Mie Tsu

Mao "Ryouma"
Dentro del Santuario moderno

Inevitablemente, Kenzaburo terminó de rodillas al piso, notablemente debilitado. Mao se arrodilló junto a él, ignorando por completo a los guardias, mientras sostenía los hombros de este en un vano intento de que no se desplomara totalmente. Si, su herida dolía, pero las de Kenzaburo de seguro mucho más.

—Si... si conocía tu espada, era peligroso, ¿no? —le habló con un tono bajo y compasivo, buscando la mirada oculta de Kenzo, escandalizándose rápidamente al ver como este escupía sangre—. Kenzo... —. ¿Se estaba disculpando? Su rostro se mostró claramente afligido, observando nuevamente aquella sonrisa... No le gustaba que le sonriera en momentos como ese, su expresión levemente enfadad lo demostraba.

Ahí en el suelo, mientras escuchaba el último plan de Kenzaburo, Mao rodeó al hombre por sobre los hombros; abrazándolo, dejando su cabeza al costado de la otra, cuidando de no pasar a llevar alguno de los cortes del mayor; fue un vago intento de reconfortarlo un poco. Kenzaburo la abrazó un par de veces antes, sobre todo cuando tenía pesadillas, pero nunca fue ella quien empezara un abrazo.

Su herida seguía resintiéndose.

—No voy a huir, Kenzo. Tampoco te dejaré morir, ni pienso morir; tampoco pienses atacar algún guardia, no estas en condiciones, y no quiero lidiar con más muertos —murmuró a su oído con convicción, y algo de rabia al final, a pesar de que estaba atemorizada por como se tornarían las cosas.

No opuso resistencia en cuanto los guardias la sometieron alejándola de Kenzo, aunque su enojo se hizo aún más notable. Cuando se vio desprovista de su katana, empezó a sentirse verdaderamente vulnerable, pero evitaba explayarlo en su rostro. Mantenía sus sentidos sobre Kenzaburo, observando que no fuera a hacer alguna locura, ni que a otros se les ocurriera causarle más daño.

 

Kenzaburô

Palidecia con rapidez, la sangre perdida era demasiada y solo pudo atinar un leve movimiento de manos torpes intentando sujetar su katana. Su arma era una extensión de su alma, sobre todo por lo que sabía ahora de ella. Sus ojos vidriosos por la impotencia de su situación, de no poder moverse, de no poder accionar sus músculos y morir con su espada en mano. Se la arrebataban, nuevamente. Como si fuese un chiquillo.

Pero las palabras y la mirada de Mao le tranquilizaron, aunque solo un poco. El tacto cálido, las palabras llenas de amor. Pero ella no entendería que sin esa espada el Kenzaburô que conocía estaría muerto en vida.

Dejó que lo traten, ya otra cosa no podía hacer. Ignoraba que la comitiva de los Minamoto estaba allí auxiliando. Su cabeza se nubló y perdió el conocimiento.

 

Togashi
Exterior de la Casa feudal

La reunión en la casa feudal pareció fructífera. Togashi dio cuenta de la posición en la que se hallaban los Minamoto en la actualidad y pudo sopesar algunas alianzas en las que debían de trabajar para poder hacer frente al imperio de los Taira. Para su alivio, no requirieron su palabra, pero el señor feudal sí que se fijó en él; cuando valoraron su humilde presencia en aquel lugar, Togashi inclinó la cabeza muy levemente en señal de agradecimiento. Con el transcurso de la conversación se sintió un poco más cómodo, e incluso se mantuvo calmo cuando en el exterior se encontraron con Takano y los demás.

Pero mientras se despedían de los habitantes de la casa feudal, la ciudad pareció cambiar de pronto, como sumida por una suerte de maldición. Togashi lleva unos días en Tsu y siempre le pareció un lugar tranquilo, un poco aburrido; pero ahora, las personas estaban corriendo de un lado a otro, movidas por el pavor. Se alarmó cuando vio a los guardias apareciendo en las calles, que gritaban la orden de permanecer encerrados. Si bien desde la casa feudal tuvieron la amabilidad de ofrecerles asilo, Togashi negó con amabilidad al ofrecimiento y siguió a Takano junto al señor Hideyoshi.

