Long-fic de Inuyasha - Un Amor Del Destino

Hola mis queridas lectoras aquí vengo a dejarles la segunda parte del capítulo pasado como prometí esta conti es especial ya que va dedicada con mucho cariño para mi Sensei Jesireth como regalo de cumpleaños ya que hoy es su cumpleaños muchas felicidades gracias por tu apoyo consejos pero sobre todo paciencia para pulirme en la escritura en verdad para mi ella es una amiga muy especial ya que fue una de mis primeras amigas y la razón por la que me atreví a entrar a cemezoo y más aun a seguir publicando mi fic a pesar de todo. También les aviso que esta será mi última conti durante 2 semanas ya que el proximo Lunes no podre actualizar ya que saldre de viaje espero sean pacientes sin más disfruten.

Capítulo 73 Un Fin De Semana Maravilloso (Segunda Parte)

El joven de cabellos plateados ya casi había terminado de atender a todos sus pequeños pacientes y de hacer todas sus labores, aunque tenía más trabajo que en días anteriores, aun así las horas se le estaban haciendo muy largas estando lejos de su amada princesa.

-Te extraño, princesa…-musitó Inuyasha suspirando.

Después de organizar los últimos historiales clínicos, se levantó de su escritorio y salió de su consultorio, para dar la última vuelta de ronda por los pasillos. Al salir se dirigió al área infantil y realizo las visitas correspondientes, les indicó a las enfermeras los cambios de alimentación y medicamento que debían darles, anotando estos datos en cada expediente.

-Al fin terminamos, por hoy.-mencionó Natsumy algo cansada.

-Sí, hoy fue un día algo cansado.-respondió Rin mientras acomodaba algunas bandejas las cuales contenían distintos frascos de cristal esterilizados, en los que habían muestras de sangre que debían ser analizadas.

-Espero ser una de las asistentes, del doctor Sesshomaru.-comentó Natsumy con emoción en la voz.

-Igual yo, deseo ser una de las asistentes de Sess… del doctor Sesshomaru.-concordó Rin corrigiendo al final la forma en la que iba a llamar a Sesshomaru.

-Por cierto Rin, por favor dile a Aome de mi parte que deseo que se recupere pronto.-pidió Natsumy.

-Si claro que se lo diré Natsumy, hasta mañana.- dijo Rin tomando su suéter y su bolsa.

-Hasta mañana, Rin.-respondió Natsumy.

Rin se dirigió al primer piso para irse a casa, cuando las puertas del elevador se abrieron, en seguida vio a Sesshomaru que la esperaba en la puerta principal del hospital para acompañarla, lucia realmente guapo sus ojos dorados la miraban con una ternura hipnotizante, vestía una camisa azul marino y una corbata negra, resaltando sus cabellos plateados.

-¿Nos vamos?-preguntó Sesshomaru esbozando una media sonrisa.

-Si.-respondió Rin levemente sonrojada.

Apenas salieron del hospital, el ojidorado la abrazo de la cintura y ella recargo su cabeza en su fuerte pecho, ya que aunque trabajaban en el mismo piso a pesar de ello no habían tenido oportunidad de hablar.

Al llegar antes de entrar a casa, ella llevo sus pequeñas manos al cuello de Sesshomaru y lo beso fue un rose tierno él a su vez llevo sus manos a la cintura de Rin y la atrajo más a su cuerpo, mientras exploraba cada parte de sus labios con cariño y ternura.

-Buenas noches, mi Sesshy.-musitó Rin al separarse de sus labios.

-Buenas noches, mi niña.-respondió Sesshomaru mirándola tiernamente.

La chica de ojos chocolates estaba sentada frente a su tocador cepillando su largo cabello azabache, vestía un camisón de seda lila muy fresco, y en su rostro aún estaba esa hermosa sonrisa de la mañana provocada por el bello regalo que le había dado su tierno príncipe, al terminar se dirigió con cuidado de regreso a su cama estaba por apagar la lámpara de su buro y meterse bajo las sabanas, cuando escucho que sonaba el teléfono.

-Bueno.- dijo Aome contestando.

