Totalmente Diferentes

CAPITULO IX​

Creados para Matar​

​

—¿Qué sucede? —preguntó Sasuke rompiendo el silencio.

—¡Ahh! —Suspiré. —Realmente no lo sé —articulé y él me quedo viendo extrañado.

— ¿Temes decírmelo? —cuestionó el pelinegro relajando su expresión.

—No, lo que realmente temo es que no tengas las respuestas o no quieras dármelas —dije de forma fluida. Me sentía bien de un modo extraño, estar a punto de recibir respuestas me aliviaba…, aunque no podía predecir nada.

—Bien, veamos qué puedo hacer —articuló el pelinegro, con una leve sonrisa.

— ¿Puedo? —pregunté extendiendo la mano y sentándome en el césped.

— ¿Tomara tanto? —cuestionó Sasuke mientras se sentaba y me extendía su mano.


Pov. Sasuke

—… ¿Qué querrá preguntarme? Se ve muy confundida, debo estar seguro de no decir más de la cuenta. Hasta ahora no había conocido ninguna chica con la marca. He ahí esa atracción sin medida que siento por ella, a veces quisiera poder controlarme, pero toda ella me llama, Hinata es como el aire que necesito para respirar. ¿Pero cómo logra ella contenerse? ¿Por qué nunca le ha dolido la marca? ¿Por qué no recuerda su pasado? Y más que todo ¿Cuánto sabe de esto?...

—No, solo es una pregunta —respondió Hinata separando mi mano y me congelé.

— ¿Qué? ¿Solo una pregunta? … tal vez es mejor así —pensé.

—Quiero que me prometas que me vas a responder con la verdad —completó.

—¿Por qué tendría que mentirte? —articulé y ella hizo un gesto de incredulidad —está bien, prometo que te diré la verdad —respondí —si es que se puede —pensé.

—¿Le has contado a alguien mi secreto? —dijo penetrando mis ojos con su mirada.

—No, no lo he hecho. ¿Hinata…? —me interrumpió.

—Sólo es algo que quería confirmar, Sasuke —musitó la pelinegra. Yo quería con todas mis fuerzas saber que estaba pensando ¿Por qué había iniciado por allí?

—No confías en mí, ¿es eso? —repliqué. Quería ir más allá, ir a través de sus preguntas y si podía adelantarme a ellas, pero siempre me pasaba lo mismo con Hinata, solo con ella “siempre era sorprendido”.

—Sabes que eso no es verdad —exclamó con algo de irritación —puedo hacer otra pregunta —musitó con ojos de súplica.

—Te escucho —respondí con satisfacción. Si ella seguía preguntando descubriría que tanto sabía sobre todo esto.

—¿Por qué? —musito. Se notaba como claramente trataba de mantener su rostro inexpresivo, mientras yo me preguntaba por qué se forzaba tanto a hacerlo. Acaso me ocultaba algo, si era así definitivamente quería saberlo.

—¿Por qué, qué? —indagué. Esto no era ningún juego nuestra simple existencia era un riesgo, no solo para nosotros y los que nos rodeaban sino para el mundo entero.

—¿Por qué has guardado mi secreto? —moduló con impaciencia.

—¿Por qué no iba a hacerlo? —respondí indignado.

—Bueno en primer lugar: los primeros días nos odiábamos, segundo: te golpeé… y tercero ahora sólo nos soportamos por los ensayos… a… —la interrumpí.

—¿Qué? ¿Todavía tienes que soportarme?, ¿es decir que no estarías aquí si yo no fuera él único que puede responder a tus pregun…?

Ahora estaba irritado, estaba a punto de levantarme e irme de allí, cuando ella silencio mis palabras con un beso, yo me quedé estático pero reaccioné rápido ante la sorpresa y la tomé por la cintura con mi mano derecha juntándola más hacia mí, acaricié su melena con la otra mano agarrando algo de cabello entre los dedos mientras subía de su cuello a su cabeza.

—Espera… —dijo ella separándose. —¡Te irritaste y no me dejaste terminar! No quería que te fueras así que… bueno —musitó ruborizándose un poco. Estaba sorprendido era la primera vez que ella me besaba.

—Lo siento, pero yo no… —me interrumpió ella nuevamente colocando sus dedos en mis labios.

—Eso es lo que te iba a tratar de explicar porque ni yo misma lo entiendo… —articuló con voz suave.

—Cuando te eligieron para ser mi pareja de baile, creía que mi suerte era la de un ciego que tenía por novia una modelo, para mí era mejor estar en el infierno que contigo como compañero, viste como protesté, yo te odiaba en todo el sentido mortal de la palabra. Pensé en reprobar esa materia pero esa no era una opción ya que nunca he reprobado y menos por una razón como esta, tenía otras como cambiarme de asignatura pero no pude, todas estaban copadas, también pensé en romperte una pierna…

—¿Qué? Me ibas a romper… —me interrupió.

—¡Sasuke! —dijo para callarme.

—…Hasta que llego el momento, no sé qué paso realmente, lo único que sé es que me hiciste cambiar de opinión respecto a ti y también respecto a mí… a lo que me refiero es que cuando estoy contigo no sé que esperar de mi misma, como lo del beso por ejemplo, no me imagine haciendo eso. Bueno el punto es que parecemos congeniar de cualquier forma hasta cuando discutimos… recuerdas “ambos gritándole a Kakashi las mismas palabras”… ¡que irónico!... —articulaba, ella no sabía nada sobre la marca, lo supe pero ¿Por qué no podía recordarlo? ¿Qué le paso? ¿Qué le hicieron? era la pregunta más adecuada.

—Sasuke lo que no entiendo es ¿Por qué a pesar de nuestras diferencias hemos logrado llegar tan lejos? ¿Qué es lo que sucede? ¿Se debe a esto? —hizo su pregunta final enseñándome los tres puntos negros que surcaban la muñeca de su mano izquierda. Suspiré.

—Hinata, solo te diré que sí creo que se debe a la marca —dije tomando su mano.

—Es decir que todo lo que ha sucedido, se deba a esto, ¿no porque haya sido decisión de cada uno? —replicó alterada y confundida.



Pov. Hinata
No, eso no era lo que quería escuchar, todo esto ha pasado en contra de nuestra voluntad, las palabras, las acciones…, sus besos…, el mío… ¿Acaso no habíamos elegido?, ¿qué sucedía con nuestras emociones y sentimientos?, ¿también eran forzados?... ¿Estaba predicho que iba a sufrir esto? —¡No!, ¡No!, ya no quiero pensar más en esto —articulé levantándome y empezando a caminar rápido.

—Hinata, déjame explicarte —articuló el pelinegro de forma relajada, di media vuelta y él ya estaba allí tras de mí, como siempre.



Pov. Sasuke

—No creo poder soportar esa explicación —musitó la pelinegra todavía muy confundida.

—La marca lo único que hace es que tengamos una conexión, es decir, encontrarnos era nuestro destino, lo demás es decisión nuestra —le mentí articulando cada palabra con mucho cuidado…

—¿Sasuke, conoces a alguien más que tenga la marca? —articuló la pelinegra ya más tranquila.

—No puedo decirte eso.

—¿Y si yo te dijera que conozco a alguien, tú me dirías quiénes son? —me chantajeó. Espera ella conoce a alguien con la marca… ¿Quién?... puede ser Naruto, es su hermana después de todo, no creo que sea Neji, pero Gaara… Sakura puede haber visto sus puntos debajo de su cuello y habérselo contado…

—Puedo decirte a cuantos conozco y tú también —respondí aún sin creer que había más de nosotros. ¿Ellos nunca se detendrían? ¿Cuántos éramos?

—Está bien, conozco a dos —dijo ella soltando un suspiro.

—Y yo a tres —respondí.

—Naruto, Gaara y Neji ¿verdad? —completó mientras la veía atónito. Ella lo sabía, sólo necesitaba que se lo confirme, y el número bastaba —¡Ah! Hinata me has hecho decirte más de la cuenta. —pensé con algo de ira.

— ¿Cómo lo supiste? —pregunté rendido.

—Bueno, si estamos predestinados a encontrarnos y el resto corre por nuestra cuenta, aunque no creo eso, ellos eran lo más evidente —respondió sorprendiéndome nuevamente. Ahora ya se lo había dicho. Estaba frustrado. Pero entonces, ella conocía a chicas con la marca…

— ¿Son chicas verdad? —pregunte para salir de la duda.

—Sí —respondió —Sasuke sólo quiero que me respondas esto por favor, ¿tenemos el control sobre nuestras emociones y sentimientos? ¿Podemos decidir sobre ellos? —preguntó con ánimo en sus palabras pero sus ojos estaban llenos de tristeza.

—Sí, tenemos el control emocional dominado y sobre el sentimental ni siquiera lo dominamos cuando somos humanos, ahora es peor. Te lo pongo así “es como cuando te enamoras a primera vista y solo piensas en esa persona, no puedes detenerte, pero con la evolución de la marca todo eso es más fuerte”, y la conexión entre los que la tienen es inevitable… por esa razón cuando estamos cerca nuestras diferencias quedan casi eliminadas. Para mí al inicio de todo esto, me fue difícil tratar con Naruto y Gaara pero ahora somos buenos amigos y eres la primera chica que conozco con la marca así que… ya te imaginas…

—Ya veo, así que primero conocí a mi hermano, luego a ti, a Neji, a Gaara… creo conocer a alguien más con la marca —dijo ella sonriente —y no creo ser la primera chica que conoces con ella. —completó.

—¿Por qué estas tan segura? —pregunté intrigado, mientras ambos nos levantábamos y empezábamos a caminar.

—Bueno… Sakura… creo que ella —decía en voz baja mirando sus manos como recordando.

—¿Sakura? — me impresioné.

—No he visto si tiene o no la marca, pero mucho coincide, a demás logramos congeniar muy bien, hay ratos en los que no necesitamos ni hablar —indicó la pelinegra mirando el cielo y empezó a caminar despacio.

—Eso es porque las dos están locas —bromeé caminando hasta su lado y ella me sonrió.

—Gracias, pero tú no eres la excepción —comentó en mi mismo tono —¿Sasuke? —dijo cambiando el tono de voz a uno más apagado.

—¿Dime? —pregunté.

—¿Para qué sirve realmente la marca?, ¿Qué nos hace?, ¿Por qué se supone que debe dolerme? —preguntó ella volteándose para mirarme.

