Un amor... dos hermanas... y un "ángel"...

Koni!!!
Bueno acá les presento mi nuevo fic. Se que voy lento con el otro pero esta idea la tenia en mi cabeza y la tenia que sacar.
No soy muy buena escribiendo cosas abstractas por eso les pido que no sean muy malos je…
Me gustaría que comenten así se si les gusto la idea, y la continuo.
Sin nada mas que decir, acá les dejo el prologo.

Un amor… dos hermanas… y un “Ángel”…

Prologo.

El destino es algo que todo humano desconoce, es algo que se nos impone desde antes de haber nacido, y no podemos cambiarlo… al menos eso dicen la mayoría de las personas.

¿El amor puede ser injusto? ¿Hacerte sentir cosas por la persona equivocada?...
Hay muchas preguntas sin respuestas, lo único que se puede afirmar es que el amor es un sentimiento que surge de forma natural, nadie puede impedirlo, al igual que nadie puede obligarlo o retenerlo. Es un ser libre que no tiene ataduras, pero una ves que llega y es verdadero, se queda arraigado en aquel corazón para siempre…

El ser humano es el ser mas racional sobre la tierra, pero no puede vivir sin este sentimiento; aunque no padamos verlo sabemos muy bien que esta presente. Y cuando encontramos a esa persona que nos llena el ser, que se apodera de nuestro corazón con una sola mirada, sentir esa felicidad con tan solo escuchar su nombre, en ese instante el hombre deja de ser racional… actúa siguiendo sus sentimientos y las pasiones que trae consigo este raro sentimiento, las cuales muchas veces te concede una enorme alegría, pero también, puede traer mucha tristeza…

Esta es mi historia… la de mi amor y mi destino… la de mi vida, en la cual tuve que tomar difíciles decisiones, sabiendo que mucha gente saldría lastimada…
Mi destino me fue impuesto antes de nacer, pero yo tenia la suerte de haberme enamorado de ella; ella era todo para mi, mi corazón y mi vida le pertenecían, pero cuando conocí a esa muchacha todo cambio… con tan solo verla, algo dentro de mi despertó, un sentimiento que jamás pensé que sentiría… por ella era capas de todo, cambiaria mi destino cuantas veces sea necesario, todo por ella… mi Ángel…

Mi nombre es Inuyasha Taisho, y esta es la historia de mi vida…

 

Capitulo 1: mi vida, y mi compromiso.

Por Inuyasha.

Mi nombre es Inuyasha Taisho, podría contarles mi vida desde que la conocí a ella pero, para que la entiendan tengo que empezar desde el principio.

Nací en unas de las familias mas poderosas de Japón, nuestro patrimonio consiste en tres empresas de automotriz, las mas importantes en el país, también poseemos diversas propiedades que por el momento no viene al caso mencionarlas.

Crecí en Musashi, un lugar que solo gente en las mejores posiciones podían pagar. Nuestra casa era una gran mansión, la mas grande del lugar, vivía con mis padres Inu No Taisho e Izayoi Nakamura, y mi hermano mayor Sesshomaru, que por razones del destino no compartí gran parte de mi niñez con el, ya que nuestras madres no eran las mismas, y con mi nana Kaede, y demás empleados que trabajaban en el lugar.

Me instruí en los mejores colegios del país, la primaria y la segundaria baja la curse en el instituto “shikon no tama”, un establecimiento de gran prestigio por sus altas estadísticas escolares; y la segundaria alta la curse en el instituto “sengoku houdai”, el cual al igual que el shikon no tama, también poseía un gran prestigio.

En esos años mi vida era como la de cualquier persona de mi clase. Cumplía con mis deberes, ya sea como de hijo y lo que tenia que ver con mi educación. Acataba las ordenes de mis padres sin reproche alguno, pero tenia sus recompensas, lo que quería lo tenia, no voy a decir que no era un niño mimado pues estaría mintiendo; siempre fui alguien de un carácter fuerte, orgulloso y en algunas ocasiones muy caprichoso, y por las cuales no tenia muchas amistades, solo contaba con dos amigos, Miroku Hiramy, y Bankotsu Namilla. A Miroku lo conocí en la segundaria baja, debo admitir que al principio su forma de ser me fastidio bastante, siempre era optimista y tenía esa boba sonrisa en la cara, pero lo que mas me irritaba era es manía que tenia con las mujeres, era un libidinoso, y aun lo sigue siendo. Y a Bankotsu lo conocí en la segundaria alta; al principio éramos rivales, competíamos en todo, menos con las mujeres, esas cosas no iban conmigo. No se como ni cuando empezamos a congeniar, puede que la razón por la cual paso es que éramos muy parecidos en la forma de ser, los dos éramos muy orgullosos y siempre queríamos ser el mejor, aunque eso no ha cambiado nunca.

