Trabajando desde joven.

Prologo

La historia se trata de los adolescentes Allan y Natally. A simple vista dos alumnos de preparatoria, pero en realidad son dos asesinos a sueldo pertenecientes a organizaciones distintas.
Ambas organizaciones son enemigas y tras descubrir la identidad de cada uno harán lo hasta lo imposible por deshacerse de su obstáculo ¿o no?
Ambos jóvenes con un odio mutuo en el colegio, y ese odio incrementara al intentar matar a su oponente. ¿Triunfara el joven letal y rápido o la mujer, seductora y silenciosa?
Pero los jóvenes no será el único problema entre ellos, el jefe de policía Charls Stuart se encargar a de las investigaciones de sus asesinatos. Ambas organizaciones enviaran espías para vigilar a sus empleados y los dos jefes de las organizaciones se encargaran de, si el agente no se desase de su oponente la empresa lo hará y destruirá toda la evidencia.
Estudiar, pasar desapercibido, matar e intentar no ser asesinado serán los principales problemas de estos personajes.
¿Listo para disparar la primera bala?

 

Cap. 1 Allan.
6:10 A.M., esa era la hora en que el chico se despertaba en iniciaba un nuevo día. Al levantarse tomaba una ducha caliente para despertarse por completo.
Era típico en aquel joven observar por la ventana en dirección al faro, desde pequeño le contaban historias de fantasmas y monstruos que Vivian en aquel lugar.
— ¡Siempre a la misma hora, ¿no es así?!— Grito un señor desde la calle.
— ¡Por supuesto, mientras más temprano despierte más temprano me volveré a dormir. —Contesto el muchacho de cabellera negra y rizada.
La casa del joven era muy vacía en presencia de personas, pero muy lujosa en muebles y diseño. En la cocina, la cual era muy grande pero tenía suministros como para una sola persona, el chico se sirvió un poco de cereal para el desayuno.
Al terminar tomo su mochila, su estuche de violín y se dirigió al colegio.
El chico caminaba por la calle sin levantar ninguna sospecha, ¿Por qué “una sospecha”?, pues porque el estuche de violín no era más que una disimulación; El joven no poseía un violín y mucho menos sabía como usar dicho instrumento. El estuche tenía nada más ni nada menos que 2 berretas PX4 con cuatro cargadores respectivamente, ¿Qué hace un chico de 17 años con dichas armas?, eso vendrá más adelante.
— ¡Hay Allan!— Grito un chico de piel morena como a 15mts de distancia.
—Hola Jack. — Contesto Allan deteniéndose para esperar al joven.
—Buenos días, ¿Qué estás haciendo con el estuche?—Pregunto Jack reanudando el paso.
—Bueno, recibí información de una entrevista, al parecer necesitan a un violinista. —Contesto fluidez mente el chico.
— ¿No te basta con lo que te envían tus padres? Pregunto el joven también de cabello negro pero lacio.
—Si pero, estoy por cumplir 18, necesito independizarme un poco.- Respondió Allan mirando hacia el cielo.
Unos minutos después, se toparon con unas chicas compañeras de clase, no de llevaban muy bien por causa de acontecimientos pasados.
—Buenos días. —Saludo Jack algo incómodo.
—Buenos días. —Respondieron ambas chicas al unísono.
Los 4 se dirigieron a la institución sin pronunciar una palabra, una chica era castaña, como de 1.86mts de altura, delgada y de figura atractiva; La otra tenia pelo negro y largo hasta la cintura, media 1.68mts e igual de hermosa que su amiga.
