Ahhhh hola Dark he vuelto wujuuuu!! jajajaja Me encantaron todos los capitulos son tan lindos y me encanta la pareja de Elric y Clau XD que bellos! Me encanto esta parte XD: En cada callejuela sin gente eran dos minutos de beso. Minutos que se me pasaban como segundos. Pero no solo era como el me besaba ( que por cierto , me gustaba mucho) si no todo lo que me decía con cada uno de ellos. O lo que yo quería interpretar con ellos. Un beso normal era un te quiero. Cuando me mordía el labio de abajo , era un no te vayas , y cuando me pasaba la mano por la cintura y me juntaba con él era un te deseo aquí y ahora. El lenguaje corporal es el único que no depende de un código de entendimiento. Con él se pueden expresar muchas cosas y se pueden entender muchas otras. La clave es llegar a conocer a la persona con quien quieres comunicarte de esta forma , para que el uso de esta forma de expresión tenga éxito. Muy profunda y linda *sonrojada*. ah y esta también: —¡Clau! —¿Qué? —Te quiero. En fin espero la conti, me avisas ! Un beso , chau XD
Ya se que dije que el 12 actualizaba...pero no os lo vais a creer Un.n ese día no tenía internet y ayer la conexión me iba muy mal, así que aquí está...con retraso, pero ya sabeis lo que dicen no " Mas vale tarde, que nunca " Bien, en este capítulo es cuando las cosas se empiezan a torcer....ya os avisé. Que disfruteis =) Capítulo 9: La tormenta Llegué a casa como una burbuja flotando en el aire, tenia la sensación de que nada podría explotar esa burbuja que se había vuelto mi nuevo mundo, un mundo que empecé a construir para Clau y para mí. Pero lo que yo no sabía, es que era una burbuja inestable, que a parte de cariño y mimo para sobrevivir, necesitaba un factor fundamental, que hubiera impedido que la burbuja explotara. La confianza. Llegué a casa, ya era muy tarde, pero estaba inspirado, necesitaba seguir con la historia. Sin que me hubiera dado cuenta, todo lo que escribía se refería a Clau y a mí. A la mañana siguiente me levanté, de nuevo me había quedado dormido frente al ordenador y de forma cómica, llenando las teclas de babas y pelos de mi cabello. Como todas las mañanas, me aseo y bajo a desayunar. Hasta que escucho el timbre. —Buenos días, ¡¡Sorpresa!! — No me podía creer que Elisabeth estuviera en el porche de mi casa. —Eli...bu..buenos días — Parpadee dos veces. —¿No me vas a dejar entrar? — Elisabeth estaba nerviosa, noté que tenía algo entre las manos — He traído churros, ¿me dejas pasar? —Si...claro, lo siento. Me estaba comportando de una forma un poco estúpida, debía de afirmar que hasta yo estaba nervioso. Era la primera vez en años, que Elisabeth venía a casa. —¿Quieres café? — pregunté, pero me asombró ver que aunque habían pasado los años, mi pequeña amiga no había perdido la confianza. Ella sólita estaba preparando dos cafés y un plato para los churros. — Adelante, estas en tu casa – bromee riéndome. Pero ella no se rió. Soltó un suspiro muy largo mientras se quedaba con la cuchara metida en el café dándole vueltas constantemente. Se había quedado en shock. —¿Te pasa algo? — pregunté dejando los churros encima de la mesa y acercándome a ella. La sujeté de los hombros e hice que me mirara. —Elric...yo.... — Sus ojos estaban húmedos. Me asombró ver a Eli así. —¿Que te pasa?, sabes que puedes contármelo. Elisabeth se mordió el labio inferior y me miró a los ojos. Por un momento me recordó la noche pasada con Clau, en la puerta del hotel. —Necesito...pedirte un favor...uno muy gordo, si me dices que no, lo entenderé, no quiero abusar de tu hospitalidad...eres mi amigo...y...yo.... —Ve al grano por favor, me estas asustando — La corté, estaba empezando a desvariar y yo ansiaba saber que la estaba pasando. Pero se puso mas nerviosa y empezó a llorar. Se abrazó a mi con fuerza y descargó toda su pena encima de mi hombro. —Me ha echado... — Susurró. —¿Quien? —Mi amiga...me ha echado de su casa, para que su novio se fuera a vivir con ella...no tengo trabajo...no tengo a donde ir... Y eso, me tocó el corazón. La abracé con fuerza y respire hondo, después de todo no era tan grave...o eso pensé yo en ese momento. —Eli — Hice que me mirara a los ojos. — Estas en tu casa, puedes quedarte tanto tiempo que desees, y lo sabes — La sonreí haciendo que parara de llorar. —Muchas gracias Elric, te prometo no ser una molestia y si lo soy, echame. —Deja de decir estupideces, y anda, desayunemos ¿Donde tienes las maletas? Quiero decir...¿donde están tus cosas? —En casa de Joanna, la he dicho que esta tarde pasaría a por ellas, que iría lo mas pronto posible y que tuviera paciencia. —Pues esta tarde iremos, cogeremos mi coche, que llevo tiempo sin cogerlo, espero que la batería arranque – Reí. No podía disimular la felicidad que tenía. Hacía tiempo que no sonreía tanto, hasta Mai se estaba asustando un poco. —Esta bien, haber querida, cuando yo empiece a dar palmadas, tu tienes que copiarme, pero sin sonreir como una quinceañera enamorada, ¿Me has entendido? — Tania estaba perdiendo la paciencia conmigo, era normal, no paraba de equivocarme. —Lo siento...deberás, lo haré bien, lo prometo — Me coloqué bien la correa del bajo y Ale nos indicó el ritmo de la siguiente canción. —Es tu turno hermana, haz que Wisconsin salte por los aires — Indicó Tania sonriendo a su hermana. Roxanne empezó arpegiando con el teclado, de pronto Mai se la unió en la misma escala. Era una buena intro, “Never Back Down” así se titulaba nuestro nuevo éxito, una canción que haria moverse hasta a los muertos. Yo seguí el ritmo de Ale y juntas empezamos con la canción, hasta que empezó a cantar Tania y Mai a Capella. Por el momento solo se escuchaba mi bajo y sus voces. Un redoble de Ale indico a Roxanne su aparición, dos acordes de Tania y todo se volvió en silencio. —¿Que ha pasado? — preguntó Kirck desde el escenario. —Un fallo en el sonido — Dijo uno de los asistentes. —Espero que eso no ocurra por la noche — Advirtió con su carraspada voz. —Descuide lo arreglaremos — Uno de los asistentes saltó al escenario y reviso los cables. —Se acerca tormenta... — Susurré mirando al horizonte, donde se veía un cumulo de nubes negrizcas con tonos grises, acercándose amenazante al condado de Madisson. Todavía faltaba 6 horas para el concierto. Después de desayunar Elisabeth y yo salimos al garaje, donde tenía guardado mi coche, un Audi A4 Advance del 2001, 153CV motor 2.0, vamos, una preciosidad. —¿Porque nunca lo usas? — Me preguntó Eli mirándome. — Con esto ligarías seguro. —El gasoi esta siendo mas caro últimamente, además, casi no salgo, y cuando salgo voy en autobús que es mas barato o en el coche de Davids — Le di un argumento que no me podía denegar. —Bueno..en eso tienes razón — Me sacó la lengua de forma divertida. —Vamos sube, intentaré arrancarlo. Le dí al contacto y giré la llave, por un momento el coche se empezaba a ahogar, pero al fin un estruendoso sonido me dio la señal, había arrancado. Miré la aguja del gasoi, tenía medio deposito, suficiente para ir y bajar. —En marcha pues. —¿Te acuerdas de como se conducía? — me preguntó asustada poniendose el cinturón. —Pequeña, antes de que me volviera un adicto a mi trabajo, yo era el rey del monte Madisson, nadie me adelantaba por esa carretera — Le pegué un fuerte pisotón soltando el embrague poniendo el coche a dos ruedas y cerrando el portón del garaje con el mando a distancia. Por un momento asusté a Elisabeth. Me hizo un poco de gracia, pero en seguida la puse el disco de “Dire Straits”, su grupo preferido y empezamos a conmemorar situaciones con algunas canciones. —¿Te acuerdas? Con "Money for nothing" hicimos los deberes de sintaxis una vez — Mientras sonaba Elisabeth hacía “Air guitar” algo que me hizo mucha gracia – Siempre quise tocar la guitarra – Me confesó, aunque eso yo ya lo sabía – Si no fuera por las insistencias de mi padre, en que la guitarra no me haría ningún bien, ¿Que sabría ese gordo seboso? —Mira el lado bueno Eli, pronto serás una gran científica, ganarás mucha pasta y podras comprarte la Les Paul Custom Black Beauty que tanto ansiabas – Reí haciendo que ella también se riera, cuantas noches soñamos con tocar esa guitarra. Hablar de grupos e instrumentos me hizo acordarme de un detalle que la olvidé mencionar. Quizás no era el momento adecuado. —Por cierto, ¿adivina quien ha vuelto a renacer de sus cenizas? — pregunté de forma divertida y bajando el sonido de “money for nothing”. —¿El ave fénix? ¿Ikki? — empezó a nombrar al caballero del fénix en la serie que veíamos en nuestra infancia “Saint Seiya”. —Jajaja, a parte — Sonreí mirándola, ella me devolvió la sonrisa y me sujetó de la mano. Fue un acto que no me esperaba, empezó a acariciarme la mano, eso me descolocó de mi sitio y me fijé en un obstáculo, frené rápidamente y pisé el embrague para no calar el coche. —¿Que ha pasado? — Me preguntó asustada. —No lo se, habrá sido un ciervo o algo. Respiré hondo y puse punto muerto. Ya estábamos casi en la ciudad, pero antes de seguir tenía que relajarme. —Elric...yo, necesito decirte algo — Comenzó de nuevo a sujetar mi mano y a acariciarla — Muchas gracias por ayudarme con esto y por dejarme vivir contigo... —¡Para eso están los amigos! — Levanté la voz de forma exagerada, me estaba dando cuenta de algo que no me gustaba...tal vez fuera mi imaginación y estaba construyendo castillos en el aire. —Claro — me sonrió, de forma sincera...si, era mi imaginación ¿Por que de repente la iba a gustar? Siempre habíamos sido amigos y siempre me había apoyado con lo de...Nai. —Bueno, ahora un poco de “Sultans of swing” querida. — la guiñé un ojo y puse la canción mientras reanudaba el camino. Enseguida llegamos a la casa de su ex-compañera de piso. Me pidió que me quedara en el coche, que no tardaría. Y así fué, aunque me alertó ver que no tenía las maletas. —¿Que pasa? — pregunté extrañado, ella suspiró y se acercó a la ventanilla. —Joanna se siente mal, dice que no podemos terminar así de mal, así que va a preparar una comida para los cuatro, para que no haya malos entendidos... —¿Sabe que estoy aquí? — pregunté alertado. —Si...y su novio también. Suspiré y aparqué el coche, por suerte tenía sitio. —Por cierto...un detalle importante antes de entrar — me dijo en la puerta de la casa, aun que esta se abrió de golpe. —Que alegría conocer por fín al novio de Elisabeth, pasa pasa, estas en tu casa Elric. ¿Un detalle que se le olvidó mencionar? En ese momento desee que me cayera un rallo encima. Eran las seis de la tarde. Estaba en mi cuarto escuchando música y con el teléfono móvil en la mano. Ya era el cuarto toque que le daba a Elric y el segundo mensaje que le escribía. No quería ser pesada, pero me resultaba raro que no me respondiera. En mi Ipod sonaba “Your love is a lie” de Simple plan, ya se que no era la mejor canción para escuchar, pero lo tenía en aleatorio, y esa canción me estaba haciendo pensar. —Elric..maldita sea... Me quité los cascos de golpe y los tiré sobre el armario. —¿Que te pasa? — Joder, no me acordaba que Mai estaba conmigo, tumbada en la otra cama. —Nada...que va a llover y nos va a aguar el concierto — contesté de forma automática. —Ya, y yo me chupo el dedo. —Pues si, te lo chupas...y no solo el dedo. —Oye guarra, repite eso. Mai salto hacia mi cama y empezó a hacerme cosquillas, yo no me quedé atrás y me defendí con uñas y...dientes. —No muerdas puta. —No me provoques cerdaca. —Ahora si.. — respiró hondo y se colocó un poco su pelo desordenado — Cuéntame...¿Que te pasa? La conocía lo suficiente como para saber, que no iba a parar, hasta que la contara la verdad. —Elric...y yo... somos novios — Dije en un susurro agachando la cabeza. —Eso es....¡¡GENIAL!! — Saltó y me abrazó con fuerza — Me alegro mucho pequeña, supongo que te mudaras aquí...¿no? No había pensado en eso. Estoy en Madisson de gira con el grupo, ¿Que pasará cuando me vaya? ¿me voy o me quedaré aquí con el? No puedo obligarlo a que se venga conmigo a Nueva York, y el sabrá que no puede obligarme a que deje mi vida de Nueva York para venir aquí. —No...no lo se. Me sentí atrapada, de pronto me vino una bofetada de aire caliente, estaba sudando, necesitaba respirar urgentemente. Me estaba agobiando tanto, que me había subido la tensión de pronto. —¿Te sientes bien? — Mai me sujetó y me sacó hacia la ventana, la abrió de pronto. El aire era fresquito y podía respirar mejor, las nubes ya estaban casi sobre Madisson.—Esta noche me temo que tendremos un concierto aguado...tenías razón. —Rara vez me he equivocado...¿no? — Sonreí, solo para que se sintiera mejor. —Clau... Vimos el destello de un rayo al fondo. —Hoy tocaremos cueste lo que cueste, después del concierto, hablaremos sobre lo que haremos. Las dos sonreímos y nos abrazamos, juntas, podíamos con todo. La comida fue un verdadero quebradero de cabeza. Preguntas sobre ¿Cuando os casareis? ¿tenéis pensado tener hijos? —Elisabeth espero que me hagas la madrina... —Esperad — interrumpí, Elisabeth me miró con carita de cordero degollado — Quiero decir, esperad un momento, tengo que ir al lavabo. —La primera puerta a la izquierda — Me indicó Patrick, el novio de Joanna. Nada más entrar al lavabo me miré al espejo. Me sentí mal, nunca se me dio bien mentir y ahora...no le encontraba la lógica a la situación. Me mojé la cabeza varias veces. Necesitaba hablar con alguien. Tantee los bolsillos de mi pantalón varias veces...¿Donde estaba mi móvil? Mierda. Me lo dejé en casa, encima de la mesa de la cocina. Recordé que nada más bajar a desayunar le estaba escribiendo un mensaje a Clau, de buenos días. Pero la puerta me alertó, dejé el móvil encima de la encimera y lo olvidé durante todo el día. Llamaban a la puerta del baño. —¿Elric? ¿Estas bien? —Si un segundo...ahora salgo. Miré el reloj de muñeca, eran las 5 y media ya. ¿Y si me había llamado? Podía caber en la posibilidad. Abrí la puerta del baño, allí estaba Elisabeth esperando. —¿Estas bien cariño? — Miré al lado, Joanna estaba en el marco de la puerta con cara de preocupación y su novio Patrick detrás de ella abrazandola. —¿Te han sentado mal las empanadillas? — preguntó Patrick. —No tranquilo, sera... — Pensé, ya había mentido una vez, lo haré dos — Si...puede ser...me iré a casa a descansar si no os molesta. —Para nada, Eli, cuidale — Vi como Joanna le guiñaba un ojo y Eli se lo devolvía con una sonrisa. Pensaba ir solo, pero Elisabeth vivía conmigo desde hoy, así que se montó en el coche y conducí hacia casa. —Lo siento mucho Elric — Me volvió a coger de la mano — No era mi intención meterte en ese lio...¿Estas cabreado? —No tranquila — Solo estaba molesto, y así era, me sentía muy molesto. Me molestaba que me acariciara la mano, o eso pensaba yo, me gustaba, me relajaba. Dejé que siguiera haciéndolo. Solo me tenía que concentrar en conducir hasta casa, nada más. De pronto vimos un relámpago en el cielo y una cortina de agua que estaba apunto de descargar. —Tiene mala pinta — Me susurró. Miré el reloj, las 6 y media. De repente se puso a llover con bastante fuerza, era como si un huracán se hubiera formado en Wisconsin. —Así no podremos tocar — Dijo Kirck suspirando. Estábamos todas reunidas en la cafetería del hotel. —Aun que según la agencia estatal de meteorología, parará sobre las 21:00 y no habrá mas inclemencias meteorológicas. – Nos miró a todas, para calmarnos. Pude ver que Mai estaba mandando un sms a Davids. —Mai — susurré su nombre, esta se dio la vuelta rápidamente — ¿Puedes preguntarle si sabe algo de Elric? Ya no podía callármelo más, estaba muy preocupada y a la vez, decepcionada. Espero que ese oji verde tenga una buena excusa, por que sino, no se lo pienso perdonar. —Le estoy llamando y no me lo coge y parece que por ahí llueve mucho, tranquila, seguro que estan de camino y van con la música alta. Eso me tranquilizó por un momento. Pero una hora después, no sabíamos nada de Davids, ni de Elric. —¿Donde pueden estar estos zoquetes? — preguntaba Mai desesperada mandandole zumbidos al wassap y llamándole al móvil. —Chicas — llamaba Kirck desde la puerta — Nos vamos ¿Estáis listas? Mai y yo nos miramos, ambas preocupadas, pero no podíamos dejar que dos chicos que acabábamos de conocer, nos chafaran un concierto, íbamos a salir a darlo todo. La lluvia había escarpado. Llovía muy fuerte y la subida al pueblo estaba completamente embarrada, el coche no paraba de patinar y no sabía que hacer. —Vamos Audi, no me dejes aquí. — Por mucho que le pisara no subía y lo único que conseguía era quemar el motor. —Llueve mucho. — Se quejaba Elisabeth cuando un rayo cayó muy cerca — Dios, parece que el cielo esté cabreado. —Vamos....¡¡¡JODER!!! — Al final el coche se paró, pise el freno e intente volver a arrancarlo, pero parece ser que lo sobre calenté. Otro rayo cayó, esta vez más cerca que el anterior. —Tengo miedo Elric. — Elisabeth me sujeto del brazo con fuerza y se pego a mi. Sentía su respiración muy cerca. —Tranquila...en el coche estamos seguros. — La intenté tranquilizar. Pero me tenía que tranquilizar yo primero. De pronto, el coche empezó a moverse hacia atrás...la corriente de lodo y agua que se había formado en la carretera nos empujaba hacia atrás. —Oh...Dios mío. – pisé el freno a tope, pero nada sucedía. Intenté volver a arrancarlo para pisar el acelerador, pero nada...ahora si estaba asustado. —Elric...¡¡Elric!! tengo miedo,mucho miedo. — Elisabeth se abrazó a mi con fuerza. Desistí, no había nada que hacer...era el fín. Recordé la curva que había a 200 metros, por ahí caeríamos hacia abajo, una caída de unos 20 métros podía ser mortal. —Ponte el cinturón y agárrate con fuerza al tirador que tienes arriba. —Elisabeth no podía ponerse el cinturón, estaba paralizada. Me quité el mio y agarré con fuerza su cinturón, lo enganché y le cogí de la mano. Noté como el coche empezaba a caer...no me daba tiempo a enganchar el mío. —Todo saldrá bien — La sonreí y me beso. Por desgracia...ese fue el ultimo recuerdo que tuve, ese beso, lleno de sentimientos por parte de ella, lleno de amargura y desolación por parte mía. ________________________________________________________________________________ Salimos a tocar, Mai estaba mas alegre que antes, aunque yo seguía sintiendo ese sentimiento de rencor, furia y tristeza en mi interior. Pero lo hice bien. No vi a ningún amigo de Elric, aunque la lluvia no jodió nada del plan, el estadio se lleno hasta las trancas. No había ni un hueco libre, lleno total. Tocamos “Walk on the street”, Mai se equivocó un poco en el solo, quizás estuvo pensando en Davids en ese momento. Luego tocamos “Silly beer” después “Never back down” a partir de ahí las dos nos animamos más y hicimos una pelea entre ella y yo, mi bajo contra su guitarra, el público estalló. Luego seguimos con “The place in the shadows” en esta Roxanne se flipó ya que casí todo el tiempo era el teclado el que mandaba. “Reign in blood” siguió luego, ahí Ale y Mai guiaron el júbilo del concierto. “Love or die” fue la ultima, una que escribí hace tiempo y que me recordó mucho a Elric, aunque no fallé y supe mantener la compostura. El concierto fue todo un éxito, la gira habia finalizado y nosotros acabamos con “We are the champions “ de Queen, como tributo a una de las bandas mas famosas de todos los tiempos. —Enhorabuena chicas, habéis petado el estadio — Nos felicitó Kirck —Yo me voy que he quedado, nos veremos en 3 meses en Nueva York, disfrutar de las vacaciones. —Lo mismo te decimos viejo, disfruta —Mai le dio un abrazo, Kirck se pasó tocandola un pecho, lo que conllevo a una gran patada ahí abajo. Todas nos reimos y en esos momentos, olvidé a Elric un poco, más cuando Roxanne nos guió gracias a un chico, a una gran fiesta en un club “Alpacchino” así se llamaba y Mai y yo nos dejamos guiar y emborrachar por la música Reggaeton y el ambiente que había. —Por nosotras, para que nada, ni nadie, nos intente separar nunca —Dije en alto, brindando con unos chupitos de tequila, con mis mejores amigas. —¡¡Por nosotras!! Hasta aquí!! Seguro que teneis mil preguntas XDD preguntar preguntar...yo responderé =) Bueno, gracias por leer y a Kotomichinn y Yugao Mitarashi, por molestaros en comentar y por supuesto, lo que más me interesaba, en criticarme =) Tengo que avisaros que el final de esta historia está ya casi escrito, más pensado que escrito XD pero no os preocupeis, que aún falta mucho ;) Me despido hasta una nueva actualización, que será este sabado 17 si me dejais 2 comentarios =) DFA Próxima actualizción : 17 de Septiembre
Ahhhh Dark te quedó super este capitulo muy bueno. Tengo miles de preguntas en mi cabeza ¿que pasará con Elric y Elisabeth? yyy... cuando se entere Clau de que se besaron, ay no no no puedes dejarme con la duda!!!! adelanta el proximo capitulo porfisss!!!. Como siempre no tienes casi errores de ortografía y si tienes estoy segura de que Kotomichinn se encargara de corregir te XD. Bueno espero el proximo, estoy segura de que puedo convencerte de adelantarlo, pero si no por lo menos lo intenté jajajajaja. Un besote avisame el proximo, Saludos^^
Holis aquí una Koto-chinn reportándose... ¿Por qué tengo que ser yo la que corrija los errores? ¬¬U En fin comencemos con ellos... - Problemas con los guiones, aún te siguen fallando ¬¬U y veo que son los mismos errores que te he ido recalcando... Encontré algo sobre el guión largo así que te dejo el link espero que te sirva, por lo menos yo me di cuenta de mis errores y eran varios ¬¬U - Se te olvidaron acentuar algunas palabras, recuerda que cuando haces una pregunta las palabras: ¿qué?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde?... etc, van acentuadas. Creo que eso es todo, ya que a mi también me falta bastante por aprender ^v^ La historia... Esta muy genial, es que no puedo creer que la hayas dejado cortada ahí, ¿qué le pasará a Elric? y ¿por qué Elisabeth mintió de esa manera? que rabia y que coraje, no quiero que ellos se separen por culpa de ella <_< pero lo que más me intriga es si se salvará Elric o no T-T que angustia, me pregunto si Clau le va a creer después de esto... Esperando la continuación y gracias por avisarme ^v^ Nos leemos... Sayonara!! Koto-chinn
