Es una ciudad en las faldas de una montaña, la cual se alimenta del río más ancho y largo de todo Japón: el río Chikuma, proveniente de Nagano; su porción del río es más delgado y tranquilo a comparación de Nagano. Gobierno: Siguen al señor de Nagano Locales: Shukusha Casa de Armamento: ha permanecido abandonado por mucho tiempo Dojo Comercio: ebanistería Clínica Herbolaria Oyaji: Casa para huéspedes con mayores posibilidades económicas Cuartel militar norte Cuartel militar sur
El rol proviene de Niigata Calles de Ueda [Yin; Ayame; Misato] Yin guio al grupo por dónde Ayame les indicaba; ella estaba alerta a alguna señal, al parecer conocía el método que empleaban los Fujibashi para comunicarse. En el camino encontraron bandidos, lograron derrotarlos pero llegaron a Ueda cansados. —Deberíamos encontrar alguna señal en este pueblo—mencionó Ayame —no es buscar específicamente un objeto; a veces son pláticas con personas. —Soy bueno en eso; puedo ir al comercio local e intentar dar con algo de información útil— Yin se ofreció en la búsqueda. —Conocen los colores de los Fujibashi; verde, azul, café, rosa, morado, amarillo y naranja Contenido oculto Kuno Vizard pueden ir juntos o separados
Misato Aoyama Salimos de Niigata con rumbo al encuentro con los Fujibashi, Ayame poseía el conocimiento por lo cual nos guío a la ciudad de Ueda, el trayecto solo tuvo la corta perturbación del ataque de un grupo de bandidos, logramos derrotarlos, aunque debía admitir el agotamiento por nuestra batalla. Al llegar Ayame indico la posible pista para dar con los Shinobis de su clan. Yin se había ofrecido para investigar el comercio, durante el trayecto aún podía ver una marcada melancolía ya que Zeng no lo acompañaba, pero era algo efímero nunca perdió el rumbo y mantuvo cierto liderazgo, mientras estuviera a su lado no estaría desamparado. —Buscaremos en el comercio, si lo requiere luego nos separaremos—sugeri a ambos, Ayame nos recordó el color de los listones que identificaba a cada ninja. —Estare atenta, avisaré si veo algo—dije para acompañar al equipo hasta el comercio.
Comercio [Yin; Ayame; Misato] Yin sonrió ante las palabras de Misato; pues no quería separarse realmente. Al llegar al comercio pudieron notar que era uno de Kumiko, un arte de madera que consiste en paneles de madera que se mantienen juntos con simple presión, sin ningún tipo de adhesivo o clavo; esa presión se logra gracias a un meticuloso cálculo, corte y arreglo; el resultado final son patrones complejos, los cuales son utilizados en algunas puertas corredizas. Un artesano estaba trabajando en un panel mientras algunos aprendices observaban en silencio. Detrás de él, una bella celosía se mostraba en las puertas shoji del comercio, maravillando a los observadores; en especial Yin quedó maravillado con los patrones. El artesano no levantaba su vista; se mantenía concentrado, por lo mismo Yin no quería interrumpirlo, en cambio buscó alguna pista; toda la madera tenía un simple color pardo, por lo que destacaban los demás colores, como los verdes de los kimonos de los aprendices; el verde opaco del artesano. También se escuchaba el tintineo de un furin y la brisa golpeando las maderas recargadas en la puerta. Contenido oculto Kuno Vizard
Misato Aoyama Al llegar a las puertas del comercio el aroma de la madera impregnaba el ambiente, para nuestra maravilla el local exhibía una artesanía de despampanante belleza; madera trabajada de manera que recreaba paisajes vistosos; era el arte del Kumiko. —Dioses, son muy hermosos, he escuchado sobre esto pero no había tenido oportunidad para verlo en persona—murmure a Yin y Ayame tan bajo para no perturbar al maestro artista y a los aprendices. Alrededor lo más destacable era el hermoso trabajo del artesano pero no había mayor indicación que las obras y los artesanos (salvo el color verde del artesano), pero nada que diera señal de presencia Fujibashi, había silencio y no habían rastro de listones. —¿Has logrado dar con alguna pista?—pregunte a Ayame—Sin ningun rastro no creo que estemos en el lugar indicado. Aunque en el fondo prefería disfrutar de los bellos paisajes recreados en la madera, debía centrarme en dar con los demás ninjas, cada encuentro era una prueba sobre que tan confiables éramos para ellos y su líder Kaze, al cual seguíamos sin conocer su rostro.
