Long-fic Todo sucede en Extraño & Loco (InuXbleach)

Re: Todo sucede en Extraño & Loco (InuXbleach)

Pequeña aclaración para Yulis: tienes razón se escribe Sesshoumaru y se "pronuncia" así, perosu escritura también puede darse como Sesshomaru, sólo que si es de esta forma tiene que llevar un guión en la O ,yo no lo escribo porque es demasiado trabajo estarle poniendo al nombre ese guión. Bueno, estoy entrando a exámenes parciales así que probablemente tarde mucho en escribir las quiero!




- ¿Qué haces aquí?- dijo Sesshomaru mirándolo directamente a los ojos pero sin siquiera mostrar miedo o sorpresa en sus facciones-

- Visitando a (tu nombre aquí)- contesto Naraku sonriendo- ¿Desde hace cuánto es tu esclava?

- No tengo porque contestar – dijo Sesshomaru orgullosamente

- ¡No intervengas Sesshomaru!- gruñó Renji desde es otro lado del pasillo.

- No pensaba detener su pelea- dijo Sesshomaru mirándote a ti de repente, no podías captar el mensaje de su mirada. Estabas furiosa con él; podría ser bello, pero su actitud era demasiado despreocupada como para que te hipnotizara. Jamás habías visto a Sesshomaru en batalla, pero supusiste que, para ganarse el respeto de todos debía ser fuerte. Reuniste el valor necesario y le gritaste:

- ¡Si tú no detienes esto yo lo haré!-

Sesshomaru volteó lentamente hacia donde estabas tú. Pestañeó sólo una vez. En ese momento debieron pasar muchas cosas por su cabeza. En los días que llevabas trabajando ahí habías aprendido algunas cosas de Sesshomaru:

· Es orgulloso
· CASI no le importan los demás
· Es físicamente perfecto
· En inteligente y calculador
· Si algo fuera a afectarle ,hace que esta cosa nunca pase

El último punto se aplicó a ti. Después de que pronunciaste esas palabras, se acercó a Renji caminando despreocupadamente y una vez que estuvo a su lado le dijo:

- No cometas una tontería de la que después te puedas arrepentir-

Dicho esto se dio la vuelta y se dirigió hacia Naraku. Una vez que lo tuvo enfrente de él, y sin importarle que tú o Renji escucharan le dijo:
- Si la tocas, tendrás que vértelas conmigo-

Naraku cambió totalmente sus facciones. Primero eran de susto, como si hubiera recibido una apuñalada en las entrañas; sus ojos estaban abiertos y su boca a medio abrir. Pasado un segundo y mientras Sesshomaru se empezaba a alejar; la sonrisa que caracterizaba a Naraku volvió a aparecer. Sus ojos recobraron la mirada matadora y su sonrisa se hacía cada vez más grande.

- Al parecer Renji te defenderá con su vida- dijo él

- Si le tocas un solo cabello te juro que me conocerás- dijiste tú mirándolo frívolamente

- Me gustaría ver eso- dijo Naraku y avanzó lentamente , preparado para hacerle daño a Renji

- ¡Vete de aquí!- te repitió él. Sus palabras te herían. Sabías que lo hacía porque quería defenderte y protegerte, aún si eso implicaba ser herido. Te sentías inútil. Naraku comenzó a caminar más rápido hasta el punto en que empezó a correr, preparó su puño. En unos segundos, ya no era una mano. Era una cuchilla e iba directo al pecho de Renji.

- ¡¡No voy a dejar que te pase nada!!-gritaste

Fue tu instinto.

Corriste, te interpusiste entre Naraku y Renji. Cruzaste tus brazos en forma de cruz frente a tu rostro. Tal vez fue la adrenalina. Tu cuerpo se sintió protegido. Cuando Naraku dio el golpe no le dio tiempo de parar para no herirte.

Lo detuviste.

Su cuchilla fue detenida por una especie de campo de fuerza proveniente de ti. Era transparente, pero distinguible, ya que se movía en forma de ondas. El golpe de Naraku, no pudo pasar el campo de fuerza. Cuando reaccionaste estabas sorprendida. ¿Acaso habían surgido tus poderes? ¿Un campo de fuerza? No lo podías creer. Sentiste algo en tu espalda, era enorme, pero curiosamente no era pesado. Naraku separó su brazo de tu campo y se alejo varios pasos. Cuando se hubo alejado te separaste un poco de Renji y agarraste el objeto que colgaba de tu espalda. Era una espada.

- ¿Qué diablos?- exclamó Naraku. Estaba igual de sorprendido que tú

La espada que cargabas en tu espada era enorme, pero ligera. Además era hermosa. Tenía en el extremo de la hoja un dragón grabado. Era de color plateado y no dejaba de destellar. La podías sostener incluso con una mano. Su empuñadura era de color dorado. Tenía detalles grabados; demasiado pequeños para ser apreciados a simple vista.

- ¿Qué… qué es esto?- preguntaste sin dejar de mirar tu espada.

- Tus poderes- susurró Renji, que había estado detrás de ti todo el tiempo.

- Eres impredecible- dijo Naraku con una sonrisa en su rostro- Eres perfecta para mí-

- Naraku, eres despreciable- dijiste tú. Alzaste tu espada y apuntaste hacia él. No tenías idea de lo que estabas haciendo. Hacía unos segundos habías obtenido tus poderes y ya estabas amenazando a alguien sin siquiera saber usarlos.

- Veo que esta batalla es un caso perdido- dijo Naraku, mientras hacía que su puño volviera a la normalidad- Renji, volveré a reclamar lo que es mío-

Se marchó demasiado rápido. Apenas salió de tu vista volteaste a ver a Renji. Estaba perplejo y te miraba con rareza.

- ¿Estás bien?- preguntó él y le soltaste una cachetada- ¡Oye!

- Eso te pasa por tonto, ¿cómo planeabas acabar con él? ¿Estas loco?- dijiste tú.