Arribaron al templo de la ciudad, acompañado por otras personas a las que todavía no conocía del todo bien. Se encontraron con unos guardias rodeando a dos personas, un hombre de cabellos largos y barba, y una joven de largos cabellos negros. Pese que la presencia de los guardias impedía ver bien la situación, Togashi se percató de que estaban gravemente heridos. Había una tercera persona en la escena. Muerta. Debido a la confusión de personas que había dentro, no logró contar con una descripción física del cadáver… ¿Acaso lo habían matado esos dos? Toda esta situación hizo que Takano se mostrara contrariado y nervioso, llevándose una mano a la cabeza y hablando de un “error” cometido antes, en la ciudad de Nara. El samurái le pidió a él y a Hideyoshi que fueran al Shukusha a informar a Takeda sobre la situación, pues parecía ser que esas dos personas eran parte del clan y debían ser rescatadas a como diera lugar.

—Iré yo, señor Hideyoshi —le dijo inmediatamente a su acompañante—. Tengan mucho cuidado.

Abandonó el lugar.


Calles de Tsu
Mientras caminaba por las calles, y cerciorándose de que nadie lo observaba (y que Hideyoshi no lo seguía), aprovechó la confusión todavía reinante en Tsu para robar monedas a los habitantes que lo chocaban asustados, huyendo de la desgracia de que un asesinato se hubiera cometido a la luz del día.

“Perdónenme por esto”


Shukusha
Una vez en el Shukusha, Togashi buscó a Takeda. Esta vez evitó hacer preguntas a la recepcionista, pues sabía que era inútil contar con su amabilidad. Por suerte no tardó demasiado en hallar al líder del clan junto con los suyos. Se le acercó con calma, pero sus ojos emitían una estela de preocupación: todo se estaba volviendo muy problemático de pronto.

—Mi señor —dijo, dirigiéndole una rápida reverencia—. Tenemos problemas. Takano, el señor Hideyoshi y yo hemos ido al Santuario. Allí… hemos visto a dos personas que, a juzgar por la reacción de mis acompañantes, son parte del clan. Aun desconozco sus nombres, pero le puedo decir que se tratan de un hombre de largos cabellos azabache y barba, quien estaba siendo asistido por una chica mucho más joven, también de cabellera negra. Ambos están gravemente heridos y rodeados por los guardias de la ciudad. También he visto un cadáver cerca de ellos, pero de éste no puedo ofrecerle una descripción física debido a la presencia de tantos guardias rodeando la escena.

>>Takano pidió que le informáramos sobre esta situación. Va a intentar rescatar a esos dos guerreros con ayuda de alguien llamada Suzuki.

Contenido oculto

Voy a tratar de no dejar pasar tantos post entre respuesta y respuesta porque luego pasan tantas cosas, que siento que mi narración es una ensalada confusa de eventos y acciones jsskjsksj

 

Soga no Hideyoshi 曽我秀吉

En el Santuario

—Iré yo, señor Hideyoshi

Togashi era un hombre con muy buena predisposición, y si a eso le sumábamos que su participación en la audiencia con los Hachi había sido más que discreta y prudente Hideyoshi quedaba muy satisfecho, más aún si se tomaba en cuenta el contraste con la situación que se le presentaba en el santuario. Su incorporación al clan era un valor muy positivo.

—Le agradezco señor Togashi, lo dejo en sus manos.

Observó el cadáver, por un momento no pudo contener la bronca, la audiencia y alianza con los Hachi había resultado perfecta: "¡Y estos dos arman semejante desastre!"

—¡¿Qué tienen en la cabeza?!—se dirigió hacia Kenzo y Mao, por igual, antes de que el primero perdiera el conocimiento por completo—, vaya forma de conocerlos—Hideyoshi había observado de vista a Mao anteriormente, pero nunca había interactuado con ella, menos aún con Kenzo—, ¡par de irresponsables! El clan necesita prepararse antes de la guerra, pero en las sombras, con cautela, ¡mientras tanto ustedes están haciendo todo lo posible para advertir a los Taira que estamos aquí, asesinando gente como si fuera un deporte!

Se dio media vuelta y se alejó unos pasos, no le interesaba oír una respuesta, dijeran lo que dijeran. Se dirigió hacia Takano.

— Independientemente de que hay que investigar qué fue lo que pasó aquí, creo que es un buen momento para investigar lo que sucedió con Miko. ¿Aquí es dónde fue asesinada la madre de Takeda, no es así?

Contenido oculto: Etiquetas

Bruno TDF Mori rapuma

 

Misato Aoyama

En el interior del shukusha la gran mayoría nos reunimos ante un preocupado Takeda, el mismo preguntaba sobre la ubicación de Mao y Kenzo; pero también estaba la ausencia de Natsu, en todo el día no tuve pistas de el mencionado.

—ni yo, en todo el día no he tenido señales de el, imagine que estaría a su lado—dije pensativa, era mal momento de deambular entre el caos.

