Yo también reí. Después de aquella travesía tan larga que hicimos con el solo fin de llegar a esta cima de nubes blancas, el alivio físico nos había aflojado la risa. Ditto murmuró algo en sueños. Un largo bostezo escapó de su boca, y volvió acurrucarse en mi hombro. Volví a reír, levemente. —No, estimado, tu entrenador es él —le dije, tomándolo en mis manos y acercándolo a las de Ian—. Él te capturó. Hice lo mismo, pero con Pupitar y Haxorus. La masa rosácea, con tal de encontrar un hombro donde descansar, se aferró suavemente a Ian.
Ditto intentó aferranse a mi hombro, y para no volver a caer como en veces anteriores se convirtió en una hombrera tan ajustada a mi hombro que comenzó a resultar incómoda. —Ya que, trataré de acostumbrarme. —exclamé, tocando al Ditto-hombrera. Sin duda me sería imposible quitármelo de encima...
Volví a aterrizar en la azotea del lugar, miré el cielo comenzando a caminar por las nubes, ahí se veía el sendero a lo desconocido, en mi bolsa una esfera reaccionaba ante esa energía. — Veo que tengo polizontes...— Reí entrando al lugar.
Pase por el lugar deteniéndome frente a los 3 individuos montado en la cabeza de Rayquaza. — Espero el combate Ian..— Reí con algo de ego mientras golpeaba suavemente al defensor de la tierra que comenzó a volar por el lugar bajando, claro al pasar su cola la punta golpeo la cara del chico amante de Iota provocando que cayera al suelo de espaldas.
Habíamos acertado al pensar que la presencia en la cima de la Torre de los Dragones era Rayquaza. Pero llegamos muy tarde para enfrentarnos a él, ya que el dragón pasó volando por encima de nosotros, con Alpha comandando la trayectoria desde su cabeza. Tras desafiar una vez más a Ian para tener un combate, el Ex-gamma se mimetizó con las nubes... Al hacerlo, la punta de la cola de Rayquaza golpeó en la cara el entrenador de Ho-oh, lo que me hizo sentir cierta satisfacción: recordaba todavía el golpe que Ian me había dado antes de entrar a la Torre por el mero accidente de decir mal su nombre. Me dirigí a Effy, quien se encontraba de pie a mi lado (@Nami Roronoa): —Algo me dice que no valdrá la pena avanzar... —dije, encogiéndome de hombros— Pero quién sabe: puede que se haga necesario volver en un futuro. Mientras tanto, ¿te gustaría fuésemos a Ciudad Acrílica, para inscribirnos al Torneo?
Si ese bastardo creía que podría vencerme, se equivocaba. Además, éstas sería la última vez que llegaba antes que yo. Salté desde las escaleras hasta el fondo del abismo, y mientras caía saqué a Ho-oh, quien me bajó hasta el comienzo de la torre, por donde salimos. —Ya verá...—fueron mis últimas palabras.
—Bueno, fue una aventura entretenida al menos… —comenté con tranquilidad, y Togepi emitió un asentimiento a mis palabras en su propio idioma—. Oh, claro, el torneo… deberíamos ir yendo, espero no hayan finalizado ya las inscripcciones... Tomé una pokebola de mi cinturón y la lancé por los aires… emergió de ella mi leal Skarmory, y me subí a bordo del ave de acero sin dudarlo. Miré a Hubert, que no había sacado aún a su Pidgeotto… ¿quizás estaba muy cansado? Lo miré con curiosidad. —¿Partimos entonces?
Regresé a todos mis pokémon a sus pokébolas. —Con permiso... —dije, tomando lugar sobre Skarmory, detrás de Effy— Lamento mucho que Skarmory tenga que cargar una persona más, pero Pidgeotto quedó muy agotado al traerme volando a la cima. Y te doy la razón —reí—, ha sido una gran aventura pasar por aquí, espero que surja la oportunidad de volver... ¡Vamos, Ciudad Acrílica nos espera!
Asentí ante las palabras que pronunció, y le recordé que se tomara fuerte de mi pokémon, que aunque me obedecía sin lugar a dudas no era de los más amables de mi equipo pokémon… —¡En marcha entonces, Skarmory! ¡A Ciudad Acrílica! —exclamé. Skarmory alzó las alas, las batió y regresé a Togepi a su pokebola para que viajara en mejores condiciones. Sin más, nos marchamos de allí volando.
Entramos en la Torre y mi pokémon nos hizo bajar para luego volver al mar. — Haxorus, sal.— Ordené mientras liberaba a la última evolución de Axew, este nos defendería.— ¿Metang entonces?— Le pregunté al chico.
La Torre de los Dragones, un lugar hostil pero donde seguro habitaban pokémon más que fuertes. —Sí, sí; Metang.—dije algo nervioso. De seguro surgirían pokémon amenazadores, felizmente Haxorus nos cuidaba las espaldas.
— Vale, aquí no habrá problema entonces. Cualquier cosa Haxorus es fuerte.— Sonreí, era algo reciente a mi equipo, pero se ve muy fuerte a decir verdad.
Caminamos un buen rato por la Torre, pero hasta el momento nada se nos acercaba. --Quizás tu pokémon intimida al resto--bromeé.
— Subí toda la Torre la vez pasada.— Dije para hacer algo de conversación.— Cincuenta pisos..cincuenta agotadores pisos. Vullaby se presentó ante nosotros, pero Haxorus lo derroto con una sola Garra Dragón.
—Santo Arceus... ¡Eso es demasiado!—exclamé.—¿Por qué subiste toda la Torre, acaso buscabas algo o solo fue por entrenamiento? A medida que avanzábamos, alunos pokémosn pequeños se nos cruzaron, pero no era lo que buscaba.
— Creo que buscando algo, pero era por explorar un poco, me había relajado perfectamente todo el día pasado.— Le comenté con las manos en la cabeza.— Valió la pena el subidon de todas formas. Swellow se presento ante nosotros, el tiene un gran poder, pero la defensa es mala, Haxorus lo demostró con su cuchillada en el.
—Cielos. Me sorprendía la resistencia de Alpha, curiosamente yo ya me estaba cansando. —¿Y qué hay del torneo?, ¿Tú crees que pueda ganar o al menos quedar en un buen puesto?
— Exacto, cielos.— Reí recordando el combate que tuve.— El dominante de los cielos... — El torneo...no lo se, todo depende de tu pareja y habilidad, yo voy como siempre: Confiado y potente, nada mas puedo decir de mi.
Perdí la mirada en el suelo, sin dejar de caminar; hace mucho que no participaba en un torneo, estaba más que nervioso. —Espero no quedar eliminado a la primera.—Interrumpí.—Mucha suerte para ti jeje, aunque no creo que la necesites.
— Tranquilo, cae la posibilidad de estar juntos o con Ian. No te hagas mala leche antes de ello.— Interrumpí al igual que el.— Iré con Char y Milotic. Otro Haxorus apareció tras mi, entonces me ataco, lastima; El mio fue levemente mas ágil golpeando con Giga Impacto dejandole debilitado. -- ¿Qué tal ese?-- Le dije apuntando al debilitado Dragón.