Totalmente Diferentes

con un poco de retraso les traigo la conti (un capitulo largo para compensar jejej )

CAPITULO VII​

Irrevocable deseo​

—Eso espero —me limité a decir, sujetando las manos de Sasuke alrededor de mi cintura, cerrando los ojos nuevamente y me dormí…

Mi celular empezó a vibrar, haciendo notar que ya había amanecido. Desperté acurrucada en el suelo con la chompa de Sasuke encima —no recuerdo haber dormido así, estaba en los brazos de Sasuke y apropósito ¿Dónde está?—pensé mirando a mi alrededor.

— ¡Ah!, ya despertaste —pronunció el pelinegro acercándose, traía el rostro mojado y la toalla en sus hombros rodeándolo por detrás su cuello yo me senté cruzando la piernas en posición yoga.

—Y por cierto, ¿ya abrieron? —Pregunté recordando porque estábamos allí.

—No lo sé, no he revisado —contesto él sujetando la toalla con ambas manos y yo me levanté rápido y me dirigí a la puerta.

— ¡Mira ya abrieron! —articulé feliz de algún modo y lo regresé a ver —por cierto, gracias por de anoche —complementé acercándome a él despacio.

—No fue nada, descuida, tus gritos me encantaron —dijo él con sarcasmo y media sonrisa en el rostro.

—Perdón por eso, es que tenía una pesadilla viviente a mi lado —respondí en su mismo tono acercándome un poco más, y esbocé media sonrisa.

—Ya en serio, me llevé un buen susto —completó él cambiando de tono y yo acomodé mi cabello, revolviéndolo con las manos.

—Bueno, me voy, tengo que cambiarme —avisé mientras iba al otro lado de la habitación a recoger mi laptop, cerré la maleta, me volteé y Sasuke estaba detrás mío sorprendiéndome.

—En ese caso, yo diría… —murmuró y me besó muy suave en la mejilla —gracias.

Suspiré y sonreí —no hay de que —musité empezando a caminar para salir.

—Espera—. Me tomó del brazo haciendo que gire hacia él y me dio un beso en los labios, no como el primero, este era tierno y suave e hizo que mi corazón latiera más rápido, correspondí a su beso pero me separé extrañada y confundida.

—Esto es extraño —susurré separándome de sus labios y mirando esos ojos negros que me parecían fascinantes.

—Confuso, diría yo —musitó Sasuke acariciando mi cabello y luego sosteniendo mi cuello con la misma mano.

—Bueno, me voy… —dije separándome completamente de él.

—Tus lentes —dijo él sonriendo satisfactoriamente.

— ¡Oh!, Cierto gracias por recordármelo y por guardar el secreto —articulé sacando un pequeño espejo y empezando a colocarme los lentes, pensando en que rayos me pasaba para olvidar algo así de importante.

— ¿No crees que merezco algo por eso? —Preguntó Sasuke muy seductor. Terminé de colocarme los lentes para poder verlo.

—Ja, y ¿qué se te ocurre? —Pregunté siguiéndole la corriente y sacando el celular del bolsillo, pues me llegaba un mensaje y lo destapé —espera —le dije a Sasuke empezando a leer…

— ¿Hinata dónde demonios estas?, ya es tarde, apresúrate quieres —decía el mensaje de Sakura y me fijé en la hora.

—Rayos, ya es tarde, me lo dices en el receso ¡ok!, nos vemos —indiqué mientras con todo y el apuro le plantaba un beso en la mejilla muy suavecito y salía corriendo del aula…

— ¿Dónde te metiste? —Preguntó Sakura más que enojada, intrigada.

—Me encerraron en el estudio de esgrima —respondí a su pregunta mientras cogía ropa limpia y una toalla.

—¿Cómo? —Dijo ella estupefacta mientras me ayudaba sacando los zapatos del armario —¿los converse rojos verdad? —Preguntó la chica de cabello rosa.

—Sí, y lo que oyes, tuve que dormir allí —respondí a sus dos preguntas mientras entraba a la ducha vestida todavía y cerraba la puertita de esta.

—¿Y Sasuke fue al ensayo? —Preguntó Sakura sonando muy extrañada mientras yo me desvestía para bañarme.