Nuestro destino se separo al empezar la universidad, Bankotsu quería estudiar medicina, por lo cual tubo que irse a otra ciudad, pero nuestra amistad siempre fue la misma de siempre; Miroku y yo nos decidimos estudiar marketing, por suerte no tuvimos que irnos a ningún lado.

El primer día de clases Miroku estaba muy emocionado, decía que por fin tendría nuevas conquistas, yo no le prestaba mucha atención, estaba fastidiado de no poder tomarme un año sabático, pero todo mi fastidio, mi mal humor, y esas ganas de matar a alguien desaparecieron cuando entramos en la clase de economía, fue allí cuando la vi por primera ves… estaba sentada en la primera fila, su piel era sumamente blanca y tomaba contraste con su negra cabellera, sus ojos cafés tenían una mirada fría, pero a la misma ves enigmática, y su cuerpo era de todo una diosa. Ella se percato que yo la miraba, pues me havia quedado atontado mirándola, por suerte Miroku me salvo de ese momento tan bochornoso.

La clase siguió sin ningún acontecimiento importante, yo solo quería que la misma terminara para hablar con ella; quería saber todo, ¿de donde era? ¿Cómo se llamaba? ¿Por qué no la había visto antes? Y lo mas importante ¿tenia novio?... pero con ella mi valentía se esfumo por completo, no podía hablarle, las palabras no me salían, así que solamente me dedique a observarla durante el tiempo que sea necesario para saber de ella sin necesidad de hablarle, pero mis planes fallaron, solo supe su nombre, Kikyo Higurashi, a causa de que era nombrada en clases, pero lo demás respecto a ella era un completo misterio, al menos para mi.

Todo cambio un día a mediados de fin de año, estaba llegando tarde, así que me fui en mi audi tt plateado; estaba a unas siete cuadras de la universidad cuando la vi a ella, se la notaba muy alterada supuse que era por la tardanza ya que era muy puntual siempre, así que me arme de valor y le pregunte si quería que la llevara, al principio ella me miro sorprendida pero al instante me regalo una dulce sonrisa y acepto mi invitación. Desde ese momento, desde esa sonrisa supe que estaba enamorado de ella, para suerte mía comenzamos a ser muy buenos amigos. La empecé a conocer de a poco, me entere de que vivía en Tokio con su abuelo Totosai Higurashi, ya que sus padres murieron cuando ella era muy pequeña, tiene una hermana menor que no veía hace algunos años porque vivía con sus tíos en otro país, por alguna razón nunca recordé su nombre. Estuvimos así durante un año, hasta que por fin me decidí a confesarle lo que sentía, y para aumentar mi alegría ella me confeso que sentía lo mismo por mi.

Cuando la presente ante mis padres por alguna razón se quedaron muy sorprendidos, pero lo que me tomo por sorpresa fue que se alegraron mucho de que ella fuese mi novia, cosa que después me enteraría el motivo de su alegría.

Fuimos novios durante los tres años restantes de la carrera, yo era sumamente celoso, havia muchos idiotas que se interesaban por ella, y eso me sacaba de mis casillas; el principal era Naraku Saqueda, había momentos en que iba a matar a ese sujeto, pero siempre algo me frenaba, era ella, mi adorada novia.

Al terminar la carrera decidimos que era el momento de dar un paso mas en nuestra relación, así que decidimos comprometernos. Preparamos una pequeña cena para anunciarlo a los más allegados y allí fue cuando nos enteramos de todo.

Nuestras familias se conocían desde hace generaciones, pero se alejaron un poco debido a la muerte de los padres de Kikyo, cuando ellos regresaron iban a dejar pasar un tiempo e iban hablar con nosotros para comunicarnos de nuestro compromiso. Así es, nosotros estábamos comprometidos desde antes de nacer, pero para nuestra suerte nosotros nos enamoramos sin saber nada de eso. Yo me enoje mucho con mis padres por hacer eso, no tenían derecho, ¿que habría pasado si me hubiese enamorado de otra mujer?, pero no fue así…

Paso un tiempo y decidí dejar las cosas como estaban, después de todo yo amaba a Kikyo y ella me pidió que arreglara las cosas entre mis padres y yo. Y así paso el tiempo hasta solo faltar dos semanas para la fiesta de nuestro compromiso, donde lo anunciaríamos ante toda la sociedad.

