Long-fic de Inuyasha - Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

Tema en 'Inuyasha, Ranma y Rinne' iniciado por Kourei, 5 Abril 2009.

?

¿Quien es mejor para Inuyasha?

Poll closed 5 Mayo 2009.
  1. Kagome

    63.0%
  2. Kikyo

    7.4%
  3. Sango

    0 voto(s)
    0.0%
  4. Las lectoras

    29.6%
Se permite votar por más de una opción.
  1.  
    kagomeG

    kagomeG Usuario común

    Piscis
    Miembro desde:
    6 Septiembre 2009
    Mensajes:
    340
    Pluma de
    Escritora
    Re: Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

    amiga:!! que paso???:S
    cuento los dias para que sea viernes... ToT llego con toodas las emosiones del mundo y pummm... NO PUEDO SAVER DE QUIEN DEMONIOS ES EL BEBE.!! ToT..!! y mas..ToT
    ademas naraku para que quiere a kagome.!!!??? , ese no se canza de aurrinarle la vida a otros.!!!
    e inuyasha no creo que se quede tan calmado.!! TIENE QUE IR A VER PARA QUE LA QUIERE.!!
    (asi o mas alterada?)
    bueno esperamos la continuacion....(buaaa..!) sayonara.!ToT
    besos.!(que no se borre.!!:@) con cariño: kagomeG y ukyo-chan

    PD: no te nos moriste verdad?
     
  2.  
    Kourei

    Kourei Acosando a Gray-sama (kagome-chan) ;D

    Tauro
    Miembro desde:
    3 Abril 2009
    Mensajes:
    782
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    64
     
    Palabras:
    2656
    Re: Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

    Perdón por la tardanza, les prometo que el viernes hay una conti muy larga. Es un capítulo dividido en tres partes. Como es una costumbre, las dejaré en suspenso en este capítulo. La frase en latín significa: Cuerpo sin alma es causa de la forma del engaño. Pronto sabrán que significa. Muchas gracias a mis fieles lectoras que me apoyan, a pesar de que soy una irresponsable xD


    Capítulo: “Conversaciones pendientes: Punto de reunión”

    No era el momento de seguir con peleas absurdas e innecesarias. Lo único que necesitaba era descansar al menos un instante, no del cuerpo, sino del alma. Un alma que se derruida a pedazos, pero esa esencia, cuando regresaba a los recuerdos del pasado sentía revivir con la dicha y armonía de aquellos días que le parecían ahora tan lejanos. Dulces y dolorosos. Porque en el instante en que su mente recaía en la realidad y lo tortuoso de esta su corazón se desgarraba más de lo que estuvo antes de pensar, evocar, sentir y revivir el pasado. Para su desgracia recordar era volver a vivir y aumentaba sus emociones progresivamente.

    Una sonrisa melancólica se delineó en sus labios sonrosados. A veces, cuando eso sucedía, se sentía una completa estúpida al pensar que el dolor que abrigaba lo acrecentaba al concebirse como una inocente víctima de las circunstancias. Pero sabía a la perfección que no era así. La decisión de marcharse a intentar algo tan absurdo fue suya, cuando, en vez de intentar quedarse y destruirlo de la manera en que pensaba Inuyasha, ella prefirió hacerlo sola. Aunque fuera un imposible, sólo porque la idea de aferrarse a esa esperanza resultaba mejor. —Esta noche deberás buscar a alguien más con quien divertirte, Kagura.

    — ¿Me quitarás mi distracción, Kagome? —Preguntó mordaz, con su arrogancia de siempre. Como cada noche de su permanencia en el castillo, ella y la mujer de ojos carmines se reunían. Sin acordar nada, sencillamente ambas caminaban por la noche hasta llegar ahí y enfrentarse. Aunque esta noche era diferente. Al ver que esa niña le sonreía con tristeza, una punzada mas parecida a la culpa se alojó en su estómago. De algún modo, entendía que la sacerdotisa tuviera esa agonía tan marcada en el rostro, pero lo que no comprendía era el por qué a ella le causaba sentimiento desconocidos, indescifrables, pero sobre todo molestos. Bajó su abanico en señal de paz, no buscaría más el enfrentamiento, ya sería mañana…

    —…—Una silenciosa mirada como disculpa fue lo que obtuvo de ella, vaya tontería por parte de la sacerdotisa. Al menos esa era la apreciación de la mujer de ojos carmines. Kagome dio media vuelta y comenzó a avanzar, la geisha no quería, pero la curiosidad fue mayor, la obligó a preguntar.

    — ¿A dónde vas? —Interrogó intentando disfrazar su voz, no hacer notar esa débil preocupación y curiosidad. —Sabes que no es conveniente alejarse de los terrenos del castillo.

    —No saldré, no te preocupes…—Esa afirmación tan despreocupada le causó molestia. Esa mocosa sabía bien de las emociones encontradas que le causaba. Al menos era algo bueno, podría mostrarse más libre, como el viento que corría entre ellas… si tan sólo pudiera desvanecerse como él. —Tan sólo quiero esta noche… quiero ser yo misma, siendo alguien más.

    —No entiendo tus palabras…—Un nuevo movimiento con su abanico para darse algo de valor, recuperar algo de la compostura que dejó ir al escuchar las palabras de la miko. —En fin, supongo que no hace falta que lo haga. —Entrecerró los ojos, fastidiada. Esa noche sería demasiado aburrida, bueno, si tal vez se concentrara en el significado de esas palabras. Dio media vuelta y un paso al frente, negando con la cabeza inmediatamente. No, era mucha complicación. Que ella hiciera lo que quisiera esa noche, porque para la geisha sería igual. —No creas que hemos terminado, mañana volveremos a vernos.

    —Prometido. —Sentenció con una sonrisa que la mujer pudo adivinar, esa niña era predecible, demasiado amigable y confiada con el enemigo. Jamás sobreviviría de lo que Naraku planeaba hacer con ella.

    *º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º**º*º*º*º**º*º*

    La noche se había asentado alrededor de ellos, indicando que era el momento para detenerse y descansar alrededor de una fogata. El día resultó realmente fastidioso para el malhumorado semi-demonio que, a pesar de todo, mejoraba su actitud en parte. Por la tarde no encontraron rastro alguno de ese ser asqueroso que veía a cada instante. Miroku y Sango empezaban a tacharlo de loco, pero él sabía con certeza que los estaba observando, vigilando. Todo con tal de que no encontraran a Kagome.

    El sólo pensar que ese inmundo ser fuera capaz de tocar a su pequeña sacerdotisa le hervía la sangre, nadie más tenía derecho a tan siquiera admirarla, Kagome era de su propiedad y si bien ella se marchó de su lado, él la recuperaría como fuera. —Inuyasha… ¿me escuchas? —Con su mano derecha cogió la oreja canina, del mismo lado y la jaló hacia abajo para atraer su atención. Un suspiro de dolor escapó de sus labios y la castaña sonrió al ver la mirada de reproche que ponía, parecía un niño regañado. —No me ignores cuando hablo…

    —Eso dolió, Sango. —Exclamó, con el puño sobre el rostro del monje, el cuál emitió una suave exclamación.

    —Inuyasha, fue Sango, yo no tuve nada que ver…—Apoyándose de señas con sus manos trató de defenderse, pero el semi-demonio seguía en la misma posición.

    — ¡Feh! Como si fuera a lastimar a una mujer así. —Su puño se retiró del rostro y al monje le quedó una marca medio amoratada en el rostro, se veía ridículo. La castaña no contuvo las ganas de reír y se soltó libremente a hacerlo.

    —No te rías de mí, mi Sanguito... esto lo recordaré cuando nos casemos. —Miró de reojo a la exterminadora que empezaba a pintar su rostro de tonalidades del rojo, un sonrojo efusivo que al monje le hizo sonreír satisfecho. Cuando ella lo vio así iba a reclamar algo, pero el repentino alzamiento del hanyou le hizo detenerse. — ¿Qué pasa Inuyasha?

    —Tengo que irme, volveré después. —Lo más rápido que le fue imposible abandonó el lugar donde estaba sentado, aún ignorando los gritos de sus amigos. Aunque eso ya era una situación normal para él.

    Con el máximo ritmo se adentró en el bosque buscando su objetivo con ansias. Desde el sitio anterior le había llegado el inconfundible aroma de la sacerdotisa de barro. Necesitaba hablar con ella, después de un año de no verse, quería aclarar tantas dudas, tantas cosas sin sentido. Saber que ella estaba bien, a pesar de lo mal que podrían haber terminado la última vez.

    Pero si ella lo llamaba después de tanto tiempo debía ir, algo importante debía ser como para hacerlo. Tal vez algo sobre Kagome…

    En la densidad del bosque la luz apenas y llegaba, aparentaba una noche próxima a llegar, pero gracias a sus ojos no humanos distinguió una silueta en medio de tanto follaje oscuro. Los ojos de color ámbar lo miraban con arrogancia y sigilo, mientras la sonrisa engreída que le dedicaba poco a poco cambiaba por una más gentil. Si no fuera por el olor indiscutible que tenía y aquel color de ojos ya lo hubiera atacado sin pensarlo dos veces, nadie podía verlo de ese modo.

    Observó alrededor para ver a las serpientes caza-almas que comenzaban a rodearlo. Buscando con la mirada a la dueña de tales seres espirituales. — ¿A quien buscas, anciano? —Cuestionó con la típica actitud tan característica de él. Mal elemento a heredar de la genética de su abuelo. Inuyasha lo observó de forma intimidante, sus colmillo salieron a relucir por sobre sus labios, apretándolos un poco. —Ni por esa mirada me retractaré, abuelo.

    — ¡Feh! —Se cruzó de brazos, molesto. Y le arrancó una sonrisa al joven pelinegro, pensar que en realidad se parecían tanto. Alguna vez el abuelo de su época le dijo que se parecía mucho a él, cuando era joven, aunque no le gustaba admitirlo, él tenía razón. Pero al verlo así, de frente, comprendía mejor porque ese Inuyasha se refería a este como “alguien más” —Deberías tener más respeto por tus mayores, mocoso.

    —Debo admitir que extrañaba oír eso… nadie más puede usar el “feh” como tú, Inuyasha—Volvió a sonreír, pero no debía olvidar el motivo por el que estaba en ese lugar. Mandado por la sacerdotisa que más respetaba, dispuesto a llevarlo con ella. Sus ojos destellaron en la inmensidad del abismo oscuro que los separaba, incomodando al albino. —Bueno, dejando de lado tu amplio vocabulario…

    — ¿A qué has venido? —Cuestionó, cruzándose de brazos en su pose común y engreída.

    —Vamos… Kikyou necesita hablar contigo…

    *º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*

    La primera noche que llegó a aquél castillo lo recorrió por completo en una noche, debido a la intranquilidad que le causaba el estar en un nuevo lugar, insegura de si mañana despertaría con vida. La falta de emociones poco a poco la iba dominando, la comprensión, la amabilidad, la compañía y el cariño de sus amigos le hacía tanta falta… sentía como si el corazón se secara a un ritmo lento y pausado, ocasionando mas dolor del necesario para esos días. Noche tras noche recorría el lugar, tan sólo para dejar de pensar y sentir que podía observar algo más que su reflejo lleno de lástima por si misma.

    Un leve destello iluminó sus ojos al ver el punto de encuentro de cada noche, una especie de pequeño altar para rezos, seguramente instalado antes de que Naraku se llevara el castillo. Caminó con su ritmo y entró al sitio, la pagoda de construcción mínima elaboración estaba en gran decadencia, las paredes de madera crujían al menor peso apoyado y parecían ceder en cualquier momento. Pero a pesar del peligro que representaba ella entró.