Cuando Fuji pregunto sobre nuestro estado solo cargaba con la molestia del golpe de Takano— es cierto solo estuvimos entrenando y no hubo mayores problemas—secunde a Kuroki.

Con el pasar del tiempo mis ansias por saber que ocurría aumentaron. En ese momento todos vimos al señor Togashi llegar, con calma dio detalles de lo ocurrido.

¿Una chica joven y un hombre de cabellos negros y barba? Aquello describía muy bien a Mao y al ronin. Todo en el santuario de la ciudad

—¿¡Pero como!?—Contrariada escuché que todo había empeorado, alguien les había atacado y dejó gravemente herido y ¿un cadáver? Mi mente entonces figuraba varios escenarios uno de ellos, el que más resonaba era...que Mao o Kenzo actuó de forma deliberada. En mi corta vida como guerrera de un clan menor viví cruentos escenarios que involucraron errores graves con resultados lamentables para un clan.

"Takano tratará de rescatar a esos dos guerreros"

Solté un suspiro y cruce de brazos al escuchar lo último, tal parecía que ambos actuaron de forma indebida. Que molestía.

 

Mao "Ryouma"
En el Santuario moderno

Las voces que discutían en el fondo eran simples murmullos para Mao, quien se centraba en observar como Yuzuki atendía a Kenzaburo. También enfrentó el regaño de Hideyoshi, sosteniendo la mirada de este tal como lo había hecho en el Shukusha: con desagrado y desconfianza. Le disgustaba como las palabras "Clan" y "Taira" salían con facilidad de su boca, debía estar bastante confiado. Al final simplemente chasqueó la lengua, volviendo a fijarse en las piedras del piso.

Y en verdad agradeció la invención de la chica, tanto por ayudar a Kenzo, como con su respuesta al entrometido.

Se cruzó con la mirada de Yuzuki, en cuanto se volteó a observar nuevamente a Kenzaburo. Le estaba ofreciendo un trozo de tela, que hace unos segundos habían sido partes de sus propias prendas... Disgustada frunció aun más el ceño, aunque por dentro en verdad sentía lástima y vergüenza.

Tomó la prenda, intentando no ser brusca con quien le brindaba ayuda, y siguió los pasos que le indicó la chica. Mao atendió su propia herida, con una clara mueca de dolor al ejercer presión en cuanto cubrió la herida, soltando un pequeño quejido mientras se le escapaban un par de lágrimas.

 

Shukusha (Takeda; Ukita; Matsuda; Fuji; Takano; Misato; Kuroki; Suzume; Heya; Togashi)

Takeda escuchó a Kuroki; el reunirse en la casa abandonada tenía sentido; debían hacer presentaciones y hablar de temas importantes, los cuales no podían tener en un Shukusha como ese —Ya veo; creo que Natsu ha abandonado al clan si no se ha reportado; algo extraño, ayudó en el caso contra Kenzaburo y curó mis heridas— decía hacia Kuroki y Misato para después escuchar las palabras que Takano le había encomendado a Kuroki—Tiene sentido; estoy de acuerdo con su decisión— mencionó hacia Kuroki con respecto a la reunión en la casa abandonada. Observó las acciones de Fuji, había sido poco observador, tanto Misato como Kuroki estaban heridos por el entrenamiento de Takano, sujetó a cada uno de un hombro para que enfocaran su vista en él —Siempre debemos permanecer en el máximo de nuestras capacidades, procuren no dormir lastimados; pidan a Ryouma o a Na...— se detuvo antes de terminar aquel nombre —...o vayan a una clínica, no es barato; pero uno nunca sabe cuando un nuevo enemigo se aparecerá frente a nosotros —Pudieron notar como Takeda estaba forrado de vendajes —creanme que yo sé muy bien que implica pelear herido; no puedo dejar que cometan mis mismos errores— dijo preocupado; quería ser un mejor líder para su nueva familia —Cuando nos encontremos con Ryo....—

Sus palabras se vieron interrumpidas por la entrada agitada de Togashi; Takeda soltó a Kuroki y Misato para dirigir su atención a Togashi, el asesinato lo inquietó y no podía creer que Takano se hubiera quedado a ayudar. Se giró a Ukita quien ya se encontraba atento esperando la indicación —Ukita; tenemos que hablar con Kana de esta situación; seguramente ella pueda ayudarnos; no quiero recurrir al señor Hachi a menos que sea necesario; evita meterte en problemas, yo permaneceré aquí con el resto del clan; Matsuda, acompáñalo— Ukita y Matsuda afirmaron mientras Ukita avanzaba hacia Takeda entregándole la misiva que Heya le había dado momentos antes; señaló a Heya —Cuide del él mientras regreso— mencionó Ukita mientras salía acompañado de Matsuda, ambos habían sido guardias en Nara, por ello Takeda sabía que era mejor enviarlos a ellos que ir el mismo.