En la actualidad…

Contado por la narradora:

Por las calles de Musashi iban en un lindo auto plateado dos muchachos, el conductor era un lindo hombre de semblante serio, pero muy bello, tenia un extraño color de cabello, un color plateado con destellos blancos, y unos hermosos ojos dorados como el oro; su piel era algo bronceada y se podía notar que pasaba un buen tiempo en el gimnasio, y su copiloto no se quedaba para atrás, a diferencia del conductor el tenia el pelo negro, un poco largo lo suficiente para atarlo con una colita, sus ojos eran azules como el mar, tenia el cuerpo un poco menos trabajado pero igual era muy atractivo, y en su rostro se mostraba mucha felicidad.

—Inuyasha… ¿estas seguro de comprometerte?— miraba a su amigo de forma burlona.

—No empieces Miroku, ya te dije que estoy muy seguro de lo que voy hacer, yo a diferencia de vos amo a una sola mujer— lo miro en forma de regaño.

—Hay amigo mío y yo ya te dije que no encontré a la indicada para que sea madre de mis hijos— cerro sus ojos y puso sus manos en forma de resignación.

—Si si, como vos digas— le resto importancia y dirigió su vista adelante nuevamente.

El auto paro en la siguiente esquina debido a que el semáforo se puso en rojo. Pero algo llamo la atención del ojidorado que no apartaba la vista de alguien.

Era una muchacha que iba caminando con mucho equipaje, traía puesto unos jeans negros ajustados a la piel, una remera que dejaba ver su hombro derecho y algo de su vientre, y unas zapatillas grises. Era sumamente hermosa, su piel era blanca, poseía unos hermosos ojos chocolate que se escondían detrás de unas largas pestañas, y su cabello era largo, liso al comienzo pero ondulado al final, era totalmente negro que a contraste con el sol tomaba una tonalidad azulada, y un rebelde pero lindo flequillo.

— ¿Quién es? ¿A dónde ira?... es tan hermosa… pero que estoy pensando— se sacudió la cabeza para alejar esos pensamientos.

De repente la muchacha para y se pone a mirar una vidriera, el ojidorado solo la miraba y no se percataba de que el semáforo había cambiado, pero algo le llamo mas la atención, la chica de ojos chocolates se comenzó a atar el pelo y dejo al descubierto una rara marca en su espalda… unas lindas alas de ángel…

Continuara…

Bueno espero que les allá gustado el primer capitulo, quería aclararles que en este capitulo resumí un poco la vida de inu-sama, por eso no hay mucho diálogos, y es así de corto por que no son hechos muy importantes.

Aclarado esto me despido…nos vemos en la próxima… sayo!!

 

Konichiwoa!!!!
Gomenne por la tardanza… estuve con los parciales y no tenia tiempo de subir el capitulo. Trate de arreglar las cosas que me mencionaron (mis hermanitas luna y Alex, mi sobrinita fer, y mi amigis alexa) y también quería agradecer a las chicas que me leen.
Sin mas que decir les dejo el capitulo. Espero que les guste…

Capitulo 2: El regreso a casa y el compromiso de mi hermana.

En las bellas y afrodisíacas calles de roma se encontraba caminando una hermosa joven de bellas facciones, su cuerpo no era muy llamativo, tenia lo justo y necesario en cada lugar, su rostro conservaba ciertos rasgos de niña que la hacían ver angelical, pero a la ves mostraba rasgos de su adultez, su cabello era largo y de color azabache, era liso al comienzo y se ondulaba al final, sus ojos eran de un marrón chocolate y se ocultaban detrás de un lindo flequillo. Tenia puesto unos jeans negros ajustados a la piel, unas zapatillas converse de color gris y una remera blanca con letras en rosa que dejaba ver su hombro derecho y algo de su vientre.

Caminaba lento observando todo a su alrededor, como si quisiera guardar cada cosa en su mente.

Se detuvo al llegar a una hermosa fuente con estatuas de mármol, y su agua era tan cristalina que al chocar con los reflejos de sol de mediodía daban un gran espectáculo.

De repente la muchacha empezó a buscar algo en sus bolsillos, y cuando por fin lo encontró se dibujo una hermosa sonrisa en su rostro.

Se dio vuelta dejando la fuente a sus espaldas y lanzo la moneda para atrás cerrando bien fuerte los ojos.