    Era el tiempo de entablar una conversación con su vida anterior, desde aquella vez no tenía idea de que habría sucedido, necesitaba datos y por supuesto, nadie más podría dárselos debido a las circunstancias. La mariposa azul ya se habría adelantado lo suficiente para llevar a cabo su plan de esa noche.

    Adoptó la posición específica para rezar, uniendo sus manos con un rosario de cuencas plateadas, obtenido de ese sitio. Concentrada en su rezo para sentirse libre, así sería precisamente. Una noche de libertad. Como las palabras que le dijo a Kagura, saldría de la jaula a la que ella misma se sometió, para volar libremente hasta donde su alma descansara tranquila. Ser la misma Kagome, aunque en una persona diferente. El color plateado del rosario emitió una luz cegadora, aumentada cada instante por la energía de la sacerdotisa, esta se empezó a extender por todo su cuerpo, formando una delgada capa que la rodeó. —Corpus exánime causa formae fraudis. —La frase salió, y su cuerpo cayó al frente, sobre la madera. La frase en latín, proveniente de los conocimientos recibidos por su ser futura, la habían dejado inconsciente.

    *º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*º*


    N/dp: Perdón por la tardanza de una semana, pero me sucedió un accidente con el capítulo ToT Resulta que mientras escribía el viernes pasado el capítulo de un nuevo fic (Skip Beat! pueden estar tranquilas, ya son suficientes los cincos fics de Inuyasha que mantiene al mismo tiempo xD) Bueno, ¿prosigo? (no *menea la cabeza*) grrr… les decía, ya llevaba varios capítulos escritos de diversos fics, pero un apagón me interrumpió, y cuando encendí de nuevo la compu el último que había escrito (o sea, la conti de este fic) ToT ¡¡¡se borró!!! ToT Intenté rescribirlo pero me ganó el sueño y la anemia. (Es que no quiso desayunar porque se acabaron sus galletas favoritas) ToT Amo las galletas cubiertas de caramelo.

    En fin, otra vez perdón por todo (en especial a KagomeG, que siempre nos manda tan “sutiles” comentarios acerca de esperarnos) El capítulo anterior me había quedado bien, pero con este me da mas pauta al desarrollo :D Esperen dos grandes baches (por el tiempo) pero bueno… les adelanto que el próximo tratará sobre la relación de Kagome y Kikyou, además del comportamiento inicial de la misma.
     
  3.  
    Pan-chan

    Pan-chan Fanático

    Libra
    Miembro desde:
    6 Enero 2008
    Mensajes:
    1,171
    Pluma de
    Escritora
    Re: Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

    Nuevamente me reporto a leer tu historia, estuvo algo corta y a decir verdad me dejaste con varias dudas encima xD (como si eso fuese raro en ti) pero bueh...

    Me gustó la parte en que Kagura y Kagome tuvieron esa pequeña plática, la forma en que describiste los sentimientos de Kagura me pareció la más apropiada pero debo admitir que no pude comprender muy bien la parte donde Kagora dice el conjuro y cae al suelo inconsciente. ¿Tiene eso algo que ver con el encuentro de Inuyasha y Kikyo? supongo que tendré que esperar para averiguarlo.

    Ese nieto de Inuyasha siempre me hace reir xD de tal palo tal astilla, me pregunto qué es lo que van a hablar Kikyo e Inuyasha : / no puedo esperar ToT
     
  4.  
    kagomeG

    kagomeG Usuario común

    Piscis
    Miembro desde:
    6 Septiembre 2009
    Mensajes:
    340
    Pluma de
    Escritora
    Re: Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

    hola.! sama.! como siempre me dejaste con la baka maldita intriga.! buuaaa.!! ToT
    no saves como fueron estas semanas sin tus continuaciones (fueron taaan horribles) todos los dias pasavamos por tu FF aver si ya avias pues to continuacion (enserio que no nos despegavamos de la lap hasta la 1 o 2 AM.! ToT jeje, pero valio la pena.! ya que amo las converzaciones de seishirou y su abuelo... ajajjaa.! me mató la frase..."—Bueno, dejando de lado tu amplio vocabulario…- " jajajaja.! y tiene mucha razon, haun que kagome se super sorprendio con lo ultimo, era ella o "ella" del futuro?, aveces me revuelvo con esas partes, me imagino que fue ella, no?, pero por que dijo eso?, quiso entrar en tranze???
    como reaccionará inu, al ver a kikyo como mariposa?, no creo que kikyo aparesca en forma humana.. o si?

    bueno, esperando con ansias tu prox capitulo, (el anhelado viernes) sii.! super capitulo.! (conste que nos lo prometiste eee??!) siii.!
    sayonara.! besos.! y habrazos.! (esperamos que no se te valla la luz.. si no.. dinos que compañia es para...) ya ukyo.! tus comentarios, no espantan a nadie.. (-.- hablando de eso, haorita nos lanzamos a la clinica heee??,) ok.!

    con cariño.! kagomeg y ukyo.chan (tuusss fiiieles admiradoras.!)
     
  5.  
    windmiko

    windmiko This is war

    Escorpión
    Miembro desde:
    2 Noviembre 2008
    Mensajes:
    825
    Pluma de
    Escritora
    Re: Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

    O es mi imaginación o Kagome está cambiando de mujer tierna y adorada a una valiente y decidida; me diste esa impresión en las primeras escenas de Kagura y Kagome. También la escena que me atacaste de risa fue cuando InuYasha golpeó a Miroku sabiendo que fue Sango la culpable, siempre lo he dicho, él es un caballero :); una escena apareció así en la película dos: el castillo detrás del espejo, cuando iban a entrar en el castillo, minuto… Éso no me lo sé u_u;
    Estuvo hermoso este capitulo, en verdad que si disfrute mucho, es más, se me hizo algo corto por lo mismo, me entretejiste demasiado aquí sempai— ¿Éso es lo que querías? xD— me intriga como siempre lo que colocas al final, es algo digno tuyo y algo que te caracteriza.
     
  6.  
    Kourei

    Kourei Acosando a Gray-sama (kagome-chan) ;D

    Tauro
    Miembro desde:
    3 Abril 2009
    Mensajes:
    782
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    64
     
    Palabras:
    3780
    Re: Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

    Mil gracias a mis lectoras, en especial a las que se toman un tiempo para dejar su post... Las quiero, mi koohai chibi (es un placer dejarlas en suspenso), Pan-chan (El conjuro es para algo que veras en este capítulo), kagomeG (ya esta el capítulo, basta de reclamos) y bienvenida a Kennikag, muchas gracias por leer ;D​


    Bueno, tienen suerte mis lectoras, ya que “Alex” por fin se ha calmado y me ha permitido salir, la cocina de mi casa parecía un lago y la calle una verdadero arroyo, pero por fin la lluvia cesó unos minutos. Mienten en televisión al decir que son días de lluvia, en realidad van cuatro, y cinco contando este. (Si llovió antes e que entrara el mentado “Alex”) Muchas gracias y como prometí un capítulo mas o menos decente… ah, que modesta soy ^//^ (¿Ah, sí? *Sarcasmo*)

    Mil gracias por esperarme y por sus post, la luz de mi casa se fue por dos días… (Todo un suplicio, ¿se lo imaginan? No hay ni dvd de Sakura, Inuyasha ni xxx Holic, no hay computadora sin internet, no hay tv, ¡¡¡no hay luz apara evitar caerme como ayer en las escaleras!) Si, eso dolió mucho, fue un sentón inesperado…

    Por eso no pude constatar sus post tampoco esta semana, pero rápidamente aclarando dudas, TODAS LAS ESCENAS DE ESTOS CAPÍTULOS YA SON DEL PRESENTE, NO HA NINGÚN RETORNO AL PASADO… a menos que lo indique, claro está. La Kagome es la del presente, pero con los conocimientos de la del futuro, que se los regaló junto a sus almas. Aclarado eso, lean por favor el capítulo :D

    Capítulo: “Conversaciones pendientes: Imagen quebrada”

    Se sentía tan extraña de estar en esa posición, la misma que usaba hace cincuenta años. Los mismos pensamientos gobernaron su mente y sonrió al saber que en ese mismo instante, su reencarnación sentía lo mismo. Porque había una conexión entre ellas, porque aprendió de la Kikyou futura que podía establecer un vínculo a través de las almas que ambas poseían. Así había sabido de ella a través de un año en esa época, unos meses en la de ella.

    Cada sentimientos de angustia, de soledad y de tristeza que venía de aquella alma lo compartía, por decisión. Y cada vez que eso sucedía ella la consolaba con sus pensamientos, aunque Kagome nunca lo notara, ese alivio provenía de la sacerdotisa de barro. Kikyou se emocionaba cada vez que sentía las patadas del pequeño bebé, cada vez que creía oírlo llamar a su madre, le provocaba tanta alegría y nostalgia ala vez. Llevo una de sus finas manos de porcelana al vientre femenino, anhelando vivir lo imposible algún día, imaginando la hermosa sensación de cuidar y llevar una nueva vida en tu interior, soñando en la ilusión absurda de que ella sea madre…—Al menos lo puedo vivir a través de ti, Kagome…

    — ¿Aún no lo sabes? —Preguntó con arrogancia. Frente al pequeño altar la sacerdotisa unió sus manos para un nuevo rezo, con un rosario de cuencas moradas entre sus dedos níveos. Los cantos en latín nacieron de su garganta sin conocer el motivo, simplemente sabía que debía hacerlo por ella, por su reencarnación. Su concentración puso su mente en blanco, y un nuevo pensamiento llegó, era una petición de ella… Ahora sabía lo que iba a ocurrir en ese preciso lugar. —Tardaste en darte cuenta…

    —La sincronización aún no es perfecta…—Apretó un poco el entrecejo al sentir la presencia cercana de la joven pelinegra. Sus energía fluyeron con mayor instancia sobre las cuencas moradas del rosario. —…Ella ya está aquí…

    —Yo me largo…—Contestó la pelirroja. No tenía la intención ni la gana de reencontrarse con la azabache, desde aquella vez no la había vuelto a ver. Y hacerlo ahora le acarrearía muchas preguntas que no quería contestar.

    —Aún no has resulto los problemas con ella…—El tono burlón de su voz sólo divirtió más a la semi-demonio de poderes sagrados. Cuando su madre quería, podía ser un fastidio. Pero nadie mejor para entenderla que ella, su creación, se consideraba la hija de Kikyou y del semi-demonio Naraku, ya que ambas elaboraciones, tanto de ella como Maru se fusionaron en un solo ser que llevaba un trato. — ¿Cierto, Ningyo? —La pelirroja asintió, con los momentos de aquel trato en su mente. Maru ayudaría a Naraku, Ningyo a Kikyou, defendiendo la voluntad de sus amos según su propia fuerza de dominio sobre el cuerpo. Los ojos de la sacerdotisa de barro permanecían cerrados, aún con la misma posición.

    —Digamos que… no me he portado muy bien con ella. —Sonrió traviesa, a pesar de que la mujer no podía observarla. Realizó un ademán con su mano, llevándola a su frente, como un saludo de despedida. —Me encargaré de todo, mi ama…—Con su asombrosa rapidez dio un salto por la ventana, desapareciendo del sitio.


    La sonrisa de la mujer sucedió justo cuando la pelirroja se marchó, sabía a la perfección que la joven traviesa tenía un difícil carácter, más aún si Maru controlaba gran parte de su voluntad, pero cuando ambas se unían en las decisiones eran como una niñas… no entendía la razón del por qué la creación de Naraku no era como la esperaba. Sin embargo, el hecho de que ella fuera de ese modo, dulce y amable, aunque voluble a seguir malas órdenes, le facilitaba las cosas.