- Por si no lo has notado, todo aquí es loco- dijo Renji

- Tú más. El tipo iba matarte- le dijiste tú

- El tipo iba a besarte- dijo él más firme

- Prefiero que me bese a que mate a un compañero- gritaste tú.

Kagome llegó corriendo con todos tus amigos. Debían haberse enterado de lo que estaba pasando, si no por boca de Sesshomaru, por el ruido. Una vez que tuvieron tú espada a la vista se quedaron boquiabiertos.

- ¡Tus poderes!- gritó Kagome -¡Ya los tienes!

- Sorprendente- dijo Rukia

- Tu aura se hizo más fuerte – dijo Nova

- Necesitamos ir a ver a Sesshomaru- dijo Rin, mientras te jalaba del brazo.

- Ahora no, necesito que me expliques algo Rin- dijiste tú

- Dime- dijo ella mientras paraba y te miraba con curiosidad

- ¿Cómo es que Naraku conoce a Sesshomaru?- preguntaste tú

Los ojos de InuYasha se invadieron de furia, y los de Kagome de tristeza. La repentina reaparición de su enemigo a muerte no era para nada satisfactoria.

- ¿Naraku estuvo aquí?- preguntó InuYasha enfadado- ¿Te hizo algo?

- No, estoy bien, me defendí con los brazos- respondiste tú

- Naraku, ¿porqué aparece justo ahora?-se preguntó Uryu

- ¿Qué quería?- preguntó Chad

- Nada, sólo molestarme… ¿Cómo es que lo conocen?- respondiste tú- Rin ¿sabes algo?

- Bueno, no se mucho, con esfuerzo te puedo decir algunos detalles.

“Hace 10 años, el padre de Naraku invadió el mundo shinigami.
El padre de Sesshomaru, era líder y protector del mundo shinigami o mejor conocido como “La sociedad de almas”. Se llamaba Inu-no- Taisho, era un demonio como Sesshomaru. Llegó a la sociedad de almas y se hizo amigo de los shinigamis. Con el tiempo lo nombraron líder. Como se imaginaran los hijos deben continuar con el deber del padre. Sesshomaru no esta aquí porque quiere. Por ahora él es el jefe de la sociedad y es su deber protegerla de personas como Naraku. Para eso necesita a los mejores, por eso nos llamó aquí, por eso Sesshomaru no dejará que nada nos pase.”

Ya sabías porqué Sesshomaru actuó como actuó y amenazó a Naraku si algo te pasaba. Eras un arma valiosa, una nueva especie, algo desconocido para todos y nadie sabía de lo que eras capaz, por eso Sesshomaru y todos te iban a proteger. Todo cobraba sentido ahora.


- ¿Hola?- preguntó Rin pasando la palma de su mano por tu cara.

- Perdón- dijiste tú- ¿Te refieres a que Naraku es el enemigo de Sesshomaru?

- Es enemigo de todos- respondió Rukia- Naraku es un enemigo versátil. Hace 3 años llegó al mundo humano. Fue por eso que todos los que somos del equipo acompañamos a Sesshomaru en su búsqueda en éste mundo-

- Henos aquí. Nuestra forma de pasar desapercibidos es tener un centro comercial y trabajar como cualquier otro humano- Renji

- Sí, nosotros somos como una familia, hay que protegernos los unos a los otros- dijo Sango

No sabías a quienes incluían la palabra “somos”. En los pocos días que llevabas con tus nuevos amigos, te habías acostumbrado a pasar tiempo con ellos, con sus locuras y te habías encariñado con todos

- ¿Soy parte de esa familia?- preguntaste tú

Todos te miraron con ojos de curiosidad (incluso InuYasha). Sango te sonrió y te puso la mano en un hombro. Estaba cálida. Su sonrisa era impecable y franca.

- Hoy y para siempre- dijo ella.


Era hermoso saber que pertenecías a ellos, a su familia. Los ibas a proteger y ellos a ti. Tenías que entrenar y volverte tan fuerte como ellos.


Sería muy placentero estar con ellos para siempre.

​

​

Esperar en la estancia de la oficina de Sesshomaru era de lo peor. Era cierto que estaba limpia, bien ventilada y tenía un olor a lavanda muy agradable, pero habías estado esperando ahí con Rukia y con InuYasha cerca de una hora. ¿Qué podía ser más importante que la aparición de tu acosador y el surgimiento de tus poderes? Qué estresante; InuYasha tenía su cabeza apoyada contra la pared, parecía que quería dormirse en esos bancos, no traía puesta la gorra así que de vez en cuando se podía ver como movía sus orejas. Rukia no paraba de examinar tu espada.

Después del drama del momento todos se habían amontonado para verla. Descubrieron muchos detalles. La empuñadora tenía grabada la palabra “Tear” Además tenía una rosa tallada, su raíz envolvía la empuñadura como una boa a su pobre presa. Lo más curioso que sucedió fue que cuando Uryu trató de cargarla, no pudo. Dijo que pesaba demasiado. Todos y cada uno de los que trataban de sostenerla acababan agotados por el esfuerzo. Incluso la mole que representaba Chad.

Flashback

- Podría hacerle una bonita funda- te ofreció Uryu

- Claro, siendo tú puedes decorar hasta mis calcetines- dijiste tú

- Genial, ahora déjame tomarle las medidas- dijo él. Agarraste la espada y se la prestaste. Pero al tomarla, Uryu casi la dejó caer, parecía como si no hubiera aguantado su peso. Y justo después te diste cuenta que había caído en su pie. Por suerte el filo no había caído en posición vertical. Una onda de dolor recorrió su cuerpo entero. No querías reírte pero la expresión de su rostro era demasiado graciosa para ser verdad.

- Uryu ¿estás bien?- le preguntaste difícilmente aguantando la risa.

- S…sí- respondió él

- Uryu, yo me encargo de cargarla- dijo Ichigo con total seguridad. Pero sucedió lo mismo, fue capaz de levantarla a media del suelo, y después de varios segundos no pudo más y la dejó en el suelo. Su rostro estaba rojo y también daba gracia.

