Un error tormentoso

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Little love, 27 Marzo 2013.

  1.  
    Little love

    Little love Iniciado

    Sagitario
    Miembro desde:
    27 Marzo 2013
    Mensajes:
    4
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Un error tormentoso
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    370
    Mi vida no es autentica, es solo una pequeña mentira piadosa, una mentira que me a provocado vivir una situación horrible, pero a la vez irónica.

    - Si mama... Aja mama... Lo que tu digas mama... De acuerdo... Te quiero... Adiós.
    - ¿Tu vieja?
    - Si... La plasta de mi madre, la muy tonta se piensa que estoy con Enna.
    - Aja... Enna...

    Se me acercó, sentía como el humo de su cigarrillo a punto de terminarse rozaba mi cara, y como sus manos se acercaban a la zona prohibida, no le dije nada, simplemente me quede quieta, y le deje hacer.

    Al cabo de dos meses me encontraba esperando en una sala vacía, con paredes blancas y embarazada, estaba sola, nadie me apoyaba, mi madre me repudió y mi padre ni siquiera se limito a mirarme, vivía en esa casa como si fuera una parte más del inmobiliario y que se limitaba a comer aquello que se le ponía en el plato, con un ambiente verdaderamente arrogante y odioso, quería huír.

    -¿Isa Muñoz?

    El oír mi nombre volví a la realidad, a punto de entrar en esa habitación, dónde el peor de mis temores se acercaba rápidamente, mi corazón palpitaba cada vez más rápido, mis pasos cada vez eran más lentos y indecisos, mi respiración irregular, y unas pequeñas lágrimas adornaron a mi rostro temeroso con una expresión de culpabilidad e indignidad.

    Pasó un año, dos, tres, me independicé y vivía en una casa antigua, llena de polvo y seguramente habría más indecentes y repugnantes bichos de los que me imaginaba. Las vistas eran penosas, solo se podía apreciar a lo lejos un gigantesco parque que en primavera se llenaba de vida, con los niños jugueteando y parejas haciendo novillos, los paseos que dedicaba cada tarde por ese hermoso lugar, en los días en que el sol se iba tarde y los pequeños pájaros cantaban alegremente, eran, en ese entonces, mi mejor tesoro.

    Pero mi tranquilidad terminó cuando menos me lo esperaba, durante deleitaba de uno de mis adorados paseos, me encontré el origen de mi infelicidad, de mi error, a él, el chico que años atrás domino ciegamente mi cuerpo, y creo en mi interior el pecado.
     

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