Un Hombre

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por EN Auditore, 12 Julio 2013.

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    EN Auditore

    EN Auditore La Hermandad de Asesinos

    Piscis
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    Un Hombre
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    2
     
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    Un Hombre

    El mundo se ha terminado, ya las grandes civilizaciones han muerto, solo quedamos grupos de humanos que asesinamos muertos, todos los que me habían hecho daño, estaban muertos, todos los gobernantes corruptos estaban muertos, todos los policías corruptos estaban muertos, pero aún la corrupción y la avaricia existe en este desolado y extraño mundo.

    Aún aquellos que en el pasado habían hecho nacer el hambre entre las naciones aún existen, aún la gente injusta asola estos inhóspitos lugares, aún la gente rica se da su lujo viendo a los otros morir…

    Pero ¿Qué me importa? Solo soy un mercenario que le sirvo a cualquiera que me dé una buena paga, pero ¿siempre fui así?, esa es mi duda, ¿mi humanidad se esfumó luego de pasar cinco años de tortura en una cárcel que jamás debió ser hecha?

    No lo sé, por defender mis valores fui encerrado, enjaulado injustamente como un animal, mientras que los generales y mayores, me quitaban mis honores aquellos que gané con mi sudor y esfuerzo, aquellos que gané… ¡Peleando una guerra que yo no hice!

    Pero algo tengo en mente, aún seguiré un poco mi objetivo, aquellos que crearon el hambre morirán, serán comidos por la creación que ellos hicieron, por la atrocidad que han cometido.

    No soy miembro de ningún bando… No pertenezco a ninguna ideología política, social o cultural, solo sigo a Dios y a donde él me lleve…. No se necesita el arma más poderosa para ganar una guerra, si no la determinación de un hombre...


    Deberán temerle algo más que a un simple muerto viviente…
     
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    Tarsis

    Tarsis Usuario VIP Comentarista supremo Escritora Modelo

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    Oh, ¡estupendo! Me ha encantado la veracidad de sus palabras, la determinación...la amenaza implícita. Una crítica en sus pensamientos del mundo que habita, y que sabe no puede cambiar, pero que ellos mismos se están destruyendo, por lo creado por sus propias manos. Y siempre cuando estén cayendo, no sçolo estarán las aberraciones que ellos crearon, sino también hombres como él, que nunca estuvieron de acuerdo.
     
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    wakuriko

    wakuriko Gatita mágica Comentarista empedernido

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    Hola. <3

    Me encantó tu fic, es corto pero preciso, tal como una introducción a un mundo lleno de maldad, destrucción y desesperación.

    Pero además de eso te deja muchas preguntas no sólo de este mundo sino de tu vida, del cómo un soldado es encarcelado y se convierte en un 'Mercenario', una deshonra a su oficio y su país.

    Sin duda lo mejor del fic fue esa frase, me encantó.

    Sólo hay un pedacito que tiene incoherencia.
    De ahí en más todo me encantó y espero continúes este mismo escrito.

    Nos leeremos, Xennovia.
     
  4.  
    EN Auditore

    EN Auditore La Hermandad de Asesinos

    Piscis
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    Capítulo 1: Bienvenidos a Rusia

    Aún los recuerdos invaden mi mente, aquel día que le dije a aquel “General” lo que había sucedido, unos de los que me entrenó para aquella guerra interna, sin darnos mucha información… En los sueños me atormentan las imágenes de lo que hice y de lo que por mi culpa fue hecho, pero ya no hay nada que pueda hacer, ahora toda mi vida se basa en luchar contra mis demonios internos…
    Flashback

    Me encuentro en una sala de interrogación de color plateada, los pisos estaban limpios y relucientes, pero la interrogación se volvió una tortura, un hombre me golpea todo el cuerpo, tengo las manos y pies sostenidas por cuerdas y mi rostro se comienza a desfigurar, mi boca comienza a sangrar, al igual que mi nariz, mis ojos están llenos de moretones:

    -¡Escúpelo!- me gritó el hombre que ya tenía los nudillos pelados y sangrando por todo el castigo que me había dado.