- No es que no la pueda levantar, simplemente estoy cansado- dijo Ichigo

- ¿De qué? No has hecho nada- respondió Renji dedicándole una mirada de ironía

- Yo lo haré- dijo Miroku muy caballeroso- De vez en cuando un hombre debe comer verduras en caso de que una dama le pida que levante su espada de 20 toneladas- dijo él. El suceso se repitió, pero Miroku ponía un buen esfuerzo, no llegó más lejos antes de rendirse

- ¿Tu también te cansaste?- preguntó Sango sarcásticamente

- No, lo que pasa es que…- dijo Miroku. En ese momento todos guardaron silencio- no comí espinacas…hoy.

- Pero…- quisiste decir tú

- No diga más señorita (tu nombre aquí)- dijo Miroku- ya mismo iré por algunos pergaminos para hacerla más ligera…y de paso unas latas de espinaca.

- No te acerques a lencería- dijeron todos a coro

- No planeaba hacerlo- dijo Miroku un poco decepcionado.

- Intentaré levantarla- dijo Chad, y sin embargo, el más fuerte de todos no pudo levantarla del suelo y después de intentarlo te dirigió la palabra- Creo que sólo tu la puedes levantar-

Y en efecto, la levantaste del suelo sin hacer el mínimo esfuerzo. Sólo tú podías tenerla.

Fin Flashback
La puerta de la oficina de Sesshomaru se abrió de golpe. Entonces supieron que debían entrar. El interior de su despacho seguía como lo recordabas. Un escritorio, un planta, ningún cambio. Y sin embargo la veías diferente. La primera vez que entraste por esa puerta lo único que esperabas era un buen salario y trabajar en la tienda de mascotas. La segunda y actual, esperabas que te explicara como manejar tus poderes. El tiempo hace grandes cambios. El destino viene en diferentes formas y hay que aceptar a donde te lleve. A ti te llevó por un camino de lo más extraño pero no podías pedir algo mejor. El tiempo y el destino siempre van juntos y deciden que quieren hacer contigo.

- Rukia, cierra la puerta- ordenó Sesshomaru una vez que todos estaban adentro. Se encontraba parado

- Supongo que ya sabes el porque de nuestra visita- dijo InuYasha.

- Estoy al tanto de la situación- dijo Sesshomaru al tiempo que analizaba unos documentos. El Sessho de siempre, el que nunca te miraba directo a los ojos.

- ¿Y bien? ¿Qué planeas hacer con ella?- preguntó InuYasha de forma agresiva

- InuYasha, déjalo hablar- dijiste tú

- Supongo que llamarás a esos dos- dijo Rukia

- Llegarán hoy mismo- respondió Sesshomaru ahora leyendo un libro- Tengo entendido que ibas a entrenar con Ichigo ¿cierto?

- En realidad sólo me iba a enseñar a ver auras- respondiste tú con un tono que denotaba seguridad.

- Acostúmbrate a la idea del cambio de planes. También averiguaras como usar a Kurohana- respondió el autoritariamente

- ¿A quién?- preguntaste tú

- Tu espada, se llama Kurohana-respondió Rukia

- ¿Kurohana?- preguntaste tú

- Sí- dijo InuYasha- las espadas tienen nombre también-

- ¿Dónde recojo a ese par?- preguntó Rukia

- Llegaran a casa de Ichigo- respondió Sesshomaru- Sólo deberán esperarlos.

- Entendido- respondió InuYasha.

Inmediatamente salieron de la oficina y se dirigieron al comedor, ya que era la hora del almuerzo.

- Rukia, ¿a quienes ser refieren con “esos dos”?- preguntaste tú

- A la pareja de “hermanos” más loca del mundo- respondió InuYasha.

- Se supone que llegarían en Marzo, pero tienen que enseñarte a usar tu espada así que Sesshomaru los llamó- dijo Rukia

- Sí eso lo sé, pero ¿Quiénes son?

- Jakotsu y Bankotsu- respondieron InuYasha y Rukia al mismo tiempo.

 

Re: Todo sucede en Extraño & Loco (InuXbleach)

Hoy no tuve clases por el ciclón... dios las ama, y me dio tiempo de hacer un capítulo ;) disfruten


La fachada de la casa de Ichigo se veía interesante. De un color mostaza, parecido al del centro comercial. Al llegar supusiste que vivía con su familia. La casa era de 3 pisos, cada piso con su propio balcón, sin mencionar los demás cuartos. En total debía haber más de 9 habitaciones. En realidad era enorme, sin mencionar el patio trasero. Estaba rodeada de una cerca blanca que medía poco más de dos metros. En la entrada de la cerca había una puerta, y a su lado una columna con el timbre. De seguro debía tener una cámara y un altavoz. Tocaste el timbre, y en efecto, si había altavoz y cámara.

- ¿Diga?- preguntó la voz de Ichigo

- Soy yo Ichigo- respondiste tú

- Ah, claro- dijo Ichigo y colgó.

Inmediatamente se abrió la puerta de la cerca. Entraste por ahí y caminaste hasta el umbral. La casa era más grande de cerca. La puerta se abrió y apareció Uryu, estaba usando una playera de las más frescas y unos shorts de color caqui, como si fuera a ir a la playa.

- Hola- dijo él – te estábamos esperando

- Hola- Estabas sorprendida ¿Qué hacía Uryu en casa de Ichigo?

- Pasa- dijo él-

Después de llevarte por varios corredores por fin llegaron al patio trasero. ¿Cuál sería tu sorpresa? Todos excepto Sesshomaru estaban ahí. Parecía que iban siempre en grupo. En el patio había una alberca y varias sillas para tomar el sol. Era básicamente el patio ideal para hacer una fiesta a lo grande: pasto verde, sombrilla, un pequeño bar, parrillada, alberca, jacuzzi… ¿Por qué Ichigo necesitaba tanto espacio?

