Un triste pasado, un Presente sin olvido, y un Futuro aun no escrito.

Re: Un triste pasado, un Presente sin olvido y un Futuro aun no escrito."Actualizado"

:o Hola!.... disculpen la tardanza.


Aquí les traigo la continuación, espero y sea de su agrado.




Cap. 23.- Sonrísas, recuerdos y preocupaciones



—Entonces mañana te esperaremos en la entrada del colegio—sonrió Taka intrigado por conocer a los hermanos del Uchiha.



—Disculpen la demora, tuve que pasar por un disco a la sala de computo—explicó brevemente Konan.



Nagato se acerco a Konan saludándola con un beso en la mejilla, tenían un año que habían terminado su
relación, pero su amistad de años no se vio afectada.



—Oigan, en el camino me cruce a Itachi quien al parecer va molesto, pero lo que más me sorprendió es que va abrazado con Temari, la chica de nuestra clase ¿Ustedes los vieron?—les interrogó, recibiendo en respuesta una sonrisa de todos ellos— Al cazo ¿Me perdí de algo?—finalizo con la ceja izquierda levemente arqueada.


------------------------------------



—¡Si!— fue todo lo que pudieron articular sus labios, al ser sellados inmediatamente por los del pelirrojo.



Después de su plática Sasuke y Tenten se pararon impactados ante la escena que veían, dibujándoseles una sonrisa en los labios. Pretendían pasar de largo sin molestarlos.



Era tiempo de marcharse, en el más puro silencio comenzaron a avanzar a paso lento y callado. Pero de pronto, al irse fijando de no ser vistos Tenten tropezó con una piedra precipitándose al suelo, llevándose de corbata al Uchiha.



—¿Te hiciste daño?—ayudándola a levantarse le interrogo.



La chica al levantar el rostro estaba sonriendo, pero no aguanto más soltando el sonido de su sonrisa contagiando al Uchiha, por extraño que parezca. Al ser escuchados por la nueva pareja, rompieron el beso girándose a ver de donde provenían aquellas sonrisas. Ruborizándose ambos al ver de quienes se trataban.



—¡Lo siento! No queríamos molestar, solo que fue inevitable—les dijo en medio de risas Tenten. Kyoko corrió a donde su amiga, detrás de ella se acerco a paso lento Gaara, ambos chicos solo cruzaron miradas.



—No se preocupen, de hecho estábamos por reunirnos con los demás— respondió al momento en que halaba a Tenten del brazo y comenzaba avanzar con ella, dejando ambos chicos atrás.



—¡Estoy feliz Tenten! Ya somos novios—le contaba a su amiga quien sonreía por la dicha compartida con la Uchiha.



Detrás de ellas Sasuke observaba detalladamente a ambas chicas. Una, la chica que él ama y a quien no dejara que aparten de su lado. La otra, su querida hermana menor a quien veía sonreír como nunca antes le había visto. Estaba feliz y estaba enamorada de su mejor amigo. Sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz del que venia a su lado derecho.



—Sasu…—no pudo terminar, fue interrumpido por la voz de quien nombraba.



—Gaara, quiero ver a Kyo siempre así—le menciono al instante en que con su dedo señalaba a las chicas— ¡No la hagas llorar!—Sin necesidad de más palabras el pelirrojo poso su mano izquierda en el hombro del azabache, quien giro su rostro para verle. Gaara en respuesta solo le sonrió.


-------------------------------------



Hinata ya estaba impaciente y a punto de pedirle a su novio que la acompañara a buscarles, junto a ellos estaba Shikamaru recostado sobre el verde pasto mirando aquel hermosos cielo pintado en tonalidades naranjas, sin darse cuenta se dejo envolver por recuerdos del pasado. En su mente poco a poco se fue dibujando la esbelta figura de aquella chica.



Las estilizadas piernas, la estrecha y fina cintura, busto proporcionado, rostro perfecto, orbes miel y su larga cabellera castaña.



—Hikari—La nombro el Nara, llamando la atención de Hinata y Kiba pero no le preguntaron nada.


Flash-back


En el instituto Sanyo era el último año del curso para los de tercero. En el 1ro. A tres chicos que desde iniciados en el colegio, permanecieron juntos. Siendo los mejores amigos. Uchiha Sasuke, Nara Shikamaru y Sabaku Gaara.



Una tarde en clases de deportes, Gaara y Sasuke esperaban en la cafetería a Shikamaru, quien venia corriendo, habían apostado que “quien llegara al último pagaría el almuerzo, dando vuelta en la esquina de la sala de computó choco de frente con una hermosa chica castaña que cayo de sentón al suelo, esta lloraba lo que lo intrigo aún más.



—¡Disculpe señorita!—mientras ayudaba a la chica a levantarse.



