Long-fic de Inuyasha - [UA] ¿Cómo ignorar tu torpeza?

Tema en 'Inuyasha, Ranma y Rinne' iniciado por siberian, 29 Enero 2010.

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    siberian

    siberian Usuario común

    Piscis
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    [UA] ¿Cómo ignorar tu torpeza?
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    Comedia Romántica
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    Re: [UA] ¿Cómo ignorar tu torpeza?

    Cáp. 7
    Acaso es una…¿¿invitación??
    Se aproximaba la fecha de la exposición y el esperpento me ayudaba a prepararla. La semana había finalizado rápidamente y tendría que exponer una investigación científica basada en algunos datos recopilados e hipótesis, para dentro de tres días. No tengo idea de qué significa eso, pero si de algo estoy seguro es que no sería nada sencillo. Como iba diciendo, la semana había sido muy pesada con respecto al trabajo, el hecho de tener que ver al esperpento todos los días de la semana y ¡para colmo! Tener que escucharla a ella, y su mejor amigo Houjo, decir cómo trataría de evadir al profesor nuevo. Por si fuera poco, Yura había estado acosándome y quejándose del daño causado a su máximo tesoro: su cabello. En verdad que se había convertido en una tortura inexplicable y no podía comprender cómo había hecho Kagome para no ser reconocida por el profesor Suikotsu; posiblemente él era más distraído que ella ó el esperpento en verdad sabe cómo camuflarse. A fin de cuentas que me había convertido, involuntariamente, en el guardián del ángel de la desgracia pues no me ayudaría con mis trabajos y tareas pendientes a menos que la ayudara a esconderse. Claro que le había dicho que no pues tenía suficiente con ser su guía como para querer ayudarla pero a fin de cuentas acepté la proposición pues necesitaba una buena nota de exposición para aprobar y pasar el grado. En fin, me encontraba en medio de una situación que les resultará un tanto familiar: el esperpento me miraba de una forma muy rara y se sonrojaba cuando la miraba de frente –claro que lo hacía para que dejase de mirarme-, Sango y Miroku peleaban pues éste último no hacía más que mirar a todas las chicas que pasaban cerca y, ¡para colmo! Se unió un inepto más a la manada. Así es, el esperpento y Houjo se habían convertido en buenos amigos a pesar que ella le partió sus dos dientes; ¿quién entiende a los cerebritos?

    –Disculpa…Inu…–el esperpento me miraba nerviosa. – ¿quieres ésta sopa ramen?
    –Ya comí. –contesté secamente.
    –¡Inuyasha! – pude alcanzar a escuchar el estruendoso grito de la persona que ya me tenía fuera de mis casillas.
    –¿Ahora qué quieres? –pregunté sin siquiera voltear mi cabeza; sabía perfectamente de quien se trataba.
    –Vine para saber si querías comer…–se detuvo y miró al esperpento con cara de rabia –¿¡¿Se puede saber qué demonios haces aquí?!?
    –¿Yo? – Kagome se encontraba confundida.
    –Inuyasha, podrías morirte si te acercas mucho a ésta cosa –comentó despectivamente.
    –Yura, ¿a qué viniste esta vez? – pregunté con seriedad. – Sé que tus intenciones no eran que comiéramos juntos.
    –Pues me conoces muy bien, Inuyasha. La verdad solo vine a avisarte que el subdirector Naraku te está buscando. – contestó en tono un poco burlón. – ¡Buena suerte! – bufó al marcharse.
    –¿Qué hiciste ésta vez, Inuyasha? – preguntó Miroku con seriedad pero un tono muy marcado de cinismo.
    –Cállate. –refuté y me levanté para dirigirme a la oficina del subdirector.

    Me dirigí a la oficina del subdirector con una cara de pocos amigos; la verdad no tenía tiempo para cualquier estupidez que ese hombre pusiera en mi camino y no quería desperdiciar mi tiempo libre hablando con él. Encontraba completamente desagradable el hecho de tener que recibir, posiblemente, un castigo ó alguna queja de algún padre cuyo hijo ó hija sea un/a llorón/a que no aguanta las bromas de la secundaria. Si quieren un lugar seguro para sus hijos, ¡métanlos a una guardería! No deberían quejarse de las consecuencias pues ellos mismos los matriculan ahí. Pero esa es otra historia…
    En fin, cuando entré a la oficina me encontré con una no grata sorpresa: el subdirector Naraku, el decano Totosai y la maestra Kaede me miraban con mucha seriedad sin mencionar el hecho de que el profesor Suikotsu también se encontraba parado delante de mí. Sabía que algo malo estaba apunto de ocurrir; lo presentía. Mis reflejos habían aumentado por haber estado cerca del esperpento las últimas tres semanas y ahora me prestaba alerta a cualquier mínima situación que conllevara a desastre. Una semana más y acabaría mi castigo como guiador de Kagome y finalmente sería libre.
    En fin, como iba diciendo, me encontraba rodeado por esos cuatro personajes y comenzaba a frustrarme pues ninguno pronunciaba palabra así que decidí que sería mejor si simplemente irrumpía en el silencio y los hacía hablar de una vez por todas.

    –¿Se puede saber para qué demo…–carraspeé –¿Para qué me llamaban?
    –Ya conoces al nuevo profesor de natación, el joven Suikotsu Migaya, ¿cierto? –preguntó el subdirector mientras señalaba al aludido.
    –¿Y eso qué? –pregunté secamente por lo cual Kaede me fulminó con la mirada.
    –Sería mejor que yo hablara. –interrumpió el decano. – Verás, Inuyasha, nosotros queremos hablar contigo sobre las clases de natación.
    –El profesor Migaya ha sido lastimado en la cabeza recientemente y hay algunas cosas que no debe hacer en el agua así que necesitamos de una persona que lo ayude como su asistente solo hasta que se recupere completamente. –explicó el subdirector con toda serenidad.
    –Me gustaría que fueras mi asistente pues veo que eres muy atlético y serías perfecto para mis clases. –dijo con una sonrisa amable en su rostro. Qué detestable.
    –Podrías ser su asistente por lo que queda de la semana y así no tendrás que pintar las aulas. –agregó la vieja Kaede. Todos me miraban con caras sonrientes y llenas de súplica lo cual simplemente me hostigaba.
    –Oh no, no lo haré. –contesté seriamente. – No pienso ser ningún muñeco de trapo del profesor nuevo.
    –Pero…
    –No lo haré. Será mejor que busquen a otra persona que quiera ser su subordinado porque yo no lo seré y es mi última palabra. –concluí con firmeza pero sin mostrarme maleducado. Simplemente la frustración se había adueñado de mí.