—Sí, llego cincuenta minutos tarde y justo cuando ya me iba muerta de la rabia que tenía, cerraron la puerta —aclaré.

—¿Y entonces ha sido obra suya o qué? Cuéntame Hinata por favor —suplicó la chica de orbes jade llena de curiosidad.

—Vale, pero tú me cuentas ¿cómo te fue con Gaara? —le soborné mientras me lavaba el cabello.

—Claro, bueno, etto…, lo de Gaara, fue como la vez anterior, se portó muy dulce, aunque tiene unos cambios de estado anímico sorprendentes —articuló la peli rosa mientras yo ya me secaba.

—Me pasas la ropa por fa —dije extendiendo una mano por encima de la puerta.

—Claro —dijo ella mientras me la pasaba pieza por pieza —cuéntame lo de Sasuke —pidió, ya más ansiosa.

Le narré el principio de la historia mientras me peinaba, me maquillaba, bueno solo colocaba delineador y sombra negra en los ojos y un poco de brillo en los labios.

—Sasuke es extraño —comentó mientras me pasaba la maleta ya con la laptop y mis cuadernos dentro.

—Bastante —coincidí mientras salíamos del cuarto, me había peinado con dos moñas una a cada lado y me hice unos rayitos rojos al igual que Sakura.

—Pronto vendrán dos amigas, te caerán bien, son gemelas, una Ketza es la que tiene los ojos azules y Hotaru la que los tiene verdes, son buena onda, al menos creo que con Ketza te llevaras muy bien —le mencioné a Sakura muy feliz entrando al salón de clases. Sasuke me quedó viendo y noté que Gaara también veía a Sakura detenidamente, sonreí al hecho y seguí hablando con Sakura por el messenger, estuvo muy sorprendida cuando le conté el sueño y la reacción de Sasuke, por lo que se le escapó una risita y de inmediato Sasuke volteó a verme como si supiera que hablábamos de él y lo quedé viendo.

Estábamos en clase de literatura con el licenciado Jiraiya de repente este interrumpió mi conversación con Sakura.

—Señorita Uzumaki —dijo el licenciado que atisbaba que estaba haciendo todo menos atender a su clase, y tenía razón. Él era buena persona realmente, pero se enojaba cuando no le prestaban atención.

—Sí licenciado —respondí lo más calmada que pude.

—Podría hacer mención de lo que sucede en el séptimo capítulo del libro —indicó el licenciado de largo cabello blanco.

—En el séptimo capítulo del libro aparece… —empecé a decir lo que por suerte había leído, a demás me encantaba Lorca y había leído la mayoría de sus libros, terminé de hablar y el licenciado sorprendido me indicó que me sentara.

—Muy bien… —iba diciendo el licenciado retomando la clase, cuando observé que me llegaba un mensaje que no era de Sakura.

Lo abrí para ver que se trataba y al final leí “Sasuke”, el mensaje decía:

Buena respuesta, podrías dejar de hablar de mí con Sakura, por favor… ​

Nos vemos en el receso, jardín este, en la mesas redondas.​

Sasuke.​

Me quedé boquiabierta al leer el mensaje, a demás —¿Cómo sabía él mi mail?... Naruto —pensé de inmediato. ¿Quién mas podría dárselo? Sino mi hermano—, hice una mueca de insatisfacción soltado un —Hmp...

Seguí hablando con Sakura ahora sobre lo que había pasado con Gaara, ella me lo contó con lujo de detalles, me dijo que bailaba muy bien salsa, que tenía unos cambios de estado de ánimo sorprendentes y que habían sido sorprendidos después de un beso nada menos que por Matsuri, más o menos así me lo narro…
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Pov. Sakura

…………………………..Flash back………………………..​

Llegué al salón de música donde se supone ensayaría con Gaara y al entrar me encontré con él sentado ya esperándome.

—¿Llego tarde? —Pregunté extrañada, pues se veía que llevaba un buen rato ya allí.

—De hecho llegaste antes —respondió el pelirrojo con su habitual calma.

—Bueno —articulé pues no encontraba más que decir. En la mañana lo había golpeado por idiota y ahora no sabía cómo iba a reaccionar.

