Un amor en silencio...[InuxKag]

De nuevo actualizare, ya tengo mucho tiempo así que los beneficia jajajaja ok no es broma, responderé sus preguntas.

Primera ¿Por qué no hago a Inu-sama como el egocéntrico y testarudo de siempre? .- bueno chicas esa es fácil, eso es porque Inu aquí tiene una extrema mala suerte para el amor, ya saben los chicos tímidos en los animes que he visto se comportan muy raro, aunque habra partes que ustedes veran raras.

Segunda ¿Por qué aquí Kagome no es tímida? .- ¿Quién dijo que no? Jajajaja espérense a leer este capítulo, lo que pasa es que Kagome hará que el juego sea más divertido, además de que como los dos son unos paisas bien calenturientos será mejor ¿no?

Tercera ¿Por qué Kikyo? .- pues Kikyo es una de las chicas que me gusta para conquistar a Inu-sama ya saben, pero verán que misterios se revelan.

Pero si me alegran sus comentarios, la verdad es que yo pensé que esta historia les iba a aburrir, sobre todo porque aun no comenzaban a tener sus locos juegos, pero en este vendrá lo bueno ¿quieren lemon? Pues aquí lo van a tener, bueno ya saben el link para que lo lean en mi blog, y muchísimo romance, besos, juegos con derechos, por supuesto que la hermanita de Inu-sama se dará cuenta de lo que planea su hermano ¿quieren saber cómo? Pues lean este su segundo capítulo, lamento si algunas no lo disfrutan, aun me falta estudiar mucha redacción, mis ideas son raras pero siempre con un fin… ¡divertirlas!, hacerlas suspirar, etc. Soy su amiga Alex y las dejo con este capi (ya cállate y déjalas leer) ¡¡no me calles!!

Capitulo 2: El juego comienza, solo entre tú y yo.

Aquella noche el chico no dejaba de pensar en su vecina de nombre Kagome, en tan poco tiempo había logrado lo que ninguna en más de 17 años, acelerar su corazón, de repente a su mente venia un presagio, algo inevitable, si él se llega a enamorar de cualquier chica acabaría lastimándola, la haría llorar, la dejaría sola, prefería no enamorarse o si alguna vez pasara, jamás hablarlo…aquel amor seria un amor en silencio…

— ¿no era…la chica de mis pensamientos? —se preguntaba aquel ambarino, estaba mirando el techo de su habitación mientras lanzaba una pelota de esponja hacia él. Sentía muchos nervios, ¿Por qué era esa chica? ¿Por qué?...

— ¡Onichan!, ya esta lista la cena —la pequeña hermana abre un poco la puerta para ver a su hermano, tan solo el verlo le causaba sonreír tiernamente, abre totalmente la puerta lo mira dormir tranquilamente. La niña lo mira y como se esperaba sonríe y le abre su chaqueta para que no se acalorara mucho, para ser su hermana ella lo cuidaba demasiado.

Sueño de InuYasha

Estaba en un cuarto totalmente blanco y solitario un ambarino, su mirada estaba perdida mientras su cuerpo no respondía, parecía que habían puesto un buen de pegamento sobre él, obligándolo a no moverse, a no sentir nada.

— ¡InuYasha!, no me dejes…te lo suplico despierta, aun necesito de ti, ¡Onichan! —una figura con una voz dulce lo llamaba con desesperación, pero su cuerpo no respondía, no hacía nada, lo único que podía sentir, eran las lagrimas de esa persona, los gritos de desesperación, su cuerpo estaba totalmente estático.

—Niña Mayu, será mejor salir de aquí, InuYasha está en los últimos momentos, debes dejarlo ir…—decía un doctor, la chica no dejaba de llorar, el perder a su hermano le causaba un dolor tremendo en el alma.

— ¡No!, ¡InuYasha! —en ese momento el chico ambarino abre los ojos saltando, ese sueño siempre lo perseguía cada semana, había un día de ella que soñaba eso, si dejaba sola ­a su hermana, jamás se podría ir en paz.

Fin del sueño

— ¡Mayu!, ¿eh? …— mira a su hermana y suspira tranquilo al verla aun dormida a su lado, después empieza a olfatear un aroma extraño, parecía que algo se había quemado y el olor cada era más fuerte.

