Todo lo hago por ti [hina]

Gracias a todas las personas que dan sus valiosos cometarios!!!!!!:):):):):):):)
Cap 11 "Un día con Karin"

Una chica de cabellos cortos y rojos estaban caminado por los pasillos de la mansión Namikase vestida con su uniforme nuevo del instituto Konoha iba feliz porque era sus primer día en una escuela no en un internado como siempre. Ella casi toda su vida ha pasado por el mismo internado. Se sentía tan sola. Solo podía ver a su hermano en las vacaciones y a su primo querido rara vez. Por eso cuando ella lo veía no se desprendía de él ni por un segundo. Aunque ella estaba un poco enojada con èl por no decirle que terminó con su molestosa y rubia novia.

Karin iba muy feliz a dirigirse al cuarto de su primo que por lo visto parece que no se ha despertado “siempre tan dormilón” pensó divertida la pelirroja. Le voy hacer una broma. Pensó diabólicamente ella. Qué tal si voy por una cubeta la lleno con agua y se la echo en la cara. O será demasiado. No claro que no, él me hace bromas peores. Además se lo merece por no decirme nada, él dijo que siempre me iba a contar todo lo bueno y lo malo que le pasara. Ahora le paso algo malo a él pero para ella es algo bueno. Rio como loca. Tenia que comprender a su primo que amada perdidamente a Shion. No entendía los gustos tan retorcidos de su primo. En fin decidió hacer su broma y fue por una jarra al baño que estaba dos cuartos más allá del de Naruto.

Pero pasando por la puerta del cuarto de su primo oyó un ruido y después un crujido entonces como su primo siempre era tan despreocupado en cerrar la puerta. Así que entro sin preguntar antes. Lo que se halló fue que Naruto estaba en el piso enredado con las sabanas. Cuando vio se iba a reír como loca pero se detuvo al ver que su rubio primo seguía dormido. Así que pensó que quizás le tomaría muchas fotos. Saco de su bolsillo de la falda su celular y tomo como diez fotos en pocos segundos de diferentes ángulos.

— Te diviertes tomándome fotos ¡eh Karin!— dijo enojado el rubio con la cara tapada con la punta de la sábana.

— Claro que si primito. Me muero por llegar al colegio y mostrarles a todos tus amigos.

— No lo creo que lo hagas.— dijo desafiante.

— Pues lo voy hacer. — dijo burlándosele.

— Dame tu tonto celular. — dijo levantándose poco a poco dejando ver su pecho desnudo con unos pantalones cortos a cuadros.

— Por favor primo guarda esos espectáculos para tu fans— dijo ella señalando las poca vergüenza de su primo. — Aunque estés muy lindo eres mi primo.

— ¡Eres una pervertida!—dijo sonrojado él cubriéndose sus pectorales con las sabanas.

— Ya es tarde primo también te tome varias fotos mientras me decías pervertida. — dijo con una sonrisa triunfadora revisando rápidamente todas las fotos que ha tomado. — Y a la primera que se las mostrare es a…— se quedó pensativa uno segundos para después acordarse de su nueva amiga que estaba loca y perdidamente enamorada de sus primo. Le haría un favor al mostrarlo semidesnudo. — Ya sé a Hinata se las mostrare cada una de ellas.

— ¡Hinata-chan!. Que estás loca o que. Quieres provocarle un infarto o que. — dijo sonrojado y furioso a la vez.

— ¿Y por qué quieres que no se las muestre? ¿Que acaso te gusta o qué?— preguntó inquisitivamente ella, solo para sacarle algo de información para así poder ayudar a su amiga. — Bueno no te culpo ella es muy linda. No lo crees Narutito. — dijo esta acercándosele y tocando con un dedo el pecho cubierto del rubio.

— ¡C-claro que no me gusta!— dijo gritando. — Yo lo digo solo porque ella es…es muy inocente y sobre todo mi amiga.

— Si sé que es tu amiga pero aún no me has dicho que piensas de lo linda que es. — dijo más acusadoramente ella.

— Bueno ella es muy linda…— dijo avergonzado.

— Entonces por qué no te gusta. — dijo mirándolo directamente a los ojos.

— No es mi tipo y ya. Así que borra esas fotos.— dijo haciendo un intento en vano por quitarle el celular de las manos a su prima entrometida pero ella fue más rápida y se alejó diciendo:

— Eres un baka. Si ella es muy linda.

— Que parte del que no me gusta no entiendes. Y desde cuando la conversación cambio de rumbo. — Dijo él dando pasos hacia su prima.

— A eres un llorón solo por unas fotos. Baka.

Después de estos sin más empezó a correr Karin para después ser perseguida por su primo. Corrieron por toda la casa hasta que fuero regañados por Kushina por estar haciendo tanto ruido en la mañana y no dejar que duerma su ocho horas exactas para mantenerse siempre bella. Después de esto la pelirroja menor bajo al comedor a desayunar mientras Naruto se bañaba y cambiaba de ropa por la del colegio.

— Hijo apúrate que después llegas tarde al colegio— gritó Kushina desde la cocina.

— Mi amor por que gritas tanto— dijo su marido.

— Ah eres tu Minato. Es que Naruto se demora y mi linda sobrina después no llega temprano. — dijo la pelirroja compadeciéndose de la mencionada.

— Gracias tía usted si me entiende.

— Claro que te entiendo. Te lo digo porque en esta casa estamos rodeadas de hombres. — dijo la dueña de los ojos lilas. — Además sé que Naruto es flojo y maleducado.

— No me quieras mucho mamá. — habló el rubio bajando por las escaleras.

— Que estas celoso de mi primito.

— Estas celoso de Karin hijo mío. — dijo tocando la cabeza de sus hijo.

— Claro que no. Es que siempre cuando viene ella le prestas más atención a ella que a mí. — dijo falsamente el rubio menor.

— No seas tan dramático hijo. — se burló Kushina dejando mal a Naruto que no le funciono su plan de dejar a Karin como mala.

— ¡Mamá!

— Pero que dije. No te enojes.

— Bueno amor creo que ya me voy a trabajar— dijo Minato.

— Ya te vas amor tan rápido. Quédate un ratito más conmigo. — dijo la dueña de los ojos lilas abrazando por el cuello a su marido quien se sonrojó.

— No puedo hacer eso Kushina.

— Está bien. Oigan chicos ya se van…— pero sus palabras quedaron en el aire porque ya su hijo y sus sobrina estaban en el auto.

— Adiós mamá nos vemos después.

— ¡Chao tía!— gritó Karin desde el auto.

— Estos chicos son muy irresponsables.

— Vamos Kushina son jóvenes. Quieren ir siempre rápido. Me voy al trabajo.



Eran las siete y cuarto de la mañana y un guapo azabache iba en su auto a una velocidad moderada por las calles de Konoha dirigiéndose a su colegio. Vio a su alrededor y como todos los días todas las personas se le quedaban viendo ya sea porque es demasiado guapo o por su auto tan característico de la Familia Uchiha. Pero a quien querría engañar si le gustaba que le prestaran atención siempre. Nunca le gustó la idea de ser del segundo plano.

Llegando al instituto como siempre vio parqueado al auto de Naruto en el lugar de siempre. Pero le pareció raro que no estuviera esperándolo recostado sobre sus auto. Diviso a alguien que salía del coche se quedó pasmado por lo que vio. Era una chica de lentes pelirroja muy hermosa. Se quedó viendo tremendo espectáculo. Después del carro salió Naruto furioso y sujeto a Karin por los hombros hasta quedar a poco centímetros de la cara de ella. Lo que no sabía el azabache es que el rubio estaba amenazándola. Pero a ojos del Uchiha pareciera que la quisiera besar y no solo ante sus ojos sino frente a los de los alumnos que estaban en el estacionamiento presenciándolo sorprendidos.

— No me importa si estamos en el colegio. Te voy a…

— Espera dobe no hagas esos espectáculos aquí o te sancionaran— dijo sorpresivamente el azabache causando un leve respingo a la pelirroja.

— No moleste Sasuke-teme. — para luego dirigirse a sus prima que para sus sorpresa se había soltado de sus agarre y escapó sin más.— Viste lo que haces. Se escapó la muy boba.

— Dobe que rápido eres ya tienes otra novia y pensar que hasta ayer llorabas por Shion

— Ella mi novia. Ni en mil años. Ella es mi odiosa prima. — dejando de la lado la otra parte del comentario de su mejor amigo.

— En serio es tu prima.

— Para mi mala suerte.

— Y porque discutían. — dijo haciendo que Naruto lo mirara cono ojos sospechosos.

— ¿Por qué preguntas tanto? No eres de los preguntones.— dijo encaminándose hacia el edificio de clases.— Que estas interesado en mi prima.

— ¿Y si así lo fuera qué?— dijo indiferente.

— No nada sino que si la haces llorar te mataré Sasuke— dijo el rubio con frialdad haciendo que el Uchiha parara en seco. — Es en broma. Solo te arrancaría las piernas.

— Eso me reconforta sabes…— dijo sarcástico él.


Mientras los chicos iban a caminando hacia su salón Karin iba corriendo como loca por los pasillos para que su primo no la alcanzara. De pronto chocó con alguien.

— Disculpa mi imprudencia— dijo la pelirroja ayudando a levantar a la persona con quien chocó.

— No te preocupes iba bastante distraída también. — sonrió la desconocida.

Karin al ver a esa persona se quedó sorprendía por el color tan llamativo de su cabello.

— Que cabello tan inusual.

— A lo dices porque es rosa.— dijo la desconocida

— Si. Aunque se ve que está bien cuidado y sedoso.

— Gracias. Y ¿Cuál es tu nombre?

— Oh cierto que despistada soy. Me llamo Karin Uzumaki. Prima de Naruto Namikase.

— ¿Qué?¿Que eres prima de Naruto?— dijo la Peli rosa anonadada.

— ¿Conoces al tonto de mi primo?— dijo Karin con una ceja alzada.

— Claro él es mi mejor amigo.

— Que sorpresa. No creí que ese tonto tendría una mejor amiga mujer.

— Vas a estudiar con nosotros este año. — indagó la ojijade.

— Aja. Voy a estudiar hasta que nos graduemos. No te parece genial.

— ¡Es genial! Ah y por cierto me llamo Sakura Haruno.

— Hasta tu nombre te queda con el color de tu cabello.— dijo con ternura Karin.

— Si. Te acompaño a clases— dijo amablemente Sakura.

— Eh!. Gracias.— dijo alegremente la pelirroja.— Si porque mi primo se dedica a molestarme y ni siquiera me enseño el aula donde me toca.

— Si es un completo idiota.— dijo burlona la ojijade

— Si es verdad. — las dos rieron por el comentario de Karin. “Parece que seremos amigas. Tenemos en común algo que Naruto es un idiota.” Pensó una sonriente ella.

Se dirigieron al salón de clases y les toco estar en el mismo salón que su primo. Después de una pelea con su primo por el celular, Llegó Hinata saludando a Karin primero y después saludo a Naruto y los demás. Cosa que sorprendió a todos que la pequeña tímida Hyuga conociera a tan enérgica mujer. Después de que la pelirroja se presentara a clases y de muchos “ No puedo creerlo” “Es la prima de Namikase” la tan mencionada se sentó al frente d un chico de pelo celeste que para su fortuna fue el mismo patán de aquella vez en el mal.

Pasando las horas de clases donde Karin no dejaba de ser molestada por Suigetsu y también estaba tan concentrada en ver toda las horas a Shion que no prestaba tanta atención a la clase.

— Karin nos acompañas comer — dijo amablemente Hinata.

— Claro cómo no! Blanca Nieves. — dijo burlona haciendo sonrojas a la morena. — Y de paso te enseño algo muy interesante de Naruto.— lo último lo susurro al oído de la ojiperla.

— Que pasa no se secreteen. Es de mala educación.— dijo una rubia.

— A lo siento Ino-chan— habló la chica tímida.

— No te preocupes Hinata. Sabes que Ino-cerda es así. Molestosa y mandona. — dijo la ojijade haciendo que la rubia frunza la ceja.

— Vaya así que a ti también te dicen que eres molesta y mandona. — dijo Karin divertida. — A mí una persona también me dijo lo mismo y esta parada a lado de mí.

— S-sabes que n-no lo d-dije para q-que te e-enojes— tartamudeó la morena.

— ¡Eres tan linda! . Hinata si sigues así me voy a enamorar de tì — comentario que causó que casi media clase la viera con cara de “pervertida”. — No me miren así. Si fuera chico me enamoraría de ella. Ya vámonos chicas

Después de eso se dirigieron al patio para comer su “bentou”. Conversaron las cinco muchachas amenamente.

— ¿Cómo te llamas?— preguntó Karin bebiendo un poco de jugo de naranja aquella castaña que no conocía y que recién se había percatado de que estaba allí.

— Ah yo! Me llamo Matsuri Misawa.

— Qué lindo nombre.

— Gracias.

Entonces las chicas conversaron del concierto que había el sábado en la noche y todas se pusieron de acuerdo en ir juntas y que se encontrarían en la casa de Ino ya que quedaba cerca de todas las casa.

— Chicas irán temprano para ir al salón de belleza y arreglarnos bien lindas.— dijo Ino entusiasmada.

— ¡Pensamos igual Ino-chan!— dijo alegre Karin para después las dos tomándose de las manos y con una aura tan radiante a su alrededor que cegaba las otras tres chicas presente.

— ¡Qué esplendoroso! — dijeron al unisonó las tres chicas.

— Voy al baño— dijo en susurro Hinata.

— Está bien ve no más, le diremos a Karin cuando se le pase la emoción y deje de saltar como loca con Ino.— dijo la pelirosa

— Gracias Sakura.

— Ve con cuidado— agregó Matsuri.

— ¡Hai!

Hinata iba por los pasillos hacia el baño y una vez más pensó en el momento en que Naruto tiro su celular a la fuente ¿Qué le habría pasado? Además que foto de Naruto me habrá querido mostrar Karin. ¿Qué será? Después de ir al baño se lavó las manos y se fue hacia la patio pero al bajar por las escaleras algo la jalo hacia un aula vacía del piso bajo. Y la abrazaron con fuerza.

— Hinata tienes que venirte conmigo.

Después de oír esas palabras se quedó pasmada y sonrojada. Por qué sintió que unos brazos muy ejercitados las tenían bien aprisionada y su pecho podía tocar el pecho del muy conocido chico. Solo pensar eso hacía que su corazón latiera y se sonrojara al máximo.

— A q-que te r-refieres N-Naruto-kun— dijo esto la morena con su último aliento antes de perder el conocimiento.

Bueno hasta aquí el cap. espero le haya gustado y perdonen la demora.:D:D:D

 

Cap· 12

Una guapa chica de cabello negro, piel blanca de ojos plata estaba sonrojada con la cabeza gacha y en frente de ella estaba un rubio de ojos tan azules como el cielo en un día de verano.

— Hinata. Te amo— lo dijo en susurro en su oreja casi como besando aquella parte tan sensible de la ojiplata.

La chica sintió una cierta calidez en ella y por reflejo se separó lentamente para ver a los ojos a su amado. Escucho esas palabras que para ella eran “tabu”. Pero lo que realmente importaba era que se lo había dicho.

— Yo también te amo Naruto-kun.

Se iba aproximando para darse su primer beso pero de pronto todo Naruto a pocos centímetros de su rostro se detuvo y dijo “Despierta Hinata-chan”.

De repente el lindo paisaje que se daba se esfumo y de repente ella se hallo acostada en la piernas de alguien. Otra vez soñando se dijo internamente ella. Pero cayo en cuenta de que hace unos momentos Naruto le dijo : “ Tienes que venirte conmigo”. Se sobresalto y alzo su cabeza causando un golpe en su frente con la frente del chico.

— Hinata-chan deberías tener cuidado al levantarte así.— dijo Naruto sobando su cabeza.

— Gomen, Gomen Naruto-kun— dijo avergonzada.

Esperen un segundo…Estaba recostada en las piernas de… de Naruto-kun. O por Dios como pude hacer algo tan atrevido. Sera mejor que le pida disculpas por mi osadía.

— Disculpa— dijeron al unísono los jóvenes sorprendiéndose.

— Habla tu primero— volvieron a coordinar sus palabras.

Se quedaron los dos viéndose. Naruto sonrió con una de esas únicas sonrisas que hace que el corazón de Hinata se salga de su pecho y todo su cuerpo se estremeciera. Ella solo acertó a dar una tímida pero encantadora sonrisa.

Naruto sintió algo que se movió dentro de su ser. Como si la sonrisa de Hinata lo llenara de… “ calidez”. No sabía como describir lo que sentía. Era simplemente raro. Solo se llevo su mano su estómago como para calmar esa “molestosa sensación” dicho por él.

— Te siente bien Naruto-kun— dijo preocupada la ojiplata.— Dis..— fue interrunpida.

— No. No es eso… Solo que…— dijo recordando para lo que vino— Hinata-chan quiero que me acompañes al concierto que tiene la banda del hermano del teme de Sasuke. — dijo tan rápidamente. Como desesperado.

— Que es lo que dices Naruto-kun.

— Que si quieres ir conmigo al concierto del sábado-ttebayo!

— B-bueno lo que pasa e-es que ya tenía p-planeado ir con las c-chicas.— dijo un poco avergonzada y risueña por el tic verbal de su rubio amigo.

— Vamos Hinata-chan hazlo por mí. Si…— rogó de manera tierna el rubio acercándose más a la morena. Tomo entre sus manos las manos de ella. Las sintió por segunda vez. Eran tan suaves como las recordaba otra vez esa molesta sensación de “comodidad” no la podía describir.

— Etto y-yo— trataba de hablar ella pero no podía. Se sentía tan bien tener las manos del ojiazul con las de ella. Si Naruto seguía teniendo tal cercanía conmigo podría estar causando que me enamore más de él. Pensaba la dulce chica de ojos perlas.

— Por favor Hina-chan. — Apretando más sus manos.

La nombrada se sorprendió por ese tan cercano “apelativo” que le puso a ella. “Hina-chan” aparte de su mejor amiga Tenten o su fallecida madre nadie le había dicho ese cariñoso apodo. Desvió la mirada de los ojos del rubio y observo las manos de los dos juntas y se dio cuenta de que contrastaban mucho una con la otra. La de ella era tan blanca y la de él era bronceada, que para gusto de ella se la veía muy bien en él. Pero pensaba que las dos se “necesitaban” una con la otra. Qué raro pensar eso.

— Está b-bien iré contigo…— le costó mucho decir eso.

— Oh! Lo dices enserio Hina-chan!—dijo tan entusiasmado como siempre.

Después se levantaron y por supuesto el joven rubio ayudo a ponerse de pie a la chica tímida. Hinata se seguía preguntando por que le había pidió que fuera con él al concierto. O como ¿Por qué razón la abrazó tan fuerte?¿O por qué le dijo Hina-chan?¿O que paso exactamente cuándo voto su celular a la fuente?. Ella tomaría la suficiente valentía para preguntarle.

— Naruto-kun… ¿P-por qué me abrasaste h-hace rato a-así?— interrogo sin rodeos la ojiperla. Esa duda la mataba. Aunque no es que estuviera molesta por el abrazo. Al contrario estaba más que fascinada por estar entre lo ejercitados y bien proporcionados brazos de su amado rubio.