    –––––––––––––
    –No puedo creer que sea el subordinado del profesor Suikotsu. –me quejaba mientras caminaba a paso arrastrado por los pasillos de la institución.
    –Oh vamos, Inuyasha, mírale el lado bueno –replicó Miroku.
    –¿Y cuál es ese “lado bueno”? –pregunté frustrado.
    –Pues ya no tendrás que pintar el colegio.– interrumpió Kagome.
    –Y además, podrás ver y estar cerca de todas esas chicas en bikinis y mojadas.– agregó Miroku guiñándome el ojo con perversión mientras soltaba y sonrisa de malicia. ¡Paf! Se escuchó la cachetada que recibió el susodicho.
    –Sanguito, perdóname.– rogaba Miroku entre lágrimas y con una mano marcada de color rojo en su rostro.
    –¡Eres un infiel y abusivo! –gritaba la vampiresa cruzada de brazos y con enojo en su cara.
    –Higurashi, ¿el joven Kouga ha vuelto a hablarte? –preguntó el inepto de Houjo.
    –Pues sí, solo una vez. –contestó el esperpento con total tranquilidad.
    –¿Y qué te dijo? –preguntó interesado. Si hay algo en lo que saca premio es meterse en los asuntos de los demás.
    –Pues que le pasara el bloqueador solar. –contestó causando una caída en el inepto con quien hablaba. – Fue en clase de natación, creo que por eso se armó confusión en la señorita Sakasagami.
    –Hablando de natación, has estado evitando al nuevo profesor, ¿cierto? –preguntó intrigado.
    –¿Y a qué se debe eso? –se escuchó la voz del aludido quien se paraba detrás de nosotros. Su inesperada presencia causó sobresaltos por parte del inepto de Houjo y del esperpento.
    –¡Pro-Profesor Migaya!-exclamó Kagome con mucho asombro mientras se volteaba para poder verlo de frente.
    –Buenas tardes srta. Higurashi.–contestó con una amplia sonrisa. ¿Quién se cree? Desconozco la razón para tratarla de esa manera. – Dígame, ¿por qué me ha estado evitando?
    –P-p-pues yo…– la pobre no sabía ni qué decir pues se encontraba muy nerviosa de solo recordar que casi lo atropella.
    –Es verdad, tú te pareces a…–meditó por unos momentos. Repentinamente, sus ojos se abrieron como plato; la reconoció. –Eres la chica que casi me…
    –¡Discúlpeme mucho, profesor Migaya! –exclamó el esperpento alborotando sus brazos, lo que causó que me pegará en el rostro con su cuaderno. –De verdad siento mucho haberlo dejado en esa pésima clínica pero es que debía…
    –No se preocupe, srta. Higurashi…–interrumpió sonriente. – Fue mi culpa por no haberme fijado que ud. Venía saliendo de ese parqueo.
    –P-pero…–salvada por la campana. El timbre del colegio sonó para anunciarnos que debíamos regresar a nuestros salones de clase.
    –Será mejor que se vayan o llegarán tarde a su clase. –comentó el profe mientras se alejaba no sin antes extenderle una pequeña sonrisa a Kagome. ¡Qué confianzudo al tratarla de esa manera, ¿quién se cree?!

    Nos dirigimos al laboratorio científico pues nuestra siguiente clase del día sería ciencias con el profesor Renkotsu. El esperpento y Houjo se sentaron juntos, el patético de Kouga y Yura se sentaron juntos pues ésta última lo llevó a rastras hacia el asiento y por último, me senté al lado de la rarita Ayame. Debíamos trabajar con bisturís por lo cual me puse en alerta pues sabía que algo malo debía suceder, en especial si el esperpento era quien sostenía una de esos. En fin, mi predicción se hizo cierta al cabo de 5 minutos cuando, por descuido de Kagome, sus lentes se cayeron mientras ella estaba apunto de hacer el corte por lo cuál terminó por ensartar el arma blanca en la mano el inepto de Houjo. Fue gracioso ver como el esperpento se sobresaltaba al ver la sangre en su compañero y, ¡para colmo! Tropezó con su asiento, cayendo sobre el piso y botando al profesor Renkotsu quien estaba caminando detrás de ella en esos momentos. Si de algo estoy seguro es que las carcajadas se podían escuchar hasta la oficina del subdirector pues éste llegó a ver a qué se debía tanto barullo.

    A fin de cuentas que yo no sería el único castigado. El subdirector Naraku mandó al inepto de Houjo a la enfermería y, no sólo le prohibió al esperpento volver a tocar un bisturí, sino que le ordenó fuera a limpiar el patio de la institución. Para colmo, el profesor Suikotsu estaría dándoles clases a los de noveno pues me llamaron para que fuese a ayudarlo como ridículo asistente que era. Salí y cumplí con mi misión; en realidad, 2 misiones las cuáles eran:
    1- mantener al imbécil de Kohaku alejado de mi hermana.

    2- ayudar al nuevo profesor a realizar algunos ejercicios acuáticos.

    Cuando las clases finalmente terminaron, me pude dirigir al portón del colegio para poder irme a casa. Había olvidado por completo el hecho de que el esperpento iría a casa conmigo pues tendría tutoría y necesitaba terminar mi exposición. Me regresé para asegurarme que estuviera en el patio y, ¡menuda sorpresa! La encontré barriendo las escaleras e inmediatamente tuve una mala corazonada al respecto. Claro que no estaba dispuesto a siquiera advertirle y supuse que ella iría por su cuenta a mi casa pues conocía el camino así que simplemente me di la vuelta para marcharme de ahí. Yura me detuvo en el portón para comenzar con sus ridículas insinuaciones y contarme sus planes para recuperar a Kouga. Estuve a punto de finalmente regresar a casa cuando escuché lo que menos deseaba escuchar: la estridente voz del esperpento quien corría hacia mí y gritaba mi nombre repetidas veces.

    Como si su mala suerte hubiese sido poca, Kagome optó por caerse en pleno graderío. Vi claramente como tapó su cara con sus manos para recibir el impacto. Yura esperaba tal acontecimiento con mucha alegría mientras que Sango observaba con preocupación. El inepto de Houjo no podía hacer nada al respecto pues su mano estaba vendada y suturada dado al hecho anterior. A fin de cuentas que el impacto jamás se presentó pues el esperpento había sido sostenido por el, aparentemente rápido, profesor Suikotsu. El esperpento quitó sus manos de su rostro y vio sorprendida a quien la había salvado de recibir uno de los más fuertes golpes. El confianzudo del profe simplemente sonreía mientras la volvía a colocar correctamente para que pudiese pararse. Ya que no me encontraba tan lejos de ella, pude escuchar perfectamente su conversación.

    –Debes tener más cuidado. –dijo con una voz claramente coqueta. Claro que todos podíamos notarlo a diferencia de la distraída del esperpento.
    –Profesor…–murmuró nerviosa. – Muchas gracias. –le sonrió ampliamente. Nunca lo había notado pero la sonrisa del esperpento le quitaba lo horrible de su rostro.
    –Puedes llamarme Suikotsu.–contestó confianzudamente pero sin perder aquella enorme sonrisa y tono coqueto.
    –Entonces puedes llamarme Kagome. –agregó devolviéndole el gesto.
    –Si ese es el caso entonces, Kagome ¿te gustaría salir alguna vez a comer algo? –verdaderamente me sentí apunto de desfallecer.

    ¿¡¿En verdad acababa de invitar a salir a una de sus alumnas?!? Verdaderamente era un sujeto muy extraño. Es decir, es la chica que casi lo mata con un carro, ¡está loco! En fin, sabía un pensamiento que había tenido en mente incluso mientras salía con Yura. Y ese era algo que nunca cambiaría pues está científicamente comprobado. Y es que el amor no es ciego, sino retrasado mental. Y si de retrasos hablamos, el nuevo profesor se llevaba el premio. Aunque algo bueno saldría de todo esto: ya no tendría al esperpento pegado a mí cual sanguijuela. La vida es buena; verdaderamente que sí.

    Continuará……..
    Espero q les haya gustado mi capitulo. Muchas grax a todos x sus comentarios =D
     
  2.  
    Pan-chan

    Pan-chan Fanático

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    Escritora
    Re: [UA] ¿Cómo ignorar tu torpeza?

    jajaja sin palabras!! ya quisiera yo un profesor tan lindo como Suikotsu xD, al pareecer el no está molesto por lo que Kagome le hizo, aunque si me sorprendio tanta coquetería con su alumna ¿Cuantos años tiene? estoy segura de que al menos le lleva unos 5 o 6 años a Kagome ._. ashh que importa!! :shaaa:
    jaja es mi imaginación o Inuyasha está comenzando a sentirse celoso? dice que seria bueno que Suikotsu invite a salir a Kagome porque así ella noe staria pegada como sanguijuela, pero me pregunto si Kagome aceptará...¿Causaría otro desastre mientras sale con su profesor? despues de todo es el "angel de la desgracia", bueno espero que coloques pronto tu proximo capitulo!! no me dejes con la intriga!