—Onichan…te quiero…—la pequeña niña abraza más a su hermano, el chico solo sonrió y se levanta lentamente para bostezar del sueño que aun traía, bajo las escaleras y el olor era mas y mas fuerte, en la cocina había un humo peor que el que recibía santa Claus en navidad, el chico al verlo se sorprende y corre hacia la estufa apagando todo y suspirando al ver que la cena era un desastre.

—Hay torpe Mayu…pero se esfuerza por cuidarnos a los dos, hermanita linda por ti jamás me enamorare, siento que al hacerlo habrá algo que pasara y te dejare sola… —el ambarino empieza a limpiar toda la cocina, abre las ventanas para que el humo saliera poco a poco, al asomarse ve a una chica de cabello azabache en la ventana de enfrente, el chico se sorprende y se hace para atrás tirando el sartén, su mirada había cambiado por completo y su sonrojo era bastante notorio.

— ¿InuYasha Taisho? —se preguntaba aquella chica de ojos chocolate desde su ventana mientras le daba un sorbo al vaso de agua que tenía en las manos, al parecer su expresión era de seducción, la azabache era tímida con los demás hombres pero al ver a ese chico tan tímido e indefenso, le hacía sentir deseos de jugar.

—Es…esa chica… ¿Por qué estoy tan nervioso? —decía el chico ambarino mientras caía al suelo con nervios extremos, esa era la primera vez que una chica había hecho que su corazón no dejara de latir.

—Hay que lindo chico…no cabe duda…que quiero jugar con el…—abre su ventana y sonríe gritándole a aquel chico tímido de cabello plateado, InuYasha al escuchar su dulce voz empieza a sudar mas y mas y se levanta lentamente, mira la ventana y un letrero que había escrito aquella azabache el cual decía “¿Quieres jugar?”

Aquel chico se quedo en shock con esas letras súper marcadas, estaba totalmente sonrojado y nervioso por aquel letrero, ¿a que quería jugar?

Alza la mirada de nuevo un poco tímido y ve que la chica azabache había desaparecido, ¿Cómo era posible? , después de un momento de estática camina lentamente hacia su habitación y en las escaleras se encuentra con una pequeña niña de 10 años.

— ¿InuYasha?, está todo bien… ¿Quién estaba en la ventana de enfrente? —preguntaba su hermana Mayu, el chico se sonroja aun mas y la esquiva para subir lentamente por las escaleras, la pequeña niña suspira y mira la cocina con la cena en la basura toda quemada.

—Tonta, dejaste la estufa encendida…—siguió subiendo lentamente hasta entrar a llegar al final, su hermana lo mira y sonríe al verlo tan nervioso.

— ¿Te encontraste con una chica, Onichan? —preguntaba la pequeña y después se va corriendo hacia su cuarto subiendo y cerrando inmediatamente, el ambarino parpadea confundido y suspira resignado.

— ¡Mayu, tonta!... —se mete a su habitación cerrando lentamente su puerta, no podía creer que su hermana
hiciera y pensara esas cosas.

A la mañana siguiente el chico abre los ojos lentamente, no había vuelto a soñar lo mismo pero aun asi se sentía confundido, baja hacia el comedor para desayunar, su hermana estaba esperándolo leyendo un libro y sonriéndole dulcemente.

—Mayu, dime que ordenaste el desayuno…—preguntaba el chico de cabello plateado al ver todo lo que había en la mesa con una mirada de asco.

—Tranquilo todo es del restaurante de Kaede-sama… ¡Que exagerado eres InuYasha!, pareces un niño chiquito —la chica come lentamente mientras lee, le ponía furiosa que su hermano fuera tan tonto.

— ¡Gracias a dios!, no te ofendas Mayu pero tu comida sabe a pollo quemado, sabes que odio ese tipo de cosas…—decía cruzando sus brazos y tomando su desayuno, sorbía lentamente su jugo de naranja, mientras leía un periódico que encontró por ahí.

— ¿Quién era la chica de la ventana, Onichan? —pregunta la pequeña hermana del ambarino, era una manera tan inocente y sorpresiva que el chico se cubre con el periódico evadiendo la pregunta, lo más raro de aquella noche era esa frase de “¿Quieres jugar?”

—Deja de preguntar cosas tontas, no te interesa ¡Tonta!, ya me voy a la escuela…se me hace tarde…—toma su desayuno lo más rápido que puede y después su mochila, suspira mirando como su hermana reía y lo miraba moviendo la cabeza.

