse de sus palabras pero la conversación de estos solo la estaba haciendo dudar.-Kagome-san prometió ayudarlo, se que así será.- dijo la niña azabache sonando nuevamente segura de eso, al recordar la promesa.
    -¿como que la maldición de mi padre…?- dijo Inuyasha, no queriendo creer lo que el sapo youkai le decía, ambos trataron de ignorar a la joven niña, que seguía atenta escuchando.-es imposible que ese maldito la haya creado.- el peli plata sabia de que forma murió su padre, si había muerto salvándolos pero el Taiyoukai fuera sobrevivido al fuego y a un montón de madera sobre el, incluyendo al humano que lo ataco pero ya su cuerpo estaba muy débil, el venia de una batalla con Ryuukotsusei donde este le dejo gran parte de su veneno en su cuerpo, así como muchas heridas y por ultimo el conjuro que terminaría rápido con su vida, murió porque el decidió salvarlos en vez de buscar una cura al conjuro.
    -si la puede crear…- dijo Jaken volteándolo a ver.- mi amito se confió, no creyó que ese youkai pudiera hacer algo como eso pero la verdad es que parece que el ha robado todas las técnicas de su padre, por eso adquirió esa poder.
    -maldición…-gruño, gruño el hanyou por lo bajo, se sentía algo impotente por no haber acabado con esos youkais cuando tuvo la oportunidad, el no debió dejar que este se escapara. Debía buscarlo y acabar con el de eso no tenia duda, era probable que para esta batalla estuviera solo, pues lo dicho por Jaken, no lo dejaba con otra forma de pensar, para el Sesshoumaru no sobreviviría al conjuro, si, el Taiyoukai era fuerte pero su padre también lo era y murió, no le agradaba mucho a la idea de enfrentarse a ese enemigo solo, aunque no lo admitiera abiertamente los poderes del desgraciado de su hermano serian útiles y sabia que si unían fuerzas saldrían con una victoria segura, lo lograron con Naraku, este sujeto no seria la excepción, todo eso seria si sobreviviera, el hanyou era muy pesimista ante esa posibilidad, que si no lograban entrar a la tierras de su padre, no lo lograría. El tenia algo mas que hacer antes de buscar a el youkai Dragón.-iré por Kagome.-soltó un poco mas tranquilo, decía dejarla a ella a salvo primero, antes que a ese youkai se le ocurriera buscarla, debía dejarla fuera de todo este problema si quería que estuviera bien.
    -es lo mejor en este momento…-dice, el monje mirándolo seriamente.
    -si, no sabemos por cuanto tiempo estará a salvo, ese youkai puede regresar en cualquier momento para llevársela y no creo que Totousai y Myouga puedan hacer mucho mas que intentar escapar con ella,- dijo, Sango, haciendo que la niña azabache se tensara un poco, al notar que nadie estaba contando con la posibilidad de que su señor sobreviviera pero al menos Sango y Miroku no lo decían abiertamente,
    -deja que te acompañemos Inuyasha, lo mejor en estos momentos es que estemos todos uniendo fuerzas,,,.- dijo sabiamente Miroku.
    -Keh! De acuerdo pero que no se les ocurra intervenir en una batalla, no me perdonaría que algo malo les pasara, ahora que tienen a sus hijos.-contesto Inuyasha, mirando a otro lado, tratando de no sonar reocupado pero ambos lo conocían bien, sabia que el siempre había estado velando por el bienestar de todos. Ambos sonrieron y partieron a su cabaña a buscar lo necesario para el viaje.
    -yo también voy…!-decía el kitsune un tanto alegre de ver al grupo como en los viejos tiempos.
    -no Shippou tu te quedaras.-respondió el orejas de perro tranquilo, alejándose del lugar.
    -pero ¿porqué? Sango y Miroku irán también, no seré un estorbo…-
    -es peligroso para ti, además…-contesto ahora volteando a verlo seriamente.- quiero que tu quedes a cargo de la protección de la aldea en caso de que ocurra algún ataque.- el hanyou no tenia ganas de pelear con el pequeño zorro en estos momentos, así que le propuso algo que sabia al pelirrojo lo haría sentir útil y no lo haría sentir excluido de esa situación. El kitsune miro con un asombro a Inuyasha no creyendo haber escuchado bien, Kaede creyó que tampoco había escuchado bien le sorprendió lo maduro que se comporto el hanyou, en vez de como usualmente hacia pelear con el niño zorro.
    -esta bien, no los decepcionare! -Decía mas contento el Kitsune, reflejando en su mirada seguridad, trasmitiéndola al mismos tiempo, el seguía siendo un niño a pesar de que ahora era casi tan alto como Rin, era bueno que conservara su ingenuidad.
    Kaede por su parte, se llevo a Shippou, Rin y al nuevo y chillón integrante con ella, para distraerlos un poco, sabia que los tres estaban tristes y preocupados por diversos motivo, el sapo youkai era muy obvio que lloraba de antemano por la muerte de Sesshoumaru, Rin estaba triste porque aunque ella creía que el Taiyoukai se salvaría, la reciente conversación la dejo muy insegura. Shippou aunque era el que mas tranquilo se veía del ese grupo, la anciana sabia que le preocupaba mucho el bienestar de Kagome al igual que todos, el también quería que todos saliera bien de esta situación, incluyendo al frio peli plata pues de no ser así, su amiga estaría triste por mucho tiempo.
    Miroku y Sango llegaron a donde Inuyasha los estaba esperando, dejaron a sus hijos a cargo de Kaede, esperando no tardar mucho en terminar con toda esta situación, ambos se montaron en Kirara y siguieron al hanyou a su nueva dirección, las tierras del oeste.
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    Ya habían transcurrido unas tres horas desde que Kagome, se hundió hasta al fondo del lago con el Inugami, largas horas que habían pasado observando distintos recuerdos, la mayoría pertenecientes al Taiyoukai, otros a su padre y uno que otro recuerdo de otro Inuyoukai caído ¿ porque veían todo esto? Porque ella ya estaba conectada a los pensamientos del peli lata, al estar ambos en ese lago lleno de almas pertenecientes a distintos Inu youkais, a veces se filtraban otros recuerdos referente a las tierras, reflejando solo preocupación por proteger ese territorio.
    Ahora todo a su alrededor se transformaba en un hermoso bosque, sin duda era un nuevo recuerdo. El Inugami vio a su alrededor definitivamente este pertenecía a el, hace varios siglos atrás, el lugar en donde estaba era en estas misma tierras, solo que todo lucia diferente porque había muchos arboles no tan grandes en esos momentos, así como otros faltaban por aun no existir. Kagome, vio a un pequeño niño albino, de al menos unos 8 años, parecía concentrado, estaba mirando todo a su alrededor como si esperase algo. Lo reconoció de inmediato era Sesshoumaru, su pelo estaba recogido por una trenza igual, sus facciones eran la misma, aun siendo tan niño seguía teniendo una expresión fría en su rostro.
    -no escaparas mocoso…-dijo una voz, con tono de burla, saliendo de los arboles mostrando su identidad, era un youkai leopardo, al parecer estaba detrás del niño pues este se veía un tanto agotado.
    -yo no huyo de nadie…-suelta el albino secamente, cosa a Kagome le sorprendió, debería tener miedo pues estaba en clara desventaja contra ese youkai.
    -cerrare tu gran bocota para siempre mocoso.- el youkai se abalanzo encima del pequeño albino este logro esquivarlo pero no la segunda vez, ya que recibió un fuerte puñetazo que lo envió lejos.-ese es todo lo que tienes pequeño insecto…- decía con sorna el youkai.
    -cállate- decía el pequeño mientras se paraba limpiando el hilo de sangre que comenzaba a salir de su boca, de la mano del albino uno de sus dedos comenzó a brillar con un destello verde, inmediatamente un látigo Salió, de este atacando al mas grande, algo que no funciono ya que el youkai alcanzo a escapar rápidamente, ante que el niño lo tocase. El pequeño frustrado se lanzo a atacarlo brotando de sus pequeñas garras el mortal veneno. Su oponente solo esquivaba los inútiles intentos de ataques del niño, riéndose.
    -eres débil…-dijo para finalmente dale un zarpazo al niño, dejándolo herido y tirado en el suelo a varios metros de el.-eres una vergüenza para ser un Taiyoukai, patético para ser el hijo de Inu Taisho…-decía riéndose macabramente, afilando sus garras para dar el golpe final, acercándose a paso lento al niño que trataba con todas sus fuerzas de ponerse de pie.
    -No!-grito, Kagome acercándose rápido al pequeño, tocando su espalda notando que se encontraba desarmada completamente, se agacho para levantar al niño pero su mano traspaso el brazo del albino, ahí fue que recordó, ella no podía evitar nada…miro su mano, temblaba por el pánico de que sucediera algo, busco con su mirada al Taiyoukai adulto y no lo encontró, el la había dejado sola en ese lugar, probablemente se había alejado porqué no le interesaba ver algo que el ya había vivido o no le importaba recordar….
    Un estruendo se escucho por todo el bosque, Kagome volteo a ver de donde provenía, notando al youkai, estampado en un árbol sangrando, debido a las garras que tenia atravesándole el abdomen, la miko reconoció la figura como el padre de Sesshoumaru.
    -¿que haces en mis territorios?- preguntaba, ejerciendo mas presión en sus garras, provocando que la sangre surgiera de la herida, el youkai solo rio.
    -he venido a ver que tan fuerte es tu cachorro lord… todo un fiasco a mi parecer..-decía con burla, haciendo aumentar la ira en el peli plata mayor que desenvainó a Tessaiga para darle fin al youkai.
    Una sola agitada de la espada y el enemigo se había reducido a polvo, se dirigió al lugar donde estaba su hijo tirado aun intentando colocarse de pie, lo alzo en sus brazos para transpórtalo a casa, solo obteniendo que el pequeño albino se removiera en sus brazos, exigiendo que lo soltase.
    -no era necesario tu ayuda… ahora suéltame que estoy bien.-decía molesto, el niño, obteniendo solo una mirada de su padre que en ese momento no supo descifrar pero que hicieron que el cachorro callara y cerrara los ojos haciendo un desprecio, mientras ambos desaparecían en una ráfaga de viento.
    Kagome vio la mirada, del Taiyoukai mayor, reconociendo tristeza en sus ojos, similares a los del hanyou mas que a los del propio Sesshoumaru, viendo también un poco de miedo pero no orgullo de su hijo, ni tampoco vergüenza de que no haya acabado con el youkai, el sabia que era solo un niño pero dolía ver como al pequeño no le gustaba tenerlo cerca, ni siquiera gracias había dado el niño por haberlo salvado solo un desprecio. La miko sintió como su estomago se contraía ante aquella escena era muy triste, el simple hecho de ver que el Taiyoukai desde pequeño le gustara ser independiente y ni siquiera tener algún afecto con su padre.
    A la azabache no le dio tiempo de recuperarse de esa imagen, cuando todo a su alrededor se volvía distorsionar, llevándola a otra época, era un nuevo recuerdo pero este ni en sus sueños mas locos lo imagino.
    Estaba atardeciendo y se encontraba en un pequeño rio, con una hermosa cascada, por supuesto debía ser otra de las partes de las tierras del oeste que no conocía, una muy bella y bien guardada, no se veía a nadie a su alrededor, se sorprendió al ver al Taiyoukai aparecer nuevamente a sus espaldas, no decía nada y tenia su mirada fija en un punto del paisaje, sorprendiéndose de ver como sus fríos ojos se derretían para por un segundo mostrar cierta melancolía, el sabia lo que sucedería mas no lo quería presenciar, rápidamente quito su vista y dio media vuelta para marcharse no si antes dirigirse a la miko a su lado.
    -tampoco te deberías quedar en este lugar, me parece desagradable que estés viendo cosas que no te incumben, así que vete…-dijo para seguir con su andar. La miko sabia que tenia razón y en cierta parte se sentía mal por eso, pues estaba viendo cosas muy privadas del Taiyoukai y no era lo correcto pero tampoco era su culpa, así que si que no se iría solo por que se lo pidiese.
    -no, me quedare…- dijo para acercarse al rio y mojar sus manos en el, extrañada de que eso si lo pudiese tocar.
    -has lo que quieras…-dijo perdiéndose tras los matorrales no queriendo presenciar la tonta escena que venia, no queriendo recordar…
    Alguien se acercaba lo pudo escuchar debido a las hojas que se movían pero no era ningún youkai pues la presencia demoniaca no se sentía. Una joven de al menos unos diecisiete años apareció tras los arboles, cabello castaño y ojos de un hermoso color oliva, tenia unas vestimentas muy refinadas, sin duda era una princesa. Vio como la joven sonrió al ver el pequeño rio y rápidamente dejo de un lado sus sandalias, quitándose dos enormes capas de su vestimenta, quedando en una yukata color crema, la joven suspiro por su logro y se sentó en la orilla para sumergir sus pies en el agua y así poder refrescarse de tan caluroso día.
    Kagome reconoció a la chica, era la misma que había rescatado Inu Taisho de aquella aldea, la misma pequeña hime humana, obviamente no tan pequeña ahora. Al final si se había quedado bajo la protección del padre de Inuyasha como lo dijo, cuantos años había pasado desde aquel evento? probablemente unos cuatro o al menos eso fue lo que calculo la azabache que observaba detalladamente a la joven. La castaña sumergió sus manos en el agua para poder sacar un poco y mojarse su blanco rostro. Una presencia maligna se acercaba, Kagome la reconoció pero lo que mas le causo impresión es ver como la chica también la había sentido y en vez de alarmarse una sonrisa se formo en sus finos labios. Un mas joven Sesshoumaru salía detrás de los matorrales, su apariencia no había cambiado en nada desde la imagen que recordaba cuando estaba discutiendo con su padre por la estancia de la humana en el castillo, lo único que diferenciaba a este antiguo Sesshoumaru del actual, era que el joven que tenia al frente no portaba armadura alguna, solo su peculiar traje blanco, este tenia trenzado su plateado cabello y ahora a diferencia de la imagen anterior algo extraño se notaba en sus ojos. La azabache se sorprendió un poco pero siguió observando la escena.
    La castaña ni siquiera había volteado a ver el recién llegado, aun tenia plasmada la sonrisa en su rostro viendo el hermoso atardecer.
    -esta vez tardaste mucho Sesshoumaru- dijo para luego voltearlo a ver con la misma sonrisa, el mencionado solo frunció el ceño.
    -sabes que no puedes estar en los limites de este territorio, es peligroso.-dijo, ignorando la molesta sonrisa de la joven, que solo soltó un suspiro de resignación al oírlo.
    -no estuve sola mucho tiempo además nadie se atrevería a atacarme, sabiendo que estoy bajo tu protección y la de Inu Taisho-sama.-dijo la joven tranquila mirando el anaranjado cielo.
    -suenas muy confiada…-decía, sin ninguna alteración en su voz acercándose a la orilla, colocándose de pie junto a la castaña.-tenemos muchos enemigos, cualquier cosa que puedan hacer para molestarme lo harán- dijo para luego mirarla.- y tu solo les facilitas las cosas…-decía tratando de hacerle entender a la terca joven que estaba en peligro en ese lugar.
    -eso quiere decir que… si me hicieran algo, ellos lo harían solo para molestarte?-pregunto juguetonamente la muchacha al entender lo que el Taiyoukai decía, el peli plata solo alzo una ceja mirando el comportamiento de la castaña, no había notado que eso fue lo que quiso decir con sus palabras, se maldijo por hablar demás.
    -molestarnos...-aclaro el Inugami incluyendo a su padre, apartando su mirada de los insistentes y juguetones ojos oliva,
    -yo confió en ti, se que siempre llegaras a tiempo para salvarme Sesshoumaru…-decía fijando su vista en la misma dirección que el Taiyoukai hacia el cielo.
    -¿por qué estas tan segura….?-decía sin apartar la vista del vacío.
    -solo lo se…-respondió, la joven volteándolo a ver.- se que nunca dejaras que algo me suceda…-
    -no, mientras estés en este lugar…-respondió, sin querer aun corresponderle la mirada a la castaña, esta sonrió al oír eso…
    -¿y fuera de aquí..?- pregunto tranquila, fijando su vista en el demonio.
    -cuando decidas marcharte dejaras de ser mi responsabilidad, te cuidaras a ti misma…-respondió fríamente volteándola a ver.
    -aun así… creo que siempre estarás cuando este en peligro…-decía con dedicándole una sonrisa, respuesta que hizo que el Taiyoukai levantara una ceja por la seguridad de la chica.-además no creo que quiera irme algún día de acá…-respondió mirando tristemente al rio.
    -tal vez ahora no… pero pronto querrás hacer y tener una familia como la de cualquier otro humano y ese día te querrás ir para conseguirlo.-explico sereno, el peli plata mirando la copa de los arboles, sintiendo algo que no sabia interpretar ante tal posibilidad.
    -pues entonces no quiero tener una familia si eso me aleja de ustedes… quiero estar siempre a tu lado Sesshoumaru, hasta que muera…- dijo la castaña mirándolo con los ojos vidriosos, no le gustaba la idea de pensar en dicha posibilidad. Hubo un largo silencio, el Taiyoukai estaba en el fondo tranquilo con la respuesta de la muchacha pero no sabia porqué le gustaba tanto haber oído eso.
    -No digas tonterías mujer…- contesto al rato, mientras una casi imperceptible sonrisa se formaba en su rostro, la chica también se calmo al oírlo pues eso significaba que a el no le había molestado su comentario y que probablemente no tenia ningún problema con que así fuera. Sonrió, estaba feliz…
    -regresemos al castillo…-dijo mientras daba media vuelta para alejarse.
    -Hai!-dijo animosamente la castaña, secando las pocas lagrimas que habían escapado de sus ojos, se levanto con tanta prisa que resbalo, estaba a punto de caer en el agua cuando un par de brazos evitaron su caída. Sesshoumaru había evitado que la joven se cayera, jalándola de uno de sus brazos y atrayéndola hacia si, provocando que chocara con su pecho. La joven alzo la vista, para buscar los ojos de Sesshoumaru, encontrándolos mirándola fijamente con un extraño brillo, la joven estaba hipnotizada con tan bello ser pero se asombro al sentir la tibia mano del Taiyoukai sobre su rostro, acariciando su mejilla, quitando algunos castaños cabellos que se habían desordenado por tan bruscos movimientos, el peli plata acerco su rostro hacia el de la joven, la cual esperaba un contacto que nunca llego.
    -ten mas cuidado…- susurro a escasos centímetros de sus labios, se alejo para deshacer el contacto entre ellos.- termina de vestirte hay que regresar…-informo nuevamente con su usual tono de voz, mientras se alejaba pero no mucho para que la humana lo alcanzara.
    -s..si…-alcanzo a tartamudear la chica que solo había quedado mas confundía de lo que estaba pero feliz. Se apresuro a recoger las otras capas de su Kimono que había dejado tirada junto a sus sandalias y camino rápidamente por la dirección el la que ya había desaparecido el peli plata.
    Kagome, no lo podía creer, nada de lo que estaba delante sus ojos podía ser real, bueno sabia que en realidad no lo era pues eran recuerdos pero nunca había visto a Sesshoumaru actuar así antes, simplemente era irreal, algo se estrujo en su interior ante esa escena, no podía identificar que era lo que estaba sintiendo pero estaba segura que ya lo había sentido antes, solo no recordaba porqué o no quería llegar a saber el porqué, rápidamente lo atribuyo a lo triste de la escena, no quería llegar a otras conclusiones, no otra vez. Solo pensaba en que era lo que le pudo haber sucedido al Taiyoukai para que cambiara. Miro a su alrededor, no encontrando la mirada ambarina del Inugami, cosa que agradeció pues no quería verlo en ese momento.
    -fue mejor que se fuera...-decía la azabache para si misma, pues esa era un recuerdo muy privado, que probablemente fuera sido mas incomodo si el Inu estuviera ahí.-yo también debí haberme ido…-decía en un susurro, pensando que era mejor haberle hecho caso al peli plata y perderse en el bosque hasta que otro recuerdo se formara.
    **********************
    Todo a su alrededor se volvió a distorsionar, indicando que otra imagen aparecería ante ellos, era de noche y se encontraba en un bosque, Kagome reconoció a lo lejos el pequeño rio del recuerdo pasado, pero ahora a su alrededor solo había sangre y algunos arbole quemándose en el suelo estaban los cuerpos, de dos Kitsune, estaban muertos alguien los había asesinado.
    -Los Señores están llegando!!-escucho el grito de una Inuyoukai fiel sirviente de la familia, la miko la reconoció era Hiyori, obviamente un poco mas joven, en el rostro de la mujer se veía la preocupación.
    Sesshoumaru e Inu Taisho llegaron al lugar donde estaban asesinados dos de sus sirvientes pero en el aire había otro olor a Sangre que ambos conocían.
    -¿que paso aquí?-preguntó Inu Taisho mirando s a su leal sirviente.
    -¿en donde esta Misaki?-pregunto demandante el Inugami menor al sentir el aroma de la sangre de ella.
    -un grupo de humanos unidos a dos youkai leopardos los atacaron en los límites de las tierras.-respondió preocupada la Inu.
    -¿que hacia Misaki en ese lugar? Les dije que mientras no estemos ella no podía pasear en los limites.-dijo Inu Taisho Tratando de mantener la calma, ya que su hijo estaba que asesinaba a la Inu.
    -la señorita insistió, por eso fue acompañada por dos sirvientes señor. Luego fueron atacados y no pudieron defender a la joven y se la llevaron…- respondió la mujer azabache, mientras derramaba una lagrima, ella también le se había encariñado con la joven
    .no es tu culpa…- contesto el Inu mayor, Sesshoumaru solo gruño y se fue siguiendo el rastro de sangre de Misaki.
    El olor llego a su fin había dejándolo donde el aroma se hacia mas fuerte, no tardo en ver en inerte cuerpo de la chica.
    -Misaki!- se acerco en un abrir y cerrar de ojos a ella, levantándola del frio y duro suelo, moviéndola un poco para ver si reaccionaba.-despierta…-dijo cerrando los ojos y apretándola hacia si mismo, podía sentir como los latidos de la castaña eran cada vez menos frecuentes, ella estaba muriendo y no podía hacer nada.
    -Sesshoumaru viniste por mi…-dijo en un débil susurro la castaña, sorprendiendo al youkai de que aun pudiese hablar.
    -Llegue tarde…-le responde, en ese momento su fríos ojos dejaron de serlo para volverse un mar de emociones.
    -no lo hiciste, es mi culpa…-contesto, llevando a duras penas su temblorosa mano a la mejilla del Inu Youkai.
    -no lo es…- le respondió, acomodándola en su brazos pegándola lo mas posible a su cuerpo ya que la castaña iba perdiendo su temperatura.
    -quisiera haber tenido mas tiempo a tu lado…-dijo mientras una lagrima salía de sus ojos, una que nunca llego a su destino final pues fue secada por el, quien al escuchar eso solo agacho su cabeza cubriendo así lo que sus ojos mostraban… demasiada debilidad para el… no quería perderla y menos así…
    -buscare a esos malditos y yo mismo acabare con ellos…- decía aun sin dejar ver la expresión de sus ojos
    -no los odies… fueron muchos humanos como yo, los que hicieron esto, solo seguían ordenes de los youkais…- decía mientras acariciaba el rostro del albino.
    -no los defiendas… ellos no son como tu, solo son unos malditos por hacerte esto….-respondió tensándose, al recordar como le habían arrebatado la vida a la joven. La chica sonrió al oírlo pues el no cambiaria nunca y ella no lo iba hacer desistir de que les arrancara la cabezas a quienes hicieron esto, de pronto sus ojos se fueron cerrando…-Misaki!.-la llamo el, la chica logro abrir un poco los ojos pero de verdad ya no aguantaba el cansancio su vida se estaba acabando.
    -Te amo Sesshoumaru…-dijo, jalando el rostro del Inu hacia ella y poder darle un beso en los labios al menos, ese recuerdo se quería llevar, ya que el destino no les quiso dar mas tiempo a ella para poder enamorarlo como ella ya lo estaba de el desde que lo conoció.
    Sesshoumaru, simplemente se quedo quieto, no sabiendo que hacer jamás se había esperado tal acto de la chica, en el fondo ansiaba el contacto pero no sabía porqué. El solo dejo que ella lo besara, beso que no duro mucho pues la joven ya estaba muriendo.
    -No me olvides…- le dijo con su regalándole su ultimo aliento con esas palabras.
    -nunca…- alcanzo a decir, pues su interior aun era un caos, lo le gustaba lo que estaba sintiendo era tristeza por la muerte de la chica y ahora estaba mesclado con algo más que no sabia reconocer. La castaña no alcanzo a escuchar pues su vida ya había escapado con sus últimas palabras.
    La levanto suavemente, aun sabiendo que ella no podía sentir nada ahora. Voló rápidamente hacia donde estaba su padre con el resto de los sirvientes tenia la esperanza que la pudiera regresar a la vida con Tenseiga, seria lo único que le pediría a este. Inu Taisho lo vio llegar, como lo suponía la joven estaba muerta, el también se encargaría de hacerle pagar a los culpables por esto pero debía mantener la calma, por su hijo y por lo que suponía lo que venia a pedirle.
    -Padre, Revívela...-dijo sin emoción alguna en sus voz, jamás dejaría que todas esas emociones que tenia por dentro se reflejaran en su voz y fuera descubierto. Inu Taisho a pesar de lo que ya la castaña le había contado algunos años atrás lo intento… tomo a Tenseiga y entrecerró sus ojos buscando a los mensajeros del inframundo, confirmando lo dicho por la joven, no veía a ninguno.
    -No puedo…-contesto lo mas tranquilo que pudo, esperando que su hijo entendiera.
    -porqué?- pregunto fríamente mirándolo, sospechaba que tal vez su padre no quería revivirla, pero el recordó que el también le tenia mucho aprecio a la castaña y por culpa de el y sus ordenes fue que el también la llego a querer.
    -no puedo ver a ningún mensajero del inframundo.- no había tiempo de explicarla lo que el todavía no entendía bien, le sucedió igual como en el momento en el que trato de revivir a la familia de Misaki, no pudo hacer nada. Según le había dicho la joven, su padre y ella ya habían muerto antes, no al mismo tiempo pero si había ocurrido, fue por la ayuda de una vieja bruja la cual Inu Taisho jamás reconoció su nombre que las almas de ella y su padre regresaron. El lo sabia Tenseiga no podía devolverle la vida a alguien que ya había muerto pero aun no se lo había dicho a su hijo y este no era el momento.
    -Sesshoumaru frunció el entrecejo, deposito suavemente el inerte cuerpo de la castaña en el suelo para que el resto se encargara de hacerle una tumba y se elevo por los aires, desapareciendo en una ráfaga de viento y luz. Buscaría a los culpables.
    *********************
    Kagome quedo completamente sin palabras, no podía creer lo que acababa de ver sus ojos, ese Sesshoumaru era tan distinto al que conoció años atrás, inclusive distinto al de ahora que estaba un poco cambiado, simplemente no parecía el. Jamás creyó que alguien pudiera amar a ese ser tan frio, solo la pequeña Rin que lo adoraba pero creyó que la niña era muy joven para conocer lo cruel que podía llegar hacer, igual sabia que el tampoco trataba a la pequeña como al resto de los humanos, es por eso que Rin le tenia mucho aprecio al peli plata. Nunca imagino que una humana se enamorara del Taiyoukai, parecía imposible sabiendo la repulsión que tiene hacia los humanos y mas que este correspondiera parecía aun mas ilógico. Pero así era, el la quería y parecía no haberse dado cuenta, lo vio en sus ojos cuando vio aquella mujer morir. Algo se estrujo en su interior al recordar eso, al recordar esa escena, lo conocía era dolor ¿porqué? Ella no lo sabia bien pero prefirió creer que fue por lo triste de esa historia y la impresión de ver al Taiyoukai tan diferente en esa época, ella sabia que a pesar de lo que vio estaba segura de que el en ese tiempo era el mismo Taiyoukai frio que conocía.
    -´´o solo con ella era distinto…´´- pensaba, mientras esa verdad dejaba un amargo sabor en su boca, se reprocho por eso, pues aquella joven había sufrido mucho, solo quería estar al lado del Taiyoukai y la vida no le dio mucho tiempo ara seguir con su deseo.
    -¿para que me muestran todo esto…??- preguntaba al viento, pues ella a pesar de ser solo una espectadora muchos de aquellos recuerdos le afectaron uno mas que otros, el hecho de no poder haber revertido nada de no lograr salvar a alguien la hacían sentir peor, ¿para que estaba ella en ese lugar? ¿Para que esas almas dejaron que se conectara mentalmente con el Taiyoukai? Algo querían decirle, eso es seguro pero no encontraba lógica a nada de lo que vio, la mayoría eran recuerdos muy personales de el que ella hubiese deseado jamás ver ¿entonces porqué se quedo ahí?, por tonta, porque el Inu se lo había advertido le dijo que se fuera, no tenia nada que hacer ahí.- ¿Como se supone que salga de aquí?- dijo nerviosa, la soledad la estaba empezando afectar, miro a su alrededor aun viendo los cuerpos inertes de la joven y el par de sirvientes, ya había pasado un buen rato y esa imagen no se había distorsionado, no venia otro recuerdo, lo cual en cierta forma agradeció pues ella no quería ver nada mas. Dio media vuelta y salió corriendo de ese lugar, quería salir no quería seguir ahí, no debía seguir en ese sitio, quería volver y alejarse de todo, terminar de ayudar al Taiyoukai y marcharse, ¿a donde? Aun no lo tenia claro, probablemente siguiera viajando o tal vez desistiera de la idea y regresara a la aldea, eso no importaba por ahora solo quería salir de allí, quería irse, corría pero solo veía arboles no se sentía ninguna presencia, siguió corriendo raspándose con algunas ramas debido a la poca visibilidad vio la tenue luz de la luna al final de su recorrido, por fin se había alejado lo suficiente pero no había logrado lo que quería salir de esos recuerdos. Llego al final de su recorrido, estaba nerviosa, no sabía porque, sentía tristeza tampoco lo entendía, sintió un dolor en sus brazos notando los raspones en estos, no eran grave pero si dolía.
    -¿porque corres?- Kagome se sobresalto al escuchar la fría voz, creyó que tal vez el Taiyoukai si había conseguido salir de ahí y la había dejado sola, no, el se encontraba tranquilo mirando el cielo nocturno. El Inugami olio la desesperación de la miko, la tristeza de lejos, sabia que se había quedado en ese lugar viendo todo, ese no era su problema el, se lo advirtió, lo único que le molestaba era que esa humana estuviera observando esos recuerdos que el había enterrado hace muchos siglos, memorias que estaba seguro su padre se encargo de mostrarle, para que no olvidara todo el pasado, para que no la olvidara a ella, esa castaña de quien ridículamente se había encariñado, tonto a su parecer, pero todo fue culpa de su padre, si nunca la fuera llevado a vivir con ellos, si nunca la hubiera dejado bajo su protección eso no fuera pasado, ni ese ridículo recuerdo existiera. La respuesta de la miko llego tarde, pero lo logro sacar de sus pensamientos.
    -no lo se…- decía mientras cerraba sus ojos intentando calmarse, tratando de controlar su agitada respiración, buscando fuerzas para mirar al demonio, ella sabia que el no le estaba prestando la mas mínima atención pero después de lo que vio, solo sentía vergüenza mirarlo. –Solo quiero salir de aquí….- dijo, el resplandor comenzó a salir de sus manos, ella no se había percatado aun pero el Inu si sintió la energía espiritual aumentando.
    -¿porqué no lo hiciste antes?-cuestionó el peli plata enarcando una ceja, molesto ella era la salida y no lo sabia, la miko abrió los ojos sorprendida al escuchar esa pregunta pues no la entendía, miro la dirección donde el tenia su vista clavada, su mano estaba brillando, iba a decir algo pero la luz se extendió, cegándola por completo.
    …………………………******************…………………………………………