    ¿Dónde me encontraba? Estaba en la prisión de detención de Guantánamo, Cuba, pero injustamente recibiendo cargos por defender la moral, por no seguir las ordenes de un Mayor y haber atacado a un Coronel, ambos de la armada estadounidense, pero ya me daba igual, todo lo que tenía se había perdido o se encontraba muerto.
    -Estuve dos años…dos años en una guerra que yo no cree.- contesté escupiendo sangre al suelo.

    -¡No pregunté eso!...- me dijo lanzándome un golpe de lleno en el estomago haciendo que escupiera violentamente un buche de de sangre hacia la mesa.

    -¿¡Qué carajo quieres saber!?- le pregunté enojado, realmente no me había dado ni una puta pista de lo que quería.
    -Dime, ¿Qué pasó en las últimas cuatro misiones en Rusia?- me respondió prendiendo un cigarro y sentándose frente a mí, en otra silla metálica.

    -¿Qué me darás a cambio?- le pregunté indiferentemente y cerrando mis ojos, ya la sangre y el sudor entraban a mis ojos irritándolos.
    -Te bajaré la sentencia dos años.- respondió cambiando su actitud de alguien frío y castigador a uno indiferente e interesado.

    Eso realmente se escuchaba interesante, debía estar allí cuatro años y solo estaría dos, eso realmente era un hito.

    -Bien.- escupí más sangre al suelo.
    -¿Cómo se llamaba la Operación?- preguntó, encendiendo un cigarro y fumándolo tranquilamente.

    -Dudo que tenga el acceso suficiente para saber el nombre.- respondí con una pequeña sonrisa.- Pero le puedo dar todos los detalles que quiera excepto ese.- tratando de alejarme de mis ataduras.
    -Comience.- dijo encendiendo una grabadora que se encontraba en una mesa de metal.

    Ahora debo recordar aquellos sucesos que cambiaron mi vida, que la volvieron un infierno, que me volvieron como soy ahora, viví en una guerra interna entre dos mega potencias aún después de la Guerra Fría:

    -Viví dos años en Rusia, cada seis meses teníamos una misión distinta, pero los objetivos eran parecidos, Empresarios que ayudaban a equipos terroristas y que colaboraban con grupos Rebeldes y Paramilitares, Rusia estaba al tanto y no hizo nada, así que nos enviaron a los Boinas Verdes o la unidad “Ghost”, cinco hombres de la fuerzas especial enviados a estar en una guerra… Que nadie sabe que existió…- respondí cerrando mis ojos para recordar los detalles…
    Fin Flashback

    Siempre en este punto me despierto, aquí fue en donde la pesadilla volvía, aquello que jamás debí haber visto, aquello que me estuvo acosando durante meses y hasta ahora sigue haciéndolo, es algo tan extraño, realmente ya no sabía qué hacer… Solo fue la primera misión y sentí que el gobierno me mintió.
    Flashback
    Cada uno tenía su ubicación fija, todos teníamos empleos distintos; Scoth era bombero, Matt era beisbolista de ligas menores en Rusia, Joseph era Oficinista, Johnattan trabajaba en una construcción y yo trabajaba en una pequeña empresa como asistente técnico, hasta que comenzó la misión, todo fue una alarma improvisada, una llamada de un desconocido, pero sabíamos quién era…​

    La misión era entrar en un terreno vigilado por guardias sin ser detectado, no teníamos mucha información solo que el nombre del tipo al que debíamos asesinar era un tal; William Milles un empresario de fama mundial, se le acusa de extorsión, terrorismo, lavado de dinero, tráfico de personas y de sustancia controladas.

    Todos nos reunimos en un pequeño callejón, íbamos a idear un plan sencillo, pero efectivo, uno que nos había funcionado más de una vez.

    -A ver veamos, usaremos la táctica de la pizza.- dije con una pequeña sonrisa, mientras observaba como los otros me miraban algo pensativos y yo sacaba un mapa de lugar al que debíamos entrar.
    -Espere Capitán.- me dijo un chico de unos diecinueve años.- ¿Quién será el repartidor?- preguntó algo confuso observando como su nombre se encontraba exactamente en la puerta de aquella mansión.