—No… no se preocupe, yo tampoco me fije—la chica salió corriendo de nuevo.



El Nara quedo intrigado, no sabia su nombre, no sabia a que grupo pertenecía. Solo sabía que a esa hora la chica tenia clases de deportes, pues al igual que él, andaba vestido con pants, camiseta y sudadera, los tres con el escudo del colegio. Recordó a donde se dirigía, resignado comenzó a buscar en su cartera para pagar las golosinas que su par de amigos pedirían.



Aunque la mayoría no se las comían, solo lo hacían comprárselas para ver si así, obligaban a su amigo a llegar temprano y quitarse esa pereza que siempre mostraba.



—¿Gaara que pediremos hoy para almorzar?—pregunto en voz alta el Uchiha con una sonrisa burlona en sus labios al ver entrar en la cafetería al Nara.



—¡Mm no sé! Tal vez pida una pizza familiar con extra-queso y Salami aunque, no se para que la pediría si no me gusta el salami—respondió con tonó burlón al comprender la indirecta de su amigo delante de él.



—¡Que problemáticos son ustedes, par de zopencos!—bufó molesto el Nara por la burla de sus amigos.



—¡Vamos Shikamaru! No te amargues por esa broma—le dijo sonriendo el Uchiha.



—¡Como quieren que no me amargue, hacen que me gaste mi mesada en cosas que ni siquiera se comen!—estallo molesto por primera vez el Nara.



—¡Si a prendieras a llegar a la hora que acordamos, no te haríamos esto!—respondió de igual forma Gaara. Quien de los tres se caracterizaba por ser el mas paciente.



—Tsk pidan de una vez lo que vallan a comer, necesito contarles lo que me ocurrió cuando veía para acá—les comento, despertando la curiosidad de sus dos amigos, quienes enseguida… ordenaron unos refrescos de toronja, una pizza hawaiana y pollo con rajas y de postre helado de chocochip´s. Pues aun así le darían
una vez más su castigo al Nara.



—Mientras esperamos la pizza, empieza a contar— sugirió Sasuke.



—esta bien, lo que paso fue que…

--------------------------------------------

Por el parque a paso lento, paseaban Temari e Itachi quien ya estaba un poco más tranquilo.



—¿De donde las conoces?—le interrogó el azabache



—Van en mi grupo entraron hace una semana pero, no se habían metido conmigo hasta hoy—respondió pensativa la rubia.



—¿Qué te ocurre?—le interrogo al ver la actitud de su chica.



—Es solo que, la amenaza de ese trío me dejo muy inquieta. Itachi no quiero que molesten a mis amigas—expreso al instante en que recargaba su cabeza en el hombro de su novio.



—Tranquila, no dejare que dañen a mi hermana, y a sus amigas. Además no creo que Sasuke lo permita tampoco—le respondió al instante en que acariciaba la cabeza de Temari.


----------------------------------------


Poco a poco, las dos parejas se acercaban a donde se encontraban la Hyuuga y el Inuzuka.


Continuara….:P


nota: ;) Aún no termina el recuerdo de Shikamaru ^.^
nota2: cabe aclarar que Gaara, Sasuke y Shikamaru eran si antes, y por lo que les ocurrio con "Hikari" ellos cambiaron.




dejen sus comentarios porfa.:si:

 

Re: Un triste pasado, un Presente sin olvido y un Futuro aun no escrito."Actualizado"

:o Hola!.... disculpen la tardanza.


Aquí les traigo la continuación, espero y sea de su agrado.


Se que demore muchísimo en subir conti, pero tengo razones justas ^.^

Capitulo especial, dedicado a todas mis amigas que me han apoyado en el transcurso de este fic y dedicado a LadyRaven por su cumpleaños, te lo debía amiga ^.^ y aunque no es lo que te prometí te lo dedico de todo corazón.

24.- Itachi y Temari… El comienzo de nuestra historia.

Primera parte:




—Tranquila, no dejare que dañen a mi hermana, y a sus amigas. Además no creo que Sasuke lo permita tampoco—le respondió al instante en que acariciaba la cabeza de Temari.


-------------


Poco a poco, las dos parejas se acercaban a donde se encontraban la Hyuuga y el Inuzuka.


Los rayos del sol poco a poco perdían su intensidad, el cielo se prendaba de tenues tonos naranjas, bajo el manto de aquel cielo una feliz pareja camina rumbo al parque que gustaba a los hermanos Uchiha. Tomados de la mano Itachi y Temari, por breves momentos en cómodos silencios, en otros recordando parte del pasado, su pasado para ser precisos.

—¿Recuerdas cuando nos conocimos?—pregunta la rubia de coletas adentrándose ya en el hermoso lugar, se dirigieron a la fuente que se encuentra bajo la sombra de un bello y enorme árbol de sakura.