    Habían pasado varias horas, levantaban aproximadamente dos en el lomo de la Mononoke, gracias a que el aroma de Kagome seguía intacto pudieron rastrearla y casi llegar hasta donde estaba. La isla se veía a lo lejos estaban cada vez mas cerca, el hanyou se encontraba montado sobre Kirara al igual que sus dos compañeros, era la única forma de cruzar el mar y poder llegar a su destino.
    -estamos cerca de una barrera, la puedo ver…- decía el hanyou concentrado mirando, pensando en que era lo mas seguro en esos momentos. El monje asintió pues el también la estaba viendo.
    -Kirara baja la velocidad un poco…-pidió Sango, la Mononoke solo gruño en aprobación, reduciendo su velocidad.
    -no parece que sea una barrera tan fuerte…-decía el monje observándola detenidamente.- es probable que no este funcionando.-
    -aun así… hay que tener cuidado.- advirtió el hanyou serio, esperando llegar pronto al destino.
    La enorme gata de dos colas lentamente se introdujo en la barrera, esta tampoco causo efecto alguno sobre ellos.
    -la atravesamos sin ningún problema- decía el monje mas tranquilo.-en realidad no estaba funcionando como lo creíamos.-
    -Rápido Kirara no hay que perder mucho tiempo, Kagome puede estar en peligro…- dijo el hanyou, la gata solo soltó un gruñido y descendió hasta las tierras.
    Al tocar tierra el Hanyou se bajo rápidamente del lomo de la Mononoke para salir corriendo hacia el b bosque siguiendo el rastro de Kagome.
    -bien… parece que ahora tenemos que seguirlo - decía el monje mientras una enorme gota corría su cuello, Kirara siguió el rastro del peli plata.
    ***************************
    Una energía maligna se acercaba a el rápidamente, lo estaban siguiendo, debía darse prisa pues no quería perder su tiempo peleando, debía llegar a donde estaba Kagome lo mas rápido posible, pensó en Miroku y en Sango, ellos estarían en peligro si los dejaba atrás pues el youkai los atacaría a ellos.
    -Maldición…-gruño, deteniéndose, prometió que no dejaría que ellos se involucraran en una pelea. El enemigo no tardo en llegar, dándole una patada, haciéndolo chocar con un roble, en menos de un segundo Inuyasha ya tenia una filosa hoja sobre su cuello.
    -¿quien eres y que estas haciendo en las tierras de mi señor…?-cuestionó mientras ejercía mas presión en su filosa Katana, el sabia que todos debían estar atento pues con la aparición de Sesshoumaru la protección de la isla se había debilitado hasta casi desaparecer pero mientras el nuevo señor de las tierras no pudieran defenderla de todos los enemigos que quisieran invadir, ellos debían hacerlo, Inu Taisho así lo pidió.
    -Grrr- gruño el hanyou, abriendo sus ojos para mirar a su atacante- que te hace creer que te lo diré…- dijo desafiante mirándolo a los ojos con una sonrisa. Para su sorpresa el joven lo soltó dejando que el hanyou cayera al suelo.-QUE DIAB…-
    -eres el hijo del Inu Taisho-sama! Inuyasha, el hanyou…-dijo un tanto asombrado el joven de cabellera azul claro, ojos violetas y algunas marcas youkai que indicaba que era un Inu. Al peli plata aquella afirmación le molesto.
    -veo que ya me conoces…-dice para posar su mano en Tessaiga preparándose para cualquier ataque.
    -no voy a pelear con usted…-dijo refiriéndose a el con formalidad que creía debía tratar al hijo de su difunto amo.-soy Ryouku, un fiel servidor de su padre y su mano derecha…- respondió haciendo una ligera reverencia, el era uno de los pocos que se quedaron en esas tierras después que todos se enteraron que una humana llevaba en el vientre un hijo de su señor, una abominación para la mayoría que decidieron marcharse.
    -Tsk… no es necesario que expliques, lo imagine….- decía el hanyou haciendo un desprecio no estaba acostumbrado a tanta formalidad y menos si venia de un youkai puro.-estoy buscando a Kagome…- soltó al fin recordando a lo que iba.
    -¿a quien?- el joven youkai no conocía a nadie con ese nombre.
    -Inuyasha!- Sango y Miroku alcanzaron al hanyou notando que estaba acompañado de un youkai desconocido, rápidamente Sango puso su mano en su Hiraikotsu dispuesta a atacar.
    -no es necesario, no es un enemigo.-le informo el hanyou al recién llegado.
    -¿sabes algo de Kagome?- le pregunta la taijiya ignorando la mirada del youkai sobre ella, no soltando su boomerang, ella no confiaba en ese sujeto.
    -la humana…- dijo Ryouku sin ninguna expresión, al hanyou no le gusto como llamo a la miko pero se relajo.-ella esta al norte de las tierras.- decía algo obvio pues el hanyou ya la había detectado en esa dirección.
    -¿que hace en ese lugar?- pregunto el monje, perdiendo cualquier desconfianza con aquel youkai que sabia solo protegía esas tierras.
    -la bruja Makoto pidió que ella estuviera en ese lugar con ellos, están tratando de salvar el Joven Sesshoumaru, Tootosai y Myouga-sama también se encuentran ahí por petición de Makoto….- el no sabia mucho de los planes de la bruja pero fue ella quien quiso que todos los acompañaran en vez de encargarse ella misma de la situación. Inuyasha bufo al escuchar como se dirigían a Sesshoumaru.
    -debo llegar pronto puede estar corriendo peligro…- dijo el hanyou.
    -déjeme acompañarlo- se ofreció gentilmente el youkai.
    -Feh! Como quieras..!-dijo para partir hacia el norte a buscar a Kagome, siendo seguido por el youkai y por Sango y Miroku quienes montaban a Kirara.
    ***************************

    Abrió poco a poco sus ojos, aun estaba algo cegada por aquel resplandor, parpadeo varia veces hasta que logro ver los arboles a su alrededor, miro el cielo y ya era de noche, miro al Taiyoukai que tenia al frente, que aun seguía inconsciente sus manos seguían en aquel gran agujero ubicado en su pecho que parecía haberse cerrado bastante, también se había reducido la gran mancha negra alrededor de la herida, ahora se podía apreciar el pálido y fornido pecho del Peli plata, faltaba poco para poder revertir la maldición, luego cayo en cuenta, ya estaba en la superficie, habían logrado salir de aquel lugar de recuerdos, miro con alegría su alrededor, el oscuro lago y las almas saliendo, entrando y danzando sobre este. No sabía como habían logrado subir a la superficie después de estar en el oscuro fondo.
    -usaste mucha energía espiritual sacerdotisa…- le dijo, respondiendo aquella incógnita de la miko.-encontraste la forma de salir de aquel mundo niña y trajiste a Sesshoumaru contigo.- ahora si Kagome no entendía bien.
    -¿como que aquel mundo? De que esta hablando?…- cuestiono la azabache.
    -el mundo de los muertos miko, no te perdiste en los recuerdos y lograste salir…-
    -quiere decir que ¿yo estaba muerta?-
    -no pero el casi estaba muerto, te conectaste a través de tus poderes con el, trayéndolo contigo de regreso.- aclara la bruja.- debo reconocer que no me equivoque al decir que tenias un gran poder espiritual, inigualable, al menos no al de ninguna miko de esta época- decía la bruja con una pequeña sonrisa. Kagome desvió su irada de la bruja al Inuyoukai, mirando la expresión serena que tenia, el seguía dormido.
    -pero el aun no reacciona.- insistió la azabache quien no había visto un cambio en el.
    -solo esta inconsciente, aprovecha eso para terminar de deshacer el conjuro niña, concéntrate y vuelve a usar tu poder como hace unos momentos.
    -en realidad no recuerdo como lo hice…-decía un poco avergonzada, la miko solo alzo la ceja confundida.- pero lo intentare.- concluyo para concentrarse y hacer que el resplandor que estaba saliendo de sus manos se intensificara un poco mas…
    *****************************
    Llegar a la parte norte fue fácil a pesar de lo extensas que eran esas tierras, gracias a su naturaleza youkai no fue problema alguno llegar en minutos allá. Detuvieron su carrera al ver una enorme Kekkai protegiendo el lago donde se encontraba Kagome.
    -esto es…- balbuceaba el a hanyou, sin poder creer aun que aquella azabache fuera la causante de esa gran protección.
    -este campo de energía, lo hizo la señorita Kagome.-dijo el monje tranquilo pero detallando tranquilamente la gran barrera frente a ellos.
    -así que es una miko…-dijo el youkai peli azul acercándose viendo tal protección.-entonces será imposible entrar a buscarla hasta que ella no quite la Kekkai.-decía mientras lentamente se acercaba a la barrera y posaba un dedo en esta, notando como inmediatamente era repelido por el campo de energía.
    -Maldición…- gruño el hanyou desesperado, un ruido lo distrajo.-¿que es eso?- pregunto a Ryouku que estaba a su lado.
    -parece alguien dormido…- decía la taijiya al escuchar los claros ronquidos de alguien. El Inu movió varios arbustos, encontrando fuera de la barrera a dos de sus compañeros y a aquellos ancianos fieles amigos de su señor.
    -son Totousai y Myouga.- dijo el monje sorprendido, el youkai solo los observo sin decir ni hacer nada. El monje se acerco a donde estaban y con la punta de su báculo comenzó a moverlos para ver si lograban despertar pero no funcionaba parecían estar profundamente dormidos.
    -este olor…- dijo el youkai oliendo un poco el aire, el lo conocía era una especie de somnífero para demonios como ellos.
    -Keh! Ancianos holgazanes…-dijo el hanyou exasperado al ver que los intentos de despertarlos de Miroku eran en vano.-yo me encargo de despertarlos…-dijo acercándose y dándole un coscorrón a Tootosai provocando un inmenso chichón pero logro que aquel anciano reaccionara…
    -eh? ¿Que sucede..?-el anciano había perdido completamente noción del tiempo y en donde estaba.
    -te quedaste dormido anciano..!- reprocho el hanyou molesto al ver la cara de desorientado típica del herrero.
    -¿enserio?- cuestiono, rascando su cabeza.- ah… si ya lo recuerdo…-
    -a ellos los durmieron-decía el youkai notando como el aire olía levemente a aquel potente somnífero.
    -uummm…?- volteo a ver al recién llegado, reconociéndolo de inmediato.- Ryouku, es bueno volver a verte…-decía el herrero, el hanyou bufo pues el anciano seguro ya había olvidado el tema que estaban hablando.
    -lo mismo digo Toutousai-sama-respondió con una ligera reverencia.
    -¿porque tanto escandalo?- pregunto la pulga saltando al hombro del herrero.- van hacer que me sangren los oídos.-decía el pequeño youkai, masajeando su cabeza.
    -Keh! era la única forma de despertarte pulga holgazana…- dio el peli plata haciendo un desprecio.
    -al parecer el efecto de es planta esta dejando de hacer efecto…- dio el peli azul, yendo en dirección donde estaban los otros dos youkais compañeros de el, viendo como estos comenzaban a removerse, despertando poco a poco.
    -¿que fue lo que sucedió?- pregunto la youkai azabache poniéndose de pie.
    -Makoto los durmió a todos…- respondió el youkai.
    -¿porqué lo habrá hecho cuestiono?- el otro azabache, sacudiendo sus vestimentas.
    -no lo sabremos hasta que la miko quite esta barrera…-dio Ryouku, señalando la casi imperceptible Kekkai. Inuyasha gruño, debía hacer algo rápido, Kagome podía estar en peligro todo era muy sospechoso.
    -KAGOME!!!- grito el hanyou golpeando con Tessaiga, el campo de energía, siendo tontamente repelido con fuerzas por el campo, ni siquiera su Akai Yaiba ( Tessaiga que rompe campos de energía) era capaz de hacer algo contra aquella barrera.
    -pero si es…- dio la youkai mayor viendo al joven que inútilmente golpeaba la barrera con su colmillo, ella conocía esa espada no habían dos iguales y si el la tenia, era obvio que se trataba del otro hijo de su señor.-el hijo de Inu Taisho-sama!- dijo asombrada, viendo el gran parecido que tenia a su difunto padre.
    -si es Inuyasha…-le confirmo, Ryouku, mirando como el mencionado era repelido innumerables veces por la Kekkai de la sacerdotisa.
    -KAGOME QUITA ESTO!!- grito desesperado el hanyou, que claramente veía la espalda de la bruja, sabiendo que Kagome estaba ahí, su olor lo indicaba.
    -es inútil amo Inuyasha…- dijo Myouga desde lejos, no era un suicida para estar tan cerca de el hanyou en ese estado.-ella no la escuchara hasta que la barrera desaparezca- aclaro la pulga.
    -¿esa es Kagome?- la bruja se había rodado lo suficiente, dejando a la vista de todos a el par que estaba en el lago. Sango quien no podía reconocer bien a su amiga debido a la distancia. Atrajo inmediatamente la atención de todos, sobre todo el hanyou.
    -y ese es…- terminó de decir el monje no creyendo bien l que veía, el hanyou como el resto dirigieron su mirada a aquellos que no habían visto, gracias a que la bruja estaba al frente de ellos impidiendo ver quienes se encontraban.
    -SESSHOUMARU!!!- ahora si estaba alterado por completo no podía creer lo que veía, los únicos impresionados eran el hanyou, Miroku y Sango, el resto sabia perfectamente lo que hacia la oven ahí. Inuyasha comenzó nuevamente a atacar el campo de energía, como si esta vez fuera a romperse.
    -es inútil joven Inuyasha no lograra hacer nada…-decía la youkai mayor, tomando por sorpresa al hanyou por la forma tan formal que lo llamo aquella desconocida.
    -esa tonta que hace ahí, Sesshoumaru la puede matar en cualquier momento…- dice el peli plata apretando los puños, haciendo caso a la youkai, guardando su espada, tenia razón el no conseguiría nada pero esa escena le molestaba demasiado.
    -al parecer también esta ayudando a curar a Sesshoumaru- intervino Totousai.
    -es cierto, esta usando sus poderes espirituales. Dijo la taijiya acercándose mas, al igual que todos observando el pequeño resplandor rosa que Salía de sus manos. Inuyasha solo se quedo mirando y esperando al igual que el resto que esto terminara pronto.
    *************************
    La azabache cerro sus ojos, buscando mas concentración, que al parecer no conseguiría viendo al youkai que tenia al frente que aun estaba inconsciente pero su respiración se había vuelto lenta de nuevo, eso quería decir que ya no estaba grave y que no faltaba mucho para terminar de deshacer el conjuro. Logro concentrarse completamente, controlando al cien su poder, expulsando una cantidad mayor de poder a el orificio en el pecho del peli plata no la suficiente para purificarlo pero sabia que si estuviera despierto esto le fuera quemado a tal punto de que seguro acabaría con su vida.
    -¡!!!!!- Kagome se sobresalto al sentir como era sujetada fuertemente de su muñeca, tratando de alearla, abrió rápidamente los ojos, no veía muy bien debía a que el resplandor no se lo permitía pero escucho un gran gruñido que resonó por todo el bosque, la presión en su muñeca aumento, haciéndola gemir de dolor, entonces fue que vio aquellos ojos rojos, Sesshoumaru había reaccionado y ahora estaba gruñendo por el dolor que provocaba esa gran cantidad de energía pura, el se estaba transformando y la estaba atacando.-Suéltame!- grito deshaciéndose del agarre, no podía continuar con su labor de quitar el conjuro, no con el Taiyoukai en ese estado, tenia miedo, los ojos de Sesshoumaru la estaban aterrando tanto como cuando Inuyasha se transformaba, debía alearse rápido de el, antes de que muriera.
    ****************
    Al otro lado de la barrera todos escucharon claramente aquel gruido seguido por el grito de la miko, estaban preocupados observando todo, desde el otro lado.
    -KAGOME!!!- nervioso el hanyou, la miko podía morir delante sus ojos en ese preciso momento y el no podía hacer nada.-CORRE! ALEATE DE EL!- gritaban en vano el ambarino, mientras todo temían por la vida de la joven.- Maldito Sesshoumaru…-dijo cayendo de rodillas, apretando hasta sangrar sus manos, mirando como la miko trataba de salir del agua, de salvar su vida.
    *******************
    -tienes que continuar revirtiendo la maldición, falta poco para deshacerla si no sigues el morirá…-decia la bruja a la orilla del lago mirando como la miko intentaba huir aunque esa palabras captaron su atención, haciendo que se descuidara por un momento.
    -¿que esta diciendo? No puedo seguir, Sesshoumaru me asesinara si me acerco!-dio molesta la miko ¿que quería la bruja que ella muriese? Después del ataque creo que dudaba si quería salvarlo, ahora lo único que quería salvar era a sí misma. En su descuido, el Taiyoukai la alcanzo, sujetándola del brazo, apretándolo hasta hacerla gritar, la jalo, quedando la azabache al frente de el, sin piedad enterró sus garras en sus hombros, haciendo que gritara nuevamente de dolor.
    -escucha Kagome, debes continuar, Sesshoumaru esta fuera de control en estos momentos, el que esta atacando es su youkai interno que se sintió amenazado por tu poder, el no es consciente de lo que hace, debes terminar de revertir el conjuro pronto!- pidió la bruja, viendo como la azabache estaba tratando de soportar el dolor, abrió un poco sus ojos mirando a la bruja, escuchando atentamente lo que había dicho y respondiendo con un pequeño asentimiento.
    Fijo su vista nuevamente en aquellos ojos rojos que la miraban lascivamente, poco a poco levanto fue levantando sus brazos para dirigirlo al lugar donde provenía el conjuro, en su pecho, debía terminar pronto, antes que muriera. El siguiente acto del peli plata la sorprendió, el la había jalado de sus hombros hacia si, haciendo que chocara con su pecho, el siguiente acto la atemorizo, el Inugami tenia su rostro peligrosamente cerca de la zona entre su cuello y hombro, ella se asusto el la iba a matar.
    -Sesshoumaru…- alcanzo a decir en un débil susurro el dolor de las garras enterradas en ella y el temor al mirar como el peli plata dejaba al la vista sus colmillos acercándose a su cuello, moriría, debía darse prisa si quería sobrevivir. Se concentro lo mejor que pudo expulsando nuevamente una gran cantidad de energía pura en el orificio de su pecho, el resplandor fue tan grande que cegó a todos los espectadores sin saber lo que ocurría allí dentro. Sintió cono los colmillos del Inugami rozaban su cuello y lentamente ejercían mas presión en estos, haciendo que comenzara a rasgar la blanca piel del cuello de Kagome
    *****************
    -no lo puedo creer…- decía Totousai al igual que resto estaba sorprendido, el susto de que la chica muriera se había esfumado al ver lo que el Taiyoukai haría…
    -NO KAGOME!!!- grito el hanyou, no podía creer lo que el desgraciado de su hermano haría el la…iba a marcar…
    Continuara…
    No me asesinen… Hahahaha se los deje hasta esa parte para que no esperaran mas, pronto subiré el próximo capitulo, esta vez si voy a tratar de subirlo pronto, ya que con este me descuide un poco y los días no estuvieron a mi favor… Hahaha agradezco muchos sus comentarios, espero que sigamos así ya que sus a través de ellos me dan animo para continuar…gracias especialmente a: no Taisho Kagome, Maria PingPong, Dany, Geosi Gracias por dejar sus rcomentarios! Nos leeremos pronto… ah y tranquilas después de este capitulo ya abra mas acción con la pareja…
    Sayonara!
     
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    Rosette Tsukiyomi

    Rosette Tsukiyomi Entusiasta

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    buaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!
    no me la creo, no me la creoooo!!!! si no actualizas pronto
    juro que ire a tu casa te secuestrare y hare que escribas toda
    una semana un capitulo de 9,876,483,648 palabras, me quede bien....
    cnunhdeucbdcndjcbducndjcbexjndi con tu conti es larga y
    simplemente me encanto, los recuerdos fueron muy tristes
    la mayoria pero muy buenos *¬*, ese Inuyasha no tiene remedio
    siempre tan salvaje!!!! pero aun asi es sexy xD! jajajaj bueno volviendo al fic...
    ya te lo adverti ehhhhhh ya sabes que ocurrira si no actualizas pronto
    me quede super intrigadisima quiero saber ¿por que la marco? y que haran Kagome
    e Inuyasha y tambien todos los demas tu fic va excelentemente bien y muero
    de la intriga, tu ortografia es super bien y tu narracion la amo gracias
    por avisarme nos leemos luego n.n
    SAYONARA :D
     
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  3.  
    No Taisho Kagome

    No Taisho Kagome Iniciado

    Leo
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    No! si no morí antes ahora si caigo al suelo de un paro cardíaco! ¡¿que es que acaso quieres matarme?!, no dejaba de moverme en mi silla de la emoción, wow me has dejado sin palabras te lo juro...te advierto; si no subes pronto la continuación me convertiré en asesina por la locura ok no ._. bueno en todo caso no se si lo que digo es broma o no. xD

    Ya sabes que no es nada, a mi me encanta dejarte un pequeño comentario dejando mi marca n.n este cap te a quedado increible enserio la espera valió la pena amiga.
    Estaré ansiosa por ver tu post en mi perfil de nuevo diciendo que ya actualizaste.
    Mucha suerte n.n!
     
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  4.  
    AngieArantxa

    AngieArantxa Iniciado

    Cáncer
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    18
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Una nueva aventura y un nuevo amor [sessho&kago]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    12
     
    Palabras:
    14937
    Antes que nada mil y una disculpa! Lo siento de verdad por hacerlos esperar tanto…algunas lectoras ya lo saben, pues se tomaron la molestia de escribirme, cosa que aprecio… tuve un mes fatal… estuve viajando y no me lleve la laptop, fueron las inscripciones de la Universidad, tuve que mudarme, buscar residencia, muchas cosas que me entretuvieron y ahora ya estoy en clase y como sabrán medicina no es una carrera que te deja tiempo libre… tenía pensado publicar hace más o menos semana y media pero me di cuenta de que el pendrive donde tenía la historia se me había quedado en la casa, se me olvido meterlo en la mudanza y me lo trajeron hace un par de días y aproveche para actualizar! Espero que les guste este capitulo.
    ACLARACIONES: los pensamientos en comillas (´´´´)
    Las conversaciones entre guion ( - )
    Cambio de escena: puntos y asteriscos (......****.....)
    DECLAIMER: pues como saben ni Inuyasha ni ninguno de los personajes me pertenecen de ser así ya fuera unido a esta pareja en la serie hace tiempo.... son creaciones de Rumiko Takahashi. si hiciera milagros haría a Sesshoumaru de carne y hueso y lo clonaría para todas.... [​IMG] disfruten!