- Hola- dijo Ichigo, quien estaba vestido casi de la misma forma que Uryu, sólo variando los colores

- ¿Por qué todos vinieron?- preguntaste tú muy confundida y a la vez nerviosa. Todos iban a ver como entrenabas y como aprendías. Si fallabas ¿cabría la posibilidad de que se burlaran de ti?-

- Ah, esto- dijo Ichigo- pues verás, cuando Sesshomaru se estableció en el mundo humano no tenía donde establecer a su equipo, así que compró ésta mansión y nos obligó a quedarnos aquí- Ichigo pronunció la palabra “obligó” como si no le molestara en lo más mínimo. Nadie podría molestarse si alguien te obliga a vivir en una mansión como esa

- Sesshomaru tiene buen gusto- dijo Sango que estaba en la alberca junto con Rukia, se veía muy cómoda y tenía puesta un traje de baño de una sola pieza y una playera rosa encima- escogió la mejor que había.

- Y que lo digas- dijo Rukia- a mi hermano le gusta aunque nunca lo haya dicho-

- ¿Tienes hermanos?- preguntaste tú

- Sólo uno, Byakuya, segundo al mando de la sociedad de almas, por la reaparición de Naraku vendrá la semana que viene- dijo ella

- ¿Por eso tienen tantas habitaciones?- preguntaste tú.

- Sí, no te extrañes si Sesshomaru algún día te obliga a vivir aquí- dijo Rin que estaba sentada en el pasto al lado de Rukia y de Sango

- Lo tendré en mente- respondiste tú.

- Bueno, tienes que empezar a entrenar- dijo Renji, que estaba situado en uno de los camastros al lado de la alberca; tenía a su lado a Chad y a Nova.

- Aún no podemos cerebro de chorlito- dijo Ichigo- no han llegado Jakotsu ni Bankotsu-

- No era como para que me llamaras cerebro de chorlito- contestó él, mientras soltabas una risita

- Por mientras podemos empezar con lo de las auras- dijiste tú para apoyar un poco la propuesta de Renji

- Es una buena idea- dijo Chad , también en defensa de Renji

- Yo puedo enseñarle – dijo la voz “seductora” de Miroku. Lo buscaste con la vista por todos lados pero simplemente no lo divisabas.

- ¿Dónde está Miroku?- preguntaste tú

- Por allá- contestó Nova, mientras apuntaba con el dedo un rincón del patio. No lo habías visto pero ahí estaba Miroku, atado a una silla

- ¿Porqué esta atado a una silla?- preguntaste tú

- Porque estamos en la alberca- respondió Sango- ya sabrás de que es capaz Miroku

En ese momento sonó el timbre de la entrada. La mansión debía tener seguridad de la más avanzada, Sesshomaru era del tipo de personas que no se conforman teniendo cualquier cosa.

- Debe ser Kagome- dijo Uryu mientras se volteaba y se dirigía hacia el altavoz- Yo atiendo

- Entonces, yo voy haciendo las hamburguesas- dijo Renji mientras se ponía de pie

- ¿Sabe hacer hamburguesas?- preguntaste tú a todos los presentes

- Sí, desde que lo llevaste al cine, lo único que come son hamburguesas- dijo Sango

- Me rogó por horas que le enseñara a hacerlas- dijo Ichigo

- Lo único que comemos ahora es eso- dijo Chad

- Aunque están deliciosas- dijo Nova

- Sí, pero nos da ganas de comer otra cosa que no sean…hamburguesas- dijo Rukia

En ese momento Uryu, Kagome e InuYasha entraron por la puerta.

- Hola a todos- saludó Kagome

- Hola- respondieron todos a coro, incluida tú

- Hola (tu nombre aquí)- dijo Kagome al tiempo que se acercaba a ti- ¿Cómo estás?

- Muy bien- dijiste tú abrazándola y le susurraste al oído- ¿Cómo esta InuYasha?

- Está bien, creo que le afecto en algo que Naraku haya aparecido- dijo ella también en susurro.

- ¡Las puedo oír!- dijo InuYasha apuntando sus orejas de perro, las cuales se movieron graciosamente

- Lo sentimos- dijo Kagome un poco avergonzada

- Mejor me voy, no tengo nada que hacer aquí, no sé ni porqué vine- dijo InuYasha

- ¿No te quieres quedar a comer?- preguntó Rukia

- Comeremos … hamburguesas- dijo Sango tentándolo

- ¡Rico!- dijo Rin. Pobre InuYasha, estaba cayendo…

- ¿Enserio?- dijo InuYasha; y en su rostro se denotaba una expresión de agradecimiento y ternura.

Ya todos sabían su debilidad, y estaban dispuestos a aprovecharla. InuYasha era glotón. Desde el día en que descubrieron sus orejas, ya no llevaba la gorra, incluso frente a la gente normal, debían creer que era un cosplayer o algo así.

- Bueno, ¿quieres que empecemos ya?- preguntó Ichigo

- Ah, si- dijiste tú.

Lo primero que hizo Ichigo fue hacer que te relajaras. Los demás estaban mirando con mucha curiosidad, podría decirse que con demasiada curiosidad. Sus ojos se movían como si fueran pelotas de ping-pong y registraban cada movimiento que tú o Ichigo hacían. Se sentaron en el pasto y miraron al cielo. Estaba demasiado azul para ser verdad. Las nubes se veían esponjosas. Era un cielo de esos a los cuales un pintor simplemente no podía resistirse. Sentiste tanta calma que casi te quedaste dormida. No lo habías notado pero cuando estabas relajada, tus sentidos se hacían más agudos. Podías sentir cada hoja del pasto que tocaba tu piel: 112. Podías oír cada murmullo de tus compañeros. Uryu estaba regañando a Renji por lo del las hamburguesas e InuYasha lo defendía. Sonreíste. Incluso podías oír cada ave que pasaba por encima de la mansión. Podías olfatear la frescura del pasto, el perfume de todos…

- ¿Ya estás relajada?- preguntó Ichigo. Abriste los ojos no notaste ningún cambio. Estabas algo decepcionada.

- Sí, jamás había sentido tanta paz- dijiste tú.

- Dame tus manos – ordenó él mientras extendía las suyas para que las posaras ahí. Las pusiste sobre las palmas de Ichigo éste cerro sus manos.

