"TODO POR TI" (Kag&Inu)

Re: "TODO POR TI" (Kag&Inu)

HOLAAAAAAAA!!!!!

AQUI LES TRAEMOS LA CONTI, ESPERO QUE LES GUSTE YA QUE LA HICIMOS CON MUCHO CARIÑO PARA USTEDES...

AQUI VA!!!


Capitulo VII

Las secuelas de una herida.



En ese momento alguien tocaba el timbre con desesperación.



Kagome: ¿Quién será? – Luego se apresuro a abrir la puerta solo para encontrarse con... Sango.



Sango – con tono de desesperación -: Kagome, por favor... ¡necesitamos tu ayuda!



Luego de decir esto, la chica se hizo a un lado y dejo ver detrás de ella a Miroku, que sostenía a Inuyasha, quien tenia toda la camisa ensangrentada y respiraba agitadamente.



Kagome – acercándose a Inuyasha y Miroku -: ¿Que ha pasado? – Pregunto con preocupación.



Sango: Es muy largo de explicar... ¿Nos ayudaras?



Kagome: Si, vengan – Dijo señalándoles el camino.



La chica de cabello azabache guió a las dos personas hasta su habitación, Miroku después de dejar a Inuyasha sobre la cama, salió del lugar y se fue al primer piso, mientras Sango se dirigía a Kagome, quien estaba arrodillada al lado de la cama acariciando el cabello de Inuyasha.



Sango: Kagome escucha... – Kagome la miró – Es muy peligroso para ti que nos vean aquí. Sé que no es tu responsabilidad – fue interrumpida por Kagome.



Kagome: No te preocupes amiga... Yo lo cuidaré... Por... Porque lo amo.



Sango sonrió, luego salió de la habitación, y segundos mas tarde, Kagome escuchó la puerta. Se puso de pie, fue a la ventana, y vio como Sango y Miroku se alejaban de la casa apresuradamente.



Kagome: Recuerda... Nunca lo dejare solo.



Giro sobre sus pies y miro a Inuyasha, rápidamente se volvió a acercar a él, y le toco la frente, para su mala suerte sus sospechas eran ciertas... Además de tener una hemorragia a causa de la herida, Inuyasha estaba ardiendo en fiebre, esto definitivamente no era una buena señal.



Kagome: Inuyasha...



No había tiempo que perder, así que fue al closet y de ahí sacó unas toallas y un botiquín. Volvió al lado de Inuyasha, dejó las cosas junto a la cama y salió de la habitación. Volvió con un recipiente y un jarro de agua tibia... Después de dejar caer un poco de agua en el recipiente, mojo una pequeña toalla, y la puso sobre la frente del muchacho que permanecía inconsciente.

Inuyasha aun respiraba agitadamente mientras decía frases incoherentes, Kagome paso sus manos por el pecho del chico, y paro su recorrido cuando encontró el origen de la sangre. Sin pensarlo abrió la camisa. Pero al hacerlo, se sonrojo y se detuvo... paso saliva por su garganta y volteo a mirar el rostro de Inuyasha.



Kagome: Que vergüenza... pero él... no se enterará...



Volvió a lo que estaba haciendo, quito completamente la prenda y pudo apreciar además del buen físico del chico, lo profunda que era la herida. Tomó otra de las toallas y después de mojarla un poco, comenzó a limpiar la sangre, luego abrió el botiquín y sacó algo para desinfectar... Al pasar el algodón con el liquido por la herida, las facciones de Inuyasha se tensaron, provocando algo de preocupación en la chica.



Kagome: Pobre Inuyasha...



Así paso un rato, desinfectando la herida, hasta que por fin terminó. Aunque... se dio cuenta de un pequeño detalle... La ropa de Inuyasha estaba completamente sucia y mojada... Debía hacer algo o de lo contrario él podría enfermar.



Kagome: Dios mío... que haré... no puedo... ¿qué me dirá si se entera? No puedo sacarle la ropa...



Ella pensaba que eso no estaba bien, pero luego se dio cuenta de que si no lo hacia... Inuyasha se podría poner peor. Así que prosiguió a desvestirlo, sacando sus zapatillas, luego sus pantalones y calcetines... ella se detuvo, seria mejor dejarlo ahí, así que le envolvió el cabello en una toalla, y lo tapo con las cobijas de su cama. Lo abrigó bien, ya que la lluvia y el frío se hacían presentes en esa época del año. Kagome decidió que no abandonaría nunca a Inuyasha.