—Sakura, quiero pedirte disculpas por lo de la mañana —soltó Gaara acercándose y mostrándose arrepentido.

—Supongo que está bien —musité incrédula, éramos demasiado diferentes y él se había portado como un patán —pero no vuelvas a hacerlo —complementé sacando mi laptop aún sin creerle su intento de disculpa.

—No me crees nada ¿verdad? —dijo él mientras me sujetaba una mano y yo trataba de apartarla.

—No, no te creo, ni siquiera un poco —dije seca y fríamente, regresándolo a ver para que m suelte.

—¿Puedo convencerte de algún modo? —Preguntó muy sexy el pelirrojo, haciendo que sonriera un poco.

—Tal vez… mejor ensayemos —propuse poniendo play en el reproductor y la canción empezó a rodar. Él me tomó por la cintura y empezó el baile.

—Esto va muy bien —moduló Gaara mientras me hacia girar y me atraía nuevamente hacia él.

—Espero que sea perfecto —susurré mientras daba dos giros de regreso a sus brazos y él me hizo para atrás haciendo que uno de mis pies quedara en el aire.

—Sí, eso sólo pasaría si confiaras en mí —masculló levantándome suave mientras lo veía fijo, no iba a cambiar de idea tan fácil, al menos no aún…

—Eso lleva tiempo —respondí y ambos dejamos de bailar.

—No lo puedes hacer más fácil ¿verdad? —dijo él algo enfadado por mi reacción aunque sabía que yo tenía razón.

—Por qué no solo nos dedicamos a ensayar, la coordinación de los pasos, podría hacer que esto funcione —respingué ahora yo estaba molesta por su estúpida reacción, yo era la que tenía que estar molesta por lo de mañana y él se enoja más que yo, venga “vete a infierno” —pensé.

—¡Uf! Está bien —articuló el pelirrojo cogiéndolo por buen lado y yo cambie de expresión al ver su sonrisa.

—¿Querías verme molesta? —Pregunté y él sonrió aun más, cosa que a mí no me causaba ninguna gracia y empezamos a bailar de nuevo. Él había logrado enojarme y era eso lo que él quería y le di el gusto, no podía perdonarme el no haberme dado cuenta antes de sus intenciones.

—Tal vez… —susurró en mi oído y yo bufé un poco.

—Sabes no deberíamos hacer esto —proferí y él me quedó viendo extrañado.

—¿Hacer qué? No entiendo —dijo Gaara enarcando una ceja y sosteniendo mis manos.

—Esto lo de ser amigos aquí y odiarnos fuera —expliqué mirándolo a los ojos y él esbozo media sonrisa.

—Eso, claro, aunque no niego que es divertido —articuló Gaara acercándose peligrosamente.

—Sí, es divertido —dije dando un paso hacia atrás que él acorto rápidamente y sonrió.

—¿Entonces cambiamos la rutina? —preguntó el pelirrojo tomándome por la cintura.

—Sigamos un poco más y veamos que pasa —musité zafándome de sus brazos y poniendo la canción desde el inicio.

—Por mi está bien —dijo el pelirrojo cambiando a un tono de voz sensual —Y hablando de odiarnos, el golpe de la mañana dolió bastante —complementó con sarcasmo.

—De eso se trataba y te digo que disfruté eso —articulé sorprendentemente satisfecha con una sonrisa en la cara.

—Yo pensé que disfrutarías más esto —murmuró el pelirrojo atrayéndome a él de una forma tan rápida que no llegué a captar sus palabras sino cuando sus labios ya estaban en los míos.

—No, no lo creo, tal vez si lo repetimos —dije muy sexy rodeando su cuello con mis manos y el sonreía con satisfacción.

—¡Humm!, si repitámoslo —dijo el pelirrojo mientras me apegaba más a su cuerpo con ambas manos y yo subía una de mis manos hasta su cabellera.

Me encontraba de puntillas sonriendo y sus labios volvieron a rozar los míos, dándome un cálido y muy agradable beso, nos separamos y bajé mis manos hasta su cintura sin dejar de verlo, había algo en esos ojos delineados de negro que me fascinaba, estaba como hechizada. Gaara me sujetaba por la cintura con una sola mano y con la otra acariciaba mi rostro, estábamos a punto de darnos otro beso cuando la puerta sonó estrepitosamente. Yo regresé a ver qué pasaba y sujeté su mano fuerte mientras él me apegaba a su cuerpo en señal de protección.