— Emm… Bueno es que…— suspiró pesadamente. —Es que la loca mi primita pasaba en ese momento por ahí. Y si me veía no me hubiera dejado hablar contigo. — dijo sin más para después poner ambos brazos en la nuca de manera despreocupada. Típico. — No quería me nos interrumpieran.

“Nos interrumpieran” eso sonó muy cómo decirlo extraño. Nunca en su vida Naruto había incluido a ella en un “Nos” era una sensación extraña entorno a ella. Pero si que divagaba por cada cosa que decía Naruto. Si seguía de esa manera va por terminar de hacer una loca.

— A por eso era— susurro pensado que el chico de cabellos dorados no lo escuchara.

— Si por eso. — dijo mientras se encaminaba hacia la puerta y después abrirla para cederle el paso a la joven. Por tanto ella se ruborizó de vergüenza. Naruto lo escuchó.

Iban caminado por los amplios y lujoso pasillos de la escuela cuando al fin Hinata después de un debate mental decidió pregúntale lo que hacía que su cabeza le doliera.

— N-Naruto-kun t-te puedo p-preguntar a-algo— dijo entorpecida mente.

— A claro Hina-chan dime. Que es lo que me preguntar.— dijo tan alegre y normal con las manos en los bolsillos.

— Oh g-gracias. ¿P-por qué t-tiraste tu c-celular a la f-fuente?— soltó sin más haciendo que Naruto se detuviera en seco y poso sus hermosos ojos azules en su acompañante de su lado izquierdo. Con una mirada un tanto helada.

Creo que no le gusto para nada mi pregunta. Ahora que ya por los menos puedo sostener si quiera una oración decente frente a él lo arruino. Pensaba ella. Nunca había visto esa mirada en él. Una persona tan alegre.

— G-g-gomenasai. Gomenasai Naruto-kun. — dijo avergonzada y entonces de dio media vuelta para empezar a irse. Vaya no se le daba bien expresar lo que pensaba. Pero lo que le dolió es que su primer y verdadero amor la mirada con ese actitud gélida. Antes que siquiera diera un paso el joven rubio la agarro del brazo firmemente pero sin lastimarla como “aquella vez”.

— Soy yo quien debería pedirte disculpas Hinata. No era mi intención mirarte de esa forma. Discúlpame. — recibió como respuesta un leve movimiento de cabeza aun estando de espalda. — Pero por lo menos deberías saber el motivo por el cual te pedí que me acompañaras.— dijo con un tono de cierta molestia.

Hizo un ademan para girarla en su sitio para quedar en frente de ella. Tomo aire. Suspiro.

— Te acuerdas antes de que yo tirara el celular— haciendo una pausa para esperar a que la chica de ojos perlados diera su respuesta. Que fue un mudo sí. — Pues lo que paso es que me enviaron una foto a mi correo muy comprometedora de Shion.

— C-c-comprometedora— repitió absorta la tímida joven de hermoso rostro. Qué clase de foto seria para que después su rubio se pusiera tan furioso.

— Como decirlo…— se rasco la nuca en señal de que no podía siquiera repetirlo. — Shion estaba encima de las piernas de su novio besándolo y se dejaba ver parte de su muslo.— Soltó sin más causándole a la chica un rubor en la mejillas de vergüenza.— Y eso no es todo en la nota de la foto decía “ Eres perdedor, si me quieres conocer ven al concierto el sábado. Tonto.”— dijo a memoria todo, pero no dejo de lado cierta tristeza mezclada con furia.

Después de esta conversación se dirigieron a sus salones puesto que ya faltaba poco para tocar el timbre. No pasó desapercibida la desaparición de Hinata ante sus amigas. La atestaron de múltiples preguntas. Ella solo respondió que se distrajo por ahí.

— ¡¿Cómo que te distrajiste por ahí?!— preguntó sorprendida Karin al no tan convincente excusa de su amiga.

— Acaso esa distracción se llama Naruto— dijo con melosa voz Ino, causándole un furioso rubor de la Hyuga. Ante toda la presencia estudiantil del salón.

— D-de q-que h-hablas Ino-chan— trato de defenderse en vano ella.

— No tienes por qué mentirnos Hinata. Solo di que te gusta Nar…— ante lo que iba a decir la acusada le tapó la boca a Matsuri para que no oyera nadie .Y especialmente un persona que estaba a dos bancas.

— Lo tienes que gritar Matsuri-chan—reclamaba la peli rosa que se unió al grupo. Y la acusada saco la lengua en señal de vergüenza.

— Q-que todas ya s-saben quién me g-g-gusta— decía la morena cosa que provoca que las chicas se congelaran. Esto le pareció raro a ella.

— Hinata no puedo creer que seas tan despistada. O no tanto como el baka de Naruto— dijo todavía sin creérselo la rubia, fastidiada se tiro un mechón de cabello hacia atrás en acto de modelo de revista.

— Si Blanca-Nieves yo desde el momento en que te vi supe que te gustaba…— se quedó pensando la pelirroja y se llevó un dedo a su barbilla— no te gusta tú ¡lo amas!— dijo casi gritando y sonriendo de oreja a oreja.

Después de esto llegó el profesor causando el total silencio entre la sala. Hinata precisamente no podía prestar atención a las clases. Estaba tan entusiasmada que en dos días iba a ser la pareja de Naruto. Se detuvo de inmediato en ese pensamiento y se sonrojo en su puesto e instintivamente vio hacia su lado derecho que estaba el amor de su vida que ciertamente también la miraba a ella en forma expectante y la dueña de los ojos perlas miro hacia el frente dejando al rubio extrañado. “Pero que estoy pensando creo que ni en mil años Naruto-kun se fijaría en mí. Pero que feliz me siento saber que voy a estar pasar con él una noche entera.

Hinata es una chica muy linda y además es mi amiga. Quizás deba contarle todo sin mentiras antes de la fiesta Pensaba el hiperactivo rubio, este vio hacia el frente y vio que ella también lo miraba entonces decidió regalarle una sonrisa pero ella se voltio “sonrojada” no creo que estaba viendo mal. En fin se decidió a atender la clase. Como si eso fuera posible, después bufó.

— Como siempre el dobe teniendo un debate mental— dijo casi en susurro Sasuke para molestar al rubio. Pero sin embargo el aludido escuchó.

— A quien le dices dobe teme— lo dijo con la misma tonalidad de voz que uso el azabache pero como molestia en su voz.

— Dobe— deletreó mudamente el pelinegro con sus labios. A decir verdad el consideraba al ojiazul su mejor amigo pero no lo decía le parecía muy vergonzoso. Le gustaba molestarlo y sacarlo de quicio.

El moreno vio que Naruto le deletreó Teme pero lo miro con indiferencia haciendo enojar más su amigo. Este guapo chico de ojos negros sintió que alguien lo miraba y divisó unos ojos jade que lo veían intensamente. Hay está otra vez mirándome como si fuera el ultimo pez sobre el agua. Que molestia. Pensó el azabache y le dirigió una mirada fría a aquella pelirrosa que según ella lo amaba tanto. Enseguida ella se volteó sonrojada. Que le pasa ya la rechacé hace tres años y todavía seguía con es de “amarme”. Es una total molestia. Pensó fríamente este mientras dirigía su mirada hacia el otro extremo donde estaba la pelirroja con una sonrisa encantadora.


— Ay! No toca educación física… Que pereza— decía con total aburrimiento la esbelta rubia sacándose su blusa del diario para ponerse su camisa deportiva.

— A Ino-cerda siempre quejándote por todo— replicaba la ojijade también cambiándose. — A mí me gusta esta clase. Porque puedo ganarle a ese baka de Naruto y lucirme con Sasuke-kun— el último nombre lo dijo con amor.

— Vas de nuevo con eso Sakura… Ya madura de una vez no te das cuenta que lo de Sasuke ya fue hace mucho— reprendió su mejor amiga con tono fiero.

Todas las chicas que estaba presente Hinata. Matsuri. Ya que las otras ya se habían cambiado e ido a la clase. Y la recién llegada Karin que en cuanto oyó el nombre del chico que cuando ella se bajó del auto de sus primo la miró devorándola con la mirada se detuvo a escuchar la conversación y se posicionó a lado de Hinata.

— Ino tú lo dices porque tienes a alguien quien te ama y te hace sentir especial— contraatacó Sakura ya vestida por completo.

— Es cierto pero quizás deberías olvidarlo. No te parece. — decía comprensiva su mejor amiga que aunque siempre peleaban se querían como hermanas.

— No me gusta meterme pero lo que dice Ino tiene razón Sakura. — dijo Karin acercándose y tocando su hombro a señal de comprensión.

— ¿¡Que acaso te gusta Sasuke-kun!?— gritó molesta. Karin usaba lentes pero debía admitir que ese tan extraño color rojo en su cabello era lindo. Temía que le quitara a Sasuke aunque nunca fue suyo.

— ¡No! No claro que no— dijo sorprendida la pelirroja por la actitud tan a la defensiva de la pelirrosa— No te miento que es muy guapo pero todavía no me gusta. — dijo calmada y despreocupada ella. Actitud propia de su primo.

— Todavía— repitió casi al borde del enojo.

— C-chica creo q-que deberían c-calmarse— decía nerviosamente la ojiperla al ver que las dos chicas de raro cabello echaban rayos por los ojos.

— Si creo que deberían calmarse— repitió la pequeña Matsuri preocupada de ver esa escena.

— Ya basta Sakura deja de comportarte como una niña de doce años. Tienes dieciséis— le reprochaba la rubia pero con lágrimas en sus ojos al ver que la pelirrosa todavía tenía esa obsesión por Sasuke.

— Yo…— Estúpida. Es la palabra perfecta que la describiría en ese momento. Como podría estar enojada con Karin si siquiera conocerla bien y encima ya estaba levantado falsas cosas en contra de ella. — Yo lo siento mucho Karin. No debí gritarle de esa forma. — decía ya sollozando la ojijade.

— Está bien entiendo el amor no correspondido. — lloró ella con grandes lágrimas en sus ojos abrazando a Sakura. Ino también se unió y lloraron las tres.

Hinata se limpiaba una lágrima que resbalaba por sus ojos. Ella perfectamente sabía lo que era el amor no correspondido. Matsuri también sollozaba pero porque lo hacía. Pues bien recientemente había aclarado sus sentimientos que tenía hacia cierto pelirrojo de ojos aguamarina. Pero él la quería como su amiga nada más. Y estaba segura de eso.

Todas las cinco chicas salían tomadas de las manos con los ojos ligeramente rojos después de se podría decir discusión. Por un minuto más y su llegaban tarde a su clase.

El profesor Gay-sensei les dijo a todos que se prepararan para una carrera de pareja. Todos se quejaron. Las chicos querían jugar un poco de futbol y las chicas simplemente querían hacer aeróbicos nada más.

— Ya calmados chicos que la ¡llama de la juventud está a su clímax en ustedes!— gritó eufórico el maestro— Haber voy a dictar las parejas pues… ayer hice un sorteo al azar y con esa pareja trabajaran juntos las dos clases por semana y luego cambiaré las parejas.

— ¿¡QUE!?— gritaron todos los chicos sorprendidos y molestos.

— Así es y trabajaran hombre y mujer para que haiga un equilibrio de fuerzas. — Decía el tomado su agenda con una sonrisa de oreja a oreja con cierto brillo de maldad en sus ojos negros.

— Pero Gay-sensei porque razón hace todo este circo— dijo la rubia con los brazos en jarra con las cejas fruncidas.

— Señorita Yamanaka no se da cuenta que es para fortalecer los lazos de amistad— decía colocándole su mano en el hombro de la chica.

La rubia después de esto bufó molesta y se fue hacia atrás a lado de Sai.

— Aquí van las parejas— dijo y comenzó a pronunciar los nombres.

Ino con Sasuke. Karin con Jugo. Sakura con Sai. Hinata con Gaara. Matsuri con Shikamaru. Shino con Kauri (la chica que golpeó a Naruto por Sasuke en Naruto Shippuden). Kiba con Sari (recuerden la amiga de Matsuri en Naruto shippuden) Choji con Amaru (la chica de la segunda película de Naruto shippuden). Suigetsu con Sara (la chica de pelo rojo, que es el personaje principal de la cuarta película de Naruto shippuden) Naruto con Shion.

Algunos de los chicos estaban tan sorprendidos con las parejas. Ino estaba más que molesta quería que le tocara con su amor Sai pero no fue así y a este no le molesto nada puesto que le había tocado con Sakura, ella y él más o menos se llevaban.

Sasuke ni le importaba quien le había tocado total nada le importa.

Sakura estaba más que triste porque no le tocó con su amor pero recordó la conversación que tuvo con sus amigas en el vestidor. Decidió alejarse de él.

Hinata le agradaba su compañero aunque no cruzaban muchas palabras. Pero lo que si la tenía preocupada era la situación del rubio con Shion. Esto no va ser nada agradable. Miro a Naruto instintivamente y vio que se llevó las dos manos a la cabeza .Por otro lado Shion estaba tranquila sin siquiera importarle. Esto hizo enojar a la ojiperla. Raro, extraño sentimiento que no había sentido.

— Chicos júntense con sus parejas— todos hicieron caso pero arrastraron los pies. — Vamos, vamos que esto será muy divertido.

— Si como no— Dijo Karin al borde del colapso nerviosos puesto que le tocò con el más raro de todos Jugo.

— Bueno chico no sea como viejos. — dijo alegre el sensei — Sean y siéntanse jóvenes como yo—apuntándose el mismo— Jugaremos vóley ball de parejas sí. Eso no es algo tan molesto. Ciertos chicos.

— ¡Que problemático!— dijeron la mayoría de los chicos dejando a un Shikamaru sorprendido que hayan dicho su frase. Después de que se dieron cuenta todos se rieron.

— Discúlpalos Shikamaru por copiar tu frase— dijo el mejor amigo de este.

— Déjalos ya todo esto se volvió realmente problemático — bufo y puso sus manos detrás de su nuca.

— Chicos escúchenme las primera pareja que competirán serán Choji con Amaru en contra de Shikamaru con su pareja Matsuri. — dijo alegre el sensei— Lo único que tiene que saber es que el partido es de veinte minutos por partidos y gana quien hace más puntos eso es obvio.

— Veinte minutos que nos quiere matar o que— dijo hostigada la esbelta rubia de ojos celestes.

— Vamos Ino no será tan malo— le dijo Sai consolándola desde su lado.

— Si Ino cerda no te quejes por todo— dijo Sakura también a su lado molestándola pero con una sonrisa.

— No fastidies frente de marquesina— le dedico una amplia sonrisa.

Sasuke quien estaba a lado atrás de Ino resoplo su corto y sencillo vocablo “humpt”. Que no pasó desapercibido por la pelirrosa pero intento de todas formas no voltearse “Alejarse de él “ ese era el plan.

— Sasuke eres tan insoportable—dijo Sai haciendo que el nombrado levantara una ceja.

— No te metas en lo que no te conviene Sai— dijo con tono frio y mirada helante.

— Vamos chicos cálmense no comiencen peleas si— menciono el sensei.— Vamos no desperdicien sus llama de la juventud— hablo con su puño alzado en medio de los dos.

— Está bien. Total yo le ganaría— dijo desafiante con su sonrisa falsa Sai.

— Amor no creo que debiste decir eso. — hablo amorosamente su novia poniendo una mano en su hombro.

Sakura que hasta ahora no miraba a Sasuke solo a sus dos amigos. Eso le pareció raro a cierto morocho Uchiha.

— Te advertí que no te metieras y si quieres no me molestaría en dejarte bien golpeado y tirado en el suelo— dijo victorioso el Uchiha con su sensual sonrisa que de reojo vio Sakura quien respiro demás para no dejar que un suspiro salga.— Si quieres pelear pues ven.

— Pues mejor que tú me lo digas ya que me no me gusta como actúas y tratas a las personas. — dijo este chico blanquecino.

— Y como según tu soy yo— dijo a punto de explotar de la ira Sauke.

— Eres caprichoso, arrogante, pedante, y por sobre todo te crees superior a todos. — terminó de describirlo.

Naruto que hasta ahora se había mantenido al margen debido a su debate mental solo camino uno pasos pasando por enfrente de Hinata. Sin querer él le sonrió. A ella casi se le cae el mundo por esa estupenda sonrisa. Y su rostro se tornó con u lindo sonrojo “Si sigue así me da un paro cardiaco” Pensó pero creyó que lo dijo en su mente.

— No tienes que ser tan obvia— Dijo un pelirrojo que estaba a su lado.

Está a la vez se sonrojo más porque la había oído. Y no solo este la había escuchado sino una hermosa mujer rubia ceniza de ojos morados.

— Gomenasai Gaara-kun— dijo avergonzada y a la vez nerviosa.


— Vamos Sasuke no pelees. Porque no lo resuelven jugando al vóley— acotó su idea Naruto.


— A veces puedes pensar Naruto— dijo Sai. Haciendo molestar a Naruto.


— Tras que estoy evitando esto tú…En fin. — se pasó la mano por la cara el rubio hiperactivo— Guy sensei por que no hace que esto dos jueguen.


— ¡Bien!.— dijo eufórico el maestro de las artes marciales. — Esto es un buen entrenamiento para que liberen la llama de la juventud.


— Si si — dijo con una gota detrás de la cabeza el rubio.


— Shikamaru y Choji ustedes van después— avisó el sensei.


— Hai— dijo Choji con una bolsa de papa fritas en sus manos devorándoselas y sentándose en el césped.


— Me da igual— hablo cansado el Nara imitando a su mejor amigo pero recostándose en el césped.


— ¡Empecemos!— dijo Gay-sensei.

Cada equipo de pareja se posicionó para comenzar. El sensei dio el pitazo para empezar. En un principio casi ni Ino ni Sakura tocaban la pelota eran la pelea entre Sasuke y Sai. Pero después las dos hermosas chicas se cruzaron miradas y empezaron a jugar Ino se metía en los cruces de el Uchiha este le daba una mirada fría y esta le sacaba la lengua. Sakura también hacia lo mismo pero como Sai quería ganar jugó a dúo con la pelirrosa. Ino no era tan buena en los deportes como Sakura ni tan fuerte porque cuando Sakura sacaba y ella le tocaba coger casi se le dobla las manos.

— ¡Vamos frente de marquesina no tan fuerte!— decía enojada la rubia.

— Lo intentaré — dijo sacando la lengua y le salió una sonrisa hermosa que no pasó por alto el morocho Uchiha que sonriso ladinamente.

Pasaba el tiempo era un partido muy bueno. En un parte del partido Sai y Sakura hicieron una jugada de modo que el chico salto quedando frente a frente con Sasuke sobre la cuerda con la pelota entre ellos. Paso en cámara lenta y la eplota cayó en el lado de Ino y está por la fuerza no pudo contenerla dando por ganado el partido el equipo de su novio puesto que era el último minuto. Los chicos que estaban en el aire cayeron muy fuerte en el piso.

— ¡Sai! — gritó Ino corriendo a socorrerlo.

— Está bien— dijo amablemente Sakura que estaba toda roja por el duro partido. Lo ayudo a levantarse.

— Más o menos— dijo con un ojo cerrado.

— Amor como te encuentras.— decía Ino arrebatándole a Sai de las manos de su mejor amiga.