    UNA NUEVA AVENTURA Y UN NUEVO AMOR
    CAPITULO XI: SANGRE.
    -no lo puedo creer…- decía Tootousai al igual que resto estaba sorprendido, el susto de que la chica muriera se había esfumado al ver lo que el Taiyoukai haría…
    -NO KAGOME!!!- grito el hanyou, no podía creer lo que el desgraciado de su hermano haría el la…iba a marcar…
    **************
    Un fuerte gruñido de dolor se escuchó de nuevo por todo el bosque, el gran resplandor fue disminuyendo su intensidad poco a poco, dejando a la vista a quienes habían dejado ser visible gracias a este. La escena que estaba frente a sus ojos era diferente a la que habían visto hace poco. La Joven miko se veía realmente cansada. Los espectadores seguían viendo a la pareja del lago, viendo que sucedería, Inuyasha apretó fuertemente sus puños reabriendo las heridas que hace poco se había hecho el mismo con sus garras. Dio un fuerte golpe a la barrera, soportando el dolor que esta le causaba al repelerlo, estaba furioso, el olor de la sangre de Kagome estaba por todo el aire, al igual que aroma de su hermano, solo que este se sentía menos, porque era probable que ya no estuviera herido pero… él se encargaría de hacerlo cuando desapareciera la protección, por lo que le había hecho a Kagome, a su Kagome…
    ******************************
    Abrió sus ojos lentamente, el resplandor le había obligado a que los cerrase, aquel gruñido la había alertado, lo primero que observo es que el InuYoukai había quedado inconsciente de nuevo por la descarga de poder espiritual que le había enviado, miro en dirección a sus manos, notando como estas seguían fuertemente presionando el pecho del peliPlata que ahora se veía con algunos leves rasguños como si se fuera quemado, retiro rápido sus manos de él, encontrando que su plan había funcionado, gracias a la gran cantidad de poder espiritual que uso en solo segundos había terminado de deshacer la maldición, busco ponerse de pie, debía salir del lago, no quería estar ahí cuando el Taiyoukai despertase, no sabía que podía ocurrir probablemente la atacaría. El simple acto de levantarse le costaba mucho, sentía como su cuerpo estaba entumecido, la fría brisa seguía golpeándola sin piedad sobre la parte expuesta de su yukata mojada por la gélida agua, hace segundos no había sentido nada de esto. ¿Porque? Se imaginó que fue por la adrenalina que corrió por su cuerpo al verse a punto de morir. Lo intento de nuevo, lentamente estiro sus piernas hasta lograr colocarse de pie, cuando iba a dar su primer paso para salir del agua, se sorprendió al ver al Inugami consciente pero esta vez era diferente esta vez era el…
    -Sesshoumaru…-pronunció asombrada y un poco asustada por lo que fuese hacer. aquellas orbes doradas miraban intensamente a aquella miko que intentaba ponerse de pie, miro los hombros de está viendo como la yukata blanca estaba manchada por tonos carmesí por esas partes, él lo sabía había sido el quien las causo, sus garras ligeramente manchadas así lo confirmaban pero no pediría disculpas, jamás le pidió a la miko que le ayudase, estaba seguro que había sido idea de aquella bruja, fijo su irada en la anciana molesto, ella estaba en la orilla observando todo tranquilamente, fue a reclamarle pero sintió un extraño sabor metálico en su boca, sin duda alguna era sangre, pero no era de él, un gemido de dolor de la humana lo saco de sus pensamientos.
    Kagome había sentido una fuerte punzada en sus heridas, se llevó la mano en donde estaba la última hecha por el Inu a su cuello, el Peliplata al mirar este acto de la mujer temió lo peor. ¿Qué demonios había hecho?, no eso no podía ser verdad, en un abrir y cerrar de ojos se paró, sin darle tiempo a la humana de alarmarse por aquel acto. El Inugami jalo bruscamente la mano que tenía la miko en su cuello, descubriendo aquella herido por completo, ella estaba sangrando, no era tanto pero si lo estaba haciendo y lo que era peor él era el causante de esa herida en el cuello, debía corroborar algo rápido.
    -Suéltame…- exigió la miko con molesta tratando torpemente de zafarse del agarre de él. Como respuesta solo obtuvo que el la jalara más hacia donde estaba, quedando frente a su cuerpo pero sin que esto llegara afectar al Inugami. Retiro el cabello que ocultaba eso que quería ver, eso que no podía ser cierto. Observo como habían algunos rasguños en el cuellos de ella, estaba seguro que habían sido provocados por sus colmillos no había otra forma de explicar el sabor a sangre en su boca. El la iba a marcar pero al parecer eso no ocurrió, sus colmillos nunca perforaron por completo su piel, si así fuera sido su herida no estuviera, tan solo su marca, aun así la humana olía casi como el, se imaginó que fue porque ella estuvo mucho tiempo cerca. Sin más que confirmar, soltó a la mujer sin ninguna delicadeza, dejándola de nuevo sentada dentro del agua, dejando más confundida a la miko.-¿Qué es lo que buscaba?´´-pensó, confundida sin saber exactamente lo que se pretendía el –estúpido youkai.-soltó en voz alta la azabache ya molesta ante el comportamiento extraño de este. Sesshoumaru la miro de reojo, sin responderle, sabía que la miko solo tentaba su suerte.
    -¿es que acaso no es suficiente con las heridas que tienes?- pregunto sínicamente el Peliplata. Dejando a Kagome más molesta aun. La joven se puso de pie, en un segundo, era asombroso lo que la ira podía hacer….
    -oh disculpa estas heridas me las gane por ayudarte.- dijo con cierto tono, la miko acercándose a la orilla del lago.
    -yo no te lo pedí humana…- respondió el Taiyoukai, era cierto él no se lo pidió por lo que no podía agradecerle nada a ella. Kagome sabía que tenía razón, pero no podía ser tan desconsiderado bueno si, era de este Sesshoumaru de quien hablaban.
    -ERES UN…-
    -veo que está mejor joven Sesshoumaru.-intervino la bruja ante que aquella humana se arrepintiera de lo que fuera a decir, ya estaba suficientemente herida como para retar al Inu.
    -Hn… me habías dicho que tu quitarías el conjuro…-dijo mostrando la molestia en sus palabras.
    -te dije que sabía cómo, mas no que yo la haría joven lord.-Sesshoumaru entrecerró sus ojos ante aquella declaración.- si te lo decía, no lo permitirías o ¿me equivoco?- dijo con cierta burla en sus palabras. El Inugami ignoro la pregunta de la bruja y salió del lago, viendo como de este entraban y salían almas, sin darle mucha importancia siguió con su andar, parando en seco al sentir el nauseabundo olor de su medio hermano muy cerca.
    -joven sacerdotisa ya puedes quitar la protección…-le recordó la bruja.
    -eh?- ella no recordaba haber puesto alguna barrera. Miro a su alrededor observando que era cierto y notando también a todos los que estaban afuera de esta, aparentemente gritando, aunque ella no escuchaba nada ahí adentro y afuera estaba…- Inuyasha…- dijo en un susurro captado fácilmente por los oídos del Inugami que frunció el ceño al oír ese nombre, nunca le había gustado escucharlo. La azabache termino de salir del lago, sintiendo como la fría brisa pegaba sin piedad sobre su cuerpo mojado, la baja temperatura del agua donde estuvo casi todo el día, las heridas de su cuerpo y el uso de tanta energía espiritual hizo su efecto en la miko, quien al intentar dar un paso cayo desmayada por el agotamiento, Makoto se percató a tiempo e intento llegar a ella antes que cayera bruscamente al suelo pero alguien fue más rápido. La estola de Sesshoumaru se encontraba rodeando suavemente el cuerpo de la humana. Él no la fuera ayudado si no fuera sido el, el causante de todas esas heridas y del completo agotamiento de la joven pero eso nunca lo admitiría abiertamente. Apenas la miko cayó inconsciente la Kekkai desapareció, dejando a la vista y muy cerca a todos lo que estaban esperando afuera.
    -SESSHOUMARU!!!- grito el hanyou, atacando con Tessaiga a su hermano. El Peliplata lo alcanzo a esquivar, atrayendo más su estola a su cuerpo y por ende la miko protegida con esta. No sabía que le pasaba al imbécil de su hermano que lo atacaba y sin importarle que aquella miko estuviera cerca.
    -Inuyasha…- pronunció con burla al esquivar fácilmente su ataque, si, él se había recuperado por completo.- deberías tener respeto a la memoria de tu padre, estas son sus tierras Hibrido…-dijo atacándolo con su látigo, observando como el Peliplata menor no era tan veloz para esquivar completamente todos sus ataques.
    -Desgraciado…. ¿Qué le hiciste a Kagome?!-grito esquivando el último ataque y acercándose para atacar con sus garras.- GARRAS DE ACERO!-cientos de cuchilladas salieron rápido de sus garras, Sesshoumaru frunció el ceño al ver como una ligera línea recién creada en su brazo comenzaba a salir un poco de líquido carmesí, el hanyou solo sonrió por ese logro. Su victoria no duro mucho pues la herida se cerró en ese mismo momento frente a sus ojos, solo esa miserable podía curarse tan rápido.
    - Hn…¿hablas de esta humana…?- pregunto con cierta burla era por ella tanto escándalo y que se supone que había hecho el? Nada… la bestia de su hermano al parecer lo estaba culpando de algo que no había hecho, si lo que buscaba era un motivo para luchar no era necesario encontrar uno, él lo haría sin problemas para ver si esta vez acababa con su patética existencia.
    -Tsk…- no le gusto como se refería a aquella miko que tanto quería y después de lo que había hecho.- si! Kagome! La humana que acabas de marcar miserable!- Sesshoumaru entrecerró sus ojos con cierta molestia, no le gustaba esa declaración, pues él no lo había hecho y jamás se rebajaría tampoco, ese era todo el escándalo del hanyou.
    -que imbécil eres Inuyasha…- dijo con burla, alargando en un rápido movimiento a Moko-Moko y depositando a la humana cerca de la bruja, donde rápidamente salieron sus conocidos a recogerla.-no soy un ser patético como tú para interesarme por una humana y marcarla… es repulsivo…- escupió amargamente, mientras daba media vuelta para marcharse, no tenía nada que hacer ahí, ya le había dicho al hanyou lo que quería escuchar, aunque no negaba que había sido entretenido ver a la bestia molesta por semejante tontería.
    -maldito…- dijo en un gruñido, dejando que el Taiyoukai se marchase, la declaración lo dejó tranquilo pero no todo lo que dijo el Inugami, no podía creer, él lo había visto, lo vio en el cuello de la miko tocándolo con sus colmillos… varias voces lo sacaron de ese trance,
    -Kagome!-
    -señorita Kagome!- el grupo se acercó a la joven inconsciente, parte de este a hablar con la bruja que recogía a la azabache del suelo.
    -solo está cansada…- dijo la bruja al notar como la exterminadora se acercaba con el monje a agarrar a su amiga de las manos de la youkai, estos pararon al escuchar ese comentario, igual se querían llevar a Kagome pero al parecer la bruja no lo dejaría.
    -Kagome!- el hanyou se acercó rápido arrebatando a la chica de los brazos de la youkai, esta solo frunció el ceño al verlo.-despierta…- le decía casi en un susurro mientras la pegaba más a su pecho, sí que la había extrañado y ahora la encontraba así, desmayada y herida.
    -tranquilo Inuyasha solo quedo muy agotada por usar tanta energía.- dijo el monje viendo como el hanyou probablemente no media su fuerza y seguía apretando al a joven hacia sí.
    -vámonos…-dijo el hanyou con la miko en brazos dispuesto a marcharse, tenía que hacerla despertar pronto, tenía que quitarle el repugnante olor de su hermano de encima.
    -joven Inuyasha deje que curemos a la miko.- ofreció la youkai azabache, acercándose a tomar a la muchacha. El hanyou retrocedió unos pasos al ver como la youkai se acercaba. Como un niño el cual no quiere que le arrebaten algo.
    -no, la curaremos en la aldea.- dijo el hanyou no quería permanecer más tiempo en esas tierras, si eran de su padre pero ahí mismo estaba Sesshoumaru y no estaría en ese lugar con el tan cerca.
    -piénsalo bien Inuyasha son muchas horas para llegar a la aldea de Kaede, Kagome está perdiendo mucha sangre, ¿acaso quieres que muera? Piensa en ella y deja tu orgullo de lado por un momento.-dijo Sango molesta al ver como el hanyou prácticamente prefería llevarse a Kagome así herida sin saber si sobreviviría tan largo viaje. El hanyou gruño por lo bajo ante la verdad de la taijiya.
    -Feh! De acuerdo pero después nos marcharemos…- dijo mientras la youkai azabache se acercaba a tomar a la joven. –no confió en ti…- le dijo a la bruja mientras con la mirada le advertía que estuviera alejada de la miko.
    -la llevare a una de las habitaciones a curarla mejor, acompáñame Hatsoriu –
    -hai! Hiyori-sama- ambos youkai se alejaron con la joven al castillo a curarla. El hanyou se iba tras ellos cuando una voz lo detuvo.
    -no es necesario que te marches de estas tierras, sabes que esto era de tu padre y ahora pertenece a ustedes ya que aún no se ha decidido quién será el próximo dueño de las tierras del oeste….-dijo el peli azul acercándose, Myouga y Tootousai quedaron un poco sorprendido al escuchar al youkai.
    -no me interesa… no quiero permanecer tanto tiempo en un lugar donde se encuentra Sesshoumaru….- respondió el hanyou un tanto impaciente.
    -entiendo…- dijo el peli azul era obvio que ambos hermanos se odiaban el reciente encuentro se lo había confirmado, sabría que si se volvían a ver tal vez esta vez no había fuerza que los detuviera de matarse. Debía pensar en insistirle al Taiyoukai que tomase las tierras, el hanyou prácticamente las había rechazado pero sabía que convencer a Sesshoumaru sería complicado, alguien debía tomar el lugar de su padre ahora que la barrera prácticamente se había debilitado, gracias a que ya Sesshoumaru e Inuyasha podían ingresar en estas tierras, tal y como lo había dicho su padre, el Taiyoukai tendría que cambiar para entrar en estos territorios ya después de eso el sería el encargado de proteger las tierras del oeste porque alguien debía crear una nueva protección para el castillo, eso era importante.
    -amo Inuyasha piénselo… quédese más tiempo su padre quería que alguno de ustedes se encargaran de proteger estas tierras en el futuro…-insistió la pulga Myouga, saltando a la nariz del hanyou absorbiendo sangre mientras hablaba, rápidamente fue aplastado por la mano del joven Peliplata.
    -olvídalo… si mi padre hubiera querido que yo me encargara de esto no fuera puesto esa barrera, no me interesan estas tierras…-dijo el hanyou haciendo un desprecio.
    -eras solo un bebe cuando murió como para dejarte a cargo de esto….- le recordó Tootousai, aquel recordatorio era cierto, esas palabras dejaron pensativo el hanyou que solo gruño.
    -voy a ver si curaron a Kagome…- dijo para desaparecer tras los árboles en dirección al gran castillo.
    ******************
    En los límites de las tierras se encontraba un Taiyoukai mirando como las débiles olas pegaban con las grandes rocas que rodeaban esa parte de la isla… ahí donde vio la última vez a su padre era como si fuese ayer que recordaba esa conversación, parecía que no fuera pasado un siglo desde entonces, recordaba todo perfectamente aun la recordaba a ella… maldijo porque eso eran recuerdos que él tenía muy enterrados, unos que estaba seguro el espíritu de su padre en ese lago de almas le hizo ver,¿ porque? Tal vez no quería que olvidara que alguna vez fue débil, sí, eso debía ser… un recuerdo que no quería volver a ver y algo que la miko tampoco debió de ver… esa miko…
    -escandalosa mujer….- dijo, mirando el mar, recordando a aquella humana que había viso muy seguido últimamente. Desde el incidente en el bosque, se habían encontrado varias veces…. Aun cuando decidía dejarla y marcharse lejos, terminaba de nuevo relacionado con esa mujer, lo peor de todo era que terminaban en la misma condiciones, el herido y aquella humana intentando ayudarlo.-Humanos...- era despreciable los sentimientos humanos esos que la obligaban a ella a querer ayudarlo aun sabiendo que no recibiría nada a cambio, sabiendo perfectamente que él podía acabar con su vida en cualquier momento…- mujer estúpida….- si eso debía ser para arriesgarse tanto, está ya era la tercera vez que terminaba ayudado por la miko muy a su pesar, pues el jamás hubiese querido que eso sucediera pero al parecer el maldito destino se empeñaba en ponerla en el mismo lugar que él. Este último encuentro había sido diferente, ella estuvo a punto de morir, él estuvo tan cerca de acabar con su vida, no conscientemente pero aquella mujer parecía suicida por acercársele en ese estado pero lejos de matarla, él estuvo a punto de cometer el peor error de su vida o el peor para él, marcar a una humana, un acto en el cual no quería ni pensar, acto que lo dejaría ante todos como el ser más patético al igual que su padre y el no sería igual a el…¿porque su bestia interna intento marcarla? Debía ser la gran cantidad de poder que poseía esa mujer, poder que hizo sentir gravemente amenazado a su youkai interno mientras él se encontraba sumiso en aquéllos recuerdos, fue su bestia interna la que reacciono y busco marcarla para evitar cualquier ataque de parte de la miko, cualquier intento de purificación…-Hn…- quien creería que una humana pudiese poseer tanto poder como para hacer querer marcarla a su youkai interno, parecía absurdo, fuera de este mundo pero así era…gruño porque para él eso no era posible, una miko con semejante poder? Hacia muchos siglos que no escuchaba de una, era casi imposible que existiese otra… el Peliplata dio media vuelta para regresar, sabía que ahora que estaba consciente debía afrontar ciertas cosas que seguro le pedirían los viejos discípulos de su padre…
    *****************

    Escuchaba voces a su alrededor parecían desconocidas y a la vez no, su confundido y cansado cerebro no podía reconocer bien a los dueños, sentía como todo su cuerpo estaba adolorido, no recordaba muy bien lo que había pasado, poco a poco aquellos recuerdos de lo sucedido hace unas pocas horas se fueron filtrando a su mente, lo último que recordaba era a Inuyasha acercándose…-´´Inuyasha…´´- pensó, obviamente él estaba cerca pues se sentía cerca pero ella no estaba con sus amigos, ella estaba en algún lugar desconocido. Intento mover su brazos para levantarse pero parecía imposible, al parecer no tenía la suficiente fuerza para hacerlo, busco abrir sus ojos parecía costarle mucho siquiera intentar hacer este simple acto pero con un poco de esfuerzo fue abriendo lentamente los ojos. Su vista estaba algo borrosa logro identificar que se encontraba al lado de una ventana, la claridad que daba la luna y la brisa entraban a pesar de las telas que trataban de impedir que esto ocurriera. Cerró una vez más sus ojos para adaptarlos a la luz, ella estaba acostada en algo muy cómodo, no se parecía en nada a los futones de la época en los que había dormido antes.
    -veo que ya despertó miko-sama…-dice Hiyori acercándose a donde reposaba la miko, quien se había sorprendido al escucharla pero recordó que no estaba sola. La joven abrió su boca para responder pero de esta no salió sonido alguno, solo había resequedad, incapaz de hablar en ese momento contesto con un débil asentimiento tanto como su cuerpo lo pudo permitir.
    -aun estas muy débil niña… perdiste mucha sangre y usaste la mayor parte de tu poder espiritual, te estoy muy agradecida, el Joven Sesshoumaru se salvó gracias a ti.-dice la youkai azabache con una pequeña sonrisa de gratitud, la miko solo la observo.- debes descansar un poco más para que te recuperes por completo, ya pedí que trajeran comida para ti. Ahora duerme un poco…-dijo pasando una manos por sus cabellos. La azabache dudo al principio pero en el rostro ni en las palabras de la youkai había malicia alguna, observo a la esquina de la habitación y noto que también estaba aquel joven Youkai de cabellos oscuros, de nombre Hatsoriu sabía que Inuyasha estaba en los alrededores podía sentir su presencia acercándose rápidamente a la habitación. La paz no duro mucho, la puerta corrediza se abrió bruscamente dejando ver al desesperado hanyou.
    -Kagome!.- en un abrir y cerrar de ojos, el Peliplata se encontraba al lado de la miko, tomando delicadamente su rostro para que ella no hiciera esfuerzo alguno en voltearlo a ver.-¿te sientes mejor?- pregunto intentando calmar su ansiedad queriendo levantarla de ese futon, abrazarla y no volverse a alejar de ella, el silencio de la miko lo preocupo, luego vio como ella daba un ligero asentimiento a su pregunta.
    -¿no puedes hablar…? -la pregunta parecía obvia pero el hanyou quería confirmarlo, ¿acaso estaba tan débil para si quiera contestar?.
    -su cuerpo aún sigue cansado, perdió mucha sangre…. No debería presionarla tanto…-dijo secamente el youkai azabache sentado en la esquina del pequeño cuarto, el hanyou gruño por su comentario… había algo más que lo molestaba aparte de aquel sujeto que vigilaba el sueño de su Kagome, era el repugnante olor que seguía teniendo la miko a pesar de estar curada y con un hermosos kimono naranja muy diferente a las prendas de miko que llevaba, el insoportable olor de su hermano aún seguía en ella… como quería llevarla al lago más cercano para que la miko se bañase y quitara ese despreciable aroma que lo estaba enfermando y le hacía revivir el suceso que ocurrió hace algunas horas.
    La puerta corrediza de volvió abrir dejando pasar a la amable Hiyori, con una bandeja de frutas para la miko así como agua. Se acercó a donde estaba la humana acostada y dejo todo al lado de ella.
    -disculpe que le haya traído todo esto, no sabía que es lo que le gusta a los humanos, así que opte por traerle frutas…-dijo con una sonrisa acercándose a la joven y ayudándola a sentarse.
    -no se preocupe Hiyori-san, se ve delicioso…- contesto la miko, mientras sorprendía a todos incluso a ella misma, a pesar de que la habían ayudado a sentarse pese a lo débil que estaba, ya hablaba como si nada… Kagome ya no sentía mucho cansancio en su cuerpo, era algo que no podía explicar, así como tampoco sentía dolor en las heridas de sus hombros, solo un débil ardor en una herida y era la de su cuello.
    -Kagome estas mejor…-decía abrazándola delicadamente para que la miko no le doliera nada. Hiyori solo se quedó pensando en lo extraño de la situación, algo raro sucedía y el hanyou no lo noto, hace pocos minutos no podía si quiera hablar y ahora estaba sentada y hablando…- me asustaste tonta…-susurro a su oído ejerciendo más presión en su abrazo, la miko se conmovió un poco al escucharlo, si, tal vez no era la dulces palabras que se esperaba al estar tanto tiempo alejada de el pero no podía hacer nada era Inuyasha de quien hablaban y no diría nada más romántico que eso porque no estaban solos…- mañana regresaremos a la aldea, así que descansa…- dijo deshaciendo su abrazo, mirando ahora firmemente a la joven….
    -pero… aún tenemos mucho que hacer… hay que…-
    -después hablamos de eso…- interrumpió el hanyou, mirando a los presentes, sabía que sería difícil convencer a la miko pero ella no podía arriesgarse más, el maldito que la estaba buscando aún estaba vivo. Kagome lo miro, viendo en su mirada que probablemente no cambiaría su parecer pero no importaba ella sabía que tenían algo que hacer antes de regresar a la aldea como si todo estuviera en paz…
    -de acuerdo…-contesto Kagome, agarrando una fruta y comenzando a comer de verdad se sentía mejor, era extraño hace algunos segundos le costaba hasta abrir los ojos…
    -será mejor que la esperes afuera joven Inuyasha….-dijo Hiyori con respeto pues él también era hijo su señor, además quería quedarse sola con la miko, había algo que quería confirmar.- Hatsoriu déjanos solas…-dijo, el joven asintió y salió de la habitación.
    -te llamas Kagome cierto miko-sama?- pregunto la youkai para dirigirse de forma menos formal a la joven.
    -sí, ese es mi nombre…-dio la muchacha dedicándole una ligera sonrisa, pensando en todavía en su ´´milagrosa´´ mejora.- ¿usted también lo noto cierto…?- pregunto la miko sin rodeos, la youkai se asombró al oírla pues no creía que la humana se había dado cuenta. Asintió como respuesta.
    -hace algunos minutos yo ni siquiera me podía mover y míreme ahora…¿qué es lo que sucedió?- pregunta la joven aun sin saber el porqué.
    -tengo mis sospechas Kagome…-dio mirándola seriamente, la miko se preocupó al oírla.- déjame ver cómo están las heridas de tus hombros…- dijo acercándose a la muchacha, mientras esta sin pensarlo aflojaba la parte de arriba de su kimono, inmediatamente dejando ver algunos vendajes que cubrían sus heridas…
    -¿te duelen?- le pregunto la youkai deshaciendo lentamente el vendaje.
    -no…- respondió no tan tranquila, Hiyori al escucharla creyó confirmar sus sospechas pero al desarmar por completo el vendaje lo confirmo todo…- Imposible…-dijo la miko viendo como su hombro, la piel estaba intacta no había ninguna herida ni tampoco había rastro de que hubo alguna.- yo si estaba herida…- dijo la miko, sin saber cómo asimilarlo.
    -lo se…-contesto Hiyori para mantenerla calmada.
    -entonces ¿cómo explica esto? Soy una humana, debería haber tardado al menos una semana para que se cerrasen mis heridas, no me debería haber curado tan rápido como un…- la sola mención de la palabra era imposible para ella, todo lo ocurrido la había dejado un poco alterada.
    -¿youkai?- intervino Hiyori al ver como la miko le costaba creer que fuera eso.
    -si… pero eso es imposible ¿cierto?-pregunto, mirando insistentemente a la youkai, esperando que esta pudiera aclarar todas sus dudas…-
    -no es imposible pero… tienes razón aun eres humana…- contesto Hiyori si saber cómo explicarle el resto. Kagome quedo un poco confundida con la primera respuesta pero no le dio importancia pues había escuchado lo que quería ella aun seguía siendo humana.
    -entonces… ¿qué fue lo que me sucedió? Porque sane tan rápido…?- tenía muchas preguntas en su mente pero tampoco quería bombardear a la youkai con ellas.
    - eres humana.- volvió a confirmar la youkai.- Pero digamos que ahora tienes sangre youkai recorriendo tus venas y no de cualquier youkai sino de un Taiyoukai por eso sanaste tan rápido, no te asustes…- dijo ahora con una pequeña sonrisa para calmar a la muchacha pero esta había quedado paralizada con la respuesta.
    -¿qué? ¿Cómo fue eso posible…? No sabía que algo como eso pudiese ocurrir…- dijo preocupada la joven, tenía miedo de morir esa sangre podía ser un veneno para ella.-¿moriré?- pregunto más calmada mirando a los ojos a Hiyori que casi ríe al escuchar la evidente preocupación de la miko.
    -que dices niña… no morirás, tendrás la ventaja de sanar más rápido que un humano y mientras no te pase nada nada, no te tienes que preocupar de morir pues tendrás muchos años por delante.- dice la youkai sonriente.
    -quiere decir… ¿qué viviré tanto como un hanyou o youkai?-pregunto la chica aun sin creerlo…
    -si, pero recuerda que sigues siendo humana a pesar de eso, aun eres frágil, no te tienes que preocupar de ninguna enfermedad pues no creo que padezcas de alguna pero si alguien te hiriera gravemente y tus heridas no logran curarse morirías…- explica tranquilamente.
    -entiendo… pero ¿cómo fue que llego esa sangre a la mía?-esa parte aun no concordaba del todo, si, ella se encontró con muchos youkais en su viaje pero con ninguno recuerda haber compartido sangre pues ella no había salido herida de esos encuentros. De pronto los sucesos ocurridos hace pocas horas pegaron contra su mente fuertemente, ahora todo parecía tener lógica, aquella respuesta que por sí sola apareció en su mente, la hizo sufrir de vértigo por un momento, eso no podía ser cierto pero sus recuerdos así lo indicaban…- ¿Sesshoumaru?-pregunto casi en un susurro pero fue escuchado perfectamente por la youkai, sabía que la miko se daría cuenta por ella misma.
    -si…-confirmo Hiyori, Kagome solo la mira con el asombro aun en sus achocolatados ojos.-en algún momento, desde que estuvieron en el lago de las almas, compartieron sangre.- explico tranquilamente la youkai.
    -lo recuerdo… fue cuando se estaba transformando… cuando me hizo las heridas del hombro.-dijo mirando como en ese lugar no había ningún rastro de garras, recordó el momento en el que el Taiyoukai enterró sus garras en ella y luego la pego a su pecho, ahí donde el aun estaba sangrando….- fue en ese momento…- dijo la miko aun sin creerlo, Hiyori también lo recordó, ellos recién estaban despertando de aquel somnífero.
    -cierto… también lo recuerdo…-dijo pensativa.- Kagome-llamo a la muchacha esta salió de su trance y miro a la youkai- lo mejor será que nadie se entere de esto…- dijo seriamente, ella sabía el problema que se armaría si todos incluyendo el hanyou lo sabía.
    -¿ cómo les explicare a mis amigos que no estoy envejeciendo como ellos?- si ella podía guardar ese secreto pero que tanto? Dentro de algunos años sus amigos cambiarían y ella seguiría pareciendo una joven de 19 años. Ellos sospecharían y ella lo tendría que contar.
    -entonces cuando llegue ese momento se los explicas, por ahora es mejor dejar las cosas así, si Sesshoumaru o Inuyasha se entera probablemente habrá una nueva pelea entre ellos.- explico la youkai, mirando firmemente a la joven.
    -tienes razón…- contesto la miko sabiendo lo celoso que era el hanyou, jamás aceptaría que ella tuviera compartiendo sangre con su hermano a pesar de que entre el hanyou y ella no pasara nada, igual Inuyasha era muy posesivo… –no diré nada.-contesto la miko con una sonrisa, dándole un mordisco a su fruta, esta cayó al suelo rápidamente, el ardor en su cuello aumento e instintivamente se llevó la mano a ese lugar.
    -¿que te sucede?- pregunto la youkai acercándose quitando la mano de su cuello para ver mejor.
    -esa herida aun me arde… ¿no debería haberse curado como las otras?- pregunto la miko, pues según ella debía haber desaparecido, eran apenas unas pequeñas líneas que había dejado Sesshoumaru al rozar los colmillos contra su cuello. Eran meros rasguños comparados con las que había tenido en sus hombros.
    ´´ya veo… aun le arde…´´- no te preocupes, esa tardara un poco más en cerrar, no es una marca en si así que desaparecerá pronto…-dijo la youkai colocándose de pie, Kagome la escucho pero algo en eso no entendía.
    -¿Una marca dijo?- que se supone que era una marca, y porque ella tendría una…
    ´´no lo sabe…´´ la youkai suspiro tranquila de que al menos no conociera lo que era ser marcada.- eh… no te preocupes desaparecerá pronto, luego sabrás que es…- dijo nerviosa Hiyori saliendo rápido de la habitación, era suficientes noticias fuertes por un solo día para esa joven, como le explicaría que Sesshoumaru estuvo a punto de tomarla como esposa… no, sería muy fuerte para ella, después se enteraría porque estaba segura que el hanyou no demoraba en explicárselo por los momentos era mejor que descansara aunque sabía que la miko estaba bien, pero debía aparentar no estar tan bien , antes de que comenzaran a sospechar… la youkai salió, dejando a una confundida Kagome…
    *******************************

    Era tarde parecía ser más de media noche, pronto se asomaría el sol, anunciando un nuevo día, en los extremos de las tierras del oeste, se encontraba un InuYoukai peli azul aparentemente hablando con un Peliplata que parecía no estar prestando la más mínima atención a lo que decía.
    -¿qué dices joven Sesshoumaru?- pregunto, el youkai peli azul sabiendo que el comentario podría molestar al Peliplata.
    -Hn… deberías llamarme con más respeto…- dijo tajante, la parte de ´´joven no le gustaba… aun lo trataban como si su padre estuviera vivo, como si fuera un cachorro…
    -disculpe… no lo puedo llamar con más formalidad hasta que no me responda… ¿acepta?- insistió el Inu, mientras una sonrisa discreta se formaba en su rostro al ver el fastidio del Taiyoukai.
    -ellos aún se encuentran aquí…- no era una pregunta, lo estaba afirmando aun sentía el olor de su medio hermano cerca del castillo y el de la miko escandalosa dentro de este.
    -si… Hiyori se está encargando de curar a la miko que al parecer quedo muy mal herida después de lo que ocurrió en el lago de las almas…-culmino de decir, ganándose una mirada fulminante de Taiyoukai por lo dicho, el peli azul lo ignoro, sabiendo que este no le haría nada pues no solo era un InuYoukai de mayor edad que él, sino la mano derecha de su padre y aunque el fuese el Taiyoukai aún no aceptaba quedarse con las tierras. Sesshoumaru frunció el ceño, no creía haber visto a la humana tan mal cuando la saco del lago.
    -Hn…- el Taiyoukai se dio media vuelta para seguir mirando el horizonte que con el brillo de la luna era relajante, él no tenía por qué estar interesado en cómo estaba esa humana, ella se lo había buscado y al no le debía importar…
    -entonces…- comenzó el youkai, retomando el tema el cual había sido desviado por el comentario del peliplata.-¿ tomaras el puesto de tu padre? La barrera se debilito y sin un nuevo Taiyoukai al mando de estas tierras que cree una nueva barrera, los enemigos comenzaran a invadir, si podemos luchar para defender este lugar pero ¿por cuánto tiempo? Los clanes del norte, sur y este, querrán tomar estas tierras que no solo saben ya están sin dueño hace más de un siglo, sino que ahora no hay protección alguna sobre ella que les impida invadir. ¿Dejaras que el legado de tu padre se pierda…?-
    -eso no me interesa… no te tengo ningún interés en este lugar, puede tomarlo quien quiera, no protegeré nada…- respondió el Inugami, alguna vez sintió odio por este lugar pero ahora no le interesaba era solo un terreno lleno de recuerdos, no valía nada a su parecer… además no quería atarse a ninguna responsabilidad por ahora solo tenía un objetivo y era acabar con el desgraciado de Ratsuyuko…matarlo de la manera más lenta posible…
    -es una lástima…- dijo el peli azul pensando en su próxima carta a jugar, no perdería nada intentándolo.- hubiera preferido que fueras tú el nuevo Taiyoukai del Oeste pero bueno… también está el joven Inuyasha estoy seguro que el aceptara.- mentía… pero el peliplata no se enteraría… si, él ya se lo había ofrecido al hanyou y había despreciado la oferta al igual que Sesshoumaru, sin duda alguna eran hermano los dos, salieron igual de obstinados que su padre…
    -es solo un hanyou…- recordó el Inugami por si se le había olvidado que Inuyasha no poseía todos los poderes de un youkai, a pesar de ser hijo de un Taiyoukai…
    -sí, lo se… pero es hijo de InuTaisho-sama, es fuerte y según he escuchado fue el heredero de Tessaiga y no solo controla todas las técnicas sino que esa poderosa espada aprendió nuevas… así que no creo que sea un simple hanyou como dices…- había tocado su fibra sensible a pesar de haber superado a su padre en cuanto poder y perder el interés por colmillo de acero, odiaba que le recordaran ese tipo de cosas. Fulminó con la mirada al peli azul, quien trataba de parecer lo más serio posible, aun cuando por dentro se sentía victorioso pues al parecer había dado en el clavo.
    -el no será capaz de proteger a estas tierras y a todos ustedes, difícilmente y cuida de los humanos que siempre lo acompañan. Que te hace pensar que se encargara de esto…- no caería tan fácil en la provocación de peli azul.
    -bueno… eso lo confirmare cuando acepte hacerse carga de estas tierras.-dijo terminando la discusión, debía presionarlo hasta lo último para que el testarudo del youkai aceptara.
    -pierdes tu tiempo en provocarlo Ryouku, Sesshoumaru ya se dio cuenta de tu plan…- dijo Tootousai apareciendo, el Taiyoukai ya lo había detectado pero el peli azul no…
    -Tootousai…-dijo el peliplata viendo al herrero aparecer, ¿qué es lo que quería? Pronto lo averiguaría.
    -debes aceptar la responsabilidad de proteger a estas Tierras, sabes que eres el único de ambos hermanos que puede hacerlo por tu condición de Taiyoukai.- dijo serio el herrero aunque ya estaba sintiendo un escalofrió por todo su cuerpo con la mirada fría con que lo estaba viendo aquel youkai que a veces temía.-Inuyasha, no podrá poner un campo de protección para estas tierras pues no posee esa clase de poder, sus habilidades de demonio están limitadas, además según escuche él tampoco quiere tener algo que ver con este lugar, sin duda alguna son parecidos…-dijo Tootousai tratando de sonar un poco chistoso pero se le había olvidado con quien trataba, el peliplata entrecerró sus ojos mirándolo molesto por su comentario, mirada con la que el herrero trago fuertemente saliva, por el temor que sintió.
    -¿porque debería hacerme cargo de este lugar? No hay nada que me interese conservar aquí….- ni siquiera esos molesto recuerdos que se le habían mostrado hace poco, si, deshacerse de esas tierras terminaría por matar todo lo relacionado con ella.
    -si no aceptas hacerte cargo de lo que tu padre y tus antepasados han protegido durante milenios, no tardara mucho para que algún clan venga a apoderarse de estas tierras.- dijo Tootousai, observando como el peliplata miraba a otra dirección, sin mostrar interés alguno en lo que le decía.
    -eso no me interesa…- era cierto, el no sentía ningún tipo de apego a esas tierras, una vez que su padre murió lo primero que quiso es destruir este lugar y luego a esa humana que había traído al mundo a un hanyou, quería limpiar la deshonra de su padre al acabar con todo lo que le relacionara, excepto Tessaiga… esa espada al menos le sería útil, era lo único que quería heredar desde ese día… después de un siglo y superar a Inu No Taisho, no perdería su tiempo, destruyendo ni haciéndose cargo de esas tierras. No quería ninguna herencia de su padre, si, el seguiría siendo un Taiyoukai pero podía armar su propio castillo donde quisiese tal y como lo hizo su madre cuando se fue. No era necesario conservar nada.
    El anciano suspiro… tardaría en convencerlo sin duda.- sé que ni el clan del norte ni del sur, se atreverían a tomar estas tierras, pues siempre fueron muy fieles a tu padre. Pero Ratsuyuko estaba esperando esta oportunidad… el momento en que la barrera desapareciera… el seguirá el ideal de Ryuukotsusei apoderarse de este castillo, el cree que tu e Inuyasha serán su único impedimento para alcanzar ese objetivo por eso quiere acabar con ustedes, si se entera que ninguno de los dos tiene interés en conservar las tierras del oeste, no perderá tiempo en venir y acabar con todos- dice el vejo herrero con preocupación no solo por eso llegara a ocurrir sino porque el Inugami no había sacado su fría mirada de él y lo estaba empezando a asustar…
    -no se lo dejare tan fácil…- el peliplata comenzó con su andar alejándose poco a poco del herrero y Ryouku… él no le pondría las cosas tan fácil a ese dragón, acabaría con él y después dejaría estas tierras, no tenía nada más que hacer en ese lugar.
    -¿eso quiere decir que aceptas?- Ryouku no lo podía creer. Había aceptado tan fácil, no recibió respuesta alguna, el peliplata continuo caminando hacia el castillo.- entonces… debemos anunciárselo al resto, estarán contentos de esta noticia.- Tootousai asintió ante lo dicho y siguió al peli azul.