-Hola, princesa.-saludo Inuyasha con voz dulce desde el otro lado de la línea.

-Hola, mi amor.-respondió Aome de manera igualmente dulce.

-¿Te gusto mi regalo?-preguntó Inuyasha.

-Claro que sí, mi amor me encanto.-respondió Aome con voz tierna.

-Qué bueno princesa, te extraño…- dijo Inuyasha suspirando.

-Yo más mi príncipe, ya quiero volver al hospital.-mencionó Aome algo impaciente.

-Mañana iré a verte, para revisarte.-prometió Inuyasha dulcemente.

-Te estaré esperando.-musitó Aome tiernamente.

-Te amo, descansa.-pidió Inuyasha.

-Te amo, buenas noches.-se despidió Aome con voz suave colgando el teléfono.

Finalmente la chica de cabello de ébano, apago la lámpara de su buro, y se metió bajo las sabanas de seda, se quedó profundamente dormida al instante que su cabeza toco la almohada, su respiración era normal al igual que los latidos de su corazón, y en sus labios había una sonrisa.

-Mmmm, que bien dormí me siento muy bien.- dijo Aome estirándose.

Se puso de pie con cuidado para no mover el vendaje de su pie izquierdo se colocó las pantuflas, camino hasta su armario y tomo su ropa volvió a su cama se quitó la pijama y empezó a vestirse esta vez eligió un conjunto invernal sencillo, un suéter liso beige, un pantalón de piel caqui, y unas botas de piso negras.

Al terminar tomo asiento frente a su tocador, y cepillo su largo cabello azabache hasta desenredarlo completamente, después se colocó un broche con la forma de una hoja de roble hecho de plata con destellos de oro, y en su cuello aquella cadenita con el dije en forma de rosa. Estaba por salir de la habitación para bajar al comedor, cuando escucho que tocaban la puerta.

-Adelante.-índico Aome.

-Hija Inuyasha, vino a revisarte.-aviso Sukiomi abriendo la puerta.

-Gracias, mamá.-respondió Aome viendo a Inuyasha entrar detrás de ella.

-Bueno Inuyasha, te dejo hacer tu trabajo.- dijo Sukiomi saliendo de la habitación.

-Sí, gracias señora Sukiomi.-respondió Inuyasha.

Cuando Sukiomi salió de la habitación, el joven de ojos dorados como miel se quedó embelesado ante lo bella que lucia Aome, sus dulces ojos chocolate tenían un brillo especial, además de que su tersa piel de nieve resaltaba aún más gracias, al pantalón caqui que marcaba más las curvas de su pequeña cintura.

-Bien vamos a ver tu herida, princesa.- dijo Inuyasha acomodando su maletín en el buro de la cama.

-Si.-respondió Aome.

Entonces volvió a sentarse en la orilla de la cama, e Inuyasha se arrodillo retiro la bota del pie de Aome, para revisar la herida retiro el pequeño seguro que mantenía la venda fija y comenzó a desenrollarla lentamente hasta terminar. Al parecer mágicamente la herida había cicatrizado a la perfección y sin problemas, además como esperaba los puntos de sutura se habían absorbido por completo sin dejar marca alguna sobre la piel.

-La herida ha cicatrizado muy bien princesa, después de este fin de semana podrás volver al hospital.-informó Inuyasha colocándole la bota nuevamente.

-Que bien.-respondió Aome con alegría.

-Te vez bellísima, princesa.-musitó Inuyasha con voz dulce.

-Inu…-nombró Aome mirándolo fijamente algo sonrojada.

En ese momento los labios de ambos se unieron, en un rose suave, tierno, lento, cariñoso, y amoroso la joven llevo sus manos a los anchos hombros de Inuyasha, él a su vez deslizo sus manos hacia su cintura, y la atrajo más a su cuerpo mientras exploraba su boca.

-¿Cómo te fue ayer en el hospital?-preguntó Aome sin soltarse de su abrazo.

-Muy bien, pero algo cansado.-respondió Inuyasha acariciando su mejilla.

-Si me imagino, te amo.-musitó Aome con voz tierna.

-Te amo, princesa.-musitó Inuyasha abrazándola más contra su cuerpo.