    Pd: Me gusta tu firma ;)
     
  3.  
    Pam

    Pam Usuario común

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    Re: [UA] ¿Cómo ignorar tu torpeza?

    Ahora acabo de leer todo los capis y no cabe duda que me reí un montón de todas las barbaridades que le ocurren a Kagome cada vez que intenta hacer algo bien xD. No cabe duda que te luciste con esta historia. Verdaderamente me reí mucho a causa de las cosas que ocurrían gracias al 'esperpento' como dice Inuyasha.
    Sólo quiero saber si esta vez no logrará romperle la cabeza nuevamente al profesor Suikotsu con la nueva cita que piensa tener con él xDxDxD.
    Te quedó excelente. Sigue así.
    Salu2.
     
  4.  
    Yrim

    Yrim Entusiasta

    Leo
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    Re: [UA] ¿Cómo ignorar tu torpeza?

    jajaja ¡Me encanta! XD
    Pobre Kagome, ¿cómo se puede ser tan patosa?
    Si, Inuyasha cree que tiene suerte, pero veremos al final, seguro que se arrepiente...
    ¿Y el profe ese de qué va coqueteando con Kagome? Bueno, si así Inuyasha se pone celoso... :P
    Espero la conti ^^

    Un abrazo!
     
  5.  
    windmiko

    windmiko This is war

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    Re: [UA] ¿Cómo ignorar tu torpeza?

    Hermoso y curioso.

    ¿Se puede hacer una relación entre maestros y alumnos? Al parecer esa es tu idea; no se pero en este capitulo note un poco de celos en InuYasha, Houyo al parecer la a estado perdonando poco a poco, pobre e inocente Kagome, ¿Qué le dirá? ¿Accederá? Me dejaste intrigadísima, esa Yura ya me esta cayendo de la patada XD; bueno espero tu continuación sobre el capitulo.
    Sayonara
    :comida:
     
  6.  
    Eimi Mangetsu

    Eimi Mangetsu Entusiasta

    Cáncer
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    Pluma de
    Re: [UA] ¿Cómo ignorar tu torpeza?

    algo me dice que el profesor va a tener un gran accidente *w*. Inuyasha ya esta empezando a reacionar lo se *w*. Yura muere muere muere !! ok no...*w*... espero conti pronto *w*
     
  7.  
    Ahome Uchiha

    Ahome Uchiha Iniciado

    Leo
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    Pluma de
    Escritora
    Re: [UA] ¿Cómo ignorar tu torpeza?

    estoy de acuerdo con Mey dharley ese profesor va a morir ¿sera que inuyasha tiene celos?bueno continua la histori quieres
     
  8.  
    razon

    razon Usuario común

    Tauro
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    Escritora
    Re: [UA] ¿Cómo ignorar tu torpeza?

    ajojojojojojojoj
    ya empese a alusinar mientras dormia con este ff
    xD estoy enferma y mas ensima loka
    bueno como dijo inu la vida es buena
    bueno e mejorado un poco jiji de la salud
    supongo que el golpe del carro de kagome lo iso alusinar o tal vez algo mas
    me pregunto que pasara ahora?...
    el profesor le dira que quiere que lo bisite para enchularla? (ok yo y mis sueños xD)

    aaa no se me dejaste intrigada al maximo
    esper conti

    atte:razon
     
  9.  
    siberian

    siberian Usuario común

    Piscis
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    [UA] ¿Cómo ignorar tu torpeza?
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    Re: [UA] ¿Cómo ignorar tu torpeza?

    Cáp. 8
    Una salida fuera de lo común
    Era una soleada tarde y me encontraba en el auditorio exponiendo mi trabajo finalizado. El profesor Renkotsu, el subdirector y la vieja de Kaede se encontraban pendientes de cada palabra que salía de mi boca; era peor que un reclusorio. En fin, terminé de exponer y pude dirigirme a mi asiento –el cual, para mi mala suerte, era al lado del esperpento- para así escuchar a los siguientes que expondrían. No estaba dispuesto a escuchar, ni prestar tención alguna, al siguiente par que expondría pues se trataban de los patéticos seguidores del patético de Kouga: Hakkaku y Ginta. A fin de cuentas que saqué mi reproductor de música para poder relajarme pero era lógico que mi relajación no duraría por mucho tiempo; ¡era inevitable! El esperpento comenzó a desconcentrarme con su ridícula voz.

    –Lo hiciste muy bien, Inuyasha. –me dijo sonriente. Nuevamente aquella sonrisa que borraba todo rastro del esperpento que es Kagome.

    Claro que no presté importancia a su comentario y simplemente refuté y cerré mis ojos no sin antes volverme a colocar los audífonos. Para mi mala suerte, el subdirector se acercó con total seriedad y me arrebató los audífonos seguido del golpe en la cabeza que recibí por parte de la vieja loca de Kaede. Estaba claro que la mala suerte perseguía a Kagome y afectaba a todo aquél que estuviera a su alrededor; es decir, ¿qué se puede esperar de los cerebritos? Si de algo estoy seguro es que es imposible enamorarse de una cerebrito como ella. Las mujeres más hermosas no carecen de inteligencia pero no entran a la categoría de geeks. Yura es un excelente ejemplo de ello pues ella y el esperpento son polos opuestos y, en definitiva, es mucho más hermosa que Kagome.

    Finalmente había sonado el timbre que anunciaba la salida, lo que hacía que pudiera abandonar el auditorio y el colegio sin tener que preocuparme por aparentar prestar atención cuando jamás lo hago. Claro que esa tarde había prometido que iría al cine con Sango, Miroku y el esperpento y, como no tenía nada mejor que hacer, accedí a acompañarlos sin replicar; a fin de cuentas que tenía ganas de ver una buena película. Para mi mala suerte, la función no era sino hasta las 8:30pm así que debía pasar todas esas horas escuchando las ridículas conversaciones que se formaban a causa de que la vampiresa no soporta mantener la boca cerrada por más de 10 minutos. Si hay algo que detesto aún más que el esperpento, es tener que escuchar a Sango replicarme por mis malas conductas y, para colmo, comenzar a discutir con el pervertido de Miroku. Ya debería estar acostumbrada a estas alturas.
    En fin, la vampiresa decidió tocar un tema del cual no se había hablado ni siquiera el día que ocurrió. Y es que tenía la curiosidad por saber cómo había resultado la cita del esperpento con el nuevo profesor de natación. En definitiva, hay demasiados temas que tocar y ella se centra en la vida personal de las demás personas; es como si no tuviera vida propia. En fin, no me importaba que le preguntase al respecto pues sabía perfectamente (ya que había estado presente) que el esperpento había rechazado la invitación del libidinoso profesor Suikotsu. ¿La razón? Se preguntarán, pues esa fue la pregunta que formuló Sango al darse cuenta que no hubo cita alguna.

