Todo empezó en un balneario (¿Naruhina? ¿Nejiten? ¿Shikatema?...)

Re: Todo empezó en un balneario (¿Naruhina? ¿Nejiten? ¿Shikatema?...)

Hoooooooooolaaaaaaaaaaaa
Lamento haberme tardado más de lo habitual, pero la Uniy todo lo demás me han mantenido lejos de este ff.
Pero ahora vengo con una conti que os la dedico a todas, pues el final de este ff ya está por llegar.
Allá voy


Cap. 34 Una sorpresa


Todas las miradas estaban centradas en la pareja situada estratégicamente en el centro del grupo de ninjas. Ino temblaba visiblemente sonriendo forzadamente intentando ocultar los nervios que azotaban su pálido y menudo cuerpo. Kiba que había decidido no alejarse de la muchacha por nada del mundo, se percató del temblor de su compañera y para tratar de mitigarlo apretó las manos de ella entre las suyas y le brindó una sonrisa. Ino se tranquilizó un poco, pero las miradas insistentes de sus compañeros no la ayudaban a relajarse más.

- Cuanto tiempo más vais a tenernos aquí perdiendo el tiempo? - dijo Neji malhumorado.

- Ten un poco de paciencia, esto puede ser divertido – dijo Tenten con los ojos brillando evidentemente emocionada.

- Así se habla Tenten ¡Que no se apague la llama de tu juventud – gritó animado Lee.

- Hmp – dio como respuesta el Hyuuga cruzando los brazos sobre su pecho y volviendo a apoyarse contra la pared mientras cerraba los ojos con resignación.

- Ino dinos que habéis planeado, todo esto me resulta demasiado sospechoso sobretodo viniendo de ti – dijo Sakura mirándola con desconfianza.

- No seas tan desconfiada frontuda, no puedo contaros nada hasta que lleguen Shikamaru y Temari – se negó Ino encarándose a la muchacha de cabellera rosada.

- ¿Cómo me has llamado Ino-cerda? – preguntó chillando la de ojos jade roja de la rabia.

- Lo que has oído frontuda – se defendió la rubia.

- Sakura compórtate – le dijo Sasuke vagamente sin mucho interés en la pelea que ambas kunoichis mantenían.

- Chicas cálmense – dijo Hinata interponiéndose entre las dos.

-¡No te entrometas! – le gritaron las dos a la Hyuuga,

La de cabellera azulada asustada por tal griterío de las dos escandalosas kunoichis se acercó a Naruto rápidamente y se agarró fuertemente de su brazo, buscando así la protección que necesitaba. Naruto por su parte la rodeó con un brazo, la acercó más a su cuerpo. Le encantaba sentirla cerca y n dudaba en aprovechar cada situación como aquella para realizarlo y eso era algo que ya no podía evitar, necesitaba a Hinata más de lo que jamás hubiese llegado a imaginar.

- Dan miedo – dijo ella escondiendo la cara en el pecho de él.

- Lo se – respondió el rubio hiperactivo.

Hinata levantó la mirada y sus albinos ojos se clavaron en la azulina mirada de Naruto para luego dar paso a una cómplice carcajada por parte de los dos.

- Tan problemáticos como siempre – espetó una voz conocida detrás de ellos.

- Y tu tan vago e impuntual como siempre – le recriminó Ino apuntándolo acusadoramente con sus dedo índice.

- ¿Qué habéis estado haciendo? Llevamos una hora esperándoos – indagó molesto el joven Inuzuka.

- Es no os importa, es cosa nuestra – dijo Temari mirando a Shikamaru con una sonrisa pícara.

- No quiero ni imaginar lo que estabais haciendo – dijo Sasuke asqueado.

- Ni yo – lo imitó Neji con la misma actitud.

- Pues yo si quiero saber, me he quedado intrigado – dijo naruto con un brillito inocente en la mirada.

- Nunca aprenderá – pensaron todos negando con la cabeza.

Ahora que ya había llegado la pareja que faltaba, las miradas se centraron de nuevo en Ino y Kiba.

- Ahora ya nos puedes contar para que estamos aquí – insistió Sakura clavando su mirada en su amiga.

- Sí así lo quereis… chicas seguidme a mi, los chicos seguid a Kiba – comunicó Ino.

Las kunoichis se marcharon guiadas por Ino a una de las aulas de la academia, mientras que Kiba guiaba a los chicos a otra aula colocada en la otra punta de la academia para que los shinobis y las kunoichis se encontraran.