    **************************
    Los primeros rayos del sol comenzaban hacer presencia en el cielo, aclarándolo lentamente, aquel trio de youkais guiados por el peliplata ya habían entrado al castillo, se encontraban en una especie de salón, ubicado en la parte norte del lugar lejos de donde estaba la humana probablemente durmiendo, era mejor así, podía sentir como los amigos de la miko incluyendo al estúpido de su hermano comenzaban acercarse a donde se encontraba ella, probablemente se la llevarían, lo que para Sesshoumaru era bueno, no quería tener que saber más de aquella miko, quiso que la reunión fuera lo más alejados de ellos porque no quería que el hanyou escuchara ni interviniera en ninguna de las cosas que se hablarían, al fin de cuentas el ya no era dueño de esas tierras, ya que el Inugami al ver aceptado tenia control total sobre el lugar. En los tiempos de Inu Taisho este lugar era usado para armar planes con otros clanes, la de hoy no era la gran reunión pues los únicos en ese salón era aquellos, inuyoukais que no solo eran viejos compañeros De Pelea de Inu Taisho sino que eran fieles servidores de él, también estaban el par de ancianos amigos de su padre, la vieja pulga y el herrero, y por supuesto el, que no podía faltar menos ahora que temporalmente había aceptado hacerse cargo de las tierras del Oeste, claro que solo él sabía que sería por un corto plazo de tiempo, aun no le diría nada a aquellos que esperaban que la reunión comenzara.
    -les traigo una buena noticia a ustedes…- como siempre comenzaba hablando el más animoso de todos Ryouku que no solo era conocido, por ser un poco bromista en comparación del resto de Inuyoukais, sino que también por ser mano derecha de Inu No Taisho en las peleas por ser un experto en batallas.- Sesshoumaru-sama ha aceptado tomar la responsabilidad de esta tierras, tal como su padre, una vez lo hizo.- dice mirando con una pequeña sonrisa burlona al peliplata que solo desvió su mirada queriendo no escuchar la estupideces de ese youkai que a partir de ahora también seria fiel servidor de él, así que se tendría que acostumbrar a estar rodeados de tantos youkais, cosa que odiaba, hacia años no convivía con ellos, siempre le molesto por eso prefería estar solo y así estuvo al menos, hasta que le toco lidiar con el escandaloso se su sirviente. Al menos estos eran más útiles y fuertes que Jaken, igual nunca se cansaría de desquitarse con el…
    - me alegra que haya aceptado joven… digo, señor…- corrigió, Hiyori la youkai más antigua del castillo.- Inu Taisho-sama estaría orgulloso de usted.- dijo mientras hacia una pequeña reverencia junto al otro Inu azabache que estaba a su lado.
    -solo será mientras encuentre a Ratsuyuko, después ustedes se encargaran de este lugar…- aclaro el Taiyoukai, haciendo notorio que aún no quería tener que ver con esas tierras.
    -pero… tu aceptaste encargarte de esto.- reprocho el peli azul, confundido y algo asombrado, aunque era de esperar ese comportamiento en el peliplata.
    -acepte… pero con mis condiciones y yo decido hasta cuando…-dijo cortante.-no dejare que esa escoria de dragón se quede con esto.-
    -Sesshoumaru-sama! ¿Dónde va a conseguir a Ratsuyuko?- intervino Myouga restándole importancia a la condición puesta por el Inugami, era de esperarse algo como eso de él.
    -es cierto Sesshoumaru… no es tan estúpido como para quedarse en algún lugar donde sea fácil de encontrar.- dice el viejo herrero.
    -no lo buscare, el vendrá solo…-dice, acomodando su pelo tras su oreja, ignorando a los presentes.- le interesa este castillo y verme muerto… así que no tardara en aparecer de nuevo.-
    -igual a su padre…tan calculador como el… dice Ryouku, recostado de la pared del salón, Sesshoumaru solo se limita a mirarlo amenazante pero el peli azul lo ignora.
    -eh… creo que se le olvido algo Sesshoumaru-sama. Dice la pulga quien llega de un salto al hombro de su viejo amigo, al ver la fría mirada que le daba el Taiyoukai. La pulga trago fuertemente y continuo.- hay algo de lo que el hijo de Ryuukotsusei quiere conseguir en este momento, aún más que la muerte de los hijos de Inu Taisho y las tierras del oeste…- el youkai entrecerró los ojos indicando que prosiguiera pero Myouga solo se ponía más nervioso.- él quiere a la señorita Kagome!- dijo para finalmente ocultarse bajo la vestimenta del herrero.
    Sesshoumaru, se le había olvidado ese detalle, la vieja pulga tenía razón, fue ella el motivo por el que ahora él estaba en ese lugar, el motivo por el que enfrento al youkai, el dragón quería a la miko…el por qué aun lo desconocía…
    -la miko…- dijo un poco asombrado, el peli azul.- ¿para que la quiere?- ese era la pregunta que probablemente todos tenían en su cabeza, incluso el peliplata se le fue imposible averiguar el porqué.
    -el solo quiere su poder…- Makoto había hecho presencia en aquella habitación, donde estaban reunidos, para ella era muy obvio los motivos que tenía el youkai dragón para llevársela.
    -¿qué haces aquí?- pregunto molesto el peliplata, si, ella pertenecía a los viejos servidores de su padre pero al él no le agradaba en nada la vieja bruja, mucho menos después del incidente del lago. Todos parecieron ignorar la pregunta amenazadora del Inugami.
    -es cierto esa jovencita tiene mucho poder espiritual pero ¿de qué le podría servir eso a un youkai?- pregunto Hiyori al igual que el resto sin entender, aunque en la cabeza del peliplata ya se imagina lo que haría.
    -hará lo mismo que le hizo a los restos de su padre, absorberá su poder…- dice tranquila la bruja, pareciendo lo más obvio de todo.- eso lo hará inmune a cualquier clase de energía espiritual, sería un oponente mucho más difícil de enfrentar de lo que ya es.- Sesshoumaru frunció el ceño, no había nadie más poderoso que él, no dejaría que ese maldito se fortaleciera más….
    -eso quiere decir, que el primero en enfrentarlo será InuYasha…-dijo Tootousai pensativo…-ya que Kagome estará con el.-
    -y si el amo InuYasha no puede con él, atendrá lo que quiere…- dijo Myouga preocupado, el hanyou podía ser muy fuerte cuando lo quería pero estaban hablando de un Taiyoukai que ni el mismo Sesshoumaru logro acabar, al menos el solo no podría enfrentarlo y suponía que no dejaría que Kagome lo ayudase. .- hay que alertarlo antes que se marche de aquí.- el pequeño youkai se disponía a marcharse cuando la orden del peliplata le erizo la piel y lo detuvo.
    -no iras a ningún lado…- ordena el Inugami, mirándolo sin expresión alguna.- si ese demonio está detrás de esa humana entonces, la miko no saldrá de aquí.- Myouga trago fuertemente al oírlo, eso significaría que otra gran pelea entre InuYasha y el ocurriría, sabía perfectamente que el hanyou no estaría de acuerdo con nada relacionado con su hermano y menos si este utilizaría a Kagome de carnada.
    -el youkai dragón no vendrá a buscarla a este lugar…- intervino el peli azul, quien se encontraba recostado analizando la situación.
    -¿porque estas tan seguro Ryouku?- pregunta el viejo herrero, sin ver la falla en ese plan.
    -no es tan tonto como para venir a buscar a la miko a un lugar donde sabe que lo estará esperando no solo los hijos de Inu No Taisho, sino sus antiguos servidores y compañeros de batalla….- decía abriendo sus esmeraldas ojos para ver al resto.-sería algo estúpidamente arriesgado y la muerte no es algo que el desee por venir a buscar a la humana… el esperara que todo se calme y aparecerá… en este momento lo dudo…-dice con una pequeña sonrisa.- claro… eso si es tan astuto como he escuchado hasta ahora….-
    -Hn… no voy a perderé tiempo… si el no viene entonces seré yo quien encuentre a ese maldito primero…-dice molesto al ver las fallas de su plan, al oír como el peli azul tenía toda la razón pero no, el no esperaría tenia cuentas que saldar con ese tipo y lo haría pronto…
    -entonces ¿te llevaras a la miko contigo?- pregunta con cierta burla, mientras el peliplata enarca una ceja, él no había pensado en eso.
    - no he dicho eso…-
    -aaahhh…. Que lastima, entonces estamos en la misma situación que al principio…-dice suspirando dramáticamente, cosa que solo molesta mas al Taiyoukai que lo miraba esperando a que continuara…- iras a buscarlo pero dejaras a la miko aquí quien en algunas horas se la llevara Inuyasha y estaremos en la misma situación de nuevo… recuerda que el hijo de Ryuukotsusei está detrás de la humana…
    -Ryouku tiene razón… no llagaremos a nada si te vas a buscar a Ratsuyuko al final solo le facilitaras que encuentre a Kagome…- interviene el herrero, pensando en que hacerle entender al peliplata sería muy difícil, él no es de los que aceptan opiniones de otros tan fácil.
    -la miko no se ira de estas tierras, hasta que consiga a ese bastardo, no me interesa que el hanyou se oponga, no permitiré que Ratsuyuko se haga más fuerte….-
    -si ella permanece aquí, él no la vendrá a buscar… sabrá que no está sola, sabrá que en este lugar lo estarán esperando y no aparecerá…- dice mirando seriamente al peliplata que solo buscaba otra solución que no fuera llevarse a la miko con él.
    -Hn…¿qué planeas?-definitivamente el peli azul se había dado cuenta de los errores en los planes no muy diferentes del Taiyoukai, en cierta forma se sentía ganador, al menos de esta discusión ya que lo que lo propondría al Inu sería la mejor opción de todas, aunque esta no fuera para nada del agrado del peliplata.
    -viaja con la miko.- el peliplata estrecho levemente sus ojos, esa no podría ser su opción, se iba a negar pero la voz de Ryouku lo detuvo.- si vas en busca de Ratsuyuko con ella, él se dejara encontrar o mejor tal vez llegue a ustedes…- culmina esperando que Inu entienda el porqué del plan.
    -esa no es una opción…-
    -es tu única opción y la de todos…-
    - no eres nadie para decirme que opción es la mejor….- alega el peliplata, Ryouku solo suspira, la terquedad del Inu era tan grande, que sería difícil hacer que cediera.
    -eso lo se… conozco perfectamente mi posición…- dice haciendo un ademan con la mano.- quien no parece conocer la suya ahora eres tú, porque no estás pensando como un Taiyoukai te estas comportando como un cachorro… -
    -Cuida tus palabras Ryouku… no soy tan tolerante como mi padre…- dice Sesshoumaru mientras lo mira sin mostrar ningún tipo de expresión en su rostro preparado para atacar si continuaba hablando
    -ehhh… disculpe Sesshoumaru-sama…- interviene la vieja pulga para calmar un poco el tenso ambiente que se había creado, todas las miradas incluyendo las del peliplata cayeron sobre el anciano, quien solo pudo asustarse por la gélida mirada del Inu sobre el.- creo que la opción que sugiere Ryouku es una buena idea, el hijo de Ryuukotsusei esta tras ella, si la lleva a la búsqueda con usted es probable que Ratsuyuko se deje encontrar…
    -o que el mismo llegue a ustedes…-vuelve a interferir el peli azul, quien solo se recostó de la madera y cerro sus ojos para continuar explicando lo que el Taiyoukai no había dejado hace unos minutos.- el dragón sabrá que estarás solo con la miko e iras tras ustedes… será la oportunidad perfecta para él, creerá que Sesshoumaru solo no será un gran rival para él y que podrá llevarse a la miko si lo destruye… pero… esta vez no tendrán tanta suerte cierto Sesshoumaru-sama?- dice mirándolo mientras le guiña un ojo burlonamente, el peliplata lo ignora, sabiendo que después de todo el plan del youkai no era tan estúpido como pensaba.
    -es lo mismo que sucedería si el amo InuYasha se fuera con la señorita Kagome…- dice la pulga un tanto confundido.
    -pero no tendría el mismo resultado Myouga…- le explica el herrero.- no sabemos si Inuyasha sería capaz de enfrentase sin Salir gravemente herido y si eso sucediera, el youkai obtendría lo que quiere que en este caso serían los poderes de la miko, en cambio Sesshoumaru ya se ha enfrentado a él y sabemos que tiene más oportunidad de vencerlo pues aunque Sesshoumaru quedo mal herido Ratsuyuko tampoco había quedado en las mejores condiciones.-
    -exacto, al menos sabemos que Sesshoumaru es un fuerte oponente para el…- dice el peli azul quien solo se gana la fría mirada ambarina del Taiyoukai por su comentario. –solo que… no tendrás a nadie que te ayude a derrotarlo… estas tu solo recuerda que si vamos aunque sea a una distancia prudente él podía sentirlo y no aparecía.
    -tonterías… no necesito ayuda de nadie para acabar con ese imbécil…-
    -ahhh… eso quieres decir que estás de acuerdo?- si las miradas mataran esta claro que Ryouku no estuviera ahí en ese momento, el peliplata solo ignoro… realmente si terminaba con todo esto podría dejarlos solos con esas tierras él no tendría nada que proteger y no tendría que soportar más a ese youkai y eso que él pensaba que no había nadie más molesto que Jaken…
    -creo que se les está olvidando de alguien…-dice el herrero al notar como el peliplata comenzaba a marchase.
    -mmm?-el peli azul creía que todo ya estaba hablado.
    -InuYasha… tal vez tu no pero nosotros lo conocemos suficiente a ese cachorro para saber que no permitirá nada de esto.-
    -mmm… no lo había pensado… es cierto, es un joven muy impulsivo… no será nada fácil que acepte dejar a la miko que lo acompaña…- decía mientras masajeaba su sien, cuanto le había costado convencer a uno de los hermanos ahora tenía que lidiar con el otro casi tan necio como el mayor.-aaahhh que jaqueca me va dar… ¿qué piensas hacer con tu hermano joven Sesshoumaru?- fija su vista en donde hace solo unos pocos segundos se encontraba el Taiyoukai, ahora ese espacio estaba vacío él se había marchado sin llegar a ningún acuerdo de como convencería al hanyou, era tan típico de él, dejarlos sin respuesta alguna….el peli azul suspira resignado…- pero que carácter…-
    -estoy seguro que pronto haba otra pelea en el castillo…- dice el viejo herrero mirando por donde hace algunos segundos se había marchado el Taiyoukai, el resto solo se limitó a asentir.
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    Los primeros rayos del sol se filtraban por la fina tela que torpemente cubría la ventana a su lado, era extraño ver cierta cosas en este lugar que le hacían recordar con cierta melancolía su época. ¿Cuantas horas habían pasado? Eso no lo sabía… para ella unas pocas, al menos así le parecieron no durmió nada, no tenía sueño, eran muchas cosas en las que había estado pensando en esas horas, su mente se debatía en si contaba o no toda la verdad al hanyou ella sabía que debía hacerlo pero su lado racional le decía que no, al menos este no era el momento ni el lugar para esa confesión, habían cosas más importantes en las que también había pensado, como logarían encontrar a ese dragón que los había atacado, debían tener algún plan para cuando llegara el próximo ataque… si debían… porque ella sabía que ese problema no solo era con Sesshoumaru, era una rivalidad que provenía desde siglos atrás… una que había comenzado con el padre de Inuyasha y el señor del Este Ryuukotsusei una que fue hereda a sus descendientes, una en la que solo Sesshoumaru e Inuyasha deberían estar involucrados y que ellas por razones que desconocía termino no solo relacionada sino metida en el problema… o al menos así fue como se lo hizo saber Ratsuyuko, el nuevo señor del Este que todos desconocían cando los ataco el la estaba buscando… nunca dijo motivos… pero ella al igual que los hijos de Inu No Taisho, estaba metida en esto.
    No había dormido nada pero no sentía cansancio alguno, daba merito a la sangre de cierto Taiyoukai que ahora corría por sus venas pero debía ser que ya había descansado lo suficiente o tal vez había muchas cosas en las que pensar, un fresca brisa movió su azabache cabellera, la ventana se encontraba medio abierta para refrescar ese pequeño cuarto, en el que ahora se encontraba aparentemente sola.
    -no has dormido nada…-esa voz la sorprendió, no había sentido presencia alguna tan ceca de ella, de un salto se paró del futon donde descansaba, lista para atacar o corre, su sorpresa fue ver al joven youkai azabache sentado en la misma esquina donde estaba antes, parecía dormido y ni siquiera se había inmutado ante la reacción de la miko.
    -Hatsoriu..-dijo la joven sorprendida no sabía siquiera como había recordado el nombre del joven en ese momento.-¿desde cuando estás aquí?-
    -siempre he estado aquí…-dijo tranquilamente, aunque ya sabía a qué venia la pegunta de la joven.
    -no es cierto… Hiyori-san te pidió que salieras…-dijo muy segura, ella lo recordaba perfectamente, no estaba delirando así que no le podía mentir.
    -si… pero regrese…-dice abriendo sus ojos del dorado más oscuro que pueda existir y que a la luz del sol se veían más hermosos.
    -¿porque no te pude sentir?- el sabia a lo que se refería, era una miko cualquier presencia la puede detectar y ella no era cualquier sacerdotisa.
    -porque oculte mi presencia…-dice mirándola fijamente, al ver un tanto de confusión en sus ojos prosiguió.- Hiyori me ordeno vigilarte, así que cuando ella salió, yo regrese y oculté mi presencia para no disturbar tu sueño pero eso no fue necesario por qué no dormiste nada….-un rubor cubrió las mejillas de la miko, al verse descubierta, él se había quedado vigilándola en lo que resto de la noche…
    -siento que te hayas quedado aquí por mi culpa toda la noche a vigilarme…- dice un tanto apenada, el youkai la mira y luego voltea su vista en dirección a la puerta, sin decir nada. Lentamente libera su presencia, haciendo notar que se encuentra en la habitación.
    Kagome siente como lentamente aparece la presencia a su lado y también una que se acerca rápidamente a donde se encontraba… ya sabía de quien se trataba.
    -es hora de irnos…- dice el hanyou entrando al lugar y mirar con molestia al youkai azabache que aún se encontraba tranquilamente sentado. Kagome lo mira y suspira… ahora agradecía que Hatsoriu ocultara su presencia, se imaginaba que el hanyou se la fuera pasado toda la noche metido ahí si no lo fuera hecho. Recorrió con la mirada la habitación y en unos de los extremos se encontraba el carcaj con sus flecha y su bolso el cual creía perdido, rápidamente corrió a tomarlos.
    -¿qué haces aquí?-pregunta ya molesto el hanyou al ver que el Inu no tenía pensado salir de la habitación.
    -solo vigilo…- dice tranquilo, no se pondría a discutir con el hanyou, al final de todo él era hijo de Inu Taisho al igual que Sesshoumaru… Hatsoriu solía ser el más callado de los servidores del general pero también era un fuerte oponente y un fiel compañero, la muerte del General Perro lo afecto al igual que todos porque sabía quién tomaría su lugar seria Sesshoumaru, alguien que nunca hubiera querido como líder pero que igual debía respetar.
    -pues nadie te dijo que lo hicieras…!- el hanyou se estaba alterado sospechaba que el youkai había pasado el resto de la noche vigilando a Kagome y eso le molestaba pues a él no lo dejaron quedarse a cuidarla.
    -Inuyasha…-llamo Kagome, atrayendo la atención del peliplata.- ya estoy lista vamos…- era lo mejor antes que el siguiera con su celos reclamándole a ese joven.
    -Keh!- el peliplata hace un desprecio y se acerca a la azabache, colocándose de espalda frente a ella.
    -no es necesario…- dice Kagome agitando su mano en negación.
    -pero que dices Kagome estas herida…- insiste el hanyou mirándola, el no sentía el aroma a sangre pero si recordaba lo herida y cansada que estaba… aunque no sabía porque el aroma a sangre no estaba, si sentía el fuerte olor de su medio hermano sobre ella… eso parecía lo único que no desparecía.
    -ya me siento mejor… puedo caminar sola…-dice la joven, tratando de restarle importancia a lo herida que se suponía que debía estar…
    -vamos… no te hagas la que no pasa nada… sube!- sabía que el hanyou no desistiría, así que con un suspiro se montó sobre su espalda, como hace tiempo no lo hacía…
    No tardaron mucho en llegar a la salida, una vez fuera del castillo, el hanyou la bajo de su espalda e hizo gesto de desagrado con la nariz, uno que fue imposible para la miko ignorar.
    -¿qué sucede Inuyasha?- no queriendo pensar que era por ella que el peliplata había hecho ese gesto.
    -tienes que darte un baño Kagome!- dice el hanyou, mientras estruja su nariz con la manga de su haori, como si así fuera a quitar ese olor.
    -QUE?!- la miko se quería morir de la vergüenza, confirmando lo peor, era ella la que se suponía que olía mal… pero tanto era así… el hanyou no le había dicho eso nunca y eso que el la ha cargado en peores condiciones…. El hanyou mira la cara de la miko sabiendo que ella había malinterpretado todo.
    -no me malinterpretes… no hueles mal pero hueles a ese desgraciado…-dice el hanyou mirándola, queriendo confirmar con sus propios ojos lo que el peliplata mayor le había dicho, ya que el olor de la miko le indicaba todo lo contrario.
    -¿a… a quien te refieres..- se sentía descubierta de alguna forma, ella sabía de lo que hablaba el hanyou, que sobre ella estaba el aroma de Sesshoumaru, lo único que pasaba por su cabeza es que el oreja de perros ya estuviera sospechando de la sangre del Taiyoukai en ella, ya la había sentido.-¿Qu… Que haces?-tartamudeo al ver como Inuyasha se acercaba rápidamente a ella,¿ que se suponía que haría el hanyou? ¿La había descubierto enserio?.
    -quédate tranquila…- decía un poco desesperado al ver como la miko se removía ante la cercanía. El siguiente acto sorprendió a la azabache quien no entendía el comportamiento del hanyou, él había rodado su cabello a un lado dejando visible el hombro y el cuello, solo tuvo que rodar un poco su Kimono en esa zona para ver si Sesshoumaru había mentido al decirle que no la había marcado,
    -¿qué estás haciendo?-pregunto nuevamente la miko esta vez sin temor alguno, al ver como el hanyou inspeccionaba esa zona entre su cuello y el hombro, hasta que acerco su nariz y rápidamente se alejó haciendo el mismo gesto de desagrado que hace unos minutos atrás,
    -no mentía cuando dijo que no te había marcado… - dice tapando con manga su nariz.- por alguna razón hueles como si de verdad lo fuera hecho…- decía confundido sin conocer muy bien el tema sobre marcar compañeras.
    -no te tienes que preocupar Joven Inuyasha…-decía Hiyori, apareciendo tras ellos.- esos rasguños duraran algunos días en sanar y cuando eso suceda el olor también desaparecerá….-
    -¿a qué te refieres con eso? Ella no está macada como para que suceda algo así…- decía el hanyou con los pocos conocimientos que tenía sobe el tema.
    -digamos que es algo así como marca temporal…-decía Hiyori encontrando la mejor forma de explicárselo.- el ritual nunca concluyo y ella no fui mordida en realidad, los colmillos del joven Sesshoumaru solo hicieron pequeños rasguños en sus cuellos debido a eso ella olerá a él por lo menos hasta que cicatrice por completo.- decía mirando a la miko, ella sabía que la humana no había contado nada aun al hanyou de la sangre.
    -Feh! Que molesto va a ser sentí ese repugnante olor cerca por unos días…- decía haciendo un desprecio no midiendo sus palabras delante de la joven azabache.
    -pero que falta de tacto tienes joven Inuyasha.- dice Ryouku apareciendo también, Inuyasha miro la dirección donde ambos youkai venían y vio el rosto de la miko con algo de tristeza en él. El hanyou inmediatamente entendió por qué…. Era su culpa no había medido sus palabras.
    -Ka… Kagome… yo no quise…- balbuceaba sin saber muy bien como disculparse, el sabía que ese comentario le podía salir caro.
    -descuida…no me molesto…- para su sorpresa la miko no lo mando a comer tierra como ya se lo estaba imaginando, más bien parecía pensativa…- usted me había mencionado antes lo de ´´la maca´´ pero no me dijo que significaba para un youkai…- ahora si el hanyou estaba sorprendido, Kagome se estaba comportando un poco rara, no lo había mandado abajo ni le había gritado por su comentario y ahora simplemente cambiaba el tema.
    -es la manera en que un youkai elige a su compañera de por vida… no existe la posibilidad de macar a varias hembras, la que macas primero será tu compañera legitima y no tendrás oportunidad de marcar a ninguna otra más… lo mismo pasa con los youkais que se dejan marcar, esto evita que el ser con la marca pueda relacionase con otra persona que no sea su pareja por eso son muy pocos los youkais que acceden a ser macados.- explica serena Hiyori.
    -¿es como escoger a sus esposas?- pregunta un poco confundida al saber lo que en realidad Sesshoumaru estuvo por hacer…
    -se le podría decir así en términos humanos, solo que este lazo es más fuerte pues el pacto es sellado con sangre y es de por vida…-
    -eso significa que Sesshoumaru…- ni siquiera podía mencionarlo parecía tan ilógico pero ella sabía que el Taiyoukai no estaba consciente de lo que haría lo cual le parecía peor… estar vinculada a alguien de por vida sin que en realidad te haya escogido.
    -ese desgraciado estuvo a punto de macarte como suya…- soltó Inuyasha con desprecio al recordarlo.- aunque eso fuera sucedido jamás permitiría que te quedaras a su lado…- decía mirándola pero la miko aun parecía estar procesando todo.
    -Sesshoumaru atado a una humana…- decía con cierta burla el peli azul imaginándoselo…- eso sería algo entretenido…-unas voces sacaron a la miko de su trance.
    -Kagome! Señorita Kagome!- Sango y Miroku se acercaban corriendo hasta donde estaba la mencionada.
    -Sango, Miroku!- la miko se olvidó de todo por un momento y fue al encuentro de sus amigos que hacía ya varios meses no veía.
    -¿Kagome-chan estas bien?- preguntaba la ex cazadora revisando rápidamente con la vista a su amiga. Quien no dudo en abrazarla…
    -Sango…! Los extrañe…-decía mientras la castaña correspondía su abrazo con fuerzas.
    -nos hiciste mucha falta Kagome…- decía la taijiya, mientras una lagrima de felicidad quería escapar, estaba tan contenta de ver a su amiga viva después de tantos meses sin saber si quiera como estaba.
    -nos alegra mucho volver a verla Señorita, dígame ¿se encuentra bien?- pregunta el monje regalándole una sonrisa. Nada más la noche pasada habían sido testigo de sus heridas.
    -sí, ya me siento mucho mejor…-decía mientras deshacía su abrazo, algo que noto el monje fue que ella no había hecho gesto alguno de dolor cuando Sango la abrazo.-¿cómo están los niños?- pegunta un tanto extrañada, ellos se suponían debían estar con ellos,
    -están bien… se quedaron al cuidado de Kaede nos tenías muy preocupados por los que nos contó Shippou por eso decidimos acompañar a Inuyasha a buscarte.- decía Sango mientras detallaba a su amiga se veía casi igual pero sobre todo parecía estar bien.- ¿enserio te sientes mejor?-
    -sí, no se preocupen ya estoy bien, es hora de volver, ya los preocupe suficiente… además los niños los deben extrañar…- decía la miko con una sonrisa, la cual se desvaneció al escuchar a Ryouku.
    -aún no se pueden machar.- dijo el peliazul, el hanyou solo frunció el ceño al escucharlo.
    -No tenemos nada más que hacer aquí…-soltó el hanyou molesto ¿porque se suponía que debían quedarse?.
    -así lo ordeno el señor Sesshoumaru…- respondía Ryouku ahora si usando la formalidad para referirse al nuevo seño del Oeste.
    -no creas que nos vamos a quedar solo porque el maldito de Sesshoumaru te lo haya ordenado…-esto si no lo soportaría, no le haría caso a su medio hermano mucho menos después de lo que le había hecho a Kagome.
    -ya escuchaste Inuyasha no se irán de este lugar…-Sesshoumaru no tardó en aparecer para molestia de cierto hanyou, que agarraba fuertemente a Tessaiga del mango.-
    -¿qué te hace pensar que seguiré tus ordenes….?-decía el hanyou altaneramente, tratando de disimular la molestia que le causaba todo esto.´´ ¿qué demonios planea?...´´. Sesshoumaru ya estaba sacando a Bakusaiga cuando un grito atrajo la atención de ambos.
    -Basta! Este no es momento para pelear!.- Kagome se veía notablemente molesta, se había mantenido al marguen hasta ahora pues todo se mantenía tranquilo pero con la aparición del Taiyoukai sabía que lo único que sucedería sería una enfrentamientos entre hermanos. Ella sabía que Inuyasha seguía molesto por lo del día anterior y ese sería motivo suficiente para enfrentar a Sesshoumaru en cada encuentro tal y como cuando los conoció… ambos fijaron su vista en la azabache quien tenía sus mejillas un poco sonrosadas debido a lo que tuvo que correr para llegar rápido en donde se encontraban los Inu.
    -Kagome…-fue lo que alcanzo a decir Inuyasha por lo bajo, sin entender porque se metía.
    -hay un Youkai muy poderosos fuera de este lugar esperando el momento para atacarlos y ustedes solo piensan en como matarse cada vez que se ven! Dejen ya está estupidez! Hay cosas más importantes!- sí, realmente estaba fustada, no había medido sus palabras lo sabía pero tenía que intentar hacer reaccionar a el par de testarudos que tenía al frente .
    -hasta que por fin alguien detuvo esta tontería…- decía Ryouku poniendo una mano en su frente de forma muy dramática.- vaya miko-sama… sí que tienes agallas…- decía mirando a la miko, Sesshoumaru frunció el ceño, no había notado el olor de esa humana pero ahora que estaba más cerca era inevitable sentirlo, la humana tenía su olor encima como si buscase mezclarse con el de ella pero sin éxito alguno… ´´¿qué le sucede a esta humana?.´´ No, él lo sabía, nunca la llego a marcar pero porque mantenía sus aroma en ella…
    -Kagome…-corrigió la azabache.
    -cierto Kagome… extraño pero lindo nombre….-decía mirando ahora a Sesshoumaru quien noto su mirada y de inmediato entendió por qué.-Inuyasha, Sé que esto no lo dirá Sesshoumaru pero yo si-fijo su vista en el hanyou quien se había mantenido callado hasta ahora.- tenemos un plan para derrotar al el hijo de Ryuukotsusei pero necesito que nos colabores.- ahora fijo su vista en la miko.-o mejor dicho que usted nos colabore Kagome-sama…- la miko se sorprendió ante lo dicho, no solo por como la llamo sino porque ¿para que ella sería necesaria?-
    -¿de que estas hablando?-Inuyasha intervino rápidamente antes que la miko contestara, no le estaba gustando nada de esto y si querían que la azabache les colaborara no sería para algo bueno.
    El youkai volvió a mirar al hanyou notando como este lo miraba con desconfianza la respuesta de la miko atrajo la atención de ambos.-¿de qué forma los puedo ayudar?- Ryouku sonrió al escuchar a la miko eso quería decir que en cierta forma estaba aceptando, Inuyasha solo gruño, ´´en que estás pensando Kagome…?´´ pensó molesto. El peliplata menor pensaba reclamarle a la miko pero el peli azul fue más hábil e intervino primero.
    -necesito que accedas viajar junto al señor Sesshoumaru para encontrar y derrotar lo antes posible a Ratsuyuko…-Sesshoumaru entrecerró sus ojos, estaba molesto, porque nuevamente estaba obligado de depender de la respuesta de una simple humana para lograr su objetivo. Ryouku vio la duda de la miko en sus ojos y sintió como el youki del Taiyoukai aumentaba.
    -no creo poder serle útil a Sesshoumaru si el hijo de Ryuukotsusei nos ataca…- explico la miko, tratando de rechazar esa propuesta realmente ella no le sería útil al Taiyoukai, no según sus expectativas, entonces porque viajaría con él?. Inuyasha estaba al margen, mirando la reacción de su hermano aparentemente él tampoco estaba conforme con la propuesta de Ryouku…
    -créeme eres necesaria… Ratsuyuko tiene interés en ti principalmente antes que a los hijo de InuTaisho, si vas con Sesshoumaru las probabilidades de que aparezca Ratsuyuko son muy altas pues el no dudara en atacarlos si ven que están solos…- explica el peliazul a la miko parece entender el propósito.
    -ya veo…- la miko parecía estar pensándolo mucho y eso se notaba, Sesshoumaru se dio media vuelta para marcharse incapaz de seguir presenciando esta estupidez, él no le suplicaría a una humana para que lo ayudase…no era el quien estaba pidiéndole que lo acompañara pero él estaba involucrado… encontraría ese dragón por sí solo no dependería de la respuesta de la humana del hanyou cuyo olor ya le estaba empezando a molestar. Kagome noto como el peliplata se marchaba, suponía que él tampoco estaba de acuerdo con todo esto pues no había mencionado palabra alguna y probablemente esta petición era muy humillante para él aunque no fuera el quien la estuviera diciendo.- acepto.- respondió la miko rápidamente al notar como la figura del Inu estaba desapareciendo, tras los arboles cierta parte de ella quería detenerlo, esa parte que hizo que aceptara rápido la proposición de Ryouku, su respuesta no solo sorprendió a la mayoría de los presente sino que hizo parar el andar del Taiyoukai, quien no volteo en ningún momento pero se mantuvo escuchando lo que diría la humana.-iré con Sesshoumaru… tiene razón Ryouku-san yo debería acompañarlo, es la única forma de que aparezca…-sabía que su respuesta tendría consecuencias, Inuyasha jamás la dejaría ir pero era su decisión.
    -ACASO TE VOLVISTE LOCA!- Inuyasha no tardo en explotar esto si era el colmo.-No TE DAS CUENTA DE QUE A ELLOS NO LES IMPORTA LO QUE TE SUCEDA! QUE SOLO QUIERES QUE VAYAS PARA ATRAER A ESE DESGRACIADO…!-era probable que el incidente del día anterior hubiera dejado mal a Kagome, eso es lo que pensaba el hanyou, no encontraba otra explicación que no fuera que la miko estuviera delirando.
    Kagome sabía que el hanyou tenía razón, ella estaría sola, con Sesshoumaru que era la misma cosa, si le sucediera algo estaba casi segura que el Taiyoukai no le importaría pero eso no le preocupaba ella ya lo había decidido, se sentía aun en deuda con el peliplata, además ella estaba metida en este problema, no sabía como pero termino involucrada.-eso lo se Inuyasha pero aun así voy a ir, ya lo decidí-
    -No lo permitiré! Por favor Kagome es de Sesshoumaru de quien hablamos!- intentaba inútilmente de hacerle entender a la miko.
    -ya lo decidí voy a ir!-
    -no dejare que vayas sola! Yo voy contigo..-
    -no es buena idea que los acompañes Joven Inuyasha..-Ryouku decidió intervenir en la discusión.- si vas Ratsuyuko no aparecerá, pues no creo que se tan tonto para tratar de capturar a Kagome mientras estén ustedes dos, además…- hizo una pequeña pausa dudando por un momento si decirle o no…- si tienen que llegar a las tierras del Este podría ser fatal para ti…-se lo tenía que advertir había un riesgo que correría si los acompañaba.
    -¿a qué te refieres?- el hanyou bajo la defensiva por unos instantes, ¿porque no podía llegar a ese lugar?. Ryouku dudo en continuar pero fue el mismo Sesshoumaru quien decidió continuar, este era un momento para recordarle a su hermano lo débil que era y no perdería la oportunidad de hacerlo sentir inferior.
    -No hay lugar en las Tierras del Este donde no se respire el veneno característico de ese clan, un veneno tan fuerte que ni siquiera un youkai puro de bajo nivel puede soportar, esas tierras solo lo han pisado guerreros y youkais fuertes de gran nivel y un hibrido como tu será incapaz de sobrevivir al aire de ese lugar….-explico el peliplata, disfrutando de la molestia del hanyou. Ryouku solo volteo los ojos ante la escena y Kagome solo escuchaba sobre el peligro de esas tierras, ella no expondría a Inuyasha en un lugar como ese.
    -será mejor que te quedes Inuyasha…- dijo Kagome sin querer mirarlo, alejándose del lado del hanyou, sango y Miroku solo veían de lejos todos sin entender muy bien lo que sucedía pero parecía claro Kagome se quedaría, la miko no alcanzo a avanzar mucho pues una mano con garras la jalo del brazo.
    -No permitiré que vayas Kagome! Es peligroso ¿NO ESTAS ESCUCHANDO?! PUEDES MORIR!- Inuyasha la miro fijamente tratando de hacerla entender ¿Qué parte de que corría peligro no entendía? Kagome no logro sostener su mirada por mucho y la bajo tapándola con su flequillo, no quería que Inuyasha viera que ella dudaba en su decisión, si, corría peligro lo sabía y más si pisaban esas tierras pero ella no permitiría que el hanyou la acompañara y muriera por su culpa, era a ella a quien buscaban no debía involucrarlo más.
    -es mi decisión… iré…- Kagome jalo su mano hacia si deshaciendo el agarre del hanyou dejando a este sorprendido por su comportamiento, la miko lo miro fijamente demostrándole que hablaba enserio aunque por dentro aún tenía sus dudas pero no debía demostrarlo.
    -Señorita Kagome, enserio piensa ir…-el monje tampoco creía como la miko del futuro había aceptado tal proposición, pero el la entendía si ella había decidido eso era por algo. Kagome se alejó de Inuyasha y se fue a despedir de sus amigos.
    -si estoy segura…- dijo la miko con una sonrisa fingida.
    -pero Kagome-chan…- Sango sabía que su amiga no estaba segura pero era su decisión y ella la apoyaría igual..
    -estaré bien, cuando todo esto acabe prometo regresar a la aldea.- decía ahora alejándose de ellos.- los veré pronto!- agito su mano y volteo el rostro para no seguir viéndolos, no tardó mucho en llegar a donde estaban los youkai, Inuyasha no se había movido de donde estaba, simplemente parecía inútil hacerla desistir pero debía intentarlo…Sesshoumaru ya había dado la vuelta para irse de ese lugar no quería presenciar tontas despedidas, Kagome vio que se marchaba y decidió seguirlo, no quería arrepentirse, así que lo mejor sería marcharse pronto.
    -KAGOME!- Inuyasha grito al ver como la miko desaparecía tras los arbusto.
    -ABAJO!- el estruendo fue todo lo que se escuchó, después de que la azabache mencionara el infalible conjuro. Tenía que hacerlo entender que no quería que la siguiera. Ryouku se acercó al agujero donde estaba estampado el hanyou, quien no había querido levantarse, no le dolía el golpe aunque admitía que le molestaba, le dolía la actitud de Kagome.
    -ella estará bien muchacho… no te preocupes…-dijo tratando de animar al hanyou. Inuyasha se levantó mientras algunas piedras se deslizaban de su rojo traje, en sus ojos se podía ver cierta tristeza, cambio rápidamente su mirada al sentirse descubierto y miro fijamente al peli azul.
    -¿bien? Es del desgraciado de Sesshoumaru de quien hablamos! Como no me voy a preocupar!- soltó con desprecio, si tal vez estaba pagando su ira con el…
    -conozco muy bien a ese cachorro… lo vi crecer… Sesshoumaru no dejara que la miko salga herida.- escucho claramente el bufido del hanyou.-pero si eso no te tranquiliza, enviare a Hatsoriu para que los acompañe y cuide de ella en caso de que la batalla con Ratsuyuko se complique, pero debes entender algo no puedes ir con ella, Ratsuyuko jamás aparecería sabiendo que los hijos de Inu Taisho juntaron fuerzas para acabar con el…- decía haciendo entender que no debía seguir a la chica porque sabía que no faltaba mucho para que fuera de nuevo tras ella.
    -yo me podría haber enfrentado a ese desgraciado, no hay ninguna necesidad de que Kagome vaya con Sesshoumaru…- si su plan sonaba lógico pero él también era fuerte, él podía acabar con ese desgraciado si quería y más si estaba tras de la sacerdotisa.
    -sé que eres fuerte, eres la viva imagen de tu padre eso te lo puedo asegurar… pero debes aceptar que Sesshoumaru también es fuerte y él ya ha enfrentado antes a Ratsuyuko y no salió bien librado de esa batalla, no te quiero ofender con mis palabras cachorro pero no creo que puedas hacer más que tu hermano, además si pones un pie en esas tierras el veneno te puede matar…-decía Ryouku, haciendo entrar en razón a el Inu… el hanyou solo apretó sus puños por la impotencia era cierto, aunque no lo admitiera Ryouku tenía razón pero él no quería dejar ir a Kagome.
    -debemos confiar en la decisión de la señorita Kagome, Inuyasha…- Miroku se había puesto a su espalda colocando una mano sobre su hombro.
    -debemos apoyarla ella está haciendo esto por todos nosotros…-dijo Sango brindándole consuelo al hanyou, haciendo que este olvidara cualquiera idea absurda de frenar a la miko.
    -esa tonta…-se sentía molesto, la actitud y la decisión de ella no le parecía nada cuerda, ¿es que acaso quería morir? ´´Kagome…´´-pensó con cierta nostalgia.
    -creo que ya es momento de marcharnos,¿ no lo crees Inuyasha?- sugirió el monje, teniendo en cuenta que era lo mejor, mientras menos estuvieran ahí eran menores las posibilidades de que el hanyou cambiara de parecer y siguiera a la miko, además así que Kagome se podía ir tranquila.
    -Feh! Como quieran…-dijo el hanyou haciendo su típico desprecio, cruzando los brazos y caminando hacia Kirara como si nada le importara aunque todos sabían que por dentro no era así. Ryouku miro la escena con una pequeña sonrisa y un poco de nostalgia, si, ese muchacho se parecía mucho a su difunto señor, una fresca brisa paso por el lugar moviendo sus azulados cabellos del color mismo del cielo, el youkai aspiro profundo y se dispuso a marcharse de ahí, no tenía más nada que hacer.
    **************************************