— Estoy bien amor. — dijo èl dándole un beso en los labios. Sakura ante esto solo torció los ojos.

— Sai estamos en clases y frente al profesor— dijo sonrojada.

— Pues mi amor está aquí y en todas partes. — dijo causando que toda las chicas de la clase suspiraran.

Sakura en cierta manera envidiaba a Ino por tener a alguien que la amara. Cuando vio hacia el otro lado diviso a Naruto que tenía sujeto a Sasuke por un hombro. Ella admitía que en primera instancia iba a socorrerlo pero tenía que alejarse de él.

— Teme espero que no sea grave— dijo el rubio Namikase divertido porque èl había perdido.

— Pues no te ves muy preocupado dobe. Hasta tienes el cinismo de burlarte. — dijo frio y cortante zafándose de la ayuda de su amigo.

— Vamos Teme no seas rencoroso. Espera te ayudo— dijo siguiéndolo iba a ponerle una mano en el hombro pero este se la quito de un manazo.

— Déjame solo Dobe— dijo y se retiró cogiendo su hombro por lo tenía un poco raspado.

— Quien lo entiende. — dijo más para su amiga pelirrosa que para él.— ¿Por qué estará tan furioso?.

— Pues porque perdió. — dijo Sai.

— Claro que también está molesto por eso. Pero hay algo que lo molesta aún más. — objetó con una mano en su barbilla. — Tu sabes al menos que le paso Sakura-chan.

— ¿Y por qué yo tengo que saberlo?— dijo seria.

— Pues no se lo supuse. Ya que tú siempre está pendiente de él puede ser que lo sepas— dijo este apuesto rubio.

Estas palabras dejaron helada a Sakura. En serio que estaba tan pendiente de él todo el tiempo. Que tan patética pudo haber sido. Patética ella. Patético ese amor tan profundo que le tenía a Sasuke. Que tonta fui pensó ella. De ahora en adelante ya no sería la misma patética de siempre. Esos tantos chicos que rechazo esperando que el Uchiha se fijara en ella. Patética es la única palabra que la describía en esos momentos.

— Pues ya no será más así Naruto. Vamos Ino a recostar a Sai en el césped y descanse. — dijo decidida y con paso firme.

— Ok. — dijo Ino sonriente porque su mejor amiga se tomó muy enserio sus palabras de hace unos instantes en el vestidor de chicas. — Sakura te quiero.— dijo la linda rubia plantándole un beso en la mejía a su mejor amiga y tomado de la mano a los dos. Una para su amor y la otra para su mejor amiga para dirigirse fuera de la cancha.

— Que pasa. No entiendo nada.— dijo Naruto rascándose la cabeza confundido siguiendo a los chicos.


— Bueno chicos después de este tremendo partido toca la siguiente con Choji y Shikamaru. Espero que Sasuke se haya ido a la enfermería. Chicos empecemos.


Los nombrados arrastraron los pies hacia la cancha con un Shikamaru somnoliento y un Choji lleno por la comida que se mandó. Matsuri le dijo a Gaara que le deseara suerte y este solo le sonrió. Hinata que veía el juego sentada sobre el suelo sintió que la veían demasiado. Se sentía observada pero le restó importancia. También se dio cuenta que Gaara no quitaba la vista de Matsuri. Creo que a Gaara-kun le gusta Matsuri-chan pensó pero después llego a la conclusión que estaba mal.

— Hina-cha espero que sepas jugar muy bien ya que escuche al sensei que nosotros somos lo siguientes. — habló alguien sentándose a lado de esta.

— ¡Na-Na-Naruto-kun!— la Hyuga se sorprendió que el rubio estuviera a su lado. Pero lo que más la dejo pasmada es que otra vez eso ojos azules la miraban a ella solo a ella. Se siente genial pero a la vez es tan vergonzoso se dijo para si la morocha.

— Te vez linda cuando tartamudeas pare no me gusta que lo hagas mi nombre.— dijo el oji-azul causando un fortísimo sonrojo en ella. Naruto no se daba cuenta de los estragos que podía causar en Hinata sus palabras.

La Hyuga intentaba todo por lo menos para mantener una conversación normal con su amor platónico. Se dijo que ya no sería la niña tímida de antes. Bueno por lo menos no mucho. O por lo menos no tanto con Naruto.

— Está bien Naruto-kun

— Si ves que si puedes hacerlo.

Mientras conversaban de vez en cuando el rubio hablaba con Gaara de temas de chicos como futbol. Especialmente de la copa Mundial. Hinata termino confesando que le encantaba ver el futbol pese a no ser tan buena en ella.

— Hyuga que bien que te guste el futbol eso te hace muy especial para un chico ya que puedes compartir mucho con él. — dijo el pelirrojo.— Cierto Naruto.

— Oh claro que sí-ttebayo!— dijo él.— El chico que te guste debe ser muy afortunado.— dijo sin pensarlo.

La aludida solo se quedó callada. Pasaron un par de minutos cuando el juego de Shikamaru terminó dando como resultado que Choji ganara. Su pareja Amaru era muy buena en esto. Y como Shikamaru era perezoso pues el resultado era predecible.

— Gaara-kun perdimos…— dijo sin ánimos la castaña Matsuri.

— Está bien no es para tanto. — la consolaba él.

Él le coloco una mano en su cabeza consolándola. Hinata se le derretía el corazón de tanta ternura. “Tal vez Gaara si le guste Matsuri” pensó. El maestro llamo a las siguientes parejas y en efecto eran la pareja de Naruto y la de ella. Que nervios tenía la Hyuga en especial si con quien estas compitiendo es tu amor imposible.

— Suerte Hina-chan—pronuncio el rubio desde el otro lado de la cancha solo moviendo sus labios ya la chica entendió y sonrió. Que bella sonrisa dijo para sí el Namikase.

Empezaron a jugar la morocha no era tan buena pero por lo menos se defendía un poco bien al contrario de Shion que jugaba excelente saltaba alto y se entendía muy bien con Naruto en lo que respecta al juego. Gaara también jugaba bien a la par con los dos rivales. Y ella se quedaba atrás. Parecía muy pequeña entre ellos y aunque el pelirrojo la anima con un “Puedes Hacerlo”. Y también sus amigas que gritaban su nombre como anteriormente lo hicieron con Matsuri. Pero era algo raro cada vez que la pelota caía en medio era obvio que uno de los dos Naruto o Shion fueran tras ella pero siempre lo hacia Naruto porque la primera vez que paso eso causó que sus cuerpos chocaran un poco. Y después de unas palabras que no logró descifrar que le dijo Shion después de lo sucedido Naruto estaba serio, raro en él. El juego terminó ganando Naruto pero solo con la diferencia de dos puntos.

Estas dos parejas se retiraron y se fueron a sus respectivos puestos de los que ya habían jugado. Gaara se fue con Matsuri esta le dijo que jugó excelente aunque haya perdido. Shion con la ceja fruncida se fue al baño a lavarse la cara y manos. Hinata fue con Karin porque esta la llamó.

— Jugaste bien Hinata— dijo Karin ya cuando la ojiperla salió del campo de juego. — ¡Primito felicidades por ganar!— dijo feliz la pelirroja pero el rubio ni la miró a ver pues pasó de largo a recostarse en el árbol de detrás de ella. —Naruto que te pasa. — dijo acercándose a él.

— Nada es más déjame solo. — dijo cortante.

— Te pareces a tu amiguito Sasuke de brusco. — acotó con las manos en jarra.

— Karin puedes irte— dijo con tono grosero.

— ¿Q-q-que? No me hables así Naruto. Me voy no quiero estar con gente grosera como tú. — se fue no sin antes gritarle— Baka.

Hinata presenciaba todo eso a unos menos de cinco metros de ellos. Porque su Naruto se comportaba así si hace rato estaba con esa brillante sonrisa en su rostro. Ella había llegado a la conclusión de que estar cerca de Shion le afecta.Y mucho.

Después de ello fueron otras dos parejas quien era Kiba con Sari y Suigetsu con Sara. Que terminó con un empate. Casi después de dos minutos el timbre sonó dando por terminada la clase. “Por fin” dijeron algunos.

— Para la próxima siguen las parejas que faltan.

Esto lo dijo el sensei y todos cansados dijeron “Hai” claro excepto los que faltan. Las chicas se dirigieron al baño para darse una merecida ducha puesto que estaba sudadas y no entrarían así a su siguiente clase. Los chicos también hicieron lo mismo.

Las horas pasaron y Hinata no había podido decirles a las chicas que iba con Naruto al concierto de Los Akatsuki. Tocó el timbre que daba por terminada el instituto. La Hyuga como siempre la esperaba una limosina afuera. Se despidió de las chicas. Iba a subirse al auto pero se detuvo porque una fémina la llamó.

— Chao Hinata. Que duermas bien y sueñes con Naruto. — dijo para molestarla. — Recuerda no me has dado tu número de celular.

— Lo siento. — se dispuso a sacar su móvil y le dio su número a su amiga.— Listo.

— Ok. Mañana muy temprano te sonará el celular con un bella sorpresa y espero que te guste.— dijo dejándola muy confundida.

— Y que es

— Pues lo sabrás mañana.

— Ok


— Karin ya vámonos se nos hace tarde. — gritó el rubio desde lejos acompañado de su mejor amigo. — No sé qué tanto parlotea esa chiflada.


— Humpt— Sasuke como siempre con su monosílabo.


— Creo que andamos de malas teme.


— Que te hace creo eso dobe.


— Por lo que paso hace rato teme.


— Que es lo que paso hace rato dobe.


— Me estas fastidiando teme.— molesto.


— Por qué te he de fastidiar dobe.— con una ceja alzada.


— Que pesado teme.


— Más pesado eres tu dobe.


— Teme.


— Dobe.


— Ya basta los dos me canse de oír sus niñerías. Ya están bastantes grandecitos para ponerse con esos juegos. — dijo Karin con un ceja alzada y con un tic en el ojo.


— Ya baja tus humos Karin. — dijo Naruto.


— Lo hare si ustedes dejan de comportarse como niños.


— Humpt— dijeron los dos al unisonó cruzando los brazos. Esto provocó una dulce risita proveniente de detrás de Karin. Todos dirigieron su mirada hacia la dueña de esa risa y era Hinata. Ella al sentir la mirada de todos se sonrojó de vergüenza.


— Gomenasai.— dijo.


— No te preocupes de nada Hinata ellos son unos bobos.— y las dos rieron.


— Oye Karin— resopló Naruto.— Ya vámonos.


— Ok te molestas por todo no aguantas ni una broma. — dijo Karin.


— Me voy dobe.


— Ya ok teme.


El morocho se fue pero dedicándole una coqueta sonrisa a Karin que ni se inmutó. Este se subió al auto y se marchó. Después Karin dejo embarcada a la Hyuga en su limosina.

— ¿Y Neji?— preguntó el rubio buscándolo con la mirada dentro del carro.

— S-se ha de ver ido con Ten-ten.

— Que preguntón eres Naruto.

— Que molesta eres Karin.

Hinata se estaba con una sonrisa formada en su rostro es que ver a estos primos es súper divertido.

— Adiós Hinata— le dijo Karin dándole un beso en su mejilla.— Nos vemos mañana.— la chica se sonrojo por el beso dado.

— Pero que atrevida eres vez como pones a Hina-chan— dijo acercándose a la ventana del auto apoyándose en ella quedando a unos diez centímetros de la cara de la ojiperla. — No te quemo el rostro con su veneno. — rio ante lo último.

— ¡Oye!— resopló la pelirroja.

— Bueno nos vemos mañana Hinata— después beso su frente levemente y

— se fue dejando a Hinata anonadada.

El Ferrari naranja arrancó para ponerse a lado de la limosina y está también arrancó por unas cuantas cuadras seguían el mismo curso hasta que el Ferrari se desvió hacia la izquierda y ella seguía de largo. Le dijo al chofer que subiera las ventanas de vidrio cuando ya no diviso al Ferrari.

“Este día fue increíble”— dijo ella tocándose su frente que estaba tan caliente en el lugar donde beso Naruto. “Nos vemos mañana Naruto”.

Espero que le haya encantado este cap.

Lamento subirlo casi después de dos meses es que estar en último año de colegio te pone muy ocupada y peor aún si tiene que mantenerte como la mejor del curso. =) No leemos en otra. =) =D ;):);):D:D

 

CAP 13

En las una de las mansiones de la ciudad de Konoha estaban dos hombres en el balcón de la misma tomando su desayuno afuera en una elegante mesa de mármol.

— Estas siguiendo el plan al pie de la letra. — dijo un hombre pasados los cincuenta pero muy bien parecido.

— Claro que sí. Esa muchacha ni se imagina el engaño. Es mas ya falta poco para que caiga y no pueda zafarse de mi— dijo muy confiado de si mismo un chico de unos veinte años. — Quiero que todos se hundan.

— Bien dicho. Pero no tenemos que apresúranos tanto el tiempo siempre es el mejor aliado. — dijo el hombre mayor. — Quiero que todo el sistema comercial y financiero de Konoha me pertenezca.

— No se preocupe. Mi señor. — dijo aquel chico.


— N-N-N-N-N-N-Nani ??????— gritó una hermosa chica de ojos perlas cayéndose de su cama al suelo y pegándose muy fuerte la cabeza. Se levantó sobándose con una mano y con la otra tenia su celular.


Tenía la cara tan roja y sudorosa, sus bellos ojos perlas estaban como sorprendidos y avergonzados. “Pero que es esta foto” Pensó la chica viendo otra vez ese mensaje que le enviaron y con una foto de Naruto. Se levantó un poco adolorida se sentó sobre el cobertor de su cama. Es Karin como ha sido capaz de tomarle una foto a su amor platónico en ese estado tan al descubierto. Nada más y nada menos que la foto era donde el rubio hiperactivo estaba sin camisa solo en bóxer tirado en el suelo aunque estaba en esa posición se le veía toda su estructura anatómica. Sus pectorales bien formados, sus brazos musculosos sin llegar a la exageración, y una mueca muy sexy aunque pareciera que si sintiera el dolor de la caída el chico. Y un abdomen que parecía tableta de chocolate.

Después de ver todo eso Hinata ahora entendía porque no solo ella estaba tan enamorada del rubio sino, que, tenía a muchas chicas del instituto sobre él. Shion es una boba por dejarlo pensó ella. Pero que era lo que estaba pensando. Karin es muy mala ahora de aquí en toda la mañana no podre ver a Naruto a los ojos. Pensó ella sonrojada todavía.

— Hinata. ¿Qué paso? ¿por qué gritaste?— preguntó su primo desde afuera de la puerta.

— N-nada Nissan. Solo es que me caí de la cama nada más— dijo con inocencia todavía sentada en la cama.

— Y está bien Hinata-sama. Se golpeó en algún lado. Quiere que le traiga algo.

Neji estaba dispuesto a entrar pero la chica fue más rápida y abrió la puerta para que su primo no se preocupara más de la cuenta. Le abrió la puerta solo un poco.

— Neji-nisan llámame Hinata no Hinata-sama. — dijo con una dulce sonrisa y él le devolvió el gesto. — Y estoy bien no te preocupes. Aunque…— dijo sobándose ligeramente la cabeza y abriendo un poco más la puerta. — Me pegue en la cabeza pero no es nada grave.

— Esta segura Hinata. — dijo preocupado y puso su mano en la cabeza de la chica haciéndole cariñitos y la chica lo recibió gustosa es más cerrò sus ojos. — Pero igualmente te traeré algo de ungüento porque de seguro se te hará un chichón y parecerás con dos cabezas. — Rió.

— Está bien nisan tráeme ese ungüento. — también río pero no se dio cuenta que levantó sus brazos y su primo vio el celular que tenia una foto de un chico semidesnudo.

— Quien es el chico que está en esa foto Hinata. — preguntó con una ceja alzada muy serio.

Como que vio un fantasma la chica se puso más pálida de lo que era y despues se puso muy roja.

— B-b-b-bueno nissan. La f-f-foto es de…— dijo pero cerró sus puerta en las narices de Neji.

— Hinata nos vemos en la mesa para desayunar. — dijo sin más y se fue.

— Qué vergüenza Neji me vio con la foto de Naruto-kun. Dijo para sus adentros con la cara roja.

En el desayuno el ojiperla no le quitaba los ojos. Se sentía tan avergonzada. Seguro su primo le preguntaría en la limosina pero gracias a Tenten que lo llamo se fue en su auto.

— Qué bien que se fue con Tenten si no tendría que contarle todo. —decía ella mientras se dirigía hacia su limosina. Pero de pronto un auto marrón se puso en frente de esta.

— Hinata vamos te llevo al instituto— dijo un chico de voz enérgica.

— Kiba-kun. Que haces aquí?— pregunto ella.

— Me duele saber que mi mejor amiga no me reciba bien— dijo el chico de cabello castaño y aspecto salvaje.

— N-No es eso. Si no que es extraño. Nada más. — dijo con una sonrisa cálida. — Pero claro que acepto tu invitación. Mejor amigo. — dijo ella subiéndose al auto.

Sin más Kiba en cuanto se monto Hinata al auto arrancò y se dirigieron al colegio. En el transcurso del viaje de unos veinte minutos Kiba converso con Hinata de muchas cosas y entre ella que si iba a ir al concierto de Akatsuki.

— ¡Que! ¡El tonto de Naruto te invito!— dijo cuando estaban en la luz roja y muchas personas de los autos que estaba a su alrededor los miraron como bichos raros.

— Kiba-kun baja la voz.— Le dijo mientras le tapaba la boca con una de sus manos.

— P-p-p-pero es algo inusual es más es algo increíble. — habló después de que la chica le quitara las blancas manos de encima y la miraba con ojos sorprendidos.

— ¿Eso crees?. — preguntó y recibió por respuesta un si con la cabeza.

— Y además… ¿porque lo hizo? No te ofendas Hinata pero para mí que Naruto lo hizo por algo en especial. — dijo en tono serio. — Y no precisamente es por ti.

— Él lo hizo porque quiso ser amable conmigo nada mas Kiba-kun— mintió ya que ella también sabía que el rubio la invito por algo y ese algo era “Shion”. — No te preocupes.

— Está bien pero no te disculpo que vayas con Naruto en vez que conmigo. — Dijo haciendo un puchero de niño que le quitaron su paleta.

— Te vez t-tan gracioso así — dijo y después rio. Su risa era suave y tierna. — Tu siempre serás mi mejor amigo Kiba-kun. — habló y beso la mejilla del chico.

— ¡Oigan niños malcriados ya pueden arrancar!— gritó un señor del auto de atrás.

Ellos solo rieron y se fueron. En el instituto ya había llegado el rubio de ojos azules. Estaba como siempre teniendo una discusión con su prima. Y esta lo arregla besándolo sonoramente en la mejilla.

— ¡Naruto te amo!— grito la chica cuando ya estaba un poco alejada de su primo.

— Tsk— dijo esto en señal de molestia. — Porque simplemente no puede ser la típica prima asustadiza que recurre a su primo. O no Sasuke.

— Si claro…— dijo el chico de cabello negro como la noche. — Entonces dobe vas a ir al concierto la Hyuga. — dijo un poco interesado.