    -Tú.- respondí con una sonrisa, observando como los demás lo observaban con miradas de gracia, ya que bueno, era la quinta vez que le tocaba ser el repartidor.-Novato eres un hablador, así que eres el mejor para este tipo de misiones.- le dije esta vez indiferente a la vez que observaba a un sujeto de cabello rojizo que estaba a mi lado izquierdo.

    -Scoth, ¿tienes las armas?- le pregunté sin darle importancia a lo que decía Matthew sobre lo de que no quería ser de nuevo el jodio repartidor.
    -Claro.- encendiendo un cigarro y con una sonrisa que revelaba que había hecho algo muy malo para obtenerlas.

    -Bien, nos veremos a las seiscientas horas.- dije poniéndome un casco y me subí a una moto.- Novato más vale que consigas el vehículo de la Pizzería.- le dije ajustando mi casco, para luego encenderla y marcharme.

    Llegué a mi casa, comencé a prepararme, estuve cuatro horas sin hacer nada, solo preparándome, leyendo los archivos y vistiéndome, para esa ocasión llevaría botas tácticas que me ayudarían a correr con más facilidad, un chaleco anti balas, guantes para evitar las caídas, un pantalón anti balas y una máscara con una calavera para proteger mi identidad y un pequeño comunicador en mi oreja derecha.

    Mi arma debía tenerla; solo una Five Seven que coloqué en mi bota, cuando llegáramos a la Mansión nos dividiríamos, Scoth y Jonathan atacarían por la entrada principal, Matthew se adentraría primero mientras que Joseph y yo atacábamos desde atrás.

    Pasaron aquellas largas cuatro horas, aún quedaba una hora, pero debía estar allí antes de que llegara Matthew, así que encendí la moto y me dirigí hacia las afueras de la Ciudad de Moscú la Capital Rusa, pude ver como habían pequeñas porciones de nieve en el suelo y se podían ver pequeños estampados verdes de musgo y pequeños arbustos.

    Luego de conducir durante unos cuarenta y cinco minutos, pude llegar a una zona boscosa en donde había un vehículo de dos ruedas, blindado, ese debía ser Joseph, así que apague el motor de mi moto, me quité una sudadera que ocultaba mi vestimenta y la metí dentro de la camioneta, encendí el comunicador y comencé adentrarme en la maleza para intentar llegar a una Hacienda que estaba rodeada de está vegetación:
    Caminé en la vegetación sin seguir un sendero de tierra que estaba a un lado, quizás hubieran guardia y no me podía dar el lujo de que antes de empezar ya tener fuego cruzado. Luego de unos minutos pude divisar a mi compañero arrodillado en medio de la maleza con unos binoculares observando a lo lejos a un pequeño Drone que manejaba con un artefacto en su mano.

    -¿Ya están en posición?- pregunté poniéndole una mano en el hombro y observaba al pequeño Drone volador pasar sobre la casa.
    -Ya casi, solo debo poner en posición el Drone y poner la cámara.- me respondió quitándose los binoculares y sacando su celular inteligente para mostrarme la cámara de lo que veía el pequeño robot:

    -Dos guardia con Ak-107 en las manos, están enmascarados y tienen granadas fragmentarias.- dije ofreciéndole goma de mascar a mi compañero que lo rechazo.-¿Tienes mi arma?- le pregunté sacando mi celular inteligente para ver por dónde iba el novato…
    -Claro…- dijo dándose la vuelta para buscar entre la maleza una P90 con mira telescópica y silenciador.- Aquí tiene, fue la mejor que consiguío Scoth para sus expectativas.- me contestó con una sonrisa nerviosa.

    Me quede pensativo observando el arma que me extendía mi compañero, a mi me gustaban más las armas más grandes y potentes, pero no teníamos muchos recursos así, que estaba bien por hoy.

    -Bien.- tomé el arma y le puse un cargador el novato estaba entrando en las residencia y nosotros observábamos como la camioneta de pizzas entraba a una velocidad mínima.- Debemos esperar a que Scoth y Jonathan comiencen a disparar.- le susurre poniéndome mi máscara color negra con marcas de calaveras y mi compañero se ponía una blanca, ambas nos tapaban todo el rostro excepto los ojos.

