Long-fic de Inuyasha - Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

Re: Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

Ohayou!!!

Tengo que avisarles que por el momento no he`podido escribir nada, pero les rpometo que subo el capitulo para el domingo, porque el sabado me pagan y renunci, ¡'¡¡¡¡¡jajajajaja!!!!!!!
el lunes entro a clases, pero aun asi tendre mas tiempo de sobra, y les prometo que el rpoximo capitulo hare una revelacion muy interesante sobre Sesshomaru y Kikyo que nadie se imagina... ¡¡¡¡ja!!!!

 

Re: Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

Ohayou!!! Lo se, lo se, matenme si quieren pero… ¿luego quien continua el fic? Se que lo prometi para el martes y luego para el domingo, pero tuve algunos problemas en la prepa (castigada por no llevar el libro de mate) fue algo muy extraño… pero en fin, les hice este capitulo mas largito para que se deleiten la pupila, ademas de que les hago unas revelaciones sobre el fic. Les prometo que dejare la vida de politico (promete y promete pero no cumple) para actualizar mas seguido el fic. Par no molestar a las que postean los agradecimientos estan al final, asi no se tiene que leer algo que no quieran.

Capitulo 19

La noche se hacia presente, la mas densa oscuridad que podia existir negaba a los ojos de aquel hombre ver la luz que envolvia a la sacerdotisa en ese momento, muy pronto abrio los ojos delicadamente para impactarlo con lo deslumbrante de sus ojos, ese hermoso color marron que siempre le encanto y que, a pesar de los años, nunca pudo olvidar. Cada recuerdo de aquella mujer volvia a su mente acumulandose en sus pensamientos, mientras la veia fijamente a los ojos.
-Lin, muevete.

-¿La va a ayudar?

-No puedo hacerlo si no me dejas pasar

-Si amo- Una sonrisa adorno su rostro mientras se levantaba con cautela para dar espacio a que pasara.

-Amo Sesshomaru… ¿Qué le ocurre?- preguntaba el sapo totalmente desconcertado.

-Callate Jaken- Ni siquiera lo miro, su voz era lo suficientemente aterradora como para morir del susto.


Se acerco a ella lentamente mientras ella solo lo miraba, la levanto y en cuanto la tuvo entre sus brazos la sacerdotisa cerró sus ojos. Caminaron varias horas hasta llegar a un lago. Solo la recosto en una orilla y la dejo descansar.
-Jaken

-Si amito…-“Que miedo me causa con sus ojitos, si las miradas mataran…ya me hubiera asesinado mas de mil veces”

-Lleva a Lin a dar un paseo por el lago

-¿¡Eh!?

-¡Si!-grito la pequeña muy emocionada- Vamos señor Jaken, el ultimo en llegar sera mas feo que su cara en las mañanas.

-¡Espera mocosa irrespetuosa!


Y rapidamente se alejo para alcanzar a la pequeña traviesa, dejando solos a Sesshomaru y Kikyo.En cuanto estuvieron solo Sesshomaru la miro fijamente, queria contemplar cuanto habia cambiado desde aquella vez…
-Sesshomaru- con una mano acaricio su mejilla.

-Lin

-Hace mucho tiempo que deje de llamarme asi, han pasado más de doscientos años…

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Acababan de cruzar el pozo, estaban impactados por lo que acababa de suceder… ¿Cómo fue posible?... ¿para que?... no encontraban ninguna respuesta hasta que miraron al frente. Ahí estaba èl, estaba algo nervioso y aturdido, ademas… tenia demasiada sangre en sus ropas.
-Inuyasha

-¿Qué te paso?

-¿Dónde esta Kagome?- Los tres corrieron a abrazar a su amigo, tanta preocupación en esos dias parecia no haber sido en vano.

-¿Qué hacen aquí?- Volteo e inmediatamente los reconocio, sus amigos, a los que habia abandonado sin dejar razon o explicación alguna. Tuvo deseos de acercarse a ellos pero sus heridas se lo impidieron, ya llevaba demasiado rato sangrando y cada vez mas.

-Inuyasha… ¿Qué te ocurre?- El hanyou no podia moverse con agilidad y solo comenzo a caminar hacia la casa de Kagome, mientras comenzaba con su explicación.

-Esa es la casa de Kagome- la señalo- No se como pero han logrado cruzar el pozo, cuando fui a buscar a Kagome me encontre con una youkai de cabello rosa llamada Maru, ella me ataco y me dijo que vendria por Kagome. Fue por eso que Sali a toda prisa a buscarla pero las serpientes de Kikyo me condujeron hacia el pozo, salte y creo que esta en su casa, percibo su aroma… mezclado con sangre.- El hanyou no pudo mas, cayo rendido al suelo justo a la entrada del lugar.

Sus amigos lo vieron hacer al piso y abrir su mano, de la cual cayo una hermosa flor que deslumbraba como ninguna.

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El ambiente era tenso, habian dejado tantas cosas pendientes… tantas. Desde aquella vez en que se vieron por última vez, la ultima en que ella tenia esa vida.
-Sesshomaru, viniste.

-No vine por ti

-Si lo hiciste, lo haces porque yo te llame antes de encontrarme con Naraku.

-Que importa ahora, me voy…

-No te marches, tenemos mucho de que hablar.

-De que hablaremos- Su voz era fria y llena de furia- ¿De tu traicion? ¿De tu olvido?

-No crei que tanto te afectara, ademas… tú fuiste el que traiciono nuestro juramento.

-Eso ya no me interesa, me dejo de interesar hace ya mucho tiempo.

-Yo cumpli… ¿o acaso no lo recuerdas…?

-La promesa

*Flash back*

La lluvia estaba a punto de inundarlo todo, el tiempo pasaba lento alentando el dolor, el sufrimiento y la agonia. Una joven se lamentaba de su tan desdichada suerte, mientras un hombre de hermosos rasgos la miraba con preocupación y culpa.
-Sesshomaru, no te preocupes, muy pronto habia de morir… ¿no crees?

-Los humanos como tu son demasiado debiles

-Pero aun asi me dejaste permanecer a tu lado. Sabes que desde que el primer momento que te vi, te he amado. Por eso he permanecido a tu lado todo este tiempo a pesar de tu indiferencia.

-Pero nadie mejor que tu para saber que es lo que esconde aquella indiferencia.

-Sesshomaru…- El joven de ojos dorados se acerco a su rostro, la tomo del menton y le dio un dulce beso. Con delicadeza la tomo entre sus brazos y se recargo en uhn arbol.

-Descansa, no debes de sufrir.

-Sesshomaru… prometeme que nos volveremos a ver. Prometeme que cuando halla reencarnado vendras a buscarme.

-No debo hacerlo, si tu reencarnas, ya no serias la misma.

-Si lo sere, por favor… prometemelo.

-Esta bien.- Con un suave beso sellaron su pacto, y pronunciaron, lo que creyeron, seria una promesa que cumplirian.

Pacto sellado con dulces palabras
Sabes cuanto deseaba escucharlas
Y el dulce sabor de tus labios
Has de negar que otro pueda probarlos
Has de cumplir con lo pactado…
O te olvidare ser amado
Y asi tu dia a dia
Sera una dulce agonia.

Y asi, lentamente cerro sus ojos la dulce joven de ojos marrones y cabello negro como el manto de la noche, para descansar en paz.
-Algun dia te volvere a encontrar, y entonces veras como esta es una promesa imposible de cumplir.

*Fin del Flash Back*

-Yo te lo adverti, sabia perfectamente que ya nunca serias la misma, por eso fue que no hice un mayor esfuerzo para encontrarte.

-Y tuviste razon, pero hay algo que no ha cambiado… mis sentimientos por ti.

-Se suponia que tu estabas enamorada de el tonto de Inuyasha

-Pero los sentimientos cambian, mi amor por el fue algo muy hermoso, pero no fue nada comparado con lo que senti por ti.

-¿Y me llamaste para decirme eso?

-No, te llame para pedirte un favor.

-Ja, ¿Por qué crees que yo te haría un favor a ti?

