Un pequeño Ángel que me cautivo... [Inu&Kag]

Re: Un pequeño Ángel que me cautivo... [Inu&Kag]

Bueno espero me perdonen por la demora, no tenia tiempo de continuarlo, pero aquí con la segunda parte.

Capítulo Anterior

—¿K? —Se pregunto a sí mismo—, así que tú nombre comienza con K —miro a todos lados, pero no la encontró… la señora ya no estaba.


Capítulo 3 Parte 2

Inuyasha empezó a buscar a la señora por todos lados, pero fue inútil, no la encontró. Es como si la tierra se la hubiera tragado. Ya se estaba haciendo tarde así que decidió volver a casa. Pero preguntándose cuando será el día en que la volvería a ver.

------------------------------------

—Ya han pasado 8 años después de eso— pensó Inuyasha —, y aún estas siempre en mi cabeza.

Él reposaba en la rama de un árbol de su inmenso jardín observando detenidamente a la luna.

—¡Inuyasha!— gritó su madre—, baja ya de ese árbol.—le ordenó.

—Está bien— dijo él.

Con un rápido movimiento saltó del árbol, bajando de rama en rama hasta llegar al suelo. Se preguntarán ¿Cómo pudo lograr eso tan fácilmente? La respuesta es muy simple. A Inuyasha le encanta el deporte. Va al gym muy seguido y le encanta estar en forma, además de ser buen estudiante.

Inuyasha ya tenía 17 años, recién iba a cumplir los 18 en unas semanas. Estaban a principios de entrar al colegio. Este era el último año de Inuyasha como también uno memorable. Él era el típico chico que todas soñaban tener, pero difícil de conseguir. Inuyasha no era de esos que coquetean con todas, mas bien todo lo contrario. A pesar de que su actitud no era muy agradable, no le gustaba estar con otras personas. Su amigo de la infancia Miroku era en el único en quien confiaba. Pero había algo que todos no sabían, en su casa él es muy diferente.

Algo va a pasar en este último año. Algo en lo que no espera Inuyasha, una joven de pelo azabache, ojos claros como el cielo, y de carácter fuerte entrara en la vida de Inuyasha.

----------------------------------------------

Ya era de día y los pájaros cantaban como en todas las mañanas para despertar a una joven que dormía profundamente en esa gran habitación. Los rayos del sol atravesaban las ventanas lo que daba como resultado que ella por fin se levantara y fuera al baño para bañarse. Eran las 6:00 a.m. cuando se despertó. Y ahora son las 7:00 a.m., hora en la que ya estaba disfrutando el desayuno con su madre.

—Pero qué rico desayuno—. Le dijo ella a su madre.

—Gracias hija, es para celebrar que ahora estaremos aquí por mucho tiempo y no nos mudaremos tanto como lo hacíamos— explicó —, ahora es oficial que este será nuestro hogar, dulce hogar.

—Me alegro mucho mamá—. Mientras comía alegremente sus hot cakes con un rico jugo de frutilla.

Luego de terminar de desayunar, ayuda a su madre a lavar los platos, con un beso se despide y va caminando a su nuevo colegio.

—Nuevo colegio, nuevos amigos, nuevo comienzo—. Pensó mientras caminaba tranquilamente pues era muy temprano.

Al llegar lo primero que hace es ver todo el colegio.

—¡Vaya! si que es enorme —se dijo a si misma— será bonito venir por aquí todos los días.

Luego de recorrer casi todo el colegio se dio cuenta que ya era tarde, buscó y buscó la entrada pero no la encontró.

—Lo que me faltaba— suspiró—, estoy perdida.

Cansada de tanto caminar fue y se sentó debajo de un gran árbol Sakura.

—Tendré que trepar este árbol para ver en donde estoy—. Se dijo ella.

Con un gran salto alcanzó la primera rama, se dio impulso hacia delante. Dio un rápido giro y subió por las ramas como si lo que hiciera no le costase nada. Llegó hasta la punta de ese gran árbol y por fin se dio cuenta en que lugar se encontraba. Solo debía ir recto, doblar a la derecha, cruzar el puente y girar a su izquierda donde encontraría la estatua y a frente suyo estaría la entrada al colegio. Ahora lo que tenía que hacer era bajar para recoger su mochila y libros que había dejado en el suelo. Ya le faltaba poco, pero por un descuido se resbaló, su caída sería muy dolorosa de no ser que al abrir los ojos vio que estaba entre los brazos de un desconocido pero muy apuesto joven.

—¿Estás bien?—. Le pregunto el chico, mientras la bajaba cuidadosamente.

—S…si—. Tartamudeó sonrojándose —Gracias.

—En el próximo intento ten más cuidado, una caída así te provocaría serias lesiones —. Le advirtió seriamente.