Kagome – murmurando -: Nunca te dejaré solo, y siempre te cuidaré...



Luego de decir esto, el sueño la venció, y se quedó dormida arrodillada en el suelo y apoyada en la cama... pero al fin y al cabo ella estaba feliz... Solo porque estaba con él... Su amado Inuyasha.





----AL DIA SIGUIENTE 05:00 A.M----



La lluvia no había cesado, y parecía ser que no lo haría en algunos días. Inuyasha comenzaba a despertar, se sentía extraño, y no recordaba con claridad lo que había pasado el día anterior. Entonces empezó a observar en donde se encontraba, fue cuando vio que una chica conocida estaba durmiendo en el suelo, y apoyada en la cama.



Inuyasha – Levantándose bruscamente -: ¡Tú! ¡Aaaaaaaay!



Kagome – Despertando por los gritos -: ¿Que pasa? Inuyasha... Tranquilo, no te levantes, estas herido.



Inuyasha: ¿Que dices? ¿Y porque estoy aquí? ¿Por que estas tú aquí conmigo?



Kagome – mirándolo dulcemente -: Esta es mi casa Inuyasha.



Inuyasha la miró, verdaderamente él no entendía nada, no sabia porque estaba en casa de Kagome, lo único que recordaba era que Naraku lo había herido, y que le había dicho cosas muy feas... en ese momento se sobresaltó y miro a la chica que estaba a su lado.



Inuyasha – con tono de preocupación -: Kagome... ¿Nadie te ha hecho nada? ¿Alguien te ha atacado, o ha hecho algo malo luego de lo que paso ayer?



Kagome – Sorprendida -: ¿Algo malo...? ¿A que te refieres?



Inuyasha: Nada, nada, solo olvídalo, oye... ¿Y quien me trajo aquí?



Kagome: Tu prima Sango y su amigo Miroku.



Inuyasha: Ah, así que fueron ellos... – luego con tono irónico – oye... ¿qué me hiciste mientras estaba durmiendo? ¿Dónde esta mi ropa?



Kagome – completamente ruborizada y además exaltada - ¡¡Yo no te he hecho nada, solo te saque la ropa porque estaba mojada, y te podías enfermar!!



Inuyasha – Aun con tono burlesco -: Que bueno... la verdad es un alivio... ya que eres muy fea...



Kagome – enojada y poniéndose de pie -: Mejor me voy a hacer el desayuno, porque hoy tengo que ir a la escuela.



Inuyasha, recordando lo que Naraku le había dicho la tomó de la mano, Kagome se ruborizó nuevamente... Entonces el muchacho le dijo



Inuyasha: Por favor... No vayas...



Los oídos de Kagome no podían creer lo que él estaba diciendo, acaso seria que no quería estar solo... ¿Qué le pasaba? ¿Se sentiría mal?



Kagome: Inuyasha...



Inuyasha: Kagome por favor no vayas a la escuela... Quédate... quédate conmigo...



Kagome: Yo... debo ir a preparar el desayuno – luego mirándolo tiernamente – Pero esta bien... – sonriendo - Hoy me quedare contigo.



Después de decir esto Inuyasha la soltó, y ella bajó a preparar algo de comer para ambos.





----MIENTRAS TANTO----



Kikio dormía, al igual que todos los demás en la casa abandonada, fue cuando Naraku la interrumpió, entrando fuertemente en su habitación.



Kikio – Asustada -: ¿Naraku? ¿Eres tú?



El hombre se dejo caer sobre la cama, entonces la chica le preguntó.



Kikio: ¿Que fue lo que paso?



Naraku: Si no hubiese sido por Sango y Miroku, Yo...



Kikio – interrumpiéndolo -: ¿Tú que?...



Naraku: Yo... Habría logrado al fin, matar a Inuyasha.



Kikio: ¿Que dices? ¿Le hiciste algo, maldito?



Naraku: ¡Te estoy diciendo que no alcance!



Después de decir esto Naraku se acerco a Kikio, con el afán de besarla, a lo que ella se opuso rotundamente, diciendo



Kikio: Ahora no, - Tapándose y preparándose para dormir – Tengo sueño.