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Las chicas esperaban a que Ino abriera la puerta del aula con expectación. La rubia tomó aire y abrió la puerta dejando boquiabiertas a las cuatro chicas que la acompañaban y que estuvieron a punto de caer desmayadas por la sorpresa.

Aquella aula en la que tanto tiempo había pasado enjauladas aquellas kunoichis, ahora les presentaba los mayores tesoros que en su vida jamás hubiesen podido imaginar. Los más lujosos vestidos de noche estaban extendidos sobre las mesas dejando a la vista su magnificencia y su perfección. Cientos de diversos complementos de diamantes, oro y plata descansaban en otras mesas atrayendo también la atención de las muchachas que creían estar en un sueño.

- ¿Para que es todo esto? – preguntó Tenten con los ojos brillando de emoción.

- Necesitaba hacer esto para clamar un poco la culpabilidad que tuve después de estas vacaciones, y pues también quería que ninguna de vosotras recordarais estas vacaciones como las peores de vuestras vidas, y se que esto os ayudará – explicó Ino con una sonrisa.

- ¡Esto no puede ser real! – gritó Temari tocando uno de los vestidos para cerciorarse que aquello es real.

- No creí que diría esto nunca, pero Ino te quiero mucho – dijo Sakura abrazando a la rubia.

- Muchas gracias – agradeció Hinata haciendo una reverencia.

- Bueno Sakura mejor déjate de sentimentalismo y empezad a escoger lo que queráis, se nos ha hecho muy tarde y no podemos hacer esperar a los chicos – ordenó Ino empujando a Sakura lejos de ella, aunque se le notaba en el rostro que estaba emocionada por la reacción de sus amigas.

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Kiba al igual que su compañera abrió la puerta ante los expectantes ojos de sus compañeros, pero la reacción de estos al encontrarse con la habitación llena de trajes lujosos y demás complementos para su vestuario de gala no fue ni parecido al efecto que produjo en las muchachas. Ellos se quedaron estáticos, sin saber que decir, los más fríos del equipo miraron a Kiba con cara de : Si esperabas que esto nos emocionara, estabas muy equivocado.

- ¿Esperabas que nos emocionáramos con esto? – preguntó Shikamaru alzando las cejas.

- No, pero Ino me dijo que os trajera aquí y aquí estamos, nadie os obliga a vestiros como los muñequitos de una tarta de boda, pero si no lo hacéis una manada de chicas furiosas ira en caza y captura vuestra, así que vosotros decidís – los convenció Kiba cruzando los brazos sobre su pecho altivamente.

- ¡A nosotros nos encanta todo esto! – gritaron emocionados Lee y Naruto al unísono.

- Aunque nada se puede comparar con mi traje – añadió Lee con orgullo de su ajustado atuendo verde.

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Los chicos guiados por el Inuzuka se dirigieron hasta el recibidor de la academia, a la espera de que las chicas aparecieran. Naruto muy nervioso no dejaba de deshacer el laborioso trabajo de Kiba por dejarlo como un muchacho decente listo y a punto para una fiesta por la noche.

- Naruto ¿quieres estarte quieto? No me he pasado media hora arreglándote para que ahora lo eches todo por tierra – lo regañó Kiba.

- Es que no me siento cómodo con esto – dijo señalando la pajarita que adornaba su cuello.

- No seas idiota y compórtate – le ordenó un impoluto y perfecto Sasuke.

Naruto vestía con un traje compuesto por unos pantalones negros en su totalidad, una camisa blanca, una chaqueta negra con una línea en ambos brazos de color naranja, que llevaba como adorno en uno de los bolsillo del pecho una rosa naranja, y para rematar el conjunto llevaba una graciosa pajarita naranja que le daba un toque más infantil e ingenuo que iba combinaba a la perfección con el rubio.

Kiba por su parte vestía algo más informal, pero de todos modos elegante. Llevaba unos pantalones de vestir de color marrón, adornados con un grueso cinturón de piel de serpiente. Vestía también una delicada camisa de color blanco y sobre ésta un chaleco del mismo color que los pantalones. La corbata tenía el mismo motivo que el cinturón dándole así un buen equilibrio al conjunto.

Sasuke por su parte vestía con un pantalón de vestir de color azul marino, con un elegante cinturón de color blanco adornado con una gran hebilla de color dorada que combinaba a la perfección con un brazalete dorado que adornaba su muñeca izquierda. La camisa que llevaba él era de un impoluto negro, sobre la cual destacaba una corbata blanca. Todo su conjunto era muy serio, pero bastante informal, lo cual era perfectamente el estilo de Sasuke Uchiha.

