One-shot de Pokémon - Una nueva época PaulyDawn

Tema en 'Fanfics Terminados Pokémon' iniciado por Sartharion, 19 Abril 2012.

  1.  
    Sartharion

    Sartharion Entusiasta

    Aries
    Miembro desde:
    30 Julio 2011
    Mensajes:
    177
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Una nueva época PaulyDawn
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1611
    Después de largo tiempo sin escribir nada, por fin vuelvo a la vida, con éste pequeño fic.




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    Todo comenzó un martes lluvioso en la región Sinnoh, donde un entrenador de cabello morado llamado Paul, entrenaba a sus Pokémon duramente hasta quedar exhaustos. Habían pasado varios meses desde que él estuvo en la liga Pokémon y hubiera conocido a su rival. Ash Ketchum. Desde entonces anda practicando más para obtener la perfección en las batallas Pokémon.

    No muy lejos de allí, casi saliendo del pueblo hojaverde, la joven coordinadora Dawn y su pequeño Pokémon Piplup iban corriendo velozmente hacia su casa para refugiarse de la lluvia, cuando de repente ve al frío entrenador practicando con sus Pokémon, bajo la intensa lluvia.

    —Piplup, ¿Acaso aquel no es Paul? —preguntó la chica a su Pokémon mientras trataba de ver si era él, ésta corrió hacia donde él se encontraba y visualizó que sí era él.

    Éste se percató de su presencia, pero simplemente la ignoró y continuó en donde estaba.
    —¡Torterra, usa Rayo Solar!, ¡Ursaring usa Explosión! —ordenó con su tono frío a sus dos Pokémon que aún podían estar en pie.

    Torterra obedeció y cargó su ataque, sin embargo como no había luz solar por la intensa lluvia, el ataque de Ursaring impactó contra Torterra haciendo que éste callera debilitado.

    —¡Torterra levántate! —le exclamó mediante un fuerte grito a su Pokémon inconsciente.
    —¡Levántate ya o Ursaring te levantará por la fuerza! ¡Ursaring usa hiperrayo! —Ursaring estaba por atacar, sin embargo éste ya estaba muy cansado y también cayó debilitado al igual que los demás.

    Dawn al ver la escena que ocurría, bajó rápidamente al terreno donde estaba él para reclamarle su forma de entrenar. Al llegar allí, con una expresión de enojo y apretando los puños le gritó.

    —¡Óyeme tú! ¿¡Qué clase de forma es esa de tratar a los Pokémon!? ¿¡Estás loco o qué!?
    —Paul exaltado por la aparición de Dawn detrás de él y con ese escándalo que le hizo, instintivamente dio un pequeño salto hacia atrás pisando un charco del cual resbaló y cayó al piso.

    Tras caer y empaparse más de lo que ya estaba, a Paul se le subió mucho más el enojo, contestándole con un grito a la chica. —¿¡Pero qué demonios haces aquí!? ¡Mira lo que hiciste niña!

    Dawn enojada por escuchar su última frase, apretó más los puños y se acercó más a él apuntándolo con el dedo. —¡No es mi culpa que seas tan gallina y te hayas caído al escucharme! Además yo no soy la niña aquí, sino tú por tratar a tus Pokémon tan cruelmente.
    No más míralos, ¡están exhaustos! —le gritó Dawn muy exaltada.

    A Paul casi le salía una vena por el momento tan desagradable que le estaba pasando, y lo peor que estaba él también exhausto. —¡Ya cállate! ¡Son mis Pokémon y yo hago con ellos lo que yo quiero!, ¡No te metas en mis asuntos mocosa! —dijo él tratando de levantarse de ese lodo.

    Dawn ya estaba harta por las estupideces que decía él y con un impulso le metió una abocetada en toda la mejilla al entrenador, haciendo que éste volviera a resbalar y callera al lodo nuevamente pero su brazo izquierdo impulsada mente tomó el de la chica, jalándola con él.

    La chica cayó encima de él empapándose toda de ese lodo marrón y feo y el entrenador mojándose el resto de su cara y pelo, el chico al recuperar la noción inmediatamente le gritó a la coordinadora sin percatarse de que ella estaba encima de él.

    —¿¡Qué demonios crees que hiciste al tratar de abofetearme!? —gritó exaltadamente el chico, pero su enojo fue calmado al ver la cabeza de Dawn pegada en su pecho, esto hizo que su enojo pasara a sorpresa al ver tal escena.

    Dawn se goleó un poco la cabeza con el pecho del chico pero al recuperarse le contestó a Paul con una pregunta, primero con un tono de enojo y después de sorpresa. —¿¡Qué tratabas de hacer jalándome!? ¡Aprovechado! —le dijo tratándose de levantar de él.