Yo no quería llegar a esa parte de la conversación y ella la tomó muy rápido, esperaba eso pero no tan pronto. “Analista” ¿eso era lo que ella era o había más? “Estratega” —concluí en mi mente, recordando el ensayo. Me dolía pensar que ella era como yo, no quería ni imaginar lo que ella había sufrido, sí a mí me había torturado tanto, realmente no quería que tuviera la marca

—Deberías estar orgulloso, muchos matarían por tenerla, eres la mejor arma —me dijo un día mi hermano​

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—“…Las mejores armas…” ¡no!, somos monstros CREADS PARA MATAR Y DESTRUIR. Somos los futuros instrumentos de alguien…

— ¿Sasuke qué sucede? —preguntó ella con preocupación, yo no decírselo de todas formas algún día lo sabría pero hoy yo no tenía la fuerza para hacerlo. Por hoy ya había dicho demasiada información.

—Hinata lo descubrirás muy pronto —articulé sin poder mirarla, descansando la vista en el suelo y ella tomo mi mano derecha.

—Está bien creo que ha sido suficiente información por hoy —dijo buscando mis ojos mientras entrelazaba nuestros dedos.



Pov. Hinata

Sentí que una tristeza enorme invadió el cuerpo de Sasuke, la podía hasta respirar, ¿Qué había detrás de todo esto que lo ponía en ese estado?... Atardecía rápido el cielo se había llenado de nubes y los colores lila y anaranjado lo surcaban haciéndolo ver realmente hermoso.

—¿Cómo logras articular lo que estoy pensando? —me dijo el pelinegro que había cambiado de tono.

—No lo sé… tal vez eres predecible… pero sólo por ahora, generalmente es difícil saber qué piensas —musité y empezamos a caminar tomados de la mano.

—¿En realidad tratas de saber que pienso? —preguntó el pelinegro sorprendido.

—Sí, es más fácil actuar cuando tengo una idea de lo que vas a hacer —respondí con una sonrisa que sentía natural.

—Me gusta verte sonreír así —dijo el Sasuke —aunque falta para llegar a la felicidad que tenías en el salón —completó.

—Hay pocos momentos y pocas cosas en el mundo que me hacen así de feliz —respondí mirando al cielo y apretando su mano ¿llegaría a ser él una de esas…? —En cambio yo a ti nunca te he visto dedicar una sonrisa sincera a nadie —complementé.

—Ya tiempo que no me es necesario sonreír así, sin embargo lo hice, te dediqué una a ti, en el salón cuando te llego ese mail que te puso tan feliz, aunque no la hayas visto… —pronunció el pelinegro regalándome una de sus medias sonrisas que me empezaban a gustar demasiado.

—¿Te das cuenta que a veces somos demasiado iguales? —articulé sorprendida de mi misma, pues era cierto.

—Sí, es frustrante —dijo el pelinegro y yo lo empujé con la cadera por su comentario y Sasuke me abrazo por la cintura soltando mi mano y beso mi cuello —muy frustrante, así como tratar de saber lo que produces en mí —musito en mi oído, yo me volteé para verlo y sus manos descansaron en mis caderas.

— ¿Y se puede saber qué es lo que produzco? —pregunté sexy poniendo un mano en su cuello.

—No lo sé, pero no me molestaría que trataras de averiguarlo ahora —dijo Sasuke muy sensual apegándome a su cuerpo.

—Antes de encontrarme en el mismo dilema que tú, tratando de descifrar eso que sientes, dime algo, ¿esto ha dejado de ser un juego? —pregunté, ya sabía que había estado jugando con fuego pero antes de salir más quemada de lo que ya estoy, quería saber si Sasuke lo empezaba a tomar esto como yo…


espero que les haya gustado el capi =^^=
Saludos =^^=
XOXO Yuen

 

CAPITULO X ​

Como princesa… enjaulada​

—Hace tiempo que dejo de serlo —susurró, cerré los ojos y sentí sus labios rozar los míos, encajando pronto la misma forma, podía sentir el calor de su cuerpo en mi paladar, el sabor de sus labios en mi garganta, el fuego encenderse en mi estómago, la dulce sensación recorriendo mi cuerpo.

Un beso que empezó siendo suave y tierno, encendiendo la pasión del cuerpo, con una mano en su cuello y la otra en su pecho, acariciando su cuerpo… y yo con todos mis deseos fuera de control. Ni siquiera soltaba sus labios para tomar aire, no me hacía falta, sentía que él me lo daba. Entrelazamos nuestras manos, mi cuerpo temblaba debido a la pasión que estaba a punto de desbordarse de él y apreté su mano fuerte mientras con la otra apegaba más su rostro al mío, sujetándolo por el cuello y él apretaba mi cuerpo al suyo tanto que estaba de puntillas y de repente…

— ¡BOOM! —un golpe en la muñeca de la mano que tenía entrelazada con Sasuke, nuestras marcas se habían tocado, pensé que era eso… ahora mi brazo entero me quemaba. Quería gritar con todas mis fuerzas pero no podía, “no debía”.

Empecé a concentrarme en otra cosa para no pensar en el dolor, era como si me fueran quemando el brazo poco a poco, como con metal al rojo vivo, despellejándolo suavemente.

Sasuke me sostuvo antes de que cayera al suelo, ya que debido al dolor no me pude mantener en pie, sostenía mi brazo… —¡Hinata pronto se acabara! —me consoló el moreno y me tocó la marca suavemente con los dedos, primero sentí un alivio pero el dolor se transportó a mi columna vertebral, empecé a convulsionar, me imaginaba como un gato erizándose al máximo para escupir una gran bola de pelo.

—Se está moviendo… —articuló Sasuke muy sorprendido ¿Por qué no iba por ayuda?, acaso sabía que todo esto saldría bien, ¿Qué yo estaría bien?, me relajé un poco al pensar en eso, pero el dolor y el fuego que sentía era imparable, sentía el quemar mis piernas, mi cuerpo entero ardía en un infierno. Cerré las manos haciendo puño hasta que mis uñas incrustadas en mi piel la hicieron sangrar…

Respiraba agitadamente y mantenía los ojos cerrados, concentrándome en no gritar, sentía el hades transitar por mis venas con todos sus demonios clavando sus tridentes en ellas, cuando llego a mi corazón escupí sangre, pues sentí un fuerte golpe cuando la sangre ardiendo entro en el.

Sasuke, ahora me sostenía por la espalda y demasiado fuerte para ser normal, estaba acorralada por sus brazos… al fin pude abrir los ojos y de inmediato observe que uno de los puntos se había movido, ahora ya no eran una línea sino un triángulo perfecto. Los lentes empezaron a estorbar y me hacían ver un poco nublado.

—Ya se ha terminado —indicó Sasuke soltándome suavemente.

—¿Qué sucedió? —pregunté aturdida después de unos instantes.

—Para hacerlo simple, te diré que acabas de evolucionar —articuló el pelinegro que se había puesto ya frente a mí.

— ¿Estás bien? ¿Cómo te sientes? —preguntó al final.

—Bueno, no estoy mareada y me siento de cierta forma muy fuerte como si mi cuerpo hubiese cambiado… pero aun así estoy asombrada. Si eso estar bien entonces lo estoy —musité despacio por la impresión que aun tenía. Miré mis manos y allí estaban las marcas que habían dejado mis uñas, estaban sanando y al menos ya no sangraban.

—Sí, estas bien —afirmó él con una sonrisa de alivio —te explico, tu cuerpo ha cambiado en realidad, ahora veras el mundo de otra forma, lo oirás de otra forma… Hinata, todos tus sentidos se han agudizado, incluso ahora eres más fuerte… —decía él.

—Sí, siento lo que me dices, ahora ¿Podrías indicarme tu mano? —le pedí estirando la mía para tomar la suya. —Esto es lo que no entiendo ¿Por qué si tu ya sufriste esto, no se movieron tus puntos y los míos sí? —pregunté confundida y él puso la misma mirada.

—Supongo que tu desarrollo es más acelerado que él mío… que el de todos… —respondió confuso.

—Bueno, al menos ya no soy una humana normal, aunque nunca lo fui —dije con media sonrisa. Me gustaba esto, si realmente lo estaba disfrutando. Ya me veía como una súper heroína…

—¿Hinata estás disfrutando esto? —enunció Sasuke asombrado.

—Esto, un poco… —articule con media sonrisa.

—¡Hump! —dijo el meneando la cabeza en sentido negativo —mejor te llevo a tu cuarto, necesitas descansar —indicó sonriendo pícaramente pero no le di el gusto más bien le seguí la corriente tomándolo por el brazo.

Cruzamos así casi todo el colegio y todos nos regresaban a ver, incluso algunos licenciados “Sasuke caminado con una chica sujetando su brazo, debe haber sido un espectáculo esperado por años”.

—Mira, parecemos estrellas rodeadas por un montón de paparazis, dispuestos a sacar su cámara en cualquier momento —reí con sarcasmo.

—¿Quieres aumentar la publicidad? —dijo el pelinegro tomándome de la mano y entrelazando nuestros dedos. Sasuke disfrutaba el momento, ahora todos los licenciados nos veían….

—Sasuke… —musité abrumada por todas las miradas que nos caían como flechas.

—¿Qué? ¿Quieres un beso? —preguntó el riendo abiertamente. Era injusto, él estaba acostumbrado a esto, pero en cambio yo era de las que generalmente huía de la atención de la gente.

—¡NO!, ¡ni se te ocurra! —cas chillé poniéndome roja de solo pensarlo y su sonrisa malévola y picara se hizo más grande. Él disfrutaba verme así. Pero me las pagaría.

—Pensaba pedirte que fueras mi novia y ¿quién mejor que todos para atestiguar? —pronunció el muy salvaje, yo ya me desmayaba, prefería estar en estado de transformación y con el infierno en mí, que aquí y ahora con él diciéndome todo esto frente a todos en el comedor principal.

En eso se acercó mi querido hermano con un micrófono en la mano. Ahora, yo ya iba a salir corriendo y Neji que había estado tras de mí, me detuvo.

—No, no —articuló el chico de orbes perlas, cruzando los brazos sobre su pecho, diciéndome con su gesto y su mirada que era mucho más rápido que yo.

Vi a Sakura guiñarme un ojo desde el fondo del salón y mis piernas empezaron a temblar, Gaara a su lado esbozada una enorme sonrisa de victoria…

Era la hora de la cena y como yo nunca había bajado no sabía que se llenaba tanto el comedor principal, allí estaba todo el colegio y lo peor de todo es que estaban observándonos.