—Sí, tú eras una odiosa y mi familia no te caía bien, siempre me decías: Ustedes los Uchiha son insoportables arrogantes. Sasuke y usted son una mala influencia para mis hermanos—repetía las palabras que en el pasado su ahora amada chica le gritaba cada que se encontraban y terminaban en peleas verbales. En ese instante ambos se sentaban a la sombra del frondoso árbol.

—Itachi, yo no decía así— respingo en un gracioso puchero la Sabaku mientras el abrazo protector del Uchiha se enlazaba en la estrecha cintura de la rubia, los pensamientos de ambos comenzaron a divagar en el pasado siendo Itachi el primero en recordar.

Flash-back

Llevaban ya varios años de conocerse los hermanos Uchiha, Sasori y Gaara Sabaku.

Lunes por la mañana, el sol resplandecía majestuosamente dando la bienvenida al nuevo día. A la puerta del prestigioso colegio se juntaba el grupo de amigos.

—Ayer una pulga le dijo al pulgar… ¿Cuándo una pulga salta, cuántos metros vuela?— contaba un mal chiste, un chico rubio de melena larga sujeta en una grácil coleta.

—Joder Deidara, tú y tus chistes raros— se quejo el Nara, un chico apuesto de cabellera naranja.

—Pein, déjalo. Sasori, hoy estas raro ¿te preocupa algo?—le indago un apuesto azabache de melena larga y sujetada con un cinto. Ante la pregunta de su amigo, el pelirrojo dio un hondo suspiro decidido a contarles a sus amigos.

—Ayer por la tarde mi abuelo llego de Alemania, trajo a mi hermana a vivir con nosotros, él se ira en un crucero por el atlántico. No e tratado con ella desde que teníamos cuatro años. Desde que mi abuelo se la llevo… según él Temari me haría débil— calló por unos momentos, el rubio aprovecho para soltar una de sus tonterías.

—¿Qué hay de malo en eso Sasori? Ahora podrán recuperar el tiempo perdido.

— Temari vendrá a este mismo colegio, iniciara clases en nuestro mismo grupo y no se como hablar de nuevo con ella— finalizó el joven Sabaku.

En ese momento la campana repiqueteo, anunciando el inicio de las clases de ese día.

Dentro del aula los jóvenes estudiantes se aplicaban en la clase, cuando se escucho el sonido de la puerta al ser golpeada de manera suave por alguien en el exterior del salón.

—Adelante— permitió el apuesto maestro de historia. Al abrirse la puerta se dejo ver la esbelta figura de una rubia de bellos orbes esmeraldas, de aspecto reservado.

—Buenos días, el rector me dijo que asistiría en este grupo, soy Temari Sabaku— se presento la rubia, el profesor le dio paso para que tomara asiento en una de las butacas del fondo, donde el pelirrojo se encontraba cerca de la ventana.

La clase prosiguió sin más, en el cambio de tutores los chicos curiosos se acercaron a la recién llegada.

—Hola linda ¿en serio una dulzura como tu, es hermana de Sasori y Gaara?— le interrogo Hidan un chico de reputación poco aceptable.

—Eso… es algo que a ti no te incumbe, imbécil—fue la fría e indiferente respuesta de la Sabaku, causando molestia en el peli blanco quien de manera brusca la tomo del brazo haciéndola levantar de un solo tirón, robando un leve quejido de los carnosos, tersos y rosáceos labios de la rubia.

—Hidan, suéltala— le aconsejo el pelirrojo detrás de él, a espaldas de Sasori se encontraban Kaede, el Uchiha y el Nara esos cuatro eran chicos a los que al platinado no le gustaba tocarles la cresta, pues era bien sabido de su reputación cuando se les molestaba.

El chico muy a su pesar soltó el brazo de su prisionera, se alejo molesto seguido de su grupo de amigos.

—¿Estas bien?— le interrogo su hermano a la rubia, quien le respondió con una cabezada.

—Sasori es hora de irnos, antes de que llegue el próximo tutor—le hablo el Uchiha, quien se ganó una mirada asesina de la rubia.

—Volveremos puntuales para la próxima clase— le informo a su hermana al notar la forma de ver a sus amigos.

El grupo de amigos desapareció del aula, así era todos los días a la hora que les tocaba ese profesor y eso era algo que le causo curiosidad a la rubia

​

+++***+++​

​

—Lo que no me explico es ¿Por qué nos miraste de esa forma aquel día?— soltó de pronto el Uchiha a su novia.

—Sí, te odie cuando te conocí porque para mi tu eras el que mal aconsejaba a mi nii-san, era tanta mi curiosidad que un día los seguí porque varias incógnitas taladraban mi mente y decidí averiguarlo.