    Nos quedamos observando el aparato inteligente, viendo como el novato se bajaba con unas ropas blancas y un sombrerito estúpido en su cabeza, tomó dos cajas de pizza y se fue acercando hacia los armados que vigilaban la puerta principal:

    -Oye, ¿Quién te llamó?- preguntó un hombre con acento mediterráneo, alzando su mano para que se detuviera en donde se encontraba.
    -Llamaron hace como una hora a nuestra pizzería y pidieron una pizza de doble queso.- respondió el novato muy natural con una sonrisa carismática en su rostro.
    -Nadie ha llamado o no nos informaron.- dije el otro que tenía un acento británico, parece que las redes de esta organización son muy profundas.

    -Oigan, yo solo hago mandados, si quieren pueden ver la pizza y deciden si la compran o no.- dijo con una voz persuasiva el chico de cabellos castaño moviendo la pizza hacia al frente.
    -Bien, muchacho acércate.- dijo él mediterráneo haciendo la señal para que se acercará hacia ellos.

    Así el novato comenzó a caminar y a subir un par de escalones para acercarse hacia las personas armadas con rifles de asalto con ambas cajas, cuando comenzaba a subir dos hombres del techo cayeron al suelo.

    -¡¿Qué carajo!?.- grito el de acento británico, pero es dado por un disparo del novatos que lo hace caer al suelo.
    -¡Tú!.- alzó el arma para disparar, pero el novato fue más rápido y le da dos disparo en el rostro asesinándolo sin ningún problema.

    Así el novato deja ver que el arma esta oculta dentro de las cajas de pizza que tenían un agujero en donde posicionaba su mano y tomaba el arma. Rápidamente se quitó la camiseta dejando ver su verdadero uniforme militar y se quito los pantalones, se puso unos guantes y volvió a la camioneta por su arma; un Ak-74, se puso una máscara de color verde que en la oscuridad parecía negra.

    -Ya es hora.- dijo Matthew tomando una granada y posicionándose a un lado de la puerta.
    -Es hora…- dije con una pequeña sonrisa mientras la cámara enfocaba a lo lejos como unos hombres con máscaras rojizas comenzaban a disparar hacia los ventanales de la casa, ambos poseían M16A3 con lanzagranadas y ellos avanzaban tranquilamente.

    El novato activo la granada y la paso por debajo de la puerta, luego de unos pocos segundos esta estalló, haciendo ver que un pedazo de cristal de la puerta reventara y que está se abriera sin ningún inconveniente, el chico entro y comenzó a dispara con su rifle de asalto:

    -¿Listo capitán?- me pregunto mi compañero, dándome un golpe en el hombro de compañerismo.
    -Sabes que siempre lo estoy…- guiñándole un ojo arrogantemente.

    Así comenzamos a correr, todos los guardias probablemente estuvieran delante, esperando a que Scoth y Jonathan cesaran de disparar y probablemente Matthew hubiera acabado con los de la entrada, si el plan seguía este curso, en menos de media hora, esta casa estaría asediada.

    Luego de correr por unos minutos llegamos a una puerta metálica, era la puerta trasera, tenía un candado electrónico y un lector de huellas digitales. Puse mi arma a un lado y saqué mi celular y un puerto USB para conectarme con la base de datos y poder tener acceso ilimitado con todo el sistema de seguridad de la casa.

    -¿Cuánto tardará, señor?- me pregunto Joseph que mirara su retaguardia esperando que ningún inútil estuviera intentando flaquearlo.
    -Dame cuatros segundos…- dije presionando un botón y la cerradura cambió a un color amarillento, eso informaba que ya estábamos dentro del sistema.-Listo.- dije tocándome nuevamente la pantalla mostrándonos las imágenes en vivo de las cámaras de seguridad.

    -A ver, la mayoría se encuentran en la parte de al frente, la mayoría porta rifles de asalto, pero algunos tienen Ametralladoras Ligeras de alto calibre…- me dijo algo preocupado.- En total son unos 50 o 60.- mirando como yo pasaba lentamente cada imagen de cada habitación hasta que llegamos a un despacho.