Takeda leyó la misiva y después miró a Heya —Buscas a tu hermano; supongo que Ukita ya te ha mencionado los peligros que es el viajar a nuestro lado; si estás dispuesto puedes seguirnos sin problema; mi nombre es Takeda, yo soy el líder de este grupo— dijo con suavidad.

---

Herbolaria (Kohaku)

El herborista sostuvo como un tesoro aquella escama, incrédulo a que aquel joven hacía; y no sólo eso, le dió la ubicación del ingrediente además de su debida precaución —No puedo creer que ese mugroso sitio tenga tesoros escondidos como estos— dijo mientras se quedaba mirando su regalo, el corazón de ese muchacho era enorme.


Casa de Armamento ((Kohaku)

Contenido oculto

Herrero nivel 3

La mujer del día anterior lo reconoció y dejó pasar; cerró detrás de él por toda la conmoción en la Ciudad —¿Sabes que está pasando allá afuera muchacho? Cada día es algo nuevo en Tsu... —la mujer no estaba sola; un hombre musculoso estaba allí cargando a un pequeño niño el cual se asustó un poco al ver la máscara, el anciano negó ante el pequeño como diciéndole que no debe juzgar por las apariencias, algo que él entendía muy bien.

Contenido oculto

—Enseguida estaré contigo— dijo la mujer mientras volvía al mostrador y le entregaba una espada envuelta al hombre; la desenvolvió para ver el filo y sonrió.

---

Santuario (Takano Kenzaburô; Mao; Hideyoshi; Yuzuki ) )

Kenzaburo cayó inconsciente; mientras Mao se apresuraba a detener la caída con delicadeza; Yuzuki se acercó para comenzar el tratamiento y Mao hizo lo propio hacia ella misma. Takano permanecía sometido mientras observaba la situación, las cosas parecían ir en orden dentro de lo que ameritaba aquella situación, hasta que Hideyoshi hizo su entrada, y al terminar su monólogo, el capitán de la guardia en Higashiomi hizo un ademán con su mano dejando a Takano rabiando en el suelo mientras aquel sometimiento se volvía más agresivo, golpeando su rostro en el suelo, inutilizándolo por completo —Kuso...— fue lo único que articuló Takano mientras observaba desde el suelo como sometían a todos de la misma manera; a pesar de estar heridos.
—¿Miko era madre de quién?— dijo el guardia que había sometido a Hideyoshi y arrebatado su kodachi en el proceso.
Kahia quien miraba el cadaver reconoció a Hideyoshi ¿Acaso se había confiado por tener a Kahia allí? ella era líder del equipo de investigación pero no capitán de la guardia en Tsu, sus manos estaban atadas.
—Hoy será un día muy interesante de interrogatorios— decía el que respondía por Capitán de la guardia en Tsu. Todos los presentes fueron lentamente llevados hacia el cuartel general.

---

Cuartel militar (Takano Kenzaburô; Mao; Hideyoshi; Yuzuki )

Cada uno fue encerrado en una celda junto a la otra, en ese piso había diez celdas. Cinco del lado derecho, cinco del lado izquierdo separadas por un corredor. Del lado derecho dejaron a Kenzaburo; Hideyoshi y Takano. Del lado izquierdo dejaron a Yuzuki y a Mao. En otra de las celdas junto a Takano había otro hombre que ni se inmutó de la entrada de nuevos delincuentes.
Todos fueron despojados de todas sus pertenencias; dejándoles usar únicamente una prenda de una tela bastante dura —Yamagata era molesto; pero jamás hizo que me metieran a una celda...— mencionó Takano molesto hacia Hideyoshi

• Misato
• Kuroki
• Kohaku
• Mao
• Kenzaburô
• Hideyoshi
• Heya
• Suzume
• Yuzuki
• Daichi
• Togashi

• 
  PV= 45
  
• 
  PV= 39
  Agilidad (+2 defensa)
  Deuda de honor
  
• 
  PV= 60
  Agilidad (+2 defensa)
  Avaricia (-2 suerte)
  
• 
  PV= 60
  Resistencia (+1 defensa)
  Avaricia (-2 suerte)
  
• 
  PV= 60
  Mal descansado (-1 en defensa)
  Agilidad (+2 defensa)
  Avaricia (-2 suerte)
  