—Damas y caballeros, chicos y chicas y todos los aquí presentes… —dijo mi hermano por el micrófono hecho el muy serio y a Neji se le escapo una risita, mientras yo apretaba los dientes.

—En esta noche todos serán testigos de un acontecimiento muy importante en la vida de uno de mis mejores amigos —articuló Naruto golpeando con el puño el hombro de Sasuke, este le sonrió y yo me acerque a él.

— ¡Sasuke vas a morir! —susurré enojadísima tratando de no romperme los dientes de lo apretados que los tenía. No podía creer aún lo que estaba pasando, pero era mejor seguir que armar un escándalo más grande y sólo alrededor de mí.

Sasuke me sonrió y me acarició el rostro como si le hubiera dicho algo lindo en vez de una amenaza de muerte.

Neji tomo el micrófono y Gaara te lanzó una bata de laboratorio, la que se colocó en señal de que él iba a interpretar el papel del padre que nos iba a casar. Todos rieron y cuando Neji estuvo listo se aclaro la garganta en el micrófono para que todos hicieran silencio.

—En esta noche queridos hermanos (risas), todos nosotros vamos a presenciar algo que una vez creí imposible… ¡Eh aquí la chica que ha conquistado el corazón de mi amigo! —dijo Neji señalándome mientras Naruto me tomaba del brazo, y yo trataba de recordar cómo se respiraba. Estaba muy nerviosa y sentía que pronto me iba a desmayar, a demás que me sentía tan roja que la luz de alto de un semáforo quedaría opacada.

—Tranquila —me susurró mi hermano con esa sonrisa tan limpia, natural y de corazón como siempre.

—Ahora, la entrega oficial —dijo Neji sonriente.

—Yo como hermano de Hinata, hago el honor de concederle su mano, sólo su mano (risas) a mi mejor amigo. Él cual sé que la cuidara y la amará con toda su vida y sus fuerzas —articulo Naruto haciendo que todo parezca de ensueño y depositando mi mano en la de Sasuke. Yo no me atrevía a mirar alrededor, era suficiente sentir que todos nos miraban, no quería comprobarlo.

—Sasuke Uchiha, aceptas a esta linda chica como tu novia: para amarla, respetarla y cuidarla hasta que la muerte los separe —dijo Neji extendiendo el micrófono para que Sasuke diera su respuesta.

—Sí, acepto —dijo claramente el pelinegro que tenía el rostro reluciente de felicidad, ahora esa felicidad era de complacencia o emoción no sé, creo que estaban mescladas.

—Hinata Uzumaki, aceptas a este loco, presumido y excéntrico, a este mi mejor amigo, como tu novio: para amarlo, respetarlo y soportarlo pero más que todo soportarlo, hasta que la muerte los separe —dijo Neji entre risas acercándome el micrófono para que dijera la respuesta y yo solté un suspiro.

—Acepto —murmuré y regresé a ver a Sasuke apretando su mano.

—Ahora el novio puede besar a la novia —articuló Neji y Sasuke se me acerco y me dio un suave y tierno beso.

—TE ODIO —susurré en su oído mientras escuchaba los alaridos, silbos, aplausos y sonidos provenientes de todos los que estaban en el comedor.

—TE AMO —respondió en contra. Me paralicé, no esperaba escuchar eso… me volteé para ver y toda la habitación tenía la mirada clavada en nosotros, algunas licenciadas tenían esa mirada de ternura, otros de asombro, me detuve un rato en las de odio las cuales me reconfortaron un poco, claro que eran las de Ino y su clan, le sonreí malévola y le asenté un besito en la mejilla a Sasuke sólo para deleitar mi ego, y él me abrazo con una mano. De repente un grupo de más o menos diez personas se nos acercó.

—Bienvenida a la familia “Hinata Uchiha” —dijo un joven de cabello largo y negro, de facciones casi idénticas a las de Sasuke.

—Hinata te presento a mi hermano Itachi —dijo Sasuke un poco más serio.

—Hola y gracias —articulé observando al resto del extraño grupo.

—Espero que mi hermanito te esté tratando bien —pronunció Itachi con cortesía. —¡Oh!, disculpa te presento al resto del grupo ellos son: Kisame, Deidara, Sasori, Tobi, Zetsu, Konan, Pein, Hidan y Kakuzu —dijo el pelinegro señalándolos uno por uno mientras los nombraba en el orden que se habían parado a su alrededor y todos decían hola.

Respondí con una sonrisa a sus saludos, todos y cada uno de ellos me pareció extraño al máximo; yo me consideraba una rareza pero ellos le daban otro significado a esa palabra algo como “extremo”. Entonces recordé la marca y por una parte me sentí me aliviada.

—Bueno, les robo a la novia —dijo Sakura sacándome de apuros.

—Gracias Sakura —balbuceé mientras nos alejábamos de allí.

— ¿Qué fue eso? —preguntó cuando ya estuvimos fuera.

—No lo sé, dime tú que me guiñaste un ojo —mascullé pensando que se refería a la broma de la boda.

—No, eso no, lo del grupito de Itachi —dijo como alarmada.

— ¡Ah! No sé —respondí más tranquila —ellos se incluyeron de repente —completé.

—Ellos son por así decirlo “información confidencial” —moduló Sakura ahora con emoción.

— ¡Ah! Pues no me interesan, sabes que odio eso del “yo soy más importante que tú” —musité apretando los dientes.

—¡Hinata! Ellos nuca se acercan por nada, sólo ten cuidado ¿sí? —articuló ella cambiando a su tono de preocupación.

—Sakura a ¿Qué te refieres? Tus cambios de ánimo me están dando dolor de cabeza —dije yo algo impaciente.

—Sólo es algo que presiento —dijo ella y yo la quede mirando con un “Solo eso, estas bromeando” en toda mi cara.

—Espera, Sakura, hay algo que quiero hablar contigo y es muy importante ¿te parece si vamos al cuarto? —pregunté y empezamos a correr.

— ¿De qué se trata? —respondió la muchacha de cabellos rosas cuando ya hubimos llegado al cuarto. Tomé un marcador y pinté un punto justo donde el otro se había movido.

—Esto es entre nosotras ¡está bien! —aclaré y ella asintió seria — ¿has visto está marca antes, me refiero a los tres puntos? —pregunte mostrándole mi muñeca, tapando el punto que formaba el triángulo dejando solo la línea.

—Sí… —dijo ella emocionada —tienes los mismos que yo —articuló alzando un poco su blusa, mostrándome los tres puntos que se situaban bajo su ombligo, en línea horizontal.

—Bien, ¿te han dolido alguna vez? —pregunté. Había confirmado lo que suponía Sakura era una persona más con aquella extraña marca.

—Sí, algunas veces pero nada grave —dijo ella extrañada.

— ¿Qué oyes? —volví a preguntar. Quería ver cuánto se habían desarrollado su cuerpo, no podía hablar de poderes pues según lo que intuía éramos maquinas diseñados para matar y así era como debíamos ser, más fuertes, más rápidos.

—A ti —respondió ella con una mirada cada vez más interrogante.

—Concéntrate, ¿qué oyes? —insistí. De cierta forma sabía que ella no sabía nada de esto, ni lo que le ocurría a nuestro cuerpo y menos aún nuestra naturaleza sedienta de sangre.

—Se acerca alguien —respondió con un poco de asombro. Bien esto empieza a dar resultado.

—Bien, ¿puedes oír que dice? —una nueva pregunta que respondería otra interrogante para mí si ella había evolucionado tanto como yo.

—No, solo un gorgoreo, nada claro —declaró confirmando mis dudas.

—¡Ok! Todavía te falta un poco —musité. —¡Ah! Si son Gaara y Sasuke preguntándose ¿Por qué nos fuimos? —le comenté en voz baja al oído mientras la jalaba al lugar más alejado de la habitación, púes sabía que Sasuke podría oír…

Un instante después la puerta sonó, yo me relaje dejándome caer en la cama.

—Siga —articuló Sakura que había tomado un Cd y lo colocaba en el equipo, disimulando y yo le sonreí cómplice.



Pov. Sakura

—Permiso —dijeron Gaara y Sasuke entrando al cuarto y Sasuke cerró la puerta empujándola con el pie.

Le di un suave beso a Gaara, mientras oía que Sasuke le preguntaba a Hinata ¿por qué nos habíamos ido? Junto a Gaara mirábamos la escena, yo por mi parte muy interesada Hinata siempre lograba sorprenderme, Gaara me abrazó por la cintura situándose detrás de mí y apoyando su barbilla en mi hombro.

— ¿Cómo te atreviste a hacerme algo así? —le replicó Hinata parecía histérica y pensé que le iba a gritar todo lo que no le había gritado en el comedor y sonreí pues Hinata había actuado justo como lo predije. Estaba complacida de poder ir comprendiéndola un poco más.

—Bueno pensé que si estábamos frente a todos no negarías la propuesta —dijo el pelinegro muy calmado y con una sonrisa de satisfacción.

Hinata suspiró relajándose o eso era lo que yo pensaba y empezó a hablar muy seria, yo diría que demasiado —Puede que ahora estemos casados —bufó —pero eso no significa que no esté enojada y que vaya a perdonarte —replicó con ira.

—Me las vas a pagar —lo amenazó —ahora si me disculpan necesito aire —concluyó levantándose de la cama. Toda mi complacencia se esfumo, Hinata había utilizado la diplomacia en vez de gritarle y armar un escándalo por el asunto. Cuando volví a la realidad después de mi decepción de visualizar a Hinata perdiendo los estribos por causa de Sasuke…

—Hinata ¡NO!.... —me interrumpió

—¡Sakura por favor! —me suplicó y salió del cuarto.

Observé a Sasuke inmediatamente después de que Hinata saliera parecía muy calmado y concentrado en algo… me extrañe de que no hiciera nada y entonces se levanto de la cama.

—Perdón chicos —musitó saliendo del cuarto.

—Hinata lo ha llamado —me dijo Gaara y lo regresé a ver extrañada, mas luego recordé lo de la marca y que Hinata los había escuchado venir y sonreí picara por la actuación de Hinata…


espero que les haya gustado el capi =^^=

de antemano gracias por sus comens y sugerencias y esta vez me gustaría saber cual fue su parte favorita en el capi y que esperan para el próximo. Bueno nos vemos en el próximo capitulo.

