Mao "Ryouma" Dentro del Shukusha Asintió ante la respuesta de Seneatsu. —Voy a ir al santuario, sigo pensando que no es bueno que vaya sola. Buenas noches —finalizó con una leve reverencia, para voltearse y dirigirse afuera del Shukusha. Mao "Ryouma" Fuera del Shukusha Al pasar por el patio, miró de reojo a la chiquilla con flauta ... Ella llevaba más días ahí, ¿No? —¿Sabes dónde queda el santuario del barrio antiguo? Necesito ir cuanto antes.
Bosque (Natsu) Aquel grito llamó a alguien que permanecía aun muy cerca; Takano quien permanecía en la casa abandonada escuchó todo; desde los gritos de Kohaku a los de Takeda; no tardó en escuchar los de Miko y acudió rápidamente en su ayuda, el era el mas cercano a aquel evento. Corrió a velocidad, su instinto era proteger; aquello era un grito de auxilio, no podía detenerse a analizar la situación. Salió de la casa abandonada por detrás, justo como lo había hecho Takeda esa mañana, y vió a Miko y brincó frente a ella sin medir las consecuencias; Natsu estaba listo para lograr su cometido, antes de que Takano pudiera intervenir, Natsu lo sorprendió por la espalda, noqueándolo por completo de un golpe; esta vez, a diferencia de en Nara, había acertado. Takano cayó a los pies de Miko incosciente. Contenido oculto: ¿Qué sucedió? Takano estaba en la zona; así que escuchó a Miko y corrió; de nuevo tiro dado de evento; en este caso para noqueo Natsu obtuvo un dado superior La voz en la mente de Natsu parecía respirar en su subconsciente; mientras tanto Miko miraba horrorizada al ver caer a Takano a sus pies; Natsu no se detuvo y arremetió contra ella, Miko intentó esquivar el ataque pero causo un corte muy profundo en su pierna derecha, volviéndola mas lenta. Contenido oculto: Natsu Tu acción depende de ti; si atacar en silencio con un dado de 50 O atacar de frente con tus dados usuales: Tirar un dado de 15 caras. Este representará el ATAQUE Tirar un dado de 10 caras. Este representará la DEFENSA Tirar un dado de 5 caras. Este dado representa la SUERTE de tu personaje; si en el dado sale “4” o “5” se le sumarán +5 de ataque. Tirar un dado de 5 caras. Este dado representa un ESQUIVE de tu personaje; si en el dado sale “5” esquivarás el ataque de tu oponente Puntos de vida= 60 Miko Natsu PV= 25 Desarmada (-5 ataque; -5 defensa) PV= 60 +4 (voulntad) Santuario barrio antiguo (Takeda; Kohaku) Takeda atacó al primer enemigo; Kohaku pudo ver aquel movimiento tan veloz que realizaba Takeda, mientras su katana parecía un río serpenteante por la velocidad de cada corte que realizó en aquel momento. Su oponente perdió un brazo y su cuello parecía haber sido cortado casi en su totalida; pero aquel ser parecía seguir de pie.Mientras tanto Kohaku atacaba con fuerza a su oponente, un impactó que destruyó su bloqueo y entró de lleno al pecho, causándole una herida profunda. —Kohaku; cambiemos de oponente ahora— dijo dejándo al rival al cual atacó para Kohaku, aquella técnica que había realizado Takeda lo hizo jadear, requería mucha resistencia física pero el daño era mortal. Contenido oculto Acciones: Ataque de Takeda= 28(ataque especial)+2+10(Genji)+19(fuerza)= 64 Defensa Takeda= 3+11-5 (mal descansado)=14 (+bloqueo) Ataque enemigo 1= 9 Defensa enemigo 1= 9 Takeda pierde= 0pv Enemigo pierde= 55pv de 60 pv Ataque de Kokaku= 15(dado) +5(suerte)= 20 Defensa Kohaku= 3 -1 (mal descansado) Ataque enemigo 2= 4 Defensa enemigo 2= 8 Kokaku pierde= 2pv Enemigo pierde= 12pv de 60 pv Takeda Kohaku Enemigo 1 Enemigo 2 PV= 55 (ya estaba herido de la pelea con Chikusa) Mal descansado (-5 en defensa) PV= 58 Mal descansado (-1 en defensa) PV= 5 PV= 48
Natsu Gotho ♤ Bosque Sus manos temblaron por un instante al ver que noqueó a alguien conocido. Maldita sea, la situación se estaba complicando. Entrecerró sus ojos sujetando la espada nuevamente con firmeza, sintiendo el respirar de lo que sea que fuese la cosa en su cabeza. Le estorbaba demasiado, como si se tratara de un aura difícil de sobre llevar. Al agudizar sus sentidos logró escuchar golpes no muy lejos de donde se encontraban, ¿quizá eran otras personas que conocía? Si así fuese, debía acabar rápido. O de lo contrario, golpearla fuertemente en la cabeza para que olvidara su rostro... Sus tímpanos permanecieron alertas, dudando. Estaba metido hasta el fondo, no era tiempo de retroceder. Contenido oculto 26 + 4 de voluntad= 30 7 + 4 de voluntad= 11
Kohaku Ishikawa Santuario abandonado La katana de Takeda danzó por el aire con la liviandad y precisión de una bailarina. Eran movimientos limpios y entrenados, y una imagen brillante destelló en la memoria de Kohaku segundos antes de que el filo enemigo alcanzara a rozarle el brazo, causándole una herida menor que no consiguió ralentizarlo. Siquiera dolía. Asintió, obediente, ante las palabras de su líder y arremetió contra el oponente que ya Takeda había debilitado, con las duras pero profundas enseñanzas que su maestro, Satsuki, le había inculcado. ¿No era, acaso, la primera vez que empleaba su espada con la intención de... quitar una vida? Le sorprendió no titubear, siquiera tras haber sido consciente de ello.