    Tenía alrededor de unos veinte minuto camino sola por ese lugar, los arboles la confundían mucho al punto de que no recordaba como regresar al castillo, ella siguió a Sesshoumaru pero el desapareció muy rápido de su vista, dejándola sola en medio de ese bosque que formaba parte de las tierras Occidentales, agradeció a Kami de que aun fuera de día, porque probablemente estaría más perdida si fuera de noche, aunque realmente no sabía si se podía estar más perdida aun…
    -veo que te perdiste…- esa voz hizo saltar a la miko, estaba tan distraída que había bajado la guardia y no había sentido la presencia de su acompañante. Kagome volteo rápido y vio al peli azul tras ella, suspiro aliviada de que fuera él y no un enemigo.
    -sí, eso creo…-respondió reponiéndose del susto, formo una sonrisa en el rostro del youkai por lo dicho.-¿ya se fue?- el sabia a quien se refería, no preguntaba por Sesshoumaru sino por el hanyou…
    -sí, él y los dos humanos se fueron hace poco…-dijo aspirando el aroma de la miko, nuevamente se formó una sonrisa en su rostro.- sentí el aroma de Sesshoumaru y vine…-dice mirándola de forma que la miko capto y sus mejillas se encendieron por lo dicho, sabia a que se refería, ella olía aun al Peliplata y así seria hasta que la herida de su cuello cerrase.
    -¿qué es lo que quiere Ratsuyuko de mi…?- cambio de tema rápido, no quería que le recordaran a quien olía... además eso era algo que no tenía muy claro aún.
    -tu poder… lo necesita para ser un ser invencible, si absorbe tus poderes espirituales el será inmune a cualquier ataque sagrado que reciba…- explico Ryouku.
    -entiendo..-ahora si tenía sentido todo, ese era el motivo por el cual la estaba buscando el hijo de Ryuukotsusei con más razón no debía involucrar a Inuyasha en esto.
    -Sesshoumaru te está esperando- dijo extendiendo su mano para que ella subiera en su espalda, la miko solo lo miro.- es mejor no hacerlo esperar.- la azabache capto el mensaje y subió rápidamente a la espalda del Inu, quien desapareció rápidamente.
    ********************************

    Probablemente fueron fracciones de segundos lo que duraron en llegar, Ryouku era uno de los inuyoukais más rápido que pudiera existir, ni siquiera el mismo Kouga con los fragmentos en sus piernas era tan veloz, llagando al lugar la deposito en el suelo, efectivamente Sesshoumaru se encontraba parado en la entrada del castillo junto al dragón de dos cabezas y sujetando las riendas aquel joven youkai azabache de nombre Hatsoriu quien se había quedado la otra noche a vigilarla,
    -Kagome-sama…-saludo el azabache, extendiendo su mano indicándole que subiera sobre el lomo de Ah-Uhm.
    -Buenos día Hatsoriu-kun!- saludo igualmente la miko, aceptando la ayuda y subiendo al dragón.-Ah-Uhm- la joven acaricio la cabeza de Uhm, provocando que este soltara un extraños sonido de saludo. La miko acomodo bien su carcaj y su mochila. El Taiyoukai se mantuvo en silencio mirando al cielo ignorando al resto de los presentes, esperando que la miko se terminara de subir sobre el lomo del dragón.
    -suerte!- dijo el peliazul como despedida, la mi asintió y el Taiyoukai lo ignoro.
    -Vamos- dijo el peliplata comenzando su andar, tratando de ignorar ese molesto olor.
    -por cierto Kagome!- la miko volteo en el acto, viendo que era lo que diría Ryouku.- extrañare tu nuevo aroma…-dijo burlonamente dedicándole una picara mirada, la miko se ruborizo toda y Sesshoumaru fulmino con su mirada al peliazul, quien solo lo ignoraba, su comentario estaba demás, ahora viajaría con aquella humana quien olía como si fuera su compañera…
    Continuara…
    Espero que haya sido de su agrado este capítulo! Admito que a veces perdí el hilo de la historia pues duraba días sin escribir y cuando lo retomaba, no recordaba muy bien lo que había puesto anteriormente -.-´´ claro que después que lo leí me encargue de arreglar todo esos detalles, espero que les haya gustado pues lo hice bien largo para compensar todo lo que tarde en actualizar… se viene la búsqueda del hijo de Ryuukotsusei, que tanto creen que ocurrirá con nuestra pareja? Ahhhh eso es sorpresa! Deben esperar hasta el próximo capítulo, que ya me voy a poner a escribir…:p agradezco sus comentarios!
     
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    lady of the moon

    lady of the moon Entusiasta

    Escorpión
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    holaa
    ahora si voy a comentar pudes creer que me tarde tres dias en terminar de leer tu fic XD pero no importa, por que valio la pena lo que era necesario para leer tu fic jjaaja

    bueno dejame felicitarte primero que todo de lo que me he podido dar cuenta es que hacer los capitulos largos y los dejas en la mejor parte me impresiona mucho tu creatividad tan explosiva

    de como te las ingeniastes para por fin armar la pareja que todas esperabamos, primero las transformaciones de inuyasha y su busquedas para que estas pararan fortaleciendo su espada

    segundo kagome queria que se desbloquearan su poder espiritual, convertirse en una sacerdotiza mas poderosa y alejarse un tiempo de inuyasha para pensar mejor las cosas

    despues los encuentros que tuvo con el herido de sesshomaru en algunas ocaciones los problemas que tuvo que pasar y el gran esperado encuentro ahora viajan juntos que bien para derrotar a ese Dragón que quiere acabar con los Taisho y absorver la energia de la miko dulce

    y sesshomaru en su inconciencia casi la marca a mi me parece que su youki ya la acepto o por lo menos la reconocio y ahora no puede esperar para ver que pasa en ese viaje con los par de "tortolitos"

    espero y me puedas avisar cuando publiques el proximo cap nos vemos hasta la proxima

    att:
    lady-chan
     
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    Tzukiko Taisho

    Tzukiko Taisho Iniciado

    Escorpión
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    Mil disculpas por no ver podido comentar antes es que tengo que presentar proyectos y exámenes, además de andar todos los días a la carreras, bueno en fin me encanto el capítulo :D pero note algunas faltas de ortografía.

    ¿como que la marco a medias? no es justo :( pero Kagome tiene la sangra de Sesshomaru así que puede vivir largos años con el ¿cierto? Como siempre tus capis son muy buenos.

    Sabes yo también me tarde en leer tu capi pues como ya sabrás no tuve mucho tiempo. Admiro tu creatividad y tu forma de narrar.

    ¡arigato! y ¡Sayonara! =D
     
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    iztrela

    iztrela Entusiasta

    Piscis
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    Gracias por avisarme, aunque también sigo este fic en otra página.
    La verdad me sorprende mucho el hecho de que Kagome no fue marcada por Sesshomaru, aunque me gusta el hecho que Inuyasha se sienta celoso por el aroma de Kagome.
    Espero con ansias el próximo capítulo, me gusto la narración y espero saber que tantas peleas tendrán Sesshomaru y Kagome ahora que ellos viajarán juntos.

    Saludos y espero me avises cuando subas el próximo capítulo.
     
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  8.  
    blackrose18

    blackrose18 Usuario VIP Comentarista Top

    Piscis
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    USA enter, DEBES hacerlo, el texto es muy largo y leerlo todo pegado es pesado para las personas.
     
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    AngieArantxa

    AngieArantxa Iniciado

    Cáncer
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    Escritora
    Título:
    Una nueva aventura y un nuevo amor [sessho&kago]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    12
     
    Palabras:
    16739
    Hola! Me reporto de nuevo, espero que hayan pasado bien las navidades, disculpen el retraso se me olvido actualizar en esta pagina en relidad hace ya una semana este capitulo estaba publicado, claro en otra pagina de fics...
    ACLARACIONES: los pensamientos en comillas (´´´´)
    Las conversaciones entre guion ( - )
    Cambio de escena: puntos y asteriscos (...****...)
    DECLAIMER: pues como saben ni Inuyasha ni ninguno de los personajes me pertenecen de ser así ya fuera unido a esta pareja en la serie un tiempo... son creaciones de Rumiko Takahashi. si hiciera milagros haría a Sesshoumaru de carne y hueso y lo clonaría para todas... Hahahaha disfruten
    UNA NUEVA AVENTURA Y UN NUEVO AMOR
    CAPITULO XII: LA POSESION DE BOKUSENO.
    Los días habían pasado lentamente, ya con el de hoy serian tres… tres largos y tortuosos días para aquel Taiyoukai que dirigía ese pequeño grupo, definitivamente sentía molestia y algo mas que no supo que era pero identifico como asco, el aroma de aquella humana lo venia torturando y prácticamente humillando a lo grande, ¿Por qué? Muy simple, en solo tres días de búsqueda se habían acercado a ellos varios Youkais de baja categoría para enfrentarlo y para conocer a la ´´compañera del gran Sesshoumaru´´, pagaron caro su osadía y su burla, pues aquellos pobres estúpidos se acercaban solo buscando su muerte…¿ a cuantos había matado? Probablemente perdió la cuenta, atacaban a cada momento y aparecían mas cuando el sol se ocultaba, no había dejado que ningún youkai que se cruzo en su camino quedara con vida, ¿la respuesta? Muy sencilla, no dejaría que el rumor de la compañera Humana de Lord del Oeste circulara, no permitiría que su nombre fuera manchado…

    Por otro lado la miko seguía teniendo su aroma para pesar de el, en estos pocos días la intensidad de ese aroma no había disminuido en lo absoluto, permanecía igual, eso lo irritaba aun mas, pues el sabia que aquella miko no estaba marcada en realidad pero su olor estaba sembrando una duda en el… duda que pronto resolvería. Ya que en camino hacia las Tierras del Este pasarían por el bosque de aquel viejo amigo de su padre, aquel antiguo árbol de magnolias, no se encontraban muy lejos, probablemente a medio día, así aprovecharía de obtener alguna información sobre Ratsuyuko, no habían tenido ningún indicio de el en estos días… el plan parecía no estar funcionando, el podía llegar en un día con sus poderes a las tierras del clan Dragón pero no debía recurrir a esa opción pues la idea es que fuera el quien viniera primero por la miko…

    Kagome por su lado sentía que pronto enloquecería de tanto silencio, Sesshoumaru no había pronunciado mas palabras que no fueran ´´ vamos´´ y ´´aquí´´ cuando caía la noche y debían descansar,,, estos tres días habían sido iguales, sin contar que era poco lo que podía descansar en las noches debido a que siempre eran atacados, ella intentaba ayudar pero siempre era detenida por Hatsoriu y al final Sesshoumaru derrotaba los youkais en un abrir y cerrar de ojos, ¿el motivo de los ataques? Burlar a Sesshoumaru, increíblemente creían que podían enfrentarse con el o que el peli plata se volvió débil por el simple hecho de que ella tuviera su olor encima, Sabia que eso era lo que le molestaba el Inu eso… y tener que viajar con ella pues en estos días ni siquiera la había volteado a ver, claro pero eso a ella no le debía de importar... al fin de cuentas era Sesshoumaru después de todo, no era un ser mas amigable ni alguien facial de tratar… aquel Inu azabache resulto ser el único motivo por el cual aun no enloquecía, no hablaba mucho pero al menos lo hacia de vez en cuando y siempre estaba cerca de ella, como un protector, incluso era el único que se quedaba cuando caía la noche, pues Sesshoumaru nunca se quedaba con ellos, desaparecía de los alrededores y solo hacia acto de presencia si era necesario, si eran atacados.

    Era extraño para la miko después de meses de viajar sola, encontrarse de cierto modo con compañía en este viaje y no eran precisamente sus amigos, lo cual le producía melancolía… como extrañaba aquellos días, donde podía estar en esta época y también en la suya pero debía aceptar que todo tenia un fin y que la única forma de que eso volviera a suceder es que la perla volviera a existir y con ella la probabilidad de que Naraku apareciera. Miro el cielo De nuevo ya llevaban prácticamente todo el día caminando aun sin indicio de Ratsuyuko, se sentía cansada, faltaba poco para oscurecer y su cuerpo exigía descanso y ser alimentado, ella se encontraba caminando al lado de Ah-Uhm y del azabache a unos metros mas adelante el peliplata quien no había mencionado nada en este viaje.

    -estoy cansada…- soltó en un susurro la miko inconscientemente pero fue claramente escuchada por aquellos oídos desarrollados.

    -puede subirse en el lomo del Dragón, Kagome-sama…- sugirió el azabache viendo a la miko pero sin ninguno detener su andar.

    -no, el debe estar igual… no he dormido bien en estos días y lo peor es que aun no hay rastro de Ratsuyuko…- dice la azabache viendo el rojizo atardecer…

    -estoy seguro que pronto sabremos de el…- respondió el joven youkai, viendo como la cara de la sacerdotisa estaban un poco sonrojadas, en realidad llevaban casi todo el día así, pensó que seria calor pero lo descarto pues se acercaba el invierno y no habían temperaturas altas en ningún momento del día.- ¿se siente bien?- pregunto preocupado de que tal vez pudiera estar enfermando.

    -eh? Si…- la miko no entendió muy bien el porque de esa pregunta, si se sentía cansada pero lo retribuyo a la falta de sueño.

    -pasaremos la noche aquí.- la azabache no se había percatado de que Sesshoumaru se había detenido hace rato, estaban en un campo semi abierto, algunos arboles los cubrían, el Taiyoukai dio media vuelta dispuesto a marcharse como lo hacia todas las noches. La sacerdotisa, miro intrigada como desaparecía el peliplata de nuevo.

    -iré a buscar comida…- menciono Hatsoriu, olfateando el aire, había un rio cerca.

    -yo te acompaño…- se apresuro a decir la miko, ella podía conseguirse sus alimentos pero el no le permitía hacer mucho.

    -no, descanse…-

    -yo estoy bien, déjame acompañarte…- suplico la miko, el azabache solo rodo los ojos, en el corto periodo que tenia compartiendo con ella sabia que era imposible hacerla desistir.

    -bien.-

    El lugar por donde pasaba el rio no estaba muy lejos, llegaron en algunos minutos, claramente se escuchaba como la corriente del rio pasaba por ese lugar, Kagome doblo un poco la parte de debajo de su kimono hacia arriba para internarse a la zona mas baja del agua e intentar agarrar algún pez.

    -no es necesario…- dice el youkai repitiendo la acción de la miko al internarse a la parte mas baja del rio, ágilmente con sus garras capturo varios peces en un abrir y cerrar de ojos, ni siquiera había mojado sus ropas para pescar, miro algo entretenido a la miko que solo lo miro con la ceja levantada.

    -presumido…- dijo por lo bajo un poco molesta, tenia que restregarle que el en un segundo podía agarrar varios peces.
    -te dije que no era necesario…- respondió el youkai victorioso, saliendo de aquel rio.

    -lo se… pero quiero intentarlo, tu siempre te encargas de buscar alimentos, déjame ayudarte en algo.- dice la miko concentrándose un poco, mira sin parpadear el agua, esperando el momento oportuno para…

    - demonios…- soltó frustrada al ver como el pez había escapado, esto siempre le costaba un poco.

    Pasaron algunos minutos y la miko seguía con su intento de atrapar un pez, Hatsoriu sabiendo que no la haría desistir fue a buscar algo de leña para la noche, de regreso al lugar donde pasarían la noche, paso a supervisar que la miko estuviera bien, vio como esta seguía con intentando agarrar un pez.

    -para ya… te dije que…- pero fue interrumpido por un grito que resonó por todo el bosque.

    -Lo tengo!- la miko había logrado capturar un pez, sonreía victoriosa mientras el animal se removía en sus manos, se dirigió rápido a la orilla para salir. –Te dije que podía.- dice mirando al azabache, quien rueda los ojos y rápidamente atraviesa con su garra al pez, quitándolo de las manos de la sacerdotisa y colocándolo junto al resto en un saco. Kagome lo mira con el ceño fruncido.

    -y yo te dije que mejor descansaras…- a pesar de que la miko, no lo sentía aun, su rostro se tornaba mas cansado y con algunas gotas de sudor corriendo por el. La miko se sorprendió un poco sin entender muy bien a lo que se refería.

    -encenderé el fuego, te dejo para que te refresques un poco.- sugirió el Inu azabache mientras se alejaba, con algunos troncos en su hombro.

    La miko no lo dudo, aprovecho que el youkai le dio su espacio para darse un baño, aflojo su kimono, dejándolo caer, al menos con este kimono duraba menos en desvestirse pues era una sola prenda fácil de sacar, lo doblo y se sumergió en la parte mas profunda, su cuerpo tembló al frio del agua el cual había ignorado minutos atrás. Nado un poco despejando su mente, recostó su cuerpo de una de las rocas, estando este sumergido por completo en el agua.

    -que día tan largo…- dijo para si misma soltando un suspiro de cansancio, cerro sus ojos un momento relajándose con los sonidos que solo la naturaleza ofrecía, los abrió nuevamente para mirar como en el cielo comenzaban a aparecer las primeras estrellas, no quedaba casi nada de la claridad del sol. ´´ Que me esta sucediendo.´´ pensó, llevando una mano a su frente, sintiendo como ardía en fiebre… ´´ es extraño, Hiyori dijo que no enfermaría jamás…´´ recordó, las palabras de aquella youkai, comenzaba a sospechar que algo mas sucedía con ella o que tal vez su sangre estaba rechazando la de Sesshoumaru, era lo mas lógico para ella.

    salió del agua y se vistió rápido, ya que el frio de la noche la estaba congelando, el kimono que tenia (que fue entregado en las tierras del Oeste) no ayudaba mucho pues era de Verano muy delgado, nada adecuado para tan fría temporada, había revisado su mochila infinidades de veces buscando su traje de sacerdotisa pero solo estaban algunas sabanas y su bolsa de dormir, la cual había dejado en la época feudal antes del que pozo cerrase al igual que su mochila, nunca la había usado en todo este tiempo pues no quería que alguien en su viaje le preguntara que era y ella tuviera que contarle toda su historia, llamaría mucho la atención y no quería, pues estaba tratando de comportarse como cualquiera sacerdotisa de la época.