    Un pesado suspiro escapó de sus labios y una pequeña corriente de aire a su lado derecho le voló algunos de los negros cabellos, apegándolos a su mejilla. Una luz azul con demasiada prisa fue la responsable, se colocó a su lado derecho, encima de un cojín ceremonial color azul. Las alas azules, en distintas tonalidades se desplegaron, naciendo de su inicio una luz de color plateada que la rodeó por completo. El tamaño de ésta aumentaba considerablemente, creando la forma de de un cuerpo menudo, los largo cabellos negros formando rulos en las puntas, ropa de una sacerdotisa, los expresivos ojos chocolate y una sonrisa de alegría total al verla por fin. —Buenas noches, Kikyou. —Expresó feliz la joven, tratando de contener las ganas que tenía por abrazarla, conocía bien que a la mujer del pasado no le agradaría mucho la idea.

    — ¿A esto te refería con aquellas palabras…? —Cerró los ojos y asintió, regalándole una nueva sonrisa igual de radiante que la primera. — “Ser yo misma, siendo otra persona…” —Citó sus palabras, al mismo tiempo que por fin abría sus hermosos ojos marrones. Tan contrastantes con la oscura mirada de canela, la dulce miel contra el exquisito chocolate.

    —Sabes que no puedo salir de los terrenos del castillo… que la Kikyou de aquella época llevara mi alma entre sus alas era la única forma de venir…

    —La mirada marrón fue demasiado penetrante para la pelinegra, aún y después de tanto, se sentía intimidada por esa manera tan perturbadora de observar de su vida anterior. Sus dedos juguetearon entre sí, dejando en evidencia el nerviosismo en ella. —Yo, quería verte… hablar contigo, conocer…—El juego entre sus dedos se detuvo y los ojos achocolatados se elevaron para encararla. —…Conocer de tu vida, y sobretodo… darte las gracias…

    — ¿Darme las gracias? —Cuestionó, verdaderamente intrigada la mujer. No recordaba ningún momento del cuál Kagome le tuviera que dar gracias. —No sé de que me hablas, jovencita.

    —Detesto que me hables como a una niña. —Sus mejillas se inflaron levemente, como un berrinche de niña malcriada. Lo que provoco una suave risa en la sacerdotisa mayor. —Estoy a punto de tener un hijo y aún me ves como a una mocosa…

    —Lo siento, es mi manera de ser y no pienso cambiarlo. —La frase se acompañó de esa mirada fría característica, un poco de pena se alojó en el corazón de la pequeña miko. Sentía verdadera lástima por la hermosa mujer, siempre mostrando esa careta de indiferencia. Levando el peso de actuar como un ser neutral, nunca viviendo como lo que era, un ser humano, una joven mujer, alguien feliz… —Dime el motivo de tu visita, Kagome.

    —No sé cómo tomaría esto Kikyou, pero yo…—Su cabeza fue descendiendo levemente, y sus luceros desviaron la atención al suelo, que ahora parecía haber adquirido algún extraño detalle por el repentino interés que demostraba la azabache. Por la rejilla colocada sobre el altar se colaba un poco de la luz de Luna, tan hermosa como siempre. Dejando entre ver a las doncellas con su pálida tez mas brillante de lo normal, dos mujeres que eran un distinto ser, conformando una misma alma. —Realmente yo… vine sin motivo alguno…

    —Entiendo. —Agregó fríamente. Comprendía esa necesidad de Kagome de conocerlo todo, siempre preocupándose por lo demás, por ella misma, a pesar de haberla intentado matar en otras ocasiones, siendo siempre su rival en amores. Su mayor enemiga por poseer la vida que ella deseaba, que le faltaba, y de muchas maneras sentía que le arrebataba.

    —Simplemente querías saber que ocurría y no deseabas verlo a él…

    —Yo tuve la sensación de querer verte, Kikyou…—Su voz le pareció un susurro que no lograba entender. O simplemente no quería. Reconocer que un corazón tan sincero y noble como el de ella existía, a pesar de que en su vida fue pura de alma, la de ella era diferente, especial… Se preguntaba si el hecho de que la Perla estuviera dentro de su cuerpo desde su nacimiento tendría algo que ver. —No sabes cuanto te extrañé…—Entornó sus ojos para verla y encontró el desconcierto figurando en sus ojos. —Lo sé, a mi también me resulta… extraño. He descubierto que siento por ti un cariño muy especial, como el de una hermana mayor.

    —Confundes la lástima con el cariño. —Su voz empezaba a demostrar las señales de su turbación, estaba debilitada y apenas audible. — Tú no puedes tener ese sentimiento por mi… —Sus palabras parecían más para sí, como si tratar de convencerse de ello.

    —No, eres tú quien se equivoca… ¿Por qué no habría de tenerte un cariño sincero? —El silencio de la noche fue su única respuesta. Kikyou seguía en un trance del que no la veía próxima a salir. Su actitud agresiva, de la que tanto se quejaban los demás, floreció en medio de ese ambiente tenso. —No te menosprecies, es por algo que Inuyasha aún te guarda tanto cariño… lo mismo que yo, no es lástima, eso lo puedo jurar… al menos tu esencia es la misma, en cambio yo…

    —Sigues siendo de un corazón puro… esa es la razón de la envidia que te tengo. —Su semblante se mantuvo sereno, con esa careta de frialdad que la ayudaba a mantenerse de pie, con las fuerzas necesarias para poder enfrentar la maldita verdad. —Tú tienes el cariño de todos los que te rodean, lo tienes a él… tienes la vida, esa alma que me perteneció, e incluso un poder mayor que el mío… Lo tienes todo cuando yo no tengo nada, y sin embargo…—Creó una pausa, sintiendo de nuevo ir su voz al vacío, intentando recuperarla para poder continuar con el peor de sus males. —Sin embargo haces que yo… te tenga un sentimiento aparte del odio y rencor, de los celos y envidia… afecto.

    —Supongo…—Una punzada en el estómago se instauró al escuchar eso, y la culpa nació abriéndose paso a través del cúmulo de emociones en su interior. —Eso es lo que más te debe doler, que una copia como yo gane algo de tu cariño… —Sintiéndose la causante de todas esas sensaciones en la sacerdotisa de barro, culpable de vivir una vida que no había pedido. Quiso consolarla, abrazarla y decirle que nada era verdad, pero sabía cuanto le incomodaría a la joven esos actos tan espontáneos de ella. —Pero si te soy sincera, me alegra… saber eso me pone muy contenta… Y aunque conoces que yo vine sin razón de verdad yo quiero agradecerte.

    — ¿De qué? Vivir la vida que yo deseaba no es un motivo…

    —También por eso, sin tus acciones mi vida no sería igual… pero también es por aquellos momentos. —Kikyou ladeó el rostro, desconcertada, recibiendo en su acto, una sonrisa sincera que la hizo conmoverse un poco. Después de todo, Kagome no había pedido ser su reencarnación. Ser vista como su sombra, que nadie viera sus meritos, sino los de ella. Antes se había preguntado si la Perla había tenido que ver en su carácter, pero la respuesta por fin llegaba a su mente. —Yo me percataba de quien eran esos consuelos en mis noche de soledad, que las palabras de aliento eran tuyas… que tu vivías conmigo el momento más maravilloso de mi vida…—La pelinegra salía adelante por sus propios logros, jamás dependió de una ya ni de nadie, su propio corazón emanaba una luz tan fuerte que conseguía todo. —Por eso te lo agradezco…

    —Kagome, la sinceridad de tu alma me hace ver… que yo siempre seré la guardiana de la Perla, nada más… porque mi destino fue sellado en tragedia. —A cada palabra, y sin que la mujer se percatara, la pequeña avanzaba un paso hacia delante, buscando la proximidad con ella. —Ni siquiera tengo un alma que me pertenezca, ahora es tuya…

    —Kikyou…—Su susurro fue captado por la sacerdotisa, alzando la mirada para encontrar los orbes chocolates que se colocaban a su frente. El cuerpo menudo y su calor se aproximaban cada vez más, la mano pequeña buscó su mentón y lo guió hasta quedar cara a cara. Enfrentado la verdad de la situación. —Mírame y ve lo que soy ahora, no puedo vivir una existencia normal, ¿de qué me sirve un alma si no puede ser libre?

    —Yo sé que tu conseguirás liberarte, tarde o temprano…—Reclamó la pelinegra, alzando un poco su dulce y pasiva voz. Esos orbes canela la detallaban tan minuciosamente que se sentía penetrada por aquella mirada, unas pequeñas lágrimas cristalizaron sus ojos, extrañándola por esa reacción inesperada de frustración. — ¡Entiende que yo no debo seguir en este mundo, sólo soy un cadáver! —Gritó por fin, liberando de tajo esa angustia que aguardaba en el pecho. Porque si no lo hacía, sentía por dentro que algo se partía en miles de pedazos.

    —Tú no eres yo, y yo… tampoco soy yo… es nuestra realidad. —La joven sacerdotisa se abrazó al cuerpo de barro, tratando de encontrar la calidez que ansiaba sentir, ambas sufrían por la misma causa, ser un mismo ser, en dos esencias. Comparaciones entre ambas, un solo amor que no les alcanza a repartir, una joya maldita que arruinaba ambas jóvenes.

    —Aunque no nos parezca, somos una sola alma que la conforman dos esencias…—Apretó mas el agarre a su cintura, acercándose lentamente al rostro femenino. Parecían complementarse una a la otra, tantos en sus pensamientos, como en las frases que salían del corazón.

    —Nunca digas que no tienes nada, porque mi alma te pertenece, así como la tuya a mí… Kagome siempre será Kagome, y Kikyou siempre será Kikyou, pero ambas son un ser que se conforma de las dos esencias…—Sus labios quedaron a unos cuantos centímetros, la pelinegra lograba percibir en su piel de porcelana el cálido aliento que emanaba de los labios sonrosados.

    — Percibo tu calor…—Una dulce sonrisa se delineó en sus labios, rec9ordando las sensaciones que percibía en su piel cuando era humana. Nunca había experimentado lo mismo en el cuerpo de barro. —La calidez de tu corazón…

    —Porque sientes con el alma, que es aún mejor que sentir con el cuerpo. —Luces de tonos azules salieron de sus labios, recibiéndolas el cuerpo de barro que se iluminaba al contacto, almas que entregaba a la sacerdotisa. —Te entrego las almas que le pertenecen a Kagome, porque esa fue su decisión… ambas queremos permanecer contigo, Kikyou… permaneceremos juntas de distinta manera…


    El proceso terminó en cuestión de segundos. Pero ambas permanecieron abrazadas por un rato más, las suaves lágrimas del pasado rodaban en sus mejillas y las limpiaba con el dorso de su mano el futuro. Kikyou había aprendido a encontrar la pureza especial que siempre creyó ver sólo en Kagome, pero ahora conocía que ambas la poseían, porque cada una era especial a su manera. La dulce sonrisa que ella le regaló conjugaba tantos sentimientos que las palabras no tenían cabida en esos momentos, los marrones eran purificados de las crueles miradas y la frialdad que había en ellos.

    Era como ver a la mujer que quiso vivir, que existía dentro, frágil y voluble. Pero fuerte y segura a la vez. Una imagen quebrada. Eso fue lo que le ocurrió a la azabache, porque la imagen que se había formado de la mujer que la consideraba su sombra se destrozó en mil pedazos, para conocer a la que había detrás de la careta. Ambas sacerdotisas permanecían abrazadas, el tiempo les sirvió para calmarse, permaneciendo en su rostro con una sonrisa sincera. —Oye, ¿Qué intentabas hacer? —La voz masculina resonó a través de la puerta traslucida. Dos siluetas masculinas se mostraban, dejando ver claramente de quien se trataba.