Después de eso bajaron a desayunar juntos, y al terminar salieron al jardín un rato, entonces se ambos se sentaron bajo el tronco del árbol sagrado cobijándose con sus ramas, que aún conservaban unas pocas hojas de tono marrón y anaranjado. Entonces Inuyasha recostó su cabeza en las piernas de Aome, ella a su vez comenzó a acariciar su sedosa y larga caballera plateada que tanto le gustaba.

-Te extrañe demasiado, durante estos años princesa.- dijo Inuyasha tomándole la mano con la que le estaba acariciando su cabellera, y se sentó junto a ella recargándose también en el tronco del árbol.

-Lo sé mi amor, yo también te extrañe demasiado estos años lejos de ti, e incluso mucho más…-respondió Aome sin deshacer la unión de su mano entrelazada, con la de Inuyasha.

En lugar de ello se acercó poco a su rostro, y de nuevo unió sus labios con los de él en un compás tierno y dulce, ambos estaban completamente perdidos y entregados en ese beso tan enternecedor…

-Ejemmm…-carraspeo levemente una voz femenina.

Cuando escucharon eso, al instante se separaron totalmente sonrojados.

-Por lo que veo Rin y Sesshomaru no fueron los únicos, en reconciliarse.-comentó la joven de pelo castaño con una gran sonrisa.

-Hola, Sango… eh bueno… nosotros.-saludaron ambos nerviosos tratando de explicarse.

-Por lo que vi, te la quieres comer Inuyasha.-mencionó Miroku con una sonrisa atrevida en los labios.

-¡Claro que no Miroku!-gritó Inuyasha enojado y algo sonrojado.

-Tú siempre pensando mal.-regaño Aome igualmente algo sonrojada.

-Me alegra mucho verlos, juntos de nuevo.-comentó Sango feliz.

-Akari se pondrá muy contenta, al saberlo.-aseguró Áyame.

-Al fin Inuyasha, volverá a ser el de antes.- dijo Koga.

-Con que aquí estaban todos.-mencionó Rin acercándose al grupo tomada de la mano de Sesshomaru.

-Sí, estábamos felicitando a la otra pareja de tortolitos por su reconciliación.-explico Áyame.

-Solo faltarían Akari y Karin, para estar todas las parejas.-señaló Aome.

-Es cierto, hermanita.-coincidió Rin.

-Pero cuando vuelvan de su luna de miel, nos podemos reunir todos.-sugirió Sango.

-Si.-acordaron unísonos.

Después de haber pasado tantos años lejos de sus amigos y de los ojidorados que tanto amaban, finalmente se habían vuelto a ver y a reunir, cada una de las parejas de novios que se formaron en la preparatoria, iniciando así cada una de las distintas historias de amor. En aquel jardín bajo el follaje otoñal del hermoso árbol sagrado se formó un bello cuadro Sango y Miroku tomados de la mano, Áyame y Koga mirándose tiernamente, Rin siendo abrazada de la cintura por Sesshomaru, y finalmente en medio de todos Aome abrazada a Inuyasha con su cabeza recostada en su pecho.

Sin duda alguna ese había sido un fin de semana maravilloso…

Continuará------------------------------------------------------------------------

Espero que les haya gustado como notarán la etapa dulce y romántica de la historia volvio por ahora... La proxima conti se las traigo el 15 días espero puedan ser pacientes

Pequeño Adelanto:

-La razón por la cual se les reunió fue para informarles, quienes de ustedes hoy dejan de ser practicantes y se convierten en las asistentes principales de mis hijos Sesshomaru e Inuyasha.-comenzó a decir Inutashio.

-Estas practicantes a pesar de ser muy jóvenes demostraron ser muy capaces, y las mejores en sus respectivas áreas de la medicina.-reconoció Izayoi.

Cuidense mucho las veo en 2 semanas sayo...

 

Hola mis amigas lectoras y hermanitas queridas ya estoy por fin de regreso después de 4 días de viaje a la playa me divertí mucho pero también extrañe mucho a mis hermanas Alex Black Buterffly, AomeEuni y Alexa Masoray además por supuesto el leer fics por eso esta conti es para ellas gracias por todos sus posts y me gusta en verdad saben lo valiosos que son para mi y lo mucho que los aprecio bueno sin más aquí la conti disfruten.