El sereno y serio Neji Hyuuga había escogido para aquella velada unos pantalones de vestir de color gris oscuro adornados con un cinturón de un gris más claro, del cual se desprendía una cadena plateada que caía por su pierna derecha y volvía a sujetarse al cinturón por detrás dándole un toque más personal y moderno a su soberbio conjunto. La camisa era de un perfecto y brillante blanco, adornada por una corbata gris oscura y acompañada por un chaleco de un color gris claro. Las mangas de su camisa estaban un poco dobladas hacia arriba dejando al descubierto el reloj plateado que descansaba sobre su muñeca izquierda. Neji había decidido ponerse algo menos formal, para demostrarle a Tenten que él había cambiado de verdad, y ese era un símbolo para señalarlo.

Shikamaru había optado por ser más formal y tradicional, se vistió con unos pantalones negros, una camisa blanca adornada con una corbata roja. Sobre la camisa llevaba una chaqueta negra en la que lucía un pañuelo blanco con una rosa roja, en el bolsillo derecho del pecho.

Lee como siempre fiel al color verde se vistió con unos pantalones color verde botella, los acompañó con una camisa de un suave color verde claro y una corbata del mismo color que los pantalones. También se decidió por llevar una chaqueta del famoso color, pero más tarde la desechó por provocarle demasiado calor y recargar demasiado el conjunto dándole más importancia de la necesaria al color verde, motivo y esencia del conjunto.

Los chicos se contemplaron entre si, mirando con orgullo y satisfacción lo bien que habían quedado para lo que les esperaba. Y entonces lograron sentir los pasos cercanos de las chicas, que llegaban a ellas entre risas divertidas y comentarios alegres. Babas y bocas abiertas era lo que mejor podría describir como se quedaron los chicos al contemplar la llegada de las chicas.

Ino que dirigía el grupo vestía con un delicado vestido de seda de un tenue color azul claro largo por las rodillas y adornado con pedrería azulada por dejado del pecho. El traje era de tirantes y dejaba al descubierto la espalda de la joven. Su cuello estaba adornado con un collar plateado con un gran corazón de diamante de color azul. Su cabello caía suelto y liso por su espalda delicadamente.

Detrás de Ino se presentaba una segura Sakura con un despampanante vestido rojo largo hasta los pies. Era un traje de tela fina y vaporosa en varias capas, y eso ocasionaba una sensación de mucho vuelo en la falda. Su larga cabellera estaba recogida en una cola alta dejando únicamente algunos mechones sueltos dándole así un toque más moderno al peinado. Pocas joyas adornaba a Sakura que había decidido optar por la simplicidad y no por la ampulosidad. Solamente lucía unos pendientes largos de motivos rojos al igual que el brazalete de su muñeca izquierda.

Tente se había decidido por causar impacto en neji, así que se atrevió con una ajustad y escotado vestido verde de tirantes por la rodilla con un estampado de pedrería dorada en los bajos de la falda. Las sandalias que acompañaban al conjunto era de color plateado con pedrería dorada, que combinaba a ala perfección con la gran cantidad de brazaletes que adornaban ambas muñecas.

Temari también se había decidido a impactar en Shikamaru, pero esto siempre formaba parte de su estilo. La rubia se había decidido por un impresionante vestido negro largo hasta lo pies con una provocadora obertura en la pierna derecha. Sin mangas ni tirantes marcaba todavía más la espectacular y envidiable silueta de la kunoichi de la arena. En su cintura había colocado grácilmente un cinturón plateado que combinaba a la perfección con el broche que recogía delicadamente su melena rubia.

Y por último, Hinata Hyuuga que cerraba el grupo de chicas se había decidido por un estilo más discreto que sus compañeras, pero al igual que ellas deslumbraba con una belleza fuerza de lo normal. Lucía un hermoso vestido azul marino por la rodilla, bastante ancho y con un grácil e infantil vuelo en la falda. La chaqueta torera blanca que llevaba acentuaba todavía más este aspecto infantil e ingenuo de la muchacha, pero era el grácil lazo blanco de su melena azulada la que completaba esa sensación.

- Bueno ¿estáis listos? – preguntó Ino sonriendo a sus compañeros – Pues entonces preparaos porque esto va a ser inolvidable – añadió.