Comercio [Yin; Ayame; Misato] Ayame miró los intrincados patrones sin entender si allí podía encontrar algo; fueron las palabras de Misato las que la sacaron de su ensimismamiento —Cada vez, sus pistas son más complejas; entre más cerca sentimos al enemigo, más difíciles creamos las pistas. Si al menos supiera quien es el que ha puesto las pistas, entendería cómo funcionan. Si damos al menos con la primera, creo que lo demás no me será difícil de encontrar. Yin miraba aun hacia la puerta corrediza, la señaló ante Ayame y Misato —Dudo que sea el café, sería muy obvio; pero... si más que buscar un color, ¿Es buscar la ausencia de uno? —mencionó señalando la montaña en el patrón de kumiko en la puerta. —¿Verde? podría ser... —mencionó Ayame —... si es así, las pistas de Anzai son las más complejas. Ayame se acercó a la puerta, la revisó y negó. No había nada en ella. —Si no sabemos ni siquiera qué buscamos esto resulta ser imposible —mencionó Yin —Imposible...—mencionó el artesano —...Cómo predecir el movimiento del aire —les sonrió —decían que este arte era imposible, aun así, generación tras generación logra perfeccionarlo. La respuesta está cerca, para aquellos que saben escuchar. Contenido oculto Kuno Vizard Puedes investigar dentro del comercio de Kumiko. Puedes investigar fuera del comercio. Puedes irte del comercio hacia otro sitio.
Misato Aoyama —Son acertijos muy complejos, digno de un Shinobi comprometido a permanecer en las sombras—dije con cierta frustración, me figure la posibilidad de tener dificultades para tener un encuentro real con el legendario Kaze, líder y maestro de los Fujibashi. Ayame indagó cada pieza de una de las artesanías en busca de un patrón muy particular, fue en vano, todo era muy y vago, no sabíamos que debíamos buscar en realidad. Imposible...como predecir el movimiento del aire. La voz del artesano quebró mi concentración para buscar una pista crucial, nos sonreia con amabilidad y nos señaló la posibilidad del arte Kumiko, un arte que debía requerir disciplina. —Cerca para los que saben escuchar...—medite enredándo un mechón de cabello, las palabras del artesano sonaban como otro acertijo...podría ser posible...o tal vez buscaba donde no había. Decidí investigar el comercio de Kumiko más a detalle, pasando por el Furin, un lindo adorno de viento que emitía tintineo relajante por cada caricia del viento ¿Estaría allí la respuesta? O ¿Más allá?
Comercio [Yin; Ayame; Misato] Ayame observó a Misato con curiosidad, la siguió hasta dar con el furin del comercio. —Un muy bello adorno —mencionó Yin — el papel de peso es... rojo. Ayame lo miró confundida —El rojo... ese es mi color— después miró hacia Misato —No puede ser... yo lo hubiera...— Ayame comenzó a inspeccionar sus pertenencias, y entre ellas encontró una misiva que no reconocía; miró a Misato y Yin, jalándolos un poco para que nadie los estuviese escuchando. "Han seguido el sonido del furin; el cual se emite después de que el viento pasa. Leen estas palabras mientras yo vuelvo a escabullirme. Pero les he dejado un regalo" Ayame volvió hacia dónde estaba el artesano con el Kumiko; ya no estaba allí, sólo los aprendices —Maldición... Contenido oculto Kuno Vizard Puedes preguntar a uno de los aprendices Puedes investigar dentro del comercio Puedes irte del comercio hacia otro sitio.
