Un vacio llamado desamor

Tema en 'Relatos' iniciado por Ponja, 19 Abril 2011.

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    Ponja

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    Un vacio llamado desamor
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    Título: Un vacio llamado desamor
    Tipo: One Shot
    Resumen: Los sentimientos de una pequeña joven que descubre como su amor la engaña tras una serie de sentimientos encontrados
    Advertencias: Muerte/Suicidio
    Género: Suicidio (?)
    No. de palabras: 1690


    Ojala y les guste!


    Un vacío llamado desamor

    Luego de besarla, sonrió.
    -Nos vemos-susurró.
    Y asi, sin decirle nada más, se dio la vuelta y se marchó, dejándola allí, sola en aquel callejón oscuro.
    Las lágrimas recorrieron su rostro mientras veía como su novio se marchaba, tranquilamente y en paz, como si ella no existiera, como si estuviera abandonando un par de cachorritos. Contó cada paso que él daba, hasta que desapareció completamente de su vista, para luego suspirar tragándose el dolor, aunque sabía que era en vano.
    Sin soportarlo más, cayó al suelo, tapándose el rostro con las manos.
    ¿Por qué, si él la amaba, se sentía tan sola?
    Desde hacía un tiempo que se había percatado de que su novio ya no era el mismo que antes.
    ¿Por qué?
    No hacía otra cosa que preguntarse eso, no hacía nada más que sentir el dolor profundo en su pecho, que la hacía querer alejarse de todo, olvidarse del amor que le tenía a esa persona que lo único que hacía en esos tiempos, era hacer como si ella no le importara.
    Y ella no entendía ese cambio.
    ¿Dónde estaba el dulce chico que la cargaba como a una niña de 5 años? ¿Dónde estaba aquella sonrisa que solo se la dedicaba a ella? ¿Dónde había quedado aquel joven de 16 años, que cuando estaba con ella se comportaba como un bebé?
    No lo sabía, pero rogaba con toda su alma que volviera.
    Deseaba desde lo más profundo de su ser, volver a estar con aquel niño que lograba hacerla reír como nadie y que le hacía brotar una felicidad inmensa, que desde hacía mucho tiempo que no sentía.
    Los recuerdos la llenaban… aquella tarde cuando para su cumpleaños, lo llevó a un lugar alejado y lleno de vegetación para celebrar sus 16 años, aquella triste despedida en la que él le dijo que la amaba y que más le valía volver pronto, al irse de viaje de vacaciones con sus padres, aquel abrazo cuando ella llegó y él la sostuvo con todas sus fuerzas diciéndole que la había extrañado con toda su alma, aquellos paseos en esos caminos alejados de todos, en los que él la llevaba o tomada de la mano o abrazada por la cintura, su mano acariciando su rostro y su cabello, sus labios besándola y diciendo que la amaba…
    Todos esos recuerdos que de a poco venían a su cabeza, hacían que más y más agujas se inserten en su corazón, haciéndola soltar más lágrimas.
    ¿Por qué cambió tanto?
    No entendía el hecho que hizo que él cambiase. Que cada vez que le decía “Te amo” sintiera que solo eran palabras que carecían de amor…sentía que eran palabras vacías sin algún significado.
    Y lo peor era que no se animaba a decirle que lo sentía mucho más distante, por que ya lo había hecho en una ocasión, obteniendo como respuesta un “Si quieres alguien más dulce, pues búscalo en otro lado”, y logrando que se peleen, para luego de un tiempo tener una miserable reconciliación en la que ella tuvo que ser la que le pidiera perdón.
    No se animaba a decírselo, pero quería, con todas sus fuerzas deseaba que él volviese a ser el chico dulce, tierno y encantador que era cuando eran amigos y cuando habían comenzado a salir.
    ¿Acaso el amor se había marchado?
    ¿Ya no la quería como antes?
    Negó con la cabeza. El pensar, el simple pensar en que él ya no la quería era una punzada muy profunda en su alma. Era duro pensar en eso.
    Lo que más dolía es que ella ya le había demostrado de todas formas cuando lo amaba y que era capaz de hacer muchas, miles de cosas por él.
    Enfrentarse a sus padres, escaparse a altas horas de la noche, mentir y hasta entregarle lo más puro que tenía.
    Eso.
    Recordó con dolor como, en un intento de arreglar las cosas como pareja, ella aceptó los típicos pedidos de que lo hicieran, aunque ella sentía miedo y todavía estaba insegura de si quería hacerlo.
    Su primera vez, algo que era muy especial para ella, un momento que deseaba recordar con todo el amor del mundo, un recuerdo que había planeado como el más romántico y lindo de todos, terminó siendo como la primera noche en que tuvo sexo con su novio, en un callejón de cuarta en medio de la oscuridad.
    “¿Hacer el amor? O ¿tener sexo?”
    ¿Que significaban esas dos frases?
    Era lo mismo, pero con diferentes significados para ella y para él.
    Para ella, era el hecho de entregarse a la persona a la que más amaba, al ser que la llenaba de amor y felicidad, ser uno con esa persona. Era un acto de amor que solo lo podría hacer con la persona amada, que en ese caso era su novio.
    Pero ella podía leer claramente lo que significaba eso para él.