El camino se le hizo algo al no distraerse con una charla. Finalmente los 4 llegaron al colegio y los 4 tomaron distintos caminos. Allan por su lado paso todo el día evitando la petición de ver el violín, ya que de enterarse de las armas el director de enteraría y de seguro también la policía.
Para la suerte del chico, el día paso tranquilo. Al salir no regreso a casa, pidió un taxi y se dirigió a una dirección diferente; Al llegar camino otras 5 manzanas y llego a una construcción al parecer abandonada, entro al elevador y bajo. Tal vez bajo 10mts, tal vez 15mts, nunca le importo.
Muy al contrario del exterior, por debajo el edificio tenia lo último en tecnología.
—Buenos días Allan, ¿Qué tal joven Allan?, ¿Cómo se encuentra Sr. Allan?—Fueron algunos de los saludos que recibió el chico al llegar.
Allan se dirigió a una señora, saco las armas del estuche y dijo:
—Llama a Wilson, dile que haga 4 pero que les duplique la munición. —
Y después entro a su oficina. En ese momento el cuarto se obscurecía y el computador recibió una llamada.
—Buenos días Allan. —Dijo una voz distorsionada.
—Hola madre. —Contesto el joven mientras tomaba asiento.
—Este mes tenemos una lista grande. — Comento la voz mientras aparecía una lista de nombres con sus respectivas fotografías.
— ¿Alguna prioridad?— Pregunto el chico sin tomarle importancia a la lista.
—Sí, Jake Borner, venta de uranio a organizaciones criminales. —Respondió la vos mostrando los datos de la persona anteriormente mencionada.
-¿Familia?— Pregunto el muchacho ahora interesado en el sujeto que aparecía en su monitor.
—Ninguna, no sé porque te preocupas por esas cosas. — Dijo la voz.
—No quiero caras tristes, podrá ser un criminal pero su familia tal vez no lo sea. —Anidio el joven.
Después el monitor se apagó y el cuarto se ilumino, el chico tomo su teléfono e hizo una llamada.
—Traigan el traje 2A5 y una caja de herramientas. —Dijo el chico viendo una antigua fotografía.
Ahora son las 10:26 P.M., Allan se dirige a la recepción del edificio al que entro anteriormente.
—Vengo por la gotera del piso 8. —Comento el muchacho poniendo la caja sobre el escritorio de la recepcionista.
— ¿No eres muy joven para ser plomero?—Pregunto la recepcionista.
—Intento pagarme la universidad. —Respondió el joven.
Al llegar al piso 8 entro a una habitación que parecía vacía (a excepción de los muebles), Allan abrió una ventana, movió una silla para sentarse y saco s que estaba dentro de la caja. Era una M4 con mira telescópica.
Cargo el arma y la apoyo en el marco de la ventana para buscar a su blanco.
Se trataba de un ansiando, de unos 60 años de edad y gastado por el tiempo.
Justo ponía el dedo en el gatillo para accionar el rifle, una mujer se interpuso entre él y su blanco.
—Vamos preciosa, muévete—Se dijo el muchacho a sí mismo.
Y como si la mujer o los escuchara se movió, pero cuando se disponía a disparar, la mujer saco un cuchillo y se lo clavo al sujeto. Allan la hubiera matado en ese momento, si no fuera porque se dirigió hacia personas inocentes.
Rápidamente desarmo su rifle, lo oculto y salió del lugar. El chico se maldecía, al no poder hacer su trabajo perdió 50 mil dólares.
Pero lo que se preguntaba era ¿Quién era esa mujer?