-No lo consideres para mi, consideralo para Lin, y tambien… para mi otra reencarnación, Kagome.-Sesshomaru la miro con gran sorpresa en sus ojos dorados.- Se que tienes un interes especial en ella por lo poderosa que puede llegar a ser, por eso te entregare esto- De un bolsillo de su pantalón saco unos pequeños pedazos de cristal brillante.-Con esto podras ir a la epoca de donde proviene Kagome.

-¿Porque quieres que vaya a ese lugar?

-Facil, la joven sacerdotisa Ningyo me ha hecho un favor, el de proteger a Kagome, tambien ha hecho que sus amigos pudieran llegar hasta ella, todo esto por mi orden y mandato. La razon es para que ellos eviten cualquier plan que tenga Naraku para unirlos y asi obtener lo que desea.

-¿Qué es lo que quiere?

-El alma de un pequeño bebe hanyou nacido de una humana con grandes poderes espirituales y un hanyou del tipo perro. He mandado llevar a sus amigos para que evitaran eso, pero no confio en la pequeña sacerdotisa, no quiero arriesgarme a que Maru, quien esta de parte de Naraku, lo vaya a forzar todo.

-¿Quién es Maru?

-Una esta de mi lado, la otra en mi contra, vaya problema para ser una sola persona, porque… Maru es la otra personalidad de Ningyo.

Windmiko: arigato por tus comentarios amiga, te aclaro que la mujer era Kikyo, quien se encontraba presa en las garras de Naraku y mi Sesshomaru la salvo.

Kgomefanatic: arigato por tus comentarios, hacia tiempo que no te veia pasar por mi fic, creiq ue te habias perdido en el sendero de la vida. He notado que cuando me tardo mucho con las contis es cuando te apareces. En este capitulo tendras la respuesta del porque Sango, Miroku, Shippo y Kirara cruzaron el pozo.

Barbie Girl: gomen por descuidarte tu fic amiga, de verdad que no vuelve a pasar (por lo menos hasta que tome venganza del maestro de mate jajaja) como ves, Sessh no es tan malo, pero si es frio…brrrrr… y si, la mujer era Kikyo

inuykagXever: tiempo sin verte, creo que cuando me tardo resucitan las lectoras… lo del trabajo, tenia que hacerlo, con las materias que deje en segundas, tenia muchos gastos, ademas voy en camino de comprarme una computadora nuevecita.

Dewa mata!! Los veo muy pronto, por ahora voy a comer, porque ya estoy en la prepa de tarde y a esta hora la biblioteca esta vacia (jajaja, ¡¡toda para mi!!)

 

Re: Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

Ohayou!!!

Ahora si no tarde, la conti como cada semana, les agradezco mucho a mis fieles lectoras que se toman la molestia de leer mi fic, también agradezco y doy la bienvenida a las nuevas lectoras, muchas gracias, sin ustedes esto no seria posible.
En esta ocasión introduciré un titulo al capitulo, además de que al final encontraran un verso que habla sobre el siguiente capitulo al estilo de xxx holic.



“Despertar”
Capitulo 20

La noche oscura, la tristeza, la soledad, todo expresado en los mismos ojos de aquella mujer, quien algún día fuera mas que un simple cuerpo hecho de huesos y barro.
-¿Maru es la otra personalidad de Ningyo?

-Si, ahora que ha despertado Naraku la utilizara para conseguir lo que quiere… el alma de un hijo de Kagome e Inuyasha.

-No veo como podría darse eso, además a mi no me interesa.

-¿Ah no?- sonrió irónicamente- Se muy bien el interés tan… Mmm, ¿como decirlo?... especial por la joven proveniente de otra época.- Sesshomaru se quedo petrificado, ¿Cómo sabia ella? no cabe duda que algún día fue la reencarnación de su querida Lin.- Maru cuenta con el poder de manipular los movimientos de quienes son débiles de corazón, o que se encuentren confundidos, justo como están ellos en este momento.

-Yo no tengo ningún interés en ayudarlos en nada.

-Se que lo harás, así que ya no tiene caso hablar del tema.-La sacerdotisa lo miro de forma arrogante, sabia que el la ayudaría, no solo por el recuerdo de Lin, si no también por el interés que tenia en la azabache, además… aunque lo niegue, el tiene una cierta clase cariño-odio hacia su hermano menor.- Solo una pregunta mas… ¿lo sabes verdad?

-¿A que te refieres?

-Sabes que esa niña llamada Lin es la descendiente de la hija que tuve en aquella vida.

-Lo sé

-¿Es por eso que la proteges?- El youkai dio media vuelta y emprendió su marcha, dejando con la palabra en la boca a Kikyo.

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En el templo de la familia Higurashi unos extraños ruidos provenientes de afuera de la casa inquietaron a la señora quien fue inmediatamente a ver que ocurría. Fue una gran sorpresa cuando al abrir la puerta se encontró con Inuyasha tirado en el suelo sangrando por una herida que tenia en el estomago. Unos jóvenes de extraña vestimenta estaban a su lado, tratando de levantarlo, un pequeño zorro y una linda gatita de dos colas los acompañaban.
-¿Quienes son ustedes?

-Discúlpenos señora, Yo soy el monje Miroku a su servicio, y ella es la exterminadora de monstros Sango. Mucho gusto- Le extendió la mano.

-Yo soy Shippo y la gatita es Kirara, el idiota que ve tirado es Inuyasha.

-A Inuyasha si lo conozco, ha venido varias veces a la casa, pero de ustedes solo sabía lo que me contaba mi hija Kagome.

-¿La señorita Kagome es su hija?

-Si, pero pasen rápido para curar a Inuyasha, se ve que esta gravemente herido.

-Yo no estoy tan mal- Inuyasha abrió sus ojos, había reaccionado de su desmayo.

-Inuyasha, despertaste.-Expreso contento Shippo

-Ha recobrado el conocimiento.-La exterminadora también se alegro.
-La verdad no creo que alguna vez lo haya tenido.

-Miroku…- El hanyou le mando una mirada asesina- Ven, quiero darte algo.

-Inuyasha deja de jugar, vamos para que te cures- Lo regañó la Sra. Higurashi

-Señora, esto no es nada, lo que me interesa saber es donde esta Kagome.

-Ella esta en su cuarto, pero…- Inuyasha no escucho mas, salió corriendo al cuarto de la azabache, pero justo cuando llego a la puerta de la habitación la cantidad de sangre que había perdido por no quedarse quieto le hizo volver a desmayar.


Sus amigos fueron detrás de él y lo encontraron tirado enfrente del cuarto en un pequeño charco de sangre. Aún entre sus manos tenia aquella extraña flor.
-Inuyasha es un terco- El monje lo cargó con ayuda de Sango.

-Esta enamorado excelencia, eso es todo- La madre de Kagome venia subiendo las escaleras.- Por favor llévenlo al cuarto de Kagome, estoy segura que se alegrara de verla cuando despierte.

-De acuerdo señora.

-Les abriré la puerta- Giro la perilla y les señalo un pequeño colchón que ella misma había colocado para estar la lado de su hija.- Colóquenlo en ese lugar.

-Bien señora- Con cuidado lo pusieron en el lugar indicado.

Salió un momento del cuarto y volvió con unas vendas y material para curar sus heridas. Con sumo cuidado limpio sus heridas y las vendó, cuando hubo terminado con todo, la señora les pidió a todos que bajaran a la cocina para tomar un té, a lo cual todos accedieron. Fueron a la cocina y se pusieron a platicar un rato. Pero en el cuarto, Inuyasha, aun estaba semiconsciente de lo que pasaba, poco a poco fue recobrando fuerzas y consiguió moverse para sentarse en la cama de Kagome, y acariciar su mejilla.
-Esta muy caliente- “Que le habrá pasado”- Paso su mano por su flequillo y volvió a tocar su mejilla pálida por el cansancio y el esfuerzo que estaba realizando sin que el hanyou lo supiera.- Esta muy débil y pálida, no entiendo que pudo haber pasado con Kikyo… ¿Le habrá hecho algo?... si fue así juro que…

-No fue su culpa… Inuyasha- La azabache respondió débilmente a su pregunta.

-Kagome despertaste- La abrazo con fuerza- No sabes lo mucho que me alegro de verte con bien, ¿que fue lo que paso?