Yuzuki Minami Shukusha - Santuario Antiguo Se aferró a la flauta en cuanto notó pasos acercándose y antes de que buscara su origen, una voz se dirigió a ella. Giró el rostro, solo para encontrarse con la chiquilla a la que le había arrebatado algunas monedas en la mañana. Guardó el instrumento. ¿El Santuario Antiguo? Sí, estaba cerca, ¿no? Había pasado por allí varias veces desde que llegó a Tsu, a pesar de su estado y de cualquier cosa. No había... que subestimar a los ladrones. —Tu aparición es bastante oportuna —comenzó, mientras con un movimiento rápido se ataba el cabello en un moño. Había dejado ir a Daichi, porque su voluntad había flaqueado, porque no creía poder hacer algo. Ahora se le presentaba una segunda oportunidad de, tan siquiera, estar más cerca de Miko si necesitaba de alguien y no la iba a dejar pasar—. Miko, la chica que cantó, acaba de irse. Conoces al chico de la máscara, te vi antes, él y un joven se retiraron inmediatamente después, camino al lugar que me estás solicitando, el mayor llevaba la caja de música de Miko... y me temo que hay algo que no parece correcto en esto. Dejó la entrada del Shukusha, mientras se ajustaba las vendas de las manos. Su expresión, usualmente alegre y jovial, había pasado a ser absolutamente seria y su mirada se había afilado como la de un gato. Como si Mao decidía cortarle la yugular, en ese momento, de repente, no le importaba demasiado. Iba a confiar en ella, porque la había visto con Kohaku, que parecía tan educado y porque, ciertamente, era de repente su única esperanza. —Vamos —le dijo, sin tomarse el tiempo de voltearse, retomando la marcha.
Bosque (Natsu) La voz en la mente de Natsu parecía respirar en su subconsciente; mientras tanto Miko miraba horrorizada al ver caer a Takano a sus pies; Natsu no se detuvo y arremetió contra ella, Miko intentó esquivar el ataque pero causo un corte muy profundo en su pierna derecha, volviéndola mas lenta. Contenido oculto: Natsu O atacar de frente con tus dados usuales, para derrotarla antes de que llegue Takeda necesitas buenos dados. Tirar un dado de 15 caras. Este representará el ATAQUE Tirar un dado de 10 caras. Este representará la DEFENSA Tirar un dado de 5 caras. Este dado representa la SUERTE de tu personaje; si en el dado sale “4” o “5” se le sumarán +5 de ataque. Tirar un dado de 5 caras. Este dado representa un ESQUIVE de tu personaje; si en el dado sale “5” esquivarás el ataque de tu oponente Puntos de vida= 60 Miko Natsu PV= 10 Desarmada (-5 ataque; -5 defensa) PV= 60 +4 (voulntad) Santuario barrio antiguo (Takeda; Kohaku) Takeda cambió de posición con Kohaku; como si aquellos dos llevaran años peleando juntos. Atacó a su enemigo, estaba en contra del tiempo así que actuó de manera radical; bloqueó el ataque enemigo para en un giro con su katana desarmar a aquel sujeto y en el aire golpeó aquella katana del enemigo con la tsuba de la katana, destruyéndola por completo; dejando a su oponente desarmado. Mientras tanto Kohaku veía a aquel ser que parecía estar siendo controlado, se movía como una marioneta, Kohaku atacó a su enemigo atravesándolo por completo, terminando el trabajo —El resto lo dejo en tus manos Kohaku; confío en tus habilidades— dijo para correr hacia dónde Miko; ese era el líder de los Minamoto. El