    -Je, mira el idiota…- dije señalando al centro de la imagen, que se podía observar a una persona de unos cuarenta y tantos, con un traje de gran valor color grisáceo y custodiado por cuatro guardias, dos con rifles de asalto y dos con ametralladora ligeras.-Veamos cómo se asusta…- presionando por última vez la pantalla y todas las ventanas y todas las salida alternas se cerraban dejando solo la puerta principal y está como única vía de escape.

    Así rápidamente entramos, acabamos con dos guardia que estaban algo asustados, no se pudieron mover cuando nos vieron entrar, lo que fue una muerte sencilla y rápida y sobretodo silenciosa, ambos nos dividimos para recorrer dos pasillos que terminaban en un pasillo que quizás daba a la biblioteca o a la sala de estar.

    Yo tomé el de la izquierda y Joseph el de la derecha. Comencé a avanzar por el pasillo un poco oscuro, se podían observar estantes con cosas valiosas, pero un sentimiento de ser observado me hacía sentir algo inseguro… Caminé unos pasos más cuando fui atacado por un puñetazo que me dio en el rostro:

    -Mierda…- dije levantándome del suelo, viendo como tres sujetos me rodeaban, quizás asesinos contratados por el idiota.- Cobardes..- dije con una pequeña sonrisa y poniéndome en posición de defensa dejando al que parecía más débil a mis espaldas.

    Pude sentir como que se encontraba detrás de mi comenzaba a mover su pierna, eso significaba que se movería hacia al frente con un puñetazo. Rápidamente le lancé el arma al que se encontraba frente a mí que no supo cómo reaccionar, me baje esquivando el golpe del que se encontraba detrás haciendo que se tropezará y cayera, el que estaba a un lado intentó darme un puñetazo, pero me moví a un lado y le rompí la nariz.

    El que estaba al frente se dio cuenta y cuando iba a lanzar mi arma, saqué mi Five Seven y le propiné un disparo que atravesó su cráneo, el que tenía la nariz rota recibió otro disparo y el que se encontraba a mi espalda… Me lanzó un cuchillo arrojadizo y para luego correr hacia mi y tumbarme.

    Estuvimos batallando, el tenía un cuchillo de al menos seis pulgadas y estaba a punto de clavármelo en el cuello, podía ver su sonrisa malévola, realmente estaba disfrutando el momento, allí fue cuando se confío demasiado…

    -Idiota…- susurré dándole un patada en su rodilla que hizo que cayera al suelo a un lado mío, cuando cayó le quité el cuchillo y comencé a propinarle golpes en el rostro, cada vez más contundentes hasta que note que dejaba de respirar…Estaba muerto…-Aquí tiburón blanco a Ardilla rabiosa.- dije por el comunicador tratando de contactarme con Joseph.

    -Ardilla Rabiosa está ocupada.- contestó una voz algo agitada, probablemente también estuviera peleando contra asesinos.

    -No estamos solos…- dije sacándome el cuchillo que se había enterrado en el Kevlar.
    En eso pude escuchar al menos cinco disparos antes de escuchar la voz de mi compañero.

    -Ya me di cuenta.- me contestó mientras se escuchaba la caída de unos casquillos.
    En eso comencé a avanzar, parece que Rusia estaba al tanto de nuestra llegada o ¿solo eran algunas facciones corruptas? Era una posibilidad de que fuera eso, pero no era tiempo de pensar en Conspiraciones, debía seguir adelante.

    El pasillo continuo hasta que llegue a una puerta, cuando la abrí lentamente, todo el pasillo tenía las puertas abiertas, probablemente Matthew ya había estado allí. Mi compañero abrió la puerta y la imagen que vimos nos dejo aturdido, un grito algo desgarrador, pero era el grito de nuestro compañero, que al final del pasillo estaba siendo arrastrado por dos paramilitares hacia una.. Habitación.