-Eso no es de tu incumbencia- El hanyou se quedo helado ante la actitud de la chica, nunca se imagino que después de todo lo siguiera tratando de ese modo.

-Kagome yo…

-¿Te sientes mal? descuida estoy bien, tu consciencia puede quedar limpia, ahora déjame en paz.- Lo miro directo a los ojos, su mirada era desafiante pero toda enrojecida por aguantar las ganas que tenia de llorar.

-Necesito hablar contigo.

-No tengo otra opción ¿verdad?
-No, no me iré sin hablar contigo

-Esta bien Inuyasha, a la media noche te espero en el árbol sagrado. Ahí hablaremos de todo lo que desees, pero por ahora déjame descansar, me… siento… mal.

En el fin, que puedo añadir​

si no soy mas que un ser diminuto.​

-Kagome… por lo menos… ¿me aprecias?- Hubo un largo silencio, la azabache abrió los ojos como platos, ¿Por qué preguntaba esa cosas Inuyasha? ¿De verdad se había convencido de que lo odiaba? Ja, ¿Cómo preguntar si aun lo apreciaba? amor, amor era todo lo que sentía, amor y… dolor.

No hablare de mis sentimientos,​

nunca más.​

Ahora nada importa,​

actuare como dice el corazón​

Pero no hablaré jamás.​

​

-Si- admitió con cierta rabia, no podía decir nada de lo que pensaba. Inuyasha en cambio se alegro con la respuesta, no sabia como pero aun tenía alguna esperanza de arreglar todo.

-Entonces… ¿me dejarías quedarme así, abrazado a ti?

Las palabras son débiles​

para luchar contra​

el eterno paso del tiempo​

-Haz lo que quieras- La azabache se limito a responder, no se permitiría decirle que si, que con gran alegría s quedaría así, abrazada a él por siempre, que jamás quisiera volver a separarse de él, pero no, no hablaría de sus sentimientos en esa situación, no mostraría lo débil que era su corazón, tan débil como para no poder olvidar ese gran amor que sentía por el hanyou, ese mitad demonio que tanto detestaba por su actitud, su arrogancia, el dolor que le causaba y sobre todo, por aquel amor que sentía.

Quisiera…​

Dividir el mundo entre dos.​

ganadores y perdedor​

y gritar al cielo sin rencor​

Inuyasha en cambio se sintió colmado de felicidad, la esperanza volvía él solo por escuchar que ella aceptara, ni siquiera le importo la forma tan fría y cortante en que lo dijo. Se acurruco en la esquina del cuarto y la acerco mas hacia él, Kagome involuntariamente se acurruco entre sus brazos y se durmió tranquila, con una dulce sonrisa en su rostro.
“He perdido contra mis sentimientos, el amor me ha vencido, pero… estando así con él abrazados, no me incomoda ser una perdedora.”

Que en el fondo yo.​

Yo quisiera ser,​

siempre el perdedor​

No quiero ganar​

solo olvidar.​

Bien, hasta aquí le dejare, la canción se llama No more words (No mas palabras)
y es el ending de la primera película de Inuyasha. Se que esta vez no hay mucho movimiento pero este capitulo sirve para acomodar a Inuyasha y Kagome en donde los quiero tener (jajaja)

Dudas tormentos, sufrimientos
¿Qué es lo que has guardado en tu alma?
Tristeza, lagrimas, amor.
Nada deberá quedar en tu corazón.

Un alma buscara su camino,
otra simplemente lo seguirá.
Hechos el uno para el otro,
el destino siempre marcará su separación.

Próximo episodio… “Noche”

 

Re: Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

Ohayou, perdón por tardar un día, pero fue el cumple de mi abuelita (y como en todo cumpleaños me volé el pastel… aclaro me lo regalo mi abue ¿o creían que se lo robaría a ella? Pero este capitulo esta un poco mas largo, solo para ustedes, espero que les guste.

Kgomefanatic: ahora si no llegas tarde (que siga así) En el aproximo capitulo explicare mas a detalle quien es Lin, pero te digo que es la vida pasada de Kikyo

Barbie girl: ellos cruzaron el pozo para que Inuyasha no intentara nada con Kagome, pero ya veras como en el próximo capitulo me explico mejor. Que bueno que sigas leyendo mi fic, te lo agradezco mucho amiga. Tengo planeado un elmon, pero aun flata, no es el momento ¿o quieres que Naraku se salga con la suya?

inuykagXever: Arigato por seguir leyendo, me agrada seguir teniendote en mi historia. Los tengo donde queria porque todo encaja, estoy tratando de adelantar un pococ las cosas porque ya quiero publicar el lemon, falta tiempo, ¿o tu tambien quieres que Naraku se salga con la suya?

Inuyassha: arigato por comentar amiga (aunque lo hagas por lastima y pòrque leo tu historia) ¿Sabes? Los comentarios cortos siempre son borrados. Espèro por lo menos no te aburra mi historia.

A todas las que leen mi fic muchas gracias, si borran sus post, favor de avisarme para agradecerles aun asi. Ahora les dejo la continuación.

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡windmiko te extraño!!!!!!!!!!! ¡¡¡¡¡¡¡¡¡ya no te pierdas!!!!!!!!!!!!!!!!




Capitulo 21 “Noche”

La noche presente, dos sombras se divisaban en la oscuridad del cuarto, Inuyasha abrazando a Kagome, una escena tan tierna como extraña, después de todos los eventos ocurridos, a pesar del carácter que el tenia, a pesar de la nueva actitud que ella había tomado, estaban ahí, juntos, abrazados uno al otro, como si nunca quisieran separarse. El cuarto estaba oscuro, pero un brillo de color chocolate comenzó a resplandecer, era la joven sacerdotisa que abría lentamente sus ojos, encontrándose con que estaba aun ahí, abrazada al hanyou de un modo muy protector y ambos se habían quedado dormidos. La azabache sintió una pequeña opresión en el pecho, el dolor volvía a ella. ¿Cuántas veces ya le había dicho el que era la ultima vez? Que no volvería al lado de Kikyo, pero todo era siempre momentáneo, la hermosa esperanza se veía destruida por el comportamiento de el. Volvía a lo mismo, y sin embargo, a pesar de saber que volverá a pasar, tenia esa esperanza, la ilusión de que esta vez en realidad fuera la ultima, que el la amaba… pero no, no se dejaría llevar por falsas esperanzas, si de verdad la quería tendría que demostrarlo. Una extraña sensación la invadió, lo miro con dulzura, dormido parecía un ángel, tan calmado, tan tranquilo, todo ese dolor desaparecía con tan solo mirar su rostro y verlo dormir tan placidamente, solo por estar con ella.
-Inuyasha- Llevo con cuidado su mano a su mejilla, no quería despertarlo- Perdóname, no sabes cuanto me duele esto, pero… es mejor así, ya no quiero sufrir.

-Kagome-Sus ojos permanecían cerrados- Yo no quiero que sigas así por mi culpa, te necesito a mi lado.

-Inuyasha- Una leve sonrisa vino a su rostro, era tan tierno cuando hablaba de ese modo, dormido… si, era la única forma en que el hanyou hablaría de esa forma.- Descansa, no digas nada de lo que no tienes entendimiento ahora.

-Tengo que hablar, no quiero que me vuelvas a dejar solo, sin ti no se que me pasa. Tú eres la única capaz de alegrar mi día. A pesar de todo lo que digo, a pesar de todo lo que hago, tu estabas ahí a mi lado, no quiero que eso se acabe y menos que tu termines odiándome.

-Inuyasha- Movió su cabeza para acurrucarse en su pecho, para buscar algo donde esconder las lagrimas que querían brotar de sus ojos.- No hables dormido, por favor. Siento que me lastimas aun más.

-¿Y quien te ha dicho que estoy dormido?- Abrió sus ojos suavemente y ella levanto su rostro, quedando ambos frente a frente. El sonrió arrogantemente mientras veía como las mejillas de la chica se tornaban de color rojo. El gusto por verla así, era inmenso.

-Tonto- Le golpeo levemente n el estomago- ¿Por qué no me dijiste que estabas despierto?

-Quería ver lo que hacías mientras me creyeras así.

