Long-fic Torbellino de Amor (Emmett Cullen)

Tema en 'Crossover' iniciado por Brunchi, 5 Marzo 2018.

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  1. Threadmarks: Capítulo 17
     
    Brunchi

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    Título:
    Torbellino de Amor (Emmett Cullen)
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    21
     
    Palabras:
    676
    Al llegar a Italia, Runa pensaba que al llegar no se encontraría con quien menos deseaba ver en la primera oportunidad. Antes de que ella pudiese atacar, el vampiro que hablaba la tenía paralizada.

    —Retírate Alec me encargo, ve a comunicar a Aro que ya llegó —dice aquel vampiro de cabellera larga semejante a un caballero.

    Alec con una sola mirada asintió y se marchó, dejándolos solos.

    —Cariño, tanto tiempo —dice una voz masculina.

    Y sin más se acerca, tocando la mejilla de ella, ocasionando que jadee por aquella conexión que una vez los unió.

    —Caius Vulturi.

    Aquel vampiro más "antiguo" de todos se hacía presente nuevamente en la vida de Runa.

    —Así es gatita, un placer volverte a ver —dice Cayo atrayendo la hacía él.

    Runa sin poder evitarlo le corresponde, ¿que podía hacer?, ella era quién comenzó con ello, y lo malcrió.

    —Mi Soldatino, que serio estás —comenta Runa.

    Suelta una leve sonrisa.

    —Te extrañé hermana, ¿por dónde andáis estos tiempos? —dice Cayo.

    Si, Runa hace muchos siglos atrás lo había adoptado como su hermanito menor, lo educó e inculcó todos lo que sabe, pero cuando él quiso establecer un orden a Runa no le pareció nada bueno, pero eso es otra historia.

    —Descansando y disfrutando de la vida tranquila, ya sabes —comenta mientras sonríe leve pero sin más bosteza con sueño.

    —Al parecer nunca cambias, igual de perezosa.

    Ambos ríen un poco mientras se encamina a la torre Vulturi.

    —Que va, soy así y siempre seré —comenta con tono aburrido aunque más cansado.

    —Cierto, y una vez que estés frente a Aro compórtate bien, aun no deseo que se desate la ira.

    Se separa de Runa una vez que se van acercando.

    —Bah... Parecéis tener miedo hermano, acuérdate que la edad hace que los demás sean sumisos —contesta fríamente.

    Una vez se abre la puerta dando la vista tres podios reales, Caius se posiciona en su lugar, y los demás empiezan a inquietarse con su presencia.

    —Que alegría volver a verte, querida Runa —saluda Aro.

    Runa con rostro neutral y calmada, saluda con un asentamiento flojo.

    —Saludos Aro, ¿Me podéis explicar para qué me habéis traído?

    Runa era borde solo cuando le fastidiaba o quería dormir, y esta situación era la combinación de ambas. Una Rubia de ojos rojos pareció molestarla aquella contestación a su amo, que se acercó con la intención de hacerla entrar en razón pero Caius la detuvo a tiempo.

    —Calma Jane —dice Aro, deteniéndola

    Runa sin poder evitar sonríe de lado, ocasionando que Jane quede ofuscada.

    —Te hemos llamado para saber si haz cambiado de opinión, ¿Querida te unirás a nuestro Clan?

    Runa observa a Aro y hace una mueca.

    —¿Qué parte de que no me agrada ser el centro de atención, no, entiendes Aro?

    Al líder Vulturi le tiembla un ojo intentando calmar su enojo.

    —Sólo deseaba saber si tu decisión había cambiado, pero de igual manera seguiré esperando. Aunque me han informado que has estado con el Clan Cullen —comenta Aro.

    Runa lo observa sin mucho interés.

    —Ten respecto al amo —escupe Jane con asco y enojo entre sus palabras.

    Runa la mira y con su leve movimiento se encuentra a su lado.

    —Respeto cuando es necesario, tú deberías respetar a los mayores, mocosa insolente —dice con pereza Runa.

    Jane intenta hacerle entrar el dolor pero no lo logra, desconcentándola.

    —Querida Jane, quédate atrás y calmada, no somos mortales para empezar una discusión sin mucho interés —ordena Aro.

    Runa sin mas camina en dirección a la puerta.

    —He estado con los Cullen observando su forma alimenticia por curiosidad, Aro ten en cuenta lo que haces, y por favor no me molesten en medio de una caza —comenta seria mientras ve a Alec y Dimitri.

    Ambos tragan seco, y bajan su cabeza en sumisión.

    —Estén atentos pronto habrá una pequeña batalla, y tengan por seguro que decapitaré al que lo dirigió —advierte Runa.