XOXO Yuen

 

CAPITULO X​

A hurtadillas​

—¿Gaara tú también tienes la marca de los tres puntos? —articulé mirando sus ojos turquesas

—¿Y tú qué sabes de eso? —respondió haciendo que gire para poder verme.

—Esto… ¿puedes decirme? —articulé recordando que Hinata había dicho “entre nosotras”.

—Sí, la tengo y tú también ¿verdad? —aseguró viéndome fijo.

—Sí —respondí mientras él desabotonaba su camisa.

—Mira —dijo indicándome los tres puntos que estaban debajo de su cuello. Yo por mi parte alce un poco mi blusa para mostrarle mi marca —Lo sabía —murmuro rosándolos de inmediato un fuerte dolor invadió mi cuerpo…

En otro lugar del colegio…


Pov. Hinata

Salí del cuarto aparentando estar muy enojada, recorrí el pasillo hasta llegar al final.

—Sasuke ¿no vienes? —murmuré sabiendo que podía escucharme y caminé hasta el jardín oeste del colegio. Es mi favorito, pues es el único que tiene pilas de agua y luz fluorescente, me senté al borde de la pila grande, la estatua de la mitad de esta consistía en dos grandes cisnes que entrecruzaban sus alas, el agua salía por sus bocas y algunas plumas haciendo ver una ilusión de vuelo en ellos… miraba ahora el cielo cubierto con miles de estrellas, pero al final tan negro como los ojos de Sasuke, al recordar eso puse una mano en mi corazón pues empezó a latir muy rápido, me levanté y empecé a caminar para calmarme, cosa que no funcionó, pues apenas hube dado tres pasos Sasuke ya estuvo allí con sus manos alrededor de mi cintura.

—Debería golpearte ¿sabes? —articulé girándome para ver su rostro.

—Yo quisiera besarte —respondió en contra el moreno.

—¡Humm! —musité alzando las cejas.

—Casi me creo la rabieta que armaste allí dentro —pronunció con media sonrisa.

—Más vale que la creas, a demás Sakura no le hubiera dado ni un solo beso en los labios a Gaara con nosotros allí dentro, ni yo tampoco a ti —dije con un tono sexy —ahora lo del beso… creo que primero tendrás que atraparme —reí empezando a correr.

—Hinata me lo pones demasiado fácil —respondió Sasuke que ya estaba frente a mí y antes de que me sujetara me escabullí.

—Bien, quiero ver que tan rápida puedo ser —dije y Sasuke ya estaba nuevamente a mi lado tratando de atraparme.

—¿Decías? —comenté burlándome de su anterior comentario, al ver que no lograba atraparme.

Empezó el juego, Sasuke en ocasiones me rozaba pero no conseguía sujetarme, a mí esto de la marca, la evolución, ser mucho más veloz me encantaba, jugar a las cogidas no hubiera sido tan divertido siendo una simple humana.

—Eres buena —dijo Sasuke —y muy rápida por cierto, creo que es porque se movió un punto de tu marca —comentó el pelinegro tratando de poner una mano en mi cintura pero ya estaba detrás de él, de repente sentí un calor en mi mejilla, era un beso de Sasuke y me congelé, un segundo de descuido basto para que me atrapara yo forcejeé intentando zafarme y ambos caímos dentro de la pileta en un gran chapuzón.

Empezamos a reír mientras nos sentábamos dentro de la pila con agua.

—Fue divertido —aclaré sonriente mientras miraba el cielo. Era feliz, sí, realmente estaba feliz, todo mi cuerpo lo gritaba. Regresé a ver a Sasuke y él tenía la misma sonrisa que yo en su rostro.

—Lo logré —murmuró para él, cambiando su sonrisa a una de satisfacción y tomando mi mano por debajo del agua. Nos miramos y suavemente nos acercamos para darnos un beso mientras el agua caía sobre nosotros.

Salimos de la pila y el viento hizo que nuestros cuerpos temblaran debido al frío, cruzamos rápidamente los pasillos del colegio dejando solamente pequeñas gotas de agua a nuestro paso debido a lo rápido que corríamos, llegamos a mi cuarto…

—Nos vemos el fin de semana en mi casa —articuló el pelinegro poniendo una mano en la pared mientras yo me arrimaba a ella.

—¿El fin de semana? —pregunté sorprendida, era miércoles, faltaban dos días.

—Sí, me voy de viaje con mi hermano —respondió Sasuke acariciándome el rostro.

—Dos días —murmuré por lo bajo, aturdida “ahora ya no podía esperar dos días” pero debía hacerlo —Bien, entonces nos vemos el fin de semana —musité pensando que hacer durante dos días. Miré al suelo y se estaba formando un charco de agua alrededor de nosotros y reí.

—Bueno, me voy antes de formar un océano aquí —dijo el moreno besando mi frente y volteándose para irse. Lo detuve por la mano y él regreso a verme.

— ¡Te vas dos días y me vas dejar sólo con un beso en la frente! —repliqué y él sonrió satisfecho.

Nos dimos y tierno y largo beso, lo abracé por el cuello tocando su cabello mojado, él retiro un mechón de mi rostro y ambos nos miramos.

—Nos vemos —musitó dejándome un beso en la mejilla y corriendo a toda prisa.

—Ya te extraño —murmuré entrando al cuarto.

—Yo también —oí que me respondió.

— ¡Que romántico! —canturreó Sakura sonriente, mientras se levantaba de la cama — ¿puedo saber por qué estas mojada?

—¿Y yo puedo saber por qué estas tan feliz? —respondí evadiendo su pregunta, ella se alzo la blusa indicándome su marca y al igual que yo se le había movido un punto formando el dichoso triangulo. Yo le indique mi puño y ella frunció el ceño.

— ¿Cuándo sucedió? —pregunté acercándome a ella sin quitar la vista de los puntos en su abdomen.

—Cinco minutos después de que te fueras —respondió rosando suavemente los tres puntos negros.

—Por lo visto Gaara te ayudo —comenté pícara alejándome un poco para ver su rostro sonrojarse y expresar una tímida sonrisa.
—Un poco, no pudo detener el fuego —bufó desviando su mirada de la mía.

—Hump! Claro que no, pero evitó que te arrancaras la piel con las uñas —respondí secamente al ver su reacción ante mi pregunta camuflada.

—Bueno, sí, tiene una fuerza sorprendente —comentó mientras yo empezaba a quitarme los zapatos.

—Y a ti ¿Cuándo te pasó? —preguntó un poco curiosa.

—En la mañana antes de la broma de la boda —reí…

—Es decir que tu ya… y no te molestan los lentes —articuló sorprendida.

—Estoy acostumbrándome a ellos —aclaré mientras me los quitaba y los ponía en un frasquito, viendo el reflejo de mis ojos plateados en el cristal de la ventana.

—Ya veo y ¿por qué estas mojada? —preguntó nuevamente.

—Me caí en la pileta jugando con Sasuke —comenté tratando de sonar lo más aburrida posible sobre el tema, no quería una lluvia de preguntas acerca de mi relación con Sasuke.
.
—Ahora entiendo por qué oía el agua mientras él corría —articuló —y ¿Qué vas hacer durante estos dos días?

—No lo sé aún, tal vez intenté descubrir qué más puedo hacer con estos súper sentidos. A demás creo que debo decirle a mis padres lo de estos ojos… —respondí meditando sobre cómo debería hacerlo. —Mis ojos…

Me quite la ropa mojada, me duché, cuando ya me hube puesto la pijama me tumbé en la cama y para mi mala suerte no tenía una sola gota de sueño.

—¿Sakura quieres intentar algo? —susurré con una sonrisa. —Veamos que tanto podemos oír —escribí en un papel, no quería que escucharan y sentía que lo estaban haciendo.

—Me parece excelente yo estaba intentando eso —respondió…

—Entonces ya lo hiciste y qué tal te fue con esa tarea —articulé ahora sentía, estaba segura que escuchaban.

—No tan bien, pensaba en revisarla mañana —dijo ella comprendiendo lo que hacía.

—Yo tenía unos apuntes, lo de Kira me dejo inspirada —respondí abriendo la laptop.

—Ya veo creo que pase esos puntos por alto —decía ella mientras yo escribía:
—***Lista, finjamos hacer la tarea***.

—Mira lo que sucede es que creo que la pitón te altero los nervios —reí mientras Sakura se concentraba.

—***Se ríen*** —escribió.
—*** ¿Quién?*** —pregunté.

—No lo sé, creo que estaba lejos de clase con Kira a mi lado —respondió a las dos preguntas.

— ¡Ok! No tengo sueño, le hace falta algo de música a este silencio —comenté y Sakura rio

—***Crees que podamos concentrarnos con música***.

—Sí, esto, Paramore o Evanscence ¿Qué eliges? —pregunté tomando los discos.

—Ninguno, mejor coloca este, me lo presto Gaara, es Simphony X —dijo Sakura lanzándome el disco, que atrapé a velocidad con dos dedos.

Ambas nos sentamos en el piso alfombrado, estuvimos quietas por un cuarto de hora más o menos, y escuchamos atentamente.

—¡¿Oíste eso?! —dijo la chica de cabello rosa alterada, mientras yo le fulminaba con la mirada.

—¡Wow! Qué buena puntada, voy por la guitarra, retrocedes la canción por fa —complementó con emoción, yo me puse de pie para tomar la guitarra al igual que ella y el mando del equipo para no tener que estar levantándome cada diez segundos.

—Claro, intentemos sacarla —articulé con falsa emoción, ni siquiera había escuchado la música, pero parece que Sakura sí, pues las tonadas eran buenas…

Deslicé mis dedos sobre las cuerdas de la guitarra y ambas empezamos a sacar la canción, se hizo un poco complicado a pesar de tener la velocidad a favor, necesitaba practicar muchísimo y lo sabía, no logras entonar bien una instrumento sólo por no ser un humano normal, la práctica es muy importante… ensayamos como media hora y luego…

—Hinata ¿Por qué crees que nos desarrollamos más rápido? Me refiero a la marca nuestro puntos se movieron —preguntó Sakura y yo le seguí la corriente, suponiendo que era algo que querían escuchar ellos.

—Creo que es por ser mujeres, si lo analizas del modo en el que nos desarrollamos cuando somos humanos, somos primeras casi en todo, metabolismo, hormonas, inteligencia… aun que parece que los chicos no logran desarrollarse en la última parte —bufé imaginando la cara de Sasuke al oír eso.