- Eres un idiota- Su cara cambio a una de exasperación, ¿Cómo rayos se atrevía a hacerle eso? Seguramente disfrutaría mucho su juego, pues no… ya vería quien es quien cuando tomara su dulce venganza, ella misma lo llevaría al infierno de tantos abajos que le diría.

-Aun así, te ves muy linda cuando te enojas- La azabache escondió de nuevo el rostro, no veía al hora en que el haría pagar todo esto. El hanyou volvió a sonreír, la había echo sonrojar de nuevo, disfrutaría el momento, ya después vería la forma de lidiar con el castigo que seguro tendría, y no dudaba de lo fuerte que seria. “Pero vale la pena”


Kagome estaba más roja que un tomate, pero levanto su rostro para hacerle cara a Inuyasha, no permitiría que siguiera divirtiéndose de ese modo, pero nunca se espero que el hanyou estuviera tan cerca de ella. El tomo entre sus manos el pequeño rostro, con sumo cuidado de no lastimarla con sus garras, Poco a poco la fue acercando mas a el, sus alientos se rozaban, cada vez estaban mas cerca, estaban a punto de darse un beso, pero de pronto una luz se encendió, lo que los obligo a cubrirse, estaban algo atontados por el reflejo.
- Espero no interrumpir nada, quería ver como seguían.- Una sonrisa traviesa adornaba su rostro.- Díganme, ¿Por qué tan a oscuras?

-Monje Miroku, ¿Qué hace aquí? ¿Cómo es que cruzaron?

-¡Idiota!

-¿No te da gusto verme Inuyasha?- Su rostro se ilumino con una sonrisa angelical, hasta que una idea cruzo por su mente.- Inuyasha, no aquí, es la casa de la madre de la señorita Kagome, eso es muy indecente.

-¿Eh?- Kagome estaba mas roja que un tomate, la cara de susto que tenia no era nada comparada con la de Inuyasha.- No, se equivoca monje, solo estábamos…

-Yo entiendo, pero por lo menos cierren bien la puerta.
-¡Cállate Miroku!

-¿Qué son todos esos gritos?- La exterminadora de demonios entro al cuarto.

-Nada, Sango, es que el monje esta mal interpretando todo e Inuyasha esta furioso.

-Pues, yo no veo que hay que mal interpretar, se ven muy lindos de ese modo.

-¡QUE!- Los dos soltaron un enorme grito en cuánto se dieron cuenta de que aun seguían abrazados el uno al otro, con torpes movimientos se separaron, pero cayeron al suelo, quedando Inuyasha encima de Kagome.

-Ven que bien se ven.

-¡No!- Inuyasha se levanto rápidamente, la azabache no se quedo atrás en cuanto velocidad se refiere, salio rápidamente del cuarto llevándose a Sango de la mano, casi a rastras.


Ya bastante recuperada, casi se tropieza en las escaleras de lo rápido que iba, la pobre de Sango solo corría detrás de ella sin pronunciar palabra. En cuanto llegaron a la cocina la azabache se detuvo de golpe y soltó a su amiga, con tal fuerza que casi la tira al piso.
-Kagome, comprendo que estas enfadada- Sonó algo comprensible- Pero no tienes que desquitarte conmigo.

-Lo siento Sango, pero es que no esperaba esto, aunque…- Su expresión cambio, había recordado su pregunta anterior- ¿Cómo llegaron hasta aquí?

-Pues… ni nosotros sabemos, una youkai muy extraña tocó un extraño instrumento, luego de eso nuestros cuerpos no respondían, nos hizo caminar hasta el pozo, a su excelencia le dio unos fragmentos de cristal y nos ordeno saltar.

-¿Unos cristales?

-Cuando subimos ya no era nuestra época, e Inuyasha estaba de este lado con varias heridas en el estomago.

-Inuyasha… ¿estaba herido?- Se levanto y corrió hacia su cuarto en busca de Inuyasha.

-Espera Kagome- De nada sirvió, la miko ya se encontraba subiendo las escaleras a toda velocidad, la exterminadora solo suspiro y se levanto dispuesta a seguir a su amiga.- Ah… Lo que hace el amor.


Ya arriba en el segundo piso, Kagome entro a su cuarto y se encontró a Inuyasha a punto de golpear a Miroku… con la base de su cama.

-Señorita- Miroku, estaba muy asustado- Por favor sálveme.

-Inuyasha, deja MI CAMA en su lugar.

-Feh… ya veras monje, tarde o temprano te daré tu merecido.-Acomodo la cama en su lugar y salio del cuarto.

-Gracias señorita, ese loco me quería asesinar, parece que no le agradó mi intromisión en su cuarto. ¿Por qué seria?

-Eh… no lo sé, jajaja- Su sonrisa era mas que falsa y un notable sonrojo tiño sus mejillas. Fue rápida para escapar de ahí, bajo a la cocina y vio a su familia platicando con Sango, atrás de ella llego el monje Miroku y se les unió, Inuyasha no estaba por ningún lado, era la oportunidad perfecta para poder escapar.


Con cautela de no causar ningún ruido salio al patio del templo, caminando despacio se dirigió al pozo devorador de huesos para contemplar un poco sus recuerdos.
-Por aquí llegue a la época antigua el día que cumplí 15 años, ahí conocí a Inuyasha… de saber que dolería tanto, nunca hubiera deseado…

La ciudad al caer la oscuridad
Esta quieta como el mar.
Soledad siento al caminar
No veo cerca un final.

​

-¿No hubieras deseado que?- Una voz proveniente de un hombre a sus espaldas, la hizo reaccionar, dando un pequeño salto.- Vamos, respóndeme… ¿no hubieras deseado que?

Una voz de lejos me guiará
Con mi oscuro corazón
Buscaré una suave luz
Azul brillante
Por siempre distante.

​

-El conocerte- Su voz era entrecortada, cuanto dolor sabia que le causarían esas palabras cuando las escuchara.

-Pero no importa, ya no puedes arrepentirte de nada.

-Lo se- Con dificultad trato de mostrar una sonrisa, pero no lo logro, solo atino a hacer una cara que mas bien parecía una mueca.

¿Por qué te tuve yo que conocer?
Desde mi alma yo te llamé.
Que importa si te alejaras de mí otra vez
Te podré escuchar.

​

-Yo no me arrepiento de nada, y si lo hiciera no importaría, nada se puede cambiar.

-Exacto, los sucesos del pasado difícilmente se pueden cambiar, pero los hechos por venir aun tienen que ser definidos.

Brillará dentro de cada lugar
La plateada intensidad.
Rezaré para que tú estés
Mirando como
Camino hacia tí.

​

-Así es, pero tú no quieres definir lo que pasara con nosotros.

-¿Qué podría pasar?- Un tono de ironía exaltaba su voz- ¿Qué me vuelvas a destrozar? ¿O que yo termine destrozándote?

-¿A que te refieres?

-Si tú no me amas, seguirías lastimándome, pero si lo haces no creo volver a confiar en ti… Sabes lo difícil que es sanar una herida interna ¿verdad?

-Yo… creo que lo entiendo.- No pudo evitar exhalar sus palabras con un deje de melancolía, ¿Quién mas que el para saber lo difícil que aquello era? una herida así, no se cura tan fácilmente como las físicas. Pero… el que ella lo dijera, así de ese modo, lo lastimaba aun más. “No tenia idea de cuanto te había herido”

​

¿Por qué me tuviste que conocer?
Ya no podré olvidar este dolor
Que importa si ignorase mi corazón​

​

-Es el dolor Inuyasha, lo que siento es solo dolor, no importa cuanto lo trate de evitar, me duelen tus palabras. No importa si son ciertas o no… me lastiman

-¿Por qué no puedes confiar en mi?

No te abandonaré
No te dejaré ir
De la mano te sostendré.​

​

-Es lo mismo que yo me pregunte hace mucho… ¿Por qué tu no pudiste confiar en mi?

-Si lo hice Kagome

-¿De verdad crees eso?

-Yo… yo digo la verdad.

-Pues sigue creyéndolo, pero sabes muy bien que no es así. Sabes… últimamente he pensado mucho y he decidido que no puedo seguir así, estos sentimientos tendrán que desaparecer.