Al oír esto, Naraku se exaltó, su sangre parecía hervir, ¿quien era ella para decirle que no? En ese mismo instante la tomó del brazo, levantándola bruscamente.



Naraku – Con tono enfadado -: ¡¡Aquí se hace lo que yo digo!!



Kikio – Con tono desafiante -: ¿Ah si? ¡¡Suéltame me estas haciendo daño!!



En ese momento Naraku la tomó del pequeño pijama que llevaba puesto la chica y comenzó a golpearla con todas sus fuerzas. Los gritos que daba la mujer fueron escuchados por toda la casa. Y en ese momento entraron Sesshoumaru y Kouga, seguidos por las demás mujeres del grupo, los chicos agarraron a Naraku, y Ayame, Rin, y Kagura se agacharon junto a Kikio.



Kagura: ¿Que intentabas hacer? ¡¡Mira como la dejaste!!



Kikio solo lloraba desconsoladamente, tenia todo el rostro golpeado y el pijama hecho pedazos, la pobre chica estaba casi desnuda.



Ayame: ¡¡Acaso intentabas violarla!!



Naraku logró zafarse de Sesshoumaru y Kouga, le dio una mirada de desprecio a las chicas que se encontraban junto a Kikio, y se retiró.



Rin: Kikio... ¿Estas bien?



Kikio – tratando de acomodarse el pijama -: Si, lo estoy, Gracias, ahora quiero estar sola por favor.



Sesshoumaru: Entonces nos vamos.



Kouga: Vamos Ayame.



Sesshoumaru: Vamos Rin.



Los cuatro salieron de la habitación, menos Kagura...



Kagura: Kikio... Es mejor que cure tus heridas...



Kikio: ¡¡No!! ¡¡Déjame en paz... Lárgate!!



Kagura: Ok, como quieras – Y diciendo esto se retiró.



Kikio comenzó a llorar desconsoladamente, mientras el sonido de la lluvia se escuchaba fuertemente sobre el tejado... Después de todo, ella pensaba que todo esto era su culpa, por haber dejado a Inuyasha...





----MIENTRAS TANTO----



Kagome e Inuyasha ya habían terminado de desayunar, el chico era muy bueno para comer, y a pesar de su estado, su apetito insaciable no había desaparecido.



Kagome – sonriéndole -: ¿Te gusta?



Inuyasha – Mirándola con el tenedor cerca de la boca -: ¿Eh? Bueno... que le vamos a hacer, con hambre todo se come.



Kagome: ¡¡Eres un mal agradecido!! Hasta el perro la disfrutaría mas que tú... – En ese momento Kagome se levanto de la cama – Además me voy, - Tomando su plato – Y cuando termines, lo dejas por ahí, yo vendré después... – Y diciendo esto se retiró cerrando la puerta tras ella.



Inuyasha no podía creer lo que Kagome le acababa de decir, ¿Qué le estaba pasando? Acaso este chico tan pedante, se estaba sintiendo mal por lo que Kagome le había dicho, él pensaba que ella siempre estaría cuando él quisiera, pero...



Inuyasha: ¿Que paso? ¿Se habrá sentido mal por lo que le dije? Después de todo ella tiene razón, soy un estúpido y mal agradecido... no... no me la merezco...



En ese momento... Alguien salió de la casa, ya que se escuchó que cerraban la puerta de esta. Inuyasha se levantó rápidamente de la cama, pues pensó que Kagome se había ido a la escuela. Se asomó por la ventana de la habitación de la chica, y mas su sorpresa fue al verla con un pequeño perrito que salía de la cochera, Ella lo estaba alimentando...



Inuyasha: Se ve... Tan linda... Kagome... ¿Qué es lo que siento por ti?



CONTINUARA....

SINCERAMENTE ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO, AHORA CON MEGUMI_VKS, NOS IREMOS DE VACACIONES, VOLVEREMOS EN DOS SEMANAS, ASI QUE CUANDO VOLVAMOS COLOCAREMOS LA PROXIMA CONTI, MUCHAS GRACIAS POR SU APOYO Y HASTA ENTONCES...

BESITOS Y SALUDOS.
ATTE JILL Y MEGUMI_VKS.