—Sí, yo también lo creo —coincidió Sakura y una risita se escapó de sus labios.
Empecé a tocar una suave melodía en la guitarra, Sakura paró la música para oír lo que yo entonaba… —Es muy linda, esa melodía es preciosa, ¿dónde?, ¿dónde la aprendiste? —pronuncio ella asombrada, creo que fascinada.

—La melodía es un recuerdo que tengo de cuando era pequeña, es lo único que recuerdo, pero está incompleta —respondí y la voz de Neji se oyó a lo lejos.

—Yo, yo conozco esa… —fue interrumpido, apostaría que le taparon la boca, todos de una sola vez, pues se oyó un golpe muy fuerte, como si le cayeran encima.

—Sakura creo que es hora de dormir —dije fingiendo un bostezo y riendo por el estruendo, imaginando a Neji aplastado por los chicos. En un parpadeo puse la guitarra en su sitio y me tumbé en la cama. Esperé hasta que Sakura se durmiera, pensando en cómo escaparme del colegio a esa hora, todavía no era muy tarde apenas daban las 10:00 de la noche, tenía que decirles esto a mis padres… y sentía que hoy era un buena noche para hacerlo.

Aguce el oído, la mayoría del colegio dormía. Era curioso, había lugares que en los que no podía oír absolutamente nada más que un molesto silbido que lastimaba mis oídos, un silbido que tapaba las voces.

Cuando oí a Sakura su respirar acompasado, me levanté de la cama y fui al baño haciendo el menor ruido posible abrí las llaves del lavamanos y bajé la del inodoro, mientras el agua ocultaba mis movimientos tomé mi mochila, unas cosas y salí del cuarto apresuradamente.

Llegué al parqueadero y para mi suerte Naruto era un descuidado, o creo que se le olvido cerrar la puerta del copiloto, cosa que no me sorprendería, encendí el auto como ladrón juntando los cables y casi se activa la alarma automática por unos segundos y hubiese estado en problemas. Ese fue una de los trucos que aprendí con Hotaru, cuando ella quiso pasearse en el porche de un tipo que llego al orfanato, recuerdo que para aprender a hacerlo, se puede decir que hasta robamos un camión, ja, ja, nunca pensé que tendría que utilizar eso en esta nueva vida pero uno nunca sabe

Una vez que hube pasado las puertas del colegio dándole un millón de escusas al portero para que me dejara salir a esa hora…

—Por favor, por favor es muy importante —le rogué al portero al final de todo mi discurso, con ojitos de gotita y me dejo salir.

Iba a 190 km/h, por la avenida a esa velocidad llegaría en quince minutos a mi casa.

—Demasiado tiempo —murmure y subí la velocidad hasta llegar a los 220 km/h. Lo mejor de todo y algo que me alegró fue que a Naruto le gustaran los autos muy rápidos, además tenía muy buen gusto, lo admito, aunque yo prefería los deportivos para dos personas. El tenía un Audi y yo no tenía uno todavía.

Lo que me sorprendió fue que a pesar de la velocidad a la que viajaba podía distinguir todo, hasta la más mínima partícula a mí alrededor, aún con los lentes puestos y eso me entusiasmo más.

—No crees que vas demasiado rápido —escuché que me decía la voz de Sasuke, solté una pequeña sonrisa mientras le daba más gas al auto.

—No demasiado —murmuré mientras veía como la manija de la velocidad llegaba al tope —y sabes que me urge llegar a mi destino —comenté.

—Naruto se cabreará al no ver su auto mañana —comentó el moreno que aún no veía pero sabía que estaba muy cerca.

—Él me debe una por lo de la cena así que no puede quejarse —musite entre risas.

—Y puedo saber en ¿dónde aprendiste a robar autos? —bufó él moreno.

—Creo que esa conversación es demasiado larga —contesté abriendo la ventana un poco.

—Temes decírmelo —me reto mientras yo sentía que algo se apoyaba en el techo de auto.

—¿Por qué debería temer? Es sólo que ya llego a mi casa —repliqué molesta por la sola idea de temer algo de él.

—Entonces dime —insistió.

—Lo aprendí en donde me crié, fue una gran y loca experiencia —comenté resignándome mientras reducía la velocidad.

—¿Tú sola? —preguntó forzándome a seguir con la conversación.

—No, con una amiga. —respondí secamente.

—…Sasuke ya deja de dar vueltas a esto y dime a ¿Dónde quieres llegar? —articulé impaciente mientras ingresaba al garaje.

—Bueno, quería pedirte disculpas por haber escuchado tu conversación con Sakura hoy, la melodía me gusto mucho, a demás que fue interesante tu conclusión quizá tengas razón en algunos puntos —dijo él mientras estacionaba el auto en el garaje de la parte de atrás de la casa.

—Neji conoce la melodía, podrías decirle que me la enseñe toda, parece que hay una conexión entre nosotros dos a demás de lo de la marca —comenté.

—Claro se lo diré —respondió Sasuke abriéndome la puerta del auto. Sonreí.

—Creo que tu hermano te espera para el viaje —le recordé.

—Que se aguante, a demás aún hay tiempo —replicó.

—Bueno pues yo debo entrar, están esperándome —me disculpé pues oía la voz de mi madre preguntándose que hacía yo en la casa en este momento.

—Tienes razón, creo que debes entrar —dijo el pelinegro esfumándose en la oscuridad de la noche. Cuando ya no lo sentía ingresé a la casa y observé a mi madre parada a unos pasos de la puerta, parecía horrorizada tenía los ojos dilatados, ¿realmente estaba alarmada por mi llegada tan repentina?

Los padres, todos son iguales, ven llegar a su hija a la casa en un día que no es común y ya piensan que has estado a punto de morir o metido en un gran lio.
Suspiré y esbocé una sonrisa antes de que mi madre dijera…

—Hina… ha ocurrido algo malo, ¿Qué paso? —parecía desesperada.

—Madre tranquilízate, toma un respiro —articulé haciendo una pausa mientras ella trataba de relajarse. — ¿Listo?... ahora tengo que hablar con mi padre y contigo —concluí. A Yui le gusto que los llamara padres y sonrió pero sin ocultar su preocupación.

—¿Es grave? —preguntó sin poder contenerse mientras caminábamos hacia la sala.

—Es algo que quiero que sepan, ¿si es grave o no?, no lo sé, sólo es algo sobre mí que deseo mostrarles —comenté relajada. A demás que podía pasar que fuera peor que no ser humano. Al menos para mí. Nada.

En la sala esperamos que papá saliera del estudio, mamá ya no sabía qué hacer para calmarse, creo que Naruto le había dado buenos sustos y conociendo como es él, casi podría asegurarlo.

—Madre si no te tranquilizas mi padre va a pensar que realmente es algo malo —dije tratando de calmarla y ella empezó a jugar con los dedos. Yo puse mis ojos en blanco, era como una niña esperando su castigo por haber hecho una travesura grave.

Cansada de sus nervios, tomé su mano y entrelace nuestros dedos, eso pareció calmarla un poco… papá entro al salón, yo de inmediato me puse de pie y él se acomodó en el sofá a lado de mi madre.

—Creo que esto les debieron haber dicho en el orfanato —comencé. —Alguna vez se preguntaron: ¿Por qué era la mayor de todos los niños?, ¿Por qué a pesar de haber llegado allí cuando solo era una bebé, no me habían adoptado hasta ahora? —articulé y una lágrima amenazó con salir de mis ojos. Mis nuevos padres me miraron con ternura y confusión.

—Kiróv, Yui, padres… —dije dándoles la espalda para sacarme los lentes. Cuando lo hube hecho me giré cerrando los ojos. —Esto es para mí la razón de porque nunca me adoptaron cuando era pequeña, hasta era más aceptada cuando puse las lentillas de color negro sobre ellos. —terminé de hablar abriendo los ojos.

—¡Es una Hyuuga! —dijo mi madre con sorpresa.

—Es una Uzumaki —corrigió mi padre —hija hay muchas cosas que debes saber sobre ti y sobre la herencia de tus ojos… —Suspiró al final.

—Tienes una familia muy grande —dijo mi madre con felicidad en el rostro.

—Una verdadera familia —dijo mi padre con pesar.

—Ustedes son mis padres ahora y no quiero una familia nueva. Esta es mi familia. —articulé firme y dándoles a entender que para mí ellos eran mis padres, que no importaba mi pasado, ellos me habían recibido con los brazos abiertos, les basto sólo verme para tomar la decisión de que yo formara parte de su familia y estaba muy agradecida por eso. A demás ellos reaccionaron ante la noticia de mis ojos mejor de lo que podría esperar cualquier chica con los ojos del color de la luna.
Ahora era feliz.

—Tenemos que hablar con los Hyuuga —dijo mi madre y mi padre asintió meditabundo.

—Hoy ha sido un día muy largo para todos y más para ti hija, vamos a descansar —dijo mi padre levantándose junto a mi madre y poniendo una mano en mi hombro.

—¿Hay algo que deba saber? —articulé intrigada por la expresión de mi padre.

—Nada importante Hinata —respondió él con calma —ya es tarde, mañana iremos a la mansión Hyuuga, será un día interesante —complementó.

—Ve a dormir Hinata —dijo mi madre mientras salíamos de la sala y nos dirigíamos a nuestras alcobas.

Entre a mi cuarto y me puse a tocar la guitarra sentada en el filo de la ventana viendo la hermosa luna…

Pensaba en que lo no tan importante que mi padre había decidido no contarme. Tocaba la melodía que había oído cuando era una niña, tan suave, tan dulce, mientras cerraba los ojos intentando recordar el resto de la canción.
Recordé mi sueño, la muerte de mis padres… ¿Qué era lo que yo no debía saber? Era parte de la familia Hyuuga… ¿Qué era Neji para mí? ¿Por qué habían muerto mis padres? ¿Los asesinaron?... pensar en esto hizo que las lágrimas rodaran por mis mejillas.

—No llores por favor —dijo una voz….

espero que les haya gustado
de antemano gracias a todos por sus comentarios
XOXO Yuen.

 

CAPITULO XII ​

​

Los Hyuuga​

El Souke v.s. El Bouke​

—No llores por favor… —dijo una voz al fondo de mi habitación, yo me asusté y solté la guitarra, pero antes de que esta tocara el piso Sasuke ya estuvo allí sosteniéndola. En un parpadeo la puso en su lugar, yo me baje del filo de la ventana quedando de pie. Sasuke se acercó y secó mis lágrimas con sus manos.