Misato Aoyama Inspeccione el lugar hasta dar con el Furin que se mecia con las caricias del viento. Asentí a las palabras de Yin sobre el adorno y su enanto luego se enfocó en el color rojo del papel que colgaba. Rojo... Era el color de Ayame, intrigada indagó entre sus pertenencias encontrando una misiva que ella desconocia. Nos acercamos y leímos. —¿Escabullirse? Pero...—voltee para comprobar que el artesano ya no estaba, ni siquiera un crujido en el suelo de bambú delató su huida, un nivel de sigilo digno de un Shinobi— Viento... No será que el es... Me detuve a pensar si podía tratarse de el...el mismo líder de los Fujibashi el legendario Kaze. Su mensaje aludiendo al viento era lo único con lo que podía relacionarlo. Sin embargo lo perdimos debía hacer algo para dar con su rastro. Investigue aún más a fondo el comercio mencionó un regalo ¿A qué se refería? No tenía intención de preguntar a los aprendices, quien sabe si colaboraban con el artesano para enredar más nuestra búsqueda.
Comercio [Yin; Ayame; Misato] Misato entró al comercio; el olor a madera era fuerte; en el interior no había nadie trabajando, pero nadie los detuvo; Yin y Ayame también entraron para verse hipnotizados por los tonos de café de distintas maderas. Pero había algo que destacaba; en una de las mesas de trabajo había una roca; al parecer se iniciaba un tallado en aquella piedra; a un lado había unas flores violetas. Contenido oculto —Flores violetas... dudo que esto sea obra de Handa— mencionó Ayame. Contenido oculto Kuno Vizard Inspeccionar la roca Preguntar a Ayame Inspeccionar algo más del comercio
Misato Aoyama Sea quien sea que estuviera probandonos no mintió cuando mencionó un regalo, sin ninguna objeción pudimos ingresar al local, nos topamos con más de los hermosos adornos de madera, pero en una mesa había un pequeño objeto; una piedra y al lado de esta una flor violeta. ¿Solo era eso? Esperaba algo más llamativo, inspeccione la roca en búsqueda de algún mensaje relevante para dar con nuestro objetivo, debíamos dar lo más pronto posible, Nagano podía estar en esos momentos bajo asedio. —¿Donde estás?—inquiri entre murmullos aún revisando cada detalle de la roca. El clan Fujibashi era todo un enigma al momento de procurar tratar con ellos, manteniéndose en secreto hasta para el mismo Obata.
Comercio [Yin; Ayame; Misato] Ayame también se mostraba confundida —Esto es ridículo... saben que soy yo. ¿Por qué tenemos que hacer esto estando tan cerca? Yin sonrió mientras observaba la roca —En una tumba de cementerio —dijo señalando la base, la cual mostraba un café terroso, demostrando que había sido sacada de su antiguo sitio, al parecer, agregaban un nombre a la roca. —¿Nos están diciendo que debemos ir a un cementerio?— preguntó Ayame, no tanto hacia Yin sino a sí misma. Salieron del comercio dónde Yin preguntó por el cementerio; los locales le indicaron como llegar, al parecer era detrás del dojo. Cementerio [Yin; Ayame; Misato] Llegaron a aquel sitio; pero no había rastros de una tumba faltante; fue entonces que Ayame les señaló al horizonte; subiendo unas rocas había un campo de flores violetas. Lo siguieron y encontraron un cementerio privado. Y allí, en una de las tumbas, de rodillas estaba un anciano con kimono verde. Contenido oculto Kuno Vizard
Misato Aoyama Las pistas nos llevaron a la conclusión; debíamos ir a un cementerio, compartí el sentir de Ayame al ser parte de aquel extraño juego de acertijos, cuando inequívocamente ella era una Shinobi Fujibashi ¿Era necesario pasar por todo eso? —No tenemos opción, debemos ir. Abandonamos el comercio e indagamos por la ubicación de un cementerio en Ueda, nuestra búsqueda dio con un cementerio tras el Dojo, al llegar buscamos la tumba faltante pero no había espacio que nos indicará su ausencia...era demasiado frustrante. Escuche a Ayame indicarnos una nueva dirección, en el horizonte, había una escalera que nos llevó hasta un cementerio privado. Allí habían más de las flores violetas, igual a la que nos había dejado. —Es el... En una parte del cementerio se encontraba arrodillado un anciano de kimono verde, el mismo color del maestro del comercio, parecía rezar por el alma de algún antepasado. Avance con parsimonia para no sobresaltar al hombre pero aún persistía mi incertidumbre. ¿Era de los Fujibashi? Lo único que deseaba era no tener más inconvenientes para reunirme con quien debíamos. —Señor...lamento interrumpir—hable con voz aterciopelada, con todo el respeto que debía tener en un sitio de descanso para quiénes están en el otro mundo—Pero desearía saber si usted nos guío hasta aquí—mostre la roca tallada—Busacamos a ciertas personas relacionadas con mi acompañante Ayame. Pero no podía ignorar el como se valía de acertijos para llevarnos hasta cierto punto. >>¿Tiene algo que ver con ella? ¿Con los Fujibashi?