    Sin más desaparece por las puertas, Caius quedó con una duda y nostalgia pensando en quizás ella se quedaría con el un poco más.
     
  2. Threadmarks: Capítulo 18
     
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    Torbellino de Amor (Emmett Cullen)
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
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    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    21
     
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    Aquel día que Runa había tenido la visita a los Vulturis esperó su debido tiempo para estar nuevamente a solas con Cayo o Caius pero ella lo decía a veces, a sola.

    Y allí estaban ambos solos, en algún hotel de Italia, acostados como seres normales en la cama, cualquiera pensaría que son pareja al verlos. Pero Runa estaba bastante tranquila y relajada por momento a lado de su pequeño hermanito.

    –Runa, ¿alguna vez vendrás de vacaciones a quedarte aquí conmigo?

    Runa se remueve y suelta un pequeño suspiro.

    –¿Para observar como hacen injusticias, y que esa mocosa quiera ver el fuego fluir? Bah... No me gusta observar cosas aburridas y discutir sin poder matar a aquel mosquito, pero ya sabes cuanto es mi felicidad por tener la tranquilidad de mi lado...–comenta Runa adormilada.

    Caius suspira abatido, y la abraza, era consciente de lo que ella representaba para los vampiros pero aun no entendía del todo sus ganas de pertenecer al Clan, tendría de vuelta un cargo.

    –No pienses en ello, hermanito, sabes que prefiero no meterme en discusiones, me da flojera, aunque... cambiando de tema. Me han dicho que has encontrado a tu Tua Cantante –comenta Runa.

    Siente como Caius ríe incómodo ante eso.

    –Vaya, como vuelan los rumores a tus oídos hermana, si, es cierto, Athenodora es mi Tua Cantante y ahora esposa, perdón por no habertelo dicho –se disculpa Caius.

    Runa sonríe levemente, y sin poder evitarlo, recorre los recuerdos de Caius y observa como también siente el amor que siente hacia aquella vampiresa.

    –Lo que importa es que estéis completo y feliz con ella, no te preocupes por algún enojo por mi lado, en el momento que escuché el rumor quise moverme y venir para ver si la chica era digna para mi hermanito, pero la flojera del momento pudo conmigo –dice riendo por lo bajo–...además algunas fuentes me dijeron que eras feliz y ahora lo compruebo por los recuerdos y sentimientos que percibo en ti –comenta ella.

    Caius suspira aliviado al no sentir enojo por parte de ella.

    –Gracias Runa, eres importante para mi, y no desearía tu enojo hacia mi persona –comunica Caius–...Y que me dices, ¿ya encontraste tu Tua Cantante?

    Al escuchar aquella pregunta ella se tensa. Extrañando a Caius.

    –¿Quién es? ¿Ya se te declaró? Runa habla, cuéntame –pregunta Caius levantándose de la cama para observarla mejor.

    Runa gruñe ante tal movimiento.

    –No pasó mucho, lo encontré, pero no deseo nada por el momento Caius, y no te pongas en modo Hermanitus Celoson –murmura sin importancia y con sueño Runa.

    Ocasionando que Caius gruñe.

    –Pero Runa, ¿Cómo es posible que puedas aguantar estar sin él?, ¿Sin querer disfrutar de una plena unión sexual? ¿Siendo igual de floja y evitar que alguien más se tire a por él? –dice exasperado Caius.

    Runa gruñe y abre los ojos, con destellos rojizos.

    –He estado tiempo sola de maravilla, tampoco aceptaré de una a un hombre egocéntrico, molesto, prepotente, grandulón, alto, musculoso, guapo...digo es exasperante –gruñe Runa.

    Caius al escuchar aquellas palabras de la servamp mas antigua y perezosa, sonríe incrédulo.

    –Hermana, si es que es todo eso que dijisteis, pues con respeto. Os parecéis en cuanto a ello en ciertas partes, y no me vayas a negar, te gusta, y el sin dudar también de ti, date una oportunidad, ¿Qué tan malo te puede salir?–comenta.

    Runa frunce el ceño y se despereza.

    –Quizás tengas razón, pero no, aún es muy pronto para hacer algún movimiento y admitir del todo, ¿Qué tal si lo acabo matando con la personalidad que me mando? ¿O mi temperamental? Ash... Que flojera, que fastidio... –bufa.

    Se levanta de la cama, agarra una pequeña mochila, sin mucho movimiento se pone frente a Caius y lo besa en la frente.

    –Hablaremos más adelante, espero y que la próxima vez que no veamos no deba matarte Caius ni tu a mí, a la próxima me presentan a Athenodora –comenta Runa.

