Tic-tac, El limite de la frustración

Tema en 'Relatos' iniciado por Andu Chan, 1 Diciembre 2008.

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    Andu Chan

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    Tic-tac, El limite de la frustración
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    Tic-tac, El limite de la frustración

    Eran las tres de la madrugada cuando Dalia se levanto bruscamente de su cama. Se miraba enojada, muy molesta.
    ¡Maldición!... Era ese “tic-tac” de nuevo. ¿Cómo puede ese sonido llegar a ser tan insoportable? º
    Lo había estado escuchando desde hace tanto tiempo, ya no podía aguantarlo más.
    “tic- tac, tic-tac, tic-tac…”, así es como hacía el reloj que estaba en el cuarto de sus padres, y no podía imaginarse como podía este cruzarse el pasillo de más de 10 metros de separación entre su cuarto y el de ellos solo para molestarla.
    ¿Qué?, ¿Le parecía gracioso?... ¿Qué acaso se estaba burlando de ella?...
    Talvez era que la estaba llamando. Pero aún así, ¿por qué no iba el hasta donde ella?, Se había levantado dirigiéndose a el cuarto del reloj. Nadie podía decirle que hacer, nadie podía mandarla. Ella odiaba escuchar que le dijeran: “Has esto”, “Has aquello”. Detestaba como la apresuraban o como la retenían.

    Y ahora, odiaba que ese “tic-tac” se creyera suficiente como para ordenarle ir hasta el.
    Por eso, a mitad del camino a la susodicha habitación se detuvo, pensó un momento y concluyo. No dejaría que el odioso reloj la manipulara. No iría hasta el. Además había podido soportar peores situaciones. Había podido soportar a sus padres, todas esas órdenes, reclamos, regaños, molestias… y durante 15 años… Podría soportar un insignificante “Tic-tac”

    Regresó a su habitación y se volvió a acostar. Diciéndose a si misma que no permitiría que la ordenaran. No se daría el lujo de cumplir la orden del maldito objeto.
    Pero los minutos transcurrieron y ella no podía conciliar el sueño; Se daba vuelta y ponía la almohada fuertemente contra su cara como fallido intento de que al menos el molesto sonido se escuchara menos.

    Los nervios la estaban aniquilando poco a poco. Empezaba mover su pierna como solía hacerlo al estar angustiada, o desesperada; Se llevaba el dedo índice a la boca y empezaba a morderlo y masticarlo, al principio suave, pero luego fue intensificándose al igual que la velocidad con la que movía la pierna; Empezaba a ver todo su alrededor como buscando algo pero ni ella sabía que es lo que buscaba, empezaba a sentir en sus manos un sudor frío, lo que para ella era la señal de que estaba llegando al momento de la frustración.

    A nadie le gustaba cuando Dalia se frustraba. Era de lo peor. Ese sentimiento que la iba llenando poco a poco, la llevaba a cometer acciones que una persona conciente y apta de autocontrolarse jamás seria capaz de hacer.
    Pero ¡OH no!, claro que ella no tenía la culpa. Por favor, todos sabemos que la frustración es uno de los más difíciles sentimientos humanos. ¿Cómo podríamos describirlo?... Es ese que te hace sentir incapaz, que se burla de ti constantemente porque no puedes lograrlo, que te hace pensar que eres demasiado poco para conseguirlo, que la mayoría de veces te hace abandonar o retirarte de eso que le estaba dando inicio al sentimiento en si.
    ¿No es verdad, que todos lo conocemos?
    Pues Dalia es exactamente igual que todos nosotros, la única diferencia era que para ella se hacia más difícil al arte de controlarse, y controlar las acciones que cometía a causa su frustración y desesperación. Y no es tanto que no las pudiese sobrellevar… Más que nada era que ella no hacía nada hasta llegar a ese punto de colapso, y al estar este presente, no pensaba, solo actuaba. Bien se sabe que toda acción, tiene como ancestro un pensamiento… Pero talvez Dalia y muchas otras personas que sucumben ante el sentimiento pueden dar la excepción al caso.

    Pero… ¿Qué podría hacer una niña sencilla y común como ella?, porque si, era una niña aún, aunque ya hubiese cumplido sus 17 años. ¿Qué podía hacer entonces? Ya no podía aguantar más ese “tic-tac”, pero tampoco quería ceder ante el.
    ¿Cuál sería? Conservar su dignidad intacta como siempre, o acabar con la eterna molestia que representaba ese sonido para ella.

