Una carta para mi Príncipe

Este relato lo entregué para el concurso 'Una carta para mi Príncipe' que se realizó aquí mismo. Casualmente lo comencé a escribir un 26 de Agosto, cumpleaños de Kamio Akira, y por eso la carta se centra en ese hecho también.
Debo decir que estoy orgullosa de mi escrito (puede que suela estar orgullosa de mis escritos, pero rara vez lo menciono xD). Así que espero que lo disfruten, simplemente.

26 de Agosto​

Querido Kamio:​

He vacilado mucho a la hora de escoger qué hacer para ti, pero por fin me decidí por escribirte una carta.​

Quiero que sepas que, a mis ojos, eres el mejor. Amo tu carácter y tu modo de juego, y me divierto mucho cuando veo que te molestas con el pobre de Momoshiro (¡lo siento, pero debía decirlo!).​

Kamio, sin duda es por ti que opté por unirme a la Fudomine. Tu pasión y tu juego rápido, así como tu cabello pelirrojo cayendo en cascada sobre tu rostro fueron factores importantes para mi decisión. También, por supuesto, lo fueron nuestra historia como club de tenis y el genial equipo deportivo azul con blanco y rojo que nos caracteriza.​

Pero eso no importa. Más importante es el día de hoy y el próximo partido. No necesito repetirte que eres el mejor y que triunfarás en el juego. Tampoco necesito decirte que toda la Fudomine estará allí para apoyarte y alentarte. Tal vez sólo pueda recordarte tu espíritu deportivo, y echarte porras para que des lo mejor de ti, querido compañero de equipo.​

Quisiera darte ánimos y alentarte más, y por eso estaré en las gradas en el próximo juego. Pero creo que, al hacerlo, tú me das más ánimos a mí y me alientas a seguir y a no rendirme. Creo que tu espíritu impregna mi ser y me impulsa a ir con el ritmo, con la pasión y con la energía del juego. Soy de naturaleza débil, pero tú haces que encuentre mi fortaleza cada vez que juego al tenis.​

Querido Kamio, te deseo un muy feliz cumpleaños. Quiero desearte el mejor día de tu vida. Quiero que seas feliz y que continúes adelante. Quiero que siempre encuentres las energías que necesites y que conserves contigo ese espíritu alegre. Y quiero, por sobre todas las cosas, que nunca dejes de ser tú mismo.​

Con cariño​

Acero​

P.D.: Por favor no creas las tonterías de mi compañera de dobles Samy. A pesar de lo que ella (y las otras) puedan decir, ¡no estoy enamorada de ti!​