— ¡No te vayas a desmayar Onichan! —se levanta divertida la chica, recoge los platos y sonríe al ver que su hermano era tan torpe con las chicas.

Después de un rato con su hermana, al chico le seguía pareciendo ridículo, ¿Cómo es que su hermana sabia más que él?, venia caminando lentamente hacia la escuela, su mirada estaba perdida recordando aquella frase una y otra vez, le parecía extraño que esa chica le dijera esas cosas, ¡¿Qué acaso tenía 5 años?!

— ¡InuYasha Taisho! —venia corriendo una chica de cabello azabache y ojos color chocolate, mientras lo hacia el chico se sonroja y hace como que no la escucha caminando más rápido.

— ¡Oye!, espera…necesito hablar contigo, ¡InuYasha Taisho! —seguía corriendo hasta alcanzarlo y tropezarse con una piedra y cayendo encima de el, sus alientos eran profundos lo que puso más nervioso al chico.

—Yo…necesito…—pero no pudo terminar porque la chica había sellado sus palabras con un beso, ese beso era seductor y lleno de pasión, el chico abrió los ojos como platos al ver lo que hacía, ¿Qué se supone que debía hacer?

—Shh, por favor…no digas nada…quiero estar asi contigo…—la chica sonríe sexy y tímida a lo que el chico se sonroja, pero si ni siquiera la conocía.

—Te… ¿te puedo preguntar algo?...Kagome…—decía algo tímido y levantándose un poco del suelo, la chica aun estaba encima de él y sin dejar de sonreír.

— ¿Quieres jugar?...te aseguro que será divertido —el chico se volvió a sorprender y la miro confundido, de nuevo le había preguntado lo mismo y el sin saber que responder.

— ¿Jugar a qué?, ayer me dijiste lo mismo y no entendí…—decía mirando a otro lado sonrojado, la chica azabache toma sus manos y sonríe de nuevo de manera seductora y pasando su dedo índice en los labios.

—Amigos con derechos... ¿lo has oído?... —susurraba a su oído, no inventes esa chica quería matar al ambarino de un infarto con esa mirada llena de seducción.

— ¿Qué es eso?, jamás lo había oído… ¿eso es un juego, de verdad? —pronunciaba lentamente el chico, la azabache pasa su mano por su pecho y sonríe de nuevo.

—Es fácil…solo tienes que dejarte llevar, después tu puedes hacerme lo que quieras…pero hay una única regla…—seguía susurrando en su oído lentamente, el chico estaba demasiado nervioso y solo respiraba agitadamente.

—Llegare tarde a clases…debemos irnos…—decía sintiendo de nuevo los labios de la azabache sobre los suyos y el por alguna extraña razón le correspondía.

En ese momento un chico de una pequeña coleta atando su cabello y una chica castaña miraban a InuYasha seductoramente, en ese momento ya podían pensar cualquier cosa.

— ¿InuYasha?, ¿Qué estás haciendo? —preguntaban los dos al unisono, la chica azabache se pudo totalmente nerviosa al ver a ese chico y a la acompañante, se levanto lo más rápido que pudo y salió corriendo lo mas que le daban sus piernas, ¿no era extraño?

—*Kagome…* Miroku, ¡¡ya deja de asustar asi!!, pareces un loco que llega asi como sus chaidas, además que te interesa lo que hacía…tarado…—el ambarino también cambio de expresión a una más arrogante y desafiante, la castaña solo rio y toma la mano de su amigo.

— ¿Qué hacías con aquella belleza?, que bueno que encontraste alguien que ahora si te dejara todo nervioso, ¿no crees Sango? —la chica asintió levemente mientras reía con su chico, y soltó la mano de Inu-sama, empezaron a caminar los tres rumbo al escuela, el ambarino no respondió a ninguna de las preguntas que le hicieron, aun pensaba seriamente en la primera, ¿Amigos con derechos?, ¿Cómo se jugaba eso?

Al llegar al escuela todas la chicas observaron al ambarino, el chico ya no se sentía nervioso solo esquivaba a todas, esas chicas morían por tener una cita con él, pero sí que se lo pasaba por el arco de triunfo, ¡definitivamente no lo haría!, jamás se enamoraría de nadie, lo haría por su hermanita.