    —Tranquilo Inuyasha, simplemente tenía ganas de dar un paseo antes…

    — ¡Lo único que hiciste fue hacerme perder el tiempo! —Reclamó furioso el peli-plateado. Desde que lo fuera a buscar su nieto, eran varias horas. Dando vueltas y vueltas por el bosque, justo después de que creyó ver algo que pasaba junto a ellos a gran velocidad. En ese momento su nieto asintió como si recibiera una órden y lo traía dando vueltas, recorriendo lugares sin llegar a su destino. —Maldito mocoso, te diviertes mucho conmigo…

    —No tienes idea…—Sonrió el pelinegro, dejando crecer la furia del ambarino.

    —Será mejor que te vayas, ¿o acaso quieres enfrentarlo? —Interrogó la mujer, soltándose del abrazo que había durado demasiado tiempo, nunca se hubiera imaginado así con su reencarnación. Pero es que la calidez que sentía era inigualable, como sentir en la propia piel las sensaciones de un cuerpo próximo al suyo.

    —Tienes razón, nos veremos pronto… —Sonrió, enfocando sus ojos en las siluetas que empezaban a pelear como unos niños. Cerró los ojos y su cuerpo comenzó a resplandecer en una luz platinada, muy tenue, no quería que él se diera cuenta de su presencia.

    —Kagome, antes de que te vayas, escucha lo te voy a decir… Como tú me has dicho, no pienses que sigues sola, porque somos un alma con una misión que cumplir… pero temo por ti, no porque no ceo que puedas lograrlo, sino porque… Esa bondad de tu corazón puede arruinarlo todo.

    —Permaneció en silencio analizándolo todo, ¿a que se refería con lo último?

    — ¿Kagome? —La voz proveniente del pasillo la alertó, quiso acelerar el proceso y volver a la forma de una luz. —Puedo detectar su aroma, ella está aquí…—Las sombra ahora peleaban por dar paso al lugar, Seishirou cumplía con no dejarlo entrar, mientras su abuela permaneciera ahí, pero el hanyou era muy fuerte, terco e impertinente. — ¡Hazte a un lado! —Con su mano lo empujó de manera brusca, abriendo la cortina y cortándola en pedazos. Lo que encontró frente a sus ojos le pareció sorprendente…

    —Inuyasha, te estado esperando…—Kikyou le sonreía, de la misma manera que lo hiciera hace cincuenta años. La mujer detrás de la máscara. —Siéntate, que tenemos mucho de que hablar…—Le indicó un cojín a su lado y él asintió sin tener las apalabras adecuadas al momento. Avanzó unos pasos antes de sentir un pequeño objeto volar velozmente a su lado, una luz azul que huía del lugar. No le dio más importancia y se sentó en el sitio indicado. Había detectado a su pequeña, pero tal vez las ansias por verla engañaron su nariz, confundiendo a Kikyou con ella…
    rinchibi kikyouchibi mirochibi kougachibi kaguchibi

    N/dp: ¡Kya! Me medio gustó como quedó, aunque las palabras del capítulo que se me borró, algunas frases eran muy interesantes, en fin, la idea se entiende… Ustedes tienen mucha suerte mis queridas lectoras. Los pasados cuatro días no he podido salir por culpa del huracán “Alex” y las del fic “Era amor…” me han tenido que esperar xD por suerte Escobedo es un municipio alto, las inundaciones de Monterrey no llegan… pero el municipio vecino, Apodaca, lleva el Río Pesquería y ese si nos queda cerca, también se desbordó, pero a mi colonia no llegó más que a inundar las calles… si, eran auténticos ríos…
    Espero que les guste el capítulo, ya que nos falta la tercera parte… si, me imagino que varias querían un encuentro entre ellos dos, pero les tengo algo mucho más interesante que un simple contacto visual… muajaja. Mientras escribo esto ha vuelto a llover, mi intención es ir al ciber y publicar inmediatamente, pero me tendré que mojar (¡¡Hai!! :D) Me despido, mientras esta escritora va corriendo a pedir permiso para mojarse bajo la Lluvia… con todo y anemia xD Pero, un poco de agua no hace mal ¿o sí?
     
  7.  
    Dark Phoenix

    Dark Phoenix Entusiasta

    Géminis
    Miembro desde:
    4 Marzo 2010
    Mensajes:
    157
    Pluma de
    Escritora
    Re: Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

    Hola Iza, cuanto sin pasar, Mmmm creo que ya me perdi en la historia, que mal.
    En mi mes de ausencia se produjeron muchas cosas, que bieno.
    Me gusta tu fic aunque ha tomado un rumbo diferente al que creia y habeses me da por querer patear a Aome, en fin Inu es muy lindo, pero ese maldito de Naraku...
    Bueno, me voy, suerte con tus fics, vas bien
     
  8.  
    Deji chan

    Deji chan Entusiasta

    Virgo
    Miembro desde:
    2 Mayo 2010
    Mensajes:
    101
    Pluma de
    Escritor
    Re: Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

    d.- hola chica!! ahi ese huracan "Alex" si que fue una molestia, yo vivo en apodaca y si fue un gran problema, aunque en mi casa no fue demasiado el daño, yo diria que nada....bueno vamos al fic
    ¡Cada vez te queda mejor! me pregunto que es lo que realmente quiere Naraku con Kagome, esa escena de reconciliacion entre Kagome y Kikyo fue presciosa, me alegra que ellas puedan aclarar todo, pobre Inu realmente se ve que esta sufriendo, plis!! no te tardes con el siguiente capitulo, es tan genial tu fic, ojala y pronto se empiecen a componer las cosas, al menos un poquito no?
    y la vdd a veces iio tmbn me revuelvo un poco con eso del manejo de los tiempos, ah como quiera siempre logro entenderlos, bueno, espero el proximo capitulo, se cuidan tu y Yuuko, no se me vayan a enfermar, auqnue vale la pena luego de una buena mojada,
    Sayoo!!!
     
  9.  
    Yagami Raito

    Yagami Raito Entusiasta

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Diciembre 2009
    Mensajes:
    60
    Pluma de
    Escritor
    Re: Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

    Bueno no se si es mi primer post aquí creo que estoy medio perdido pero bueno.

    Cabe decir que me gusta tu fan fic ya que tiene una historia atrayente, fresca y muy interesante.

    El episodio de turno me gusto la reconciliación de Kagome y Kikyo fue pulcra.

    Errores pues vi algunos y son:
    -------------------------------------------

    Ahí un error al colocar la palabra energía en singular, porque no ahí concordancia en el grupo nominal.
    -------------------------------------------

    Aquí el error fue la palabra orden la cual se coloca sin mayúscula

    Fueron dos errores básicos y sin ninguna relevancia con el fic o bueno eso creo.

    -------------------------------------------

    Sin más que decir os dejo.
     
  10.  
    kagomeG

    kagomeG Usuario común

    Piscis
    Miembro desde:
    6 Septiembre 2009
    Mensajes:
    340
    Pluma de
    Escritora
    Re: Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

    Konichiwa..!! Jeje (por tu culpa gaita somos la que exigen los CAP) tu callare! Jeje además que he de admitir que si presiono un poco a izayoi-sama (un poco? *sarcasmo*) bueno...
    Pues la verdad es que nos gustó mucho el CAP.. Estuvimos a punto de llorar con ese encuentro taaan tierno entre kag y kiky, haun que el principio si me quede con cara de:WHATH???!
    Pero ya le entendí mejor.., jaja y me matan de la risa los momentos entre seishirou y inu... Jajaja y quien no disfrutaría ver a inu enojado? Jaja pero... Me dejaste con la intriga de que demonios van a hablar kikyo e inu.. Además de que con eso que nos dices que no solo será un contacto visual...mmm.. Kyyaaa..!! Ni te atrevas a llegar a un beso!! Nonononononono!!!
    Bueno esperamos con ansias tu continuación!!
    Y adonde se fue Kagome??
    O la del futuro?? Todavía me hago bolas entre cuando es Kagome del presente y la otra del futuro... No me digas que habrá Kagome del pasado por que entonces mi cerebro explotará.. Jejeje
    Bueno sayonara! Sama! Besos y abrazos
     
  11.  
    Kourei

    Kourei Acosando a Gray-sama (kagome-chan) ;D

    Tauro
    Miembro desde:
    3 Abril 2009
    Mensajes:
    782
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    64
     
    Palabras:
    3274
    Re: Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

    Muchas gracias por sus post, lamento en esta ocasión por no poder responderles personalmente, en fin, ya será a la próxima.

    Gracias a kagomeG (tu eres la primera en regañarme, me sorprenió que no lo hicieras), Deji chan (gomen, te prometo que ahora si mañana me paso a tu fic), Yagami Raito (esos problemas son del maldito teclado, me fijaré mas a la otra :D) y chibi, sé que andas por ahí, no te hagas xD...

    Capítulo: “Conversaciones pendientes: Aclarando sentimientos”

    La oscuridad fue momentánea la luz de las velas. La suave corriente que traspasó por detrás de él, ligeramente, tambaleó la llama de tonos rojizos y anaranjados que daban luz. El ritmo de su pecho acrecentándose en una manera abrumadora, fue la visión de una cálida sonrisa que se desvanecía poco a poco, la razón de su asombro. Esa sonrisa no se marchaba como siempre, cada vez que estaban juntos en medio del solitario bosque, simplemente disminuía hasta tomar una cómoda posición en los labios delgados y finos de la pelinegra.

    La sacerdotisa acomodó su cabello a un lado, buscando una distracción al remolino de sentimientos que dejaba atrás el momento junto a su reencarnación. Jamás creyó que ella fuera avenir, y menos para tal situación, aunque de algún modo u otro la esperaba…

    Sin embargo tocaba el turno a hablar con él, y las cosas eran diferentes. Esa sonrisa que tenía en los labios aún no podría regalársela sinceramente. Girando su cuerpo, fue la invitación para sentarse a su lado, en el cojín ceremonial frente al altar. Además de advertirlo de comenzar a cerrar su mandíbula que quedaba a unos centímetros más de caerse por la impresión.

    La sorpresa era más que inminente, esperaba toda clase de recibimientos de parte de la sacerdotisa de barro, pero nunca algo como eso. Una sonrisa como las de antaño que mostraba una parte de su ser, se asomaba por detrás de esa careta para saludar. La tibieza de sus ojos, resplandecientes en mil tonalidades de intensidad del marrón, la calma pasiva de su voz, era agradable esa sensación, ver a la Kikyou que nunca tuvo el tiempo suficiente para llegar a conocer. La que se ocultó inmediatamente, al regresar a la normalidad. Con esos ojos fríos tan claros como el hielo.

    Mírame, ya me ves,
    Creyéndome tan fuerte, tan llena de vida.
    Dibujando sonrisas ante las miradas,
    Llevando tanto adentro y mil historias atrapadas.

    Su voz suave y entremezclada con tristeza lo llamó a su lado, única forma para llevarlo de su impresión a la plática que había solicitado antes. Mala suerte para él que su nieto se hubiera dado cuenta de la presencia de Kagome o sería un encuentro aún más interesante para la sacerdotisa. —Inuyasha…—Pidió con su voz.

    —Kikyou, me has mandado llamar…—Avanzó los centímetros restantes de distancia y se posicionó en el lugar. El cojín parecía extrañamente calido, como si una persona conocida se hubiera sentado ahí, pero era imposible. El único aroma que se mantenía en el ambiente era el de Kikyou, y otro similar, hierbas medicinales pero de alguien de más edad. —Habla de una vez.

