de Inuyasha - Twilight [Sesshoumaru x Kagome]

Tema en 'Inuyasha, Ranma y Rinne' iniciado por Shammy_chan, 7 Enero 2009.

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    Shammy_chan

    Shammy_chan Guest

    Título:
    Twilight [Sesshoumaru x Kagome]
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Horror
    Total de capítulos:
    9
     
    Palabras:
    3353
    Twilight [Sesshoumaru x Kagome]

    Basado en la película Crepusculo pero con una buena cantidad de cambios debido a la imaginación del autor ;). Kagome ha llegado a un nuevo pueblo y cosas muy extrañas estan por sucederle. Disfruten


    Capitulo I :

    “Ya estas lista?”, su padre iba a llegar en cualquier momento a llevársela, la idea no le gustaba en lo más mínimo, pero era algo que tenía que hacer por la felicidad de su madre, ya tenía diecisiete años y no podía ser una carga en su nuevo matrimonio, ya no era una pequeña de la que podía cuidar tan fácilmente, “hai okaa san, en un momento bajo”, le respondió tratando de fingir una voz entusiasta mientras hacía sus maletas. Sus padres estaban separados desde que tenía memoria, no era algo que la afectase demasiado porque sabía que los dos la querían y se preocupaban por ella, pero lo que si la afectaba era la soledad de su madre, se veía feliz, la cuidaba, hacía todo lo que una buena madre debía hacer, sin embargo conforme fue creciendo se dio cuenta del vacío que ella sentía y ahora por fin se había vuelto a casar, no podía ser un impedimento para la felicidad de su madre, es más ella estaba muy contenta de que por fin hubiese encontrado a alguien con quien pasar el resto de sus días, ‘si es que no pasa lo mismo que con papá’, pensó con un aire bromista encogiendo los hombros. “Kagome chan, tu padre esta aquí, hazme el favor de bajar”, le escuchó decir a su mamá, “hai hai”, le respondió cerrando su maleta, era algo pesada, estaba llevando toda su ropa y lo necesario, de ahora en adelante viviría con su padre hasta nuevo aviso, así lo había decidido.


    Bajó las escaleras, jalando con algo de trabajo la maleta detrás de ella. Parado en el marco de la puerta estaba su padre con su uniforme de policía, en realidad para la edad que tenía su padre era muy apuesto, alto, de piel blanca y cabello de un negro profundo, sus ojos eran cafés, así como los de ella, “Kagome”, le dijo en un tono solemne, ella le sonrió, siempre estaba tan serio. La mujer de cabello corto observaba el intercambio entre padre e hija, al parecer su ex marido nunca iba a cambiar, siempre estaba tan serio, siempre tan educado, de esa manera no podría relacionarse bien con su hija, y ella estaba seguro que tendría uno que otro problemita ya que ella era una adolescente, pero él se había ofrecido a pasar tiempo con ella, quería recuperar, aunque a su manera, todo el tiempo que había perdido cuando se separaron y aunque Kagome aceptó rápidamente por la razón equivocada, confiaba en que todo saldría bien para los dos, su hija otra vez iba a volver a ese pueblito tan extraño del que ella salió corriendo porque no aguantaba más. Al principio no estaba muy segura, pero su hija insistió, además ya habían pasado diecisiete años, era otra generación la que estaba ahí, seguramente todo iba a ser mucho mejor. Se acercó a su hija y le dio un beso en la frente, “cuídate mucho y diviértete Kagome chan, asegúrate de llamarme todos los días”, le dijo con una gran sonrisa y la joven abrazó a su madre para luego darse media vuelta y caminar hacia el auto de su padre, “las puertas están sin seguro, puedes entrar”,la muchacha hizo como le dijeron y su padre se quedó por unos instantes más en donde lo había dejado. “Cuida de ella Tohru”, el hombre asintió, “nuestra hija a crecido mucho y esta muy hermosa”, fue lo único que le respondió haciendo una pequeña reverencia y despidiéndose, nunca había dejado de amar a su esposa, pero las cosas sucedían porque así estaba escrito en los pergaminos del destino. La puerta se cerró delante de ella y sintió como su corazón daba un pequeño vuelco, aquella sensación se hizo aún más notoria cuando escuchó el encendido del motor del auto en el que iba su hija, no había querido decir nada, pero tenía un extraño presentimiento, “tonterías mías”, murmuró dirigiéndose a su dormitorio, ella también tenía que hacer sus maletas, después de todo era una recién casada , pero durante todo el momento que se tomó en acomodar sus cosas y esperar por su esposo no podía dejar de sentir en el pecho aquella extraña sensación.


    Kagome observaba los paisajes pasar por la ventana de la camioneta de su padre, ‘adiós Tokyo’, su padre la estaba llevando a aquel pueblo a las afueras de Kyoto, dónde el era jefe de policía; la muchacha dio un suspiro, ‘por lo que decía mamá estoy segura que él es toda la policía’, pensó moviendo la cabeza de lado a lado, lo ideal sería que se fueran en tren, pero su padre prefería su fiel camioneta, “en cuanto llegaremos?”, preguntó con la mirada puesta fijamente en la ventana abierta que tenía a su lado derecho, “unas tres horas”. La muchacha simplemente se limitó a asentir, a pesar de todo, no tenía ese grado de comunicación con su padre, podía sentir que de rato en rato él la observaba, tal vez esperando que ella iniciase una conversación o algo por el estilo; pero la verdad era, que ella, ella ni siquiera sabía que decirle, solamente esperaba que las cosas le fueran bien allá a donde estaba yendo. Era su último año de colegio, y solamente quería algo de tranquilidad, normalmente ella era una persona muy animada, pero allá no iba a conocer a nadie, esperaba poder hacer amigos, realmente esperaba que todo le fuera bien, en Tokyo había dejado a todos sus amigos, ‘realmente espero que todo vaya bien’, pensó mientras cerraba los ojos, lo mejor para que un viaje pasara rápido era dormir, dormir para no darse cuenta de la lentitud con la que pasa el tiempo.


    Tohru Higurashi manejaba observando atentamente el camino frente a él, de rato en rato observaba a su hija que desde hace unos minutos se había quedado dormida, había crecido mucho, hace un par de años que no la veía debido a la creciente taza de crímenes en el lugar donde él trabajaba y en ese lapso de tiempo se había convertido en una pequeña mujer, estaba muy orgulloso de ella, pero le dolía el no poder comunicarse bien con ella, no había dicho ni una sola palabra en todo el tiempo que había estado despierta, esperaba que eso mejorase y por eso estaba muy contento de la decisión que había tomado, en el pueblo la recibirían muy bien, de eso estaba seguro y no tendría problemas para hacer nuevos amigos porque todos sabían que ella era hija suya; por otro lado, invadiendo sus pensamientos estaba los acontecimientos en su pueblo de nacimiento, los asesinatos habían terminado desde hace ya unos meses, esa era otra de las razones por las que había decidido llevarse a su hija consigo de regreso al pueblo, pero aun le molestaba el hecho de no haber capturado al responsable o los responsables de aquellos crímenes, ‘aquellos cuerpos, era como sí..’, decidió dejar de pensar en eso, ahora debía hacer todo lo posible para que la estadía de su hija fuese placentera.