-¿De que hablas?- El hanyou reacciono sorprendido, estaba temeroso por la respuesta, sabia muy bien que era lo que trataba de decir, lo que significaban aquellas palabras.

-Lo olvidare… olvidare el hecho de que alguna vez sentí algo por ti, el hecho de todo lo que sufrí, simplemente haré como si nada hubiera pasado.

​

¿Por qué dentro de tí lo más especial encontré?
Ya no podré olvidar este dolor


​

-Ni siquiera me darás una oportunidad ¿verdad?

-Tu la tuviste- Espero alguna reacción del hanyou, al ver su decaimiento, continuó.-Y aun la tienes, pero tendrás que buscarla, si en verdad me quieres a tu lado, tendrás que demostrármelo, y también… dejarme en paz.

-No lo haré, jamás hasta que estés de nuevo conmigo.

-¿Es que no lo entiendes?, necesito pensar.

-Y lo puedes hacer, mientras viajamos.

-Pensar, lejos de ti.- Giro su cuerpo para quedar al frente de el y encararlo.- Necesito alejarme un tiempo de ti.

-Aceptare a cambio de algo.

-¿Qué es lo que quieres?

-Darte algo en que pensar.- Su mandíbula se ensancho en una sonrisa arrogante, tal como lo era él. Apresó el rostro de la azabache entre sus fuertes manos, y la acerco más a su rostro.- Ahora si no te podrás escapar.- En un brusco movimiento junto sus labios con los de la azabache, un forcejeo por parte de ella lo hizo retroceder un poco, pero rápidamente fue cediendo ante el ritmo del hanyou, cada movimiento imprimía mas fuerza por parte de el.

​

Que importa si ignorase mi corazón​

No te abandonaré
Nunca... nunca...​

​

El beso era cada vez mas apasionado, Ninguno de los dos quería separarse el uno del otro. Pero ese mágico momento se vio interrumpido por la aparición de una sombra, que salto del pozo y tomo a Kagome por los hombros, dando un pequeño salto se coloco del otro lado del pozo con la azabache en brazos.
-¡Suéltala!- Grito Inuyasha desenfundando su espada.

-Tu eres…- La azabache lo miro a los ojos.


Por cierto la cancion se llamA Ningyo Hime (Princesa sirena), si quieren nel link del video favor de avisarme en mi perfil.
HaSTA aquí les dejo, la tarea es adivinar quien es, creo que ya lo sabrán. Una noticia, para las que no entendieron bien quien es Lin, el próximo capitulo lo haré especial para explicar todo. Les deseo un buen fin de semana. Namarie.

 

Re: Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

Muchas gracias a: inuykagXever, windmiko, kagoinumaru, Barbie girl y atodas la que borraron post, también a las que nunca postean.

Capitulo 22

La noche densa, ya era costumbre verla de ese modo, desde que ella se marcho, pero ahora, eso no importaba… ¿y que podía importar? si ella ahora estaba entre sus brazos sumida en un profundo beso que él le estaba robando y por fortuna ella correspondía. Pero quien iba a pensar que la silueta de un hombre saldría del pozo para separarlos de un momento que tanto ansiaban ambos.
-¡Suéltala!- Gritó Inuyasha desenfundando su espada.

-Tu eres…- Ella lo miro fijo a los ojos de color dorado que desprendían fuego en contra de la persona a quien estaba dirigida su mirada, a Inuyasha, aunque aparentemente no hubiera motivo, al menos no un motivo conocido para ella.- Tu eres Sesshomaru, ¿Qué haces aquí?

-Sesshomaru- Le llamo Inuyasha furioso, lleno de rabia por su intromisión, y que además el que se atreva a cargarla de esa manera… ¡A su Kagome!- ¿Qué haces aquí? ¿Y como rayos atravesaste el pozo?

-Eso no es de tu incumbencia Inuyasha, tengo algo que hacer con ella.- El hanyou lo miro lleno de fuego en sus orbes doradas, una sonrisa amplia se dibujaba en el rostro de su medio hermano por haberlo hecho enfurecer así… ¿podía acaso ser Sesshomaru mas feliz?

-Maldito Sesshomaru.- Esto empezaba a desesperarle, ella seguía cargada entre sus brazos, y aunque sabia bien que su hermano jamás tendría ninguna otra intención, su sangre ardía en los más profundos celos.

-Inuyasha…-Kagome quería acercarse a él, pero recordó que estaba aun sujeta entre los brazos del apuesto youkai.- Sesshomaru…- Él la miro fijamente, con esa extraña frialdad en los ojos, pero ahora era diferente, notaba cierta ira en sus ojos, pero ¿Por qué?, no había razón para esa mirada.-Bájame ya- le exigió, la mirada de él fue aun mas extraña, como si no le agradara la idea, pero aun mirándola de esa manera Sesshomaru solo abrió sus brazos y la dejo caer al suelo.

-Idiota, ¿Por qué le hiciste eso a Kagome?-Inuyasha apunto a su medio hermano con su espada, pero Kagome se interpuso entre ambos.- Kagome… ¿Qué haces?

-No quiero peleas en mi casa… ¿Entendiste?

-Pero él comenzó.- Kagome sonrío a Inuyasha, de una manera muy especial, dándole a entender que no debía molestarse. El hanyou solo con verla de ese modo se sonrojo furiosamente, hacia tanto que no la veía sonreír, y sobretodo, para él.

Pero la alegría le duro poco cuando recordó la causa de su disgusto, sin duda era el que su medio hermano estaba ahí, en esa época y además la cargo a ella… ¡a ella! Sesshomaru observaba molesto la escena, detestaba esas demostraciones de sentimientos, pero una leve sonrisa que apenas si articulo vino a él al saber que era el encargado de evitar esas situaciones. Definitivamente disfrutaría cada momento fastidiando a Inuyasha, Kikyo pensó muy bien las cosas antes de enviarlo a ese lugar, sabia bien que el youkai no vacilaría en intervenir durante todo momento.

“Aún queda algo que hacer”

Él no tardo ni un minuto mas, su deber estaba ya demasiado prolongado como para seguir tardando mas. Sesshomaru, en un rápido movimiento se coloco detrás de Inuyasha y le dio un golpe débil en la nuca, seria débil pero con la fuerza utilizada el hanyou sintió un extraño dolor.
-¿Por qué hiciste eso maldito?- El ojidorado estaba histérico, todo lo que hizo y además ¿se atrevía a golpearlo? Eso si que no lo iba a tolerar, tal vez lo perdono por la intervención de Kagome, pero esta vez ni ella podría detenerlo.

El hanyou se abalanzo contra su medio hermano pero algo incomprensible ocurrió… él ataco con su espada, pero justo antes de llegar a tocarlo la espada se detuvo, era como si un campo lo protegiera, alejo su espada tratando de ver que era lo que pasaba pero su vista fue sorprendida con algo que no hubiera imaginado jamás. La imagen de Sesshomaru y Kagome frente a el se desvanecía, poco a poco, y dejando taras una inmensa oscuridad donde nada era visible, solo un color negro intenso rodeaba el lugar, se encontraba solo.
-¡Kagome!- Inuyasha grito frustrado de no obtener una respuesta mas que el eco de su propia voz.- ¡Maldición! ¡Contesta Kagome!- Otra vez la única respuesta fue el eco de su voz, la frustración se apoderaba de su ser, ¿Qué era lo que estaba pasando?

Inuyasha… abre tus ojos​

​

-¿Quién eres tu? no puedo verte, ¿Dónde estas?- Una voz extraña proveniente del vacío lo inquieto aun mas, una voz femenina muy familiar le pedía abrir sus ojos, pero ¿Quién era ella?

Abre tus ojos​

Las palabras resonaron por el lugar, Inuyasha se desesperaba mas, era absurdo que escuchara eso, ¿Qué acaso no veía que estaba con los ojos abiertos?
-Escucha…-Inuyasha alzo su voz.- Por si no lo sabias tengo mis ojos abiertos, así que deja de decir estupideces y muéstrate.

Tú eres el que no entiende, abre tus ojos.​

-Esa voz…- Ahora el tono de ella era por fin reconocible para el ambarino, ¿Cómo no se dio cuenta desde antes?- Vamos muéstrate de una vez… Kikyo.

