Tu angel guardian

Tema en 'Relatos' iniciado por Ladron de Musas, 15 Agosto 2014.

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    Ladron de Musas

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    Tu angel guardian
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    Ciencia Ficción
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    -Creo deben ser casi las nueve de la noche, tengo frio, apenas puedo moverme, debí haber escuchado cuando me ordeno largarme de aquí, pero no, odio admitirlo pero ese idiota tiene toda la razón, adoro llevar la contraria siempre y mas cuando se trata de un macho engreído que dizque quiere protegerme.

    -Las brillantes luces de los faroles y de las aceras de la ciudad me deslumbran, pero alcanzo a divisar que ambos contendientes se preparan para el segundo round, si digo segundo porque en el primero yo me lleve la peor parte cuando ese cretino me tomo de rehén y me hirió solo para provocar la ira de su rival.

    -Pero no sueñes que me voy a disculpar Barton, para empezar todo esto paso por que no me dejaste ayudarte desde un principio.



    A un extremo de la avenida principal se encontraba un joven de complexión delgada, vestido de pants y rompe vientos color gris, su cabeza cubierta con capucha solo dejaba visibles los dorados cabellos de su flequillo, su piel era de tez clara, no aparentaba mas de veinte años, sus ojos eran completamente oscuros, sin pupila, unas gruesas ojeras los hacían lucir aun mas horripilantes

    -Mírate nada mas, no pensé que aguantaras tanto-Dijo con una penetrante y chillona voz, sonriendo desafiante, mientras las yemas de sus dedos se frotaban entre si provocando que salieran pequeñas fumarolas oscuras y brillantes chispas amarillas.

    El mismo fenómeno pasaba debajo de su abrigo dándole un aspecto intimidante.

    El otro, joven de entre quince y diecisiete, alto, delgado y ligeramente musculosoy tez blanca, ojos azul cielo, vestía unos jeans ajustados negros con accesorios de hierro, unas zapatillas rojas con suela de titanio, su mano derecha lucia un guante de colores rojo y gris, camisa sin mangas del mismo estilo del guante la cual tenia una cremallera en la parte media de la espalda.

    Elchico de cabello oscuro arqueo la ceja y el zíper se abrió un poco mas dejando la piel de la parte superior completamente expuesta.

    -Te dije que no te seria tan fácil-Contesto jadeante el pelinegro.

    -Pobre idiota, solo te queda fanfarronear, si, pudiste haberme seguido el ritmo un buen rato pero apuesto a que apenas si te puedes mantener en pie.

    -Hay no-Murmuro la chica de cabellos dorados que presenciaba el combate, noto como unas marcas luminosas salían de unos extraños tatuajes en los omoplatos del joven de ojos azules y recorrían sus brazos hasta explotar en chispas que brotaban de sus palmas las cuales habría y cerraba con ansias.

    -Se esta esforzando demasiado-Dedujo al centrar su vista en el rostro del chico y notar su fatiga.

    -¡¡En ese caso te cerrare el pico de una maldita vez!!-Bufo el rubio arremetiendo velozmente contra su oponente.

    -¡¡Audrey cierra los ojos!!-Grito el otro a la aludida que se encontraba tendida en medio del pavimento y esta obedeció de inmediato.

    Ella solo sintió una abrazante ola de calor golpearla, por unos segundos un chillante zumbido taladro sus oídos a causa del estruendo que causo la colisión de los luchadores.

    Aun dudando abrió sus ojos desobedeciendo la advertencia que le habían dado, sus pestañas se chamuscaron cegándola parcialmente.

    -¡¡Carajo!!-Rabio frustrada cubriendo su cara.

    -¡¡Kyaaahgg!!

    -¡Adrian!-Grito nuevamente al oír el sollozo de dolor del joven-¡¡Bastardo!!-Volvió a gruñir tratando de ponerse de pie.

    -¡¡Mocosa no intervengas!!-Le ordeno Adrian.

    -¡¡Eres un testarudo cretino!!-Replico ella.

    Audrey trataba de guiarse por el sonido de su voz pues no podía ver con claridad.