    Comenzó a escuchar una especie de susurros, no comprendía nada, pero parecía que el mismo viento traía esas palabras consigo ya que no sonaba como una voz humana, las hojas comenzaron a mezclarse con el viento, aquellas que se caían debido a la temporada, Kagome, sintió cierta curiosidad y como si de un conjuro se tratase siguió la dirección de donde provenían aquellos susurros en una incomprensible lengua…

    Cuanto había caminado? la verdad no se había percatado y tampoco estaba muy interesada en saberlo, solo quería saber de donde provenía aquel sonido, salió de su ensoñación, dándose cuenta que se encontraba en otra parte del bosque, habían arboles con sus hojas completamente marrones y anaranjadas mientras otros no tenían nada, el invierno comenzaría temprano sin duda, pero aquello que llamo su atención fue ver a esa enorme y prepotente árbol intacto, sus hojas no mostraba cambio alguno como el resto de los arboles, por su tamaño se notaba que tenia cientos de años, noto algo raro en el, parecía mágico, se parecía al Goshimboku solo que este sin duda era mas grande pero despedía cierta magia al igual que aquel.

    Se acerco al tronco, con cierta melancolía recordando su época, puso una mano en este haciendo que volaran algunas luciérnagas que reposaban ahí.
    -¿que haces tan lejos de tu hogar muchacha?- Kagome se sobresalto al escuchar esa voz, pues se parecía un poco a los susurros que escucho, volteo a todos lados pero no veía ni sentía a nadie, se sobresalto al sentir como el tronco donde posaba su manos comenzó a moverse, como si de este saliera algo, quito la mano rápidamente notando como en la protuberancia se formaba una especie de rostro, la miko se sorprendió ante lo que veía.

    -como es posible que…- cayo un momento dudando de si continuaba, simplemente se le era imposible creer…- ¿que eres?- sonaba algo tonta la pregunta pero quería saber, al menos sabia que youkai no era pues no tenia presencia.

    -un viejo árbol como veras, no te asustes muchacha…- lejos del miedo Kagome se sentía sorprendía y tal vez algo aterrada pero solo tal vez…

    -un árbol mágico…-dijo la joven viendo aquel frondoso árbol de magnolias mientras este soltaba algo como una risa ante lo dicho.

    -si… me conocen como árbol sabio pero mi nombre es Bokuseno ¿cual es el tuyo joven miko?-Kagome salió de su asombro al escuchar la pregunta del árbol, sintió que fue un poco descortés al no presentarse. ´´árbol sabio…´´ pensaba, ahora que lo recordaba había escuchado alguna vez de el, gracias a Myouga e Inuyasha pero no lo había visto.

    -Mi nombre es Kagome, Kagome Higurashi…- dijo haciendo una pequeña reverencia al presentarse.

    -un Placer Kagome…-dice el viejo árbol.- ahora dime Kagome ¿porque estas tan lejos de tu hogar…?-

    -¿como lo sabe?- pregunto con cierta confusión la miko. ¿Como era posible que el lo supiera? tal vez solo era una mera sospecha o podría solo tener el poder de saberlo….

    -yo lo se todo muchacha.- dice riendo un poco ante la expresión de la miko.-además tu aura es muy diferente a la de los de esta época, puedo ver que eres del futuro…eras la portadora de la Shikon no Tama-

    ´´ya veo porque lo llaman sabio…´´ pensaba la miko.- si es cierto, no soy de esta época…- afirma la miko.- disculpe creo que he escuchado de usted antes…- dijo la muchacha con cierta curiosidad.

    -no son muchos los youkai que me conocen y tu eres la segunda humana que me encuentra… no suelo mostrarme a todos… así que a quien te refieres joven miko?.- dijo el árbol sacudiendo algunas ramas.

    -un anciano llamado Myouga fue el que me hablo de usted ¿lo conoce?- pregunto con cierta curiosidad, no era mucho lo que había escuchado de aquel árbol después de todo.

    -ahh… Myouga…tengo algún tiempo sin saber de el, un viejo amigo sin duda fiel a el General Perro… como conociste a esa vieja pulga joven sacerdotisa?-

    -pues Gracias a un hanyou llamado Inuyasha…-dijo la miko, esperando que el árbol conociera ese nombre…

    -Inuyasha… hijo de Inu Taisho… no lo veo desde que era un cachorro, Myouga siempre ha estado al pendiente de el, solo se que fue el heredero de Tessaiga y que viajaba con un grupo recolectando los fragmentos de Shikon… ¿tu eras la que lo acompañabas cierto…?- la miko asintió levemente.

    -si, nosotros recolectamos los fragmentos de la perla, recuperándola y desapareciéndola…- dice la miko mientras inconscientemente algo de tristeza se poso en sus ojos. Bokuseno pensaba corregirla en algo pero no lo hizo.

    -ya entiendo el motivo por el que decidiste quedarte muchacha…- dice sorprendiendo a Kagome haciendo que esta se ruborice un poco al ser descubierta.- sin embargo, es extraño que portes parte de la sangre de su hermano en sus venas.- ahora si Kagome estaba hecha un tomate ante lo dicho, el árbol también había notado lo de su Sangre.

    -fue un accidente…créame no compartimos sangre por voluntad propia…- dice la miko, para hacer que aquel viejo árbol olvidara cualquier idea que tenia.

    -lo se… sobre todo porque conozco a Sesshoumaru, lo de tu cuello también fue un error no?-

    -si, lo fue…- respondió con algo de tristeza que la cual no le encontró motivo.

    -se borrara en algunos días muchacha… fue por eso que viniste…-

    -eh?-Kagome no entendía nada que quería decir que fue por eso que vino?.

    -solo aquellos con alma pura y con dudas escuchan los sonidos de mis hojas cuando están muy cerca de mi bosque, tú tenias una duda y por eso llegaste hasta acá… aunque ahora no lo recuerdes…-

    ´´tiene razón… yo quería saber que me estaba pasando…´´-si, en realidad hay algo que me gustaría saber…- soltó decidida la miko, viendo como el viejo árbol esperaba su respuesta.

    -no morirás….-respondió tranquilo dejando sin palabras a la sacerdotisa.- es solo que tu nueva sangre esta tratando de cerrar esa falsa marca, tal vez esa sea la razón por la que sientas algo de cansancio pero pronto pasara…-aseguro aquel viejo roble…

    -así que eso era… creí que…-

    -¿que estabas muriendo?.- Bokuseno completo lo que la miko quería decir, haciendo que esta se avergonzara un poco y solo asintiera como respuesta. –Eso no sucederá…al menos no por eso…- dice, haciendo que la Joven relaje un poco sus facciones.- ¿porque no haz vuelto a tu hogar?- la primera pregunta hecha aun no había sido contestada

    -¿como sabe que no he regresado…?- pregunta la miko, es posible que supiera todo?

    -se que tu tristeza no es solo por un desamor…también se debe a que extrañas tu familia…- responde, mientras unas de sus raíces se mueve hacia el rostro de la miko espantando a algunas luciérnagas en su cabello.

    -el pozo por donde viajaba se cerro después que la perla desapareció, quede en mi época atrapada, hasta que un día el sello desapareció y el pozo volvió funcionar… yo sabia que seria la ultima vez que podría cruzar por el pero ya había tomado mi decisión quería estar en esta época con mis amigos y con…- dudo en decirlo pero el árbol sabia de quien hablaba.

    -el joven InuYasha…-decía el viejo árbol sonando algo paternal…- no obstante los motivos que te hicieron tomar tu decisión de regresar ya no son tan fuertes como antes, tampoco parece tan importantes como una vez lo fueron… ¿entonces porque no has buscado una forma de volver a tu época…?- pregunta sorprendiendo a la miko ante tal declaración… ¿que quería decir? ¿Que ella no amaba a InuYasha como antes? O tal vez solo la estaba probando…

    -se equivoca…- el viejo árbol solo la miro.- tal vez haya cambiado un poco este año en el Sengoku pero sigo segura de la decisión que tome al regresar, no me arrepiento de nada… aunque no le puedo negar que extraño a mi familia.-decía la miko sonando segura de si misma, tanto que el viejo árbol casi lo cree, pero al el no se lo podía ocultar, sabia que la miko ya no estaba tan segura de su decisión…

    -no te trates de engañar Kagome…- pronuncio con un tono bajo.- tal vez tu quieres creer en tus propias palabras… en que estas segura de tu decisión pero recuerda que lo se casi todo y un alma tan pura como la tuya no es difícil de leer para saber que una parte de tu corazón se arrepiente de estar de vuelta a una época que no perteneces, la misma que cree que no obtuvo nada con su regreso, aquella que fue herida y ahora es la misma que trata de convencerse de que aun siente lo mismo que cuando volvió…- la azabache analizo esas palabras, si.. Tal vez el árbol tenía razón después de todo.

    -no puedo ve el futuro pero se que tu regreso no fue en vano joven miko, las cosas siempre suceden por algo..- los ojos de la azabache comenzaron a cristalizarse un poco, sin poder hablar asintió ante aquellas palabras.

    -Bokuseno-sama ¿cree usted que exista la posibilidad de que el pozo vuelva a funcionar ahora que la perla no existe..?-

    -la perla aun existe muchacha…-Kagome se tenso al escucharlo sin poder ocultarlo ante aquella declaración…

    -imposible… eso no puede ser…-como se lo iba a negar si ella misma se encargo de que desapareciera con su deseo.- de ser así Naraku…-

    -existe.- recalco, haciendo callar a la joven.- solo que esta oculta de manos ambiciosas de poder, ningún ser maligno o corrupto podrá encontrarla ni sentirla aunque la tenga al frente suyo…-

    -¿a que se refiere? De ser así el pozo seguiría funcionando…- eso era cierto si la perla existiera, ella aun viajaría por ambas épocas, tuviera su vida normal en el futuro y seguiría visitando a sus amigos a diario.

    -el lugar en donde la shikon No Tama se encuentra, oculta su poder para que nadie pueda sentirla o encontrarla.-

    -¿quiere decir que alguien la tiene protegida bajo una barrera?- de ser así quien seria? Debía ser una sacerdotisa muy fuerte… ´´Kikyou…´´ fue el único nombre que paso por su mente en ese momento, quien mas seria capaz de hacer tal cosa para resguardar a la perla si ella no fue… pero como era posible ella había muerto y esta vez era verdad…

    -algo así muchacha… la perla nunca desapareció… solo regreso al interior de su ultima portadora, su poder solo fue sellado para que fuera imposible para los seres ansiosos por poder encontrar su ubicación…- la miko estuvo a punto de caer de rodillas ante tal declaración.

    -eso quiere decir que…-

    -la perla volvió a ti Kagome, tu eres su portadora…- Kagome instintivamente toco el lugar por donde la perla salió aquella vez ¿Cómo era posible que volviera a ella?

    -entonces… el pozo debería estar funcionando…- ¿podría ser verdad? ¿Regresaría a casa? Ella desde que volvió nunca intento atravesar de nuevo el pozo ¿porque? Simplemente porque jamás se imagino que volviera a funcionar…

    -lo dudo… el poder de la perla se encuentra sellado para que no sea encontrada… fue sellado en el mismo momento en que tu misión en esta época se acabo.- la alegría de la joven se desvaneció, debía suponerlo…una idea cruzo por su mente.

    -¿como fue posible que el pozo se activara cuando decidí regresar…?-

    -la historia de los portales es muy compleja muchacha…puede ser que tu misma inconscientemente quitaste el sello de la perla, tus sentimientos y ganas de volver pudieron haber ayudado a quitar ese sello por un momento.- dice el viejo árbol pensando en otra opción.-o fue el mismo portal que se activo en ese momento, tal vez porque tu misión en esta época continuaba o tal vez porque así debía ocurrir- ambas razones tenían sentido aunque la miko prefería que fuera la primera de ser así ella podría buscar la forma de quitar el sello…

    -¿es posible que yo haya quitado ese sello?- susurro mas para ella misma.- entonces puedo buscar la forma de quitarlo para devolverle los poderes a la pela no?- miro directamente a Bokusenou, si era una posibilidad si ella encontraba la forma de quitar el sello, podría volver a su época.
    -es probable que exista la manera de quitar el sello de la perla pero bien sabes que sucederá si la Shikon No Tama volviera a recuperar sus poderes…- el árbol sabio sonaba muy serio.

    Era cierto ella se le había pasado ese pequeño detalle.-los seres malignos saldrían de sus escondite y tantos youkais como humanos serian invadidos por la codicia y la casería de la perla comenzaría…-dijo con tono bajo la azabache descartando cualquier idea de querer devolverle el poder a la perla solo traería desgracia y habría alguna posibilidad mínima de que Naraku apareciera otra vez y ese riesgo no lo correría, no pondría en riesgo a todos en esa época por su propio deseo de que las cosas fueran como antes, debía afrontar y acostumbrarse a las consecuencias de su decisión.

    -tu misma lo has dicho joven miko… aun así no sabemos que fue lo que activo el pozo en esa ocasión…- no debía rendirse, si ella quería volver ver a su familia debía intentar con otras formas que no involucraran a la perla, Bokuseno recordaba vagamente una forma devolver su magia a portales pero solo era una antigua historia, una que podría ayudar a la miko, sin embargo no la podía decir, una presencia muy poderosa se acerba rápidamente a ellos, la miko no la había sentido pues ella se encontraba bajo la barrera del bosque de Bokuseno, aunque no lo notara… eso no le permita sentir presencia alguna.

    -¿que haces aquí miko?- debía sospecharlo hacia cierto tiempo que no sentía esa presencia, la miko salto al oír esa fría voz, volteo encontrándose con aquella mirada ámbar que la veía duramente, se sentía descubierta, cuanto tiempo se suponía que tenia Sesshoumaru escuchando la conversación y sobre todo ¿porque no lo había sentido? Y si había escuchado lo de la sangre…

    -Sesshoumaru….- saludo Bokuseno si emoción alguna en su voz, era raro que el joven príncipe lo visitara debía ser algo muy importante pues lo conocía y el no aceptaba ayuda de nadie.

    El peliplata solo volteo su mirada al oír su nombre y después volvió a fijar su vista en la miko, la cual no contestaba su pregunta y podía sentir cierto temor, que no supo a que se debía. –Responde- estrecho su mirada, dando entender que su paciencia se acaba, la miko aun estaba sorprendida y parecía que alguien le había cortado la lengua.

    -yo…- ¿que se suponía que iba a decirle? Ni ella sabia como llego hasta ahí, claramente podía ver la molestia en los ojos del Taiyoukai y temió lo peor, era probable que el fuese escuchado lo de la sangre…

    -yo la llame…- intervino Bokuseno, haciendo que Sesshoumaru fijara nuevamente su vista en el.

    -¿porque?-para que necesitara ese viejo árbol conocer a esa humana… hace algunos minutos sintió como la presencia de la miko había desaparecido y otra indudablemente conocida estaba cerca y temió lo peor, Hatsoriu ni siquiera había notado que la miko había escapado.

    -Kagome tenia una duda, mis hojas solo la guiaron a este lugar… así fue como la sacerdotisa llego hasta mi bosque.- la mirada de Sesshoumaru iba desde Kagome hasta el árbol sabio, la miko parecía estar calmándose un poco, aun no entendía su reacción, ella por lo general no demostraba miedo ¿porque ahora si?

    -me doy cuenta que viaja contigo joven príncipe… a que debo tu visita Sesshoumaru?-el ambarino frunció el ceño al escucharlo, el viejo árbol pudo detectar una mirada de suplica que le dedicaba la muchacha, el lo entendió, había lago que no debía contar no a Sesshoumaru…

    -vete- pronunció el Taiyoukai si ni siquiera voltear a ver a la miko, Kagome se sorprendió, esa palabra la hizo volver en si, porque se suponía que debía irse, ella no estaba haciendo nada, además quien rayos era el para ordenarle algo.

    - no me iré, no tengo porque…- que le sucedía a esta miko, lo estaba desafiando, hace unos segundos se encontraba asustada por su presencia y ahora estaba aquí ¿desafiándolo? Sesshoumaru fijo su dura mirada en ella, la humana no mentía, no se iría, ni siquiera se había dejado intimidar por el en ese momento.

    Bokuseno solo observaba la guerra de miradas que ambos sostenían, ninguno daría su brazo a torcer, el ambiente se puso tenso, sintió cierta admiración por la joven miko pues nadie se enfrentaba de esa manera a Sesshoumaru pero ella parecía confiada, al parecer olvidaba con quien trataba y que el mismo Taiyoukai la podía matar en ese momento.

    -¿dime Sesshoumaru que deseas saber?- trato de llamar la atención del Taiyoukai, ya había comenzado a temer por la vida de la muchacha, el peliplata no volteo en ningún momento parecía como si no lo fuese escuchado, alzo su brazo rápidamente comenzando a formarse aquel látigo de veneno, sin pensarlo y sin dar tiempo a que Kagome reaccionara, agito el látigo, golpeando el hombro izquierdo de la miko, haciendo que de esa lado el kimono de la sacerdotisa quedara roto, dejando desnudo su hombro.

    Kagome gimió del dolor, pues el látigo no solo había rasgado el kimono sino que había cortado parte de su piel en esa zona y el ardor del veneno de Sesshoumaru era casi insoportable, cayo de rodillas cubriéndose el la herida para que de esta dejara de brotar sangre cosa que parecía inútil. –QUE DEMONIOS PASA CONTIGO!?- que le sucedía ese demonio ¿porque la atacaba?

    Sesshoumaru ignoro sus palabras y dirigió su mirada al árbol.- esa es mi duda…-dijo, el árbol entendió de inmediato a lo que se refería, Kagome al escucharlo solo lo maldijo, aunque no entendió muy bien en si lo que quería saber el Inuyoukai pues el dolor estaba evitando que prestara atención a lo que decía.

    -la falsa marca... te responderé lo mismo que a ella…tardara algunos días en desaparecer… si tratas de sentirlo, tu aroma en ella no esta tan fuerte como antes.- el peliplata frunció el ceño por su puesto que el no veía cambio alguna, esa humana seguía oliendo igual.

    -estúpido- mascullo por lo bajo la miko, estaba furiosa por lo que había hecho el Taiyoukai, se puso de pie lentamente soportando el ardor causado por el veneno de aquel demonio, dejo de tapar su hombro con su mano, ya no importaba si sangraba, cerraría en algunos momentos. ´´es cierto el no puede ver cuando…´´ la miko cayo en cuenta tarde, Sesshoumaru se encontraba mirándola firmemente, se veía molesto gracias al insulto que la miko le proporciono. Sin dejarla reaccionar, el peliplata ya la había estampado al tronco tras de ella, apretando su cuello de tal modo a casi estrangularla, Kagome solo sintió el dolor del golpe en su espalda.

    -parece que he sido muy considerado contigo humana… no se te olvide que puedo acabar con tu miserable vida en un segundo.- ejerció mas presión, los ojos de Kagome comenzaban a cristalizarse, pero ella firmemente retenía sus lagrimas, no dejaría mostrar debilidad ante ese miserable, no le daría el gusto de verla suplicar por s vida.

    Sesshoumaru sintió algo húmedo por su antebrazo, fijo rápidamente su mirada encontrando sangre perteneciente a la miko recorriendo por su brazo miro la herida de su hombro la cual no dejaba de brotar ese líquido vital, la sorpresa lo invadió y fue difícil ocultarlo al ver la herida cerrarse en tan solo un segundo. Ya no brotaba sangre de esta. ´´imposible…que es esta humana…?´´ pensó el peliplata sin conocer los motivos de su rápida cicatrización.

    -¿como lo hiciste?- pregunto sin rodeos, Kagome sabia a lo que se refería, no fue si quiera necesario mirar la herida que estaba en su hombro pues el ardor había desaparecido, la miko se removió intentando inútilmente soltarse del agarre del Taiyoukai el cual se había aflojado, ante aquella pregunta, no quería decirle lo de su sangre, no a el y no en este momento.

    -suéltame…-dijo tratando de quitar el brazo de Sesshoumaru de su cuello, el peliplata seguía inspeccionándola, encontrando otro misterioso detalle, la miko se suponía que debía estar herida, el había incrustado sus garras no hace mas de 4 días, ella debería al menos tener una cicatriz bien sabia los humanos no cicatrizaban rápido.

    -te hice una pregunta.- el ambarino reacciono al sentir como la miko forcejeaba para escapar volvió apretar fuertemente el frágil cuello de la azabache, le estaba faltando el aire sin duda Sesshoumaru estaba mas que furioso esperando una respuesta lógica, podría matarla sino escapada de ahí pronto.

    -Ya déjala Sesshoumaru…la vas a matar…- Bokusenou podía intervenir pero tenia comprobar si Sesshoumaru seria capaz de controlarse antes de que eso sucediera.

    -DEJAME!- Kagome apretó fuertemente el ante brazo de Sesshoumaru mandando una gran descarga de su pode espiritual, provocando que el Inuyoukai la soltara ante aquel mortal contacto, la miko cayo bruscamente al suela, tratando de llenar rápido sus pulmones de aire.

    El peliplata se inspecciono rápidamente su brazo observando como en este había quedado la marca de la mano de la miko y estuvo cerca de calcinar su brazo, ahora si no tendría piedad de ella. –Maldita humana…- agito nuevamente su látigo esta vez con toda la intención de dañarla, no era necesario ensuciarse las manos pensaba con ella seria sencillo o al menos eso creia.

    -NO!- Kagome no lo pensó creo una Kekkai a su alrededor protegiéndola inmediatamente del venenoso látigo, Sesshoumaru se sorprendió al ver su ataque rebotado, la miko había actuado rápido.

    -estúpida humana…- si al vez había sido lista al actuar tan rápido pero no por eso perdonaría su insolencia, a una velocidad inhumana dirigió sus garras goteantes de veneno al cuerpo de la miko, Kagome no llego a reaccionar pero alguien si.

    -Suficiente Sesshoumaru…- Bokuseno ceo una barrera separando por solo milímetros al peliplata de la sacerdotisa quien solo tapo sus rostro con sus brazos, al no tener tiempo de hacer nada para evitar el ataque del Inuyoukai, Sesshoumaru paro, fulminando con la mirada a Bokuseno.
    -no interfieras. Bokuseno-la mirada asesina del Taiyoukai lo decía todo, seria capaz de enfrentarse a el con el si volvía a meterse, sin embargo el árbol sabio no se intimido.

    -no tengo porque contestar tu estúpida pregunta!-el coraje en los ojos de la miko era notable así como estos comenzaban a cristalizarse de nuevo mas eso no le quitaba la determinación y el valor en ellos. Cuanto deseaba haber tenido una flecha con ella en eso momento, seguramente no fuese dudado en usarla, algo en ella parecía romperse, el estuvo a punto de matarla y ni siquiera le importo… no sabia porque le dolía pero ya no importaba no quería seguir viajando con ese maldito demonio, debió hacerle caso a InuYasha cuando dijo que no debía viajar con ese asesino, debió dejarlo venir, al menos el nunca fuese dejado que la lastimara.

    Sesshoumaru solo la miro firmemente escuchando la rabia y el dolor con el que la miko grito esas palabras a el, la azabache dio media vuelta y echo a correr, no seguiría ahí, se debía alejar. El Inuyoukai solo la miro, estaba seguro que la humana cobarde escaparía pero el no lo permitiría.

    -ya deja a la sacerdotisa en paz y dime de una vez a lo que has venido Sesshoumaru.- dijo duramente Bokusenou, no le parecía nada aceptable el comportamiento del Taiyoukai, el cachorro era tan diferente a su padre, no había duda en eso.

    El peliplata lo volteo a ver aún molesto por su intromisión hace unos segundos.- ¿porque la defiendes?-

    -No lo hago, esa joven no ha hecho nada que no te merecieras…te recuerdo que tu la atacaste primero-

    -tonterías…- bufo, fijando su mirada al cielo, parecía que eso lo calmaba.

    -¿que te llevo a viajar con ella? Si es más que notorio que no se llevan bien.-

    -estoy en busca del hijo de Ryukotsusei conoces su escondite?-

    -Ratsuyuko…ese el motivo por el que la sacerdotisa viaja contigo…-Bokuseno parecía concentrado como si el viento le contara algo.- el esta tras esa joven, quiere su poder para ser un ser indestructible pero no le será fácil… el lo sabe pues viaja a tu lado y junto a otro de tus discípulos sin embargo eso no le importa pues no cree que seas rival para el.- Sesshoumaru agravo su mirada al escuchar eso.- No se encuentra en las tierras del este… te esta buscando, a ti y a la miko pues sabe que tu la proteges, llegara a ti mas pronto de lo que imaginas…-con estas ultimas palabras Bokuseno abrió sus ojos.

    -la humana… porque es capaz de curarse tan rápido? Que la hace diferente a otro de su especie?- pregunto recordando que su pregunta no había sido respondida por quien debía y probablemente nunca se lo diría.

    -me temo que no soy yo el que te debe responder eso… sin embargo debes recordar que provoca que un humano adquiera esa habilidad….- debía recodarlo aunque no eran mas que mitos lo que se oían con respecto a eso.

    El peliplata se voltio dispuesto a macharse, debía cerciorarse que la miko no fuese escapado aunque que mas podía esperara de una raza tan deplorable como la suya.

    -Sesshoumaru…- paro su andar sin voltear a verlo para Bokusenou era suficiente.- dile a la sacerdotisa que hay una forma que sospecho podría devolverla a su época…- eso lo había dejado confundido… ¿como que a su época? De donde era esa humana?... muchas peguntas surcaban su mente, sin responder, siguió su camino localizando el desagradable aroma de aquella humana… aun le debía respuestas…

    ….***********************…
    ¿Tanto era lo que había caminado? Llevaba ya minutos corriendo en dirección a donde sentía la presencia de Hatsoriu, nunca noto todo lo que había recorrida, el aire le faltaba, estaba aun mas exhausta, se había ganado algunos raspones gracias a algunos arbustos, entre los que paso, no se había detenido, no quería, solo deseaba irse lejos llegar al menos a un lugar seguro a un lugar donde el peliplata no la encontrara, sabia era imposible con lo que había pasado hace poco estaba mas que claro que el la encontraría en cualquier lugar del sengoku.

    Paro, no podía mas, cayo de rodillas al parecer la fiebre que tenia había aumentado mucho mas, al menos ya sabia la razón de su cansancio, últimamente en todos sus males estaba involucrado aquel youkai, que no quería volver a ver, sin darse mucho chance de descansar trato de ponerse de pie pero su cabeza comenzó a dar vueltas y en un segundo ya estaba cayendo al duro suelo, sin poder reaccionar solo espero el golpe que jamás llego….

    -Kagome-san!- el joven youkai azabache alcanzo a tomarla en brazos antes que la miko tocara el suelo.

    -mmmm? Hatsoriu…- la imagen era un poco borrosa pero logro identificar… tanto se había descuidado que no noto cuando el azabache comenzó a acercarse a ella?.

    -llevo horas buscándola… ¿donde estaba?- ´´¿porque? Porque no me pudo encontrar?´´ como era posible que el no la fuese encontrado, la miko estaba cansada pero aun así esto parecía extraño… a la falta de respuesta, Hatsoriu paro su interrogatorio. – La llevare al campamento…- el joven comenzó a corre a velocidad inhumana al lugar donde pasarían la noche.

    No tardaron mucho, la miko lo único que sintió fue la fría brisa golpeándola sin piedad alguna mientras un par de brazos la alzaban. De pronto, no sintió más el viento y volvió a abrir sus ojos mirando el rostro del youkai que parecía buscar algo.

    -necesita descansar…- sin encontrar algo mas cómodo donde ponerla la puso sobre la grama recostada en un árbol.

    -no te preocupes estoy bien…- era mentira y ambos lo sabían, el azabache detallo lo rasgado que tenia el kimono la miko y algunos raspones en sus pierna pero no preguntaría nada mas, ella no estaba en condiciones de responder, aunque no era necesario el tenia una leve sospecha de quien había sido.

    Con las pocas fuerzas que le quedaban agarro la mochila que tenia a un lado suyo, busco algo en ella hasta que lo encontró, saco su vieja bolsa de dormir a decir verdad ella tenia mucho frio y esa noche solo quería algo cómodo donde dormir. El azabache miro extrañado aquel objeto que saco la miko, ella se puso a duras penas de pie mientras se tambaleaba un poco, estiro el saco hasta que quedo listo para usarlo, el youkai cuidaba de que ella no fuera a caerse.

    -listo- dijo en tono bajo y con una pequeña sonrisa, mirando con cierta nostalgia aquel objeto, aunque Hatsoriu lo atribuyo a la alta temperatura que tenia la miko, la detallo un poco inconscientemente, hasta que su mirada llego a las piernas, aquella parte que permitía ver el kimono, ella ya no tenia raspones, estaba sorprendido sin duda pero después preguntaría, ahora solo la dejaría descansar.

    Kagome se dejo caer sobre el saco y se acomodo en el para dormir…

    -buenas noches Hatsoriu, dijo dedicándole una mirada de agradecimiento podía de ver algo de confusión en aquellos dorados ojos que brillaban hermosamente ante la luz de la fogata, ella sabia porque, pero después le respondería cualquier duda.

    El youkai noto su mirada y volteo rápidamente a otra dirección, lo había hecho sentir extrañamente incomodo, se recostó en el tronco mas cercano a la miko y respondió.- Buenas noches- sintiendo un poco de calor en sus mejillas el cual desapareció rápido.

    El fuego de la fogata comenzaba a perder fuerzas, al parecer la leña se había consumido casi toda, esperaba que durara un poco mas, al menos hasta que amaneciera, no se quería alejar de ese lugar, no… la miko desde que concilio el sueño no había dejado de temblar, a pesar de estar dormida en lo que para el solo era un extraño objeto pero muy útil, este no lograba protegerla del fuerte frio de la noche, era de esperarse en algunos días comenzaría el invierno, además la fiebre de la joven no parecía querer ceder tampoco, lo podía sentir, y sus mejillas medio sonrojadas la delataban.

    Una presencia no muy amigable para el se estaba acercando a paso lento como siempre, el no tenia ningún apuro, ´´ ¿que es lo que quiere…? Es la única pregunta que pasaba por la mente del youkai azabache, no era propio del Taiyoukai acercarse a ellos a estas horas, la única forma es que fueran atacados de resto desaparecía toda la noche y regresaba al alba a penas la miko despertaba para continuar con el viaje.

    De pronto la conocida imagen apareció tras los arboles.