Ella toda apenada sólo asintió la cabeza mientras una vez más le daba las gracias por haberla salvado.

Al llegar al salón toco la puerta, el profesor la abrió y vio que se trataba de la nueva estudiante así que la presento a todos sus compañeros.

—¡Jóvenes!—exclamó el señor a cargo de la clase para que todos tomaran asiento—. Bueno, como verán este es su último año. Espero y todos se comporten — decía—. Cosa que dudo— pensó—. Bueno aquí vengo a presentarles a una nueva estudiante.



—Buenos días—. Dijo ella.

En eso se ve como se abre rápido la puerta.

—¡Siento llegar tarde profesor!—. Mientras se agachaba.

—No se preocupe Taisho, sé que tuvo que hacer algo antes de llegar, pase y tome asiento. — le dijo el profesor.

—¡Gracias!— le respondió mientras volvía a levantarse; pero se lleva una sorpresa— tú…










Una imagen del uniforme de Kagome.

 

Re: Un pequeño Ángel que me cautivo... [Inu&Kag]

¡Hola! Muchas gracias por sus comentarios *-* Me hacen muy feliz ToT


jesireth: Si, es cierto, sólo lo sabremos en el siguiente capítulo.*Muchas gracias por ser la primera en postear*


Kira ra: lamento la demora, se que prometi no tardarme mucho... pero el cole ya empezó y se me dificulta organizar mis ideas.


Izayoimywill: ¡Gracias por ser tan paciente! hay veces en las que yo misma me quiero matar a mí misma por no poner la conti ToT.


Orianna: no entiendo mucho, pero creo que sé a lo que te refieres, jeje aunque le queda bien el uniforme xD.


Maritza Chan: Yo también quisiera que me enseñen *-* Inuyasha sería mi Sensei. xD


~Pumi Russo~: gracias por ser tan paciente :D Me alegra que te gusten mis contis. :D



MCRaDiCtA: ¡Bienvenida! Gracias por leer mi fic. :D Me emociona saber que hay mas gente por ahí que pase por aqui. ToT ¡ARIGATO!


frambuesitha: Si... van en la misma clase, espero y las dudas se aclaren en el siguiente capi.


daiankiara: ¡Bienvenida! Me alegra mucho que te gusten mis contis. :D


Bueno vengo a decirles que la conti ya casi esta lista, solo falta corregir algunos que otros errores. Muchas gracias por todo.
L@s quiero.
Nos leemos, bye.

 

Re: Un pequeño Ángel que me cautivo... [Inu&Kag]

¡Ay! ¡Amigas de mi alma!
LAMENTO MUCHO LA DEMORA
pero algo inesperado sucedió.
El padre de un querido amigo mio falleció. ToT
Y la peor parte es que fue un accidente de auto.
Y la parte más fea de todo esto es que mi querido amigo estaba de intercambio en USA. Fue como un shock para él.
Hoy es su entierro y mi amigo vino desde allá hasta Bolivia para ver a su padre.
Ahora estoy que lloro a mares.
espero me tengan un poco de paciencia, esto me afecto más de lo que yo pensaba.
Espero y puedan esperarme para poner la conti.
¡Las quiero mucho!. Bye.

 

Re: Un pequeño Ángel que me cautivo... [Inu&Kag]

Bueno, yo aquí de nuevo apareciendo :pinkc:
Les informo que mañana ¡Pondré la conti en la noche!
Y si no puedo... por alguna "x" razón la pondré el martes.
:D ¡Las re quiero muchísmo!
Muchas gracias por ser tan pacientes, conmigo.
Un Beso, bye :3 :pinkc::pinkc::pinkc:

 

Re: Un pequeño Ángel que me cautivo... [Inu&Kag]

Lamento la demora :apuesyo:

Bueno espero que les guste.
Esta conti se la dedico a: jesireth:D


Capítulo Anterior

—¡Siento llegar tarde profesor!—. Mientras se agachaba.

—No se preocupe Taisho, sé que tuvo que hacer algo antes de llegar, pase y tome asiento. — le dijo el profesor.

—¡Gracias!— le respondió mientras volvía a levantarse; pero se lleva una sorpresa— tú…

Capítulo 4

—¡Tú… eres la del árbol! —gritó.

Todos lo miraron extraño… hasta que el profesor no tuvo otra opción más que darle con el libro en la cabeza.

—Taisho, si no tiene otra cosa que decir, vaya a sentarse— le ordenó.

—Sí — le respondió para irse a sentar.

—Bueno, continúe— le dijo el maestro a ella.

—Está bien— los miró a todos—. Mi nombre es Higurashi Kagome, espero llevarme muy bien con ustedes— les dijo regalándoles una cálida sonrisa.