Actualizo un día antes ;) ¿Por qué? Fácil, por que me siento orgulloso de que en el mismo día que publiqué, recibí los dos comentarios que pedí =) Así que aquí teneis lo que queriais Disfrutarlo n.n Capítulo 10: La noticia Salimos del local de madrugada, Ale se había pillado una buena, Tania no podía echarla nada en cara, ya que ella iba incluso peor. Mai y yo eramos las únicas que solo teníamos el puntillo. Las guiamos hacia el hotel y las metimos en sus cuartos. Después llegamos al nuestro y nos tumbamos incluso con las ropas puestas, esperando que amaneciese pronto, para hacer las maletas e irnos del lugar. Lo habíamos decidido en el local, ellos jugaron con nosotras. Con las primeras luces del alba nos despertamos de nuestra cama. Mai volvió a renegar y a maldecir habernos dejado la persiana abierta, mientras que yo me volví a tapar con la almohada la cara. —Cierra la persiana, no son ni las siete de la mañana. —Su carraspada voz indicaba el grado del cansancio acumulado que tenía la joven guitarrista. —No puedo moverme —Objeté siendo presa del calorcito que daban las sabanas y como si el colchón fuera un imán, no me podía mover. —Joder Clau... —Mai a regañadientes y lanzando maldiciones por su boca, se levantó y bajó la dichosa persiana para que pudiéramos dormir unos minutos mas. Pero se ve, que una fuerza poderosa siempre nos impide dormir. —¡Chicas! ¡abrir la puerta! —aporrearon la puerta con insistencia del otro lado de la habitación. —¿Y ahora que pasa? —No me lo podía creer, pero era la que más cerca de la puerta estaba, así que me levanto con pereza y casi arrastrándome, giré el pomo de la puerta. — ¿Que pasa? —Siento despertaros a estas horas chicas, ¿esta aquí Roxanne con vosotras? Tania miró por toda la habitación, pero no había rastro de su hermana. Preocupada pregunté. —¿Qué pasa? —No está en el cuarto...y Alex no sabe tampoco donde está. Mai ya estaba levantada poniéndose una camiseta. —¿La has llamado por teléfono?—Preguntó Mai. —Me da apagado...—Susurró abatida. —Chicas hay que salir a buscarla. —Alex llegó al cuarto y se apoyó sobre el marco de la puerta. Me fijé que llevaba el pelo recogido en una coleta, se veia muy guapa. —Pues vayámonos – Dijo Mai levantándose de la cama, donde se estaba atando los cordones de las zapatillas. Ya que llegué y me acosté vestida, no tenía la necesidad de cambiarme, así que Mai cogió la llave de la puerta de la habitación y salimos a buscar a Roxanne. Pero mi cabeza solo podía pensar en cierto castaño ojiverde, que me dejó abandonada. Volví a mirar el móvil...ni una llamada, ni un mensaje. —Soy Davids —Dijé al llegar a la puerta, donde Thomas me abrió con cara de pocos amigos. —¿Qué quieres? —Me preguntó bostezando, me fijé que estaba en pijama con zapatillas de andar por casa. —¿Sabes donde se ha podido meter Elric? —Pregunté con preocupación, hacía un día que no sabía nada de el, y me resultaba raro que no estuviera en casa y no contestara el móvil. —No...no se nada de él...pero vamos, he estado ocupado con una obra en casa de un tío...tampoco me he preocupado por llamarle...¿Pasa algo Davids? Pegué un fuerte suspiro. Me recargué sobre el porche de Thomas mientras miraba como una mosca se limpiaba las patitas delanteras, me pareció más interesante, que mostrarle a Thomas mi preocupación por no saber nada de mi amigo castaño. —Contesta Jhonson...—Thomas me miró fijamente, no sabía por donde empezar...debe de ser que me vio muy aflígido, sino, no me habría invitado a pasar. —Pasa...te daré un café. Entré a la casa después que el. Cerré la puerta y entré al salón. Solamente había estado en esa casa dos veces, una para pagarle lo que le debía y la otra para recoger a Elric, cuando se quedó a ver un partido de baloncesto con el y su mujer. —¿Quieres leche? —Me preguntó entregándome la taza de café. —Así esta bien, gracias Thomas. —contesté cogiendo la cucharilla y dándole vueltas sin parar, mientras el se servía el azúcar y se sentaba enfrente de mí. —Es muy raro que vengas a mi casa, a las nueve de la mañana y me preguntes por Elric...en la cocina, le llamé por el móvil, y no me ha contestado...¿que esta pasando Davids? contesta de una vez maldita sea. — Dio un golpe en la mesa, haciendo que parara de mover la cucharilla y le mirara a los ojos. —Se ha derramado el café, sera mejor que vaya a por... —DAVIDS, CONTESTA JODER .— El grito de Thomas hizo que me detuviera y me quedara en el sitio, el quería respuestas, respuestas que ni yo tenía...solo divagaciones, estúpidas cada vez que las pensaba...no seria el chico más listo de Madisson, pero tampoco era tonto...y Thomas me trataba como si lo fuera. —Thomas...—suspiré profundamente. No estaba acostumbrado a mostrar mis sentimientos hacia nadie , y menos hacia un hombre que conocía muy poco. —Thomas... yo conozco a Elric desde que éramos crios. Te parecerá una tontería , pero para mi Elric no es el colega que utilizo para irme de copas o salir de fiesta. Con él , he vivido muchos momentos. Tanto buenos como malos , tanto suyos como míos... —¿Dónde quieres llegar Davids?—preguntó Thomas extrañado. Supongo que pensaría le iba a decir que era gay o algo parecido , más que nada por como me estaba expresando. Pasé por alto ese detalle , dejé de mostrarle mis sentimientos a ese hombre que por unos instantes fue mi confesor y le conté mis sospechas. —Creo que Elric se ha fugado con Clau. —¡¿Con esa bajista?! , por favor Davids , me habías asustado pensado que pasaba algo grave... —No me coge el teléfono desde hace un día , desde que se vió con ella... —Davids , sabes que Elric muchas veces no coge el teléfono , y menos a ti , que a veces te pones excesivamente pesado.—Dijo Thomas con tono medio burlón. —Esta vez es distinta , él estaba muy encaprichado con ella... ¿y si se ha ido sin decirme nada? ¿ y si no le vuelvo a ver...? —¡Amigo Davids! , a ti lo que te pasa es que estás viendo como Elric rehace su vida , y te estan entrando celos... —Para nada Thomas , sabes como lo ha pasado Elric con el tema del amor , y nadie se alegraría más que yo de que volviera a estar con alguien , pero me da miedo que vaya rápido y se choque contra un muro... No se si volvería a aguantar un mazazo en el campo sentimental. —Tranquilo chaval , Elric ya es mayorcito para saber como llevar su vida. —Si...si lo se...solo era eso...miedo. Thomas pegó un suspiro y se levantó, acto seguido cogió una foto de la estantería, donde estaba un castaño al lado de una chica morena con el pelo largo. Me tuve que restregar los ojos, pues por un momento pensé que era Elric y al lado Nai...pero un detalle me hizo ver que me equivocaba, el paisaje, era una montaña helada, y mi amigo nunca había estado en ninguna montaña, vamos, que yo supiera a ciencia cierta. —Asusta ¿eh? —Thomas miró la foto con nostalgia. — Elric me recuerda mucho a mi cuando tenía su edad. —suspiró de nuevo – Esta de aquí es mi hermana...la primera vez que vino Elric se quedo mirando fijamente la foto y me preguntó si mi hermana se llamaba Naila...cada vez que viene a casa, se posa aquí, al lado del mueble y mira la foto con unos ojos soñadores y vidriosos. En ese momento entendí el acto de mi amigo, al ver la foto. Era una copia casi exacta de Naila, pequeños detalles que no podrías apreciar, como su altura, su nariz regordeta o sus ojos, la hacían ver que no era Naila, ni una hermana gemela, ni siquiera un familiar. —Thomas... —Lo que te quiero decir amigo mio, es que si por alguna casual, Elric se ha ido con Clau...no te enfades con el, entiéndelo...ya es hora de que su tormenta se acabe y vea los rallos del sol, aquí en Wisconsin...solo envejecerá cada vez más y nunca encontrara la verdadera felicidad. Me quedé callado. Thomas decia la verdad, si ese era el camino que había elegido Elric, tenía que aceptarlo. —Gracias Thomas...por la charla, y por el café. — Me levanté para llevar la taza, pero el me detuvo. Puso su mano sobre mi hombro y me miró directamente a los ojos. —Aún me debes pasta amigo...espero que pagues tu deuda pronto. — sonreí nerviosamente mientras me miraba fijamente. —Fijate...justo aquí tengo tu dinero. — saqué la cartera y le di lo que le debía, en ese momento me abrió la puerta invitándome a salir de su casa. —Davids. — Me detuvo antes de salir por su porche. — Si sabes algo de Elric...por favor, avisame. Justo en ese momento, comprendí que detrás de esa mascara de frialdad que había utilizado Thomas, se encontraba una de preocupación por el paradero de su amigo y mi amigo Elric. —Serás el primero en enterarte de todo amigo, hasta luego. Me dirigí para casa, le volvería a llamar por teléfono. “Varón, 26 años, contusiones en brazo y hombro, dos costillas rotas y un posible traumatismo cranoencefálico debido al golpe” “¿Que le ha pasado Terry?” “Todo apunta a que se salió de la calzada, cuando subía por la carretera secundaria hacia el pueblo de Maddison, junto a él, iba esta chica, 26 años, contusiones en hombro y cadera, esta sedada, cuando llegamos, tenía un ataque de histeria y no se separaba de ese chico” “Ponerle 10 miligramos de...” “¡Doctor esta entrando en parada cardiorespiratoria” “¡Rápido el carro de paradas Terry, 2miligramos de adrenalina, 30% de carga...¡¡cargando!!” “Doctor no responde...” “Rápido, 40% de carga...¡¡cargando!!” —Lleven a la paciente a observación esta noche, mañana la daremos el alta. ¿Ha sido una pesadilla? Si es así...¿Porque no puedo despertarme? Me pesan mucho los parpados, no puedo levantarlos...tengo miedo...mucho miedo. Nunca me ha gustado la oscuridad, quiero ver la luz, aún que me ciegue, quiero sentir la calidez de la luz, solo así me siento protegida. ¿Donde esta Elric? El siempre me daba la mano cuando tenía miedo, nunca me la soltaba, el era mi luz...¿Donde está mi luz? —Elisabeth Harrison...¿Puede oírme? Escucho una voz, no la reconozco, aún sigo sin saber donde estoy, y donde esta Elric. Creo recordar que estábamos juntos en el coche, íbamos a nuestra casa...nuestra casa... —Elisabeth Harrison, soy el doctor Montenegro, ha sufrido un accidente de tráfico, pero no se preocupe, esta bien, sus constantes son normales, solo tiene el hombro dislocado y contusiones sin mucha importancia, necesito que me responda a unas preguntas, ya sabe, el papeleo aburrido obligatorio... No tengo ganas de hablar, solo quiero abrir los ojos, ver la luz y saber donde esta Elric... —Es usted Elisabeth Harrison ¿verdad?, asienta si es así. — Muevo la cabeza con mucha dificultad de arriba hacia abajo —Nació el 4 de Octubre de 1986. — Vuelvo a asentir. — Sus padres son Sandra Cooperman y Ricardo Harrison, divorciados ¿cierto? — Vuelvo a asentir, un poco mas despacio, no me gustaba recordar esos detalles de mi vida. — Vive en la calle Saint Friday Nº120 de Wisconsin ¿cierto? — Niego esta vez y por primera vez puedo vocalizar, pero solo me sale un nombre. —E...Elric... — Susurro, tengo la garganta tan seca del suero, que me pongo a toser bruscamente y empiezo a notar punzadas en las heridas y en el hombro. —Elric Thomas Tyler...¿ibas con el en el coche? — Me pregunta, de pronto noto que ya puedo abrir mis parpados, pero poco a poco, ya que la luz me hacía mucho daño. — ¿Ibas con el? El médico que tenía delante, ya le podía ver. Se acercó y con una linterna empezó a ver por dentro de mis ojos, dañándoles un poco más. —Si... — contesto con voz carraspada de nuevo. — Agua...por favor. —¡¡Tráiganme un vaso de agua!! — El médico se acercó a la puerta y gritó — Bien, Elisabeth, por favor, necesito saber unos datos más. — Asentí y el se volvió a sentar — ¿Recuerda algo del accidente de anoche? Intenté recordar y entonces volví a sentir el dolor en mis heridas. No pude evitar soltar una lágrima, aún más, cuando recordé todo en mi cabeza. Una enfermera llegó con el agua en un vaso de plástico, me lo acercó y me lo bebí de golpe. —Recuerdo... — Empecé, alertando al médico. —subíamos la carretera hacía Madisson, llovía mucho, recuerdo que Elric se preocupó cuando su coche se sobre calentó y no podía arrancarlo. Aún más se preocupó cuando el agua y el lodo nos empujaban hacía atrás, el hizo todo lo posible para acelerar, pero el coche no arrancaba. — paré de pronto, estaba llorando, lo noté al ver como caían gotas de mis ojos y chocaban contra la manta azul de la cama donde estaba medio tumbada. —Por favor...siga... —Elric...al ver que nos íbamos a salir de la carretera y a caernos por el barranco, se agarró al tirador y cerró los ojos, pero...yo...fui idiota — Volví a llorar, esta vez con toda la rabia que acumulaba en mi corazón. — Tenía el cinturón desabrochado, y con las prisas, los nervios, no podía abrochármelo...Elric se soltó de su cinturón, enganchó el mio...y nos caímos, no le dio tiempo a abrocharse el suyo por mi culpa...¡¡TODO POR MI CULPA!! — Lloré con fuerza, desgarrando las sabanas de la cama con mis uñas y mordiéndome el labio inferior con fuerza, las heridas me dolían...pero más me dolía saber que Elric no tuvo tiempo de abrocharse su cinturón... — ¿Que le ha pasado a él? —pregunté parando de llorar de pronto. —Elisabeth...como bien sabes...Elric no tuvo tiempo de abrocharse su cinturón y la caída fue dura, tanto que los bomberos estuvieron sacándolo de los amasijos de hierro, por fortuna tu solo sufriste heridas sin gravedad y ese hombro que tienes entablillado... —¿¡Que le ha pasado!? — Exigí, esta vez dando un golpe con el brazo bueno a la cama. —Por culpa del golpe fuerte sufrido en la cabeza...dos costillas rotas, el hombro dislocado y una pequeña perforación en el estomago, Elric Thomas Tyler entró en parada cardiorespiratoria a las 23:40 del día de ayer... — De pronto sentí como si mi mundo se cayera...estaba apunto de volver a llorar cuando volví a escuchar al doctor Montenegro. – Pero milagrósamente y gracias a las insistencias de los doctores Terry y Chase, Elric Thomas Tyler recuperó sus constancias vitales a las 23:43, dando muestras de las ganas que tiene de vivir...renació y ahora mismo...esta en estado de coma...nivel 2. —¿Que...que significado tiene eso de nivel 2? — pregunté preocupada. —En la escala de variedades de coma, el nivel 2 es el estado en el que el cuerpo no presenta ningún estimulo a una reacción, es como si estuviera dormido...y no se sabe cuando despertará, si mañana...o dentro de 30 años... Después de la charla con el doctor Montenegro, me armé de valor y me levanté de la cama. Con ayuda de una enfermera, acudí a la habitación donde mi luz...descansaba. Y ahí le pude ver...rodeado de cables y maquinas, para que su luz y su esperanza, no se apaguen ni nos abandone de este mundo. —Elric... — Le sujeté de la mano y no pude evitar llorar frente a el...sabiendo que no me sentiría ni me escucharía... —¿Sabes algo de una chica rubia, ojos azules de 19 años alta y con grandes pechos? —No pude evitar reírme ante la descripción que hacía Mai sobre Roxanne, sabía que no debía reírme, era un tema delicado y más para mi compañera y amiga Tania. —La encontraremos, no te preocupes. — sonreí para darla ánimos, pero debía ver, que no estaba para poder dar ánimos a nadie. —Lo siento señorita, no sabemos nada de esa chica con esa descripción. — Un transeúnte, al que habíamos parado para preguntar por nuestra amiga se disculpaba. —Gracias de nuevo. —Ya estoy harta, vayamos a la policía. – Tania se dio la vuelta y empezó a caminar rápidamente hacia el cuartel de la policía de Wisconsin. —¡Espera! — Mai la detuvo del hombro. —Me llaman por teléfono, puede ser ella. — Pero su cara cambió al ver el nombre de quien la llamaba, me miró y yo no pude evitar decir “Elric” pero ella negó aun que no pudo evitar sonreir. —¿Si? — Contestó con tono normal. — Ah...eres tu, ¿Que quieres? — Conocía a Mai, no se lo iba a poner fácil, pero mi insistencia pudo más conmigo. —Preguntale si sabe algo de Elric. — La dije preocupada. Alex se acercó a mi y me abrazó. —Tranquila pequeña, encontraremos a Roxanne y luego te ayudaremos a buscar a ese chico que te ha derretido tu pequeño y frio corazón. — Me besó en la mejilla y no pude evitar abrazarla de nuevo, Alex era una gran amiga, después de Mai. —Davids...estas...seguro... — Mai se tuvo que apoyar sobre una farola mientras su cara mostraba una expresión de horror. De pronto entré en pánico, no se si querría saber que es lo que estaba pasando, pero Alex lo noto y me abrazó más fuerte. —¿Que pasa? — pregunto Tania sin tacto ninguno, aun que la entendía, su hermana estaba desaparecida, yo estaba a punto de un colapso y Mai parecía que había visto un fantasma. —Esta bien Davids...mantenme a tanto por favor...Clau esta muy preocupada...otro para ti, chao... — Cuando colgó no pude evitar preguntar, aun que Tania se me volvió a adelantar, tal vez aún no me salían las palabras correctamente. —Cuéntame Mai...¿Que pasa? —Davids no sabe nada de Elric..es más...el se pensaba que os habíais fugado...y sobre ayer, tiene una excusa, no se si real...pero ahora lo importante es buscar a Roxanne y luego tu y yo – me apuntó con el dedo – nos iremos a buscar a tu romeo y a darle una patada en el culo al mio...¿Entendido? Estaba claro, Mai sabía como alegrarnos a todas. Era como nuestra jefa, no, más que eso, era como nuestra líder...una líder nata. —Oficina del Sherrif, la habla Amanda Walter ¿En que puedo ayudarle? —”Somos del hospital Clainton de Wisconsin, llamabamos por el accidente de ayer en la carretera secundaria subiendo a Maddison, a 7 millas, el coche siniestrado era un Audi A4 Sportback, del 99, conducía Elric Thomas Tyler y su acompañante Elisabeth Harrisón, ya tenemos el parte del siniestro, se lo estamos enviando ahora mismo por fax” —Perfecto, muchas gracias. —¿Quien era Amanda? — pregunté al salir de mi despacho, tenía una taza de café en la mano y mucho sueño, maldecí haberme tomado la noche libre y haber salido con Mikel al concierto de las renegadas y luego de copas. —Eran del hospital, por el accidente que hubo anoche a 7 millas de Madisson, en la subida, un coche se salió y cayó por el barranco. —Haber dejame ver. — cogí la hoja que salía por el fax y me puse a leer....el café se me cayó de la mano al leer el nombre del vehículo y aún más al leer el nombre de quien lo conducía...—Elric...no....puede ser. —¿Pasa algo señor? — Me preguntó Amanda preocupada, ya se había levantado de su sitio para limpiar y recoger la taza que había partido en añicos sin darme cuenta. —Tengo....que..hacer unas llamadas... — Cogí las llaves de mi coche particular y marqué con mi móvil, solo se me ocurrió un numero en ese momento. — ¿Comunicando? ¡¡Maldita seas Davids, nunca estás cuando te necesitamos y siempre estas cuando no, ¡mierda! — Entré al coche y marque otro numero. — ¡¡Matt!! ¿Donde estás?...esta bien, si...escucha...tengo una mala noticia amigo...necesito que vayas al hospital Clainton...nuestro amigo Elric esta allí, ha tenido un accidente anoche de camino a Madisson...esta bien, te veo allí amigo. Colgué el teléfono. Me asusté, ahora si que estaba realmente asustado...¿Donde estaba Elric? Podría haber aguantado que se hubiese fugado con Clau...pero...que nadie sepa nada de él. De repente me entra un mensaje, llamada perdida de Kevin...era raro que me llamase. De pronto sentí una fuerte presión en el pecho. Kevin era Sheriff de Madisson, lo que conlleva, que se entere de noticias antes que nosotros. ¿Y si le habían secuestrado? O peor...¡NO! —Kevin..soy Davids... —”Davids...amigo...voy camino al hospital de Clainton...Elric ha tenido un accidente...” Suspiré profundamente, por fin tenía noticias de el...no como hubiera querido... —”Davids...¿Me estas escuchando?, ve al hospital de Clainton, allí te veré” Colgué el teléfono. Aún no quería saber que le había pasado a mi amigo. Tenía miedo...mucho miedo. Me guardé el móvil en el pantalón y cogí las llaves del Land Rover, esta vez no me dejaría el móvil en casa, necesitaba contactar con Mai y con Clau...pero antes, necesitaba saber y ver por mi mismo, que le había pasado a mi amigo. No conducí muy rápido, pero si lo suficiente, como para llegar justo cuando Mathew aparcaba el coche y Kevin nos esperaba en la puerta del hospital. —Pasad... Se nos tenía que haber ocurrido antes. ¿Porque no se nos había ocurrido antes? Entramos al “Alpacchino”, el bar de copas donde estuvimos anoche, seguro que ahí encontrariamos algo. —¡¡Esta cerrado!! — Nos gritaron un hombre con gafas y pelo rubio afro. —Somos las músicas que estuvieron aquí anoche, venimos a preguntar por nuestra amiga, se llama Roxanne Blanc, 19 años, rubia ojos azules y buenas... —Ah, vuestra amiga se fue con mi primo anoche, creo que se dirigieron al Rock Night, ese bar de copas llenos de melenudos grasientos y música vomitiva. Agradecimos la respuesta del jefe y nos dirigimos al Rock Night, pero antes Tania necesitaba comer algo y las demás también, a mi no me cabía ni un trozo de comida. —Clau debes comer algo, si no , te desmayaras, y no creo que a Elric le guste verte así — Alex intentaba hacer que me comiera mi hamburguesa, pero en serio, en ese momento, no me apetecía, la miraba y se me revolvía el estomago. —Si Roxanne estuviera aquí, seguro que te diría, que estas embarazada y por eso no quieres comer — Tania intentó reírse de su anterior comentario, pero solo le salió una risa muy falsa. —Tranquila amiga, la encontraremos. — Mai apoyó su mano sobre ella y mediosonrió. —Vamos al Rock Night. Me levanté y vi como la habitación se movía. Me sujeté rápidamente en la mesa, por suerte, ninguna chica se dio cuenta. Respiré hondo y continué caminando al lado de Alex. —Fui a tirar los restos de mi hamburguesa. — Me excusé. —Querrás decir, tu hamburguesa entera. — Me regañó Mai, Ale la apoyó mirándome fijamente. —No me bastaba con tener una “mama” y ahora tengo “tres” — Suspiré hondo haciendo que las tres se rieran. Fuimos al Rock Night, vi como Javi estaba haciendo inventario, al igual que pasaba con el “Alpacchino”, el Rock Night también estaba cerrado. —Vaya, pero si son mis chicas favoritas .— Javi nos recibió con una sonrisa muy exagerada .— Pensaba que después del conciertazo de anoche, no os volvería a ver, sobre todo a ti. — Me dio un pequeño codazo, intente sonreír, pero me fue imposible. —Javi...estamos buscando a Roxanne, ¿recuerdas? La chica rubia de ojos azules y grandes pechos, muy sarcástica y provocativa...la que te armó una buena el otro día. — Explicaba Tania. —Si..se de quien me hablas, curiosamente ayer se pasó por aquí, se fue con un amigo mio, bueno amigo...un conocido, se llama Sergi Vierna, un tipo muy...”comebocas” se fantasea delante de toda chica diciendo que es el mejor guitarrista y el que mejor entiende de todo tipo de metal. — Vi como Javi suspiraba hondo. — Se donde vive...seguro que a estas horas...mejor no pensarlo, pero estará en casa fijo, yo os acompaño....le conozco, y no es un buen chico. Diciendo esas cosas solo hacia que nos preocupáramos más ¿Quien era ese Sergi? ¿Que le había podido hacer a Roxanne? Conocía a Roxanne muy bien, era una chica problemática, una “calientapoyas” de gran nivel. Solo se me podía ocurrir una imagen, el pobre de Sergi pidiendo clemencia mientras Roxanne le mantenía atado y haciendo que cumpliera con todas sus fantasias sexuales... —Tania... —la llamé y la miré sonriendo — Es Roxanne...tranquila. Tania correspondió mi sonrisa. —Bien chicas, pues os llevaré a casa de ese tio... El móvil de Mai sonó, esta vez reconoció el tono y el numero, era Davids. —¿Qué? — Esta vez el grito fue mas mayor que el que dio en la calle, eso me hizo preocuparme aún más. Busqué con la mirada a Alex, esta vez no me podía abrazar, estaba cerca de Javi y al lado de Tania. —Estamos en el Rock Night...aquí te esperamos y nos cuentas...no tardes por favor....y yo, chao. —Mai... — No me atrevía a mirarla. —Clau, no se nada, me ha dicho que esta en el hospital y que viene de camino, y que ahora nos cuenta... —¿Quien? — preguntó Javi mirándome. Necesité sentarme en una silla. —Elric... — Contestó Mai formando un silencio que se rompía con los suspiros de frustración de Javi, Tania, Alex y Mai.. Entramos en la sala, un médico nos acompañó hacia la UVI, allí vimos a nuestro amigo. —¿Que le ha pasado? — preguntó Kevin enseñando su placa, para que el discurso fuera breve, pero con todos los detalles. —....esta en coma y no se sabe cuando va a despertar. — Escuché lo último, ya que con todo el bullicio era imposible escuchar bien. —Joder...lo que le faltaba. — Mathew se sentó en una de las sillas de plástico y suspiró con fuerza. — Necesito un pitillo... —Yo...ahora vengo. – Salí para fuera y cogí el teléfono móvil, marqué el numero de Mai y esperé a que me diera tono. — Mai...esta en el hospital...ahora os cuento, ¿Donde estáis?...esta bien, os recojo allí, voy para allá. Esta vez conducí deprisa, necesitaba desahogarme con alguien y me pareció bien hacerlo con Mai y Clau, y así las ponía a día, que seguro que estaban muy preocupadas. —Lo siento Mai, pero yo quiero irme ya a ver a ese Sergi y preguntarle por mi hermana. — Tania estaba apunto de irse, cuando Javi la detuvo. —Espera...te acompaño, Clau, cuento contigo para que me cuentes todo lo que sepas del estado de mi amigo Elric... —Yo también voy. — Alex se acercó a mi y me dio un abrazo. — Mucho animo cariño, nosotras iremos a rescatar a Roxanne, nos vemos en el hotel. – Sonrió a Mai y se fue con Javi y Tania. —Ah...tomar. — Nos entregó las llaves del bar. — Al salir, cerrar bien. Nos guiño un ojo y salió por la puerta. La espera se nos hizo interminable, Mai no paraba de caminar por el bar, se notaba que estaba nerviosa y yo estaba muy mareada. De pronto tocaron fuerte el cristal de la puerta del bar, era Davids. Mai quitó el cerrojo y se abrazó a esta. —Cuéntanos...¿Que pasa? — pregunté a borde del llanto. —Davids... — Mai notó como este apretaba fuerte los puños y se mordía el labio inferior. —Elric...está en coma... Me levante de golpe y sentí como me caía....a un pozo vacío, frío y lleno de oscuridad. Me vi sola. Me ví sin un motivo por el que seguir. Me ví sin la inspiración tan fuerte que días antes me había hecho ser más persona y menos bajista. Cuando te ves en esa situación , no piensas en otra cosa que en caerte tú con él. Abrí los ojos en el coche de Davids. Íbamos a una velocidad bastante rápida. Por un momento no me acordaba de lo que pasaba. Mai estaba conmigo en la parte de atrás , agarrándome por la espalda y apoyando mi cara en su hombro. Tenía los ojos llorosos , por un mínimo instante no recordaba que pasaba. —¡Davids enserio, ve más despacio!