    -¿que es lo que quieres Sesshoumaru?- pregunto Hatsoriu, abriendo los ojos tras la presencia del peliplata, que se suponía que hacia ahí, era extraño, sin contar que no le gustaba mucho que estuviera tan cerca de la miko después de lo que había pasado porque de algo estaba seguro, que las condiciones en la que había llegado la sacerdotisa era culpa del Taiyoukai, después del incidente en el lago parecía aún mas irritable el peliplata, sabia porque era pero aquella humana no tenia culpa de nada solo lo estaba ayudando.

    Sesshoumaru dirigió su dura mirada a el, no le había gustado el tono de su pregunta, ¿que demonios le importaba que hacia el ahí?- no es tu problema…- Hatsoriu frunció el ceño ante la respuesta, si, jamás terminaría de llevarse con el nuevo Taiyoukai, como extrañaba a su antiguo señor.

    -Fuiste tu cierto.- el ambarino estrecho sus ojos sabia a que se refería, hablaba de la humana pero no era su problema lo que haya hecho con esa miko.

    -eso no es de tu incumbencia…- dirigió su dorada mirada a la sacerdotisa que yacía dormida ignorando la conversación que se llevaba frente a ella, podía ver como temblaba y por lo que veía aun ardía en fiebre, por lo visto no tendría las repuesta que quería en ese momento, era estúpido, ya no sabia que hacia en ese lugar, el de ante mano ya sabia cuando la humana estaba dormida, así que desconocía la estúpida razón que lo llevo a ese lugar.

    Volteo sin mas que hacer maldiciendo el haber llegado a ese lugar, aquella estúpida sensación que lo llevo a donde ella…a el no le importaba lo que esa humana insolente le sucediera, juraba que la próxima vez no seria tan flexible con ella, la mataría si se volvía a repetir lo de hace algunas horas, no le importaba que Ratsuyuko estuviera tras ella pues si la miko no existía el no tendría forma de fortalecerse e iría a enfrentarlo rápido, no importaba si el imbécil de InuYasha lo perseguía por haber acabado con la patética vida de la humana, lo único por lo que no hacia nada de eso era por aquella pequeña niña humana, su protegida, Rin quien le tenia un gran cariño a la sacerdotisa, y ese estúpido sentimiento creció aun mas cuando ella decidió quedarse con ellos en la aldea… desconocía las razones de la desaparición de la miko en aquel tiempo pero estaba seguro que tenia algo que ver con lo que el árbol sabio le había comentado. ¿de donde era esa humana?...

    ….***************************….

    La mañana había llegado a aquella aldea, donde un nuevo día comenzaba los aldeanos a sus labores de siempre mientras los niños salían a correr por todo el terreno.

    En una cabaña muy particular la anciana Kaede se encontraba preparando el desayuno siendo ayudada siempre por la joven niña azabache y el Kitsune.

    -¿Kaede-sama cuando estará listo?- preguntaba insistentemente la niña.

    -cierto, huele muy bien!- decía el Kitsune animosamente.

    -ya esta… Rin toma llévale a Jaken… - decía la anciana mientras daba un tazón con caldo y algunas verduras a la niña, esta asintió.

    -Kaede sabes que no comerá…- decía el pequeño zorro sin saber porque la anciana insistía en ofrecerle comida al verdusco youkai que desde que estaba en la aldea se la pasaba lloriqueando o hablaba de las hazañas de su ´´amo bonito´´ para después chillar de nuevo.

    -eso no importa Shippou hay que intentarlo…-

    Al salir de la cabaña, la niña busco con su mirada si el youkai estaba cerca y obtuvo el mismo resultado de siempre nada… aquel youkai sapo jamás se acercaba por si solo ala aldea, sus razones no quería mezclarse con tantos seres inferiores, la única que se acercaba siempre era la pequeña Rin y en ocasiones y muy seguido, se acercaba Shippou y a veces Inuyasha para fastidiar al pobre youkai. Camino un poco mientras seguía buscando, a lo lejos logro divisar el báculo de quien buscaba, apuro su andar con cuidado no botar nada del tazón.

    -Jaken-sama!- esa voz la podía conocer a mil kilómetros, aquella niña a quien debía proteger, el motivo por el que su amo lo dejo abandonado en esta aldea de humanos.

    Jaken estaba sentado al lado de un árbol como casi siempre alejado del resto, abrió sus enormes orbes para mirar como la niña se acercaba a un paso rápido, mientras sotnia un tazón de una mano y lo saludaba del otro, suspiro ella venia de nuevo a insistirle que comiera. La niña llego pronto a donde estaba el youkai, un poco agitada por lo que corrió, agarro aire y hablo.

    -Tome señor Jaken, esto es para usted!- dijo Rin estirando sus brazos para pasarle el tazón.

    -No quiero.- respondió el youkai cruzando sus brazos y volteando el rostro.

    -pero tiene comer, tienes días así…- la pequeña azabache se estaba comenzando a preocupar ya tenia varios días sin querer recibir nada,
    -te dicho mil veces que no como comida hecha por humanos niña!-

    -pero… puede morir si no come…- la niña puso su mirada insistente como de perrito mojado, debía conseguir la forma de hacer que el youkai comiera.

    -no seas tonta niña! Alguien como yo no se muere por algo tan tonto como eso, no me hace falta comer…- Rin lo miro sorprendida aunque sabia que era mentira.

    -no mienta señor Jaken! Usted comía mucho cuando viajábamos con Sesshoumaru-sama!-como podía decir que no le hacia falta comer si siempre comía con ella cuando viajaban con su señor.

    -mocosa mentirosa no es cierto!- había sido descubierto, era cierta a la pequeña no le podía mentir pues viajo algún tiempo con ellos, un conocido ruido proveniente del estomago del sapo los hizo callar a ambos…

    -ve que si tiene hambre!.- se sentía victoriosa, Rin dejo el tazón al lado del youkai para que este comiera.

    -claro que no!- Jaken se volteo, molesto ignorando a la joven niña que solo sonrió… ella sabia que no comería delante de ella, así que se fue, dejándolo solo.

    Apenas vio a la niña desaparecer, agarro el tazón y comenzó a comer desesperadamente. A algunos metros se encontraba un hanyou que presenciaba desde la rama de un árbol aquella escena que se había vuelto tan cotidiana, desde que volvió a la aldea era lo mismo siempre, Rin salía a llevarle comida al sapo youkai y este la rechazaba, lo que nadie sabia pero el si porque siempre lo observaba era que Jaken salía de noche a agarrar unos peces para comer, el muy mentiroso se hacia el que no comía… miro al cielo el sol aun no comenzaba a calentar y probablemente ese día no lo haría se veía el cielo un poco nublado, trataba de convencerse que tal vez traer a Kagome consigo era muy arriesgado, no lo admitiría pero Ryouku tenia razón ni el mismo Sesshoumaru en su forma colosal no logro derrotarlo aunque el que estuviera con su medio hermano tampoco le daba mucha tranquilidad, el era un asesino también y odiaba a los humanos, solo había una excepción y era la pequeña niña que se quedo en la aldea. Miro al cielo buscando tranquilidad pero era imposible se sentía impotente.

    -¿Donde estarás Kagome…?-dijo en un susurro mirando al cielo, en eso momento se permitía mostrar debilidad no estaba siendo observado por nadie… o al menos eso creía…

    -veo que extraña mucho a la señorita Kagome, amo Inuyasha…- la pulga lo sorprendió saltando sobre su puntiaguda nariz viendo directamente a los dorados ojos que se encontraban entre sorprendidos y avergonzado había sido descubierto.

    -cierra la boca Myouga…- agarro a la pulga entre sus garras para apretarlo levemente no mucho pero lo suficiente para escuchar a la quejumbrosa pulga lloriquear.- no se de hablas…-tiro lejos al anciano pero este llego rápidamente a el de nuevo.

    -no tiene porque ocultarlo…- decía el anciano con mirada picara.- es normal… le tiene mucho cariño a la señorita, y fue muy poco lo que pudo estar con ella después de haberla buscado tanto…-

    -Feh! No me importa lo que haga esa tonta…-dijo el hanyou haciendo un desprecio.

    -si tanto la extraña debería ir ver como esta? Podría necesitarlo en este momento… se que Ryouku le dijo que no pero podría mantener cierta distancia al acercarse para que no lo detecte su hermano…- no sonaba tan mala la idea de Myouga, el problema era que el olfato de Sesshoumaru era aun mas agudo que el suyo, tenia que estar a mucha distancia y si lo hacia no podría ver si Kagome estaba bien…

    -Ya te dije que no la extra…- Inuyasha se movió tanto en la rama intentando darle un golpe a la puga, que esta no soporto y se partió enviando abajo a los dos.

    -mira lo que hiciste anciano…!-grito el hanyou a la vieja pulga que se encontraba al frente de el, el peliplata aun estaba tirado boca abajo en el pasto con la rama en su espalda.

    -eso fue su culpa.- escuchó al hanyou gruñir y levantarse poco a poco y Myouga temió lo peor sabia se desquitaría con el.

    -Bueno yo ya me voy…!- la puga subió rápido a la copa del árbol saltando sobre un ave que pasaba cerca.
    -regresa anciano cobarde!- grito el hanyou viendo como la pulga se fugaba…

    -ya que no quieres ir… voy a ver como se encuentra la señorita Kagome!.- respondió el anciano desde las alturas, el hanyou se sorprendió al escucharlo. Al menos si la pulga de verdad iba sabría como estaría Kagome.

    …***************************…

    Pasos se escuchaban en la entrada del templo, alguien entraba a ese lugar lo suficientemente apartado para no ser encontrado, el dueño de esas pisadas no parecían tener prisa alguna, esa presencia no lo había alertado para nada era conocida para el así que solo se quedo esperando que aquella persona terminara pronto de entrar y entonces la puerta corrediza se abrió…

    -señor…- hizo una reverencia al entrar, tenia días sin saber noticia alguna de la miko, justo desde que entro a las tierras del Oeste pues ahora que Atsuko estaba muerto Akira se encargaba sola de averiguar todo por supuesto el no podía exponerse aun no, sin saber perfectamente bien como movería sus piezas.

    -Akira…- da un asentimiento para que la youkai pase, quien no dudo y se acerco a donde se encontraba.-¿que sabes de la miko? ¿Sigue en las Tierras del Oeste?

    -No… hace casi una semana la miko partió de esas tierras.- el youkai azabache, sonrió ante lo dicho probablemente este era el momento para atacar si estaba sola, Akira al ver claramente las intenciones de su señor prosiguió.- aun no termino.- dijo seriamente haciendo que el Taiyoukai imitara su misma expresión. –ahora viaja con Sesshoumaru, están detrás de ti…-

    Que lo estuvieran buscando no era una novedad lo extraño fue el equipo formado por el Inu y la sacerdotisa. –¿Inuyasha. Esta con ellos?-si estaba probablemente no era muy seguro atacar pero sino seria perfecto para poner en marcha su plan.

    -no… el hanyou no los acompaña, el regreso a la aldea humana… peo ellos no viajan solos, pude detectar la presencia de otro Inu poderoso aunque no me pude acercar a reconocerlo…-

    -Sesshoumaru esta preparada… Hmp… estoy seguro que viaja junto a uno de los discípulos de Inu Taisho… no cualquier youkai, nunca creí que necesitara ayuda para enfrentarme… que patético.-

    - te equivocas… ese youkai esta ahí para proteger a la miko, pude notar que muy pocas veces esa presencia se aleja de ella.-

    -que ingenuo cree que yo luchare con el antes de obtener los poderes de la miko… eso no pasara hasta que absorba la energía de esa sacerdotisa…- soltó una sonrisa malévola.

    -Sesshoumaru se te adelanto Ratsuyuko.-insinuó la youkai, ganándose una mirada seria del Taiyoukai.

    -a que te defieras… dilo!-ya se estaba alterando. No le gustaba la insinuación hecha por Akira.

    -tengo entendido, que la sacerdotisa y Sesshoumaru intercambiaron sangre…- los orbes rojos de Ratsuyuko se abrieron mas ante la declaración.
    -Imposible… ¿como sucedió?- debía ser una broma o la miko o el Inu deberían estar muertos….

    -después de la batalla donde por poco acaba contigo, tuvieron que llevarlos a las tierras de su padre, al parecer la miko ayudo con su recuperación purificando el veneno que implantaste en el…Sesshoumaru perdió el control y la ataco compartiendo sangre sin que ambos fueran conscientes….- Akira termino viendo cada reacción de su señor, muy pocas veces lo había visto así…

    -¿como averiguaste eso? Todo sonaba tan irreal, debía ver si era un fuente confiable de donde había escuchado eso….

    -yo misma lo oí de los propios labios de la Sacerdotisa a la que tanto buscas…- Ratsuyuko dudaba de tal declaración.

    -¿como fue que no sintió tu presencia?- no lo podía engañar la miko era experta al sentir presencias, ella fue la que lo descubrió cuando intento engañarla, no es tan ingenua….

    -se encontraba hablando con el árbol sabio… con la barrera de Bokuseno es imposible que el que este adentro pueda sentir la presencia de alguien.
    -el hijo de Taisho lo sabe?-

    -no señor, al parecer solo la miko..- Akira miro atentamente el rostro del Taiyoukai podía ver como su retorcidamente comenzaba un nuevo plan.
    -ambos involucrados en ese ritual pueden obtener habilidades del otro, ya las conoces?- no estaría demás estar preparado si alguno fuese desarrollado alguna habilidad o debilidad del otro…

    -lo siento, no pude averiguar nada mas lo único que te puedo decir es que solo la sacerdotisa sabe de este intercambio de sangre…- Ratsuyuko no siguió escuchando lo que Akira decía, se paro y con una temible sonrisa en sus labio se dirigió a la salida, la youkai solo se le quedo viendo hasta que…

    -no te quedes ahí…- la youkai se sobresalto y sin duda se puso al par de el.

    -a donde nos dirigimos Ratsuyuko?-

    -visitaremos a Bokuseno…- decía mientras seguía caminando.

    -¿que piensas hacer ahora? Sabes que no te ayudara, fue fiel servidor de Inu Taisho…¿ crees que te ayudara?...-escucho claramente como el Taiyoukai sonrió ante sus duda.

    -lo hará sin dudarlo…- abrió la palma de su dedo y de esta un pequeño triangulo color violeta, comenzó a flotar, se podía sentir la cantidad de energía maligna que había en el, Akira se sorprendió, sin duda Ratsuyuko continuaba desarrollando habilidades o mejor dicho aprendía nuevas formas de usar el poder de su padre al máximo…- Bokuseno me dará sus poderes… probablemente este sea el día en el que la miko deje de vivir, esta noche la raptaremos…- sin duda el otro acompañante de la miko no seria mucho problema, no para el…

    ….**********************….

    -ya el cielo había aclarado, al menos el sol estaba calentando un poco mas ese día, la miko a un lado suyo seguía profundamente dormida, la azabache normalmente procuraba despertarse temprano, en las mañanas, hoy fue diferente, seguía profundamente dormida, no la había querido despertar aun pues sabia lo mal que estaba la noche pasada pero debía tratar de hacer que despertara porque probablemente el peliplata vendría pronto para que comenzaran de nuevo su búsqueda.

    ya el fuego se había pagado, el no se había movido de su lado en toda la noche, no la quería dejar sola y menos con el Taiyoukai por lo alrededores, estuvo mucho tiempo cerca de ellos casi toda la noche, hasta que llego un momento en que se alejo pero casi fue amaneciendo, eso no era usual en el, probablemente sentido alguna presencia pero lo dudaba pues el no solo había sentido la de la humana y la de el.

    Miro a la miko a su lado detallando como dormía, hacia un par de horas la fiebre había cedido y con ello algo mas extraño ocurrió… la miko olía exactamente como el día en que la conoció, ya no había ningún aroma del Inu sobre ella o por lo menos no que desprendiera ella pues en su roto ropaje podía sentir levemente el olor del peliplata, ahora estaba mas que seguro que el la había atacado la noche pasada. Se puso de pie y se agacho justa a un lado de la azabache para mover su hombro suavemente.

    -Kagome-san despierte…- el joven youkai seguía moviendo con suavidad su hombro pera la miko no parecía querer despertar.- Kagome…- dijo en un tono mas informal a ver si contestaba.

    -no Inuyasha déjame dormir un poco mas….- murmuraba en sueño Kagome, el Inu azabache solo quedo confundido ante la respuesta.
    -Kagome-san…-intento de nuevo.

    -abajo…- dijo volteando su cuerpo al otro para no ser disturbada que se suponía que trata de hacer la humana a que se refería con abajo?.
    -señorita…- dijo moviéndola de nuevo haciendo que esta despertara peo no reacciono como esperaba.

    -INUYASHA TE DIJE QUE…- la miko callo al ver que le estaba reclamando era a Hatsoriu quien la miraba confundido, se le olvido donde estaba, creyó que todo había sido un sueño, que nunca se había marchado de la aldea.-yo, yo…-estaba completamente roja no sabia siquiera que decirle al pobre Inu, había sido gritado y confundido en solo un momento.

    -tranquila, no te disculpes.- la miko se relajo y agradeció que este comprendiera que no estaba consciente al decir todas esas tonterías.-es tarde, dormiste mucho…- -eh?-miro el cielo, el youkai tenia razón ya sentía como el solo calentaba, normalmente se despertaba cuando recién amanecía cosa que no solía hacer en sus antiguos viajes.-disculpa por tener que esperarme hasta que despertara…-

    -no te preocupes, necesitabas descansar…- dijo haciendo que la miko recordara lo sucedido la noche pasada, miro a su alrededor buscando la presencia del peliplata, algo que el azabache se percato.

    -aun no ha llegado…-dice contestando la pregunta nunca mencionada por la sacerdotisa. Kagome lo miro si que era un youkai astuto.- será mejor que te vayas a refrescar, Sesshoumaru no tardara en aparecer, ¿como te sientes?-sabia que se encontraba mejor, la joven delante de ella tenia la misma energía que cuando la conoció, algo que no había mostrado en días…

    -me siento mejor, creo que dormir un poco mas ayudo mucho…- decía con una sonrisa mientras se agachaba y guardaba su bolsa de dormir, creía que el pelinegro la interrogaría por lo de anoche, pero no lo hizo, probablemente el ya supiera quien le había sucedido.- bueno iré al lago a tomar un baño.- decía mientras se alejaba.

    -por favor no te vuelvas a alejar…- dijo en tono bajo pero lo suficiente para que la miko escuchara y parara, volteo su mirada encontrándose con ese dorado intenso que cambiaba sus matices con el sol, mirándola por primera vez con cierta preocupación, sabia los youkais difícilmente expresaban algún sentimiento, solo conocía pocos así, su pecho se apretó al ver esa mirada que cambio en pocos segundos.

    -esta bien…-dijo retomando el camino al rio. –Gracias- susurro por lo bajo, sabia que el youkai la escucharía. Ella agradecía su preocupación.
    El youkai se permitió sonreí para si mismo unos segundos, se estaba acostumbrando mucho a la sacerdotisa y todo lo que le sucediera le preocupada demasiado. Se dirigió en dirección contraria, sabia había una pequeña aldea cerca, iría rápido tenia algo que buscar…..

    Kagome se encontraba relajada su cuerpo ya se había acostumbrado a la fría agua, sintió como la presencia del youkai azabache se alejaba, no sabia a donde había ido pero no tomo mucha importancia seguro debía hacer algo.

    Ya habían pasado varios minutos y aun no sentía al peliplata en los alrededores, era extraño que ya no estuviera cerca. ´´¿Qué extraño donde estará Sesshoumaru…?´´´se pregunto mas con curiosidad que preocupación, instintivamente llevo su mano a su hombro izquierdo ahí donde tenia esa falsa marca que aun no le encontraba sentido y era el motivo que hacia que el Taiyoukai la odiara mas aun, se extraño al no sentir nada en su hombro, miro rápidamente para examinar, encontrando que en su piel no había marca alguna, se encontraba perfectamente lisa y sin ninguna imperfección, ya había desaparecido aquellos rasguños de su hombro, esos que hacían que ella oliera a el, esos que enfurecían enormemente al hanyou y a su hermano, esos que de alguna forma los relacionaba.

    Un vacío se instalo en su pecho sin querer, no sabia que estaba sucediendo, agito su cabeza de lado a lado para alejar ese sentimiento de tristeza que la dejo confundida, ella no debería sentir eso y mucho menos por no tener esa herida en su hombro… esa que fue hache por el. Sumergió su cabeza en el agua para posteriormente salir, había estado mucho rato dentro, se deshizo del exceso de agua en su cabello para tomar el Kimono que estaba en el suelo, lamentaba que en su bolso no tuviera un traje de sacerdotisa ahora estaría con un kimono fresco el cual Sesshoumaru se había encargado de arruinar, ahora si tendría frio.

    -Hatsoriu se acercaba a toda velocidad lo podía sentir, cubrió su cuerpo con el kimono rápido y en solo segundos ya se encontraba el youkai azabache, frente ella…

    -¿que haces?! Estaba tomando un baño…-dijo la miko un poco nerviosa pues solo alcanzo a tapar su cuerpo con la prenda.
    -lo siento, dijo el youkai un poco apenado.-no fue mi intención, yo…solo…- no sabia como seguir hablando la miko trataba de mantener la prenda en su sitio…- toma…- dijo sacando un traje de el interior de su haori.

    -uh?- la miko se sorprendió, estiro su brazo rápido agarrando la prenda mientras con el otro sostenía la otra para que no se cayera.
    -lo conseguí con una sacerdotisa de la aldea que esta cerca, te protegerá mas del frio…-dijo el joven youkai mirando a otro lado para no incomodar a la miko.

    Kagome vio la prenda, era un traje tradicional de sacerdotisa, tal y como el que usaba Kaede, con el hakama de color rojo, diferente al que solía usar ella, pues este le traía muchos recuerdos.-Gracias… me servirá mucho... salió de sus recuerdos, para dedicarle una sonrisa al youkai, quien solo asintió y se alejo para que la joven se cambiara.

    El traje le quedaba perfecto, incluso traía una yukata mas gruesa debajo, si le serviría para el frio sin duda, al menos por ahora pues cuando llegara el verdadero invierno no la protegería de nada. Llego a donde la esperaba el azabache quien ya estaba más que listo para partir.

    -ya estoy lista.- decía haciendo que el youkai volteara a verla.

    Bien, toma…-le entrego su carcaj con muchas flechas.

    -¿y esto?-pregunto la miko mirando las cantidad de flechas nuevas pues con los ataques que habían tenido en la ultima semana había usado todas las flechas que había traído.

    La sacerdotisa de la aldea me las dio, parecía un poco nerviosa por mi presencia por eso me dio todo lo que le pedí…- dijo sabiendo el porque la humana de esa aldea le temía, era un pequeño chiste, el no sonrió pero si le pudo sacar una sonrisa a la azabache.

    -no era necesario intimidar a esa señora para conseguirla…- dijo Kagome con una sonrisa.

    -no lo hice, ella se asusto sin que yo tuviera que hacer algo.- respondió con su misma voz seria pero siguiendo el juego de la miko.
    -Arigato Hatsoriu.-dijo tomando el carcaj y acomodándolo en su espalada al igual que su mochila.

    -has agradecido mucho hoy ¿no lo crees?-

    -es porque me has ayudado mucho…- dice con una pequeña sonrisa.

    -Sesshoumaru aun no llega…- dice mirando al horizonte. ´´en donde se habrá metido´´ pensaba el Inu con la mención de ese nombre, Kagome recordó que había algo que quería preguntarle.

    -¿Hatsoriu-kun…sabias de esto?- el youkai volteo mirando a la miko viendo como ella dejaba al descubierto su hombro en el cual no se observaba absolutamente nada…

    -si me di cuenta en la mañana tu olor cambio, volví solo a sentir tu aroma…- respondió viendo a la misma dirección que hace segundos.

    -entonces es cierto… ya no esta mas…- dijo en voz baja cubriéndose el área de nuevo, le estaba costando saber que había recuperado su olor, creyó que ya estaba enloqueciendo, Hatsoriu ignoro esas palabras.

    Sintieron como Sesshoumaru se acercaba rápidamente hacia ellos algo parecía andar mal así, se pusieron en posición de ataque aunque no sintieran ninguna otra presencia.

    -están aquí…- mascullo, el peliplata apareciendo tras los arboles, miraba a los alrededores buscando algo, el azabache sabia que esa afirmación no tenia nada que ver con ellos.

    -¿Ratsuyuko apareció?- pregunto, el youkai, aunque ni el ni la miko habían sentido tales presencias.

    -si y no esta solo…-dijo la miko se sorprendió pero no intervino. Vamos, no hay tiempo que perder.- Debia encontrar a esos dos rápido por eso se había llegado rápido donde se encontraba localizada la miko, ella era el objetivo, la presencia de ambos dragones desapareció justo a kilómetros de ellos. Kagome se monto sobre aun al igual que Hatsoriu para guiar al dragón de dos cabezas, no caminaría esta vez no podían darse el lujo de perder el tiempo.

    Dos youkai traspasaban tranquilamente la poderos barrera de aquel bosque, su plan estaba saliendo a la perfección sin error alguno, habían logrado deshacerse de Sesshoumaru quien venia siguiéndolos, ya estaban donde querían ahora solo faltaba el segundo paso.

    -Bokuseno… es un placer conocerte…- el viejo roble asomo su rostro, viendo al intruso que había entrado en su barrera sin que el lo permitiera, debía ser muy fuerte para poder cruzar sin problema alguna esa barrera.

    -¿que se deseas Ratsuyuko…? ¿No recuerdo permitir que entraras a este lugar…-

    -no necesito de tu permiso, quiero que colabores con mi plan será muy útil tu ayuda….-

    -¿y por que crees que ayudare a un ser tan corrompido como tu…?- decía el árbol sabio preparándose para atacar si era necesario.

    -Hn, no es necesario que estés de acuerdo…- contesto dando n gran salto hasta arriba, a la altura de esas grandes ramas debía encontrar el centro de estas esa parte que debía se la cabeza, para poder incrustar el cristal triangular de energía maligna que lo ayudaría en a conseguir lo que deseaba.
    Bokuseno reacciono, golpeando con sus raíces y tirando lejos al Taiyoukai, no seria fácil atacarlo.

    -Yo me encargo de el señor.- decía Akira, mientras iba atacarlo todo fue perfecto pues lo mantenía entretenido.

    Ratsuyuko lo intentó de nuevo debía incrustar rápido el triangulo en el centro de su tronco, Bokuseno lo noto, ataco con otra de sus raíces, Akira intervino recibiendo el golpe por el, lo que lo ayudo a llegar hasta las grandes ramas y conseguirlo lo que buscaba, enterró rápidamente el cristal en el centro del tronco, haciendo que Bokuseno soltara un fuerte gruñido de dolor mientras su conciencia se perdía con este….

    Una fuerte presencia maligna se sintió, tan poderosa que todos los animales de ese bosque huyeron al sentir el evidente peligro.

    -los encontré!.- dijo mas para si mismo Sesshoumaru, Hatsoriu lo escucho e hizo que volara mas rápido casi al ritmo de Sesshoumaru...

    Kagome se había percatado de lo oscuro que se había puesto el cielo con tanta energía maligna y toda provenía de un bosque, uno que reconoció de Inmediato.- el bosque de Bokuseno...- soltó asombra, pero siendo escuchada por ambos youkais,

    ´´ Que planeas maldito?- pensó amargamente el peliplata mientras aumentaba su velocidad ya estaban llegando, podía sentir la asquerosa presencia de ambos youkai junto a una mas poderosa todavía.

    Descendieron Rápido, no dejarían que escaparan, el grupo descendió exactamente donde se encontraba el youkai.

    -Bienvenido Sesshoumaru…veo que sobreviviste a mi maldición- decía viendo descaradamente al Inu para posteriormente mirar a la miko.- vienes acompañado por mi ansiada miko por lo que veo…- dijo relamiéndose los labios, cuanto ansiaba ese poder. Sesshoumaru solo estrecho su mirada, sabia que el dragón buscaba alguna forma de distraerle, el fuerte gruñido de dolor de Bokuseno, los hizo fijar su atención en el.

    -¿este es tu plan? Que patético…- Sesshoumaru fijo su mirada de nuevo en su adversario, el comentario del peliplata hizo que la sonrisa desapareciera del rostro de Ratsuyuko.

    - digamos que Bokuseno accedió a ayudarme por su propia voluntad.- otro desgarrados gruñido sonó.

    -esta sufriendo…- dijo la miko mirando al viejo árbol de magnolia moviendo sus raíces y ramas para todos lado, usando mucha magia con ello, luchando contra lo que tuviese.

    - Hn… no seas imbécil, necesitas mas que eso para evitar que acabe contigo…- se abalanzó directo contra Ratsuyuko, quien esperaba el ataque, lucharía contra pero solo seria por un momento.

    Kagome sintió el fuerte palpitar de su cuerpo, era una sensación conocida una que no tenia en 4 años…

    -¿que es esto…?¨- instintivamente miro a Bokuseno quien continuaba luchando contra la posesión, pudo ver claramente aquel brillo, no, no era un fragmento y lo sabia… este era diferente… sus ojos podían observar con claridad pese a la distancia un pequeño resplandor oscuro que provenía del centro de las rama de Bokuseno.

    -¿ese cristal! Es lo que contiene la energía maligna…!- dijo mas para ella, siendo claramente escuchada por el resto.- debo sacarlo de su cuerpo antes que Bokuseno pierda la conciencia por completo…- dijo montando a Ah-Uhm y acercándose rápido hacia donde provenía aquel resplandor que solo ella podía distinguir…

    -Kagome-san! Es peligroso…!- decía el youkai azabache al ver como las raíces de Bokuseno se agitaban a todos lado, sin control alguno. Kagome estaba decidida era la única forma de acabar con esto. Sesshoumaru miro rápido lo que estaba haciendo la miko, a su parecer solo meterse en más problemas. ´´ miko estúpida´´ pensó, continuando con su batalla.

    Al ver que la miko no escuchaba sus palabras Hatsoriu salto rápido a donde estaba para prevenir que se acercara mas al peligroso árbol, antes de llegar recibió un fuerte golpe que lo envió al suelo por su descuido.

    -no te dejare ir tras la sacerdotisa…- Akira había atacado antes que este salvara a la azabache, Hatsoriu se levanto atacando a la youkai, mientras mas rápido se librara, mas podía encargarse de la protección de Kagome.

    Ah-Uhm siguiendo las ordenes de Kagome esquivaba ágilmente los ataques de las raíces de Bokuseno, al parecer aquel diminuto cristal se había terminado de incrustar en su cuerpo ahora debía purificarlo…

    -Ah-Uhm vuela hasta el centro de las ramas…!-decía fuerte al dragón quien no dudo en seguir sus ordenes, esquivando y usando su poder para deshacerse de las ramas llego a la parte pedida por la miko.

    -gracias déjame el resto a mi.- le dijo al dragón de dos cabezas mientras tomaba fuertemente su carcaj con flechas y se dejaba caer al centro de las frondosas ramas.

