Un Hanyou entre dos Mikos

Hola chicas ya me tocaba actualizar este fic, espero realmente les guste esta conti y comenten como siempre, además decidí meter un poco de pelea (como siempre) en este capítulo y ahora asi regresara el Inu-sama de la serie jeje enérgico y enojón disfruten

Capítulo 5: todo un simple sueño, ahora sé que te amo solo a ti

InuYasha seguía pensando en Kagome mientras besaba a Kikyo, veía imágenes cerrando totalmente su mente de la realidad, después de un rato el chico vuelve en si y se separa bruscamente de Kikyo.

-¿eh?, ¿Qué paso?... ¿Kikyo?, lo siento…no puedo amo a Kagome…tenías razón estoy enamorado de ella…perdóname creo que sin querer te lastimo ¿no?- decía el Hanyou mientras la cubre con su ropa de sacerdotisa y se levanta mientras la mira algo serio.

-Tranquilo InuYasha…olvida esto es mejor no decir nada sobre esto, si amas a Kagome como dices entonces arregla todo con ella…y entonces asi se salvara mi alma…además tu sabes que Kagome es mi otro yo, si ella está contigo es como si yo lo estuviera porque mi alma está en su pecho- la Miko no mostraba tristeza, es más
estaba feliz de ver a su chico sonreír.

-Al menos sé que no…- interrumpe lo que iba a decir porque siente la presencia de su Miko del futuro, al parecer sentía su corazón reaccionar con el suyo y su sonrisa aparece mas evidente en el chico ambarino

-Que tengas suerte…- la Miko de tez seria empieza a llamar a sus serpientes cazadoras y camina lentamente hacia lo profundo del bosque y desaparecer.

-¡InuYasha!...- no se equivocaba, la azabache lo estaba llamando con desesperación a su amado Hanyou, su mirada se llenaba cada vez mas de lágrimas al pensar que tal vez se había tomado enserio sus palabras.

-¡Kagome!, ¿Dónde estás?...dime donde –el chico ambarino mira a Kikyo un momento y después asiente para señalarle su decisión para irse corriendo.

-¿Eh?...parece que no está enojado –empieza a correr al igual que su amado Hanyou, los dos sentían la mismo, la necesidad de verse y estar juntos.

-¡Kagome!- sigue corriendo y mostrando una bella sonrisa, estaba a punto de llegar cuando…
La chica azabache se detiene y mira atrás de ella, alguien la estaba esperando alguien que tenía tentáculos como su cuerpo y poseía la perla de shikon totalmente oscura

-¡¿Naraku?!...que estas…- no pudo terminar porque la Miko la estaba siendo atravesada por uno de los tentáculos del enemigo.

-¡¡Kagome!! , maldito Naraku de esta no te salvaras…lamentaras haberlo hecho- el Hanyou de cabellos plateados saca su colmillo de acero y se pone delante de el.

-¿Asi?, InuYasha…no salvaste a Kikyo hace 50 años, ¿Qué te hace pensar que lo podrás hacer ahora con Kagome? –Naraku mostraba una mirada llena de malicia y burla del chico, enterraba más el tentáculo en el vientre de la azabache, aunque por alguna extraña razón la chica sonreía dulcemente como si no pasara nada.

-Inu…Yasha, por favor despierta…- dicho esto el chico comienza a ver todo blanco y desaparece para después abrir los ojos lentamente, se sorprende y se levanta de rayo mirando a los lados y viendo a sus amigos y a su Kagome sana y salva.

-¿Eh?...¿pero que rayos?...¿Kagome estas bien? –la verdad es que el chico no se creía que todo fuera solo un sueño o tal vez ese momento lo era

-eso quisiera yo saber…estas totalmente mojado, ¿Qué soñabas? –la chica saca su pañuelo y empieza a limpiarle el sudor delicada y sonriente.

-S-si…- el chico se sorprendía, todo era un simple sueño pero ¿Cómo podía ser?

-¿te golpeaste la cabeza o algo?...sabes es que… ¿eh?- la azabache era abrazada y también interrumpida por aquel Hanyou de hermosos ojos ambar, la ternura que llevaba ese abrazo era totalmente única la chica solo abría los ojos sorprendidas y al final le corresponde.