— dijo Mai con tono de preocupación máxima. —Déjame por favor Mai , déjame…— -¿Qué pasa…?-—dije con tono de adormilada. —¡Clau! ¿Cómo estás? —¿Dónde vamos? Ví como Davids miraba a Mai por el espejo retrovisor del interior del coche. Mai miró por la ventana y agachó la mirada. —Clau , te desmayaste cuando estábamos en el Rock Night… Ahí recordé todo. Elric estaba en el hospital en coma. —Vamos hacia allí , ¿verdad?— pregunté con tono serio. —Sí claro. — dijo Davids. Me quedé mirando por la ventanilla. Noté como Mai me cogía la mano. No me acordaba si había llorado antes o no,-al parecer sí , porque tenía lo ojos llorosos - pero ahora no era el momento. Tenía que tener entereza , y tranquilizarme. O eso quería aparentar al menos. Llegamos al hospital de Madisson. Nos derivaron a la zona de la UVI. Habitación 352. Pasó primero Davids , y Mai. Yo me quedé en la puerta, no sabía si estaba preparada para verle lleno de tubos , con el suero y con esa maquinita que no para de sonar , pero que si deja de hacerlo se llevaría una vida y parte de la mía. Me armé de valor y entré. Vi algo que no entendí muy bien. Había una chica con collarín y un brazo escayolado cogiéndole la mano y llorando. Su llanto no era el típico llanto escandaloso , si no todo lo contrario. Al verla así , me di cuenta de que ella estaba en la misma , o en peor situación a nivel sentimental que yo. —¿Quién eres tú?— dijo Davids en tono autoritario — Antes no te vi... La chica le miró con cara triste y de culpabilidad. —Soy Elisabeth— dijo con la voz entrecortada. —¿De que conoces a Elric?—preguntó Mai , ya no con tono autoritario , si no de enfado. Davids la miró , con una cara de impresión inimaginable. Yo me limitaba a mirarle. Me derrumbé al verle tumbado en la camilla , con las vías puestas y con las pinzas para tomar la tensión colocadas en los extremos de los dedos. Tenía unas ganas de llorar terribles , estaba a punto de hacerlo. Pero , como con todo no era el momento. —Soy amiga suya desde que éramos pequeños y… bueno , íbamos juntos en el coche cuando pasó. —¿Qué ocurrió?— Preguntó Davids , como si fuera el poli bueno del interrogatorio de tercer grado. —Nos pilló la tormenta dentro del coche. Nos quedamos atrapados por el barro , cerca de un barranco de uno 10 metros de altura. Yo estaba asustada , Elric se levantó para tranquilizarme , quitándose el cinturón y poniéndomelo a mí. Cuando estaba aún sin sentarse , caímos al vacío. Yo salí prácticamente ilesa , porque él me puso el cinturón… La chica empezó a travarse. Estaba a punto de derrumbarse. Mai y Davids se miraron. Me miraron. Yo salí del cuarto sin decir nada. —Me voy con ella, — dijo Mai. —Mai , déjame esto a mi.— Le respondió Davids. –Creo que la voy a entender y saber ayudar. Mai le miró , y después de un segundo de duda , le asintió con la cabeza. Davids le dedicó una sonrisa cansada. —Además necesito a alguien que cuide de Elric.. y se que no hay nadie como tú… Ella sonrió. —En ningún aspecto.—Le susurró Davids al oído, Mai le beso. Y ese beso sonó a reconciliación , a futuro y a felicidad , pese a todo. Davids salió detrás mía. Me senté en el suelo , junto a la puerta de la habitación. Me puse las dos manos en la cara. Davids se sentó a mi lado. No dijo nada. Solo se sentó a mi lado , me abrazó y me dejo llorar. Y lloré. Lloré mucho. Más que nunca. Nunca seré capaz de agradecerle lo suficiente a Davids ese rato. Le necesitaba , y el lo supo ver. —Ya está pequeña… desahógate. —Davids , todo esto me supera… la idea de que Elric me hubiera podido dejar plantada , lo podía superar , pero verlo así… no puedo. —Lo sé… no sabes cuanto te entiendo tia...—Suspiró —Se que le quieres. —¿Cómo se puede querer tantísimo en tan poco tiempo Davids? Él se quedó pensando. —¿Crees en los flechazos Clau? —Como para no creerlo después de esto… bueno , creo que mi vida entera ha sido a base de flechazos Agaché la mirada. Estaba… no sabría definir en que estado estaba. —¿Te puedo confiar un secreto?— Me dijo en tono confidente. — Estoy locamente enamorado de tu amiga —¿Cómo puedes estar tan seguro de ello? —Mira , delante de ti tienes al chico mas golfo de todo Madisson. Cada vez que me acostaba con una chica , a la mañana siguiente , me levantaba de la cama sin decir nada y me iba. —Vaya , ¿así que eres el típico cabrón?— Le dije medio riendo medio llorando. —Si , la verdad es que si lo he sido un poco… Pero con Mai , fui incapaz de hacerlo,no por su fama ,no por su dinero, no por ser Mai ; guitarrista de Renegadas. Todo va mas allá de eso. Vi como cada vez que hablaba de mi amiga le cambiaba el gesto , se le iluminaban los ojos y le salía una inevitable sonrisa. La verdad es que Davids y yo encajamos muy bien. Tenemos una conexión muy fuerte , pero nada más allá de ser pura amistad. Él me ha enseñado muchas cosas y creo que yo a él también le he ayudado bastante. —Entonces...¿Se puede amar? —¿Por qué me preguntas eso Clau? —No sé… he fracasado varias veces en este tema… y me da pánico volver a hacerlo. —¿Qué paso la última vez? No me gustaba tener que hablar de Skaler. Pero sabía que Davids no trataba el tema para hacerme daño , si no todo lo contrario. “Cuando grabamos el último disco , hará un año aproximadamente , cambiamos de estudio de grabación , y con el , cambiamos de técnicos de sonido. Cuando llegamos al nuevo local , me presentaron al técnico que se encargaría de todos los ajustes de mi bajo: Tony Jean Skaler. Recuerdo que nos presentó Kirk. —Clau , este es Skaler , tu nuevo técnico de sonido. —Hey— me dijo él sin levantar la mirada mientras fumaba un cigarro y enrollaba unos cables. —Cuando quieras empezamos. No se si fue su bordería , su aspecto o simplemente ese aire de chulo que tenía , pero el caso es que me atrajo muchísimo. Después de seguirle un poco el juego , empezamos lo que yo creía una relación. Estuvimos 9 meses , en los que yo creía que éramos felices. Incluso llegué a plantearme un futuro con él. Él no tenía dinero suficiente para pagar el alquiler de su piso, puesto que tenía algunos vicios excesivamente caros , así que le ofrecí venirse a vivir a mi casa un tiempo , hasta que se recuperara económicamente. Lo que yo no sabía , era que mientras yo me quedaba horas de más ensayando en el estudio con Mai , Skaler se tiraba a Roxanne en mi casa y en mi cama. Cuando me les encontré , me limité a decirle a Roxanne que se largará , y con ella Skaler. Pensé que me llamaría para darme una explicación o mandaría un mensaje de disculpa. Nada. No volví a saber de él , porque hace 3 meses que terminamos de grabar nuestro último disco , y por suerte , no le tuve que ver más. Fue bastante doloroso para mi , pero lo sufrí yo sola , como acostumbraba a hacerlo. Solo lo hablaba a veces con Mai , pero tampoco me desahogaba. Las lloreras , las he pasado yo sola en mi casa y en mi cama , que no sé cuantas veces habrá visto el motivo de mi llanto. La relación que tenía con él era algo extraña. Yo me entregaba de pleno , pero él no me correspondía. Pocas veces me sentí querida. Nunca tenía un “te quiero” , una caricia , un beso o el más mínimo detalle conmigo. Pero claro , intentaba ser feliz , porque el era así , y yo no lo podía cambiar. Me sentí bastante utilizada , y más con el tema de la casa. Parece que solo me quería para echar algún polvo , o para tener donde caerse muerto cuando venía puesto hasta las cejas de cualquier mierda.” —Después de esto , no quise estar con ningún otro chico , porque me recordaba demasiado a mi episodio anterior , o pensaba que solo querían algo por el simple hecho de que era Claudia Reeders… —¿Y que pasó con Elric? Con Elric era todo distinto. Elric es el antónimo de Skaler. Elric sabía dedicarme todas esas cosas que Skaler nunca me había brindado. Elric sabía sacarme una sonrisa , pero una de verdad , no como las que tenía que fingir cuando Skaler me dejaba mal delante de sus amigos para ser el macho alfa de la manada. Elric … Elric está en coma y no voy a dedicar más tiempo en pensar en nada que no sea él... —Eso me pregunto yo Davids… flechazo supongo. Fue todo tan mágico , la forma en la que nos conocimos y como ha ido ocurriendo todo… Pero ahora me he vuelto a dar el batacazo , y ahora me asaltan las dudas de si él me quiere , de quién es la chica que hay ahí dentro… No podía seguir hablando. Iba a volver a llorar , pero no quería , porque Davids ya había soportado bastante. —Relájate— me dijo — Elric contigo se ha reencontrado así mismo —¿Qué te hace pensar eso? —Eso no te lo puedo contar yo Clau… Estuvimos un rato largo sentados en ese frío suelo , esperando que alguna enfermara entrara a la habitación para atenderle o a comunicarnos algo. Pero allí no entraba nadie , y yo solo oía los sollozos de la chica de dentro , que me ponían histérica. —¿Y tú como es que eres tan golfo?— le dije con una media sonrisa totalmente falsa. —Lo era… habla en pasado , que las paredes tienen oídos… —Bueno , ¿Cómo es que eras tan golfo? —Pues la verdad… siempre he sido un cabra loca. No solo con las mujeres ¿eh? En todos los aspectos. Mira , mis padres se divorciaron cuando yo tenía 13 años. Fue un duro golpe para mi , y más cuando me hicieron decidir entre uno de ellos para quedarme a vivir con ese uno para siempre. Yo siempre estuve a favor de mi madre en todo momento , pero sabía que ella querría rehacer su vida tarde o temprano y si yo estaba con ella , no lo podría hacer a gusto. Asi que tomé la decisión de irme con mi padre. Él me inculcó una forma de ver , la vida en general y a las mujeres en particular , con mucho odio. Y sí , lo reconozco , he jugado con muchas chicas , y las he hecho mucho daño. Pero tampoco ninguna se merecía que la tratara de otra forma… salvo una.—Dijo señalando al interior de la habitación. Me sorprendía la capacidad que tenía ese chico de , ya no solo expresarse , si no la capacidad de pensamiento tan bonita que tenía. Mai salió del cuarto para ir al servicio. Nos preguntó que de que hablábamos , pero nos limitamos a decir “de nuestras cosas” , algo que Mai , me recriminó luego duramente. Pero yo no le podía contar nada de lo que Davids me contó , al igual que yo esperaba que Davids se lo contara a Elric en un futuro… Estaba hecha un lio. Yo solo quería volver aquellos ojos verdes , que no sabía si se iban a volver a abrir o no. Mi cabeza solo tenía grabado a fuego el horrible pensamiento de que Elric no se despertaría. Supongo que es normal cuando estás en una situación como esa. Por un momento me paré a pensar si tenía que estar hay en el hospital esperando a que ese chico se despertara. Al segundo encontré el motivo. Le quería , y ese motivo sobrepasaba todas las circunstancias , barreras y obstáculos que se me plantearan. Bien, hasta aquí =) Espero que os esté gustando y que este giro de la historia no os parezca malo. Ya sabeis, lo de siempre, cualquier pregunta será contestada. Próxima actualización: 20 de Septiembre
¡Oh!:confused:..... (estoy a punto de gritar... pero no lo haré me controlaré) mmmm.... ¡Ay no al diablo con controlarme!! No puedo creerrloooo, el se quedó en coma!! ahhhhhh y lo que pasó fu por culpa de Elizabeht no no no, mal, necesito saber que pasaaa...(aunque fue muy caballeroso lo que hizo y bueno eso es lo que haría cualquier-buen chico- con una chica en esa situación...) igual quiero el proximo capitulo por lo menos ya falta poco para que publiques la proxima. No puedo creer que ya se esta terminando, (habías dicho que ya estaba cerca el final) espero un final muy bonito ¡porfa!. Jjajajajaj espero la continuacion avisame XD como siempre estuvo genial Dark Un beso, Saludos^^ P.D: Kotomichinn jejejeje sorry por dejarte los errores a ti es que nunca me fijo jijiji XD
Hola!!! Gracias Black Yugao por tu comentario =) Falta la super crítica constructiva de Kotomichinn, pero seguro que esta liada con los estudios...mientras tanto, para la gente que lee y no comenta y para Black Yugao, colgaré lo prometido ^^ Esta historia es un aperitivo de una historia muy parecida, más larga y más intensa que quiero crear próximamente, esto es solo para saber como me quedará y alcanzar los conocimientos literarios adecuados para escribir este libro. Sin más que decir, el capítulo =) Disfrutarlo!! Capítulo 11: Dos corazones durmientes. Mai me obligó a ir a la cafetería a tomar algo, Davids se encontró allí con unos amigos suyos y de Elric parece ser. —Vaya, no sabía que conocíais a Elric y a Davids. — Un rubio de ojos azules nos dedicó una sonrisa. —Si bueno...larga historia. — noté como Davids y Mai se daban la mano por debajo de la mesa. —¿Y tu Claudia Reeders? — preguntó el chico pelinegro de ojos azules. — ¿Qué tienes con mi colega Elric? Decidí no contestar a esa pregunta. Mai me echo un cable. —No os importa... —Chicos, dejadla. — Davids se levantó y miró fijamente al pelinegro. —Siento haber sido tan rudo...por cierto, soy Kevin Stralford, Sheriff de Madisson, y este de aquí es mi colega Mathew, estudia ingeniería aeronáutica. —Un placer... — Contestó Mai friamente. —Davids...me tengo que ir al curro, por mucho que sea el jefe, tengo obligaciones... —Si, yo me tengo que ir a estudiar, tengo un examen muy importante en dos días...te confiamos a Elric amigo, mantednos a tanto por el móvil por favor... —Esta bien chicos, confiad en mi... —¿Y tu restaurante? — preguntó Mai. — Clau y yo no tenemos nada que hacer, ya estamos de vacaciones...no descuides tu empleo, nosotros cuidaremos de Elric. — Mai le sonrió, y entonces en esa sonrisa, tan minúscula, pude darme cuenta, de que Mai, se estaba enamorando de Davids... Llegamos al edificio donde vivía ese tal Sergi. Noté como era uno de esos edificios donde había apartamentos llenos de cucarachas, ratas y todo tipo de moho que te podría matar. La puerta del edificio estaba abierta, así que entramos. El ascensor estaba averiado, así que tuvimos que subir seis pisos andando, no me costó ningún trabajo, pero Javi se quejaba. —Joder, maldita sea. No pude evitar reírme. —Oye, no te rías, ya te gustaría estar en mi forma, solo que ayer no dormí bien. — paró en mitad del pasillo a respirar. —Vamos, no te retrases. — Dijo Tania andando. —La casa no se va a mover de su sitio. —replicó Javi. — Además...¿Pero sabes donde es? —Tania se paro, mientras yo me puse a reirme. —¿Estamos cerca? — preguntó Tania. —Es aquí, alejaros. — Javi se puso en modo policía serio. Se acercó a una puerta y nos obligó a ponernos a su lado, esquivando el ojo de la mirilla. Tocó la puerta dos veces ya que no había timbre. Solamente fueron unos segundos, pero a mi se me hizo eterno, el escuchar como alguien avisaba de que ya iba, y los pasos que este daba. —¿Quién es? - preguntó una voz carrasposa. —Soy Javi Sergi, ábreme. —Voy espera... Escuchamos como abría un cerrojo y la puerta se abrió. En el marco de la puerta vi a un chico, de no mas de 20 años, con barba de 3 días, el pelo desordenado y en calzoncillos. —Vaya, no te esperaba por aquí, ¿Que hacen esas chicas contigo? — preguntó desconfiando, me sorprendió que no nos reconociera. —Vienen a por su amiga, la que te llevaste ayer de mi bar. — contesto Javi serio, no me esperaba que se pusiera así, incluso me atraía su forma de chico malo. —¿Roxanne? Se marchó hace cosa de 1 hora, no quiero volver a ver a esa chica en una temporada, tengo que ponerme hielo en los huevos...dios, que salvaje, y mira. — Se dio la vuelta enseñando su espalda desnuda, llena de arañazos. — En serio...por poco me mata. Javi se llevo una mano a la frente. Miré a Tania, se sentía avergonzada. —¿Algo mas amigo? Te invitaría a entrar, pero no con estas bellezas a tu lado, ya que tengo la choza un tanto desordenada... —Tranquilo, ya nos íbamos... —Adiós. Nos despedimos del chico rubio y caminamos de nuevo por las escaleras hasta el piso de abajo. Javi iba muy callado y Tania como si estuviera en su propio mundo. —Javi...esto...siento que nos hayas acompañado para nada.. — Me sentía realmente avergonzada. —Tranquila...no fue nada. — Caminaba bajando las escaleras con las manos metidas en los bolsillos, ese aire de despreocupación, me atraía demasiado. —De verdad...lo siento... Esta vez no me interrumpió, ni me contestó, simplemente, me ignoró. Mientras Mai se despedía de Elric en la puerta del hospital, yo me adelanté y me fui a visitar a Elric, pero de nuevo, me encontré con esa chica. —Hola...— Me saludó, mi educación estricta desde niña, me obligó a devolverla el saludo. —Hola. —Antes no nos hemos presentado, soy Elisabeth Harrison, amiga de Elric. — Me sonrió mientras me daba la mano. —Yo soy...Claudia Reeders...amiga de Elric. — Ambas nos miramos y casi a la vez, apartamos las manos, como si con solo el contacto, supiéramos que pensábamos la una de la otra, y que significado tenía la vida de Elric en nuestros corazones. —¿Y desde cuando conoces a Elric? — escuché como me preguntaba, yo me limité a ignorarla, no tenía ganas de entablar una conversación con ella. —Ya veo...bueno, yo le conozco desde que íbamos a primaria, siempre me atrajo su forma de ser con los demás y por supuesto, su forma de ser con el mismo. Siempre pensando en los demás, siempre sufriendo por otros...Elric es uno de esos chicos, que solo encuentras una vez en la vida...y que no tienes que dejar escapar. Suspiró y se calló. Ahora solo se escuchaba el monitor de las constancias vitales de Elric. —No se de que conoces a Elric, ni que significa de verdad para ti...pero si se una cosa. — Me miro fijamente. — No perderé contra ti...le quiero más que a nada en este mundo, llevo enamorada de el casi 20 años...una vez le deje escapar, no volveré a cometer ese error, no perderé esta vez el tren Claudia Reeders...de eso estate segura. De nuevo en la habitación solo se escuchaba los pitidos que mostraban que Elric estaba ahí...pero de pronto los pitidos se incrementaron, prestamos atención a su pulso, estaba subiendo...y luego bajando. Se había alterado...¿Estará escuchando lo que decimos? ¿Nos notará? ¿Sabrá que estamos a su lado? —Yo tampoco perderé... Me irritaba estar en la misma habitación que esa chica, así que salí al pasillo, justo cuando Mai se acercaba. —¿Qué tal la despedida? —La pregunté sonriendo con picardía. —Con ganas de otra igual. — contestó sonriendo.— ¿Y que tal el bello durmiente? Si no fuera por que era Mai, no había tenido ni pizca de gracia el comentario, pero sabía que mi amiga solo lo hacía para animarme, para que yo supiera que solamente estaba durmiendo, y que pronto despertaría para estar conmigo. Íbamos de camino al hotel callados. Tania intentaba sacar algún comentario, pero Javi se encargaba de estar callado y aguarnos la fiesta. —¿Sigues cabreado? — pregunté ya harta, su silencio me desquiciaba. —Te he dicho antes que no estoy cabreado. — contestó sin parar, y con la misma postura que antes. —No lo pareces macho, no nos das conversación y encima nadie te ha pedido que nos acompañes al hotel. —De nada... — Soltó sarcásticamente. —Argh...me tienes harta chulito de playa. — No aguantaba más sus estupideces, así que me dedicaría yo también a ignorarle. —¿Chulito de playa?, no tienes otro insulto más corriente, pensaba que las que tocaban la batería en un grupo eran tontas, ¿pero tanto? Eso si que era jugar con fuego, casi literalmente, empecé a arder de furia. —Que te den por culo niñato de mierda, si llego a tener mis baquetas, te las hubiera metido por el culo ahora mismo... —¡¡ROXANNE!! — gritó Tania corriendo hacía su hermana. La chica rubia se quedo alucinada cuando fue presa de los brazos de la guitarra rítmica del grupo. Por un momento me dio ganas de llorar, al ver tal conmovedor reencuentro, aun que no había pasado ni 1 día desde que había desaparecido. —Bien...mi trabajo a concluido, me piro a abrir mi negocio, que ya son casi las 7. — Dijo Javi dándose la vuelta. Se iba a ir sin despedirse. —¿A donde crees que vas? — pregunté fuera de mi misma. —¿Eres sorda? — preguntó el pelinegro arqueando una ceja. — A mi bar. —Pues...nos vamos contigo, a...celebrar que Roxanne está bien. — Me crucé de brazos y caminé por delante de el...por un momento pensé que me había vuelto loca..pero no quería separarme de ese estúpido chico, no quería, ni podía... —Pero bueno... — Javi caminó por detrás de mi, sin rechistar mi “orden”, Tania y Roxanne caminaban por detrás de el, mientras la pequeña le contaba a su hermana donde había estado. —Ese chico se pensaba que me iba a dominar, que sorpresa se llevo cuando fue alreves. Además, decia que sabía tocar muy bien la guitarra, era un fantasma, hasta yo la tocaba mejor que el, y también que sabía mucho de música, cuando ni siquiera nos conocía...pero bueno, en la cama se sabía defender muy bien, y aguanto muy bien mi ritmo, incluso con la lengua... —Creo que ya he sabido suficiente hermanita...me alegro que estés bien...que es lo importante. —No entiendo por que te has preocupado tanto, ya soy mayor Tania, haber cuando te enteras...porcierto...¿donde esta Clau y Mai?— preguntó la que tocaba el teclado en el grupo. Tania suspiro y la resumió un poco lo que ella sabía, sobre ese chico llamado Elric y el extraño romance que estaba teniendo con Clau. —¿Pero esta bien?, quiero decir...¿Sabéis por que está en el hospital? — preguntó mostrando preocupación, cosa que me extrañó. —Ahora mismo llamo a Clau. — Saqué el móvil, pero Javi me detuvo sujetándome la mano...la primera vez que siento su mano... —Será mejor que te esperes a que lleguemos al bar, está anocheciendo, además, puede estar aún dentro del hospital...—El argumento de Javi era bueno, pero...¿Porque no me soltaba la mano ya? —Esta bien...pero suéltame. — Me aparté de un manotazo, noté mis mejillas arder y me puse a caminar más rápido. —Pero bueno...¿se puede saber que le pasa a esa chica? — escuché como preguntaba, me molestó aún más, y caminé más rápido. —¡¡Vayámonos!! — grité desde la lejanía. Tania y Roxanne se miraron y sonrieron, a mi no me hizo gracia. Tenía las mejillas muy sonrojadas...y Javi no tenía ni idea de lo que pasaba. El camino fue mas corto, llegamos al bar y Javi se sacó del pantalón una copia de la llave, ya que las originales las tenían Clau y Mai. —¿Que queréis tomar? — Nos preguntó. —Una coca cola. — contestó Tania. —Un Red Bull. — contestó Roxanne. —Un...¿¿Que es esto?? — Le pregunté cuando me puso delante un zumo de piña. —Lo que toman las niñas buenas. — contestó sin darle mucha importancia y se dispuso a sacar la lata de Red Bull para Roxanne. Tania y Roxanne volvieron a carcajearse, mis mejillas volvieron a teñirse de rojo. No le di importancia, me alejé de ellas con la excusa de llamar a Clau. —Clau...soy Alex...¿Que tal por ahí?... Recibí una llamada, salí a la terraza del hospital y contesté, era Alex. —¿Si?...pues no muy bien Alex...Elric...esta en coma, de nivel dos me han dicho los médicos, según lo que he escuchado, no se sabe cuando despertará, si en 1 día..o en 30 años... —”Lo siento mucho cielo...pero veras como despierta pronto, no te preocupes, y ten esperanza...” —La tendré, gracias a vosotras chicas...por cierto...¿encontrasteis a Roxanne? — pregunté recordando la extraña desaparición de esa niña mimada. —”Claro, al final ella sólita se deshizo de las garras de ese tío raro que quiso dominarla, tuviste que ver como le dejó, con decirte que se estaba poniendo hielo en sus partes, jajajajaja, esa niña si que sabe hacer sufrir hasta a los chicos mas peligrosos, jajajaja” – Escuché como se reía, su risa me animó bastante. — “Por cierto, estamos en el rock night todavía, por si te quieres pasar y tomar algo con nosotras...” —Lo siento Alex...no puedo separarme de Elric... — Suspiré, esperé que lo entendiera, y así lo hizo. —“Te entiendo pequeña...” - Hubo un corto silencio —“Por cierto...no te rías vale...y que esto quede entre tu y yo...”