— Si la invite y ella acepto. — habló. — Pero ahora las chicas me mataran por haberle quitado a Hinata. — dijo sonriendo.

— ¿Y por qué lo hiciste? No lo habrás hecho por despecho dobe.

— Claro que no teme. Solo es que la necesito para algo. — dijo con la mirada vacía a causa de Shion. Es que todavía no la olvidaba. No podía olvidarla. Si con ella había pasado dos años dos largos años. Pero como ese amor que declaraba ella se convirtió en nada. No lo sabía.

— No es justo que le hagas eso a Hyuga. Además no debes ilusionarla. — pero se recrimino por lo que dijo.

— ¿Ilusionarla?— pregunto sorprendido. — No para nada Sasuke ella solo es una buena amiga y solo la invite como lo hacen los amigos. Solo pensé que debía ir con ella.

— ¿Y por qué pensaste eso?— preguntó el Uchiha.

— Eh… bueno no sé. Pero y tu porque me preguntas todo esto Sasuke-teme. — dijo levantando una ceja.

— Dobe contigo no se puede. Tsk. — dijo molesto caminando más rápido pero con una media sonrisa. Aunque le cueste aceptar él se preocupaba por el rubio. Él era su mejor amigo de toda la vida. Y cuando él estuvo en problema el Namikase no dudo ni un segundo en ayudarlo. — Eres molesto. — dijo para sí.

— Espérame— Resopló el ojiazul.


En el salón de clases una chica castaña de ojos chocolates estaba abrazando a su novia muy contenta, le repartía muchos besos por el cuello. Afortunadamente no habían llegado los alumnos.

— Gracias!!! Neji por este lindo detalle. — dijo la chica aun abrazando a su novio por el cuello mientras este estaba sentado en su silla.

— Es solo un poco de lo que te mereces. — dijo el ojiperla.

— Eres tan romántico. Pero donde conseguiste este brazalete. — dijo emocionada.

— Pues como somos socios con la compañía de joyas de Ino pues la pedí. — dijo como lo más normal del mundo.

— Ah sí porque ellos tienes los mejores joyas del mundo. — dijo pensándolo.

— Nada es suficiente para ti todo te queda pequeño. Tú eres más hermosa que cualquier otra joya. — agregó el chico ganándose un abrazo fuerte por parte de su novia.

— Neji te debo decir algo. — dijo seria y se separó de èl para sentarse en frente. — Me voy el viernes de viaje.

— ¿A dónde?— preguntó el Hyuga.

— A Italia es que mi abuela enfermo y voy a visitarla. — habló calmadamente tomándole de las manos al chico. — Además como ella es dueña de la cadena de supermercados allá mi padre quedara a cargo por el momento.

— Todo estará bien Tenten. Tu abuela mejorará. — habló cariñosamente pero sin dejar su tono serio. — Pero…

— Neji si te preguntas como por cuanto tiempo me voy. — el ojiperla asintió. — Solo es el fin de semana.

— Puedo ir contigo. —la chica se quedó muda. Que hombre tan maravilloso ha puesto en su camino el destino. — Tenten?

— Si amor claro que puedes ir. — dijo y después lo beso en la boca. Un beso lleno de amor. Pero fue interrumpido por la llegada de los compañeros de su clase.

— ¡Hola Neji Tenten!— dijo un chico de cabello negro con mucha energía en su voz.

— Hola Lee— Saludaron al unisonó los enamorados.


En el salón de clases de Hinata estaba la profesora Kurenai. Daba sus clases de Idiomas. Hinata como siempre estaba atenta a diferencia de su mejor amigo Kiba que bostezaba. Se rió en una dulce forma y esta risa no pasó desapercibida por el rubio que por casualidad miro hacia al frente donde se sentaba la ojiperla. Y la vio sonreír de una manera angelical. Que hermosa pensó. Pero que rayos estoy pensando otra vez. Se recriminó. Después paso su vista a lado de su amiga. Vio a una rubia pálida concentrada en la clase.

Ella sintió que alguien la miraba así que volteo levemente y se toparon las miradas azul cielo y violeta. “Naruto. Naruto parece que todavía me amas. Pero ya no puedo estar con un niño necesito de un hombre. Aunque contigo pasé las mejores noches de mi vida. Pero ya me cansantes. Te quería pero ya estoy amando a otra persona.” Todos estos pensamientos egoístas fueron por parte de Shion que le dio una media sonrisa a Naruto. Solo para torturarlo. El rubio se sintió que su corazón volvió a la vida después de esa maravillosa sonrisa. Todavía su amor por Shion seguía hay en su corazón intacto y al parecer duradero.

Sasuke también se dio cuenta del gesto de Shion a Naruto, puesto que él estaba atrás, el morocho vio en la mirada de la rubia un brillo de… desprecio, era algo muy fuerte pero el Uchiha conoce muy bien esa mirada. Como amigo que era tenía que ayudar a su amigo a como sea olvidar a su ex novia. Eso era lo malo del amor te envuelve, te atrapa y no nadie sabe cuándo puedas liberarte de él. Si ese era la perspectiva del chico de cabello negro sobre el amor. Y por sobre todo una molestia. Como si nada Sakura estornudó. El chico rió de medio lado.

— Alguien debe de estar pensando en mí— dijo una pelirrosa.

— Qué bien Sakura y dime quien es el afortunado— comentó una rubia de ojos celestes interesada. — Que ya tienes novio y no me lo habías dicho. — especulo la chica.

— No nada que ver Ino. Además la única persona que puede estar pensando en mi puede ser ya sabes quién. — dijo la chica de ojos jade. Un tanto picara. Le mandó una mirada de complicidad a la rubia y esta entendió, porque lo que le comunicaba era sarcasmo.

— ¡Oh si claro!— dijo casi gritando Ino, puesto que se habían mantenido con la voz baja todo este tiempo.

— Srta. Yamanaka que le pasa— reprendió la maestra al verse interrumpida por una de sus alumnas.

— No pasa nada profesora Yuhi.


Después de esto pasaron las horas. Presentaron la tarea que les había mandado Kakashi. También la tarea de Anko. Era la hora del receso y todas se fueron a comer algo.

— Bien chicas ya no aguanto para que sea sábado. — dijo Matsuri ilusionada.

— Si! Ya quiero corear a todo pulmón la música It’s my life de Akatsuki es tan cool— dijo Ino con poniendo las música en su iphone.

— Ino por favor súbele más el volumen esa música me encanta— dijo Karin acompañándola a la rubia en su emoción.

— Chicas deténganse todos nos están viendo. — dijo la pelirrosa un poco fastidiada.

— Como siempre la frente de marquesina aguafiestas. — dice Ino pero no le baja el volumen.

— Y tu Ino-cerda. — después ella le saco la lengua. Y como siempre empezaron a pelear. Pero después la pelirrosa también empezó a cantar

— Estoy tan emocionada por fin voy a ir a un concierto con verdaderas amigas.— dijo la peliroja.

— ¿P-por qué lo d-dices Karin…?— preguntó preocupada la ojiperla.

— Es que en mi anterior instituto bueno el internado solo habían amigas por interés puesto que yo era una de las chicas más ricas de todo ese lugar. — dijo ella como recordando su antigua escuela. — Aunque llegue casi a mitad del año escolar siento como si fueran mis amigas de toda la vida. — concluyó feliz. — Por cierto Hinata te gustaron las fotos que te envié.

La aludid respondió un vergonzoso sí. Después le contaron de que trataron las fotos y el resto de chicas se molestaron un poco con Karin por hacerle eso a la ojiperla pero después rieron por las reacción tan sonrojada de su amiga tímida. Al rato…



— C-chicas les tengo que decir a-algo. — dijo la ojiperla.

— Hinata ya no tienes por qué tartamudear con nosotras si somos tus amigas. — dijo Ino reprendiéndola.

— Que boba eres Ino. Hinata solo se pone así cuando está muy nerviosa o cuando tiene que decirnos algo de suma importancia. — Explico la pelirrosa.

— Siempre tan nerd. — habló la rubia molestando a su mejor amiga. — ¿Y dinos mi querida Hinata-chan que sucede?— expresó cariñosamente.

— Bueno. Lo q-que pasa e-es que un chi-chi-chico me i-invito a s-salir al c-concierto con él — confesó la chica a punto del colapso nervioso.

Todas las chicas se quedaron viéndola fijamente. Después se miraron entre ellas. Las cuatro chica se entendieron con la mirada como mandando un mensaje subliminal. La primera en reaccionar fue la pelirroja que se abalanzó sobre la tímida chica.

— Hinata te lo tenía bien guardado. — dijo Karin feliz por su amiga. Ya la había soltado solo estaba en cunclillas en frente de la ojiperla. — Y… ¿Aceptaste?

— Ehh si pero no.

— Como que si pero no…— habló la castaña con un dedo sobre su boca en pose pensativa.

— Como ya les había dicho a que yo iría con ustedes pues por eso es si pero no— explicó la Hyuga sonriendo.

— Solo por eso Hinata. No te preocupes igual nos veremos allá. — concluyò la chica de ojos celeste.

— En serio chicas puedo ir.

— ¡Claro que sí!— dijeron todas con una grandiosa sonrisa.

— Hablando de salida quien es el afortunado. — analizó Matsuri. — Porque tu solo saldrías si te invitara cierto rubio. — molestó codeándola a su amiga quien se sonrojó al máximo

Las tres chicas cayeron en cuenta de lo que dijo Matsuri. Después solamente giraron a ver a la morocha.

— No me digas que…— dijo Sakura

— ¿En serio te invito…? — preguntó la rubia.

— No me lo creo…— expreso la pelirroja.

Todas se quedaron tan sorprendidas y estáticas hasta la misma castaña.

— Chi-chicas que les pasa. — dijo con preocupación Hinata.

— ¡Oh my God!— gritaron todas siendo bicho raro antes todos los alumnos que estaba en el jardín.


— Que chicas tan problemáticas— dijo con sueño el chico pelo de piña.


— ¿Por qué gritaran tanto?— habló el chico de ojos azules


— Se parecen a ti dobe.


— Que es lo que dices teme.


— Nada. — palabra que enojo a nuestro rubio amigo.


— Ya callesen los dos— refuto un chico de piel pálida. — No me deja dibujar.


— Te callas tu primero Sai. — contraatacó Naruto—Además que tanto dibujas con esmero.


— Pues a la mujer más hermosa del mundo— dijo Sai con una dulce sonrisa mientras veía a su novia que estaba a los lejos sonriendo con sus amigas.


— Sai eres tan romántico que me produces nauseas. — habló Sasuke de manera repulsiva.


— Pues como vas a llegar a ser un poquito romántico si ni siquiera te dura una novia en dos semanas. — dijo de manera sincera el chico pintor. Cosa que no agrado mucho al Uchiha.


— No te pases Sai— dijo Shikamaru en forma serena.


— Si claro me voy a otra parte— hablo cortante le el mejor amigo de Naruto.


— Espera Sasuke no es para tanto. — habló al tiempo que lo agarraba del hombro.


— Suéltame dobe.


— Sasuke no te molestes. — trató de calmarlo. Pero este solo le mando una mirada a Naruto que él entendió inmediatamente que lo soltó despacio. El chico también dirigió una mirada despectiva a Sai que solo se la mantuvo y después este le dio una sonrisa falsa. Sasuke se fue de ahí.


— Sai porque tienes que ser tan… tan sincero respecto a lo que piensas. — dijo el rubio un poco fastidiado.


— Solo dije la verdad.


— Si lo dices así te va a odiar todo el mundo. — analizó Shikamaru de forma perezosa.


— Pero Ino siempre me dice que sea sincero con mis palabras. — se excusó.


— Te aseguro que Yamanaka no lo dijo en ese sentido. — una voz de pronto se sumó a la de los tres chicos. Estos lo quedaron viendo. —¿Qué?


— ¿Gaara? ¿Dónde estabas?— inquirió Naruto.


— Por ahí— respondió sin más dejándolo anonadado al rubio.


— Oh que gran respuesta me aclaraste muchas dudas— rio sarcástico el chico.


Sasuke se encontraba caminado molesto y eso se podía ver en sus ojos porque todo chico que lo miraba lo evitaba. “Amor” que cosa tan “molesta”. Ese Sai me las va a pagar.



Temari y Tenten conversaban amistosamente sobre sus dos mejores amigas.

— No como crees Matsuri no está enamorada de mi hermano. — dijo la rubia. — Puede que le guste como un hermano mayor nada más. Y si ha desarrollado más allá ese afecto cuando esté lista me lo dirá.

— Oh ya veo. Yo pensaba bueno todos pensábamos que ella estaba loca por Gaara. —concluyó tomando un sorbo de su jugo.

— Pues dudas aclaradas.

— Porque no vamos donde las chicas para ver que se cuentan.— dijo Tenten

— Claro vamos.

Las chicas de ultimo año iban caminado felizmente por los pasillos del quinto año. Todos los chicos se la quedaban viendo por lo hermosas que eran.

— Estos chiquillos nos comen con la mirada. — expresó la rubia picara.

— Si…— dijo la chica de chonguitos no muy a gusta con esas miradas llenas de deseo de parte de los chicos.

— Vamos Tenten no dejes que te intimiden saca lo que dios te dio. — dijo moviendo sus caderas muy sensual. Y los chicos le decían cosas como “Que lindas” “Me encantaría que una de ellas sean mi novia” “ O mejor las dos”

— No sean groseros y problemáticos— exclamó un chico apuesto de cabellera negra recogido en una coleta alta. Los aludidos bajaron la mirada y se fueron el pasillo solo quedaron miradas.

— Oh te lo agradezco Shikamaru— dijo la castaña abrazando levemente a su amigo. — Estos chicos de quinto sí que son muy lanzados. — bramó.

— Claro como sea. —habló dispuesto a irse pero lo detuvo una voz.

— Gracias Nara. — dijo la rubia sonriendo.

El chico debió haberla evitado es que no podía estar cerca de ella sin que hiciera una estupidez o metiera la pata. Lo traía bobo desde hace un año que la había visto por primera vez cuando recién se mudó a Konoha con su familia desde Suna. Pero el sentía que la edad importaba mucho y ella solo lo trataría como un juego.

— Cuando quieras. — dijo pero se arrepintió en el momento en que habló antes de pensarlo ese no era su estilo. — Problemático.


Temari mientras solo lo observaba sus reacciones y acciones. No expresa nada en su rostro solo pereza y cansancio. Pero cuando ella le habló cambio su tono de voz a uno menos perezoso. Desde que lo vio por primera vez se sintió atraída por èl pero como era un año menor que èl lo dejo pasar. Pero ahora ya había crecido un poco desde cuarto año que lo conoció tenía ya la contextura de un hombre. Delgado sin estar falco, con músculos adecuados, más alto que ella como media cabeza. Esta guapo pensó esta chica. En el concierto me le acercaré mas a él.

— Shikamaru…¿ dónde están las chicas?— preguntó la chica de ojos chocolates.

— Están en el jardín de la cafetería dos— dijo sin ganas.

— Otra vez gracias. — dijo la rubia, fue rápida y besó su mejilla. Después le guiñó un ojo mientras se iban.


No debo meterme con la hermana de Gaara porque después me mata, pensó el chico cautivado por la seriedad, picardía y a la vez sequedad de la chica. Mezcla extraña pero atrayente.



Con las chicas en el patio no se creían lo de Hinata. En cuanto llegaron el resto también se sorprendieron pero la que más se entusiasmo fue Tenten que abrazó con todo lo que tenía a su mejor amiga.

— Hina-chan cuando empezaste a crecer. — dijo su mejor amiga con lágrimas en su ojos. — Si ves al fin tus esfuerzos rindieron fruto vas a salir con el chico al que amas.

— ¿Hina-chan? Suena muy lindo. Puedo llamarte así. — dijo Karin— O prefieres Blanca Nieves — rió.

— Hina-chan suena mejor. — contestó la castaña por su mejor amiga.— Hinata me tienes que contar todo los detalles.

— Hai!— respondió rápidamente

— Te vamos a ayudar todas esa noche. Se apuntan chicas. — dijo la Sabaku No autoritaria.

— Claro que nos apuntamos. — dijeron todas.

— Pero lo que no entiendo todavía porque asiste contigo si Naruto tiene novia. — dijo Matsuri inocente no dándose cuenta de sus palabras que afectaron a la chica de bellos ojos perlas.

— Es verdad…— reflexiono Ino.

— C-chicas bueno l-les cuento— dijo nerviosa nuestra querida chica de ojos perlas pero claro omitiendo detalles.


Termino ese día muy estresante para Hinata. Tenten se fue junto a su amiga mientras que Neji iba en su auto. Conversaron de su salida al concierto y la castaña estaba preocupada por eso. Es que no asimilaba que el despistado de Naruto la haya invitado. Si parecían tan enamorados los dos. Rubio y rubia eran la pareja más linda del colegio pero que paso? ¿Por qué se acabó? Aunque Hinata ya le había explicado con anterioridad no la convencía del todo.

Después de la conversación de la limosina Neji acompaño a su novia a su casa. Hinata. En la mansión Namikase se hallaba Nagato con sus dos mejores amigos que conformaba esa banda. La chica era de piel blanco, alta de cabellos azul y ojos naranjas muy exóticos. En fin muy bella. El chico en cambio era de un poco más alto que Nagato de cabellera naranja y ojos cafés claros. Muy apuesto. Vestían la capa típica del grupo Akatsuki. Pero Konan llevaba una mini falda con una blusa de tirantes de color fuxia. Y Yahiko una camisa elegante y un jean.

— Así que aquí vas a vivir por un tiempo— dijo con cierto interés el mejora migo del pelirrojo. — Y quien vive aquí.

— Pues mi tía, el marido, mi primo y mi hermana Karin.

— Y ya llegaron del colegio eso pequeños revoltosos. — habló divertido Yahiko recordando aquellos días que esos dos chiqualos lo cogían como caballo de carrera a él y a su amigo.

— Yahiko no los llames asì. — reprendió la chica.

— Está bien— dijo como niño pequeño.

— Nagato me alegro que después de este tiempo vengas a Konoha. — dijo Konan.

— Es por mi hermana que estoy aquí pero cuando se acostumbre tendré que volver a viajar.

— Ya veo pero vendrás a nuestro concierto. — dijo entusiasta el chico de cabello naranja.

— Como faltar espero que canten su nuevo éxito.


Mientras los amigos de infancia conversaban amenamente llegó la pelirroja mayor. Como siempre entrando tan escandalosamente.

— Hola! Ya llegue!— gritò la mujer con dos fundas de compras en las dos manos. Cerró la puerta con el pies.—¡Alguien vive!.

— Hola Tìa— dijo normal el chico.

— Hola mi niño. — dijo la mujer mientras le ponía las dos bolsas en las manos a su sobrino.— Gracias por ayudar hijo.— dijo contenta pero vio que había dos personas viéndolos y estaban riéndose. Hasta que se percató de quienes eran. — ¡¿Yahiko?!¡¿Konan?!

— Hola señora Namikase. — saludo Konan amablemente.

— ¡Hola Kushina-san!— saludó alegremente Yahiko.

— Chicos que felicidad de verlos— agregó para después abrazarlos al mismo tiempo dejando sin aire a ambos. — Nagato pon esas fundas en las cocina por favor que voy a charlar con los enamorados. — siempre tan indiscreta sonrojando al chico pero no a la chica. — ¿Por qué lo son?