+++***+++​

​

¿Qué había sucedido? ¿Por qué no asistían con ese maestro? ¿A dónde irán todo ese tiempo? Esas preguntas inundaban la mente de la Sabaku, tomando la decisión de seguirlos en su próxima fuga.

Un día, al llegar la segunda hora, los cuatro chicos se marchaban silenciosos, detrás de ellos una rubia más silenciosa aún.

Caminaban por un bello sendero de piedras, marcado por pequeños florales bien cuidados, en completo mutismo caminaban los bellos jóvenes, su destino final… la cancha de baloncesto. Ahí les esperaba el profesor de deportes y otro grupo igual de adolescentes de aspecto atractivo pero en su forma de mirar a los recién llegados nada agradable.

—¿Están listos para el encuentro?—interrogó el profesor.

—Claro—respondió Itachi al instante en que él y sus amigos se quitaban la camisa escolar, quedando todos en Sport todos de negro.

—Bien ¿Quién es el capitán, ya que es al que le tocara saltar?

—Itachi— respondieron al unisonó, ya que era más que lógico al ser el más alto de ellos.

Seria un partido de cuatro contra cuatro, el pitido del silbato resonó, ambos contrincantes saltaron, por milésimas de segundos el azabache consiguió el balón para su equipo. El balón calló en manos del rubio, uno bote y le arroja un pase corto a Sasori, uno, dos y pasa el balón para el Nara quien al recibirlo acelera el ritmo del partido, sus contrincantes les marcan de cerca.

Invadían el área de sus rivales quienes defendían fuertemente su canasta, derecha e izquierda trataba de burlar Sasori al rival que le marcaba, solo se escuchaba el rechinar del calzado en la duela debajo de la canasta, la regla de los 10 segundos estaba por cumplirse, una de dos o el pelirrojo tiraba o daba el pase a alguno de sus compañeros de pronto el silbato del arbitro sonó.

—¡Falta, tiro libre!— anuncio el profesor.

En las butacas la Sabaku miraba con atención el duelo y le intrigaba saber a que se debía ese encuentro. Uno, dos se escucho el botar de la pelota de básquet sobre la duela, Sasori lanzaba su tiro, parecía ir en cámara lenta, pero no entro.

—Un rebote—se dijo mentalmente el joven Nara.

El balón se precipitaba al piso cuando de pronto dos figuras masculinas saltaron debatiéndose la tutela de la esfera en juego. Las gotas de sudor se podían apreciar en los rostros de los contrincantes. El balón fue apresado por la mano firme del azabache.

A distancia Temari observaba con detenimiento la figura del Uchiha, un salto perfecto, rostro sereno, seguridad, masculinidad, su cabellera en un grácil movimiento, el perfecto adonis que cualquier chica desearía, aún ella.

Tan solo al tocar la duela el Uchiha lanzo un pase corto a su amigo rubio, quien al tener posesión del esférico dio un paso y un gran salto con el balón en mano, con gentileza lo deposito dentro del aro y el rubio quedo colgando por un breve momento de la canasta. Solo se escucho un pequeño retumbo al soportar el peso del chico quien en seguida se soltó cayendo con gracia en la duela. La primera y única canasta en todo el partido había sido de ellos. Luego de un rato se escucho el silbatazo final.

La rubia salió corriendo de las butacas, para no ser vista por los chicos que recién abandonaban la cancha y se dirigían a las duchas.

+++***+++​

—Ese día, yo vi cuando te marchaste— le confeso el Uchiha a su novia, quien al escucharle sus mejillas se tintaron de un tenue rubor y le miraba.

—¿Por qué no me dijiste nada ese día… cuando te reclame?— le cuestiono sin entender el silencio del azabache.


----------

—Hey par de tortolitos estábamos a punto de ir a buscarles— le dijo el Inuzuka, causando un rubor leve en las mejillas de ambas chicas.

Los dos chicos recién llegados notaron al Nara tumbado en el césped con un dejo de melancolía en sus orbes ciruelos. A paso lento Gaara, Kiba y Sasuke acortaron la distancia.
—Hay surcos de nubarrones en este atardecer—susurro el Sabaku.

—Sí, de hecho han estado ahí, todo este tiempo… desde que ella se fue—respondió con la melancolía prendada en su voz el Nara, causando cierta tristeza en sus dos amigos y confusión en el Inuzuka al no estar enterado del pasado de los tres.


Continuara…

*El recuerdo sobre Itachi y Temari aún no termina.
*Aún no termina el recuerdo de Shikamaru ^.^
* cabe aclarar que Gaara, Sasuke y Shikamaru eran si antes, y por lo que les ocurrio con "Hikari" ellos cambiaron.




dejen sus comentarios porfa.:si:

 

Re: Un triste pasado, un Presente sin olvido y un Futuro aun no escrito."Actualizado"

:o Hola!.... disculpen la tardanza.