Era Matsuri y yo sonreí sínicamente de oreja a oreja, esto me encantaba realmente, ella no había podido haber escogido mejor momento que este.

—Etto…Gaara… Sasuke te busca —balbuceó la ceniza, tratando con todas sus fuerzas de ocultar sus iras. Gaara me regresó a ver como pidiéndome su aprobación para marcharse con la mirada.

—Ve, igual ya habíamos terminado el ensayo —dije con una enorme sonrisa, pero reflejándole a él mi tristeza en los ojos por el hecho de que debía marcharse, él asintió. Matsuri observaba la escena loca de rabia y a mí eso me encantaba. Gaara se volteó, tomó su laptop y la botella de agua para irse.

—Nos vemos luego —articuló el pelirrojo casi en un susurro listo para salir.

—Espera —lo detuve acercándome a él, le limpie el brillo labial de que se había quedado en sus labios y le di un beso en la mejilla, él me sonrió y me susurró —eres una diabla —por lo que sonreí aun más mientras observaba a Matsuri casi explotar…, ya imaginaba los cotilleos y las miradas de Ino, Tenten y Temari… esto era malévolamente refrescante.

Creo que la llegada de Hinata activo el demonio que había dentro de mí, no era por mala sólo que ellas ya habían pasado por su periodo de diosas “somos las más populares del colegio” y “valemos más que ustedes, inclínense a nuestros pies” yo estaba harta de eso, ahora debían probar de su propia medicina.

Regresé a la habitación después del ensayo, por suerte Matsuri no tuvo la cara para decirme nada mientras salía del salón, ya que había observado el comportamiento de Gaara y no sé qué tiempo estuvo parada ahí viendo, pero estoy más que segura que estuvo el suficiente para comprobar con sus mismos ojos que Gaara nunca estuvo forzado a hacer nada, sino que él había tomado la iniciativa.

Eran como las cinco de la tarde, hice la tarea no pensé haberme demorado tanto pero vi la hora y ya eran las nueve

—¿Dónde diablos se metió Hinata?, bueno debe haber ido a su casa —pensé

Estaba muy cansada, así que me duche y tan pronto como estuve en la cama me quedé dormida.

…………………………Fin de Flash back……………………


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—¡Wow! Sakura tienes toda la razón Matsuri quiere matarte, y ya lo hubiera logrado si las miradas lo hicieran —rió Hinata enviándome el mensaje.

—Oye en el receso voy a estar con Sasuke un rato, no te molesta, aunque supongo que harás algo con Gaara —decía el mensaje de Hinata y ella se giraba para verme.

—¡Uuu! Claro que no me molesta —dije en voz alta y ella me respondió con una amplia y enorme sonrisa.

En el receso….

—Pensé que no vendrías —dijo el pelinegro…


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espero que les haya gustado el capi ^^
la pregunta para esta semana es: ¿qué estarían dispuestos realmente a hacer por amor? supongo que ya habran hecho alguna locura si la tienen cuéntemela y sino pues díganme lo que creen ^^ (tal vez viajarían a verle, se cambiarían de colegio, de carrera, morirían... bueno hay tantas cosas y locuras que uno esta dispuesto a hacer por amor cuál seria la suya????^^)


Bueno con esto le dejo y hasta el próximo capitulo ^^


XOXO Yuen ^^

 

despues de una larga pausa en todo debido a los parciales de mi universidad les traigo la continuacion espero que la disfruten =^^=

CAPITULO VIII​

Amarga verdad​

—Pensé que no vendrías —articuló el pelinegro mientras bajaba los pies de la mesa y se sentaba adecuadamente.

— ¡Quería oír tu descabellada idea! —comenté con media sonrisa en el rostro. —Y bien… ¿qué se te ocurre? —sentándome frente a él.

—Sabes en ese rato pensé en solo una cosa, pero durante todo el día me venían un montón de ideas —indicó el pelinegro empezando a dar lata.