- escuché como tragaba saliva — “Creo que me gusta...mucho...Javi...” Tuve que controlarme para no gritar un “QUE” muy alto. —Vaya...mucha suerte pequeña, según he visto, Javi es un buen chico — No cualquier chico hubiera aceptado ayudarla ha encontrar a Roxanne y confiarla la llave de su bar. Además, de que era un buen amigo de Elric. Se alegraba que sin darse cuenta, los mas allegados de Elric, se juntaban con sus mejores amigas. —”Si...bueno...tengo que colgar, mantenerme a tanto de cualquier cosa cariño, un besazo a Mai y otro para ti, te quiero pequeña” - Colgó muy deprisa, algo impropio de ella. Decidí no darle muchas vueltas e ir a contarle la noticia a Mai. Entré al cuarto y vi como Mai miraba de reojo a Elisabeth, ella tampoco la quitaba ojo. —Han encontrado a Roxanne, ya te contaré. — comenté en alto, Elisabeth se dio cuenta, pegó un resoplido y salió del cuarto resignada. — Que se joda...—Dije cuando cerró la puerta. — Bueno, a lo que iba, Roxanne se supo defender bien de ese tío, es más, tal y como imaginamos, fue alreves. — Mai se empezó a reír. — Según me contaba Alex, vieron como el tío se ponía hielo en los huevos. — Empecé a contagiarme de la risa de Mai, no queríamos armar mucho escándalo, estábamos en un hospital y el enfermo en coma, era Elric. — Y bueno...a Alex le está empezando a gustar Javi... De pronto, y tal y como paso antes, las constantes de Elric subieron, su pulso se incrementó, pero fueron solo unos segundos. —Creo que nos puede oir...eso es buena señal. — Mai sonrió. —Si...por cierto, besazos de parte de Alex. — Me acerqué a ella y la bese fuerte en la mejilla, haciendo que sonara graciosamente. — jajajaja, eso si que ha tenido gracia. —Me has dejado todas las babas...guarra... — Me sacó la lengua en forma juguetona. Me animaba saber, que después de todo, Elric sabía que estábamos ahí, junto a él. Colgué rápido, ya que Javi se acercaba a mí, mientras Roxanne y Tania se dedicaban a ver los videos que salían en MTV Rocks. —Lo siento. — dijo nada más sentarse a mi lado. — No se por que de repente me he empezado a comportar así...he sido un poco estúpido. —Si...muy estúpido. — Contesté de pronto. —Oye...que me estaba disculpando contigo. —Y yo te estaba diciendo que habías sido estúpido. —Y tú una niña consentida. —Y tú un niño mimado. —Y tú una cabeza hueca. —Y tu un chulito de playa. —¿Otra vez? Eso esta más anticuado que incluso que tú. —¿Me estas llamando vieja, rockero de pacotilla? —¿Rockero de pacotilla? ¿te has visto tú? Tocas en un grupo de rock y vistes de lo más pija. —Al menos tengo estilo al vestir, no como tu, que pareces un friqui. —Mejor que ser una pija... Roxanne y Tania solo tenían un pensamiento en mente...y no las juzgo por tenerlo. “Estos, se lían” Fue muy rápido, pero cuando me quise dar cuenta, era presa de sus labios. —Imbecil... — susurré cuando me separé de él. —Me gusta discutir contigo... — susurró medio sonriendo. —Yo lo odio... Me levanté y me fijé en ellas, hacían que miraban un video de Metallica, la canción de “One”, pero bien sabía que habían estado mirando. —Anda, traeme una coca cola light. — Le dije al pelinegro, este suspiró en alto y se levantó del asiento frustrado. —No hay quien os entienda... Tuve que fingir que no me había gustado el beso, una cosa la tenía clara, no se lo iba a poner nada fácil. Al momento volvió con mi pedido. —Gracias... — dije secamente. —¿Te puedo preguntar algo? —Dispara... —¿Que te hizo ser batería en un grupo? —Me preguntó mientras le pegaba un trago a la coca cola. Dejé el vaso en la mesa y suspiré profundo. “Crecí en una familia bastante cómoda. Mi padre era dueño de Alcabastel, una importante fabrica de importaciones de piezas para construir trenes-metros- y todo que ver con los vehículos de raíles. En esa época las cosas nos iban realmente bien, yo tenía siempre lo que quería e iba a los colegios mas importantes de las ciudades a las que me mudaba, ya que por culpa del trabajo de mi padre, nos mudábamos de estado en estado, incluso llegué a vivir unos meses en Canadá, en Hamillton. La cosa es que...cuando tenía tan solo 6 años, mi madre murió de un íctus cerebral. Yo en esa edad no supe realmente el motivo de su fallecimiento y culpé con todas mis fuerzas a mi padre, el cual se empezó a alejar mucho de mi, para dedicarse en cuerpo y alma a su trabajo. Nos mudamos definitivamente a Nueva York. De pronto empecé a sentir mucha ira, en el colegio me pegaba con las chicas que se metían conmigo, incluso con los chicos. Dejé de estudiar, empecé a suspender y mis notas nunca subieron de un 50. Mi padre no me hacía caso, pero mi niñera, Verónica, a la cual siempre traté como una madre para mi, convenció a mi padre para que me llevara a ver a un psicólogo. Este me estudió a fondo y sacó una conclusión. —Esta niña tiene mucha ira metida por dentro, hay que sacársela, poco a poco, por que sino, la hará mucho mal. —¿Y como se puede sacar su ira doctor? — preguntó Verónica. —Le recomiendo una forma muy fácil, y que la gustará mucho...que toque una batería. Nada más salir del psicólogo, Verónica me llevó a comprar una batería, me dijo que eligiera la que yo quisiera. En ese momento, con 10 años, no te enamoras de tu instrumento...pero yo si, cuando vi esa batería, tan potente, con un perfecto bombo, el charlestone brillaba con luz propia...las cajas eran...perfectas...me enamoré y no pude evitar elegir esa.” —Y bueno...desde los 10 años, que empecé a tocar la batería. – Le sonreí cuando acabé de contar el relato. —¿Y hasta que no conociste a Clau no tocaste en ningún grupo? — Su pregunta hizo que me atragantara con el trago de coca cola...no estaba preparada para contarle “eso”... —Pues bueno... —Cuéntalo Alex, nosotras también queremos saber que hacías antes. — Roxanne se sentó entre medias de Javi y de mi, Tania se sentó a mi lado. —Chicas...yo...esta bien. — suspiré...iba a sacar un tema del que no solía hablar. “Las notas en el instituto eran todos de 90 y 100, mi promedio académico subía como la espuma. Se podría decir que en el instituto era muy popular, en ese momento empecé a salir con el quaterback del equipo del colégio y al mismo tiempo tocaba en una banda de Heavy Metal. —Nunca estas conmigo Alex, pasas mas tiempo con tu banda de ruidosos melenudos que conmigo, ya estoy un poquito harto ¿sabes? —Pero Ryan..tocamos dentro de una semana, tengo que ensayar con ellos. Ryan era el nombre del Quaterback, un chico pelinegro, ojos del mismo color, intensos y muy atrayentes. Era alto y muy fuerte, un chico muy respetado por el instituto. —Son ellos o yo...es un ultimatum Alexandra...tu decides. Se fue de la mesa del comedor donde siempre nos sentábamos juntos. Me puse a pensar, y cometí un grave error. Mandé un mensaje a la banda, diciendo que me iba. Una semana después por la tarde decidí darle una sorpresa a Ryan, me colé en su casa, con solo un bikini. Escuché que estaba en la piscina, así que entré al patio y...me le encontré, desnudo con Hana, una chica de las animadoras del club, en la piscina... Por suerte, siempre llevaba mis baquetas en la mochila, abrí la mochila, me acerqué a el. —Hola amorcito, hola Hana... —Alex...no sabía...que vendrías... —Era una sorpresa querido, por cierto Hana...puedes dejarme a solas con mi novio, quiero darle un último regalo... Me acerqué a ese capullo, el intentó alejarse, pero yo era más rápida que el. Cuando le pillé, ni su fuerza bruta consiguió parar que le partiera una baqueta en el brazo y la otra en la cabeza, dejándolo inconsciente. —Por cierto Hana... —¿Si? — contestó la chica asustada. —Cuando despierte, por si no se había enterado...dile que hemos terminado...adiós. Cuando llegué a casa...no pude evitar llorar a lágrima suelta. Verónica me consoló y me dejó tocar la batería en mi cuarto. Me pude tranquilizar y llamé a los del grupo, pero ya era tarde, habían encontrado otra batería...y no me iban a perdonar. Esa banda se llama “Bad Religión” y son muy famosos... Encontré otra banda llamada “The Silence Voice” eran mas instrumentales que otra cosa y un poco tétricos. Yo buscaba una banda de rock, para poder “soltarme la melena” a gusto. Y nunca olvidaré esa tarde, cuando recibí en Facebook un evento donde decían que buscaban un batería y un teclado para un grupo de rock de chicas. Desde entonces, gracias a vosotras, he sido muy feliz... —Vaya... — Tania se abalanzó sobre mí y empezó a estrujarme con fuerza, Roxanne hacia amago de quitarse una lágrima del ojo, mientras Javi no paraba de mirarme. —Lo que decía...una niña mimada. — Se levantó y me guiñó un ojo. —Pues esta niña mimada quiere otra coca cola light. — Sonreí mirándole. —Marchando pues... No se si estaba confundida o no...pero creo que Javi, ha vuelto a despertar a mi corazón. —Yo quiero otro Red Bull. — Dijo Roxanne. —Y yo otra coca cola también. — Pidió Tania. —Me vais a pagar todo ¿verdad? — Preguntó Javi preocupado. —Pues... — Roxanne se llevó una mano a la cartera. — Creo que...¿hermana tienes pasta? —Me he dejado la cartera en el hotel...¿Alex? Una negación por mi parte...y todas me abrazaron con fuerza. —Dile a tu novio que esta vez nos invite. — pidió Roxanne. ¿Novio? Miré a Javi, este se había sonrojado. —No es mi novio...más quisiera él... — Solté una risilla. Esto era muy divertido. —Toma ya, te volví a ganar, lo siento hermana, no es tu día de suerte. Ya había pasado un mes desde el último concierto. Me enteré que Elisabeth vivía en casa de Elric y me enfureció mucho, pero yo no podía hacer nada y Davids estaba atado de pies y manos, la casa era de Elric no suya. Teníamos que haber cogido un vuelo de regreso a Nueva York hace 6 días, pero yo no podía irme y las chicas decidieron quedarse conmigo. A Mai le iba muy bien con Davids, creo que incluso se esta proponiendo quedarse incluso cuando despierte Elric. Ale sigue tonteando con Javi, pero ninguno quiere dar el paso, creo que es más orgullo que otra cosa. Roxanne parece haberse interesado por Mathew, pero este siempre le da esquinazo cada vez que puede, según le e escuchado decir “no es de su estilo”. Y yo... Sigo enamorada de Elric... —El..s..b.t.h.... Las cartas se nos cayeron a las dos. Nos miramos y rápidamente miramos hacia la cama...Elric había dicho algo. —Eli...s...bth.... —Esta intentando decir algo. — Advirtió Mai, se acercó y le quitó la mascara de oxigeno. —Eli..sabeth... Claramente, escuchamos como había pronunciado el nombre de esa chica rubia...llamada Elisabeth, la cual vive en su casa... —Elisabeth... — pronunció ahora con mas claridad. —¡¡Enfermera!! — Llamó Mai a gritos. — ¡¡Ha despertado!! ¿Por que no me alegraba? Llevaba soñando este día más de un mes...pero pensaba que sus primeras palabras, iban a ser otras...pensaba que iba a pronunciar mi nombre. —Elric... — susurré agarrando su mano. —Elisabeth... Aguanté las lágrimas y miré a Mai, la cual también estaba echa un lio. —Elisabeth...te quiero... Y hasta aquí. Elric ya ha despertado...¿Que hará cuando vea a Clau? ¿Seguirá sintiendo lo mismo por la bajista del grupo? ¿Ale se hará la novia de Javi? Todas estas respuestas en el próximo capítulo =) Muchas gracias por leer y espero más comentarios y críticas vuestras n.n DFA Próxima actualización: 26 de Septiembre
AH no no no no Elric tenías que decir Clau!!! no Elisabeth!! ay hay un error no no no. Dark, corrige eso!! ¿como es posible que ahora sea Elisabeth!? eggg no malo!. Jajajajajaja volvamos a la realidad y seamos personas civilizadas. Me encantooo como siempre, siempre sabes dejarme con la intriga y con las ganas de leer más!, me gustó demasiado. fue tan lindo Alex y Javi awww me gustó,... y lo de Roxane... ok estaba muerta de risa no te lo voy a negar jajajajaja. Me encantó esto: Fue muy rápido, pero cuando me quise dar cuenta, era presa de sus labios. —Imbecil... — susurré cuando me separé de él. —Me gusta discutir contigo... — susurró medio sonriendo. —Yo lo odio... Fue muy lindooo y la parte en que peleaban también jajajaja así comienza todo, con peleas:oops: jajajaja Espero el proximo avisame XD yyyy ya sabees corregir!! jajajaj un beso, bye XD
Holis Dark aquí una Koto-chinn reportándose... El motivo por el cual no pude postear antes no fue por los exámenes (aunque si tenía que preocuparme de ellos) me ausente porque esta enferma al punto de que tenía que estar rodeada de completa oscuridad... ¬¬U para hacerla simple me dio varicela. Ahora comienzo como siempre con las fallas técnicas: - A pesar de que no note tantos errores como antes... si note algunos pequeños errores con los guiones más precisamente con lo que se refiere a mayúsculas y minúsculas. Recuerda que los "verbos" van en "minúsculas". - Te faltaron acentos en algunas palabras y sobre todo en las preguntas. - Cuando pongas puntos suspensivos (...) asegúrate de dejar un espacio cuando escribas la siguiente palabra y no es necesario que pongas los puntos suspensivos cuando acabes una oración ^v^ - Y por último un consejo, cuando hables en primera persona y cambies de plano asegúrate de poner algo que divida Ej: (***) porque muchas veces me perdía con el cambio de plano y otras tantas no sabía quién era el que estaba relatando la historia. En estos últimos dos capítulos además de tener a Clau quien ya relataba antes, ahora teníamos a Davis y Alex si mal no recuerdo, en otras palabra había tres personas y muchas veces mezclabas todo eso creando confusión para el lector. Ten cuidado cuando hagas eso. Ahora la historia... Me encanto, no podía creer que Elric había quedado en coma, yo pensé que se había muerto en la caída del barranco (lo siento yo soy más trágica jeje ¬¬U) aunque es bueno que siga con vida. El echo de que Davis y Mai se lleven mejor me gusta mucho y espero ver una boda o por lo menos que se haga más formal de lo que ya es ^v^ La nueva relación que se esta armando entre Javi y Alex la encuentro genial, esos dos los encuentro un poco similares referente al orgullo y esas cosas, pero hay que reconocer que se quieren muchos, ojala el amor pueda más que su orgullo y que de alguna de las dos partes de el primer paso. Y por último la ultima escena me dejo totalmente anonadada, es que aún no la proceso ni la entiendo, me estoy dando vueltas y vueltas pero ¿por qué tenía que decir el nombre de Elisabeth? y sobre todo ¿por qué le dijo "te quiero"? es que aún me da vueltas esa palabra, ojala sea un te quiero como amigo y siento no poder sentir lo mismo o algo así, eso es lo que espero que haya querido decir ^v^ Bueno eso sería todo mi Kotomicomentario jeje, me encanta tu historia y espero que este comentario no haya llegado tan tarde ^v^ Nos leemos... Sayonara!! Koto-chinn PD: Disculpa la demora una vez más ^v^
Hola! Disculpar la tardanza de veras...pero el instituto te tiene un poco apretado las horas y no he tenido mucho tiempo para corregir este capítulo. Pero aquí está, espero que os guste. Gracias una vez más a Kotomichinn y Black Yugao por molestarse en comentar cada capítulo y animarme a continuar la historia =) Capítulo 12: Su sueño Tanto tiempo esperando ese día.... Desde que me enteré, desde el momento en que comenzó mi pesadilla, no había echo otra cosa que soñar que Elric se despertaba y me miraba con sus dos ojos verdes, me sonreía con su sonrisa perfecta y me decía “Hola Clau...te he echado de menos”. Lo que menos hubiera imaginado, es que pronunciara el nombre de otra chica y encima...la dijese que la quería. Noté como me mareaba, me faltaba oxigeno, necesitaba salir de ese cuarto urgentemente. Elric no paraba de pronunciar el nombre de esa...arpía y de decirla que la quería. De nuevo había sido muy estúpida al hacerme ilusiones, prometí no volver a caer en ese juego, y de nuevo, jugué y volví a perder. —Clau... — Esas palabras fueron de mi amiga, que notó que me pasaba algo. No podía soltar la mano de ese chico, supongo, que se pensaba que era Elisabeth, por que el no me soltaba. —Soy el doctor Montenegro, la señorita Sheffard está atendiendo a un herido de gravedad, por favor, señorita, tiene que salir de la sala...usted quédese, parece ser que el paciente no le suelta ni queriendo. El doctor echó a Mai que se quedo mirando por el cristal de la habitación. Empezó a examinar a Elric, el castaño me apretaba con fuerza la mano, según el doctor, era buena señal. —Su nivel ha bajado a uno, tiene respuestas a los estímulos, habla y respira por su propia voluntad, sin duda alguna, despertará muy pronto. —tomó unos datos en su cuaderno y se fue sonriéndome. —Elisabeth... Pero yo no podía sonreír, me sentí atada a ese cuarto, sujetando la mano de un chico al que quería con toda mi alma..y sabiendo por cada palabra que el decía, que no era correspondida. Mai volvió a entrar al cuarto, se acercó a mi y me dio un abrazo muy fuerte, algo que en esos momentos necesitaba más que nunca. —Todo se solucionará, ya verás. — agradecí con toda mi alma esas palabras y sin darme cuenta empecé a llorar. *** Me siento tan perdido… tan desubicado, ya no sé ni que hago con mi vida, quisiera cerrar los ojos y no abrirlos mas… quisiera dormir sin tener que preocuparme de lo que vendrá. No digo que quiero morir, no. Solo quiero olvidarme de todo… solo un momento… solo un instante… quiero que el reloj se detenga, y me dé un respiro… que me haga recordar porque estoy en este mundo… que todo lo que la vida me ha quitado me lo regrese. Porque ya es hora de que reclame todo lo que he perdido. Abro los ojos y me doy cuenta que el tiempo sigue corriendo, el reloj no se detiene nunca… es nuestro enemigo y nuestro aliado. El mismo cielo e infierno, dos cosas combinadas. Es como el agua que se escapa de entre nuestras manos. Me di cuenta… que mi vida la había detenido, pero desde hace mucho tiempo… que solo he estado buscando excusas para retenerla, porque nunca quise avanzar, nunca quise el cambio. Pero ya es hora… ya es la hora… Ese tiempo ya expiró, la realidad me llama… es hora de despertar… es hora de vivir… —¿Donde estoy? — La luz me ciega y no consigo distinguir el lugar. —Elric... — Siento una mano, calida y suave. Me esta apretando la mia. Siento que he estado dormido mucho tiempo, apenas me responden los musculos. —Elisabeth...¿donde esta Elisabeth? — Solo podía recordar ese nombre...un momento...de pronto empiezo a recordar que me di un beso con ellla...¿Qué significará para mi esa chica? ¿Por qué no puedo recordarlo? No puedo recordar... —Elisabeth... —Eso es, necesito hablar con esa chica, seguro que si la veo y hablo con ella, me puede explicar que es ella para mi y que ha pasado mientras dormia...¿Por qué dormía? Necesito recordar... Quizás la que me sujeta la mano es Elisabeth, aún no puedo del todo distinguir lo que hay a mi alrededor, sigo desorientado, aun que poco a poco los musculos de mis dedos me responden y puedo sujetar esa mano que me aferra con tanta fuerza. —Elisabeth...¿eres tu? — Distingo una cabellera castaña y unos ojos de color miel que me miran con tristeza. —Elric... — Susurra y se aparta de mi lado. ¿Elric es mi nombre? si...eso si lo recuerdo, pero...ella no es Elisabeth. De pronto recuerdo el rostro de Elisabeth y ese beso antes de caer al vacio. Ahora recuerdo... —¿Donde está Elisabeth? — Al recordarlo todo me pongo nervioso. Habíamos tenido un accidente por culpa de la lluvia. Intento levantarme pero una chica me lo impide. ¿Quienes son esas mujeres? —Estate quieto.—Me ordena una chica de cabellera castaña y ojos color verde esmeralda. —¿Quién eres tú? — Pregunto, noto como la chica se extraña ante mis palabras. —¿No nos recuerdas? — Me pregunta la chica de ojos color miel, parecía asustada y seguía muy deprimida. Parecía que yo conocía a esas chicas pero...¿Por qué no puedo recordarlas? —No te esfuerces Elric...y no te levantes, tienes que descansar. — La de ojos esmeralda se aleja sujetando a su amiga y separandola de mi mano. —Pero Mai... Se alejaron hacia la puerta y salieron por ella. De pronto me sentí solo... No sabía si la falta de calor de mi mano y el dolor de estomago era por culpa de la ausencia de esa chica o un efecto secundario de mi sueño. *** Necesitaba calmarme urgentemente. Sentía que iba a estallar de aquí a algún momento. Mai me sujetaba del brazo, me sentó en un banco cerca de la puerta del hospital y me llevé las manos a la cara, intentando taparme, esconderme de la vida, como si así todos mis males se fueran. Mai me soltó la mano y se levantó. Pude ver que caminaba hacía el aparcamiento. Ella sabía que en este momento, necesitaba estar sola, pensar y digerir todo lo ocurrido. ¿Pero como coño digieres que el chico al que amas más que cualquier cosa en este mundo cruel, no te recuerde? Era completamente imposible...Innegable, austivo y mediocre. No podía ni imaginarme, que Elric se levantaría de esa cama y no lo volvería a ver. Peor que un mal sueño... Me abracé a mi misma, la temperatura había bajado, Septiembre se había acabado y Octubre llegaba con su manto de hojas secas, dando un paisaje color pistacho por las calles de Madisson. Miro al cielo, ya estaba oscureciendo. *** Llegué y estacioné el coche en el primer hueco que vi vacio. Me bajé rápidamente y corrí hacia la puerta del hospital, por el camino me encontré con una chica que me sonrió nada mas verme. —Llegas pronto. — susurró dándome un beso. —¿Como no voy a llegar pronto con este sms? — Le mostré el contenido del mensaje ,donde decía que Elric estaba despierto. —Si...es verdad...despertó...pero... —¿Pero que Mai? Contéstame por favor... —Elric...no nos recuerda... Paré en seco y la cogí de la mandíbula, no con fuerza, pero si con firmeza. Hice que me mirara a los ojos. —Por favor...repite eso...Mai...¿Que acabas de decir? Mai tuvo que notar mi tono de asustado, mis ojos lagrimosos y mi mandíbula desfigurada, ante tal mención —Davids...Elric no nos recuerda, ha perdido la memoria...tuvo que ser del golpe del accidente... Me abrazó con fuerza, apoyé mi cabeza sobre su hombro y suspiré. —Tranquila Mai...la memoria viene y va...dejame...tengo que verle. Me aparté de ella cuidadosamente y caminé hacia la puerta del hospital. El camino hacia el ascensor se me hizo eterno y más cuando tuve que esperar a que las puertas se abrieran. —No nos recuerda... Escuché una voz, tuve que afinar un poco el oído para entender que decía, era apenas perceptible. Me di la vuelta y vi a una chica que parecía una muerte viviente. Tenía los ojos muy rojos de haber estado llorando y caminaba con la cabeza agachada. —No nos recuerda....ha perdido...ha perdido la memoria... No pude evitarlo y de nuevo la abracé con fuerza, dejando que se desahogara. Era la segunda vez que abrazaba ese cuerpo tan frágil, que daba miedo apretarlo mucho. —No te preocupes Clau...se solucionará, créeme, pronto Elric volverá a la normalidad... El ascensor nos alertó, ambos nos separamos y entramos. *** De nuevo el ruido del ascensor me sacó de mis pensamientos. Caminé casi más por instinto que por otra cosa, siguiendo los pasos de mi amigo Davids. Este también iba lento, como si no quisiera enfrentarse a lo inevitable, ver a su mejor amigo, casi como un hermano, desorientado, y sin memoria alguna. Entramos por la puerta de la habitación, nada más abrirla alertamos al chico, que puso una cara de alegría. Al ver su rostro no pude evitar emocionarme. —Elric amigo mio. — Davids se acercó a el y le cogió de las dos manos. — ¿Como te encuentras? —Fantastico Davids..he dormido como un lirón. — Elric bromeó, Davids le despeinó con su mano de forma juguetona. —¿Nos recuerdas entonces? — Davids se levantó y dejó que me acercara. La sonrisa, es una herramienta poderosa, con la cual logras cautivar al que la vea si es sincera; la luz que transmites por medio de ésta, es infinita y puede llegar al corazón más triste y hacer que en éste nazca un haz de esperanza. —¿Quien es ella Davids? *** De pronto sentí como esa chica me miraba y me sonreía con cariño, debo reconocer que nunca había visto una sonrisa tan angelical...¿o si la había visto? La chica de los ojos miel se apartó de mí de golpe, retrocediendo dos pasos, como si se hubiese horrorizado. La sonrisa se había borrado de su rostro y me miraba intensamente, confundida, casi horrorizada. Trás unos segundos, se arrodilló junto a la cama y me tomó una mano. Acercó mucho su cara a la mía. Pude ver que estaba llorando quedamente. —Elric… ¿de verdad no me recuerdas?