Ino y Kiba se situaron ante la puerta que dirigía hacia el patio exterior de la academia y la abrieron dejando más que boquiabiertos a los ninjas que no se esperaban siquiera a imaginar en sus mejores sueños una fiesta de tal calibre. Agradecimiento e incredulidad recorrían los cuerpos de aquellos jóvenes que ni de lejos se imaginaban como iba a terminar aquella noche llena de sorpresas y elegancia.




Espero que os haya gustado.
Puede que alguien os haya resultado el capi aburrido o insignificante, pero es la introducción para lo que vendrá después así que comprendedme.
¿Que pasará en esa fiesta?
Todo esto y mucho más en el siguiente capi.
Cuidaos
Adioooooooooós

 

Re: Todo empezó en un balneario (¿Naruhina? ¿Nejiten? ¿Shikatema?...)

Hoooooooooooooolaaaaaaaaaaaaa
Vengo aquí con otro capi, pero este capi es un poco especial. Aparecerá un personaje inventado por mi, pero que lo quiero tanto que lo siento ya como uno más de Naruto. Este personaje ya aparece en EL renacer de la villa de las sombras, mi otro fanfic así que no os extrañeis los que leeis aquel ff también.
Este capi quiero dedicarselo a Blackrose18 que se que me lee aunque no postee.
Allá voy


Cap. 35 Irremediablemente solo: 5 parejas y Lee


Los chicos y las chicas entraron dentro del patio exterior aun con los ojos abiertos como platos por la impresión. Las luces, los adornos, la música, todo daba una sensación de intimidad y romanticismo digna de alabar. Sus corazones latían con fuerza, nerviosos tal vez por las vivencias que podrían transcurrir en una noche tan especial. Pero no todos vivían la fiesta con la misma intensidad.

Lee, se sentía fuera de lugar, aquella fiesta había sido para creada para el disfrute de las parejas, y él, solo era uno. El gran amor de su vida se marchaba de él en manos de Neji. Puede que hubiese admitido que no le importaba mientras ella aun se acordara de él aunque fuera solo como un amigo, pero no podía evitar sentirse irremediablemente solo. Parecía que hubiese una barrera entre sus compañeros y él y eso le dolía demasiado, aunque tras su sonrisa forzada todo quedase oculto a los ojos de sus compañeros, pero sus ojos no mentían, no podían mentir, y eso no pasó desapercibido para cierta kunoichi.

*+​

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Tenten, sumergida en la magia del baile, no se percató en un inicio de las emociones nostálgicas que desbordaban a la bestia verde. Sus grandes ojos color chocolates viajaban de aquí para allá grabando en su memoria la belleza del lugar cuando de repente se cruzaron con unos grandes y redondos ojos negros sin brillo alguno, que reflejaban una mirada llena de dolor. Buscó de nuevo encontrarse con esa mirada, pero unos ojos perlados se interpusieron en su búsqueda atrapando por completo su atención.

Una mano en su cintura, atrapó a la kunoichi entre los brazos del imponente Hyuuga y sin darle opción a reaccionar la atrapó en un beso salvaje y exigente. Las manos de Tenten se agarraron a la camisa de él intentando alejarlo, necesitaba encontrar al dueño de aquella triste mirada, pero Neji demasiado deseoso de su amada no la dejó marchar y la apretó más fuerte contra su cuerpo. Tenten dejó de resistirse, su cuerpo le pedía a gritos que lo correspondiera.

La pasión de su beso fue disminuyendo al mismo ritmo que la falta de aire se hacía presente. Ambos enamorados se separaron, y como siempre ella lucía un bello y tímido sonrojo sobre sus mejillas, mientras que Neji mostraba una sonrisa de medio lado por el sonrojo de su amada, pues sabía que él era el único que le provocaba esa sensación a la kunoichi.

- ¿Qué te pasa Neji? Tú no eres así – le preguntó ella con mano sobre el pecho, como si así pudiera calamar su agitada respiración.

- Corrijo, no era así. Además con ese vestido no me he podido resistir – respondió guiñándole un ojo pícaramente.

- No me digas esas cosas, que me da vergüenza – dijo ella tapándose el rostro completamente sonrojada.

- Si prefieres vuelvo a ser el cubito de hielo – le chantajeó él poniéndose serio y adoptando de nuevo su pose de genio Hyuuga.

- Eso sí que no – respondió ella sonriendo.

Sus ojos se encontraron un solo instante con aquella mirada nostálgica y su corazón se encogió cuando comprobó que pertenecían a su compañero de equipo Rock Lee. La bella sonrisa que había acompañado a Tenten desde el inicio de la velada, desapareció en aquel instante. La bestia verde se percató del cambio de actitud de la kunoichi y esbozó una falsa sonrisa para despreocuparla, pero fue demasiado tarde, Tenten ya se había percatado de su sufrimiento.