—Sasuke… ¿Por qué tanta vuelta? Espero que no sea algo idiota, porque te ganarás una buena cachetada —amenacé arrimándome al espaldar de la silla y cruzando los brazos encima de mi pecho.

—No, no es lo que piensas… bueno, ¿qué te parece venir a mi casa este fin de semana? Sakura está invitada y Gaara de seguro vendrá —pronunció de forma casual y tratando de sonar muy convincente.

— ¿A tu casa?, umm… suena bien —articulé algo sorprendida por la propuesta.

— ¿Qué sucede? —preguntó el pelinegro esbozando media sonrisa.

—Nada, sólo que es algo que no esperaba —indiqué mirando mis manos y sentí un leve sonrojo en las mejillas.

—Y, ¿puedes decirme algunas de tus ideas? ¿Qué esperabas? —comentó el pelinegro fijando su vista en mí, yo me relajé, no le iba a dar el gusto de verme nerviosa.

—No sé, algo como la primera vez —declaré picara y con una sonrisa en mi rostro.

—Entonces… ¡Error! —dijo el pelinegro sensual. —¿A propósito… te agrada la idea? —preguntó el pelinegro cambiando de tono.

—Sí, y gracias por invitar también a Sakura y… ¿Gaara supongo que te lo contó? —pregunté con un poco de intriga. Quería saber que pensaba Gaara de Sakura.

—Algo… —vaciló.

—¡Oh!…, está bien comprendo —dije sabiendo que él no me diría nada, tendría que averígualo por mi misma y no estaba de humor para eso ahora. —Bueno, voy a averiguar si Sakura quiere venir —dije levantándome pues ya no había nada de que más hablar.

—Espera —dijo mientras tomaba mi mano izquierda y depositaba un papelito en ella.

—¡Wow! ¿Y estas marcas? —preguntó Sasuke deslizando sus dedos sobre tres puntos negros que surcaban mi muñeca.

—No lo sé, siempre han estado ahí —respondí extrañada por la reacción de Sasuke.

—¿Te duelen? —pregunto mirándome atentamente.

—No, solo molestan un poco a veces —respondí. ¿Cómo sabia él que esas cosas a veces molestaban, pero había dicho ¿dolor? Pero cuando me las tocaba muy fuerte dolían un poco.

Mi mente se lleno de preguntas, una de ellas fue… ¿Por qué Sasuke sabía cosas sobre mí de las que no estaba ni enterada?, sentí un leve mareo debido a la cantidad de preguntas que se abalanzaron a mi mente llegando como flechas.

—¡Ah!, sólo eso ¿en realidad no te duelen? —volvió a preguntar Sasuke muy extrañado, yo no sabía que pasaba, estaba perdida, la conversación cambio de tema a uno muy extraño.

—No, no me duelen, nunca me han dolido —respondí mirándolo a los ojos y en ellos podía ver mucha confusión.

—Eso es muy extraño —musitó mientras me soltaba la mano y yo guardaba el papelito que me había dado rápidamente.

—¿Qué es extraño?, Sasuke me estas poniendo realmente muy nerviosa —dije tan rápido que a penas y pude entenderme.

—¡Mira! —dijo él levantando la manga derecha de su buzo y quitándose el reloj. Me sorprendí, Sasuke tenía unos tres puntos en el mismo lugar que los míos, del mismo tamaño y color, eran idénticos sólo que las manos cambiaban los míos estaban en la izquierda y los de él en la derecha. Sólo los había visto en dos personas más: Hotaru y Ketza, la diferencia es que ellas los tenían en los tobillos cada una en un pie distinto y estos a veces se les hinchaban tanto que no podían ni caminar.

—¿Te duelen a ti? —pregunté tomando su mano.

—Generalmente —respondió y yo acaricié su mano con mi dedo pulgar.

—¿Ahora? —pregunté sin dejar de mirar las raras marcas parecidas a negros lunares.

—No, de hecho se siente bien, es como si tú amortiguaras el dolor, aunque ya me he acostumbrado a él, pero odio cuando se me hincha la mano —respondió el pelinegro acercándose más.

— ¿Se te hincha?... a mí solo me cosquillean y eso a veces, no es algo permanente con lo que tenga que lidiar —comenté sorprendida al principio y luego ya más relajada.