• 
  PV= 60
  Buena reputación (+2 suerte)
  Timidez (-1 suerte)
  
• 
  PV= 60
  Buena reputación (+2 suerte)
  Timidez (-1 suerte)
  
• 
  PV= 60
  Intuitivo (+3 suerte)
  Cobardía (-2 defensa)
  
• 
  PV= 60
  Intuitivo (+3 suerte)
  voluntad débil (-1 defensa)
  
• 
  PV= 60
  Voluntad fuerte (+4 ataque)
  Deuda de honor
  muy bien descansado +2 defensa
  
• 
  PV= 60
  Agilidad (+2 defensa)
  Avaricia (-2 suerte)
  

• Takeda
• Takano
• Ukita
• Matsuda
• Fuji

• 
  PV= 100
  Mal descansado (-5 en defensa)
  
• 
  PV= 65
  
• 
  PV= 90
  
• 
  PV= 80
  
• 
  PV= 60
  

 

Tanaka Heya
Shukusha

Su conversación fue interrumpida por los guardias. Gritos. Frustración. Impotencia. Allí afuera alguien había muerto y no pudo hacer nada para evitarlo. Siguió a Ukita al interior del Shukusha y escuchó lo que pudo del grupo. Caras variopintas y alguna que se le hacia conocida.

Alguien ingresó al lugar y se dirigió al que parecía ser el líder del grupo. Mencionó un hombre de barba y cabello largo y una joven que lo acompañaba. ¿Acaso serían los del día anterior?

Para cuando Ukita señaló a Heya este último seguía debatiéndose que hacer.

-Supongo que Ukita te habrá mencionado los peligros...
​

-A pesar de que no conozco la situación soy consciente de los riesgos y los acepto. Mi nombre es Heya-Dijo con una reverencia.- ¡Por favor permítame salir a averiguar que está pasando! No sabemos en que situación ocurrió el asesinato, pero si son quienes creo que son y el grupo está evitando problemas no pudo ocurrir deliberadamente-exageró- debió ser un enemigo o haber ocurrido un enfrentamiento para que pasara. Si fue lo primero probablemente haya más en camino o incluso en la ciudad.

Contenido oculto

Larga vida al drama

​

 

Soga no Hideyoshi 曽我秀吉

En el Cuartel Militar

"Fue mi error, no me di cuenta que mi voz se estaba oyendo con tanta claridad hasta que vi a ese guardia encima de mí".

Estaba cabizbajo, un poco desilusionado porque de la misma forma que él había acusado imprudencia en los miembros de su clan, él tampoco había actuado con sumo cuidado.

"Ni pensé que me escucharían, ni pensé que esos guardias eran tan independientes de la autoridad de los Hachi".

Ahora Hideyoshi se encontraba aprisionado, pero las perspectivas no eran tan desesperadas. Estaban encerrados bajo sospecha, pero el único que había emitido palabras polémicas era él.

"Supongo que las palabras... <clan>... <Taira> así como <Miko> y <Takeda> encendieron los oídos de aquel capitán que nos arrestó. Pero no sabe realmente nada en concreto, solo sospechas. Supongo que su lealtad está con Akishino, debe responder directamente a la investidura imperial"

Se dirigió hacia Takano, por lo bajo, cuando nadie excepto ellos podían oír esa pregunta:

—¿Quién nos arrestó y a quién responde ese hombre?

 

Shukusha (Takeda; Ukita; Matsuda; Fuji; Takano; Misato; Kuroki; Suzume; Heya; Togashi)


Takeda escuchó las palabras de Heya intuyendo que aquella confianza que tenía era por poseer habilidades de rastreo; Kuroki se le adelantó, estaba de acuerdo con las palabras de él —Cualquier otro día te hubiera dejado investigar sin problema; pero ahora no Heya, la ciudad es un caos en el que no quiero que te veas envuelto; confiemos en las habilidades de Ukita y Matsuda que ya se han adelantado. Mientras esperamos aquí podrías hablarme un poco de tu familia, sé que es una pregunta imprudente de mi parte; pero entre mas sepa de las personas que buscan será mas sencillo para mi poder ayudarlos— aquello lo decía de manera general a los presentes. —Vayamos por un poco de té y hablemos un poco, creo que es necesario que empecemos a conocer un poco de nuestros pasados— dijo mirando a la nada por un instante.

Se dirigió a Hiko Kagami; ella lo observó e hizo una reverencia —Señor— dijo con formalidad; aquello hizo que Takeda sintiera el cambio de actitud que había tenido la mujer, era normal después de tal pérdida; ni el mismo entendía como era posible para él poder caminar, o hablar en aquel momento, cómo si fuera dirigido por un impulso mas grande que su dolor.

