Otro Un lunes y complejo de bebé

Esa mañana una adolescente dormía placenteramente y acobijada en la cama. Su labios levemente abiertos y su respiración calmada.
Hasta que por algún motivo tuvo la necesitada de estirar sus piernas y pies, ocasionando que una electricidad y estirón llegaran a ella, y he allí la presencia del calambre. Se levanta de golpe, abre los ojos, su corazón palpita a mil por segundo, y busca bajo su almohada un corcho, todo a la velocidad de la luz.
Una vez que lo encuentra, lo coloca y fricciona la zona del calambre -tobillo y tras la rodilla-, sus ojos adormilados miran la zona y bosteza.

—Mm... quisiera que no existieran los calambres —murmura.

A los pocos segundo su celular se enciende, otorgando lugar a una melodía opacando el silencio que la rodeaba. Esa melodía era "This game no game no life" de Ilonqueen.

Y ella sonríe, empezando a cantar.

—Nunca he querido ser, una mas de este juego de ajedrez.. ~

Mientras tarareaba y cantaba, se sienta para luego levantarse de la cama, agarra el celular, se tambalea un poco ante el repentino movimiento.

Sube unas gradas bajas y sale en dirección a la planta baja, pasa la sala de estudio, y empieza a bajar despreocupada las escaleras, con la musica a tope.

—No dudes mas...-taratarea-..

Le sonríe a su madre, quien terminaba de hacerle su desayuno, para luego evitar chocar una silla con un ágil movimiento, pero igual choca con la puerta de la cocina.

—Auch...—se queja adolorida— ¡Estoy bien! —exclama para no alarmar a su madre.

Y ese era tan solo el comienzo de día...

Luego de recuperarse del golpe y dirigirse hacia la heladera, deja el celular en la encimera. Abre la puerta, agarrando un vaso y una jarra de jugo.

Se bebe con desesperación pareciese que la sed la envolvía, y una vez al contacto del liquido dulce con su garganta, un alivio y frescura la envolvía.

—Amo el jugo fresco a primera hora de la mañana —exclama.

Cierra la puerta de la heladera con delicadeza. Mira la hora en el celular y ya eran...

___5:15___

Eso la hace reaccionar, desactiva la alarma, y va corriendo en dirección a su armario, agarra lo primero que ve, saca una mangas largas negra sin cuello, un chaleco azul, top morado, una calza de licra azul y su ropa interior, junto a medias, las tira en la cama. Luego agarra su toalla colorida.

Agarra el atuendo su toalla, y ropa interior, solamente dejando reposar en la cama, las medias y su chaleco.

Entra con rapidez al baño, cierra la puerta y empieza a ducharse con rapidez y en menos de 20 minutos ya esta limpia y vestida. Sale del baño con vapor y el cabello húmedo. Logrando estornudar al choque de frescura de la mañana contra el vapor caliente que emana su piel.

Va en dirección a la cama, se coloca lo que le falta y sus zapatos deportivos. Agarra su mochila. Prepara el pasaje para el bus. Mete con rapidez el desayuno que le había preparado su madre en su mochila. Besa en la mejilla a su madre y se marcha en camino a la parada de bus...

Saca del bolsillo delantero de su mochila, su llavero, y empieza a encastrar la llave con el candado de la puerta, abre la cerradura con adiestramiento. Retrocede unos tres a cuatro pasos de la puerta, para abrirla. Y por ultimo ella sale, para luego cerrar la puerta con el candado.

Una vez que camina con rapidez, sintiendo un leve dolor de cabeza, por no haber ingerido tal vez algo solido. Una vez que llega a la parada, espera unos segundos, ve moverse las hojas de los arboles acorde al viento, y la gente llegar hasta la parada charlando alegremente, aunque otras hablando el guaraní, ocasionando que ella frunciera el ceño al no entender muy bien lo que decían, ya que solo pudo traducir su mente, la palabra *Mbarakaja*. Que significa gato. Entonces, A saber de que se estaban quejando.

Mira de nuevo hacia la calle, y nota como el bus preferencial lleva, aquel bus de color naranja con negro con una gran M reluciente con un tipo de letra griega. Demostrando a la linea 12-Magno. Llegar a la parada, ella con rapidez entra antes que los demás al ver que no había mucho espacio, e ingresando en un sitio muy pequeño.

>>¿Cómo es que entré en este pequeño lugar?se pregunta extrañada.

Ya que no lo hizo consciente, sino que automáticamente hizo esa acción. Luego pasa el porte al conductor, y este le da la boleta.

Una vez dentro, se cierra la puerta, apenas. Y ella tan solo pensaba en...

>>Que no se tranque mi mochila...

Su única preocupación y medio de siempre. Era que su mochila se quedase fuera y atrapada por la puerta y ella dentro. Ya anteriormente había sido testigo de que a un chico le había ocurrido. Y lo mas posible era que a ella le ocurriese lo mismo en estos momentos. Pero por buena suerte al cerrarse la puerta. Su mochila quedó dentro y no fuera.

Pronto el bus empezó a moverse y con él las personas empezaban a parecer a unos muñecos de trapo, ya que en cada bache, empedrado y hueco que la rueda del bus pasaba los movía como unos muñecos sin vida. De izquierda a derecha, de arriba para abajo, logrando que unos salten, y que las señoras que dormitaban se le moviera sus paladares de sus labios.

Ocasionando que la adolescente en su rostro se le empezara a formar una...

Una sonrisa traviesa, mordiéndose sus labios para no reír.

Cada vez los señores circulaban para el fondo, y ella también, quedando entre la baranda de la cabina principal, junto a una señora pelirroja -a la que siempre la veía por rutina-...

Ella queda pensativa por unos leves momentos, mirando como una señora hablaba en el jopará (mezclando el guaraní y el español) con otra señora. Ellas iban sentadas en los lugares donde debían ir sentadas, las señoras con bebés, viejos y gente con sobrepeso..

Ella iba mirando a la señora y por leves minutos su mente fue vagando en sus nervios del día, que justamente en ese día entregaba una revista y cuento. Y sabía bien si le iba ir bien...

Y lo que sucedió fue..

Que dónde estaba la señora hablando, a su lado se encontraba otra señora con un bebé, del cual aun estaba dormido, hasta que se despertó y empezó a toser.
Y la adolescente tan carismática era, que se empieza a preocupar, al mover por la turbulencia del bus, de un lado para el otro, el bebé empieza a vomitar por su mamá.

Ella al ver aquello, siente lo poco que tomó de su jugo, revolverse y una arcada querer salir. Intenta evitar eso... se da la vuelta, intenta respirar hondo.

>>No le sigas... por lo que mas quieras no vomités<<piensa.

Pero el olor a leche, saliva agria y algo más empieza a inundar el ambiente cerrado del bus, ocacionando que ella vuelva a escuchar como el bebé devuelve toda la leche, pero esta vez cerca de ella.

Otra arcada le llega, presionando su estomago, incitando que el líquido y lo poco de solido que aun abundaba en su estomago, de la cena de ayer, se removiera.

>>No... no le seguiré la corriente<<piensa.

Ve como rápidamente la pelirroja abre la ventana, del bus con aire acondicionado.

—Voy a abrir un rato ...

La adolescente asiente, e intenta aspirar el aire fresco.

Al empezar a enfocarse solo en el aire fresco se percata de que una señora abre paso entre la multitud para ir en la parte trasera del bus, entonces como buen instinto de supervivencia y porque ama a su estomago.
La sigue, logrando no oler tanto el asqueroso olor del vomito.

Y logrando no tener el gran complejo del bebé. Osea vomitar a la par que el.

Fin.