    Sacarse las ganas, sentir placer y satisfacción. La satisfacción de haberlo hecho con una chica menor que él, de haberle quitado su virginidad. El hecho de quitarse el calor que sentía cuando se excitaba.
    Era duro, pero eso era lo que ella leía en sus ojos.
    Aunque trataba no pensar en ello, trataba con todas sus fuerzas quitar ese vacío que había comenzado a crecer en su pecho, aunque lo intentaba, no lo conseguía.
    Pero esa era la primera vez que luego de verlo, de estar con él después de casi una semana sin verlo, se sentía así.
    Sola, vacía, sin un alma.
    No alcanzaba a comprender.
    De pronto, comenzó a llover.
    -Oh, diablos.
    Maldijo en voz alta, y secándose las lágrimas, se levantó y se dirigió a su casa.
    Le quedaba bastante lejos, pero ya no le importaba caminar, y tampoco mojarse. Solo en su interior sabía que le traería problemas con su madre el hecho de llegar empapada a su casa. Sus pies la llevaban, por que su mente aún estaba divagando pensando y pensando en todas las cosas vividas.
    Entonces, las lágrimas vinieron de nuevo.
    Pero esta vez no le importó, siguió caminando entre la gente, algunos que corrían y otros que solamente paseaban con sus paraguas, defendiéndose de la lluvia. Ella era la única que caminaba pasivamente, como si ya nada tuviera sentido.
    Y es que ya nada tenía sentido para ella.
    El viento, la lluvia, el agua en sus pies, sus ropas totalmente empapadas…ya nada le importaba.
    Había tocado fondo al enamorarse de él, y sabía que aunque lo intentase una y mil veces, no iba a lograr salir de ese pozo en el que estaba estancada. Ese pozo al que todos llamaban amor.
    Amor.
    ¿Qué era el amor?
    Ya no lo sabía.
    Antes, para ella era estar con la persona que la hacía feliz, pasear por las calles, tomados de la mano, prometerse que nunca se separarían. Demostrarse el cariño que se tenían con hechos y palabras. Ser feliz.
    Antes.
    Pero ahora, que había conocido al amor, solo podía dar una explicación.
    El amor era amar incondicionalmente a una persona, que si no llega a corresponderte, te pintará un cielo celeste, pero al tiempo te darás cuenta de que la pintura ya no le alcanza y no tiene más armas para mantenerte en las nubes. Era exactamente lo que sentía que le había pasado.
    Caminando en la lluvia, sintió un extraño presentimiento.
    Desde que había salido del callejón, había tenido la cabeza baja, imposible de mirar a las demás personas o de levantarla para ver hacia donde se dirigía, pero algo le dijo que la levante. Que había algo importante que debía ver.
    No quiso hacer caso, pero era algo urgente, le urgía que levante la mirada y que vea algo, algo que ella sabía que no quería ver.
    ¿Qué era ese sentimiento?
    Algo, algo muy profundo la alarmó y aunque tratase de ignorar, luchaba con ella para que le hiciera caso.
    Pero aún así, lo hizo.
    Levantó los ojos, y quedó estupefacta al descubrir la escena que se realizaba a escasos centímetros de ella.
    Su novio paseaba por las calles, abrazado de otra chica tapados por un paraguas y riendo como si nada sucediese a su alrededor.
    Entonces, su corazón dejó de latir.
    Todo se volvió gris mientras las lágrimas amenazaban con correr de nuevo.
    De pronto, ya no escuchaba nada, las voces de las personas y de los autos se iban apagando poco a poco, y sus ojos dejaban correr un río de lágrimas que competían con las gotas de lluvia que recorrían velozmente sus mejillas, cuando el joven desvió la mirada y sin querer se cruzó con la de ella.
    Como si estuviera viendo en cámara lenta, ella pudo ver la reacción del muchacho.
    Primero sorpresa.
    Luego preocupación.
    Después arrepentimiento.
    Y luego, terror.
    ¿Terror?
    Si, la miraba con terror, con miedo.
    No comprendía lo que sucedía, no comprendía porqué soltó de pronto a la chica a la que llevaba abrazada y porqué corría hacia ella.
    Entonces, el ruido volvió.
    Giró su cabeza y claramente comprendió lo que sucedía. Escuchó gritos, y vocinas, pero ella no se movió de su lugar.
    Y no porque estaba en algún shock, ni nada por el estilo.
    Sino porque ya nada tenía sentido para ella.
    Antes de que la luz cegadora que la invadió la llene por completo, esbozó una pequeña sonrisa dedicada a su novio que miraba con temor lo que se estaba realizado junto a ella.
    El impacto por haber descubierto que su novio la engañaba, la había dejado en un estado de inmovilidad en medio de la calle, justo cuando un gran camión que transportaba hierros pasaba por allí.
    Nadie pudo comprender que hacía una niña de quince años parada en medio del asfalto y sin hacer nada al evidente accidente que se acercaba.
    Nadie comprendió que hacía ella en medio de la lluvia, totalmente empapada y con esa mirada triste.
    Nadie entendía por qué a pesar de los gritos de un joven que la llamaba desde la vereda, ella no se movía de su lugar.
    Y nadie pudo entender porqué sonrió cuando por fin el camión se dio con ella, llevándose su cuerpo inerte.