Capítulo 74 Asistentes Principales

Luego de un rato más anocheció, así que cada quien acompaño a su respectiva novia a casa, solo quedaron Inuyasha y Sesshomaru quienes acompañaron a la joven de ojos chocolate y a Rin, hasta la puerta de la casa a pesar de que solo estaban a unos metros de ella.

-Buenas noches, mi príncipe.-se despidió Aome mirándolo dulcemente.

-Buenas noches, mi princesa.-respondió Inuyasha besando suavemente la comisura de sus labios.

-Hasta mañana, mi Sesshy.-musitó Rin besándolo tiernamente.

-Descansa, mi niña.-contestó Sesshomaru separándose de sus labios y sonriendo levemente.

Cuando los ojidorados se marcharon ambas entraron a casa, subieron a sus curtos se colocaron sus pijamas, y apenas se recostaron se quedaron profundamente dormidas.

Esa mañana había en el cielo nubes grises y soplaba un viento frio, una prueba muy clara de que el otoño había dado inicio. La bella muchacha de ojos chocolate se levantó de su cama se colocó las pantuflas, y entro al espacioso baño una vez dentro abrió la llave del agua caliente para llenar la tina vertiendo también en ella esencias de lavanda y rosas. Al estar todo listo se despojó de su camisón y entro a la tina sumergiendo su largo cabello del color del ébano en el agua mientras pequeñas gotas del cristalino liquido resbalaban también por su tersa piel, al terminar envolvió su cuerpo y su cabello con unas toallas blancas, y regreso a la habitación. Se vistió de manera habitual con su uniforme blusa blanca con botones transparentes, una falda un poco más arriba de la rodilla con un pequeño listón de seda rosa pálido a lo largo de la bastilla medias transparentes sumamente pegadas, y zapatillas de piso igualmente blancas.

Al terminar se acercó a su tocador cepillo su largo cabello azabache colocándose un sencillo broche de oro con una pequeña perla y su habitual cadenita con el dije en forma de rosa, como aún soplaba el viento frio tomo su abrigo de piel caqui y se lo coloco. Lucia realmente encantadora.

-Buenos días.-saludo Aome sentándose en su lugar de siempre.

-Buenos días, luces muy linda.-comentó Sukiomi.

-Es cierto luces muy linda, hermanita.-concordó Rin.

Como era algo tarde solamente desayuno un pan tostado con mermelada y una taza de café, cuando termino tomo su bolsa y su paraguas ya que el cielo continuaba nublado, entonces escucho que tocaban la puerta.

-Yo voy.- dijo Aome mientras abría la puerta.

-Buenos días, princesa.-saludo Inuyasha mirándola dulcemente.

-Buenos días, amor.-respondió Aome con una sonrisa dulce.

-¿Rin ya está lista Aome?-preguntó Sesshomaru.

-Sí, Sesshomaru en un momento.-respondió Aome.

Cuando salió de la casa la pequeña Rin se fue con el mayor de los ojidorados en su deportivo negro, y Aome se fue con Inuyasha en su deportivo plateado. El trayecto fue muy corto para el gusto de ambos en menos de veinte minutos habían llegado al hospital.

-Ya llegamos.-informó Inuyasha.

-Sí, bueno iré a alcanzar a Rin.- dijo Aome tomando su bolsa y su paraguas a punto de salir del auto.

-Espera princesa, despídete como se debe.-objeto Inuyasha halándola levemente del brazo provocando que su rostro quedara en su pecho.

Entonces la chica de largo cabello azabache levanto su rostro, al hacer esto su mirada chocolate quedo fija y perdida en esos bellos orbes de dorada miel que le fascinaban, sus labios estaban a unos centímetros de los de Inuyasha finalmente fue él quien esta vez unió sus labios con los de Aome en un rose suave, dulce, tierno, y cálido recorriéndolos poco a poco.