enemigo estaba debilitado y no poseía armas gracias a Takeda, aún así se preparaba para golpear. Contenido oculto: Acciones Ataque de Takeda= 13+10(Genji)+19(fuerza)= 42 Defensa Takeda= 5+11-5 (mal descansado)=14 (+bloqueo + desarme + ruptura) Ataque enemigo 2= 11 Defensa enemigo 2= 9 Takeda pierde= 0pv Enemigo pierde= 33pv se queda sin arma Ataque de Kokaku= 12(dado) = 12 Defensa Kohaku= 6 -1 (mal descansado)= 5 Ataque enemigo 1= 9 Defensa enemigo 1= 2 Kokaku pierde= 3pv Enemigo pierde= 10 Takeda Kohaku Enemigo 1 Enemigo 2 PV= 55 (ya estaba herido de la pelea con Chikusa) Mal descansado (-5 en defensa) PV= 55 Mal descansado (-1 en defensa) PV= -5 eliminado PV= 15
Misato Aoyama Asentí de buena manera ante la orden de Takano, Kuroki y yo decidimos llevar a Togashi ante Takeda en el Shukusha, recibiríamos a otro guerrero más para nuestra causa aunque el tiempo diría sobre la verdadera habilidad de Togashi. Claro aunque Takano ya tenía definida una idea. —Ya estamos cerca señor Togashi, el maestro Takeda aún deberia estar descansando—avise muy atenta mientras observaba el decadente rostro del viajero, creí que debía descansar y comer antes de su reunión con el sensei. A solo unos pasos de la entrada del Shukusha supe por el ambiente que muchos se preparaban para descansar tranquilamente. Por suerte esta vez, sería distinto y no molestaría a nadie en media noche. —¿mmm? ¿Aquella no es?—note en seguida como una chica salía con cierta prisa del Shukusha y esa chica era...Mao o Ryouma según ella ¿Pero a donde se dirigía? Mi vista aún permaneció unos segundos sobre ella hasta perderla de vista. —Ah es otra de esas noches—susurre para mi mientras sentía la brisa helada y observé la luna con su sobrenatural brillo. Anoche Takeda fue a un lugar extraño y fue maldecido por ese Hitodama, envolviéndolo en una cruda batalla contra el espíritu de quien formó un profundo vínculo de hermandad. Ganó la batalla pero había sido riesgosa. La noche...aquella noche evocaba una energía como la primera que pasamos en Tsu, instintivamente pose una mano en mi pecho. Aquel ambiente... advertía sobre fuerzas ocultas que acechan a quienes deambulan imprudentes en las calles, donde sin duda caerían presa de un peligroso designio que les cambiaría para siempre...era inevitable sentir esa extraña energía. —¡Kuro! Apresurate y guía al señor Togashi hasta el interior no debemos perder tiempo—avise imperativamente no fuese a distraer su atención—los demás deben estar descansando o buscando información, ah pero nosotros debemos llevar con bien a Togashi...¿Entendido? Esperaba que Kuro no desatendiera a Togashi al ver a Mao salir pero su condición tras entrenar arduamente no le beneficiaria en nada... esperaba no ocurriese nada está noche. —Ah buenas noches es un gusto verte de nuevo por aqui— Saludé con una reverencia al joven encargado de la noche anterior—Disculpa lo de anoche de verdad vi tu rostro agotado y espero hayas descansado bien...y por cierto —Observe a Kuroki y al vagabundo—un viajero viene a una reunión con alguien conocido como Takeda el ¿Se encuentra aquí? Ah y como lo prometí descansaré de nuevo en este acogedor lugar—añadi con entusiasmo y amabilidad, esperaba que Takeda ayude pronto al viajero o...que no se de un suceso peor al de hoy.