- Tengo que hacerte una advertencia- dijo Ichigo.

- Dime- respondiste tú.

- Posiblemente te asustes. Durante algunos segundos perderás algún sentido. No estoy seguro de cual. Cuando eso pase no te sueltes de mis manos- explicó él

- Entendido- dijiste tú con confianza.

Una vez que ambos estaban relajados te ordenó cerrar los ojos. Todos miraban como moscas. Al apretar las manos de Ichigo, te envolvió una sensación de presión, te estaba jalando hacia atrás. Abriste los ojos, pero sólo viste blanco. Pestañaste y no había cambiado. Habías perdido la vista. La presión te jalaba cada vez más fuerte. Tus manos seguían aferradas a las de Ichigo, pero no sabías por cuanto tiempo aguantarías. Pasaron cerca de 10 segundos y tu vista seguía sin regresar. Ya casi no podías sostenerte de sus manos. Estabas cerca de cumplir el minuto y no podías ver nada aún. Tus manos ya estaban apunto de soltarse. No supiste de donde provino la fuerza que te ayudó a lograrlo, pero lograste luchar contra la presión, como lo haría un salmón; desafiaste a la corriente. Abriste los ojos y por fin tu vista había regresado, pero estaba modificada. Ichigo estaba rodeado de un resplandor en forma de llama de color naranja. Volteaste a ver a los demás. La de Uryu era de color azul marino, la de Renji morada, también la de Rukia era morada, Nova tenía un resplandor color azul muy claro, la silueta de Sango era color magenta, la de Rin y Chad eran blancas, la de Kagome era verde y la de InuYasha era de color rojo apagado, el resplandor de Miroku, que seguía en una esquina del patio era color lavanda.

- ¡Por fin! ¡Al fin puedo ver auras!- gritaste tú de la emoción. Abrazaste a Ichigo en forma de agradecimiento. Estabas tan feliz. Ya no te sentías menos. Kagome te había dicho que ella ya podía ver las auras desde hacía días. No sabía porque pero supuso que era porque era sacerdotisa.

- De nada- dijo Ichigo algo asustado

- ¿Enserio? ¿De que color es la mía?- preguntó Rin

- Es blanca – respondiste tú como si fuera un concurso de preguntas.

- Acertado- dijo ella, haciendo el papel de conductora del programa

El timbre sonó de nuevo, pero esta vez fue Nova el que se ofreció a abrir la puerta. Los que estaban atrás de él cuando volvió debían ser Jakotsu y Bankotsu, cada uno con su respectiva espada en la espalda. Uno era delgado, bajo sus ojos tenía unas líneas que parecían colmillos de serpiente, parecía mujer, pero su pecho te decía que era imposible que lo fuera. Tenía su cabello negro azabache amarrado con una pinza; su sonrisa era picarona; su piel era blanca. Se movía con delicadeza, pero al mismo tiempo con cierta rudeza. Como prendas tenía una camisa negra de manga larga y cuello de tortuga. El otro era más alto, y se veía en buena forma; su piel era morena; su cabello estaba hecho una trenza, debía ser muy largo; su hombría era notable. Su vestimenta estaba compuesta por una camisa morada simple bajo un suéter cómodo y además unos jeans; caminaba con rudeza.

- Ésta casa está mejor que la última ¿no hermano?- dijo el de tez morena.

- Y que lo digas, ésta tiene alberca-dijo el otro

- Incluso tenemos un bar y una parrilla- dijo Uryu

- Perfecto- dijo el de piel nivea.

- ¿Dónde está la nueva?- dijo el más alto

- Se llama (tu nombre aquí), está por allá- dijo Uryu- fue apenas ayer que liberó una espada llamada Kurohana.

Ambos voltearon a verte. Te pusiste algo nerviosa, ya que te miraron como si fueras a estar en un escaparate. Se acercaron caminando lentamente hacia ti.

- Mucho gusto- dijiste tú parándote del suelo

- Mucho gusto- dijo el más alto- Yo soy Bankotsu

- Yo me llamo Jakotsu- dijo el otro- ¿Dónde está tu espada?

No supiste como contestarle. No la habías perdido pero no la tenías en ese momento. Después de que todos intentaran cargarla, la pusiste en la funda que colgaba de tus espalda, y así como así se desvaneció. Habías intentado recuperarla pero no habías podido.

- Verán, ayer cuando la puse en su funda, desapareció de mi espalda- dijiste tú algo avergonzada

- Es juguetona entonces ¿no hermano?- dijo Jakotsu

- Sí, bueno supongo que empezaremos desde cero-dijo Bankotsu

- Momento hermano, Chad ¿Dónde está Miroku?- preguntó Jakotsu a Chad

- Por allá, en la esquina- dijo Chad mientras apuntaba a Miroku, quien seguía atado a la silla. Cuando lo vio, puso una cara de sorpresa.

- Fue Sango ¿verdad?- preguntó Bankotsu a Nova

- Sí, ha estado ahí desde las 2:00- respondió él

- Lo siento Sango, pero mis vacaciones terminaban en Marzo, y ya que me las quitaron, me reuso a trabajar si no tengo sake, y le mejor haciéndolo por aquí es Miroku- dijo Jakotsu mientras empezaba a desatara Miroku.
:ANYWORD::BLEACH:

 

Re: Todo sucede en Extraño & Loco (InuXbleach)

Jiji ya mero pasan los examenes pesados (ya se imaginaran, historia,quimica,español...) y es fin de semana , les traigo otro capítulo



Miroku parecía agradecido y Sango estaba enojada. Jakotsu iba aponer a Miroku a prepararle sake. Estaba claro que estaba de mal humor, ya que sus vacaciones habían sido interrumpidas.

- Tú- dijo Bankotsu dirigiéndose a ti- Dime como era tu espada-
- Pues era enorme, la hoja era de color plateado y la empuñadora de color oro; en la hoja tenía grabado un dragón; y la empuñadura tenía una rosa, y su raíz la envolvía- dijiste tú.