—¿Sasuke por qué me seguiste? —pregunté con la voz quebrada —¿Cómo sabías que me iba a ir del colegio?

—No lo sabía, solamente te escuche salir de tu habitación y decidí seguirte y cuando acordé ya estaba fuera del colegio —dijo el tomándome las manos.

—¿Por qué?... —trate de comprender…

—Supongo que solo quería estar contigo —articuló el moreno esbozando una de esas sonrisas que me hacen delirar.

—Digamos que eso es cierto y ya que sólo viniste para estar conmigo tengo un cuestionario de preguntas que hacerte —sonreí entrando al cuarto.

—¡Hmp! —enarcó sus cejas —¡De verdad que no tenías sueño hoy! —exclamó él.

—Lamento que hoy no puedas verme dormir —articulé y él sonrió mientras ambos nos sentábamos en la cama. Me senté en posición yoga frente a él…

—Tu cuarto parece de princesa de cuentos…

—Dale las gracias mi madre —hice una mueca con mis labios.

—Vale, primera pregunta —cuestionó.

—Haber cuéntame algo de ti… a demás de Itachi ¿tienes más hermanos? —pregunté mirando su rostro.

—Sí, uno más, su nombre es Madara ¿a qué viene todo esto Hinata? —cuestionó.

—Bueno, quiero saber más acerca de ti —respondí —¿y él es mayor o menor? —pregunté.

—Mayor, se encarga de la empresa de la familia junto con Itachi —mencionó Sasuke muy rápido.

—¿Hay algo que deba saber? Para comportarme adecuadamente el fin de semana —dije con intriga.

—¡Bah! Creo que lo harás muy bien —dijo él arrimándose al espaldar con una especie de alivio…

Ahora venía la parte difícil… pero él ya estaba relajado al menos un poco debía preguntarle sobre lo que escuche con Sakura…

—Bueno, Sasuke, yo también debería pedir disculpas, estaba averiguando cuán lejos puedo llegar a escuchar y no pude evitar oírlo —Sasuke hizo una ademán de tensión pero se controló, aunque apretaba fuerte su mandíbula, yo pude ver su preocupación, había algo que le disgustaba.

—¿Si? —dijo él al oír que me detenía.

—Sasuke —suspiré —¿a qué se referían Gaara y Naruto cuando dijeron creadas para matar? —pregunté tratando de ocultar mi confusión, pues ya tenía varias teorías en la mente.

Sasuke apretó más lo dientes, creo que se le iba a romper la mandíbula de lo apretada que la tenía y cerró los puños… intenté disculparme pero ya era demasiado tarde.

—Se supone que no debía oír nada pero no pude evitar oír eso ¿Sasuke? —dije suave mirando las arrugas de la cobija.

—Hinata, escuchaste mal, nunca mencionamos algo así —negó el pelinegro muy serio.

—¿!QUÉ¡? —repliqué, su respuesta me dejo atónita y frustrada.

—En ningún momento dijimos eso —repitió mirándome, sentí como me invadía la ira haciendo que la sangre me empezara a hervir. Trate de no gritarle nada, así que suspire…

—Creo que tienes que irte —dije muy seria mirándolo fijo, estaba muy enojada ¿por qué simplemente no dijo la verdad? Él se levanto de la cama y se dirigió al balcón.

—Por cierto Sasuke —musité y él me regreso a ver —si no hubiera sido creada para matar… entonces ¿Por qué demonios tengo estos poderes sobrehumanos? —mencioné sin abrir mis dientes para que la voz no se me subiera, él movió su cabeza en sentido negativo y sus ojos mostraron ira antes de saltar.

Me recosté en la cama decepcionada, sin cerrar la puerta del balcón ni la ventana —¿Por qué no me lo has querido decir?... ¿es acaso tan malo? —me quejé en voz alta.

—Sé lo que escuché, estoy segura ¿Por qué lo negaste? No te entiendo… —susurré cerrando los ojos como si él pudiera todavía oírme. De hecho lo dije para que él me oyera. Si es que estaba cerca o si quería hacerlo.

Mil imágenes surcaron mi mente, unas realmente espantosas, “yo” asesinando a otras personas y disfrutando de ello, y más cuando veía sus ojos llenos de terror… abrí mis ojos espantada por el hecho. ¿Qué no debía saber? ¿Por qué todo el mundo me ocultaba cosas?

Así entre mil preguntas me quede dormida, agotada, sin haberme quitado los zapatos o haberme cobijado.

Me desperté a eso de las cinco de la mañana con una energía que parecía que había dormido días y no apenas unas horas. Para mi sorpresa estaba arropada, sin zapatos y la puerta del balcón y la ventana se hallaban cerradas. Sonreí sentándome y miré la marca en mi mano, me pareció que se había movido un poco, pero todavía formaba un triangulo perfecto. Los tres puntos parecían un tatuaje, los rocé suavemente y sentía que estaban como en un alto relieve. Después de pensar un momento en lo que había sucedido hace unas horas, me levanté y con el cielo aun negro, tomé ropa y me dirigí a la ducha.

Me desvestí, abrí las llaves y empecé a jabonar mi cuerpo… cuando nuevamente me empezó a arder el brazo, me arrodillé rápidamente, pues recordé que no podría permanecer de pie con el infernal dolor en mi cuerpo.

Ya de rodillas, el ardor y quemazón empezaron a recorrer mi cuerpo, fue diferente de la pasada vez, ahora sentía mil cuchillas atravesando mi piel una y otra vez, me dolía la cabeza, tanto, que parecía que me iba a explotar, abrí mi boca para gritar, mas no pude tenía la garganta demasiado seca. Empecé a tomar agua, mas esta no calmaba mi sed, parecía empeorarla…me detuve

Sentí como si alguien me pateara el estómago con una bota para alpinismo, con una fuerza increíble que me hizo de inmediato vomitar sangre, la empecé a toser y salía coagulada en trozos. La columna vertebral me tronó, sentí como si me aplastaran cada hueso con un martillo. Me coloqué en posición fetal abrazando mis rodillas, estaba a punto de colapsar por el dolor, iba a desmayarme, los ojos me ardían, la cabeza me reventaba y mi cuerpo quemaba como el mismísimo infierno… faltaba mi corazón, sabía que cuando el dolor llegase allí todo esto se terminaría pronto, ahora debía aguardar y resistir.

Todo empezó a ponerse oscuro y a darme vueltas, me iba a desmayar cuando sentí que mi corazón se freía en mi sangre demasiado caliente, metí mis uñas en mis piernas, buscando donde sujetarme y rasgué mi piel como si fuera papel y mis uñas afiladas tijeras.

Después el dolor se mitigo, la ducha estaba llena de sangre, mis piernas empezaron a sanar, veía cada célula regenerándose, creando otras, formando el tejido de la piel.

Vi mi muñeca ahora ya no eran tres puntos, eran dos y una coma, al menos así lo veía, ya que a un punto le había salido un gancho.

Empecé a limpiar la ducha, pues era un desastre, sangre por todas partes, lo que había tosido se había derramado en las paredes. Agradecí que la ducha fuera cerrada con cristales y la puerta corrediza a parte de lo demás del baño. Una vez hube terminado, abrí las llaves de la tina, estaba cansada, mientras se llenaba me mire en el espejo, mi cuerpo había cambiado, se veía más ágil, más fuerte, más esbelto.

—Mis padres notaran este cambio —pensé.

Salí del baño envuelta en una toalla y tomé dos camisas más entre ellas un buzo. Me metí en la tina después de llevar el resto de ropa al baño y me relajé.
Salí de la tina después de una media hora y me empecé a vestir, no tuve cuidado con la primera camisa, por lo que al tratar de estirarla para deslizar mis brazos se rompió.

—¡Mierda! Esta camisa me gustaba —balbuceé enojada.
—Ahora estoy más fuerte —pensé tirando las tiras de tela que habían quedado de que era una camisa negra.
Me coloqué la falda tutú negra y las medias de carcelero (blancas con rayas negras) que me llegaban más arriba de la rodillas, un buzo blanco con rayas rojas y encima y una camisa negra de mangas cortas. Arreglé mi cabello, salí del baño buscando mis botas Converse de cuero negro con cordones rojos.

Encendí el equipo y coloqué mi disco preferido, ahora ya estaba haciendo sol, miré la hora y ya eran las 8:02…

— ¡NANI! —grité. Apagué el equipo y bajé corriendo las gradas. Papá ya estaba sentado a la mesa cuando llegué jadeando y mi desayuno estaba servido, Yui llegaba con el suyo.

—Buenos días ¿dormiste bien hija? —dijo mi madre colocando la bandeja con su desayuno en la mesa.

—Buenos días… sí, dormí bien —respondí sentándome.

El desayuno se llevó a cabo en silencio, excepto por la bulla de mi mente preguntándose “como es que me había demorado tanto en la ducha”. Ya cuando íbamos a salir, mi madre bajo las gradas vestida de forma elegante, al menos para mí, llevaba un vestido ligero, sandalias y una chaqueta. Mi padre bajo a su lado, vestido de forma normal o como yo siempre lo veía, es decir de traje pero sin la chaqueta.

Al salir de la casa una limosina negra ya nos esperaba, el chofer mantenía la puerta abierta mientras nosotros ingresábamos al auto, algo que me molesto un poco, aún no me acostumbraba a tanta formalidad.

Empezó el recorrido, yo miraba a través de la ventana el paisaje de Londres al que nunca le había puesto demasiada atención. Iba pensando en la persona que me había arropado, mejor dicho imaginado que Sasuke lo había hecho cuando…

—…hija y tú ¿Qué opinas? —preguntó mi padre y no tenía la mas mínima idea de lo que hablaba.

— ¿Perdón? ¡Ay!, disculpa no estaba prestando atención —articulé avergonzada.

—Hinata ¿estás enamorada?, andas en las nubes, querida —dijo mi madre y mi corazón empezó a latir rapidísimo, a demás sentí como la cara se me ponía roja. Abrí mucho los ojos y casi me atoro al respirar. Mi padre sonrió y mi madre…

—Podría saber ¿Quién es el muchacho? —preguntó con muchísimo interés, más del esperado. Yo quería tirarme del carro, no importaba si me mataba, sólo quería salir de allí lo más rápido posible.