— preguntó con un tono muy dolido. —No… lo siento.— respondí aturdido y con algo de dificultad. Élla empezó a respirar agitádamente, como si se estuviese descomponiendo. Davids lo apartó suavemente de mi lado. —Elric.— susurró con delicadeza, examinándome con la mirada.— Es Clau...¿no la recuerdas? Tuve que negar y apretar con fuerza mis labios. Según mi amigo debería recordarla, pero no podía, en mi mente no había almacenada ninguna imagen de ella, ni de su amiga...solo recordaba el accidente, y eso me recordó una cosa. —¿Donde esta Elisabeth? Pude ver como Davids se giraba y obligaba a la otra chica ha darse la vuelta. —Disculpenme. — Un enfermero entró. — Soy el Doctor Montenegro, debo de hacerte unas preguntas de suma importancia. —Claro...digame. — contesté. —¿Cual es su nombre? — preguntó. —Elric James Tyler. — contesté. —¿Dónde vives?— inquirió, sentándose en la silla que estaba junto a mí. —Tengo una casa en el pueblo de Madisson. —¿A qué te dedicas?—cuestionó nuevamente el médico. —Soy escritor… ¿qué fecha es? —dije, de repente. —Hoy es 2 de Octubre.—repuso el doctor extrañado por mi pregunta. —Ah, menos mal. Tengo que terminar un libro para noviembre…— suspiré, aliviado.. La chica castaña de ojos miel empezó a sollozar. —¿Estás seguro de que no sabes quién es éllla?— insistió el médico, señalándola. —Completamente. No la había visto en mi vida.— dije sin dudarlo. —¡Por favor!, Elric ¡Acuérdate de ella! — exclamó con desesperación Davids.— ¡No puede ser que la hayas olvidado tan fácilmente! —Se tiró a mi lado, arrodillado en el suelo. El médico se levantó de golpe al ser atropellado por él.— ¿No te acuerdas de nada?— murmuró en voz baja, tomándole las manos.— Es Clau Elric...la chica que te ama...debes recordarla. La miré largamente, haciendo un esfuerzo. Llegué a la conclusión de que no era posible que recordara absolutamente toda mi vida, pero no a aquella chica. Debía estar mintiendo.Pero su cara..no mostraba signo de burla, si no todo lo contrario...confianza. —Tio...no la recuerdo. — La volví a mirar...y sin darme cuenta, una lágrima se me escapo. Davids se levantó del suelo con una expresión increíblemente triste. Se secó las lágrimas con las mangas y se alejó un poco. —Davids...me voy.—Sin esperar respuesta, la chica salió de la habitación. El enfermero me miró fijamente. —Debe usted tener una perdida parcial de la memoria.— comentó.— Esa chica, Clau Reeders es su amiga...o algo más según tengo entendido. Ha estado aquí todo este tiempo, cuidándole. Es imposible que este mintiendo, porque le conoce perfectamente.Y sus otros amigos también. Hice caso omiso de su comentario y me acomodé con dificultad entre las mantas. Estaba shokeado por todo lo que había sucedido últimamente. Enterarme que había estado casi un mes en coma fue un gran golpe. Y ahora, esto. Me dormí rápidamente, mientras afuera, en el pasillo, escuché como el doctor Montenegro le decía a esa chica de nombre Clau y a mi amigo Davids que podía padecer una amnesia parcial. Ella no quiso ni pudo oír una palabra más. Escuché otra voz de una chica, me sonaba de haberla escuchado antes. Por la conversación supe que era una discusión. *** Mai estuvo persiguiéndome durante todo el trayecto hasta la salida del hospital. Por las voces supe que también Davids se había apuntado a esa persecución, para evitar que hiciera una tonteria. —No puedes estar hablando en serio Clau, no te recuerda, ¡¡Dejale y vive tu vida sin atormentarte!! — gritó haciendo que varias enfermeras le echaran la bronca. —Clau, Mai tiene razón...pero... —¿Pero que Davids? — interrumpió Mai, era la primera vez que la vi tan seria con su novio...tenía miedo de que ahora por mi culpa discutieran. —Mai, Elric es mi mejor amigo y desde hace tiempo que no sonreia así cuando se refería a Clau...si se rinde, si no le ayuda a que la recuerda...nunca podré volver a ver a mi amigo sonreír como cuando estaba con ella... —Mai...no puedo rendirme... —Clau maldita sea...¿Desde cuando le conoces? Yo te responderé, desde solo 3 citas, 3 putas citas, ni siquiera habeis tenido sexo y de repente...¡¡zas!! tiene un accidente, se queda en coma y nos quedamos con el y dices que te enamoras de el...¿de solo un día?.... Mai paró de golpe, parecía que había vuelto a la normalidad. Se llevó la mano a la boca, como si asimilara lo que acababa de decir. Miré a Davids, por su rostro supe que acababa de ser golpeado duramente. No me dio tiempo a detenerla... ni a el. —¿Y yo que Mai? ¿No recuerdas que nosotros solo nos conociamos de un día? ¿ o es que por que tuvimos sexo es por que nos enamoramos? ¿tanto significa el sexo para ti? ¿no me dijistes que creías en los flechazos? — Davids no se quedó para escuchar las respuestas, se dio la vuelta y se dirigió de nuevo a los ascensores. —Mai... — Me acerqué a ella para abrazarla, pero pasó de largo y salió por la puerta del hospital. Las palabras de Mai habían herido el corazón de Davids. Me sentía culpable...pero era mi decisión, no dejaría que Elric olvidará nuestra relación, yo le quería y se que el, un día me quiso. Volvería al hotel y descansaría, según lo visto...Mai se dirigía hacia allí, allí podría hablar con ella tranquilamente. *** Llevaba varios días sin pegar ojo. El hombro me seguía doliendo mucho y algunos moratones me seguían molestando cuando estaba tumbada. Me tomé las aspirinas para el dolor y me senté en la mesa de la cocina mirando una foto que guardaba en la cartera con cierto recelo. Se trataba de una foto de Elric, cuando aún sonreía de verdad, a su lado estaba yo, una cálida tarde de verano en la piscina, sonriendo. Recuerdo que ese día Nai tenía que hacer una cosas, así que Elric se vino conmigo a la piscina del pueblo. Sonreí, me gustaba mucho esa foto. Llevaba días durmiendo en la cama de Elric. Sabía que estaba mal, pero me podía la tentación. Todas las mañanas al despertarme, arreglaba bien la cama, por si algún día se cumplía mi sueño y Elric volvía a casa. Sonaba mi teléfono móvil. —¿Si? —”Hola buenos días, llamabamos del hospital, ¿Elisabeth Harrison?” —Si..soy yo...¿Ha pasado algo? — pregunté angustiada, temía que Elric hubiera dejado de respirar... —”Si...pero son buenas noticias, nos dijiste que te avisáramos si el señorito Tyler despertaba del coma...ese día ha llegado señorita Harrison, Elric James Tyler dio signos de mejora esta mañana, abriendo sus ojos y pronunciando sus primeras palabras, ya está fuera de peligro y mejorando por cada minuto que pasa...” No podía creérmelo...al fin, después de un mes, Elric volvía a vivir. Sin darme cuenta, colgué sin despedirme. Dejé la taza del café encima de la pila y me subí al cuarto para cambiarme, debía verle, no quería esperar más tiempo. Llamé por teléfono y pedí un taxi. En 15 minutos estaba en la puerta esperandome. —¿A donde señorita? —preguntó un hombre mayor al volante. —Al hospital de Clinton. — contesté apurada. El viaje se me hizo eterno, pero al fin, después de 20 minutos de camino, llegué al hospital. Pague 35$, pero no me importó. Le deje propina y me bajé rápidamente. Corrí hacia las puertas, subí por las escaleras de dos en dos, atravesé el largo pasillo y ahí estaba su habitación. —¡Espera! — Una voz me detuvo. Al darme la vuelta vi al amigo de Elric, Davids. —¿Que pasa? — pregunté desesperada. — ¡Quiero verle! —No te estoy diciendo que no lo hagas...solo quería advertirte...Elric tiene amnesia parcial, puede que no te recuerde. De solo pensar esa idea me daba escalofríos. Negué con la cabeza y contesté casi segura. —Pero a mi me recordará...estoy segura. Entré al cuarto mientras el amigo de Elric se quedaba hablando solo. —Por desgracia si...y aún no entiendo por que. *** Me desperté cuando el sol se coló por la ventana, poco después del amanecer. Me quedé muy quieto en la cama, pensativo, hasta que me trajeron el desayuno. Era extraño pensar que, mientras yo yacía inconsciente en una cama de hospital, la vida había continuado fuera de las paredes de esa habitación. Habían pasado los días, la gente había seguido con sus trabajos, dormían, comían, reían, paseaban. Los niños habían empezado un nuevo año escolar, habían ido al parque a jugar con sus amigos. Nada se había detenido y estaba más que segura de que me había perdido muchas cosas. Durante ese tiempo, yo había vagado en sueños. O algo parecido a un sueño. Me encontraba siempre en mi amada casa junto con una chica que no reconocía.Normalmente nos encontrábamos en el estudio. Llevaba un vestido blanco muy largo, fino, fresco y estaba descalza., mientras que yo llevaba puesto una simple camisa blanca y unos vaqueros azules. El suelo de todos los ambientes se habían convertido en pasto muy verde y flores y yo paseaba de un lado a otro, con la sensación suave de la hierba en mis pies. —¿Que es lo que más deseas Elric? — Escuchó en el sueño. Una voz me hablaba, aún no podía reconocerla con claridad. —Tener una familia... — Miro a la chica que está a mi lado, no puedo verla la cara. —Si te esfuerzas y crees en tus sueños, algún día podrás cumplir todas tus metas...y podrás estar con la chica a la que tu amas de verdad... De pronto siento un ruido y dejo de recordar, había entrado una chica, a la que si reconocía, seguro que esa chica, era la de mis sueños. —Elisabeth..querida. — Sonrío mientras veo como ella sonríe sorprendida, como si no se lo esperara. —Elric...¿Sabes quien soy? — preguntá con tono de sorpresa. —Claro que si amor, ¿como no voy a reconocer ni recordar a mi novia? — preguntó indicándola con la mano que se acercara. — El último beso que nos dimos, me ha acompañado durante todo mi viaje por la tierra de los sueños. Elisabeth llegó a mi lado y me besó, sentí como se le caían las lágrimas. Me pareció extraño, pero supuse que lo hacía por que me había echado de menos. *** —Espera...Mai por favor, espera... — Llegué corriendo y la sujeté de la mano antes de que metiera la llave en la cerradura —¡¡No abre!! — gritó desesperada. —¡¡Mai!! — Alex salía del cuarto junto a Javi, no pude evitar reirme ante esa escena, sobre todo al ver el rostro sonrojado de Javi. —Mai, te estaba diciendo que cambiaron las cerraduras.— Dije respirando hondo. — Dejame... Abrí la puerta, Javi le dijo a Alex que se quedara con nosotras, que el tenía que ir a ver a Elric. En ese momento aproveché para contarle que ya había despertado, pero que tenía amnesia parcial y no nos recordaba. Pude ver que se asustó, me animó con unas palabras y se fue rápidamente. Entramos al cuarto, Mai se tumbó sobre la cama, Alex se sentó a su lado y yo al otro. —Mai...por favor, entiende que Davids se enfadara, te pasaste. —Así la deprimirás más. — Alex acarició su pelo castaño. — ¿Me contaís que ha pasado? —Soy una bocazas. — Apenas se pudo escuchar algo ya que lo dijo con la almohada sobre su cara. —He tomado la decisión de quedarme, hasta que Elric nos recuerde. — Dije suspirando. —A mi no me parece mal. — Alex siguió acariciando su largo pelo. — Conociéndote, replicaste y dijiste algo fuera de lugar. —Como nos conoce ya ¿no? — Me reí ante la buena predicción que daba Alex. —Le dije cosas que realmente no pensaba. — volvió a decir con la almohada entre su boca. — Soy estúpida... —Realmente has cambiado desde que estás con Davids. – Dijo entre risotadas Alex. —Ja-Ja-Ja. — Mai al fin se destapó de la almohada y se levantó mirándonos a cada una. — Gracias por intentar animarme chicas... —Eh, no des las gracias, recuerda, somos renegadas....siempre juntas, pase lo que pase. — Recordó Alex. —Cierto. — Apoyé. —Lo siento Clau...yo solo...estaba preocupada por ti...no quiero volver a verte sufrir por un chico...se que Elric es distinto a todos y se que conseguirás que te recuerde...tu siempre consigues lo que quieres querida, por que siempre luchas por lo que quieres y trabajas para conseguirlo. Después del monologo que se montó Mai, salté a abrazarla, Alex nos copió y las tres acabamos muertas de risa abrazándonos. Por que juntas podíamos con todo, ya lo llevábamos demostrando muchos años juntas. —No te preocupes Clau, si hace falta, haremos que Elric recuerde a la fuerza. — Bromeó Alex. —Se que lo hará...estoy convencida... —Claro que si Clau...y yo arreglaré las cosas con Davids... — Mai se animó y cogió su teléfono móvil. —¿Y yo que hago? — Se preguntó Alex a si misma en voz alta. —Te sugiero que te decidas con Javi y deis el paso que teníais que haber dado hace tiempo. — Sugerí dandola unas palmaditas en la cabeza. Alex infló los mofletes y se rió, como si acabara de decir la mayor estúpidez del año. —Yo no quiero nada con el...solo somos amigos...con derecho a roce... Mai y yo nos reimos. Esta salió cuando recibió un mensaje y Alex también me dejo sola, así que aproveché y me metí en la cama para poder descansar un poco. —Me recordará...se que lo hará...Elric... Y con ese pensamiento, me dormí. Hasta aquí por hoy =) Como se que he tardado, en cuanto me dejeis dos comentarios, cuelgo el siguiente. Muchas gracias por leer y por comentar n.n
Holissss Darkk, concuerdo contigo con lo del instituto (a mi me estan torturando ahi). bien superrr como siempre el capitulo, sabes por primera vez noté un error y es que la letra de tu historia cambio de tamaño de repente :confused:, ¿que paso ahi? jajjaja. bueno sobre la historia digo que .... Estuvoooo geniaaallll pero como es posible que ahora no la recuerdee, no lo creooo (va a terminar volviendo loca a Clau!). Me encanta la pareja de Mai y Davids, espero que se reconcilien pronto así que ya sabes XD jajajaja. En fin espero el proximo, avisame XD un besote bye
Holis Dark amigo ^v^ aquí una Koto-chinn reportándose... Ahora sí a tiempo ^x^ Comencemos con los aspectos técnicos: - Veo que seguiste mi consejo sobre los separadores (***) ^v^ muchas gracias, ahora ya no me pierdo, soy una lectora un poco lenta así que tendrás que tenerme algo de paciencia ^-^U - Como siempre muy buena narración, me gusta mucho tu forma de narrar sigue así, sólo necesitas pulirte un poco más, tú puedes ^w^ Debería ser algo así: - Noté algunos errores con la utilización de los signos de puntuación, sobre todo por parte de los puntos suspensivos(...) asegúrate de dejar un espacio entre ellos y la palabra que le sigue, además de los ya nombrados guiones. - Cuando uses la palabra "sólo" que significa exclusivamente o únicamente va acentuada, porque el otro "solo" significa soledad. - Cuando van muchas preguntas seguidas se coloca una coma (,) entre cada pregunta. - Te comiste algunos cuantos acentos y además repetías letras en algunas palabras. Ojo con todo eso. Corrección: El guión se coloca apegadito a la letra y cuando pongas un acento asegúrate que sea en la letra correcta. Corrección: Cuando la siguiente palabra es un verbo no es necesario colocar un punto (.) En algunos casos encontré los verbos en mayúscula, recuerda que los verbos después del guión van en minúscula. Un consejo, asegúrate que el tamaño de la letra sea para todo el texto igual. Ahora a la historia... Me has dejado ¡plop! ¿Cómo es eso de que Elric perdió la memoria? y para colmo de los colmos no recuerda a Clau y para rematarla aún más piensa que Elisabeth es su novia ¡Que rabia! Elric tiene que recuperar su memoria si o sí, caso contrario habría que aplicar un nuevo y gran fuerte golpe quizás así logre recuperarla ^_^U En cuanto se entere Clau va a quedar la crema ¬¬U Me preguntó si ella será capaz de aguantar todo esto que esta pasando... Mai tiene que ser muy impulsiva para haber llegado a decir tales hirientes palabras, pobre David, él también esta preocupado por la situación entre Clau y Elric, para además recibir tan generosas palabras. Sólo espero de todo corazón que se aclaré ese mal entendido entre ellos dos, porque mal que mal Mai sólo trataba de subirle el ánimo a su mejor amiga pero no midió bien las palabras que dejó escapar. Eso sería todo de momento ^v^ esperaré la próxima continuación y muchas gracias por avisarme y por aguantar a esta loca lectora. Nos leemos... Sayonara!! Koto-chinn
Lo prometido es deuda =) Muchas gracias por los comentarios tan rápidos, no me lo esperaba >.< Capítulo 13: Feliz Mentira El día había llegado. Estaba en el coche de Kevin volviendo a mi pueblo. Aun andaba un poco aturdido, por los calmantes y el suero, que seguía haciendo mella en mí. Elisabeth estaba a mi lado sujetándome el brazo aún encabristado por el accidente. Davids iba en el asiento de delante, al lado de Kevin. Este parecía mas triste de lo habitual. Conocía a Davids desde hace mucho tiempo, era mi mejor amigo, y nunca le había visto tan apagado. No quería molestarle por el momento, luego en casa le haría soltar todo, de momento quería concentrarme en el camino. Pasábamos por la curva donde supuesta mente el coche se calló, nada más pasar por ahí me vino un recuerdo a la cabeza. —Aquí caímos... — susurré suavemente, Elisabeth me apretó con firmeza la mano. —Fue por mi culpa...¿recuerdas? — preguntó acariciándome la mano. —No, en serio, lo recuerdo perfectamente...fue culpa de la lluvia y de la mala suerte, nada mas. —Elric, fui una estúpida y no me puse el cinturón cuando salimos de casa de mi amiga. —Fue un accidente Elisabeth, deja de preocuparte en serio — miré su rostro y acaricie su mejilla. — Lo importante ahora es que estamos bien los dos. —Elric.. —Bueno chicos, ya estamos llegando, Elric, quedate si quieres en mi casa. — Davids se dio la vuelta en el asiento y nos miró a los dos. —No te preocupes Davids. — Elisabeth le mostró una sonrisa. — Yo le cuidaré. —Necesita descansar Elisabeth, han sido unos días duros intentando recordar todo — contestó Davids con cara de pocos amigos. —El ya lo recuerda todo Davids, no hay nada más que recordar — contestó Elisabeth cambiando de humor drásticamente. —¡¡Mentira!! —¡¡Davids!! — Kevin interrumpió la conversación. — Ya sabes lo que dijo el médico, no hay que confundirle o volverá a recaer. —Lo se Kevin...creeme que lo se. Davids se volvió a mirar por la ventanilla, Elisabeth relajó sus musculos faciales y volvió a acariciarme la mano. Vi como Kevin me miraba por el espejo retrovisor. Me mandó una de esas miradas de desacuerdo y acto seguido siguió mirando a la carretera. Mis amigos sabían algo que yo no...y ese algo, no lo podía recordar.. —Hemos llegado. —Vaya amigo mio, siento no haber podido ir a verte al hospital, tenía mucho trabajo en la cuadra y una competición de hipica que poner en marcha. — Un chico rubio se erguió para poder mirarme mejor. —Mike... — susurré. —”¿A que hora sale el autobús?” —¿Que ha sido eso? — pregunté masajeándome la cabeza. Un recuerdo que nunca había tenido. —¿Que pasa Elric? — Elisabeth se acercó a mi y me cogió del brazo para sacarme del coche con cuidado. Seguía sin poder saber que había sido ese flashback que había tenido. —Nada..me ha dado un pinchazo en la sien, nada más. —Tienes que descansar amigo, yo prometí ayudar a Mike a preparar unos últimos ajustes para la competición del sábado que viene. Descansa ¿vale? Kevin y Mike se fueron en el coche, supongo que a la finca de Mike. Elisabeth me acompañó a la casa, estaba tal y como la recordaba, Davids venía detrás de mí. Nada más entrar sentí ese calor familiar que daba mi hogar. Todo estaba tal y como lo dejé hace más de un mes, para mi, fue como si ayer saliera con Elisabeth por esa puerta para... —Elisabeth. —Dime. — La nombrada se acercó a mi con una gran sonrisa, rara vez en el día no la había visto. —¿Recuerdas por que nos fuimos de la casa cuando tuvimos el accidente? Vi como cerraba los ojos, como si estuviera pensando, tal vez ella tampoco lo recordara del todo. —La verdad...creo que fue para ir a comunicarle a mi mejor amiga que empezamos a salir juntos. — Se acercó a mi y me beso, me deje llevar por ese beso cálido y gustoso, hasta que Davids empezó a toser con fuerza. —Lo siento, me entró un ataque de tos. — Conocía a mi amigo y ya era hora de que me contara por que estaba así de raro. —Davids ¿podrías dejarnos a solas? — Me di la vuelta y encaré a Elisabeth. —¿Por que le echas?, además, tengo que hablar con el cariño, ¿podrías dejarnos tu a solas por favor? Vi como Elisabeth fruncía el ceño. No le gustó que la echara del salón, pero necesitaba hablar con mi amigo, esperaba que lo entendiera sin tener que llegar a una discusión que no nos llevaría a ninguna parte. —Vale...pero esta noche me lo pagas. Sentí como me coloraba. Davids masculló algo que no conseguí entender bien. Cuando Elisabeth cerró la puerta me senté en el sofá, esperaba que mi amigo me acompañara y me imitara. —Davids que.... —Elric...esto no esta nada bien. Mientras tu juegas en su cruel mentira, una chica esta pasando unas penurias que no debería de pasar. —¿Otra vez con lo mismo? — Me levanté del sofá, no quería volver a escuchar esa estúpida idea de que una tal Claudia Reeders, bajista de un grupo que nunca había escuchado, estuviera saliendo conmigo, un estúpido escritor de clase media encerrado en un pasado turbio.— Gracias a Elisabeth estoy saliendo poco a poco del pozo de las lamentaciones y no quiero dar marcha atrás. —No era con Elisabeth amigo mio, te esta tomando el pelo... —¡¡Davids!! no vuelvas a hablar así de ella o te juro que... —¿Qué Elric?, ¿Qué?, ¿Qué más daño colateral quieres que cause ella? Dimelo... — Davids se levantó del sofá y me encaró. No con agresividad...si no con tristeza. Tengo que remontarme a tiempos muy atrás para recordar la última vez que Davids me miró con esos ojos llorosos. —Amigo...en serio...¿Qué te pasa? — Algo más le pasaba, le conocía muy bien. Y no era algo relacionado con mi romance con Elisabeth, si no, algo suyo, personal...algo que solo el conocía y que se moría de ganas por contarme. —Elric.. — apoyó su mano en mi hombro. — Tienes que hacer un esfuerzo y recordar...si no... no solo Claudia sufrirá...harás daño a muchas más personas, y te conozco lo suficiente, como para saber que odias que otras personas sufran...amigo, haz un último esfuerzo, recuerda, ¡¡acuérdate de ella!! —Davids... Miro a sus ojos, intentó encontrar algún signo de debilidad, algo que delate su incierta historia...pero se le ve tan seguro, no tiene ninguna fisura...¿será verdad lo que dice?, ¿habré tenido alguna historia de amor con esa chica de ojos color miel? ¿por qué no puedo recordarlo? —Davids... *** Soñaba con el. No podía quitarme sus ojos verdes de mi cabeza, ni su sonrisa ladina, ni sus ásperas manos...no podía quitarme de mi cabeza la imagen de Elric. Acababa de terminar de hablar con Davids, Mai estaba a mi lado, silenciosa, como si la conversación no fuera con ella. —Debes de entender que ahora mismo lo está pasando mal — articulé con pesadez. Me costaba mucho pronunciar esas palabras, pero era cierto...lo estaba pasando mal, le entendía y ahora mismo, después del duro golpe de ayer, es normal que le cueste confiar. —No quería hacerle daño...no era mi intención... Hacía tiempo que no veía a mi amiga tan triste y deprimida, y mucho menos por un tio. Se me encogió el corazón, de tan solo pensar, que estaba sufriendo. —Mai...solo dale tiempo, nada más. —Fácil decirlo, difícil afrontarlo. —Veenga, esa no es la Mai que conozco, la Mai que conozco se reiría de las palabras que tu misma has pronunciado. — La de ojos verdes me miró. —¿Cómo puedes ser tan optimista después de todo lo que te está pasando? — Me preguntó mirándome a los ojos. —La verdad... — contesté. — Vosotras sois mi esperanza, siempre lo habeis sido. Cuando mas os he necesitado, siempre habeis estado allí, apoyándome, criticándome y haciendo que poco a poco fuera mejor persona. —Clau...eres tan...ñoña a veces. — Mai me sacó la lengua y lanzó su almohada contra mi cara. —Ah...que quieres guerra me han dicho, te vas a enterar. — Cogí unos cojines del suelo y se los empecé lanzando. Comenzamos a reir y a pegar voces, como si hubieramos vuelto a nuestra niñez, olvidando todos los problemas que se nos venían encima. *** —”Mai...