    —Eres igual de impaciente. —Suspiró pesadamente. La noche se iba a hacer demasiado larga, se preguntó mentalmente si soportaría la situación. La careta se había caído, estaba tan prendida a su ser que volver a colocarla sería difícil… y el miedo de que se volviera a prender era angustioso. —Inuyasha. Sabes que ha quedado algo pendiente entre nosotros desde hace cincuenta años…

    — ¿Lo hay? —Se cruzó de brazos, sonriendo arrogantemente. —Siempre me has dicho que podrías hacerlo todo tú sola.

    Mírame, y hazlo bien.
    No pienses que estoy loca si ando en este rumbo…
    No, no puedo dar lo que se me robó.​


    Kikyou mantuvo su rostro oculto, comprendiendo esa arrogancia con la que se manejaba frente a todos. Pero eso no calmaba la herida, si tan sólo ambos hubieran tiempo en el pasado, todo sería tan distinto… Para él, una punzada de culpa se alojó en su estómago, haciéndolo incapaz de proseguir en su actitud defensiva. Sin la intención se defendía de ella, hiriéndola. Suavizó el amague de sus brazos y ladeó el rostro para verla por unos instantes. —Perdón Kikyou… Sabes lo que quiero decir, incluso creo que tú lo sabes mejor que yo.

    —Eso creí alguna vez. —Sentenció sin más palabras. Había una forma de saber cuando hablar y cuando no, al menos así se sentía el hanyou. Intimidado por ella, al mismo tiempo que alentado. —Esta noche necesito que hablemos tranquilamente. —Él la miró y asintió. —Seré sincera… alguna vez creí que llevándote conmigo al infierno podría seguir lo que tuvimos…

    —Kikyou. —Llamó suavemente, pidiendo permiso para proferir su opinión. Con el silencio de unos cuantos segundos, ella lo concedió. —Yo… antes te hubiera seguido al infierno, estaba tan convencido de que con eso remediaría todos los errores que cometimos, pero…

    —Sientes lo mismo que yo. —Llevó una mano al corazón, escuchando un palpitar que le conmocionó, tenía tanto tiempo sin sentir su corazón. La joven estaba en lo correcto, no por llevar un cuerpo de barro significaba que ya no era human. Aún podría serlo, en su alma. —Estuvimos a punto de cometer un grave error…

    Para volver a amar debo sentir que vivo, y no andar huyendo.
    Para poderte dar lo que un día fue mío,
    y hoy ya no lo encuentro.


    Hoy sólo busco pedazos de lo que un día fue un corazón latiendo,
    Y no por ti, no por mí.
    Sino que el tiempo, diga adiós a algún recuerdo…

    No anhelaba ningún sentimiento negativo más, los rencores de su alma fueron causando tantas situaciones que sólo la laceraban, la desconfianza que ocasionó el inicio de todo, el odio que la llevó a intentar volver al infierno, junto con él, la rabia de saber que en Inuyasha nacía un sentimiento tan, o aún más especial por su reencarnación. El odio lo quería tras, que no la siguiera a la tumba y no pensaba que el ambarino deseara lo contrario. Porque en el camino a seguir sólo significaba un peso extra que resultaba aplastante. Ella fue ahora quien ladeó el rostro, buscando los dos soles que daban sentido a tan dura existencia, aún si él no podría ofrecerle nada jamás. —Háblame de ella.

    —Al inicio, en ella veía tu reflejo. Convencido de que te odiaba, la maltraté… y no sólo eso, detestaba esa actitud que tenía con todos, tan diferente conmigo. —La mujer asintió, mientras inclinaba su cuerpo en un débil ángulo, cayendo el cabello sedoso ausente de luz, negro como el manto de la noche, cubriendo su flequillo la sombra oscura que gobernó en sus ojos. Ese gesto no pasó desapercibido y el semi-demonio trató de suavizar su voz, creyendo que con eso mitigaría el daño. —Mencionaste que ella era algo especial para mí, diferente a lo que nosotros teníamos…

    —Fue de otra manera, pero sí. —Siguió con su pose aturdida. —También te pregunté si ella significaba más para ti que yo… —Alzó su rostro, con sus ojos cristalizados por el llanto retenido. El ámbar se mezcló con el marrón, que quedó prendido de manera automática, estaba tan cerca de ella, había tanto que aclarar. Pero el sentimiento de que las próximas palabras cambiarían mucho más de lo que causó su mutua traición, en el pasado. — ¿Podrías darme la respuesta ahora? —Vaciló un poco antes de continuar, pero no se detuvo. —Sé que suena absurdo, ya que conozco tus sentimientos por ella, pero… necesito la respuesta.

    Sé muy bien que intenté
    Poder recupera los trozos que me quedan
    De este corazón que amó sin dar medida,
    Y que hoy vive con miedo y hoy anda a escondidas.

    —Yo… Kikyou, yo…—Ladeó la mirada, buscando concentrarse en algo más. Quisiera expresar en simple palabras esa respuesta, pero ni siquiera sentía que fuera del todo cierta. Aunque no quería herirla, tampoco mentir, decir que alguna de las dos significaba más que la otra… —No. —Susurró anhelante, deseando con el corazón no repetirla respuesta y que no preguntara más. Cosa que, sabía, era imposible.

    — ¿Esa es tu respuesta? —Agregó cortante. Estaba más herida de lo que imaginaba, o que soportaba. Pero en algo la reconfortaba que él la considerara, incluso controlaba su carácter sólo por no herirla. —Me decepcionas, Inuyasha.-

    —No quisiera… ¿en verdad es necesaria para ti la explicación?

    —Dilo. —Ordenó.

    —Sabes lo que me cuesta hacerlo. —Suspiró pesadamente, rindiéndose ante la situación. Prácticamente se había entregado al momento, necesitaba hablar y no habría consecuencias por una vez que no se comportara con su carácter natural. Tal vez sólo un momento ser amable y considerado con ella, como debió serlo todo ese tiempo por la confusión del corazón. —Kikyou, fuiste mi pasado, la primera mujer que conocí…—Sus mejillas se tiñeron levemente de carmín. Tranquilizando la actitud indiferente que ella mantenía para salvaguardarse. —La primera… De otra manera. Pero Kagome es… diferente.

    —Tardaste mucho en saberlo. —Acotó convencida. Ambas eran tan diferentes, por eso temió desde un principio perder su lugar en el corazón del semi-demonio.

    —Y tú en aceptarlo. —Replicó.

    — ¿Te has dado cuenta de que ella te hace mostrarte como realmente eres? —Él se acomodó en su asiento. No esperaba oír tal cosa. Y es que oír de sus labios un vano intento de halago contra su reencarnación era difícil de creer. Prestó especial atención a sus palabras que no sonaban lastimeras e hirientes, sólo eran melancólicas y francas, podría asegurarse la dificultad con las que emergían de su boca. —Peleas conmigo como nunca lo hiciste, porque te muestras como lo haces con ella.

    —Siempre te vi tan segura de ti, que yo… —Empezó a juguetear con sus manos, demostrando lo nervioso que estaba. Ella sonrió delicadamente, asegurándose de ocultar ese gesto ante su mirada. —La manera en la que siempre me enfrentaste no me permitió pensar más allá…

    Sé muy bien que no crees,
    Al verme tan segura y con las fuerzas que camino
    No, no puedo dar lo que se me robó


    Kikyou soltó una suave risa, las orejas caninas captaron el sonido y se agitaron un poco. Quería ver esa expresión en su rostro, sus ojos buscaron con desesperación los blancos labios y la descubrió, tal como quería. Era un bello espectáculo, que pocas veces había contemplado. —Kikyou… No existe comparación de lo que siento por ambas, eres alguien muy especial para mí. —Enarcó una débil sonrisa, ella por su parte le regaló otra aún más hermosa. Para que entendiera que sin palabras, cuando la voz del corazón se presentaba y hablaba por ti.

    —Lo mismo siento. Nunca tuvimos el tiempo para conocernos, más allá de las caretas. —Su cuerpo se erigió, acomodándose en un sitio más cercano al semi-demonio. El cuerpo varonil se tensó de inmediato, pero relajó al instante en que la cabellera negra se apropió de su hombro, acelerando los latidos de su corazón. —Aquella oportunidad de florecer entre los dos un amor no sucedió por el destino… o por Naraku.

    —Ese maldito bastardo…—Vociferó indignado, olvidándose del tema crucial.

    —No me interrumpas por favor. —Y sus dedos se asentaron sobre sus labios, buscando el cómodo silencio que la resguardaba al hablar. Esa caricia resultaba tan fascinante, del cuerpo de ella emergía un calor que no recordaba que tuviera desde que resucitó. —Sea lo que sea, no hay vuelta atrás, a ese sentimiento le faltó crecer, nos faltó la confianza… y eso es algo que nunca debes olvidar con Kagome.

    —Te lo prometo.

    —Tal vez lo que sentimos nunca fue amor, porque no vivió para llegar a serlo. —Las garras se pasearon por los mechones azabaches, palpando el calor que provenía del cuerpo junto al suyo. Era como la Kikyou de antes, calida, inteligente, y olvidándose poco a poco de con quien estaba. Con él, un semi-demonio que la conoció de manera inusual, ella una sacerdotisa que tenía que eliminarlo. No debían ser amigos, pero su relación pasó a ser algo más. —O quizás lo fue, pero era demasiado inmaduro aún. Por las condiciones entre ambos, fue fácil que a la primera prueba, nos odiáramos…

    Yo sé que de apariencias no se vive,
    ¿A quien engaño yo?
    No puedo amar, yo aún no puedo, no puedo…​


    —Kikyou. — La mujer elevó una mano hasta su pecho, a la altura del corazón. Rodeada de una tenue luz blanca, entre sus dedos apareció una flor que reconoció de inmediato. — ¿Esa flor…?

    —Supongo que no le has prestado la mínima atención… la mayoría de sus pétalos son blancos, tan sólo queda el centro y dos pétalos, uno amarillo y uno rosa. —La suave flor en sus manos resbaló entre los dedos hasta la palma, acariciando a su paso la piel de contextura humana. —La melancolía de perderla, la esperanza de recobrarla y la pelea de ambos han sucedido ya… sólo resta la última vez…


    El susurro suave de sus palabras le impacto de lleno en el entendimiento y la razón. Llevaba la flor, hasta se le había olvidado deshacerse de ella, sin embargo esas etapas exactas que mencionaba Kikyou lo desconcertaban. Para cuando su mente buscó a la persona para obtener respuestas esta se había marchado.

    El aroma a hierbas medicinales se esparcía por todo el templo y se sintió mareado, necesitado del aire puro que despejara la mente, la razón… y de se posible hacerlo dormitar creyendo firmemente que despertaría mañana de una pesadilla sin igual.

    Decidido a bajar la escalinata de un solo salto fue cuando percibió su figura, paseando de un lado a otro sin rumbo final. No se marcharía tan pronto como pensó. La charla había sido corta y extraña, pero en claro no quedaba nada. Necesitaba confrontarla una vez más.

    Avanzó decidido hasta ella, que caminaba de una manera insinuante, como si supiera perfectamente que él la seguía. Estaban rodeando el enorme templo, hasta el pequeño bosque. Los árboles eran cada vez más frondosos, encerrando el poco aire puro que había. El bosque se hacía denso en extremo, hasta que llegaron a un área donde cesaron las copas de los árboles, tan sólo una pequeña montana al frente que dejaba entrever un peñasco que se situaba frente a ambos.

    La mujer caminó hasta el frente, sentándose de espaldas al peñasco, un ademán de su mano derecha le indicó a él que la siguiera, frunció el ceño, intrigado, y se acomodó frente a ella para saber de que trataba la situación. —No entiendo porque te marchaste así, aún hay mucho que no entiendo.