Mientras ese beso se volvía cada vez más intenso, soltó su cinturón y llevo sus manos a su pequeña cintura acercándose así más a su cuerpo, ella deslizo sus suaves manos hacia su fornida espalda acariciando levemente algo de su piel bronceada.

-Tengo que… iniciar mí… turno…-musitó Aome con cierta dificultad separándose de sus labios.

-Está bien… princesa…-acepto Inuyasha soltándola de su abrazo.

-Te amo.-musitó Aome mirándolo tiernamente.

-Te amo, te veo a la hora del almuerzo ¿Si?-preguntó Inuyasha sonriendo dulcemente.

-Sí, mi príncipe.-respondió Aome saliendo del auto.

Finalmente entro al hospital con una gran sonrisa en sus labios, y se dirigió al segundo piso al entrar se quitó su abrigo de piel lo colgó sobre el perchero de madera que estaba tras la puerta y se colocó su bata, ahora estaba lista para iniciar su turno.

-Buenos días, Aome.-saludo Nayumi.

-Buenos días, Nayumi.-respondió Aome feliz.

-Te eche de menos…-comentó Nayumi mientras sacaba unos historiales clínicos, y los colocaba en el pequeño escritorio de madera, que estaba junto a la puerta de entrada del pequeño consultorio.

-Yo también te eche de menos Nayumi.-admitió Aome.

-¿Cómo fue que te cortaste el pie de esa forma?-preguntó Nayumi algo curiosa.

-Fue un accidente me corte con un pedazo de porcelana que había en el piso de mi cuarto.-respondió Aome aparentando tranquilidad.

Fue una mañana sumamente tranquila para la muchacha de ojos chocolate, realizo todos sus deberes con gran alegría y con esa dulce sonrisa en sus labios. Esperaba con gran impaciencia la hora del almuerzo para ver a su amado príncipe pero aún más el saber si ella sería una de sus asistentes, la espera la estaba torturando mucho.

-Todas las practicantes de Pediatría y de Enfermería, por favor presentarse en la sala de conferencias.-anunció Inuyasha por el altavoz.

Cuando escucharon la voz del ojidorado, tanto Nayumi como Aome dejaron de realizar sus deberes y salieron del consultorio, hacia el elevador para bajar al primer piso ya que la sala de conferencias, se encontraba al fondo del pasillo que comenzaba desde la recepción.

Al llegar ambas se sentaron en una de las filas, de en medio ya que todas las filas del frente estaban llenas. En un extremo de la sala se encontraban todas las practicantes de Enfermería en seguida Aome busco a Rin con la mirada, después de un momento la encontró estaba sentada en una de las últimas filas junto a Natsumy. Solamente las separaba un pequeño pasillo forrado de alfombra color azul marino, la cual conducía a unos escalones de madera clara atravez de los cuales se subía a una tarima de madera oscura, encima de la cual pegada a la pared había una pantalla de proyección iguales a las del cine, en las cuales se mostraban las nuevas investigaciones o ponencias, de los doctores referentes a sus especialidades.

Se podían escuchar mormullos de las conversaciones entre las practicantes en ambos extremos de la sala, pero de pronto terminaron cuando Izayoi, Inutashio, Sesshomaru, e Inuyasha entraron a la sala, y subieron a la tarima.

-La razón por la cual se les reunió fue para informarles, quienes de ustedes hoy dejan de ser practicantes y se convierten en las asistentes principales de mis hijos Sesshomaru e Inuyasha.-comenzó a decir Inutashio.

-Estas practicantes a pesar de ser muy jóvenes demostraron ser muy capaces, y las mejores en sus respectivas áreas de la medicina.-reconoció Izayoi.

-Mi asistente principal en el área de Pediatría es… la señorita Aome Higurashi.-anunció Inuyasha con gran alegría en la voz.

-Y mi asistente principal en el área de Oftalmología es… la señorita Rin Hanabusa.-informó Sesshomaru con una media sonrisa en los labios.

Continuará------------------------------------------------------------------------

Espero que les haya gustado no me maten por dejarlo ahí el proximo capítulo se los traigo a más tardar el Lunes

Pequeño Adelanto:

-¡Emergencia señorita Aome Higurashi!-aviso Inutashio

Cuidense mucho sayo...