Una Noche de Invierno

Bueno es mi... tercer one-shot y más porque es la primera vez que escribo de esta pareja. Por lo que no se muy si me saldra bien esto (aunque tuviera mucha inspiracion con una de las canciones de Tsubasa Chronicles xD) Bueno... se llama una noche de invierno (no xq el titulo) y la pareja que esta en ella es SuiKarin

Una Noche de Invierno​

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Eran las nueve de la noche, se encontraba en un parque sentada en un columpio con la mirada al piso preguntándose a sí misma del porqué no le prestaba atención, del porqué tenía que estar enamorada de la persona que menos indicada porqué… ni siquiera le prestaba la más mínima atención; era frío… si, lo admitía pero esa actitud le llamaba la atención sin dejar atrás el hecho de que su apariencia le parecía atractiva. Muchas veces se dijo a sí misma que tenía que buscas las fuerzas para decirle lo que sentía pero… ese había sido su mayor error ya que no esperaba la respuesta que le había dado aquel día.



Flash Back.



Lo había citado después de clases cerca de las canchas de futbol para decirle algo que para la chica era importante, estaba sentada en las gradas de afuera con la mirada hacia sus manos que las tenía en sus rodillas que temblaban de forma intensa ya que no sabía cómo iba a tomar lo que estaba a punto de decirle. De repente se escucharon unos pasos firmes y secos que provenían desde lo lejos por lo que desvió la mirada hacia ellos encontrándose con ese chico de ojos negros como la noche quien le había llamado la atención desde el primer día de clases, dirigiendo de nuevo la mirada al frente suspiro hondo porque se sentía preparada para hablar que no se dio cuenta que el chico estaba parado al lado de ella.



—Espero que sea importante lo que me tienes que decir, Karin —hablo con esa actitud fría que siempre cargaba.



—Bueno la verdad si lo es, Sasuke-kun —dijo la chica mientras que se levanta y se giraba a un lado para quedar de frente con este —Hace mucho tiempo he querido decirte algo —hablaba con dureza para no mostrarle ninguna señal de nerviosismo.



—Esta bien, soy todo oído —dijo el moreno.



—Sasuke-kun... yo… quiero decirte que tu… —no podía pronunciar ninguna palabra correctamente, sentía como un nudo se le estaba formando en la garganta.



— ¿Qué tu que, Karin? —pregunto el Uchiha comenzando a impacientarse.



— ¡Que tú me gustas desde el primer momento en que te vi! —se lo grito a los cuarto viento para que este no fuera el único quien lo escuchara.



—Aja… ¿Qué tiene que ver eso con esta citación? —pregunto metiéndose las manos en los bolsillos, sin darle mucha importancia a lo que estaba diciendo.



Por lo visto este no se estaba dando cuenta de lo que le estaba transmitiendo que hizo un último intento para hacérselo entender con claridad por lo que se le acerco rápidamente y beso de forma impulsiva sus labios. Dejándolo sorprendido este no sabía que decir y como no le gustaba mucho lo que estaba haciendo coloco una mano en su pecho para separarla de él.



— ¿Qué es lo que estas haciendo? —pregunto sorprendido y a la vez ofendido por su acción.



—Que no te das cuenta, Sasuke-kun —respondió la pelirroja con desesperación al no obtener una respuesta de lo que había hecho.



—No y créeme que no me gusto para nada lo que hiciste —respondió con esa misma frialdad el Uchiha.



— ¿Por qué me dices eso? —pregunto desconcertada.



—Porque eso que hiciste me lo han hecho ya muchas y créeme que me canse de todo esto —respondió con la mayor frialdad en el mundo que la había lastimado en lo más profundo de su ser por lo que no se percato del momento en que este se había ido.



Fin del Flash Back.



Como le había dolido esas palabras… cada una de esas frías palabras le habían partido en pedazos su corazón que se había dado cuenta de que todo aquello que había hecho había sido en vano, no solo porque se humillo a sí misma sino porque la persona que amaba en todo este mundo la había rechazado. Desviando la mirada hacia sus zapatos varias lágrimas estaba cayendo en esos cristales que mantenía encerrados sus hermosos ojos rojos por lo que no tomo en cuenta que un chico de cabellos blanco con reflejos azul cielo se le estaba acercando.



— ¿Te encuentras bien? —pregunto con una voz suave metiéndose sus manos en los bolsillos.



—Sí, no es nada es solo que me entro una basurita en el ojo —respondió esta mientras que regresaba a su antigua compostura y se levantaba un poco los lentes para limpiarse las lágrimas.