    Caius va a decir algo pero en un cerrar de ojos, Runa ya no se encuentra a su lado.

    «¿Qué habrá querido decir?»piensa Caius Vulturi.

    °_°_°_



    Actualmente.


    ~Runa.~

    Luego de la charla con Caius mi mente a estado pensativa, por lo que he aumentado la busca de victoria junto a mis sub-clases (esclavos, sirvientes), o sirvientes como se les diga, me han informado que está haciendo de las suyas. Tramando un plan, y para ello. Estoy aquí.

    Frente a un edificio abandonado. Dentro está Victoria que no me ha percibido.

    TOC.. TOC.. TOC..

    Se abre la puerta y ella me mira con una sonrisa socarrona.

    –¿A qué se debe tu visita querida? –pregunta con falsa amabilidad.

    La miro neutral, y levanto una mirada.

    –Estoy aquí para hablar dejarte en claro algunos puntos

    –¿Qué te hace pensar que voy a hacerte caso querida? ¿Después de haberme arrebatado a mi James? –pregunta enfadada.

    Hace el ademán de atacarme pero lo agarro del cuello sin mucho esfuerzo.

    –Sé civilizada, y escúchame, te doy una oportunidad, deja a la humana en paz, y no morirás aún, sabes que James no era tu Tua Cantante, aún puedes buscar al verdadero –hablo sabiamente.

    Pero ella me araña la cara y escupe, cierro mis ojos, evitando matarla en este mismo momento.

    –Sigues siendo la arrastrada de los humanos, una inservible servamp, ¿crees que ellos te valorarán? Te tiraran por la borda en cuanto menos te lo esperes... –dice Victoria con cinismo.

    Mis ojos se vuelven friolento y en ambiente también, sonrío fríamente.

    –¿Crees que me interesa? No estoy con ellos por eso, sigues idiota, y no tengo tiempo por tus idioteces, si quieres morir, bien, te dejaré morir de la manera más inferior –digo tirándola por la pared.

    Le tuerzo una pierna, lo que me facilitará una semana de preparación para todo. Ella llamará a su "Amado" o juguete para atacarme y matar a Bella, y bueno el resto ya será historia.


    °_°_°_°

    Me esfumo de allí, para luego correr en dirección a Forks, al llegar un enorme perro negro me persigue, salto a la montaña después de Forks en dirección a Alaska. El lobo intenta morderme, me convierto en tigresa y él gruñe, aúlla llamando a más, y no me aguanto por lo que al gruñir lo mando a volar directo al río, mojándolo, y quizás rompiendo una costilla, él se lo buscó.

    Luego de aquel incidente, voy corriendo y cuando menos me lo espero una masa de algo me tira al piso.

    –Runa...
     
  3. Threadmarks: Capítulo 19
     
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    ~Emmett~

    Desde que Runa se ha ido a quien sabe Alice, ya que ella no me lo quiere decir, me he vuelto loco pensando en su rudeza, pereza y belleza. Ahora estaba peleando con un oso para alimentarme, lo vencí sin problemas, consiguiendo alimentarme sin problemas.

    Está más de decir, que nos encontramos en Alaska por el tema que Edward quiso alejarse del peligro que causaba él a Bella, enterándome en conjunto que Runa no iba con nosotros.

    También he estado pensando en sus palabras. Y estoy muy seguro que ella es mi Tua Cantante, su sangre me llama, la quiero tener entre mis brazos. Su personalidad me llama y atrae de una manera muy singular como especial.

    Ahora me dirijo a la cabaña para ir nuevamente a molestar a Alice para que me diga donde puedo encontrar la a mi Runa. Es mía, aunque ayer Alice tuvo una visión, ocasionando que me preocupara y quisiera matar a esa otra pelirroja de cabello enrrulado..

    Se ha atrevido a atacar a mi Runa, a pesar que se que ella puede defenderse me gustaría ser yo quién lo haga también. Por lo que justo cuando me dirigía a la cabaña, percibí un aroma y sin más, no pude contenerme a correr en dirección a aquel exquisito aroma a uvas y árboles de menta. Sin más vi un punto pelirrojo cruzar la nieve y sin poder evitarlo algo en mí se prendió, y me tiré a por ella, tirándonos al suelo. Era lo más hermoso en todo lo que podía ver entre la nieve, era ella, mi... Tua Cantante... Mi Runa.

    La abracé y estreché ferozmente, evitando que se escape de mi. No la dejaría alejarse nuevamente de mí.

    °_°_°_°



    ~Runa.~


    –Runa, preciosa –murmura una voz varonil.

    Me remuevo y jadea al escucharlo.