—¿Nos permitiría servirnos un poco de té? Algunos de mis amigos están intranquilos, nada que un buen té no pueda calmar— mencionó Takeda mientras Kagami afirmaba con una sonrisa, una sincera. Los dirigió a la habitaión común dónde se encontraba Suzume, al verlo allí hizo que la mirada de Takeda cambiara, tenía que contenerse.

---

Casa de Armamento ((Kohaku)

Contenido oculto

Herrero nivel 3

El anciano dejó que el pequeño hiciera lo que el quisiera; el niño miraba la máscara de Kohaku después respiró profundamente y sonrió, confiando en la persona frente a él. Chiasa estaba frente a él en la mano de Kohaku, el niño miró al anciano como si pidiera permiso, este afirmó y el niño soltó una risa de alegría mientras tomaba delicadamente a Chiasa en sus manos —Mucho gusto ardilla, me llamo Kibo — dijo olfateándola y riendo mientras lo hacía, miró hacia Kohaku y sonrió confiado —Mi abuelito debería contarte historias de los animales de Hokkaido— el anciano negó.

—Son historia que las personas deben experimentar por sí mismas; hablar de criaturas es complejo, aquellos que escuchan y jamás las has visto provoca que imaginen de mas, y en sus mentes se crean monstruos en lugar de pensar en simples animales— dijo el hombre hacia Kibo mientras la mujer volvía a envolver aquella espada —La saya puedo tenerla en un par de días— mencionó la mujer al anciano el cual asintió —Está bien, no tengo prisa— estas palabras hicieron reir a Kibo mientras le devolvía a Chiasa a Kohaku.

---

Cuartel militar (Takano Kenzaburô; Mao; Hideyoshi; Yuzuki )

Un hombre entró a las celdas antes de que Takano pudiera responder; era el capitán de la guardia. Caminó por el pasillo mirando a cada uno, incluyendo al criminal que ya estaba en la celda mucho antes que todos. Su atuendo era formal y portaba el mon imperial junto al mon de la casa Hachi.

Contenido oculto

—Perdonarán la rudeza con la que han sido tratados; pero los eventos en Tsu últimamente han sido poco favorables. Los ciudadanos no están confiando en nosotros por nuestros métodos tan pacíficos de actuar, hoy hemos demostrado lo contrario y por eso me disculpo— decía el hombre que caminaba con las manos entrelazadas detrás de su espalda —Mi nombre es Michizane, soy el líder de la guardia en Tsu— avanzó hasta la celda frente a Kenzaburo —Necesito información para poderlos dejar en libertad ¿Por qué atacaron a ese hombre?— se dirigió hacia Mao —¿Por qué debía morir en lugar de enfrentar un interrogatorio como este?— caminó lentamente mirando a Takan y luego a Yuzuki —¿Por qué ayudar a un grupo de asesinos?— por último se dirigió a Hideyoshi —¿Por qué hablar del clan Akai tsubasa no bushi? ¿Por qué preguntar por Miko? ¿A qué guerra te refieres? ¿Quién es Takeda? —"samurais de las alas rojas" seguramente era otro nombre con el cual conocían a los Taira; las preguntas eran concisas pero en su voz no había agresividad —Mi mejor detective está investigando todo lo posible sobre la identidad del occiso, pero si alguien me puede dar información podría arreglar una salida mas próxima. Aquí lo importante es que hablen ¿A qué clan pertenecen ustedes?— esto último lo dirigió a todos.
Takano guardó silencio mientras miraba a Yuzuki.

• Misato
• Kuroki
• Kohaku
• Mao
• Kenzaburô
• Hideyoshi
• Heya
• Suzume
• Yuzuki
• Daichi
• Togashi

• 
  PV= 45
  
• 
  PV= 39
  Agilidad (+2 defensa)
  Deuda de honor
  
• 
  PV= 60
  Agilidad (+2 defensa)
  Avaricia (-2 suerte)
  
• 
  PV= 60
  Resistencia (+1 defensa)
  Avaricia (-2 suerte)
  
• 
  PV= 60
  Mal descansado (-1 en defensa)
  Agilidad (+2 defensa)
  Avaricia (-2 suerte)
  
• 
  PV= 60
  Buena reputación (+2 suerte)
  Timidez (-1 suerte)
  
• 
  PV= 60
  Buena reputación (+2 suerte)
  Timidez (-1 suerte)
  
• 
  PV= 60
  Intuitivo (+3 suerte)
  Cobardía (-2 defensa)
  