¿Querías algo?” — preguntó el rubio mostrando indiferencia. —”Davids...yo...quería disculparme por lo de...” —”¿Lo de...?” — vaciló el moreno. —”Lo de antes...yo...no sé que me ocurrió, me molestó ver como Elric se seguía llevando toda la atención de Clau, incluso cuando este no se acuerda de el...” —¿Tienes celos de Elric?— preguntó cortando a la de ojos verdes. —¡¡Nooo!!, claro que no...no es eso...Davids, entiende que Clau es como mi hermana pequeña, la quiero muchisimo y no me gusta que sufra. —Tu lo has dicho Mai, es como tu hermana, pero no es tu hermana...deja que haga lo que ella crea más propio para su bienestar y no te metas si no te necesita, ya es mayorcita y creeme, es mas fuerte de lo que aparenta... —Hablas de ella como si la conocieras de siempre, yo la conozco de siempre y creeme te equivocas...aparenta ser fuerte, pero es más debil de lo que intenta no parecer...ha sufrido mucho por el tema de los tios y ya estoy harto de que jueguen con ella... —¿Crees que Elric estaba jugando con ella? — preguntó levantando la voz. —¡¡Yo no he dicho tal cosa!!, deja de poner palabras en mi boca que yo no he dicho, ni mucho menos pensado... —Lo siento Mai...yo... —No es tu culpa...en parte tienes razón, debo de dejar de preocuparme tanto por ella...pero...me es inevitable. —Te entiendo Mai.. —Ambos sabemos que por culpa de esa...arpia — escupió las palabras — Elric nunca podrá recordar y saber la verdad....lo mejor es que Clau le olvide. —¡¡No!!, Elric lo recordará, si Clau lucha por el lo conseguirá, yo les apoyaré y les ayudaré en lo que haga falta, pero no permites que ella se rinda...¿no lo veias?, cuando estaban juntos eran felices, son el uno para el otro, es como si el destino...les hubiera unido y ahora les estuviera poniendo a prueba. —¿De verdad crees eso? — preguntó mirándole fijamente. —Nunca he estado tan seguro. —Yo...ahora mismo no puedo creer eso... —Entiendo... —Que solamente haya olvidado a Clau...y a mi...es simbolo de que no deberían estar juntos... Hubo un corto silencio, en el que solo se miraban y apartaban la mirada. —Te quiero Mai... —Y yo Davids...mucho... — A la morena se le escapó una lágrima que para el rubio no paso desapercibida. —Si no crees en ellos...tampoco crees en nosotros...¿verdad? —Si creo....pero... —Yo no creo...ahora mismo...no puedo creer en ello...si tu no crees en ellos, ni tienes confianza en mi...me cuesta creerlo... La morena se abrazó al rubio y rompió a llorar. Era de saber que quería mucho a ese chico, pero ahora mismo estaba muy confundida. Davids dio un sonoro suspiro y la abrazó con fuerza. —Entonces...esperaré a que vuelvas a creer en nosotros...y yo mientras tanto...intentaré creer en ellos...—dijo la de ojos color verde, mientras sonreía al rubio. Miré por cuarta vez seguida. Seguía sentado, masajeándose la sien, como si así sus recuerdos fluyeran mejor. Mientras yo, seguía recordando la charla que tuve con Mai ayer... Me arrepiento de todo lo que dije, excepto de una parte...Clau y Elric, tienen que volver a estar juntos. —Elric...necesitarás tiempo para ingerir lo que te he dicho amigo mio...me voy a casa... —¡Espera! — Elric se levantó de golpe, se tuvo que apoyar sobre la puerta del salón para no caerse debido al mareo repentino que le había dado por la brusquedad de la acción al levantarse rápidamente. — Hay una cosa que no me has contado aún...me has hablado de Claudia Reeders...pero...¿Quien es la otra chica? Suspiré hondo y me concentré en las escaleras del fondo, por donde se escuchaba como Elisabeth bajaba. —Es la mejor amiga de Claudia...y mi novia por el momento... —¿TU novia? ¿Te echastes novia y no me lo dijistes?....o espera...si...si me lo dijistes...argh... — Elric se empezó a quejar mucho de la cabeza, me asusté, quise ayudarle pero Elisabeth llegó corriendo. —¡¡Marchate!!, no haces más que confundirle... —Eres una perra...no entiendo como Elric te consideró su amiga...date cuenta, le estas traicionando y le estas quitando su felicidad.—No pude callarme más, así que la encaré. —Tu no tienes ni idea Davids...por que nunca has amado a alguién...siempre has sido un mujeriego, y siempre lo serás, no conoces el amor verdadero... Iba a golpearla. Me estaba incitando...pero nunca me lo perdonaría. Pegar a una mujer es lo más bajo en el nivel de hombría, y Elric y yo, sabíamos de lo que hablaba. —Feliz Mentira...amigo mio... Salí por la puerta echándole una última mirada a los dos “ novios “. Elric seguía quejándose de su dolor de cabeza, mientras Elisabeth...sonreía atendiendole. Quizás Elisabeth le quiera. Pero no tanto como ella piensa...sino...no estaría creando esa mentira en la cabeza de Elric. Miré mi móvil. La 13:30. Iría al restaruante. *** Estúpidas chicas. ¿Yo enamorada de ese tio egocéntrico?, ¿ de ese perro flautas?, ¿de ese amante de la música heavy?, ¿ de ese chulito?, ¿ de esos brazos?, ¿ de esos pectorales?, ¿ de esa sonrisa...? Un momento... ¿Qué me estaba pasando? —¿Qué vas a tomar? — preguntó sirviéndome un zumo de piña. Si...me había vuelto adicta al zumo de piña. — Si te portas bien luego te dejaré que te tomes un caipiriña. —Estúpido. — Le saqué la lengua. —No te enfades, te saldrán más arrugas. Será capullo... Pero así era nuestro día a día...y debía confesar que me gustaba. Sin darnos cuenta, habíamos caído en una relación. Salíamos juntos, nos divertíamos juntos, hacíamos el amor juntos...todo juntos. Incluso algunas noches dormía en su casa... Aún así...no habíamos hablado de lo nuestro. Por lo tanto...¿Seguíamos siendo amigos?, ¿O ya nos podrían catalogar como novios? —¿Qué piensas? — Se acercó a la barra y me encaró. —Javi...¿sómos novios?. Se le desfiguró el rostro por completo. Sentí que la había liado. Genial...ahora se agobiaría y no le volvería a poder hablar. Estúpidas chicas... —Lo siento Alex... Se dio la vuelta y empezó a atender a unos tios que acababan de llegar. La música sonaba fuerte, puso el CD de Rammstein y subió el volumen. Sentí como todas mis ilusiones se iban por el desagüe. No quería permanecer más allí. Me levanté de la silla y me dispuse a salir del bar...cuando escuché un ritmo conocido. La canción de “Feur Fire” de Rammstein dejó de sonar, para una más lenta y profunda del grupo The Offspring “Kristy, are you doing ok? “ —¿Qué es esto? — pregunté viendo como se acercaba a mi. —Quiero hacer las cosas bien pequeña enana...me he cansado de este juego y quiero empezar otro, más intenso y más largo...¿Estas preparada Alex? Eché una rápida mirada a los tíos de antes. No se quejaron por cambiar la música, es más, estaban expectantes. —¿A qué? — pregunté temerosa. Una cosa es que quisiera una relación con Javi, y otra distinta, matrimonio. —Alex Cesara...¿Quiéres salir conmigo? — Respiré hondo y le pegué un pequeño golpe en el hombro. —Me has asustado capullo, pensé que me ibas a pedir que me casara contigo — confesé riéndome. —Sigue soñando enana...tal vez...si te portas bien, te lo pida en unos años. —Me guiño el ojo. —Maldito prepotente.... La canción había terminado. Los tios volvieron a concentrarse en sus charlas y en beber sus litronas, mientras “Feur Fire” de Rammstein volvía a sonar. Por un momento...la idea del matrimonio no me pareció tan mala...pero tuve que fingir. Las cosas con Javi debían ser lentas, y me gustaba más así. —¿No te ibas?— me preguntó sirviéndome un caipiriña y sonriendo de lado. —No sin ti...por que si no...no es divertido. — Le pegué un trago al cocktail mientras le guiñaba un ojo. —Vas aprendiendo pequeña...me gusta... — Se abrió una Buddweisser y brindó conmigo. — Porque el juego nunca acabé. *** Elric descansaba en el sofá. Le acomodé unos cojines en los pies para que los tuviera en alto. Los dolores de cabeza se le habían pasado, ahora solo necesitaba descansar un poco. Me encontraba sentada en la mesa de la cocina. Ya había cocinado unos filetes empanados y unas patatas fritas. Y ahora solo necesitaba pensar. Porque las palabras que me dijo Elric eran ciertas...ese rubio idiota, tenía razón. Pero no quería dejarle escapar. Me negaba en rotundo. Por fin se había cumplido mi sueño, por fin podía ser feliz junto a Elric. Tantos años esperando en silencio...han obtenido su recompensa. Tal vez no del mejor modo, ni mucho menos de como lo pensé. Pero al menos...estaba con el, que era lo importante. Soy una egoísta...lo sé. Pero amo a Elric...y por el, viviré en esta feliz mentira. —¿Ya está la comida cariño? — escuché mientras el habría la puerta. Se le notaba mejor, si no fuera por ese brazo encabristado y las heridas superficiales en cara y piernas, sería como si nada hubiera pasado. —Si, te estaba esperando — sonreí y el me correspondíó de la misma manera. —El doctor Montenegro me sugirió que andara por los alrededores, y así ejercitaría la memoria y podría acordarme de cosas de las que ahora no me acuerdo — paré de servirle las patatas al plato de Elric. —Si te acuerdas de todo cariño... — Seguí como si nada. No quería levantar sospechas. —Si...pero...Davids sigue en lo mismo, en que conozco a esa chica...además me ha dicho que la amiga de esa chica, Mai Evans, creo recordar, es su novia... — Se masajeó la sien, le volvian los pinchazos. —Cielo..no te esfuerces, es mejor así... —¿Como que es mejor así?, ¿Qué quieres decir con eso? —Pues... —Habla Elisabeth...por favor... No quería decirselo...no quería. Suspiré hondo. —No quería decirte esto Elric...pero Davids...nunca estuvo de acuerdo con lo nuestro...no quiero que te acuerdes de esos momentos dolorosos mi vida...peleastes mucho con el, y es tu mejor amigo...no quiero que por mi culpa volvais a pelearos. Hablé con el en el hospital y le intenté convencer para que no te recordara esos momentos...pero veo que a el solo le importa una cosa, y no somos nosotros. —Entonces...¿quiénes son esas chicas? — suspiré aliviada de saber que se lo había tragado. —Una es su novia y la otra su mejor amiga, que quiere aprovechar ese momento tuyo de debilidad para tenerte, ya que supuestamente, se enamoró de ti en una foto que le enseñó Davids...y como este me odia...se aprovecha de todo — fingí una lágrima, necesitaba que se lo creyera. No le volvería a mentir más, pero necesitaba zanjar todo eso de inmediato. Por que ahora es demasiado tarde. No puedo volver atrás, por que entonces, le perdería para siempre...como novia y como amiga. Y eso..no quería que pasara bajo ningún concepto. No ahora que le tenía por fin en mi vida. —Échame más patatas por favor... — Elric sonrió falsamente. La mentira le había dolido, pero al menos, ya no volvería a intentar recordar. Sabía a ciencia cierta que para Elric, Davids era como su hermano y lo que más odiaba, era pelearse con sus amigos. —Claro...ten... Ahora si que si...Elric no volvería a intentar recordar...y yo no tendría que mentirle más. *** —¿De verdad quiéres ir a verle? — Me preguntó por decimoquinta vez Mai. Ya me cansaba. —Siiiiiiiiiiiii, ¿eres sorda o qué tia? ¿vienes o no? —Clau.... —Mai...vamos a tener otro problema, como el de ayer...y no quiero...si no quieres venir, no vengas, estás en tu derecho, pero responde, por que son ya las 16:00 y el bus pasa a y media. Mai suspiró hondo, hizo que miraba la hora en el móvil y se sentó en la cama. —Davids esta en el restaurante Mai...no va a estar en casa... —Pero Clau...estará esa arpía...y...viven juntos...¿y si les pillamos en la cama? No quiero que veas esa escena Clau, te dolerá mucho más... He de admitir que no había pensado en eso. Pero necesitaba verle. Desde hacía un mes, le veía todos los días. No quería perder la rutina. —Me arriesgaré Mai...¿vienes? — Estaba decidida, no me iba a echar hacia atrás. —Claro amiga...juntas siempre. Con Mai a mi lado no flaquearía. Vería a Elric y si hacía falta, obligaría a esa arpía a que dijera toda la verdad y destape esa mentira que se había creado, donde el centro de su mundo era Elric y ella su dueña, cosa que no permitiría, mientras esos ojos verdes se siguieran reflejando en cada particula de mi ser, en cada pensamiento y en cada sueño. Conseguiría sacar la verdad...y sería feliz con Elric. Era mi decisión. Hasta aquí por hoy =) Espero que os esté gustando. En el próximo capítulo la historia dará un giro inesperado. ¿Mai y Davids se reconciliaran?, ¿Clau conseguirá convencer a Elric de que estaban juntos? , ¿Elisabeth se arrepentirá?, ¿Qué será de Tania y Roxanne? Todo esto y más, en el próximo capítulo =)
Holis Dark amigo ^v^ aquí una Koto-chinn reportándose... Llegó un poquito tarde, espero no te moleste ^x^U Comencemos con los aspectos técnicos: -Sigues teniendo problemas con las mismas cosas que dije antes ¬¬U Debería ser algo así: - Los problemas con los puntos suspensivos (...) asegúrate de dejar un espacio entre ellos y la palabra que le sigue, además de los ya nombrados guiones. Recuerda eso. - Los guiones deben ser colocados de esa manera, no lo olvides ^v^ - Te faltaron algunos acentos. Ojo con todo eso, los acentos son jodidos. Eso es todo y déjame felicitarte, encontré muchas menos fallas que antes ^v^ sigue así. Ahora a la historia... Que mal me esta cayendo Elisabeth, si de verdad lo amará desearía su felicidad no la de ella, eso es simplemente ser egoísta. ¡Malvada deja a Elric tranquilo >x<! Sobre las preguntas, aquí van mis respuestas ^v^ ¿Mai y Davids se reconciliaran? Por supuesto, pero yo creo que dejaran de verse por un tiempo y esperarán a que Elric recuperé la memoria. ¿Clau conseguirá convencer a Elric de que estaban juntos? No creo que lo logre aún, Elric es del tipo que no se deja llevar fácilmente por los comentarios de otros (eso es lo que me dio a entender su personalidad), de lo que si estoy segura es que las palabras de Clau retumbarán en su cabeza, porque la memoria puede ser olvidada más no la memoria del corazón y la memoria del cuerpo ¬¬U ^v^ jeje ¿Elisabeth se arrepentirá? Yo creo que sí, porque quiere a Elric de forma obsesiva ¬¬U, yo creo que se dará cuenta de su error y recapacitará pero sólo cuando se descubra la verdad antes no. ¿Qué será de Tania y Roxanne? No se me ocurre nada para esas dos locas, sobre todo para Roxanne, ojala deje de ser tan obsesivamente loca jeje ^v^ Eso sería todo de momento ^v^ esperaré la próxima continuación y muchas gracias por avisarme y por aguantar a esta loca lectora. Nos leemos... Sayonara!! Koto-chinn
Bueno aquí teneís el capítulo que tanto ansiabais =) Muchas gracias por vuestros comentarios y vuestras críticas, que siempre intento llevar a la práctica. Pero casi 3 años escribiendo solamente preocupandome de la trama y no de los aspectos técnicos...pues como podreís ver, me cuesta un poco más. Sin más preambulos, el capítulo. Capítulo 14: Demasiado tarde Entré al dormitorio con la ropa recién planchada. Recordaba donde guardaba Elric sus camisas y sus calzoncillos, así que me sería fácil saber donde distribuirla. La habitación seguía manteniendo el mismo olor que estos días, ese ambientador con ese olor que tanto le gustaba a Elric, frescor del bosque. Siempre le había gustado la naturaleza, desde que era un niño, aun que no tenía el estilo de un chico de pueblo, más bien de ciudad. A mi me gusta este pueblo y este estado, nunca he tenido queja, me he criado aquí y aquí residen las cenizas de mis padres. No me gustaría abandonar este sitio por nada en el mundo... pero. Saco el papel que guardaba con tanto recelo en el bolsillo. Desde que me lo dieron, hace una semana, lo he escondido como si fuera mi mayor tesoro. Nunca creí que me iba a ocurrir esto, pero... desde que “estoy” con Elric... ya no se que hacer. Había pedido una beca para cursar mi último año de carrera en Washington, como quién compra un boleto de lotería, solo lo hice por probar. Pero resulta ser, que me la han concedido. Debo contestar antes de 10 días laborales... por lo tanto, tengo que contestar hoy o mañana. —Cariño ¿has visto mi notebook?, desde que he llegado a casa no lo encuentro. —Elric me sorprende entrando a su cuarto. Me había puesto a pensar y me encontró sentada en su cama acariciando una de sus camisas. —Si, creo que te lo dejaste en tu despacho –contesto sonriendo y escondiendo el papel detrás de mi. —Gracias. —Me sonríe y baja las escaleras con cuidado. Mi sueño ya se ha cumplido, mi decisión está tomada. Llamaré y la cancelaré. Me levanto y cojo unos calzoncillos de él, abro un cajón para meterlos cuando me fijo en una pieza que está al fondo. La cojo y me asombro al ver un anillo. —Seguro que era para esa Reeders. —Lo tomo con la mano y lo observo mejor. Era una gran pieza, tendría que costar un pastón. Me lo pruebo y me fijo en que me queda bien. Iba a tirarlo, pero sería un desperdicio. Por mi mente pasaba un pensamiento. ¿Y si me vuelvo a aprovechar y le digo que era para mi? Sin darme cuenta, había entrado en una red de mentiras. *** Por primera vez después de hace mucho tiempo, me puedo despertar sin esas molestas patadas de mi querida hermanita... que por cierto... ¿Donde estará? —Tania, vamos, ¡¡despierta!!, el desayuno nos espera. —Ya me extrañaba a mi tanta paz por la mañana. —¿Qué hora es? —pregunto estirándome al máximo en la cama y entrecerrando los ojos para que no me diera tanto la luz. —Son las 12 de la mañana y prometiste desayunar hoy conmigo. —Se me había olvidado, quizás por eso no me despertó a patadas. —¿Donde están las demás? —pregunto levantándome de la cama y cogiendo una camiseta cerca de la maleta, que ya estaba echa, partiríamos mañana por la mañana. —Con sus chicos supongo... que guarras. —Roxanne hace un amago de meterse los dedos en la garganta mientras yo suspiro. La verdad, las envidio. Yo no soy como mi hermana, queriendo ir de flor en flor, yo quiero también un chico que me entienda, que me quiera por como soy, no por quien soy... chicos como Elric y Davids... espero que Roxanne se de cuenta algún día. —Bueno que, ¿te vas a quedar embobada mirando la maleta o nos vamos a ir ya? —Eh... ah, si, claro... vámonos. Bajamos por el ascensor para llegar a la cafetería. Al llegar a ella, vimos el cartel de “CLOSE” en letras bien grandes. Preguntamos al recepcionista de nombre Joe. —¿Por qué está cerrada? —pregunté. —Parece ser que el horno salió ardiendo esta mañana mientras horneábamos los panes, lo sentimos mucho, pero hasta que no limpiemos todos los desperfectos, tardaremos un par de horas. —Vaya... ¿conoce algún sitio donde desayunar tranquilas? —Por aquí hay muchas cafeterías que están bastante bien, es más, si salís y bajais esta calle todo recto, os encontrareis con una donde hacen unos muffins buenisimos y el café no se queda atrás. Joe nos ayudó mucho. Le dimos las gracias y salimos del hotel, para dirigirnos a dicha cafetería. —Espero que no esté muy lejos, me muero de hambre. —Estaba de acuerdo con ella, yo también tenía mucha hambre. *** Escuché el timbre de la puerta justo cuando me había sentado en el sofá. Suspiré en alto, me dolía mucho la rodilla y el hombro, iba a levantarme cuando escuché la voz de Elisabeth. —Tranquilo cariño, abro yo —sonreí y volví a echarme hacía atrás, tocando mi cabeza contra el respaldo. De pronto sentí unas voces y un golpe fuerte en la puerta. Me asusté pensando que era algún ladrón. Salté del sofá dañándome la rodilla en el proceso. Pero no había tiempo para quejas, casi a la pata coja cogí el atizador de la chimenea y salí al pasillo, para encontrarme con la “novia” de mi amigo Davids y la chica que decía ser especial para mi. —¿Qué pasa? —pregunté dejando el atizador a un lado de la puerta y mirando a ambas chicas a los ojos. La del color esmeralda me miraba con odio y resentimiento, mientras que la del color de la miel, lo hacía con rabia y dolor... mucho dolor. —Estas pesadas, que han planeado de nuevo amargarte el día, las he intentado echar cariño... pero no hacen caso a mis palabras... y encima. —Elisabeth me mostró su brazo, estaba dañado. —Me han golpeado... tengo miedo, será mejor que llamemos a la policía, a tu amigo Kevin... están locas. —Elisabeth tranquila —intenté tranquilizar a mi novia y miré a las chicas, que seguían en el rellano de la puerta, mirando todo con asco y desprecio. —Es mentira, solo intentemos explicarla que mi amiga te quería ver, nada más, pero empezó a insultarnos y a intentar echarnos a la fuerza... esa bruja. —Mai corrige tus palabras, recuerda lo que nos enseño Kirck... nunca nos tenemos que poner a la altura de alguien que no merece ni una gota de saliva de nuestra parte. —La de ojos color miel medio sonrió, me pareció unas palabras exactas, no debí mostrar alegría, ya que estaban insultando, con palabras medidas a la que es mi novia. Pero no se si fue su mirada de determinación, o el recordar las palabras de mi amigo... lo que hizo que las invitara a entrar. —No se muy bien que queréis, pero aquí fuera nos están mirando los vecinos, pasar adentro, tengo la cafetera enchufada... ¿Tomáis café? Elisabeth abrió al máximo su mandibula, vi como Mai rodaba los ojos y fruncía el entrecejo. Clau se quedó parada, su amiga tuvo que sujetarla del brazo y tirar para adentro, mientras yo las mostraba el camino. Elisabeth seguía anonadada en el rellano de la puerta. —Elric... ¿Por qué las invitas a casa? Después de que me agredieran... ¿Qué te ha pasado? ¿te has vuelto loco? —Cariño por favor, traeme tres cafés ¿con cuánto de azúcar chicas? —Hice caso omiso a las declaraciones de Elisabeth, sabía lo que hacía, no se por que las tenía tanto odio... cada vez se me hacen más profundas las palabras de Davids... estaba harto de estar con una venda tapando mis ojos, quería saber la verdad, hoy... ahora. —¡¡Elric por dios, despierta!! ¿Quiéres que nos separen? ¿eso quieres? Si es así dímelo y me iré. —Elisabeth se estaba cabreando, pegué un resoplido y dejé a las chicas en el salón. —Disculparme, ahora vuelvo —cerré la puerta y caminé a la cocina, donde estaba Elisabeth preparando los cafés, muy temblorosa. Seguro que se había pensado que estábamos discutiendo, recordé, que al igual que yo, odiaba las discusiones. —Lo siento Elric... solo... tengo miedo de que intenten confundirte, ya sabes como se las traen ...han venido a meterte ideas raras en la cabeza... yo. —Tranquila... relajate. —La tomé de la mano y la abracé, la verdad, estaba muy asustada. —No quiero que me dejes... no quiero... —empezó a llorar con amargura, dejé que se desahogara echando todas las lágrimas en mi hombro. Me sentó mal verla así, era por mi culpa... pero necesitaba saber la verdad. —No te voy a dejar...—acaricié su mejilla, intentando limpiar los rastros finos que dejaban las lágrimas. —Te quiero. —La besé en los labios sintiendo su calidez. Notaba el sabor salado de sus lágrimas, pero... de nuevo, tal y como sucedió en nuestro anterior beso... noté un fuerte vacio en mi interior. Intenté no pensar en otra cosa y corté el beso. Elisabeth, solo... solo quiero saber la verdad... nada más. —Ella paró de llorar y temblorosa se alejó de mi. —¿Qué pasa? —Na.. nada... que tenemos que llevar los cafés a esas chicas... es de mala educación hacer esperar a nuestros invitados...¿no? —Noté como desviaba su mirada de mi y cogía la bandeja con el azucarillo, los dos cafés en unas tazas de porcelana y un par de pastas de sabor fresa. —Te conozco... ¿me estás ocultando algo? —Al mirar la bandeja vi algo de lo que antes no me había fijado... y que al hacerlo ahora... hizo que mi corazón diera un vuelco, al mismo tiempo que escuché un fuerte portazo en la casa. —¿De donde has sacado eso? —pregunté tembloroso, mirando el anillo en su dedo anular. —¿E..esto?... me... me lo regalaste tu... ¿no te acuerdas cielo? Por mi cabeza empezó a pasar mil recuerdos del pasado, recuerdos que recordaba pero que los tenía en una especie de cajita. Una conversación con Javi, donde le decía que había perdido el anillo de Nai... también pasaron recuerdos de Nai y yo... y justo, cuando llegaba a los de antes de un mes... veía un río, un caballo y alguien a mi lado. —Necesito... sentarme. —Mareado salí de la cocina, volví a escuchar como Elisabeth se ponía de nuevo a llorar. Entré al salón y vi que mis invitadas se habían ido. Ignoré el por que, pero el portazo de antes eran de ellas. Salí del salón y entré a mi estudio. Allí vi mi notebook, lo abrí y lo encendí. Escribir, me haría olvidar... *** Cuando llegué al porche de la puerta me quedé paralizada. —Creo que ha sido mala idea Mai... tenías razón, volvamos a casa —intenté volver sobre mis pasos, pero Mai me sujeto del brazo. —De eso nada monada, me has arrastrado hasta aquí, me he chupado 20km en autobús y he tenido que aguantar a dos tíos fanáticos de nuestro grupo cantando... mejor dicho, desafinando nuestras canciones casi media hora, así que ahora guapita, toca el timbre, recupera a tu chico y nos vamos...