—¿Por qué reaccionas así? —Me pregunté en mi fuero interno —soy una tonta… no puede ser —quería patearme por mi estúpida reacción, pero lo cierto es que el comentario de mi madre me cogió desprevenida.

—Bueno… etto… yo… yo —empecé a balbucear, jugueteando con mis dedos.

—Querido, intimidas a la niña, si no estuviéramos en el auto te pediría que te marcharas, pero… Hinata sentemos en frente —dijo mi madre emocionadísima, yo todavía no podía creer lo que estaba pasando.

Nos sentamos al frente un poco lejos de papá, quien se mostraba despreocupado ante la situación, pero yo sabía, por su mirada, que tenía mucho interés.

—Madre… —pronuncié.

— ¡Vamos! Dímelo, será nuestro secreto —dijo ella con una enorme sonrisa.

—Ah… —suspiré —te lo diré, ya que si no lo hago yo, Naruto lo hará —articulé resignada y esperando lo peor.

— ¿Y bien? —dijo ansiosa.

—Sasuke Uchiha —musité en un suspiro y muy bajito.

—Oí bien cariño, dijiste ¿Sasuke Uchiha? —pronunció con felicidad mi madre, gritándoselo precitamente a mi padre, quien le sonrió.

—Sí, madre, ahora que ya sabes ¿podría regresar a donde estaba? —mascullé antes de más, pero no me dejó.

—¿Y cuándo lo presentas en la casa? —dijo mi madre y yo la quede viendo sorprendida, con los ojos abiertos como platos, ahora ya quería morirme de verdad.

—No lo sé…—dije como más pude, tratando de no olvidar respirar de lo abrumada que estaba. Empecé a hiperventilar.

— ¿Qué te parece este fin de semana cariño? —le dijo a mi padre y este asintió.

—¡No!, este fin de semana no puedo —mencioné recordando que iba a ir a la casa de Sasuke.

—¿Por qué cariño? Me parece buena idea —dijo al fin mi padre empeorándolo todo.

—Bueno, es que este fin de semana… yo… —balbucee —voy a ir a la casa de Sasuke —solté de sopetón casi ni yo misma pude entenderme —él me va a presentar a su familia —me excusé.

Ahora, sí que deseaba ser huérfana, no tenía que dar explicaciones a nadie cuando lo era y eso me gustaba. Esto era peor que lo de la mañana, de hecho prefiriera lo de la mañana a esto. —¿Por qué después de cada transformación me pasan estas cosas? ¡WUA!—.

—¡Oh! Está bien, entonces será el próximo —dijo mi madre —Hina… te parece bien que sea una cena, podría quedarse a dormir con Naruto —articuló mi madre como si fuera una niña en navidad, con un montón de regalos a su alrededor, pero esta vez el regalo era yo y mi nuevo amor por Sasuke.

—Como tú quieras —respondí tratando de que me dejase al fin tranquila —madre lo hablaremos luego— espeté pensando en todas las posibilidades que había en un “como tú quieras”.

—Me parece bien que el joven Sasuke haya decidido presentarte a su familia, es muy educado y responsable de su parte —articuló mi padre más serio.

—Es un bueno chico —lo halagó mi madre.

—Si supieran que no es humano como yo o Naruto… un minuto… “Naruto” ellos tal vez si lo saben —pensé.

Mientras meditaba, llegamos a la mansión Hyuuga, era muy hermosa, la casa de Neji era elegante e inmensa —¿Cuántos vivirán aquí?— pensé viendo la enorme estructura.

Bajamos del auto, yo obviamente me había puesto los lentes como cualquier otro día normal, entramos a la enorme estancia de la casa, donde nos recibió el ama de llaves, la cual nos guio hasta un salón donde nos esperaban dos personas con los ojos color de la luna. El uno, era un anciano, podría especular que era el abuelo de Neji y el otro era un poco más joven de la edad de mis padres más o menos.

—Bienvenidos —dijeron ambos.

—Wataru, Hizashi, gracias por recibirnos —dijo mi padre, yo hice una leve inclinación y mis padres se acomodaron en un sofá.

Indicaron que me ausentara por unos momentos y salí de la habitación. Intenté oír lo que hablaban, más solamente se oyó el pequeño silbido que la noche anterior me daño los oídos. Me dediqué a dar vueltas por la mansión observando los hermosos jardines, muy parecidos a los de mi casa, con pilas de agua y podados excéntricos. Creo que había pasado como una hora cuando una de las empleadas me dijo que mis padres me buscaban.

Entre a la salita y ahora había más personas, dos ancianos y la que supongo debía ser la madre de Neji, la cual se hallaba conversando con mi madre, al pasar todos me observaron atentamente, en especial los Hyuuga, quienes me vieron con extrañeza, como si no debiera existir.

—Hinata, por favor retira las lentillas de tus ojos —dijo mi padre con seriedad. Ahora me sentía como el único león del circo, al que todos miran con miedo y fascinación — ¿Quién era yo? ¿Qué era yo?... —pensé.

Retiré los lentes de mis ojos y los mantuve cerrados por unos segundos, cuando los abrí oí unos ¡ah!¡!... y ¡oh! Volví a mirar los rostros de la pequeña sala y sólo los de mis padres lucían calmados.

—Es una Hyuuga, no hay duda —dijo el hombre llamado Hizashi.

—Soy una Uzumaki —corregí mirándole fijo.

—Lo lamento niña, pero por tus venas corre la sangre de los Hyuuga —dijo unos de los ancianos y yo voltee a verlo.

—Lo sé, pero eso no significa que no sea parte de la familia Uzumaki —aclaré con tono de voz firme.

—Te pareces a tu padre —dijo la mujer que hablaba hace un rato con mi madre.

—¿Y debo tomar eso cómo? —articulé. Todo mi cuerpo se negaba a estar allí, sentía que debía salir, que algo malo iba a ocurrí y pronto.

—Exactamente igual a él en su carácter —dijo ella, yo me limité a mirarla. No me iba a desmoronar ahora pero necesitaba un apoyo —e igual a tu madre en el físico —complementó, yo esbocé media sonrisa aunque apretaba los dientes.

—Mientras ella me hablaba no me hube dado cuenta que Hizashi se había quitado la venda que traía en la frente, dejando al descubierto una marca en la frente que consistía en una X con una línea a cada lado. Quedé viendo la extraña forma en su frente y él sonrió satisfecho.

— ¿Hinata estás más relajada? —dijo él con superioridad, yo lo seguí viendo.

—Esta marca que vez en mi frente, la tenemos todos los aquí presentes, representa el lado bouke de la familia una rama secundaria del clan Hyuuga, por otro lado tu eres una heredera legítima del souke, la rama principal, y sobra decir que la última que queda, ya que el resto ha… fallecido —articuló haciéndolo menos dramático, yo asentí con la cabeza, dando a entender que estaba al tanto, pero no iba a explicar que un sueño me lo mostró.

—Tú eres la única… digámoslo así, somos una especie en extinción y tú eres la única que puede salvarla —explicó y yo abrí mucho los ojos.

—Entiendo —respondí —pero Neji tampoco tiene la marca —cuestioné, a menos que la frente no sea el único lugar donde la colocan.

—Exacto, eres muy observadora —me elogió.

—Entonces, no soy la única —recordé.

—Como miembro del souke sí, Neji es mi hijo, él literalmente pertenece al bouke. Escucha cuando toda la rama del souke fue… —dejo la frase en el aire.

—…Asesinada —aseguré y él se mostro muy sorprendido.

—¿Cómo puedes estar tan segura? —articuló él con asombro.

—¿Quién que no quisiera matar a alguien le explota el auto? —articulé muy segura de lo que decía, estaba confirmando mi sueño, mas bien “mi pesadilla”.

—¿Quién te dio esa información? —preguntó ahora molesto.

—¿Importa? —respondí y Hizashi me miró con ferocidad e intriga a la vez —íbamos en que Neji tampoco tiene la marca —le recordé.

—Es cierto —suspiró —y ya que los dos son considerados miembros del souke, desde están comprometidos, ambos están encargados de asegurar el linaje de la familia —articuló él con autoridad, me petrifiqué.

— ¿Comprometidos? ¿Qué cosa? —articulé confundidísima.

—Como lo dije Hinata, ustedes dos se tendrán que casar —dijo Hizashi muy serio pero con esa mirada de diversión. Traté de cobrar un poco la compostura para hablar claro.

—Bueno, pues, tendrán que olvidar eso y encontrar otra forma de preservar el linaje porque yo no me voy a casar con alguien a quien no amo —articulé muy seria controlando mi ira y mi fuerza.

—¿Y con quién sí te casarías con un Uchiha? —espetó golpeándome con cada una de sus palabras. Me mordí la lengua para no gritarle provocando que esta sangrara y tratando de volverme a calmar añadí —Sí, me casaría con un Uchiha —si lo que él quería era verme perder el control no lo iba a lograr, miré a mis padres estaban tan sorprendidos por lo sucedido, aún más que yo.

—Aunque eso significara poner en riesgo tu linaje, lo que tus padres defendieron con tanta pasión y con sus vidas —articuló haciéndome sentir y ver como culpable.

—Encontraré la forma de preservar el linaje sin que tenga que casarme —pronuncié haciendo una pausa —y no quiero poner en duda mis anteriores palabras, porque si no tengo otra opción que casarme con Neji prefiero morir antes de pasar el resto de mi vida a lado de alguien a quien no amo —reiteré muy firme.

***no podría pasar el resto de mi vida viendo como Sasuke se casa con otra al menos por ahora no me permitía ni siquiera pensar en esa posibilidad, el sólo hacerlo me produjo escalofríos. ***

—Sólo quiero que sepas que ustedes están comprometidos, a pesar de cualquier cosa, sus hijos serán nuestro futuro —dijo zanjando el tema y saliendo del cuarto.

—Hinata —se acercó la mujer —Neji ya lo sabe —completó ella un poco apenada.

—¿Qué? —Le grité prácticamente —lo lamento es que todo esto es… —me disculpé.

—Te entiendo —dijo ella.

— ¿Eres la madre de Neji? —pregunté directamente viéndola a los ojos.

—Sí, soy Nekane Hyuuga —respondió ella con autoridad.

—Sólo te hare una pregunta, si Neji ya lo sabe ¿Qué opina de esto? —dije muy intrigada y con alguna esperanza… Neji era uno de los mejores amigos de Sasuke y yo...