Jakotsu ya había terminado de desatar a Miroku, y éste al ver que no venía de muy buen humor se puso a preparar sake de inmediato. Los ojos de Jakotsu fueron a dar a InuYasha, y de inmediato se iluminaron, como si fuera una persona bipolar.

- InuYasha, lindura, ¿cómo has estado?- dijo él mientras dejaba a Miroku en el bar y se acercaba a InuYasha

- Aléjate de mí- dijo InuYasha de brazos cruzados.

- InuYasha, no pasará lo de la última vez- dijo Jakotsu picaronamente.

- Oye, a mi no me gustan los hombres, entiéndelo- gritó InuYasha mientras se escondía detrás de Kagome. En los ojos de Jakotsu brilló odio primero, y tras reflexionarlo un poco, sonrió con picardía.

- No creas que te has librado de mi- dijo Jakotsu

- ¡Hermano, no esperes que haga esto yo sólo!- gritó Bankotsu, quien estaba junto a ti.

- El deber llama querido- dijo Jakotsu y caminó hasta donde estaba Miroku, quien ya tenía su sake listo, en incluso tenía más -Gracias- dijo dirigiéndose a Miroku y tomó dos pequeños vasitos.

- La casa invita ¿Quién quiere sake?- preguntó Miroku al resto del grupo.

Jakotsu ya se había reunido con Bankotsu, a quien le entregó una taza de sake.

- Es un poco raro este caso- le informo Bankotsu a Jakotsu

- Explícate- respondió su hermano, mientras sorbía un trago de sake.

- Según lo que me está diciendo, tiene un dragón y eso significa que es de tipo fuego- dijo Bankotsu y tomó un trago- pero también me dijo que en la empuñadura tiene una rosa, así que debería ser de tipo tierra, pero la hoja es plateada, y eso es de tipo hielo-

Todos estaban atentos al diagnóstico de los hermanos. Sango y Rukia ya habían salido de la alberca, debido a que Miroku había sido liberado de su semi-celda, y ya estaban comiendo las hamburguesas de Renji

- Ya veo- dijo Jakotsu con un semblante serio, cuando de repente cambió totalmente su actitud- ¡Hay que suponer que es de todos tipos!- dijo finalmente y rió con un “Ho Ho Ho”.

- Tienes toda la razón hermano- dijo Bankotsu y enseguida estalló en risa junto con Jakotsu.

Esa era su forma de ser, o el sake había empezado a hacer efecto. No paraban de reír. Renji era el que estaba más cerca de ti, así que decidiste preguntarle:

- ¿Acaso Jakotsu es…?-

- Sí- respondió Renji

- ¿Así son todo el tiempo o es por el sake?- preguntaste tú

- Es difícil de decir, aunque la mayoría del tiempo hacen eso- dijo él

- Oigan, ustedes están hablando de nosotros- dijo Bankotsu muy serio de repente. Los habían pillado con las manos en la masa. Se pusieron histéricos, pues ni Renji ni nadie sabía de que eran capaz esos psicópatas.

- ¡No! Estábamos hablando de … InuYasha- dijo Renji

- ¿Tienes algún problema conmigo?- preguntó InuYasha

- No, estábamos diciendo que eres tus orejas combinan con tu ropa- dijiste tú

- Bueno, necesitamos que invoques a tu espada- dijo Jakotsu

- ¿Cómo hago eso?- preguntaste tú

- No se, intenta enojándote- dijo Bankotsu.

No sabías como enojarte. Estabas confundida, pero no enojada. La única persona que te había hecho enojar por esos días era Renji.

- Rápido, dime algo malo- le pediste tú

- ¿Cómo que?- preguntó él sorprendido

- Ehm… eres rara- dijo él

- Eso ya me lo habías dicho- dijiste tú

- Yo, mi turno, creo que estás loca- dijo Rin muy entusiasmada, pero no surgió efecto

- Lo siento, Kagome ya me lo había dicho antes- dijiste tú

- Ah, ya sé, yo maté a tu pez cuando teníamos 11 años- dijo Kagome felizmente. Había hallado la oportunidad perfecta para confesar su asesinato, pero lejos de enojarte , te sentiste triste

- ¿Enserio?- preguntaste tú

- Sí, siento no habértelo dicho antes-dijo Kagome

- OH, tengo una idea, dibujas horrible- dijo Rukia, ya que cuando había ido a tu casa, había visto tus dibujos de clase de artes

- No, esa eres tú- dijo Ichigo, el cual hizo enojar a Rukia y como recompensa se llevó un coscorrón

- ¡Sólo se permiten críticas constructivas!- gritó Rukia

- Cargas pesas como mujer- dijo Chad en un intento por hacerte enfadar

- Soy mujer- dijiste tú algo avergonzada

- Tu cabeza está deforme- dijo Uryu, pero sucedió lo mismo que había sucedido con Kagome, te entristeciste

- ¡Enserio?- preguntaste a Uryu

- No, sólo lo decía- dijo él

- Tu uniforme esta feo- dijo Nova

- Es el mismo que el de ustedes- dijiste tú

- Cierto- respondió Nova

- Miroku te vio en la ducha mientras te bañabas en el centro comercial.

Extraño & Loco era de los pocos establecimiento en donde sus empleados eran tratados bien. Tenían tiempo de almorzar, casilleros, duchas, enfermería, etc. Todo lo que necesitaran.

- ¿Enserio?- preguntaste tú, pensando que sería otro intento por hacerte enojar.

- Sí- dijo Sango

Miroku era libidinoso, pero no habías calculado cuanto. Cuando volteaste a verlo, estaba tratando de escabullirse para entrar a la mansión. Cuando volteó a verte, tú ya estabas de brazos cruzados, justo detrás de él. Tenías una sonrisa macabra de oreja a oreja; tus ojos brillaron de pura mala intención.

- No quise hacerlo, iba pasando y pensé que necesitabas ayuda…- dijo él

La cachetada que le diste debió ser dolorosa. Su mejilla tenía la huella de tu mano, la cual estaba al rojo vivo. Te habías enfadado, a lo serio, pero nada sucedía. Los hermanos estaban a unas tacitas de sake de emborracharse, reían a carcajadas por el numerito que habían montado.