    Se gano muchos raspones por la cantidad de ramas que paso y a la velocidad que cayo pero eso no la detuvo ya estaba donde quería, saco rápido una flecha del carcaj y las sostuvo fuertemente en su mano debía enterrar esa flecha en el centro y tratar de eliminar ese cristal infectado de energía maligna, ante de clavar la flecha en el centro del tronco una gran rama se enrollo en su cuerpo sacándola de ese lugar, y apretándola fuertemente. Kagome sentía como sus pulmones no podían llenarse de aire debido a la presión.

    -Kagome-san!-grito Hatsoriu al ver a la miko en peligro, haciendo que Sesshoumaru volteara a ver, Ratsuyuko busco atacarlo con su espada ante el mínimo descuido de Taiyoukai este se percato y solo le proporciono una patada, alejándolo lo suficiente. El peliplata se aproximó a donde estaba la miko aprisionada por la gran raíz y sin pensar nada corto de esta, Kagome estaba cayendo de una gran altura pero Ah-Uhm se poso bajo de ella para evitar la fuerte caída.

    Sesshoumaru…- pronunció su nombre asombrada, todo había pasado muy rápido, el peliplata salvo su vida después de que este mismo había estado a punto de quitársela en situaciones anteriores.

    -no estorbes… vete…- dijo mirándola por el rabillo del ojo para después fijar su mirada en su oponente, que vio como el peliplata había aprovechado ese descuido de el para salvar a la miko.- Ah- Uhm…- dijo antes de retomar la batalla con Ratsuyuko, no hizo falta pronunciar orden alguna, el dragón había entendido lo que quería su amo, así, que comenzó a volar en dirección contraria para alejarse del campo de batalla.

    Kagome se percato, lo que hacia el dragón de dos cabezas, el la estaba sacando del campo de batalla por ordenes de Sesshoumaru.- No! Detente Ah- Uhm!- sabia que el este acataba las ordenes del peliplata por sobre las de todos, aun así debía intentarlo, su petición tuvo un resultado, el dragón se detuvo gruñendo fuertemente. –NO ME IRE!- exclamo fuerte para que cierto youkai la escuchara, el Taiyoukai escucho y solo entrecerró sus ojos, ante la estupidez de la humana.

    -hay que volverlo a intentar Ah-Uhm.- el dragón soltó un bajo gruñido en aceptación y realizo lo mismo que la vez pasada fue acercándose a Bokuseno de nuevo esquivando sus ataques. Kagome preparo su arco con una flecha y la apunto justo a la dirección de donde venia el resplandor y la soltó. Una de las ramas de Bokuseno golpeo la flecha desviando la dirección.

    Kagome uso cuatro flechas mas pero cada flecha era rechazada, debía pensar en otra estrategia, escucho un nuevo gruñido proveniente de abajo, era Ah-Uhm, las ramas de Bokuseno lo habían envuelto a el, Kagome se comenzó a tambalear, encima del lomo del dragón, busco forma de sostenerse para no caer y ayudar a el fiel youkai, mientras se sujetaba de una mano al lomo del dragón para no caer con la otra saco una flecha y la clavo en la rama que apresaba a Ah-Uhm, este fue liberado pero en el mínimo descuido que tuvo Kagome no vio cuando otras de las ramas se dirigía directo hacia ella, golpeándola, haciéndola volar lejos del dragón que la protegía. Ella solo espero el impacto, no podía hacer nada mas… lo único que sintió fue como alguien la tomaba fuertemente en sus brazos, y entonces reconoció esa presencia.

    -Kouga!- dijo abriendo los ojos de la sorpresa, el joven lobo la tenia alzada en brazos mientras esquivaba los ataques de Bokuseno.

    -Hola Kagome.- el lobo fijo su vista en ella para posteriormente brindarle una singular sonrisa, como si no estuviera haciendo esfuerzo alguno.-me alegra encontrarte…- dijo mirándola con un brillo en sus ojos, que se podía descifrar como alegría y cariño.

    Sesshoumaru se había percatado de como la presencia del lobo se había acercado al lugar a una gran velocidad, el peliplata y el azabache miraron de soslayo al youkai recién llegado que había salvado a la miko, y siguieron batallando con sus respectivos oponentes.

    -Lo mismo digo.- pronunció con una pequeña sonrisa mientras el oji azul la devolvía al suelo.- ¿que haces en este lugar?.- pregunto preparando su arco para ayudar mientras Kouga se encargaba de alejar las raíces que atacaban constantemente.

    -protegiéndote como siempre mi querida Kagome.- dijo volteando a ver mientras guiñaba uno de sus zafiros ojos y le dedicaba un media sonrisa, solo gano un pequeño sonrojo… si, ese lobo no había cambiado en nada.-sentí tu presencia cerca del peligro y vine, necesitaba ver si estabas bien…- dijo regresando a su seriedad y pateando otra rama.- veo que ese perro sarnoso te dejo sola de nuevo…- seguía apretando sus puños al decir eso y golpeando a otra raíz que venia atacar.

    -bueno Inuyasha en realidad no…- quería explicarle que fue ella quien no lo había dejado venir pero fue interrumpida por el lobo.

    -no digas nada mas… te dejo a tu suerte y ahora tienes otro grupo…-dijo molesto mientras veía como en el cielo, el peliplata que ya conocía, luchaba contra su oponente quien al parecer lo igualaba en poder era un Taiyoukai se podía sentir la fuerza, miro al otro youkai azabache sin poder reconocer quien era.

    -Kouga cuidado!-dijo la miko soltando una flecha, el lobo no dudo en hacerle caso a la azabache, cuando reacciono pudo ver como la miko había apuntado justo a una de las raíces que venia directo hacia el, en solo un pequeño descuido… sin duda Kagome había reaccionado mas rápido que el…
    -Kagome has mejorado mucho…- decía admirando a la miko quien solo agradeció.

    -necesito llegar al centro de las ramas, ahí se encuentra lo que tiene poseído a Bokuseno…- decía alejándose del lobo y montando a Ah-Uhm de nuevo.

    Kouga se quedo perplejo al ver como la miko actuaba, se dedico a mirarla, había cambiado mucho de como la recordaba, sin duda había su poder había crecido, era mas segura al momento de actuar en una batalla, se había vuelto muy hábil con el arco y no solo se había fortalecido por fuera sino también por dentro su personalidad era un poco distinta a la que recordaba pero sabia y sentía que adentro seguía siendo la misma Kagome que conoció, la misma que quería como mujer… solo había crecido y madurado mas, pero en sus ojos podía ver a la misma Kagome, mas hermosa sin duda alguna.

    -Kouga necesito tu ayuda!- exclamo la miko desde arriba montada sobre el dragón de dos cabezas haciendo Salí de su ensoñación al lobo, que se había quedado mirándola por un buen rato. La miko no había notado nada de eso pues estaba esquivando los ataques de Bokuseno, el lobo se limito a asentir y fue directo donde estaba ella y sin necesidad de que le digieran nada comenzó a despejar el camino para que ella llegara al lugar que deseaba. Después tendrían tiempo de ponerse al día, ya que nunca supo del regreso de la miko por eso no había dudado en venir cuando sintió su presencia y mas cuando no sintió la del hanyou en ningún lado.

    -aquí…- dijo al dragón que la cargaba mientras se lanzaba al centro de las ramas. Comenzó a moverse rápido tras las hojas que le impedían encontrar el lugar hasta que dio con la parte donde estaba incrustado el cristal negro…. Sin dudarlo ni dar tiempo a que la atacara enterró firmemente la flecha comenzado a destruir el pequeño fragmento negro.

    El gran resplandor rosa comenzó a crecer a medida que la flecha se iba enterrando y purificando a su paso aquel cristal contaminado de energía maligna, Bokuseno soltó un nuevo grito de dolor. Nada de esto paso desapercibido para el resto que solo se habían detenido a ver que sucedía a excepción de Sesshoumaru que ya presentía que la miko había logrado lo que quería, sacar la energía maligna de Bokuseno, aprovecho el descuido de Ratsuyuko y clavo a Bakusaiga en el, este hizo una expresión de dolor al verse atravesado por tan poderosa espada en todo el abdomen pero rápidamente cambio su adolorido rostro por una sonrisa.

    -después acabare contigo…- dijo el Taiyoukai dragón, sacándose la filosa arma de su abdomen desapareciendo de la vista del peliplata en milésimas de segundos, sin darle tiempo a reaccionar, sabia que su presencia seguía ahí, el grito de la miko, seguido con la del lobo y el azabache, lo hizo deducir a donde se había marchado Ratsuyuko.

    -KAGOME! Kagome-san!- ambos youkais habían sido fuertemente atrapados por raíces de Bokuseno y solo veían como Ratsuyuko tenia apresada a Kagome con uno de sus brazos.

    Lamentablemente Kagome no había podido por ella misma terminar la purificación de aquel cristal pero la flecha seguí enterrada ahí continuando con esa labor, hasta que la purificación no terminara Bokuseno seguiría acatando ordenes de Ratsuyuko.
    Sesshoumaru volteó en dirección a donde se encontraba el dragón apretando a la miko con un abrazo, se acerco poco a poco con su rostro impávido no dejaría que eso lo afectara, debía estar con mente fría como siempre.

    -no te sigas acercando joven Lord, puedo acabar con la vida de la miko para siempre.- Kagome no había mostrado miedo alguno en su mirada solo repulsión ante el acercamiento con ese dragón, fijo su mirada en la dorada quien la había observado por un corto momento para después fijar su vista en la de Ratsuyuko y la otra youkai a su lado. Mientras el lobo y el azabache seguían luchando inútilmente para deshacerse de aquel agarre.

    -no seas imbécil que te hace creer que por tener a esa humana no te atacare…- decía mientras estrechaba su mirada y seguía acercándose lentamente, haciendo por segundos flaquear al dragón.-solo quiero desaparecer tu asquerosa presencia de esta tierra.- el peliplata seguía con su estrategia no se dejaría controlar por tener en su poder a la humana, siguió acercándose pero preparado para arrebatarle a la miko y atacar.

    -¿acaso no te importa que asesine a esta sacerdotisa y me quede con su poder…?- decía con una pequeña sonrisa burlona en sus labios, el también seguiría su juego.

    -pierdes tu tiempo… lo que hagas con esa mana no me interesa.- respondió firmemente, sin dar cabida a dudas.
    -así que proteges a una humana que no te importa…eso es raro….-todos los espectadores oían atentamente los que ocurrían sobretodo especial cuidado a lo que respondía el Taiyoukai. .

    -Hn, yo Sesshoumaru no protejo a nadie…- en su rostro se dibujo una media sonrisa asesina, y se lanzo atacar al dragón para hacerle ver que con o sin la humana el lo atacaría, Ratsuyuko lo esquivo a penas y se coloco en la copa de un árbol.

    -ya viste, Kagome… a Sesshoumaru no le importas si mueres.- dijo mirando lascivamente a la miko, quien no dejo que esas palabras la afectaran pues eso ya lo suponía.- me imagino que no tendrá problemas en que acabe con tu vida aquí mismo ¿no?- enterró despacio las garras en el cuello de la humana asegurándose de que no muriera aun, Kagome trato de contener el grito pero el dolor no se lo permitió, preocupando sin duda Kouga que hasta ahora observaba inquietamente todo

    -Kagome!-grito Kouga al ver la escena simplemente la el peliplata la dejaría morir, el no lo podía permitir no ahí, no frente a sus propios ojos.- maldición.- dijo al ver imposible soltarse de aquel agarre.

    -pobre Kagome… veo que al menos alguien aquí no desea que mueras… lastima que solo tu lobo solo presenciara tu muerte y Sesshoumaru no lo evitara…- seguía diciendo, para dejar vulnerable a la miko, quien solo apretó los ojos al escuchara todo eso… ella no se permitiría morir en manos de ese enfermo.- si tan solo Inuyasha estuviera aquí, el no dejaría que esto sucediera… ahhh… lo olvide el también te dejo sola….-dijo descaradamente la miko aguantaba el dolor de las heridas, sentía como perdía el control de su cuerpo, estaba quedando inconsciente.

    Ratsuyuko desenterró sus garras de un solo golpe dejando que la sangre de su cuello comenzara a correr por su cuerpo, Kagome cayo desmayada mientras Sesshoumaru seguía observando todo, Ratsuyuko usaba la forma de hacerlo perder el control, el Ver a la miko desangrarse era lo ultimo, sin duda el maldito jugaba sucio, debía deshacerse rápido de el, pero había un pequeño detalle, miro al su alrededor viendo como ambos youkais seguían apresados, con ellos en ese estado era inútil imposible distraer a Ratsuyuko y su compañera y alejar ala miko de ellos, debían buscar forma de que esos inútiles de liberaran, ese demonio había ido demasiado lejos, sin tener ningún cambio en su duro rostro, se acerco a tal velocidad que logro sobre saltar al Taiyoukai dragón quien se preparaba para para esquivar, no se daría el lujo de responder a sus ataques ya tenia en sus manos a quien quería, Sesshoumaru se la había dejado muy fácil, hablaba enserio no tenia problema alguno que la miko muriese, lo único que le interesaba era no dejar absorber su poder.

    Sesshoumaru estaba a un solo segundo de enterrar la espada en Ratsuyuko quien ya esperaba el ataque con una sonrisa, la cual desapareció al ver como el Inu lanzaba fuertemente su espada hacia otra dirección, Sesshoumaru sonrió al ver la sorpresa del dragón, quien a penas y pudo esquivar el ataque con la miko desmayada en uno de sus brazos.

    Ratsuyuko volteo hacia la dirección donde había ido la espada encontrándose con una sorpresa.

    -suéltala!- el joven lobo le proporciono una fuerte patada en el rostro, y aunque no causo mucho daño fue suficiente para que Ratsuyuko soltara a la miko, Kouga la agarro rápido y se alejo dejando molesto a su opresor. Quien solo pudo sentir como una gran energía se acercaba, giro su rostro encontrándose con el potente ataque de Bakusaiga, logro escapar de este, seria su fin si era tocado por ese poder. Se ubico sobre Bokuseno, lo suficiente lejos para prevenir cualquier otro ataque sorpresa.

    -yo me encargare de ellos….-dice la youkai, mirando con rabia a Kouga y Hatsoriu, ahora liberados y listo para atacar al igual que el peliplata.
    -espera…- la youkai frunció el ceño, ¿que diablos le sucedía?.

    -a que juegas Ratsuyuko, tenias a la miko en tu poder y no hiciste nada…-dijo ya desesperada Akira, Sesshoumaru también lo había notado, el youkai en ningún momento estaba peleando enserio, como si solo estuviera jugando.

    -silencio!- dijo fuerte mirando a la youkai, esta cayo de inmediato.- solo espera…- ´´necesito comprobar si su sangre de verdad esta en ti sacerdotisa…´´. El estaba seguro de eso… solo tenia que esperar…. Sesshoumaru frunció el ceño, ahora si acabaría con el, no le daría oportunidad de crear otro plan.-

    El peliplata tenia ya había desenvainado a Bakusaiga para atacar pero la voz confundida del lobo hizo captar su atención y la del resto.
    -Ka…gome.- pronuncio a penas al ver como las heridas profundas de la sacerdotisa comenzaban a cerrar, gracias a las agiles vistas que se encontraban observando fue imposible que nadie lo notara…

    -´´esta sucediendo otra vez…´´- pensó Sesshoumaru, recordando que el ya había sido testigo de esa rápida auto sanación de la miko. Una molesta risa hizo que quitara la vista del lobo con la miko desmayada en brazos y la fijara a su oponente.

    -así que era cierto después de todo…- dijo, ya estaba dudando, de lo que le había dicho Akira, de igual forma se arriesgo a herir a la miko, viva o muerta el tendría su poder.-¿sorprendido Sesshoumaru…?- preguntaba sarcásticamente mirando al Inu…

    -se que lo estas…. Afirma al no obtener respuestas alguna del peliplata quien solo lo miraba a ver que decía.-te preguntaras porque la miko puede auto curar su cuerpo tan rápido ¿no?. Sesshoumaru, no le faltaban ganas de callar a tan insoportable sujeto pero esto le interesaba, al parecer el estaba mas al tanto de lo que sucedía con la humana.

    -aunque no lo recuerdes es gracias a ti la sacerdotisa tiene esa habilidad que los humanos no poseen.- Bokuseno, gruñía aun debido al dolor de la purificación, seguía fuera de control.

    Las heridas de Kagome terminaron de cerrar, evitando que se desangrara y reaccionara por fin. Abrió sus ojos encontrándose con los zafiros de Kouga mirando hacia arriba, siguió su mirada encontrándose con Ratsuyuko y Sesshoumaru ahí.
    -¿que sucede?- pregunto bajo para que Kouga la escuchara…

    El la miro aun incrédulo por lo que había pasado.- será mejor que escuches Kagome…-dijo serio devolviendo su vista hacia el par que se encontraba arriba, Kagome aun en sus brazos siguió su mirada.

    -tu, el gran Sesshoumaru, diste de tu sangre a una humana y lo que es mas entretenido aun casi la marcas.- dijo el demonio azabache disfrutaba de todo esto podía sentir como el youki de Sesshoumaru aumentaba, Sesshoumaru escucho, sin poder creerlo, su vista fue directo a la miko, que tenia el temor sembrado en sus ojos, estos delataban a su dueña, ella si sabia sobre eso, lo que decía ese desgraciado era cierto… Kagome noto como la mirada dorada se hacia mas dura contra ella, lo podía ver en sus ojos, claramente había desprecio y mas odio para ella…- y yo que creí que eras distinto a tu padre…- rio sínicamente.

    -Sesshoumaru no soportaría mas la insolencia de ese tipo, y sin esperar invoco su ataque.-BAKUSAIGA!- dijo fuerte parecía mas un gruñido, sin hacerse esperar el poder salió de la espada, este era diferente, era mas potente, la rabia en su ser, estaba haciendo pelear al máximo.
    Ratsuyuko trato de esquivar el ataque, en cierta parte lo logró pero no por completo…-maldita sea!- gruño, su antebrazo había sido cortado y los efectos de Bakusaiga se comenzaban a extender por su cuerpo.

    -Hn… patético, creí que serias mejor oponente… solo perdí mi tiempo…- dice victorioso el peliplata, ese desgraciado moriría lentamente.
    Ratsuyuko se comenzaba a retorcer debido al dolor y Sesshoumaru estuvo a punto de dar el golpe final, pero Akira ataco al peliplata antes de que esto sucediera.

    -hay que darnos prisa!- se apresuro a decir Kagome poniéndose de pie debía aprovechar que el dragón estaba débil, tenso una flecha en el arco apuntando justo a Ratsuyuko quien se mantenía a duras penas de pie, la miko soltó la flecha y esta siguió su trayecto agarrando mas fuerza con cada metro que se acercaba. El youkai solo sonrió al ver esta venir y desapareció ágilmente de la vista de todos.
    -escapo- decía Kouga con los puños apretados.

    -no, sigue aquí.- Hatsoriu podía sentir levemente el youki del dragón, era poco pero se sentía cerca.

    -ahí esta!-grito el lobo, señalando a cima de Bokuseno, y lanzándose atacar pero fue mandado lejos por una de las ramas del viejo árbol.
    -la flecha…- dijo Kagome sorprendida, Ratsuyuko se había encargado de sacar la flecha sagrada, y ahora la tenia partida en dos en sus manos.
    -creo que esto es tuyo…- decía lanzando los pedazos descaradamente., ella le había costado poder incrustar esa flecha en Bokuseno.- ¿acaso intentabas purificar esto?…- abrió su mano mostrando aquel cristal oscuro lleno de energía maligna.- muy tarde…este pequeño fragmento negro se ha encargado de absorber toda la magia de Bokuseno mientras ustedes intentaban detenernos.-

    ´´eso no puede ser….´´ pensó mirando como Kouga era apretado por un de las ramas de Bokuseno si toda su magia estaba en aquel fragmento porque seguía bajo las ordenes de Ratsuyuko y como seguía atacándolos?.

    -ahora esta magia me pertenece…- dijo torciéndose un poco por el dolor que sentía sin duda los efectos del ataque de Bakusaiga ya estaban subiendo a lo mas alto de su brazo, debía hacer algo pronto, incrusto Rapido el pequeño cristal negro en su pecho, inmediatamente una energía lo cubrió,-este poder…- decía apenas mientras sentía como su cuerpo se fortalecía aun mas.

    -no si lo puedo evitar!-exclamo Kagome lanzando una nueva flecha. – a el!- Hatsoriu se lanzo a atacar al dragón también, Sesshoumaru miro rápido a dirección de Ratsuyuko, no podía permitirlo. Cambio la dirección de su ataque dirigiéndola donde provenía toda esa energía, ahí en el fondo se encontraba ese miserable.

    -no te lo permitiré!- dijo Akira atravesándose y atacando, recomenzando la batalla con este.

    Hatsoriu saco su Katana con toda intensión de incrustarla en el pecho del pelinegro pero fue repelido por toda la energía que lo estaba cubriendo enviando directo al Inuyoukai al suelo, rápidamente Ratsuyuko esquivo la flecha, la energía a su alrededor desapareció… si, ahora se encontraba dentro de el y se encargaría de usarla para algo mas….

    A penas Ratsuyuko termino de absorber la energía de Bokuseno, las ramas y raíces antes fuera de control, cedieron y cayeron finalmente al suelo como planta marchita, no parecía quedar vida alguna en aquel antiguo árbol de magnolias.

    -Bokuseno….-dijo Hatsoriu al ver como aquel árbol parecía haber perdido toda su vida, era el un fiel servidor de Inu Taisho… sin decir nada se dirigió con toda la velocidad hacia donde se encontrada el youkai dragón, logrando tomarlo por sorpresa pero Ratsuyuko alcanzo a bloquear el ataque del Inu con su espada, Hatsoriu había mantenido el ritmo de los ataques de Ratsuyuko pero le estaba costando se podía sentir como se había fortalecido…

    -me aburres…- dice Ratsuyuko enterrando su espada en el pecho del azabache…. La saca para luego dirigirse con la misma filosa punta ensangrentada hacia Kagome quien lo nota y echa a correr, ya que no había tiempo de lanzar un a nueva flecha, Kouga al ver como la miko corre peligro, corre a auxiliarla pero en lo que iba a acercarse a ella una espada lo atravesó su hombro dejándolo clavado a un tronco. Ratsuyuko había lanzado su espada dejando directo al lobo sin fallar, lo atrapo, nadie estorbaría. Alcanzo a Kagome agarrándola de espaladas y apretando con sus garras su cuello.

    -tu y yo tenemos algo pendiente…- decía muy cerca de su oído, mientras Kagome seguía forcejeando para salir, - entrega tus poderes – dijo dejando a la miko confundida. ´´es que acaso el…´´

    -acabemos con esto de una vez, si me entregas tu vida, al morir tus poderes espirituales serán míos-

    -que te hace pensar que yo te daré mis poderes…-´´el no puede absorber mi poder como a los otros ¿porque?´´

    -que valiente… entonces deberé obligarte a dármelos….-Ratsuyuko apretó a la miko con el brazo putrefacto que se estaba consumiendo el ataque de Bakusaiga, de su mano salió una pequeña esfera la cual con su nuevo poder hizo crecer lo suficiente para dejar ver lo que se encontraba del otro lado, era un portal, se podían ver claramente las tinieblas en la otra dimensión…-yo Salí de ese lugar…- susurra al oído de la miko, esta aleja lo mas que puede su cabeza para que el dragón no la se le acerque mas.- veremos que tanto aguantas sacerdotisa, que tan fuerte es tu alma…- dijo lanzándola al vacío de las tinieblas.

    No!- solo logro decir Kagome al caer a ese lugar.

    Akira vio lo que había hecho su señor… ahora no estaba entendiéndolo, volvió a tener a la miko en sus manos y no hizo nada, tras ese pensamiento, Sesshoumaru enterró sus garras chorreantes de veneno en su abdomen haciendo que esta cayera retorciéndose por aquel fuerte veneno.

    Sesshoumaru alcanzo a ver como la miko caía a esas tinieblas parecían no tener fin… Ratsuyuko había usado la magia de Bokuseno para abrir un portal. El pelinegro vio como Sesshoumaru derrotaba a su compañera para después mirar rápido al abismo por donde había caído la miko.

    -Hn… piensas hacer Sesshoumaru?- preguntó con una sonrisa. Este lo fusilo con la mirada.-acaso iras tras la humana la cual dices no importarte o perderás la oportunidad de enfrentarte de nuevo a mi… era eso lo que deseabas no?- el dragón planeaba algo era seguro pero no caería en su trampa, estaba seguro que si dejo caer a la miko a ese lugar seria por algo…

    Sesshoumaru frunció el ceño y se elevo para entrar en el portal de las tinieblas también.

    No podrás salvarla… tus poderes serán inútiles en ese lugar, te quedaras en el inframundo para siempre…- Sesshoumaru paro un momento escuchando lo que dijo Ratsuyuko.

    -Hn…-algo como eso no lo detendría, aunque era consciente de que sin la técnica Meidou Zangetsuha, no podría abrir portales del inframundo… sin embargo eso no le importo, el saldría de ese lugar…. Ya lo había hecho antes y lo haría de nuevo. Descendió hasta desaparecer a través de las tinieblas, debía encontrar a la humana.

    Continuara…
    No les puedo negar, aproveche mis cortas vacaciones para relajarme de los estudios, solo un poco porque igual tenia trabajos de la universidad que hacer… como ya lo habrán notado es el capitulo mas largo que he hecho o.o lo se… hasta yo estoy sorprendida… este capitulo se lo hice en una semana, despierta toda la madrugada, mi inspiración parecía no acabarse hasta que en las partes finales se fue mi musa… tarde como dos días escribiendo y borrando las partes finales, hasta que me gustara…espero que haya sido de su agrado este capitulo y mil gracias por comentar…. Ahhh se que hay una parte que no les habrá gustado y es que a Kagome se le cerrara la casi marca… pero asi debía ocurrir… tranquilas que cuando la marque será definitivo sin vuelta atrás…. SE VIENE LA BATALLA FINAL CONTRA RATSUYUKO! Pero descuiden no será el final del fic pues mi mente ha creado nuevas ideas… ya tengo casi todo visualizado como ocurrirán las cosas pero no las tengo escritas...-.-´ les dejo como adelanto que el próximo capitulo se titulara SENTIMIENTOS BAJO LAS TINIEBLAS… aun no esta confirmado pero posiblemente será esa o tal vez lo mejore…. Gracias por tomarse el tiempo de leer este testamento… Dejen sus comentarios!
    Sayonara…
     
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  10.  
    AngieArantxa

    AngieArantxa Iniciado

    Cáncer
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    SE QUE RESPONDO TARDE... si alguien antes me fuera hecho esta observacion probablemente fuera notado el gan error que estaba cometiendo... yo subo mi historia a dos paginas de fic, en la otra se publica siempre el capitulo tal cual como lo guardo en word pues solo cargo el documento y mi capitulo se pubica sin ningun cambio.... debe ser por eso que en aquella no han hecho esa observacion, pues lo que hago en esta pagina para publicar es solo copiar de word el capitulo nuevo y pegarlo para publicarlo posteriormente.... lo que no habia notado era que en ese preciso momento en el que le doy pegar el capitulo sufre cambios, y es que aparece toda la historia casi como un solo parrafo pues no salen los espacios que le pongo en word al momento de hacer enter... ahora (tarde) fue que me di cuenta y le vi el sentido a tu observacion pues jamas habia notado los cambios que sufria mi documento aqui al publicarlo,ahora debere ser mas cuidadosa al actualizar y asegurarme de dejar todo en oreden tal y cmo siempre esta word (aunque me levara algun tiempo debido a lo largo de mis capitulos) a penas tenga un poco mas de tiempo corregire los anteriores, pues si, ver todo pegado cansa mucho y hace que el lector se pierda com mayor facildad, gracias.
     
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  11.  
    Tzukiko Taisho

    Tzukiko Taisho Iniciado

    Escorpión
    Miembro desde:
    30 Agosto 2012
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    ¡Hola!, gracias por avisarme sobre el capítulo y discúlpame por no ver leído antes es que no me había conectado y aparte falte una semana a la escuela y me tuve que poner al corriente con todo, de hecho lo comenze a leer en la escuela y no es tan fácil sino quieres que te recogan el teléfono y por lo mismo apenas comento. No es justo lo dejaste ahí :[ sino entendí mal Sesshomaru ya no puede usar el meidou zangetsuha verdad?, y si es así como va a salir?, ya era hora de que Koga apareciera. Nos vemos ¡Sayonara! =D
     
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  12.  
    lady of the moon

    lady of the moon Entusiasta

    Escorpión
    Miembro desde:
    1 Noviembre 2011
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    121
    oh por Dios!!!!
    siento reportarme tarde
    oiga pero por que siempre lo dejas en la mejor parte estuvo super el cap pero me dio mucha tristeza lo que le paso a bakuseno ¿no habra alguna manera de revivirlo? de verdad espero que exista esa posibilidad

    waaa ese desalmado uyy para que envio a la pobre de kagome a ese horrible lugar y sesshomaru POR FIN empezaran a surgir algo que pasara alla en ese mundo no puedo esperar mucho me has dejado cortandome las uñas

    espero conti pronto y que no nos hagas esta maldad de esta horrrrrrrrriiiiible espera
    sigue asi, besos
     
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  13.  
    Sacnite

    Sacnite Entusiasta

    Géminis
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    25 Junio 2013
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    70
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    Escritora
    Oh!!! no lo puedo creer Kagome fue lanzada a las tiniebla ..o.o.. lo que si no creo es que por fin Sesshomaru va por ella !!

    Que pasara ahora dentro de ese horrible lugar? que pasar entre ellos dos? waaaa me estoy comiendo las uñas(es solo un decir^^) el solo imaginarme las posibilidades de como se desenvuelven nuestros protagonistas en esa situación :eek:

    Me ha encantado todo la historia !!! cada capitulo fue fenomenal!!
    Mi favorita fue en el lago cuando Kagome entra y se encuentra con los recuerdo del frio de Sesshomaru y cuando él casi la marca del todo..!!!:eek:

    Que pasara en el capitulo final? esperare con ansias a que llegue el final de esta historia!!:D

    Me encanto !!!:D

    Por favor!!! Onegay!! acuerdate de mi cuando publiques el final de la historia !!:D

    Sigue así!!

    Saludos!!!
     
  14.  
    Estefaniamontilla

    Estefaniamontilla Iniciado

    Leo
    Miembro desde:
    3 Mayo 2018
    Mensajes:
    1
    Esta tremendo espero leer pronto más. me muero de ganas de leer cuando el orgullones e impasible sesho se derrita por la miko. Ja ja ja. Un saludo
     
    Última edición: 19 Mayo 2018

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