Un intenso brillo deslumbro entre toda esa oscuridad, la luz proveniente de una distancia cercana envolvía la silueta de una mujer de cabellos negros y piel nívea. Inuyasha corrió para hacerle frente a aquella mujer hecha de barro, ¿Cómo era posible que todo esto pasara? El estaba en el pozo junto a Kagome y Sesshomaru, pero después de que el lo golpeo en la nuca todo empezó a ser demasiado extraño. Quiso atacarlo pero una barrera invisible se lo impido, después se alejo un poco tratando de intuir lo que acontecía, pero en ese instante todo se volvió tinieblas y penumbra, ahora se encontraba solo en aquel extraño lugar y, de alguna manera, la voz de ella era lo único que le acompañaba entre aquellas sombras.

“Kikyo… Sesshomaru… ¿Habrán tenido algo que ver en esto?”

Por fin logro llegar ante el semblante de la joven sacerdotisa hecha de barro, su cuerpo parecía tan frágil y carente de color como siempre, su cabello negro destellaba, era aun más intenso que la propia incertidumbre del joven de ojos ambarinos. Su rostro lucia sereno, frío y calculador, como siempre había lucido, como siempre había actuado frente a él. Ella nunca mostró ninguna debilidad frente a él, ya que en el fondo, y bien lo sabia el hanyou, no confiaba en él. Por eso sobrevino todo lo pasado, la traición, la venganza de ella… tantos problemas se hubieran evitado si alguna vez hubieran confiado el uno en el otro.
-Kikyo, ¿Qué es todo esto?

-…-No hubo respuesta por parte de ella.

-¡Vamos! ¡Contéstame!- Su indiferencia hizo estallar al hanyou quien estaba desquitándose de la única manera en que conseguía hacerlo.

-¡Cállate!- Kikyo le hizo frente y le grito a todo pulmón, no le gustaba rendir cuentas a nadie, y mucho menos a el. Inuyasha la miro sorprendido, jamás la había oído hablarle de esa manera.- Estas a punto de arruinarlo todo.

-Ki-Kikyo, ¿de que estas hablando?

-No debes acercarte mas a ella, si es que quieres que ella siga siendo libre.

-¡Maldición! ¿¡No entiendo a que maldita cosa te refieres!?

-Imbesil.-Sus ojos cambiaron de expresión, ya no era su mirada gélida que lo miraba todo con indiferencia, ahora sus ojos reflejaban un profundo rencor que había mantenido al margen durante tanto tiempo, pero no era un rencor contra él, sino contra ella misma, por seguirlo amando, por tener que hacerlo infeliz con todo lo que pasaría, pero… era la única forma de mantenerlos a salvo, a él y a su reencarnación. Pasara lo que pasara, siempre había tenido un rencor especial contra ella por haber cautivado el corazón del hombre que tanto amo, pero en el fondo, sabia que esa niña no era la única culpable, sino también ella misma, no se perdonaba el nunca haber confiado en el que creía, era el amor de su vida.- La profecía de la tercera existencia se debe cumplir, no debes interferir si quieres que Kagome salga libre de esto.

-No entiendo Kikyo, por favor explícate mejor.- Inuyasha modero su voz, necesitaba hablar con calma, Kikyo estaba exhausta, lo notaba en sus ojos, algo malo le pasaba, pero no le preguntaría después de todo ¿serviría de algo? Kikyo no demostraría su debilidad ante nadie, menos ante el, y sobre todo si se encontraba preocupado.

-Abre los ojos Inuyasha

-¿Como quieres que los abra?, ¿Qué no me ves?, no los he cerrado ni un instante

-Entiendo, te niegas a abrirlos, no tengo otra opción…- Una nueva luz mas brillante que la que salía del cuerpo de la miko apareció frente a sus ojos, el destello era tan cegador que tuvo que cerrar sus ojos.

-Abre los ojos.

-¡Maldición! ¿Cuando rayos dejaras de decirme eso Kikyo?- El hanyou abrió los ojos, tal como ella le ordenó, pero esta vez todo fue diferente, de nuevo estaba en el templo, a un lado del pozo en la época actual.- ¿Volví?

-Escucha con atención, claro si quieres salvar a esa niña que es mi reencarnación.

-Esta bien, te dejare hablar, pero después tendrás que responder muchas preguntas.

Kikyo negó levemente con la cabeza, lo cual paso desapercibido por el ojidorado quien se entraba confundido, sobre todo porque al mirar a su alrededor ni Kagome, ni Sesshomaru se encontraban cerca, ni siquiera un rastro quedo de ellos.
-Existe una profecía en el templo de las laderas del monte Fuji, tú ya has estado en ese lugar.

-Es verdad, es el templo donde me encontré con Maru y los monjes extraños.

“Son mas cercanos a ti de lo que tu crees Inuyasha, solo espero que jamás te enteres, si lo llegas a saber… el futuro podría no cambiar nunca”

-Inuyasha… Hace más de 150 años vivió una gran sacerdotisa muy poderosa llamada Lin, ella fue la primera mujer en obtener poderes espirituales en este mundo. Todas las sacerdotisas descienden de ella, hasta la creadora de la perla, Midoriko.

-¿Y eso que tiene que ver con Kagome?

-Tan intranquilo como siempre ¿verdad Inuyasha?- Kikyo esbozo una ligera sonrisa, algo que siempre le gusto de él era su inquietud por todo.- Una leyenda presagiaba la creación de la perla que destruiría la humanidad dentro de varios años, la única con el poder suficiente para detenerla era aquella sacerdotisa, pero no contaba con los años suficientes de vida para ver su creación. Todos los monjes de aquella época, preocupados por el bienestar de la humanidad en un futuro, se reunieron para conceder una parte de de sus poderes a Lin. De esta forma ella reencarnaría cada doscientos años, hasta que la perla apareciera en este mundo.

-Pero aun no ha nacido ella, ¿verdad? Porque la perla sigue presente en este mundo.

-Te equivocas, ya ha nacido dos veces, la primera vez que encarno nació yo. Es por eso que la perla llego a mis manos, fue el destino pero tal y como dice la leyenda, la segunda existencia no seria capaz de llevar a cabo su labor y moriría de forma cruel si no liberaba su alma del lazo que la unía a esa joya.

-¿Quieres decir que tu muerte ya estaba predestinada?

-De cierto modo, yo nunca logre romper mis lazos con esa joya, era natural que si esa joya traería la destrucción de la humanidad, mi muerte seria algo fácil para ella.

-Kikyo… lo lamento mucho, si tan solo hubiera deseado antes ser humano, tu no hubieras muerto.

-No te sientas culpable Inuyasha, tal vez por mi ya no hay nada que puedas hacer, pero aun puedes salvar a Kagome de dejar su vida encadenada al poder de la perla.

-¿Qué es lo que tengo que hacer?

-Debes de evitar que ella se debilite, o no tendrá las fuerzas necesarias para purificar por completo a la perla.

-¿Y como diablos hago eso?

-Debes de dejarla marcharse sola, ella tendrá que aprender por si misma a ser fuerte, además… como bien sabes, el amor es un sentimiento que debilita al corazón, si tu sigues intentando amarla, su corazón cederá y toda esperanza de destruir a la Shikon no Tama se hundiría.

-Pero yo no quiero alejarme de ella…

-Inuyasha… hay algo mas que tu no sabes, la verdadera razón por la cual tu debilitas sus poderes.

-¿Cuál es la razón?- Inuyasha altero un poco su voz, tanto misterio lo tenia muy mareado.

-La verdadera razón, proviene de muchos años atrás, si quieres saberlo tendrás que hablar con él.

-¿Quién diablos es él?

-Tu hermano Sesshomaru.

Hasta aquí… corte y queda, vaya que esta vez me tarde, pero aparte de que no había luz mi hermana se enfermo de influenza, luego contagio a mi hermano, después a mi mama… y como se imaginaran, me toco de enfermera por no enfermarme (¡Izayoi! cállate ya y despídete, aun faltan días para que se recuperen)
Bueno Yukko, como vieron un misterio se aclara un poco mas (pero les sigues dejando mas, explicas uno, pero pones tres) Listo, mañana tengo practicas, espero poder pasar por la tarde. Namarie.