- Oigan, no sucedió nada- dijiste tú de humor de perros

- ¿Ah no?- dijo Jakotsu

- ¿Por qué no intentas decir “Muéstrate, Kurohana” y ya?- dijo Bankotsu.

- ¿Sólo eso?- preguntaste tú sorprendida. Te paraste firmemente sobre el pasto y pronunciaste esas palabras

“Muéstrate, Kurohana”​

​

​

El viento te envolvió como si quisiera protegerte. Casi podías levitar en el aire. Poco a poco sentiste como se materializaba Kurohana en tu espalda, hasta el punto en que apareció completa. Tus ropas cambiaron. Se sustituyeron por una camisa negra de manga larga justa, tus manos tenían guantes color blanco, los cuales tenían las partes correspondientes a los dedos arrancadas. Tenías puesto un pantalón negro, y encima una falda blanca, además una gabardina negra muy elegante.

Jakotsu y Bankotsu habían dejado de reír y ahora miraban muy atentos. Parecía que a pesar de su naturaleza burlona y juguetona, se tomaban su trabajo enserio.

Una vez terminado el ciclo agarraste a Kurohana y la tuviste en tu mano izquierda. Los hermanos se acercaron a ti.

- Déjame verla- ordenó Bankotsu. Quisiste advertirle sobre el pesote la espada pero ya te la había quitado. Tu espada terminó clavada en el suelo.

- ¿Qué pasa?- se preguntó Jakotsu

- Pasa que sólo ella puede aguantar el peso de la espada- dijo InuYasha

- Ya veo- dijo Bankotsu

- Kurohana, es un nombre raro- dijo Jakotsu

- No se como usarla- dijiste tú avergonzada

- Me lo suponía- dijo Bankotsu- Tendré que quedarme con ella hasta haberla estudiado bien.

- Esta bien, supongo- dijiste tú con algo de preocupación. No sabías si confiarles tu espada a es par de locos


:ANYWORD::BLEACH:

 

Re: Todo sucede en Extraño & Loco (InuXbleach)

Llegué con nuevo capi ;) siento haber tardado tanto, me quede corta de inspiración pero almenos me fui de lujo en los exámenes jaja disfruten

El movimiento de Sesshomaru fue de lo más predecible…a veces. Rin tenía razón, no tardaría mucho para que te obligaran a mudarte a esa mansión, y la verdad era que no te molestó en absoluto. Después de cederles tu espada al loco par de hermanos, llegó el rey de Roma; y sí traía todas tus cosas ¿Cómo puedo entrar a tu casa? Bueno no importaba, desde ese día vivirías ahí.

- Tienes tu propia habitación así que no tienes porque quejarte- dijo él cuando entró en el patio trasero.

- Va a ser divertido tenerte viviendo con nosotros- dijo Rin

- Eso espero- dijiste tú

- Yo te enseño tu habitación-dijo Rukia

Te llevó a las entrañas de la mansión. Sango tenía razón, Sesshomaru sí tenía buen gusto. Las paredes estaban decoradas con pinturas y con acabados exquisitos. Tardaron cerca de 6 minutos en atravesar la casa para después subir unas escaleras gigantes; como las de las casas antiguas, con dos salidas, una a la derecha y la otra a la izquierda. Rukia tomó la rama izquierda.

- ¿Viven en extremos diferentes? Me refiero, mujeres de una lado hombres de otro- preguntaste tú

- No, la verdad es que vivimos revueltos- dijo ella con cierto aire de vergüenza –Nos sobran cuatros habitaciones, no le digas a Kagome ni a InuYasha, pero sus cosas ya están aquí-

- ¿Sobran cuatro contando las de Kagome e InuYasha?- preguntaste tú

- Sí- dijo Rukia. Esa mansión debió costarle millones a Sesshomaru. Con todos los habitantes aún sobraban cuartos. Y claro, él tendría que tener uno.

- ¿Sesshomaru vive aquí?- preguntaste tú

- Sí, después de todo es su casa- dijo Rukia mientas continuaban avanzando – pero nadie nunca ha entrado a su recámara-

- ¿Está prohibido entrar?- preguntaste tú

- La verdad nunca nos dijo que no podíamos pero , jaja nadie se ha atrevido a entrar, es un demonio capaz de notar hasta la más ligera alteración de su espacio personal-

- Ya veo- dijiste tú

Llegaron por fin a los cuatro cuartos restantes, te los mostró todos. Eran mucho más espaciosos que tu habitación de casa. Se veían cómodos, la cama era enorme. Había también un guardarropa de tamaño considerablemente grande. Rayos, en esa casa todo era grande. Todas eran perfectas sólo necesitabas saber quienes serían tus vecinos.

- ¿Quién duerme en esta?- preguntaste a Rukia

- Miroku- dijo ella

“Cuarto #2, descartado”

- ¿Aquí de quien es?- preguntaste tú

- De Bankotsu- dijo ella

“Cuarto #4, descartado”

- ¿Y aquí quien duerme?-

- Ichigo- dijo ella

“Cuarto #3, descartado”

- ¿Y en este último?- dijiste tú ya casi sin esperanzas

- Yo- dijo ella

“Cuarto #1, aprobado”

- Bueno entonces elijo éste- dijiste tú apuntando a la habitación ganadora.

Las hamburguesas de Renji no se veían nada mal. Estaban todos reunidos en el comedor. Era curioso, los hombres estaban de un lado de la mesa, y las mujeres del otro. Supusiste que por la terrible amenaza del ente llamado Miroku.

- ¿Renji?- dijo Rin

- Dime- contestó él mientras daba un bocado enorme a su hamburguesa

- Todos entendemos que te gustan las hamburguesas pero, ¿no podrías dejar de cocinarlas?- dijo Rin dulcemente.

Sesshomaru, quien estaba sentado a tu lado, no parecía estar poniendo atención a la conversación, ni siquiera estaba comiendo, sólo estaba sentado leyendo un libro.

