Observo como te despegaron de mis brazos bruscamente, tan solo recuerdo tú sonrisa angelical que me dabas todas la mañana, veo tú fotografía que se encuentra en mi caja de recuerdos, todas las noches sueño con ese día que te perdí, que me arrebataron de tú cariño, y en los días solo pienso en salir a buscarte y gritar a todos los vientos lo cuanto que te extraño, que te necesito que de verdad me arrepiento de haberte tratado así, solo hacia lo que mi instinto me decía….Ese día cuando te vi marchar con esas personas sentí como mi alma se destruía lentamente, porque se estaban llevando toda mi vida contigo…. —¡Madre!¡por favor! —Gritabas y pataleabas entre lágrimas, mientras te agarraban por la espalda —¡No, se la lleven! —Grité fuertemente con todos mis alientos, ya corriendo hacia ti, pero esos tipos no me dejaban hacerlo —Señora, es mejor que se calme, su hija estará muy bien con nosotros —Me dijo el idiota con una sonrisa fría que lucía un traje blanco, —¡No! ¡Quiero a mi mamita! —Gritaste, mientras mordías el brazo de la señora que te sostenía, para salir corriendo hacia a mi.. —¡Hija! ¡No lo hagas! — Te grité fuertemente…Pero ya era demasiado tarde… Cuatro disparos se oyeron en una habitación, donde habitábamos tu y yo, mis ojos se quedaron en quietos, mientras mi cuerpo no reaccionaba más, observe como caías lentamente al suelo, con tú vestido de color rosa en sagrado y tus lagrimas que rodeaban todo tú rostro, no supe como reaccionar, solo sé que mis manos golpearon fuertemente a los tipos que me sostenían, y salí a correr para abrazarte fuertemente, ya te había perdido para siempre… —Ahora, vámonos —Dijo el tipo que lucía el traje blanco saliendo de hay. —¿¡Porque?! ¿¡Porque!? le hicieron eso a mi pobre hija — Les pregunté entristecida sosteniendo el cuerpo de mi adorable hija —Solo cumplíamos con nuestra misión señora —Respondía el tipo ya alejándose de nosotras… Tomo tu cuerpo, con mis brazos para salir de esa habitación, mis ánimos no estaban conmigo solo estaba la tristeza más horrible a mi lado, sabia quién era el culpable….Pero no sabía que ese mismo culpable fuera capaz de asesinar a su propia hija… Hoy te veo partir en ese ataúd lentamente, pero ya mis lagrimas no salen, solo sale de mí gran odio que tengo con un toque de venganza…Solo quería matar a ese inepto que se encontraba en el mismo camino que yo… —Hola amor — Le dije con una sonrisa acercándome lentamente, mientras el observaba el ataúd de su hija —Hola mi vida, de verdad no sé que pasó pero… —Me dijo alzando la mirada, pero no le dio tiempo de terminar la palabra, ya que yo me encontraba apuntándole con un arme en su asquerosa frente.. —¿¡Que haces!? —Dijo el idiota de mí esposa, sorprendido —Solo lo que debo hacer por nuestra hija — Le dije ya dándole 2 disparos en la frente y 3 en su pecho… No, sentí lastima por él ni nada de amor, solo sentía alivio de saber que la persona que odiaba desde un principio y la que me hacia un infierno mi vida, ahora estaba bajo tierra, bien muerto …Caminé lentamente con mi arma en la mano, mientras esa personas llamadas “amigos” me observaban y hablaban mal de mí….Me acerca a la tumba de mi hija dejando caer toda mi furia para después agarrar el arma y notar que solo me quedaba un bala, así que decidí acompañar a mi hija en el otro mundo, y tomé el arma para apuntármela a un lado de mi cuello y sentir como halaba el gatillo en un segundo….Mi vida había terminado solo en ese segundo, mientras caí en la tumba de mi hija derramando mi sangre …Y saber que mi muerte fue con orgullo.