• 
  PV= 60
  Intuitivo (+3 suerte)
  voluntad débil (-1 defensa)
  
• 
  PV= 60
  Voluntad fuerte (+4 ataque)
  Deuda de honor
  muy bien descansado +2 defensa
  
• 
  PV= 60
  Agilidad (+2 defensa)
  Avaricia (-2 suerte)
  

• Takeda
• Takano
• Ukita
• Matsuda
• Fuji

• 
  PV= 100
  Mal descansado (-5 en defensa)
  
• 
  PV= 65
  
• 
  PV= 90
  
• 
  PV= 80
  
• 
  PV= 60
  

 

Soga no Hideyoshi 曽我秀吉

En el Cuartel Militar

—Al clan Soga, pertenecemos al clan Soga—la respuesta de Hideyoshi no se hizo esperar, necesitaba resolver esto—, mi nombre es Soga no Hideyoshi, tengo muchas referencias con quien puede corroborar esta información, si lo desea, entre ellos, el señor Hachi, así como su hijo o la señorita Kana, entre otros. Todo ha sido un gran malentendido, y entiendo que las cosas están un poco tensas en la ciudad, pero nada es lo que parece. La verdad es que como sabrá el clan Soga no atraviesa su mejor momento, y todos en el clan estamos un poco frustrados.

Hizo una pausa, antes de seguir.

—La razón por la cual me referí a los Taira es porque... me apena mucho reconocerlo... pero nuestro clan... nosotros— trató de fingir angustia y verguenza—, debemos dinero a los Taira, y créame, los Taira están acosándonos para que paguemos más rápidamente de lo que podemos, ¡pero no nos dan tiempo! La casa Hachi, en honor a la historia del clan Soga, prometió que trataría de darnos algo de aire para poder obtener un poco de tiempo así pagamos nuestra deuda. El clan Soga se averguenza mucho de deber dinero, pero nuestra intención es pagar, y todos hemos estado muy nerviosos últimamente. Pero la situación se ha ido un poco de las manos, hay un cadáver, y como bien usted sabe, algo así puede terminar generando una guerra, algo que ninguno aquí quiere, ¿verdad? Nosotros simplemente queremos saldar nuestra deuda con el clan Taira y poder estar en paz.

Hideyoshi respiró profundo, dejó caer una lágrima de cocodrilo, y dijo consternado:

— Miko... ella... era la madre de uno de mis parientes, Takeda... fue asesinada por un vil ladrón, perdimos todo nuestro dinero que se fue con ese maleante, teníamos casi listo el pago de la deuda, ¡pero maldición! ¡¿Por qué tuvo que pasar algo así?!

"Ya mentí demasiado, ya lloré demasiado, lo mejor será ahora simular que no puedo emitir otra palabra antes de caer en llanto"

Y haciendo honor a sus reflexiones, Hideyoshi entró en llanto.

 

Kenzaburô

Despertó en la celda. El cuerpo le dolía y los vendajes estaban húmedos de sangre; sus heridas no habían cerrado correctamente y una electricidad de puro dolor le atravesó el cuerpo cuando intentó levantarse. Se pasó la lengua por los labios; estaban resecos y tenía mucha sed.

—Mao... —musitó para sí, abriendo los ojos e intentado enfocar su vista. La vio enfrente de si, separados ambos por barrotes de hierro. Estaba en una celda por su culpa.

Se levantó lentamente como si todo el movimiento le costara y hubiera olvidado hacerlo. Se aferró al barrote de su celda con una mano y miró a su pequeña. El rostro de Kenzaburô estaba sucio de sangre, polvo y transpiración; sus cabellos pegados en su frente y mejillas. Parecía un salvaje.

Escuchó una voz lejana a él, seguro en alguna celda cercana. No reconocía el timbre de voz.

—Mao... —dijo está vez un poco más fuerte pero la garganta estaba seca y sólo emitió un sonido quebrado que cualquiera hubiera confundido con un suspiro apagado.

Y entonces el capitán de la guardia intervino, realizando preguntas concretas que Kenzo no respondió aunque le sostuvo la mirada como quién ya no teme perder nada más. Sin su katana estaba desnudo y su alma amenazaba con romperse. Apretó aún más el barrote de hierro hasta que de nuevo, la voz del principio, comenzó a hablar. Escuchó con atención aunque no sabía a qué se refería del todo.

El Ronin por primera vez hizo algo inteligente y se quedó en silencio, a la espera de que los acontecimientos comiencen a florecer.