— ¡Hinata! —me gritó alguien y yo regresé a ver, era Sakura, estaba acompañada por Gaara y sonreí por eso.

Mientras ambos se acercaban cambie las pulseras de mis manos, poniéndolas todas en la izquierda, Sasuke se ajusto el reloj y acomodó su buzo. No sé por qué lo hice, tal vez solo instinto pero me pareció lo más adecuado.

— ¡Ups! Perdón por interrumpir —dijo la chica de cabello rosa al acercarse.

Claro si hubiese visto la cercanía que había entre Sasuke y yo, hubiera pensado lo mismo que ahora estaba pasando por la mente de Sakura, pero las cosas no eran así. Aunque si había interrumpido y para mí lo que hablábamos con Sasuke era mucho más importante que unos momentos de romance. ¿Por qué él también tenía una marca igual a la mía?, ¿Qué significaba eso?, ¿Qué representaban?... sí, Sakura definitivamente había interrumpido y yo había perdido una valiosa oportunidad de conocer más sobre esas cosas y por qué las tenía.

—Descuida solo hablábamos —dije muy tranquila, a pesar de todo lo que pensaba. —¿Sakura quieres venir conmigo este fin de semana a la casa de Sasuke?… Gaara está invitado —pregunté guiñándole un ojo mientras ella esbozaba una sonrisa.

—Claro —pronunció la muchacha de orbes color jade de forma natural pero a la vez con emoción.

Mientras nosotras empezábamos a hablar, Sasuke y Gaara se habían sentado encima de la mesa empezando a charlar demasiado bajo para ser una conversación casual. Me fijé en los labios de ambos y estos apenas se movían, era como si solo les bastara verse para entablar una conversación, Gaara movía las manos explicando algo y Sasuke solo asentía con la cabeza.

—Nos vemos luego —musité confundida.

—¿Te fijaste? —le pregunté a Sakura y ella asintió con la mirada, seguíamos caminando, la hora de biología estaba cerca así que entramos al aula, aún vacía y nos acomodamos en nuestros puestos no sin antes cerrar la puerta.

—¿Qué opinas de esto? —pregunté en voz muy baja, tan rápido como me hube sentado.

—Aún no creo nada, bueno muchas cosas. Sabes en los cuatro años que llevo en este colegio sin contar la escuela, yo nunca los había visto actuar así. —musitó Sakura muy extrañada.

— ¿Y tú qué piensas? —preguntó ella mirándome fijo.

—Yo… prefiero no imaginar nada, antes que volverme loca pensando en esto y lo que puede ser, a demás tenemos todo el sábado y el domingo para averiguar —respondí y Sakura se mostro de acuerdo asintiendo. Era increíble como habíamos logrado congeniar tanto en poco tiempo, para mi hablar con Sakura era tan fácil como hacerlo con Hotaru y Ketza, a veces no necesitábamos ni hablar…

Poco a poco el salón se fue llenando, Sakura y yo no dijimos palabra alguna, el bullicio dentro del aula se hacía cada vez más insoportable, tanto que tenía ganas de salir de allí. Entraron Sasuke y Gaara hablando ya de una forma normal, seguidos por Naruto y Neji; Naruto se mostraba confundido y algo contrariado, mientras Neji trataba de explicarle algo y se veía como poco a poco se molestaba ante la torpeza de Naruto, entraron también Ino, Matsuri, Ten-ten y Temari y de pronto la clase estuvo llena antes de que comenzara la hora.

Apoyaba mi cabeza sobre mis manos sosteniendo a esta por debajo de los pómulos con la mirada al frente, cuando quería ver algo solo deslizaba mis ojos.

Sentí la mirada de Sasuke sobre mí y entonces arreglé mi cabello para no darle a notar nada. Sakura me paso una libreta de apuntes y abrió su laptop. Abrí también la mía, y entre al messenger por costumbre, inicié mi block de notas con el mensaje de la clase que íbamos a tener hoy y el messenger anunció un mensaje nuevo era de Sasuke…

— ¿Alterada? ¿Se puede saber en qué piensa mi lady? —decía el mensaje.