Natsu Gotho ♤Bosque Su respiración se mantuvo ligera pese a que sentía que cargaba algo pesado en su espalda, moviéndose hacia el cuello de la mujer, sin prestar atención a la cantidad de sangre que emanaban las heridas de ella. Podría morir desangrada, pero no podía él permitirse el lujo de dejarlo a la suerte, menos sintiendo que le comenzaban a pisar los talones. Ya no había pausa, debía terminar con ella en este instante. Contenido oculto 11+4 de voluntad= 16 Ataque 4 de voluntad= 14
Bosque (Natsu) Miko por más que intentó escapar o pelear ante Natsu; no pudo lograr nada ante un samurai armado. Ella, un civil mas sin arma opuso resistencia; pero aquella no había sido suficiente; Miko cayó de rodillas para luego caer por completo; allí moriría desangrada, sus lágrimas seguían escurriendo. Kawa apareció detrás de él; había observado todo —Eres digno de la bendición de Mara; pero has hecho demasiado escándalo —dijo molesta— por desgracia tendré que huir. Ve hacia el Santuario; Mara cumplirá su promesa contigo, y si deseas encontrarme; ve a Kioto; allí serás cada día más fuerte— miró a Miko, seguía viva pero moriría desangrada —Yo no podía tocarla, agradezco lo que has hecho— Miko Natsu PV= 0 Desarmada (-5 ataque; -5 defensa) PV= 60 +4 (voulntad)
Kuroki Fusatada Avancé con cautela, pues Togashi se veía muy mal, al punto de sostenerse de las paredes, así que me limité a observarlo con cuidado que no le pasara nada, mientras seguía los pasos de Misato, más tarde llegamos al Shukusa, donde ciertamente había una vibra extraña en el ambiente, y hasta me parecía que Misato lo notaba, luego pude ver salir a una figura conocida, era Mao. ¿A dónde iría a esta hora? No lo sabía, me quedé reflexivo, empezando a considerar algo para cuando Misato me llamó, por lo que me giré hacia Togashi y me cercioré que se acercase lo suficiente, para técnicamente entrar juntos y asentir a Misato, había una prioridad de momento. —Este ambiente... Juro que siempre que se siente este ambiente es porque algo extraño sucede—. Dije a nadie en particular, pues ciertamente tenía un mal presentimiento.
Kohaku Ishikawa Santuario abandonado Un breve instante de reflexión le permitió analizar con mayor detenimiento los movimientos de aquellos sujetos. No lucían orgánicos, eran ásperos y... poco gráciles, en cierta forma. Arrugó el ceño, confundido. ¿Qué estaba pasando? ¿Quiénes eran esos hombres? Takeda logró acabar con su oponente y se dispuso sin demoras hacia la proveniencia de los gritos. Kohaku reparó entonces en algo que le provocó un hondo vacío en el pecho. Por sobre las espadas cortando el aire, sus respiraciones pesadas y la eterna melodía de la caja musical, ya no... se oía nada. Apretó los dientes y sus ojos, de un dorado similar al fuego divino de Amaterasu, se enfocaron con una intensidad casi abrumadora sobre su enemigo. La luz de luna brillaba pálida sobre su cabello turquesa y sus pupilas, similares a las de un felino, se rasgaron aún más. —¿Quiénes son? —cuestionó; su voz sonaba más opaca y madura—. ¿Por qué nos atacaron? Quería conservar toda la esperanza de la que fuera capaz, pero un hilo en su espíritu se había quebrado; podía sentirlo. El pecho le dolía, le dolía de formas que no eran físicas o explicables. Le dolía lo suficiente como para llorar.
Natsu Gotho ♤ Bosque -> Santuario-barrio moderno. Observó a la mujer en el suelo, sintiendo la necesidad de cerrarle los párpados abiertos, pero en vez de eso huyó con velocidad, luego de guardar su espada. Su pecho se sentía inquieto, su respiración apenas y estaba regulándose. En cuanto percibió estar lo suficientemente lejos se recostó en uno de los árboles del sitio, con la atención en uno de los tantos ríos, observando algunas ranas croar. Necesitaba despejarse. Pero aún, era pronto para ello. Continuó sus pasos, viendo las luciérnagas en la nefasta oscuridad de los escalones ya conocidos de piedra, subiendo hasta llegar al santuario del barrio moderno. Se sentía aún impregnado de adrenalina al mantener su sentidos agudizados... en cuando desvió la mirada se percató de las nubes aglomerándose en el cielo, parecía que iba a llover. Su boina se mantuvo en su cabeza, aproximándose hacia la estatua. La sacerdotisa no estaba. <<Si deseas verme, ve a Kioto>> Luego iría a verla, luego de que la tempestad que acababa de levantar se apaciguara. Había cometido un acto que le causó extrañeza, pese a que ya había asesinado con anterioridad, en esta ocasión no fue un asesinato como tal... sino una cacería a un animal desprotegido, despellejado. —Ya regresé —comunicó en un tono de voz bajo, mirando aquellos infernales ojos. <<Estaré muy orgulloso de verte crecer, Natsu>> El precioso ámbar de sus ojos, se tiñó de oscuridad. <<No viejo, en esta ocasión... no estarás orgulloso de mí>>