Cementerio [Yin; Ayame; Misato] El hombre detuvo lo que estaba haciendo para después voltearse hacia Misato; Ayame también lo miraba mientras Yin parecía más absorto en la belleza del campo floral. —Yo los he guiado hasta aquí; si— afirmó —Pero no he sido yo quién lo planeó —dijo sacando de su kimono una misiva la cual extendió a Misato —Los Fujibashi... tan complejos como el mismo trabajo kumiko; todos están unidos pero no sujetos con ningún pegamento o clavo; es la fuerza la que mantiene esa madera una junto a la otra. Contenido oculto Kuno Vizard tira un dado de 20; si milagrosamente sacas 20 obtendrás algo especial de ese sitio.
Misato Aoyama El hombre respondió, revelando como solo había sido guiado por la manipulación de los Fujibashi, me parecía increíble tal maestría en cuanto a propiciar encuentros, aunque no incluyeran a Ayame esa vez. Recibí en mis manos una misiva y una tela con cuatro inciensos en ella. ¿De que serían? Desconocía entonces que era el incienso de tomillo, en el mensaje aclaraba sobre el uso de tomillo para identificarnos como aliados. —Creo requeriremos de esto si queremos encontrar a los demás—dije mostrando las bolsas con aroma a tomillo.—una forma muy eficaz si queremos mantener un contacto más seguro, es una pena no contar con rastreo para ubicar el aroma lo más rápido posible. No estaba perdiendo la paciencia, estaba cada vez más intrigada sobre el modo como Kaze podía operar.
Cementerio [Yin; Ayame; Misato] Ayame estaba muy confundida, y se notaba en su rostro; Yin por un momento levantó la mirada a los árboles pero sólo vio como las hojas caían al suelo, como si un ave hubiera pasado por allí. —No lo entiendo...— mencionó Ayame hacia el anciano —Si nos estás entregando esto, sabes que somos de fiar; ¿Por qué no nos dices quién te ha enviado? El anciano la miró con tranquilidad —Porque yo tampoco lo he visto. —El maestro siempre ha sido así; antes no me molestaba, no tenías ninguna premura; pero ahora estamos al borde de una crisis y ni así aparece ante nosotros —Ayame se tallaba la frente. —Disculpe, señor —mencionó Yin — ¿Conoce la montaña de Sawa? —preguntó recordando las palabras de Riku El anciano frunció el ceño, intentando recordar — No hay una montaña de Sawa... pero significa arroyo de montaña, y todas las montañas tienen arroyos, algunos hasta se convierten en grandes ríos —con esto, el anciano se retiró. Tras el fallo de Yin, Ayame se acercó a Misato y tomó uno de los inciensos —Yo puedo rastrearlos ¿Cómo crees que siempre daba con Kenzaburo? Si bien, no encontramos nada de Kaze; al menos podremos rastrear a aquellos que porten este olor. Contenido oculto Kuno Vizard Ayame se va a movilizar hacia dónde lleva el aroma. Pero si quieres hacer algo en Ueda antes de irse puedes hacerlo. De una vez tiraré el dado de movimiento.