—Bueno, él no puede contradecir la decisión de su padre, pero si tienes una idea… creo que deberías decírsela —articulo Nekane y yo lo sonreí. Si estábamos en sintonía Neji se había negado tanto o más que yo y eso ya suponía un alivio.

— ¿Está en casa? —pregunté.

—Sí en uno de los jardines…


………………………….Narrado por Neji………………….

— ¡Casarme con Hinata!... ¡Ufff! Esas ideas sólo se le pueden ocurrir a mi padre… ¡maldición!... ya imagino la cara de Sasuke cuando se lo diga, tal vez no me crea y piense que es una broma —suspiré apretando los puños —Y Hinata que le dirá a mi padre… con ese carácter imagino que debe estar gritándole…
Es demasiado testaruda, a demás ¿por qué no tenemos que casar? ¡Ajjj! Mierda…

Me quejaba murmurando todo en voz baja y atravesando un árbol con mi puño al final, de la ira que sentía.

Estaba en uno de los jardines alejados de la mansión, caminaba sin rumbo, tratando de controlarme, por lo que había pasado “la sola idea de ya estar comprometido, me dejaba mareado”. Sí, es verdad, Hinata es muy guapa y hay veces que se ve como un ángel, tan inocente y vulnerable, pero ella no es vulnerable, tiene la marca, y esa personalidad con la que parece que se la vive en otro mundo, cuando en realidad se entera de todo lo que pasa a su alrededor y cuando se enoja… mejor ni me lo imagino, sólo con ver ese moretón en la costillas de Sasuke cuando este la besó. ¡Hump!...

—¿Qué voy a hacer? Esto no pude pasar y creo que ella estará de acuerdo.

—Hinata, espero que se te ocurra algo…—susurraba adentrándome en un bosquecito…

Al mismo tiempo.



…………………………..Narrado por Hinata…………………..

—Lo mandaré a buscar… —dijo la madre de Neji.

—No se preocupe yo lo encuentro —articulé casi saliendo de la sala.

—Madre voy a hablar con Neji ya regreso —musité mientras salía del cuarto casi corriendo, aunque deseaba utilizar toda mi velocidad para encontrarlo más rápido.

Una vez ya fuera y un poco lejos de la casa escuché la voz de Neji, ahora si empecé a correr a la velocidad de la marca y estuve junto a él en un instante.

—Pensé que tú tendrías una… —respondí y Neji se sorprendió al verme —tu padre en ¿Qué está pensando? ya no es el siglo XVII, donde ellos escogían con quien te casabas —articulé con sarcasmo e ironía.

—No lo sé, la vejez le está afectando —rió Neji y yo esbocé media sonrisa.

—Ya pasando al tema, sé que es muy importante todo esto del linaje y el futuro de toda la familia pero… —articulé con un tono más serio y triste a la vez.

—Yo estaba a cargo de eso, pero llegaste tú y bueno dicen que sería un Hyuuga auténtico y que no correrán el riesgo de perder el byakugan… entiendes a lo que me refiero… —dijo Neji.

—Entiendo lo del linaje y que se preserve lo más puro posible pero ¿Qué rayos es el byakugan? —dije confundida por el término.

—Hinata… umm… esto será un poco largo. Bueno te diré que el color de tus no son un simple adorno, nuestros ojos son un arma, pero solo cuando activas su poder ¿cómo te lo explico?... —suspiró —con estos ojos puedes ver más allá de lo normal, puedes captar la esencia de las cosas, medir la fuerza de una persona. Es complicado, la mejor explicación que te podría dar sería ayudarte a que lo actives —concluyó el muchacho de orbes perlas.

—¿En serio me ayudarás con eso? —pregunté emocionada mientras sonreía.

—Ahora ¿Qué se supone que vamos a hacer con nuestro compromiso? —pregunto él.

—No lo sé. Pero si tu padre me ve por aquí a menudo de seguro le complacerá ver que estamos pasando tiempo juntos, así de paso cubrimos lo del compromiso y me ayudas con lo del byakugan ¿te parece? —hablé un poco satisfecha por mi idea, pero quisiera eliminar lo del matrimonio con Neji lo más rápido posible.

—Sí, por el momento, creo que después ya se nos ocurrirá algo —dijo el pelinegro con mi mismo tono —y en el colegio… ¿Qué le diremos a Sasuke?, creo que la idea de la boda no fue tan buena después todo —completó.

—¿Sasuke? ¡Ufff!. Se lo diré primero y luego los dos, tiene que saber que no es una broma ¿crees que se enoje mucho? —pregunté con miedo a su respuesta.

—Realmente no lo sé, pero puede que si… él te quiere demasiado Hinata —articuló Neji y yo me sonrojé por su comentario, estaba muy feliz de escuchar eso de la boca de uno de sus mejores amigos.

—Neji… yo también lo quiero, pero dime una cosa, esta atracción es natural o se debe a esta cosa —pregunté enseñándole mi marca y él abrió mucho los ojos, luego ví como le empezaban a sobresalir una venitas alrededor de ellos.
— ¿El byakugan? —musité y él sonrió.

—Sí, estaba examinando el progreso de tu marca con el —pronunció mientras poco a poco desaparecían la venitas y su rostro regresaba la normalidad.

— ¿Y qué viste? —pregunte intrigada.

—Se desarrolla a una velocidad sorprendente —dijo Neji asombrado —ya está cambiando de forma, te está pasando primero a ti… —dejo la frase en el aire.

—Ya, volvamos a la anterior pregunta, lo de la atracción se debe a la marca ¿Por qué crees Gaara esta igualito que Sasuke? —articulé y él se lo pensó dos veces.

—Sí, tiene mucho que ver, aun que Sasuke se arriesgo mucho más rápido que Gaara.

Promete que no le dirás nada de esto a Sasuke —dijo Neji y yo asentí seria quería oír lo que pasó los primeros días.

—El primer día que llegaste a clases sucedió, era como si tu lo hubieras cegado y ya no existía nada más para él en este mundo, que no fueras tú, no pensaba en otra cosa, cuando hablábamos a veces pronunciaba tu nombre sin querer y estar así lo mataba de la ira y frustración, al no saber que pensabas tú de él y yo no le podía ayudar. Sasuke lo comparaba con caminar a oscuras, y decía que eso aun resultaría más fácil que tratar de entenderte, no sabía cómo ibas a actuar.

—Recuerdo que una noche pronunció tu nombre en sueños, Naruto no paraba de molestarlo, hasta hizo un video-clip—. Movió la cabeza en sentido negativo y sonrió divertido.

—Luego nos enteramos que la prueba final de gimnasia era baile en parejas y después de haber revisado la lista de alumnos, convencimos a Kakashi que hiciera las parejas en el orden que iba su nomina, claro Sasuke no estaba ni enterado.

—Cuando vio tu reacción al saber que sería tu pareja, concluyó que realmente lo detestabas y que tal vez era demasiado tarde para él.

—Vinieron las apuestas del grupo, Naruto ganó, pues dijo que si Sasuke te besaba tu lo golpearías y ahí estaba el gran moretón en las costillas después de la primera práctica.

—Sasuke estaba cambiado desde esa tarde, se veía más animado, leí su mente y tú habías correspondido su beso… —lo interrumpí

—¿Qué tú, qué? —articulé sorprendida “Neji leía la mente”.

—Haber tú lees la mente de los demás —balbuceé mirando sus ojos y su sonrisa pícara y de satisfacción.

—Puedo leer todas, excepto la tuya —articulo él —creo que es porque eres del souke, espero confirmar eso cuando actives tu byakugan… —completó.

—Es decir que yo no pueda leer la tuya… —articulé mas aliviada y emocionada.

—Yo tal ves podría leer las mentes ¡que divertido! —pensé.

—Exacto.

—¡Qué bueno que no puedas leer mi mente! —articulé aliviada.

—Esa es una de las frustraciones más grandes de Sasuke, pues no sabe cómo vas a actuar… sus ojos también le dicen mucho, pero al igual que yo, no funcionan contigo… —articuló Neji.

—¿Sus ojos?, ¿Neji a qué te refieres? —articule muy, muy intrigada.

— ¿Qué?, ¿No los has visto? —articuló Neji sorprendido.

—No, no los he visto, pero espero que tú me expliques —articulé mirándolo fijo.

—Dejare que Sasuke lo haga —suspiró yo lo fulminé con la mirada y el sonrió pícaro.

—Bueno, creo que me tengo que ir, mi madre me está buscando —dije resignada.

—Sí, te parece una escena… —articuló el pelinegro.

—¡NO! —Me asombré —mi madre sabe que Sasuke y yo somos novios, de hecho lo presentaré el próximo sábado en la casa —susurré con desgano eso hacía más complicado el trabajo de cubrir nuestro compromiso —pero dejemos que nos vea hablando, al menos verá un progreso en nuestra relación —modulé enarcando una ceja.

—Sí, creo que será bueno y ¿Hinata lo del byakugan?, ¿los días…? —articuló.

—Los que tú puedas, yo no tengo problemas a menos que Sasuke tenga planes —respondí.

—Entonces los miércoles… dejemos así y en el colegio vemos, si tenemos tiempo libre y nos saltamos para acá o a tu casa a entrenar —dijo el castaño dando otra opción.

—No, no lo creo, sabes que será imposible, yo estaré con Sasuke y de seguro Ten-ten querrá estar contigo, será mejor fijar los días. —articulé sabiendo que la tentación de pasar toda la tarde a lado de Sasuke sería un impedimento para el entrenamiento y de verdad quería activar el poder de mis ojos.

—Bueno, tienes razón, entonces mañana viernes, los miércoles, y el resto cuando ambos tengamos tiempo —dijoo Neji —Hinata puedo pedirte un favor quiero que me ayudes con algo —suspiró con un toque de vergüenza

— ¿Dime? —pregunté.

—Es sobre Ten-ten…

—A mi ni me metas, yo con ellas ni me llevo —gruñí.

—Podrías al menos escuchar —puso sus ojos en blanco.

—Vale, vale… te escucho...

Espero que les haya gustado​

le dejo unas preguntas ​

¿Les gusto?​

¿Parte favorita? ¿Por qué?​

¿Qué creen que pase entre Hinata y Neji?​

¿Sasuke como reaccionará?​

¿Errores?​

De antemano gracias por sus comentarios​

XOXO Yuen =^^=​