— Claro que lo son sino que no lo saben todavía. — bromeó el pelirrojo para molestar a su mejor amigo porque él se había burlado también cuando su tìa prácticamente le tiró las bolsas en la cara.

— Ah No! Si me preguntan hacen bonita pareja. —esta mujer era indiscreción completa. La chica menor solo se quedaba escuchando todo sin mostrar expresión alguna. — Cuéntenme cómo les va con su banda.

Y así los famosos chicos les contaron todas sus travesías por el mundo. Que países han visitado. De pronto llegó Naruto se emocionó cuando vio a Yahiko es que lo consideraba como a un hermano puesto que se parecían mucho en su forma de actuar.

— Yahiko me alegra verte hermano. — dijo dándole la mano.

— ¿Por qué no me dices hermano a mi si soy tu primo?— dijo a modo de broma pero con algo de verdad.

— Porque todo un siempre él no me regañaba por mis travesuras. — dijo Naruto

— Por eso siempre se metían en problemas como cuando perdieron el pendiente de mi tía hace ya muchos años— dijo sin mas no midiendo sus palabras y cierta mujer pelirroja estaba con un aura negra a su alrededor.

— Que dijiste so-bri-ni-to— deletreó la mujer.

— Era un secreto que lo llevaríamos a la tumba— dijo el rubio de ojos azules con la piel erizada mientras le tapaba la boca a su primo para que ya no revelara nada más.

— Pero es algo del pasado además Kushina-san ni que nos fuera a torturar por algo que paso hace mucho. — dijo despreocupado el chico de miembro de Akatsuki ganándose un movimiento negativo de parte de la chica de cabellos azules y los chicos.

— Naruto. Nagato. Yahiko. — dijo rechinando sus dientes y con los ojos en blanco. — Así que perdieron el pendiente que me costó tres horas sacarlo de la máquina de sorpresas.

— Pero Kushina-san no era de oro era de fantasía a demás usted puede y pudo haberse comprado un pendiente oro. — Ahora fue Nagato que le tapó la boca a Yahiko para que se callará y no siguiera metiéndole más leña al fuego.

— Les doy diez segundos. — habló tronándose los dedos la mujer pelirroja. Los chicos entendieron que venía la crueldad echa mujer.

— Dele mejor cinco segundos señora Namikase. — dijo divertida Konan sacándole la lengua Nagato porque él se lo merecía por molestará.

— Cinco. —Los chicos se helaron al escuchar ese atisbo de maldad. Cuatro. Tres. — lentamente se movieron para poder huir. — Dos. Uno— salieron como almas que se los lleva el diablo. —La Cruzada o la Nórdica.— Kushina se refiere a las llaves de lucha(Para que sepan mejor de estas poses búsquelas en google )

— La cruzada me gusta señora Namikase. — Dijo Konan.

— Ok Querida .¡CERO!

Y Kushina salió disparada a buscar a sus presas. Tenía sus cabellos separados y levantados en una especie de nueve colas. A Nagato lo cogió primero le aplicò la llave. Este se quejaba del dolor. Después encontró a Yahiko escondido debajo de la mesa del despacho de su marido. Le aplico la llave. A su hijo lo encontró en el cuarto de huéspedes pero este escapó y lo encontró nuevamente en la sala de estar atrás de Konan mientras su mama le aplicaba las llaves el decía “Konan ayúdame”.

En ese momento llegó Minato como él era dueño de la empresa podía salir temprano. Y se encontró con que su esposa le hacía llaves de lucha a su hijo y por como vio la situación de los dos jóvenes que venias adoloridos supuso que su mujer se había enterado de una travesura que sus hijo, su sobrino , y su amigo hicieron cuando estaban pequeños. Él estaba con una gran gota detrás de la cabeza.

— Kushina llegue— dijo normalmente. Y por consiguiente ella de inmediato dejo a su hijo en paz. Se abalanzó sobre su marido diciendo:

— Bienvenido a casa.

Todos los presentes se les formo una gran gota al estilo anime detrás de la cabeza y Minato recibió un mudo. “Gracias” de parte de los chicos golpeados.


Hasta aqui el cap!!!!!!!! Espero les haya gustado :p:p:p:p:D:D:D

Cometen todo los que les parecio. Y hagan lo posible por comentar mas de cinco lineas y con buen contenido.;););););)

Para que no los borren los administradores :D:D:D

 

Cap 14 :D:confused:;)


En una de las mansiones ubicadas al norte de Konoha. En uno de los cuartos estaba una pareja de jóvenes recién levándose de dormir. La chica tenía abrazado al chico por la espalda con una sonrisa, todavía un poco adormilada. Esta lentamente se alzó porque quería besar la oreja de su acompañante y así lo hizo, deposito un suave y dulce beso.

— Buenos días amor— dijo ella con vos amorosa. Él también se levantó y se volteo hasta quedar cara a cara con ella.

— Buenos dias— dijo el hombre besando su frente. — Menos mal que tu padre se fue de viaje sino yo no estuviera aquí contigo. — habló moviendo un mechón de cabello de la muchacha, ella se sonrió ante el comentario — Espero que no estés cansada para hoy que es el concierto.

— ¡No lo estoy! — dijo ella sentándose de inmediato sobre la cama tapándose con las sabanas sobre su cuerpo desnudo.

— Claro bueno Shion me tengo que ir— habló el chico levantándose de la cama y cogiendo una almohada para taparse. La chica se puso molesta pero después río por la acción del chico.

— Pero te quedaras conmigo hoy también.

— Sí. Porque después quien trae a la princesa al castillo. — concluyó buscando sus lentes que estaban tirados debajo de la cama, tomó sus ropa que estaba esparcidas por el amplio cuarto y se metió al baño. La chica solo se quedó esperando a que se terminara de bañar para poder bañarse ella.

— Señorita Shion en quince minutos está el desayuno— dijo la ama de llaves al otro lado de la puerta del cuarto, ella sabía todo lo que hacia la hija de su patrón cuando ella no estaba pero como no quería meterse en asuntos personales solo se hacia la desentendida.

— ¡Como digas!— gritó de mala gana.


En la mansión Namikase, Nagato se había levantado temprano eso se las ocho de la mañana debido a que prometió a su amigo Yahiko ayudarle en los preparativos para el concierto de esta noche. Puesto que él mucho de computadores y aparatos electrónicos para poder tener un mejor disfrute del concierto a todos los visitantes y que sea inolvidable.

Karin quien se hallaba sumamente emocionada por ese concierto, y para demostrar cómo lo estaba le jugo bromas a su querido primo, como por ejemplo ponerle hielo debajo de la camisa mientras él dormía plácidamente. Ella se ganó una reprimenda por parte de Kushina pero solo era para que su hijo se sintiera complacido porque la Uzumaki muy bien que le gustaba ver a Naruto pasar por las bromas de su sobrina favorita.

Minato cansado de todo el bullón formado en la mañana decidió irse temprano a trabajar. Es que vivir con los Uzumaki era algo muy difícil especialmente para el Namikase que era muy tranquilo y le gustaba el silencio. Pero antes de que se fuera su esposa también le reprendió por quererse ir temprano pero él la convenció y se fue, no sin antes decirle al oído suavemente” Recuerda que hoy estaremos solo toda la noche” Le dijo provocando un fuerte rubor en su esposa.

El rubio en cierto modo se sentía emocionado por el concierto pero también tenía una mezcla de furia porque por fin iba a conocer al novio actual de su ex. Es que de tan solo pensar que otro la toque le hierve la sangre. No se dio cuenta pero las dos mujeres que estaban en la mesa para desayunar se le quedaron viendo porque sin querer de lo molesto que estaba mordió ruidosamente su tostada.

— Naruto por que estas tan gruñón en la mañana. No es típico de tì. —dijo su prima comiendo una uvas verdes.

— No será porque una tipa loca me hecho hielo mientras dormía— espeto molesto. Aunque si le molesto al principio ya se había acostumbrado a ella pero se le ocurrió eso.

— Ah eso fue una broma nada más porque sabes que te amo— dijo levantándose de su silla para ir al lugar que ocupa Naruto y abrazarlo por le cuello y dándole besos en la mejilla.

— ¡Basta ya! Déjame loca— gritó tratándose de quitarla de encima. — Mamá por favor quítame a esta desquiciada de mí.

— Pero mi amor es tu prima y ella es muy cariñosa. — dijo tomado su café matutino despreocupada.

— ¿Cariñosa? Odiosa querrá decir. — dijo y la chica lo soltó simulando estar triste. — Que buena actriz.

— Bueno chicos ya dejen de pelear. Ah por cierto me tengo que ir al Bufet (me refiero al de abogados.)Requieren mis servicios para un caso. — agregó tomando su ultimo sorbo, se levantó de la mesa directo al baño para levarse los dientes y darse los últimos toques a su maquillaje. Ella vestía una blusa de tela a rayas verticales azules y blancas. Una falda de tela azul sobre las rodillas y unos zapatos de tacón de aguja blanco, acompañado de una cartera blanca y accesorios como cadena y pulsera de oro con diamantes azules. Se ató su cabello en una cola alta y se puso unos lentes. Esto le daba un toque serio a su imagen que contrastaban mucho con su personalidad. — Como me veo mis queridos.

— Te ves hermosa tía.

— Madre estas de sueño

Dijeron los dos chicos que aún seguían con su discusión. Porque lo menos que querían era no alagar lo que vestía Kushina, eso era delito por que personalmente ella se encargaba de solucionar.

— Gracias! — y se fue. Se encamino en su auto blanco en dirección al centro de la ciudad.

Los jóvenes que se quedaron en la casa al terminar su desayuno cada uno se fue a su cuarto a encerrarse en su mundo. La chica no veía la hora para que sea la tarde para ir a comprar con las chicas ropa para la noche. Como eran las diez de la mañana decidió ir al cuarto de ejercicios que había en la mansión e hizo un poco de todo. También su primo tuvo la misma idea. Ella entró y vio a Naruto haciendo abdominales. Ella solo se quedó viendo un rato pero después se dirigió hacia la caminadora.

— Hasta acá me persigues chica tonta.

— Ni que fueras tan importante solo quiero cuidar este cuerpo divino que mis padres me dieron.

— Si claro babosa. — ella solo rodó los ojos.

Después de hacer unos veinte minutos de repeticiones el chico cambio de ejercicio y comenzó a hacer flexiones. Mientras la chica corría empezó hacer conversa porque no soportaba el silencio. Era una Uzumaki de pura sangre.

— Oye Naruto. Ya me entere que iras con Hina-chan al concierto de hoy.

— ¡Sí! ¿Por qué?— dijo cambiando su posición con una mano.

— No por nada. Pero lo único que espero es que no sea por la regalada de Shion.

— No es por eso solamente yo me porte mal con ella y quería compensarla. — dijo levándose del suelo para ir donde estaba su prima en la caminadora a menos de un metro.

— Está bien voy a creerte. Quiero que la cuides bien.

— Con quien crees que estás hablando.

— Pues con un tonto — y después de eso ella rápidamente puso en máxima velocidad la caminadora, saltó de ella pero no sin antes tomarle la mano a él rubio para así ponerlos sobre la máquina. El chico estaba caminando muy rápido casi corriendo y ella se reía demasiado. Pero Naruto ya no pudo más porque tenía sus brazos cansados de las flexiones. Así que se desmoronó rodando hacia atrás y golpeándose muy fuerte en la barbilla. Hasta se raspo un poco y su labio inferior sufrió un corte. Ella al ver que su broma fue de muy mala gana. Corrió rápidamente a ver como se encontraba su primo.

— Naruto te encuentras bien…— dijo preocupada y culpable.

— No ves estoy de lo lindo aquí sangrando. — respondió y se levantó rechazando la mano de ayuda de su prima.

— Naruto no sabes cuánto lo siento…— dijo persiguiendo a al chico que se dirigía rápidamente al baño para poder usar el botiquín de primeros auxilios.

— ¡Déjame sí! Tus bromas ya se pasaron de la raya— dijo desde adentro del baño revisando los daños y poniéndose alcohol en la zona herida para evitar infecciones. Y se vio un gran corte en su labio que parecía mordida.

— Naruto… Discúlpame sí. — con la frente recostada sobre la puerta un poco triste. Se hizo a un lado porque la puerta se abrió.

— Te disculpo Karin— dijo y ella se le abalanzó abrazándolo por el cuello. — Oye pero despacio. — rió.— Pero después no te molestes si yo te hago una broma.

— Claro… Ni que fuera tonta— susurró esto último.

— Que dijiste Karin— dijo el rubio con la ceja alzada cuando su prima ya estaba un poco alejada de él.

— N-nada Primo. Pero ahora te deje el rostro trasquilado. — Él se rio a carcajadas.

— No te preocupes. Me duele el brazo y tengo un moretón aquí. — dijo señalando el hombro derecho. — Pero igual no puedo fallarle a Hinata. — al oír ese nombre Karin se volteó con sus cara de pícara— Y esa cara.

— Hi-na-ta. — agregó señalando con sus dedo índice al chico de forma acusatoria.

— Que te pasa…

— No nada…es que ahora por mi culpa Hina-chan se molestara— comentó un poco cabizbaja.

— Hinata molesta. No nada que ver ella es la persona más compasiva del mundo y de seguro entenderá que no fue por hacer maldad. — dijo como si nada.

— La conoces bien ¿Qué son muy cercanos?

— Mmmm Un poco pero la conozco desde que tengo uso de razón— comentó ya a punto de llegar a su cuarto a unos cinco pasos. Ella lo seguía porque quería saber que pensaba su primo de su reciente amiga para poder ayudarla.

— Y dime ¿Tienes alguna foto con ella?— preguntó inquisitivamente. El rubio se detuvo para abrir la puerta.

— Ahora de grandes no. Solamente en grupo. — dijo entrando a su cuarto pero rápidamente se acordó. —Oh ya me acuerdo tengo una foto de ella en el álbum familiar que está en el despacho de mi madre. — pero cuando iba a decir otra cosa ya había desaparecido sus prima. — Que loca. — pero sonrió al pensar en la pequeña Hyuga.

En la mansión Hyuga una chica castaña estaba conversando muy amistosamente con un señor. En la sala de estar. Y ese señor precisamente era Hiashi Hyuga el dueño de la mansión. El papá de Hinata también conversaba pero se limitaba a afirmar o negar. El señor no es que no le gustaba platicar con aquella chica sino que hablaba demasiado. Ese era el problema.

Pero cuando este quería irse debido a que había dejado unos documentos importantes en la casa como eso de las once de la mañana. Y se encontró con la novia de su sobrino que consideraba buena persona. Si pero era una persona que con cada tema sacaba otro. Y él era de aquellas personas que iban al grano.

— Disculpa señorita que desea— dijo serio pero no molesto.

— Bueno señor… — dijo ella mentalizando las palabras para elegir las adecuadas— Es que quería pedir permiso por Hinata para que la deje ir a un concierto esta noche. — sonriendo.

— ¿Y a qué hora piensan regresar?

— Pues supongo que a las tres de la mañana— después de decirlo se pegó mentalmente, que tarde era esa hora, y vio como el papá de Hinata abrió sus ojos un poco sorprendido pero después volvió a su aspecto habitual.

— Está bien pero dile a Neji que cuide bien de Hinata. O no chicos. — respondió alzando la cabeza por encima de la castaña para visualizar a los nombrados que salieron de detrás de la pared y seguramente oyeron toda la conversación.

— Hiashi-sama…— alcanzó a pronunciar el su sobrino que dirigió una mirada a su novia y transmitiéndole que porque dijo tan tarde la hora y ella solo el guiño el ojo. — Gracias por el permiso.

— Neji ya eres mayor de edad así que confió en tì en cuidar a Hinata. — pronunció y se levantó del mueble fino de mármol pasando al lado de su hija.

— Gracia padre— dijo Hinata haciendo una reverencia y se paró de puntitas regalándole un beso en la mejilla expuesta.

— Cuídate hija. Nos vemos de noche bueno mañana. — y salió de la sala hasta llegar a su destino.

— Tenten-chan eres muy buena convenciendo a las personas— dijo la ojiperla alegremente abrazando a su mejor amiga.

— Ni que lo digas…Porque crees que conquisté al chico considerado como el cubito de hielo de todo mi salón. — argumentó con una sonrisa y el chico solamente se cruzó de brazos ante la exageración de su novia.

— Es cierto Neji-nissan.

— Si Hinata ella me conquistó con sus carisma, belleza y franqueza.— después la arrebato de los brazos suavemente de los de sus prima y dando un rápido beso en los labios de su amor.

— Neji deja de decir esas cosa que me avergüenzas frente a Hina-chan— estaba sonrojada y se cubrió la cara de forma graciosa para ocultar el rubor.

La ojiperla solamente los observó feliz. Se aman de verdad. Pensó. Es que quien viera a Neji actuar de esa manera no lo creería.

— ¡Hina! Tenemos que salir más tarde a comprarte un vestido para esta noche. Tengo que ponerte hermosa para el baka de Naruto.

— T-ten-¡tenten!— exclamó sonrojada. La nombrada solamente se riò a carcajadas sosteniéndose del hombro de sus novio.

— Porque te ríes tanto Tenten— dijo un confundido el ojiperla.

— Es que no la vez están linda. Se sonroja solamente solo con nombrarle a Naruto.

— No tienes remedio. Pero más le vale Naruto comportarse bien sino le saco todo los dientes. — Amenazó el chico y recordó cuando su novia le dijo de la invitación de Naruto a su prima. En primera le pareció un sueño pero después se dio cuenta que es la realidad. Pero igual iba a mantener vigilado al rubio porque sinceramente no creía que de un día para otro haya olvidado a su ex novia. Si eso también se enteró ayer. Lo tendría vigilado en sus acciones aunque conocía a su amigo y sabía que no haría nada para lastimar a Hinata pero como él es impulsivo se podría esperar cualquier cosa.

Son las dos de la tarde y el grupo de chicas de quinto año se encontraban en el centro comercial más grande y lujoso de la ciudad. Las chicas estaban al frente de una heladería tomándose un pequeño helado.

— Chicas me muero por gastar toda mi mesada en ropa linda y cara. — dijo animadamente una chica rubio de ojos celeste que vestía una mini falda jean con una blusa de tela de color pastel mostrando el abdomen plano y un pequeño pircing colgante de forma de un pincel de plata.

— Ino cerda deberías controlarte con las compras…— agregó sorprendida una pelirrosa que vestía una pantalón negro entubado y una blusa de tiras apretada del pecho pero suelta hacia debajo de color rojo.— Si apenas la semana pasada te compraste ropa.— y la rubia saco la legua de forma infantil.

Sakura tiene razón Ino comprar está bien pero pasarse está muy mal— habló una castaña de chongos con un entero de falda y magas cortas de color verde agua.
— Pero quien soy yo para decir eso… si soy peor cuando compro mis mangas — y rio por los dicho y el resto la miro extrañada.

— Tenten no sabía esos gustos pero vamos que después cierran las tiendas. — apuró la rubia de coleta.

— Si está bien deja tomarme el resto de helado que quedó en el fondo.— dijo y al instante tomó un largo sorbo.

— Tenten-chan no d-dejan las chicas — habló una voz tímida.

