Un llamado para olvidar

[N/A: Algunas frases están tomadas de la canción Lips of an Angel de Hinder… Todo para la actividad: Una canción, un Drabble de Fanficslandia :P… Y sí, para varíar, un fic de CCS en Universo Alterno]

La relación entre ambos había terminado en desastre en lugar de lo que todos habían esperado, incluso ellos mismos. Quizás era la diferencia de personalidades o que su amor era tan intenso que ni ellos mismos podían resistirlo…

Al final, todo terminó mal y ahora ambos tomaban caminos diferentes, cada uno con sus parejas pero con su corazón deseando intensamente la presencia del otro, mas sabían que en este momento sí se había convertido en un amor imposible.

Se veían sólo de vez en cuando, pero intentaban evitarlo a cualquier costo en especial sabiendo lo celosa que era la pareja de él y lo agresivo que podía ponerse él.

Mas, esa noche sonó el teléfono en el departamento de él y, aunque tenía la seguridad que se trataba de ella, no podía evitar contestar, pues anhelaba escucharla.

— ¿Sí?
— Syaoran… — se escuchó la voz de ella

Él se sorprendió por el tono de voz

— Sakura… ¿Estás bien? ¿Estás llorando? —preguntó, con el corazón apretado: — Y disculpa por el tono de voz, no puedo hablar muy fuerte.
— No te preocupes… Sólo necesitaba hablar contigo, escuchar aunque fuera una vez tu voz — escuchó la voz de su amada, la cual acongojaba su corazón-
— Lo puedo imaginar… Pero ella está en el otro cuarto— insistió él: — Además, ¿no se pondrá él agresivo otra vez?
— No lo sé… Se marchó en la tarde con todas sus cosas… No sé si volverá — respondió ella, y soltó un nuevo sollozo.
— Sin embargo, es mejor que se haya ido… Sabes que pese a que hayamos separado caminos, no puedo evitar preocuparme de ti, aunque eso me hace difícil... Ya sabes, ser fiel a ella — y sonrió con tristeza.
— Disculpa… Entonces mejor te dejo — dijo ella
— ¡No! Por favor, déjame disfrutar de tu voz, aunque sea un poco más — Y los ojos del chino se llenaron de lágrimas.

Pasaron unos momentos en silencio hasta que ella habló nuevamente.

— Sabes que es difícil olvidarme de ti
— Y a mí me es difícil decirte adiós, escuchar tu voz, dulce y melodiosa como si fuera de un ángel— y sonrió sabiéndose demasiado romántico.

Escuchó una suave risita que pareció derretir su corazón.

— Puedo decir que realmente soy yo la que puedo sacar ese romanticismo de ti, Syaoran — dijo ella: — Sin embargo, en serio, tengo que despedirme.
— Lo sé… No puedes gastar demasiado— dijo él: — Sin embargo, no sabes cuánto me ha sorprendido tu llamado, pues yo también quería escucharte.
— Puedo imaginarlo — dijo ella: — Tan sólo cuídate-
— Tú igual. Adiós
— Adiós.

Y colgó.

Él se quedó ahí unos instantes, imaginando a su amada otra vez y no pudo evitar compararla con quien lo acompañaba ahora. Luego, comenzó a tomar sus cosas para ordenarlas. Ya no se quedaría un día más lejos de ella.