    —La conclusión de todo es que… lo nuestro terminó, incluso antes de iniciar. Y aún si lo volviéramos a intentar no hay remedio.

    —Podrías haber dicho eso desde un inicio. —Kikyou rió, dejando de lado esa sutileza suya. La desvergüenza del hanyou era demasiada. Pero la razón por la que salió huyendo ni ella misma la conocía, sentía un llamado al aire fresco, específicamente al peñasco. Porque lo siguiente que iba a hacer en ese momento, era como si alguien quisiera verlo y pidiera permiso. — ¿Por qué estamos en este sitio?

    —Quiero pedirte algo… no lo tomes a mal, pero necesito, terminar con todo esto.

    — ¿A qué te refieres?

    —Mis sentimientos hacia no es posibles que se vayan del todo, pero…—Se acercó un poco más, en su posición inclinada sobre el suelo. —Dame un beso, que me demuestre que ya no hay ninguna esperanza para mí.

    —Ki-Kikyou… —Se sonrojó efusivamente, jamás la escuchó hablar tan abiertamente, y menos para pedir algo así. — ¿Un beso?

    —Sí. Podré sentir de tu interior que ese sentimiento es algo especial, pero no puede llegar a más… será la única forma de resignarme.

    —Yo… lo haré.


    Kikyou sonrió, acercando sus labios lentamente. No esperaba que el diera el primer paso, por lo que se decidió a actuar prontamente. El calor que provenía de sus labios era extraño, se unieron en una caricia suave que no dejaba escapar ningún segundo. Tal como lo sentía, sólo podía transmitir ese algo especial que le tenía, pero ya no sentía el amor que lo tuvo confundido tanto tiempo. Ya no había más dudas, ahora, más que nunca, estaba seguro de amar a Kagome.

    Pronto entreabrió sus ojos, deseando ver el rostro de Kikyou, pero sus ojos se abrieron de par en par al notar algo detrás, en el peñasco. Una sombra se rodeaba de luz azul, delineando una silueta de mujer. Una muy menuda y familiar, una muy risueña y especial, una muy amada y anhelada… —Kagome. —Sus ojos se encontraron unos segundos, antes de que ella sonriera. Alzó una mano y se despidió, antes de que todo su cuerpo se comprimiera en la forma de una mariposa.

    :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:

    N/dp: ¡Kya! Me encanta gritar :D Lamento la demora de una semana, pero lo voy a compensar. Próximo martes otra actualización, y de nuevo el viernes ¿les parece? Este fin de semana me la pasé en observación, me picó un dengue y ya es costumbre esta época, no es grave pero con la anemia se complicó un poquito. Pero, la espera valió la pena ¿O no? Apuesto a que muchas no se imaginaban esa última escena, Kagome viéndolos desde la distancia… ¿Quién creían que llamó a Kikyou?

    Y pues, esto avanza, a pasos lentos (No se desesperen) pero ya vamos a otra etapa, aún falta para nuestro anhelado final, pero prometo que ya viene. Estamos, por decir, entrando en el tercer cuarto de la historia total. Falta deshacernos de Naraku, y aunque no se lo crean la flor si tiene algo bueno en la historia, Inu se dará cuenta cuando sea demasiado tarde (como siempre) y las consecuencias… mmm, esperen y verán.
     
  12.  
    Deji chan

    Deji chan Entusiasta

    Virgo
    Miembro desde:
    2 Mayo 2010
    Mensajes:
    101
    Pluma de
    Escritor
    Re: Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

    NIÑA!!!!!!!! SIEMPRE ME DEJAS IGUAL!!!
    Ò_Ó ¿porque tenias que hacer un fic tan interesante1!!!!! ay cada vez se pone mejor!!
    me sorprendio mucho que kagome
    estuviera viendo a inu y kikyou de lejos
    y me sorprendio que no le molestara, espero q
    por fin se empiezen a componer las cosas, un poquito
    cuidate y que te recuperes,
    Sayoo!!
     
  13.  
    kagomeG

    kagomeG Usuario común

    Piscis
    Miembro desde:
    6 Septiembre 2009
    Mensajes:
    340
    Pluma de
    Escritora
    Re: Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

    Kyyyyyyaaaaaaa..!!! Tengo tantas cosas que decir y no las puedo gritar ( están mis abuelitos y si gritamos, uuff! No quiero ni pensarlo) pero pero,,,, kjyyyyaaaa..!!
    No puede ser!! Eso fue taan taaann aaaaa.!! Ósea que Kagome esta consiente de que tenían que besarse??? Oooo wtf!! Este CAP fue de los mas tensos!! Por que lo tenias que dejar así!!, bueno hasta el martes,, hay que alivio, simplemente se me salían las lagrimitas, Pero seishirou donde quedó?? Y quien se fue como mariposa.. Kikyo o Kagome???, pero me encanto el CAP!! Y no sabes como te extrañamos, espero que te compongas, Arriva!! Y Animo! Espero que las cosas se pongan mejor... Pero como va el bebe de kag??, esta historia es magnifica!! Pero haun tengo preguntas sobre esa flor...
    Pero espero que no pase nada malo,.( tienen que deshaserse de naraku!!) jiji
    Bueno sayonara!! Besos y abrazos!!
    Aaa yyy.. Haora si.. Mas te vale poner continuación el martes..(uju!!)
    Ya extrañavas mis regaños?? Jaja
    Atte: kagomeG y ukyo-chan

    PD: como se llama la canción??
     
  14.  
    Pan-chan

    Pan-chan Fanático

    Libra
    Miembro desde:
    6 Enero 2008
    Mensajes:
    1,171
    Pluma de
    Escritora
    Re: Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

    Me perdi dos capitulos pero valio la pena. Si duda alguna me gustó mas el ultimo, mucho más con ese final que le diste ;)

    La conversación de Kagome con Kikyo fue mejor de lo que esperaba, note algo de tensión entre ambas pero al final todo salio bien, me gustó como manejaste ambas personalidades, en especial la de Kikyo y en la conversación con Inuyasha te salió mucho mejor. Es como un pequeño resumen de la primera vez que ambos se conocieron, por primera vez fueron sinceros y pude ver a una Kikyo mas humana frente a su amado. Lastima que las cosas no hayan terminado tan bien para ella.

    Naraku me intriga cadavez mas, en especial con ese resumen tan poco alentador que dejaste al final ¬¬...veremos que es lo que tramas en el proximo capitulo
     
  15.  
    windmiko

    windmiko This is war

    Escorpión
    Miembro desde:
    2 Noviembre 2008
    Mensajes:
    825
    Pluma de
    Escritora
    Re: Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

    ¡Hola sempai :3!
    No me tuviste en el anterior capitulo, pero claro que me tendrás en éste. Hubo tanta tensión que yo misma me estresé, la narración tuya es muy profunda, tanto, que es muy fácil que uno sienta los sentimientos de los personajes. Se me hizo un nudo en la garganta la plática que tuvieron Kagome y Kikyo, hablando de sus diferencias y similitudes; se me hizo algo muy original. La verdad que me sorprendiste con el final, al principio, cuando InuYasha encontró a Kikyo, me dije a mi misma: “no va a pasar nada, mi sempai no es tan cruel como para hacerme leer una cosa así”, ¡pero no!, me hiciste sufrir, me gusta la pareja, pero siempre que leo algo de ella en pocos minutos me encelo t_t.

    Y lo peor de todo, Kagome los observó; ¿y que pondrás después para torturarme sempai?, estoy muy ansiosa por el siguiente capitulo. Noté que en algunas oraciones a veces te comías palabras, (ya te dije que comieras antes de escribir x´D), además a veces ponías números envueltos de palabras… Admito que también eso me pasa. En fin, estos dos últimos capítulos los disfruté, y sentí como si estuviera relajada, y no lei a prisa. Muchas felicidades, no solamente por tener a tu chibi leyendo xD, si no porque tienes don para las historias.
     
  16.  
    Kourei

    Kourei Acosando a Gray-sama (kagome-chan) ;D

    Tauro
    Miembro desde:
    3 Abril 2009
    Mensajes:
    782
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    64
     
    Palabras:
    4583
    Re: Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

    ¡Y reaparezco! No quise dejarlas hasta el viernes solitas, así que me dije a mi misma “Mi misma, Yuuko y la otra, tenemos que escribir porque quiero torturarlas como me dijo Haya-chan xD” (Esa niña la aconseja muy bien *Pulgar arriba, dando su sello de aprobación*) ^.^U Es que me dijo textualmente “Ami-chan, gracias por animarme a escribir, he descubierto el placer de torturarlas con la intriga, sigue así”

    Por cierto, ella me dice Ami-chan, si se confunden. Hoy les traigo una buena explicación al capítulo pasado, así que… ¡disfrútenlo!


    Capítulo: “ Motivos al descubierto”

    Y la luz azul desapareció… Él reaccionó demasiado tarde… Antes de irse le dedicó una sonrisa… e Inuyasha la recibió con gran desconcierto y un deje de rencor en su corazón. Sus pupilas dilatadas intentaron ver algo más en el medio de la profunda oscuridad, pero con resignación sus parpados cayeron sobre ellas, dejando a su mente el trabajo de generar desconcierto en su cuerpo. ¿En realidad la vio a ella? ¿O simplemente fue una alucinación?

    Tarde recordó que sus labios estaban sobre los extrañamente calidos de la sacerdotisa de barro, sintiendo la sonrisa de éstos contra su propia piel húmeda. La sensación de un beso real le quemaba, tanto la conciencia como la carne delicada que se apegaba a ella, caviló ideas por varios minutos, sin lograr una conclusión que le satisficiera por completo.

    Ella estaba ahí, y sus presentimientos de haber caído en una trampa no eran del todo inciertos, cuando siguió a la mujer hasta las afueras del templo, en una especie de bosque, hasta un terreno que quedaba a unos metros de la vista del peñasco… el mismo donde Kagome estuvo… estaba, estuviera, ya no tenía sentido nada…

    La sonrisa de Kikyou se amplio, convirtiendo al intento de beso en una conexión simple, sin ninguna intimidad. Dándose cuenta por fin, se separó lo suficiente para poder contemplar sus ojos marrones que lucían destellantes, como si supieran absolutamente todo, sus pensamientos, su confusión y aquél extrañó hecho que presenció. — ¿Aún dudas que sea ella?

    —Kikyou… ¿a que te refieres? —Preguntó con una ceja enarcada. Incrédulo de que ella conociera la situación, a menos que, confirmando sus sospechas, ella hubiera planeado que Kagome los viera juntos, sumidos en un beso, de una manera tan intima con un ambiente tan profundo… — “¡Maldición!” —Gritó su mente. ¿Alguien más deseaba matarlo en esos momentos tantos como él mismo, por ser tan ingenuo?

    —Es la misma situación ¿No? —Sus brazos se soltaron de la espalda masculina, descendiendo suavemente a los lados. —Cuando ella se marchó por primera vez… porque nos encontró en un beso…

    —No me dirás que… —Lo silenció con un dedo sobre sus labios, controlándolo antes de que empezará a actuar impulsivamente. Suspiró pesado, había aún tanto que aclarar. Los ojos marrones rolaron hacia un lado, con un gesto de pedir paciencia a los Dioses, al cielo o quien se la ofreciera con gusto. Apenas comprendía como era que no notó antes ese carácter tan intempestivo, además, ni siquiera imaginaba como lo toleraba su reencarnación. —De acuerdo. —Declaró, leyendo su expresión. —Guardaré silencio… o al menos lo intentaré.