    –¿¡¿Por qué no aceptaste la invitación?!? –exclamó como si estuviese sorprendida. –¿Otra vez pensaste que era una invitación amistosa? –debo admitir que el comentario fue gracioso pero al esperpento no pareció surtirle esa clase de efecto. Al contrario, Kagome la fulminó con la mirada.
    –No fue eso. –contestó seria. –Es solo que…–suspiró y se ruborizó un poco al verme de brazos cruzados prestando atención. La verdad no quería saber sus razones pero sería gracioso escuchar algún posible desastre que haya causado además de casi atropellar al profesor.
    –¿Es solo que…qué? –insistió la vampiresa un poco confundida.
    –La verdad, no fue nada. Simplemente no me gustan las relaciones alumno-profesor. –contestó con un tono sereno.
    –Ya veo…–murmuró Sango con un aire de decepción. –Y dinos, Kagome, ¿hay alguien que te guste? –la pregunta pareció incomodar al esperpento pues se ruborizó tanto que parecía un tomate. Claro que en su rostro se dibujó cierto disgusto al verme; la verdad, no entendía por qué.
    –No hay nadie que me guste. –contestó con seriedad e ignorándome como si tuviera repulsión hacia mi persona.
    –¡Ja! Además, ¿quién querría a un esperpento como tú? –bufé con total cinismo. Ambas –la vampiresa y Kagome- me fulminaron con las peores miradas asesinas.
    –No debiste haberlo dicho…–murmuró Miroku con una leve gota de sudor en su rostro. ¡Paf! Se escucharon las cachetadas que recibí por las dos enojadas chicas.

    Continuamos caminando; ambas chicas iban furiosas e ignorándome, Miroku simplemente caminaba con seriedad. Me encontraba totalmente frustrado y con ambas manos marcadas de color rojo en mi rostro y por si fuera poco, las dos furiosas chicas insistían en mirarme como si fueran culebras ponzoñosas preparadas para el ataque. En fin, llegamos a una pequeña pastelería que quedaba no muy lejos del centro comercial; las dos chicas se introdujeron en esta como si estuviese en sus instintos. Casi instantáneamente. Me rehusaba a tener que pagarles postre pues estaba seguro que luego querrían palomitas y gaseosas en el cine pero Miroku me advirtió que sería mejor resignarme que discutir con ellas a sabiendas que terminarían ganando la discusión. Era como repetir los 2 años que Yura y yo salíamos juntos; llenos de manipulaciones y celos. Me cuesta comprender como es posible que la vampiresa no deje al pervertido de mi amigo conociendo perfectamente como se comporta en presencia de mujeres hermosas. En verdad que el amor no es ciego, sino retrasado mental pues nadie en su sano juicio toleraría todas las faltas que comete Miroku en un solo día. A veces pienso que Sango perdió una apuesta. Sea como sea, terminamos pagando las toneladas de galletas que escogieron, sin mencionar los innumerables pedazos de pastel que quisieron probar. Era como si sus estómagos no conocieran el fin.

    Cuando salimos de la pastelería, continuamos caminando y recorriendo las calles de Tokio mientras esperábamos que fuera hora de la función. Después de todo, me había encargado de comprar las entradas antes de tiempo para no tener que complicarnos cuando fuera hora de entrar; cosa que nos había sucedido con anterioridad cuando a la vampiresa se le olvidó conseguir las entradas y cuando llegamos al cine, éstas se habían agotado. Esa experiencia nos había servido como lección de nunca dejar a cargo a una mujer como Sango para comprar las entradas. En fin, continuamos platicando mientras caminábamos y nos dimos cuenta que faltaban solamente 10 minutos para la función, por lo que decidimos encaminarnos hacia el centro comercial. Estoy comenzando a creer en mi propia teoría con respecto a que la mala suerte persigue al esperpento y nos afecta a todos pues, en el camino, escuché el estrepitoso grito de Rin. En primer lugar, no tenía ni idea que Rin saldría esa noche con el hermano de la vampiresa y en segundo lugar, no había razón alguna para que estuvieran caminando solos a esa hora. Es decir, no me preocupara si fuese con alguien capaz de protegerla pero Kohaku es un sujeto realmente débil a quien no le confiaría ni siquiera una mascota. En fin, mi reacción fue correr hacia el lugar de donde provenían los gritos pues podía diferenciar una silueta que intentaba atacarla.

    –¿¿Qué demonios está pasando aquí?? –pregunté enojado al ver a un sujeto enmascarado quien intentaba robarle el bolso a Rin. ¡Qué descaro!
    –¡Inuyasha! –gritó mi hermana con desesperación.
    –¡Suéltala! –grité abalanzándome sobre ese tipo. No dejaría que se quedara tranquilo después de esto.

    El muy cobarde se fue corriendo después de tomar el bolso de ese lugar a gran velocidad. No me bastó con el hecho que Rin se encontrara a salvo, ¡no señor! Corrí siguiendo al asaltante pues estaba decidido a darle su merecido. ¿Quién se cree para robarle el bolso y quedarse como si nada? Recibiría un par de golpes que recordaría de por vida. Miroku y yo lo seguimos hasta llegar a un callejón sin salida; era la oportunidad perfecta para comenzar a pelear. Claro que no lo haríamos sin cuidado, Miroku y yo teníamos experiencia en esta materia ya que, hacía un par de años, habíamos luchado contra un sujeto para defender a Sango y sabíamos perfectamente que debíamos ser cuidadosos. Aquella ocasión no lo habíamos sido y eso ocasionó que el criminal hiriera Miroku en la espalda con un cuchillo. En fin, me arrojé sobre ese sujeto quien, aparentemente, no tenía experiencia en lo que eran las peleas pues no tenía idea de cómo defenderse.

    Arrojé mis puños sobre su cara empañando el piso de sangre. Finalmente lo teníamos rendido en el suelo, cuando nos interrumpió el grito del esperpento. Y es que Sango, Rin, Kohaku y Kagome nos habían seguido. Estaba claro que el esperpento era una máquina desastrosa a punto de explotar pero no creí que fuera capaz de hacer tremenda entrada. Fue tal su resbalón, que cayó contra el suelo desde un muro un poco alto pues no se fijó que el camino terminaba de esa manera y debía saltar. Ya me encontraba más relajado pues le había dado su merecido al asaltante así que en mi rostro simplemente se dibujó una expresión confusa al ver al ángel de la desgracia, chillando de dolor. Finalmente me le acerqué y me agaché delante de ella dándole la espalda; parecía no entender mis intenciones y se mostraba muy confusa y ligeramente sonrojada.

    –Súbete, así no podrás caminar. –le dije en tono calmado y serio.
    –¿Eh? –realmente se encontraba confundida.
    –Que te subas. –dije nuevamente en tono de orden. –Te torciste el tobillo y no podrás caminar así.
    –De acuerdo…–murmuró y se subió con dificultad a mi espalda.
    –Todavía tienen tiempo…–comencé a explicar mientras me levantaba sosteniendo al esperpento en mi espalda. –Ustedes vayan a ver la película, yo llevaré al esperpento a su casa.
    –¿¿Estás seguro?? –preguntó Sango. Parecía que estaba sorprendida por mi tan repentina amabilidad.
    –Si. –contesté secamente. –Además, ya me encuentro cansado; ustedes vayan y me dicen como estuvo.
    –De acuerdo. –contestaron Miroku y Sango al unísono. –¡Adiós!

    Simplemente agité mi mano en forma de despedida mientras me alejaba. Comencé a caminar dirigido por las instrucciones de Kagome para poder llegar a su casa. Durante el camino, el esperpento no parecía relajado pues no decía palabra alguna; era como si estuviese nerviosa. Finalmente llegamos a su casa y, para nuestra mala suerte, no se encontraban ni su abuelo ni su madre, por lo que tuve que entrar –después que su hermano abriera la puerta- para atender su pie herido. La coloqué sobre el sofá y le pregunté por el botiquín. Cuando finalmente lo conseguí, me acerqué a ella y limpié sus heridas con cuidado; fue la primera vez que me sirvió saber acerca de las plantas medicinales gracias a la vieja loca de Kaede. Finalmente le coloqué una bolsa con hielo sobre su tobillo y me despedí de ella.