    El hombre estacionó su camioneta frente a su casa, al lado derecho se encontraba su patrulla de policía, la observó por unos instantes, apagó el motor de su auto girando la llave hacia la izquierda y bajó dirigiéndose a la maletera para sacar el equipaje de su hija, era una maleta moderadamente grande de color azul marino, gracias a Kami tenía esas pequeñas rueditas que servían de mucha ayuda para casos como este, había estado despierto toda la madrugada y no tenía muchas ganas de cargar semejante peso. Cerrando la maletera detrás de él, pasó por el lado de la puerta donde su hija aún estaba durmiendo y tocó la ventana, Kagome abrió los ojos inmediatamente dando un bostezo, enderezo su asiento y leyó los labios de su padre, “ya llegamos”, la joven abrió la puerta y salió de la camioneta abrazando el abrigo que tenia puesto, hacía un poco de frío. Su padre abrió la puerta y pasó junto con la maleta, la casa era de dos pisos, era grande, tenía todos los muebles necesarios, estaba igual que como su madre la había dejado antes de irse, “vamos, te mostraré tu habitación”, le escuchó decir y ella siguió detrás de él, subieron las escaleras y al final del pasadizo una puerta abierta la estaba esperando; la dejó entrar primero para que se familiarizara con el lugar, las paredes de su habitación eran de un rosa pálido, había un escritorio de madera muy bonito, con una computadora, la cama era de madera y la cabecera había sido tallada a mano con un diseño de flores entrelazadas como en una enredadera, el edredón era blanco también muy bonito y a primera vista pudo observar el closet y el baño que estaba dentro de su dormitorio, su corazón dio un pequeño vuelco, se notaba que su padre se había esforzado mucho por hacerla sentir cómoda, sentía pequeñas lágrimas comenzar a formarse, pero no lloraría, eso haría que su padre se sintiese mal y ella no quería eso, al principio no estaba muy contenta con la idea de llegar a vivir a ese lugar, pero ahora sabía que su padre se estaba esforzando y eso la hacía sentir bien, “arigatou otou san”, le dijo con una gran sonrisa abrazándolo, sintiendo entre sus brazos la rigidez de su padre, aún así siguió, no importaba, sabía que su carácter era así y que por dentro estaba muy complacido con su reacción.


    Tohru Higurashi se quedó por unos instantes, congelado, queriendo evitar que un suspiro escapara sus labios, estaba verdaderamente feliz de que su hija estuviera complacida con el dormitorio que había preparado para ella y aunque aquel abrazo lo tomo por sorpresa, podía sentir aquella familiar calidez surgir en su pecho. Después de unos segundos se separó de su hija, “puedes ir acomodando tus cosas si lo deseas, iré a preparar algo de comer”, Kagome asintió con una gran sonrisa y su padre salio del dormitorio cerrando la puerta detrás de él. La muchacha prosiguió a acomodar todas sus cosas, le habían dicho que a la escuela a la que iba a asistir solamente usaban uniforme los de primaria, los de secundaria podían ir con la ropa que virtualmente se les diese la gana. Aproximadamente una hora parecía haber pasado, la joven ya estaba abajo en el comedor almorzando junto con su padre cuando tocaron la puerta, estaba a punto de levantarse cuando la interrumpieron, “yo abro”. Escuchó sus pasos dirigiéndose hacia la puerta, cuando la abrió y luego su voz llena de emoción, “Kagome ven aquí”, la joven dejo los cubiertos en la mesa, se limpió la boca y caminó hacia la puerta, cuando levantó el rostro observó frente a ella a un hombre muy apuesto y uno muy parecido a él pero notablemente mayor sentado en una silla de ruedas.


    “Pero como has crecido, si yo te vi cuando apenas eras una recién nacida”, le dijo con una gran sonrisa y Kagome sonrió nerviosa, “Kagome el es Sasuke, mi mejor amigo”, la muchacha nuevamente sonrió y le hizo una reverencia, el hombre sonrió calidamente, “te presento a mi hijo, Kouga”, el muchacho la observó de pies a cabeza, aquellos ojos de un celeste tan claro y profundo, un color que nunca antes había visto la observaban divertidos, “mucho gusto Kagome”, le dijo guiñándole un ojo y la muchacha se sonrojó, jamás había visto un muchacho así, tan exótico como sus ojos, era alto, tenía el cabello negro y muy largo amarrado en una cola de caballo, su piel era de un tono bronceado que contrastaba con sus profundos ojos celestes, aquellos ojos que para la sorpresa de Kagome eran tan claros que parecían no tener pupilas, ‘hermosos’, pensó dándose cuenta que lo estaba observando descaradamente, provocando que mueva la cara de improviso hacia otro lado, podía sentir como la temperatura de su cuerpo subía debido a la vergüenza que estaba sintiendo. “Y a que se debe tu visita”, le escuchó preguntar a su padre, agradeciendo que interrumpiera el momento, por alguna razón mientras ella sin darse cuenta se había quedado observando los misteriosos ojos de aquel muchacho había sentido que el también la estaba observando fijamente. “Vine a darte la bienvenida, como debe ser Tohru”, le respondió el hombre en la silla de ruedas, era muy parecido al muchacho llamado Kouga solo que en las líneas de su rostro, aunque no muy profundas, era notorio el paso del tiempo, su cabello era del mismo largo que él de su hijo y al igual que él lo llevaba amarrado, la única diferencia era que él no llevaba una banda de lo que parecía ser piel en la frente y sus ojos eran de un profundo negro.


    De un momento a otro su padre había cogido las manijas de la silla de ruedas y se había llevado al hombre hacia un lado, solo Kami sabe de que estarían conversando, pero se sintió un poco incomoda una vez que la dejaron junto a aquel joven. “Así que tu eres la famosa Kagome Higurashi”, la muchacha levantó una ceja, “famosa?”, él le sonrió y ella pudo notar que tenía una sonrisa muy sinvergüenza, llena de una frescura increíble, “pero claro, si eres hija del jefe del policía”, le respondió y aún esa sonrisa no se borraba de su rostro, se acercó unos milímetros más, “y además… eres muy bonita”, le susurró y ella no pudo evitar sonrojarse y alejarse unos pasos de él, respiró profundo no quería ser mal educada, pero resultaba que era un poco pesado, “Kouga kun ne?”, le dijo con su suave tono de voz y el asintió observándola cuidadosamente, “bueno, por lo menos llegaré a la escuela teniendo un conocido”, dijo sonriendo dulcemente y por unos instantes el joven se quedó callado y con algo que parecía decepción, observó el suelo mojado por la lluvia de hace algunas horas, “yo voy a la escuela estatal, la que esta a las afueras del pueblo, me parece que tu vas a ir al instituto él que esta en el centro”. Al escuchar eso el entusiasmado rostro de la muchacha cambió de un momento a otro, “que pena”, le respondió con sinceridad, y él nuevamente se quedó perdido observándola, hasta que aquella sonrisa sinvergüenza volvió a aparecer adornando sus finas facciones, “pero no te preocupes Kagome chan, yo iré a visitarte donde quiera que estés”, la joven sonrió, verdaderamente era un confianzudo, pero por alguna extraña razón le había caído muy bien, “jajaja, y como se supone que vas a saber el lugar exacto?”, le dijo bromeando y como hace un rato volvió a guiñarle un ojo, “el pueblo es muy pequeño Kagome chan, créeme, no será muy difícil”, sonaba muy confiado y por unos instantes le creyó, pero decidió tomarlo por una broma, y simplemente comenzó a reír. Otra vez Kouga se quedó simplemente observándola.


    “Kouga, regresemos, debemos arreglar algunas cosas en casa”, le escuchó decir a su padre y el muchacho hizo una pequeña reverencia despidiéndose de la muchacha, “nos vemos luego Kagome”, ella sonrió amablemente, “hai”, el hombre en silla de ruedas se despidió de ella y de su padre y los dos se alejaron por la acera, mientras ella entraba a la casa, tenía que terminar de comer y luego ir a la librería y preparas sus cosas, mañana comenzaba la famosa escuela. Sugimi observaba el paisaje algo confundido, se le hacía muy raro que su hijo estuviese callado, normalmente estaría hablándole de cualquier cosa, una sonrisa picara apareció en sus labios, “Kouga que te ha sucedido”, le dijo sin recibir respuesta alguna, “acaso la hija de Tohru ha dejado sin palabras al gran Kouga líder de la tribu del este, Kouga que no sucumbe ante los encantos de ninguna mujer”, aquella exclamación logró la atención de su hijo y pudo escuchar detrás de él un pequeño gruñido, “padre no estoy para bromas, sin embargo debo aceptar que es la humana más hermosa que e visto en mi vida”, Sugimi tuvo que contener las ganas de reír ante el tono soñador con él que su hijo había dicho aquella frase, decidió no molestarlo más, parecía que estaba muy concentrado en sus pensamientos, además el también tenía cosas muy importantes en las cuales debía pensar, como la invasión de su territorio.