    -¡Lo tengo!-Exclamo la joven y arranco un llamativo prendedor que adornaba la solapa de su blusa, después de que el accesorio brillara cubriéndose de llamaradas blancas aumento su tamaño y se convirtió en una afilada y larga oz de hoja de cristal.

    -¡Roció de Karyme!-Murmuro la joven y el filo de su arma se volvió de un hermoso cristal trasparente de tonalidad azul, hecho esto abrió sus ojos los cuales se empaparon con la sustancia humeante que despidió el sable al acercarlo a su rostro.

    De esta manera puedo ver lo que acontecía.

    El combate era feroz, el llamado Adrian esquivaba con torpeza los ataques del tétrico hombre que le lanzaba esferas luminosas de sus manos, el pelinegro aprovechaba cualquier oportunidad que tenia para golpear el cuerpo de su rival con sus puños los cuales al momento del impacto creaban explosiones de luz que emitían un fino sonido, eso añadiéndole que en cada sitio donde golpeaba quedaba una seria quemadura que se extendía carcomiendo piel y ropa.

    Mas aun así el rubio de mirada siniestra lograba regenerarse rápidamente por el humo que emanaba de su espalda. Ese mismo elemento le permitía flotar por segundos en el aire y atacar con más velocidad.

    Audrey se propuso asistir a Adrian lanzando una masa de energía azul en contra de su rival, pero debido a que aun o recuperaba su visión por completo no advirtió que el espectro había creado un señuelo holográfico que recibió el ataque en su lugar.

    -¡Eres un!!-Protesto la chica de ojos verdes cuando el rubio apareció en una nube de humo tras de ella y rodeo su cuello con su antebrazo presionando lo suficiente para que ella soltara su espada y tratara inútilmente de liberarse.

    Adrian quiso ayudarla pero apenas dio un paso hacia ellos su cabeza se sintió extremadamente pesada, tanto que su visión se volvió borrosa y apenas podía mantenerse consciente.

    Muchas voces se oyeron gritando cosas como ¡¡Al fin te atrapamos monstruo! ¡Mátenlo ya! ¡¡Aberración!!

    La macabra risa del rubio de piel pálida hizo eco ahogando todas esas voces que rodeaban a Adrian.

    -¡¡No lo lastimen!! ¡¡Suéltenlo malditos!!-Sollozaba Audrey al ver como el joven de cabello azabache era golpeado brutalmente por una concurrida multitud.

    -Tu vienes conmigo-Murmuro el espectro al oído de la chica para luego rozar con la punta de la lengua su mejilla.

    -¡¡Muérete! ¡Engendro!!-Gritaba la gente enardecida mientras seguían golpeando a Adrian usando desde macanas o bates de beisbol hasta cadenas y tubos de metal.

    Adrian logro ver como el espectro y Audrey se desvanecían siendo cubiertos por una fumarola oscura que se elevo a lo alto del cielo.

    Al ver que un seguía con vida sus golpeadores optaron por dejarles el paso libre a tres sujetos vestidos con túnicas negras que rodearon al pelinegro.

    -Ayúdenla..Ayúdenla…-Balbuceaba Adrian con sus ojos entrecerrados escupiendo sangre, su rostro en el pavimento solo le permitía ver como los sujetos de túnica empuñaban extraños bastones dorados, el daño en su cuerpo era tanto que sus nervios estaban adormecidos a causa del dolor.

    Mientras las demás personas contemplaban como los que parecían ser monjes ataban al joven con cadenas que se desprendieron de la punta de sus báculos y lo obligaban a ponerse de pie, el joven levanto su rostro deformado por moratones y hematomas y vio a su alrededor.

    -¿Q-que es lo que?..-Su voz se quebraba y ni siquiera el mismo sabía si por que no tenía fuerzas para pronunciar palabra o por la impresión que le causo lo que vio.

    Losque habían estado golpeándolo con tanta saña no solo eran hombres, también había mujeres, niños y ancianos que contemplaban sonrientes y satisfechos como los encapuchados sacudían sus báculos causándole poderosas descargas eléctricas.

    Los más viejos y las mujeres abrazaban e instaban a los menores a ver aquella escena como si se tratara de un evento de diversión familiar.