Aquí les traigo la continuación, espero y sea de su agrado.

Dedicado a todas mis amigas que me han apoyado en el transcurso de este fic

25.- El primer amor de Shikamaru.


(El pasado de Shikamaru, Gaara y Sasuke: segunda parte)


Los dos chicos recién llegados notaron al Nara tumbado en el césped con un dejo de melancolía en sus orbes ciruelos. A paso lento Gaara, Kiba y
Sasuke acortaron la distancia.


—Hay surcos de nubarrones, en este atardecer —susurro el Sabaku.


—Sí, de hecho han estado ahí todo este tiempo… desde que ella se fue —respondió con la melancolía prendada en su voz el Nara, causando cierta tristeza en sus dos amigos y confusión en el Inuzuka al no estar enterado del pasado de los tres.


El semblante del pelirrojo se opaco ante la sola mención; ella, el joven Sabaku observo a sus dos amigos y su mente divago en los recuerdos del pasado.

Flash-back

—Tsk —chasqueo irritado— pidan de una vez lo que vallan a comer, necesito contarles lo que me ocurrió cuando venía para acá —les comento, despertando la curiosidad de sus dos amigos, quienes enseguida ordenaron unos refrescos de toronja, una pizza hawaiana y pollo con rajas y de postre helado de chocochip´s. Pues aún así le darían una vez más su castigo al Nara.


—Mientras esperamos la pizza, empieza a contar —sugirió Sasuke.


—Esta bien, lo que paso fue que… —teniendo aún presente cada detalle y gesto, les relato su encuentro con aquella chica castaña.


Lo sucedido hacia unos minutos a su amigo, le intrigaba en cierta forma pues el brillo en los orbes del Nara expresaban más de lo que sus palabras articulaban.


—Bueno, la plática y la pizza estuvieron deliciosas —hablo con sarcasmo el Uchiha.


—Claro que estuvo buena, más por el peperoni al que soy alérgico —le siguió el juego el pelirrojo, causando una mueca y suspiro de resignación en el Nara.


—Les advierto que mañana ustedes tendrán que pagar su propio almuerzo, esta vez yo les ganare a llegar —crispo el chico de peinado grácil en una coleta.


—Si claro, tanto que mañana salimos antes que tú de taller —dijo Sasuke.


—Muy cierto amigo, pero mañana es miércoles y si no mal recuerdo —en ese instante se rascaba con su dedo anular detrás de su oreja, un gesto característico de él— ustedes dos tienen reunión con el entrenador del equipo, al ser capitán y sub-capitán —les recordó el moreno con una sonrisa pintada en su rostro.


—¡Joder! —chistaron el Uchiha y el Sabaku al mismo instante, con la palma de su mano se golpeaban la frente mientras se adentraban al aula que les tocaba a esa hora ya que ese detalle se les había olvidado a ambos.


El profesor Takeshi se adentro al aula con sus libros y lista de asistencia, cosas que dejo sobre el escritorio dando por comenzada la materia. Las clases transcurrieron en cierta forma pasable después de tomar la asistencia, explico los problemas y dio ejemplos sobre como realizarlos, dejándoles que resolvieran de la pagina 22 a la 65 del libro de matemáticas, entre formulas, operaciones, derivados y potencias se encontraban los adolescentes.


—Ahí va —pensó el moreno al mirar la expresión en el rostro de su amigo, para después cruzar sus orbes negros con unos celestes.


—Ya no aguanta la presión —analizaba mentalmente mientras miraba fijo a su amigo, evadiendo la silueta del chico en medio de ambos. De pronto la estruendosa voz del chico en medio de ellos, irrumpió el apacible silencio del aula.


—¡Que problemático es todo esto! —se quejo a gran voz el Nara al mirar su libro de matemáticas atiburrado de ejercicios. En el rostro de sus dos amigos se les curvaron los labios, en una burlesca sonrisa ya que se esperaban la reacción del moreno que odiaba los “problemas” por lo que era un gran entretenimiento los días que les tocaba tal materia, ya que sin reparo alguno esa siempre era la queja que brotaba de los labios del chico de orbes ciruelos.


El profesor ya se había acostumbrado a escuchar su descontento cada día que les impartía su materia, pero, por alguna extraña razón a pesar de sus lloriqueos y quejas, el chico sacaba excelente puntuación, fuera el problema que fuera siempre obtenía la puntuación perfecta. Por lo cual había optado por no reprender al adolescente por armar semejante escándalo, ya que su grito siempre venía acompañado de las risas escandalosas del resto de los alumnos, exceptuando al Uchiha y al Sabaku a quienes sólo se les dibujaba tal sonrisa sin emitir sonido alguno.