    –Idiota.. –murmuro.

    Aspiro su aroma, y me enloquece. Lo dejo abrazarme.

    –¡Cuánto amor, preciosa!, Me encanta tu sentido del humor –dice Emmet, me atrae a él, aspirando mi aroma.

    Siento como mi corazón muerto, enloquece.

    –Me has extrañado –murmuro sin poder cometer tal torpeza.

    Emmett ríe divertido, y se levanta un poco de mi

    –Claro que te he extrañado preciosa, eres mía –dice mirándome a los ojos mientras se va acercando.

    Lo acerco más a mí, coloco mis brazos detrás de su cuello, y traigo a mis labios.

    –Y tú eres Mío –murmuro aceptándolo.

    Sonríe y se acerca ferozmente, rozando mis labios. Acerco mis labios a los suyos, el beso se une y complementa a la par, sintiendo que nuestro alrededor se esfuma, dando a la existencia de él y yo, mis sentidos se avivan, el beso es entre dulce y rudo. Lleno de pasión, entre un momento le muerdo el labio y gruñe excitado, por lo que me besa con rudeza, y también me muerde, ocasionando que mi temperatura se sobre caliente, gimo mientras él aprovecha a que su lengua se encuentre con la mía, uniéndola en un pequeño combate de lengua, siento como la nieve se va derritiendo a nuestro alrededor por mi aura caliente.

    Se separa a regañadientes por la molestia de la nieve entremedio de nosotros.

    –Eres mi sabor favorito, nena –comenta mientras se levanta y yo consigo.

    Lo abrazo y suspiro, medio sonriendo.

    –Me agrada tus brazos y tu cercanía –admito, mientras lo abrazo.

    Pero justo cuando vamos a seguir gozando del momento una pequeña tos nos interrumpe.

    –Lamento interrumpir su maravilloso momento, pero tuve una visión y es importante que me marche, no se lo digan a Edward –dice Alice.

    Frunzo el ceño, y sin más observo la memoria de Alice, al separarme un poco de Emmet, quién gruñe ante ello.

    «Bella está en la reserva de los lobos de Sam, y se acerca al risco mas luego salta, hundiéndose hasta en lo profundo del mar perdiéndose en el fondo»

    Se termina la visión. Hago una mueca.

    –Ve, nosotros te encubrimos, aunque...¿Jasper no irá contigo?

    Ella niega, y me da un beso en la mejilla.

    –Es una salida rápida, y el se quedará para comunicarles como también calmar a Edward –dice Alice.

    –Cuídate mucho pitufa –digo con cariño.

    Emmett me tiene atrapada en sus brazos, y tampoco quiero sinceramente alejarme de estos. A pesar que debería ir por Lubius.

    –Esta bien, pelirroja, cuídense y no exageren...–dice picarona, y sin más desaparece corriendo tras la nieve.

    Niego con la cabeza, y siento como Emmet acerca sus labios a mi cuello, jadeo ante aquella cercanía.

    –Alice me ha dado una buena idea, ¿y si hacemos calentar más el ambiente? –dice con una voz cargada de deseo.

    Sin más río, me gustaría, pero aún es pronto, se debe ganar el estar conmigo.

    –Primero gana el derecho, guapo y luego veremos.

    Me suelto sin problema de sus brazos y el gruñe. Me giro a mirarlo y sin más, digo:

    –El que llega último a la cabaña no obtendrá ni un beso más –exclamó divertida.

    Y sin más corro más rápido.

    –¡Oye! ¡Eso es trampa nena! —ríe al gritar aquello.

    Lo escucho acercarse a mi, y pronto acelero, para luego ya no vernos perdiéndonos en la carrera.
     
  4.  
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    797
    Mientras Alice confirmaba si Bella aún seguía viva, Emmett buscaba a Runa.

    —Runa, ¿preciosa dónde te metiste?

    Runa se había quedado dormida tras un escritorio, como todo digno pecado capital de pereza.

    Emmett, buscaba con el ceño fruncido a su amada.

    —Esme... ¿Viste a Runa?—pregunta llegando a la cocina.

    Esme se gira para verlo.
    Le sonríe cálida.

    —Se habrá quedado dormida, ya sabes como es, aunque busca en el despacho de Carlisle, quizás la encuentres —responde Esme.

    Emmet sonríe ampliamente.

    —Gracias Mamá —responde.

    Corre en dirección a ese lugar y sin más encuentra a Runa dormida. Suspira y sonríe, la agarra entre sus brazos, mientras Runa se acurruca en sus brazos aun dormida.

    «Definitivamente es dormilona, pero es más preciosa cuando duerme, tan tranquila»-piensa.