 

Cap. 2 Natally.
Con unos milisegundos de dif. Interrumpía la alarma del despertador. Esa chica era muy estricta respecto a la manera de levantarse ya que había aprendido, desde muy pequeña, a ser responsable con su horario. Una ducha de agua fría, para mantenerse activa, no le molestaba el frio solo lo ignoraba.
Su vestuario era muy variado, pero su calzado tenía el mismo secreto: 2 cuchillos introducidos en las suelas. Por lo general no desayunaba, esa era su costumbre. Salía con rumbo al colegio. A medio camino se encontró con una buena amiga. — ¡Natally!—Grito la chica de cabellera negra acelerando el paso para llegar con su amiga.
—Buenos días Diane. —Contesto la castaña dándole un abrazo fraternal a su amiga.
—Creo que tengo que despertarme más temprano, para poder encontrarte. —Dijo Diane correspondiendo al abrazo.
—Si lo hicieras, tus orejas se harían más largas y tu cabello se estropearía. — Dijo Natally con una ligera sonrisa en el rostro.
Ambas chicas caminaban felizmente por la acera, pero su felicidad habría de terminar al encontrarse con Jack y Allan, a quienes detestaban con gran fuerza. Pero fue su temperamento cuando Jack las saludo “Buenos días” y ellas se vieron forzadas a responderle “Buenos días”. Aún más peor, los 4 tenían la misma ruta para llegar al colegio; Pero lo que Natally detestaba era que Allan tenía su violín. —Que chico tan presumido. —Pensaba, y es que un violín no es fácil de conseguir y difícil de usar.
Para suerte de la chica, al entrar al colegio todos tomaron rumbos distintos. Natally hubiera querido no alejarse de su amiga, pero su casillero (además de estar alejado) era el punto de encuentro de “miembros”. —En la “organización” usan fuego. — Dijo el muchacho en clave, disimulando acomodar sus libros en un casillero. —Y en la “compañía” usamos hierro. —Contesto la chica también disimulando acomodar sus libros. — ¿Quién eres?
—“Padre” me envió, dice que necesitas más protección. —Confeso el chico ahora dirigiéndose directamente a la castaña.
— ¿No cree que me puedo quedar yo sola?—Cuestiono la castaña ofendida.
—Solo cree que necesitas más seguridad, además como eres mujer…—Antes de poder terminar la oración, Natally saco uno de sus cuchillos escondidos y dijo: —Escúchame, si me vas a vigilar hazlo, pero no quiero que saques tus porquerías machistas. —
—Está bien, está bien; —Acepto el joven algo preocupado por tener un cuchillo en el cuello. Se tranquilizó un poco cuando Natally quito el cuchillo de su cuello. —Solo me intereso por tu seguridad.—Dijo el chico tomando el mentón de la chica para verla a los ojos.
Natally, aun amenazante, removió la mano del chico de su mentón y mientras cerraba su casillero decía: —Dile a “Padre” que se me cuidar sola. — Acto seguido se retiró.
El resto del día transcurrió normal, claro a excepción del chico que la vigilaba a la distancia y que para todos solo era un alumno nuevo. Al salir del colegio, mientras Natally y Diane planeaban el resto de la semana, el celular de la castaña recibió una llamada. —Jake Borner, te envió la información. —Empezó a decir una voz distorsionada tan solo contestar la llamada.
Al recibir la información Natally se disculpó con su amiga bajo el pretexto que tenía un asunto de emergencia. —Si no hay de otra. — Acepto Diane algo decepcionada.
Una vez alejados y asegurados de estar en un lugar seguro, el chico que vigilaba distante se acercó a la castaña y empezó preguntar curioso: — ¿Era la verdad? ¿Qué te dijo?—
—Oye, ¿te gustan las fiestas?—Pregunto Natally sin haber prestado atención a las preguntas que le hizo su compañero.
11:20 P.M. ese mismo día. —Si tu estas aquí para vigilarme, mantente haciendo eso y no te entrometas en mi trabajo. —Ordeno la muchacha que se había puesto un vestido plateado hermoso, un collar con bomba de gas pimienta y un cuchillo escondido en el tobillo.
El chico obedeció la orden; se alejó de la chica y empezó a vigilar a su alrededor, en especial el techo de los edificios cercanos, ya que la “organización” usaba en su mayoría rifles de asalto con mira telescópica. Natally por su lado, buscaba a la persona que tenía que matar, unos minutos de búsqueda después, encontró a su víctima.
—Es todo un anciano. —Pensó al ver al sujeto. —Trabajo es trabajo. —Se dijo a si misma lanzando un suspiro para entrar en el papel de inofensiva.
Del otro lado del tejado-alcoba, el chico se dio cuenta que en un edificio cercano, en el piso 10, salía de la ventana un cañón de rifle. —Preciosa, hay un tirador apuntándote. —Dijo rápidamente por un comunicador que tenía escondo en su muñeca.
Natally ya se había acercado lo suficiente a su víctima, pero al recibir esa noticia su cuerpo entro en pánico, rápidamente saco su cuchillo para clavárselo al sujeto y sacarlo para no dejar evidencia. Acto seguido se dirigió al grupo de personas más grande que vio.
Cuando salían de la fiesta, el muchacho preocupado pregunto: — ¿Estas bien?— A lo que ella contesto con otra pregunta — ¿Quién era?—
—Sin duda era de la “organización”. Pero tal vez no te iba a matar a ti, sino que a Jake.—Dijo el chico para tranquilizar a la castaña.
La chica más calmada dijo: —No importa, cumplí con mi trabajo, “daría mi vida por la compañía” eso dije en mi juramento. —
Investigare de quien se trataba, tal vez si lo atrapamos nos dé información. —Dijo el chico algo apresurado.
—He dicho que no importa, eso lo resolveremos después. —Acto seguido Natally y el chico (que al parecer era su compañero) emprendieron la retirada.
Aun con la tranquilidad simulada, Natally se preguntaba: ¿Seria para mí el disparo? ¿Quién era esa persona?