    Lagrimas se mesclaron con los hilillos de sangre que cubrían las mejillas del joven que centro su atención en los rostros de los niños los cuales sonreían de manera malévola ante la tortura que estaban presenciando.

    -¿Pase por todo esto para proteger a seres como ustedes?-Razonaba Adrian con su cabeza baja y con un tic nervioso en sus facciones. Recordó como desde que tenía uso de memoria había estado soportando que lo persiguieran de esa forma.

    -¡¡Monstluo se va a molil!!-Exclamo burlón un chiquillo en los brazos de su madre.

    Tanto los monjes como el resto de los que estaban allí se callaron de pronto cuando escucharon una demacrada y tenebrosa risa.

    -¡¡Verán lo que es un Monstruo!!-

    Un enorme resplandor estallo en medio de la ciudad acompañado de una onda expansiva de sonido que hizo explotar todo lo que estuviese hecho de cristal.

    Mientras tanto en lo alto de un deteriorado edificio no muy lejos de donde se había dado la explosión.

    -Llámalo-Ordeno el demacrado espectro a Audrey mientras enterraba las puntas de sus dedos en el abdomen de la chica lastimándola con su energía oscura.

    -No-Respondió ella tajante

    -¡¡En ese caso hare que salga!!-Grito el rubio con furia.

    -¡¡Mami!!-Sollozo una voz infantil cuando Audrey se retorció a causa de la quemadura que recibió su cuerpo.

    -¡¡Allí estas!!-Celebro el espectro soltando el cuerpo humeante de Audrey y volando impulsado por su humo a donde se había oído la voz.

    -¡¡Nooo!!-Grito Audrey al ver al rubio apretando el cuello de un niñito de cabellos castaños que saco de entre una pileta de tanques de basura.

    Aquel pequeño parecía un duendecillo de medio metro, vestía ropas hechas de piel de ciervo, andaba descalzo y las puntas de sus ondulados cabellos brillaban en una llamativa tonalidad fluorescente al igual que el iris de sus ojos.

    -¿El pequeño Ugo extraño mucho al tío Penumbra?-Pregunto el espectro con una torcida sonrisa mientras el niño trataba de librar su cuello sin éxito.

    -¡¡Detente!!-Grito Audrey cuando tanto el que al parecer era su hijo y su captor se sacudían violentamente mientras sus cuerpos despedían chispas de colores verdes y amarillas.

    Hermosas alas luminosas arribaron a la escena.

    Un desgarrador alarido capto la atención de los tres.

    El llamado Penumbra soltó al niñito de las orejas graciosas cuando su cuerpo fue apresado por un par de enormes y deformados nudillos.

    -¡¡Asqueroso engendro!! ¡¡Suéltame!!-Demando el demacrado rubio.

    -¿Barton?-Se pregunto el pequeño viendo a los ojos a quien lo había ayudado.

    Audrey logro reincorporarse y observo frente a ella a una corpulenta criatura jorobada que se movía con torpeza debido a su volumen.

    -¡¡Dejaste que tu herencia te consumiera!!-Dedujo Penumbra al contemplar el rostro que tenia a unos centímetros de el, ojos que ardían en fuego azul, cara larga y marcada por horrendas cicatrices con remiendos, afilados dientes y cabello similar a plumas de color negro.

    -¡¡No voy a detenerme ahora!!-Advirtió furioso el espectro tratando de liberarse.

    -¡¡Adrian suéltalo!!-Grito Audrey tratando de acercarse.

    Los ojos de Penumbra resplandecieron y su piel se lleno de grietas que brillaban con la misma intensidad.

    El niño de nombre Ugo vio a su madre sujetar el brazo del deforme ser que tenia apresado a Penumbra.

    -¡¡Augdreey!!-Gruño la criatura cuando la vio a los ojos-Te amo-Añadió sonriente.

    Barton y Audrey vieron a Ugo el cual empezó a negar con su cabeza y sus ojos se inundaron de lágrimas.

    -Te estaré observando..-Dijeron casi al mismo tiempoBarton y la ojiverde despidiéndose del pequeño.

    Entonces sus cuerpos y el de Penumbra explotaron en un resplandor luminoso que dejo solo sus cenizas disipándose en el viento.
     
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