    —Es un avance…—Colocando de nuevo su mano en su sitio, al lado de sus rodillas, un suspiro escapó de su garganta. Reconocía que esa actitud de ella misma no era tal, s parecía demasiado a la joven del futuro. Tal vez por sus palabras… sonrió, desconcertándolo a él, por lo menos se sentía tan natural, como nunca lo fue. No le veía ahora tanto mal a ser como Kagome. —Yo lo sabía todo, en este momento y en aquel entonces…

    — ¡Feh! Si pretendes que lea todo en tu rostro te equivocas. —Se cruzó de brazos. —No soy adivino.

    —Ni yo, y no lo pretendo. Pero te había dicho que callaras. —Inuyasha se sonrojó levemente, le molestaba que tuviera tanta razón. —Su nieto llegó primero que nadie a mí, porque confiaba en la Kikyou del futuro y no podía intervenir demasiado.

    —Pero lo hizo…—Interrumpió nuevamente.

    —Inuyasha—Declamó en tono severo, al hanyou le pareció estar hablando más con Kagome que con la misma Kikyou. El miedo al conjuro del collar apareció en su mente sin proponérselo y decidió callar. —Son idénticos. Él no quiso la línea del tiempo se ramificara, por eso los ayudaba sin que se dieran cuenta. Fui yo la que intervino al provocar que Kagome nos viera, en aquella ocasión… Estaba convencida de que si te separaba de ella estarías a salvo, pero… me equivoqué.

    — ¿Y esta vez?

    —Por más que te lo advierta no dejarás de interrumpir ¿cierto? —Inuyasha desvió la mirada aun lado, avergonzado. —Esta vez, fue ella quien me lo pidió…

    — ¡¿Qué!? —Exclamó, terminando por fin con la paciencia de la sacerdotisa. Ya no había más, ahora le quedaba la resignación. Esperaba que fuera suficiente para evitarse levantarse, tomarlo por el cuello y ahorcarlo hasta que se quedara quieto. —Kikyou, debes estar bromeando…

    —Yo no bromeo, Inuyasha. Esa luz que has visto era la propia Kagome, quien me pidió venir aquí y presenciar ese beso. A provisto mané a Ningyo a decirte de esos monjes, e incluso Seishirou se vio obligado a intervenir por mis descuidos. —Normalizó su respiración, buscando la calma para afrontarlo. Su mente divagó por aquellos momentos cuando su actitud era tan fría y serena — “¿Dónde está?” —Pensó, sintiéndose algo perdida. Le costaba acostumbrase a esa personalidad que nunca ejerció, aún a veces, se sentía como si no fuera ella misma.

    —Pero…—La calma con la que salió su voz fue sorprendente, aún para el semi-demonio. Y es que pensar en esa posibilidad le hacía temblar, ¿acaso Kagome pretendía torturarlo? — ¿Por qué? —Cuestionó, con la mirada perdida al vacío.

    —No debí decirte nada, pero no me sentiría bien de verte así… La verdad es que…

    :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:

    La luz plateada comenzó a rodear el cuerpo inerte, que yacía sobre la madera en estado de putrefacción y decadencia. Esa pequeña fachada a punto de caerse debía ser abandonada lo antes posible, a simple vista era despreciable. Pero a la mujer no le importaba, era su sitio favorito, además de un escondite al que nadie iba por su estado. El color plateado que emergía de la luz azul llenó el cuerpo, que empezó a obtener movilidad.

    Sus dedos se contrajeron primero, después su mano se cerró en un puño suave, el brazo comenzó a elevarse ligeramente al ritmo de sus piernas, las rodillas se flexionaban poco a poco, para permitirle al cuerpo elevarse hasta quedar de pie.

    Una sombra ajena a todo observaba frente a ella, sonriendo divertida por el estado del cuerpo. La mujer estaba tan cansada por usar un hechizo como ese, que no se veía en las mejores condiciones. —A veces no sé quien está frente a mí, si eres tú, o ella…

    —Creo que ni yo misma lo sé, sacerdotisa. —Amplió su sonrisa. —Ciertamente nos hemos mezclado tanto que ni Maru ni yo diferenciamos demasiado, pero, es lo común. —Pasó una mano por su cabello pelirrojo, arrogantemente. En una pose desafiante como le encantaba al estar frente a la joven. —Después de todo, Kikyou me creó, y a ella la creó Naraku, ya no podría decirse que somos dos seres, es algo así como una doble persona…

    — ¿Doble personalidad? —Preguntó calmadamente, intentando que su voz no se quebrara por el cansancio excesivo del hechizo. Expulsar un alma de un cuerpo no era fácil, mucho menos si es la propia y la unes a otra alma, que ronda sin un cuerpo en forma de una mariposa. La joven al escuchar esas palabras expuso su mejor cara de admiración, explicando sin palabras que quería saber sobre eso. —Oh, es verdad, en esta época aún no conocen el término…

    —Ilumíname. —Rió quedamente, esa niña podría comportarse tan arrogante como adorable. —No me dejes con la duda, o puede salirte muy caro.

    —No es para que amenaces de ese modo. —Pensó un momento la mejor manera de explicarlo. —Una doble personalidad es… bueno, para las personas es diferente, por la forma en como nace pero para ti…—La miró de reojo, divirtiéndose de la expectación que le causaba a la joven pelirroja. —Bueno, es como dos personas, viviendo en un cuerpo…

    — ¡Como yo y Maru! —Exclamó feliz, dando saltos por la madera corroída. Kagome la miró preocupada, el sitio no estaba para tal situación y si seguía así…

    —Oye Ningyo, no vayas a…

    — ¡Duele! —Exclamó, demasiado tarde. Kagome intentó advertirle sobre romper el piso, pero en ese instante ya estaba con el pie derecho, alrededor de diez centímetros enterrado. Con sus manos tratando de salir sin lastimarse más. — ¡Ayúdame, Kagome!

    —Intenté advertirte…—Caminó, conteniendo estoicamente la risa. Si se reía tenía el presentimiento de que no sería algo agradable, cuando esa pequeña advertía, era porque sabía lo que salía de su boca. ¿De que se habría enterado esta vez? Generalmente la molestaba con algún tema o algo así, tenía curiosidad. —Vamos, puedes sola. Simplemente aísla tu pie y sácalo fuera.

    —De acuerdo. —Cerró sus ojos carmines y se concentró. No era necesaria mucha energía para hacer algo así, sólo era cuestión de cubrir la zona, ni siquiera emitía alguna luz por la cantidad. Rápidamente jaló su pie hacia arriba y salió, sin ningún rasguño, feliz de haberlo logrado. — ¡Viva yo! ¡Soy lo mejor! —Gritoneó arrojándose a sus brazos, pero ella le indicó con su mirada lo que no debía olvidar. —Bien. —Exclamó fastidiada.


    Caminaron en silencio después de ese pequeño incidente. La pelinegra necesitaba recuperar energías, y hablando no era el mejor modo de conseguirlo. Tampoco caminando, pero ella no quiso obedecer a la jovencita de esperar un tiempo más. No le gustaba verla en ese estado. La respetaba y quería, pero su actitud desobediente de naturaleza era algo difícil de controlar, además de que con nadie más que con ella podría comportarse malcriada o incluso burlona, eso implicaría un buen castigo de sus creadores, sin saber de quien. Si Naraku por desobedecerla, o Kikyou por irrespetuosa.

    Kagome en cambio, aunque pareciera muy serena y madura, era alguien de su confianza. Es por eso que no le pareció mala idea la orden de su creadora, permanece junto a la chica del futuro para ayudarla y cuidarla, tal como lo hacía ahora, en el castillo de Naraku. Sin embargo, había otra razón por la que permanece ahí…

    Su joven creadora sospechaba que el dueño del castillo ocultaba algo, ya que no había visto durante demasiado tiempo a un niño conocido como Kohaku, que era el guardián del señor oscuro. Alguien que manipulaba con facilidad, y eso era de lo más extraño. Su orden era averiguar que pasó con él, donde estaba y en que sitio s encontraba la otra creación que respondía al nombre de Hakudoshi.

    La miró con ternura, pensando en la manera de ayudarla. Ante todo nació apara eso, para protegerla, lo que nunca logró hacer en el pasado, porque su labor con la Perla fue demasiada para ella. Los ojos oscuros de canela se abrieron sorprendidos, pero pronto volvieron a su estado habitual en ese lugar. Su mirada también viajó a observar al dueño de tal impresión en su protegida. La visión más tenebrosa y oscura del mal encarnado se presentó, ataviado como siempre, dispuesto a atacar en cualquier instante, el dueño del castillo. —Naraku. —Completó su pensamiento con la simple palabra.

    —Kagome, será mejor que me retire… —Hizo una reverencia, y en un salto se marchó la silueta femenina. No pidió una contestación a su oración, la dio por sentada. Pero para ella se sintió algo así como un abandono de su pilar, no tenía en donde sostenerse, en caso de desfallecer de cansancio.

    — ¿Qué es lo que necesitas, Naraku? —Trató de concentrar su mente en esa conversación, no quería dar pie a esa oportunidad. Mostrarse vulnerable ante el señor del castillo no era tan grave, pero darle oportunidad a que la ayudase… no lo consideraba, pero siempre la sorprendía. No necesitaba deberle nada más.

    —No es conveniente que salgas en tu estado…—Decretó sombrío. No fue sugerencia, más bien un mandato. —Llevas alrededor de cinco meses de embarazo ¿no es así? —Enmudecida por el asombro, asintió con la cabeza. —Entra.

    —No has contestado a mi pregunta. —Le retó. No pensaba dejarlo con la última palabra, por el simple hecho de molestarla. —Quiero mi respuesta.

    —Cada día te parece más a Kikyou, tal como debe de ser en las reencarnaciones.

    — ¿Y es que no te parece lo mejor? —Refutó, embravecida. No le gustaban esas comparaciones. Kikyou era ella y Kagome lo mismo, esa frase la tenía convencida, porque era la pura verdad. Pero que él lo dijera… algo tramaba. —Tú siempre has deseado tener a la sacerdotisa Kikyou, la ves reflejada en mí, crees firmemente que yo soy ella… —Avanzó, subiendo el tono de sus palabras. Hasta quedar a un costado, con su boca junto a su oído, pensando en profundizar el impacto de su frase. —Yo soy Kikyou… es así como lo crees ¿o no?

    —No. —La respuesta la heló en su sitio. —No soy como el estúpido hanyou que cree en eso, y tú lo sabes… —Esta vez fue él quien se acercó a su oído, susurrando. — ¿Por eso lo has puesto a prueba, no? —La sonrisa fue casi palpable, a pesar de no tenerla a la vista. ¿Cómo lo sabía ése ser? —De algún modo u otro me entero, de todo lo que haces… querías hacerlo a propósito, aprovechando el encuentro de ese medio-demonio con su vida pasada ¿Vaya casualidad, no crees?

    —Siempre me vigilas… ya sospechaba, pero me sorprende el hecho de que no hicieras nada respecto a mi cuerpo.