 

Re: Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

Perdon por la tardanza, tenia listo el capitulo desde el jueves pero por las lluvias se fue la conexion a internet por cinco dias. Ahora si, calladita me veo mas bonita...

Capitulo 23
“Cuestiones del pasado y del futuro”

El pozo vacío, ahora se encontraban ahí Inuyasha y Kikyo platicando, todo por decisión de ella. Aunque no era bueno que el hanyou se enterara de todo, debía de saber algo para no estropearlo todo, para destruir su vida y la de ella, de Kagome.

-Tu hermano Sesshomaru…

-Kikyo… ¿estas loca? Nunca me he llevado con él, no creo que de buenas a primeras vaya a decirme que es lo que ocurre.

-Tendrá que hacerlo, para eso esta aquí… ¿Cómo crees que estoy hablando contigo?

-¿Y porque no me lo dices tu?

-No es mi asunto, bueno no directamente, además las fuerzas se me están terminando, no puedo seguir más tiempo aquí.

-Espera Kikyo, dímelo, no te vayas de aquí.

-Inuyasha- La imagen de la miko comenzó a desvanecerse lentamente- En realidad, yo nunca estuve aquí.

-Por lo menos dime donde esta ella.

-Esta bien, volverá por la mañana, no tienes de que preocuparte Sesshomaru esta con ella.-La imagen desapareció por completo, el hanyou trato de alcanzarla pero no había nada que hacer.

-Eso es lo que me preocupa.

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Una joven de piel nívea mantenía cerrados sus ojos desde hace horas, su estado era profundo, no se había movido ni un centímetro desde que comenzó. Mantenía una posición algo incomoda, sentada directamente en el suelo y sus manos en alguna extraña manera, invocando un antiguo conjuro. Dos hombres de mayor edad la vigilaban desde el principio, tenían que asegurarse de que no fuera a utilizar toda su energía espiritual.
-¿Cuánto tiempo faltara?- Pregunto uno de los hombres que vestía como monje, impaciente por el estado de la sacerdotisa.

-No desesperes, esta a punto de terminar, del resto se encargara él.

-Dejen de quejarse, si hubiera podido escucharlos no habría logrado nada.- La joven abrió sus ojos, el destello de sus ojos marrones era realmente soberbio, algo extraño ocurría, un rastro de calidez magnificaba su hermoso color.

-¿Ha terminado señorita Kikyo?

-Si, pero veo que falta alguien aquí.- Recorrió con la mirada toda la habitación tratando de encontrar a alguien.- ¿Dónde esta?

-No esta en el templo señorita.

-Ja, ¿creen que pueden engañarme tan fácil?- Miro a una de las paredes decoradas con oro y plata. Vamos, sal de ahí… Seishirou.

-Lo siento señorita.- Un joven de formidable presencia salio de una de las paredes del pasillo.- Ha errado el lugar.- Era un joven alto, de un gran atractivo, sus ojos de color ámbar y su cabello de un destellante color plateado entre ondulado y lacio, tenia un cuerpo muy bien formado, a pesar de su corta edad.

-Deja de jugar y confiésame, ¿Qué estas tratando de hacer?

-Señorita Kikyo, sabe que yo la estimo mucho, pero él no merece a Kagome-sama, he visto todo lo que ha hecho, ha puesto su vida en peligro, la ha lastimado en varias ocasiones, todo por ese sentimiento de culpa que tiene por usted Kikyo-sama. Inuyasha no merece estar al lado de Kagome-sama.

-Esa no es tu decisión, es de ella, tal parece que desearas desaparecer tu existencia. No debes intervenir si no quieres dejar de existir. Respeta a Inuyasha, ya que muy pronto él te dará la…

-Lo sé, lo sé… pero no me gusta verla llorar de ese modo, esta sufriendo demasiado por culpa de él.

-Bien, se que te tomaste varias libertades para molestarlo cuando estuvo aquí ¿o no? Tú trajiste a Dokkaso porque sabes perfectamente que el no dudaría en fastidiarlo. Pero, me sorprendes ya que además colocaste esa flor para que la encontrara.-Alzo su mirada para ver la expresión del joven, sus mejillas habían cambiado de tono muy levemente.- Seishirou, eres idéntico a él y se que, aunque no quieras admitirlo, deseas que ellos dos estén juntos.

-Es verdad, pero no deseo verla sufrir, solo quiero que sea feliz, no merece el destino que le espera. Pero, ¿Cómo sabes que Dokkaso lo molestaría?

-Te conozco, y se perfectamente quien es Dokkaso.- Volteo su mirada para encontrarlo en la habitación, pero el también se volteo, sabia que estaba descubierto.

-Tan inteligente y astuta como siempre Kikyo-sama, a ti no podría engañarte con un disfraz como este.- Uno de los monjes se levanto, una luz comenzó a rodear su cuerpo.

-¡Espera! ¡No lo hagas!- Le grito Seishirou, pero era tarde. Una capa de piel arrugada y vieja comenzó a desprenderse del cuerpo de aquel hombre, dejando ver a un joven de excelente ver. Tenía ojos de un hermoso ámbar igual que los de Seishirou, muy intenso y cabellos lacios de color negro, como el manto de la noche que le llegaban casi hasta el suelo.- Muy tarde, ella no conocía tu verdadera apariencia.

-Eso lo hubieras dicho antes, pero ya no importa… mucho gusto señorita Kikyo, mi nombre es…

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La noche, la noche es el completo escenario de todo esto. Con su manto negro cubre y envuelve las penas de los demás abriéndoles los ojos a la verdad, nada es tan oscuro como la noche. Un joven de cabellera plateada descansa recostado en el tronco de un portentoso árbol sagrado, el mismo que esta cerca del pozo devora-huesos. Entre sus brazos sostiene delicadamente a una joven inconsciente de cabellera azabache quien empieza a mover sus parpados en un gesto reflejo por la luz de la luna. Lentamente abre sus ojos y queda maravillada de ver tan hermosa escena, pero pronto se da cuenta de donde esta y mas importante, con quien.
-Sesshomaru…- Un murmullo apenas audible.- Sesshomaru, ¿Dónde estamos?

-Has despertado, bien vámonos…

-¿A dónde? ¿E Inuyasha?

-Volverás por la mañana a tu época, por ahora solo sígueme. Solo tenemos unas horas.

-Pero necesito saber a donde vamos.

-Sígueme.

La azabache asintió levemente, no era común que Sesshomaru fuera por ella, y tampoco que hablara más de dos palabras con ella. Caminaron por un largo camino a través del frio de la noche, Kagome sentía sus pasos cada vez más débiles, su cuerpo estaba aun muy débil, no había tenido el descanso suficiente. El daiyoukai de mirada fría observaba su comportamiento de reojo, miraba suavizarse sus movimientos descendiendo su velocidad, no era el momento de decaimientos, el tiempo estaba en cuenta regresiva y cada segundo perdido daría pauta para que volviera a decaer. Sesshomaru se detuvo en seco, giro y quedo frente a ella, poso sus ojos en ella y se detuvo unos instantes en sus orbes de color chocolate, la miko quedo extrañada con su actitud pero vio un singular movimiento en sus ojos, expresando lo que quería decir sin palabras.
-Entiendo.- Una sonrisa adorno su hermoso rostro reflejando el destello de la luna en sus ojos.- Si sigo así no llegaremos pronto, pero ¿no te molesta demasiado?

-Sube.-El daiyoukai cambio su tono de voz, estaba complacido de que entendiera sus movimientos sin necesidad de explicarlos.

-Puedo caminar, no quiero molestarte. Además… debe ser insoportable para ti el hecho de estar con una insignificante humana.- Sesshomaru la miro de nuevo a ese abismo de color chocolate, Kagome asintió con la cabeza y subió con cuidado a su espalda.- Lo siento, no quise contradecirte.