    –Gracias. –dijo con suavidad antes que abandonara su casa.
    –Como sea. –dice con seriedad mientras abría la puerta.
    –¡Espera! –escuché la demandante voz de su hermano quien se acercaba a mí a paso seguro. El sujeto, según tenía entendido, solamente era un año mayor que Rin por lo cual no debía temerle.
    –¿Qué quieres? –me paré firmemente. Estaba dispuesto a pelear si intentaba armar una revuelta.
    –Tu pelo y tus ojos son muy extraños. –contestó finalmente mientras tocaba mi cabello como si estuviera analizándolo. Su respuesta simplemente causó que, tanto el esperpento como yo, cayéramos contra el suelo.
    –Ya me voy. –dije serio mientras me daba la vuelta.
    –Gracias…–dijo el hermano del esperpento antes que me alejara. –Por traer a Kagome.
    –Si, como quieras. Adiós. –agité mi mano en forma de despedida y abandoné la casa de las desgracias.

    Me fui con mis manos en los bolsillos del pantalón; verdaderamente que estaba cansado. Cuando llegué a mi casa encontré una nota de Kaede que decía que se encontraría fuera por unos días y debía hacerme cargo de la casa. Me había dejado el dinero para emergencias en un sobre que estaba en la mesa, y la comida congelada en el refrigerador. Shippo se encontraba en su habitación jugando con su play station por lo que ni siquiera se dio cuenta de mi presencia. Me encontraba realmente abatido y sin fuerzas; me disponía a dirigirme a mi habitación para poder descansar cuando el molesto sonido del teléfono interrumpió mi acción. Me acerqué a contestar y me llevé una no placentera sorpresa.

    –¿Aló? –dije con seriedad.
    –Hola, Inuyasha, hacía mucho tiempo que no escuchaba tu voz. –dijo en tono sarcástico como si en verdad le alegrara escuchar mi voz.
    –¿Se puede saber qué demonios quieres? –pregunté en seco. De verdad detesto escuchar su voz.
    –Simplemente quería avisarte que llegaremos ahí dentro de poco. –contestó seriamente.
    –¡Feh! ¿Y eso qué tiene que ver conmigo? –pregunté con total disgusto de escuchar la noticia.
    –Pues tenemos una sorpresa para ti. –contestó cínicamente. –Además pensé que querrías volver a vernos. Después de todo, somos familia.
    –¡Feh! No los considero familiares. –repliqué con frustración.
    –Como quieras. –dijo como si no tuviera importancia. –Llegaremos dentro de poco. –dicho esto, colgó el teléfono dejándome totalmente disgustado.

    Continuará…….
    Hola, keria disculparme x haberme tardado tanto pero he stado ocupada con laboratorios y c me había ido la inspiración :S!!! En fin, spero les haya gustado sta continuación =D!!! Muchas grax a todos x sus comentarios ;)
     
  10.  
    Pan-chan

    Pan-chan Fanático

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    Re: [UA] ¿Cómo ignorar tu torpeza?

    Asshh!! pero que odioso es Inuyasha -.- con es actitud yo ya le hubiese dejado de hablar xD pero es obvio que Kagome siente algo por el, es una lastima que haya rechazado la invitación de Suikotsu, pero era de esperarse ._. despues de todo es su profesor.

    ¿Quien sera ese misterioso familiar que llamó a Inuyasha? ¿Sesshomaru? mm puede ser puede ser, aunque no creo que Sesshomaru se tome la molestia de visitar a Inuyasha jeje ya veremos quien es en el proximo capitulo. Por ahora la relacion de Inu y Kagome no ha avanzado mucho, ni siquiera peudo considerarlos amigos de verdad, bueno el la ayudo con su tobillo torcido pero la trata tan mal...jaja si yo fuese Kagome probablemente me habria ido brincandito para no aceptar su ayuda xD, jaja Inuyasha esta siendo excesivamente cruel y tal vez se deba al parecido de Kagome con Kikyo. Por lo que no la considera tan esperpento como dice.

    Gracias por poner el capitulo, espero conti ;)
     
  11.  
    Voodoo

    Voodoo Usuario común

    Virgo
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    Re: [UA] ¿Cómo ignorar tu torpeza?

    Amiga pérdoname por haberme perdido dos maravillosas continuaciones!
    Cada vez que lo leo y releo me causa más risas. La verdad que Kagome es un caso perdido. Pero me cae bien. Odio a esa Yura. Envidiosa!! (Yura, por si acaso) Y Houjo,jaja un geek como Kagome.
    Casi me caigo de la silla cuando leí que Suikotsu estaba inivtando a salir a Kagome. Pero ya quiero ver cuando a Inu le entren los celos desesperados! Ya se ve más el enamoramiento.
    Todo empieza así. Primero lo odias, luego comienza a agradarte, sientes celos, quieres alejarlo de todo el mundo, y por último descubres que lo amas! O al menos, así me han dicho
    Espero la conti Siberian, y una vez más me encanta!
     
  12.  
    kagometaisho

    kagometaisho Entusiasta

    Tauro
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    Re: [UA] ¿Cómo ignorar tu torpeza?

    hola! soy nueva en tu fic, pero debo decirte que ya lo lei entero y me gusto mucho ^^ pobre kagome... mira que ser tan descuidada y con tan mala suerte.... jejeje en fin... no te lo alargo mas: me gusto mucho y espero que pongas conti dentro de poco ^^ por cierto... ¿los que llegan de visita seran sesshomaru? pero... ¿viene acompañado? jajaja esas preguntas las respondera el siguiente capitulo supongo XD

    Sayonara!
     
  13.  
    razon

    razon Usuario común

    Tauro
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    Re: [UA] ¿Cómo ignorar tu torpeza?

    supongo que ese familiar es sesshomaru, si por fin llega, ya esperaba su llegada
    ojojojojojojojojo o si no, no se quien podra ser
    bueno tu ff deja de mucho que ablar y de que reir jijiji
    debo admitir que en la desgracia de mi pais un logro reir un poco ._.
    en fin buen capitulo espero el proximo.


    atte:razon
     
  14.  
    windmiko

    windmiko This is war

    Escorpión
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    Re: [UA] ¿Cómo ignorar tu torpeza?

    Hola, hola.
    La verdad me identifique mucho con InuYasha cuando terminó de exponer y se puso a escuchar música XD; creo que yo hago lo mismo. Bueno sospecho que el familiar que le espera es Sesshomaru… aunque no sea seguro, ahora ya aparecerá el sexy hermanastro XD me gustó que InuYasha se sacrificara por no ver la película para ayudar a Kagome a ir a su casa, me pareció lindo detalle aunque el carácter de InuYasha sigue siendo pesado, InuYasha al principio mencionó que tenia muchas ganas para ver la película, incluso tenia que soportar el gran sermón que le daba Sango ¿y que gano? Llevar a Kagome a su hogar. Que lindo. Lo vuelvo a repetir por que me gusto mucho esa parte, aunque a decir esperaba un poquito mas de romance, pero a como vas esta bien. Paso a pasito.
    Sayonara
    :poi:
     
  15.  
    inuXahome

    inuXahome Iniciado

    Capricornio
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    Re: [UA] ¿Cómo ignorar tu torpeza?