La muchacha se separó de Neji y emprendió el camino para reunirse con la bestia verde, pero el joven Hyuuga haciendo una demostración de su enardecida celosía la agarró del brazo acercándola de nuevo a su pecho, para luego abrazarla de manera posesiva y besarla sin freno. Esta vez Tenten si pudo soltarse de Neji y lo miró con incredulidad.

- ¿Neji qué te pasa? ¿No ves que Lee me necesita? – le preguntó.

- Hmp, vete si quieres – espetó secamente el Hyuuga.

- No me lo puedo creer, Neji Hyuuga nunca dejarás de sorprenderme – dijo ella enfadada alejándose de él.

La chica de los ojos color chocolate buscó entre el gentío a su amigo Lee, pero parecía estar desaparecido. Siguió buscando por todos lados hasta que lo encontró en uno de los balcones que daban al exterior, pero no estaba solo.

- Parece que ya no me necesita – se dijo a si misma.

- Pues yo si te necesito – le susurró una voz en el oído mientras su cintura era atrapada por un pálido brazo masculino – Necesito que me perdones.

Tenten pudo notar como su cuerpo era atraído hacia el torso musculoso de su acompañante, que la abrazaba fuertemente por la espalda mientras el suave contacto de unos labios se deslizaba por su cuello. El sonrojo no tardó en apoderarse de su rostro, pero incluso así no iba a perdonar a Neji tan fácilmente.

- Neji Hyuuga ni te creas que te perdonaré tan fácilmente – dijo duramente la kunoichi aunque por dentro se derretía por los besos del joven.

- ¿Qué tengo que hacer para que me perdones? Soy capaz de hacer cualquier cosa… cualquiera – le susurró en el oído haciendo que el cuerpo entero de Tenten temblara entre los brazos de Neji.

- Neji ¿por qué me haces esto? – preguntó ella sintiendo que de un momento se iba a evaporar como él siguiera haciendo que subiera su temperatura corporal.

- Porque es tu destino – dijo él misteriosamente.

- ¿Mi destino? – repitió ella incrédula.

Neji deshizo el abrazo y sujetándola de un brazo la giró para que quedaran los dos mirándose a los ojos. La sujetó por la barbilla y la obligó a que lo enfrentara a los ojos.

- Tu destino es quererme a mi lo mismo que yo te quiero a ti – dijo para volver a besarla, pero esta vez mucho más considerado, no tan violento ni posesivo, simplemente lleno de amor.

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Lee hastiado de ser un mero observador del amor que todas las parejas se profesaban salió al balcón, para dejar de ser testigo de su soledad manifiesta y empezar a ser el observador de la belleza de la naturaleza que se divisaba por aquel pequeño balcón. El dulce cielo estrellado acompañaba a Lee en su soledad mientras amargas lágrimas se escabullían por sus ojos negros. Pareciera que siempre estuviera condenado al fracaso ¿para que tanta lucha? ¿para qué tanta confianza? ¿para qué tanto elogio a la juventud? ¿para qué todo su esfuerzo si siempre acababa solo, siempre eran las 5 parejas y él.

¿Tal vez fuera su atuendo, su peinado, sus ojos o sus cejas las culpables de su soledad? ¿Sería quizás su extravagante personalidad? Lee sabía que podía cambiar muchas de aquellos posibles causante de su situación, pero ¿valía la pena? Debía transformar su personalidad para gustar a los demás y eso jamás iba a hacerlo pues solo se estaría mintiendo a si mismo.

Suspiró resignado, no había nada que hacer. Quizás debía esperar a que apareciera en su vida su media naranja o acostumbrarse a esa soledad…

- Lee anímate, no me gusta verte triste

Una voz femenina había irrumpido el bucle de pensamientos de la bestia verde. Éste algo sobresaltado por la irrupción buscó a su alrededor a la dueña de aquella dulce voz. Grande fue su sorpresa cuando se encontró a su lado a una bella chica de cabello castaño oscuro. La mirada castaña clara de ella tranquilizó por completo al shinobi, y su dulce sonrisa derritió su adolorido corazón. La muchacha tenía un bella figura enmarcada en un bello vestido blanco por la rodilla con un estampado de color verde en los bajos de la falda. El cinturón que rodeaba su cintura era de un bello color verde al igual que los complementos que lucía tanto en su pelo como en sus muñecas. La muchacha irradiaba belleza y simpatía por todos sus poros.