— ¡InuYasha-sama! —decían todas las locas sin cerebro, “según Inu-sama”, lo único que lo ponía tenso eran sus murmuros de tontas, locas y lo peor enamoradas, solo que esta vez lo hacían de la cita de Kikyo e InuYasha.

— ¡Miroku!, aleja a las psicópatas de mi…te lo suplico…—el chico empezó a caminar lentamente hacia la primera clase en el salón, aun había chicas por ahí, en las escaleras había una que por lo general le interesaba, se trataba de la azabache, esta al ver que no había nadie se acerca a él y sonríe de nuevo de igual forma que antes…

— ¡Señoritas!, por favor el joven InuYasha está muy ocupado y…—Miroku trataba de evitar que las chicas se acercaran a su amigo, mientras en él se mostraba una perversión muy lógica, a lo que Sango le dio extrema rabia.

— ¡Miroku! Deja de mirar a otras mujeres, ¡Pervertido! —le propino una cachetada fuerte que marco su mano, el se puso la suya en aquel golpe y suspiro, las chicas se alejaron asustadas pero sin antes buscar a aquel ambarino.

Mientras tanto en las escaleras dos chicos se miraban, uno de ellos con timidez mientras que la otra con extrema seducción.

—La regla es…no enamorarse, si lo haces pierdes, ¿entendiste? —decía la chica acercándose de nuevo a él y él se queda mirándola totalmente confundido, ¿no enamorarse?, entonces le iba a gustar el juego.

— ¿Y qué tienes que hacer primero, Kagome? —el chico se empieza a excitar lentamente con la mirada que tenia Kagome en esos hermosos ojos chocolate. La chica empieza a acariciar su hermoso pecho y suspira riendo al sentir la excitación de aquel chico, ¡Malditos calenturientos!, ese jueguito no iría a nada bueno.

—Se mío…InuYasha…totalmente mío, deja que te enseñe a jugar…—la chica puso sus manos en la espalda del ambarino, InuYasha jamás había sentido nada parecido, ¿Qué tenía esta mujer?

— ¿Por qué yo…? es mejor que no lo hagas…—el chico empieza a tocar los labios de la chica con suavidad y lujuria, la azabache sonríe y ríe levemente.

—No lo sé…desde que te vi, me hiciste sentir deseos de…besarte…—el deseo de los dos por tocarse ya era inevitable, el chico se acerco a los labios de la azabache y la beso con pasión, un deseo que jamás había sentido había nacido de su pecho, era profundo, era…¿Qué era?

lemon:
http://blogs.cemzoo.com/angeldark/blog/u110076/153872-parte-lemon-de-mi-fic-un-amor-en-silencio.html

Salieron del lugar y suspiraron al sentir el ambiente tranquilo, el chico sonríe y la chica corresponde, ¡jamás esperarían lo que seguía!, si la regla era “no enamorarse”, entonces estaban totalmente perdidos.

Chicas hasta aquí el capitulo dos espero que les haya gustado y espero sus comentarios, no sé si ya mejore si es así háganmelo saber, me gustaría saber que si cuídense y hasta pronto.

Próximo Capitulo: Los fuertes rumores sobre nosotros, ¡Mayu está en peligro!

 

Bueno esta bien me convencí les daré un pequeño adelanto para que en lo que termino de actualizar el fic les de una probadita del próximo capitulo, antes agradesco comentarios porque para mi todas son muy lindas al decirme esas cosas, me hacen querer seguir escribiendo y demas bueno pues aqui el adelanto y espero y les guste

—Ella es Kagome Higurashi, estudiante de intercambio de Inglaterra, espero sean buenos con ella —decía el maestro de Literatura, el ambarino no dejaba de ponerse nervioso y asustado.

—¡Quiero aclarar a las chicas de esta clase! InuYasha Taisho es mi propiedad…si se llegan a acercar a él demasiado, no creo que vayan a querer hacerlo de nuevo…—la azabache sonreía con lujuria, poniendo de nuevo su dedo índice en sus labios mirando al chico, todas miraran a InuYasha confundidas y asustadas.

— ¡InuYasha-sama! dígame que lo que dijo esa chica no es verdad —decía una de las chicas que perseguía constantemente a Inu-sama y este solo las apartaba sin decir ni una sola palabra.

—Bésame...pero no olvides las reglas, recuerda que esto es un juego...—pronunciaba lentamente la azabache, el chico de hermosos ojos ambar estaba derritiéndose ante semejante chica, solo se limitaba a responder besándola con pasión.