    Una sonrisa algo tétrica se reflejó en su rostro. ¡Estaba tan claro!, acabaría con ese sonido y al mismo tiempo conservaría su orgullo. ¿Cómo lo haría? ¡Pues era más que sencillo!
    Se levanto tirando al suelo sus rosadas y celestes sabanas, que combinaban con las paredes de su cuarto y se agacho para ver debajo de la cama; Ahí estaba… Siempre la había ayudado a acabar con aquello que le causaba molestias, que la desesperaba y más aún que la frustraba…
    Extendió la mano y lo tomo gentilmente. Luego lo saco. Había permanecido ahí mismo durante los últimos 2 años.
    Era de tamaño considerable y de madera color marrón, también la parte de metal estaba de ese color, pero se puede suponer que era porque se había oxidado. Pero antes era reluciente y plateado. A Dalia le gustaba ver su eufórica sonrisa en el metal a la hora de usarlo.

    Se apresuro al cuarto donde el “tic-tac” la seguía llamando; No pudo alcanzarlo al primer intento así, que se subió a la cama para alcanzarlo. Lo tomó y lo bajó.
    ¿Seguía burlándose de ella? ¡Ha!... Se acabó…
    Empezó a darle fuertes golpes con el martillo hasta dejarlo hecho añicos. Rió, se carcajeo, se burlaba señalando macabramente al reloj.

    Entonces se levantó y regresó hasta su cuarto. Pero… ¿Qué había pasado? Ahí no estaba su rosada cama, en cambio, había una simple litera, sobre la que estaba una almohada blanca. No podía ser… Vio con repugnancia el suelo, la pared, el techo, la puerta… Todo era blanco…
    ¿Qué sucedía?... ¿Todo había simplemente desaparecido? No… Algo seguía intacto… ¡No! ¿Por qué otra vez? “tic-tac, tic-tac, tic-tac”… ¿Por qué? ¿Qué no acababa de librarse de el?
    ¿Qué no había terminado todo ya?...

    Tic-tac, tic-tac, tic-tac

    ¿Donde esta? … ¿¡Donde esta?! Se preguntaba mientras miraba para todos lados en el diminuto cuarto, pero no podía, no veía más que blanco.
    Empezó a golpear y rasguñar las suaves, acolchonadas y blancas paredes para saber si el sonido venía de afuera o algo por el estilo. Se dirigió a la puerta pero tampoco había perilla para que pudiese abrir y salir de ahí para escapar del maldito sonido.
    Nuevamente se dirigió a su cama con la esperanza de poder encontrar bajo ella, al que siempre le ayudaba a limitar y terminar con su angustia. Iba con una sonrisa llena de aflicción que fácil y abruptamente se desvaneció al no encontrar nada bajo la litera…
    ¡Pero el sonido seguía ahí! ¿¡Como acabaría con el esta vez!?

    Se dejo caer al acolchonado y monótono suelo, primero de rodillas, luego aflojo el resto de su cuerpo cayendo boca abajo. Abundantes lágrimas empezaron a salir de sus ojos que ella estrujaba con desesperación. ¡Que se callara por favor! ¡Que dejara de burlarse de ella! Se llevo las manos a las orejas presionando con angustia y fue acomodándose hasta terminar en posición fetal. Y asi quedo, asi terminó. Todo había acabado, ella a su límite había llegado…

    Tic-tac, tic-tac, tic-tac…







     
  2.  
    berlinQueer

    berlinQueer Usuario común

    Capricornio
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    Re: Tic-tac, El limite de la frustración

    esta perfecto. la descripcion del ataque de nervios es simplemente genial, el detalle de mover la pierna y morderse el dedo es muy grafico. lo unico que te diria es, el final, las ultimas dos oraciones, en realidad no me parece que tengan mucho sentido, ella esta ahi hace bastante tiempo no?, posiblemente este sea uno de varios ataques, que dentro de su mundillo son bastante habituales, no veo porque tiene que "haber acabado" o "llegar al limite", en realidad creo que seria al reves, el limite se extiende todavia mas lejano.


    tengo una pregunta, sobre el martillo y todo su delirio destructivo. es una analogia al mjolnir?.
    porque no estoy segura si realmente es intecional la interpretación de: el martillo de thor como poder absoluto (para liberarse de sus problemas, ella usa el martillo) -> simbolo del paganismo germanico, que fue destituido y demonizado por la cristiandad (ella resulta estar encerrada en un asilo) -> jerarquia de filosofia e ideologia (esta encerrada porque esta loca) -> triunfo del cristianismo, o moralidad social, o arrasamiento del pensamiento y conducta anomicos (ella no puede salir del asilo, a menos que cambie su perspectiva).

    como dije arriba, me gusto realmente mucho.
     
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  1. Brunchi
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