    El joven empujaba la silla de ruedas de su padre ausentemente mientras pensaba en la sonrisa de esa muchacha, era muy hermosa, su cabello de un extraño negro azulado, su piel blanca con un saludable tono rosado que pintaba sus labios de un rosado aún más fuerte, ojos grandes y brillantes que solo le hablaban de inocencia, podía oler su nerviosismo cuando la estaba observando la manera en que sus mejillas se tiñeron de un color rosa cuando le dijo que era muy bonita y la verdadera decepción que sintió cuando le había dicho que él no iba a su escuela, apenas lo conocía y sin embargo parecía tan abierta y amigable, era linda muy linda, y generalmente las humanas no pasaban de ser comunes y corrientes, pero ella era diferente, no era solo su belleza externa, tenía algo más, algo que llamaba su atención, algo que no podía nombrar porque ni siquiera él sabía que era. Siguió empujando la silla de su padre, todavía recordaba que había puesto a ese gran hombre en esa silla y quien, siguió caminando, mañana comenzaba las clases y ellos seguramente ya habrían vuelto después de las vacaciones de verano, esos malditos no aguantaban un clima soleado y saludable, si no se mantenían en donde habían prometido hacerlo tendrían problemas y ahora con la llegada de Kagome tendría un pretexto más para rondar esa escuela.


    --->Hola :) e vuelto ! espero que el concepto de esta nueva historia sea de su agrado y decidan seguir leyendo mi nuevo fic :) porfavor no se olviden de dejarme sus valiosos comentarios,ellos me ayudan a seguir escribiendo los quiero :)
     
  2.  
    Isa Cab

    Isa Cab Entusiasta

    Capricornio
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    Re: Twilight [Sesshoumaru x Kagome]

    Hello xD

    Che te dejo una sugerencia, la verdad es que ni siquiera terminé de leer el capítulo, porque resulta difícil, en general, leer párrafos tan largos, con pocos puntos y apartes.

    Por eso te digo que te conviene separar más las ideas con ellos.

    No soy beta ni nada, pero bueno, me dió curiosidad tu idea, y la verdad es que me resulta casi imposible leer así.

    Hasta la próxima, y espero que tomes en cuenta mi consejo =)
     
  3.  
    MI LADY ANJU

    MI LADY ANJU Usuario común

    Géminis
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    Re: Twilight [Sesshoumaru x Kagome]

    a hola esta padre tu historia y me gusto solo te digo que me costo trabajo terminarlo ya que esta muy pesado leerlo lo deves separa un poc ya que se canso mi vista pero si esta bien tu historia y koga ya le hecho el ojo solo que espero que salga ya sesshomaru en la historia y bey despues jhasta pronto.
     
  4.  
    Chaos Lady

    Chaos Lady Usuario VIP

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    Re: Twilight [Sesshoumaru x Kagome]

    Hemmm una pregunta no se considera como plagio?
     
  5.  
    yetmoxweetok

    yetmoxweetok Iniciado

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    Re: Twilight [Sesshoumaru x Kagome]

    Ho0o0o0oLLLLaaaZZZ!!!!!!!
    La verdad me parece buena tu historia solamente que si esta bastante larga, y si es un poco pesado, nadmas te kiero comentar que a la mejor te cierran el fic por estar basado en un libro, pero espero que no, realmente me gusto, ojala lo puedas seguir.
    Bueno hasta el proximo capitulo bye
     
  6.  
    Shammy_chan

    Shammy_chan Guest

    Título:
    Twilight [Sesshoumaru x Kagome]
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    Horror
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    Re: Twilight [Sesshoumaru x Kagome]

    Capitulo II :


    “Kagome despierta ya es hora de ir a la escuela”, escuchó la voz de su padre la cual la sacó del mundo de los sueños, no era una persona mañanera de eso estaba segura, detestaba con toda su alma levantarse temprano, se sentó en su cama frotando sus ojos, cogió el despertador y horrorizada observó la hora, eran las seis de la mañana, “no puede ser”, se había acostado en la madrugada alistando y arreglando todas sus cosas, se tiró nuevamente a la cama y cubrió su rostro con la almohada de funda blanca sobre la que apoyó su cabeza para dormir, estaba a punto de volver a cerrar los ojos cuando la voz de su padre nuevamente la regresó a la realidad, “Kagome toma un baño y baja a desayunar”, la muchacha se paró de la cama, su cabello estaba alborotado y caminando sin siquiera saber por donde iba se dirigió al baño, “hai hai otou san”. Se duchó con mayor rapidez, aunque su cabello siempre le daba mucho trabajo ya que era demasiado largo, llegaba hasta cubrir su trasero, salió de la ducha y cepilló sus dientes, envolviendo su cabello y su cuerpo en dos toallas distintas se dirigió hacia su nuevo armario para sacar lo que se iba a poner, primero observó por la ventana para ver como estaba el clima, el cielo estaba nublado y al parecer pronto iba a llover, sonrió, le gustaba mucho la lluvia la tranquilizaba, así que saco lo que se pondría unas medias negras de algodón licrado gruesas hasta la mitad de los muslos, una minifalda escocesa roja, su ropa interior, una camiseta, una cafarena blanca, su abrigo, bufanda y guantes. Se vistió y peinó su cabello secándolo con la secadora y bajo las escaleras corriendo mochila en mano.


    Su padre ya estaba sentado esperándola en la mesa con el desayuno servido, la observó como y asintió como si silenciosamente estuviese aprobando su manera de vestir, “Ohayoo”, “ohayoo otou san”, respondió comenzando a comer, su padre estaba con su uniforme azul de policía, aquella placa dorada brillaba con la luz del día. Cuando terminó de desayunar ayudó a llevar y lavar los platos, los dos salieron y su padre ofreció llevarla a la escuela por ser su primer día, aunque ella le había pedido de favor que la dejará una cuadra antes ya que por lo que le había dicho Kouga el día anterior estaba segura que más de una persona sabía que ella estaba en la ciudad y por alguna la razón eso le perturbaba un poco. Tohru aceptó y manejó hasta dejar a su hija dónde ella le había indicado, Kagome le dio un beso de despedida a su padre y bajó del automóvil sintiendo una especie de alivio cuando vio el auto de policía alejarse en la dirección contraria en la que estaba la escuela. La joven caminó hasta legar a la entrada, era una gran reja de acero y muchos jóvenes al igual que ella estaba cruzándola, caminó un poco insegura, sentía como si todos la observaran pero decidió no prestarle atención a esa sensación, seguramente era debido a los nervios. Aún así siguió caminando, subiendo por la pequeña colina que llevaba hasta la entrada principal de aquel lugar, era como un pequeño castillo antiguo, le sorprendía que un pueblo de Japón la escuela principal estuviera en un edificio de diseño occidental, seguramente europeo, era algo tétrico y gótico pero sin lugar a dudas un bonito lugar.