— No te preocupes Hina ya la alcanzamos.— dijo la chica castaña terminado su helado y tirarlo a un bote de basura y tomo de las manos a su mejor amiga y pegó la carrera.

— Más despacio Tenten-chan— decía la chica sonrojada que llevaba puesto un vestido que le tapaba las rodillas y de mangas largas de color celeste bajito y un cinturón negro a la cintura aunque era largo igual se le subía así que ella con la mano libre tomaba por los filos su vestido.

Las chica rubia se detuvo a mirar por el vidrio de la ventana una boutique llena de vestidos de fiesta, justo lo que quería. Entró emocionada empujando con las manos sobre su espalda a una aturdida pelirrosa. Hinata rio para sus adentros al ver desde lejos la acción de su amiga rubia.

Cuando entró se sonrió a un más cuando vio a Sakura que sostenía sobre sus delgados brazos como diez vestidos diferente largo, color y textura de tela mientras que la otra chica de ojos celeste estaba corriendo de un lado para otro diciendo “Este esta increíble” “Me fascina el color” “ Con este Sai se quedara sin aliento” Y otras frases que al resto de mujeres que estaban ahí la miraran como una loca.

Tenten también aprovecho para buscar sus vestidos aunque no era sus estilo pero tenia que llevar uno puesto sino la ojiperla tampoco usaría uno. La Hyuga reparo en observar el lugar. Tenía las paredes de lila con negro. Los percheros tenían la forma de mariposas de plata muy lindas. En general era elegante pero con un toque juvenil.

— Pruébate este. Te va de maravilla

— Es muy corto Tenten-chan— dijo apartando cortésmente el vestido que la castaña le puso en frente.—

— Que dices Hinata si es…como unos cinco centímetros debajo de las pompas— dijo pero después se dio cuenta que era demasiado corto hasta para Ino. Eso solo lo llevaría el grupito fresa de su curso. — Tienes razón es corto— haciendo una mueca de horror. Cosa que hizo reír a las dos chicas.

Hinata parece que vio algo interesante porque camino diagonalmente donde estaba un vestido precioso era corto apegado al cuerpo de color veis en la parte superior de corte redondeado tipo corcel de tela algodón, en la parte inferior de tela seda gruesa dorada con dos bolsillos a cada lado como bombacho.

— Tienes buen gusto Hina te va a quedar precioso

— No lo quería para mi

— Entonces…—y cuando vio la cara que puso la ojiperla supo que era para ella. — Como crees esto no me asienta bien a mí. — dijo sacando el vestido del perchero el dicho vestido.

— Claro que te va bien. — pero vio la cara de negación que puso la castaña. — ¿Ino cierto que este le queda bien a Tenten?.

— ¡Claro que si!. Te queda de maravilla porque el colgado de anajo hace que e te veo con más caderas y trasero. Eso le encanta a los chicos. — Dijo en pose seria, raro en ella.— Aunque ya tienes pero siempre hay que resaltar.

— En serio… no me imagino a mí en este vestido. — argumentó escéptica entonces alguien le palmeo la pompa. Entonces vio que fue la pelirrosa.

— Entonces solo lo sabrás hasta que te lo pruebes. — dijo la pelirrosa empujándola al vestidor de chicas.

— ¡Hinata ayúdame!— dramatizó la castaña y la nombrada solo se rio dulcemente mientras ella luchaba con la pelirrosa para no entrar. — ¡Sakura esta me las pagas!

— Si claro…— se burló la chica.

Después de cinco minutos de espera de las chicas estaban emocionadas para er como le quedaba el vestido a Tenten. Y la espera terminó la castaña abrió lentamente la cortina del cambiador. Las chicas la vieron de pies a cabeza lentamente, estaba descalza. Con medidas de ochenta y ocho de busto, de sesenta de cintura y noventa de pompas. El vestido le lucia a la perfección. Ella estaba sumamente sonrojada. Aunque ya tenía unos cuatro meses con Neji nunca se atrevió a usar vestido porque sencillamente no iban con su personalidad de marimacho. Si ella siempre competía con Neji en todas las clases de deportes junto con Lee.

— Tenten-chan te ves hermosa—dijo con un brillo en los ojos. — Le encantara verte a Neji-nissan.

— No peor que eso le arrancara el vestido si es posible— dijo de forma insinuante la rubia que rápidamente se había levantado rodeándola por los hombros la ojichocolate.

— Ino cerda mira como la pones— dijo molesta la ojijade. La castaña estaba al borde del colapso nervioso es que pensar que su amor de toda la vida le haría eso le preocupaba pero de igual manera se sentía bien. Porque durante estos meses él había respetado aunque notaba cierta intensidad en los besos de su novio.

— Pero solamente digo la verdad. No es como si nunca lo han hecho. — respondió tan normal como siempre la rubia. — O no Tenten. — la miro y ella estaba tan roja como Hinata que solo escuchaba tranquila. — No me digas que…no…nada. — trataba de decir.

— ¡Ino! Ya basta… sabemos que tú eres más experimentada — hizo señas de entre comillas con las manos. — Pero no por esos todas lo vamos a ser. — reclamó molesta la ojijade sonrojada levemente al ver que su mejor amiga no media lo que decía. La rubia solo saco su lengua y se rascò la mejilla con un dedo en señal de haber metido la pata.

Después de esta “conversación” tan incomoda para tres de las cuatro chicas decidieron olvidarlo. Pero Ino seguía preguntándole a la castaña ya puesta con su ropa usual, porque seguía siendo casta teniendo como novio a uno de los más deseados de la escuela. Ella solo se encogía los hombros sonrojada.

—Frente de marquesina encontré un vestido perfecto para ti— gritó la Yamanaka haciendo que todas las mujeres presente en este local se quedaron viéndola de rara pero a ella no le importó y cogió el vestido del estante y lo llevó rauda y veloz donde estaba su amiga.

— No grites tanto…

— Ay ya! Pero pruebate este. Anda entra al vestidor— le dijo empujándola así como ella había hecho con la castaña. La otras dos solo se miraron entre sì y rieron.

— Está bien…— dijo rindiéndose a la fuerza brutal que tenía su mejor amiga. Cuando se trata de compras Ino es más fuerte que ella que tenía cinta negra en karate.

— Hinata para la próxima recuérdame que evite decir la palabra compra en presencia de Ino. — bromeó y su acompañante rio.

— ¡Las escuche!— gritó la oji-celeste.

Después de un rato de espera en lo que la Haruno se cambiaba. Salió del vestidor. Con los ojos cerrados. Tenía un vestido corto al cuerpo, en la parte de arriba tipo corcel pero con tiras gruesas todo recubierto con pequeñas lentejuelas plateadas y de ahí era de tela licra gris que le asentaba las curvas. Sakura no tenía mucho de busto unos ochenta centímetros, de trasero noventa y dos, con una cintura de sesenta.

— Sakura-chan esta hermosa…— dijo la chica Hyuga. Ahora lo comprobaba otra vez porque Naruto durante los dos primeros años de secundaria y primaria estaba enamorado de ella. Ella siempre se quedaba atrás, nunca era suficientemente linda para él.

— Gracias Hinata.

— Si ves Sakura te queda muy bien— animaba la castaña.

— Claro que sí. Porque al no tener mucho busto eso da la ilusión de un cuerpo balanceado además llama la atención en esa parte. — argumentó. —Ahora cámbiate que vamos por el vestido de Hinata. — mencionó la rubia emocionada.

— No será necesario porque no vamos primero con tu vestido Ino-chan — habló calmadamente.

— Pero Hinata…— dijo la rubia. — No quieres dejar con la boca abierta al baka de Naruto.

— E-etto y-y-yo— tartamudeó chocando sus dedos índices.

— Está bien porque no la dejamos para último. — dijo su mejor amiga castaña. — Quiere elegir un vestido ideal para ella. O no Hinata.

— Hai.

Ino recorrió toda la tienda de ropa buscando algo ideal para ella. Hasta que lo encontró y rápidamente se fue a cambiar. Salió del vestidor emocionada porque le encantaba lo que veía en el espejo de aquel sitio. Su vestido era rojo cobrizo corto al cuerpo era sin mangas con tiras que se cruzadas alrededor de sus cuello y en la parte de la espalda era descotada en V hasta la mitad de la misma. Le lucia esplendido porque ella era modelo de las campañas de sus mamá con medidas del noventa, sesenta, noventa era una de las modelas más famosa de revistas de moda.

— Tengo que admitir que esta divino el vestido. — dijo la pelirrosa — Y tú también. — Se burló.

— Que risa frente de marquesina.

Entonces la rubia se cambió y fue directo con Hinata para llevarla a rastras por todo el local buscando un vestido perfecto para ella. Pero la ojiperla nunca se conformaba con ninguno. Uno era muy corto o con mucho escote o con colores que no le iban bien. Karin llegó como a las cuatro de tarde y se puso al dia con todas las chicas, escogió un vestido que tenía en la parte de arriba tipo corcel blanco con lunares negros, estaba revestido de encajes, en la parte de abajo era bombacho negro.

Al final del día consiguieron el vestido. Pagaron cada una con sus tarjetas de crédito. Todas estaban contentas. Cada vestido era lindo y perfecto para el concierto de esta noche, también se detuvieron a comprar zapatos, cadenas, pulseras que combinaran con cada vestido.

Todas se dirigieron al salón de belleza del centro comercial las peinaron arreglaron se hicieron de todo. Este salón contaba con un servicio de baño si se querían dar uno y todas lo hicieron ya que querían estar frescas porque había sudado un poco. Las única que se sentían incomodas por todo eso eran Hinata y Tenten ya que la castaña simplemente no le gustaba usar vestido ni verse tan femenina. A la ojiperla si le gustaba verse bonito pero le daba vergüenza que Naruto la viera así. Pero si por lo menos quisiera un poco de atención a ella se conformaría. Todas del salón de belleza salieron arregladas solo les faltaba ponerse el vestido pero eso lo harían en casa. Una limosina las vino a recoger que era de parte de Hinata las llevo a todas a sus casas.

Ya eran como las siete y media de la noche la castaña y la morena estaban en el cuarto de la última poniéndose los vestidos que compraron. Se vistieron y se fueron a verse al espejo como le quedo todo.

— Tenten te ves mucho más linda que antes — alagó la Hyuga viendo el vestido — Te asienta el color, el peinado, todo.— dijo acariciando parte del cabello de su amiga presente.

— En serio…— dijo mirándola con duda pero se vio al espejo y quedó anonadada con su cambio estaba peinada con dos trenza a cada lado en la parte superior de la cabeza y le caída el cabello suelto chocolate. El vestido en tono veis en la parte superior y dorado abajo era bello aunque en la tienda se veía más largo pero era más corto. —Hinata este vestido es chiquito es como…— dijo agachándose para poner las manos sobre sus muslos. — diez dedos arriba de la rodilla— dijo horrorizada.

— Es corto pero te queda bien en cambio a mí… — dijo desanimada con la cabeza gacha. La castaña la vio con empatía y luego la obligó a pararse frente al espejo.

— ¡Mírate! Hina estas bellísima— dijo subiéndole la barbilla con una de sus manos ya que ella estaba a su lado. — El vestido te hace ver más madura y atrevida. Además con esos dos pechos por delante de seguro que a Naruto le encantaras. — tocó los pechos de la ojiperla con sus dos manos pero solo para molestarla e inyectarle confianza.

— ¡T-Tenten-chan!— gritò sonrojada pero con una sonrisa en sus rostro entonces en ese momento tocaron las puerta del cuarto de la morena y era su primo Neji que al ver a sus novia se quedó sin habla. La observó de pies a cabeza, una sonrisa pícara se formó en sus labios. La alagó hasta mas no poder después le dijo que ya casi era la hora de salir al concierto. También le sorprendió el vestido que llevaba puesto sus prima, muy distante de su personalidad era aquel vestido.

Entonces los dos tortolos salieron dirigiéndose a la sala. Cuando se quedó sola la chica Hyuga se miró al espejo en realidad se veía diferente. Respiró y exhaló tres veces para clamarse es que verse tan descubierta se sentía incómoda. De repente la alertó un sonido. Se dirigió a su a su cama y allí estaba sus celular sobre sus almohada. Lo tomó y en la pantalla había un número desconocido. Contestó con cautela.

— Hola…— saludó de forma suave

— ¡Hola Hinata!— habló una hiperactivo voz de forma pasiva.

— N-Na-Na-Naruto-to-kun— se chocó con sus propias palabras. Se quedó con un sin número de pensamientos en su cabeza. Tan solo oír sus la ponía nerviosa. Pero como consiguió el número. A ya capaz Karin se lo dio. Vaya le hubiera mandado un mensaje en vez de llamarla.

— Que te asusté…— esperó.— Hinata estás ahí.

— ¡Si si claro que sí!

— Bien. Llamaba para decirte que paso por tì en diez minutos.

— D-diez mi-minutos…

— Sí! que te parece mucho

— No es-está bien.

— Ok. Nos vemos.

— No-nos vemos. — entonces el rubio colgó

Hay que horro Naruto-kun estará aquí en poco tiempo y todavía no me siento preparada para que me vea así…Pensó la chica sumamente nerviosa mirando su vestido al cuerpo. A Naruto-kun le gustará o pensara que soy rara. Tocaron la puerta. La morena se dirigió a abrirla y era Tenten que apenas entraba y la dueña de casa la jaló para sí. Le dijo que había llamado Naruto que le había dicho esto y lo otro.

La castaña estaba más que feliz por ella pero al mismo tiempo la hacía entender a su mejor amiga que se calmara que todo iba a estar bien. Le hizo que respirara y exhalara tres veces para evitar un desmayo. Tenten aviso a Neji que ya se irían lo tomó de la mano y se lo llevó hasta que llegaron al Ferrari negro. El Hyuga era prácticamente empujado para que ella condujera. Desde el auto la oji-chocolate le gritó: Suerte Hina-chan. Tú puedes. Y no te desmayes. El chico sin poder hacer nada solamente le sonrió a su prima y le sacó la mano en señal de confianza desde el asiento copiloto de su carro.

Hinata se quedó esperando afuera en el inicio de las escaleras del portón de su casa. Estaba parada esperando a que un indicio de luz de auto se asomara por la entrada de su mansión. A decir verdad estaba nerviosa pero sentía que la observaban y como estaba sola en casa ni las sirvientas, ni el chofer. Porque ellos tenían un sistema de seguridad por medio de computadoras. Ya que los fines de semana los empleados no trabajan.

Vio que algo se movió en los jardines de lado de su casa alborotándolos. Con miedo empezó a caminar hacia allá. Porque a veces se colaban ardillas. Se inclinó para ver que era pero de pronto una luz la hizo voltear y era la de un carro que al parecer no la veía que estaba agachada por el miedo se quedó petrificada esperando que pasaría…



Aquí les dejo este cap espero le guste. Siento la espera pero es que muchas cosas ocupan mi cabeza en estos momentos. :confused::(:p:D

 

Cap 15


Aquí les dejo este cap espero le guste.


Pero el auto se detuvo en seco y la chica se levantó rápido, instintivamente, el auto era un Ferrari negro con toques de naranja; las luces del auto se apagaron dejando pasar a un chico de muy buena presencia. Iba vestido de una camisa color café clara con un estampado de una cara de león en negro, sobre esta una chaqueta de cuero negro con cierres en la parte inferior de los hombros. Y un pantalón de mezclilla café oscuro. Su cabello, siempre alborotado lo llevaba peinado hacia atrás. La pelinegra se quedó sorprendida al ver a un chico tan guapo frente a sus ojos.

— ¡Hinata!— Gritó el chico ojiazul poniedo sus dos manos sobre sus pequeños hombros. — ¿Estas Bien? —preguntó recorriendo todo el cuerpo de la muchacha con la mirada para cerciorarse que no estuviera herida. — ¿Hinata?— le volvió a decir su nombre ya que la chica estaba estática con un fuerte sonrojo. Ella al darse cuenta de ello parpadeó dos veces entrando en sí.

— Estoy bien… no es nada

— ¡Qué no es nada! ¡Sí casi te atropello!— dijo haciendo un leve apretón en los hombros de su amiga.— No me lo perdonaría si algo pudiera sucederte.— dijo sincero. El corazón de la joven latió con fuerza. Él no se da cuenta del efecto que causan esas palabras en las personas. En especial a ella. — Además Neji me mataría y me clonaría otra vez para volver a matarme. — bromeó y le dedicó una media sonrisa.

La soltó de los hombros y ella sintió que un frio la recorrió por ese lugar que había tocado él, sin interés alguno, pero que a ella le causaba que su corazón se estrujara de la emoción. El caminó un par de pasos hasta el asiento del copiloto abrió la puerta del auto. Alzó la mirada y ahí se dio cuenta de lo hermosa que estaba la chica. Usaba un vestido de tela licra-algodón; que en la parte inferior del ombligo hacia arriba, era negro manga larga hasta sus muñecas cuello de tortuga, en la parte inferior era azul fuerte. Este vestido era ceñido al cuerpo, corto que dejaba notar las bellas piernas blancas de ella terminado con unas plataformas negros cerrados de una tira que pasaba alrededor de sus tobillos.

El joven rubio tragó saliva. No cuadraba la imagen que tenia de Hinata con la veía a diario en el instituto. Era una mujer totalmente diferente. Su rostro estaba ligeramente maquillado con un delineador negro en sus ojos que los hacían ver más grandes y unas pestañas espesas y largas. Tenía sus labios pintados en tono carmín, aunque ya eran así, que brillaban en la oscuridad. Sus mejillas con toques rosados. Simplemente se veía sexy pero sin perder ese aire de inocencia que siempre la caracterizaba.

— ¿Naruto-kun? — preguntó ella, alertando al otro que estaba embobado al verla tan diferente. Él le dio paso para que ella se metiera al coche. Cuando pasó a su lado las fosas nasales del ojiazul se llenaron de un dulce aroma, y como consecuencia que, instintivamente, tomó a la ojiperla por el antebrazo y respirara mejor el olor.

— ENVY ME de Gucci— dijo en susurro.

— H-hai…

Si ese era el perfume que usaba su antigua novia. Ese perfume le encantaba a él. Pero al mismo tiempo se sentía patético. Qué más da se dijo, Hinata olía exactamente a ella. A ella. A la muchacha que amó y todavía ama a pesar de todo el daño recibido. Se dejó llevar por el aroma. Recordó cada día que pasaba con ella. La felicidad que le embargaba cuando ella sonreía. Los besos que se daban.

La pelinegra no sabía que hacer frente a esta situación tan extraña, nunca había estado tan cerca de un chico ni mucho menos del rubio. Tener sus nariz tan cerca de su nuca le levantaba los pequeños bellos de ella. Se erizaba todo su cuerpo. El joven sin pensarlo volteó a su acompañante, ya no veía a la pelinegra, la chica que tenía frente a sus ojos era la rubia. Shion. Él la amaba tanto que hasta su cabeza le juega bromas. Con toda la delicadeza del mundo la mano libre de él acaricio su mejilla, y que al contacto, se pusieron calientes.

Esto debe un sueño se dijo para sí la ojiperla. Parecía como si el Namikaze la quisiera besar, pero eso no podía ser… Sin embargo la forma en como tocaba sus mejilla y que sus ojos azules brillaran con mucha intensidad la ponía a pensar esa remota posibilidad. El muchacho cayó en el juego que le hizo su mente, así que dé un impulso profanó los castos labios de Hinata.