    Que lindo que se porto inuyasha con kagome espero que pronto surga el amor
    Aunque me dejo muy intrigada la llamada que recibio inuyasha (a la cual conteso con mucho fastidio) quien era? espero saberlo en la proxima conti
    me despido nos estamos leyendo chaitos
     
  16.  
    Marchiiqiita

    Marchiiqiita Entusiasta

    Libra
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    Pluma de
    Escritora
    Re: [UA] ¿Cómo ignorar tu torpeza?

    En verdad quiero saber si es Sesshomaru, me gusta mucho tu fic porque me hace reir jaa pobre Kagome siempre haciendo torpesas jaja y tengo mucha curiosidad quien es quien viene con Sesshomaru :)que tierno que inuyasha la haya llevado hasta su casa,, :)
    contii prontoo !




    Marchiiqiitaa !
     
  17.  
    Yrim

    Yrim Entusiasta

    Leo
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    Re: [UA] ¿Cómo ignorar tu torpeza?

    Sinceramente, me encantó este cap.
    ¡Qué mono Inu cuando ayuda a Kagomeeee! Yo creo que a ese ya le gusta un poco, aunque lo niegue.
    Tengo una ligera idea de por qué Kagome lo mira mal... es porque ya está enamorada de él, ¿verdad? :P
    Bueno, cuídate y espero la conti :)
     
  18.  
    Pam

    Pam Usuario común

    Acuario
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    Re: [UA] ¿Cómo ignorar tu torpeza?

    Creo que la llamada no fue del todo agradable para Inu-sama, sólo espero que pueda soportar la presencia de su familiar. Lo que puedo decir es que posiblemente Sesshomaru es su gran disgusto, ¿o me equivoco? Después de todo, es el único que provoca en él tal reacción xD.
    Definitivamente Kagome se gusta de Inuyasha pero no creo que le sea fácil a él notar los sentimientos que empiezan a florecer en ella. Supongo que si analiza las cosas con detenimiento se percate de ello, aunque conociéndolo dudo mucho que eso suceda xDxD.
    ¡Me gusto mucho todo!
    Perdón por no contestar con anticipación. Ya había terminado de leerlo hace unos cuantos días atrás, como era muy tarde ya me dio flojera escribir a oscuras xD. A veces leo muy tarde los ff y por ese motivo los contesto o en el día o en otro momento, jeje.
    Espero que lo continues en breve. Te esta quedando genial todo.
    Salu2.
     
  19.  
    siberian

    siberian Usuario común

    Piscis
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    Escritora
    Título:
    [UA] ¿Cómo ignorar tu torpeza?
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    21
     
    Palabras:
    3847
    Re: [UA] ¿Cómo ignorar tu torpeza?

    Hola, sé q me tardé mucho y pido disculpas x eso. En compensación, hice ste capítulo más largo que los demás. Prometo q la continuación la publicaré más rápida la próxima vez ;). En fin, spero les guste ste capítulo.
    Cáp. 9
    Desastres en el centro comercial
    Me encontraba con las energías recuperadas de la noche anterior, había dormido cómodamente y había conseguido despertarme a tiempo sin tener la necesidad de tener que atragantarme con la comida para llegar a tiempo al colegio; era como si fuese una nueva persona. Me levanté y entré al baño, me desvestí y comencé a ducharme. El agua en verdad que me relaja y permite mantenerme calmado, aunque debo admitir que no soporto pasar mucho tiempo mojado. En fin, mientras me bañaba recordé la terrible conversación que había tenido la noche anterior con una persona que me saca de mis casillas, y es que cada vez que hablo con ella me cuesta mantenerme calmado. En verdad que la detesto aún más que al esperpento y me costaba trabajo creer que Kagura se haya dignado a llamarme y decir que somos familia, ¡qué descarada! El hecho de ser la novia del miserable de Sesshomaru no la convierte en mi familiar. Verdaderamente desprecio a ese par y las pocas veces que los veo no ocurren más que discusiones que terminan en peleas absurdas. ¿¡¿Es que acaso no han comprendido que no son bienvenidos en este lugar?!? Aparentemente se niegan a dejar pasar una oportunidad de hacerme la vida miserable. Estaba completamente seguro que su visita no sería para otra cosa que fastidiarme la vida como si lo necesitara. Ya suficiente tenía con saber que ese par seguían con vida después de lo sucedido, como para querer verles la cara nuevamente solo por se les dio la gana. ¡¡Qué cólera!!

    Cuando salí del baño, me puse el uniforme del colegio y me dispuse a bajar las escaleras, cuando recordé una pequeña desgracia: el profesor Suikotsu ya se había recuperado y debía regresar a mi antiguo trabajo pintando paredes; así que regresé y me puse el overol viejo cubierto de pintura. Bajé las escaleras y, extrañamente, la casa se encontraba en total silencio por lo que me dirigí a la cocina pues pensé que me habrían dejado alguna nota. Para mi mala suerte, al entrar me encontré con la razón del silencio en la sala: todo el ruido se localizaba en la cocina. Y es que al entrar me encontré con una terrible sorpresa: Rin hablaba con una persona que conocía poco pero sabíamos que era detestable. Una esbelta mujer de cabello recogido y unos ojos de color carmín se encontraba parada sosteniendo una especie de abanico en su mano; se sobresaltó al verme ingresar en la zona del comedor e inmediatamente supe que sería un mal día.

    –Inuyasha, ya era hora de que bajaras. –me dijo en tono cínico.
    –Kagura, ¿se puede saber qué demonios haces aquí? –pregunté con desprecio al verla parada delante de mí.
    –¿Qué ya olvidaste la llamada que te hice ayer? –preguntó en tono divertido.
    –Inuyasha, ¿es verdad lo que dice? –preguntó Rin mientras se me acercaba lentamente.
    –No te preocupes, no se quedará por mucho tiempo. –contesté viendo despectivamente a la aludida.
    –No es como si quisiéramos. –escuché decir a una voz masculina que entraba en la cocina.
    –Sesshomaru…–murmuré entre dientes y observándolo con desprecio. Definitivamente que se me había contagiado la mala suerte a causa del esperpento.
    –¡Ja! No me esperaba menos de ti, Inuyasha. Pero, ¿no crees que deberías evitarle a tus “hermanos” que te vean vestido de esa manera? Ahórrate la humillación. –comentó de forma burlona haciendo que perdiera la paciencia.
    –¡Feh! ¿Y se puede saber quién demonios los invitó? –pregunté completamente enojado. En verdad detesto la presencia de ese par.
    –En verdad que no hemos venido a decirte nada que tenga que ver contigo. –contestó Kagura con seriedad. –Aunque…
    –¿Aunque qué? –interrumpí secamente.
    –¿No se supone que le dirías? –preguntó Sesshomaru dirigiéndose a su novia con mucha frialdad.
    –Tienes razón. Sería mejor terminar con esto rápido. –contestó Kagura mientras me miraba con una sonrisa perversa. Ya me estaba comenzando a impacientar.
    –¿¿Qué demonios tienen que decirme?? –pregunté con frustración.
    –Inuyasha, Sesshomaru y yo estamos por casarnos. –contestó son seriedad.
    –¿¡¿QUEEEEÉ?!? –Rin y yo no pudimos evitar la sorpresa al darnos cuenta de tremenda noticia.
    –¡Ja! Me parece sorprendente que te hayas dejado dominar por una mujer, Sesshomaru. –comenté en tono completamente cínico y divertido. Sabía que era su punto débil pues alegaba no seguir los “rituales” que siguen las “personas comunes”. Simplemente frunció el ceño y abandonó la cocina sin emitir sonido alguno.
    –¿Se puede saber por qué tanto ruido? –preguntaba Shippo quien entró refregándose los ojos y bostezando.
    –Kagura y Sesshomaru están de visita por su compromiso. –contesté sin poder contener una carcajada.
    –¿¿Compromiso?? –exclamó con sorpresa.
    –Como sea, la verdad no tenía intenciones de invitarte, si eso creíste…–replicó Kagura con seriedad. –Simplemente aprovechamos visitarte pues quedas en camino a la casa de mi padre.
    –¿Tu padre? ¿Piensas decírselo a él? –pregunté con cierto espanto.
    –No me digas que Naraku sigue enojado por mi escape. –me miró con un signo de interrogación dibujado claramente en su rostro.
    –¡Feh! Como si me interesara saberlo. –contesté disgustado.
    –De acuerdo, creo que ya nos iremos. –dijo mientras se daba la vuelta. Sentí alivio al saber que se iría pero no podía durar por mucho tiempo. –Vendremos por ti más tarde, Inuyasha. –me quedé helado y sin saber a qué se refería. ¿Regresarían por mí? ¿Acaso se había vuelto loca? En verdad que desconocía el motivo para que dijera algo por el estilo y no pude preguntar más pues ya se había ido.