    Cuando llegó a la entrada podía escuchar los murmullos de los distintos grupos de chicos reunidos, ahora si estaba segura de que todos la estaban observando a ella, cada paso que daba, sentía como poco a poco sus mejillas iban adquiriendo ese color rosa tan característico que aparecía cada vez que se avergonzaba, cuando de pronto y de la nada apareció frente a ella una muchacha más alta que ella de largos cabellos marrones quien le sonreía amigablemente, no parecía una sonrisa fingida así que decidió devolverle el gesto, “tu debes ser Kagome verdad?”, le dijo, ‘otra vez con eso, todos parecen saber mi nombre sin que yo me haya presentado primero’, pensó lo normal sería que le preguntase como sabía, pero no había necesidad, después de todo era más que obvio que todos en ese lugar sabían su nombre y de dónde venía así que simplemente dio un suspiro, “hai, mucho gusto y cuál es tu nombre?”, le preguntó, “Sango, me llamo Sango”, la joven asimiló la nueva información y ya que estaba ahí decidió que una nueva amiga no sería tan malo después de todo, solo esperaba que la decisión de acercarse a ella no hubiese sido por obligación, “si no fuese mucha molestia, podrías indicarme dónde puedo recoger los cursos que me han asignado y la llave de mi locker”, le preguntó algo apurada, ya casi era la hora de entrar a clases, “claro, vamos, yo también estoy yendo para haya, espero que nos toque algo juntas”, Kagome sonrió y de camino a secretaria mantuvo una conversación muy amena con su nueva amiga, le estaba contando de Tokyo y cada una hablaba de sus cualidades y las cosas que les gustaban hacer, había descubierto que tenía muchas cosas en común con alguien que acababa de conocer.


    Al llegar a secretaría se dieron con la sorpresa de que iban a llevar casi todos los cursos juntas, a excepción de uno, biología, pero eso no era un problema, las dos corrieron a su primera clase y el tiempo pasó muy rápido para Kagome, ella era muy buena para los estudios, pero honestamente, estaba en secundaria y definitivamente si no tienes a alguien con quien hablar las clases se hacen sumamente aburridas, afortunadamente, Sango había aparecido. Todos los jóvenes en el aula observaban impacientes el reloj que estaba frente a ellos, era cosa de segundos para que sonara el timbre del receso y cuando lo hizo absolutamente todos salieron como en una estampida del salón, las últimas en salir fueron Sango y Kagome, “vamos rápido, sino no vamos a encontrar nada de comer”, dijo la joven de cabellos marrones, Kagome asintió observándola, seguramente hacía ejercicio porque tenía los músculos de los brazos, aunque delgados, muy marcados, “hai hai, la verdad es que me estoy muriendo de hambre”. Las dos llegaron a la cafetería y tomaron las bandejas que estaban en la esquina de aquella amplia vitrina de metal que contenía todo lo que podían elegir para el almuerzo, cuando consiguieron lo que querían se quedaron paradas por unos instantes hasta ver si había una mesa vacía, Sango la encontró primero y las dos se dirigieron a una que estaba casi en el centro del lugar.


    Se sentaron a la mesa y nuevamente la joven sintió que ella era el centro de las miradas, estaba comenzando a fastidiarse, pero su amiga le dio una sonrisa comprensiva, “es que todos saben que eres la hija de Tohru sama, pero no te preocupes en unos días ya se les habrá pasado”, la joven dio un suspiro, esperaba que tuviera la razón. Cuando Sango estaba a punto de probar el primer bocado de la comida que había comprado unas manos sobre sus ojos la detuvieron, “Sanguito”, le dijo una voz muy familiar y Kagome levantó la mirada, era un joven de cabello corto amarrado en una pequeña colita a la altura de la nuca, con pequeños aros de oro colgando de los lóbulos de sus orejas, “Miroku”, dijo su amiga en un tono fastidiado, y de un rápido movimiento le dio un codazo al muchacho que acababa de llegar logrando que la soltara para luego abrazar su estomago, “no tenías que ser tan violenta”, Kagome sonrió, parecía que de verdad le había dolido mucho el golpe, la joven de cabello marrón movió la cabeza de lado a lado, “Kagome él es Miroku”.


    El muchacho tomó aire, aquel golpe se lo había quitado, pero no le importaba con tal de estar cerca de su Sanguito soportaba lo que sea, cuando estaba seguro de que estaba respirando correctamente levantó la mirada, Kagome, ese era el nombre de la hija de Tohru sama. Sus ojos se posaron en ella y se quedó por unos instantes sin palabras, era muy bonita, por unos segundos el nerviosismo natural de conocer a una nueva persona se apoderó de él, pero se trataba de Miroku, no duró mucho, en un movimiento rápido se había trasladado hacia el otro lado de la meza, “pero que hermosa eres, no te gustaría tener un hijo conmigo”, le dijo tomándola de las manos como si se tratara de lo más natural. La joven se enrojeció tanto que hasta los oídos comenzaron a arderle, lo más colosal era que él no le soltaba las manos por nada del mundo, afortunadamente alguien más llegó y le dio un fuerte golpe en la cabeza.


    “Cuantas veces te he dicho que dejes de asustar de esa manera a todas las mujeres bonitas que te presentan”, Kagome aprovechó la interrupción para soltarse de las manos del joven llamado Miroku y aquel que la había salvado se sentó a su costado, “hola mucho gusto soy Bankotsu”, le dijo con una sonrisa, la muchacha le devolvió el gesto, y aceptó la mano que le habían ofrecido para estrecharla con la suya, que extraños estilos tenían los jóvenes de ese lugar, “yo soy Kagome”, le dijo observando su largo cabello peinado en una larga trenza y aquel extraño tatuaje que tenía en la frente, igual que los demás, era muy apuesto. Pasaron los minutos y los tres comenzaron a hablar como si se conociesen de toda la vida, Kagome estaba muy feliz de haber hecho amigos tan rápido, sin embargo de un momento a otro absolutamente todo el bullicio del lugar había quedado reducido a nada, solamente podían escucharse las gotas de lluvia caer en la intemperie, “que esta sucediendo?”, preguntó Kagome con la voz completamente baja, no podía evitar la inconciente necesidad de susurrar ante tremendo silencio, Sango le hizo una seña para que observase hacia la puerta de la cafetería, y cuando ella decidió hacerlo se quedo prácticamente boquiabierta.


    Entrando por la puerta principal venían dos jóvenes de largos cabellos plateados, Kagome se quedó impresionada, jamás había visto semejante color de cabello, uno era más alto que el otro y no sabía si dar crédito o no a su vista pero estaba segura de haber percibido que sus ojos eran de un dorado intenso, el de estatura promedio tenía un rostro joven, casi como de niño, pero el más alto era increíblemente apuesto y tenía unos extraños tatuajes en el rostro, jamás había visto algo parecido y sin embargo le parecía intrigante, era alto y sus facciones parecían haber sido esculpidas con miras hacia la perfección, él, llevaba de la mano a una pequeña niña muy linda de cabello negro, aunque Kagome pudo notar, tenía la mirada triste y perdida, mientras que el otro joven, el que llevaba una gorra puesta llevaba de la mano a una mujer delgada, muy hermosa de largos cabellos negros, parecía una muñeca de porcelana, algo de ella le dio escalofríos, su rostro, le hacía sentir que no tenía alma; pero él que en realidad había captado toda su atención era el muchacho de las extrañas marcas en el rostro, era simplemente un ser del cual no podías despegar los ojos, sumamente apuesto, sin embargo la joven no podía explicar el color tan pálido y blanco de las pieles de esos jóvenes, era como si nunca hubiesen visto la luz del sol, “quienes son?”, preguntó a nadie en especial, como si hubiera dicho sin querer algo que estaba pensando mientras los observaba al igual que el resto de estudiantes que se encontraban en la cafetería.