 

Casa de Armamento ((Kohaku)

Contenido oculto

Herrero nivel 3

El anciano guardaba sus pertenencias para irse de aquel sitio tomando la mano de Kibo, pero las palabras de Kohaku lo detuvieron, no parecía sorprenderle aquello —¿En la pequeña atracción de Taki verdad? Tiende a colgar varias cosas de las estalactitas para sorprender a los visitantes— Kibo lo miraba apenado —Seguro lo que viste fueron monstruos, pero creados por un hombre avaro — seguía diciendo mientras miraba con detenimiento la máscara —Yo jamás había visto un máscara como esta; conozco perfectamente las Oni; Hannya; Noh; Gyodo; Bagaku y diversas mas para el uso en el teatro callejero; otras mas utilizadas en la guerra. El acabado de la tuya es especial, debes estar orgulloso —aquel hombre no te conocía pero sus palabras parecían penetrar tu alma; Kibo sonreía ampliamente viendo a su abuelo —Cuando alguien no se parece al resto de las personas; se les suele dar motes, a veces insultos; en otras ocaciones suelen temer de aquellos que son distintos. No podemos culpar la naturaleza del hombre, siempre ha de temer a los desconocido. Como no se puede culpar a la naturaleza de un zorro que ataca cuando una persona camina cerca de su madriguera. La curiosidad es algo que muy pocos seres vivos poseen, ella se mueve eliminando el miedo de los corazones sustituyéndolo por asombro— a pesar de aquella apariencia tan tosca y su voz melancólica, sonrió hacia Kohaku —Hora de irse Kibo — Kibo se despidió con una gran sonrisa, tanto de Kohaku como de Chiasa.

---

Cuartel militar (Takano Kenzaburô; Mao; Hideyoshi; Yuzuki )

Michizane escuchó atentamente las palabras de Hideyoshi, lo vió llorar con pena mientras se inclinaba para verlo pues le preocupaba su angustia —Deber dinero a un clan tan poderoso es muy malo; seguramente ya han despojado a tu familia de sus territorios; suelen destruir todo lo que tocan aparentemente. Calma, calma; hablaré con Kana y el señor Hachi, seguro su libertad está asegurada—miró al resto que permanecían en silencio —Me gustaría que me explicaras por qué llamas así a un pariente tuyo; Miko, ese es el nombre que se le puso a esa noble mujer que llegó a Tsu sin memoria; Miko, la docella del santuario. Si era alguien de los tuyos por que la han dejado casi cien estaciones sola en esta ciudad, rondando sin recuerdos, no tiene sentido que ella tuviera tú dinero para ser sincero— se sentó tranquilamente frente a él —No tienes por qué mentirme; soy tu aliado en esto, sólo requiero de la verdad para que podamos liberarlos y sigan en su búsqueda de métodos para pagarle a es clan tan perverso— sonrió —¿Por qué asesinaron a ese hombre? ¿Por qué quieres saber de Miko? Es por este hombre que mencionas ¿Takeda? —miró al resto de los hombres —¿Alguno de ustedes responde por ese nombre? o tendré que mandar a buscarlo por mi cuenta—

• Misato
• Kuroki
• Kohaku
• Mao
• Kenzaburô
• Hideyoshi
• Heya
• Suzume
• Yuzuki
• Daichi
• Togashi

• 
  PV= 45
  
• 
  PV= 39
  Agilidad (+2 defensa)
  Deuda de honor
  
• 
  PV= 60
  Agilidad (+2 defensa)
  Avaricia (-2 suerte)
  
• 
  PV= 60
  Resistencia (+1 defensa)
  Avaricia (-2 suerte)
  
• 
  PV= 60
  Mal descansado (-1 en defensa)
  Agilidad (+2 defensa)
  Avaricia (-2 suerte)
  
• 
  PV= 60
  Buena reputación (+2 suerte)
  Timidez (-1 suerte)
  
• 
  PV= 60
  Buena reputación (+2 suerte)
  Timidez (-1 suerte)
  
• 
  PV= 60
  Intuitivo (+3 suerte)
  Cobardía (-2 defensa)
  
• 
  PV= 60
  Intuitivo (+3 suerte)
  voluntad débil (-1 defensa)
  
• 
  PV= 60
  Voluntad fuerte (+4 ataque)
  Deuda de honor
  muy bien descansado +2 defensa
  
• 
  PV= 60
  Agilidad (+2 defensa)
  Avaricia (-2 suerte)
  

• Takeda
• Takano
• Ukita
• Matsuda
• Fuji

• 
  PV= 100
  Mal descansado (-5 en defensa)
  
• 
  PV= 65
  
• 
  PV= 90
  
• 
  PV= 80
  
• 
  PV= 60