Kurai No, no había nada que decir. Pero si había un par de cosas para hacer. Busqué rápido con la mirada algo que pudiera utilizar para cambiar mi cuerpo y así cambiar de posición, pero no había nada a la vista. Nada más que el enemigo de al frente. Y varios papeles a mi alrededor y en mis bolsillos. Un segundo, ¿papeles? No estaba tan perdido como creía. Metí la mano en el bolsillo, y aprovechando los papeles ya infusionados en chakra de mi enemigo, los convertí rápidamente en pequeñas aves y los mandé a volar hacia mi oponente. Sin embargo, no le apuntaba a él. Los papeles pasaron a su lado y formaron detrás suyo otro yo, hecho de decenas de colores arrugados. Al menos, así tendría dos enemigos del cual preocuparse, y podría distraerlo lo suficiente como para huir. Contenido oculto No pongo todavía el gasto de chakra y demás porque todavía falta que se hagan los cambios a las estadísticas. En cuanto esos estén hechos, edito con la fórmula.
El ninja te iba a atacar cuando de pronto, miró hacia su espalda y vio el clon. Sin embargo, algo llamó su atención y observó la ventana y solo pudo maldecir el momento. —Te salvó la campana niño —respondió el joven y desapareció con rapidez de tu vista; al parecer alguien más venía al encuentro.
Kurai Solté un suspiro solo cuando el otro hombre desapareció de mi vista. Pero al parecer, alguien más venía hacia el lugar. Así que deshice el clon y volví a guardarme los papeles, teniendo especial cuidado de volver a dejar en el suelo los que habían delatado mi presencia. Me trepé hacia una de las ventanas y me quedé escondido allí, para ver quien vendría. Si era alguien hostil, quería tener una chance de poder escapar de forma sencilla.
De pronto sentiste un jalón de oreja, al parecer tu instructora había dado contigo. —¿Pero donde te has metido niño? —dijo con tono bastante disgustada. —Seguir tus pasos fue tedioso. ¿Que hacias aquí? —preguntó.
Kurai — ¡Ow, ow, ow!— me quejé, al sentir el tirón. Me froté la parte afectada, mientras le hacía un puchero a mi instructora. Miré hacia otro lado.— Estuve siguiendo a un par de hombres. Se metieron en este edificio y me dio curiosidad. Estaba hablando en voz baja, sin mirar a mi instructora, mientras tenía la mano en los bolsillos y jugueteaba con los papeles que había en ellos. — Estaban pasándose cosas, como un pergamino o algo así. Mencionaron a alguien llamado Wang y a los Terumi, y un hombre que me quiso atacar estaba vestido como visten los del Clan de los Osos.
—¡QUE! —gritó la instructora chiyando al lado de tu oído. —Kurai, sígueme. —dijo la sensei mientras salía del edificio. —Si es verdad lo que dices, entonces creo que todo tiene mayor sentido. —respondió mientras corría en dirección al norte de la villa.