- Sí, no es que sepan feo, simplemente que ya comimos esto demasiadas veces- dijo Sango

- Oye, no le digas nada, saben bien- dojo InuYasha

- Bueno, pero yo no vuelvo a cocinar-dijo Renji

- No te preocupes- dijo Miroku – Ichigo cocina.

- ¿¡Qué!?- exclamó Ichigo sorprendido- yo no pienso cocinarles

- Ichigo, pero si fuiste tú es que le enseño a Renji- dijo Chad

- Pero eso no significa que sea un chef- dijo él

- Ya dejen de pelear- dijo Uryu - parecen viejas en el mercado

- Tengo una idea, el que no se calle, mañana le toca cocinar- dijo Kagome y al parecer su idea funcionó. No se oí ni un solo ruido en la sala.

Después de la comida decidiste ir con Kagome y con InuYasha a una caminata alrededor de la mansión. Ya se les había pasado la sorpresa de su repentina mudanza y ahora sólo esperaban que durante el día ya no ocurriera algo más raro o simplemente inesperado.

El ambiente en esa manzana era calmado. Había flores de cerezo madurando poco a poco; en una par de meses el lugar sería un paraíso rosa. El silencio era mágico. Los hacía recordar los días de infancia, en los cuales sólo eran ustedes tres, no había sacerdotisas, no había shinigamis, no había nada extraño.

El callado ambiente los pacificó.


- Los quiero mucho- dijo Kagome

- Yo también – dijiste tú. Ambas miraron a InuYasha esperando su respuesta.

- Y yo- dijo por fin InuYasha. Su personalidad dictaba rudeza, un corazón temerario, pero su compañía lo relajaba y sin darse cuenta sacaba a relucir lo mejor de InuYasha. Los minutos pasaron, y ninguno de ustedes se atrevía a romper aquella hipnotizadora calma.

- ¿Qué vamos a hacer ahora?- dijo después de mucho tiempo Kagome

- ¿A qué te refieres?- preguntaste tú

- Naraku volvió de nuevo y su objetivo eres tú- dijo Kagome

- Ah, eso, pues eso no tiene mucha ciencia, me volveré fuerte, para poder hacerle frente- dijiste tú

- También hay otra cosa- dijo Kagome

- ¿Qué?- preguntó InuYasha, quien aunque sabía la respuesta, deseó no saberlo.

- Kikyo, no sabemos que planea hacer, su aparición junto con la de Naraku no es mera coincidencia- respondió Kagome, tratando de no herir el corazón de InuYasha, y al mismo tiempo el suyo. Sin embargo, él no emitió palabra alguna, solo agachó la cabeza. Todavía tenía gritas en su alma

- ¡Al diablo con Kikyo!- gritaste tú. Kagome e InuYasha estaban sorprendidos – No deberíamos si quiera preocuparnos por ella, solo por nosotros, y les prometo que no dejaré que les haga nada.

En definitiva, InuYasha no había sanado aún, y si él no había sanado, tampoco Kagome. No ibas a permitir que una persona como Kikyo les destrozara la vida.


El diagnóstico de Jakotsu y de Bankotsu estaría listo para la mañana siguiente, sólo quedaba esperar. Ya era de noche, tu cuarto ya estaba tal y como lo querías.

Estabas acostada en tu cama, tratando de dormir; los demás debían estar dormidos también. Tus ojos estaban perdiendo la batalla contra el sueño; y de no ser por un maullido que escuchaste, lo hubieran hecho.

El maullido provenía de la calle. Recordaste las palabras de Rukia: “Podríamos llevar cualquier animal al centro comercial”, así que saliste a mitad de la noche a buscar a la pequeña criatura que había interrumpido tu sueño

La noche se parecía a la de tu barrio: calmada y sin puntos negros. Vino un deja vu a tu mente, se parecía mucho a aquella pijamaza que habías tenido con tus amigas, en la cual habían terminado golpeándose con almohadas. El gato había podido cruzar la barda y ahora se encontraba en los arbustos de la mansión; y después de unos cuantos espinazos y rasgaduras, lograste por fin localizarlo.

Estaba hecho bolita y tratando de mantenerse caliente. Lo primero que hiciste fue comprobar si era macho o hembra, era hembra; lo segundo fue meterlo dentro de la mansión. Si Sesshomaru podía permitir pervertidos como Miroku, podía aceptar una gatita. El siguiente día era sábado de no trabajar.

Durmió en tu cuarto, mientras buscabas la explicación que le darías a Sesshomaru cuando viera a la gatita. Tal vez diría algo así como “Saca a ese animal de mi casa” o “No quiero animales”. Esperabas que no. Además si no lo quería en su mansión lo podías llevar a la tienda. Pero tenías una estrategia:


- ¿Podemos quedárnoslo Sessho?- preguntó Rin a Sesshomaru cuando le enseñaste a la gatita. Buena estrategia de tu parte, Sesshomaru estaba enamorado de Rin, y no tenía la capacidad de romperle el corazón.

- Has lo que quieras- contestó él, que en otras palabras significaba “Sí”.Acto seguido Rin abrazó a Sesshomaru, pero como era un demonio no mostró el dolor de sus costillas por el abrazo.

Ja Ja Ja, tu malvado plan funcionó.

Sango fue la que más quedó encariñada con la gatita; y al parecer el sentimiento era recíproco. Estaban en el patio trasero, ya habían desayunado. La gatita estaba jugando en el pasto, mientras que todos la veían. Por sus mentes debían pasar pensamientos relacionados con felinos.

- ¿Cómo vas a llamarlo?- te preguntón Renji

- ¿Qué tal Chencha?- dijo Miroku

- No, muy chenchudo- dijiste tú

- ¿Kitty?- sugirió Chad. Oírlo decir ese nombre con su voz era lo más gracioso del mundo.

- Lo consideraré- dijiste tú

- ¿Qué tal Kon?- dijo Uryu

- Es hembra- dijiste tú

- ¿Qué tal Kirara?- sugirió Sango. El nombre era perfecto

- Sí, Kirara- dijiste tú sonriéndole