Lee ante la visión de semejante diosa se sonrojó de sobremanera olvidando por completo todas las preocupaciones que lo habían avasallado desde el principio de la velada.

La última lágrima que se desprendía de sus redondos ojos fue secada inmediatamente por la pálida y fina mano de ella. Una vez el rostro de Lee estuvo seco de sus lágrimas la muchacha posó su mano sobre la mano de él y lo miró con una sonrisa.

- La vida es dura, pero tenemos que ver el lado positivo – le dijo ella.

- ¿Y si no hay un lado positivo? – preguntó él desviando la mira para no sonrojarse más.

- Siempre lo hay – expresó ella con confianza.

- ¿Y si yo no soy capaz de encontrarlo? – cuestionó Lee bajando la mirada.

La mano de ella abandonó la de Lee y se deslizó por le rostro de la bestia verde tan delicadamente como si una pluma se tratase logrando así que toda la sangre del cuerpo del muchacho se posara en su rostro.

Con la misma delicadeza la mano de la muchacha tomó de la barbilla al muchacho y lo obligó a que la mirara a la cara.

- Si tú no encuentras ese lado positivo no te preocupes, siempre habrá alguien dispuesto a mostrártelo – afirmó con la sinceridad reflejada en su mirada.

La bestia verde parecía haberse quedado congelado, casi no parpadeaba, sus músculos no se inmutaban, sus palabras no salían, todo él se había bloqueado por semejante belleza.

- ¿Quién eres? – atinó a preguntar.

- Soy Youko – respondió a la par que le brindaba otra sonrisa.

- Yo creía que eras un ángel caído de cielo – dijo Lee recobrando su sonrisa alzando su pulgar como era habitual en su pose.

Youko rió satisfecha, por fin había logrado devolverle a Lee su espíritu. La muchacha llevaba mucho tiempo animando a Lee desde las sombras, deseosa de hablar con él, pero aguardando al momento adecuado para hacerlo y cuando por fin había llegado ese momento las cosas no podían haber ido mejor. Estaba tan feliz que esperaba no olvidar jamás aquel momento.

- Youko ¿te gustaría ir a bailar conmigo? - preguntó Lee con un sonrojo sobre sus mejillas.

- Para mí será todo un honor – aceptó ella.

Lee se avanzó a la muchacha y empezó a andar decidido hacia la pista de baile, pero ella lo agarró del brazo impidiendo que avanzara.

- Antes de ir a bailar deberías arreglarte – le aconsejó ella sin borrar su sonrisa.

- ¿Eh? – preguntó el sin comprender.

Youko le hizo una seña con la cabeza y éste se percató de que tenía la corbata medio desanudada. Ya no recordaba que un intento de no asfixiarse por todas sus preocupaciones había querido liberar su cuello de la prisión que le suponía la corbata.

La bestia verde intentó colocarla de nuevo en su posición original, pero solo logró dejarla en peor estado así que miró a Youko con ojitos de cachorro para que ella solucionara su problema. Ella con una risita divertida se acercó a él dispuesta a anudarle la corbata.

Lee no entendía si era producto de la cercanía de la muchacha, del perfume que inundó sus pulmones, de notar el aliento de ella chocar de pleno en su cara, de la belleza sobrehumana que emanaba de ella o del romanticismo que se aspiraba en el ambiente, pero en aquel instante mientras ella concentraba su atención en anudarle bien la corbata, a Lee le habían entrado unas ganas inmensas de besarla.

Y cuando quiso darse cuenta sus brazos habían rodeado la cintura de la muchacha arrimándola a su musculoso cuerpo. Sus ojos abiertos por la impresión y aquel bello sonrojo sobre sus pálidas mejillas la hicieron ver todavía más irresistible a los ojos de Lee que no pudo resistirse y la besó. Sus labios se movían en un ritmo tranquilo, dulce, cariñoso, especial,… como Lee.

Las manos de Youko en un principio estaban tensas, apretando por la repentina impresión la corbata verde que sujetaba entre sus manos. A medida que Lee fue profundizando el beso ella dejó caer la corbata al suelo y se abrazó al cuello de la bestia verde. Definitivamente aquel iba a ser el mejor día de su vida.



Espero que os haya gustado.
El próximo capi seguramente sea el último, aunque tal vez quede otro capítulo más.
¿Qué pasará con el resto de parejas?
Todo esto y mucho más en la siguiente conti.
Cuidaos
Adiooooooooooós