Sus ojos se abrieron sorpresivamente a tal acto. El rubio ejercía una presión sobre sus labios, se dijo, pero ella sabía que no era una simple presión. Era un beso. “Esto no está pasando” se dijo ella envuelta en los cálidos labios de él que los movía con parsimonia mientras ella los tenia entreabiertos. No podía hacer nada. La ojiperla no sabía besar. No sabía que hacer o como moverlos. El rubio para tener más contacto puso la otra mano, que estaba puesta sobre el brazo de la Hyuga, en la pequeña cintura de su amiga; acercándola más a su cuerpo. La mano que tenía en su mejilla la colocó detrás de la cabeza de ella. No había notado el peinado de la ojiperla que era una trenza de dos hacia atrás recogiendo todo el cabello.

No sabían igual se dijo en sus mente el rubio. Eran más suaves. Además la notaba más pequeña de estatura. Ahora que tenía su mente un poco más clara, los labios contrarios no se movían, hasta sentía que temblaban. Rayos. Se apartó bruscamente.

— Hinata discúlpame…— dijo por lo bajo al ver el error que cometió. — No sabía lo que estaba haciendo. — dijo poniendo sus par de manos detrás de su nuca en señal de culpabilidad. ¿Por qué lo hizo? ¿Ahora que pensara Hinata de él? Seguro dirá que es patán.

— Yo…— dijo sonrojada con una mano sobre su pecho para de alguna manera controlar sus frenéticos latidos del corazón. Lo único que a ella la hacía sentir mal fueron sus palabras “No sabía lo que estaba haciendo”. Quedó clavado como un puñal. Pero lo entendía.

— No me digas que es tu primer beso— dijo sorprendido ya que la ojiperla estaba sonrojada y sumamente nerviosa. — Lo siento Hinata… no quería…robártelo — Había metido la pata y de qué manera. Se había dejado llevar por un simple aroma que lo volvía loco.

— Etto yo…— que vergüenza más grande sentía. Obtuvo su primer beso del chico que ha querido la mayor parte de su adolescencia. Y ahora lo único que dice él es que no quería hacerlo. No lo culpaba ella no era muy atractiva como Shion, ni Sakura, además era la más bajita de todas.

— ¡Qué tonto soy! ¡No debí hacerlo!— se reprochó. — Si no quieres ir al concierto está bien. Te entiendo. Fui muy torpe.

La ojiperla solamente estaba con los ojos bien abiertos. Pero de laguna forma sabía que si se quedaba sola en sus casa no va hacer más que ponerla triste. Tenía que ser fuerte.. Además no quería arruinarle la noche a Naruto. Aunque su primer beso fue tan irreal…

— No claro q-que no Naruto-kun. Podemos ir, solo fue un m-mal entendido y nada más. — logró tartamudear lo menos posible. Él rubio que tenía sus manos en su cabeza la miró sorprendido. Hinata era una caja de sorpresa. Ella entro al auto, en el asiento del copiloto.

Naruto se quedó extrañado pero le cerró la puerta y se pasó por el frente del auto para llegar a su puesto. Puso sus manos al volante , respiró profundo. Arrancó y salió de allí.

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— ¡¡Estoy tan emocionada por ir al concierto de mi grupo favorito!! — dijo Matsuri. Con él puño alzado. Mientras cantaba una canción, muy mal por cierto, pero no le importaba.

— Matsuri porque no le baja a tu canto un poco ¡me revientas los tímpanos!.— le reclamó una chica rubia desde el asiento de copiloto, mientras se pintaba los labios.

— Gomenasai Temari — dijo ella sacando la lengua en señal de vergüenza. Pero rápidamente se repuso, se inclinó un poco hasta llegar al lado del conductor.

— Cuanto falta para llegar Gaara-kun— preguntó con una sonrisa de oreja a oreja. Pero realmente ella pensaba en voz alta.

— Falta como — fue interrumpido.

— No puedo aguantar tanta emoción. — dijo con la mejillas sonrojadas. — Me muero por ver a Itachi-san de cerca. También a Deidara-san. Son tan guapos y altos. — lo dijo con tal intensidad que el pelirrojo frunció las cejas y apretó el volante.

— Esto es muy gracioso. — dijo burlona y con una risa al final, la rubia que veía a esos dos tórtolos evitando sus sentimientos mutuos. — Muy gracioso. — repitió sarcásticamente.

— ¿Qué es gracioso?— preguntó la castaña sin entender nada.

— Inocente como siempre. — contestó ella que le dio palmaditas en su cabeza como si fuera una pequeña coneja. — Y tu tan callado como siempre. — refiriéndose a sus hermano menor. — Creo que le tendré que dar un empujón.

— ¿Empujón?— preguntó desconcertada mirando a Gaara.

— No me mires a mi Matsuri. Yo estoy más confundido que tú.

Después de esto solo la rubia se reía por dentro. Esos dos son tan nuevos en el amor. Se dijo para sí misma.

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El Hotel Uchiha estaba atestado de personas y el noventa por cierto de ellas era adolescente que estaban ahí por una sola razòn. La banda musical más proclamada de Japón y en muchos países del mundo. El gran patio trasero con vista al mar de ese opulento hotel solo se minimizaba por la esplendorosa tarima llena de luces.

— ¡Esto es alucinante!— dijo la castaña tomada de la mano de sus novio que no le hacía tanta gracia.

— Es demasiado escandaloso y concurrido. — habló serio el joven que vestía una camisa blanca manga larga con un bléiser conchevino y un pantalón de mezclilla negro con destilaciones rojas en la parte inferior. Su cabello que siempre llevaba en una coleta lo tenía recogido en sus totalidad en un moño bajo pero sacando dos largos mechones a los lados de su frente.

— Neji no seas aburrido y divirtámonos ya que es nuestro último año de colegio. — le dijo al oído ya que la música estaba muy fuerte. Él solo hizo una mueca. — No veo a Hinata por ningún lado….

— Ya sabes cómo es Naruto de seguro viene tarde. Ojala la traiga sana y salva. — dijo preocupado.

— Creo que es eso.

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En ese mismo lugar pero cerca de la orilla del mar estaba un chico pelinegro mirando al horizonte en forma distante. Iba vestido de pantalón de color negro y camisa verde oscura con una chaqueta ploma. Tenía las manos en los bolsillos. Alguien se le venía acercando.

— ¿Sasuke?

— Humph…Que pasa Itachi— le respondió. El otro iba vestido todo de blanco, bibidi y una chaqueta sin mangas y un pantalón tubo. Hasta sus zapatos pero con uno guantes dorados en ambas manos. Pero en su chaleco tenia detalles en nubes rojas con mangas negras.

— ¿Tu amiga…Sakura, tiene novio?— preguntó repentinamente lo que causó sorpresa.

— ¿Por qué me lo preguntas a mí? La vida de ella no me interesa. — dijo sin màs.

— Entonces es un no, hoy voy a conquistarla. — a lo que él pelinegro menor frunció las cejas pero sin voltear.

— Como sea, solo déjame en paz. — dijo frio. Después de unos momentos ya no había nadie detrás de él. — “Ni acá me deja tranquilo, y lo peor preguntándome sobre esa chica.”

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Un moreno de tez muy pálida, estaba sentado en una de los bancos del bar, un coctel de menta que sostenía en sus manos. Tenía la mirada entre la enorme cantidad de personas que se hallaban allí. Se veía a través de la ventana la tarima que daba a la playa.

— Hola guapo…¿Quieres pasar un rato conmigo?— dijo una chica muy linda que llevaba una miniflada negra y una blusa de tiras rosado pastel, unos tacos de aguja negros.

— No gracias, tengo novia. — dijo el moreno que tenía puesta una camisa azul oscura con un bléiser blanco y jeans negros. La chica solo sonrió y se acercó más a él tocándole el hombro insinuosamente.

— Que va eso no importa, solo ven y diviértete. — le dijo acercándose más a su rostro sacándole la bebida de la manos y poniéndola en la mesa del bar.

— Lo siento pero puedes dejarme tranquilo, tengo una novia mucho màs hermosa que tú. — le advirtió pero ella no se apartó.

— Está bien pero antes— pronuncio y le selló sus labios con él. Ante esto el moreno la quito de encima sosteniéndola por los hombros.

— ¡Sai!— gritó una fémina.

— Ino…— susurró. No era lo que ella estaba pensando que era. — Espera no es…— intentó decir cuando la rubia con su vestido rojos venía muy enojada dando pasos fuertes. Ella estaba al frente de los dos, le envió una mirada fija a su novio después pasó a la chica, quien la mirado de pies a cabeza.

— ¡Aléjate de mi novio re-ga-la-da!— atacó acentuando bien la última palabra.

— No seas estúpida niña rica el me besó. — contraatacó la joven dándole un empujón al hombro de la Yamanaka.

— ¡Ja! No me hagas reír, Sai no me haría eso y mucho menos con alguien como tú. ¡Aléjate! — y ella también la empujó. Antes de que la otra joven le diera una cachetada a la rubia el pelinegro la detuvo por la muñeca.

— Es suficiente, no voy a permitir que la vuelvas a tocar. — dijo fuerte y claro con una mirada oscura. La chica se soltó bruscamente y se fue no sin antes sacarle el dedo medio a su novia.

— Esa chica es una…— intentó decidir Ino con la sangre en el ojo. — Tenia unas enormes ganas de quitarle las extensiones, que a leguas son falsas. — dijo cruzada de brazos. Sai sonrió y beso la frente de su novia.

— Mi amor tú eres única. — le dijo mirándola a la cara.— Pensé que desconfiarías de mí pero ya veo que me equivoque.

— ¡¿C-Como voy a desconfiar de tì?! Tú no eres como los otros chicos, tú eres sincero y fiel. — le dijo y le dio un beso apasionado.

— ¿Y eso?

— Para que se te borre los labios de esa.

— Ah entonces bésame más.

— ¡Sai!— pronuncio un tanto avergonzada y pícara.

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Una chica pelirrosa se encontraba mirando al espejo del baño del lujoso hotel retocándose un poco. Se sentía extraña con el vestido que llevaba porque dejaba ver mucha piel de las piernas, pero que más tenía que lucir las torneadas y delgadas piernas. Salió del baño y todavía chicas que entraban y salían de los baños, ya que el concierto estaba a punto de comenzar. El vestido que llevaba le sentaba de maravilla, ya que al no tener muchos pechos, la visión se desviaba hacia abajo donde era más llamativo. Al salir tropezó con alguien.

— Sakura te estaba buscando donde te habías metido— le dijo una voz mandona.

— Lo siento mucho Karin pero me dieron ganas de ir al baño.

— Me lo hubieras dicho, sino que desapareciste de repente. — retó la pelirroja que llevaba un vestido de rayas gruesas cremas y cafés con una gran franja en medio de la cintura, era de tiras finas de cuello redondo con detalles de fino encajes. Usaba unos zapatos crema de tacos de aguja. Su cabello lo tenía ondulado. Claro sus típicas gafas negras fueron reemplazadas por una blancas. — En fin, sabes que no nos podemos alejar mucho ya que las dos estamos solas. — Lo dijo porque ya que Naruto se fue con Hinata decidió ir con Sakura, que también iba a ir sola.

— Es verdad, pero que hacemos aquí vallamos afuera que está por iniciar el concierto.

— ¡Oh si claro!— respondió tomándose por los brazos. Caminaban seguras, llevándose miradas de los hombres.

— Hola preciosa otra vez nos vemos— dijo alguien y en ese instante ella se congeló.

— ¿Qué pasa Karin?— preguntó la ojijade y miro hacia atrás donde estaba un chico de pelo celeste y ojos morados. Usaba una camisa de cuadros pequeña negro un pantalón de mezclilla conchevino con uno zapatos de lengüeta alta. — ¿Hōzuki-san?

— Ah hola Haruno-san— dijo dándole un saludo con la mano.

— ¡Vámonos Sakura!— susurró la pelirroja aprentando el brazo de la otra.

— ¡Auch!.

— Karin, gusto en verte. — dijo mientras las veía avanzar entre las personas. “ Que chica tan terca” pensó.


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Eran las nueve y cuarenta de la noche y el grupo Akatsuki ya estaba en el escenario. La batería era de Yahiko, el bajo Sasori un pelirrojo de ojos cafés claros, la guitarra Deidara, un rubio de coleta de ojos azules era él más joven y la voz principal de Itachi. Todos están de blanco pero Itachi era el que resaltaba.

— ¡¡Buenas noches a toda esas lindas personas que han venido desde todos las parte de la ciudad a vernos!!— gritó Deidara entusiasmado, no era el líder de la banda pero era el más revoltoso.

— Gracias por la introducción Deidara, ahora nos creen tontos. — respondió el pelirrojo mirándolo despectivamente a lo que el rubio le devolvió la mirada.

— Bueno chicos cálmense porque no llevamos la fiesta en paz. dijo Yahiko haciendo gritar a muchas fans. Él le sonrió. — Además Itachi se va a enojar.

— Claro que no, es divertido pero como dijo Deidara que empiece el concierto— dijo en su voz neutral, varonil y sensual que hizo desmayar a más de una.

Y así empezaron abajarse las luces cambiándolas por los colores típicos como el verde, amarillo, azul y rojo. También había el flash que parpadeaba cada dos segundos y no olvidar las cámaras de humo que salían en los bordes del escenario, era una noche fría pero con un poco de viento. Cantaron dos primeras pistas y cuando llegó su nuevo sencillo.

— Mis hermosas damas vamos a calentarnos con la siguiente. — gritó el rubio eufórico con unas gotitas de sudor en sus frente.

Todo le publico gritaba sus nombres, baila al son del rock que sonaba, por otra parte la mayoría de las chicas le lanzaban cosa al escenario: flores, tarjetas con números, brasieres. Sin duda todas las cinco músicas que tocaron esa noche fue lo mejor. Como solo estaba un número limitado de personas unas trecientas, terminó el concierto a las diez y cuarenta en los que varias fans se subía al escenario a intentar besar a sus ídolos.

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Terminado el concierto comenzó la hora de la fiesta, la música a todo volumen, cuerpos moviéndose al compás de la música. Las mesas que bordeaban la pista de baile estaba cuatro personas que hablaban amenamente, o al menos las tres.

— Sakura no crees que fue demasiado emocionante el concierto. — dijo una pelirroja entusiasmada.

— Fue de lo mejor, no creí que podría gritar tanto— explicó ella.

— Aunque yo grité peor— Y giró a su lado izquierdo— Hinata ¿No lo crees así?

— Mmmm ¿Qué cosa?— respondió la morena que hasta ese momento estaba viendo la pista de baile que estaba llena..

— Has estado muy distraída, ¿Qué acaso ocurrió algo?— dijo la pelirrosa que estaba a lado de Karin. La ojiperla solamente se las quedó viendo a las dos y después pasó sus vista al rubio que estaba a lado de la Haruno que también estaba mirando a un punto vacío.

— N-No nada solo es que es la primera vez que e-estoy en un concierto de esta magnitud— habló con una sonrisa nerviosa al final.

— Hinata eres demasiado aburrida— dijo la Uzumaki, la morena rio un poco.

— Naruto no has hablado, eso es muy raro en tì. — dijo la ojijade dándole una fuerte palmada en el hombro.

— Ah Sakura-chan me dolió, deberías cuidar tu fuerza-ttebayo— dijo indignado desviando el tema. — Podrías dislocármelo. — siguió sobándose el brazo dramáticamente, esto no le parecio nada agradable a la chica y comenzó a enojarse. Se tronó los dedos.

— Mi querido Naruto, uno se preocupa por ti y tu me lo pagas así. Mejor sale de mi vista. — dijo mientras se le crujían los dientes. Las dos chicas solo observaban un poco asustadas del cambia de su amiga. Pero la ojiperla le daba una miraditas al rubio “De seguro es algo muy incómodo haber besado a quien no te gusta.” Pensó.

El rubio se levantó de la mesa dándole una sonrisa falsa a su prima y se inclinó en forma de disculpa hacia su mejor amiga. No miró la Hyuga. Ella solo viò su espalda desaparecer entre tanta multitud. La pelirroja le pareció demasiado extraño todo esto pero no dijo nada.

— ¡Qué tonto es!— bramó la Haruno.

— Buenas noches señoritas— habló alguien que se les puso en frente. Era nada más que Itachi pero ahora vestía una chaqueta negra con un jeans del mismo color. — Hola Sakura. — dijo guiñándole el ojo haciendo sonrojar.


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Una chica de cabellos rubios estaba bailando con un joven muy apegado. Ella lucía un vestido blanco y negro con rayas en zigzag. Su cabello suelto con una trenza que pasaba alrededor de su cabeza la hacía lucir muy recata.

— Pensé que no llegarías — le dijo ella mirándolo los ojos expectantes.

— Ya te dije que me dejaron mucho trabajo de la universidad y además mi jefe me puso más trabajo aún. — explicó con un deje de molestia. Estar con una muchacha mimada era muy complicado.

— Siento haberte echo enfadar mi amor pero es que me preocupe. — dijo abrazándolo, él le acaricio el cabello irritado. Pero tenía que seguir con el plan de su señor. Si quería apoderarse de todo tenía que acercarse más a los hijos de las grandes empresas. Pero le hubiera gustado que no fuera esta niña tan melosa y odiosa mejor hubiera sido la primogénita de los Hyuga ella era su preferida. Y hablando de ella la vio que se salía del lugar tan atestado de gente bailando. Le brillaron los ojos creo que empezaría su plan de manera diferente pero con él mismo resultado.

— Shion vuelvo en un momento. — le dijo y se soltó dejándola sola en la pista.


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Cuatro chicos estaban sentados en unas de las mesas cerca del bar. El primero es un castaño que tenía rayas rojas en sus mejillas, tenía puesto un buzo azul con una camisa blanca por dentro con pantalones de mezclilla. El segundo tenía una capucha ploma de algodón con un logo de corona en el centro uno pantalones negros. El tercero un chico rellenito usaba chaleco rojo con una camisa manga larga del mismo color debajo y unos pantalones blancos. El cuarto un chico de coleta alta, también usaba yn chaleco pero en apegado al cuerpo de color verde con una camisa manga hasta el codo con uno pantalones de mezclilla con una cadena por cinturón.

— Vaya sí que me estoy divirtiendo— expresó sarcástico el castaño.

— Kiba no te quejes, a mí sí me gusto el concierto. — dijo el de capucha. — Lo dices solamente porque has fracasado sacando a bailar a las chicas.— entonces el nombrado lo miró de mala cara.

— Shino eres demasiado molesto. Además me da igual ellas se lo pierden.

— Es verdad lo que dice Kiba— concretó el rellenito comiéndose unos dulces que estaba en el centro de la mesa y con sus mano libre chochó manos con el castaño.

— El si me entiende Shino y eso que eres mi mejor amigo. — le dijo. El de capucha no más lo ignoró. “Tsk” expresó molesto el de rayas rojas.