    ––––––––––––––––
    Miroku y yo caminábamos por los pasillos para dirigirnos a la clase. Pensarán que muchas de nuestras conversaciones se basan en sus perversiones o mi indiferencia hacia el esperpento, (no puedo negar que se han tocado esos temas) pero, ya que es mi mejor amigo, me conoce mejor que las demás personas de la institución y por esa razón podía confiar en él para todo tipo de problemas. Era como un confidente. En fin, no lo había admitido aún ya que me sacaba de mis casillas el solo recordar los sucesos de hacía unas horas, pero era un tema que debía ser tocado tarde o temprano especialmente porque Miroku conocía perfectamente cuando algo me molestaba. Era como su sexto sentido.

    –¿¿Tu hermano y esa mujer están de regreso?? –exclamó sorprendido pero sin mantener el porte sereno con el que caminaba. Porte que tomaba cuando me sermoneaba o algo por el estilo.
    –Así es. –contesté con total repulsión.
    –¿Y dices que se casarán? –repitió a lo que simplemente asentí. –Ya veo… y dime, ¿cómo lo están tomando tus hermanos? –nos conocía perfectamente; en especial los sentimiento de mi hermana hacia el inepto de Sesshomaru, razón por la cual no tenía novio.
    –Creo que Rin sigue molesta. –contesté con seriedad. –La verdad no entiendo como puede enamorarse a primera vista de ese sujeto. –comenté con disgusto.
    –Eso quiere decir que sigue pensando en él, ¿cierto? –efectivamente era alguien que nos conocía a lujo de detalles.
    –Si. –contesté sin decir más pues la verdad me molestaba saber que Rin tuviera sentimientos hacia el miserable de Sesshomaru.
    –Entiendo que te moleste haberlos visto hoy pero…
    –Eso no es todo. –interrumpí con sequedad. –Kagura dijo que regresarían esta misma tarde por mí.
    –¿¡¿Qué regresarían por ti?!? –exclamó con total asombro. –¿A qué crees que se hayan referido con eso?
    –No lo sé, pero estoy seguro que no es nada bueno. –contesté con total seriedad mientras me imaginaba cualquier tortura que me esperaba. –Oye, Miroku, ¿tienes planes con Sango para esta tarde?
    –¿Planes con Sango? No lo creo. –contestó mirándome de frente. –¿Por qué?
    –Pensé que podrías venir a mi casa después de clase para ver qué demonios quieren Kagura y Sesshomaru. –respondí con total recelo hacia los aludidos.
    –Pues la verdad no estoy seguro que pueda. –contestó haciendo que cayera contra el piso.
    –¿¡¿Cómo que no puedes?!? –grité con frustración levantándome del suelo.
    –Tranquilízate, Inuyasha, simplemente digo que no podré ir pues tengo planes. –contestó como si se tratase de algo común y corriente.
    –¿¡¿No que no tenías planes?!? –pregunté totalmente frustrado. En verdad que me sacaba de mis casillas con esas actitudes raras que tomaba.
    –No tengo planes con Sango pero saldré esta tarde. –replicó con seriedad pero podía notar su enojo a pesar de tener sus ojos cerrados.
    –Como quieras. –murmuré más para mí mismo que para él y me alejé de ese lugar.

    Me encontraba completamente frustrado bajo la sombra del gran árbol del patio. Necesitaba la compañía de alguien para prepararme contra cualquier adversidad que me deparaba en mi regreso a casa. ¿¿Acaso es tan difícil encontrar paz y calma en tu propio hogar?? Aparentemente lo era si tus visitas se trataban de ese par que tanto hostigan la vida. Estaba completamente resignado a regresar solo cuando apareció una persona que, por alguna extraña razón, me sacó de mis pensamientos iluminándome el día. Y es que el esperpento se sentó a mi lado y me extendió una cálida sonrisa aunque claro, alo debía querer para que se hubiese sentado tan repentinamente a mi lado.

    –Inuyasha, toma. –me extendió una pequeña cajita de color blanco y con un listón azul que la adornaba.
    –¿Qué es esto? –pregunté con sequedad tomando el pequeño regalo.
    –Es un obsequio por haberme ayudado con mi tobillo. –contestó sonriéndome. –Además, también has sido mi guía durante todo este mes y hoy es el último día. –esas palabras me hicieron sonreír y sentir alivio en mi pecho. Finalmente me desharía del esperpento.
    –No fue nada. –dije abriendo la pequeña caja de regalo. Se trataba de una especie de collar con piedras negras y colmillos que lo adornaban.
    –Si necesitas algo, sabes que cuentas conmigo. –inmediatamente se iluminaron mis pensamientos. Había encontrado a la carnada perfecta para evitar cualquier desastre que llegara a causar Kagura. Claro que desastre y desastre siempre conllevan a desgracia.
    –¡Vendrás esta tarde a mi casa sin quejarte! –exclamé tomando firmemente su brazo. No tengo la más mínima idea de por qué razón se había sonrojado con ese contacto pero no era algo que me interesara en esos momentos pues había encontrado a la persona indicada para que me acompañara.
    –¿P-Por qué quieres que… que te acompañe? –preguntó con cierto nerviosismo, soltándose de mi agarre.
    –Acabas de decir que me debes un favor así que necesito que me acompañes a mi casa. –contesté seriamente mirándola a la cara. Su sonrojo aumentó notablemente.
    –De acuerdo. –contestó sonriéndome nuevamente. Estaba claro que Kagura no podría aprovecharse de mí estando el esperpento.

    A la salida del colegio me quedé esperando al esperpento quien se estaba tardando más de lo usual. Finalmente llegó y me di cuenta que la razón de su tardanza se debía a que le costaba caminar a causa de su pie lastimado. Tomé su mochila y sin decir nada me agaché nuevamente para que se subiera a mi espalda. Esta vez parecía más confiada y conciente de la situación por lo que no dudó en subirse aunque claro, pude notar una leve sonrisa en su rostro; en verdad que es una chica extraña. Cuando llegamos a la casa, nos sentamos a comer los alimentos para microondas que había dejado Kaede antes de irse a quien sabe donde. Pensé que a Kagura y Sesshomaru se les había pasado por alto el ir “por mí”, lo que simplemente hacía incómoda la presencia del esperpento. La cerebrito comenzó a hacer la tarea mientras yo simplemente me acomodaba en el sofá a ver la televisión. Cuando pensé que había tenido suerte, aparecieron las dos personas que menos deseaba ver: el miserable de mi hermanastro y su desquiciada prometida. Nada bueno podía salir de esto pues fue el esperpento quien se apresuró a abrir la puerta.