-Kagome…si yo te perdiera me volviera loco…para mi tu eres lo más importante, tu eres mi única chica…- para nuestro Hanyou cada palabra que decía era muy significativa el casi no había sufrido este tipo de cosas pero era el tiempo en el que tenía que decidirse de una buena vez y había tomado su decisión, Kagome era la única chica para él, su mundo entero.

-Inu...Yasha, ¿pero qué estás diciendo? ¿De verdad te sientes bien?- para nuestra azabache era totalmente diferente, ¿Por qué de repente este tipo de confesión?

-Con un demonio Kagome… ¿acaso me crees estúpido?, por primera vez estoy abriendo mi corazón y diciéndote realmente lo que siento…y tú me dices eso –se levanta separándose de aquella chica de ojos achocolatados.

-¡Pues como quieres que realmente te crea si siempre es Kikyo!- se defendía Kagome mirándolo algo molesta y totalmente con los ojos llorosos y a punto de explotar.

-¡¿Ahora qué demonios tiene que ver Kikyo?!- decía el Hanyou también ya bastante molesto y apretando los puños, ¿Por qué rayos era tan difícil de creer y de entender?

-No me digas que no la has visto…¡porque no te creo ni un cacahuate de tu cuento chino!- decia aún más molesta la azabache y apunto de no poderse contener

-¿Ahora estamos en china o qué?...mira Kagome si me vi con Kikyo o no ¡es asunto mío! Deja de preocuparte por eso solo voy a verla para saber si está bien ¿no lo puedes entender?- la toma de los hombros y la mira con su misma cara arrogante de siempre.

-¿Eh?, ¡y tú no puedes entender que realmente no soporto verlos juntos!...InuYasha, te amo demasiado por para soportarlo ¡cómo es posible que seas tan tonto!, suéltame…y si no es mi asunto ¿Por qué rayos no me dejas en paz?- se aparta de el muy molesta y ya no podía parar de llorar, InuYasha la miro muy culpable por hacer que derramara lágrimas.

-Kagome…yo…- trata de calmarla pero la azabache ya estaba mas que molesta y bastante disgustada lo empuja con fuerza y lo mira con un aura asesina.

-¡InuYasha…abajo!- pronuncio con mucha frustración, el conjuro hizo que el chico cayera con fuerza hacia el suelo haciendo un gran hoyo en la tierra.

-Oh no…Kagome ya da miedo… ¿ahora que habrá hecho el bestia de InuYasha? –decía el pequeño Kitsune de nombre Shippo mientras estaba posado en el hombro del monje.

-Como siempre hablando de más…- decía suspirando el monje Miroku mientras asentía al igual que Shippo con la cabeza.

-Dejara de ser tonto…- seguía diciendo Shippo escondiéndose atrás de Miroku.

-¡Abajo, abajo, abajo, abajo, abajo!- seguía repitiendo la chica cada vez con más rabia y celos.

-¡¿Kagome porque siempre me haces esto?!...ahhh- seguía cayendo por el conjuro del rosario hasta que después la azabache de ojos achocolatados se calma.

-Me ire a casa…ya…- pero no pudo terminar porque el chico de hermosos cabellos plateados ya estaba sobre sus labios sintiendo el delicioso sabor del beso.

-*Kagome…no te vayas de nuevo*….- decía el chico en su mente, acorralando a su chica en un árbol mientras eran observados por los demás.

-Vaya… ¿ya le dijo que la quiere?- una exterminadora mira el momento junto con el monje y el zorrito.

-Si aunque antes Kagome-sama estaba muy molesta- decía Miroku mirando a Sango algo serio y ella suspira.

-Kagome…lo diré una vez y espero entiendas, ahora sé que te amo solo a ti, tú me conoces yo te conozco de alguna manera es que como si ambos nos perteneciéramos y no quiero que eso desaparezca ¿me entiendes?- el chico la mira algo serio y la chica se desliza en el árbol algo soqueada realmente InuYasha estaba madurando bastante, era capaz de asumir y enfrentar la realidad, aunque aún sabía que no olvidaría a Kikyo tan fácilmente pero ahora su mente solo pensaba en esas palabras una y otra vez.

-¿En-enserio?...- fue lo único que pudo decir ante aquel momento de tensión y nervios

Bueno chicas espero les haya gustado y espero con muchas ansias sus comentarios y reclamaciones gracias por leer esta historia y pronto el final asi que cuídense