Misato Aoyama Sea quien fuera el misterioso Shinobi Kaze, ganaba notoriedad por su particular forma de comunicación; compartía el sentir de Ayame, tarde o temprano debíamos encontrarlo y pedirle su guía para cumplir con una misión crucial, acabar con los ninjas de Koga. —Muy pronto necesitaremos un líder, sin Hamami ni Obata todo recae en Kaze—suspire frustrada—solo aguardo a que podamos encontrarnos en el momento indicado. No había demasiado por averiguar en Ueda, Yin preguntó sobre la montaña Sawa que mencionaba aquel acertijo, no existía montaña con tal nombre en específico; la respuesta fue aún un poco confusa por qué de ser así debíamos recorrer más caminos para dar con el líder Fujibashi. —Entonces eso complica algo las cosas—me dirigí a Yin—tardaremos en dar con el, podría tratarse de cualquier montaña. Ayame menciona poder seguir el rastro, tal como lo hacía con nuestro samurái Kenzaburo. —Ire contigo pero antes prepararé algo del veneno de serpiente en la herbolaria—Estaba por tratar con uno de los venenos más letales, veneno de serpiente, iría estudiando minuciosa el terrible efecto de los mismos, en cada herbolaria que pueda disponer. Me incliné frente a Ayame y parti directo a la herbolaria...no podía predecir si debía contar con ellos en un futuro...y con Shinobis como los Sugita, no dudaría en hacer uso de los mismos.
Herbolaria [Yin; Ayame; Misato] Tanto Ayame como Yin decidieron seguir a Misato hacia la herbolaria; en el interior había una modesta estantería con algunos ungüentos y frascos. El hombre los miró y se acercó lentamente. —Venenos ¿Cierto? Puedo olerlos —mencionó con seguridad —puedes usar lo que necesites, son sólo diez monedas. Y debes dejar todo limpio nuevamente —fue una orden, aquel hombre era serio con lo que decía —¿Alguna duda? Contenido oculto Kuno Vizard
Misato Aoyama La herbolaria de Ueda mantenía un aspecto pulcro y bien cuidado, muy acorde a la disciplina que su propietario demostraba en su actitud. Me incliné para saludar al herbolario y acercarme hasta las herramientas de trabajo, en los pliegues de mi vestimenta aún conservaba los cuatro colmillos de serpiente de mar junto a los ingredientes de las medusas cuyo veneno provoca parálisis, tal como la bufotoxina de Shinrin. —Solo una pequeña duda...—dije mientras preparaba el veneno de serpiente y de medusas, al final pudo más mi curiosidad por elaborar ambas recetas nuevas para mi—Podria decir que aún soy una modesta aprendiz en el mundo de los venenos, una de las recetas que he aprendido es la bufotoxina un veneno según puede ser muy efectivo por medio de agujas...¿Podría saber si dispone de algunas si es tan amable?—pregunte con una sonrisa amable. Al preparar las medusas, el recuerdo de la maestra Ogen inevitablemente vino a mi ¿Estaría bien? No tenía ningún lazo afectivo con mi mentora, su carácter era lo contrario a la caridad del maestro Hattori, pero debía agradecer su prueba y las recetas. Las agujas debían ser parte de mi arsenal si pudiera tener la desafortunada oportunidad de lidiar con un Taira tan feroz como lo fue Masaki, tal vez Koga podría albergar uno de tal naturaleza.
Herbolaria [Yin; Ayame; Misato] El hombre negó; parecía que iba a decirle que no tenía a su disposición agujas —No deberías ser tan modesta; lo que ahora preparas requiere un grado de maestría que pocos poseen —después asintió y se acercó a una de las cajoneras debajo de la estantería; de allí sacó una pequeña caja de bambú la cual abrió frente a Misato; era un juego de diez agujas — Su costo es de cincuenta monedas; son los objetos más costosos. No son piezas hechas por herreros ni artesanos; las agujas son creadas por alguien anónimo que de vez en cuando pasa por los pueblos vendiendo su inigualable arte. Ha tenido suerte señorita; justamente hoy me visitó esa persona extraña. Ayame miró al herborista interesada en lo que acababa de comentar —¿Cómo era esa persona? El herborista miró a Ayame y luego miró a Yin —Su altura rondaba entre la suya y la de él; una altura media. Ayame lo seguía mirando, esperando que dijera más detalles. El herborista comprendió aquella mirada y negó —No tengo más; venía completamente cubierto con una capucha; no vi su rostro en ningún momento; portaba una máscara completamente blanca y en sus manos usaba unos guantes de tela. No vi ni un sólo milímetro de su piel, y su voz tampoco se mostró ante mi. Contenido oculto Kuno Vizard