Torre de los dragones

Yo me bajé y cogí la pokédex, viendo los pokémon de la Torre. Me dirigí a Effy y me encogí de hombros.

—No sé, cualquier pokémon que sea más o menos fuerte podría valerme, no soy exigente —le dije con una sonrisa.

 

—Bueno, si buscas fuertes siempre está Haxorus, es muy fuerte, también Zwelious… ah, y Pupitar. Una vez evolucionado, Tyranitar es prácticamente imparable… ah, y Ditto también es siempre una buena opción —le comenté a mi compañera de viaje—. Esos cuatro serían los que yo elegiría…

Y como si los hubiera convocado, tres de esos pokémon aparecieron… Haxorus, Pupitar y Zweilous hicieron acto de presencia, al igual que otros que pasaban por ahí como Axew o Rufflet.

—¡Vamos Jenna, captúralos! —la alenté, dándo un paso hacia atrás. Jenna ya había sacado a Infernape, Luxray y el recientemente evolucionado Hitmonlee.

 

La travesía por los cielos llegaba a su minuto número treinta, cuando cerca del horizonte divisé lo que podía ser la cima de la Torre de los Dragones, una sombra delgada y que iba creciendo con cada kilómetro que Pidgeotto completaba con su aleteo veloz.

—¿Recuerdas la Torre de los Dragones? —pregunté a mi pokémon— Iremos directamente a la cima, porque si Effy se encuentra allí, lo más seguro es que habrá ido directamente a la cima. Es su costumbre, ya sabes: subir siempre los niveles.

Pidgeotto asintió. Aceleramos.

***

Arribamos a la cima de una manera silenciosa, sin ser advertidos por las dos personas que se encontraban allí: Effy, con sus cabellos ondeando con el correr de un ligero viento, y otra chica que, si mi recuerdo no fallaba, se llamaba Jenna. Parecía estar buscando pokémon salvajes, seguida por la mirada de la entrenadora de Dragonite. Mirando ambas al lado opuesto por donde yo había llegado.

Me bajé de Pidgeotto y, sin hacer ruido, me acerqué con lentitud hacia Effy.

—Perdón por hacerte esperar —le susurré en el oído desde atrás, a modo de broma.

@Nami Roronoa

 

Llegue volando a la torre de los dragones sobre Flygon mientras rapidamente buscaba cierto pokemon valioso para fines de bien propio.

 

Tras una ardua batalla y esfuerzos por parte de mis pokémon casi al borde de debilitarse, conseguí capturar a Haxorus, Pupitar y Zweilous. Di un grito de alegría mientras me acercaba a mis pokémon y les daba la enhorabuena por su tan buen trabajo. Sobre todo a Hitmonlee, que estaba recién evolucionado y merecía más motivación. Luego, me di la vuelta para decirle a Effy la tan grata noticia.

—¡Effy, los he capturado!

 

—Genial Jenna, ¡lo has hecho muy bien! —le sonreí a la chica, dándole un pulgar arriba a modo de aprobación. Skarmory asintió, como para mostrar que él también felicitaba a Jenna.

Aparté la mirada de la muchacha un momento para enfocarla en quien me había dirigido la palabra desde atrás… contra todo pronóstico, se trataba de Hubert.

—Sabes, de todos los entrenadores que conozco, eres el último que pensé se metería en mi espacio personal —repliqué, siguiéndole la broma. Giré sobre mis talones y ahora estábamos cara a cara—. Aunque no me estoy quejando tampoco…

Y con una sonrisa, me volví hacia Jenna y caminé de regreso a ella y sus pokémon.

—Oh, y por cierto, ¿aún quieres capturar un Ditto? Me pareció ver uno allí más adelante…

Contenido oculto

@Jenna Bodt Fubar @Bruno EVF

 

Yo esbocé una sonrisa gigante.

—¡Gracias! ¿Un Ditto? No es mala idea —asentí—. ¿Por dónde has dicho?

[Lols, lo siento. :U]

 

“Aunque no me estoy quejando tampoco…”

Y pensar… Que hace un rato, yo me estaba diciendo lo mismo de ella: que su presencia era algo de lo que no me podía quejar para nada.

Ojos de un azul profundo en los que pude ver mi reflejo; un instante que me quedó grabado a fuego. Alcancé a ver cómo esbozaban sus labios una sonrisa, antes de que se volteara para dirigirse nuevamente a Jenna… De tal modo, que no pudo ver la mía... Me sentía muy complacido.

Serperior salió de su pokébola en ese instante para dirigirme una mirada que no pude (o no quise) descifrar.

—Los Ditto son una buena opción si sabes sacarlos en el momento adecuado —intervine, uniéndome así a la conversación que Effy mantenía con Jenna—. Chad tiene uno y me trajo bastantes dificultades cuando se transformó en Megaserperior
>>¡Ah! Y por cierto…

Enfrenté sonriente a Effy, con una mano levantada, invitándola a chocar los cinco.

—¡Felicidades por haber llegado a la final del Torneo Acrílica!