—Por la forma en la que hablas me di cuenta que estas llorando, ¿Te encuentras bien? —pregunto el joven, acercándose a un columpio vacio que estaba cubierto de nieve.



Con una mano le quito la manta de nieve que lo cubría para poder sentarse en el, desviando esta vez la mirada hacia la pelirroja pudo notar que sus ojos estaban aguados y que nuevamente había bajado la mirada.



—Créeme que si te dijera no me entenderías —respondió con la voz quebrantada a causa del dolor que sentía.



—Bueno, nada intentas con contármelo —dijo este con una sonrisa.



—De todas maneras, de nada sirve que te lo diga —aspecto Karin incrédulamente.

—Claro que si, así te desahogas un poco —le insistió el joven.



Lo pensó dos veces antes de decirle, ya que no le tenía mucha confianza aunque sea uno de los amigos de ese chico sentía la necesidad de hablar con alguien sobre su dolor para ver si al menos esta le podía dar un consejo.



—Bueno ya que tanto lo insiste te diré, fui rechazada por la persona que amo al confesarle mis sentimientos hacia él —dijo la joven suspirando hondamente.



Suigetsu no parecía tener palabras que decirle ya que eso es lo peor que le puede llegar a pasar a una mujer por lo que opto en mirar con seriedad el oscuro cielo mientras que sentía unos copos de nieve caer en su tibio rostro.



—Eso sí es triste, pero sabes una cosa no es el fin del mundo para que te estés muriendo por eso —dijo intentando subirle los ánimos.



La muchacha únicamente sonrió por lo que había dicho que en cierto punto le parecía gracioso.



—Sabía que no me llegarías a entender —dijo en bajo mientras que se levantaba para disponerse a regresar a su casa.



—Antes de que te vayas, déjame decirte que entiendo perfectamente por lo que estas pasando, porque también pase por lo mismo —eso la había sorprendido por completo que había desviando su mirada hacia él.



—No sabía eso —dijo con lastima aunque tenía un toque de sarcasmo.



—No necesito oír esas palabras para saber que no te interesa —cito el chico de los cabellos blancos mientras que se levantaba para acercársele y mirar con serenidad el perfil de su rostro —Déjame decirte algo, hay veces en que el verdadero amor llega cuando menos te lo imaginas —cito Suigetsu en seco.



¿El verdadero amor? Esas palabras rebosaban en su mente una y otra vez que parecía no tener el verdadero significado de ella.



— ¿Por qué dices eso? —pregunto confundida.



—Porque… —tomo su mentó y dirigió su mirada hacia la suya para tener un contacto visual con sus ojos rojos —Tu no te has dado cuenta de que realmente me gustas, Karin —confeso el joven de la forma más tranquila tratando de no mostrarse nervioso ante ella.



Esta se había sorprendido por completo con la confesión de Suigetsu que sus ojos se habían abierto hasta más no poder y sus mejillas se estaban tornando en un ligero pero hermoso rojo carmesí.



—Suigetsu…



—Se que no puedes entender muy bien lo que estoy diciendo pero… sentía la necesidad de decírtelo —decía mientras que la tomaba de ambos brazos y la rodaba para dejarla de frente a él —Pero es que no puedo soportar más este fuerte sentimiento que estoy sintiendo por ti —se acerco a su rostro para besar de forma tierna sus labios.



Aunque Karin no comprendía lo que estaba pasando, desde lo más profundo de su corazón sentía que este muchacho le estaba hablando muy enserio por lo que había comenzado a latir con rapidez, mientras que correspondía su beso fue dejando que este la acercara a su pecho sintiendo en el las manos de la joven quien estaba cerrando lentamente sus ojos para dejar que el dichoso besara sus labios como era debido. Era extraño lo que sentía, parecía que de verdad disfrutara de lo que estaba haciendo, como si… como si de verdad se sintiera segura a su lado que… no tenia palabras para explicar lo que estaba pasando; cuando se les agoto el aire se fueron separando lentamente fijando su mirada en el otro se podía ver su aliento a causa del inmenso frio que había.



—No esperaba que… pudiera llegar a pasar esto… —hablo agitado el chicos de los ojos morados.



—Yo menos me… esperaba una cosa así… y mucho menos… de ti… —dijo Karin en las misma situación.



Luego de eso fue que ambos habían decido ir a la casa de la chica en donde se sentirían no solamente cómodos sino que también se protegerían de inmenso frio que estaba causando esa noche de invierno, aunque claro la chica de los ojos rojos había aprendido una lesión. Que el verdadero amor puede llegar en la persona a quien menos se imagina.