    “Son los hijos de Inu Taisho sama, doctor y dueño del hospital del condado”, respondió Bankotsu retomando la atención de los que estaban sentados a su alrededor, especialmente de Kagome, quien lo observaba fijamente, como esperando que le dijera algo más, “el de gorra es Inuyasha y la que esta a su costado es su novia Kikyou”, la joven formó una pequeña ‘o’ con sus labios asimilando la nueva información, “el otro es Sesshoumaru, el hijo mayor de Inu Taisho sama, y su hermana menor Rin, siempre están los cuatro juntos y no se acercan ni permiten que nadie se les acerque”, “son intocables”, agregó Sango con un suspiro, “y por qué los observan tanto?”, preguntó Kagome observando a su amiga levantar una ceja como si hubiese dicho alguna tontería, “no me vas a decir que no son las personas más bonitas que hayas visto en tu vida”, la joven asintió, posando la mirada sobre la pequeña niña que se había sentado al lado del muchacho que se llamaba Sesshoumaru, “pero ella, se ve tan triste”, susurró, como era posible que una niña tan pequeña pudiese tener un rostro tan lleno de tristeza. Kagome volteó y sin querer sus ojos la llevaron a observarlos por unos instantes más, sobre todo a él, a Sesshoumaru, sin darse cuenta su mirada se quedo posada en él por unos instantes y en cuestión de segundos aquellos ojos dorados se cruzaron con los suyos, mirándola, como si estuviese perforando su cabeza con aquella mirada tan intensa, no pudo soportarlo y volteó el rostro de sopetón algo avergonzada, después de unos instantes el lugar volvió a la normalidad, y nadie más volvió a observarlos.


    El receso terminó, comenzaba el segundo bloque de clases y justo estaba escrito en el horario que tocaba Biología, “Kagome chan, nos vemos a la salida”, le dijo su amiga despidiéndose de ella con la mano mientras se iba con los otros dos jóvenes que ya se habían despedido de ella, la muchacha corrió al baño de damas y al entrar se dio cuenta que habían muchas chicas aglomeradas en la puerta, “que esta sucediendo, por qué no entran?”, preguntó y una de ella volteó, “Kikyou esta en el lavabo, nadie se atreve a acercarse a ella”, la joven levantó una ceja indignada, acaso estaban bromeando?, se empinó un poco y observó que el interior del baño estaba desierto, solo estaba ella lavándose las manos y el rostro, mirándose al espejo. Movió la cabeza de lado a lado y se abrió paso entre la multitud, tenía muchas ganas de ir al baño y no entendía cual era el problema en utilizar un servicio higiénico, no era como si ella se la fuese a comer o algo parecido. Ante los sorprendidos suspiros de las demás jóvenes Kagome se introdujo en el baño, entro a una de las casetas y luego salió para lavarse las manos, en todo el transcurso la famosa Kikyou seguía ahí, mirándose al espejo, arreglando sus largos cabellos negros con esas manos blancas y delgadas adornadas por largas uñas muy bien limadas y cuidadas. Se paró a su lado y lavó sus manos, no entendía de que podían tener miedo las otras muchachas, se dirigido al secador que estaba al lado de la puerta, cuando de pronto escuchó la voz de aquella mujer, era casi un susurro, parecía demasiado madura para su edad, demasiado sombría, “muévete”, la joven volteó, “disculpa?”, le dijo, “he dicho que te muevas”, le volvió a decir.


    Kagome sacudió sus manos y la observó directo a los ojos, una de las cosas que más detestaba eran las personas mal educadas, “no creo haberte dado la suficiente confianza como para que me trates de esa manera”, le dijo muy serena sin siquiera levantar la voz, la muchacha se acercó unos milímetros a ella, era más alta, unos diez centímetros más alta por lo menos, “desaparece”, le dijo y Kagome ni siquiera se inmutó, “no creo que te quite algo ser un poco educada, hay maneras de dirigirse a las personas”, las muchachas que estaba observando todo el intercambio parecían temblar al escuchar las palabras que Kagome le dirigía a la estilizada y pálida joven, no podían creer que alguien la estuviese poniendo por primera vez en su sitio.


    Kikyou estaba comenzando a perder la paciencia, que se creía esa insignificante humana, quien se creía que era para hablarle de esa manera, si ella quería de dos movimientos podría asesinarla, estaba comenzando a hartarse de la posición en la que los había puesto Inu Taisho sama, tendría que hacer algo, pero primero debía deshacerse de esa molesta y altanera mocosa. Estaba a punto de darle un buen empujón para dejarla en el suelo y que se diera cuenta cual era su lugar, pero en un extraño suceso ella la cogió de las manos, “no te atrevas a tocarme”, le dijo soltándola con algo de brusquedad y caminando rumbo a su aula. La pálida mujer cerro sus manos fuertemente en dos puños, avanzando sin necesidad de decir una palabra, todas las presentes le abrían paso, aunque sorprendidas por la manera en la que se habían desenvuelto los hechos, aún no tenían el valor para enfrentarse a ella, “maldita mocosa”, susurró dirigiéndose a la clase que le tocaba se encargaría de ella como fuese posible. Una sonrisa maliciosa apareció en sus finos y pálidos labios, ya tenía una idea de a quien recurrir.


    Kagome caminó por unos instantes sin saber a donde iba, cuando agarró las manos de aquella mujer tuvo que controlar la necesidad de soltarla al instante, estaba completamente congelada, era como si hubiese metido sus manos en un cubo de hielo, se había quedad extremadamente atónita, sin embargo, la irritación que estaba sintiendo por el comportamiento de esa mujer le ganó al susto que pasó. Quien se creía que era para tratar a las personas así?, la muchacha resopló un poco de aire, moviendo la cabeza de lado a lado, no iba a dejar que una tontería le malograra el día. Cuando llegó a la puerta del salón que se le había sido asignado tocó, le abrió la profesora, una señora algo mayor quien le sonrió, “Kagome Higurashi no?”, le preguntó, ella asintió apenada y se disculpó por la tardanza, la maestra acomodó los lentes que llevaba y observó si había algún asiento vació para su nueva alumna en el laboratorio, “ah justo ahí, puedes sentarte al lado de Sesshoumaru Taisho”, la joven pareció paralizarse al levantar la mirada y observar que efectivamente el único asiento vacío estaba al lado de él. La observaba con una expresión ilegible, es más, parecía no tener expresión alguna en el rostro, Kagome caminó a paso lento a su asiento, estaba algo nerviosa.



    Hola, bueno como me aconsejaron he tratado de separar más los parrafos, disculpen si no les gusta mucho la manera en que escribo, pero es que a veces me explayo mucho y por eso se me alargan los parrafos. Bueno intentaré achicarlos para que sea más fácil leerlos (: espero que no les aburra mucho la historia y la sigan leyendo.

    Como respuesta a Rachel Ferrer: la verdad es que no creo que se considere como plagio porque antes de comenzar a escribir he aclarado que me he basado en la película Crepusculo porque la he tomado como inspiración para mi historia, también he aclarado que tomaré algunas de las ideas de la película y las mezclaré con las mias, no es la historia identica (: Además si esto se considerara plagio las personas que escriben fics inspirandose en algun capitulo de la serie o tomandolo como punto de partida para su historia también lo estarían haciendo, creo que mientras aclares que etsas tomando algunas ideas prestadas y que no son tuyas no estas plageando (: igual gracias por leer el primer capitulo !
     
  7.  
    AzKagome

    AzKagome Iniciado

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    Re: Twilight [Sesshoumaru x Kagome]

    hola
    me guto tu idea
    y el capitulo me gusto mucho y la verdad no tuve muchos
    problemas al leerlo ya que anteriprmente he leido historias tuyas.
    espero lo continues pronto, estare ansiosa esperando la continuacion.
    cidate mucho y suerte.

    bye

     
  8.  
    StarAcua

    StarAcua Usuario común

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    Re: Twilight [Sesshoumaru x Kagome]

    AAAAA......soy nueva en tu FF y dejame decirte que esta sumamente INCREIBLE!!!!...jajaja apuesto que kykio no se lo esperaba mira si kagome va a dejar que la pisoteen jajaja....eso ni en sueños jajaja:D....espero lo siguas pronto por que esta BUENISIMOOOOO;)
     
  9.  
    sweetkagome

    sweetkagome Entusiasta

    Libra
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    Re: Twilight [Sesshoumaru x Kagome]

    hola

    soy un gran fan de crepúsculo, por lo que obviamente adoro este fic! pero una sugerencia: ¿por qué no usas el guión para los diálogos? es que es algo deficil leer parágrafos tan largos

    conti pronto, porfa

    besos!
     