Estando en la cuarta clase: biología, de las seis que les tocaba ese día. El profesor les enseñaba sobre la reproducción agrícola en el ecosistema. El pelirrojo cerro su libro dejando sobre éste su libreta y lápiz, abandono la comodidad de su pupitre y se acerco al escritorio del profesor…


—Deme un pase, debo salir —pidió sin dar ninguna explicación. El tutor a cargo se lo entrego, ya conocía el carácter de ese chico y sus amigos, sin embargo se había dado cuenta tras largas horas de observación más que nada en los descansos, que entre ellos eran distintos a cuando se trataba de otra persona.


—Procura no tardar más de lo necesario —le sugirió el profesor al instante en que le entregaba el pase de permiso al pelirrojo, quien dio media vuelta y abandono el aula de clases ante la atenta mirada de sus dos amigos.


A paso lento, como no deseando llegar al sitio a donde debía de estar hacia cinco minutos, se dirigió a el resignado y un tanto pensativo. En sus cavilaciones, la expresión en los ojos de su amigo se hizo presente.


—¿Será que algún día pueda yo conocer a una persona, que me haga sentir así? —estaba tan sumido en su mente que no se dio cuenta que delante de él venia casi corriendo de espaldas, una chica que al parecer jugueteaba con su amiga que caminaba de frente.


—¡Cuidado! —el aviso de la pelinegra llego tarde, siendo que su amiga se estampo contra el pecho del pelirrojo yendo ambos a dar al suelo, quedando la despistada chica encima del Sabaku quien en un acto reflejo enlazo sus brazos al cuerpo de la joven para evitar que se lastimara.


El sonrojo en la adolescente fue arrollador para su níveo rostro que giro un poco para ver al responsable de evitarle un santo porrazo. La pelinegra acorto la distancia que la separaba de ellos, ayudando a su amiga a ponerse de pie.


—Lo sentimos mucho —ambas se disculparon al unisonó con el chico que aún permanecía sentado en el suelo, observándolas con su rostro inexpresivo.


Encogió su pierna apoyando su mano derecha en ella, tomando un leve
impulso se puso en pie. El rostro de una de ellas estaba demencialmente ruborizado ante la presencia de tan buen mozo pelirrojo. La chica aferraba sus manos al brazo de su amiga pelinegra de quien escapo un leve quejido. Gaara arqueo una ceja, abrumado por el comportamiento de las que tenía enfrente de él, la pelinegra se dio cuenta de la interrogante del chico.


—Hola, mi nombre es Mina y la que te arrollo es mi amiga Hikari —sonrió la chica, apreciando el puchero de la aludida— ¿Tú, cómo te llamas? —indago la pelinegra.


La castaña por alguna extraña razón no podía mantener la mirada del pelirrojo, por lo que evitaba cruzar sus orbes castaños con los celestes de él. De pronto la bocina que colgaba en una de las esquinas del pasillo sonó.


—“Joven Gaara Sabaku, favor de presentarse lo más pronto posible en la oficina del rector, que ya le espera”—tres veces más resonó aquel mensaje por todo el colegio, la molestia al ser puesto en evidencia ante todos de esa manera enervo los sentidos al pelirrojo quien solo chasqueo la lengua, clara muestra de su desagrado.


—Hump, Gaara Sabaku —respondió a la pregunta realizada por Mina, sin apartar sus celestes de la castaña, quien observaba fijamente el piso, parecía que la hormiga que pasaba cargando una pequeña hoja, fuera más interesante que él.


Decidió seguir con el destino que antes del incidente tenía como meta. Ni un adiós, ni un hasta luego les dirigió. En completo mutismo el pelirrojo desapareció ante la atenta mirada de ambas chicas.

--

—Espero que lo de su pelea no le traiga problemas —le susurro el Nara al azabache. Quien meditaba sin apartar la vista por donde había salido el Sabaku.


La clase termino y el pelirrojo aún no volvía, la próxima clase era formación cívica y ética.

--

En la oficina del rector se llevaba a cabo una batalla campal ya que habían mandado llamar a Sasori, el hermano mayor de Gaara.


—¿Para que mando a llamarme? —indagaba el mayor de los Sabaku— que yo recuerde no he hecho nada —expreso sin percatarse que detrás de él
se encontraba su hermano.


—Esta vez no es por usted, es por su hermano menor —aclaro el hombre canoso detrás del escritorio al instante en que señalaba a Gaara, quien permanecía de pie con los brazos cruzados.


—Joder ¿Qué hiciste esta vez, Gaara? —le miró con resignación. El menor solo se limito a devolverle la mirada.