    — ¿Sería un problema para ti, no? —Asintió con la cabeza levemente. —Para mí también. Debo admitir que me sorprende lo que has madurado, en tan poco tiempo… creaste una pequeña venganza, a la vez de una prueba para él… querías saber que tanto cambió este tiempo, porque sabes que él no estuvo seguro de lo que sentía la última vez que se vieron…

    —Sí, quería algo de tortura para él. —Sonrió, acomodándose para enfrentarlo cara a cara, ¿Cuándo sucedió que él la legara a conocer tanto? —“Incluso más que Inuyasha…” —Pensó con tristeza. —Le pedí a Kikyou que lo llevara a ese sitio para verlo todo, porque sabía lo que ella iba a hacer… Era un beso de despedida. Si me veía en ese lugar sufriría por ser un tonto, pero también buscaría el modo de explicármelo… Sólo quería saber como me lo diría, si sería capaz de enfrentarlo…

    —Pero sabes que ella se lo diría, no sería la misma reacción…

    —Supongo que fue inevitable…—Se encogió de hombros, restándole importancia al asunto. Su mirada chocolate se alzó frente a él, que encontraba interesante el desafío que se mostraba en sus ojos, en verdad pensaba lo que dijo. Esa mocosa no era Kikyou, por más que actuara, que se pareciera, nunca sería ella… y eso le empezaba a agradar. —Volviendo al tema, aún no me respondes…—Su visión se volvió algo borrosa, pero intentó ignorarla, eran los síntomas de tanto agotamiento. — ¿Qué es lo que quieres, Naraku? —Se tambaleó un poco, cayendo en su pecho… aspirando el aroma, considerando por un segundo si era bueno rendirse de ese modo ante el cansancio, prácticamente, ante él…

    — ¿Qué que quiero? —Susurró con una sonrisa, apretando el menudo cuerpo contra sí, deseando enfermizamente que se quedara apegada a él, sintiendo su estómago aún más abultado que antes. Ella desfalleció completamente, dejándole una enorme satisfacción, la sensación de poder sobre ella, algo que no estaba dispuesto a regresar cuando ella se fuera…—A ti, Kagome…

    :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:

    Izayoi se fue a la guerra, que dolor que dolor, que pena… (¿?)

    N/dp: Sip, me dieron ganas de poner eso, pero ni yo me entendí… Mmm, analicemos… Kagome nos explica que todo fue una trampa de ella para vengarse un poquito y probar los sentimientos de Inu… ¿alguna duda? Sip, fue más detallado en la conversación, pero sé que hay quienes se quemaron neuronas *Mira firmemente a varias lectoras* Les regalé algo menos tenso, ¿alguna risa? No sé, pero a mi me hace gracia Inu frente a Kikyou y la “cuádruple” personalidad de Ningyo, si ella tiene dos, y Maru dos… uf, acabaran más locas que yo xD

    Oh, vamos… no me pueden decir que no les gusto ¿o sí? *se protege con un escudo de policía que robó Yuuko recientemente* Pero pro si las dudas, me quedo aquí… me han llegado amenazas de muerte, por este fic y temo por mí ToT Sip, dije que lo traería antes pero comprendan, tengo un trabajo para sacar lo de mi couta semestral y me es difícil (además de que se metió a un sin fin de concursos de fanfic y aún no termina) xD sip, pero estoy trabajando hasta medianoche en eso :D
    ¡Porque las quiero!

    Además, ya lo he comprobado, me llegan más post cuando las dejó por lo menos cada dos semanas *pone su mano sobre el mentón y se sienta en el sillón de pensar* Creo que debería hacerlo más seguido, porque me gustan los post y así me mandarían más… ¿ustedes que creen? (Yo opino que sí, cada dos semanas es mejor y menos trabajo, además de sufrimiento para ellas *sonríe perversamente*) Hoee, los dejo a su consideración…

    AnnaKagome: Muchas gracias por intentar dejar tu post, aunque lo borraran dos veces. (sip, tuve la suerte de estar cuando lo dejaste :D) Gracias por el apoyo, no trato de ofender, pero por favor comenta un poco más del capítulo para que no te lo borren (Chibi es muy estricta) ¿nee? Un beso y muchas gracias ^.^

    Deji chan: ¿Por qué tengo que hacer un fic tan interesante? (pues porque soy genial *Sonríe como Rock Lee*) ¬.¬ Sip, imaginé que les encantaría o traumaria esa escena, tanto como a mí :D (Yo apoyo a Kikyou ¡arriba el barro!) ¬¬ tú la apoyas por otras razones, muy equivocadas. Bueno, ya ven lo que pensó Kagome… ¡ella lo planeó todo! Y de componer cosas… (cof, no lo, cof, creo, cof, cof) Al menos soy buena y les dejé una escenita divertida… o algo así…

    kagomeG: (¡jaja!) oye, no te burles ¬.¬ Bueno, ya entenderás ahora lo que pensaba Kagome de esa situación, se vengó y a la vez lo probó… uf, pero Kikyou nos lo arruinó todo… ¿o no? La de mariposa, fue CLARAMENTE Kagome, si se fue Kikyou dime, ¿como se quedó a hablar con él? Y la flor, aún quedan dudas, pero nos servirá en un momento, lo prometo… ese centro negro oculta más de lo que se imaginan :D Tus regaños y amenazas me encantan (¿?) ¿me perdonas por no pasarme el martes ni el viernes? *se escuda de nuevo* Y la canción… ¡ah, se me olvidó ponerlo! Es “Para volver a amar” de Kany

    Pan-chan: Sip, noté que te fuiste (¬.¬) Además el debate perdiste por no estar (al igual que Iza) ToT si, y eso que iba en las semi-finales ToT Que bueno que te gustó la conversación, porque a mí me pareció algo… inconclusa. Pero en fin, si les agrada ustedes mejor para mí :D Y con inu, h sí, ellos no pueden ser abiertos del todo, pero es poco a poco, considerando que previamente habló con Kagome, eso ayudó (¿?) Jajaja, sabía que la parte final las iba a choquear, pero ya sabes que fue lo que ocurrió… ya no más malas caras ¿o sí? (Esta la tuya) ¬.¬ (¿Lo ves?) ¡Me hiciste caer, bruja del demonio! (Jajaja) ¡Hasta luego! *Se abalanza para ahorcarla*

    Chibi: (Veo que tendré que responderte yo, aún está llorando su mala suerte) ¡No es mala, es peor! ToT (Gracias, por lo de los sentimientos, es lo que busca Izayoi al escribir, expresar lo que ella imagina :D) ¡Ni portándote amable conmigo lo conseguirás, Yuuko! (¬.¬ Una que se esfuerza… en fin, la parte de Kagome y Kikyou era algo que debíamos, porque todo va cayendo por su propio peso, es para que se entienda mejor porque actuó así en un inicio, y porque cambió de repente…) Y la escena de Kikyou e Inu fue algo que ya quería poner desde hace tiempo *se sopla la nariz* Creo que ya se me está pasando… ¡porque sólo hablar contigo me reanima! Gracias por leerme, mi consentida chibi, pero los números y palabras no son cosa mía… (¿?) No me creerás, pero los reviso siempre y últimamente me pasa que cuando los copio del Word y pego en el foro se van algunas palabras… tengo que averiguar más de eso… ¡Animo, tienes que ganar el debate por mí! :D
     
  17.  
    Deji chan

    Deji chan Entusiasta

    Virgo
    Miembro desde:
    2 Mayo 2010
    Mensajes:
    101
    Pluma de
    Escritor
    que mala!!!
    bueno, supongo que asi
    tendremos mas de esta historia
    lo que sospecho es que a kagome se le
    esta pegando la maldad de naraku
    noooo, o tal vez solo exagero
    este capitulo si que explico muchas cosas
    ¿que estara tramando ese naraku?
    no me da buena espina esa ultima linea,
    ¿realmente la conoce mas naraku que inuyasha?
    en serio cada vez se pone mejor, en fin
    esperare el siguiente capitulo
    cuidate
    Sayoo!

    ola
    yo de nuevo
    es que no me habia dado cuenta
    de que la cancion que usaste en el cap
    anterior a este es la cancion de la nueva
    novela de las 5, me facina esa canicion
    si que te pones viva chica
     
  18.  
    kagomeG

    kagomeG Usuario común

    Piscis
    Miembro desde:
    6 Septiembre 2009
    Mensajes:
    340
    Pluma de
    Escritora
    Re: Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

    hayyyy hija de tu maisss!!!! me dan 3 cosas en este momento: risa, impotencia, enojo, frustracion, venganza..tristesa..(ya te pasaste de 3 no?) sii pero es que..KYYYAAA.!!! "y como una bomba explota" no puede ser!!!! dios mio!! kagome eso no lo conocia de ti!!!! youkais youkais!!! te mandare amenazas de muerte!!! primero: la venganza.. jija de su maisss!! como lo pudo poner a prueva!!!, y luego el.... (palabra censurada) de naraku... hay nooo puede ser... si ya esta embarazada... y todavia.. le dice ese "tipo" de cosas.!!¿?¿?¿!! kyya.!!! y todavia nos adviertes que mientras mas semanas nos dejes... mas seran los post¿?!¿!¿!?¿?¿ pero que tienes en la cabeza¿! ( dijera Hitler: "tiene froot loops en la caveza!!") como se te ocurre eso¿!)¡¿ por kami!! no ves que adoramos tu fic... ademas no te lo recomiendo.. por que mientras mas tiempo lo dejes como que la magia se pierde, y luego pones contis y como que estamos con cara de: DONDE ME QUEDÈ¡??, y ya... peroonegaii no te tardes, te queremos mucho...
    tus fieles admiradoras: kagomeG y ukyo.chan
     
  19.  
    Pan-chan

    Pan-chan Fanático

    Libra
    Miembro desde:
    6 Enero 2008
    Mensajes:
    1,171
    Pluma de
    Escritora
    Re: Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

    ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!!!!!!!! *cae al suelo desmayada*


    Poco a poco nos vas revelando las cosas no?? ¬¬ me vas a matar de un infarto!! ya no puedo soportar otra sorpresa y u o "revelación" y aun sigo con mi duda de "Para que quiere Naraku a Kagome??" para queeeee??? ToT

    No se enamoro de ella...o si??

    Me gusta cuando le das ese toque maduro y lleno de seguridad a Kagome, intentando no demostrar miedo delante de Naraku pero por alguna razon siempre termina desmayada en sus brazos, indefensa e inconsciente xD que mal. Me disculpo por haberme ausentado y respecto al concurso...pues tuve fallas con el internet, tambien perdi otro concurso de Inuyasha en el que estaba metida, por faltar dos dias ToT

    Bueno, estare esperando tu siguiente capitulo, ciao!!
     
  20.  
    windmiko

    windmiko This is war

    Escorpión
    Miembro desde:
    2 Noviembre 2008
    Mensajes:
    825
    Pluma de
    Escritora
    Re: Un destino muy complicado entre tu y yo (Inux Kag)

    Sempai, sabes que me animas a seguir con ese concurso gracias a tu presencia (¿?) I love you sempai.
    Bueno hablando del capitulo, ahora no fue números los que interfirieron tu escrito maravilloso, ahora fueron comas metidas entre palabras. Malditas sean. A decir verdad ya me ha pasado, que le das varias revisadas y no encuentras nada, pero cuando lo publicas y lo ves en la página ahí se ven los errores pequeños. Adoré este capitulo, muy tuyo sempai; maldita escena que le pusiste al final, ¿te gusta torturarme con las tensiones que colocas al final? Y eso es lo que más me gusta de ti.

    ¿Sabías que cada vez que halagas a tu chibi apoyas a la asociación de chocolates y caramelos? xD, bueno ya sabes, me encanta tu narración, aunque utilizas mál los guiones D:, bueno, no mal exactamente, hay una forma en especifica de ponerlos ;). Te daré el link de la discusión guiones largos para que te informes sobre esto. Esto es para que veas que te quiero mucho.
     
Cargando...
Similar Threads - destino complicado
  1. quem
    Respuestas:
    4
    Vistas:
    753
  2. Kagome Himura
    Respuestas:
    4
    Vistas:
    1,795
  3. AiMi
    Respuestas:
    7
    Vistas:
    855
  4. Némesis
    Respuestas:
    7
    Vistas:
    3,821
  5. brownie
    Respuestas:
    13
    Vistas:
    2,838

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso