Spin-off This is why we can't have nice things [Gakkou Roleplay]

Sasha Pierce

Mi reacción a la comida no lo engañó en absoluto y al ver su ceño fruncido supe que ya era una causa perdida. Bajé la cuchara casi a cámara lenta al tiempo que él probaba la cena y el semblante se le deformaba. Lo miré con una mezcla de simpatía y compasión, juntando las cejas, mientras revolvía los macarrones.

—Aria tiene la comida para alardear, ¿no? Quizás el queso estaba pasado o algo... —hipoteticé, aunque no sirvió de mucho.

Me vio como si hubiese matado a mi hijo, se disculpó y lo seguí en su retirada dramática hasta la sala. Se lanzó sobre el sofá y una risa se me atoró en la garganta. El sonido de su voz me alcanzó amortiguado, seguramente por los almohadones, y esta vez tuve que soltar la carcajada.

—My god, don't be such a crybaby —me quejé, siguiéndolo, y me quedé parada frente a él. Crucé los brazos y le di un toquecito en la pierna con la punta de la zapatilla—. C'mon, stop sulking. I'll make something else.

 

Aiden Carter

La bondad de Sasha siguió haciendo acto de presencia durante mi descubrimiento, pues la pobre intentó animarme alegando que quizás el culpable fuera alguno de los ingredientes que Aria tenía por casa y no un error mío; tanto ella como yo sabíamos que eso no era el verdadero motivo, aunque agradecía sus intenciones. Estaba claro que andaba exagerando mi reacción por el bien del teatro, que tampoco era aquello el fin del mundo, y como tal, me sonreí contra los cojines del sofá cuando escuché que finalmente se le escapó la risa.

—I'm not sulking... —me quejé, en un tono de voz que indicaba todo lo contrario, y moví el pie que había golpeado un par de veces, antes de girar la cabeza para descubrir mi rostro y poder mirarla—. Tú no entiendes lo frágil que es el ego masculino, Sashita...

Dejé salir un suspiro pesado, completamente derrotado, mientras finalmente cedía a su petición y me levantaba del sofá. La invité a volver a la cocina y volví a tomar asiento en mi taburete, mirando el plato con los párpados caídos. En realidad no era tan malo, a mí siempre me habían gustado los platos salados, pero por relajar el ambiente...

>>Fine, pero yo debo asumir las consecuencias de mis actos... —murmuré, sirviéndome otra buena porción de pasta en mi plato con total convicción—. ¿Y bien? ¿Cuál es tu plato estrella~?

 

Sasha Pierce

Se tomó su tiempo para desenterrar la cara de los cojines y volver a mirarme, tiempo durante el cual aguardé sin moverme de mi posición. Al oírlo alcé una ceja, inquisitiva, aunque en el fondo me estuviera divirtiendo con el teatro. Boicotear a todos los hombres del mundo por el bien de quedar bien era una estrategia casi tan rastrera como la de los aliados falsos, pero siendo honestos... ¿acaso mentía? Acentué un suspiro y me acuclillé, descansando los antebrazos al borde del sofá.

—No me digas que unos macarrones salados bastaron para vencerte, cielo —lo piqué, con una sonrisilla divertida—. I totally thought you were the charming type...

O self proclaimed charmer, pero habría sido muy bajo de mi parte seguir pateándolo, ¿verdad? Eventualmente cedió y me erguí conforme él se incorporaba. Regresamos a la cocina, Aiden ocupó su taburete original y me quedé de pie junto a la mesa, viendo la profunda decepción en su rostro. Solté el aire por la nariz con una mezcla de diversión y ternura, y seguí sus movimientos, incrédula, apenas decidió... ¿inmolarse?

—¿Destruirás tus papilas gustativas por el bien de tu ego? —Colé los brazos en su espacio y le quité el plato, llevándolo a la mesada detrás suyo—. Prefiero que no la palmes por deshidratación o algo, ya tuve suficientes problemas por sustancias en las últimas veinticuatro horas.

¿Platos estrella? Tenía un par de comidas que me quedaban bastante ricas, pero eso también dependía de los ingredientes que Aria tuviese por aquí... y que estuviesen en buen estado. Me puse a revisar los cajones y las gavetas, también el refrigerador, y tras algunos minutos llegué a una conclusión.

—Alright, let's stick to the classics. —Encendí la arrocera y vertí el arroz y el agua suficientes, yendo luego a la nevera para sacar la caja de huevos—. Esto quizá califique en apropiación cultural, pero me arriesgaré. ¿Te gusta el omurice, Aiden?