Esbocé media sonrisa y conteste —en TI… —no mentía lo que había visto esta tarde me desconcertaba.

—Creía que no ocupaba tu mente mientras estabas en clase… —contestó el pelinegro.

—Esta vez la tienes casi por completo —escribí sin dejar de sonreír, en realidad pensar en esto captaba toda mi atención.

—¡Wow!, y ¿a qué se debe? —pregunto Sasuke y volví a sentir su mirada en mí.

—No lo he averiguado, tal vez eres más cautivador de lo que pensaba —mentí.

La clase había empezado y yo no me dada ni por enterada; tenía todo mi pensamiento en dos cosas: “Cómo mentirle a Sasuke sin que lo notara” y “a qué se debía el comportamiento del receso”.

La licenciada Anko explicaba algo sobre los reptiles y le pedí a Sakura que me pasara sus notas, las leí. La clase trataba de víboras y serpientes, en ella explicaba su anatomía, su forma de vida pero se había centrado en el poder que tiene el veneno de algunos reptiles.

Preste más atención cuando llegó un de los conserjes del colegio con tres cajas de distintos tamaños, cuando se hubo marchado, la licenciada abrió laja de tamaño medio y saco un cobra real de ella…

—Necesito unos ayudantes que tengan los nervios de acero. Sr. Uchiha —llamó inmediatamente y le extendió la serpiente, él tomó como si fuera de juguete, se veía muy calmado.

A mí me gustaban las serpientes pero prefería las que estrangulaban para matar no las que te mordían para hacerlo.

De la caja más pequeña saco una coral que se enrollo de inmediato es su brazo y ella dejó que se quedara allí, yo estaba fascinada, deslumbrada… destapó la caja más grande pero no tomó la serpiente.

—Kira escogerá a su portador —pronunció la licenciada y de la caja salió un pitón de colores blanco y tomate fuego que media unos dos metros como mínimo. Era hermosa e inspiraba respeto, al menos para mí. Se quedó un momento con la cabeza erguida y luego empezó a deslizarse, cuando paso junto a mi lado y continuó con su camino, cerré mis ojos decepcionada, yo quería que me eligiera pero en ese instante sentí algo frio reposar en mi cuello, abrí los ojos y sonreí, la acaricié un poco, tocando su fría piel y ella se enrolló en mi brazo dejando que la mayoría de su cuerpo reposara en mi cuello.

—Bien señorita Uzumaki, expliqué a que variedad representa la serpiente que ahora reposa en su cuello —articuló la licenciada.

—Es una pitón albina, tienden a crecer hasta los seis metros, se cree que origina en… —decía, la clase estaba en silencio prestando atención a las serpientes que se movían en los cuerpos de sus portadores. Cuando Kira se acercó a mi rostro y siseó casi tocándolo yo sonreí y la mayoría de la clase se asustó al verla tan cerca, incluso Sakura.

—¿Qué está haciendo ahora? —preguntó la licenciada.

—Oliéndome —respondí mientras veía que la cobra de Sasuke se le enrollaba en la cintura.

La clase se extendió, de cierta forma ahora tenía los pies en la tierra, dejé de pensar en Sasuke y su extraña reacción, la pitón también me entretenía y se deslizaba hacia Sakura pero cuando esta hacía un movimiento brusco o inesperado, se ocultaba tras de mí como con miedo, yo me preguntaba ¿cómo una serpiente podía temer? y me pareció graciosa la idea.

Sasuke regresó a su puesto con la cobra colgándole por el hombro, ahora Naruto tenía a la coral, la cual se le había enrollado en el brazo y parecía una pulsera gruesa que lo rodeaba.

Cuando terminó la clase la licenciada llamó a las tres serpientes; la coral y la cobra acudieron, más Kira me quedó viendo y se apretó un poco más a mi cuerpo.

— ¡Kira te tienes que ir! —le hablé como si pudiera entenderme, pero sentí que su cuerpo me apretó aún más, no de una forma ruda era más bien como un abrazo fuerte. Me levanté de mi lugar y caminé hacia la licenciada con la pitón reposando en mi cuello, mientras Kira aflojaba un poco su abrazo yo acariciaba su fría piel.