    Éste ya estaba más que harto de toda la escena, así que decidió irse de allí cuanto antes. Se levantó del lodo donde estaba, recogió a sus Pokémon y con una mirada fría la miró y le dijo.
    —No sé como tus amiguitos te soportaban, ¡Eres una insoportable escandalosa! —le exclamó fríamente mientras se iba del lugar.

    Dawn se quedó mirándolo con muchas emociones dentro de ella, ira, tristeza, molestia, entre más, así que decidió irse también de allí antes de pescar un resfrío.
    Ya a la mañana del siguiente día, Dawn decidió ir a comprar un medicamento en la farmacia de su pueblo, debido a que su Piplup se resfrió en la lluvia, ella fue sola, sin ningún Pokémon y con su bicicleta hasta la tienda. Al llegar, dejó su bici y se bajó a comprar el medicamento, sin embargo al entrar al establecimiento, se encontró con nada más que con Paul. Éste estaba comprando un par de medicinas, tanto de Pokémon como de humanos, Dawn se sorprendió al verlo y con enojo aún, le preguntó.

    —¿¡Qué haces aquí!? —Paul al verla, inmediatamente colocó esa mirada fría y de pocos amigos que coloca, éste optó por tomar sus cosas e irse de allí sin responder nada, pero la chica insistía.

    —¿No me vas a contestar? ¿¡Pero qué educación te dieron!? —El joven se detuvo en toda la puerta, giró hacía ella y le contestó con arrogancia.

    —No tengo que contestarte nada, no le respondo a pérdidas de tiempo. —fue lo único que dijo para dejar el local.

    Tiempo después, éste se detuvo justamente en el lugar donde se encontraba él y Dawn, lo que hizo que por su mente pasara una escena rara para él.

    —¿¡Qué!? —dijo él mientras sacudía su cabeza para olvidar ese momento. —¿Por qué me acordé de ella? Solo es una mocosa insensata, no merece ser llamada coordinadora. —dijo con arrogancia y desprecio, sin embargo éste sabía que no era cierto todo lo que decía sobre ella. —¿Y por qué sigo hablando de ella? Solo es una niña estúpida… Pero, sus ojos eran tan bonitos cuando estuvo encima de mí… Después de todo, no es tan fea. —dijo colocando una leve sonrisa, la cual fue opacada por un extraño ruido.

    El entrenador buscó el origen de tal ruido, le parecía un poco molesto. Bajó un pequeño campo y al ver de qué se trataba tal ruido, al acercarse más pudo oír que eran gritos de ayuda, éste corrió rápido a ver quien pedía ayuda y para su sorpresa.

    Un enorme Steelix estaba persiguiendo nada más que a Dawn, la cual corría rápidamente pero sin tener ningún Pokémon consigo pudo hacer algo al respecto. Paul al ver eso inmediatamente fue a su rescate, aunque principalmente tenía ganas de dejarla sola, ya que no era su problema. Pero en lugar de ello fue hacía ella.

    —¡Ursaring, Aggron y Electivire salgan! —dijo Paul lanzando sus Pokebolas al aire, donde dejó salir a sus tres más poderosos Pokémon. —¡Ahora, Ursaring Explosión, Aggron
    Hiperrayo, Electivire Trueno! —los tres Pokémon usan sus ataques los cuales no golpean Steelix pero si lo ahuyenta.

    La coordinadora al ver que ya no estaba en peligro se calmó y se tiro al césped debido a la fatiga y el miedo. Paul se acercó a ella con una expresión de decepción y arrogancia.

    —Nuevamente me encuentro contigo… ¿Sabes qué eres detestable? —le preguntó Paul agachando su cabeza hacia ella.

    Dawn se enojó un poco, pero estaba agradecida por que él la salvara, así que se levantó y le respondió. —Si soy tan detestable… ¿Por qué me salvaste? No te pedí que me salvaras. —le dijo mientras se acercaba a él y colocaba su cara justo delante de la suya.

    La situación hizo incomodar a Paul, al ver nuevamente esos ojos azules tan cerca de él no pudo responderle cruelmente debido a la situación en que se encontraba, éste no respondió, sin embargo solo miraba sus ojos sin hacer nada más.

    —¿Y bien? ¿No me responderás nuevamente? ¿Te doy miedo o qué? —le preguntó la coordinadora un poco enojada.
    En la mente de Paul no pasaba más nada que ella. —¿Por qué no le contesto nada? ¿Y por qué solo la miro a los ojos? Debo reconocer que es linda ésta chica… Y preciosa… Pero.
    —Paul salió de sus pensamientos y solo se volteó para darle la espalda a Dawn. —Deja de estorbarme niña… —fue lo que dijo mientras regresaba a sus Pokémon a sus Pokebolas.

    Paul se metió sus manos en los bolcillos y simplemente se fue de allí sin más que decir. Dawn quedó un poco decepcionada, pero supo rápidamente que la estaba mirando a sus ojos y con una última escena dio una pequeña sonrisa mientras veía al entrenador desaparecer en el horizonte.
     
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