— “Deseo que todo salga bien entre nosotras y que se cumpla el deseo que mi corazón tanto anhela”—al escuchar la moneda chocar con el agua abre los ojos y voltea rápidamente poniendo toda su atención en la fuente.

Mientras tanto no muy lejos de ahí…

En una casa modesta que tenia un bello jardín con múltiples flores y árboles frutales se encontraba una señora de unos sesenta años, de estatura mediana, y de cuerpo un poco robusto, bestia un hermoso vestido estampado con flores y tenia recogido sus cabellos blancos atados con una coleta; se encontraba recogiendo algunas ropas que se estaban secando al sol, mientras que un hombre de la misma edad un poco mas bajito y con unos cómicos bigotes adornando su rostro salía de una de las puertas de la casa y se acerca a ella.

—Ya se acerca la hora Juliana…de que nuestra pequeña kagome vuelva a su hogar—toca el hombro de su mujer, la cual se da vuelta y le regala una dulce sonrisa.

—Así es mi querido Myouga, es hora de que nuestro ángel vuelva a su verdadero hogar, el cual le fue arrebatado desde muy pequeña—doblo la ultima prenda y se sentó en una mecedora que se encontraba cerca de la puerta.

—Pero al menos podrá buscar el amor por ella misma y no será por obligación que tenga que amar a alguien—se acerca a su esposa y se sienta a su lado tomando su mano con mucha ternura.

—Si, tienes razón querido, por suerte pudimos evitar que ese hombre logre su cometido—mira el cielo con mucha nostalgia reflejada en su rostro.

—Y hablando de ella, ¿Dónde esta? Su vuelo sale en una hora—le pregunta con curiosidad.

—No te preocupes querido Sango ya fue por ella, seguro se encuentra en el mismo lugar de siempre—sonríe cerrando los ojos, y empieza a mecerse en su silla.

Mientras tanto en la fuente…

Una linda joven se encontraba corriendo en dirección en donde estaba la azabache.
Traía puesto un lindo vestido de seda color rosa que le quedaba un poco arriba de las rodillas y era sostenido por unas finas tiritas. Su cabello era de color castaño, lo traía suelto, y traía unas sandalias que combinaban perfectamente con su vestido.

— ¡Kagome! ¡Kagome!— cuando llega a ella se sienta en el borde de la fuente y toma un poco de aire—ya tenes que irte…solo falta una hora…para el vuelo

— ¿Enserio?... ¿Paso tanto tiempo?—se rasco la cabeza dudando un poco— jeje perdón sango, es que quería hacer una ultima cosa antes de irme— le extiende la mano a la castaña para volver a la casa.

—Hay Kagome vos siempre tan distraída—le sonríe a la azabache y camina con ella.

Caminaron un par de calles hasta llegar a una casa, era modesta pero era muy linda. En su entrada había libustrines (son unas plantas que si las podas quedan muy lindas como cerca), y en el camino hasta la puerta había un sendero se flores pequeñas.
Su interior estaba decorado con muebles de roble y papel tapiz, la sala era algo pequeña, tenia sillones que hacían juego con las paredes y en el medio de ellos había una mesa ratonera(mesa pequeña), a la izquierda estaba la cocina y a la derecha un pasillo donde estaban las habitaciones.

Las chicas se dirigieron a su habitación, a recoger las maletas de la azabache ya que tenían poco tiempo para llegar al aeropuerto. Una ves dentro de la habitación la ojimarron reviso todo por ultima ves, miro dentro de sus maletas cerciorándose de que no olvidar nada, hecho esto miro su cuarto por ultima vez agarro sus maletas y su guitarra y se dirigió hacia la sala.

—Listo Sango ya estoy lista— miro a sus costados y en la cocina— ¿y los tíos?

—Seguro están en el jardín—las dos se dirigieron al fondo de la casa donde se encontraron con los susodichos.

Al ver las chicas salir del interior de la casa los esposos se pusieron de pie y se dirigieron hacia ellas.

—Hija por fin volvieron, tenemos que irnos ya sino no llegaremos a tiempo—la anciana hablaba mientras acariciaba los cabellos de la muchacha.

—Lo siento tía, no me di cuenta de la hora, pero ya estamos lista para irnos—le sonrió con dulzura a la anciana.

—Si mama ya revisamos todo y dejamos las maletas en la sala—le hablo la castaña.

—Bueno entonces vamos a terminar de alistarnos nosotros también—el anciano les sonrió y entro dentro de la casa seguido de su esposa.