    -Mierda, el novato esta herido…- dije comenzando a correr hacia el final del pasillo y mi compañero me seguía pisándome los talones, cuando estábamos a punto de llegar, le di la señal para que entrará a esa habitación y flanqueara a los paramilitares.
    Estuvimos unos segundos parados, esperando escuchar que nuestro compañero estaba vivo… Comenzó a gritar, así que yo me movilicé y le di una patada a la puerta, pero la imagen que vi me aturdió… Un olor a putrefacción y unos seres parecidos a humanos se acercaban al novato que estaba sujeto en una silla metálica.

    -Mierda, Joseph….¡Ahora!.- grité comenzando a dispararle a los dos paramilitares que parecía que no les temía morir y comenzaron a sonreír, ambos cayeron al suelo, pero aquellos seres se dirigían “ciegamente” hacia nuestro compañero.

    -¿Qué carajo son?- me pregunto mi compañero que no entendía que sucedía.
    -¡Idiotas, sueltenmen, ¿no ven que se acercan hacia mí?!- me grito mi compañero, moviéndose violentamente en la silla tratando de soltarse.
    -¿Qué son?- me pregunto Joseph, demasiado confundido, parecían civiles, pero estaban carcomidos y se movían torpemente, como si estuvieran hipnotizados por algo.

    -No lo se…- sacando mi Five Seven.- Pero no me quedaré para averiguarlo.- disparándole a los cinco seres que se movían hacia el novato que estaba algo molesto.
    Luego de unos minutos inspeccionando los cuerpos, deducimos que eran personas, pero “muertas”, era algo raro, quizás en esto se basaba nuestra misión, soltamos al Novato, les pusimos un torniquete en su brazo porque le habían herido la muñeca derecha, así que no podía disparar.

    -¿Cuántos bajas llevas?- pregunté presionando fuertemente el cinturón.
    -Llevo al menos veinticinco, capitán…- me dijo a punto de que sus lágrimas salieran, aún llevaba su careta color verdoso que disimulaba el dolor.-¿Ustedes?- me pregunto mirando que nuestros otros compañeros no estaban junto nosotros.

    - Creo que llevamos veinte…- dije ayudándolo a levantarse, pero en eso recibimos la llamada del equipo de Scoth y Jonathan.- ¿Dónde están?...-
    -Frente al despacho.- me respondió Scoth casi en un susurro.
    -Ya vamos hacia allá…- contesté mientras cargaba mi Five Seven.

    Luego de caminar por unos pasillos y subir unas escaleras, vimos a Scoth y Jonathan disparando hacia adentro del despacho, estaban cubriéndose en las paredes de la puerta para evitar que las ametralladoras dispararan y los matara.

    -¿Qué carajo hacen disparando?- les dije poniéndome a un lado de Jonathan.
    -Capitán, estaban a punto de salir, logramos eliminar a uno, pero los otros tres están haciendo el trabajo más difícil.- le dijo algo enojado Scoth que comenzó a disparar hacia adentro del despacho, pero parecían que estaban cubriéndose muy bien los Hijos de Puta.

    -A ver Scoth…- dije tratando de ser sereno.- Deja que nosotros nos encarguemos.- contesté quitándole una granada al Novato, que aún las portaba en su cintura.-¿Te quedan granadas aturdidoras?- mirando a Jonathan que se encontraba recargando apoyado a la pared.
    -Sí, capitán me queda una.- me dijo entregándomela en la mano sin ninguna pregunta.-

    -Cúbranme...- dije quitándole el seguro a la granada aturdidora.
    Así comencé a correr hacia medio de mis dos compañeros que comenzaron a disparar, tomé la granada y la lancé, ella cayó a un lado del lugar y estalló, haciendo que pararan el ruido de metralla.

    Nos movilizamos rápidamente, tomé mi Five Seven y le disparé a uno de los Fusilero, Joseph al otro fusilero y milagrosamente Matthew con un Mágnum .357 le disparó al que sostenía la ametralladora ligera.

    -Nos disparen.- gritó un hombre saliendo lentamente con las manos en alto.
    -Oh, tú debes ser William…- dije con una pequeña sonrisa y viendo como el señor de cabellos griseaos parecía más viejo de lo que había visto cuando estaban en la entrada.