Contenido oculto Contestaré a los demás eventos mañana por la mañana; no crean que me he olvidado de ustedes; sólo que ya ando cansada y triste jajajajaja Bosque (Takeda) Takeda llegó a la escena; era el mismo sitio dónde había peleado con Chikusa. Observó a sus alrededores y lo que vió le heló la sangre, dejando caer su katana que tenía desenvainada. En un charco de sangre estaba Miko y junto a ella Takano; corrió a ambos y cayó de rodillas, observó que ambos respiraban, Takano con normalidad, no tenía heridas superficiales, pero Miko respiraba con mucho esfuerzo; la recargó en sus piernas y miró su rostro lleno de lágrimas, al ver a Takeda sonrió con sus dientes ensangrentados —Sogo...— dijo Miko colocando lentamente su mano en la mejilla de Takeda, su mano estába fría —Miko, no te preocupes; todo saldrá bien...— dijo Takeda tratando cubir sus heridas; eran demasiadas, era imposible detener la sangre —Mi nombre es Hana...—sonrió —Has venido por mi; Sogo. Perdóname; jamás debí abandonarlos, fui muy débil... p...pero ahora podré estar contigo y los niños— repitió Hana a Takeda; quien reconoció el nombre de su padre en la voz de la mujer. Hana veía a Sogo en Takeda, fue entonces que Takeda entendió a quien tenía en sus brazos; lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, aquello era demasiado cruel —Soy Takeda...—Logró pronunciar sujetando la mano de su madre, mientras Hana quitaba el cabello del rostro de Takeda; lloró aun más —Perdoname... siempre llego tarde; nunca puedo proteger a los que más me importan; soy tan débil...— Decía Takeda cerrando sus ojos mientras las lágrimas caían sobre Hana quien lo miraba con alegría y melancolía a la vez —Takeda... tienes la mirada de tu padre... soy tan feliz....— Takeda la miró; los ojos de Hana se apagaban lentamente —No te vayas; no me dejes solo— Decía Takeda abrazándola mientras el último suspiro escapaba de su cuerpo. Takeda se quedó allí, llorando en aquel abrazo. Contenido oculto: Harakiri
Hideyoshi Soga 曽我秀吉 ¿En el Shukusha? —¡Maldito traidor, me mentiste, me engañaste! ¡Guardias, quiero ver sus tripas en el suelo! Mientras los guardias de Toshiro destripaban a Hideyoshi, este miraba el techo con ojos serenos. Su sangre teñía el techo, la muerte era un lugar tranquilo, su espíritu cruzaría algún arroyo y se ocultaría en alguna cueva o monte... eternamente... "Espera, eso es sintoísmo" De golpe, los guardias de Toshiro tenían ojos rojos, y ahora eran espíritus vengativos en busca de sangre. Toshiro estaba descuartizado, sus restos por todo el lugar, y Hideyoshi no era Hideyoshi en el reflejo del estanque, era Takeda Minamoto, pero no, porque también era Kohaku (cuyo rostro había sido reconocido a pesar de no ser visto por nadie), mientras que a su vez era... Toshiro... "Soy Hideyoshi, pero mi rostro es el de Toshiro", nada tenía sentido. Tampoco tenía sentido que Mao estuviera a las espaldas de Hideyoshi apuñalándolo con su wakizashi. —¡Muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere...! Había perdido la cantidad de veces que le había deseado y propinado la muerte al mismo tiempo esa niña de mal carácter. Mao se detuvo, pero él no sangraba. —Corten sus manos Ahora él era Toshiro, y podía ordenar a los guardias que se deshicieran de ella. Al ver que uno de sus hombres intentó montarse encima de la niña para satisfacer una perversa necesidad masculina, Hideyoshi se escandalizó. Él mismo desenfundó y decapitó la punta del órgano copulador de su guardia (¿el nuevo Battousai?), que había quedado al aire por un instante. El guardia escupía sangre a chorros desde su nuevo orificio, mientras que el resto de sus compañeros reían a carcajadas desopilantes, tétricas, daban miedo, invadieron el lugar y pronto el mundo... risas que parecían inacabables, y solo provenían del más básico instinto de disfrutar la crueldad, de contemplar el sufrimiento ajeno. El guardia pasó a ser un eunuco, e inmediatamente un cadáver eunuco. Se había vaciado de sangre, todo se había ido por el nuevo orificio, que era el mismo orificio que tenía antes pero con una pequeña modificación arquitectónica que Hideyoshi le había dado bajo la máscara de Toshiro... ahora ese orificio era más grande y había sido la razón para que se vaciara el cuerpo de ese pobre infeliz. A todo esto la niña había desaparecido, quizás contenta por haber conservado su flor, la risa de los guardias desapareció de un momento a otro dejando paso en una transición sosegada a un silencio absoluto. Nadie quedaba en el mundo, solo Hideyoshi y un cementerio de seiscientas mil tumbas. Todo Japón había muerto, y Hideyoshi era el único que seguía en pie. Una gran red de telaraña surgía en el cielo, y todas las moscas habían quedado pegadas. En Kōfuku-ji rezó por las vidas de todo Japón, pero el ritual final se completó con prácticas sintoístas. Hideyoshi gobernaba Japón, sobre una tierra sin vida, gobernaba sobre las rocas y los montes, sobre los arroyos y el cielo, era el último hombre en pie. Abrió los ojos, y la noche continuaba, el sol no había salido. Cerró los ojos de nuevo.