— ¿Mi querido Onichan, ya tiene novia? —preguntaba la pequeña hermana del chico, este escupe todo el jugo al aire, su hermanita sí que era directa ¿Como había visto lo había hecho?

—InuYasha...solo déjate llevar...te prometo que no despertare a Mayu-chan ¿te parece? —la chica sonreía pervertida y desabrochaba la camisa del chico lentamente, InuYasha estaba sudando mucho y totalmente inmóvil

espero que asi se den una idea y no olviden que nos posteamos pronto en este fic porque los sucesos cada ven son peor que solo juego ¿Amigos con derechos? o unos chicos muy enfermos jajaja
gracias por leer y nos veremos en este capitulo
Atte: Alex
Pd: ¡Adoro a Mayu! estoy segura que esta niñita hara cosas por su hermano muy buenas ¿no creen?

 

Hola chicas ¿como estan? espero que bien pues hoy les traigo la conti de un amor en silencio y espero la disfruten, proximo Capitulo lemon seguro se los prometo en mi blog y mas sorpresas que les tengo preparadas que ni se imaginan, espero les guste esta conti y le den "me gusta" nos veremos pronto y disfruten!

Capitulo 3: Los fuertes rumores sobre nosotros, ¡Mayu está en peligro!

El ambarino después de aquel suceso caminaba por los pasillos bastante pensativo, jamás en su vida pensó tener sexo con una chica que apenas conocía, miro el cielo algo aburrido y nervioso, en su vida había conocido una chica tan aventada y tan coqueta.

— ¿Un juego? Realmente espero que sea eso…—el chico ambarino entra al salón y de repente todas las chicas
empiezan a rodearlo y amontonarse para empezar el interrogatorio.

— ¡InuYasha-sama! ¿Dónde estabas? Te buscamos por todos lados, además alguien nos dijo que te vieron con una chica que no conocemos —decía de una de ellas, el ambarino estaba muy confundido y totalmente fastidiado, quería alejarlas de inmediato de su vista porque odiaba a las encimosas.

— ¿Eso te importa? Me arta que me persigan como moscas, ¡ya basta! Es hora de clases —las chicas se quedaron en shock al escuchar esas palabras, parecía que aquel chico era bipolar pero en parte se le comprendía.

Cuando el chico se sienta, una azabache de tez pálida y mirada algo seria lo mira, el ambarino al sentir esa mirada sobre el le dedica una de arrogancia y fastidio mirándola fijamente.

— ¿Ahora qué pasa? Kikyo desde ayer andas muy rara me puedes decir si necesitas algo o ¿Qué te pasa? — preguntaba algo molesto apoyando su mano en su mejilla y el codo en la banca, la chica azabache sonríe y niega bastante tranquila.

—InuYasha, me dijeron que te vieron con una chica nueva por los pasillos… — la azabache baja un poco la mirada algo triste, el chico la mira y trata de sonar lo más comprensible posible.

—Es una amiga del extranjero, dice que no conocía la escuela por eso estaba ayudándola *¿Pero qué rayos me pasa? Le doy explicaciones como si fuera mi novia o algo asi…* y entonces solo le daba un recorrido corto —el chico suspira apoyando las manos lentamente en la banca, la azabache seria lo mira algo dudosa, no era normal que InuYasha se preocupara por alguien en el colegio.

— ¿Ah? Oh ya veo… ¿desde cuándo es que te preocupas por alguien aquí InuYasha? —el chico la mira y se sorprende ante sus palabras ¿era tan vale queso entonces? Bueno tal vez solo los problemas de los demás no eran importantes, además de que no quería parecer un entrometido.

—Solo quería ser cortés, no es para tanto… —decía el chico ambarino con flojera, la verdad es que esa chica era la primera que llegaba a dominar todas sus emociones, de repente llegaba el profesor lo que causo que la chica dejara de preguntarle y cuestionar sus respuestas.

— ¡Buenos días Jóvenes! Abran su libro en el capítulo 6 hoy veremos la cultura griega, quiero verlos trabajar en el resumen escucharon —el profesor de literatura era una persona muy estricta con los alumnos, pero ellos obedecían sin quejarse y se disponían a hacer lo que él les pedía.