De pronto, se sintió el ambiente algo confuso e incómodo para la joven del frente. Los chicos demostraban calidez, acompañado de encanto hacia la joven; en cambio, las chicas sentían desagrado por ella.
Para que el ambiente cambiara, el profesor tuvo que intervenir, indicándole a la recién llegada.

—Bueno, señorita Kagome, ahora vaya a sentarse detrás de la señorita Sango— le indicó el profesor.

—Gracias— le dijo ella al tiempo que iba a su sitio.

De ida a su sitio, comenzó a sentirse incómoda, como si un millón de flechas estuvieran a punto de llegar hacia ella. Tomó asiento y atendió a la clase. Poco después sintió curiosidad de cómo sería su compañera de adelante, así que decidió mandarle una nota.


—Oye—susurró.

—¿Qué?— le respondió del mismo modo.

—Te voy a enviar un papelito, ¿no te importa?— le preguntó.

—Está bien, pero que sea rápido— le advirtió, pues el profesor las estaba mirando.

—OK— le respondió.

La primera nota decía:

>>Hola, soy nueva en este colegio y quisiera saber si me podrías mostrar el lugar si es que no te importa.

Sango empezó a responderle escribiendo en la misma nota que ella le había mandado, ésta decía:

>>Claro que sí, con mucho gusto Kagome. Espero y seamos buenas amigas.

—Gracias— le susurró.

—De nada— le dijo Sango a ella mientras nuevamente prestaba atención al curso.

Ya había pasado una hora y media y el timbre de receso empezó a tocar con ese sonido agudo e irritante que suelen hacer los timbres.

—Ya era hora— dijo Kagome levantándose de su asiento—, y bien sango ¿Qué lugar me mostrarás primero?— le preguntó a ella mientras salían del salón.

—Bueno, este colegio es inmenso. Como te habrás dado cuenta hay de todo, jardines, parques, piscinas, gimnasios, teatros, etc. ¿Cuál te gustaría visitar primero?— le preguntó.

—Bueno, cuando llegué quise buscar el gimnasio pero no lo encontré, ¿me lo podrías mostrar, please? —le rogó Kagome a su amiga.

—Está bien—suspiró—, es por aquí, sígueme.

—¡Yeah!—gritó emocionada—, gracias Sango, eres la mejor.

—Sí, lo sé—sonrió ella.

Luego de caminar por unos minutos, al fin llegaron, era increíblemente inmenso. Era un edifico de 4 pisos, al entrar a su interior; el primer piso era para niños; el segundo para los más grandes; el tercero para jóvenes y el cuarto para experimentados.

—¡Qué hermoso!— gritó Kagome.

—Sí, lo sé— afirmó sango—. No es fácil entrar ¿sabes?

—Sí, seguro que no lo es, pero… para mí esto será muy fácil.

—¿Fácil?—preguntó Sango.

—Sí, demasiado fácil— recalcó.

—La verdad es que a mí me costó dos años estar en la sección de experimentados—. Le dijo Sango a ella.

—¿Estás en Gimnasia rítmica?— le preguntó.

—Sí, sí lo estoy, de hecho gané el trofeo al segundo lugar en las internacionales.

—¡¿En serio?!—gritó—, yo nunca participé en uno de esos. Y por cierto ¿Quién ganó el primer lugar?— le preguntó Kagome a Sango.

—Bueno, pues verás se llama Kikyo, es profesional; concursar con ella es… como decirlo con las palabras adecuadas… una humillación.

—¿Por qué una humillación?—le preguntó Kagome.

—Porque ella se fija en todo, postura, forma, movimiento, etc.

—Qué miedo— dijo asustada.

—Sí, pero cuando termina la competencia ella es otra persona.

—¿A qué te refieres con eso?—pregunto Kagome.

—De que ya no actúa como malvada; sino lo contrario, es dulce, amigable, comprensiva y eso.

—Increíble—dijo asombrada Kagome.

—Ahora quieres ver la parte de los chicos—dice pícaramente Sango.

—¿Qué? No sabía que los chicos hicieran esto — dijo confusa ella.

—No… lo hacen, me refiero ir al Gimnasio en donde están ellos.

—Ah… bueno claro—dice mientras la sigue a Sango en dirección al gimnasio—. ¿Tan… le…jos queda?—pregunta agitada después de correr tanto.

—Sí, es que esta prohibido pasar con los chicos porque dicen que los distraemos y viceversa.—dice avergonzada.

—Ah… bueno ¿Ya llegamos?—le dice mientras se recuesta contra la pared cansada.

—Sí, ¡Qué bellos están!—gritó Sango.

—¿Bellos?... ¿Quiénes?—tan pronto asoma su cabeza hacia la puerta lo ve a él ejercitándose y por alguna extraña razón le da curiosidad saber más, como si ya lo hubiera visto y estado con él.— Inuyasha…—pensó.