Kobayashi Masuyo Mao "Ryouma" Camino al Santuario del barrio viejo. Mao chasqueó la lengua cuando Yuzuki le entregó la información, pero simplemente asintió con rapidez en cuanto dijo que le indicaría el camino. Su mirada se agravaba cada vez más y más, mientras seguía con pasos veloces y amortiguados la figura de la Minami. Apenas Mao pudo distinguir el santuario a lo lejos, apresuró su paso, dejando atrás a Yuzuki. Kobayashi Masuyo Mao "Ryouma" En el Santuario Apenas puso un pie en el lugar, Mao se detuvo completamente con mano en la empuñadura, cerrando los ojos y agudizando sus oídos... ¿Un llanto? Era apenas audible, pero si reconocía bastante bien el sonido de una katana; siguió ese sonido con sigilo, topándose con Kohaku envuelto en una batalla. Mao ahora mismo era una más entre las sombras de Santuario, observando critica la situación... Faltaba Takeda, y eso solo le hizo fruncir más el ceño, mientras sentía su corazón palpitar desenfrenado. Iba a involucrarse en la batalla de Kohaku, solo si veía que se le dificultaba mucho. Por ahora no se perecía en desventaja, por lo que era mejor no distraerlo. Con sigilo, Mao había estado todo el tiempo oculta a la mirada de Kohaku y el otro, pero ella podía distinguirlos perfectamente.
Kenzaburô Aguardó entre las sombras de los árboles que el sol proyectaba contra él. Asía con fuerza el mango de su katana en espera de que Mao saliera de aquél lugar y pudieran olvidar el asunto de la mujer fantasma en paz. Aquella mujer. Aquellos ojos asustados escapando de él. Apretó aún más el mango de su espada... Kenzaburô nunca era bueno para los misterios pero ése le palpitaba en el centro del pecho. Relajó sus pensamientos y su postura cuando vio salir a Mao. Se había tardado mucho pero era normal; la chiquilla se dejaba llevar y quizá hubiera halagado por demás a todos los presentes, ésa era su forma de caer bien y a los ojos de todos mostrarse como la niña -o niño- que aparentaba ser. Al menos en una medida preventiva para que todo el mundo olvide el percance de la noche anterior. Pero no espero a esa persona que se sentara a su lado. Kenzaburô tensó las mandíbulas y con el pulgar tiró hacia delante su katana, revelando el brillo escalofriante apenas un tercio del mismo, suficiente para que cualquier iluso saliera despavorido. Pero una vez más su pequeña pupila sacaba la situación sin más, sin derrame de sangre innecesario. La miró bien por primera vez desde que se vieron en esa taberna que lo condujo a dónde estaba ahora mismo. La miró no solo con ojos de maestro, y quizá también con ojos de padre. Está vez la estudió con ojos de hombre. Mao era pequeña pero con un rostro de duendecillo, de nariz respingada y sonrisa bondadosa. Podría resultar muy atractiva para los hombres y eso le trajo preocupación... preocupación que se evaporó de un segundo a otro cuando otra persona hizo acto de presencia. Kenzaburô se escondió más en las sombras y sonrió al ver cómo Mao se desenvolvía tan bien. Decidió aparecer cuando comenzaron a caminar, apareciendo por la retaguardia de ambos. Su pupila se despidió, no sin antes lanzar una amenaza que flotó en el aire como una flor de loto alzada por el viento. Kenzaburô se quedó junto a Heya en total silencio, intentando adivinar las intenciones de éste. El Ronin era alguien que no se fiaba tan rápido de la gente, o quizá nunca. Y aunque no hubo interacción por su parte el chiquillo si qué habló y desapareció con destino a Tsu. El Ronin lo miró alejarse y el grito de su pupila lo alertó, la chiquilla estaba sentada junto a un niño y unas tortugas. Kenzo estaba por dar un paso hacia el frente cuando tuvo la horrible sensación de que corría peligro. Apretó el mango de su katana, listo para desenfundar. La presencia de aquél hombre de cabellos blancos con multitud de katanas en su retaguardia era tan dominante que Kenzo tuvo la horrible sensación de pertenecerle. Arrugó el entrecejo y observó como el "abuelo" y su nieto se iban de allí sin más. De pronto tuvo la extraña necesidad de abrazar a Mao. Nunca tenía esos sentimientos tan intensos y comenzó a temblar, aunque no entendía nada en su interior. La muchacha caminó hacia él y le apretó el brazo... y siguió sin más, a sabiendas de que iría sola a una obra de teatro. Kenzaburô tardó mucho en girarse, tanto que cuando ya lo hizo Mao había desaparecido. Kenzaburô estaba tan lejos de todo y de todos que no tenía ni idea lo que estaba sucediendo. Por esa misma razón, con la ignorancia en su mente, camino caminó hacia uno de los muelles vacíos de barcos... y entró por la parte inferior del astillero, donde las maderas húmedas por la constante marea y mejillones pegados en las mismas resultaban peligroso para cualquiera. Una vez allí silbó. Una. Dos veces. Y cambió el ritmo como si fuera primero un pájaro carpintero y luego un pajarillo de los bosques. Ahora restaba esperar, allí en pie. A la vista de nadie.