—Vaya… ¿Dónde deje mi libro? Bueno tomare un sorbo de agua, el día esta algo caluroso y tropical —el chico saca su botella de agua de la mochila, Kikyo lo observaba algo sonrojada y sonriendo, esas acciones en el chico le parecían muy graciosas.

—Olvide decir que hoy tenemos una nueva estudiante, pasa por favor —la clase y las chicas se quedan muy atentas para saber quién era y al darse cuenta se sorprenden gritando con fuerza. InuYasha al mirarla escupe el agua haciendo un pequeño charco en la banca.

—Ella es Kagome Higurashi, estudiante de intercambio de Inglaterra, espero sean buenos con ella —decía el maestro de Literatura, el ambarino no dejaba de ponerse nervioso y asustado.

— ¡Eres la chica que estaba con InuYasha-sama en los pasillos! ¿Cómo es posible que el haya podido hacerle caso a esta chica tan…? —las chicas la miraban con celos, rabia, frustración y Kikyo solo miraba a InuYasha nervioso y con miedo lo cual la preocupo un poco.

— ¡Quiero aclarar a las chicas de esta clase! InuYasha Taisho es mi propiedad…si se llegan a acercar a él demasiado, no creo que vayan a querer hacerlo de nuevo…—la azabache sonreía con lujuria, poniendo de nuevo su dedo índice en sus labios mirando al chico, todas miraban a InuYasha confundidas y asustadas.

— ¡Señorita Higurashi! Debo decirle que en mi clase no se hace escándalo asi que solo tome asiento y cállese —la chica azabache se sonroja y pone sus manos en las mejillas bastante apenada, el profesor seguía escribiendo el cuestionario mientras la chica hace reverencia y empieza a caminar hacia la parte de atrás tomando asiento.

— ¿InuYasha? ¿Quién es esa chica? ¿Por qué dijo eso? —la chica Kikyo estaba muy curiosa, ¿Cómo es que Kagome había logrado eso? Si ella conocía a InuYasha desde hace tiempo y jamás había logrado ponerlo nervioso y sonrojado.

—Ella es…ella es…— el chico la mira de nuevo y suspira negando levemente. — Ella no es nadie…—sigue escribiendo lo del pizarrón sin prestar atención más al tema de Kagome por el momento.

El tiempo pasaba, los chicos se formaban para sellar su ejercicio, el ambarino seguía en su lugar para no tener que cruzarse con la chica inglesa, el chico aun seguía bastante nervioso y sonrojado.

Al finalizar la clase los chicos y chicas salían del salón para tomar su descanso, el chico suspira y empieza a guardar sus cosas en la mochila. Una azabache lo mira desde su banca pervertida y con una sonrisa divertida, el chico fingía no darse cuenta y se cuelga la mochila para salir del aula.

— ¡InuYasha! Oye, ¿Por qué siento que me estas esquivando? Llegue al salón y no me dijiste nada, seremos compañeros y me ignoraste por completo…— pronunciaba lentamente la azabache que le dedicaba una mirada coqueta, el chico se sentía mas nervioso mientras retrocedía hacia unas bancas y con su respiración muy agitada.

—No-no es eso…es que yo…Kago…—el chico se estaba derritiendo lentamente ante la azabache, la chica se acerca más y de repente comienza a acariciar su pecho con lentitud y ternura no sabía que estaba pasando pero le agradaba tanto estar con él ambarino.

—Tranquilo InuYasha…no pasa nada…yo solo quiero jugar…—el chico suspira y la chica lo abraza por el cuello sonriendo coqueta y muy pervertida, el chico sabía lo que la chica quería y se lo daría pero no en ese momento.

—Kagome…yo…—el chico de cabello plateado se acerca lentamente a sus labios suaves y carnosos, esperaba que la chica también lo hiciera y siguieran su juego.

—Bésame...pero no olvides las reglas, recuerda que esto es un juego...—pronunciaba lentamente la azabache, el chico de hermosos ojos ambar estaba derritiéndose ante semejante chica, solo se limitaba a responder besándola con pasión.

—Kagome ¿Estás segura de esto? ¿No saldrás herida de este juego? Sabes…es que tengo miedo a que te enamores o yo lo haga…—el ambarino pronunciaba cada palabra con nervios, sus labios temblaban y estos eran sellados por los dulces labios de su amiga Kagome.