—Se agarro a golpes en la cancha de baloncesto con uno de los integrantes del equipo contrario, el pobre chico termino inconsciente y tuvo que ser llevado a la enfermería con la nariz fracturada y varios golpes en el rostro y en el estomago —le informaba el rector, mientras sin poder creer lo que veía prosiguió— ¿qué le causa gracia para que usted éste sonriendo así?


—No es de su incumbencia —respondió el pelirrojo mayor— le pediré dinero a mi padre para cubrir los gastos de ese chico —suspiro apacible el joven.


—¿Cree que con eso es suficiente para reparar el daño? —contradijo el anciano delante de ambos.


—Entonces diga de una maldita vez ¿Qué rayos es lo que quiere? Estamos perdiendo clases, yo estoy en medio de un examen muy importante —hablo exasperado Sasori, causando que el profesor diera un pequeño brinco por el carácter del chico mientras en su pensamiento invadía una frase “Definitivamente esa cara de ángel es engañosa”.


—Nada más. Pueden retirarse —respondió un poco repuesto del susto que se llevo el rector.


Ambos adolescentes abandonaron la oficina y comenzaron a deambular por los pasillos.


—¡Hump, mira que das duro! —expreso el mayor rompiendo el silencio.


—¡Tsk! Y tú, eres bueno intimidando a las personas —contra ataco el menor.


Las miradas azulinas se cruzaban una con la otra en una muda batalla por ver quien decía la última palabra. Los pasillos del colegio se les hacían chicos.


—¿Por qué reñiste esta vez, Gaara? —interrogo a su hermano con expresión serena, muestra para el menor de que esas palabras no eran parte del juego que acostumbraban.


—Se metió con ella, dijo que era una fácil y que él lo había comprobado —el sólo recordarlo hizo hervir de nuevo la sangre del menor, sin contar el enfado que esas palabras habían causado al mayor.


—Yo cubriré los gastos de ese idiota, padre no tiene porque enterarse de esto —le decía al menor mientras posaba su mano izquierda sobre su hombro, ese era su forma de apoyarlo en completo mutismo en su sentir— ve a clases, nos veremos en la casa. Iré con los chicos a otro sitio antes —sugirió Sasori al instante en que se encaminaba por otro pasillo rumbo a su clase.


El Nara y el Uchiha vieron aparecer a su amigo, con rostro sereno y apacible, lo que les indicaba que todo había salido bien. No necesitaron preguntar, con esa respuesta indirecta les bastaba a los tres. Las últimas dos clases fueron canceladas pues los tutores tenían junta, a paso lento abandonaron el recinto del colegio con sus mochilas colgando de su brazo.


—Chicos, yo tengo mucho sueño, esos malditos problemas de matemáticas me pusieron de malas así que, me iré a casa —se despidió el Nara mientras tomaba otro camino distinto al de ellos dos —por cierto, no olviden llevar su cartera —les sugirió sin voltearse a verles, mientras con su mano les decía adiós a ambos. Al Sabaku y al Uchiha se les pinto una leve sonrisa, pues después de dos semanas les tocaba perder al día siguiente.

---

Las risas en el aula no se hacían esperar, pues tenían libre la primera hora, ya que la profesora se reporto enferma. Shikamaru había decidido aprovechar ese tiempo, cruzo sus brazos sobre la mesa de su pupitre y pego su frente a estos. En cuestión de segundos el chico se había dormido profundamente.


—Yo voy a la cancha a tirar unas encentadas —le dijo el azabache al pelirrojo.


—Esta bien, yo debo ir al salón de mi hermano —respondió al instante en que sacaba de su mochila un libro grueso que en la portada decía “algebra II” y abandonaba el aula— Sasori ¿Cómo demonios pudiste olvidar semejante libro? —pensaba el Sabaku que caminaba por los pasillos del alumnado de segundo grado.

--

Del casillero de los vestidores, el Uchiha había cambiado su calzado por unos nike negros con rojo que siempre usaba para sus partidos de básquet.


El gimnasio no se encontraba solo, al parecer el grupo que se encontraba ahí tenía clases de deportes. Se encamino a la última cancha para realizar sus tiros.
La clase seguía con los ejercicios mandados por el profesor, sin embargo la presencia de tan bello chico no paso desapercibida para el alumnado femenino que daban largos suspiros al verle.


Uno, dos botes, sostenía el balón en su mano dando un pequeño salto y lanzaba la esfera naranja que se incrustaba en el aro. Al caer de nuevo a la duela se escuchaba el rechinar del calzado del chico sobre esta, al salir corriendo para aprisionar el balón. Tomando carrera botaba el esférico para después realizar un Slamdunk que dejaba cimbrando la canasta. El cuchicheo de las chicas no se hiso esperar.


—¿Quién es? —preguntaba una pelirroja al ver al azabache botar de nuevo el esférico en la duela.