Cuartel militar (Heya) Kahia llevó a Heya al cuartel; allí estarían mas a salvo, lo dirigió al tercer piso dónde deslizó una de las puertas de madera para que ambos entraran a la habitación; allí había una mesa, se sentaron alrededor mientras Kahia escuchaba las palabras de Heya; algo que la hizo cambiar de una mirada de paz a una de tristeza —¿Kioto? ¿Escaparon de allí? — Shukusha (Ukita; Matsuda; Fuji; Hideyoshi; Suzume; Misato; Kuroki; Togashi; Daichi ) Interior Seneatsu vió alejarse a Mao; sintió tristeza por lo que había dicho sobre Miko; aquellos viajeros parecían sumamente interesados en moverse por la noche; eso le preocupaba. Después de unos instantes, Misato volvió al Shukusha; seguido de dos personas mas, Kuroki y Togashi. Seneatsu los miró inquisitivo, uno era un niño y el otro un señor, seguramente no eran nada mas que eso para aquella bella mujer. Se sonrojó al oir su voz nuevamente —Buenas noches— dijo con una reverencia —No se preocupe por mi, es mi trabajo. Es un gusto poder servirlos — miró a Kuroki y Togashi nuevamente, después escuchó otro nombre que no había oído antes —¿Takeda? Lo siento señorita, los huéspedes no suelen darme sus nombres; sólo sus monedas. Pero si dice que ha entrado a este lugar, pueden descansar aquí; sólo les pido que caminen con cuidado, algunos huéspedes ya están durmiendo— Seneatsu guió a cada uno de ellos a sus habitaciones. Contenido oculto: Misato ¿Deseas usar tu habilidad de galantería para obtener un descuento? Exterior Mao y Yuzuki se dirigieron hacia el santuario, dejando a Daichi contemplando el firmamento. Aquellas personas parecían ser más interesantes de lo que hubiera deseado. Santuario barrio antiguo (Kohaku; Mao; Yuzuki) Tu oponente no respondió y antes de que pudiera defenderse recibió el ataque de Kohaku directamente en el rostro; un sello se había roto, aquel papel en su frente se cayó haciendo que aquel ser se desplomara en el suelo. Cómo si a un títere le cortaran las cuerda que lo sujetaban a su titiritero. Yuzuki y Mao no tardaron demasiado en llegar a aquella escena; Kohaku en el centro del santuario, vieron como su enemigo se desplomaba y ahora estaba con dos cuerpos desmembrados a su alrededor, la luz de la luna iluminaba poéticamente la máscara de zorro que portaba Kohaku en esos momentos. Contenido oculto 100 EXP Santuario barrio moderno (Natsu) El santuario estaba vacío; Kawa se había marchado. Natsu estaba en soledad frente a aquella estatua del Dios "Has hecho un gran trabajo, serás recompenzado con un arma de mi arsenal" frente a la estatua a sus pies había una katana; funda negra; tsuba con telares rojos; el sable era color negro, y parecía que con el reflejo de luz se veían destellos rojos "Deberás abandonar esa vieja katana; toma la que te he otorgado, su nombre es Shi" la katana se llamaba muerte "Es momento que tomes el camino que tú deseas, no el camino que un falso destino quizo imponerte. El destino no existe, sólo nuestras decisiones. Y has tomado la tuya; ve a Kioto, mi gran santuario está allá, podré entrenarte como es debido, desde hoy en adelante yo seré tu maestro" Contenido oculto Contenido oculto: Natsu Esta katana te hace tener un +15 en ataque adicional a tu ataque normal. Has obtenido 100 EXP Puerto (Kenzaburô) El silbido se trasladó por todo el puerto; una mujer apareció detrás de él silbando de regreso. Contenido oculto Lo miró con una sonrisa burlona —No puedo creer lo que veo; sigues con las mismas ropas de hace muchas lunas atrás — dijo la mujer sentándose en el borde de aquel puente. El sonido de las olas era mas fuerte que la voz de aquella mujer. Misato Kuroki Kohaku Mao Kenzaburô Hideyoshi Heya Suzume Yuzuki Daichi PV= 45 PV= 39 Mal descansado (-1 en defensa) PV= 60 Mal descansado (-1 en defensa) PV= 60 Mal descansado (-1 en defensa) PV= 60 Mal descansado (-1 en defensa) PV= 60 PV= 60 PV= 60 PV= 60 PV= 60 muy bien descansado +2 defensa Takeda Takano Ukita Matsuda Fuji PV= 55 Mal descansado (-5 en defensa) PV= 87 Mal descansado (-1 en defensa) PV= 90 Mal descansado (-1 en defensa) PV= 80 Mal descansado (-1 en defensa) PV= 60 Mal descansado (-1 en defensa) Natsu PV= 60 +4 de voluntad