    Lo siento si no tiene mucho sentido! En realidad es un corto que escribi en una de mis epocas suicidas n.nUUU!!
     
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    JessCullen

    JessCullen Usuario común

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    Wuau!! O.O
    Increible de verdad!! Te has sentido así alguna vez?? :O Por que parece como si realmente lo estubiese viviendo, una pasada:eek:
    Yo sí me he sentido así (una vez en mi vida y prefiero no rememorarlo mucho..u.u) Así que con tu historia me he sentido identificada. No al punto de suicidarse cuando se ha quedado parada en medio de la calle!! Esa parte casi me hace llorar, en serio... :'(
    Cómo siempre, me encanta como escribes. Espero que continues tu otra historia: Un amor peligroso, porque realmente me encantaaa!!
    Gracias por compartir tu talento^^
    Un abrazoo

    JessCullen
     
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    Death kiss

    Death kiss Entusiasta

    Sagitario
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    Una idea suicida a la que le sacaste buen provecho. Me parece que viene de algo personal o.o si es así, lamento que te sintieras mal, de veras... pero al traerlo a una historia y evolucionar la trama, lograste algo cautivador :_) Mmm, desde mi poco conocimiento gramatical no puedo acotarte más que un par de acentos faltantes. Cuídate, espero continúes deslumbrando por acá por favorcito xD
     
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