    -Sí, soy yo, ¿Qué quieren?- me preguntó con la voz entrecortada.
    -No es lo que yo quiera, es lo que tú quieras.- dije pidiéndole el Mágnum al Novato que me la dio sin replicar.- Haz hecho cosas malas, haz pecado, es hora de que pagues tus deudas.- dije quitandolé todas las balas exceptuando una.- Sabes aquí en Rusia se juega en los bares un juego llenos de traiciones y peligros.- cargando el arma.- A ese juego le llaman; La Ruleta Rusa.- respondí casi en un susurro apuntándole el cañón al pecho del sujeto.

    -No, por favor ¿Qué desean? ¿Dinero? Yo se los puedo. ¿Mansiones? Tengo muchas, las pueden tomar, inclusive esta…- dijo con una risita nerviosa y a punto del llanto.

    -No, lo siento, este es mi trabajo, eliminar a la peste de las naciones como tú…- jalé el gatillo, pero nada salió.- Parece que Dios está contigo…- pude observar como exhalaba algo aliviado.- Pero, yo no perdono.- saqué mi Five Seven, mis compañeros me trataron de detenerme, pero fui demasiado rápido, disparé la bala que hizo que le atravesará la boca del estómago al empresario haciéndolo caer inerte en el suelo.

    Pero el novato me comenzó a reclamar:

    -¿Qué carajo hizo capitán?- me preguntó con una cara de enojo.- Se supone que lo lleváramos al helipuerto para que lo extraditarán a Estados Unidos, ¿Qué les dirá a los altos mando? Ah, ¿Qué pasará ahora?- me preguntó casi en mi rostro, me quería hacer enojar.

    Pero le di un golpe en la boca del estómago, que aún con el Kevlar lo hizo caer al suelo y los demás lo detuvieron para evitar una confrontación entre él y yo:

    -Chico, ¿Cuánto hubiera tardado en ser juzgado?- pregunte indiferente.- ¿Cinco meses? ¿Un año? Le hice un favor a la humanidad…- pero soy interrumpido por esté.
    -Se dejo llevar por las emocioes, capitán, esa es una de nuestras reglas, está enojado ¿no? Por las criaturas que vimos.- me dijo ahora un poco más calmado.

    -No, no estoy enojado…- me quedé callado.- Solo que hizo una atrocidad y a veces hay que tomar la justicia como en el lejano oeste.- le respondí marchándome de la sala…
    Comencé a bajar las escaleras a caminar entre los cuerpos hasta llegar a la cocina, allí vi una tubería de gas, le di un golpe con la culata del arma rompiéndola y sintiendo como salía el gas para llenar la habitación, rápidamente salí por la entrada principal, ya mi unidad se encontraba fuera a punto de marcharse.

    -Dame un cigarro Scoth.- le dije sacando un encendedor.
    -¿Qué va a hacer capitán?- me preguntó confundido, realmente parece que se había dado cuenta que mi actitud había cambiado, pero aún así me dio lo que le pedí un cigarro.

    -Veremos como arden…- lo encendí y lo lancé dentro de la casa, dentro de unos minutos eso estallaría, así que me comencé a mover rápidamente junto a Joseph y el Novato hacia nuestros vehículos.

    Antes de que estallará ya estábamos montados en nuestros vehículos, listo para marcharnos, pero aún las ideas de los que vimos retumbaban en ese momento en mi cabeza…¿Qué habían sido?
    Fin Flashback

    Me levanté sobresaltado, realmente había recordado demasiados detalles de aquel día, en donde nuestras misiones cambiaron, en donde tuvimos más problemas como un equipo… Y en donde la guerra estalló…



    Continuara…
     
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    ¡Excelente continuación! Muy movida, en serio. Me encantó lo que dijo en el primer recuerdo, ¡están luchando una batalla que ellos no crearon! Limpiando un desastre que no les pertenecía. Muy vívidas las descripciones, y asdf, me tenías estresada, jajaja. D: Lo que me hizo reír fueron los nombres claves "Ardilla rabiosa" jajajajajaja. Lo compadezco, viviendo esa pesadilla que jamás podrá olvidar, son recuerdos que le perseguirán siempre.
     

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