¿entendido? —Mai sonrió, haciendo que yo también lo hiciera. En algunas ocasiones, podía ser muy persistente, pero siempre haciendo lo mejor por los demás. —Tienes razón... hay que vencer los fantasmas del pasado. —Dije tocando el timbre. —Ghostbusters, tararararara, tatatarararan, tarararararan, ¡ghostbusters! —Mai comenzó a entonar con gracia la canción de los cazafantasmas, dándome un ataque de risa que fue rápidamente contagiada a ella. —Maldita seas. —¿Quién? —No creí en la posibilidad de que me abriera esa bruja la puerta, pero debí recordar, que por desgracia, ella vivia con él. —¿Qué hacéis vosotras aquí? —Hemos venido a ver a Elric, somos aún sus amigas, aun que no nos recuerde. —Mai le echó huevos y la encaró. —Así que vamos a pasar, quieras o no. —La desafió con la mirada y se puso a su altura. —Estás loca, las dos, estaís como una cabra, daros por vencidas estúpidas, Elric es mío ahora y nunca os va a recordar, os recomiendo que os cojaís el primer avión de vuelta a Nueva York, aquí perdeis el tiempo... ahora largaros de mi casa. No pude aguantar más sus estupideces y antes de que cerrara la puerta la sujete con mi brazo empujando para dentro evitando que cerrara la puerta. —Suelta la puerta estúpida, ¡suéltala! —¡¡Jamás... me daré... por… vencida!! —Grité poniendo todas mis fuerzas en abrir esa puerta, sentí que si dejaba que se cerrase, no tendría otra oportunidad nunca más. —¡¡Abrela!! —Mai también puso su fuerza y entre las dos la abrimos. La puerta golpeo en el brazo de esa arpía. —Te lo mereces... zorra. Elisabeth iba a intentar golpear a Mai justo cuando apareció por la puerta, a la pata coja y muy dolorido Elric. Tenía en la mano un atizador de leña que se usaba para las chimeneas. Supongo que se pensaba que eramos unos ladrones, ya que esa guarra, había gritado mucho. Sus ojos verdes se encontraron con los mios. Recordé los pocos momentos que tuvimos en el pasado y que se habían quedado grabados en mi interior a fuego. Me dio rabia, sentí mucho dolor. Por un momento no escuché ni sentí nada, era como si mi cabeza no estuviera en ese porche, si no, en otro sitio mejor. Un sitio donde solo estabamos Elric y yo... caminando por una calle, sintiendo la brisa del viento como azotaba nuestros rostros, nuestras manos entrelazadas, apretandosé al mismo tiempo... yo quería luchar por un futuro así... y a eso había venido. —Es mentira, solo intentemos explicarla que mi amiga te quería ver, nada más, pero empezó a insultarnos y a intentar echarnos a la fuerza... esa bruja. —Mai corrige tus palabras, recuerda lo que nos enseño Kirck...nunca nos tenemos que poner a la altura de alguien que no merece ni una gota de saliva de nuestra parte. —Medio sonreí, nunca lo podía haber dicho mejor. Noté como Elric hacía una mueca, como si intentara reirse. Por un momento pensé que se iba a enfadar, pero al contrario. Dejando alucinada a Elisabeth, nos invitó a pasar, con el pretexto de que no quería que se enterasen sus vecinos de nuestra charla. Nos enseñó el salón y pidió a esa bruja que nos pusiera tres cafés. Pero Elisabeth se empezó a quejar, y mientras caminaba hacía la cocina, con sus palabras logró hacer que Elric saliera a hablar con ella. —Maldita bruja, lo tiene por los huevos. — Mai no podía haber acertado más en todo el día. Así era imposible hacer lograr recapacitar a Elric. —Voy a ver. —Sigilosamente intenté salir del salón. Sabía que estaba mal, pero necesitaba enterarme de lo que estaban hablando. —¿Estás loca? —preguntó Mai arqueando una ceja. —Si... ¿vienes? —contesté lo más rápido que pude, haciendo que me siguiera. —No hay quien te reconozca amiga... vamos. Abrimos la puerta del salón con mucho sigilo y a hurtadillas logramos llegar a la puerta de la cocina. La abrí un poco y vi como Elisabeth se echaba a llorar y Elric dejaba que se desahogara en su hombro, por suerte, el que no lo tenía dislocado. De pronto empecé a sentirme muy mal.. Vi a los ojos verdes encontrarse con los marrones, pero no eran lo míos. Ví como las sonrisas fueron recíprocas pero no hacia mi. Ví como las manos se entrelazaron y noté como las mías se apretaban. Ví como les brillaba los ojos y como se humedecían los míos.Ví como daba caricias pero yo no las recibía. Ví como de su boca salía un te quiero , pero no seguido de mi nombre , si no el de ella. —Clau. Ya no podía seguir viendo más. Como en una carrera, esprinté hacia la puerta que conducía a la calle. Mai me persiguió y cerró de un portazo, mientras yo me encontraba saliendo por la valla y caminando muy deprisa. No sabía que iba a ser de mí , pero si ví lo que eran ellos. No me vieron salir , pero yo sabía que él no me vería más. —Clau por favor ¡¡Espera!! Mai me alcanzó y me abrazó con fuerza, mientras que yo, sin ninguna fuerza más en mi cuerpo, en esa calle perdida del poblado de Madisson, rompí a llorar. —Ya paso cariño mio... ya paso... venga llora todo lo que puedas. —Se acabo Mai... se acabo... he perdido... y ni si quiera se si jugué. —Ya saben lo que dicen querida... a todas cerdas, les llega su San Martin... —Es a todos los cerdos, les llega su San Martin... -Reí un poco mientras me secaba las lágrimas con la manga. —Venga... volvamos al hotel. —A Nueva York. —¿Qué? —Me voy Mai... me voy para siempre. Y esa decisión, no me haría retomar nadie. Volvería a mi tierra llena de arboles de edificios que algunos, te concedían ir al mismo cielo. Allí, comenzaría una nueva vida, antes de volver con Renegadas. * * * Había sido una caminata muy dura. Ese Joe tenía que haber especificado un poco más, como que la calle era cuesta arriba y que en hora punta, era muy difícil caminar por allí. Pero habíamos conseguido llegar a ese bar. Nada más entrar fuimos a una mesa y esperamos a que llegara un camarero. —Bienvenidas a StarBucks, ¿Qué van a tomar? —Nos preguntó el camarero. —Yo quiero un Muffin relleno de caramelo y lacasitos y un zumo de uva —pidió Roxanne. —Yo un Muffin de chocolate y otro zumo de uva. —Marchando. Roxanne me pegó una patada por debajo de la mesa, no entendí muy bien su mensaje, hasta que me hizo mirar a mi derecha. Dos chicos que conocí una vez estaban repartiendo unos papeles al camarero que nos había atendido. —¿No son amigos de Elric y Davids? —preguntó Roxanne. —El pelinegro si... pero el rubio no me suena de nada. —contesté mirándole mejor. Vimos como el camarero regresaba con nuestros pedidos, y por desgracia, con los dos chicos. —Las hermanas Blanc, las mas cañeras desde las Koplovich, ¿Qué os trae en un Starbucks? —El rubio se hizo sitio entre Roxanne y se sentó con el taco de folios. —No nos mal interpreteis, somos fans de vosotras, amamos vuestra música, pero no os vamos a dar la lata, tranquilas. —Solo queremos desayunar tranquilas —argumenté mirando al pelinegro, que se sentó a mi lado. —¿Vosotros que haceís por aquí? —Roxanne les empezó a dar conversación, ahora si que nunca se irian. —Venimos a repartir esta propaganda, sobre el LXV Aniversario del concurso de hipica que se celebra en Madisson, este fin de semana —contestó Mike. —¿Habrá un concurso de caballos? —preguntó mi hermana sobresaltada, había olvidado que amaba los caballos. —Así es, es el mas famoso en todo el condado, cada año se reúnen más de diez mil personas y participan bastantes famosos. —Mike había conseguido engatusar a mi hermana. Esta la miraba con unos ojos soñadores muy determinantes.—Si tu hermana te deja, te podrías venir esta tarde a mi finca y te enseñaba a los campeones. —A mi hermana que la den, tengo 19 años ya, ¿por qué no me invitas a comer y vamos juntos? —Kevin, comes solo, me piro, un placer Tania Blanc. Todo sucedió muy rápido, pero en menos de un minuto, un niñato con aires de angel, y mentalidad de demonio, se había llevado a mi querida hermana. —Tranquila, Mike es un capullo, pero no un idiota. —Kevin había cogido mi vaso de zumo y se lo había bebido de un trago. —Te estas zampando mi desayuno. —Dije mirando que faltaba medio muffin. —Lo siento... entre mi trabajo y el ayudar a Mike, se me había olvidado desayunar. Permiteme invitarte a comer y pagarte el desayuno. Supiré, al menos no comería sola. * * * Miré mis archivos guardados. Recordé que de vez en cuando, escribía un pequeño diario con las cosas que me ocurrian. Si en Septiembre me había ocurrido algo impactante, como el conocer a Clau y Mai, lo tendría guardado en algún archivo del ordenador. Encontré los libros que escribía, incluso las poesías que guardaba de Nai. Nai... ¿Por qué Elisabeth tenía su anillo? ¿De verdad se lo regalé? No... no podía ser. Recordé que le conté a Javi que lo había perdido. Pero...¿Por qué no puedo recordar esa noche del todo? Elisabeth me estaba mintiendo... lo que aún no se, es el por que. Mientras buscaba, intenté organizar mi vida, como quien organiza una carpeta con sus cosas. Volví al pasado. Nací en Arizona (Phoenix) Mi padre era piloto de cazas (F16) en la guerra del golfo y conoció a mi madre en un bar de Phoenix, durante un permiso. Mi madre se enamoró de el y de esa unión de una noche, nací yo. Mi padre, alcohólico sin remedio, acabo muerto en una cuneta, drogado y desvalijado. Mi madre se alegró, ese hombre estaba convirtiendo su vida en un infierno. Nos mudamos a Madisson y comencé a ir al colegio, conociendo a mis amigos de ahora, que se volvieron inseparables. Una de ellas era Elisabeth, mi mejor amiga por encima de cualquier cosa. Eso si lo recuerdo, Elisabeth siempre ha sido mi mejor amiga, nunca la vi como nada más... ¿o quizás si? Conocí a Nai en el instituto mayor, y casi en un flechazo, me enamoré de ella. Elisabeth se alejó de mi y cuando entró en la universidad ya casi no la veía. Hasta que llegó un día, en que dejamos de hablarnos. Nai cambió toda mi vida, pero por suerte, mis amigos siempre estuvierón allí. —Me han dado una beca, para estudiar Magisterio en Paris... mi sueño se a echo realidad Elric. Nai se fue. Y con ella, todas mis esperanzas de formar una familia. Mis amigos siempre estuvieron conmigo, nunca me dejaron solo. Pero hace poco. Paré de pensar. Justo cuando iba a cerrar el ordenador, vi un archivo en el escritorio, único lugar donde no busque. Lo tenía justo en frente, y no lo vi, pero ahora si. Conocía a Clau, claro que la conocía, sino... ¿Por qué iba a tener un archivo con su nombre? Ese día iba a pasar a la historia, como el día más largo en mi vida. Sin duda alguna, jamás pensé, en mis años como escritor, que un día, mi vida se convertiría en una inspiración para mis libros. Y algo más importante aún, que el amor que una vez encontré, solo lo recordaría, en dos párrafos de un capítulo perdido en mi memoria. “Y justamente, en ese río que me vio crecer, conocí a mi verdadero amor, a ese que siempre busqué. Su nombre... Clau. La chica que logró que volviera a confiar en el amor, a confiar en el futuro y a confiar en un presente feliz, lleno de abrazos y calidos besos, en una noche caminando por Wisconsin, a la salida del Rock Night. Como odié llegar a ese hotel. Pero mañana es su concierto, y estaré ahí dándolo todo. Y a la salida, a mi casa la llevaré, para dormir con ella, y hacer que esa noche, sea inolvidable....” —Elric ¿Quiéres merendar algo? No escuché como la puerta de mi estudio se abría. Y apenas escuché como Elisabeth me llamaba. Leí, volví a leer, releí, y así infinidades de veces. Miré la fecha en la que escribí el archivo. Todo coincidía. No había ningún error. —Conozco a Clau Reeders...y a Mai Evans. —Elric...es mejor que. —¡¡MALDITA SEA ELISABETH!! —perdí un poco los papeles. Me levanté de golpe y la encaré con violencia. Pero volví a mi estado normal y con dolor aún en la rodilla, suspiré dejándome caer de nuevo en la silla. —Eli... no quiero saber el porque me estás mintiendo, tampoco quiero saber el porque tienes el anillo que le regalé a Nai hace tiempo por navidad. Pero por favor, por nuestra amistad... ¿Conozco a Clau Reeders y Mai Evans? —Amistad. —Susurró Elisabeth. —Elisabeth... te quiero... pero como amiga, eso lo acabo de recordar. Por eso al besarte no siento nada, vacio... eres mi amiga, y siempre lo serás. Así que por favor, ayudame... te lo imploro... ¿Conózco a Clau Reeders? Elisabeth empezó a derramar lágrimas. Se arrodilló cansada y se llevó ambas manos a la cara. —Para que un paciente con síntomas de amnesia recuerde algo de su pasado, lo mejor... es que vuelva a esos sitios... Elric. Entendí las palabras de Elisabeth. Me di la vuelta en la silla y volví a leer el archivo. —El río Hudson. Antes de irme levanté a Elisabeth del suelo. —Elric... lo siento. —Déjalo por el momento, tengo que irme. Miré el reloj. Eran las siete de la tarde, pronto anochecería. * * * Llegué al hotel con fuerte dolor de cabeza. Mai se había dedicado todo el camino en el autobús a intentar hacerme cambiar de parecer. Pero era inútil. Elric jamás recordaría, esa bruja se dedicaba a comerle la cabeza y lo había conseguido. —Por favor. —Mai, tu quedate aquí. Amas a Davids, eso no lo puedes negar y no voy a permitir que me acompañes. Me iré con Tania y Roxanne en el vuelo de por la mañana, llamaré al aeropuerto. —¿Y si recuerda? ¿ Y si consigue recordar? Lo perderás para siempre... te arrepentirás el resto de tu vida Clau... nunca encontrarás a un chico como Elric, ni le querrás tanto. —Mai... nada es eterno. —Clau... nada es imposible. —Touche. —Ella indignada se dio la vuelta mientras yo cogía el teléfono móvil y marcaba el numero del aeropuerto. —Buenas tardes, quería reservar un billete de avión, para Nueva York. —Clau... recapacita... por favor. —Para esta noche... si, a las 0:45 me viene bien. —Clau. —Si, muchas gracias, adiós —colgué el teléfono y miré a Mai. —Nos veremos en un mes, disfruta con Davids, y no lo dejes por nada en el mundo, es tu chico Mai, ya lo veras. Mai me abrazó como nunca. Como quería a esa chica, pero aquí ya no pintaba nada, y por desgracia, todo me recordaba a Elric. Lo había perdido. Debía aceptarlo, le seguía amando, por eso... le dejaba ir. El era feliz con ella ¿Quién era yo para meterme de por medio? Solo una chica que había aparecido por su vida una mañana en las escaleras de una tienda de móviles. Una chica que tuvo que ser rescatada por él. Una chica que se enamoró de sus dos ojos verdes. Una chica que no le pudo decir “ te quiero “ cuando lo pensó, pero si lo escuchó, cuando lo deseó. Solo era una más... pero él, para mi... se había convertido en “único”. Quizás no vuelva a ser feliz, pero al menos, sabré que hice feliz a alguién. —Hola chicas ¿ya estáis de vuelta? —Roxanne se bajó de un coche, el conductor nos guiñó un ojo, le reconocí de inmediato. —Mike. —¿Le conoces? —preguntó Mai. —Es amigo de Elric. —Nos vemos mañana entonces guapa, descansa, adiós Clau. —Mike aceleró a fondo y se fue de nuestra vista. Roxanne suspiró con fuerza. —Dios... que hombre, mi fantasía cumplida, hacerlo entre pajas y abono, voy a darme una ducha chicas, os veo arriba. —Eso nos sorprendió a todas, sobre todo a Mai, que no pudo evitar reírse. —Espera... Roxanne se va mañana ¿por qué a quedado con él? —pregunté. —Sube y preguntaselo. —Mai se encogió de hombros. —Te veo arriba. Subí por el ascensor y entré a su cuarto, como siempre, se había dejado la puerta abierta. —Roxanne... ¿no te vas mañana? —pregunté, se estaba quitando la camiseta. —No, al final me quedo, Mike me ha convencido —sonrió como una estúpida enamorada, absorta, arqueé una ceja. —Ah... vale... me alegro pues. —Ahora te entiendo Clau, siento haberme metido contigo estos días... pero cuando el amor llega... te golpea con fuerza. Cerré los ojos y la sonreí. —Me alegro Roxanne... nos vemos en la cena. Salí del cuarto y me metí en el mio. Debía hacer la maleta. * * * Una noche muy larga. Desde que nos enfadamos Mai y yo, ya no había llamadas que me rompían la monotonía del llevar un restaurante de fideos, ni sus visitas sorpresa. La echaba de menos, debía admitirlo. Escuché un ruido, alguien había entrado mientras estaba cerrando. —¡Esta cerrado! —avisé cogiendo un cuchillo por pura inercia. —¿Qué vas a hacer con eso? Te recuerdo que soy campeón de taekwondo capullo. —Era el inutil de Mike, rara vez venía a visitarme. —Pensé que eras un ladrón. ¿Qué haces en mi restaurante? Pensé que te daban asco los fideos chinos, o eso me dijiste tu el día que lo abrí. —¿No puedo venir a visitar a mi amigo? Ahora en serio, he venido a hablar contigo. —Rara vez Mike quería hablar conmigo. Normalmente se desahogaba con Matthew, pero desde que se fue a Wasington a terminar su carrera, supongo que Mike se sentía solo. —Claro, ¿una birra? —Por supuesto. Salimos a la terraza, un lugar bien ambientado con figuras de buda y samurais. La fuente que coloqué en el medio con peces tropicales, le daban un aire mas exótico al local. —Cuenta. —¿Es verdad que estás saliendo con Mai Evans? —De pronto se me quitaron las ganas de hablar. Le pegué un sorbo al botellin de cerveza y lo dejé en la mesa —¿A qué viene eso? —pregunté cabreado. —Creí que querías hablar de ti, no de mi. —Yo en ningún momento te dije que era de mi. Lo que pasa es que hoy, Kevin me ha puesto al día de lo que estaba ocurriendo, mientras yo preparaba el campeonato de hipica de este año. Lo de Elric me dejó trastornado, pero lo tuyo con Mai... macho, te enamoraste de ella en un videoclip, y ahora la tienes para ti... me alegro mucho por ti en serio. —Conocer el lado dulce de Mike me daba cosa... la verdad, siempre había sido como yo, un mujeriego vividor follador. —Un momento... tu también tienes a alguien ¿no es cierto? —Ahora me cuadraba todo, era raro que Mike no hubiera dicho palabra malsonante o gesto de desesperación por echar un polvo. Mis sospechas se hicieron realidad cuando encorvó el cuello y miró para otro lado. —¡¡Es cierto!! —Callate... tal vez, es Roxanne, la teclado del grupo. —¡¡No me lo puedo creer!! —Si... parece ser que todos estamos saliendo con una integrante de las renegadas amigo mio. —Todos no. —Si tranquilo, Kevin ha salido a comer con Tania hoy... no tardaran, y según me enteré, Javi está con Alex. —Pero Elric no recuerda que estaba con Clau... ¿no te ha dicho eso Kevin? —pregunté extrañado, aun que este se rió. —La recordará, no te preocupes, nadie puede olvidar que estuvo con la bajista más cañera del condado... tarde o temprano, la recordará. Por primera vez, pude admitir que estaba de acuerdo con lo que decía Mike. La melodía de mi móvil sonó. No me lo pude creer al ver quien llamaba. —Mai...no te esperaba. —”Escuchame bien Davids, ahora todo esta en tus manos, tienes que convencer a Elric de que estaba con Clau.” —Lo he intentado Mai, pero habrá que dejarle tiempo, unas semanas como mucho, la recoradará, estoy seguro. —”¡¡DAVIDS!! Clau se va, se ha rendido... esta noche sale su vuelo a Nueva York... la perderá como no mueva su culo hasta aquí y la diga que la quiere... tienes que ir a su casa y avisarle... ¡¡RÁPIDO!!. Miré a Mike, que estaba escuchando los ruidos de los gritos de Mai. Le pegó un sorbo rapido al botellín y lo dejó en la mesa. —Voy... te llamaré... te quiero. —”Y yo... confío en ti.” —Vamos, no hay tiempo que perder. —Mike cogió los botellines y los lanzó al cubo de la basura. En una carrera cerré el local y me monté en su coche. Conducimos hasta casa de Elric. Pero al llegar a su puerta, nos abrió Elisabeth. —Donde está —inquirí mirándola fijamente. —Davids... yo... lo siento. —¡¡DONDE ESTÁ!! —Grité asustándola. —Davids, tranquilizate. —Mike me echó a un lado. —Elisabeth, es importante... ¿Donde está Elric? —En el río Hudson, es lo único que escuché de él. Se fue hace dos horas... no se más, yo también estoy preocupada. —¿Qué vamos a hacer Davids? —preguntó Mike. —El río atraviesa todo el pueblo, tardaremos horas en encontrarle. —Se donde está —dije mientras echaba a correr.—¡¡Quedaros por si vuelve!! Sabía donde estaba. Ese lugar solo lo conocíamos tres personas, él, ella y yo. Era el lugar indicado para que recordara. Debió de saberlo, tal vez mis palabras de esta mañana le hicieran efecto. * * * Llegué al río. Se suponía que yo había estado hay con Clau. Intenté recordar, ahora podía ver viejas escenas, una cuerda, una chica desnuda... ¿Qué me había sucedido allí? Me quedé una hora, bajo un arbol mirando al río, intentando recordar. Pero era una tontería, no recordaba nada más. —¿Y si...? —pregunté en alto, como si alguien me escuchara. —Es una puta locura. Suspiré y me levanté. Me quité los pantalones y la camiseta, con cuidado por el hombro. Caminé hasta las aguas del río y metí un pie. Estaba helada. —¿A quién se le ocurre bañarse en el río? La corriente es muy fuerte y te arrastra sin piedad ninguna. —¡¡NO!! ¡¡No me sueltes por favor!! Me venían recuerdos. Me estaban bombardeando mi cabeza. —Agárrate a la cuerda. Recordaba. Por fin recordaba. —Esto... gracias por salvarme... fui una estúpida al lanzarme al río... yo... te debo una. —¡¡CLAU!! Sin darme cuenta caí al agua dañándome de nuevo el hombro. Grité de dolor. Por suerte conseguí agarrarme con la otra mano a la piedra, evitando caer a la profundidad del río. —Clau...¿cómo he podido olvidarte? Soy un imbécil.... un puto imbécil. Por el dolor, por el cansancio... no sabía el por que, pero me dormí. —¡¡¡ELRIC!!! —Davids corrió hacia mi y me sujeto de la mano. —Arriba campeón. —Davids... ¿Donde está Clau? —¿La recuerdas? —preguntó extrañado. —Claro... no se porque la olvidé. Pero recuerdo todo Davids... ¿Dondé está? —Mai me llamó... Clau ha salido al aeropuerto. Lo siento amigo... pero se va a ir. —No... no puedo permitirlo... no otra vez. —No corras Elric, te harás más daño. No escuché más a Davids. Salí corriendo de regreso a casa. Davids me seguía detrás de mi. Al llegar a casa entré topándome con Elisabeth. —Elric... siento lo de antes... yo... no se como pude mentirte... pero lo que si es verdad, es que te amo... te amo como jamás podré amar a alguien. —Lo siento Elisabeth... pero yo amo a Clau. —La...¿la recuerdas? —Si...y voy a recuperarla. Encontré mi cartera, Mike y Davids estaban en el salón. —Déjame las llaves de tu coche Mike, te lo devolveré. —Ten. —Mike me las lanzó. –No vuelvas sin ella... es un aviso. Medio sonreí y salí de la casa. Arranqué el coche y conducí, no pude ir muy deprisa, me costaba conducir con el hombro como lo tenía y aún tenía el accidente presente en mi cabeza. Pero llegaría, aun que me costara la vida. * * * El taxi me dejó en el aeropuerto. Fui a facturar las maletas y a coger el billete de avión. Aún recordaba la primera vez que pisé ese aeropuerto, hace mas de un mes. Cuando llegué pensé que solo íbamos a estar cuatro días como mucho. Hay que ver las vueltas que da la vida. Me senté en una silla y miré el tablón electrónico de los vuelos. Faltaba media hora para embarcar. Recordé la última cena de hoy con las chicas. Me sorprendió ver que todas al final, encontraron su amor, en Madisson. Todas, excepto yo, triunfaron. Me alegré por ellas, sobre todo por tres chicas en especial... Mai, Alex y Roxanne. Alex al final aceptó estar enamorada de Javi, y por lo visto, ya son oficialmente novios. Mai no tardará en volver con Davids, ambos están locamente enamorados. Roxanne se tiró a Mike, y este le pidió una segunda cita mañana, ambos son iguales, seguro que no tardan en estar juntos. Y Tania, la solitaria guitarra rítmica, encontró su amor en una comida en un restaurante italiano, el Sheriff del pueblo, Kevin. -—Pasajeros con destino Nueva York, pueden empezar a embarcar por la puerta 7A” Supongo que hasta aquí llegó mi historia de cuento. La verdad, me esperaba un final feliz, pero por lo visto, solo esas cosas pasan en la ficción, y esta, por mucho que me cueste admitir, es la pura realidad. Los cuentos...cuentos son ¿Le olvidaré? No existe el olvido... solo el aprender a vivir con ello. Aprenderé a vivir sin él, así como aprendí a vivir por él. —Clau. —escuché y me di la vuelta... no me lo pude creer. * * * Maldecí con todas las palabras malsonantes del diccionario, incluso algunas inventadas por mi, el maldito tráfico para llegar al aeropuerto. Parece ser, que se pusieron todos de acuerdo en irse de viaje. —No voy a llegar... mierda. Estaba muy cerca, eran las 0:40, en diez minutos salía su vuelo según me había dicho Davids. Cometí una locura, pero me eché a la cuneta, apagué el motor, salí del coche y cerré con llave. No molesté a ningún coche, aun que algunos me pitaron. Corrí... con dolor, sin dolor, no lo se... pero corrí como si mi cuerpo dependiera de ello para vivir. Al llegar me esperé lo ocurrido, miles de personas buscando su puerta de embarque. —”Última llamada para el vuelo 2267 con destino Nueva York, pasajeros, embarquen por la puerta 7A” —La 7A, esa debe ser. ¿Pero donde estaba? Mierda. La busqué por todos lados, incluso pregunté, pero nadie sabía que puerta era. Hasta que la vi... Corrí hacia ella, pero por el camino me choqué con unas maletas. Me ayudaron a levantarme, pero no había tiempo. —Señor, se ha dislocado el hombro. —Me decían, pero no me importaba. Volví a correr y llegué. —Su billete por favor. —Me pedían un billete, cosa que no tenía. —Por favor dejame pasar, es urgente, necesito decirle a una chica que la quiero, por favor señorita, es urgente. —Lo siento caballero, sin billete, no puede pasar. —Pero señorita, es urgente. —Disculpe, me esta obstaculizando. —Caballero, dejale pasar, el si tiene billete. Que necio fui. Esas escenas solo ocurrían en películas y en libros. Como escritor, debí saberlo. Me cegó la ambición y el propósito de recuperarla, y no medí los actos. Seguro que el coche de Mike, está en el deposito de la policía con una gran multa. Mi hombro me sigue doliendo mucho, la rodilla casi no la siento... y la chica que amo más que a nada en el mundo, esta en un avión, rumbo Nueva York. —El vuelo 2267 con destino Nueva York, efectuará su despegue. * * * Y ahí me quedé, con una mano en el corazón, mirando por la ventana del avión, como este despegaba y como dejaba atrás todo lo que más me importaba. —Que bueno reencontrarnos de nuevo Clau... te eché mucho de menos. Como si fuera una broma del destino...el pasajero que estará en mi izquierda, durante las próximas 6 horas, era mi ex-novio. —Si... una sorpresa encontrarnos... Skaler. El técnico de sonido que una vez trabajó para mi, Tony Jeans Skaler. Hasta aquí =) Es el capítulo más largo de toda la historia, pero mereció la pena, no quería dejar nada sin describir. Se que me faltaron cosas, como Alex y Javi que no han salido y os acabaís de enterar, que Matthew está en Washington. Bueno, es que por el momento no tengo planes para Matthew, aun que si sois listos, sabreís que va a ocurrir con el XD Para el próximo habrá una sorpresa muy gorda, ya aviso :p Y como vereís, queda muy poquito ya, pero no os preocupeis, que ya tengo en mente la secuela de la historia =) Esta vez no haré preguntas... bueno si una... ¿Os ha gustado? n.n Nos vemos en la próximo entrega, pondré fecha :p Cuidaros!! DFA Próxima actualización: 21 de Octubre