Faltaba muy poco para llegar a las laderas del monte Fuji, pero la joven estaba tan cansada que no soporto demasiado, quedo dormida en la espalda del joven de mirar ambarino utilizando la estola como una suave almohada. Ella podía estar profundamente dormida pero podía escuchar entre sueños la voz de Kikyo, había sentido una profunda oscuridad y la vio, ahí estaba ella explicándole con detalles la profecía de la tercer existencia, pero… no era suficiente, aun había muchas dudas, y por una inexplicable razón sabia que alguien mas estaba en ese momento con ellas, había alguien mas que escuchaba las palabras de la Kikyo de barro.
-Casi llegamos.- Expreso él, sabia que estaba dormida peo sintió la necesidad de exclamarlo. Sabia que la dejaría en aquel ligar donde la miko de barro la estaba esperando, pero aun para el, quedaban muchas preguntas sin respuesta, cierto olor extraño, muy similar al de Inuyasha, se encontraba en aquel templo. Además había notado la presencia de un hanyou en el lugar, no… más bien de dos hanyou. Eran olores tan similares, tan familiares, pero le costaba trabajo reconocerlos. La pregunta ocupaba su mente ¿de quien eran esos aromas?

Un suave movimiento de la azabache volvió a la realidad al daiyoukai, su aroma era suave, delicado, irresistible… tan parecido al de Lin. Pero aquellos recuerdos quedaron eliminados desde que ella murió, cuando el apenas era un joven sin experiencia, sin conocimiento de lo inútiles y estorbosos que eran los humanos.

​

“Solo viven para si mismos”​

Traicionan, engañan, se destruyen a si mismos, los humanos son solo basura y escoria, pero entonces ¿Por qué? ¿Por qué tenia a una humana bajo su cuidado? ¿Por qué ayudaba a aquella mujer de barro tan despreciable corrupta por el odio y la sed de venganza? ¿Por qué ayudaba a esa joven que llevaba en su espalda? Bien pudo haberla dejado caminar por su cuenta, no le hubiera importado el tiempo que se tardaran, entonces… ¿Por qué lo hace? Quizás ni el mismo tenia la respuesta a esas preguntas, solo tenia claro lo mas próximo a ello, Lin no era aun una despreciable humana, la miko que acompaña a su hermano no es una joven singular, no es como cualquiera de esos ineptos humanos, es una lastima que provenga de esa raza tan deplorable, pero de Kikyo… nada tenia sentido, tal vez la única cosa que lo hace actuar de ese modo sea porque todas ellas están relacionadas con la sacerdotisa Lin… el amor que maldijo durante siglos.

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Inuyasha volvió abatido al templo Higurashi, su mirada reflejaba su gran preocupación por la joven que siempre conquistaba sus pensamientos, llenaba cada vacio de su vida con su inmensa alegría y una gran sonrisa que siempre era dedicada para él, para la persona que mas la necesitaba.

Ya era tarde, así que cuando abrió la puerta encontró el lugar tranquilo y solitario, todos se habían retirado a dormir. Subió por las escaleras y dio un recorrido por cada habitación, encontró a Sango durmiendo en un espacioso cuarto tranquilamente sobre un amplio colchón con el pequeño Shippo a su lado, él pequeño la abrazaba con ternura aferrándose lo más posible a la exterminadora.
-Es verdad.- Susurro el hanyou.- Desde que Kagome se marcho Shippo le tomo mucho afecto a Sango.- Quiso continuar con su recorrido pero un gran bulto atravesado en el pasillo se lo impidió, examinándolo mas de cerca resulto ser que era el monje Miroku que traía la marca de una mano en el rostro, además de una hoja de papel con algo escrito.-Vuela a hacer lo de esta noche…-Comenzó a leer Inuyasha.- y vera que no solo dormirá así, sino que soy capaz de tirarlo por el pozo. Atte. Sango. Posdata: Miroku, Sango esta muy enojada así que cuando despiertes mañana ten cuidado porque planea algo muy malo ¡ah! y me gusta mas tu rostro así. Shippo-chan.

Inuyasha levanto el rostro del monje curioso por el mensaje de Shippo y vio a lo que se refería, tenía el rostro marcado con la mano, pero estaba delineada con negro, espirales de color rosa en los ojos y los labios pintados de rojo, sus mejillas decoradas con un tono fuerte de rosa, toda una muñeca parecía el monje. El hanyou no aguanto las ganas y echo a reírse como un loco despertando a la madre de Kagome, quien fue al lugar donde estaba el hanyou de pelo plateado.
-Inuyasha, ven, debes estar muy cansado.

-Si señora, Jajaja.-Miro de nuevo al monje y pregunto.- ¿Y esto?

-Ah, pues el monje Miroku trato de dormir en el mismo cuarto que Sango y ella se molesto por lo que le dio una cachetada. Pero cuando el monje quedo dormido ella lo tomo por el cuello y lo lanzo por la ventana, ya que volvió a intentar quedarse ahí diciendo que era sonámbulo. Pero me dio tanta pena que lo metí a la casa, pero no pude más que traerlo hasta aquí, ¿Inuyasha podrías ayudarme?

-Claro señora.

-Bien, ya es tarde, tu dormirás en la habitación de Kagome ¿cierto?

-Si, ella ya esta en su cuarto.- El hanyou mintió para no preocupar a la señora Higurashi, después de todo Kagome volvería por la mañana y nadie se daría cuenta.

-Bien, iré a dormir, buenas noches Inuyasha.

-Buenas noches señora.- La madre de la azabache se retiro e Inuyasha volteo a ver al monje, sonrió maliciosamente y lo cargo. Entro a la habitación de Sango y Shippo, se acerco a la ventana y dejo caer a su excelencia desde el segundo piso. Un fuerte estruendo se escucho al caer le monje, pero ni aun así despertó.- Vaya que tiene el sueño pesado.

-Es verdad.- Una voz femenina a sus espaldas contesto en tono alegre.

-Sango, ¿te desperté?

-No Inuyasha, pero gracias por hacer eso.- Bostezo fuerte la exterminadora.-No me hubiera gustado levantarme para volver a tirarlo.- Un bostezo mas.-Tengo mucho sueño, buenas noches Inuyasha.

-Buenas noches Sango.- Salió de la habitación con cautela y se dirigió la cuarto de la azabache para descansar.

Inuyasha llego en cuestión de instantes la cuarto de la miko, coloco su mano sobre la perilla y la giro con suavidad, se detuvo por momentos para aspirar el dulce olor que había en esa habitación, una suave fragancia irresistible para el, el aroma de su Kagome. Algo imposible de explicar, su nariz aspiraba profundamente y por ningún motivo quería dejar escapar el aire. A pasos lentos entro a la habitación observando el lugar con detenimiento, miro la mesa y exaltó su rostro, una idea había cruzado por su mente. Se acerco y metió la mano en la parte superior de su haori, de él saco una hermosa flor de deslumbrante color plata, perfecta para ser admirada a la luz de la luna.

“Espero que la adore tanto como yo la adoro a ella…”

La coloco en la mesa de estudios y de un salto llego a la cama, cerro sus ojos y quedo rendido en un sueño profundo.

Espero que les haya gustado el capitulo.

kagoinumaru: ya ves que paso con la flor, bueno la plateada, aun falta la otra de varios colores y ya ves no estaba muerta (andaba de parranda) No, me quede de enfermera con mi familia que les dio influenza (¿¡porque no me enferme yo?!)

Windmiko: gracias amiga como siempre por leer y comentar, tú eres la única que no falta (y más te vale seguir así) Te prometo pasar mas rápido por tu fic, a pesar de que llueva truene o se vaya la luz en todo el estado (¡noo!) A menos que se vaya la señal de Internet toda una semana, como ocurrió esta vez. (Tengo un mal karma) Tenéis razón, Inuyasha tiene éxito con las chicas, pero no hay que pelear por el, mejor hacemos clones y cada quien con uno (y si no… ¡que comience el duelo!)


Kagometennyo: (Antes inuykagXever) lamento mucho lo que hizo tu prima (¡¡venganza!!) borrare tu Nick anterior (siempre y cuando no se me olvide) pronto lo hare, no puedo olvidarlo por siempre… ¿o si? Muchas gracias por tu apoyo, me animan a seguir el fic, aunque se que escribo en clave Morse, a veces ni yo se que enredo estoy narrando.
まずは右まで。

Les adelanto, Seishirou y ese joven seran muy importantes para las decisiones que tendran que tomar Kagome e Inu. Namarie.