  10.  
    Isa Cab

    Isa Cab Entusiasta

    Capricornio
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    Pluma de
    Escritora
    Re: Twilight [Sesshoumaru x Kagome]

    Bueno, terminé xD

    Pero, en serio, tendrías que separar los párrafos todavía más.

    Y cambiarle la letra, a la verdana tamaño 2, si no me equivoco, que es la automática, es más fácil de leer.

    La historia está buena, y es verdad, no es exactmente igual al libro o a la película (que es una pésima adaptación), osea que no creo que sea considerado plagio =)

    Continuala pronto ^^ Hasta entonces.
     
  11.  
    MI LADY ANJU

    MI LADY ANJU Usuario común

    Géminis
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    Pluma de
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    Re: Twilight [Sesshoumaru x Kagome]

    a orale que bien ya se enfrentoa kikyo que bien que no le expreso que no le tine miedo solo me quede pensando en que piensa kikyo para dar vengansa a aome y tambien ya se vieron aome y sesshomaru que bien y espero que aome quiera alegrar a la niña hermana de sesshoamru para que sea feliz como ella bey espero con ansias la continuacion.
     
  12.  
    Shammy_chan

    Shammy_chan Guest

    Título:
    Twilight [Sesshoumaru x Kagome]
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Horror
    Total de capítulos:
    9
     
    Palabras:
    3538
    Re: Twilight [Sesshoumaru x Kagome]

    Capitulo III :

    Se sentó a su lado y sintió un pequeño escalofrío, no tenía el valor de girar el rostro aunque sea para observarlo por curiosidad como haría una persona normal, no podía, aunque sentía que él la observaba fijamente, ella no podía hacerlo, y cuando se armó de valor, se arrepintió casi al instante de haberlo hecho.


    Caminaba pensando en que haría el día de hoy, tendría que llevar clases que ya había llevado incontables veces en su vida, tenía más años de lo que diez de los humanos de ese lugar sumarían, y sin embargo debía seguir con aquella farsa porque así se lo había prometido a su padre; sin embargo, lo que más detestaba no era llevar esas clases, por lo menos tenía algo que hacer con su tiempo libre. Lo que en realidad detestaba, eran las miradas atónitas de todos los humanos que se cruzaba durante el día, sobre todo la de las mujeres, y el día de hoy no había sido la excepción.


    Se suponía que como todas las incontables veces anteriores, este era el primer día de su último año escolar. Como siempre, ingresaron al salón y absolutamente todos se quedaron callados, observándolos, en realidad él no tenía ningún problema con eso, estaba acostumbrado, aunque las mujeres humanas parecían animales idiotizados al observarlo, no tenía ningún problema. La razón por la que de verdad las detestaba era porque hacían sentir muy incomoda y nerviosa a su hermana menor, Rin. Ella siempre había sido retraída y muy callada, a la única persona que se acercaba a parte de su padre era a él, pero cada vez que sucedía eso, cada vez que un humano se le acercaba comenzaba a temblar, podía sentirlo, podía olerlo, era como si le tuviese un miedo indescriptible a los mortales.


    Se sentaron a la meza, a la de siempre, la que estaba al lado del ventanal, todo acabó en unos minutos, las cosas en la cafetería habían retornado a la normalidad y Rin parecía estar más calmada ahora que no estaba bajo las miradas de los humanos. Pero después de unos instantes volvió a sentirlo, una mirada, una sola que se había quedado observándolo, volteó de improviso buscando ahuyentar a quien sea que fuere y se dio con unos grandes ojos marrones llenos de curiosidad, brillantes y expectantes, ojos que cuando se toparon con los suyos inmediatamente cambiaron de dirección al igual que el rostro que los llevaba, rostro que se comenzó a teñir de un tono rozado. Se trataba de una onna, una que no había visto antes, seguramente era nueva. Durante el pequeño instante en el que sus miradas se cruzaron, tuvo tiempo de observarla, debía admitir que le parecía un tanto peculiar, pero el pequeño jalón que le dio su hermana en la camisa lo sacó de sus pensamientos, “onii chan, ya es hora de que Rin regrese a clases”, le dijo en aquella voz que solamente salía en susurros, el asintió y se levantó, sin prestar atención a los dos que estaban frente a él, solamente permanecía con ellos porque su padre le había impuesto esa obligación.


    Dejó a su hermana en el edificio de primaria, las maestras siempre lo recibían sonriente, parecían gentiles. Estaban fingiendo, podía olerlo, solamente querían acercarse a él, sus desagradables aromas, lo único que querían era acostarse con él. Los dos edificios estaban rodeados por bosque, así que llegó en cuestión de segundos a la clase de biología, se sentó en el sitio que le habían asignado, había hablado con el director para que hicieran el favor de darle un asiento en solitario, aunque fuese como en este caso, en un laboratorio, donde las mesas de práctica estaban dispuestas para dos alumnos. Todo iba como normalmente, hasta que ella entró al salón.


    Había llegado unos minutos más tarde, desde donde estaba podía escuchar como le pedía disculpas a la anciana que enseñaba el curso por su demora y también pudo escuchar cuando le dijo que hiciera el favor de sentarse a su lado. Podía percibir que estaba nerviosa, él estaba esperando percibir ese desagradable aroma que emanaban las mujeres cuando se acercaban demasiado a él, por el contrario, simplemente sentía la ansiedad de la muchacha. Aún así no era saludable para él permanecer al lado de los humanos, no solo por que le parecían desagradables, sino por una razón más importante, estaba a punto de levantarse y salir de ahí, cuando sintió aquel aroma, no era lo que él esperaba, era dulce, delicioso, se quedó paralizado por unos instantes y comenzó a sentir aquel familiar escozor en las encías, sus ojos se abrieron unos milímetros y sus pupilas comenzaron a dilatarse, en un reflejo se cubrió los labios con la mano derecha y apoyó su codo en la meza, tratando de respirar y contener su instinto, el aroma seguía emanando de ella, sentía como sus glándulas salivales comenzaban a segregar líquido y ahí fue cuando ella volteó el rostro.


    Kagome respiró profundo y se armó de valor para voltear a verlo, planeaba presentarse ya que lo más seguro era que como estaban sentados en la misma meza de laboratorio el siguiente semestre les iba a tocar hacer las asignaciones juntos. Jamás se había sentido tan nerviosa, él era muy apuesto y todo, pero si no fuese por lo que ocurrió en la cafetería no se encontraría en esas condiciones, si no fuese porque él literalmente la descubrió observándolo no se sentiría tan avergonzada, pero tenía que hacerlo, así que volteó con algo de rapidez para agilizar la situación, pero cuando lo hizo y observó su rostro, de repente comenzó a sentirse mal consigo misma.


    Tenía la mitad del rostro cubierto por una de sus manos, la camisa que llevaba se había remangado mostrando que también en el brazo tenía unos tatuajes muy parecidos a los dos que estaban en sus mejillas, sus ojos, la estaba observando como si algo de ella, o ella le desagradara completamente, como si estuviese asqueado de solo verla. La joven se observó disimuladamente, tratando de encontrar algo que estuviese mal en su apariencia o si tuviese algo que pudiese ser desagradable a los ojos de los demás, no encontró nada, lo cual la confundió aún más, él seguía mirándola, parecía asqueado, hasta que por fin retiró su mano de sus labios y la recorrió de pies a cabeza con los ojos, se levantó y salió del salón sin decir nada.