— ¡Le agradas! —pronunció la licenciada sonriente —Kira, ¡tenemos que irnos! —completó y yo pasé a sus manos un poco del cuerpo de la serpiente.

—Te volveré a ver, lo prometo —le susurré y Kira se desenvolvió completamente de mí para pasar a la caja.

—Eso fue sorprendente, realmente congeniaste muy bien con ella —dijo ella un poco asombrada, yo no tenía la mínima idea de lo que había hecho y me limité a asentir con una sonrisa.

La clase había terminado y el aula estaba casi vacía.

—Te veo luego o ¿Quieres qué te espere? —preguntó Sakura guardando sus cosas.

—Nos vemos luego —respondí. Quería despejar mi mente y para eso necesitaba estar sola. Guarde mi laptop, tomándome mi tiempo con cada cable, encendí mi ipod y salí del salón.

Caminé hacia el jardín sur del colegio y cuando entré a este pude sentir de inmediato el grato aroma de las flores, inspiré hondo y solté un suspiro, caminé un poco hacia un lugar más despejado, me senté y mire a mi alrededor estaba rodeada por los lirios, rosas y claveles del hermoso jardín lleno de color y el césped recién cortado bajo mis pies, me recosté para mirar un cielo totalmente despejado y muy azul, imaginé que las horas no habían pasado debido a su tono. Traté de concentrarme en la naturaleza que me rodeaba, mirando cada flor, cada detalle, mas no logré sacar a Sasuke de mi mente, otra vez estaba allí interrumpiendo todos mis demás pensamientos.

Solté un suspiro de decepción, ahora estaba confirmado, pensaba en él todo el tiempo y con lo que sucedió en el receso tenía más razones para hacerlo.

—Te estoy queriendo demasiado —susurré, en ese instante mil pensamientos cruzaron mi mente y me sentí agobiada por ellos, me senté rodeando mis piernas con mis brazos, descansando mi cabeza en las rodillas… “¿Tres puntos?”, “¿Tal vez solo en las manos y pies?” “¿Dolor?” “¿Hinchazón?” “¿Iguales?”. La última pregunta reboto en mi cabeza haciendo un eco de ella ¿Por qué eran iguales?

¿Qué conexión existía entre Sasuke y yo… entre Hotaru y Ketza? ¿Por qué a pesar de nuestras diferencias lográbamos congeniar en el tiempo indicado? ¿Por qué Sasuke había guardado mi secreto? Y más que todo ¿Por qué estaba tan segura de que lo había hecho?... el sonido de unos pasos robó todos mis pensamientos y me concentré para ver ¿Quién era?

—Ino —musité apretando los dientes y me levanté, ella estaba cortando algunas flores cuando me regresó a ver, antes de que dijera nada me volteé y caminé en dirección contraria entrando a un bosquecito. Sumida nuevamente en mis pensamientos, mirando al suelo, caminando sin rumbo, llegué al claro que se formaba después del bosque, alcé la vista y allí estaba Sasuke mirando el cielo como yo lo había estado haciendo antes, me paré junto a un árbol y vi como el empezaba a rodear sus piernas por sus brazos, era como haberme visto hace un rato, pero aquí no llegaba Ino a interrumpir sino yo.

El miedo invadió mi cuerpo sin haberle concedido el permiso y temblé, me arrimé en el árbol que tenía a mi lado y la corteza crujió tan fuerte que Sasuke regresó a ver.

—¡Arg! —gruñí arrugando la nariz y empecé a caminar otra vez, el cuerpo me pesaba tanto que no podía acelerar mi paso y para hacerlo aún peor tenía que pasar justo por el lado en el que se encontraba Sasuke, así que parecía que me acercaba a él.

Sasuke se puso de pie al ver que me acercaba y trate de poner el rostro muerto y una mirada vacía para que no preguntara nada mas pero no funcionó….


pregunta para esta vez ¿alguna vez han caído enamorados de alguien tan ciegamente que a pesar de todo lo malo que te digan que puede ser, tú dices no importa así lo quiero ?


espero que les haya gustado el capi
de atemano gracias a todos por sus comentarios y sugerencias
XOXO Yuen
disculpen la demora (fue por una buena causa)