Ese momento era en el cual la azabache se quedo pensando mientras el beso continuaba realmente lo sabía, no sabía qué pasaría si ella se llegaba a enamorar de ese chico ambarino, aunque tenía sus motivos para hacerlo y tenía miedo al igual que el de perder o ganar el juego.

Mientras tanto una chica de tez pálida y mirada seria los miraba desde la puerta sin que la notaran, estaba en total tristeza al ver como su amigo InuYasha de toda la vida se besaba con la inglesa Kagome de rasgos japoneses, quería salir corriendo y llorar como nunca pero simplemente su cuerpo no respondía.

—InuYasha… ¿Por qué? ¿Por qué al final soy yo la que tiene que llorar por ti? —bajo totalmente los brazos y cayó al suelo con mucho dolor en su corazón, porque simplemente su amor tenía que estar en silencio toda la vida, la verdad es que el juego que llevaban estos chicos no era como cualquier otro y ellos lo sabían perfectamente.

El tiempo pasó, los dos adolescentes seguían actuando normalmente, Kikyo estaba demasiado seria para
hablar en ese momento con InuYasha, quería hacerlo pero no en ese momento, estaba demasiado dolida como para hacerlo. Al final del día los alumnos del colegio regresaban a sus casas en pequeños grupos de amigos, InuYasha buscaba a Miroku para regresar juntos a casa pero…

—Lo siento InuYasha, hoy le prometí a mi querida Sango que iríamos a cenar con su familia ya que creo que hoy regresa su hermano a casa —el chico de ojos azules y mejor amigo de InuYasha sonreía como siempre, el ambarino por contrario emite un bufido y poniendo cara de frustración.

—Bueno ya que…espero que al menos estarás con alguien que si conoces…—su amigo no entiende mucho su respuesta y alza una ceja algo confundido.

— ¿De qué hablas? Bueno está bien como digas, te veo mañana InuYasha y ya después me platicas lo que paso con esa chica de ojos hermosos ¡Adiós! —se va corriendo alcanzando a su novia en el auto de su mama, la chica castaña se despide de InuYasha de lejos y sube con Miroku al auto que era rojo y enorme.

— ¡InuYasha-sama! Necesito hablar contigo, espera por favor —una de las chicas de su salón lo perseguía mientras corría con fuerza hasta alcanzarlo.

—Oh no… ¿ahora qué quieres? —respondía el ambarino con su misma arrogancia de siempre, la chica pone una cara de tristeza y confusión para después tomar su mano con delicadeza.

— ¡InuYasha-sama! dígame que lo que dijo esa chica no es verdad —decía una de las chicas que perseguía constantemente a Inu-sama y este solo las apartaba sin decir ni una sola palabra.

— ¡Ya basta! Estoy peor que una estrella de cine, ¿Por qué rayos les tengo que decir mi vida privada? Es mi problema asi que no molestes —el chico siguió caminando hasta toparse con Kikyo enfrente de él, estaba más que sorprendido con su mirada de seriedad intensa y penetrante.

— ¿A mi también me vas a esquivar? InuYasha…yo te vi besar a esa chica inglesa Kagome…—en ese momento por alguna extraña razón el ambarino se sentía muy culpable, Kikyo no era su novia ni nada por el estilo pero sentía culpa de traición y sin saber cuál era la razón.

—Ki-Kikyo…yo…es que yo…ella es…lo siento, ¡Me tengo que ir! —el chico corrió a todo lo que le daban sus piernas, trataba de esquivar el problema por ahora porque era muy difícil decirle a Kikyo que ella era una amiga con derechos en un juego muy peligroso y traicionero.

—InuYasha… ¿Qué me estas ocultando? Debe ser muy grave para como actúas —la chica decidió solo limitarse a decir alguna palabra más y se metió a su auto para regresar a su casa.

Después de un rato el ambarino llegaba a su casa bastante exhausto de tanto correr, se metió a la cocina de inmediato tirando donde fuera la mochila, su hermanita al verlo llegar bajo las escaleras con rapidez y lo abrazo con fuerza y ternura haciendo que el chico derramara el vaso de agua.

— ¡Onichan! Bienvenido a casa, ¿Cómo te fue en el colegio? —preguntaba Mayu con su hermosa sonrisa, el chico la carga en sus hombros y sonríe tratando de evitar la pregunta porque sabía que no podía mentirle a su hermana.