— Oh Shikamaru la que está por allá no es la amiga de Tenten. — dijo señalando a una chica que estaba parada de brazos cruzados mirando alrededor. El pelinegro rápidamente la diviso a lo lejos. A pesar de la oscuridad se veía que utilizaba un vestido apretado en la parte superior pero suelo arriba en estampado animal. El cabello lo llevaba suelto con rizos hermosos.

— Oh si es ella Temari Sabaku No la hermana mayor de Gaara. — aclaró Kiba. — Vaya está muy hermosa.

— Eso lo sabe muy bien Shikamaru— dijo dándole un codazo en el costado.

— Problemático — pero la seguía mirando fijamente hasta que sus ojos se encontraron y ella le sonrió. El corazón le latió como loco.

— Me pareció a mí o ella te sonrió. — dijo dirigiéndose al pelo de piña. — ¡Miren viene hacia acá!— expresó un poco entusiasmado.

— Buenas noches chicos. — saludó y los demás asintieron. — Eh no han visto a mi hermano Gaara.

— No. — mintió Choji. El pelinegro lo miró extrañado porque hace pocos minutos lo habíamos visto con Matsuri. El Cataño también se dio cuenta pero entendió la mirada fugitiva del gordito. “Vamos a dejar solo a Shikamaru con Temari” eso es lo que sus ojos decían.

— Pero que dices Choji si…— empezó hablando el de Aburame, pero su mejor amigo le tapó la boca.

— No le hagas caso Temari-san él está loco. — y se levantó con él. — Es hora de que vallamos a conquistar a algunas chicas. — dijo llevándose al de gafas oscuras arrastras.

— Si yo también me tengo que ir tengo que probar el ponche. — dijo y se fue no sin antes palmarle la espalda al chico amante de la nubes. — Nos vemos al rato Shikamaru y Temari-san. — así se fue dejando a su amigo solo.

— “Estos chicos que tratan de hacer.”— pensó con una gotita de sudor bajándole por el costado de su cara. Estaba sumamente nervioso por estar solo con aquella rubia despampanante. Mientras él miraba por donde sus amigos se fueron la rubia sonrió, sabia claramente lo que ellos hacían.

— Bueno no me queda más que esperarlos aquí junto a tì. — le dijo, sobresaltándolo, que al momento de mirarla ella estaba sentada a su lado viéndolo con una mirada de picardía. “No debí mencionarle a Choji que Temari era muy atractiva.”

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Dos chicos estaban en la segunda planta del hotel mientras se asomaba por el balcón que daba vista al escenario y a la playa. Visualizaban todo lo que sucedida abajo. Personas entrando y saliendo, otras parejas que por poco se quitaban la ropa. Esto lo vio un pelinegro y sonrió de medio lado.

— ¿Qué te parece gracioso?— pregunto el rubio viéndolo de reojo.

— Es que definitivamente no sé cómo funciona tu cerebro.. —dijo llevándose una bebido gaseosa a la boca. — Besando alguien accidentalmente y todavía pensado que era tu ex.

— Si tienes razón — dijo imitando a su amigo. — Soy un tonto. Pero es que estoy totalmente enamorado de ella.

— Otra vez con eso Naruto, ya me tienes podrido de tanto dramatismo. — dijo molesto este sí que es un tonto del más grande. No se había fijado en los sentimientos de la Hyuga. — Por eso siempre digo que el amor te vuelve un estúpido ciego, es para perdedores.

— Cuando te enamores hay no vas a decir eso. — dijo a lo que su amigo pronunció. ¡Tsk!

— Me intriga bastante porqué te aferras tanto a ella que te engaño, simplemente ella es una p…— dijo pero no pudo terminar la palabra ya que el rubio le había cogido del cuello de la camisa con sus dos manos. El pelinegro solo le mantuvo su mirada. Su amigo sencillamente estaba perdido por esa chica. Él rubio se dio cuenta de sus actos, se calmó y le arregló el cuello de la camisa.

— Teme discúlpame pero no puedo permitir que le digas así. — dijo serio. — Si quieres puedes golpearme yo no te responderé.— al momento de decir esto el pelinegro le dio un puñetazo en el estómago. El ojiazul cayó sin mucha aire y con un apenas un ojo abierto dijo. — ¡¡No pensé que me lo harías teme!! pensé que dirías “ Está bien lo entiendo”.— con dificultad se levantó.

— ¡Hmph! Sabes que ese no es mi estilo. — dijo con una gran sonrisa.

— Lo disfrutas no…

— Claro como no hacerlo, pero es tu culpa dobe por creer fuertemente que todas las personas son como tú, tan amables y confiables. Que absurdo.

— Si eso ya me lo dijo otra persona. — y sonrió recordando su última pelea con su ex novia. — Gracias teme.

— Tsk…— dijo el moreno solo volteo su mirada avergonzado. Aunque este chico es frio pero el trata lo más posible de ayudar a su mejor amigo, claro a su manera.


La única razón por la que había venido hasta acá era saber quién era el novio de su ex. Le carcomía los celos el saber que otro las estuviera tocando. Pero no había visto ni a ella. Como estará vestida. Seguro se verá hermosa.

— Dobe ya es hora que Sasuke Uchiha entre en acción. — dijo. Si ese chico le encantaba estar con muchas chicas pero él siempre pensaba que si no se enamoraba y no tenía algo serio con nadie estaba bien. Para eso era la juventud para disfrutarla sin ataduras.

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En un lado de la pista muchas chicas estaba gritando emocionadas por tres chicos de la banda Akatsuki estaba allí firmando autógrafos, ya sea en un cuaderno, o en las blusas de las señoritas. Deidara estaba de lo màs feliz haciendo eso.

— Me encanta mi trabajo— dijo haciendo que muchas chicas gritara su nombre.

El pelirrojo siempre serio también firmaba los autógrafos. Pero el que no firmaba las blusas de las señoritas era Yahiko, porque Konan estaba allí y no quería que pensara que era un mujeriego que le encantaba tocar chicas. No eran nada solo amigos pero hoy se le iba a declarar para que de una vez, si ya lo rechazara pues que más da.

— Yahiko toma aquí unas lindas jóvenes te mandan sus números de celular. Y varios presentes— dijo pero solo para molestarlo, aunque las chicas si se lo dieron.

El peli naranja estaba entre la espada y la pared. Como aceptaría todos esos regalos sin que Konan pensara que era un pervertido y tampoco quería quedar como un creído frente a sus fans. Estaba muy nervioso. Pero un pelirrojo de traje le salvó la campana ya que dijo le dijo a las fans de Yahiko que Deidara regalaría besos para sopresa de èl. Las chicas voltearon toda su atención al rubio que estaba feliz y preocupado ya que eran demasiadas. Iba a ser abusado.

Para confort del pelo- naranja que le agradeció mucho a su mejor amigo por haberle hecho ese favor. Konan sonrió y tomó de la mano a Yahiko para sacarlo de allí. Nagato solo sonrió cuando sus amigo se fueron alejando de la multitud enloquecida. “ Konan espero que ahora sí seas sincera y te le confieses” pensó cuando sonriendo para después ver a Deidara en el piso con su camisa roja hecha trizas y muy enojado.

— Sasori será mejor que nos vayamos— dijo y el otro pelirrojo que usaba el color azul en sus totalidad en la ropa.

— Ni a mí se me hubiera ocurrido mejor. — dijo y ambos se fueron contentos.

— ¡Esta me las pagas Nagato metido!— gritó pero las fans no lo dejaban irse.


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La Hyuga estaba pensando mucho en lo sucedido con el rubio. Podría jurar que moría en vida. Podía sentir los cálidos labios de su amor sobre los suyos. Se llevó unos de sus finos dedos a su boca. Ahora ya no sería lo mismo para ellos dos, ya no me hablaría jamás. Pero porqué me beso. Será que ya se olvidó de su novia. No eso no puede ser ellos se amaron mucho hasta yo sabría notarlo. Pero no sé cuál fue la razón de sus actos pero lo que si sè es que me eh enamorado más de él.

— Buenas noche Hime-sama— dijo alguien detrás de la pelinegra. Ella volteó porque no reconocía esa voz, el pelo de su nuca se erizó.

— B-Buenas noches— respondió.

— Sé que no me conoce y me presento, soy Kabuto Yakushi— dijo galante y una mirada penetrante. — Creo que usted princesa se llama Hinata Hyuga o me equivoco. — dijo tomando la mano besando su dorso.

— N-no se equivoca. — El chico iba vestido de un traje gris y sus típicas gafas. Debía admitir que era atractivo.

— Sabe usted es la más hermosa de todo las chicas aquí presentes. —

— …Gracias…— la presencia de él la ponía un poco intranquila. Pero cuando a él sonrió sus dudas se disiparon.

— Puedo invitarte un trago.

— Disculpa p-pero no bebo.

— Me lo esperaba de alguien tan sofisticada y femenina. Solamente tomemos ponche. — y se fue a la mesa que estaba a pocos metros de allí. Estaba de espaldas y vacío un sobrecito de polvo blanco en la bebida de la joven. — Toma aquí tienes preciosa. Ella lo recibió y sorbió un poco. Conversaron un rato y la ojiperla soltaba risitas melodiosas. Esta chica le pareció mucho más linda que la rubia pegajosa. Solo estaba con ella por órdenes estricta de Orochimaru para no levantar sospechas del porqué de su cercanía a esos chiquillos. Después de uno momentos la chica se sentía un mareada.

— K-Kabuto-san creo que será m-mejor que busque a mis a-amigos..— dijo cerrando los ojos fuertemente para espabilarse un poco. — él sonrió con malicia.

— ¿Se encuentra bien señorita Hyuga?— le dijo ayudándola a apoyarse sobre su cuerpo. — Venga salgamos de aquí que ya hace bastante frió y además hay mucho bullicio. — explico refiriéndose a los adolescentes que conversaban amenamente.

La pelinegra no podía resistirse ya que se sentía débil, el joven la tomo de la cintura apoyando su peso sobre él. Fue muy cuidadoso al sacarla de allí sin levantar sospechas, tal parece que nadie se ha dado cuenta de la ausencia de la ojiperla.

Llegaron al estacionamiento subterráneo donde esperaba un auto negro, el chico estiró su brazo libre para sacar el seguro del carro. La sentó con cuidado en el lado del copiloto. “Fue más fácil de lo que pensé”. Se dijo para sí. El joven decidió adelantar los planes ya que era la primera vez que no estaba su primo Neji, era un momento único. Así que tomo su celular y le mando un mensaje a su “novia”. Después hizo una llamada rápida diciendo “Hazlo” y sonrió con mucha arrogancia y supremacía. La chica ya estaba totalmente inconsciente. Él la veía hermosa incluso le acaricio el rostro y bajo a sus labios viéndolos con deseo y apenas lo rozó. Sonrió.

— Hime usted es demasiado bella pero tendré que hacerlo para cumplir con los planes y que Orochimaru-sama cumpla sus objetivos ya que al hacerlo también los hago yo. Ojalá y tu padre ya no se resista. — dijo y arrancó su auto.

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Un chico de cabellos castaños oscuros estaba moviendo sus pies a un ritmo frenético a causa de la preocupación. La chica que estaba a su lado le daba palmaditas en la espalda. Y junto a ellos estaba un pelinegro con su novia y tres chicos más.

— Neji por favor tranquilízate un poco de seguro ha de estar con Naruto— dijo en forma segura la castaña.

— Tenten no puedo hacerlo, sabes que mi deber es protegerla y no la he visto desde que termino el concierto y no contesta su celular. — dijo viendo su reloj que marcaba las once y cuarto.

— Tenten, Neji tiene razón yo tampoco la he visto, me está preocupando. — dijo la rubia ojiceleste apretando la mano de su novio.

— Ino…— susurró mirándola.

— ¡Pues porque no llamamos a los demás a su celulares para preguntarle si no la han visto!— dijo enérgico el chico de aspecto perruno poniendo firmemente su mano sobre la mesa.

— Es verdad Kiba, le voy marcar a Temari. — dijo la novia del Hyuga sacando el celular su cartera.

— Si, yo a Sakura— aclaró Ino.

Los otros chicos también hacían lo suyo llamando a todos los compañeros que asistieron a la fiesta. “Como pude dejarla sola, no tenía por qué hacerlo. Si le pasa algo grave…” pensaba Neji sumamente preocupado ya que su tío le había comentado sobre ciertos incidentes a su empresa y que temía por la seguridad de su hija. Hiashi Hyuga no quería perder a lo único que le quedaba en recuerdo de su esposa, tenía miedo de que por su terquedad la pusieran en peligro y por eso asigno a su sobrino de sobre manera cuidarla. Aunque su tío no le dijo nada más pero por la seriedad con que lo decía debía cuidar a su prima.

— Ninguno de los chico saben de Hinata y Naruto ni Sasuke contestan. — dijo Kiba.

— Shikamaru ya viene— habló Choji.

— ¡Oh esperen! Sakura y Karin ya viene hacia acá dicen que estaban con Hinata y Naruto después del concierto. — dijo Ino un poco aliviada y Neji sintió que un peso se lo quitó. Al cabo de cinco minutos las dos chicas venían agitadas y corriendo.

— ¿Qué pasó con Hinata?— gritó la pelirroja poniéndose en frente del primo de la nombrada sumamente cerca.

— Eso es lo que no sabemos, solo que ha desaparecido. — dijo Kiba. — Que tonto, en vez de estar ligando con chicas la hubiera…— él era su mejor amigo, se sentía de lo peor.

— No hacemos nada con lamentaciones. — aclaró Sakura.

— ¿Pero cuando la vieron por última vez, chicas?— dijo la rubia.

— Bueno eso fue cuando estábamos conversando y ella quería tomar aire. — empezó Karin.

— Si, la quisimos acompañar pero dijo que mejor no y después iba a buscarte Tenten. — terminó la pelirrosa.

— Esto me tiene con la cabeza a explotar. — mencionó Karin cruzándose de brazos. — Pero ahorita voy y traigo a ese Naruto-baka por dejar a Hinata sola. — dijo ella molesta lista para irse.

— Eso quiere decir que Naruto no está con ella. — habló serio el Hyuga. — Él me dijo que no la dejaría sola. Ese… — mencionó a punto de romper la mesa.

Todos lo quedaron viendo y el castaño se levantó fúrico con su novia tras de sí en busca de Naruto. Los demás los siguieron y se dispersaron en busca del rubio para dar con Hinata.

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Sakura miró hacia la pista y allí estaba Sasuke bailando con una chica muy hermosa muy apegados. Ella solo respiro hondo dejando sus sentimientos de lado. Se acercó lo suficiente y lo llamó el volteó.

— ¡Sasuke! ¿Has visto a Hinata o a Naruto?— gritó por la fuerte música el chico no la oyó y se acercó más a su rostro. Ella tembló por un instante pero se calmó, no podía dejarse llevar, había algo mucho más importantes que sus inútiles sentimientos hacia el Uchiha— ¿Has visto a Hinata o a Naruto?— él se volteó dándole la espalda.

¿Cómo podía hacerle eso? Ella no lo buscaba para, según como él dice, molestarlo. Ella también se dio media vuelta también pero cuando dio dos pasos él la tomó del hombro. Se acercó a su oído.

— Al dobe lo vi salir del hotel con su ex novia, a Hyuga no la he visto en toda la noche. — dijo y ella podría jurar que estaba usando un tono “seductor” pero borró eso de su mente al instante.

— Gracias…— y ella salió corriendo a decirle a los demás pero tampoco quería que èl pelinegro la viera que estaba colorada como un tomate. Tomó su celular y mandó un mensaje a Neji y a los demás de donde podría estar el rubio.

Sasuke se quedó un poco extrañado pero después la siguió, parecía preocupada por algo se dijo así mismo.

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Karin iba como loca buscando a su primo y a su amiga. “Este es más idiota de lo que pensé, como se atreve a ser tan despistado y dejarla sola. Eras su cita baka.” Dijo esto último en vos alta como diciéndole para Naruto. Iba empujando gente pero alguien la tomó del brazo.

— ¡Oye me regaste la bebida!— dijo un joven peli-cesleste, ella se giró sobre sí misma.

— Suigetsu no estoy de humor para tus estupideces, mi amiga no aparece. — dijo y se soltó bruscamente de él.

— En serio. Espérame te acompaño. — ella asintió retorciendo los ojos, necesitaba los más personas posibles. — Yuugo nos vemos al rato. — el nombrado solo se llevó su bebida a la boca.

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— ¿Shion donde esta ese cobarde?— preguntó un rubio exasperado que estaba al final de las escaleras de la entrada al hotel. Tenía el ceño fruncido.

— ¡Naruto no moleste, vete de aquí ya!— le dijo y lo empujo con una mando y pasò por su lado. El al tomò del antebarzo.

— Te dejo sola…¿ verdad?— dijo con vos suave

— No te importa, ya Naruto déjame en paz. — habló con al vos quebrada. El muchacho la atrajo para sí envolviéndola en un abrazo. Ella le correspondió y apretó su camisa con fuerza.

Después él le dijo que la llevaría a su casa y así lo hizo. Fueron al parqueadero delantero, arrancó y se fue de allí. Él no sabía que algo grave estaba sucediendo en el hotel Uchiha.


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Un castaño salía rápidamente de la puerta de ingreso. Cuando salió no vio a su prima por ningún lado. Se cogía del cabello frustrado. Algunos de los chicos ya estaban llegando.

— No será que se fueron juntos a divertirse— mencionó un rubio con picardía.

— No seas idiota primo. Dijeron que vieron a Naruto irse sin Hinata. — aclaró otra rubia golpeándolo en el estómago.

— ¡Ino, Deidara!... no es momento para discutir. — le regaño la pelirrosa.

— Tienes razón Sakura, lo más importante aquí es la señorita Hinata. — dijo amable un pelinegro de coleta dándole una sonrisa. Su hermano le pareció demasiado obvio y hostigoso con respecto a la Haruno.

— No queda de otra que llamar a mi tío. — dijo resignado el ojiperla tomado fuertemente de la mano de su amada novia.

En ese momento hubo una explosión y después otra. Todos se alarmaron y se agacharon. Itachi lo hizo con Sakura. La mayoría de los chicos protegían a las chicas. Aunque Karin odiara a Suigetsu se sentía muy segura con él. Pero al cabo de veinte segundos un auto cruzando la calle explotó, no le dio tiempo de reaccionar.

Los policías, ambulancias y bomberos llegaron al lugar del incidente. La mayoría de los jóvenes habían resultado heridos a causa del auto-bomba que explotó cerca de ellos. Fueron llevados al hospital aunque algunas quemaduras leves pero según el policía eso se usa usualmente para hacer advertencia. Hiashi Hyuga llegó al lugar lo más pronto posible pero al preguntar por su hija le dieron la mala noticia.

— Neji te dije que la protegieras. — gritó con sumo enojo y desilusión cuando él estaba acostado en cama del hospital siendo revisado, aunque solo era por precaución aunque tenía ciertas heridas. Un celular sonó en la sala y el asistente del señor Hyuga se lo pasó, este no quería contestarlo por la situación vivida pero era importante. — ¿Quién es?

— Espero que esta vez no dejes morir a tu familia. — dijo una voz modificada al otro lado. Él señor se petrifico. “Maldita sea, otra vez no” dijo lanzando el teléfono contra la pared.

— Mi hija…




Gracias por leer. Hasta la próxima !!!!!!!!!!!!!!:D:D:D