Pasaron unos quince minutos y ya todos estaban listos, subieron al auto y se dirigieron al aeropuerto.

—Bueno hija, es hora de despedirnos—Juliana abraza con dulzura a Kagome—te deseo lo mejor y deseo que todo te salga bien.

—Si tía—corresponde al abrazo de la misma manera—pero pronto vamos a estar juntos otra vez, así que será por poco tiempo que estemos separados.

—Si pequeño ángel, nos veremos en la boda de tu hermana, que será dentro de unos meses y en el tiempo que pase hasta ese día estarás con ella—Myouga le hablaba mientras acariciaba los cabellos azabaches de su sobrina.

—Si Kagome, papa tiene razón, nos veremos dentro de unos meses—la castaña abraza a su amiga mientras empieza a sollozar—te voy a extrañar mucho primita.

—Yo también te voy a extrañar mucho—la ojimarron se abraza a su prima y también empieza a sollozar.

Su plática fue interrumpida por el aviso que se dio a través de los parlantes.

ATENCION, PÀSAJEROS DEL VUELO 109 CON DIRECCION A JAPON, POR FAVOR AVORDAR POR EL PASILLO 16.

—Ya es hora, los voy a extrañar mucho—Kagome se despide por ultima ves, y se encamina al pasillo.

—Nosotros también—le gritaron todos al unísono, y la azabache se despide sonriéndole.

Una ves dentro del avión se acomodo en su asiento que era de primera clase, ya que su abuelo Totosai le mando el pasaje y quería que su nieta viajara cómodamente.
El viaje le resulto bastante largo aunque solo durara unas horas.

Cuando llegaron a destino, la muchacha se dirigió a buscar su equipaje. Una vez que lo tuvo se dirigió a la puerta principal y pudo divisar a lo lejos un hombre con un traje negro y un cartel en mano que decía “kagome Higurashi”, pudo deducir con facilidad que ese era el hombre que habían mandado por ella. Se puso un poco triste ya que esperaba que su abuelo y su hermana fueran por ella. Pero no quiso ir con el, así que se fue en otra dirección y salio sola del aeropuerto.

Camino unas cuadras para conocer el lugar, ya que pasaría unos meses en Japón, además quería recordar un poco ese lugar ya que ella vivió en musashi hasta la muerte de sus padres.

Camino por un buen rato hasta llegar a una cuadra donde solo había tiendas, cruzo la calle cuando el semáforo quedo en verde. Miraba todo con curiosidad, había todas clases de tiendas, de ropas, de zapatos, y algunas de electrodomésticos. Una particularmente le llamo la atención, era una tienda que vendían quimonos, le gustaron mucho así que decidió parar para mirarlos con mayor detenimiento. Mientras los observaba le dio un poco de calor así que decidió recogerse el cabello dejando al descubierto parte de su espalda. Estaba muy concentrada mirando la vidriera pero unas insistentes bocinas llamaron su atención, así que se dio vuelta para ver lo que sucedía…

Continuara…

Bueno hasta acá lo dejo. Nos vemos en la próxima.
Sayo!!!

 

Bueno eh dejado mucho tiempo abandonado este fic, que suerte que todavía no lo han cerrado, pero bueno en todo caso voy a subir la conti entre mañana y pasado, aquí va un adelanto (neh, esto lo aprendí de mi onee-chan Alex, el de dejar adelantos jeje)

La azabache ya había recorrido un buen tramo del trayecto hacia su destino, la mansión de los Taisho, ya que por el momento se hospedaría ahí, por el motivo de que su abuelo se encontraba de viaje y su hermana Kikyo estaba viviendo con su prometido.

Estaba algo cansada, llevaba horas caminando y ademas llevaba sus maletas a cuestas, así que decidió sentarse un momento a descansar en una banca que pudo divisar mas adelante cruzando la cuadra,pero en el momento que iba hacerlo casi es atropellada por un auto. Cuando se recobro del susto alzo su vista para ver quien era el que casi se lleva su vida, pero al hacerlo se perdió en unas orbes doradas que la escudriñaban con la mirada.

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—Onee-chan...por fin estoy contigo—exclamo feliz la muchacha de de orbes achocolatados, al mismo tiempo que era cobijada por los brazos de su hermana—no sabes lo feliz que estoy.

—no puede ser...es ella...esa chica es su hermana

Bueno hasta acá lo dejo n.n....voy a tratar de subir los capítulos mas seguido >.<....besachos!!!