Una mirada a través del espejo. Si, aún recuerdo esa mirada de oro; cuyo color me hacía sentir múltiples extrañezas. Era extraña aquella mirada tan singular, era como mirar a imponente sol en medio del mundo. Tan resplandeciente, tan luminoso que sólo tenía ganas de verla una y otra vez. Sin cansancio alguno, pero no me lo permitía. Aquella mirada tenía dueña, lo que traería mi perdición en toda esta elección. Aquella mirada que conocí por un simple espejo, la que flechó mi corazón en un instante, en un segundo. Cosa que el tiempo se detuvo mientras contemplaba aquellos ojos dorados. Lo pensé durante mucho tiempo y decidí no decirte lo que sentía, por miedo al rechazo, después vi como la dueña de tu mirada te rompió en mil pedazos, hizo que ese sol se apagara poco a poco. Todo el resplandor se fue y llegó la oscuridad, pero ¿Qué hacer?, nada surgía por mi mente, quería ayudarte pero… ¿Qué pasaría si lo hiciera?, ¿Y si hiciera el ridículo?, pero eso ¿importa? No, claro que no. Luego de una pequeña meditación en mi cabeza, decidí ayudarte, claro que sí. Además soy tu amiga y siempre contarás con mi apoyo mutuo hacia ti. Aunque mi corazón se rompa en trocitos por recordar todos esos besos. Esos que me dabas cada vez que lloraba, cuando el mar de sentimientos me ganaba. Todo por un amor no correspondido, pero durante todo ese tiempo fui tu amiga y compañera. La que te ayuda y aconseja en todo momento, con la que sabes que puedes contar. Me acerqué a ti y te aconseje con tu problema. Mi mente me decía todo lo que iba a decir, esto no sería espontáneo, ya que es esta en juego tu felicidad y si tu estas feliz, yo igual porque tu lo estarás. Aunque yo no resista la pena por dentro. Así pasaron los años, nosotros, como siempre siendo amigos. Veía como tenías novias, a veces tú cortabas con ellas. Pero cuando ellas rompían contigo, para eso estaba yo. Para ayudarte y aconsejarte en penas de amor. Es divertido ya que acaso ¿Soy la que más sabe de amor? no lo creo, pero hago lo que puedo. Todo por ti. ¡Oh, amor mío! Cuando será el día en que te fijes en mi, acaso ¿mañana?, ¿pasado? ¿Unos meses más? o ¿nunca?, creo que la más acertada sería la última. Aunque nunca te fijes en mi, siempre tendré ojos para ti, siempre estaré dispuesta a ayudarte cuando lo necesites. Si quieres llorar te daré mi hombro para que te desahogues, si quieres consejos haré lo mejor posible para dártelos, quiero el sol en tus ojos, quiero ese resplandor hermoso… ¿Cómo lograrlo? esa misión cumpliré yo, la de darte la mayor felicidad posible. Aunque cuando yo te veo con otras todo se derrumba pero soy fuerte y sigo dando sonrisas. Solo quiero tu felicidad, te amo mi muchacho de ojos dorados.
Es taaaaaan triste, la verdad. Me gusta tu 'antigua' narración, la verdad no sé por qué te menosprecias tantos, escribes hermoso, ah y la chica, debería ser valiente con sus sentimientos, quizá aunque no logre algo, estará tranquila en su conciencia. Creo x'DD. Muy lindo.
Lidia: Si es triste, ya te conté como que está basada en hecho reales. Que me sucedieron, pero con ciertas modificaciones. Merii: Tú eres la que me aprecia demasiado y no le gusta ver que digo estupideces de mis propias obras. Respecto a la chica, pues es algo así, se parece a mi (? Gracias (L
Jo.. que triste... Aunque es muy noble al intentar ayudarlo igualmente... Me ha recordado a algo que me pasó a mí, no es exactamente lo mismo, pero parecido, por eso lo entiendo muy bien, y lo siento >.< A veces ser valiente es lo mejor, porque aunque no consigas nada, sabes que has hecho todo lo posible por ello, que no has tirado la toalla a la primera de camio. Me ha gustado mucho ^-^ Un saludooo :3
Naila: De hecho me base en algo parecido que me paso, estaba en un momento de extrema "emocidad" y escribí esto. Aunque es antiguo, lo escribí hace años cuando apenas sabía de la vida. Sí a veces ser valiente es lo mejor, pero otras veces es mejor ser discreto. Gracias por comentar :3