Rodeada de un hermoso e imponente valle, la Villa de las Plumas es la pequeña capital de la Región de las Aves; los comerciantes han aprovechado el mercadeo con cientos de distintas aves y artesanía derivada de las mismas. Los edificios suelen tener dos o tres niveles al igual que las tiendas y suelen haber calles superiores interconectadas por puentes a través de toda la ciudad. La pequeña villa ha crecido en gran manera en la última década por lo que se le considera un pueblo y no una villa; sin embargo, el nombre simbólico no ha sido reemplazado todavía.