    Kagome se quedó sentada observando hacia el sitio ahora vacío, sentía un nudo en la garganta, que podía ser tan desagradable sobre ella o sobre su aspecto que le provocara salir así del lugar, hasta la maestra se había quedado completamente sorprendida. Se apoyó en la meza y deja la hora de clase pasar, después de todo era la primera así que solo hablarían de los objetivos del curso y lo que harían en el resto del semestre. Cuando terminó la clase Kagome se dirigió hacia secretaría, debía recoger sus papeles para regresar a casa, pero cuando llego inconcientemente se quedó en el marco de la puerta, sus pies no querían seguir avanzando, “necesito que me cambien de clase, no tendrá algún otro horario de Biología”, le escuchó decir, la encargada le sonrió y movió la cabeza de lado a lado, “lo siento mucho Sesshoumaru, pero tendrás que quedarte en esa clase, no podemos hacer ningún cambio, las listas de los profesores ya han sido impresas”, él di un pequeño golpe en el estante y pasó caminando por su lado, sin siquiera darse cuenta que ella estaba ahí.


    Su voz era grave y profunda muy varonil, pero las palabras que había escuchado salir de su boca la habían dejado aún más descompuesta emocionalmente, seguramente quería cambiarse de clase por su culpa, tanto era el desagrado que le tenía?. La muchacha olvidó completamente para que había ido hasta allá y caminó para salir del edificio, ni siquiera escuchó cuando sus amigos la estaban saludando y se ofrecían a acompañarla hasta su casa, estaba sumergida en sus pensamientos, tratando de descifrar que cosa tan desagradable podía haber hecho y podía haber tenido para causar semejante reacción en alguien que ni siquiera conocía.


    Sesshoumaru subió al auto junto con su hermana menor, su medio hermano y aquella mujer, aún no podía quitarse de la cabeza aquel delicioso aroma, jamás en sus dos centurias de vida había sentido una necesidad tan desesperante de beber la sangre de un humano, era como si el cuerpo de esa niña le estuviese pidiendo que se alimentara de él, por que eso era a su lado, una niña, una mocosa de diecisiete años como mucho. Su medio hermano notó el pequeño indicio de molestia en su rostro y decidió que era el momento perfecto para fastidiarle la paciencia, “Sesshoumaru que te sucedió, parece que no has tenido un buen día”, le dijo con esa sonrisa estupida que lo caracterizaba. El joven dio un gruñido, “acaso no quieres hablar?”, “será que una de las humanas no pudo resistirlo y se lanzó a tus brazos”, siguió molestando el muchacho, provocando que otro gruñido saliera de los labios del mayor, “te sugiero que dejes de molestarme HIBRIDO, no querrás que te quite esa estupida gorra que siempre llevas para que todos se enteren la desagradable criatura que eres en realidad”, le respondió, escuchando el siseo de su medio hermano, sabía que con eso lo mantendría callado.


    “Inuyasha, tranquilízate”, le susurró la pálida mujer que tenía al lado, “hazle caso a tu mujer híbrido, ella sabe lo que dice”, culminó Sesshoumaru observando hacia la ventana escuchando los gruñidos de él que él consideraba un simple mocoso, su sangre estaba contaminada y ya era hora que comprendiese su lugar, solamente le hacía caso a esa mujer y era lo mejor que permaneciese de esa manera si no quería salir herido o hasta muerto.


    Cuando por fin logró tranquilizarlo sus pensamientos comenzaron a viajar hacia esa estupida humana con la que había tenido el desagrado de cruzarse, tendría que salir al anochecer, no era problema, con tal de que no ingiriese la sangre de humanos, podía hacer virtualmente todo lo que se le diera la gana, ‘estúpido Inu Taisho, es el único que se opone a su naturaleza’, pensó, si tan solo pudiera probar sangre humana de nuevo, de solo pensarlo se le hacía agua la boca, ya vendría el momento en que podría deshacerse de Inu Taisho, y así Sesshoumaru y todo lo que tienen sería solamente suyo. “Sesshoumaru sama, ya llegamos”, le escuchó decir al chofer, la hora de camino se había pasado muy rápido, seguramente era porque cada uno estaba muy ocupado con sus pensamientos, todos bajaron se la camioneta y se adentraron en el bosque, en la parte más profunda los esperaba una hermosa construcción, un pequeño palacio con la estructura y decoración de los palacios del Japón Antiguo, el palacio de Inu Taisho sama.


    Al día siguiente la muchacha sufrió exactamente el mismo pesar para poder levantarse, esta vez se había acostado tarde no por haber estado haciendo deberes o preparando cosas para su próximo día de clases, había estado pensando toda la noche en lo que había sucedido en su clase de biología y a pesar de haberse pasado una buena cantidad de horas dándole vueltas al asunto no le encontraba motivo ni solución así que por fin a las tres de la mañana había decidido dejarlo en paz. Ahora estaba sufriendo para bañarse y cambiarse, pero al asomarse por la ventana su humor mejoró considerablemente, estaba lloviendo, y a ella le encantaba la lluvia, así que sonrió bajando las escaleras ya vestida y con sus cosas en mano. No había tenido mucho tiempo para conversar con su padre ya que el había llegado muy entrada la noche y pensaba que ella ya estaría durmiendo, así que en la meza le preguntó que tal había estado su primer día de clases, ella le contó lo necesario resumiendo todo en que le había ido muy bien, la verdad era que estaba desesperada por salir y sentir la lluvia sobre su rostro, “si quieres te llevo en la camioneta”, le dijo su padre y ella sonrió moviendo la cabeza de lado a lado, “no te preocupes otou san, aún es muy temprano, además prefiero ir caminando”, el asintió y así se despidió de su padre, saliendo con su paraguas por la puerta principal.


    Al sentir la fría brisa sobre su rostro una sonrisa iluminó sus labios, le encantaban la lluvia y el clima frío, así que tranquilamente se fue caminando hacia la escuela. Cuando llegó aún faltaban quince minutos para que comenzaran las clases, la mayoría de los de último año estaban en el estacionamiento conversando en distintos grupos junto a sus autos, era normal, a esa edad todos ya tenían auto, todos menos ella, no le gustaba mucho la idea de manejar, su vista recorrió todo el lugar y observó a la derecha a sus amigos del día anterior saludándola con la mano, ella repitió el saludo con una sonrisa, estaba a punto de dirigirse a ellos cuando su mirada la llevo al otro extremo del estacionamiento, a donde se encontraban las escaleras para subir hacia el edificio del colegio, allí estaban parados Sesshoumaru, Kikyou y el de la gorra Inuyasha, bajando de una camioneta muy grande y a la vista lujosa, al parecer el que la había estado manejando era Sesshoumaru ya que él estaba saliendo de la puerta del conductor, de nuevo cruzó miradas con él, pero esta vez ella no quiso quedarse ni un segundo más observando se sentía muy mal con lo sucedido el día anterior. Kagome comenzó a caminar para dirigirse hacia donde estaban sus amigos, el piso del estacionamiento estaba demasiado resbaloso, seguramente era por la lluvia. Siguió caminando y ahí fue cuando todo pasó.


    Fue en cuestión de segundos, Kagome estaba caminando para dirigirse hacia dónde estaban Sango y todos los demás, continuaba pasándole por la mente que el piso estaba increíblemente resbaloso y ni siquiera supo por qué, era como si alguien la estuviese llamando silenciosamente, ‘onee chan’, había escuchado en su mente, seguramente era su imaginación, ‘onee chan’, escuchó de nuevo y sintió la necesidad de girar su rostro hacia la izquierda. Allí estaba parada la pequeña de cabello negro, la que le había parecido una muñequita cuando la vio el día anterior, que cosa hacía ahí, que estaba haciendo parada frente a un auto, estaba a punto de seguir caminando cuando escuchó los gritos de una de las muchachas que estaba en el extremo de la puerta del estacionamiento, “cuidado, se va a estrellar”, Kagome volteó un auto se aproximaba, se estaba resbalando por el concreto y por el rostro del que lo estaba manejando estaba tratando de pisar los frenos pero no estaba logrando nada, volteó hacia el otro lado y se dio cuenta que se estaba dirigiendo hacia donde estaba la pequeña niña y ella no estaba haciendo nada por moverse.