    –Inuyasha, siento interrumpir lo que sea que tú y tu novia estaban haciendo pero debemos irnos. –dijo Kagura con seriedad mientras ingresaba a la sala. El comentario pareció enrojecer al esperpento.
    –¿¡¿Qué?!? –exclamé.–¡¡¡Ella no es mi novia!!! –repliqué con disgusto.
    –Como sea, debemos irnos. –dijo en tono demandante.
    –¿Se puede saber a dónde quieres que vayamos? –pregunté con completo enfado.
    –Eso lo sabrás después. Cámbiate, te esperaremos en el auto. –dijo como si tuviera derecho a mandarme. ¡Qué confianzuda!
    –¡Feh! ¿Y qué hay de ella? –pregunté señalando al esperpento.
    –Pues creo que no tengo otra opción, dile que venga. –dijo con disgusto.
    –Ve a la habitación de Rin y dile que te preste algo de ropa. –le dije con seriedad mientras subía las escaleras hacia mi habitación.
    –S-si. –contestó titubeando.

    ––––––––––––––
    No encontrábamos en el lugar que nunca pensé que estaríamos. Y es que habíamos llegado al centro comercial más grande de Tokio; nunca se me cruzó por la mente que hubiésemos ido de compras. Aparentemente, ya que Sesshomaru y Kagura carecían de muchas “amistades”, yo debía asistir a esa ridícula boda y por esa razón me encontraba buscando trajes apropiados para la ocasión. En verdad que el esperpento traía mala suerte, aunque en este caso sospecho que se trataba más de la mala suerte que me brindaba la desquiciada de Kagura. Por si fuera poco, a causa de la presencia del esperpento, debíamos buscarle un traje apropiado para ella también pues, aparentemente, también asistiría a esa ridícula ceremonia. No comprendo en qué momento acordaron todo esto pero no estaba feliz al respecto.

    Debo decir que ni Sesshomaru ni yo estábamos felices al respecto pero decir una palabra de queja significaría cavar nuestra propia tumba pues Kagura era, tal como su padre, una máquina asesina y definitivamente regañona. La verdad nunca llegué a pensar que asistiría a esa boda pues no creí que fueran a hacerla pública pero, aparentemente, mis cálculos y pensamientos sobre ellos se mostraban completamente erróneos en esa situación; para mi mala suerte. En fin, ya comenzaba a impacientarme pues Kagura no encontraba una tienda que le llamara la atención y no hacía más que vacilar si entrar en una o la otra. Era como una niña pequeña en una dulcería que no sabe si escoger algodón de azúcar o paletas con sabor a fruta. Era una situación verdaderamente estresante y me frustraba el hecho de tener que buscar una tienda para comprarme un traje de gala.

    Finalmente llegamos a una tienda a la que EN REALIDAD entraríamos. Se trataba de una boutique de prendas femeninas por lo que decidí esperar afuera pero no podría hacerlo. ¿La razón? Se preguntarán, pues es muy sencillo: Kagome me miró con cara de preocupación y suplicante que me hizo cambiar de parecer; aparentemente se encontraba temerosa de Kagura. Debo admitir que ver los trajes de novia era algo que menos quería hacer pero, para mi buena fortuna, era un trabajo que le tocaba a Sesshomaru. Definitivamente no son una pareja convencional. Por mucho que detesto al esperpento siempre he notado que tiene muy buenas piernas por lo que me deleité al ver los trajes que se probaba pues nadie más estaba pendiente de eso. Claro, a excepción de Kagura. Cuando finalmente se habían decidido por los trajes que usarían, Sesshomaru se acercó a pagar mientras yo salía con la exagerada cantidad de bolsas guindando de mis brazos. No sé si se debió a sus anteojos o qué demonios fue lo que pasó pero el esperpento chocó contra las puertas transparentes de la boutique haciendo que rebotara y cayera contra el suelo.

    –No son puertas automáticas. –fue lo único que dije mientras salía de la tienda escuchando las carcajadas de las demás personas presentes, incluyendo a la vendedora.

    Seguidamente entramos a una tienda de ropas masculinas para que Sesshomaru y yo escogiéramos nuestros trajes. Una situación verdaderamente incómoda, pues no estaba acostumbrado a llevar corbata por lo que el esperpento me ayudó a ponérmelas. Cada traje que me probaba era visto por, la aparentemente incómoda, Kagome quien se ruborizaba levemente sin que pudiera entenderlo. En verdad que se trata de una persona fuera de lo común. La verdad, la situación empeoró cuando al ángel de las desgracias se le cayeron sus anteojos y se agachó a recogerlos pues una empleada del local tropezó con ella haciéndola caer con todo y los maniquís de la tienda. Finalmente pudimos salir luego de disculparnos por lo menos 30 veces.

    Comenzaba a hacerse de noche pero, para nuestra suerte, finalmente habíamos encontrado la última parada. Entramos a una perfumería pues Kagura, aparentemente, no conocía el límite cuando se trataba de derrochar el dinero. Kagome y yo caminábamos alrededor de la tienda con intenciones de mantenernos alejados de Sesshomaru y su extraña prometida. Claro que caminar junto al esperpento equivale a llevar un imán que atrae desastres pero no había pensado en eso mientras caminaba junto a ella por lo que me mantuve vulnerable a caídas o choques contra paredes, etc. En fin, no sé en qué momento pero el esperpento había tropezado (botando distintos perfumes) y antes que reaccionara, me encontraba tumbado en el suelo con el esperpento sobre mí. Cuando finalmente nos dimos cuenta cómo estábamos, Kagome comenzó a balbucear palabras sin sentido y llena de nerviosismo (sin mencionar el notable sonrojo en sus mejillas).

    –Inuyasha, tú y tu novia dejen de hacer escenitas en un lugar público. Ya nos vamos. –replicó Sesshomarun quien, para sorpresa nuestra, apareció repentinamente. –Qué patético. –alcancé a escuchar como murmuraba esas palabras al irse.
    –Disculpa. –dijo el esperpento levemente mientras se levantaba con dificultad y dejaba salir un leve chillido de dolor.
    –¿Estás bien? –pregunté serio.
    –Si, no te preocupes, solo me lastimé el tobillos. –dijo intentando levantarse pero sin obtenerlo.
    –Será mejor que te ayude. –dije con seriedad mientras hacía algo por levantarla.
    –Gracias. –me dijo al estar de pie. Nos aproximamos a la puerta con la intención de irnos cuando un joven en delantal y con cara de rabieta se paró delante de nosotros extendiendo sus brazos para impedirnos la pasada.
    –No se irán sin antes ordenar ese desastre que han hecho. –dijo exigente. Nos dimos la vuelta y vimos diversas cajas de cosméticos en el suelo e innumerables botellas de perfume quebradas. Definitivamente pasaríamos largo rato en esa tienda.

    Continuará……..
    No se preocupen porque este mismo fin d semana publicaré la conti. ;)
     
  20.  
    razon

    razon Usuario común

    Tauro
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    Re: [UA] ¿Cómo ignorar tu torpeza?

    jkjajajjajajajaj mala idea de inuyasha
    xD supongo que Kagura en la boda arreglaraa a Kagome por lo menos eso espero y que estropee la boda muajajajajajjaj a*perverso*
    no mejor no por que podria tener a la mafia detras de ella
    y lo peor de tod es que pueden quedarse lastimados. xD
    jauajauajaujauamajaua
    buen ff


    atte:razon

    PD: quier conti¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
     
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