— ¡InuYasha! Te quiero mucho hermano, sabes que me duele cuando actúas raro, ¿Qué es lo que te sucede? —el hermano sí que estaba en peligro de muerte, su hermanita era tan astuta y hábil que daba miedo, decidió bajarla de sus hombros y sonrió de nuevo para disimular, aunque ella no estaba convencida mejor decidió aplicar plan B pero en ese momento tocan el timbre de la gran casa.

—Yo abro Mayu, no tardare hermanita —el chico se dirigió con rapidez a la puerta y para su sorpresa era la azabache, había olvidado que ella vivía al lado de su casa. Mientras tanto su hermanita lo observaba con atención escondida detrás de la pared del corredor.

—InuYasha…sigamos ¿sí? —la chica se para a su altura y lo besa con pasión, la hermanita los veía y de repente se queda en shock no podía creer lo que veía, era bastante confuso.

—Kagome…—el chico correspondía con ternura, la azabache metía su lengua en la boca del chico y la movía con lentitud, la hermanita sentía muchos celos, tristeza pero sobre todo confusión al ver a su hermano. El ambarino se separa y toma el jugo que iba a tomar al llegar a casa cuando…

— ¿Mi querido Onichan, ya tiene novia? —preguntaba la pequeña hermana del chico, este escupe todo el jugo al aire, su hermanita sí que era directa ¿Como había visto lo que había hecho?

— ¿Quién es ella? —pregunto sonriendo la chica azabache acercándose para saludarla, la hermanita totalmente celosa y molesta se aleja de ella y la empuja con fuerza.

— ¡No toques a mi Onichan! ¿Eh? —era la primera vez que la pequeña Mayu experimentaba los celos y el enfado hacia otra persona.

— ¡Mayu! No seas grosera con Kagome, ahora discúlpate —la niña niega y empieza a derramar lagrimas al sentir los gritos y la molestia de su hermano, para ella esa chica tenía la culpa y solo salió corriendo hacia su cuarto.

— ¡Yo no me disculpo con nadie, quiero que se vaya de la casa! —azota la puerta con fuerza y esto causa que su hermano se sorprenda y mire a Kagome algo apenado.

—Lo siento Kagome, mi hermanita nunca había sido asi con ninguna persona antes —la chica niega y se pone el dedo índice de nuevo en los labios, el chico alza la ceja al verla tan calmada, esta solo lo avienta al sillón que tenía cerca y se pone encima de él.

—InuYasha...solo déjate llevar...te prometo que no despertare a Mayu-chan ¿te parece? —la chica sonreía pervertida y desabrochaba la camisa del chico lentamente, InuYasha estaba sudando mucho y totalmente inmóvil.
Mientras tanto…

—Onichan…nunca me había gritado antes… ¡Todo es culpa de la tal Kagome! O tal vez yo soy la que exagero y no debería ser asi —Mayu se limpia las lagrimas y se levanta de su cama para pedirle una disculpa a los dos por alguna razón no quería estar enojada con la novia de su hermana ¿Novia? Bueno para ella lo era.

Al bajar las escaleras en silencio y sin hacerse notar mira a los dos chicas desnudándose en la sala de la casa, la expresión que tenia era de tristeza y un shock absoluto, de repente por detrás alguien le tapa la boca y sonríe respirando cerca de la oreja de la pequeña.

¿Se siente horrible no? Pues tú me vas a ayudar a que esto termine…—saca una navaja y se la pasa por la mejilla haciéndole una pequeña herida hasta que desaparecen de la casa Taisho…

—*Onichan… ¡Ayúdame, por favor! —decía mientras sus lagrimas se mezclaban con la sangre y dejaban huellas por las escaleras.

— ¡Mayu! —el chico se separa de inmediato de la azabache y su corazón se empieza a acelerar por la preocupación, si algo le había pasado a su hermanita iba a morirse de la rabia.

Continuara...

Y en el próximo Capítulo.

—¡Kagome, se trata de mi hermana! entiéndeme ella es todo para mi..—decia el chico ambarino con furia y tristeza al ver la sangre en las escaleras, su temor cada vez era mas grande.

—Si quieres que la niña esta viva lo unico que debes hacer es alejarte de Kagome Higurashi para siempre —el chico ambarino respiraba agitado mientras abrazaba a su hermana y miraba al tipo con rabia.

Próximo Capítulo: La verdad detrás del juego

esperenlo pronto sayoooo