Contenido oculto

@Nami Roronoa

 

Bueno, agradecí el consejo de ese chico y los dejé solos. Yo me fui a capturar al Ditto, volvería unos minutos después.

—Vamos a ver, Effy dijo que había visto uno por aquí...

 

Contenido oculto

Me salió un 8 en mi post anterior, puedes atrapar al dichoso Ditto en cuanto quieras ;)

Choqué los cinco en el aire con Hubert y le devolví la sonrisa.

—¡Gracias! Aunque fue realmente un trabajo en equipo, Ukita trabajó tan duro como yo —repliqué, rascándome detrás de la nuca con algo de verguenza. Saludé a Serperior, el cual acababa de salir de su pokebola como de costumbre, con un asentimiento de la cabeza, pero en eso noté que faltaba algo en la escena—. Ey, ¿y Maractus?

 

Como si lo hubieran invocado, el nopal salió de su pokébola dando un alarido musical con las maracas en alto. Sacudió los instrumentos para marcar un ritmo que me supo como tribal, ya que lo acompañaba con aullidos... ¿Será que había leído mi libro sobre la música de las tribus antiguas de la región?
No obstante, me guardé la pregunta para más adelante y respondí a Effy:

—Hoy decidió quedarse dentro de su pokébola, a mí también me llamó bastante la atención —dije—. Temía que estuviese mal de la salud o de ánimos; pero como podemos ver, está tan enérgico como siempre... Y aprendió a tocar ritmos nuevos...

Maractus realizaba su baile alrededor de Effy, marcando círculos perfectos. Finalmente se detuvo. Inclinó su cabeza galantemente, listo para recibir aplausos.

 

—Una entrada triunfal, bravo —aplaudí suavemente la "performance" del pokémon tipo hierba, riendo un poco ante sus cómicos gestos donde denotaba alegría ante mis palabras.

A continuación, dirigí mi atención al dueño, pero en eso noté que mi Holomisor estaba sonando; al atender, me sorprendí un poco al ver que se trataba del ancianito de la Guardería Pokémon, que quería avisarme que su mujer había descubierto algo curioso respecto a mis pokémon… accedí a pasar de inmediato por allí para que me pusieran al tanto en persona, y la conversación llegó a su fin.

—Debería ir yendo entonces, iré a por Jenna… —pero apenas dije esto, noté una pequeña masa gelatinosa de color rosa que intentaba escabullirse de la escena sin ser detectada… era el dichoso Ditto, que se había dado cuenta que estábamos tras él/ella/lo que sea—. ¡No lo dejes escapar, Skarmory! ¡Foco Resplandor!

El ave de acero lanzó su ataque característico y golpeó al inocente Ditto, dejándolo frito en el suelo. Lancé una pokebola y lo capturé, y luego corrí hasta Jenna, regalándola la pokebola que contenía al Ditto a ella. Le conté la llamada del Holomisor y ella simplemente saltó a bordo de Skarmory, esperando para partir.

—Lo siento Hubert, tengo que ir a la Guardería… —le expliqué, aunque seguramente había oído mi conversación por Holomisor, así que no hacía falta mucho más que decir—. ¿Qué dices si nos reencontramos en Ciudad Témpera? Me dirigiré allí una vez acabe en la guardería…

Y con una sonrisa, monté en Skarmory y abandonamos la torre de los cielos.

 

Levanté la mano para saludarlas, Skarmory se alejaba a toda velocidad.

—¡Allí será nuestro reencuentro! ¡Buena suerte en la Guardería Barniz!

Y finalmente desaparecieron entre las nubes. Regresé a Serperior y Maractus a sus pokébolas, porque lo cierto es que a nosotros no nos quedaba mucho por hacer allí. Corrí hacia uno de los bordes de la cima y salté al vacío...

Pidgeotto me esperaba más abajo con las alas extendidas, preparado para seguir volando...

 

(@Graecus)

Aerodactyl aterrizó en la torre de los dragones por lo que me baje de este de un salto
--Ya estamos aqui--Le dije sonriendo a Drake mientras miraba a mi alrededor

 

— Oh. Dios. Mio. — exclamo. Es increible — esperame, buscaré a metang. creo que encontrare tambien un Zweilous.

Veo a Zweilous y lo atrapo.

 

Regresé a Aerodactyl a su pokeball y asenti
--Esta bien, vamos a buscar algunos de esos pokemons--Le dije sonriendo levemente mientras empezaba a buscar

 

— Ahora vamos por Metang...

¡Allí está! Lanzó cincuenta pokeball sin razón alguna. Lo atrapo y recojo las otras cuarenta y nueve.

 

La gotita volvió a salir al ver a Drake
--Jaja, genial--Le dije sonriendo a Drake mientras lo veia recoger las demas pokeballs

 

— Listo, muchas gracias. ¿Volvemos con Rojo? — pregunto.

 

--No hay de que--Le dije sonriendo levemente para despues asentir--Si, vamos--Le dije sonriendo mientras sacaba a Aerodactyl de nuevo y me montaba de un salto--Vamos--Le dije sonriendo