Demasiado genial!!! me encantó esta, pero oye me habías dicho la subirías el lunes pasado jumm¬¬, bueno igual valió la pena esperar, me gustó demasiado. Por fin recupero la memoria es un milagro, ahora mas vale que llegue a que Clau, pero ¿que pasará entre ese ex-novio y Clau? ay no que no vaya a meter la pata!!. En fin, te dije todo lo que se me pasó por la mente, ah pero noté en la ortografía unas poquititas faltas de acentos pero bueno XD. Mas te vale me avises de la proxima amigo. Un besote, Saludos^^
Holis Dark amigo ^v^ aquí una Koto-chinn reportándose... Llegó un poquito tarde porque este fin de semana me fui a mi casa y ahí el Internet brilla por su ausencia, y acabo de llegar espero no te moleste ^x^U Comencemos con los aspectos técnicos: -Sigues teniendo algunos problemas con los guiones pero ahora ya los dominas más. Debería ser algo así: Aquí no era necesarios los puntos suspensivos ya que estos se usan para indicar una pausa transitoria que expresa duda, temor, vacilación o suspenso (para mayor información vista Wikipedia ^_^U) -Te faltaron algunos acentos. Ojo con todo eso, los acentos son jodidos. - Cuando escribas varias preguntas juntas, debes separarlas por una coma y la siguiente pregunta escribirla en minúscula. Debería ser algo así: Ahora a la historia... Por fin, ya era hora que Elric recuperara la memoria, pero por tonto Clau se fue; aunque me da rabia la situación quiero que se reencuentren y arreglen sus problemas para que tengan su final feliz ^v^ Claro que parece que ahora la historia se tornara color de hormiga, como Clau se reencontró con su “ex”, de todas las personas que pueden haber en este vasto mundo la fuerza del destino es más fuerte contra todo eso no quiero por nada del mundo que el canalla de su “ex” trate de hacer las pases con Clau, ella le pertenece a Elric y viceversa. Me gusto mucho lo que dijo Mike: que todos habían terminado con una de las chicas de renegadas jeje, quiero ver como le van a ir las cosas a esa parejita tan especial. Espero la continuación y disculpa la demora otra vez. Nos leemos... Sayonara!! Koto-chinn
Hola siento el retraso. Lo cuelgo hoy porque se que mañana se me olvidará... y como tengo sueño, no me enrollaré mucho :s Muchas gracias por seguir esta historia y de verdad que siento el retraso e.e Capítulo 15: Decisión —¿Cómo es que todavía andas por aquí? Vuestro concierto en Madisson fue hace casi un mes , pensé que ya estabas en Nueva York. No me apetecía hablar de nada, y menos del motivo de mi marcha. Y menos con Skaler. Pero no podía no responderle , así que me inventé algo. —Pues… nos tomamos unos días de reflexión para estar todas juntas y saber que haríamos después del fin de gira. Las chicas encontraron el amor aquí en Madisson y yo… me vuelvo a Nueva York.—¿Tú no lo encontraste? —Eso no es asunto tuyo. —Sabes que sí lo es… para saber si puedo tirarle los trastos otra vez a la bajista de Renegadas de nuevo o no. Me repatearon sus palabras. Sabía perfectamente que estaba mal psicológicamente , me conocía muchísimo , y me supo dar para hacerme daño. —Eres un gilipollas. Perdone señorita , ¿hay otro asiento libre? —Lo siento , vamos completos. Mierda. Encima me tocaba aguantar las seis horas de viaje al imbécil de Skaler. Si eso le sumamos que íbamos en la cola del avión y mi pánico a volar… Iba a ser un viaje fatídico. —Vas muerta de miedo...— Me dijo tocándome el hombro. —Déjame en paz. Tal vez me hubiera pasado de borde , pero se lo merecía. Me había hecho mucho daño , y si a eso le sumamos el daño del pasado más todo lo presente… Estaba hecha una mierda. Y pensar que todas habían encontrado el amor allí en Madisson… me fastidiaba más , porque cada vez que querría visitarlas tendría que ir a ese maldito pueblo , y volver a ver los paisajes y sentir ese ambiente que él me había enseñado a apreciar. Le voy a echar de menos. Muchísimo. Sé que no se puede echar de menos algo que nunca llegué a tener pero… cómo es posible. Cómo es posible que me haya enganchado a un chico que conocí por casualidad , gracias al destino. Si Kirck no hubiera parado en esa maldita cafetería , o yo no me hubiera bañado en ese río… jamás hubiera ocurrido esto. Y es que a veces las cosas ocurren sin motivo aparente. Una especie de fuerza hace que una persona entre en tu vida y ya no la puedas sacar nunca más. Elric había dejado secuelas irreversibles pero… yo no tuve la suerte de llegarle hondo. Fue un placer conocerlo , y no tanto el intentar olvidarlo , pero no queda otra. Que sea feliz. Sin haberme dado cuenta me caían las lágrimas por las mejillas. Skaler se había quedado dormido con los cascos puestos , así que no se enteró de nada. Volví a mirar por la ventanilla. Quedaban 25 minutos para aterrizar en Nueva York… quedaban mil heriditas que ahora mismo estaban en carne viva y solo había un único responsable. Elric- James Tyler. * * * Me quedé en la puerta del finger. Una azafata me había quitado la oportunidad de evitar que el amor de mi vida se fuera de ella. No podía culpar a la azafata. Yo era el culpable. Yo era el que había sido incapaz de recordarla. Yo era el que se había besado con otra chica delante suya… joder , yo había sido el que le había dicho te quiero a otra chica que no era ella. Me quedé sentado en las sillas que hay al lado del mostrador de embarque. Me quedé con las rodillas flexionadas , las manos en las sienes y con el rostro inexpresivo. Davids y Mai llegaron 10 minutos después de que saliera el avión. —Elric , amigo , dime que pudiste pararla y está en el baño.—dijo Davids con esperanza. No le contesté , me limité a mirar hacia abajo y cerrar los ojos… necesitaba imaginar que ella estaba allí , no podía articular palabra. —Elric. —Davids , déjame a mi. —dijo la guitarrista. —creo que sabré ayudarle. Ví como Davids agarraba a Mai del brazo. No se lo que le pudo decir la chica , pero Davids se limitó a mirarla fijamente , besarla y marcharse. Mai se sentó a mi lado. Tomó unos segundos , como para armarse de valor para decirme lo que unos instantes después soltó por su boca. —Necesito que la des un tiempo y luego vayas a buscarla. Me quedé mirando al suelo. No entendía como la mejor amiga de una chica que había tenido que soportar todo lo que Clau había sufrido me pedía a mi , el supuesto cabrón que le había hecho tanto daño , que fuera a recuperarla. —¿Por qué me dices eso Mai? —Por muchas razones. La primera de ellas , es porque nunca había visto a mi amiga igual de bien que en los días en los que estuvo contigo y nunca la vi tan mal como cuando estuviste en el hospital. —¿Y por eso quieres que vaya a por ella?. La he hecho daño Mai , y no creo que quiera saber nada de mi. —Mira , por mucho que me pese y por mucho que te “odie” ahora mismo , tu has hecho que Clau saliera de esa burbuja de frialdad en la que estaba metida. Antes de venir aquí a Madisson , durante toda la gira , nunca salía , no la gustaba expresar lo que sentía y mucho menos hablarlo con la gente. Pero fue llegar a aquí y conocerte y ella empezó a abrirse , al menos conmigo , sin que yo tuviera que estar preguntándole. Quitando eso , Clau es mi hermana , y como comprenderás quiero lo mejor para ella. Así que hazme el favor de no quedarte parado , porque si lo haces te vas a lamentar toda tu vida , y yo contigo. —¿Por qué dices eso? Mai se quedo callada. Apartó un momento la mirada de mí y después volvió a hablar. —Cuando no recordabas , yo nunca creí que fueras a recobrar la memoria. Pensé que nos habías olvidado a Clau y a mi y que nunca más podríamos lograr que lo hicieras. En el hospital , cuando nos dijiste que no sabías quien éramos , Clau estaba dispuesta a recuperarte de cualquier modo. Yo estaba cansada y muy enfadada en ese momento. Le recriminé que solo te conocía de tres días. Claro , Davids estaba a mi lado , y yo llevaba exactamente lo mismo con él que tú con Clau. Davids me dijo que si yo no creía en vuestra relación , que él no podría estar conmigo. Se me quedó mirando , con ojos de implorarme que lo hiciera. —Por favor Elric. Sobre todo por vosotros , pero también por nosotros dos… o nosotros tres. Me quedé impactado. —¿Cómo que por vosotros tres? Mai bajó la mirada. Tomó aire como signo de relajación. Tenía los ojos llorosos , y con voz entrecortada me dijo. —Elric , no es seguro , pero… creo que estoy embarazada. * * * —Por favor señor , tiene que incorporarse. Vamos a tomar tierra. —Claro, claro. Skaler se despertó alterado. Yo seguía mirando por la ventana. —¿Por qué no me despertaste? —Porque estás mejor dormido. —Dormir me gusta hacerlo en la cama , al igual que otras cosas. — Por favor , no sigas con ese juego. —¿Y por que debería parar? Tenía razón , ¿Por qué debía? Me limité a darle su cinturón para que se lo pusiera. Aterrizábamos en Nueva York , donde estaba lloviendo con fuerza. Había muchas turbulencias , y a mi no me gustaban nada. Me agarraba fuerte a los reposa brazos. Skaler lo notó y me cogió la mano. No me gustaba que hiciera eso , pero supongo que por el miedo que tenía por las turbulencias le dejé que me cogiera. Pasaba su pulgar por mis nudillos , acariciándome la mano izquierda para que me relajara. Al fin tomamos tierra. Pero él no me soltaba la mano —Skaler. —Se perfectamente lo que estoy haciendo Clau. Se me quedó mirando. Me apretó la mano. Ese gesto me recordó muchísimo a Elric , cuando estábamos esperando el autobús el día del río a las afueras de la finca de Mike. Quise olvidar a Elric. No quería pensar en él , así que me deje llevar. Skaler me acompañó a por la maleta. El solo llevaba equipaje de mano. Salimos del aeropuerto , y cogimos un taxi. Bajamos en la puerta de mi apartamento. En todo el trayecto tuve la mente en blanco , no pensaba en nada , porque sabía que si lo hacía solo podría acordarme de él. Subimos hasta el séptimo piso. En el ascensor Skaler me besó por segunda primera vez en mi vida. No se le podían comparar en nada a los de Elric. No transmitían ni la mitad de todo el amor que podía percibir con los del ojiverde. Yo simplemente me limité a apartarle un poco y mirar hacia el suelo. Llegamos a la puerta de mi casa ,y cuando estaba abriendo la puerta el decidió intentar meterme mano. A eso , le respondí con una bofetada en la cara. Vale que me hubiera dejado llevar un poco esa noche, pero no iba a volver a acostarme con Skaler , y menos por despecho. Las cosas que se hacen en caliente luego son de las que te arrepientes toda tu vida. —¿Pero que coño haces? ¿Me traes a tu puta casa y ahora cuando estamos aquí arriba me abofeteas? —Skaler, lo siento. Nunca quise llegar hasta aquí en todo el trayecto , ¿sabes?. Lo estoy pasando lo suficientemente mal , y me he equivocado mucho durante estos últimos días , y no me apetece seguir equivocándome. —Siempre fuiste una estrecha… ¿En que puto mundo vives Claudia Reeders? Los chicos perfectos no existen. No vas a encontrar a un chico que en un par de horas te demuestre lo inteligente , lo simpático y lo guapo que es para que te puedas acostar con él en una noche. Se me caían las lágrimas. Lo peor de todo es que yo sí había encontrado a ese “chico perfecto”. Y no le quería para acostarme con él. Me pude haber subido a Elric perfectamente esa noche a mi cuarto… y no lo hice. —Encima ahora no vayas de víctima… ahora a mi esas lágrimas tan falsas no me valen. —Vete a tomar por culo. Le esquivé como pude y bajé las escaleras del edificio. No volví a ver a Skaler, y no supe de él hasta varios años después. Salí a la calle y cogí un taxi. Estaba rota por dentro , y tenía que ir a un sitio que haría que me sintiera mucho mejor. —Buenas noches señorita. —Buenos noches. A la Calle Houston nº 30 , por favor. —Directos iremos señorita. Allí me esperaba la única persona que sería capaz de ayudarme… la única que me conocía lo suficientemente bien. Mientras iba en el taxi hice una llamada. —¿Sí?—dijo una voz cansada detrás del auricular. —Hola papá… ¿estarás en tu despacho ahora? * * * —¿Lo sabe Davids? —No , todavía no es seguro... pero no puedo enfrentarme a esto sola. Voy a ir a hablar con él en cuando termine contigo… dime , ¿qué vas a hacer? No necesitaba pensarlo. Iba a ir a recuperarla. Nunca es tarde , no iba a perder nada por intentarlo. —Me voy a Nueva York , Mai. En cuanto tu me digas...iré a por ella. —Aquí tienes tu billete, sales en dos hora. —Me dijo ella extendiéndome un papel con la mano —¿Cómo sabías que decidiría irme? —Llámalo… instinto femenino.— Me dijo ella sacándome la lengua y guiñándome un ojo. —Eres genial… muchísimas gracias. —Chicos , ¿esa no es Mai Evans , la guitarrista de Renegadas?—dijo un joven a lo lejos —Elric , me tengo que ir... No pierdas el avión. -Gracias Mai , muchísimas gracias. Y por cierto , llámame con lo que sea. —Tranquilo. Se fue. Nunca le estaré lo suficientemente agradecido a esta chica por todo lo que hizo por mi. Me dirigí a la puerta de embarque que me correspondía. En pocas horas , estaría en Nueva York. * * * —¿Se puede? Pregunté tocando la puerta del despacho. —¡Cariño! ¿Cómo estas? Pensé que no te vería hasta dentro de un año… ¿Qué tal la gira? —Bien , bien… papá , necesito hablar contigo. —¿Qué pasa Clau? Suspiré. Con mi padre siempre me había llevado muy muy bien. Le quería mucho. Pero las cosas se empezaron a torcer cuando decidí tomar el camino de la música. Cuando tenía 15 años , el era el primero que sabía todos mis secretos. Compartíamos el hobby de los caballos… era genial. Ahora me iba costar contarle lo que me pasaba. Pero intenté recordar la faceta de nuestra buena relación y eso me armó de valor para contárselo. —Papá… bueno , empezaré desde el principio. El fin de nuestra gira fue en Madisson , un pequeño pueblo de Wisconsin. Allí, conocí a un chico y. —No me digas más… ¿te gusta mucho verdad? —Muchísimo. Mira papá , ¿te acuerdas cuando celebraste el décimo aniversario con mamá? Todo lo que te esforzaste para su sorpresa , y el cariño que le pusiste. Eso no se hace si no se está enamorado de verdad. —Claro hija. —Bien. Este chico, tuvo un accidente de coche. Quedó en coma. Papá… nunca sentí algo tan fuerte por una persona. Con él me sentí querida, comprendida y feliz. Despertó del coma. Ahora no me recuerda. No sabe que pinto en su vida… y lo peor es que otra chica se está aprovechando de él. —Hija…—Me dijo sentándose a mi lado. —Hay muchos chicos , y tu eres preciosa. —Papá... no quiero más chicos. Le quiero a él. No hay más. —Pues… si tanto le quieres, ¿por qué no haces que te recuerde? —Porque ya es tarde… la otra chica se ha salido con la suya… él se cree que es su novia , y yo no puedo hacer nada. Mi padre me subió la cara. No le gustaba que mirara hacia abajo. Decía que era un gesto de sumisión , y no quería que yo lo fuera ante nada ni nadie. —Escuchame. No se trata que recuerde lo que ya habéis pasado. Si no que lo recuperes de tal forma con la que ya nunca más te pueda olvidar. No conozco a ese chico , y tampoco quiero , porque es el que ha robado el corazón de mi hija. Pero quiero que me hagas un favor. Sé feliz ante todas las cosas. Y si con él eres feliz , ¿a que esperas cariño? Llámale. Y demuéstrale quien eres. Eres Claudia Reeders, la chica que logró pasar de las gafitas de niña estudiante a los vaqueros de un grande del rock. Y lo más importante , no te avergüenzas de quien has sido. Los Reeders estamos hechos de otra pasta, y espero que él se sienta afortunado de tenerte. Y si no lo hace… es un auténtico gilipollas. Me emocioné. Era mi padre, y a pesar de todos los problemas que habíamos tenido, iba a ser el hombre que más iba a querer en toda mi vida. —¡Y no quiero ni una lágrima!—Me dijo riéndose. —Ya hemos llorado demasiado tu madre y yo contigo, como para que tu también llores ahora. —Papá… gracias. —Ven aquí anda. Me abrazó. En ese momento me acordé de la vez que tenía 8 años y me iba de excursión de una semana con el colegio. Mi padre era el que me decía que disfrutara , que me lo pasara bien y que hiciera muchas fotos. Era la primera vez que pasaba tanto tiempo separada de ellos. No me dijo ni que tuviera cuidado, ni que guardara bien el dinero. Simplemente me abrazó, como lo estaba haciendo ahora y me dio un beso en la mejilla. — Y ya me presentarás a ese chico… ¿cómo se llama, por cierto? —Elric.—Le dije sonriendo y quitándome las lagrimillas de los ojos. —Pues ya me presentarás a Elric de manera oficial ¿no? —Ojalá papá. Ojalá. —Es tarde Clau , ¿te llevo a casa? —No te preocupes, cojo un taxi, estas cansado y vives en la otra punta de Nueva York. Tengo dinero para el taxi. —Está bien… cuídate ¿vale? —Adiós papá.— Le dije guiñándole un ojo. —Adiós pequeña.—dijo devolviéndome el gesto. Salí del edificio y llamé al taxi. Llegaría a casa y me ducharía. Después, cuando estuviera relajada , llamaría a Elric. Necesitaba hablar con el urgentemente. Supongo que cuando tienes los sentimientos a flor de piel y quieres expresarlos es como una muerte a sabiendas, cuanto antes mejor. —Buenas noches, ¿dónde la llevo? —A la calle Dalton por favor. * * * —“Pasajeros del vuelo 784562-C con destino a Nueva York , ya está abierta la puerta de embarque” Era la hora. Partía hacia Nueva York en busca de la chica que me había trastocado. Cuando llegara , llamaría a Mai, para saber donde ir, y preguntarla que tal fue con Davids. Me metí en el avión. Estaba algo nervioso, no era la primera vez que viajaba a una gran ciudad , pero nunca lo hice tan de improvisto, sin más que mi cartera, mi móvil y mi esperanza como único equipaje. No tenía ni idea de lo que iba a pasar conmigo, pero si lo que pasaría si ella me rechazara. Ella podría pasar de mi, pero yo no podría deshacerme de ella. —“Por favor, les recordamos que deben apagar los teléfonos móviles , pues durante el vuelo está totalmente restringido su uso” —Es verdad , no me había acordado de apagar el móvil. — ¡Hola! —Me dijo un niño rubio. —¿viajas solo? —Si, viajo solo. —¿Te importa que me siente aquí? También viajo solo. —Para nada.— Le dije con media sonrisa. Era un chaval muy gracioso.—¿Cómo te llamas chaval? —Me llamo Grey , ¿y tú? —Elric. —Pues encantado. — Me dijo tendiéndome la mano. Gesto que le devolví. Era un chaval de entre 12 y 15 años no lo sabía bien.— Es bueno que tenga un compañero de viaje , es la primera vez que viajo solo. —No te preocupes, puedes quedarte aquí todo el viaje. —¡Gracias! Y lo que yo no sabía , es que me había sentado con el mejor consejero que he tenido y llegaré a tener. * * * Llegué al piso y me duché. Me senté en el sofá , con el pelo empapado y con el albornoz puesto. —Bien Clau… ánimo. — Me dije a mi misma. Cogí el teléfono y marqué su numero. —Vamos allá. Le di a la tecla de llamada. Cerré los ojos , como si no quisiera en verdad que todo aquello estuviera pasando , cuando de repente , saltó el típico mensaje de “el número está apagado o fuera de cobertura”. Después de varios intentos , me desesperé y opté por llamar a Mai. —¡Clau! ¿Cielo,como estás? —Mai es importante, necesito hablar con Elric.. ¿Está contigo allí? Lo que no sabía yo... es que posiblemente, era tarde. Hasta aquí, de nuevo siento el retraso :s El próximo lo colgaré más pronto lo prometo >.< Por cierto, una pista que os doy, ya que seguramente no os habeís enterado y es importante para el próximo capítulo. La llamada que hace Clau a Mai, es media hora antes de que Mai hable con Elric :) Cuidaros y espero vuestros comentarios n.n DFA
Muy bueno el capitulo! no creo que Mai este embarazada wow O.o aunque bueno no es seguro pero, tal vez sii jajajaja. Espero que Clau y Elric se reconcilien se ven tan lindos juntos y espero que ese Skaler no se meta más inutil ese a me cayo mal >.<. Avisame la proxima, la espero con ansias Un besote bye^^
Holis Dark aquí una Koto-chinn reportándose... Disculpa un poco la tardanza es que el tiempo se me va volando y no alcanzo a hacer nada ^_^U En los aspectos técnicos... Te sigue fallando la redacción y vi algunos puntos suspensivos (...) que les faltaba un punto. En cuando a los acentos debo felicitarte, casi no vi palabras sin su acento, pero te confundes todavía sobre la acentuación de "el" y "e´l" y también se te olvida acentuar algunas preguntas, pero mucho menos en comparación a antes. Debería ser algo así: No abuses del punto (.) y ocupa la (,) cuando sea necesario. También debes recordar que el guión debe ir apegadito a la siguiente palabra ^v^ En la historia... Esta genial, me sorprendió un poco saber que Mai podría estar embarazada aunque no me extraña ya que Mai y Davids se conocieron muy bien intimamente ¬///¬U Espero que le vaya bien a Elric en su viaje y que no ocurra nada que le haga perder la memoria o que se muera, pero ese chico llamado Grey llamo mi atención, ¿qué importancia pinta en la historia ahora?, porque salía que le daría consejos importantes a Elric, eso si que llama la atención... Espero la continuación ^v^ Nos leemos... Sayonara. Koto-chinn