Mao "Ryouma" Dentro del Santuario Mao caminó con estoicismo, apareciendo unos cuantos metros delante de Kohaku. La mirada de la chica era dura, y no se detuvo a ver los otros dos cuerpos, concentrada en enfrentar la mirada de su compañero. Amarillo, casi tan rasgados como los suyos propios. Su mano no se soltó en ningún momento del mango de la katana... —Kohaku —habló con fuerza, esperando que el chico no hubiera entrado en una especie de trance. A veces le pasaba, tan inmersa en la batalla que olvidaba algunas cosas de su alrededor—. Kohaku, ¿estás bien? Un miedo le empezó a cubrir el cuerpo, ante el silencio de todo el lugar... ¿Miko estaría bien? Tan solo pudo amargar más su expresión.
Contenido oculto Sólo quiero aclarar que Kohaku no tiene la máscara puesta (? Kohaku Ishikawa Santuario abandonado —> Bosque Su oponente siquiera atinó a esquivar o contraatacar. Todo el peso de su katana cayó sobre él y mientras la hoja cortaba el aire, Kohaku sintió un chispazo de remordimiento agarrotándole los músculos. El sujeto se desplomó en el suelo, levantando una fina capa de tierra alrededor, como si hubiera sido arrebatado de todo deseo o voluntad. Su pecho subía y bajaba, agitado, y sus sentidos, aún agudizados, captaron con rapidez la presencia de dos nuevas personas. Se relajó de inmediato al comprobar que se trataba de Mao y Yuzuki, y entonces advirtió la fuerza con la cual sostenía la katana. Ablandó los dedos, blancos por la presión, y sus ojos desnudos se abrieron en sorpresa. —Ryouma-chan, Minami-san... —balbuceó, como si poco a poco regresara a sus facultades, y dio un ligero respingo. La máscara. No tenía la máscara. El sudor en su frente de repente fue helado y regresó sobre sus pasos hasta dar con la máscara de zorro. Dudó unos momentos antes de atarla y suspiró. —Sí, estoy bien. Pero Takeda-sama... —Apretó los labios e hizo un ademán hacia el bosque—. Se fue por allí, siguiendo... unos sonidos. Tenemos que ir. Sonidos. No encontró la forma de ser honesto, cruentamente honesto. Habían sido gritos, desgarradores y espantosos pedidos de auxilio. Logró atar los cabos de su consciencia y recogió la cajita musical, que ya se había detenido, y el contacto con la madera vieja le produjo un profundo dolor en el corazón. Cauteloso, como si temiera romperla, giró la manivela un par de vueltas. La nostálgica melodía lo forzó a hacer retroceder las lágrimas que amenazaban con aparecer, y alzó la vista hacia sus compañeras. —Vamos.
Yuzuki Minami Santuario Antiguo La chica se le adelantó, como era de esperarse y, contrario a lo que habría hecho ella, se mantuvo oculta hasta que Kohaku terminó lo que correspondía. El último cuerpo se desplomó y la chiquilla se acercó, ella le siguió los pasos, aferrada también al mango de su propia katana. Miko. La caja de música. El joven. —Kohaku. —Lo llamó, su voz se suavizó aunque no así su expresión. No repitió la pregunta de la chiquilla, no era necesario—. El joven con la caja de música de Miko, ¿dónde está? El silencio, repentino, resultaba desolador. Reaccionó a ellas, como si volviera en sí, y respondió. Ta... ke... da. No podía ser, ¿o sí? No podía. El alma le cayó a los pies y sin dudar siquiera, avanzó hacia dónde indicaba el muchacho. Si lo era y algo le ocurría... ¿Para qué habría llegado hasta allí? ¿Para qué habrían acabado los Minami con su vida, uno tras otro?