    Kagome tiró sus cosas en el suelo y corrió lo más rápido que pudo, corrió como nunca había corrido antes y llegó hacia donde estaba la pequeña Rin, la levantó en sus brazos y estaba a punto de salir de ahí, el auto se estaba acercando cada vez con más rapidez y todos a su alrededor estaban gritando para que alguien hiciera algo, sin embargo ninguno era capaz de moverse de su sitio, ya casi lo había logrado, pero una de sus zapatillas resbaló en un pequeño charco y calló de rodillas al suelo escarchado, comenzó a temblar, sabía que el carro venía a toda velocidad, él que lo iba conduciendo estaba gritando como desquiciado a todos que se moviesen, pero ella ni siquiera tenía fuerzas para levantarse, “onee chan”, le dijo la pequeña niña, todo fue en cuestión de segundos. Ella le sonrió y la abrazo poniéndola contra el otro auto y protegiéndola con su cuerpo, mientras le daba la espalda al auto que venía deslizándose por el concreto a solo un par de metros de ella, “todo va a estar bien”, estaba lista para recibir aquel impacto, seguramente no saldría viva. Pero antes de que aquel fuerte golpe la cegase para siempre lo único que llego a ver fue una cortina de sedosos cabellos plateados a su lado.


    Habían regresado de dejar a Rin en el edificio de primaria y estaban bajando del auto, Kikyou les estaba diciendo que pronto comenzaría la temporada de caza y que era mejor estar preparados, era cuestión de tiempo para que se encontrasen con los lobos. La había visto llegar y no pudo evitar mirarla, le resultaba enigmática, después de todo fue la que provoco el resurgimiento de sus bien controlados instintos, habían cruzado miradas pero al parecer la humana no quería saber nada con él, Sesshoumaru levantó una ceja, era la primera vez que le sucedía semejante cosa, sin embargo, de un momento a otro gritos comenzaron a escucharse y los tres voltearon a observar lo que sucedía, al parecer los frenos de un imbécil no funcionaban muy bien ya que venía deslizándose por toda la pista, “ese maldito idiota va a estamparse contra algún carro”, le escuchó decir a su medio hermano, “siempre tienes que ser tan vulgar hermanito”, le había respondido, cuando escuchó el grito de la mejor de las atletas de la escuela, “por el amor de Dios que alguien haga algo, las van a matar”, Sesshomaru volteó y observó que contra un auto estaba esa muchacha, la de la clase de biología, estaba agachada, parecía que estaba protegiendo algo y cuando miro con más cuidado, “Sesshoumaru es Rin”, grito su medio hermano, ella era aún muy pequeña para utilizar sus habilidades no le daría tiempo, pero esa mujer, esa mujer la estaba protegiendo, sin siquiera pensar lo que hacía el joven desapareció de donde había estado parado y se interpuso entre el auto que venía a toda velocidad y la joven abrazando a su hermana menor, la única que se dio cuenta de que él había aparecido de la nada fue Kagome que al levantar la mirada lo vio, agachado con un puño sobre el lado del auto, lo había hundido hasta partirlo en dos.
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    Hola, disculpenme la demora, es que el 09 fue mi cumpleaños y me fui unos días a la playa =D , bueno gracias a los que han leido mis dos capitulos hasta ahora, espero que este tercero les guste (:, sobre los dialogos, en realidad ponerlos entre comillas es mi manera de escribir, a mi me gusta narrar y siento que separandolos no se... como que me separo un poco de lo que estoy narrando, pero bueno es mi manera de escrbir y siempre he escrito así, espero que no les moleste mucho .. (: espero que lo disfruten, nos vemos la próxima, gracias por haberme dejado sus comentarios !
     
  13.  
    Airi

    Airi Guest

    Título:
    Twilight [Sesshoumaru x Kagome]
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Horror
    Total de capítulos:
    9
     
    Palabras:
    36
    Re: Twilight [Sesshoumaru x Kagome]

    Hey esta magnifica tu forma de narrar no se me hace tediosa, lo unico que si note es que escribes meza en lugar de mesa, pero continua pronto y felicidades.
     
  14.  
    akatsukihime

    akatsukihime Entusiasta

    Aries
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    17 Julio 2008
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    54
    Pluma de
    Escritora
    Re: Twilight [Sesshoumaru x Kagome]

    me encanto!
    tu fic y el capi,
    creo que sesshomaru fue un poco exagerado
    al partir el auto en 2
    espero conti
    onegai.

    Oh y felicidades[​IMG]
     
  15.  
    MI LADY ANJU

    MI LADY ANJU Usuario común

    Géminis
    Miembro desde:
    14 Agosto 2008
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    256
    Pluma de
    Escritora
    Re: Twilight [Sesshoumaru x Kagome]

    a que bien y que aome protega a rin eso siempre es asi y espero que asi rin y aome seana migas y que sesshomaru no mide fuerzas y protegio a aome porque protegio a su hermanita que lindo le regreso el favor eso crreo que asi piensa el y espero con ansias tu continuacion bey.
     
  16.  
    AzKagome

    AzKagome Iniciado

    Escorpión
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    3 Enero 2009
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    26
    Re: Twilight [Sesshoumaru x Kagome]

    holaa
    feliz cumple shammy
    aunq se que es atrasado
    pero igual vale jijiji.
    te esta quedando muy bien
    tu historia me guto mucho el cap.
    kag protegiendo a rin q nanay.
    me encanto.
    siguelo pronto estare esperando con ansias.
    cuidate mucho suerte.
    nus vemos
     
  17.  
    Isa Cab

    Isa Cab Entusiasta

    Capricornio
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    4 Noviembre 2008
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    Re: Twilight [Sesshoumaru x Kagome]

    Bueno primero que nada, ¡Muy feliz cumple!

    Me mató la parte en que Sesshomaru "se siente guiado pro sus instintos" xD

    Che, y una cosa, en algunas partes pareciera que vas relatando desde el punto de vista de Kagome una parte, y después desde el punto de vista de Sesshomaru la misma cosa, pero en tercera persona. Se hace medio confuso por eso.

    Por eso pienso que te convendría poner, por ejemplo, Kagome POV, y empezar a relatar en primera persona, y después Sesshomaru POV, y así sucesivamente.

    No sé, pero pienso que sería menos confuso, y más entendible xD

    Suerte ;)

    Isa
     
  18.  
    ~Sunzure Russo~

    ~Sunzure Russo~ Fanático

    Capricornio
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    Escritora
    Re: Twilight [Sesshoumaru x Kagome]

    la partio en dos????
    la partio??
    y en dos??
    CARAJO!!!!!!!!
    SUSTO!!!!!!!!!
    ya me dio:wii:
    esto es algo que no lo puedo creer!!!!
    en dos?????
    hay ya me va a dar algo!!!:wii:
    me encanta la pelicula la eh visto tres veces
    y me encantando tu fic1!!
    espero la conty
    bye
     
  19.  
    maiki

    maiki Entusiasta

    Sagitario
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    Re: Twilight [Sesshoumaru x Kagome]

    Feliz cumpleaños!!!!
    Ya habia leido tu otra historia,un nuevo comienzo,y me encantó.
    Ahora ya me has dejado con la intriga de esta.
    Se ve que te basas en crepusculo pero de lejos se nota que es una historia por ti cambia muchisimo las circustancias la trama y los personajes.
    Te felicito mucho tanto por tu cumple como por tu historia espero leer algo pronto!!!!!
    Besos
     
  20.  
    NekoO

    NekoO Guest

    Título:
    Twilight [Sesshoumaru x Kagome]
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Horror
    Total de capítulos:
    9
     
    Palabras:
    83
    Re: Twilight [Sesshoumaru x Kagome]

    Feliz Cumpleaños!! <33

    aii hola soy new
    en thu fic
    wa me encanto de por si
    me tiene traumada el libro
    y la peli ahora ahy un fic
    de inu ya puedo morir feliz *o*
    espero la conti qon muchas
    ansias no tardes please

    ¡¡.FELIZ CUMPLEAÑOS.!!
     
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