    °_°_°_°



    En otra parte.



    ~Alice.~


    Al poder ver a Bella pasar la puerta viva, me alivié mucho, de verdad que creí haber llegado tarde.

    —¡Bella acaso estas loca, te vi saltar! —digo mientras la abrazo.

    Ella me responde sorprendida de verme.

    —¿P-pero cómo?¿cuando llegaste? ¿Edward volvió contigo? —pregunta Bella.

    Niego, y observo como sus ojos se quedan tristes.

    —No sabemos dónde se ha ido él Bella, sólo nos llama para saber como estamos —digo.

    Ella me ofrece sentarme en el sillón, pero reconozco el aroma perro mojado.

    —¿Pero que acaso no te has bañado Bella?, hueles a perro mojado

    Bella hace una mueca y de repente se abre la puerta de la casa, y entra el perro.

    —Jake, creí haberte dicho que no era nada grave —dice Bella.

    Lo observo seria.

    —¡Era tu culpa! ¡Por tu culpa no pude ver el destino de Bella! Tu aroma y persona obstruye que vea a Bella —comento enojada.

    Jacob, el lobo me ignora y observa a Bella.

    —Quería asegurarme de que estuviese a salvo —comenta Jacob.

    De la nada cuando va a decir algo observo como una bola de pelos viene y me recibe.

    —¿Qué hace el lobo de Runa contigo Bella?—pregunto.

    Bella me mira y entiendo que quiere privacidad con el perro mojado, por alguna razón al lobo de Runa, no lo olía de la misma manera que a Jacob, por lo que salí por la puerta con el en brazos.

    °_°_°_°


    ~Runa.~

    Al despertar me encontraba en el sillón acurrucada en el brazos de Emmet.

    —¿Eh?

    Pero luego el celular suena, veo a Emmett contestar, mientras me observa.

    —Hola Ed, ¿que tal?—saluda Emmett.

    ¦¿Está Alice? –pregunta Edward.

    Frunzo el ceño y antes de decir algo bostezo.

    —Alice ha tenido que irse de urgencia —comenta Emmett.

    Se escucha que Edward se remueve inquieta tras el otro lado de la llamada.

    ¦¿A dónde? —pregunta.

    —A revisar si la visión que tuvo con respecto a Bella era cierta —responde.

    Escucho como blasfema.

    ¦Gracias Emm —dice y luego cuelga.

    —No debiste decirle, bruto.

    —¿Porqué? se merece una explicación

    —Tks... Creo que debemos volver a la casa de Forks, no tengo buen presentimiento —digo e intentó levantarme.

    Pero Emmett me atrapa entre sus brazos.

    —Primero dame un beso, preciosa, y te suelto.

    Frunzo el ceño. Si me quedo más tiempo cerca suyo, querré dormirme.

    —Sólo uno —digo.

    Asiente con diversión, como si fuera un niño pequeño. Por lo que ne acerco a él, y lo beso, y cuando me quiero separar, él vuelve a unir nuestros labios.
    Gracias a que Carlisle había vuelto lo hizo frenarse, el beso se iba formando mas intenso.

    —Oh, Hola Runa, qué alegría verte —dice Carlisle.

    Me separo con un movimiento rápido de Emmett, ocasionando que el gruña.

    —Debemos ir a Forks, Edward ha ido en dirección a Alice y Bella, si tienes problemas yo las resolveré Carlisle —digo seria.

    Asiente y con Esme cerca también, entonces partimos de nuevo en dirección a Forks.


    °_°_°_°
    Mientras tanto en otra parte.



    Con Alice:

    Mi celular suena y contesto:

    —¿Si? ¿Pelirroja?—pregunto.

    ¦Edward va a llamar para ver si Bella esta bien —escucho a Runa informar.

    Pero justo cuando le voy a responder tengo una visión.

    «Edward llama a Bella para saber si se encuentra bien, pero Jacob responde la llamada y le hace creer a Ed que Bella está muerta».

    «Veo otra visión, y es que Ed se entrega a los Vulturi para morir igual que Bella, sin ella no podía estar vivo.»

    ¦Intenta detenerlo con ayuda de Bella, yo haré que no lo maten, no te preocupes –dice Runa.

    Y sin más corta la llamada, entro a la casa. Veo a Bella discutiendo con Jacob.

    —Edward piensa que estas muerta, va con los Vulturi para matarse —digo.

    Bella mira enojada a Jacob, agarra su saco y me sigue al auto. Discute un poco con el lobo, quién me mira mal. Y rápidamente nos dirigimos a Italia. Para evitar que Edward cometa un error más.
     
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