—Es el capitán del equipo de la selección de primer grado —respondió una de las chicas que se había apuntado para la selección femenina de baloncesto.


—¿Sabes cómo se llama? —indago una adolescente de melena negra.


—Yo no sé —respondió decepcionada ya que todos sus intentos por averiguarlo habían sido en vano.


—Se llama Sasuke del 1º A —aclaro sonriendo de forma burlona y orgullosa, al tener la información que muchas deseaban.


Las adolescentes no perdían detalle alguno del azabache, se fijaban en el ritmo de su respiración, los botes que le daba a la pelota antes de lanzarla a la canasta, hasta de la pequeña gota de sudor que resbalaba de la cien del chico.


—Si así babean por él, esperen ver a sus amigos —soltó de pronto una chica azabache. La misma que les había otorgado la información del moreno. Llenándolas de curiosidad por conocer a los amigos de este.
Observaron sorprendidas como la chica azabache se acercaba a Sasuke parándose frente a él, en un claro reto de burlarla para que él pudiera encestar. El Uchiha al ver a la joven sólo curvo sus labios en una sonrisa como respuesta de que aceptaba el reto.


Izquierda, derecha, hacia el amago de burlarla. La azabache se apegaba al cuerpo del chico tratando de impedirle el paso y al mismo tiempo robarle el esférico para después encestar y así ganarle.


El rechinar de la duela era lo único que se escuchaba, ya que las compañeras de grupo de la chica habían enmudecido por lo que ella estaba haciendo.


No dejaba pasar al moreno y este tampoco se dejaba robar la pelota, en una de las fintas que realizo él, la azabache dio un paso en falso torciéndose el tobillo. Estaba apunto de caer, y por inercia trato de sujetarse de algo, más bien de alguien a quien se llevo de corbata, cayendo el Uchiha sobre ella. Sus rostros quedaron excesivamente cerca, las espectadoras por un instante dejaron de respirar.


La azabache se ruborizo levemente, mientras en el Uchiha se asomaba una sonrisa burlona, guiñándole el ojo a la chica, para luego besarle la punta de la nariz. Las espectadoras estaban que morían de los celos por querer estar en el lugar de esa joven.


—Sasuke… —susurro la chica castaña mirando lo que acontecía, siendo escuchada solo por su amiga Mina.
Sasuke se levanto y le extendió su mano para ayudarla a incorporarse, un leve quejido escapo de los labios de la chica al estar en pie apoyándose solo en su pie izquierdo.


—Parece que si te has hecho daño —le dijo el moreno al instante en que acortaba la distancia que los separaba, cruzo su mano derecha por la fina espalda de la joven y la izquierda bajo las piernas, tomándola así entre sus brazos.


A paso lento se encamino a la enfermería, la chica recostó su rostro sobre el pecho de Sasuke. La azabache se convirtió en la envidia de toda chica a la que se topaban en el trayecto a su destino, sin contar a sus compañeras que se habían quedado en el gimnasio. En la enfermería la doctora en turno los recibió.


—¿Qué ocurrió? —interrogo la doctora— ponla sobre la camilla —le ordeno, el moreno hizo lo que le dijeron dejando a la chica ahí— ¿Cómo se llama?


—Uchiha Kyoko, sufrió una torcedura en el gimnasio —respondió él, mientras la medico revisaba el tobillo de la joven. Luego de unos minutos, aplico un ungüento contra la inflamación y coloco un fino vendaje.


—En un par de días desaparecerá por completo el dolor, deberá de usar muletas para no lastimarse en vano, deberé de informar a un familiar de la joven —comento la doctora


—No es necesario soy Uchiha Sasuke, mi hermano mayor ahorita esta en clases pero él y yo nos aremos cargo de ella —le informo el moreno, la doctora estuvo de acuerdo, le entrego una muletas haciendo firmar que las devolvería cuando la joven se repusiera.


El moreno acompaño a su hermana hasta su salón, para después volver al gimnasio a entregarle en su oficina al profesor de deportes el justificante de Kyoko para ausentarse el resto de su clase. El Uchiha cambio su calzado y encaminándose a su aula para tomar la siguiente clase. En su recorrido de abandonar el gimnasio se cruzo con dos chicas una pelinegra y una castaña ruborizada que le sonrió a él, captando la atención del chico.



Continuara… :P


:o Próximo cap.26.-Amistad en juego ToT

*Aún no termina el recuerdo de Shikamaru ^.^

* cabe aclarar que Gaara, Sasuke y Shikamaru eran asi antes, y por lo que les ocurrio con "Hikari" ellos cambiaron.


*El recuerdo sobre Itachi y Temari aún no termina.



dejen sus comentarios porfa.:si: